Filosofia de
Filosofia de
LEIBNIZ
DISCURSO DE . METAFÍSICA..
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SISTEMA DE LA NATURALEZA.
NUEVOTflb-TADO SOBRE."
EL ENTENDIMIENTO HUMANO.
MONADOLOGÍA.
PRINCIPIOS SOBRE tA NATURALEZA ..
Y LAGMCIA
T
ESTIIDIO JNRODUCTIVO Y
ANÁLISIS DE LAS OBRAS
POR
FRANCISCO LARROYO
L!BRERIA k\!ERICA
Calle 51 Nº 49-58
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. . · .. T�!s: 2��1. 2g 78 ·
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EDITORIAL PORRlJA, S. A.
AV. RE_PlJBLICA ARS,-ENTINA, 15
MllXICO, 1977 .
PRELIMINAR
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Primeras· ediciones: Discí1rso_ de. Metafísica, Madrid, 1877; Nuevo
sistema de· la .. naturaleza, Madrid. 1919; La Monadología, Madrid�
' 1877; Nuevo tratado sobre el entend(miento humano, Madrid, 1878;
··Principios de la - naturaleza y · de la gracia fundados en .la razón,
Madrid, , 1877 - •
TÍTULOS ORIGINALES:
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Derechos res·ervados
Copyright © 1977
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IMPRESO EN MÉXICO
PRINTED IN MEXICO
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Leibniz, como filósofo, concentra en su sistema toda la filosofía pre
cedente y, al hacerlo, merced a su talento inventivo, perfila en mucha
parte los trazos de la filosofía posterior. Polígrafo de nota, transita el
globo intelectual del saber descubriendo afinidades en los diferentes
campos · merced a una concepción universalista; Su filosofar es, en .
efecto, inseparable de su concepción científica. Tras .un conocimiento ·
adquirido, ve la manera de ubicarlo dentro de una totalidad. Si la
filosofía es concepción totalizadora del saber, la de Leibniz constituye
uno de sus clásicos paradigmas en la historia de las ideas.
La ciericia crece en profundidad y extensión, conforme al princi
pio de la continuidad: progresa, avanza, a veces a pasos lentos, .a
veces a pasos acelerados. También el saber filosófico sigue una esca
lon_ada marcha ascendente, o debe seguirla, según Leibniz. "En todo
tiempo, dice en las postrimerías de su vida, 1714, me ocupé de qes
cubrir la verdad que se halla soterrada y dispersa en lás diferentes
sectas filosóficas y _de juntarla consigo misma." Qe esta guisa, trata
de elevarse· por encima de tiempos y doctrinas y captar cuanto per
dura a través de las circunstancias. Esta es la filosofía perenne, que
conlleva, como la ciencia, un propósito perfectible a manera de ley.
Por ello, precio y tributo de la filosofía perenne es la búsqueda
de una conciliación de las divergencias, con frecuencia más verbales
que objetivas. El camino de la filosofía perenne es penetrar en el
· aparente _caos de los filosofemas para rescatar lo firme y sólido que
ellos · contengan, articulándolos en . consecuente sucesión: el hilo de
Ariadna que ayuda a salir del apasion�do laberinto de las opiniones
en pugna.
Ahora bien, la firmeza del saber reposa en principios, en ideas
básicas, nucleares. Para Ortega y Gasset la doctrina de Leibniz es
una. doctrina principalista. Trata, sin duda, de configurarse sobre el
mayor número . de principios. 1!l mismo ha dado nombre a algunos
,.,,.
(principio de lo mejor, principio de las formas múltiples ... ) o in-
ventado otros (principio de razón suficiente, principio de . los indis
cernibles, principio de continuidad ...) .
Con todo, la personalidad de Leibniz, tan compleja, tan intensa,
. tan influ¡ente, ha sido interpretada -y precisamente por ésta su fe.
cunda versatilidad intelectual- de distinta manera. •Destacados pen-
sadores, en efecto, con la mira de encontrar un punto de vista para
IX
.,,,,
.
X ESTUDIO INTRODUCTIVO
, . ....
g1ate )
Más comprensiva, en cambio, es la valoración que se hace de
Leibniz reputándolo un filósofo universal, polifacético (K. Fisher, G.
Windelband, A. Weber, E. Cassirer, H. Heimsoeth ... ) . De Fischer
son estas palabras: "Leibniz ha recogido todas las voces de su tiem
po. En su vida y en su pensamiento trató de conciliar todo lo opuesto>
aspiró a unir todo lo diverso, a recoger la armonía de las cosas. Con
. este espíritu ideó una filosofía universal, un cristianismo conforme a
la razón, una Iglesia que respondiera a tal cristianismo; promovió la
cultura mundial, organizó el imperio de las ciencias, revolvió biblio
t�cas, fundó academias, promovió el descubrimiento de una lengua
y una característica universal."
La visión totalizadora de 1a· realidad es presupuesto del concepto
de la philosophia perennis, a condición de ponderar, primero, y ligar
orgánicamente, después, los filosofemas sucesivos en uri conjtmto de
verdades !;!Cerca del ser y valor de la existencia. El sistema.de Leibniz·
es, en tal sentido, uri sólido eslabón en el curso de la historia de la ·
filosofía, de la filosofía perenne. Su postracionalismo es culminación
de Déscartes y de sus inmediatos discípulos y, a la vez,· como hombre
de la Epoca de las luces, preludio de Kant. En su concepción filosó
fica concurren todos los temas fundamentales, todos con igual dere
cho. Hay más: ellos se implican recíprocamente, por principio. En
a
. ésta su unidad temática alienta su metodologí: racionalista. Inclusive
1
se inclina al teísmo en nombre de la razón. Leibniz es lógico y · mate
mático, ético y jurista, metafísico y físico, teólogo y apologista, psicó
logo e historiador, estético y lingüista.
----
¡.
1 ESTUDIO INTRODUCTIVO
LA FILOSOFIA DE LEIBNIZ
'.
1
I
Con los grandes si�temas metafísicos del siglo xvn, de impronta ra
cionalista (Port-Royal,. Geulincx, Malebranche, Pascal, Spinoia), fina
liza propiamente la filosófía del Renacimiento. Enseguida, desde las
postrimerías del mismo siglo, se inaugura una nueva etapa, la de la
f:poca de las Luces, que se prolongará casi todo el siglo xvm. Leibniz.
(t 1716) pertenece a este período. Es n:iás: constituye, si no la ma
yor, una de las figuras señeras de la época. (Para. calar en su petisa-
. miento es ineludible conocer y ponderar el marco intelectual de su
tiempo, tanto más cuanto que su filosofar, por método, es concilia
dor; lo que le impulsa de continuo, tras enjuiciamientos penetrantys,
a tomar posición respecto de otros pensadores.
l.______,�
que traía consigo, en la realidad y· política social, de tal manera, que
-XIII
,l
¡ no sólo la expresión d�. los pensamientos fue más yiolenta y mordaz
desde un principio, sino que tambié� se agudizaron los propios pen
. 2. JOHN LOCKE
'I �
exilio holandés, hacia 1688. Aquí ejerce, bajo el nuevo gobierno, en
1
pro del cual tomó la pluma en muchas ocasiones, varios cargos pú
blicos. Muere el año 1704 en ociosidad _campestre.
�
ESTUDIO INTRODUCTIVO XV
3. JORGE BERKELEY .
El sub;etivismo inmaterialista
·1
psicológico. Berkeley es oriundo de Irlanda; nace en 1685. Estuvo en .
· América como clérigo en la común tarea de fundar un establecimiento
., misional. Llegó a ser · obispo de Cl_oyne. · Muere en 1753. Escribió,
entre otras, las siguientes obras: Nuevos ensayos de una teoría de la
visión ( 1708), Tres Diálogos entre Hylas y Philonous ( 1712), Tratado
sobre los principios del conocimientó humano (1710).
Locke había negado la realidad de las cualidades secundarias. Ber
�
keley va más lejos: las cualidades primarias, como la extensión, tam
bién son meros contenidos de conciencia. La figura de los cuerpos, .11
por ejemplo, no es más que el límite de la sensación del color o de
las representaciones táctiles. La materia no existe. Todas las cualida
des de los cuerpos son tan sólo ideas (representaciones) en la mente
hum ana (esse est percipi: ser es ser percibido).
Pero al lado de est� inmaterialismo e idealismo subjetivo, postula
Berkeley un realismo teológico. El hombre tiene un conocimiento in
mediato de su yo. Además, es preciso admitir una causa originaria
de _todas las representaciones. Tal causa es Dios. Las ideas son pues
tas en la menté del hombre por Dios (Malebranche). La regularidad
y conexión que observamos en ellas están fundadas en la voluntad
inmutable de la divinidad. Las leyes de la naturaleza no ·son otra· cosa
que esta regularidad y conexión de las ideas puestas en nosotros por ·¡
la Divinidad. ;I
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1,
u
l
1:
ESTUDIO INTRODUCTIVO XVII
El deísmo y· su crítica
La concepc1on teísta de Berkeley era en . el fondo una réplica al
deísmo inglés, cuyo fundador hay que verlo en Herbert de Cherbury
(1583-1648). El deísmo enseña que Dios existe, que ha creado el mun
do, pero que no interviene en éste a manera de .providencia divina.
Fundada en la razón, esta concepción religiosa excluye de sí los mila
gros. Los cinco postulados de ta� religión natural, o deísmo, son:
l '! Hay un Ser Supremo.· 2'? Debemos orar a -e1. 3'? La parte m�s im
portante de esta veneración la constituye la virtud unida a la piedad.
4'! El hombre debe arrepentirse de sus pecados y librarse de ellos. 5'? El
bien y el mal son premiados y castigados en ésta y en la otra vida.
Lo. que excede a est_os cinco artículos es invención humana. Véase su
obra De la verdad· en cuanto se distingue de la revelación, de lo ve-
rosímil, de lo posible--y, d.e lo falso.
El más importante de los deístas ingleses, por su influencia litera
ria, es John Toland (1670-1722), quien hace ver en su obra El Gris:
tianismo sin misterios, que en la doctrina de-Jesús de Nazareth no hay
nada contrario o superior a la razón. "Los misterios son usos tomados
de judíos, que luego fijaron como sacramento los padres de la Iglesia.''.
Anthony Collin (1676�1729) es, acaso, más radical. Funda la doc
trina del libre pensamiento: En su· obra ·que lleva el título Tratado
sobre el libre pensamiento, defiende la idea de que el pensamiento
libre es un derecho inalienable de la razón por sobre la Biblia y toda
c�
creencia religiosa.
Tratando de conciliar la creencia con una concepción del mundo,
en la que tienen sus partes tanto la razón como el sentinúento, aparecé
Lord Shaitesbury (1671-1713). Ei punto central de su filosofía es el
, entusiasmo por lo. verdadero, lo bueno y lo hermoso. La _ética, la reli-
estética se fundan sobre el sentimiento. El sentimiento moral
XVIII ESTUDIO INTRODUCTIVO
il
gía qt,te se funda en la revelación y que ve por el bienestar celestial
· de los hombres. Los juristas encuadran sus doctrinas dentr• de tales
ideas.
• Samuel Puffendorf (1632-1694) es jurista eminente. Los orígenes
del _derecho natural y moral están en Dios,. pero el conocimiento de la
filosofía jurídica y de la filosofía moral es independiente de la reve
/,
lación. "Someter la filosofía al criterio de esta última no es filosofar, ·
sino hacer teología. El derecho natural debe tener.para los indios y los ¡j
-turcos, la misma validez que para_ los cristianos."
En su obra De iure naturae et gentium libri octo (1672) afirma
que el derecho natural nace por el amor propio, que lleva � fos indi
viduos a su conservación y bienestar, dado el estado de indigencia en .
que éstos se encuentran. Si el hombre' es un ser racional, la respuesta
a su vida de relación es el jusnaturalismo, cuyo principio dice: "Cada .
cual en cuanto dependa de sí, debe mantener ·con. sus semejantes un
,. _ estado pacífico 'de sociabilidad conforme, en general, a la índole y
finalidad del género humano."
·
Tomasius (1655-1728), en su libro Fundamenta juris naturae et
gentium ex sensú communi deducta, ve los fundamentos de la vida
moral y social en la misma naturaleza humana, y, precisamente, en
sus tres tendencias fundamentales: la de vivir lo más y lo más feliz•
mente posible; la de evitar el dolor y la muerte, y la tendencia' a la
· propiedad y al dominio. Sobre estas tres tendencias se fundan respec
tivamente el derecho, la política y la ética. "El derecho, fundado en
la primera tendencia, mira a la conservación de un orden pacífico
entre los hombres. La política, fundada en la segunda tendencia, pro
cúra promover este. orden pacífico por medio de acciones encamina
das a tal fin: La ética, fundada .en la tercera tendencia, intenta la �
adquisición de la paz interior de los- individuos." �l
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II
l. PERSONALIDAD
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XXII , ESTUDIO INTRODUCTIVO
15 7 8 8 ,ARANGO BEIUtto
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XXVI ESTUDIO INTRODUCTIVO
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ESTUDIO- INTR0DúCTIVO. XXVII
. 1
XXVIII ' ESTUDIO INTRODUCTIVO
5. ÜRDEN Y RACIONALIDAD •
'1
1'
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dades de hechos). Con la denominación de a priori designa lo que
esta virtualmente en el e�píritu, y es susceptible de desarrollarse en la
conciencia.
Lo a priori es, por lo tanto, lo que es independiente de la expe
,1
riencia. Leibniz ·une al principio que el empirismo mantenía: Nihil
est in · intellectu, quod non prius fuerit in· sensu (nada hay. en el in
telecto que primero no haya estado en los sentidos), la idea: nisi in-
tellectus .ipse (excepto el intelecto mismo).
l . Las verda_des de hecho son contingentes;. tienen que ver con la·
realidad efectiva; constituyen, dentro de lo posible, el grupo mucho
más restringido de los hechos reales. Estas verdades no están funda- ·
,.e das en los principios de identidad y de contradicción; lo cual quiere
decir que su contrario es posible. Sé fundan en el' principio de rai6n
· suficiente. �ste principio significa que "nada se verifica sin una razón
suficiente, esto es, sin que sea posible al que conozca suficientemente
las cosas, dar üna razón que basty pará determinar por qué es así y.
:-
XXX ESTUDIO_ INTRODUCTIVO
'
8 .. LA ,MONADOLOGÍA. EL PLURALISMO METAFÍSICO·
-------·-----------'-----'
_J
xxxir ESTUDIO INTRODUCTIVO
r
Cada mónada vive en sí su propia vida, y tiene en sí toda la realidad
viviente de ese determinado modo que la distingue inconfundiblemente
del modo en que cada una de las otras mónadas vive en sf ese mismo
mundo.*
.
-1
9. EL HOMBRE, DIOS EN PEQUEÑO. MATERIA PRIMA
Y. MATERIA SEGUNDA
11
Cada una de las mónadas refleja en su perspectiva el Universo. En
'I•
· algunas, la representación de éste es más clara que en otras. Ello se .
debe a que. su núcleo de ideas claras y distintas, que constituye su
. individualidad, es mayor que el de otras. En efecto, el núcleo de las
mónadas finitas está circundado por una zona de percepciones obscu
ras y confusas, que limita proporcionalmente · 1a imagen diáfana · del
universo. El módulo del ser es, así, racionalidad.
Dentro de este cuadro . de ideas encaja la noción. de materia en
Leibniz, que concibe justamente como inercia y resistencia en el. acto
de la representación. La materia es, en efecto, el límite de la activi-
,\ . dad perceptiva de las -mónadas. No posee existencia en sí; sólo cons
tituye una modalidad cambiante de la propia mónada. Claridad y obs
curidad perceptivas son caracteres inseparables de toda mónada, bien
que -en diversa proporción, de acuerdo, primero, con su capacid¡1d '
innata y, . segundo, con. la circunstancia por la cual atraviesa en un
momento dado. Al transformarse lo obscuro y confuso en claro y <lis- .
tinto la materia se reduce en obsequio del núcleo luminoso.
1: Corporeidad y extensión son resultados (o fenómenos, en lenguaje
leibniziano) de procesos que tienen lugar en las mónadas. Merced al
tiempo y espacio, que son principios de ordenación de los. objetos, se .
·explica la relación de· las mónadas y su recíproca dependencia, que
hace posible que múltiples mónadas formen complejos y constelaclo
nes, en los que las más imperfectas se- subordinan espontáneamente a
otra mónada más perfecta, la mónada central o· dominante del sistemá .
. La constelación · de mónadas así constituida, forma el organismo vi
viente, del cual la mónada central es el alma o entelequia, y las otra�
mónadas agrupadas en tomo a ella, el cuerpo. Hay incontables cria-
turas vivientes en cada mínima parte de la realidad. "Cada porción
,u. de materia puede concebirse como un jardín lleno de· plantas :o como•
un estanque lleno ele peces; pero cada rama de planta, cada miembro
de animal,4tada gota de sus humores representa un jardín semejante,'
L._____:___ , __
r
XXXIV ESTUDIO INTRODUCTIVO
J
Leibniz llama materia prima a la parte 0:,scura y confusa, que ¡'
constituye la resistencia o esfuerzo de inercia de-la mónada; y materia
segunda al conjunto o constelación de las partes obscuras de aquellas
mónadas congregadas en seres complejos, dentro de los cuales el nú
cleo luminoso, el alma, dirige y coordina la acción. Materia prima y
· materia segunda son partes subordinadas e imperfectas, pero suscep
tibles de cambio eri un mundo dinámico. )
Una materia segunda es el cuerpo del hombre, cuyo agregado, de
mónadas está unido a una mónada superior, el alma (m61).ada domi
nante), en donde la apercepción adquiere la profundidad de auto
conciencia, participando, siquiera sea de ínfima manera, de atributos
de la Divinidad. El hombre, para Leibniz, es un Dios en pequeño.*
C_apáz de elevarse a la autoconciencia, es ciudadano del reinó de l�s
espíritus, donde la mónada increada, la única exenta de materia, Dios,
gobierna el universo.
J
I
�-------�-- - ----
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ESTUDIO INTRODUCTIVO XXXIX
posibles _creado por El. Si Dios existe ¿de dónde proviene el mal?
Si no existe ¿de dónde proviene lo bueno? Si Deus est, unde inalum?
Si non est, unde bonum?
La teodicea se genera circunstancialmente como una justüicación · o
· defensa d� Dios (Theou dikaia) contra quienes niegan la realidad de
un Dios personal, misericordioso y perfecto por el hecho del mal. ¿No
sería mejor· un mundo en donde no existiera el dolor, la enfermedad,
el error y el pecado? Leibniz encata la cuestión desde su raíz. Estudia
la naturaleza del mal en sus manifestaciones.
Habla de tres especies de mal: metafísico, físico y moral. El ma
lum methaphisicum es inseparable de la esencia· misma dé la criatura.
Esta, por principio, es limitada y, por tanto, imperfecta. Como tal, la
mónada creada no' puede contener las perfecciones todas de Dios. Ca�
rece de integridad ontológica. Está privada de las excelencias divinas.
En una palabra, el mal metafísico es un carácter de deficiencia. Dios
no puede crear seres tan perfectos como El. "O Dios no crea nada, o
tiene que crear seres limitados."
El mal físico (malum phisicum) reside en el dolor. Existe, .f;:s cier
to, bien que por obvias razones. Dios. no lo quiere de incóndicionada
manera. Lo acepta muchas veces como un castigo que reclama la san
ción de una culpa, y muchas veces también como un medio adecuado
para. un determinado fin, por ejemplo, . para impedir mayores males o
para obtener mayores biénes. La pena sirve, también, para la corree-
. ción y para la ejemplaridad y escarmiento, y · el mal sirve muchas
· veces para ponderar mejor él bien. En fin, suele contribuir a una per
1 , fección mayor en aquel que sufre, "como el grano que se siembra
está sujeto a una especié 'de corrupción para germinar; bella compara:-
ción que utilizó el Inismo Jesucristo". ·
l.
El t;nal moral (malum morale) es el pecado. Tal identificación
confirma el concepto 'leibniziano de una moral teológica; lo que se
justifica habida cuental de su metafísica. Si Dios es..centro providencial
del universo, todo ma moral es transgresión del orden divino. El _mal -
moral es egoísmo: alejamiento de Dios.
Y--; de'° hecho, el mal moral existe. Si Dios es á la ve.z causa final
y causa eficiente del universo ¿por qué se realiza el mal? La resoues
ta, aunque parezca paradójica, es· cons�cuente. La posibilidad def mal
lleva ·aparejada .la creciente posibilidad del bien. El mal (o el pecado) .
· sólo es perinitido por Dios como donditio sine qup non del bien, pero
no en virtu¡ del principio de lo necesario, sino de la ley de lo mejor.
Dios esta'obligado a la elección de lo mejor; por ello crea al hombre
libre, de lo contrario no podría_ realizar el bien moral; tiene, pues, que
L
XL ESTUDIO INTRODUCTIVO
permitir el . mal, por decirlo así, como precio de la libertad. Por eso
Dios no es culpable del mal, sino quien lo elige, quien abusa de la
libertad recibida para realizar el bien. · •
Esta solución lleva consigo otra idea igualmente· importante, que
\ viene a constituir · como otro argumento en favor de la teodicea. El
mundo creado por Dios, es sólo el mejor de los· mundos posibles, no
un mundo ya acabado; perfecto. únicamente Dios es perfecto, sólo en
él ya no es· dable progreso alguno. El mundo creado es sólo. perfecti
ble, y lo es, merced al dinamismo que opera' en él a manera de resul
tado de la acción inseparable de las mónadas creadas, principios de
fuerza viva.
t
La libertad humana tiene un alto precio en la doctrina de Leibniz:
la posibilidad del pecado, que Dios permite, mas del cual no es res
ponsab_le. Pero ¿no conoce Dios de antemano (presciencia) el curso
1
1
de. los acontecimientos todos de la existencia? ¿No los predetermina,
i y, por ello, la libertad humana, como decía Spinoza, es· sólo aparente
¡. y subjetiva? Dentro de su doctrina, rechaza Leibniz así el determi
¡_ nismo (ya de Hobbes, materialista; ya de Spinoza, racionalista) como
el indiferentismo de Descartes, quien subraya la contingencia e indife
rencia de muchos acontecimientos respecto de la voluntad divina.
La tesis leibniziana, ya esbozada, ve de c9nciliar la doctrina tra
dicional con la parte de verdad del determinismo. No obstante el or
den del universo (idea que acepta la concepción determinista como
vínculo de causas y efectos), se da la contingencia y la libertad.
¿Cómo? Merced al principio lógico de la razón suficiente y al principio
·1
:lb.oral del criterio de lo mejor. Hay leyes matemáticas, metafísicas y
lógicas, de necesidad rigurosa, pero junto a ellas se dan conocimientos
·acerca de lo contingente, cuya verdad se determina, cuando se averi
guan sus antecedentes, a saber, las hipótesis (en el lenguaje de Leibniz)
que lo producen. Saber ex· hypotesi. La predeterminación divina, en la
medida en que procede conforme al principio de lo mejor, no es nece
sitante; sólo inclina, dando al hombre un margen de libertad para
actuar, de acuerdo con su inteligencia y capacida� de opción.
. La doctrina de la presciencia divina tiene que . ver con el tema
del destino humano. Si Dios anticipadamente predetermina todo, cabe
preguntar si el hombre está predestinado. Leibniz .da una respues
ta negativ�. Dios ha creado de tal manera cada mónadá que en ella
ESTUDIO INTRODUCTIVO :XLI
L�- -· ·----- -- . -
1 -,
XLIV ESTUDIO INTRODUCTIVO
como si sólo por querérlo Dios fuei;-a justo y bueno; sino �1 revés,
-e
po r s�r bueno y justo por eso lo quiere Dios." "' •
La ética· y filosofía del derecho en Leibniz tienen base racionalista
y culminan en la concepción cristiana del amor. "La bondad, dice,
ve de lograr el mayor. bien posible; ma s para conocer esto se requiere
de la sabiduría, que �o es otra cosa · que el conocimiento del bien,
¡
l,
JI!
ESTUDIO INTRODUCTIVO r XLV
de nuestro ser, sino también· como maestro y causa final, que debe· '.
constituir el objeto entero de nuestra voluntad y sólo puede cimentar
nuestra felicidad" (Monadología, 90).
L...______-.:________
'1
_____:_i
XLVI ESTUDIO INTRODUCTIVO
18. INFLUENCIA
--- - --------------�
-
1-
. •.
. Ediciones
Lll
BIBLIOGRAFÍA LIII
2. Sobre Leibniz
G. E. Guhrauer: G. W. Freiherr von Leibniz. Biografía. Breslau, 1846.
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1 -
• 1
DISCURSO DE METAFÍSICA. SISTEMA DE LA
NATURALEZA. NUEVO TRATADO SOBRE EL
ENTENDIMIENTO HUMANO. MONADOLOG1A.
PRINCIPIOS SOBRE LA NATURALEZA
Y LA GRACIA
•
0
Versión española de D. Patricio de Azcárate, revisada y anotada por
Fmricisco Larroyo.
,,
! .
L. .1..=.....,___-:'---__:______________,________.
ANÁLISIS
1·
históricas son oportunas y exactas; lo que da al· trabajo un aire de
circunspección y prudenciá, que mucho contribuye a sus e:l!,'.celencias.
Escrita en breves parágrafos, procedi!11iento reiterado del autor, la ·1 J11"'
�r .
obra consta ·de 37 apartados que se disponen de este modo: a) 1-7: 6
1}'
, Dios como ser perfecto y real· por exc�lencia; b) 8-16: Las sustan-
¡. ·-cias. Su concepto, origen y especies; c) 17-22: El universo y la fina-
��-
· udad cósmica; d)..._ 23-29: El entendimiento humano y sus formas de ¡�
conocer; e) 30-32: Voluntad y libertad humana; f) 33-35: Alma, / •
cuerpo e inmortalidad. La concordancia universal; g) · 36-37: Confir�
mación cristiana de la doctrina. f
Dios es la esencia ;Perfecta én su ser y en su obrar. En el intelecto (si-(
divino habitan: las eternas verdades metafísicas (y matemáticas) y las l_r1 tr
reglas de lo bueno, lo justo y lo perfecto (§ 1). Los dos siguientes '\. ·
parágrafos són. de carácter polémico: contra quienes suponen que no \'\J ü
son buenas las acciones divinas (2) y contra quienes imaginan que ; \ri
Dios hubiera podido obrar m�jor (3). Resultado de tal debate ha de ' l
lleyar al amor de Dios y a una aceptación inexcusable de cuanto
hace (4) .lif:l autor insiste en esta aquiescencia, y da, a continuación, 1J
· las normas, por así decirlo, de la' perfección· divina (5). Ep. dicha
elucidación aparece la idea de orden, punto clave de la filosofía ·
' 3
4 LEIBNIZ
leibniziana. Dios no. háce nada fuera del orden (6). Incluso los
hechos milagrosos son hechos dentro del orden universal .¡__7).
La noci6n de sustancia individual es, como la de orden, un ele
mento medular 'y {undante de toda lá doctrina. Basta decir que, entre
otros problemas, permite distinguir las acciones de Dios y de las cria.:.
turas: una sustancia individual consiste en tener una noción tan
amplia que sea suficiente para comprender y · hacer deducir de ella
todos los predicados del sujeto a que esta noción se atribuye \8).
Siendo una realidad singular, cada una de ellas expresa a su manera
_ una imagen del universo, y, con ello, posee en .su noción los acaeci
mientos todos comprendidos en su desarrollo (9). Hablando de los
. hechos particulares, viene a cuento decir que las · formas metafísicas
de los escolásticos sólo valen para lo. general, no para interpretar los
fenómenos. concretos .. (10). Pero este carácter de aplicación general
de las formas escolástícas no debe inducir a despreciar a los filósofos
y teólogos de tal doctrina . ( 11) . Aclarada su posición respecto a la
filosofía tradicional, prosigue en su tarea: la naturaleza del cuerpo no
consiste sólo en la extensión (12). Para descubrir la real naturaleza
¡, de las sustanch¡s, diserta en tomo de las verdades a priori, necesa- . 1
rías, y de las verdades a posteriori, contingentes (13). Por esta vía, ll
se llega · al concepto de posibilidad · (lógica o real) , otro ingrediente
sustancial del �istema, del cual se obtiene. la teoría de virtualismo: ·
la sustancia individual encierra virtualmente cuanto ha de ocu- ·
rrirle. Dios produce las sustancias a tenor de las diferentes nocio•
nes que tiene del universo. Hay más: existe una' correspondencia
1:
- entre ellas, a pesar de no influirse de manera directa (14). Esta su
· correspondencia tiene lugar de manera refleja a través de Dios, en
J
virtud del nexo de dependencia de ellas respecto de :e.I (15). ¿Cómo
es esto posible? La radical respuesta reside en la doctrina ontológica,
defendida poi Leibniz, de que la esencia comprende dentro de sí . a
la existencia (16) .
· Leibniz llama máximas subalte111as a las leyes de la naturaleza.
Partiendo de aquí, se opone a Descartes nuevamente. Ya. mostró que
ninguna sustancia se explica por la mera extensión. Esencial carácter
de ella es una fuerza concebida como algo inextenso. Ahora lo con
firma haciendo ver que no la cantidad de movimiento, como aceptara
Descartes, sino la fuerza viva es lo invariable en las leyes natura-
,1
�I
les (17). La tesis, empero, tiene trascendencia mayor. La fuerza viva
como realidad· inextensa es imprescindible para explicar el mundo de
los cuerpos. Quedan vinculadas así física y metafísica (18). De todas l¡
estas condiciones re�urge otro clásico problema cosmológico: el de la
finalidad de la naturaleza. Si píos se propone siempre lo mejor, como
ya fue señalado en el parágrafo primero, es inconc.ebible que no rija
el principio de la finalidad en el universo (19). Una confirmación
¡
j
DISCURSO ·DE METAFÍSICA 5
r
6 LEIBNIZ
;1
. cientes de cuanto hacen, �stas no. Justo: se ha dicho con razón que
tal carácter marca el nacimiento moderno de la noción de persona
lidad, á título de conciencia permanente de s·í mismo (34). En esta
f
r
jerarquía de las sustancias, los espíritus ocupan lugar preferente, ya
f
que expresan a Dios más bien que al mundo, -� paso que las otras
1
I
· sus_tancias expresan al mundo más bien que a Dios (35). •
Dios, por esehcia, ocupa el vértice c�lmin�nte en la jerar��ía del ·J
.
umverso. _
Creador de cuanto existe, mantiene sm cesar su acc1on tute
lar y bienaventurada sobre todos los seres · (providencialismo) . Su
meta es perfeccionar al Universo creando· y· recreando en está ciudad
divina. Sólo los espíritus son creados á. su semejanza y gracias al
amor, que es concordia, el camino por andar será el mejor de los
caminos (optimismo) (36). El Discurso de metafísica finaliza con una
profesión de fe cristiana, en un himno en que se canta la obra de
Jesucristo, quien se hace hombre para descubrir a todos, en su propia
naturaleza, el misterio y la vida perfecta del, reino de los cielos (37) .
