Choque Cardiogénico
Choque Cardiogénico
Choque Cardiogénico
FISIOPATOLOGÍA
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Choque Hipovolemico
CLASIFICACIÓN ETIOLÓGICA
Hemorragias.
Sangrado digestivo.
Traumas.
Sangrados retroperitoneales.
Hemoptisis.
Hemotórax.
Hemoperitoneo.
Ruptura de aneurismas aórticos.
Situaciones especiales: (embarazo ectópico roto, rotura uterina y atonía
uterina).
Pérdida de plasma.
Obstrucción intestinal.
Quemaduras.
Enfermedades exudativas de la piel.
Isquemia esplácnica.
Peritonitis, pancreatitis, ascitis de acumulación rápida.
Aumento de la permeabilidad capilar.
Pérdidas excesiva de agua y electrolitos.
Diarreas y vómitos.
Sudoración profusa.
Ingesta inadecuada de agua y sales.
Pérdida urinaria excesiva (síndrome nefrótico, nefropatías perdedoras de
sales, diabetes mellitus, diabetes insípida, fase diurética de la insuficiencia
renal aguda, uropatía post obstructiva).
Insuficiencia adrenocortical aguda.
Fisiopatología
Las causas de shock con hipovolemia responden bien a la reposición del volumen
vascular y deben identificarse de forma temprana. En estos casos debe iniciarse
una perfusión de líquidos intravenosos, con una sobrecarga inicial de 1 a 2 litros
(40 ml/kg) de cristaloides de forma rápida (30 minutos) y evaluar posteriormente al
paciente. La elección del líquido a perfundir sigue siendo polémica, pero los
cristaloides (Ringer lactato y salino isotónico) están ampliamente aceptados como
tratamiento inicial.
Una circunstancia en la cual los líquidos pueden ser perjudiciales es el shock
asociado a una hemorragia activa. La resucitación con grandes cantidades de
volumen antes del control de la hemorragia es perjudicial, por lo que estos
pacientes deben ser tratados utilizando los principios de la «resucitación
hipotensiva». Esta estrategia evita complicaciones, como la coagulopatía
dilucional, la hipotermia y el síndrome de distrés respiratorio del adulto
posoperatorio, y exige el tratamiento con el mínimo aporte de fluidos hasta la
resolución quirúrgica del sangrado. La cantidad de fluido debe ser la mínima
suficiente para mantener al paciente consciente, es decir, para lograr una
perfusión cerebral adecuada. La resucitación hipotensiva no se recomienda en el
traumatismo múltiple cerrado o en la lesión craneoencefálica grave, debiendo
mantenerse en estos casos una presión arterial sistólica de al menos, 90 mmHg.
TRATAMIENTO
Medidas generales:
Reposición de la volemia:
Al inicio se debe administrar 1-2 litros de solución salina a goteo rápido; la infusión
posterior dependerá del grado de respuesta y las características del paciente.
Álvarez, A. E., Santana, O. B. R., Mesa, A. D., & Gómez, A. F. (2009). Guia de
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=180020082037