*
El Discurso de la metafísica fue redactado, según testimonio del
propio autor, en el invierno 1685-1686, para honrar al hombre de
Estado Ernesto von Hesse.Rheinfels, e impreso por vez primera
en 1846. Aunque el manuscrito encontrado carecía, como otros, · de
nombre, el título con el que se le · conoce es pertinente. Una y otra·
v,ez, en cartas y opúsculos Leibniz lo denomina Discurso. En la de
puración del texto han influido significativamente J. E. Erdmann y
C. l. Gerhardt en sus respectivas ediciones de las obras· de Leibniz.
Recientemente la edición de la Academia Prusiana de las Ciencias de 1.
Berlín, ha contribuido a depurar más el texto_ de ésta y otras obras.
Siimtliche Schriften und Briefe. Sexta .serie.
1:
. · En la traducción de D. Azcárate no figuran los títulos de Jos 11
parágrafos del Discurso. El autor de este análisis los incluye tradu-
cidos de la mencionada edición de Gerhardt.
1, De la perfecci6n divina, y que 2. Contra quienes sostienen que no
. -' Dios hace todo de la manera más hay bondad en las obras de Dios;
conveniente o bien, que las reglas de la bondad
, La noción de Dios más acogida
y de la belleza son arbitrarias
. y más significativa que tenemos, se Y así estoy muy distante de acep
. expresa perfectamente en estos tér tar la opinión de aquellos que sos
\ minos: Dios es un ser absoluta
.. tienen que no existen reglas de
mente perfecto; pero no nos fija- bondad y de perfección en la natu
mos lo bastante en todas sus con� raleza de las cosas o en las ideas
. secuencias; y para penetrarlas más, que Dios tiene de ellas; y que las ·
�s conveniente observar que hay en obras de Dios sólo son buenas por
\ la natura:leza muchas perfecciones, la razón formal de que Dios las ha
diferentes .unas de otras, y todas las hecho. Porque si esto fuera cierto,
que posee Dios, perteneciéndole ca- Dios, sabiendo qµe es autor de ellas, 1
da una en el más alto grado. Es
preciso reconocer también lo que pués y encontrarlas buenas, como .
no tuvo necesidad de mirarlas des
es la perfección, de la cual tenemos qice . fa Sagrada Escritura, cuando
un signo muy seguro, a saber, que s6lo se sirvi6 .de esta antropología, J
las formas o naturalezas, que no
son susceptibles del último grado, lencia de las cosas se conoce con 1
para damos a entender que la exce
no son perfecciones, como, por ejem s6lo mirarlas en si .mi�as, aunque'
plo, }a naturaleza del número o de no se fije la reflexión eri esta des ¡
la figura. Porqué el número mayor nuda denominación. que las refíere /
de todos (o bien el número de to a su causa; lo cual es tanto más
dos fos números), lo mismo que la cierto, cuanto que, fijándose en las !
mayor de todas las figuras. implican obras, es· como se puede descubrir ¡
l contradicción, Pero la . ciencia más el obrero. Por lo tanto, es preciso
l grande y Ia omnipotencia no encie qua_aquéllas tengan en sí mismas su
í rran impoi;;ibilidad; poi- consiguien-
te, .la potencia y ta ciencia son per propio carácter. Confieso que la opi
1 fecciones, y, en cuanto pertenecen a nión ¡_;ontraria ine parece extrernadá- •
1·
L_ 7
...: 8 LEIBNIZ
¡
10 LEIBNIZ
f
DISCURSO DE METAFÍSICA 11
decir que los milagros están tan permite y no que Jo quiere, aunque
dentro de él como las . operaciones concurra a ello, a causa de ,las leyes.
naturales,º que se llaman así porque de la naturaleza que ha establecido,
. ·son conformes a ciertas máximas · y porque de esto mismo sac,a Dios
subalternas, que Uamamos la natu un bien, mayor.
raleza de las cosas. Porque es posi
ble decir que esta naturaleza no es
8. Con. t �¡;�-�� :d;s�;n����- ;a::cl
u
más que una costumbre de Dios, de
la .que puede dispensarse en virtud ciones de Dios y de las criaturas, se \(
de una razón más fuerte que fa que explica en qué reside la noción de
le ha movido ·a servirse de estas una sustancia individual
máximas. En cuanto· a las volicio
\ nes generales o particulares; según Es bastante difícil distinguir las
se quiera entender, puede decirse acciones de Dios de las de las cria•
1 que Dios hace todo según su volun- turas; porque, si hay quienes creen
1 tad más general, la cual es conforme que Dios lo hace todo, otros se.
con el orden más perfecto que ha imaginan que· no hace más que con
escogido; pero puede decirse. tam servar la fuerza que ha dado -a las
bién, que tiene voliciones particu criaturas; más adelante haremos ver
lares, que son excepciones de estas cómo puede decirse lo uno o lo
antedichas máximas subalternas, por otro.7 Y, puesto que la acción y
que la más general de las leyes · de la pasión pertenecen propiamente
Dios, ·que arregla todas las series a las sust!!ncias individuales (actio-
que constituyen el universo, carece nes -sunt suppositorum), será nece
de exce¡x:i6n. También cabe decir sario explicar lo que es tal sustan- ·
que Dios· quiere· todó lo que es ob · cia. · Es cierto que, cuando muchos
jeto de <SU voluntad particular; mas predicados se atribuyen á un mismo
en cuanto a los objetos· de su vo sujeto, y este sujeto no se atribuye
luntad general, tales -como fas ac a ningún otro, se fo llama sustancia
ciones de las_ criaturas, particular individual; pero esto no es bastante,
mente de fas que son racionales, y y semejante explicación es, tan sólo,
a las cuales Dios· quiere concurrir, nominal. Es preciso, por tanto, con
es preciso distinguir; porque si . la siderar lo que significa ser atribuido
acción es buena eri sí misma, puede verdaderamente a cierto sujeto. Es, ·
decirse que Dios fa quiere y Ja or de· cierto, que toda predicación ver
dena algunas veces, hasta cuando no dadera, tiene algún fundamento en
se. realiza; pero si es mala en sí la naturaleza de las cosas, y cuando
misma, y sólo se .hace buena por una proposición no es idéntica, es_
accidente, porque la serie· de las co decir, cuando el predicado no está
sas, y particularmente, fa pena y la comprendido expresamente en el su- ' )
satisfacción, corrigen. su malignidad, jeto, es preciso que fo esté virtual
recompensando el mal con usura, de mente, y esto es a lo que los filó
suerte que, al fin,� se encuentre más sofos llaman in-esse, al decir que el
perfección en todo su desarrollo que predicado está en el �ujeto '. Y así
la que se habría producido, si sé es necesario que el término del su
hubiese realizado todo el mal, es jeto encierre siempre el del predi
· . preciso decir· entonces que Dios fo cado, de suerte que el que com
prenda perfectamente la noción �el
o Véase la · radical diferencia entre
Spinoza y Leibniz respecto de los he 7 Desde este . parágrafo se inicia · el
chos milag�sos. Para este último el mi estudio sobre la sustancia. También
lagro pertenece al orden, bien que so- aquí la tesis defendida se aproxima
- brenatural. más a Duns Scoto que a Santo Tomás.
12 LEIBNIZ
sujeto, juzgaría también que el pre tre otras, la de que no es cierto que
dicado le pertenece. Siendo esto así, dos sustancias se parezcan entera
· podemos decir que la naturaleza de mente, y sean diferenteStiÓlo en nú s
una sustanciá individual o de. un ser mero, y que lo que asegura Santo
_ completo, consiste en tener una no
'
Tomás sobre este punto de los án
ción tan acabada de él, que baste geles o inteligencias (quod ibi omne
para comprender y para deducir de individuum sit species ínfima) es
1 ella todos los predicados. del sujeto exacto con relación ·a todas las sus
a quien se atribuye esta noción. En tancias, con tal que se tome fa dife
vez de que el accidente es un ser rencia .específica, como. fo hacen los
cuya noción no encierra todo lo que geómetras respecto de sus figuras;
puede atribuirse al sujeto a quien que una sustancia sólo puede comen
se atribuya esta noción. Y · a-sí, 1a · zar por creación, y perecer por· ani
l.
cualidad de rey, que pertenece a quilación; que no se divide una sus
Alejandro Magno, haciendo abstrac tancia en dos, ni .-de dos se forma
ción del suj eto, no es bastante para una, y que, por lo tanto, e� número .
determinar a un individuo, y no en de las sustancias ni aumenta, ni dis-
cierra las demá.s cualidades del mis minuye naturalmente,. aunque con
mo sujeto, ni todo fo que Ia noción frecuencia se transformen. Además,\
de· este príncipe comprende; mien toda sustancia es. como un mundo ¡
tras que Dios, viendo la noción in entero y como un espeje;_> de Dios
dividual o hecceidad de Alejandro, o biim de todo el Universo, el cual
ve al mismo tiempo en ella el fun expresa cada una a su manera, al
damento Y· la razón de todos los modo que una misma ciudad se re
predicados que puede decirse que le . presenta diversamente ,según las di
pertecen verdaderamente, como, por ferentes situaciones del que ,la mira.
ejemplo, que había de vencer a Así el Universo aparece en cierta "
Darío y a Poro; hasta conocer a manera multiplicado tantas veces
priori (y no por experiencia) , si . cuantas son las sustancias, y se re
había de morir de muerte natural -dobla fa gloria de Dios mediante
· o envenenado, 1o cual sólo pode- otras tantas representaciones, todas
1110s saber nosotros por Ia historia. diferentes, de su obra.8 También pue- ·.
Además, cuando se reflexiona sobre de decirse, que toda sustáncia tiene 'j
la conexión de fas cosas, puede de impreso en · cierto modo el sello de JI
cirse, que ha habido en todo tiempo, la sabiduría infinita y de ,la omni- J
en el alma de A,Iejaridro, nistros potencia de Dios, y le imitan en
de todo fo que fo sucedió; y signos cuanito es posible. Porque toda sus
de todo lo · que le sucederá, y hasta tancia expresa, aunque confusamen-
rastros de todo lo que ·pasa en el te, todo fo que · sucede en el uni
universo, aunque sólo Dios es el que verso, pasado, presente o futuro, lo
puede conocerlos todos. cual tiene ·alguna semejanza eón una
percepción o conocimiento infinito;
y como todas las demás sustancias
9. Que cada sustancia singular ex expresan ésta a •su vez y se acomo
presa el universo entero a su ma dan con eHa, puede decirse que ex
nera, y que en su noción todos los tiende -su poder sobre todas las de-
acontecimientos quedan comprendi más a semejanza de la omnipotencia
dos con todas sus circunstancias y del Creador.
con toda la serie de las cosas exte-
riores
B El conce pto de microcosmos le per
De aquí se siguen muchas para mite al autor redoblar la noción de
dojas de consideración; como, en- sustancia como individualidad.
�------------�------------------·-----------'----.....J----'
!
1 DISCURSO DE METAFÍSICA 13
)
' las formas sustanciales - tan desacre hechas anteriormente, ya de demos
' ditadas en la actualidad. Pero estos traciones geométricas y mecánicas,
'
hombres no están - tan distantes de sin tener tampoco necesidad de con-
la: verdad, ni son tan ridículos como - sideraciones generales que correspon
el común de nuestros filósofos mo- den a otra ésfera; y si apela al con
demos se imagina. Bstoy conforme curso de Dios o bien a aJguna alma,.
en que la consideración de estas arqueo o cualquiera otra cosa de
formas de nada sirve en el pormenor esta natura:leza, desbarra como lo
de Ja física, y en que no deben em - haría el oue, en una deliberación
plearse en la explicación de los fe importante de práctica, entrara en
nóm�nos en particular. Este -ha sido grandes razonamientos sobre la na
el error de nuestros escolásticos, así turaleza del destino y de nuestra "li
como de los médicos de pasados bertad; y así, en efecto, lo hacen
tiempos, ¡tl creer que daban razón con frecuencia los hombres, sin pen
de las propiedades de los cuerpos, sar en fa falta que cometen, · como
con hacer mención de las formas_ y cuando entorpecen su espíritu con la
de las cualidades de ellos sin to- cuestión de la fatalidad, sucediendo
. márse el trabajo de examinar el mo que· en ocasiones se separan por es
do de obrar, lo cual es como si uno te medio de alguna resolución buena
se contentara con decir que un re o de algún cuidado necesario!
loj tiene fa cantidad horodíctica pro
C\:dente de su forma, sin considerar
en qué consiste todo e1lo. Podrá bas 11. Que las meditaciones de los teó
tar esto para el que lo coinpra, con logos y de los filósofos llamados es
tal que -abandone el reloj al cuidado colásticos, no son despreciables del
de otro. Pero esta omisión y este todo
abuso de las formas no es razón
para desechar una cosa, cuyo cono- Sé -bien que enuncio una gran pa
cimiento es tan necesario en meta radoja al pretender restablecer en
\ física, que sin él, sostengo que no cierta manera la antigua filosofía,. y
se puedfm conocer bien los primeros conceder el derecho de , postliminio
l\principios ni elevar el espíritu al co- a las formas sustanciales casi des
nqcimienm de las naturalezas incor terradas; pero quizás no se me con
póreas y de las maravillas de Dios. denará ligeramente, cuando se sepa
Sin embargo, así cooio un geómetra que he meditado mucho sobre la ·
/
......
14 LEIBNIZ • l.
1
filosofía moderna, que he consagra figura y del movimiento, .no es tan
do largo espacio a las experiencias distinta como se cree; porque hay
físicas y a las demostraciones geo. en ella algo de imagiaario y de re
métricas, _ y que por mucho tiempo lativo a nuestras percepciones, como
desprecié taies formas sustanciales, sucede, aunque en mayor grado, con
hasta que me vi obligado a repo el calor, el color y otras cualidades .
nerlas, a pesar mío y como por semejantes de_ las que se_ duda si se
fuerza, después de haber hecho yo encuentran verdaderamente en la na
mismo indagaciones que me han turaleza de' las cosas fuera de noso.
obligado a reconocer,. que nuestros tros. Por· esta ·razón, esta clase de
filósofos modernos no . hacen justi cualidades no· pueden constituir nin
cia a Santo Tomás ni a otros hom� guna sustancia.1° Y si no hay otro _
bres grandes de ·aquella época, y principio de identidad en el cuerpo,
que en las opiniones de los filósofos que el qué acabamos de decir, ja
escolásticos y teólogos hay más so más un cuerpo subsistirá más de un
lidez que fa que ellos imaginan, con momento. Sin embargo, las almas. y
tal que se sepan utilizar oportuna las formas sustanciales de los d1>
mente y en el lugar que corresponde. más cuerpos, son muy diferentes· de
Estoy también persuadido de que si las almas inteligentes, las cuales son
un espíritu circunspecto y reflexivo las ÚÍlic'as que conocen sus· acciones,
se tomase el trabajo de aclarar y y no sólo no perecen naturalmente,
de digerir sus pensamientos a la ma sino que guardan siempre el funda
nera de los geómetras analíticos, en mento del conocimiento de lo que
contrarían en ellos un tesoro de ver son ellas mismas; lo cual ·1as hace
dades numerosas, muy importantes y susceptibles de castigo y de recom
completamente demostrativas.9 pensa, y las convierte en ciudadanos
de fa república del universo, cuyo
- . monarca es Dios; de donde se sigue, ·
12. Q!'e las f?Ociones bas�das _en �a que todas las demás criaturas deben
extensz6n encierran. a{go imaginar�º-- servirles; punto de que hablaremos -
y no pueden constituir la sustancia después con más amplitud.
del cuerpo
Volviendo ahora a nuestras re 13. Merced a que la noci6n · indi
flexiones, creo que el que medite vidual de cada persona encierra de
sobre la naturaleza de la sustancia, una vez por todas c_uanto le ocurri
qu� he explicado antes, hallará que rá siempre, se ven en ella las prue
toda -la naturaleza del cuerpo, no ba� a priori de la verdad de cada
/consiste s61<,> en la extensión, es de acontecimiento, ' o por qué ha ocu
cir, en la magnitud, Ja figura y el rrido uno más bien que otro. Pero
/ movimiento, sino - que es necesario estas verdades, aunque seguras, no
/¡ reconocer en ell,a algo que tenga re- deian de ser contingentes, pues se
1 !ación con las almas, y · que comun- fundan en el libre albedrío de Dios
1¡ mente se llama forma sustan�ial, si y de las criaturas, cuya elecci6n tie
, bien no cambia nada en fos fenó ne ·sus razones que inclinan pero no
menos, lo mismo que no cambia el de modo necesario
alma de las bestias, si es cosa que
la tienen. Hasta se puede demostrar, Pero antes · de pasar adelante, es
que la noción de la magnitud, de la preciso resolver una dificultad muy
_ti Aquí como en el parágrafo prece 10 . Contra Descartes, quien ve en la
dente ve Leibniz dé conciliar en 1ó po extensión la esencia del mundo físico,
sible la filosofía escolástic'a con la subraya Leibniz aquí a la fuerza como
moderna. fundamental carácter de la substancia._
i
DISCURSO DB METAFÍSICA 15
¡-
/
16 .
Ll!IBNIZ )
/
ganó y no perdió la batalla de Far- en la naturaleza de /ambos; pero.
salia, y que era muy racional, y por que no tienen demostraciones de ne
consiguiente seguro, que esto suce- cesidad, puesto que e•s razones.
diera; pero de ningún modo que sea sólo se fundan en el principio de
necesario en sí mismo, ni que lo la contingencia o de }a existencia
contrario implique contradicción. A de las cosas, es decir, sobre lo que
la· manera que es racional y seguro es o parece ser lo mejor entre mu
que Dios obrará siempre fo mejor, . chas cosas igualmente posibles, en'
y sin embargo, -lo que es menos per- . vez de que J.as verdades necesarias
fecto no implica contradicción. Por- se fundan en el principio de con
que se encontraría que la demos- tradicción y. en la posibilidad o im
tración de este predicado de César posibilidad de bs esencias mismas,
no es tan absoluta como la de los sin que tenga esto que ver con la
números o la de la geometría, como voluntad libre de Dios o de las cria
que aquélla supone la serie de las · turas. 11
cosas que Dios ha escogido libre-
mente, y que está fundado en el
primer decreto libre de Dios, que 14. Dios produce diversas sustan
exige hacer siempre· -lo más perfecto, cias a tenor de las diferentes visio
. y en el decreto que Dios ha dictado nes que iiene del universo, · y, por
(después del primero) respecto de la intervención de Dios, la natura
la naturaleza humana, según el cual, leza propia de cada sustancia hace
el hombre hará siempre (aunque -li que lo ocurrido a una responda a
bremente) lo que parezca mejor. lo que sucede a todas las demq.s sin
Ahora bien; toda verdad que se fun que .actúen inmediatamente unas so-
da en esta ciase de decretos, es con- · bre otras
tingente, aunque sea cierta; porque
estos decretos no cambian la posi Después de haber conocido en
bilidad de las cosas, y, como queda cierta manera, en qué consiste la
naturaleza de las sustancias, es pre
dicho, aunque Dios escoge siempre ciso explicar· la dependencia en que
seguramente lo mejor, _esto no im están las unas respecto de las otras,
pide que Jo que es menos perfecto, así como sus acciones y pasiones.
sea y subsista posible en sí mismo, Porque, en · primer lugar, es cosa
aunque no se Tealice, porque· no es clara que las sustancias creadas de- .
su imposibilidad, sino su imperfec penden de Dios, quien las conser
ción, }a que obliga ·a desecharlo. va _ y hasta . las produce continua
Ahora -bien,. no es necesario -aquello mente por una especie de ema
cuyo opuesto sea posible. Por con nación, como nosotros producimos
aiguiente, podremos resolver estas nuestros pensamiento&. Porque Dios,
clificuJtades, por graves que parez haciendo girar, por decirlo así, e!!
can (y, en efecto, lo son mucho pa todos rumbos y �e todas las mane
ra todos los que han tratado en rás el sistema general de los fenó
alguná ocasión esta materia), con menos, que cree conveniente produ
tal que se tenga muy en cuenta que· cir para manifestar su gloria, y mi
todas las proposiciones contingen rando a todas ·las fases del mundo
tes tienen razones para ser así y no
de otra manera, o lo . que es lo mis 11 Esta gravísima cuestión: predica-·
mo, que tienen pruebas a priori de tum inest subjecto, de tanta trascenden
su verdad que las hacen ciertas, y cia para la libertad del hombre, apa
recerá más desenvuelta en el tomo 3<>,
que muestran que la conexión del en la · correspondencia que sobre ella
sujeto con el predicado, en estas sostuvo Leibniz con Arnauld. (Nota del
proposiciones, tiene su fundamento traductor.)
------------�-----------�-�=-L..--'
..,,
Í·
DISCURSO DE METAFÍSICA . 17
de todas las maneras posibles, pues presiones sean perfectamente seme
to que no hay relación que se oculte jantes, sino que basta que sean pro
a su omnisciencia, el resultado de porcionales; a la manera que mu
cada mirada del universo, como di chos espectadores creen ver la mis- .
rigida desde cierto punto, es una ma cosa y se entienden en efecto
sustancia que expresa el universo entre sí, aunque cada uno vea y
conforme a esta mirada, siempre hable, según la medida en que la
que Dios estima oportuno hacer su ha visto. S6lo Dios (de quien todos
pensamiento. efectivo y producir ·es los individuos emanan continuamen
ta sustancia. Y como la miradia de te, . y que ve el universo no sólo
Dios es siempre verdadera, nuestras como aque1los le ven, sino- también
percepciones lo so� igualmente; de una manera muy distinta que to
nuestros juicios, que .son -los que es- · dos eHos) porque sólo Dios, repito,
tán en nosotros, son los que nos es causa de esta correspondencia en
engañan. Ahora• bien, ya hemos di tre los fen6menos de ellos, y hace
cho más arriba, y se sigue también que lo que es particular al uno sea
de lo que acabamos de ..decir, que común a todos: de otra .manera no
cada sustancia es como un mundo habría enlace. Podría decirse en cier
aparte, independiente de toda otra to modo, y en buen sentido, aunque
cosa ·fuera de Dios; y así, como to distante del que se acostumbra, que
. dos nuestros fenómenos, es decir, una ·sustancia particular jamás obra
todo 1o que nos puede suceder al sobre otra sustancia particular, ni
gún día, son resultado sólo de nues tampoco la padece, si se considera
tro ser, y como estos fenómenos que 1o que se realiza en cada una
guardan 9ierto orden _conforme a es sola y únicamente resultado de
nuestra naturalem, o, por decirlo su idea o noción completa, y pues-'
así, al mundo que está en nosotros, to que esta idea encierra ya todos
que nos fachlita hacer, para arreglar los predicados o suces'!s y expresa
nuestra conducta, observaciones úti todo el universo. En efecto,' sólo
les· que están justificadas por. la rea pueden tener lugar en nosotros pen
lización de los fenómenos futuros, samientos y percepciones, y todos
nuestros pensamientos y . nuestras
por fo cuaJ podemos muchas veces - percepciones futuras no son sino re
juzgar del porvenir por , lo pasado sultado, aunque contingente, de nues
sin erigañanios,. bastaría todo esto tros pensamientos y percepciones
para decir, que estos fenómenos son precedentes, de 1:al manera, que si '
verdaderos, sin tomamos el trabajo yo fuese capaz de considerar distin
de averiguar si están· fuera de noso tamente todo lo que me sucede. u
tros, y si otros·· los perciben tam ocurre · en esta hora, podría saber
bién. Sin embargo, es muy cierto todo lo que me· sucederá u ocurrirá·
que las percepciones · o expresiones siempre; lo cual no dejaría de rea
de ,todas: las sustancias se corres lizarse, aunque todo fo que está fue
ponden mutuamente, de suerte que ra de mí se destruyer.a, con tal que
cada cual, siguiendo · con cuidado quedáramos Dios y yo. Pero como
ciertas razones o 1eyes que ha ob atribuimos a otras cosas, a modo
servado, se encuentra con otro que de causas que obran sobre nosotros,
ha hecho otro tanto; al modo que lo que percibimos de cierta manera,
cuando convienen muchos en reunir es preciso _considerar el .fundamento
se en un paraje dado y en día fijo, de este juicio y fo que tiene de ver
lo pueden hacer efectivamente, si dadero.12
quieren. Jlas aunque todas expre
san ,los mismos fenómenos, no por 12 Los problemas aquí suscitados pro
esto hay precisión de ·que sus ex- vienen de_ la idea de que las �ustan-
/ -r�,,.
18 LEIBNIZ
)
envuelve algún dolor, f sin embar
15. La acción de una sustancia fi go, puede· suceder, P,Or la inversa,
nita sobre otra consiste en el incre• que una ventaja pres51te sea des
niento del grado de su expresión, truida por un mal posterjoi mayor.
paralelo a la disminución del de De donde resulta, que se puede pe
_; otra, toda vez que Dios las ha hecho car, obrando o ejercitando su poder
de modo que se adapten entre sí y encontrando placer en ello.
Mas sin entrar en una larga dis
cusión, para conciliar el lenguaje 16. El concurso extraordinario d_e
metafísico con la práctica, basta por Dios está _comprendido en· lo que
ahora observar, que nos atribuimos manifiesta nuestra esencia, ya que
con preferencia y con razón los esta expresión se extiende a todo,
fenóm_enos que más perfectamente bien·· que sobrepasando las. fuerzas
expresamos, y que atribuimos· a las de nuestra naturaleza o de . nuestra
demás sustancias lo que cada una distintiva manifestación, que es fi�
1r � expresa también con más perfec
ción. Y así una sustancia, que es
nita y sigue
. ciertas máximas
alternas ·
· sub-
l•Jr.
de una extensión infinita, en tan
to· que lo expresa todo, se hace li Sólo queda yá por explicar cómo
mitada por la-manera de su expre es posible que Dios tenga a veces,
ll!l sión más o menos perfecta. Así se· influencia sobre los hombres y so
puede concebir cómo aas sustancias bre las demás sustancias, median
se entorpecen o se limitan, y en este te un concurso extraordinario y mi
i
_sentido cabe decir que ellas obran lagroso, puesto que, al parecér, nada
1 las unas· sobre las otras, y se ven de extraordinario ni de sobrenatú
obligadas, por decirlo así, a concor ral les puede suceder, dado que to
dar entre sí. Porque puede ·.suceder dos. sus fenómenos no son sino re
que un cambio, que aumenta la ex sultado de su naturaleza. Pero es
presión de la una, disminuya la de preciso recordar que, según hemos
.,-: .,.._ la otra. Y fa virtud de una sustan dicho más arriba respecto a los mi
cia particular, consiste en expresar lagros en el ·universo, siempre son
bien la gloria de Dios, y por esto éstos conformes a fa ley universal
es menos limitada. Cada cosa, cuan del orden general, si bien· están por
do ejerce su virtud o potencia, es encima de las máximas subalternas.
.decir, cúando obra, cambia mejo Y en cu_anto toda persona o sustan
rando, y se extiende en tanto que cia es como un pequeño mundo, que
obra; y cuando tieñ'e lugar un cam expresa . al mundo grande, puede
bio que afecta a muchas sustancias decirse .también que esta acción ex
(y, en efecto, todo cambio las afec traordinaria de Dios, robre esta~ sus
ta a todas), creo que puede decirse. tancia, no deja de ,ser milagrosa,
_ lj que 4a que por este medio alcanza -aunque esté comprendida en el or
. inmediatamente u.n grado mayor de den general del universo, en tanto
perfección o uná·expresión más per que· se ve expresada por ,la esencia
¡¡¡ fecta, ejercita su poder y obra; y la o noción individual de esta sustan
1,1 que pasa a un grado menor da a cia. Por esta razón, si comprende
¡; conocer su · debilidad, y padece. Y mos en nuestra · naturaleza todo lo
i¡
así sostengo que toda·,acción de una que ella expresa, nada es sobrena
� sustancia, que tiene percepción, en tural respecto de ella, porque se
vuelve algún placer, y tóda pasión extiende a todo; como que un efecto
l siempre expresa su causa, y Dios es
la verdadera causa de las sustancias.
1
cías no tienen relación directa entre sí;
están cerradas en sí mismas. Pero comci lo que nuestra. naturale-
t¡
_tu
.,
DISCURSO DE METAFÍSICA 19
za expresa más perfectamente, Je rece que será conveniente presen
pertenece de una manera particular, tar un ejemplo. Los filósofos. mo
pues que en esto consiste su potecy dernos. se sirven con frecuencia de
cia, y es -limitada, como acabo de esta famosa regla: que Dios conser.a
explicar, hay muchas cosas que su va siempre la misma cantidad •de
peran las fuerzas · de nuestra natu- movimiento en el mundo. En efecto,
- raleza y las de todas las naturalezas es muy plausible, y hubo un tiempo
limitadas. Por consiguiente, para ha en que yo la tuve por indudable._
blar con más claridad, digo, que fos Mas después he visto en qué con
milagros y el concurso e:lctraordi siste el error. Descartes y otros há
nario de Dios tienen esto de par biles matemáticos creían que fa can
ticular; que no pueden ser previstos tidad de movimiento, es decir, ia
por el razonamiento de ningún espí · velocidad multiplicada por la masa
ritu creado, por perspicaz que sea, del móvil, conviene enteramente con
porque la comprensión distinta del la fuerza motriz, o hablando en tér
orden general está fuera del alcance minos geométricos, que las fuerzas.
' de todos estos espíritus; mientras están en razón compuesta de -las ve
que todo lo · que se llama natural, locidades y de los cuerpos, y por lo
depende de •máximas menos genera tanto, que es muy racional que la
,les, que ·las criaturas p�n com- misma fuerza se conserve siempre
- prender. A fin, pues, de que :las en el universo. Y así cuando Mega
palabras, sean tan irreprensibles co el caso de fijarse en los fenómenos,
mo su sentido, será conveniente -Ji. se ve claramente, que el movimiento
gar ciertos modos de· hablar con perpetuo mecánico no tiene lugar;
· ·ciertos pensamientos, y podría lla porque entonces :la fuerza de . una
marse nuestra esencia, aquello que máquina, que es siempre algo dis
comprende todo lo que expresamos, minuida por -la fricción, y debe con
y como nuestra e�enci3; expresa n�es cluir bien pronto, -se repararía, y
tra unión con Dios mismo, no tiene por consiguiente se aumentaría de
_ límites,. y nada hay por _encima de
eMa. Pero lo que es . limitado en suyo sin ningún nu�vo iÍnpu,lso ex
nosotros, podrá llamarse nuestra ·na terior: y se observa también que la
turaleza p nuestra potencia; y en · fuerza de un cuerpo no se dismi
este concepto, lo-que supera fas na nuye sino a medida que tropieza con
turalezas de todas las sustancias algunos cuerpos contiguos o con sus:
creadas, es sobrenaturál18 ·propias partes en tanto que tengan
un movim_iento -irídependiente. Y asf
han creído que lo que se puede
. 17. - Eiemplo de una máxima subal decir de la fuerza, se podía tam-
terna o ley -de la náturaleza donde bién afinnar de la cantidad de mo
se muestra que Dios conserva siem vimiento. Mas para hacer ver la di
pre la misma fuerza, pero no la ferencia, supongamos que un cuerpo,
misma· cantidad de movimiento con- que cae desde cierta altura, adquie-
tra los cartesianos y otros autores re fuerza para remontar aI mismo,
! punto, si. su dirección ,le ·,Meva allí, .
Muchas veces he hecho mención a no ser que tropiece con algún obs
de las máximas subalternas o de táculo; por ejemplo, un péndulo -su
las leyes de la naturaleza, y me pa- biría perfectamente · hasta· la altu�a:
de donde ha descendido, si -la r�
ia En la.base de ia disertación está sistencia del aire y algunos· peque-
la aporín cfásica de si le esencia invo - ños obstáculos no disminuyeran un
lucra le existencia (Suárez) o no (Santo tanto fa fuerza que había adquirido ..
Tomás): Supongamos _ también, que sé nece-'
7
( )
20 . LEIBNIZ J
!
sita, para levantar un cuerpo A, de cómo 2; el producto o la cantidad 1
1
una ,libra, a la altura C D, de cua de movimiento será como 2; y, de
tro toesas, tanta fuerza como para otro lado, multipliqueltK>s el cuer
levantar un cuerpo B, de cuatro li po B, que es como 4, por su velo
.bras, a la altura E F, de una toesa. cidad, que es como 1; el producto
·Todo esto lo conceden nuestros mo o 1a cantidad de · movimiento sería
dernos filósofos. Es evidente que, a<l como 4; luego la cantidad de mo
caer el cuerpo A de la altura C D, vimiento del cuerpo (A) en el pun
ha adquirido precisamente tanta to D, es la mitad de la cantidad de
fuerza como el cuerpo B al caer movimiento del cuerpo (B) en el
de la altura E F; porque el cuer- punto F, y, sin embargo, sus fuerzas
son iguales;· 1uego hay mucha dife
-f rencia entre la cantidad de movi
A e miento y la · fuerza motriz que era
lo que nos proponíamos demostrar.
Según se ve, por tanto,· debe esti
marse la fuerza por la cantidad del
efecto que puede producir; por ejem
plo, por Ja altura a que un cuerpo
14 . 4 pesado de cierta magnitud y especie
puede ascender, lo cual es muy dife
B@E
1 ¡ rente de· la velocidad que se. Je
puede comunicar; para comunicarle
(A}C!JD
el doble de la velocidad, es preciso
· más que el doble de la fuerza.14
(B)@F No puede darse una prueba más sen
ci-lla de esta verdad, y si Descartes
po (B), al &legar al punto F y te incurrió en error en este punto, fue
niendo allí la fuerza para subir has porque -se fiaba demasiado de sus
ta el punto E (según la primera propios pensamientos, que no eran
suposición), tiene fuerza para llevar a la sazón bastante maduros. Pero
un cuerpo de cuatro libras, es decir, me sorprende que sus partidarios no
su propio cuerpo, a la altura E F hayan notado esta falta, y témome
de ·una · toesa; y en igmrl forma el que comiencen poco a poco a imi
cuerpo (A), al llegar al punto D y tar a algunos peripatéticos, de quien
teniendo -la fuerza de subir hasta C, sin embargo se burlan y que, como
u. tiene fuerza para llevar un cuerpo
de una libra, es "decir, sü ·propio
ellos, se acostumbren a_ consultar
más bien · los libros de su maestro
cuerpo, a la altura C D de cuatro que la razón y la naturaleza.
toesas. Luego -(,conforme a la segun
da suposición) la fuerza dé estos
dos cuerpos es igual. Veamos si la 18. La distinción entre fuerza y can- r
cantidad de movimiento es también tidad de movimiento es importante,
la misma en ambos casos, y aquí es entre otras cosas, para mostrar que
donde, con sorpresa, nos encontra precisa recurrir a ideas meta/ísicas,
remos con una diferencia grandísi ajenas a la extensión, para explicar ·
ma. Porque Galileo ha demostrado, los fenómenos de los cuerpos .
que la velocidad adquirida por la
caída C D es doble que fa velocidad Esta · consideración de la fuerza,
/
adquirida por la caída E F, aunque distinguida de la cantidad de mo-
la altura sea cuádruple. Multiplique:.
mos, pues, el cuerpo A, que es co-. 14 Se trata, en suma, de lo que ·se
mo 1, por su velocidad, que es llama la fuerza viva ( ½ M V2) • ·
DISCURSO DE METAFÍSICA 21
[.
--/
j'
22 LEIBNIZ
que es resultado de las obras de dor, que se debía a que los peque
¡e Dios, podemos .decir con seguridad . ñ.os cuerpos. de .Ja pólvora, al quedar
que es obra del designio de Dios; libres mediante la ap:Qiximaéión de
porque no-hace nada al azar,.ni es la mecha, han salido con una velo
semejante a nosotros, que a veces cidad capaz de arrojar un objeto du
· dejamos de obrar. bien, Por esta ra ro pesado contra las murallas de la
zón, lejos de caber engaño en este plaza, mientras que ,los pequeños
punto, como sucede a los políticos cuerpos metálicos de que están for
exagerados que suponen én los prín mados los-cañones, estaban bastante
cipes un refinamientq excesivo en unidos y enlazados para no reven
sus designios, o a los comentaristas, tar a consecuencia de la fuerza del
que suponen un refinamiento de eru tiro; en vez de hacer ver como es
dición en el autor que comentan, no debida la conquista a la previsión
es posible atribuir demasiada re -del príncipe, que supo escoger el
flexión a la sabiduría infinita, sin tiempo y los· medios .convenientes,
que deba temerse el errar. mientras y a que con su poder ha .vencido
no se haga más que afirmar, y nos todos Jos obstáculos . .__
guardaremos de admitir proposicio
nes negativas que limiten sus divi
nos designios. Todos los . que obser 20. Pasaje memorable de_ · Sócrates �
van la admirable estructura de los en Platón, contra los filósofos dema
animales, se ven precisados a reco siado materiales
nocer la sabiduría del autor de to
das fas cosas, y aconsejo a los que Esto me recuerda un precioso pa-,
¡ tienen ·algún sentimiento. de· piedad saje de Sócrates que se encuentra
'
lJ
., y aun de verdadera -•filosofía, no es en el Fedón de Platón, el cual es
cuchen las frases de algunos espí perlectamente conforme a mis opi
ritus, que se dicen fuertes, quienes niones en este punto, y parece como .
sostienen que se ve, porque se tie escrito expresamente contra estos fi
nen ojos, sin que hayan sido hechos lósofos nuestros que son demasia
los ojos para ver. Cuand� se tro- · do materiales. Esta circunstancia me
pieza con estas opiniones que lo muev� .a traducirlo, aunque es bas
atribuyen todo a la· necesidad de fa tante · extenso; quizá esta .narración
materia o a cierto azar · (aunque o ejemplar dé pábulo a que alguno
una y otra cosa deban parecer ·ri haga suyos muchos bellos y sólidos
dículas a los que comprendan lo pensamientos, que se encuentran en
que hemos explicado antes), es . di los escritos de aquel famoso autor.111
fícil que Jos que así piensan, pue
¡1·v dan reconocer un autor inteligente
de 1a naturaleza. Porque el efecto 21. · Si las reglas mecánicas depen
debe corresponder a su causa, y es diesen sólo de la geometría sin la
claro que se le conocerá mejor por metafisica,
· los fenómenos serian muy
el conocimiento de fo causa, siendo diferentes ·
irracional introducir una inteligen
cia soberana ordenadora de las co- Puesto que se ha reconocido siem
- sas, y después, en vez de apelar á pre la sabiduría de Dios en el por
su sabiduría, servirse, para explicar menor de la formación mecánica
los fenómenos, de las propiedades de . algunos cuerpos particulares, es
de la materia. Esto · es lo mismo
qu�- si, para dar razón df: Una con- 1G En el texto de l as Obras
qmsta, que un gran príncipe ha he- tas, de Gerhardt, se resume porcompleLeib
cho, tomando una plaza fuerte de_ niz, a continuación, la narración men
importancia, nos dijera un historia- cionada. · ·
,
DISCURSO DE METAFÍSICA 23
irremediable que esta misma sabi del animal y de toda la máquina ·
duría aparezca también en la eco constituida por sus partes, con los
nomía general del mundo y en la que dan razón de esta misma estruc
constitución de las •leyes de la na tura por las causas finales. Una y
turaleza. Lo cual es tan cierto, que otra cosa son buenas, una y otra
se observan los consejos de esta sa- ' pueden ser útiles, no sólo para ad
biduría en fas leyes del movimiento mirar el arte del gran obrero, sino
-en general. Porque si sólo hubiere también para descubrir algo útil en
en los cuerpos una masa extensa, Y. la física y en la medicina. Los au
si en el movimiento · sólo hubiese tores, que sigueQ. estos caminos tan
el cambio ae lugar, y si todo se de diferentes, no · deberían maltratarse.
biese y pudiese deducir de todas Porque veo que los que se propo
estas definiciones por una necesi nen explicar 1a belleza de la divina
dad geométrica, se seguiría, como ya anatomía, se burlan de los otros que
lo he demostrado en otra parte, que se imaginan que ·un· movimiento de
el cuerpo pequeño daría al mayor ciertos licores, al parecer fortuito,
que estuviera en reposo, a:l chocar ha podido formar tan preciosa va
con él, la misma velocidad que él riedad de miembros, y los 11.aman
mismo tuviera, sin perder nada de temerarios y profanos, Y éstos, a su
la suya; y sería preciso admitir otras vez, llaman a lds primeros simples
muchas reglas iguales a éstas, que' . y 6Upersticiosos, y los consideran·
son absolutamente contrarias a la semejantes a los antiguos que tenían
formación de un sistema. Pero el a los físicos por impíos, cuando _!!OS-
decreto de la sabiduría divina, al · tenían que no .era Júpiter el que
conservar• siempre la misma fuerza tronaba, sino cierta materia que se
y la misma dirección en suma, ha encuentra en las nubes. Lo mejor
prov;sto de remedio. Veo también será tener en cuenta lo uno y lo
que muchos efectos de la naturaleza otro, porque si es permitido valernos
se pueden demoi¡trar doblemente: a de una comparación humilde, yo re- .
saber, por la causa eficiente, y tam con_ozco y ·apruebo la destréza de un
bién por la causa final, sirviéndose,
por ejemplo, del decreto o voluntad operario, no sólo mostrando el plan
de Dios · de producir siempre sus que ha presidido a la construcción
obras por las vías más fáciles y más de las piezas de su máquina, sino
determinadas, como lte hecho ver también explicando los instrumen
en otra parte, al dar razón de las tos de que se ha servido para hacer
reglas de la catóptrica y de la dióp cada pieza, sobre todo, cuandq_ es
trica, y de lo cual me ocupa· ré un tos instrumentos son sencillos y han
poco más adelante. sido ingeniosamente inventados: Y
Dios es un operario bastante hábil
·para producir una máquina mil ve-
22. Conciliaci6n de las dos vías: la ces más ingeniosa que la de nuestro
de ias causas finales y ·1a de las cau- cuerpo, con sólo servirse de algu
sas eficientes, con la mira de satis� • nos licores bastante simples forma
facer tanto a quienes explican la dos expresamente para este objeto,
naturaleza mecánicamente como a de' suerte que són suficientes las
quienes recurren a existencias in- leyes ordinarias de la naturaleza,.
corp6reas· �--. para ,separarlos como es preciso a fin.
de que produzcan un efecto tan ad-
Es bue�o hacer esta observaciQn, mirable; pero también es cierto, que
para poner de acuerdo a los que esto no se realizaría, si Dios no fue
creen explicar mecánicamente la for- se el autor de la naturaleza. Sin em
mación de la primera contextura bargo, veo que la vía de las causas
1, . _
'f \
24 LEIBNIZ
la idea de este· ser encierra todas las dio de ciertas pruebas o signos que
perfecciones, una de las cuales es constituyen la definición del oro.
la existencia; luego Dios existe. Mas Pero el conocimiento distinto tiene
como muchas veces pensamos en · grados, porque, ordinariamente, las
quimeras· imposibles, por ejemplo, nociones que entran en la defini
en el último grado de la veloci- ción, tendrán, a su vez, necesidad
dad, en el número más grande, en de definición, y sólo se Oas conoce
el encuentro de la concoide con la confusamente. Mas cuando todo ló
base, es claro que semejante razo- que entra en una definición ·o co-
- namiento no basta. En este sentido, nacimiento distinto se conoce dis
.
pues, puede decirse que hay ideas tintamente, hasta -las nociones pri�
verdaderas y falsas, según que la mitivas, yo llamo a este conocimien
cosa de que se trate sea o no posi- to adecuado. Y cuando mi espíritu
ble. Puede uno creer que tiene una comprende, a la vez y distintamen
idea de la cosa, cuando está seguro te, todos los elementos primitivos
de su posibilidad. Así, el argumento de una noción, entonces tiene lugar
11 expuesto prueba, _por lo menos, que un cono�imiento intuitivo, ·e l cual
Dios existe necesariamente. si Dios es muy_ raro, porque lo!?_ conocimien-
es posible. Es, efectivamente, un tos humanos, en su mayor parte,
magnífico privilegio de la natura- son confusos, o bien hipotéticos.
leza divina el no necesitar más que. También es bueno discernir las de
de su posibilidad o esencia, para finiciones nominales y las reales.
existir actualmente, y esto es, justa- · Tiene lugar la definición nominal,
mente, lo que se llama ENS A SE. · cuando se duda si la noción defi-
nida es posible, como, por ejemplo,
si digo que un tornilio sin fin es una
24. Lo que es un conocimiento cla línea sólida, cúyas partes son con
ro u oscuro, distinto o confuso, ade gruentes o pueden incidir la una
cuado o inadecuado, intuitivo o su sobre la otra; el que rio conoce, por
positivo. Definición nominal, real, otra parte,, lo que es un tornillo
causal, esencial sin fin, podrá · dudar si semejante
.línea es posible, aunque en efecto
Para conocer mejor la naturale- sea esta una propiedad recíproca del
za de -las ideas·; es preciso decir al- tornillo sin fin, porque las demás
go sobre la variedad de los conocí- líneas, cuyas partes son congruentes
mientos.16. Cuarido reconozco una (cas� en. que sólo están la cfrcun
co¡;a entre otras, sin poder decir en ferencia del círculo y la línea recta),
qué consisten sus diferencias. o pro- son planas,. es decir,. se pueden des
piedades, el conocimiento es con- cribir . in plano. Esto muestra qué
fuso. Así, a veces, conocemos clara- toda propiedad recíproca puede ser
mente, sin tener la menor duda, si vir · para una definición nominal;
- un poema o un cuadro están bien mas cuando la propiedad da a - cono
o mal hechos, porque hay un no sé cer la -posibilidad de la cosa, cons
qué, que nos satisface o que nos . tituye una definición real; y mien
choca. Mas cuando puedo explicar tras que es sólo. una definición no
los signos que tengo, el conocí- minal, no es posible estar seguro
miento se llama distinto; como su- de las consecuencias que de ell.a .
cede cuando un ensayador discierne pueda1;1 sacarse, porque si oculta al
el oro verdadero del falso por me- guna contradicción o posibilidad, po-
• drían deducirse conclusiones opues-
rn En este parágrafo retoma el autor tas, Por esto, las verdades no de
la doctrina de Descartes, pero la afina penden de los nombres, y no son
BmIX�
y rectifica a su manera. como algunos filósofos
. •
ElUUl•
1·
PBRO: ·DAVID ARANGO B
'---'-----�-"'-------sRMINAlUO MA'YOB
_.,..
26 LEIBNIZ
modernos han creído. Por ilo demás, engañe, esta manera supositiva de
también hay diferencia entre las va• concebir subsiste siend'6. fa misma.
rias especies de definiciones reales; Cuando nuestro conocuniento es
porque, cuando 1a posibilidad se· claro en las nociones confusas, o
prueba sólo por la experiencia, co cuando es intuitivo en fas nociones
mo sucede · en la definición del distintas, sólo entonces tenemos la
azogue, cuya pos. ibilidad se conoce idea completa.
porque se sabe que semejante cuer
po es un fluido extremadamente pe
sado, y, sin embargo, bastante vo 26. Que tenemos en nosotros todas
látii, la definición es sólo real y las ideas, y ·ae la reminiscencia, se
nada más: mas cuando la prueba gún Plat6n
de la posibilidad se hace a priori,
1 la definición es· también real y cau Para concebir bieri qué es la -idea,
sal, como si contiene la generación es preciso prevenir una equivoca- . -
posible de la cos_a; y cuando Neva ción, - porque muchos toman la idea
el-análisis a su último término, has por la forma o diferencia de nues
ta las nociones p�tivas, sin supo tros pensamientos, ·y de esta suerte
ner cosa alguna cuya posibilidad no tenemos la idea en el· espíritu,
tenga necesi�ad de prueba a priori, ' sino en tanto· que pensamos en ella,
la definición es perfecta o esencial. y siempre que pensamos de nuevo
en ella, tenemos otras ideas de la
misma cosa, aunque semejantes a
25. En qué caso nuestro conoci las precedentes. Pero otros, . ál pa
miento está unido a la contempla- recer, toman la idea por un obje
ción de la idea · to inmediato del pensamiento o por
cierta forma permanente que sub
Es claro que no tenemos ningu siste en el alma después que de
na idea de una noción cuando es jamos de contemplarla. En efecto,
imposible. Y si· el conocimiento · es nuestra alma tiene siempre en sí
sólo hipotético o· supositivo, aunque misma Ia cualidad de representarse
·- tengamos la idea, no la contempla cualquiera . naturaleza o forma, sea
mos, porque semejante noción sólo la que quier1,t, cuando se presenta Ja
se conoce al modo que se conocen ocasión de pensar en ella. Y yo creo
las nociones ocultamente imposibles, que esta cualidad de nuestfá alma,
y si es posible, no se la conoce por en cuanto expresa ·alguna natura
esta manera de conocer: por ejem leza, "iorma o esencia, es propia
plo, cuando pienso en mil o en un mente la idea de la cosa, que está
guiliógono, .Jo hago :rp.uchas veces en nosotros, y que está siempre en,
sin contemplar Ia idea de él, como nosotros, ya pensemos en ella, ya no
· cuando digo que mil es diez veces pensemos. Porque nuestra alma ex
ciento, sin tomarme el trabajo de presa a Dios y el universo, y todas
pensar ·en lo que son el 10 ni el las esencias lo misn;io que las exis
100, porque supongo que 1o sé ya, tencias. Esto concuerda con mis
y creo no tener necesidad de parar principios, porque naturalmente na
me a concebirlo. Así que podrá su da nos entra en el espíritu viniendo
ceder, como sucede con frecuencia, del exterior y es una mala costum-
que me engañe respecto a una no . bre la de pensar como si · nuestra
ción que yo supongo o creo que la alma recibiese mensajeros de fuera,
entiendo, aunque en realidad sea y como si tuviera puertas y venta
imposible, o por 1o !llenos, incompa nas. Tenemos en el espíritu todas
tible con las demás nociones a · que . estas formas, y las tenemos siempre,
-, la uno, y ya me engañe, _o no me pqrque el espíritu expresa siempre
,-
r
/
DISCURSO DE . METAFÍSICA 27
todos sus pensamientos_ futuros, y ra, y ha sostenido que nada entra
piensa, aunque confusamente, sobre en el entendimiento que . no haya
lo que pensará algún día con toda pasado por los sentidos. Esto se aco
distinción. Y no se nos puede en moda más con las nociones popula:
señar cosa alguna de que no tenga• res, lo cual es propio del modo de
mos ya en el espíritu Ia idea, fa Aristóteles, mientras que Platón va
cuail es como la materia de que se más al fondo de las cosas. Sin em
· forma este pensamiento. Esto lo co- bargo, esta clase de doxologías o
noció perfectamente Platón, cuando practicologías pueden pasar en el
colocó en primer término su doctri uso ordinario del lenguaje, a fa ma
na de la reminiscencia, que_ tiene nera que vemos que los copemicanos
mucha solidez, con tal que se la no dejan de decir que el sol saile y
tome en buen sentido, purgándola se pone. Aun encuentro que mu
del error de la preexistencia, y que . chas veces se las puede· dar un buen
no se imagine que el alma ha sa sentido, conforme al cual no ten
bido y pensado ya· distintamente en drán nada de falso, como he obser
otro tiempo lo que sabe y -piensa vado ya, al exponer de qué manera
al presente. Y Platón comprobó esta puede decirse con ·verdad qll'e las
opinión por medio de una preciosa sustancias · particulares obran las
experiencia, valiéndose de un joven unas sobre las otras, y en este mis
a quien lleva como por la mano al mo sentido cabe decir también, que
descubrimiento de verdades muy di recibimos de fuera conocimientos por
fíciles de la geometría sobre lo in; el ministerio de fos sentidos, porque
conmensurable, sin enseñarle nada, _ algunas cosas exteriores contienen o
empleando tan sólo preguntas he expresan más particularmente las
chas con orden y oportunidad.17 Lo razones que determinan nuestra al
cual hace ver, que nuestra a1ma lo ma a ciertos . pensamientos. Más
sabe . todo virtualmente, y que sólo • cuando se trata de la exactitud de
necesita dirección y advertenciq_s pa las verdadés metafísicas, es impor
ra conocer �as verdades, y·por con tante conocer el alcance y la inde
siguiente, que por. lo menos tiene pendet)cia de nuestra alma, la cual
lns ideas de que .dependen estas ver camina infinitamente más lejos de
dades. Y hasta puede d,ecirse que lo que el vulgo se imagina, aunque
posee ya estas verdades, cuando se en el uso ordinario de la vida sólo
las toma como las relaciones de las se le atribuya lo que más material
ideas.18 mente se percibe, y fo que nos afec
ta de una manera particular, porque
27. ·Cómo· nuestra alma puede ser en tal caso no se necesita caminar.
comparada con tablillas vacias, y más adelante. Bueno sería, sin em
cómo . nuestras nociones vienen de bargo, escoger términos propios pa
los sentidos ra uno y otro sentido, a fin de evi
tar equivocaciones. Y así a estas ex
Aristóteles prefirió comparar nues presiones que están en el alma, ya
tra alma a tablillas sin usar, en las se las conciba ó no, se las puede
que se puede escribir lo que se quie- llamar ideas; mas las que· se conci-
11 Clara confinnaci6n de la influen
. ben o forman, se. las puede llamar
nociones, conceptus. Pero de cual
cia platónica. Adviértase cómo se va quiera· manera que se tome, siempre
gestando el virtualismo epistemológico. es falso que todas nuestras nocio
1e Aquí�e ve el gennen del pensa•
miento que deserivolvi6 despuéi¡ Kant nes procedan de los sentidos que se
en su Teoría de la razón pura. (Nota llaman exteriores, porque la que yo
del traductor.) tengo de mí mismo. y de mis pen-
28 LEIBNIZ
-
.30 LEIBNIZ
en este mundo, y sólo puede decir ciente para sobreponerse a las in
se, en general, que puesto que Dios clinaciones del hombre• porque. de
ha querido que exista, no obstante otra manera no tendría objeto, y
-el pecado que preveía, es preciso esto está reservado sólo a la gracia
.que este mal quede compensado con absoluta, eficaz, la cual siempre es
·usura en el universo, y que Dios victoriosa, ya lo sea por sí misma,
sacara de él uri bien mucho mayor, ya por la coincidencia de las cir
resultando, en suma, que esta serie cunstancias.
de cosas, en qué está comprendida
' 1a existencia de este pecador, es la
más perfecta entre toda� las demás 31. De los motivos de la elección,
maneras pos�bles. Mas el �xplicar de la fe prevista, de la ciencia me-.
.siempre la admirable economía de dia, del decreto absoluto, y que todo
esta elección, no nos es posible ha se reduce a la raz6n por la que Dios
cerlo mientras seamos viajeros en · ha escogido para existir a una tal.
. este Il!undo; y bastante es el saber persona posible cuya noci6n encie
. lo,. aunque sin comprenderlo. , Y ya rra una tal serie de. gracias y de
es tiempo de reconocer altitudinem acciones libres; todo lo cual supri-
divitiarum, lo profundo e insonda me de un golpe las dificultades
ble de la divina sabiduría, sin des
-cender a un pormenor que envuelve Por último, las gracias de Dios
-consideraciones infinitas. Sin em- son gracias • completamente puras,
bargo, se .ve claramente que Dios que las criaturas no pueden pre
no es la causa del mal. Porque, no tender; y, )'or fo •tanto, como no
sólo después de la pérdida de la basta, para dar razón de ·la elección
inocencia de los hombres a causa que Dios hace al otorgar estas gra
del pecado original, sino que ya an cias, recurrir a la previsión absoluta
tes había una limitaci6n 'o Ímper o condicional de las acciones futu
fecci6n original, connatural a todas ras de los hombres, no hay que ima
_ las criaturas,· que las hace· pecables ginarse tampoco decri;:tos absolutos,
_ o capaces de delinquir. Y así no que no tengan ningún motivo ra
presentan en este punto dificultades cional.21 Por lo que hace a la fe o
a ias buenas obras previstas, es muy
mayores los supraiapsarios que to cierto que Dios ha elegido sólo aque
dos los demás. A esto es a lo. que llos cuya fe y caridad prevé, quos
.debe reducirse, en mi sentir, la opi- . se -fide donaturum prmscivit; pero
nión de San Agustfn y de otro� aquí -se presenta la misma cuestión;
autores que dicen, que la raíz del ¿por qué Dios da a unos y no a
mal ·está en la nada, es decir, en la. _otros la gracia de la fe o· de las
privación · o limitación de las cria- buenas obras? En.cuanto a esta cien
turas, la · cual remedia Dios gracio cia de Dios, que es la previsión, no
samente por el grado de perfección de ,la fe y de las buenas obras, sino
que le place conceder. Esta gracia de su materia y predisposición, o de
· · , de Dios, ya sea ordinaria, ya extra aquello en que elhombre puede con
ordinaria, tiene sus grados y su me tribuir por su parte (puesto que
•dida, siéndo siempre eficaz por sí ciertamente hay diversidad del lado
misma para producir cierto . efecto
proporcionado; y es además siem 21 La idea filosófica, de Luis de Mo
pre suficiente, no sólo para librar lina, que ·permite discernir la .tesis de
nos del pecado, si.no también para Leibniz, es la de la .ciencia media, se-·
producir la salvación, suponiendo gún la cual Dios no ignora cuanto ha
que el hombre ha de ayudarse por ría el hombre en caso de concederle
su· p�te; pero no siempre es sufi- la gracia.
DISCURSO DE . METAFÍSICA 31
de los hombres allí donde la hay zones generales que hemos expuesto,
del lado de la gracia·, y en efecto y cuyo pormenor supera a nuestras
es, preciso que el hombre, aunque fuerzas. Y así, en vez de recurrir
tenga necesidad de q1,te se le excite · a un decreto absoluto, que care
al bien y . se le convierta, obre tam ciendo de razón es inadmisible, o
bién después por su ·parte), creen a razones que no pueden resolver
. muchos que podría decirse que, al la dificultad, y que precisan a acu
ver Dios lo que el · hombre haría dir a otras, lo mejor será decir con
sin la gracia o asistencia extraordi San Pablo, que en este punto hay ·.
naria, o por lo menos, lo que hará .razones muy poderosas de sabidu
por su parte, abstracción hecha de ría y. de congruencia desconocidas
la gracia, podría resolver� a darla a los mortales y fundadas en el
a aquellos cuyas . disposiciones na orden general, cuyo fin es la mayor
turales fuesen fas mejores, o, por lo perfección del universo, y a las que
menos, las menos imperfectas o me Dios se ha atenido. En esto se mani
nos malas. Pero aun cuando esto fiestan los motivos de la gloria de
fuera así, puede decirse que I estas Dios y · de la manifestación de su .
disposiciones naturales,. en cuanto justicia, así como de su misericor
tienen de buenas, son también efec dia y en general de sus perfecciones;
to de una gracia, �unque ordinaria, y por último, esa profundidad inmen
por haber dado Dios esta ventaja sa de sus riquezas en que estaba ab
a unos más que a otros; y puesto sorbida el alma de San Pablo.
que sabe que estas ventajas natu
rales que da, servirán de motivo ·
para conceder la gracia o asistencia 32. Utilidad de estos principios en
extraordinaria, según esta_ doctrina: materia de piedad y religión
¿no es claro que al fin todo viene
a reducirse enteramente a su miseri Por lo demás, los pensamientos
·
cordia? Creo; piles (puesto que no que acabamos de explicar, y parti
cularmente el · gran principio de la
sabemos· ni cómo ni en cuánto atien perfección de las operaciones, de
de Dios a las disposiciones natura� Dios y el' d_e fa noción de la sus
les en fa · dispensación de la gracia) - tancia, que enciena en sí todos sus
que lo más e�acto y lo más seguro, fenómenos con ,todas sus circuns
es decir, según · nuestros principios tancias, lejos qe dañar, sirven para
y lo que queda dicho, que es pre confirmar .Ja religión, disipar difi
ciso que haya eritre los seres posi cultades muy graves, y para inflamar
bles, la persona de Pedro o de Juan, las almas con un amor divino,, y ele
cuya noción o idea contiene toda var los espíritus hasta el conoci
esta serie de gracias ordinarias y ex miento de las sustancias incorpóreas, _
traordinarias y ,todo el . enlace de mucho más que las hipótesis · que .
estos sucesos con todas sus circuns� hemos examinado hasta aquí. Por
tancias, ·y que ha querido Dios esco-· que se ve muy claramente, que to
gerla para la existencia. actual entre das las dem_ás sustancias depender,
· una infinidad de otras personas tam- de Dios, , como· -los · pensamientos
bién posibles; y dicho esto, nada emanan de nuestra susjancia, que
. más hay que pedir y. todas las _difi Dios está todo �l i1n todas ellas, y
cultades desaparecen. Porque en que está unido íntimamente a todas
cuanto a fa gran cuestión de, por las criaturas, a medida, sin embar
qué Dios-1.a escogido esta persona go, de su · perfección, que él es el
entre tantas otras posibles, es pre único que las determina en lo exte
ciso ser bien poco razonable para rior por su influencia, y si obrar es
no darse por satisfecho con las ,ra- determinar inmediatamente, puede
J
,{
32 LEIBNIZ
------ --- -- --
DISCURSO DE METAFÍSICA 35
· · ' · mente más gloria que de todos los
36. Dios··es el monarca. de,Ja más otros seres, como que todos .Jos des
�perfecta república, formad� por to- más sólo prestan materia a los es-.
dos los espiritu�. La•. felicidad. iie píritus para glorificarle. Por esta
...esta. ciudad .di! Dios· es su designio razón compete, por· decirlo así,. per
supremo sonalmente y de una · manera espe-
ciál a Dios esta cualidad moral, que
,. :En, efecto, los espíritus son las le constituye en señor y, monarca
·�ustanc,ias más perfectibles, y -SUS de los espíritus. En este sentido Dios
perfecciones tienen - de parti�ula� el se humaniza, consiente. antropolo
que se estorban.menos, o mas'.b1en, gías y entra en tiociedad con noso
se auxilian entre sí; porque.sólo los tras, al modo · que un príncipe con
más -virtuosos podrán ser los más sus ·súbditos; y le es tan querida
.perfectos amigos; de donde se sigue esta· consideración, que el dichoso
claramente que .Dios, que . siempre y floreciente: estado de su imperio,
tiene .en cuenta la mayor perfec- que consiste en la mayor felicidad
ción en general, atenderá ce>n prefe- posible de sus habitantes, constitu-
-. rencia a . los espíritus, y les dará, ye la ley suprema y primera de to
no sólo · en general, sino también !l das stis leyes; porque la felicidad
cada :uno en particular, el mayor es respecto de las personas, lo que
grado de perfección cí.?e IA armonía . es la perfección respecto. de los se
. universal permita. Tamb1en puede res. Y si el . primer principio de la
decirs.e, que Dios, en cuanto �s _un· existencia del mundo físico es· el
espíritu, es el origen de las exi�ten- decreto por el cual se le·.da· la ma
cias; porque de otra manera, s1 ca- yor perfección posible, el primer de�
reciese de voluntad para escoger lo signio del mundo moral, o de. la
mejor, ntngtlna razón · habría para ciudad de Dios, que es la párte más
·que existiera un·ser posible con pre- noble del universo, debe-.ser derra-
ferei_icia a otro_s posfüles .. Y así;_ �sta mar en él la mayor felicidad posi
cualidad de Dios; la de ser. espmtu, · ble. ·Es indudable -que Dios ha or
está- por. encima de' todas l�s demás denado todo de manera que los es
consideraciones que pueda tener res- píritus no sólo puedan vivir !,Íem
pecto de º las criaturas; COJ'.!lO que pre, lo cual es infalible, sino que ·
:sólo k1s· espíritus están hechos a su conserven siempre su cualidad mo
imagen, y casi son de su raza o co-. ral, para que su ciudad no pierda
mo hi_jos die su casa, puesto que sólo ninguna persona, así como el mundo
ellos le pueden servir libremente y no _pierde ninguna sustancia. Por
obrar éon conocimiento imitando la consiguiente, los espíritus sabrán
naturaleza divina; como que un solo siempre lo que son; . de otra ma
espíritu vale todo u� mundo, puesto nera no serían susceptibles . de pre- . -
que no sólo lo expresa, sino que lo mio o de castigo, lo cual es esencial
éonoce, y· se gobierna en él a la ma- en una república, y más en la inás
nera de Dios. Y aunque toda sus- perfecta, como lo es esta, en la que
tancia expresa to.do el universo, hay nada puede quedar en olvido. Por
. la diferencia de que fas otras sus- último, siendo Dios al mismo tiem
tancias expresan más bien al mundo po el más justo y el más bondadoso
que a Dios, mientras que los espí- de los mo;narcas, y exigiendo sólo
ritus expresan .más bien a Dios que una buena voluntad, con tal que sea
al mundo. Esta · naturaleza tan no- seria y sincera,· sus súbditos no pue
ble de los espíritus, que los aproxi- den desear ni aspirar a una condi
ma a la alvinidad, en cuanto esto ción más ventajosa, puesto que, pa
es posible a simples criaturas, hace ra hacedos perfectamente dichosos,
que Dios saque de elfos infinita- exige tan ,sólo que le amen.
•
• Versión española y notas de Manuel García Morente.
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- --- --------
•
. 1
ANALISIS
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40 LEIBNIZ
1.
4i- LEIBNIZ
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46, .LEIBNIZ
arreglados, precis� que .esas percep- · · l5.• .Esta hipótesis e� 'muy posible:
ciones internas en el alma misma le ¿Por· qué . no ha de poder Dios dar
vengan-. por su: propia original cons- · a la sustancia, ante todce· una natu
titución; es decir, por· la naturaleza raleza o fuerza-inteqia que próduzca
representativa · "'""'i:apaz·. de 'expresar en ella, por· orden -como en· un
los seres :de fuera, con · relación • a autqmata espiritual- -o formal, aun
sus órganos- que le ha' sido . con- que libre · en aquella sustancia que
ferida desde la creación· y consti-. participe .de la razón,-, todo cuan,
tuye · su carácter_ individual. Y por to le suceda; es decir, todas las apa
eso sucede que, representando ca- · rienciás o expresiones que tenga, sin
da una de esas- sustancias. exacta, 1� ayuda de ninguna otra criatura?
niente el universo entero; a su ma- Tant o más,. cuanto que lá natura•
nera y según cierto :punto de . vista; leza · de· la sustancia · exige necesaria- ·
y llegando al alma -las percepciones merite e implica _esencialmente un
de · las ·cosas exteriores, en ·el. mo- progreso o cambio; sin el cual -ca
mento preciso, por virtud de las recería de fuerza para obrar. Y puesc ·
ª.
propias leyes ciel .alm�, c_omo p�rte to que e·sa naturalez� del alma, es
. del_ .mDios
ll;Ildo y como s1 nada �stlera representativa del • universo, d� un
smo y ella --para - servirme del modo· muy exacto, aunque. ·mas o
modo de expresarse que usa cierta menos -distinto, resulta que· la serie
.Persona de grande elevación de · es- de las representaciones que produce ·
píritu : y .de muy celebrada ·santi- el alma para sí misma :responderá
dad..;..., habrá un acuerdo perfecto naturalmente a la · serie de fos cam
entre todas esas sustancias, que pro- bias: del universo; como asimismo,
duce los mismos efectos que se· ad-. por otra "parte, el cuerpo ha sido
vertirían si comunic¡isen unas con tanibién acomodado al ·alma, para
otras por transmisión de las espe- las coyuntüras en que ésta se , con
cies o cualidades, .que el vulgo de cible activa: 'hacia: afuera, ·10 .cual es
los filósofos inlagina. Además, la tanto más -razonable· cuanto que -los
- masa organizada, en donde• está el cuerpos están hechos para los -solos
punto de vista del- alma, queda ex- espíritus capaces de ·entrar en socie
presada más de cerca y se halla re- dad con Dios y celebrar -su gloria.
cíprocamente dispuesta a obrar por A:sí, pues, cuandó se ve la posibi
sí misma, · según las leyes de la má- Iidad de .está •hipótesis de · las• con,
quina corporal, en el momento en corda:ncia�, vese':también que es·:la
que el alma. quiere, sin que uno per• más ráionable y_ · que da una idea
turbe las leyes de-la otra, y los es- maravillosa de. la armonía del' -uni•
píritus y la sangre tienen entonces vérso :y de la perfección de las obras
justamente los ,movinlientos necesa- de Diós.: ·. . . · · . _. ·'
· rios para responder· a las pasiones 16. También hay en esa hipótesis
y .percepciones del alma; esta mu- la siguierite ventaja• grande: que en
tua relación, ?e antemano dispuesta lugar dé decir. que ·sólo en·'-áparien�
en· toda sustancia . del universo, .. -es cia ·. _sarrios libres y · por modo sufí
la qu� produce lo que., llamamos co- ciente .para la· práctica,· como asf lo
municación dé :las sustancias, y cóns, han creído mtiy buenos ingenios, -ha
tituye •únicarpente �a unión del alma brá qtie'decii más bien que sóle>. en
cori cl cuerpo. Y puede entenderse apariencia · somos amuitrados y ·que,
por esto '. cómo el alma tiene , su en todo rigor de los iénninos meta
asiento en. el cuerpo; por presencia físicos, ·'estanios en perfecta inde
inmediata, que no. puede- ser mayor, pendencia con respecto a la infl_uen
puesto que está en ·,:él- como la uní• · cia de las demás c�aturas. Lo cual
dad está en el resultado de las unida- da una niaravillósa claridad a la in
des, que es la much�dumbre,•: . :i.: mortalidad de nuestra alma· y 1t' la·
SISTEMA DE LA NATURALEZA 47
conservac1on siempre uniforme del mente concíberise muy bien en la
individuo, perfectamente dispuesta materia. emisiones y recepciones de
por su naturaleza. propia,. re�_guar las partes, por las cuales, con ra
dada de todos accidentes extenores, zón, explícanse · mecánicamente los
aunque parezca lo contrario; Nunca fenómenos todos de -la física; pero
sistema algu no ha hecho tan paten como · la ·masa material no es una
té nuestra elevación. Siendo todo sustancia,· es bien claro que la ac
espíritu como un mundo ·aparte, bas ción respecto de la . sustancia misma
tándose a sí mismo, independiente no puede ser otra que Ja ya dicha.
de cualquier· ot.ra criatura, envol • ·ts. Estas • consideraciones, por .
viendo el infinito, expresando el me·tafísicas que parezcan, tienen
universo, es tan duradero, . tan sub-. además . un uso maravilloso en · fí.
sistente· y absoluto como el universo sica para establecer las leyes del
mismo de las criaturas. Hay que juz movimiento, como nuestra dinámica
gar; pue_s, que debe figurar siempre podrá darlo a conocer. Pued� decir
en él, de la ·manera má_s propia para se, efectivamente, que en el· choque
contribuir a la perfección de -la so de los cuerpos cada uno sufre· por
ciedad de todos los espíritus, que sola su propia virtud, causa del mo
constituye su unión moral en la Ciu vimiento que hay ya en él. · Y· en
dad de Dios. Hállase en mi hipótesis cuanto. a1 movimiento absoluto, na
también una prueba nueva.de la exis da puede determinarlo m1:1temática
tencia de Dios, de sorprendente clari mente, · puesto qué todo acaba . en
dad: Pues esa perfecta concordancia relaciones, por fo cual hay siempre
de tantas sustancias que no tienen una equivalencia · perfecta de 11\s hi
comunicación unas con otras no pue pótesis, como en la. astronomía; de
de proceder sino de la causa. común. suerte· que, sea .cual fuere. el núme
17. · Además de estas ventajas que ro de cuerpos que se. t9me, es.. arbi
recomiendan mi hipótesis, puede de trario asignar el reposo o ciet;to gra-
cirse que es algo más que una hi . do de·· velocidad al Cl:lerpo __ que ·se
pótesis, puesto que. no parece posi quiera : elegir., sin que .los fenóme-
ble explicar las cosas por otro modo . nos: del movimiento recto, circular o
inteligible, y muchas dificultades, compuesto puedan refutarlo. Sin
que -hasta hoy han preocupado a los embargo, es justo 'atribuir a los
mejores ingenios, parecen .desvane cuerpos verdaderos movimientos, se.,
cerse por sí mismas si se la com · gún 1a suposición que- da razón 4e
prende bien: Los· términos comunes los fenómenos,. de la mane;:ra más in
del lenguaje. se salvan asimismo muy '. teligible', siendo esta denominación
bien. Pues puede decirse -qtie la sus-. conforme con el concepto · de la. ac
táncia, cuya disposición da razón ción _ que acabamos de establecer.
del cambio, por modo inteligib1e
-de manera que puede : juzgarse
que a ella han sido las demás aco Aclaración del "Nuevo Sistema de
moµadas en este punto desde el prin• la .C011Junicaci6n de las sustancias",
cipio; según el orden de los· decretos para servir de respuesta a la· memo-
divinos-, es la que hay· que con ria de. M. Foucher.19 .
cebir, en esto, como activa y obran (Publicado en el /olirnal des
do luego .sobre · las demás. AsÍ' la Sáv_ants. · Abril, 1696)
acción de una sustancia · sobre otra
no es una emisión- ni una- trasplan� Recuerdo� !!eñor, que creí :cor�es- .
tación d1.,. tina entidad, como la con ponder a. vuestro deseo comuilicán-
cibe el vulgq, Y· no puede ·conside
rarse, razonablemente,. sino·. por · el 19 "Sitpón · Foucher, · canónigo de Di.
modo que acabo , de· decii:. Cierta� jón, defendió el escepticismo de la Aca-
.. --- - -------------'
T.
-;--
-- ,_
4 8, · .LEIBNIZ
�------------- ------
SISTEMA DE LA NATURALEZA 49
ficaciones del alma, sin esos cuer- cías; mas no veo .cuáles son los
pos inútiles que el alma no puede, principios de que se dice que estoy
según se dice, ni mover ni conocer. imbuido y quiero salvar. Si esto sig /
La respuesta es fácil. Dios ha queri- nifica que me impelen a adoptar esas
do que haya más bien más que menos hipótesis razones a priori Q ciertos
,¡¡ustancias, y ha decidido que esas .principios, como es verdad, esto más
modificaciones de alma respondan es alabanza de la hipótesis que ob-
- a algo exterior. No hay sustancia jeción contra ella. Basta, común
inútil. Todas concurren a los desig- menté, que una hipótesis se halle a
nios de Dios. No tengo dificultad posteriori, porque satisfaga a -los fe
alguna de admitir que el alma cono- nómenos; pero si además la abonan
ce los cuerpos, aunque este conocí- otras _razones, y a priori, mejor que
iniento se hace sin influencia de uno mejor. Mas acaso queréis decir qué
sobre otra, ni tampoco de decir que habiendo forjado _una opinión nue�
· el_ alma mueve �J_ cuerpo; Y así co- va me complazco en emplearla más
1
mo un copernicano habla verdade- por dármelas de innovador que por
· ramente de la salida del sol, un pla- haber reconocido su utilidad. No sé�
1- tónico de 1a realidad de la materia, senor, - st tenéis de mí tan mala
opi-
un cartesiano de la de las cualida- nión que- queráis atribuirme esqs
des sensibles, con tal de que se le
entienda rectamente, así también- pensam ientos. Que ya sabéis cuánto
creo yo que es muy verdadero que amo la verdad, Y que, si me - diera.
· las · sustancias actúan unas sobre por lucir novedades, me apresuraría
otras, con tal de que esto se coro- ª presentarlas, aun aquellas cuya so
prenda en el sentido de que una-es lidez es conocida. Pero con el fin
causa de los cambios de la otra, de que los que ·me conocen meiib.s
por virtud_ de las ·leyes de lá armo- no den a_ vuestras palabras un sen:
nía. Lo que se objeta acerca de la tido contrario a mis intenciones, bas-·
1 letargia _de los cuerpos, los cuales tará decir que, · en mi opinión, es
estarían inactivos mientras el alma imposible explicar de otra manera
creería que están en movimiento, no. la acción emanente conforme a -las
1 puede ser, por causa de esa misma leyes de la naturaleza, y que he creí
correspondencia infalible establecí- do que el uso de mi hipótesis se re
da por la divina sapiencia. No co- · conocería por la p.ificultad que fos
nozco esas masas . vanas inútiles -e más hábiles filósofos de mucho tiem
inactivas de que se habla. Donde po .han hallado en la comunicación
quiera, hay acción; ., y esto lo . esta- . . de los espíritus y de _los cuerpos, y
blezco yo mejor que la filosofía tra- aun de las sustancias corpóreas en
dicional, pues que sostengo que no tre sí; e ignoro si vos mismo no ha
hay ·cuerpo sin movimiento ni sus- béis tropezado con esas dificulta
tancia sin esfuerzo. des. Ciertamente hay, según yo creo,
No entiendo en . qué· consista la esfuerzos en todas las sustancias; pe- _.,,.
objeción expresada en es�as pa!a- ro esos esfuerzos residen propiamen
bras: "Verdaderamente, senor mio, te sólo en la sustancia misma; y lo
¿no se ·advierte que esas opiniones que en las otras sustancias se sigue
están expresamente hechas, y que es por virtud· de la armonía prees
esos sistemas, que acuden tras el ca- tablecida -si se me - permite e!Th
so, han sido fabricados para salvar plear esta frase- y d� ningún modo
ciertos pri�ipios?" Todas las hipó- por virtud de influjo real · o por
·tesis se hacen expresamente, y todos transmisión de cierta especie o cua-
Ios sistemas acuderi tras el caso pa- lid.ad. Como ya he explicado lo que
ra salvar los fenómenos o · aparien- es acción y pasión, puede inferirse
L ....
--'---�- -··
50 . .: · LEIBNIZ ..
'--'-------C.....--------------------
·,
1703-1705
L __.___�
ANÁLISIS
l�
1 58
,'
- '\
- LEIBNIZ
�·
En. la explicitación del texto; los estudios de E. Cassirer, -redac
tados al hilo dé su versión. alemana del texto francés, en que fue
originariamente escrito, son de reconocido mérito. De ellos no sólo
precisa ponderar cuanto dice en la· Introducción sino también en· el
contenido de Jas muy pertinentes notas. al texto.
PREFACIO
61
- 62 LEIBNIZ
niones (las de Locke) por su propia obra, si bien yo, por lo general,
}}e. conservado sus mismas expresiones. Indudablemente, el verme forzado
1
en mis _observaciones a seguir el hilo -de una obra ajena ha ttontribuido
a disminuir el atractivo ·del diálogo; mas confío que el contenido coin- ·
pensará las deficiencias de la -�onna. . · . .: ' .
1
Las diferencias que _ nos separan no son, · en verdad, de p9ca monta.
Se trata de,averig?ªr si, éoI?o pien_san Aristóteles y el autor· del tr�tado, .
el alma· esta en· s1. -y· por s1 absolutamente vacía como un papel en el .
cual no se. ha escrito nada (tabula rasµ), y de .si todo . lo que en ella
· _ se graba procede de los sentidos . y de la experiencia, o si, por el contrario.,
el alma contiene originariamente las. razones iniciales de diferentes con-
ceptos y doctrinas, que sólo con ocasión de los objetos exteriores se des
-➔ piertan en ella, - como• yo lo creo, con Platón y con los escolásticos y con
todos_ aquellos que interpretan el pasaje de San Pablo. (Rom.,. c. 2; V: 15)
de. que la ley 4e Dios está escrita en los. corazones, en este sentido� Los:
estoicos llamaban a estos principios 1Cpo">-:i¡q¡eil;; es decir, opiniones· fun
damentales, o sea lo que en toda discusión se dá por supu<:sto.. Los ·mate
máticos :1os llaman• notiones · communes (xoiv!t� ewQlas). Los . filósofos
- modernos. les dan otros bellos. nomlires, y • Julio Escalígera los llamaba ·
semina_ aeternitátis (semillas de la eternidad),. o también Zopyra, -que-
riendo decir: fuego vivo, trazos luminosos ocultos ·en nuestro interior que
1/
brotan al contacto de la experiencia, al igual que las cllispas que _saltan
al disparar, ·el fusil. No sin· razón se cree vislúmbrar en· esta fulguración
las· huellas de algo divino y eterno que se manifiesta· ante tódo, en el asen-
timiento a las . verdades necesarias.· . , . . ,
.· • • . De aquí n ace otra cuestión; a saber: -la de.· si todas las verdades· depen-
. ¡ .den . .
de la :experiencia, - es decir, de la inducción y de los ejemplos, o si
.
! entre ellas hay':algunas :tar de naturaleza que es ·necesario señalarles otro
\I. o�igen. Pue� !!! es· cierto que· pdde�os prever�. algunos - acontecimientos sin
1 dtS'goner de prueba alguna;-'es eVIdente que algo ponemos nosotros - en
'-<I · este caso. Es indudable que los sentidos nos son necesarios en todo'cono- ,
cimiento 'feál;-- pero�o son: suficíéntes, porque -sólo nos :proporcionan
es
--!) ejemplos·; decir;-verdadés indlviduales o particulares: Ahora bien; todos
. · los ejemplos; ·por numerósos que-sean, que · confirman _ una .verdad gene-
ral, no bastan · ¡:,ara .fundamentar la ·géneralidád y universalidad de esta
verdad pues de que· tina cosa haya sucedido_ . no se sigue que haya· de
suceder siempre; Griegos y romanos y todqs los demás pueblos habían
'observado desde la más· re'motá ·· antigüedad que en· el curso de veinti
cuatro horas el día. se convertía ·en noche y la noche · en día.. Pero .hubiera
sido error· creer que esta regla--:era universal;. y, en .efecto, cua11do se
visitó Nova Zembla· se vio que .allf sucedía lo contrario. Y hubiera sido ,..
ún.: error creer asimisrrto .. que esto, por ·lo·• menos . en nuestra zona; era
una -verdad . 'universal y eterna,. porque hay que suponer que .la tierra· y
el · sol no existen . necesariamente, y: quizá ·llegué · un tiempo· -en que este
espléndido astro, con todo ,el :-sistema que preside, no existirá, por lo
'menos en su. forma :actual.·. De ·-aquí-se ·sigue que, las verdá:des ,necesarias,
como las .que encontramos en las matemáticas puras, especialmente en
la aritméticá y, en la geometría;: deben . apoya rse en principios cuya c;le
: mostración no depende de los ejemplos;· ni por consiguiente · del · testi-
NUEVO TRATADO SOBRE .EL ENTENDIMIENTO HUMANO 63
monio de los sentidos, si: bien es .. verdad que sin los sentidos _nunca llega-
,,. riamos al conocimiento de estas verdades. Esto se debe discernir muy �
cuidadosamente, y bien lo comprendió. Euclides · al demostrar por medio
del razonamiento verdades suficientemente- conocidas· por · · la · experiencia
y por . la percepci6n sensible.
También la lógica, juntamente con ]a metafísica y la moral,- la pri
mera de la� cuales es base d� · la, teología natura}; así como las otras lo
son del derecho natural, están repletas de tales verdades, y · por consi
guiente -sus demostraciones se sustentan · de principios interiores, o éomo
se les suele llamar, innatos. Claro es que no debemos ima_ginarnos que
estas leyes· eternas de: la razón se puedan leer en el alma como en un libro
abierto, como se ·podría leer el edicto .del pretor de su album, sin fatiga
ni investigación, sino que basta que las podamos _descubrir en ella por
medio de una atenta observación. Los sentidos .sólo nos ofrecen la · oca
sió.n para ello, y el :buen resultado de · los ensayos · empíricos le sirve a
la razón de confirmación ulterior, al modo como las pruebas nos sirven
en las matemáticas para no cometer errores• de cálculo. Precisamente en
esto se ·distinguen también los conocimientos del · hombre de los del
animal. Los animales se atienen· únicamente a. la experiencia y se go
biernan exclusivamente por -los. ejemplos; pues en tanto pódemos nosotros
� . juzgar, nunca· pueden llegar a proposiciones necesarias mientras que los
hombres son capaces · de formar · ciencias . demostrativas.· La facultad del
-animal, de· sacar consecuencias, es por .consiguiente algo distinto de· .la
razón humana. Las consecuencias que sacan los animales son del mismo
género· que las de los meros empíricos, que áfirman que lo que -una yez.
ha-·sucedido sucederá también en otros casos.. aparentemente análogos; sin
que ·sepán. discernir si se dan·. las mismas causas. De aquí procede que
les sea tan fácil a· los hombres hacer cautivos a los animales y que los
simples empíricos : cometan tántos errores. Aun aquelli�s gentes que por
·1a edad ·y la experiencia han :contraído . ciertos hábitos rutinarios, no
están libres 'de: estos errores -.cuando se abandonan a l_a experiencia, como
lo pod�mos · comprobar tantp en lós negocios civiles corno en los m.ili�
tares. No .-se torna bastante· eri consideración · que el mundo cambia y
· los hombres se hacen más, -hábiles inventando-nuevos ·expedientes, mien
tras que · 1ós·. ciervos y - las liebres · de los tiempos actuales no son- más
astutos que · los de la antigüedad'. Las consecuencias · de - los animaleij son -
sólo una sombra de razonamientos, es decir, · un encadenamiento de imá
genes' en la . fantasía y el. tránsito de tina :imagen a otra; · en cuanto en
un-caso üuevo··que parece semejante' al anterior,: .esperan lo mismo que
•/ antes ,hallaron,-- como-si las cosas estuvieran relacionadas entre ·sí
/ realidad_;· como lo · están ·]as imágenes en · su , memoria. - Ciertam�nte que
es· razonable pensar que lo que conviene . a una larga. experiencia · del
pasado habrá de volver a encontrarse en lo. futuro; pero esto no · es una
verdad· necesaria infalible, y·,puede fallar cuando menos lo esperemo�;
es decir, en el caso en que las causas que han producido el hecho cambian.
Por estas razones; los prudentes no se confían- demasiado, y· tratan, ·antes
l?ien, de l,enetrar las· razones del hecho- (si es posible) .- para estar en
situación- de cóhocer las excepciones. Pues sólo· la razón puede· estable
cer 'reglas segurás y completar las lagunas,. añadiendo. las excepciones, así
1
L_._______ '--··--- -
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64 LEIBNIZ
L
66 LEIBNIZ
flexión en él,· y pasa inadvertido para nosotros. Pero si alguien nos llama
la atención sobre un determinado ruido. que se deja oír en un momento
dado, recordamos y adquirimos la conciencia· de haberle oído� Por con
s!guiente, hay estados de concienci� que. no son percibidos · al punto por
nosotros, sino que la apercepción se efectúa después de cierto tiempo,
por pequeño que éste pueda ser. Para hacer más patente la existencia
de estas pequeñas percepciones· que no podemos discernir en conjunto,
me. sirvo yo· generalmente del ejemplo del estruendo de las · olas que
· escuchamos desde la playa. Es claro que para· percibir efectivamente el
ruido de las olas debemos percibir el que produce • cada una de las gotas
de agua de que están compuestas, siendo así que este imperceptible ruido,
sólo en unión con todos los demás, es decir, en el estrépito de la ola,
es perceptible, y . no lo serla si la gota en cuestión fuese única. Lo· que
indica que el ruido de cada gota debe de hacer alguna impresión sobre
nosotros, por pequeña· que ésta sea, y ser percibido en algún modo, pues
de lo contrario la suma _de cien mil ·gotas no produciría cantidad alguna.
como no la produce la ·suma de cien mil ·ceros. Aun én el más profundo
, sueño siempre se tienen algunas sensaciones débiles y confusas, y jamás
seríamos despertados por el estrépito más formidable si no tuviéramos en
ese estado algún rudimento de percepción y de . conciencia, como no po
dríamos romper una cuerda, aunque empleásemos el más poderoso esfuer
zo, si ésta no fuese ·distendida y alargada en cierta medida por peq!leños
esfuerzos, aunque tal distensión y alargamiento sean casi imperceptibles.
Estas pequeñas percepciones son, por lo tanto, de mayor eficacia de
lo que se cree. Sobre ellas se basan nuestras vagas impresiones y nuestro
gusto, nuestra percepción de las cualidades sensibles, que en su cpnjunto
son claras, pero en sus par.tes confusas; sobre ellas se basan las afec
ciones que los cuerpos que nbs rode_a!_l producen en nosotros, afecciones
infinitas en sus modalidades,. y por tanto la relación en qué cada ser está
con el resto del universo. Y hasta puede decirse que en · fuerza de estas
pequeñas percepciones el presente está preñado del porvenir y repleto
del pasado, que todo se relaciona (crúµ1t vou11tCL'll-cCL, como dijo Hipó
crates) ,· y que una mirada tan penetrante como la Dios podría leer en )a
más humilde sustancia la historia entera del universo.
Quae sint, quae Juerint,
quae mox futura trahantur.
1
L ...:.L..___
68 LEIBNIZ
bites para ser notadas. El pensar de otra manera acusa un escaso conoci
miento de la sutileza infinita de las cosas, que siempre y· por todas partes
.encierra en sí un verdadero infinito. •
. Además, tengo observado que en virtud de las indiscemibles diferen
cias de dos individuos éstos no son nunca enteramente iguales, y siempre
ostentan alguna düerencia más que la simple diferencia numérica, afir-•
mación que destruye la concepción del alma como una tabla rasa, así
.como la admisión de un alma sin pensamiento, de una sustancia sin acti
vidad, de un espacio vacío, de los átomos, de la indivisibilidad de las
últimas partículas de la materia, de la completa uniformidad de las partes
del tiempo, del lugar y de la materia, de las perfectas esferillas del se
gundo elemento nacidas de cubos también originariamente perfectos, y
otras mil fantasías de los filósofos, que proceden de conceptos erróneos.
La naturaleza de las cosas no nos dice nada de esto, y sólo nuestra ig-
. norancia y nuestra falta de observación de lo imperceptible permite tales·
opiniones, que de ninguna manera son tolerables ni aun consideradas
como meras abstracciones del espíritu, pues éste declara expresamente
innegable aquello que tiene por necesario. Tomar, por el contrario; dichas
ficciones como moneda corriente, es decir, considerai: como no existente
todo aquello que no percibimos en el alma o en el cuerpo, e-s en filosofía
una falta comparable a la que se cometiera. en polítiéa si se prescindiese
en ella de -.6 µLkpov; es decir, del progreso imperceptible mientras. en la
mera abstracción por sí misma no hay error, siempre que no perdamos
de vista que aquello de que se parte no existe en la realidad. Esto su
cede con el procedimiento de los matemáticos que hablan de líneas per
Jectas, de movimientos uniformes y de otros efectos de precisión rigurosa.
siendo así que la materia ,(es decir, la mezcla de las infinitas acciones
que nos rodean) siempre ofrece una �xcepción a la regla. Semejante
procedimiento es útil para discernir los problemas, y parece, en .cuanto
es posible, referir fos efectos a sus causas y poder inferir futuras con
secuencias, pues cuanto más escrupulosamente nos guardamos de ·no omi- �
tir nada en la observación metódicamente dirigida, tanto mejor corres
ponde la teoría a la práctica. Pero sólo a una razón suprema, a la · cual
nada escapa, le está reservado penetrar en el universal enlace de las cosas
' Y percibir de una ojeada todas las causas y todos los efectos. En cambio.
lo más que nosotros podemos alcanzar sobre el universo infinito es un
conocimiento confuso que al menos nos da la prueba de su existencia;
de lo contrario,. formaríamos juicios muy erróneos sobre la belleza y la
grandeza del �undo, y no podríamos · construir una buena física que nos
revelase la naturaleza de las cosas en general, ni tampoco una buena
teoría del espíritu que encerrase en sí a la vez el conocimiento de Dios,
del alma y de las s�stancias simples.
Este conocimiento de las percepciones imperceptibles ·sirve además
para explicar- por qué y cómo dos almas de hombre, o en general dos
almas del mismo género, no salieron nunca completamente idénticas de
manos del Creador; antes bien, cada una de ellas contiene en sf cierta
relación originaria con el lugar y la condición que ha de ocupar en el
mundo. Esto es consecuencia de lo que ya dije• en dos individuos en ge-
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 69 ·
neral; a saber: que su diferencia es siempre más que una diferencia mera-
mente numérica. ·
También en otro punto me veo obligado a separarme' no sólo de la
opinión. de nuestro autor, sino de la mayor parte de los autores modernos.
Es a saber: que yo creo, con la mayor parte de los antiguos, que todos
los espíritus, todas las almas, todas las sustancias simples están siempre
unidas a un cuerpo, y que almas_ completamente separadas de los cuerpos
no las hay. Para creer esto tengo ya raz.Ones a priori; pero aparte de
ellas, esta doctrina tiene también la ventaja de que resuelve todas las
dificultades sobre el estado de las almas, sobre su conservación, inmorta
lidad y acción. La diferencia. entre dos estados de alma com;iste y ha
consistido siempre· sólo en el mayor o menor grado de claridad y pre
cisión én las representaciones, lo cual hace sti estado pasado y futuro tan
e;cplicable.. como su estado presente. Aun en: grado tan escaso de supe
rioridad se muestra. suficienteménte que ésta es razonable y que un salto
de un estado a otro radicalmente distinto no puede ser natural. Me causa
asombro ver que la filosofía de las escuelas ha abandonado sin razón
el punto de. vista natural, para enredarse voluntariamente en graves difi
cultades y dar. ocasión a los librepensadores a triunfos aparentes. Pero
todas sus argumentaciones caen _por tierra de un� vez para siempre con
esta explicación de las c_osas; pues desde este punto. de vista ya no hay
más dificultad para cómprender la conservación . de las almas (o mejor
dicho, según mi sistema: del ser vivo) que la trailsformadón de gusano
en mariposa o la continuación del pensamiento en el sueño, con el cuál
Jesucristo comparó ya a la muerte. También tengo dicho que ningún
sueñq puede durar eternamente; y para· el alma, dotada de razón, dura
lo menos posible o nada, pues está destinada a conservar la personali
dad que se les confirió en el reino de Dios y por · consiguiente el recuer
do, y esto para ser susceptible de penas y recompensas. Añadiré que
ninguna perturbación de los órganos corporales es capaz dé provocar una
confusión total en el ser' vivo, ni de destruir ni dé arrebatar . el alma a
su cuerpo _ orgánico ni · lás inextinguibles huellas de · todas stis impresio
nes pasadas. Sin embargo, a lo que veo, se ha abandotiádo este caminó
tan natural de explicación de la inmortalidad del alma, porque se ha
renunciado . demasiadó fácilmente a la antigua doctrina: de que también
las -almas de los ángeles están vinculadas en un cuerpo sutil, por haberla
confundido con la doctrina · de 1a corporeidad de los ángeles; y además,
por la introducción en. el rriuiido finito . de supuestas inteligencias puras,
_según los modelos de aquellas que, según Aristóteles, pueblan las esferas
terrestres y,' finalmente, porque se profesó la opinion equivócada de que
no se puede afirmar la inmortalidad de las alnias de los animales ·sin
caer en la doctrina de la transmigración y hacer pasar las almas de
cuerpo a cuerpo; verdadera perplejidad de la qué no se hallaba camino
para salir. Graves perjuicios se han irrogado con esto a la religión na
tural; pues muchos· hari sido conducidos a la creencia de que nuestra ,
inmortalid:li es sólo un prodigio realizado por la gracia divina, inmorta
lidad dé que también nuestro autor, como ya veremos más adelante,
habla con !In gesto de duda. Sería, sin embargo, de desear que todos los
70 -LEIBNIZ
. este sabio prela"do, a--saber," qu e la materia puede pensar, dice (p. 408), ,
entre otras cosas, lo -siguiente: "Confieso haber afirmado (Libro II del
Tratado sobre . el entendimiento, c. 8, párr. 11) que los cuerpos no pued en
· obrar más que por el choque. Esta era mi opinión cuando -yo escribía,
y aún hoy no puedo imaginar otra c lase · de actividad. Pero después ine
convencí por la lectura de la obra inco�parable del. ingenioso· Newton
de qu e sería harta presunción querer medir el poder de Dios por la
estrechez de nuestros pobres conceptos. La gravitación de la materia
sobre la materia, para mí incomprensible, es no sólo una prueba de que
Dios, cuando bueno le parece, puede dotar a los cuerpos de fuerza y
de modos de acción que excedan de aquello que puede ser exp licable
por nuestra idea de los cuerpos o por nuestro conocimiento de la ma
teria, sino que constituye también un ejemplo de que así lo hace. Por
eso, en la próxima edición .de mi libro, corregiré este pasaje".
Veo también que en la traducción francesa de. este libro, hecha in
dudablemente en la última edición, se ha introducido la siguiente va
riante en el párrafo 11: "Es evidente, por lo menos en cuanto a nosotros
se nos alcanza, que los cuerpos sólo pueden obrar unos sobre otros
por el choque y no de otra manera, pues nos es imposible comprender
que un cuerpo pueda óbrar sobre otro sin tener contacto con él, pues
esto equivaldría a sostener que puede obrar allí donde no está".
No puedo menos que alabar la modesta piedad de nuestro célebre es
critor, cuando reconoce que el poder de Dios excede con mucho a todo
lo que nosotros podemos concebir y que, por consiguiente, en los ar
tículos d e la fe se dan incomprensibles misterios; pero no quisiera que
en la explicación de la naturaleza nos refugiásemos en el milagro, de- .
jandó así en la oscuridad las_ causas y los efectos. Pues esto equivaldría
a escuchar con el nombre de Dios las teorías de los malos filósofos. Si
se admitiesen sin comprenderlas estas· fuerzas centrípetas o esta _atracción
inmediata· a_ distancia no veo yo cómo negaríamos a los escolásticos sus
"facultades" ·y sus sj,ecies intentionalis, que llegan hasta nosotros de los
objetos y encuentran medio de penetrar en nuestra alma. Pues omnia jam
fient, fieri quae pos se negabam. Así me parece que nuestro autor. a pesar
. de su perspicacia, huyendo d e un extremo cae en otro. En las acciones del
alma, opone difi9ultades al lí donde no se trata más que de aspectos no
sensibles y en cambio atribuye a los cuerpos algo que no es ni siquiera
concebible . en cuanto les asigna fuerza y activ.idades que . en mi opinión ·
rebasan todo lo que un espíritu creado puede hacer- y pensar. Pues les
concede fuerza de atracción aun .a gr_ andes distancias, ·sin limitarla a una
cierta_ esfera de la actividad y pot cierto para sostene r su extraña opinión
de que la materia, dentro de l _orden natural de las cosas, puede pensar ..
La disputa que sostuvo con el célebre prelado que le había atacado,
versó sobre si la materia puede o no puede pensar; y como se trata de
un punto importante de- la presente obra, .me veo forzado a inmiscuir
me un tanto en esta disputa y dar de ella cuenta al lector. Expondré
lo _esencia�del tema y me tomaré la libertad de manifestar _mi propia
opinión sobre el asunto. El difunto obispo de Worcester, ante el temor '
de que la doctrina de nuestro autor infiriese daños · a la fe cristiana \-
-temor infundado, en mi opinión-, contrastó algunos puntos de esta
/
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76 LEIBNIZ
LIBRO PRIMERO
CAPÍTULO f
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1
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·so LEIBNIZ
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cede de una tradición muy antigua peculación, que tan firmemente esta
y muy extendida, y yo me inclino a blecidos están, os. diré que, aun
creer, efectivamente, que la ense- cuando no fueran conociaos, sin em
ñanza puede explicar y justifioar tal bargo serían innatos, porque los re
conocimiento.· También parece ser conocemos y acatamos en cuanto
'que la naturaleza� por sí misma, nos los formulamos. Pero he de añadir
inclina, aun sin haber recibido ins- que en el fondo todos los conoce
trucción alguna, a este conocimien- mas, y que, por ejemplo, en cada
to, pues las maravillas· del u.niverso momento nos .servimos del princi
nos hacen pensar en un poder su- pio de contrádicción sin darnos
premo. Se sabe de un niño, sordo- cuenta de e�lo. Ningún hombre es
mudo de nacimiento, que adoraba tan lerdo que no perciba, en .un ne
' 1 a la luna, y hay pueblos que temen gocio serio, la contradicción en que
a ciertos poderes invisibles sin que incurre un embustero que quiere
lo hayan imitado, que se sepa, de engañamos. Así, pues, aplicamos es
otros pueblos. Confieso, querido p¡.: te principio, sin considerarle expre
laletes, que esto no es aún la idea . sament� . al modo que en los. enti
de Dios tal como ·hoy la poseemos; mem�·s poseemos �n potencia la
mas no por eso se puede negar que premisa que se �upnme, de la c�al
esta idea está en el fondo de nues- n? sól� se prescmde en !ª enuncia
tra alma, sin que, ccimo ya veremos, ción, .smo en el pensamiento.
proceda del exterior, y que las leyes d cis §, 5. F1L.-Me so�pr_ende lo que
divinas están en parte impresas en � de esos conocimi_enJos p�ten- ''
nuestra alma en forma de disposi r r pu - c! ales Y de �u encubnmiento. mte
ciones naturales o como una .espe- alma m• �s afmnar que . en nuestra
existen verdades impresas de
· fm_tO, p erO é stos son ·prin- fas cuales no nos damos cuenta pa-
· d e ms,
c�e.
c1pios pr_ acticos de que ya teodre- rece . contradictorio. ·
mos ocasión de hablar. Entre tan!o · •
TEo.-Si tenéis . ese prejuicio, no
debemos reconocer que la creencia me asombro de que no admitáis las
en un ser supremo es natural · en ideas innatas. Pero sí me maravilla
el hombre. X en verdad q�e,. aun que no hayáis parado mientes en
cu:indo hubieramos ?e atnb mr �l que · poseemos muchos conocimien
1?
P!11!1-er germen de 1� i dea de la_ 1• · tos de_ que no tenemos conciencia
vm1dad a las ens:nanz�s tradic1o� ·clara, aun cuando los aplicamos. La
nales de la revelación, sm embargo memoria los conserva y el recuerdo
la facilidad con que los hombres debe reproducirlos, aun cuando· a
aceptan estas enseñanzas depende veces no lo hace. E sto se expresá en
de una disposkión natural. Pero ya . francés con la palabra souvenir (del
veremos a continuación q\le las en� latín subvenire, acudir en ayuda),
señanzas exteriores no hacen sino. ·
despertar lo _9ue ya. está latente ep. 8 Del ' iego E\JV UµT)µIX, reflexión,
nosotros, CohJo de aqm que la op1: sentencia. grPara Aristóteles lo que ca
nión 'unánime de los hombres· es un racteriza al entimema no es sólo la cir
indicio, pero no una · demostr_ación. . cunstancia de suprimirse una de las
de un principio innato, y que la · premisas; sino el carácter probable de
prueba concl11yente de estos princi� · la conclusión. �ien_d? ,los principios de
pios consiste en la demostración de · donde ésta den:va Jut�os es confusos, est7
que 1 su· ·certeza procede simple m ente su caráct�r. problemático lo que.9blt•
· h· · •· estro· • - ga a omitirlos para no descubrir .la
· · · nu
de. 9 · que al. lllll1.0_s en . m .. debilidad de la argumentación. Así, de ·
tenor. Y:para contestar a �.O que_ 4e-:. . fine: "urr silogismo· sacado de eiertas- ·
cís contra la general aceptación . de . verosimilitudes . ·o conjeturas"·· (Anal:,
los �os grandes principios de la es- pr. 11, 27). (N. del T.)
NUEVO T.ilATADO SOBtu! BL :E:N'tSNDlMlENTO HUMANO 83
pues la recordacióri pide siempre cier- economía cie la naturaleza, no tene
to esfuerzo o asistencia. En realidad, mos ningún pensamiento abstracto,
dada la multitud de nuestros cono- qi.te no se apoye en algo sensible,
cimientos, necesitamos una ocasión aunque sea en signos cOmci letras y·
para que ap·arezcan unos en vez de sonidos; pero siendo de advertir que
otros, pues es imposible recordar de entre los signos, que son arbitrarios,.
pronto todo lo que sabemos. y las ideas no existe ninguna rela-•
· FIL.-En eso creo que tenéis ra- ción necesaria.10 Si las huellas sen
zón, y he de confesar que la afir- sibles no fueran imprescindibles no
mación demasiado general de que se produciría la armonía preestable-
- siempre tenemos presentes todas las cicla entre el cuerpo y el alma, de
verdades que están impresas - en la cual ya llegará la ocasión de ha
nuestra alma ha sido impremeditada blar detalladamente. Pero esto no
por mi · parte. Pero más difícil os obsta en modo aguno a que el es
será contestar a la siguiente obje- píritu saque de sí mismo las verda
ción. Si de alguna proposición se · des riecesarias. Y así se ve también
puede decir que es innata, con el cuán lejos puede llegar sin ayuda
mismo derecho se podría decir que de ninguna especie y sólo por· vir
lo son todas las proposiciones · ra- tud de una lógica y una aritmética
cionales. naturales; como lo demuestra aquel
-TEo.-Os lo concedo respecto de niño sueco que, por. medio de una
todas aquellas ideas que yo opongo educación· adecuada, llegó a hacer
a· las impresiones pasajeras fugiti- . cálculos prodigiosos de memoria, sin
vas, así como respecto de las ver- haber aprendido la manera vulgar de
dades necesarias o racionales que contar y sin saber leer ni escribir,
contrapongo a las· verdades de he- si no recuerdo mal lo que me refi
cho. En este sentido debemos decir rieron. Realmente no pudo llegar a
que toda la aritmética y toda la la extracción de raíces; pero nada
geométría existen de una manera in- impide creer que hubiera llegado a
nata y virtual en nuestra alma, has-· realizar estas operaciones por virtud
ta el punto de que si ponemos aten- de un nuevo método. Esto demues
ción a lo que ya está en el espíritu tra que la dificultad de adquirir con-
V lo ordenamos, podemos actuarlo ciencia de lo que en nuestro espí
sin necesidad de ninguna noción ad- ritu· llevamos tiene diversos grados.
quirida por la experiencia o por la Hay principios innatos conocidos de
tradición. Y esto lo demostró ya todos y muy fáciles de concebir;
Platón en un diálogo en el cual su- hay proposiciones cuya verdad s�
pone que Sócrates, valiéndose de descubre en el primer momento y
meras preguntas y sin ninguna en_. merced a las cuales formamos una
señanza, le conduce a verdades abs-· ciencia natural más vasta en unos
trusas.º Por consiguiente, podremos que en otros. Y finalmente, en un
reconstrui_r o formar estas ciencias · sentido más amplio, cuya aplica
encerrados en una habitación y aun . ción se recomienda para poseer con- -
con los ojos tapados, sin que las ver- ceptos más vastos y determinados,
dades que para ello se necesitan podemos considerar como innatas
las adquiramos por los sentidos ( si todas aquellas verdades susceptiblés
bien es verdad que nunca llegaría- de ser derivadas de conocimientos
mos a: la consideración de las. ideas originariamente innatos, porque el
de que aquí se trata si no hubiéra- espíritu . las saca de su mismo fon
mos visto ._, palpado nada · antes.
Pues en virtud de una. admirable· 10 La respuesta de Leibniz a las ob�
jeciones de Bayle y el diálogo, sobre la
0 V. Menan. relación. entre las cosas y las palabras..
1
L __.______ . --
7
¡
84 LEIBNIZ
f
cemos uso, ·mientras que, como es
un conocimiento originario de una · sabido, además de .]a mera capaci
. manera oculta? Todo lo que en una dad y de su objeto correspondiente,
sustancia que se conoce a sí misma es necesario a menudo alguna dis
es natural, ¿debe ser también cono posición en la facultad o en el ob
ddo desde el primer momento? O jeto o en ambos a la vez, para que
por el contrario, ¿no será la ver la facultad se ejerza sobre el ob
dad que una · sustancia de este gé jeto.
nero (como nuestra alma) puede F1L.-Por ese estilo podría llegar
poseer propiedades y disposiciones se a decir que en el alma hay im
que le sea imposible conocer de una presas ciertas verdades que ella no
vez? Los . platónicos creían que to conoce ni conocerá nunca, lo cual
dos nuestros conocimientos son re me parece algo extrañó.
cuerdos y que por consiguiente las TI!o.-No veo en ello nada absur
- verdades que aporta el alma al na do, si· bien no pueda afirmarse que
cer el hombre y que se denominan tales verdades existan. Pues pudie
innatas de un conocimiento expreso ran desarrollarse en el espíritu, en
anterior. Pero esta creencia carece un estado futuro, cosas que en. la
de · justificación, y fácil es advertir vida presente no podemos conocer.
que las almas (admitiendo su pre FIL.-Mas, supuesto que haya ver
existencia), ya en sus anteriores es dades que puedan estar impresas en
tados, por remot.os que fueren, po el entendimiento, -sin que éste las -
seían estos conocimientos de una perciba, no veo cómo, con relación
manera innata, por· lo cual tendrían a su origen, pueden diferir de las
que referirlos a otra existencia an verdades. que es _¡;apaz de conocer.
terior, en la cual serían innatos o TEo.-El espíritu no sólo es ca•
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 85
1- paz de conocer estas verdades, sino TEo.-Para nosotros significan
1- de descubrirlas dentro de sí mismo. otra cosa; para que algo esté en
o Si sólo tuviera la facultad o la ca el entendimiento, basta que en él
1- pacidad simplemente pasiva de reci pueda ser hallado , y que . las fuen
1- bir en sí los conocimientos, tan in tes, es decir, las pruebas originarias
l. determinados como la capacidad de de las verdade� de que se trata só
a la cera de adquirir formas y del pa lo estén en el entendimiento;. los
n pel de escribir en él palabras, no sentidos pueden insinuar es.tas verda
i- sería la fuente de verdades necesa des, justificarlas y confirmarlas, pe
rias, incontrovertibles, que los sen ro no demostrar su certeza infali
tidos no bastan para comprender ble y eterna.
... Iá necesidad de dichas verdades, y . F1L.-No obstante, todo el que
e que por lo tanto el espjritu tiene se . tome la molestia de . observar con
S· 'facultades no sólo pasivas, sino ac · alguna atención el proceder del en
e· tivas, para sacar de su seno dichas tendimiento, verá que el asentimien
11 verdades, si. bien los sentidos se re to que el espíritu concede desde
11 quieran para dar la ocasión y para luego · a estas verdades depende de
s suministrar· la atención 'necesaria y la facultad del espíritu humano.
l· para llevarle mas a unas que a TEo.....,,...Exactamente; pero precisa
.. otras. Por esto veréis que los que
piensan de otra manera, si bien son
_mente la relación especial .én que
el espíritu humano está éon . estas
sabios respetables, no parece que verdades hace que el · ejer�icio de
han reflexionado lo suficiente so su facultad· con respecto de ellas sea
bre las consecuencias de la distin fácil y natural, y en este sentido se
ción, que, como ya indiqué ante llaman innatas. No se trata, pues;
riormente · y como toda nuestra in de una mera facultad, de la mera
vestigación demuestra, · existe entre posibilidad de comprenqerlas, sino
las verdades necesarias o eternas y de Ull? disposición, de una aptitud,
las verdades de experiencia.11 La de una · preformación que determi
prueba fundamental de las verda na nuestra alma y . hace · que ésta
des necesarias no puede provenir pueda extraerlas. Y esta diferencia
más• que. del entendimiento, mien es igual a la que . existiría entre las
tras que las . verdades de otra clase figuras que se da a la piedra o al
proceden de la experiencia o de las mármol y entre las que ya señalan
observaciones de los sentidos. Nues sus vetas o pueden señalar si el obre
tro espíritu es . capaz de reconocer ro las aprovecha.
tanto fas unas como las otras; es FIL.---Pero, ¿no es cierto que_ las
la fuente de las pr_imeras, y por verdades son· posteriores a las ideas
muy numerosas que sean las expe de que nacen? Ahor·a bien; las ideas
riencias particulares que de, una ver proceden de los sentidos.
dad universal se p�eda tener, no TEo.-Las ideas intelectuales, que
podremos asegurarnos • de ella · por son la fuente de las verdades nece0
1a indücción sin conocer su nece- serias, no proceden de los sentidos,
sidad por la razón. y vos mismo habéis reconocido que
FIL.-Pero si las palabras "estar hay ideas que se deben a la re
en el entendimiento" quieren expre flexión del espíritu cuando éste vuel
sar algo positivo, ¿no deben signi ve sobre sí mismo. Por lo demás, es
ficar tanto como ser comprendidas cierto que el claro conocimiento de
por el entendimiento? las verdades (tempora vel natura)
· 111)) es posterior al de las ideas, porque
11 La diferencia entre estas dos cla la naturaleza de las • verdades de
ses de verdades la expone Leibniz en pende de. la de las ideas, aun antes
su tratado Sobre la libertad. . que unas y otras hayan llegado ex-
,_ ----'-----
86 LEIBNIZ
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·,.
88 LEI�NIZ
si queremos seguir . el orden natu el exterior. Así, pues, yo llamo ver
ral de las cosas, debemos ,empezar dades innatas a aquellas que para
por lo más sencillo. Pues los prin ser reconocidas .sólo necetitan de tal
cipios generales penetran en nuess consideración. A la objeción del pá
tro · pensamiento, y forman, por de rrafo 22, de que decir que las ideas
cirlo así, su constitución. Son, pues, innatas están implícitas en el espí
necesarios, como lo son los múscu ritu no es sino decir que el espíritu
los y los tendones, aunque- no nos posee la facultad de conocerlas, ya
damos cuenta de ello. El espíritu se he contestado en el párrafo 5. Allí
apoya en cada momento en estos he manifestado que el espíritu po
principios; pero no /siempre con see además · la facultad de descu
sigue representárselos claramente, brirlas en sí mismo y la disposición
porque ello implica una gran aten natural de reconocer su verdad cuan
ción sobre sus actos que· no poseen do piensa rectamente.
la mayoría de los hombres, poco ha § 23. FIL.-A ki que parece, pen
bituados a la reflexión. ¿No tienen sáis que aquellos a quienes por pri
los chinos. sonidos articulados, co mera vez se les enuncia dichos
mo nosotros? Y sin embargo, ·a cau principios generales no aprenden
sa de su manera de escribir no han nada . nuevo con ellos. Pero claro
llegado a hacer de esos sonidos un está que por lo menos aprenden los
alfabeto. Así poseemqs otras mu nombres, y luego las verdades y aun
chas cosas sin saberlo. las ideas . de que tales verdades de
§ 21. FIL.-Y si el espíritu sus penden.
cribe tan prontamente ciertas verda TEo.-No se trata aquí de . nom
des, ¿no pudiera provenir esto de la bres, qu¡; en cierto modo son · arbi
consideración de la naturaleza de trarios, mientras que las ideas y las
-,. las cosas que no le permite juzgar verdades son naturales. Pero por lo
de otro modo y. no de que dichas que se refiere a las ideas y a 1as
proposiciones e.stén impresas natural verdades, me atribuís una doctrbía
mente en nuestro ·espíritu? de la cual estoy muy distante, pues
- TEo.-Tan cierto es lo uno como .yo concedo que ·nosotros podemos
lo otro. La naturaleza de las cosas conocer las ideas y. verdades inna
· y la del espíritu concurren a ello. tas, ya poniendo atención a su ori
Cuando oponéis la consideración de gen, ya por confirmación de la ex
las cosas a la conciencia de lo que periencia. Por consiguiente, yo . no
en nuestro espíritu está impreso, es hago la suposició� a que os referís,
tá impreso, esta objeción da a en- · como si en el caso de que habláis
tender que aquellos cuya opinión no aprendiésemos nada nuevo. Pues
seguís éntienden. por verbales inna yo no puedo suscribir la proposición
tas solamente aquellas proposiciones "todo lo que se aprende, no es in
que aceptamos por una especie de nato". Las verdades de los números
instinto natural, aun en los casos están én nosotros, y sin embargo se
_ en que las reconocemos de un mo- · aprenden, en cuanto o se derivan
do confuso. 'Hay · verdades de este de sus fuentes por el procedimiento
género, y ya. tendremos ocasión de deµ¡Ostrativo (lo que demuestra su
hablar de ellas; sin embargo, lo que carácter innato), o se confirman por
se llama la luz natural supone un ejemplos, como lo hace el cálculo
conocimiento claro, y a menudo, la ordinario, que no conociendo el ori
consideración de la naturaleza de gen de sus reglas las transmite por
las cosas no es más que la consi tradición, y. a lo sumo, antes de en
deración de la naturaleza de nues señarlas las legitima por la experien-
tro espíritu y de aquellas ideas in . cia, llevándolas tan lejos cuanto pa
natas que no se necesita buscar en recen adecuadas. Es más; un experto
NUEVO TRA,TADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 89
---
. '
dir que ésta no es una verdad cono tor en su álbum? Yo dejo a un lado
y
cida simplemente pOr la razón, por el instinto que ·mueve a lós hombres ·
que se funda en la experiencia in• los unos hacia lós otros (pues den
terior o en un conocimiento con• tro de poco trataré de él) ; ahora
fuso, pues de lo que . es la tristeza sólo hablo de verdades en cuanto
0 la alegría no hay propiamente pueden ser · reconocidas por la ra
ciencia. zón.· También- reconozco que ciertas
F1L.-De las verdades prácticas reglas de justicia en toda s.u exten
sólo nos podemos cerciorar por la sión . y perfección sólo pueden ser
reflexión racional, por la medita demostradas bajo el supuesto de la
ción y por un esfuerzo espiritual. • · existencia de Dios y de la inmortali-·
TEo.-Si así fuese, no por ello dad del alma; y aquellas que no se
serían menos innatas. Sin embargo, derivan de fos instintos humanos
la máxima que acaba de citar pa son: impresas en el alma como otras
rece ser de otro orden; no la cono verdades derivadas. · En · cambio,
cemos poi- la razón, sino, por decir aquellos que fundan únicamente la
lo así, por un instinto. Es un -prin justicia · en las necesidades de esta
cipio innato, pero no forma parte vida, en vez de fun,darla en el goce
. de la luz natural, pues no se la co• · interior que nos proporciona (goce
noce de una manera completamente que, como emanado de Dios, es uno,
clara. Pero una vez establecido este de los más grandes), pueden ser
principio, . podemos deducir de él comparados en cierto modo con las
consecuencias cientüicas, y yo estoy partidas ·de bandoleros.
de acuerdo en lo que habéis expues
to de que la moral es una ciencia Sit- spes fallendi, miscebunt
demostrativa. En efecto, vemos que sacra pro/anis.
esta ciencia predica verdades tan evi
dentes, que los mismos malhecho § 3 ..FIL...:.....0s concedo que la na�
res, piratas y bandidos se ven obli turaleza ha puesto en todos los hom
gados a guardarlas entre ellos. bres el. deseo de ser felices y una
§ 2. FIL.-Pero los bandidos prac gran repulsión hacia, el dolor. Estos
tican entre . ellos las reglas de la son verdaderamente principios prác
justicia sin considerarlas como in• tico innatos. Los . cuales, según la
natas.. . . . naturaleza de todo principio prácti
TEo.-¿Y qué importa? ¿Acaso co, ejercep. un influjo constante so
se preocupa el mundo por estas cues bre todos nuestros actos. Pero son,
tiones teóricas? no obstante, inclinaciones del alma
FtL.-Ellos observan las máximas al bien y no impresiones de una ver
de la justicia sólo como reglas prác dad impresa en el entendimiento.
ticas cuya observación es absoluta TEo.-Me complace · en extremo
mente necesaria para· la conserva ver que de hecho reconocéis las ver
ción de su comunidad. dades innatas, por lo que os expli
TEo:-Exacto; Y4 lo mismo se pue caré. ·Este principio �encuerda con
de decir de todos los hombres en el que yo antes mencioné de que ·
general. Mas por eso puede decirse buscamos la alegría y rehuimos la
que estas· leyes están impresas en · tristeza. Pues la felicidad no es más
el alma como consecuencia necesa que una alegría constante. Sin em
ria de . nuestro instinto de conserva bargo, nuestras inclinaciones no nas
ción y de nuestro bienestar. ¿Es que conducen propiamente a la felici
se cree 411P nosotros pensamos que dad,· sino al· placer, es decir, a la
las verdades están en nuestro enten felicidad momentánea, mientras que
dtmierito independientes las unas de sólo la razón nos lleva al porvenir
las otras, . como los edictos del pre- y . a la persistencia. La inclinación
1
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1
92 LEIBNIZ
se traduce luego, en cuanto se ex les: no hagas con los demás lo que
presa de una manera adecuada, en no quieras que hagan contigo.
un precepto o verdad práctica, y si TEo.-Vos repetís sie�re la ob
es innata, también lo será la verdad jeción ya refutada por nií. Os con
de que en el alma no hay nada que cedo que hay leyes morales que no
no se exprese por el entendimiento, son principios innatos; pero con to
aunque no sea de una manera clara do, pueden ser verdades innatas,
mente determinada, como ya he de pues una verdad derivada es innata
mostrado suficientemente. Tampoco cuando la sacamos de nuestro espí
los instintos son siempre de índole ritu. Pero hay verdades innatas que
práctica; algunos contienen verda las encontramos en nuestro espíritu
des teóricas, y a esta clase pertene por dos vía�: por la razón y por el
cen los principios interiores de · las instinto. Las que ya he mencionado ·
ciencias y del uso del entendimien son demostradas por nuestras ideas,
to cuando los aplicamos sin conocer lo que es obra dé la luz natural que
su fundamento y sólo por instinto. son principios respecto al instinto.
En este sentido no os podéis · sus Así. podemos ser conducidos a las
traer al reconocimiento de princi obras humanitarias por el instinto
pios innatos, aun cuando quisierá en cuanto: nos es grato realizarlas,
negar que. las verdades derivadas· lo y por la razóri en cuanto nos parece
son. Pero esto, después de la expli justo'; Existen, pues, en vuestro · es�
cación hecha por mí de fo que en píritu verdades instintivas que son
tiendo por innato, sería una disputa principios innatos, que son recoho�
por palabras. Y si alguien quiere ciclos y sentidos, aunque no se dis-
dar · esta denominación · a aquellas . ponga de una pruelja para su de'..
verdades que se . reciben directa mostración; pero· que es posible que
mente por instinto, no le llevaré la sean demostrados aun prescindiendo
contraria. del instinto. Así nos servimos de las
FIL.-Con esto me basta. Pero si reglas de las consecuencias en vir
en· nuestrá alma hubiera ciertos tra tud de un conocimiento confuso, y
zos impresos por la naturaleza como por decirlo así, instintivamente. &n
otros tantos . principios de conoci cambio, los lógicos las fundamentan,
miento, sólo podríamos percibirlos así como los matemáticos nos mues
actuantes en· nosotros; del mismo tran la razón de aquello que hace
modo que sentimos el influjo de mos al andar y saltar sin pensar en
aquellos dos principios que constan en lo que hacemos. Por lo que se
temente nos mueven; a saber: el refiere a Ja. regla de que no debe
deseo de· ser felices y el temor de mos hacer con los demás lo que no
ser desgraciados. queremos que hagan con nosotros,
TEo.-Hay · principios cognosciti no sólo necesita · una prueba, sino \
vos que influyen tan constantemen una explicación. Si tuviéramos po-
te en el uso de nuestro entendi der para ello exigiríamos demasiado
miento como los principios prácticos de los demás, ¿deberíamos por esto
en el ejercicio de nuestra voluntad;. a los demás otro tanto? Se me ob- ·
así por ejemplo, cada uno de noso jetará que esta ley sólo es comprenº �
tros aplica _las reglas de las conse .dida por los hombres de buena vo:
cuencias por una lógica natural, sin !untad. Pero entonces dicha regla,
tener conciencia de ello. en vez de poder servir de medida,
FIL.-Las leyes morales necesitan la necesitaría ella misma. Su verda
ser demostradas; por consiguiente, dero sentido es que el verdadero
no son innatas. Así por ejemplo su' punto de vista para juzgar bien es
cede con aquella ley que es el prin el de aquel que se coloca en el pun-
cipio de todas las virtudes socia- to de vista del prójimo.
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 93
§ 9. FIL.-A veces se cometen ma no sólo porque es necesario que co
las .acciones sin el menor remordi mamos, sino también y muy princi
miento de conciencia; por ejemplo: palmente porque el comer nos causa
cuando se entra por asalto en las placer. Pero estos instintos no nos
ciudades, los soldados cometen los impelen de una manera irr�sistible
peores actos sin escrúpulo alguno. ·a la acción; las pasiones les oponen
Muchos pueblos cultos abandonan obstáculos, los prejuicios los oscure
a sus hijos; algunos pueblos caribes cen y los alteran por hábitos opues
castran a los suyos para engordarlos tos. Mas, por lo gerieral, todos con
y comérselos. Cuenta •Garcilaso de venimos en estas inclinaciones y las
la Vega que muchos pueblos del · seguimos si a ello no se oponen afev
Perú apresaban mujeres para hacer tos más poderosos. La parte mayor
de ellas concubinas, y que criaban a y más sana del género humano da
los niños hasta los trece años para testimonio de ello. Los orientales,
devorarlos después, haciendo lo mis así como los griegos o los roma
mo con las madres cuando dejaban nos, la Biblia y el Corán, están en
de tener ·hijos.1 En los viajes de este punto de acuerdo; la policía de
Baumgarten se refiere que en Egipto los • mahometanos castiga general
había un derviche tenido por santo mente los hechos que Baumgarten
eo quod non feaminarum unquam refiere, y sería preciso estar tan em
esset ac puerorum, sed tantum asella brutecido como lo están los salvajes
rum concubitor atque mularum.2 de América para aprobar sus cos
TEo.�La ciencia moral (si pres tumbres, que exceden en crueldad a
cindimos del instinto en virtud del las de los mismos animales. Sin em
cual perseguimos la alegría y hui bargo, estos mismos salvajes sienten
mos del dolor) no es de otro modo muy bien en .otros casos lo que es
innata que la aritmética, pues tam la justicia, y aunque quizá no exista
bién ella depende de pruebas que acción alguna perversa que no ha
nos proporciona la luz interior. Y ya encontrado aplauso en ·determi
como quiera. que las pruebas no sal nados tiempos y lugar, sin eqibargo
tan a los ojos, no es maravilla que hay pocas que en la mayor parte de
los hombres no sean conscientes de los casos, y por la mayoría de la
todo aquello que en sí poseen y no humanidad, no. haya sido· condena
siempre lean · con suficiente celeri da. Esto no sucede sin razón; pero
dad los trazos de la ley natural que como, por otro lado, no es la razón
Dios, según San Pablo; ha escrito únicamente su causa, debe ser atri
en su corazón. Pero como la moral buido en parte al instinto natural.
es más importante que la aritmética, El uso, la tradición y la educación
Dios ha dado al· hombre instintos no _dejan de contribuir también a
que llevan, inmediatamente y sin ra ello; pero la causa de que las cos
z_onamiento, a algo de lo que la ra tumbres se conformen generalmente
zón ordena. Así obedecemos y segui a estos deberes es el sentimiento na
mos también las leyes de la mecá- tural. . Al sentimiento natural hay
. nica sin pensar en ellas y comemos que atribuir también el origen de la
creencia tradicional en la existencia
1 Historia general del Pera . (tradu de Dios. La naturaleza ha conce
cida al alemán por G. E. Bóttger en dido a los hombres, y aun a la ma
1787, Nordhamen, Groso). .· yor parte de los animales, amor y
!l V. Mart, a Baumgarten in Breiten
dulzura hacia los individuos de su
bach, Peregrina/is in . Aegyptum, Ara misma. especie. El mismo tigre, "par
biam, Pala�inam et Syriam (Norim
burgae ex off Gerlachiana p. P. cit cognatis maculis".3 De aquí la
Kaufmanum), 1694, 4, L, 11, cap. 1,
p. 73. a Juvenal, Sat., 15, v.. 159.
94 LEIBNIZ
de real; . pero en el fondo todos los como los hombres los confunden a
sentimientos naturales, cualesquiera cada paso, hay que suponer que no
que fueren, sólo son auxiliares para los conocen.
la razón y signos de la prudencia TEo.-Eso es tomar las cosas de
que la naturaleza nos ha concedido. masiado teóricamente. Diariamente
El hábito, la tradición, la educación sucede que los hombres obran con
y el razonamiento contribuyen mu tra sus propios conocimientos, y pa
,cho; pero la naturaleza humana no ra satisfacer sus pasiones dan otra
dirección a su espíritu. Si así fuese,
4 Florentino, Digest., I. l. 3. no veríamos a menudo gentes que
n Tácito, .Annale11, PI, 6; Platón, comen y beben lo que no saben que
Gorgias; 524 E. puede causarles enfermedades e in-
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 95
1
1
L_ __._____ �
96 . LEIBNIZ
'
tentado hasta hoy hacer una cata- a Dios 'le agrada aquello que está J
t
1ogación exacta de estos principios. conforme con su voluntad. Lo mis
TEo.-¿Acaso la tenemos de los mo puede decirse del concepto de e
axiomas de la geometría? pecado en la cuarta proposición. E
§ 15. FIL.-Lord Herbert 7 ha que TEo.-Yo no recuerdo haber dicho r
Tido catalogar algunos de estos prin que la virtud dependa de la opinión; e
cipios; .a saber: primero, hay un por lo · menos los filósofos no pien l
Dios Supremo; segundo, le debemos san así. El hombre "virtud" depen I
servir; tercero, la virtud, juntamen'. de, en efecto, de la opinión de aque r
te con la pieiiad, es el mejor culto; llos que designan con él determina- t'.
cuarto, debemos arrepentirnos de dos hábitos o acciones, según que , e
nuestros pecados; quinto, hay re tienen éstos por buenos o malos, con e
compensas y castigos después de es forme a su razón; pero en el concep i
ta vida. Yo concedo que todas estas to de virtud, 'en general coinciden r
todos, aun cuando en su aplicación a
7 Herbert de Cherbury (1581-164_8), haya divergencia. Según Aristóteles r
De veritate, prout distinguitur a veri v otros· varios, la virtud es la capa d
simili, a possibili et a falso, París, 1624. cidad de dominar las pasiones por 11
4
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 97
medio de la razón, y más . sencilla siendo más difícil, por esto causa
mente, la capacidad de proceder cori dominarlos, pues -no vale el trabaj�
• arreglo a la razón. Pero· esto debe que supone la empresa. · La cultura
ser necesariamente grato a Aquel del espíritu es sin duda una exce
que es la suprema y última razón lencia y si es permitido hablar con
i. de todas las cosas, y al cual nada tra la civilización en favor del sal�
-Y mucho menos los actos de las · vajismo, t�mbién habría derecho pa- ·
criaturas racionales- es indiferente. ra hablar ·contra la razón en nombre
§ 20. FIL.-Se dice generalmente de los animples y tomar en serio las
que los usos, la educac�ón y las cos burlas de Des Preaux en una de
tumbres de aqúellos ccin quienes es sus sátiras, en donde· para discutir
tamos en relación pueden oscurecer la superioridad del hombre sobre
en nosotros estos principios de mo las bestias. pregunta:
ral que se �onsideran innatos. Pero
· si esto es verdad, cae por su base L'ours a peur du passant ou le
la· prueba que se quiere sacar del passant de l'ours?
consentimiento general. La conclu Et si par un édit des péJtres
sión que de aquí se saca general- de Lybie les lions videraient ·
. mente es la siguiente: Los princi les pares de Numidie, .etc.
pios que un hombre de sano enten
dimiento profesa son innatos; noso Sin embargo, debemos coJÚesar
tros y los de nuestro partido somos que hay muchas cosas . importantes
hombres de sano sentido; luego en las que -ios pueblos incultos es
nuestros principios son innatos. ¡Gra tán por encima de DOSOtrtJS, sobre
ciosa manera de sacar conclusiones, todo en lo que se refiere a la fuerza
que. lleva derechamente a la infali corporal; y aun en lo tocante al
bilidad! alma se puede asegurar que en ci�r,
TEo.-Por lo que a mí se refiere, to modo su moral es mejor que la
yo no· me sirvo del consentimiento nuestra, porque _no conocen Iii la co
universal como de una prueba prin dicia, ni la ambición, .de dominar.
cipal, sino como de una confirma Y aun se puede añádir que él co
ción, pues las verdades innatas por mercio con los cristianos los ha
tan en sí, en . tanto son examinadas echado a perder en algunas cosas;
por la luz natural de la razón, su se les ha enseñado, suministrándo:
propio sello, como las de la geome les aguardiente, a emborracharse, a
tría, pues están encerradas en los jurar, a blasfemar y otros vicios que
principios inmediatos que vos mismo no conocían. Entre no�otros hay más
consideráis como . indiscutibles, Sin . bienes y males que entre ellos; un
embargo, yo quiero conceder que es malvado europeo. es _peor que un sal
más . difícil. distinguir lcis instintos y vaje, pues refina el mal. Sin em
otras disposiciones naturales, de los bargo, esto no impide a los hombres
hábitos; pero con todo, también pa sumar las, excelencias que la natu-·
rece ser que esto es posible en la raleza concedió a · aquellos püeblos
mayor parte de los casos. Por lo de a las que la razóri nos proporciona a
más, los pueblos civilizados tienen nosotros.
cierto derecho a atribuirse el uso F1L.-Pero yo quisiera saber có
de la sana razón sobre los salvajes, mo nos conduciríais frente· a este di
puesto que a éstos los pueden do lerna· de un amigo mío: "Yo desea-·
meñar tan · fácilmente como a los ría --dice:- que los defensores de
animales mtstrando así su superio-· los principios · innatos me dijesen si
ridad. Si no siempre sucede esto. estos principios pue,den ser desarrai
depende de que ellos, como los ani __gados por la educación y por el há
males, se refugian en los bosques, bito o no". Si no pueden serlo, los
4
1
¡_ __._____
·100 LEIBNIZ
mos demostrar que honramos a Dios viento que se respira como una de
más que a todas las "otras cosas; las más sutiles materia¡ conocidas
idea que no es sino una consecuen por nuestros sentidos; y de las im
qia necesaria de la idea y de la exis presiones de los sentidos se parte
Ir tencia de Dios; es decir, en mi len para elevarse poco a poco a los
guaje, una verdacl innata. conceptos s.uprasensibles. Sin em
FIL.-Sin embargo, los ateos pa bargo, esta · dificultad _ de elevarse a
recen demostrar, con su ejemplo, los conocimientos abstractos no . de
que la ideá de Dios no es innata.. muestra nada contra las ideas in�
Y para no hablar de aquellos que natas. Hay pueblos que .no - tienen
mencionan los antiguos, ¿no han si- la palabra correspondiente a "ser".
� - do descubiertos, pueblos enteros que ¿Puede creerse que no sepan lo que
no tienen idea alguna de Dios y ni es un "ser" porque no sepan conce
siquiera poseen palabras con que bir separadamente la idea de ser?
traducir -las nuestras de Dios y al Por lo demás, encuentro tan bello
ma, como en el golfo de Soldan en y elocuente . lo que nuestr_o exce_.
Brasil, en las islas Caribes y en el lente autor dice sobre · ta idea de
Paraguay? · · Dios ("Tratado sobre el entendi
TEo.-El bienaventurado Fabricio, miento humano", t. l, c. 3; § 9),
célebre teólogo de Heidelberg, es que no resisto a trasladarlo. Dice
cribió una- apología del género hu · así: "Los hombres han de tener
_mano para limpiarle de la acusa cierta idea de aquello de que ha
ción de ateísmo.1 Era éste un pro blan unos con otros y tienen, a me
fundo- escritor que estaba por enci nudo, que designar esas cosas con
ma de muchos prejuicios. Sin em ciertos nombres; y si esto de que
bargo, · no he de detenerme aquí a hablan encierra en sí la idea de gran-
discutir la cuestión de· los hechos. deza o de otra propiedad extraordi
Puede ser . que muchos pueblos no · naria que despierta el interés de a1-
hayan pensado nunca en la sustan gún modo, y se presenta a] espíritu
.cia suprema ni en lo que es el alm!l. bajo ]a especie de un poder abso
Yo recuerdo que cuando se trató, luto e irresistible que impone el te
a mi ruego, recomendado por el mor (y yo añadiría: y bajo la idea
ilustre Witsen, de obtener en Ho . de una bondad infinita que forzosa
landa una traducción del "Padre mente tenemos que amar) tal idea
nuestro" en el le9guaje de los Ba no puede menos de imponerse fuer
rantola, al llegar al pasaje "santifi temente y propagarse_más que otra
cado sea el tu nombre", nos tuvimos alguna, mayormente si se concilia
podían comprender lo. que significa de la razón y se
· que detener porque los Barantola no con las más elementales verdades
deduce natural
"santo". También recuerdo que en mente de cada uno de nuestros co
el "Credo" traducido para los ho nocimientos. Ahora bien; tal es la
tentotes nos vimos forzados a expre idea de Dios. Pues en todas las
sar la idea del "Espíritu Santo" con cosas de la creación aparece de un
palabras que en el lenguaje de aque modo tan ostensible el signo asom
llos indígenas expresaban la idea de broso de una· sabiduría y de un po
un viento dulce y agradable. Y esto der infinitos, que toda criatura ra
no era un desatino, puesto que 1a cional que medite sobre éste punto
palabra griega 'lt\lEUµcx, y las latinas no puede menos de descubrir al
anima y spiritus, designaban jgual autor de todas estas maravillas, y
mente en su origen el aire o el la impresión que el descubrimiento
de tal ser produce en el alma de
1 Juan ·Fabricio. El libro citado apa quien oye hablar- de él es tan grande
- reció en 1662. y sugiere ideas . altas· y de tal poder
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTQ HUMANO 101
l-__.____
102 LEIBNIZ
LIBRO 'SEGUNDO
· DE LAS IDEAS
CAPÍTULO I
I_---"-__..,;_
7
-· 106 LEIBNIZ
puede extinguirse por completo .. Si, dos personas distintas; tan distintas
pues, dormimos sin soñar, o por una una de otra cqmo pudieran serlo
lesión, por .un · accidente o una· en- Castor y Hércules. · •
· fennedad estamos sordos, se produ- TEo.-Yo, por mi parte, quiero
éen en · nosotros una infinidad de partir de otro supuesto que · me pa
, pequeñas sensaciones confusas. La rece más real. Pero, ¿debemos_ creer
- misma muerte no' produce en el al- . que tras de ún lapso - de tiempo o
ma de los seres vivos ningún otro después de un gran cambio experi
. efecto, pues sin duda deben volver_ mentado caemos en un completo ol�
tarde o temprano a recobrar la cla- vido? Así· se cuerita que SJeidan 3
ridad de sus percepciones, ya que olvidó antes - de su muerte todo lo
todo en la naturaleza sucede con que sabía, y aun se han dado otros
arreglo a un orden. Sin embargo, numerosos ejemplos de tan triste ca
concedo que en dicho estado de con, so. Supongamos. ahora que tal hom
fusión el alma no sufrirá placer ni bre se rejuveneciese de nuevo y vol
dolor alguno, pues éstas son percep- viese a aprender todo lo que sabía;
ciones notables. ¿sería por esto otro hombre? La me-
§ 12. FIL;-Aquellos con quienes nioria_ no es, pues, lo que constituye
tenemos· que habérnoslas ahora (a 1>ropiamen�e la identidad del hom
�aber, los cartesianos, que creen que bre. Sin embargo, la ficción de un
el alma siempre piensa) conceden alma que alternativamente vivificase
vida a . todos los animales distintos diferentes cuerpos, sin que lo que
del hombre; sin atribuirles un alm_a en uno de ,ellos encuentra le inte
qué conozca y piense, c�mo por otra-. resa en el otro, es uqa de aquellas
parte tampoco vacilan en afirmar ' imaginaciones ·- absurdas que _ proce
que el alma pueda pensar sin estar den de conceptos filosóficos iqcom
unida a· un cuerpo. · pletos, del mismo modo que lo son
TEO.-Yo, por mi parte, soy de un espacio sin cuerpos y un cuerpo
· otra opinión, pues si bien convengo sin movimiento; y que desaparece
con los · cartesianos en que el alma rían si se pensase con un poco más
piensa siempre,· discrepo de ellos en de profundidad, pues es de· saber
los otros dos puntos-. Yo creo que -que -el alma conserva todas las im
los animales tienen un alma impere- presiones pasadas y no se puede es
cedera y que las almas de\ los hom- cindir de la manera que hemos di
bres, al igual que todas las demás, cho. En cada sustancia, el pasado
nunca carecen en absoluto de cuer- - y el presente · están en un completo
po, y que sólo Dios, que es pura enlace, y precisamente esto es lo que
actividad (actus purus), está com- constituye la identidad del indivi
pletamente exento de ello. · duo. Pero el recuerdo no es nece-
F1L.-Si fueseis de la opinión de sario, ni aun -siquiera es siempre
los cartesianos, yo hubiera deducido posible si atendemos a la multitud
de esas hipótesis vuestras que, pues- de impresiones presentes y pasadas
to que los _cuerpos de Castor y Po- que se enlazan en nuestros pensa
lux tan pronto podían estar sin al� mientes actuales. Pero en mi opi
ma como con ella, permaneciendo no nión, en el hombre no hay ningún
obstante siempre vivos, ya que ade-· 1>en�amiento que no tenga cierto in
más pueden estar fuera y dentro de flujo. por lo menos· vago, sobre los
los cuerpos, Castor y Polux sólo po- siguientes y no imprima alguna bue- -
' seerían un alma que habitaría alter- lla en ellos. Se pueden olvidar mu
nativamente en los dos cuerpos si a chas cosas; pero se pueden también
estas dos personas se les tuviese
siempre al uno en sueños y al otro s Johannes Sleidanus (1506-1556), cé-
en vigilia. En tal caso constituiría'n lebre historiador.
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 107
recordar, mucho después, si volve la percepción del alma, porque ya
mos a ellas en forma adecuada, he demostrado que ésta, aun dur-
§ 13. FIL.-El que duerme sin so miendo, posee cierta percepción de
ñar nunca se convencerá de que su lo que fuera de ella pasa.
pensamiento haya estado en -acti § 15. FIL.-A menudo, pensar sin
vidad. acordarse al momento siguiente de
TEo.-Pero también, aun sin so lo que se ha pensado se _considera
ñar, nunca dormimos sin que sinta• como pensar de manera· inútil.
mos algunas débiles sensaciones. Es TEO;-,-Todas las impresiones pro
to lo demuestra el despertar mi.smo, ducen su efecto, _pero no todos los
y cuanto más cerca estamos del des efectos son siempre perceptibles;
pertar; tanta mayor conciencia tene cuando yo· me vuelvo más bien de.
mos de lo que sucede fuera de noso un lado que de otro, esto obedece
tros, si bien esta impresión no ·es frecuentemente a un encadenamiento
siempre lo bastante fuerte para des- de pequeñas percepciones, de las
pertarnos. cuales no tengo conciencia, pero que
§ 14. FIL-Parece muy difícil hacen un movimiento más fácil qu�
comprender que el alma en este mo · el otro. _Todos los actos que ejecuta
mento piense en un hombre que mos sin reflexión son resultado de
duerme, y en el momento siguiente un C!)njunto de impresiones débiles,
en un hombre despierto, sin recor y aun nuestros hábitos y pasiones,
darlo. que tanto influjo tienen- sobre nues
TEo.-Pues no sólo es muy fácil tras decisiones, provienen de, ahí,
de comprender, sino que . podemos pues los hábitos se · forman poco a
observar· diariamente algo semejante poco, y sin estas pequeñas percep
en la vigilia, pues estamos continua- · ciones no llegaríamos nwtca a for
mente rodeados de objetos que nues marlos. Ya hice notar. que si quisié
tros ojos ven y que nuestros oídos ramos negar estos influjos en la mo
oyen, y que influyen sobre nuestra ral nos igualaríamos a aquellas per
alma; pero no .reparamos en ellos, sonas poco instruidas que njégan los
porque nuestra atención está embar corpúsculos · invisibles en física..
gada por otras cosas, hasta -que algu Igualmente hay entre aquellos que·
no · de aquéllos · obra demasiado po han _tratado el problema de la libér
derosamente sobre nosotros para tad algunos que, no concediendo
atraer sobre sí nuestra atención. En bastante atención a estas impresio
estos casos nos· conducimos con res nes imperceptibles, capaces de, incli
pecto a determinados objetos como
si durmiéramos, y este _sueño se hará ·nar en un. sentiélo la balanza, llegan
más general si nuestra atención cesa a la concepción de una completa
para todos los objetos en su conjun indiferencia en las acciones morales,
to. Es también un medio para dor a semejanza de la del asno de Bu
mir dividir la atención debilitándola. ridan, que estaba 4a igual distancia
FIL.-Oí contar a un hombre que de sus dos piensos. Ya hablaremos
en su. juventud se dedicaba al estu más adelante de esto mismo. Yo
dio y tenía tan buena · memoria que concedo, en efecto, que estas impre
antes de enfermar de fiebre -de la siones hacen que nos· inclinemos,
cual ya se había curado a los vein sin necesitarlo.
ticinco o veintiséis años, cuando ha FrL.-Ouizá se . dirá _que cuando
bló conmig�. nunca había soñado.
TEo.-También a mí me contaron • 4 Sabido es que entre los escritos- de
Juan Buridan (hacia. 1350) no se há
de- un hombre de más avanzada . encontrado huella de esta anécdo�a: El
edad qui nunca había teniclo ensue argumento___ parece que s_e remonta a .
ños. Pero no podemos fundar sola Aristóteles, De coelo, I, 13, p. 295 b.,
mente en el sueño la continuidad en .32.
1
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108 LEIBNIZ
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110 LEIBNIZ
feso. Oe ahora en adelante, que va Pues las percepciones de las ideas
mos a tratar en detalle de las ideas, aparentemente simples se componen ·
espero que estaremos más canfor- de las · percepciones de la• partes de
. mes y que sólo discreparemos en al estas ideas, sin que el espíritu tenga
gunas particularidades. conciencia de ello, · pues aquellas
· TEo.-Me encantará ver que hom ideas confusas-le parecen simples.
bres inteligent�s estén de ·acuerdo
én los sentimientos que estimo ver
daderos, porque pueden hacerlos va CAPÍTULO 111
ler y esclarecerlos mucho.
De las ideas que adquirimos-por un
�entido especial
CAPÍTULO II
Ahora podemos ordenar las ideas
De las ideas simples simples según el medio por él cual
las adquirimos, que puede ser: 1 !.>,
FIL.-Espero, pues, que conven por medio de un solo sentido, o
dréis cónmigo en que hay ideas sim 29, por medio de más· de un sen
ples y compuestas; así, eJ calor y la . tido, o 39, por la reflexión, o 49, por
blandura de la cera y el frío del todas estas vías de la sensación tan-·
hielo .son ideas .simples, pues el con to como por la reflexión. Por lo que
cepto que el alma posee de ellas es se refiere a las primeras, que en
uniforme · y no se puede resolver en tran por un solo sentido, particular
.distintas ideas. · mente dispuesto para r_ecibirlas,. per
TEo.---Podemos decir, creo yo, que cibimos la luz y los colores por los
estas ideas sensibles son aparente ojos; toda ·clase de ruidos y sonidos,
mente simples, porque, siendo con por el oído; los -diferentes sabores,
fusas; no ofrecen medio al espíritu por el paladar, y los olores, por la
de dis.tinguir lo que contienen. Del nariz. Los órganos o nervios llevan
mismo modo, las cosas lejanas nos · estas impresiones al cerebro, y cuan
parecen redondas porque. no• distin- do el uno o el otro de estos órganos
-guimos sus ángulos, si bien recibi está lésiónado esas sensaciones no
mos de éstos una idea confusa. Es, pueden ser admitidas por una puer
por ejemplo, evidente que el verde ta · falsa. Las más importantes cua
nace de la mezcla del azul con el lidades del tacto son frío, calor y
amarillo; así puede creerse también solidez; todas las demás consisten,
que la idea del verde está compues o bien en la ordenación . de las. par
ta de estas dos ideas. Y sin embar tes sensibles, como Jo su¡ive y lo
go, la idea del verde nos parece tan áspero, o en su combinación, como
sencilla como la del amarillo o la lo compacto, lo blando, lo duro, lo
d.el calor; de donde debemo's colegir frágil.
que tampoco la idea del azul ni del TEo.-Estoy perfectamente de
calor son ideas simples más que en acuerdo con todo lo que acabáis
apariencia. Sin embargo; no · me de decir, si bien_ pudiera poner el
opongo a que· se consideren simples reparo de que, según las experien
estas ideas, porque nuestra concien cias del difunto Mariotte sobre .el
cia al menos no las divide;· pero de punto ciego que se encuentra en la
bemos continuar su análisis por me entrada del nervio óptico, parece ser
dio de la experiencia· y por procedi que las membranas reciben más que
mientos racionales, en la medida en los nervios la sensación, ,así como
que conseguimos hacerlas más ilite que para ei oído y para el gusto
ligibfes. Así se echa de ver que hay . hay una puerta falsa, puesto que
percepciones que . no percibimos. los dientes_ y el vertex contribuyen
L
Í12 LEIBNIZ /
moverse sin mover al mismo tiempo hay quienes dicen que la solidez sen
a otros cuerpos que están en rela sible proviene de una resistencia de
ción con él, lo que ocasiona con la repugnancia de los cuerpos a en
respecto de ellos una especie de contrarse en un- mismo lugar, pero
tracción. En virtud de esa cohesión que no sería invencible. Pues tanto
·a· menudo, hace que aun cuando la totalidad de los peripatéticos mo•
prescindamos de la inercia y de fa dernos como otros muchos creen que
impetuosidad manifiesta· la resisten una y la misma materia puede ocu
cia se· produzca. Pues si nos imagi par más o -menos espacio a lo ,que
namos el espacio llenó· de una ma llaman condensación o enrarecimien
teria completamente fluida, y en és to, y en verdad; no sólo ·aparente
ta un único cuerpo duro, éste (su (como cuando estrujamos. una es
poniendo que el fluido no poseyese ponja y· sale el agua), sino real, co
ni inercia ni impulsión) se movería mo la Escuela supone respecto del
. en el espacio sin encontrar resisten- aire. Yo no soy de esta opinión;
cia alguna. Pero si el espacio estu pero no creo que desde luego se de-
viera lleno de pequeños cubos; la ba aceptar la contraria, pues los sen
resistencia que este cuerpo duro en tidos sin la razón no bastan para
contraría al mQverse entre estos pe- afirmar esta impenetrabilidad, que
- queños cubos provendría de que és yo, ciertamente, tengo por verdadera
tos, precisamente a causa de su du dentro del orden natural, pero que
reza o de la cohesión de sus partes, no se puede conocer meramente por
se disgregarían lentamente, forman- la sensación. También podría afir
- do un movimiento circular para lle mar alguno que la resistencia de los
. nar el lugar vacío del cuerpo móvil cuerpos contra la présión procede
en el momento· en que· éste se des, de una tendencia de todas sus par
plazase. Pero si suponemos que dos tes, que cuando disfrutan de toda.
cuerpos entran al mismo tiempo por su libertad tratan d6�extender&e. Por
los �os extremos de un tubo y lle lo demás, en la determinación de to
nan .-su cavidad uniformemente, la das estas cualidades, el sentido de la
materia que estuviese dentro de este vista, ayudando al tacto, desempe
tubo,. por fluida que nos la imagi ña un gran papel; pero en el fondo,
násemos, opondría resistencia a cau la solidez, en cuanto nos propor
sa de su impenetrabilidad. Así, pues, ciona un determinado _concepto, se
en la resistencia de que aquí se tra_- . éoncibe por la pura razón, si bien
ta deben ser tomadas en cónsidera- los sentidos proporcionan a ésta la
· ción_ la impenetrabilidad de los ·cuer prueba de que está en la natura
pos, su inercia, su fuerza de impul- . leza.
sión y su cohesión. En efecto, la § 4.. FJL.-Por lo menos estamos
cohesión misma, en mi opinión, pro. conformes en que la densidad de
viene de un movimiento más sutil los cuerpos significa que un cuerpo
,de los cuerpos unos hacia otros; pea llena el espacio que ocupa, que ex
ro como este es un punto discutible, .cluye absolutamente a los demás
no deb_emos dejar sentado n_ada. Por cuerpos (cuando no puede encon
la misma razón tampoco debemos trar otro espacio que antes no ocu
- suponer de antemano que hay una paba) , mientras que la dureza, o
solidez originaria esencial que hace mejor dicho, la consistencia, que al
siempre el lugar igual al cuerpo; es gunos llaman firmeza, es la íntima
decir, que incompatibilidad o, para unión de ciertas parfes de la ma
-· · ser más exactos, la incoexistencia teria que se acumula en masas de
de los cuerpos en un mismo lugar es dimensiones apreciables, de modo
1 una perfecta impenetrabilidad que que la masa entera no pierde fácil
no admite ni más ni menos, ya que mente su figura.
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO' HUMANO 113
L __._____ •-'---
114 LEIBNIZ
es también compresible, ·como es di- más que formas de orden, y en-este
latable en la evaporización, yo soy orden un lugar libre (que refirién
en el fondo, de la opinión de quie dose al espacio se llam• -vacío), si
nes creen que los cuerpos son per� le hubiera, sólo designaría en su re
fectamente impenetrables y que la lación !!On la realidad la posibilidad
condensación y la rarefacción son de lo que falta.
sólo aparentes. Sin embargo, experi FIL.-Me alegro que convengáis
mentos tales son ,tan poco capaces conmigo en el fondo en que el vo
de probar como el tubo de Torri lumen de la materia no cambia. Pero
celli o la bomba de Guericke para me parece que vais demasiado lejos
demostrar la existencia de un vacío al no reconocer dos • extensiones y
absoluto.4 que os acercáis · a los cartesianos,
FIL.-Si los cuerpos fueran capa que no distinguen el espacio de la
ces de condensación y enrarecimien materia. Si hubiera gentes que no
to en el verdadero sentido de la pa tuviesen en este punto ideas ·distin
labra, su volumen o - su extensión tas (es decir, que no· distinguiesen·
variaría; pero como quiera que esto entre el espacio y la solidez que lo
no sucede-serán siempre desiguales llena) , no sé éómo se entenderían
al mismo , espacio; sin embargo, su eón los demás. Serían como sería
extensión se puede distinguir siem- u-n ciego al que otro ·hombre le ha
, pre de la del espacio. blase del escarlata: y el ciego cree
TEo.-El cuerpo puede tener una ría que ese color se parece al so
extensión que le sea propia, la cual nido de una -trompeta.
no ha de ser siempre determinada TEo.-Pero yo admito también que
e igual a un mismo espacio. Si· bien las ideas de extensión y de solidez
cuando se piensa el cuerpo se pien no consisten sólo en un algo indefi
sa realmente algo más que el mero nible, como la del color escarlata.·
espac(o, no se sigue de aquí que ha En opqsición a los cartesianos, yo
ya dos extensiones: la del espacio distingo entre extensión y materia,G
y la del cuerpo. Pues aunque se pero no creo que haya dos extensio
piensen varias cosas a· la vez, se nes. Pues ya que los. que disputan
piensa algo más que el número; a sobre la diferencia entre la exten
saber;las cosas numeradas (res nu sión y la solidez están conformes so
meratas), . y sin embargo no hay dos bre varias verdades que se refieren
pluralidades: una abstracta, o. sea el a esta cuestión, y poseen con res
número, y otra concreta, o sea las pecto a este problema conceptos cla
cosas numeradas. También se puede ros, pueden encontrar en ellos un
decir que no hay necesidad de re medio de salir de su· discrepancia.
presentar dos extensiones: una abs La supuesta diferencia de las ideas
tracta del espacio y una concreta no. les debe servir de pretexto para
del cuerpo, pues ·lo concreto es en prolongar ·eternamente sus disputas;
cuanto es, sólo en virtud dt'.I lo abs- si bien yo sé que muchos cartesia
- tracto. Y así como los cuerpos pa nos, por lo demás preclaros, tienen
san de un lugar a otro del espacio, la costumbre de atrincherarse detrás
es decir, cambian su orden recípro de las ideas que creen poseer. Pero
co, también las cosas pasan de un si se sirvieran del medio preconiza
lugar en el espacio o de un número do por mí para distinguir las ideas
a ·otro cuando, por ejemplo, el . pri verdaderas de las falsas o -medio .
mero pasa a ser segundo y el segun
do se convierte en tercero, etc. En
efecto, el tiempo y el espacio' no son 5 V. las observaciones de Leibniz a
los princ_ipios · cartesianos y el "Speci-
. men dynumicum". r.
4 V. Co_rrespondencia con Clarke. 6 Este medio consiste en referir las 1
NUEVO TRATADO SOBRE X:L ENTENDIMIENTO HUMANO 115
116 LEIBNIZ
do del movimiento. Pues al movi- · qQe los cuerpos sólo obran por im r
m!ento le ·es esencial la gradación, pulsión. Sin embargo, en la prueba
mientras· que todos los · reposos son antes propuesta hay un�dificultad, �
r
iguales. Otra cosa sería si se tratase pues no en toda atracción se ex
de la causa del reposo, pues ésta, cluye el contacto; antes bien, puede e
en la segunda materia o masa, de- suceder, como ya demostré al ha B
be ser algo positivo.1 Yo llegaría blar de la dureza, que sin impulsión l
a creer q�e la misma idea de repo- visible se produzca un contacto y I
so es privativa, es ,decir, que no es un movimiento en el cuerpo. Si e�is
más que una neg�ción; el acto mis- tiesen los átomos de Epicuro, una
1!1º de la negación es algo posi- , porción de. éstos al ser impulsada r
t1vo. arrastraría a los otros, poniéndolos s
§ 9. FIL.-Puesto que las cualida- por consiguiente, en movimie�to sin f
des de las cosas son las -capacidades impulsión. En esta atracción, entre e
de despertar en nosotros la percep- cosas que no son contiguas· en el e
ción de las ideas, es conveniente espacio, no se puede, sin embargo, f
distinguirlas unas de otras. Hay cua- decir que aquello que atrae a otra 11
lidades primarias y secundarias. La cosa obra donde no está. Esto sólo o
extensión, la solidez, la figura, el iría contra· la atracción a distancia; f
número, la movilidad son cualida- por ejemplo, de las llamadas vires s
des originales e inseparables de -los centripetae (fuerzas centrípetas) de d
cuerpos, y yo las llamo primarias. que hablan muchos eminentes sa- V
§ 10.-En cambio designo con el bios.2·
nombre de secundarias las faculta- § FIL.-Algunas partículas, afee le
des o fuenas de los cuerpos de pro- . tanda a nuestro fµerpo de cierta ma c
vocar en nosotros ciertas impresio- nera, causan en nosotro$ determina s,
nes sensibles o ciertos efectos en das sensaciones de color o de sabor d
otros cuerpos, como el que produce · u otras cualidades secundarias que l;
el fuego en la cera al fundirla. • tienen el poder de producir estas d
TEo.-Podría decirse, creo yo, que ·sensaciones. No es más difícil de é
la fuerza, si _se entiende por fuerza comprender que Dios pueda relacio
algo inteligible y claramente expli- nar tales ideas (como la de calor)
cable, debe ser clasificada entre las con movimientos con !os que no tie �
fi
cualidades primarias; pero si sólo nen semejanza alguna, que compren- . �
es sensible y da únicamente una der que la idea de dolor vaya unida E
idea confusa, se . debe incluir entre al movimiento de un pedazo de hie p
las propiedades secundarias. rro que desgarra nuestra piel; mo-. a
§ 11. FIL.-,-Estas cualidades pri- vimiento que no se parece en modo· n
marias nos hacen comprender cómo alguno al dolor. b
obran los cuerpos unos sobre otros. TEo.-No nos debemos imaginar rr
Ahora bien; los cuerpos, en cuanto que ideas como la de color o de h
nosotros sabemos, sólo obran· unos dolor sean arbitrarias y carezcan de le
sobre otros por· impulsión, pues no una relación natural con sus causas; p
se comprende que un cuerpo pueda k
actuar sobre . otro con el cual no • 2 La·teoría de le atracción y la ide a �
tiene contacto, puesto· que tanto val de lns fuerzas ·centrípetas fue conce k
dría esto como sup·oner que puede bida antes de Newton, especialmente
obrar allí donde ·no está. por Geplero (Astronomfa nova (1609):
"
ci
TEo.-También so'/ yo de opinión ópera, ed. Frisch, III, 150), y desarro �
llada Juego por Roberval en su obra
Aristarcl1i Samii de mundi Systemate �
1 Para la distinción entre primera y (1644). V. además Rosenberger, lsaak h
segunda materia (que se identifica con Newton y sus principios físicos, Leip �
la mase), v. el "Speéimen dynamicum". zig, 1895, p. 135. �
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 11-7
1
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118 LEIBNIZ
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NUEVO TRATADO-SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 121
iL-
I
122 LEIBNIZ
hafa convencido de eilo, o que en TEo.-Muy bien y creo que se
fµerza de razonar sobre los rayos puede decir otro tanto de las plan
según . la óptica, haya comprendido tas; pero en cuanto al . lflmbre, sus
por la luz y la sombra, que hay percepciones van acompañadas de ·
. una cosa que detiene estos rayos y la facultad de reflexión, que pasa
que debe ser justamente lo que le al acto cuando· tien� objeto. Pero
queda en el tacto; a lo que llegará -cuando se encuentra.- reducido a un
por fin cuando vea dar vueltas el estado en que está ccimo ·sumido en
cubo y la esfera y cambiar de som un letargo, y casi sin sentido, la. re
bras y de apariencia,- según el mo. flexión y la ápercepción cesan, y
vimienfo, o bien cuando, estando los entonces no piensa en. las verdades
· dos cuerpos · en reposo, la luz que univer,sales. Sin embargo, las facul
los ilumine cambie de lugar, o sus tades y disposiciones innatas y ad
ojos cambien de posición. Pues és quiridas, y aun. las impresiones re
. tos son, poco más o menos, los me cibidas en este estado de confusión,
, dios que tenemos para discernir no por eso éesan - y no se borran,
desde lejos un cuadro o una pers- aunque se las olvide; contribuirán
pectiva que representa un cuerpo, algún día a· algún efecto notable,
del cuerpo verdadero. pues nada, es inútil en_ la paturale� ·
§ 11. FIL.-Volvamos a la percep za, toda confusión se aclara y los .
ción en general. esta distingue a los mismos animales, llegados a un es
animales de los seres inferiores. tado de estupidez, han de volver un
TEo.-Me inclino a creer que tam · día a tener percepciones más dis
bién en las. plantas hay alguna per tintas, y como quiera- que las sus-
c_epción y apetición, y esto por la tancias simples duran siempre, no
gran analogía que hay entre-las plan se debe juzgar de la eternidad por
tas y ·Ios animales; y si hay .un alma algunos años.
vegetativa, como es opinión gene
ral, esta alma tiene que tener per-
cepción. Sin embargo, yQ no dejo de
atribuir . al mecanismo todo lo · que CAPÍTULO X
sucede en el cuerpo de las plantas
y de los animales, excepto su pri De la r,etentiva
mera formación. Así, yo estoy de
acuerdo en que el movimiento de · § 1, 2. F1L.-La otra facultad por
la planta que llamamos sensitiva la cual _el __.espíritu avanza más en
proviene del mecanismo, y no aprue- el conoc1m1ento de las cosas que por
ha el que se recurra al alma cuando la simple percepción es lo que de
se trata de explicar el detalle de los nomino retentiva, facultad que con
fenómenos de las plantas· y de los serva los conocimientos recibidos
animales. - por los sentidos o por la reflexión. '
, . § · 14, FIL....:._Es verdad que yo mis- La retentiva procede de dos modos:
mo no podría dejar oe creer que conservando en acto la idea presen°
aun-en esa clase de animales, como - te, lo que yo llamo contemplac_ión,
. las ostras y los mejillones, hay al- Y, guardando el poder de reprodu
guria percepción, por pequeña que c1rla, que es lo que se llama me
¡,- sen· pues', las sensaciones vivas no moría.
harían más que perturbar' a un ani- _ TEo.-Retenemos también, y con
mal condenado a estar siempre en templamos, los conocimientos inna- ·
el sitio en que el azar le colocó, tos, y con frecuencia no podríamos
y bañado én agua fría o caliente, distinguir lo innato de lo adquirido.
limpia o sucia_: según llegue has- Hay también.una percepción de imá- .
ta el. · genes que, � existen ya desde hace
- --- ',""t¡,....>L 1
NUEVO TRATADO SOBRE EL BNTENDIMiENTO HUMANO 123
algún tiempo, o se forman de nue- en estas verdades innatas y para ana
vo en nosotros . lizarlas es preciso discernimiento;
§ 2. FIL..,.-Pero entre nosotros se, mas no por· eso dejan de ser in
cree que esas imágenes o ideas de- natas.
jan de ser algo desde el momento § 2. FIL.-Ahota bien; la vivaci- -
en que no son actualmente aperci- dad del espírjtu consiste en recordar
birlas, y qu'e décir que hay ideas de prontamente las .icleas; pero es fun
reserva en la memoria no significa ción del juicio representárselas cla
otra cosa en ._el fondo, sino que el ramente y distinguirlas con '?xacti-.
alma en muchas ocasiones tiene el tud.
poder de evocar las percepciones que TEo.-Quizá ambas funciones no
ya ha tenido, con un sentimiento sean más qu é vivacidad de la ima
que la persuade a la vez de que ya ginación y el juicio consista en el
tuvo antes esa clase de percepcio- examen de las proposiciones según
nes. la razón.
TEo.-Si las ideas no fueran más F1L.-No estoy yo muy distante
que las formas o maneras de los de esta distinción entre el espíritu ·
. pensamientos, cesarían con éstos; y el juicio, y a veces el juicio con
pero vos mismo habéis reconocido siste en no· emplearle demasiado. Por
que son los objetos internos, y sien- ejempJo, sería ir en cierta manera
do así, pueden subsistir. Y me asom- contra' algunos pensamientos espiri
bro de que os paguéis de esas !lle - . tuales, examinarlos por .las reglas
ras potencias o facultades que r e'fu- severas de la verdad y de la sana
taríais en los filósofos escolásticos. raz ón.
Sería preciso explicar un poco. más TEÓ.�Esa observación es oportu•
distintamente en q�é cónsiste esta na. Es preciso que los pensamientos
facultad y cómo se e1erce; Y esto nos espirituales .tengan algún fundamen
h�ría _compren�er que hay. dispo_si- to, por lo menos aparente, en la
c10nes que son restos de unpres10- razón; pero no tiay que desmenuzar
. nes pasadas, tanto en el alma como · 1os con demasiada minuciosidad, co-
en el- tuerpo, pero de las que no mo no hay que mirar un cuadro
nos ·damos cuenta hasta· que 1a me- desde .muy cerca. En este punto
moría . encuentra ocasión. Y si no creo que el P. Bouhours 1 peca al•
quedase nada de los pensamientos . guna vez en su - obra sobre el .arte
pasados,- en c!1an'to . ya no l�s pen-. de pensar en las obra� del . espírit�,
samos, no seria posible explicar có- como cuando desprecia esta máx1-
·mo podemos conservarlos en la me• .ma de. Lucano:
moria; y recurrir. par.a i;xpliéarlo a
una mera facultad es no decir nada Victrix causa diis- placult,
inteligible. sed victa Cat oni.
§ 4. FIL.-Otra operación del es
CAPÍTULO XI píritu con respecto a sus ideas . es
la comparación que hace de una
De la facuita(! de discernir idea con otra acerca de su exten
~1as ideas sión, de sus grados, del tiempo, del
lugar o de cttalquier otra circuns
§ l. Fa.-De la facultad de dis, tancia; de ahí proviene ese gran nú- ·
cernir ]as ideas depende· la eviden•
c_!a y la esteza de muchas propo_si• - 1 Bouhours D m u
( o iniq e) (16 22-1702).
c1ones que pasan por verdades ID· su obra se titula: De la maniere de
natas. bien penser dans les ouvrages· d'esprít
TEo.-C onfieso que para pensar (1687).
1
1
'--
.!.· -
·-
124 LEIBNIZ
mero de ideas comprendidas bajo el pero esto no es todavía la abstrac de·
nombre de · relación. ción, pties . ésta exige una ttonside vir
T.EQ.-En mi sentir, la relación es ración · de las notas comunes sepa tul
más general que la comparación, radas de lo particular, y por con va
pues las relaciones son o de compa siguiente entra en ella .el · conoci pa
ración o -de. concurrencia. Las pri miento de las verdades universales,
meras se refieren a la conveniencia cosa que no es dada a las bestias.
do
f�
o disconveniencia (tomo estas pala Se ha observado también que las
bras en su sentido menos amplio) bestias que habla!} no sé sirven de to1
que ·comprende la . semejanza, la palabras para expresar las ideas ge de
igualdad, la desigualdad, etc.. Las nerales y que los hombres privados . na
segundas implican algún - nexo, co del uso de la palabra y de los nom- Ci]
mo el de causa y efecto, el de todo . bres no dejan de servirse de otros ce
y parte, de situación· y orden, etc. signos generales. Y Irie gusta ver que pe
§ 6. F1L....:...La composición de las comprendéis en este punto y en otros se
ideas simples, para hacer de ellas las excelencias de la naturaleza hu su
ideas complejas, es también una ope mana.
ración de nuestro espíritu. A esto § 11. Fm.-Si las bestias tienen la
se puede referir \a facultad de ex al�nas ideas y no son· puras · má tú
tender las ideas, uniendo las que quinas, como algunos pretenden, no q,
son de una misma especie, como podemos negar que tienen cierto gra ta
cuando formamos una docena de va do de razón; y eri cuanto a mí me ci
rias unidades. parece tan evidente ·que razonan co ec
, -TEo.-Tap.to una cosa como otra mo que tienen sentimientos. Pero d,
es componer; pero la composición razonan· únicamente sobre ideas par a
de las id�s semejantes es más sim- . ticulares, conforme .se las van pre d,
ple que la de las ideas diferentes . sentando sus sentidos. h
§ 7. FIL.-Una perra podrá criar TEo.-Las bestias pasan de una ri
cachorros de zorro, jugará con ellos imagen a_ otra por la relación que y,
. y tendrá por ellos la misma pasión entre ellas han percibido en otras c:
que por sus pequeñuelos, si se pue ocasioqes; por ejemplo: vUando el u
de conseguir que las crías_ se ama amo coge un palo, el perro sabe que l'l
manten de ella lo bastante para que le van a pegar. Y en muchas oca- · s:
la l.eche se difunda por todo su siones, los niños, al igual que los i1
cuerpo. Y no parece que los • ani- demás hombres, no tienen otro pro b
. males que tienen muchos hijos a la cedimiento para pasar de una idea f
vez reparen en su· número. a otra. Esto, en un sentido muy am- ,.. J:
. TEO._:_El amor. de los animales · plio, se puede llamar_ consecuencia [
procede de un sentimiento que se y razonamiento. Pero yo prefiero e
acrece por el hábito. Pero en cuan · conformarme al uso establecido, con e
to a la multitud precisa, los hom sagrando estas palabras al homQre y }
bres mismos no podrían conocer el circunscribiéndolas al conocimiento
número de las cosas sino por algún · de alguna razón del nexo de las per
medio auxiliar, como por ejemplo cepciones que las sensaciones por sí
sirv-iéndose de los - numerales para solas no nos podrían dar,.. pues su
contar o �e las disposiciones en fi afecto se limita, naturalmente, s ha
gura que nos hacen conocer si falta cer que esperemos otra vez la mis
algo sin necesidad de contar. ma relación que se percibió ante
§ 10, F1L.-Las bestias no hacen riormente, aunque tal vez las razones
abstracciones. no sean las mismas, que es lo que
TEo.-Creo lo mismo. Conocen, engaña frecuentemente a los que no ..
al parecer, la blancura y la notan se rigen más que por los sentidos.
en el yeso, así como en la nieve; § 1�. F1L.-Los imbéciles carecen
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 125
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NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 127
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128 LEIBNIZ
gura. Pero una sola . línea puede tras definiciones demasiado a la le
comprender una figura superficial; tra. Pero pasemos de la figura al
por ejemplo; el círculo, el óvalo, lugar. Cuando encontraiftos la mis
como del mismo modo una sola su mas piezas · sobre las mismas .casi
perficie curva puede formar una fi. llas del tablero en que las habíamos
gura sólida,. como la esfera o el es dejado, decimos que están todas en
feroide. Sin embargo, no solamente el mismo sitio,· aunque quizá el ta
varias líneas rectas o superficies pla blero haya cambiado de l_ugar. De
nas, sirio también muchas líneas cur� cimos también que el tablero está en
vas o varias superficies curvas pue el mismo sitio si sigue en el mismo
' den concurrir a f ormar ángulos I en sitio de la cámara del ·barco, aun-
tre ellas cuando la una no es la que el . barco se haya hecho a la
tangente de la otra. No es fácil dar • vela. Se dice·. también que el barco
la definición de la figura en gene está_ en el mismo :sitio siempre que
/" ral, según el uso de los geómetras. guarde _la misma distancia con las
Decir que es una extensión limitada · partes vecinas, aunque la tierra haya ·
sería demasiado general, pues una dado la vuelta.
línea recta, por ejemplo, aunque ter TEo.-El lugar .es, · o particular,
minada por los dos extremos, no es el cual es, considerado'. con respecto
una figura, y ni aun dos rectas po a ciertos cuerpos, o universal, que
drían constituirla. Decir que es una se refiere a todo y respe:cto del cual
extensión limitada por una exten todos los cambios, cualquiera que
sión no es bastante general, pues la sea su relación con otro cuerpo, son
superficie · esférica entera es una fi. tenidos en cuenta. Y aunque no hu
gura, y sin embargo no ·está limitada biera nada fijo en el universo, el
por .extensión alguna. También se lugar de cada cosa no dejará de es
puede decir que la figura es una ex tar determinado por el razonamien
tensión limitada en la cual hay una to si· hubiere un medio de llevar un
infinidad oe caminos de un punto a registro de. t�dos los cambios, o si
otro. Esto comprende las superficies bastase la memoria de un· hombre,
limitadas sin líneas terminantes, que · como sucede con los árabes, que se
la definiéión anterior no compren dice que juegan al ajedrez 'de me
día, y excluye las ·líneas porque, e1 moria y a caballo. Sin embargo, lo
una línea, de un punto a · otro, ne . que nosotros no podemos compren
hay más que un camino o un nú der no deja de estar determinadq en
mero determinado de caminos. Pero . la verdad de las cosas.
aún sería mejor decir que la figura · '§ 15. FIL..:....Si alguien me pregun
es una exten&ión limitada que puede ta lo que es el espacio, le contestaré
recibir una· sección extensa, o bien que estoy dispuesto a decirlo cuan
que tiene anchura, término ctiya de do él me diga lo que es extensión.
finición no se ha dado todavía. TEo.-Yo quisiera poder decir tam
§· 6. FrL.-Por lo menos, todas las bién lo_ que es la fiebre o cualquier
figuras no son otra cosa que los mo · otra enfermedad, como creo que po
dos simples del espacio. dría explicar la naturaleza del es
TEo.-Los modos simples, según pacio. •La extensión es la abstracción
· vos, repiten una misma idea; pero de lo extenso. Ahora- bien; la exten
en las figuras no siempre se_ trata sión es un continuo cuyas partes son
de la repetición de una misma. cosa. coexistentes o existen a la vez.
Las curvas son muy diferentes entre § 17. FrL.-Si me preguntasen si
sí y de las lín�as rectas. Así que yo· el espacio sin cuerpo es sustancia o
no sé cómo daríamos aquí la defi accidente, tendría que responder sin
nición del modo simple. vacilar que no lo sé.
§ 7. FIL.-NO hay eme tomar :nUP.S• · TEo.-Tengo motivos para temer
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 129
.
en· las Provj¡ciales de Pascal. he demostrado en otra parte.
4 Otto de Guerike, célebre físico de
Magdeburgo, muerto en 1686. A él se
debe la primera idea de la máquina 5 V. Descartes, Principes de la philo•.
neumática. sophie,. 11, pasta, p. 21.
li
i
L
·1
130. LEIBNIZ
1
L __.____
132 LBIBNIZ
dades eternas, que se refieren tanto asigna partes más que a sus opera
a lo existente como a lo posible. ciones. Sin embargo, con relación al
§_ 28. · FIL....:_En efecto, la idea del espacio es preciso · attjbwrle la in
tiempo y la de lá eternidad vienen mensidad, que confiere también par
de una misma fuente, pues podemos tes y orden a las operaciones inme
añadir en nuestro espíritu ciertas diatas de Dios. Es la fuente tanto
longitudes de duración las unas a de las posibilidades como de las
las otras, siempre que queramos. existe�cias; de las· primeras, por su
TEo.-Mas para lograr la noción esencia; de las segundas, p·or su vo
de eternidad debemos añadir la idea luntad. Así, el espacio y el : tiempo
de que la misina razón existe siem� traen de :e1 su realidad y :e1 puede
pre para ir más lejos. Esta conside llenar el vacío cuando le acomode.
ración es la que completa la noción En este sentido se puede decir que
de lo infinito o de lo indefinido en está en todas partes.
los progresos posibles. Así, los sen § 11. FIL.-No sabemos qué rela
tidos, por sí solos, no bastarían ciones tien·en los espíritus con el es- ·
para formar estas nociones; Y en el pacio, ni cómo participan de éL Pero
fondo se puede decir que la idea de sabemos que participan 'de la dura-
lo absoluto es anterior en la natura ción. ·
leza de las cosás a la de los límites TEo.-Todos los espíritus · finitos
qué se añade después. Pero· noso están siempre unidos a algún· cuerpo
tros no notamos la primera sino. co orgánico, y se representan los :clt>
menzando por lo que tiene límites rnás cuerpos con . relación al· suyo.
y afecta a nuestros sentidos. Así, su relación con· el espacio es
tan manifiesta como la de los cuer
pos. Por lo demás, antes de dejar
CAPÍTULO XV esta materia añadiré una compara
ción del tiempo y del lugar a las
De la duración y de la expans!ón que vos habéis dado; y es que si
consideradas con;untamente · hubiese un vacío en el espacio (co
mo por ejemplo si una esfera estu
§ 4. F1L.-Se admite más fácil viese . vacía por dentro) se podría
mente una duración in.finita .del determinar sus dimensiones; pero si
tiempo que una extensión infinita hubiese un vacío en el tiempo, es
del espacio, porque concebimos una decir, una duradón sin cambios, st>
quración infinita en Dios y no atri ría imposible determinada longitud.
buimos la extensión más que a la ¿De dónde procede que se puede rt>
materia, que es finita, y llamamos futar al que dijera que · los cuerpos
imaginarios a los espacios más allá entre los cualés hay vacío se tocan?
,del· universo. Pero (§ 2) Salomón Pues los dos polos opuestos de una
parece haber pensado de otra ma esfera vacía no podrían tocarse; la
riera al decir, refiriéndose a Dios: geometría se opone a éllo. Pero no
los cielos, y los cielos de los cielos se podría refutar a aquel que dijese
no pueden contenerle; y en cuanto que dos mundos de lqs cuales uno
a fuí, ·yo creo que aquel que se fi. sigue al otro se tocan en cuanto á ·
gura poder extender su pensamiento la duración, de suerte que el :uno
más allá del lugar en el que Dios comienza necesariamente cuando el
existe, se forma una idea exagerada otro termina, sin que pueda haber
de la capacidad de su propio pen intervalo. No se le podría· refutar,
samiento. digo, porque este intervalo es inde
TEo.-Si Dios fuese extenso ten terminable. Si el espacio no fuer a
dría partes:· Pero la duración no más que una línea ·y si el cuer)?o
NUEVO TRATADO ·SOBRE EL ENTENDIMIENTO. HUMANO 133
estuviese inmóvil, también sería im Así, las modificaéiones de la exten
posible determinar la longitud del sión, cuando no nos servimos de nú
vacío entre dos cuerpos. _ meros, no pueden ser distinguidas
más que por la figura, tomando es
ta palabra de un modo tan general
CAPÍTULO XVI que signifique todo lo que hace que
·dos cosas extensas nó sean ·semejan
Del número tes la una a la otra.,
1 •
§ 5. F1L.-Repitiendo la idea de
§ 4. FIL.-En los números, las unidad y uniéndola á otra unidad;
ideas son más precisas y más pro- formamos una idea colectiva que lla
. pias para ser distinguidas unas de mamos "dos". Y cualquiera puede
otras que en la extensión, en la que hacer esto y añadir siempre una uni-·
no se puede observar o medir cada dad más a la última idea colectiva,
igualdad y cada exceso de-tamaño a la cual daremos un nombre parti•
tan fácilmente como en los núme cular, con lo que podremos contar
ros, por la razón de que en· el es� mientras haya una serie de nombres
pacio no podríamos llegar por el y bastante memoria para retenerlos.
pensamiento a una cierta pequeñez TEo.-Por este solo medio no po f
determinada más allá de .la cual no dríamos ir muy lejos, pues la me
pudiéramos ir; como es la unidad moria sufriría una sobrecarga si fue
en el número. se preciso retener un nombre siem
Tim.-Eso se debe entender del pre nuevo para cada adición de una
número entero, pues de lo con'tra nueva unidad. Por esto hace falta
rio, tomado en toda su latitud, es cierto orden , y cierta reduplicación .
decir, comprendiendo los números en los nombres, recomenzando se
scirdos,. rotos y trascendentes,1 y to gún cierta progresión.
do lo que se puede tomar entre dos FIL,-,-Los diferentes modos de los
números· enteros,- es proporcional a números no son capaces de ninguna
la línea, y hay allí tan poco míni · otra diferencia que el más o el me
mum como en el continuo..Así, pues,_ nos; por· esto son modos simples
esta definición,'según la cual el nú como los de . la extensión.
mero es una . multitud de unidades, TEo.-Esto se puede decir del
no es aplicable más que á los ente tiempo y de, la línea recta, pero
ros. La distinción precisa de las ideas nunoa de las • figuras, y aún menos.
en la extensión no . consiste en la de los números, que son, no sola-.
magnitud, · pues para reconocer dis mente diferentes en magnitud, sino.
tintamente la magnitud es · preciso también desemejantes. U� número
recurrir a los números enteros o a par puede ser diviqido en dos igu�-, ·
los otros números concicidos por me les,. pero un impar, no. Tres y seis
dio de los enteros; así, de la can son números triangulares; cuatro y ·
tidad continua es preciso recurrir· a nueve son cuadrados; ocho es cu•
la cantidad discreta para tener un bo, etc:, y esto tiene lugar en los.
conocimiento preciso de la magnitud. numeras aún más que en las figu
ras, pues dos figuras desiguales pue-.
1 Expresiones de la matemática esco den ser perfectamente semejantes la,
lástica, rara vez empleada ya. El sordo una a la otra; pero dos números,
era el · incorimensureble; por ejemplo nunca. No me extraña, sin embargo·,
v 2 El roto es le fracción; por ejem ·
plo ½; el tr..11.scen_dente es el que no pue que la gente se equivoque en este
de ser calculll.do por un número limitado punto, porgue comúnmente no s�
de operaciones aritméticas; por ejemplo tiene una idea precisa de lo seme
log. 3. Estos tres términos están com jante .y lo desemejante. Ved, pues;
prendidos entre dos números enteros. cómo vuestra idea o vuestra expli-.
134 LEIBNIZ .
1
L_ _._____
136 LEIBNIZ
simples. Tales son (§ 2) los modos fija en una idea con gran aplica•
del movimiento, como resbalar, ro ción, la considera bajo todos sus
dar; los de los sonidos (§ 3), que aspectos y no quiere quir&r la a(en•
e�tán modificados por las notas y los ción de ella, a pesar de las· otras
aires como los colores por los gra ideas qqe vienen ·a solicitarle, tene•
dos; sin hablar de los sabores y los mos lo que se llama estudio· o· con
olores (§ 6)'. Tampoco aquí, como tención de espíritu. El sueño, cuan
en los modos complejos, hay nunca do no va acompañado de ensueños,
medidas determinadas . ni nombres es una cesación de todas estas co
distintos (§ 7), porque nos regimos sas, y soñar �s tener ideas en el es
por el uso, y ya hablaremos de esto. píritu mientras los sentidos exterio
más detenidamerite cuando llegue- res están cerr¡ldos, de suerte que no
mos a las palabras. reciben la impresión de los objetos
TEo.-La mayor parte de los mo exteriores con la vivacidad acostum
dos no son bastante simples, y po brada. Es, digo, tener fdeas sin- que
drían ser- clasificados entre los mo nos sean sugeridas por ningún ob- ·
dos · complejos; por ejemplo, para ex• jeto exterior. o po_r ninguna ocasión
plicar lo que es resbalar o rodar, conocida, y sin ser· escogidos ni de
además del· movimiento, hay que terminados de modo alguno ·por el
considerar la resistencia de · la su- entendimiento. En cuanto a lo que
perficie. llamamos éxtasis, dejo a la consi
deración de los demás si no es soñar
CAPÍTULO XIX con los ojos abiertos. ·
TEo.-Serfa conveniente aclarar
De los · modos que se refieren al esas nociones, y haré todo . lo posi
pensamiento ble pará . ello. Diré en consecuencia
que llamamos sensación al acto por
§ 1. .FIL.-De los modos que pro- el que percibimos un objeto exte
ceden de los sentidos pasemos a los· rior, que la reminiscencia es la re
que nos proporcionan la. reflexión. • petición de este acto sin el concurso
La sensación es, por decirlo así, · la del objeto; pero cuando sabemos que
entrada actual de las ideas en el este objeto ha existido hablamos de
entendimiento por ·medio de los sen- recuerdo. Ordinariamente, la pala
tidos. Cuando la misma idea vuelve bra recogimiento se toma en otro
al espíritu sin que el objeto exterior sentido diferente del vuestro; . a sa
que antes la hizo nacer obre sobre ber cdmo un estado en el que nos
nosotros, este acto del espíritu se olvidamos de los negocios, a fin de
llama reminiscencia; si el espíritu sumirnos en la meditación. Pero co
trata de recordarla, y después de al- Iilo, que yo sepa, no hay palabra
gunos esfuerzos la encuentra Y. la que convenga a vuestra nocicSn, se
hace presente, este acto se llaII_la re- podría aplicar la misma que vos em
cogimiento. Si el espíritu la consi- pleáis. Dirigimos nuestra atención a
dera durante largo tiempo con aten- los objetos que distinguimos y pre•
ci6n, se llama contemplación. Cuan- · ferimos a otros. La atención conti
do la idea que tenemos . en el_ es�í- nuada, ya sea que el objeto exterior
ritu flota en él, por decirlo así, sm continúe o no, y aunque éste no
que el entendimiento ponga en ella exista, es la consideración, que cuan
atención alguna, se llama ensaña- do tiende al conocimiento sin rela·
ci6n. Cuando reflexionamos sobre ción a la acción se llama contem·
las ideas que se representan por sí . placi6n. La atención cuyo fin es
mismas y las registramos, por de- aprender (es decir, adquirir conoci•
cirio así, en la memoria, se llama mientos para conservarlos) es estu·
atención; y cuando el espíritu se dio. Considerar para formar algún
.f
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 137
plan es meditar; pero ensoñar par7" y hemos ignorado hasta aquí lo que
ce que no es otra cosa que seguir hay más bello en las almas. Esto
ciertos pensamientos por el placer es lo que hace también que pros
· que nos proporciona sin otro fin de pere tanto ese error según el cual
terminado, por lo que la ensoña las almas son 'ele naturaleza pere
ción puede conducir a la locura: nos cedera.
olvidamos de la realidad, olvidamos
el die cur hic, nos entregamos a los CAPÍTULO XX
ensueños y a las quimeras y cons
truido castillos en el aire. No sabría De los modos del placer y del
mos distinguir los ensueños de las dolor
sensaciones; y de esta manera el éx
tasis es un sueño muy profundo del § 1. F1L;-Como las sensaciones
que cuesta trabajo despertar, que del cuerpo, del mismo modo que
procede de una causa interna pasa los pensamientos del espíritu son, o
jera, lo · que añado para excluir el - indiferentes o seguidas · de placer o
sueño profundo que próviene de un de dolor, no se pueden describir es
narcótico o de alguna lesión dura tas ideas, como no se pueden _des
dera de las funciones, como en la cribir las demás ideas simples, ni
Ietargia. Los éxtasis van acompaña dar ninguna definición de las pala
dos algunas veces de visiones; pero bras de que nos servimos para de
· las hay también sin éxtasis, y la vi-. signarlas.
sión no parece ser otra cosa que un TEo.-Yo creo que no hay per
ensueño que pasa por sensación, co cepciones que nos sean completa
mo si nos enseñase la verdad de los mente indiferentes; pero basta cpn
objetos. Y cuando estas visiones son que su efecto ·no sea notable para
divinas hay verdad en ellas efectiva . que se las pueda llamar así, pues
mente; lo que se puede conocer, por el placer o el dolor parecen consis. (
ejemplo, cuando contienen profecías tir en una ayuda o en un obstáculo
particularizadas que los aconteci notables. Confies_o que esta defini
mientos justifican. · . · ción no es nominal ·y que no se
§ 4. FIL.-De los diferentes gra puede dar tal definición.
dos de contención o de relajación § 2. FIL.-El bien es lo que sirve
del espíritu se sigue que• el pens �- · para producir y aumentar el placer
miento es la _acción y no la esencia en nosotros o en disminuir y abre
del alma. viar algún dolor. El mal es propio
TEo.-Sin duda, el pensamiento para aumentar el dolor en nosotros
es una acción y _no podría ser una o para disminuir algún placer.
esencia; pero es una acción esen TEo.-Soy de la misma opinión.
cial, y todas las sustancias tienen El bien se -divide en honesto, agra
acciones esenciales. Ya he · demos dable y útil; pero en el fondo creo
trado más arriba que nosotros tene que es preciso que sea o agradable
mos siempre una infinidad de pe en sí mismo, o que sirva para pro
queñas percepciones sin notarlo. Ja porcionarnos algún otro bien que
más estamos sin percepciones; pero nos pueda prop·orcionar un senti
es preciso que estemos frecuente miento agradable; es decir, que el
mente sin apercepciones; a saber, bien es agradable o útil, y el hones
cuando no hay percepciones preci to consiste en un placer del espí · ·
sas. Por no haber considerado este ritu. ·
importante.ptlnto es por lo que una §§ 4, 5. FIL.-Del placer y del
filosofía relajada, tan .poco noble dolor proceden las pasiones. Ama
como falta de solidez, ha prevale mos aquello que nos puede. propor
cido en tantos espíritus excelentes, cionar placer y el pensamiento de
138 LEmNIZ
terdam en 1583 y muerto en esta villa lado:· A.n philosophiae studium neces-
en_ 1643. Se cita de 'él un tratado titu-· sariuni sit theologo.
r
146 LEIBNIZ
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148 LEIBNIZ
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na por ba10 de las bestias. manera muy impropia, sino si él
§ · 17. FIL.-Quien dijese qúe �1 hombre es libre. Sentado esto, digo
poder de . ital:ilar dirige el poder de que en tanto. alguno puede, por la
cantar, y que el poder de cantar obe- dirección o .Ja elección de su espí
dece o desobedece. el. poder de ha- · ritu, pref�rir la existencia de. una
bla,, ,o expre,o,ía do una mano,a acción a ía no oxlstoncla do "U
__
__.
._--
150 LEIBNIZ
ción, y al contrario, es decir, puede su · voluntad, no puede menos de
hacer que esta acción exista . o no querer la existencia o la no existen-
exista como él quiere, es libre. Y cia de esta acción. • •
· apenas podríamos· decir cómo sería TEo..:...Yo ere.ería que podemos
posible concebir un ser más libre · suspender. la elección, y que esto
sino en cuanto es capaz de hacer lo sucede muy frecuentemente,· sobre
que quiere; de suerte que · el hom todo cuándo otro$ pensamientos in
bre parece ser tan libre con· rela terrumpen la deliberación; así, aun
ción a las acciones . que . dependen que es preciso que la acción sobre
de este poder que encuentra en sí . la cual se delibera exista o no exista,
mismo, cua·nto es posible a la li no se sigue· de aquí que se deba .
bertad hacerle libre, · si puedo ex- necesariamente resolver sobre su
presarme asL · existencia o · no existencia, pues su
TEo.-Cuando se razona sobre la no . existencia puede darse cuando·
libertad de la voluntad o sobre el falta la resolución. Así, los jueces
libre arbitrio, no se pregunta .si el del Aerópago absolvían, en efecto,·
hombre puede hacer lo que quiere, a un hombre cuyo . proceso habían
sino si su voluntad tiene bastante encontrado niuy difícil de juzgar, y
independencia. No se pregunta si le relegaban il un· ,término muy le
· tiene las piernas o. los codos libres, jano, y se tomaban cien años para
sino si tiene el espíritu libre y en pensar sobre el asunto.
qué consiste esta libertad. Bajo este FIL.-Haciendci al · hombre libre
aspecto, una inteligencia podría ser de ese modo, es decir, haciendo que
más libre qué la otra, y la suprema la acción de querer dependa ·de su
inteligencia poseerá una_ perfecta l,i voluntad, es preciso que haya una
bertad, de la que no son capaces las voluntad o facultad de querer ante
criaturas. rior para determinar los actos d�
§ 23. FrL.-Los hombres natural esta voluntad y . otra para d_etermi
mente curiosos y que tratan de ale nar a ésta; y así indefinidamente;
jar en cuanto pueden de su espíritu . pues allí dc:mde nos detengamos, las
el pensamiento de que son culpa acciones de la última voluntad · no·
bles, aunque sea reduciéndose a un podrán ser · libres.
estado peor que el de una. fatal ne TEo.-Es verdad que se .habla con
cesiciad, no están sin embargo satis poca propiedad cuando hablamos
fechos con esto. A menos que la como si quisiéramos querer. No que
libertad no se extienda aún más le remos querer, . sino hacer, y s_i -qui
jos, no ies _satisface; y esto es, a su siéramos querer,. querríamos querer
juicio, una buena prueba de que el querer, y así hasta el infinito; sin
hombre no es del todo libre si no· embargo, no puede ocultársenos que
tiene tanto la libertad de querer co por medio de las acciones volunta
mo 113 de hacer lo que quiere ( § 23) ; rias contribuimos muchas veces · in
Respecto de lo cual, yo creó que el directamente a otras acciones volun
hombre no podría ser libre en rela tarias, y aunque no se pueda querer
ción a este acto particular · de . que lo que se quiere, como no se puede
rer una acción que está en su poder, juzgar lo que se quiere, se puede sin
una vez que esta acción ha sido pro embargo hacer de manera, de ante
puesta a . su ·espíritu. · y la razón es mano, que se juzgµe o se quiera con
obvia, pues dependiendo la· acción· el tiempo lo que se desea poder que
de su voluntad, es absofotamente ne rer o juzgar hoy. Nos inclinamos a
cesario que exista o que no exista, las personas, a las lecturas y a las
y no pudiendo su existencia o su no consideraciones favorables a cierto
. existencia dejar de seguir ·exactamen oartido; no prestamos atención. a 10·
te la determinación y la elección de que procede _del partido contrario, y
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 151
por estos medios y otros muchos rezca el espíritu en esta materia, que
que se emplean frecuentemente sin tiene muchos repliegues ocultos.
propó sito formal y sin pensar en § 29. F1L.-Ctiando se pregunta
ello, llegamos . a engañarn,os, o por qué es lo que determina la volun
Jo menos a cambiarnos y a conver tad, la verdadera respuesta consiste
tirnos o pervertirnos, según las cir- . en decir que lo que determina la
cunstancias. voluntad es el espíritu. Si esta res
§ 25. FIL.-Puesto que es evidente puesta. no ·satisface, es obvio que el
que. el hombre no está en Hbertad sentido de la cuestión se reduce a
de· querer querer o no, lo primero esto: . ¿qué es lo qúe impulsa al es
que se · preguntá después de esto es píritu en cada ocasión particular a
si el hombre está en libertad de que-: · determinar a tal movimiento o a
rer entre dos cosas la que le gusta; tal repciso particular al poder gene-
por ejemplo, el movimiento o el re . ral qm; tiene de dirigir sus . faculta \
poso. Pero esta pregunta es tan no des hacia el movimiento .Y hacia el
toriamente absurda en sí misma, que reposo? A lo que yo respondo que
puede ser suficiente para cpnvencer lo que nos lleva a permanecer en
a cualquiera · que .reflexione. que la el mismo estadci o a continuar la
libertad no concierne en ningún ca misma acción es únicamente 1a sa- .
so a la voluntad, pues· preguntar si tisfaccióri presente que en ello se
un hombre está en libertad de que encuentra. Por el contrario, el mo
rer lo que le gusta, el movimiento tivo que incita a cambiar es siempre
o el reposo, hablar o callar, es. pre alguna inquietud.
guntar si un hombre puede querer TEo.-Esta inquietud, como ya
lo que quiere o complacerse en lo demostré .en el capítulo anterior, no
que le complace, pregunta que, a es siempre un desplegar, como el
mi juicio, no tiene necesidad de gusto que sentimos no ·es siempre
respuesta. una satisfacción o un placer. Fre
TEo.-Con todo, la verdad es que cuentemente es una . percepción in- .
los hombres encuentran aquí una sensible que no podríamos discernir
dificultad que merece resolverse. Di ni discriminar · y que nos hace in
cen que · después de haberlo cono clinarnos mejor hacia un lado que
cido y considerado�todo, todavía tie hacia otro, sin que podamos dar la.
nen el poder de querer, . no sola razón de ello.
mente lo que . más les . .place, �ino § 30�_:La voluntad y el deseo no·
también todo lo contrario, para de deben ser confundidos. Un hombre
mostrar su libertad. Pero hay que desea ser curado de la gota; pero
tener en cuenta que aun este capri comprendiendo que la supresión de
cho o esta terquedad, o. por lo me-· este dolor podría causarle la trans
nos esta razón que les impide seguir misión de este peligroso humor a
las otras razones, entra en la balan. una parte más vital, su voluntad no
za y les · hace que les agrade lo que podría ser determinada a alguna ac
no les agradaría sin ello; de suerte ción que pueda · ·servir ·para disipar
que la elección está siempre deter este dolor.
minada por la percepción. No se TEo.-Ese deseo es una especie
quiere lo que se querría, sino lo que de veleidad con relación a una vo
le place, aunque la voluntad pueda luntad completa; lo querríamos, por
contribuir indirectamente, y como de ejemplo, si no fuese de temer algún
lejos, a hacer que alguna cosa . agra mal mayor si obtuviésemos lo· que
de o no, c1;2.mo ya he indic�do. Y-no · quéremos, o , quizá un bien mayor
deslindando los hombres siempre to en caso de que, a . etlo renunciára-.
das estas distintas consideraciones, mos.. Sin émbargQ, pue�e decirse
no. es maravilla que tanto �e oscu- que el hombre quiere ser librad9 de
1
1
L -L...o--
152 · LEIBNIZ
l.'
la gota por cierto grado de volun nos (§ 35). Es verdad que hay úna
tad, pero que no llega nunca al úl máxima sólidamente establecida: que /,
timo esfuerzo. Esta voluntad se lla lo que determina la voletad es el
ma veleidad cuando encierra alguna bien, y el mayor bien, hasta el .punto
imperfección o impotencia. que no me sorprende haber supues
§ 3L FIL.-Bueno es pensar, sin to esto en otro tiempo como indu
embargo, que lo que determina · la dable. Sin embargo, después de una
voluntad a obrar .no es el mayor exacta investigación, me veo obliga
bien, como suponemos con frecuen do a concluir que el bien, y el
cia, sino más bien alguna· inquietud mayor bien, aunque juzgado y reco
a.ctual y de ordinario la más apre nocido como· tal, no determina nun
niiante. Se le puede dar el nombre ca la voluntad, a menos que, llegan
) de deseo, que es, efectivamente, una
inquietud del espíritu, causada por
do a desearle de una manera pro
porcionada a su excelencia, este de
la privación de algún bien ausente, seo nos suma en· la inquietud de
además del deseó de verse libre del aquello de que nos vemos privados. ·
dolor. Todo bien ausente no pró Supongamos que un hombre está
_duce un dolor proporcionado al gra• convencido de la qtilidad de la vir
do de excelencia que hay en él, o tud hasta, ver que es .necesaria a
que reconocemos en él, mientras que quien se propone algo grande en
todo dolor causa un deseo igual al este mundo, o espera ser feliz en el
dolor mismo, porque la ausencia del otro; sin embargo, hasta que este
bien no es siempre un mal como lo hombre se sienta hambrJento y se
es la presencia del dolor. Por esto diento de la justicia, su voluntad
se puede considerar un bien ausen no se verá nunca determinada a
te sin dolor; pero en la proporción ninguna acción que · le conduzca a
en que hay deseo en alguna parte, la persecución de este excelente bien,
hay inquietud (§ 32). ¿Quién no y cualquier otra inquietud que se
habrá sentido en el deseo lo que el atraviese en su camino arrastrará su
sabio dice de ,la esperanza (Pro voluntad • a otras cosas. Por lo de
verb., XII, 12); que cuando se di más, supongamos que un hombre
fiere hace que languidezca el cora aficionado al vino considera que lle-
zón? Raquel_ excalama (Génesis, . vando la vida que lleva quebranta
XXX; 1) : "Dadme hijos, o mori su salud y disipa sus bienes, que -�e
ré" (§ 34). Cuando el hombre está deshonra ante el mundo, que se atrae
perfectamente satisfecho del estado enférmedades y que caerá en la in
en que se encuentra, o cuando vive digencia hasta el punto de no tener
absolutamente libre de toda inquie ya é:on qué satisfacer esta pasión
tud, ¿qué voluntad le puede quedar de beber que le domina tan pode
sino la de continuar en tal estado? rosamente; sin embargo, los accesos
Así, el sabio Autor de nuestro ser de inquietud que experimenta por
ha puesto en los hombres el tor estar ausente de sus compañeros de
mento del hambre y de la sed y otros . libertinaje, le arrastran a la taberna
deseos naturales para ·excitar y de a las horas que tiene costumbre de
terminar su voluntad a su propia visitarla, aunque se le represente la
conservación y a la propagación de pérdida de su salud y de su hacien
su especie. "Vale más -dice San da, y quizá hasta de,la felicidad en
Pablo- casarse que quemarse" (1 la otra vida, felicidad que no puede
Cor., VII, 9). Tan 'verdad es que estimar con un bien poco conside
el · sentimiento presente de una pe rable en s( mismo, puesto que con
queña · quemadura tiene más poder fiesa . que es más excelente que �l
sobre nosotros que los. atractivos placer de beber o que la necia cha
de los más· grandes placeres leja- chara de un hato .de libertinos. No
1 -
L
156 . LEIBNIZ
esto (lib. I, cap. 11, § 3) ; los ape determinan sus voluntades a perse
titos son como la tendencia de la guirlos; y durante este tiempo son
piedra, que sigue el camino más cor completamente insensibl� a los bie
to, pero no siempre el mejor camino, nes de la otra vida.
hacia · el centro de la tierra, no pu- . TEo.-Esto · prócede en parte de
. diendo prever que encontrará rocas que muchas veces los hombres no
en que se ha de romper, mientras están convencidos, y aunque digan
que 'se hubiera aproximado más a otra cosa, , una incredulidad oculta
·su objeto si hubiera tenido espíritu reina en el fondo de su alma, pues
y" niedios para desviarse. Por eso, no han comprendido nunca.las bue
yendo directamente hacia el placer nas razones que comprueban esta
del momento, caemos algunas veces inmortalidad de las almas, digna de
en el precipicio de la miseria .. Por la justicia de Dios, fundamento de la
esto la razón nos, opone las imáge verdadera religión, o bien no se
nes de los mayores bienes o males acuerdan ya de haberlas compren
futuros y una firme resolución y dido, y para estar convencidos ne-·
un firme hábito de pensar antes de cesitamos de la una o de la otra.
obrar y luego de tomar el partido Pocas personas conciben que la vi
considerado como ·mejor, aun cuan da futura; tal como la describen la
do las razones sensibles de nuestras verdadera religión y la . vérdadera
conclusiones no estén presentes en razón, sea posible, y están muy le
el espíritu y no consistan más que jos de concebir su probabilidad, por
en imágenes débiles o también en no decir la certidumbre. Todo lo
pensamientos sordos� que dan las que piensan no es' más que psitacis
palabras o signos destituidos de una mo o imágenes groseras y vanas a
explicación actual, de suerte que to0 la mahometana, en las que ellos
do consiste en el pensad bien esto mismos ven poca verosimilitud, pues
y en el memento; el primero, para están muy distantes de sentirse im
trazar reglas, y el segundo, para, se presionados por ellas, como se sen
guirlas, aun cuando no pensemos en tían (según se dice) los soldados
la razón que las hizo nacer. Bueno · del príncipe de los assassinos, señor
es, por tanto, pensar en esto lo más . de la Montaña, a· quienes se trans
· que se pueda paraUenar el alma· de portaba cuando estaban profunda
una alegría razonable y de· un pla mente dormidos a un lugar lleno
cer· acompañado de luz. de delicias; en donde creyéndose
§ 37. FIL.-Estas precauciones, sin en el paraíso de Mahoma eran im0
· duda, son tanto más necesarias cuan huidos por supuestos ángeles o san
to que la idea de un bien ausente tos, de · opiniones · al · gusto de este
no podría contrabalancear el senti príncipe, y desde donde, después de
miento de alguna· inquietud o ·de haber sido aletargados de nuevo, ,
algún placer de que actualmente nos eran vueltos al lugar primitivo; lo
vemos atormentados, hasta que este que luego les enardecía para acome
bien excite algún deseo en nosotros. ter toda clase de empresas, incluso
¡Cuántas personas háy a quienes se matar a los príncipes enemigos de
les · representan los goces indecibles su señor.5 Yo no sé si se· le ha
del paraíso con vivas · imágenes que hecho injusticia a este señor o senior
ellas reconocen posibles o probables,
y que sin embargo se aferran volun
0 Esta historia se refiere al asesinato
·tariamente a la felicidad de que .go
zan én este mundo! Y es que las del Margráve Conrado, un valiente ene
inquietudes de sus deseos presentes, migo de Saladirio. (V. G. Weil, Ges•
chichte des Chalifen, t. III, p. 423;
al sobreponerse y lanzarlos . rápida Wilken, Geschichte der Kreuzzüge, V,
mente hacia los placeres de la vida, 485).
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 157
(viejo) de la Montaña, pues no . se bres de la persecución de lo� ver
dice los grandes príncipes a quien d aderos bienes por la sola . exposi
hizo asesinar, aunque en los histo ción_ de nuestras debilidades.
riadores ingleses encontramos la car § 39. FIL.-Todo consiste casi en
ta que se le atribuye, para disculpar hacer desear constantemente los ver
al rey Ricardo I del asesinato de daderos· bienes. Y rara vez sucede
un conde o príncipe de Palestina, que alguna acción volúntaria se pro
que este señor confiesa haber hecho duzca en nosotros sin que algún de
matar por haber recibido ofensa de seo la acompañe; por esto, la volun
él. Sea de ello lo que quiera quizá tad y el deseo se confunden tantas
fuera llevado de un gran celo por veces· una con otro. Sin embargo,
su religión por lo que este príncipe no hay. que considerar la inquietud,.
de asesinos quiso dar a las gentes que forma parte o que por lo me
una idea ventajosa del paraíso que nos es una secuencia de la mayor
no se le borr�ra y les impidiese es parte de las demás pasiones, como
tar sordos; sin pretender por esto enteramente excluida de este artícu
hacerles creer que habían estado en lo;· pues el odio, el temor, la cólera,
el paraíso mismo. Pero suponiendo la envidia, tienen cada una sus in
que lo hubiese pretendido, no habría quietudes, y de esta manera operan
que asombrarse de que estos fraudes sobre la voluntad. Yo dudo que nin
_ piadosos hiciesen más efecto que la guna de estas pasiones exista por
verdad· mal administrada. Sin· em sí sola, y .aun creo que sería muy
bargo, nada más fuerte que la ver difícil encontrar una pasión que no
dad si se supiese· enseñar y hacerla fuese acompañada de deseo. Por lo
valer; y habrá medios· indudable� demás; estoy seguro que siempre que
mente de hacerla accesible a los hay inquietud .hay deseo. Y como
hombres. Cuando considero cuánto nuestra eternidad _no depende del
pu_ede la ambición y la avaricia en momento presente, dirigimos nuestra
todos. aquellos que se_ lanzan una mirada más allá, cualesquiera que
vez a esta clase de vida, casi des sean los placeres de que gozamos
tituida de atractivos sensibles y pre actualmente, y el deseo que acom- ·
sentes, no desespero de nada y afir · tJaña a estos placeres anticipados so
mo que la virtud haría infinitamente bre el porvenir arrastra siempre a
mucho. más efecto, acompañada C(}o la ·voluntad a la secuencia; de. suer
mo lo está de tantos bienes sólidos, te que, aun en medio de la alegría,
si' alguna felii revolución del género lo que sostiene la acción de donde
. humano la pusiese un día en boga depende el placer presente es el de
y como de moda. Es muy seguro seo de que continúe este placer y el
que se podría acostumbrar a los temor de verse privado de él, y siem
jóvenes a que su mayor placer fue pre que una mayor inquietud que
ra el ejercicio de la vfrtµd. Y hasta. ésta se apodera de nuestro espíritu
los . mismos hombres maduros . po determina a éste a una nueva acción
drían imponerse leyes "y un hábito y el placer presente es despreciado.
de adquirir las que les condujeran TEo.-Muchas percepciones e in
a este fin tan rápidamente e inspi� clinaciones· concurren a la• volición
rándoles tanta inquietud ante los ex perfecta, que· es el resultado de su
travíos como la que sentiría un bo conflicto. Hay aparte percepciones
rracho cuando se ve imposibilitado imperceptibles, cuyo conjunto proa
de ir a la taberna. Me es grato aña duce una inquietud que obra : sobre
dir estas ,¡¡onsideraciones sobre la nosotros sin que conozcamos Ía caú
posibilidad-y· aun sobre la facilidad sa; hay muchas juntas que nos lle
. de remediar nuestros males para no van a algún objeto o que nos ale-
contribuir a descorazonar a los hom- . jan de él, y entonces es deseo o
158 LEIBNIZ
temor acompañado también de una puede también valerse de las dico•
inquietud, pero que no siempre lle• tomías para hacer prevalecer unas
ga hasta el placer o el desplacer. veces las unas ·y otras v*s las otras,
Por último, hay impulsiones acom• cfJmo en una asamblea se puede ha•
pañadas efectivamente de placer y cer prevalecer algún partido por la
de dolor, y todas estas percepcio• pluralidad de votos, según como se
nes son o sensaciones nuevas, o ima formule el orden de las cuestiones.
ginaciones que restan de alguna sen Es verdad que el espíritu debe pro.
sación .pasada (acompañadas o no veer de antemano, pues en el mo.
de recuerdo) que renovando los mento del combate ya no es tiempo
~atractivos que estas mis.mas . imáge para usar de estos artificios. Enton•
. nes tenían en estas sensaciones pre• ces todo lo que nos impresiona pesa
cedentes renuevan también los im• sobre .la bµlanza y contribuye a for•
pulsos antiguos a proporción de la mar una dirección compuesta casi
vivacidad de la imaginación. Y de · como en la mecánica, . y sin alguna
todas estas impulsiones resulta · por pronta desviación no se le podría
fin el esfuerzo predominante . que detener.
constituye la voluntad plena. Sin
embargo, los deseos y las tendencias .Fertur equis aúriga nec audit
de que nos damos cuenta son lla• currtls habenas.o ·
mados también frecuentemente voli•
ciones; aunque menos enteras, ya . § 41. FIL.-Si se nos pregunta
sea ·que prevalezcan y arrastren o luego qué es lo que excita el deseo,
no. Así es fácil juzgar que la vofi. responderemos que la felicidad, y
ción no podría apenas subsistir. sin nada más. La felicidad y la miseria
deseo y sin desvío; pues así es co. son nombres de dos extremos cuyos
mo creo que podría llamarse lo con• últimos límites nos . son desconoci•
trario del deseo. La inquietud no se dos. Estos límites son lo que los
da solamente en las pasiones incó ·ojos del hombre no han visto nun.
modas, como en el odio, el temor, ca, lo que .sus oídos no han escu
la cólera, la envidia, la vergüenza, chado y lo que· su corazón no ha
sino también en las opuestas, como comprendido jamás. Pero en noso.
el amor, la esperanza, el apacigua tr�s _ se · producen vivas impresiones
miento, el favor y la gloria. Se pue de lo uno y de lo otro por diferen•
de decir que siempre que hay deseo tes especies de satisfacción y de ale
habrá inquietud; pero lo contrario gría, de tormento y de pesar, que
no es siempre verdad, porque mu designaré para abreviar con los nom•
chas veces sentimos inquietud si11 bres de placer y dolor, que com
saber por qué, y entonces no hay prenden tanto al espíritu como al
deseo formado. cuerpo, o que, para hablar más exac·
§ 40. F1L.-Ordinariamente la más tamente, no pertenecen más que al
apremiante de las inquietudes de espíritu, aunque unas veces traigan
que creemos poder librarnos deter• su origen del espíritu, con ocasión
mina Ja voluntad a la acción. dé ciertas modificaciones del movi
· TEo.-Como el resultado de la miento (§ 42) . Así la felicidad, to
· balanza .constituye la determinación mada en toda su · extensión, es el
final, yo creo que puede suceder mayor placer de que somos capaces,
que la' más apremiante de las in• como la miseria, tomada del mismo
quietudes no prevalezca, pues aun• modo, es el más grande dolor que
que ella prevaleciere a cada una podemos sentir. Y el grado- ínfimo
de las tendencias opuestas, tomadas de lo que_ se puede llamar felicidad
aparte, puede suceder que las otras, . .
'
I_ -L----
I;
160 LEIBNIZ
uso que de ella hacemos es. de donde azar (es decir, las impresiones in
procede toda esa serie de extravíos, sensibles y casuales) .. Y para esto .
de errores o de faltas en que nos bueno es acostumbrarse� recogerse
precipitamos cuando determinamos de tiempo en tiempo y a elevarse
nuestra voluntad demasiado pronto por encima del tumulto presente de
o demasiado tarde; las impresiones; a salir, por decirlo
TEo.-La ejecución de nuestro de así, del i;itio en que se está; a de-
seó está suspendida o detenida cuan . cirse: die cur hic? respice finem;
do este déseo no es bastante -fuerte ¿dónde estamos? Sí, vengamos al ca
para conmovernos y para sobrellevar so, vengamos al hecho. Los hombres
la pena o incomodidad que: engen .tendrían necesidad muchas veces de
dra su satisfacción, y esta pena no .alguien encl;lrgado (como tenía Fi
. consiste algunas veces más que en lipo, el padre de Alejandro el Gran
una pereza o lasitud insensible 9ue de) de interrumpirles y de llamarles
nos invade sin que· lo notemos y que a su deber. Pero a falta de este cen-
es mayor en personas· criadas en la . sor es fuerza que nos veamos obli-·
molicie y de temperamento flemáti gados a hacer este oficio nosotros
co y en las que están debilitadas por mismos. Ahora bien; una vez que
la ·edad o por el fracaso. Pero cuan estemos en estado · de contener los
do el deseo es . bastante fuerte en sí efectos de nuestros deseos y de nues
mismo para. conmovernos si nada se tras pasiones, es decir, de suspender
lo impide, puede ser cohibido por la acción, podemos encontrar los
inclinaciones contrarias, ya · consis medios de combatirlas, ya por deseos
tan en una simple tendencia, que o inclinaciones contrarias, ya .por
es como el elemento o el comienzo . distracciones; es decir, por ocupa
del deseo, ya lleguen hasta el deseo ciones .de otro orderi, Por estos -mé
mismo. Sin embargo, como .esas in- . todos y artificios es como llegamos .
clinaciones, esas tendencias y esos a ser dueños de nosotros mismos, y
deseos contrarios se deben encon podremos· con el tiempo pensar y
trar ya en el alma, ésta no los tiene . hacer ·10 que querríamos querer y
en su poder, y por consiguiente no .lo que la razón ordena. Sin embar
podría resistir de una manera libre go, siempre es por vías determina
y voluntaria en que la razón pudie- das, y nunca sin razón .o en virtud
. ra tener parte si no tuviera aún otro del principio imaginario de una in
·medio, que es el de desviar el espí diferencia perfecta o de .equilibrio,
ritu a otro objeto. Pero, ¿cómo sa en la cual querrían hacer consistir
bríamos hacerlo en caso de nece algunos la esencia de lQ libertad, co-
sidad, pues este es el problema, so , mo si nos pudiéramos determinar
bre todo cuando está poseído por sin fundamento y aun contra toda
una gran pasión? Es preciso, pues, razón e ir directamente contra todo
que el espíritu esté preparado de .el predominio de las · fmpresiones y
antemano y se encuentre ya en dis de las inclinaciones. Sin fundamen
posición de pasar de un· pensamien to digo, es decir, sin la oposición de
to a otro para no detenerse dema las demás inclinaciones y sin que es
siado en un paso resbaladizo .y peli temos de antemano en situación de
itroso. Para esto es bueno acostum desviar el espíritu o sin otro medio
brarse a no pensar en ciertas cosas semejante explicable; lo contrario es
sino como de pasada, para mejor recurrir a lo quimérico, como en las
conservar la libertad de .espíritu. meras facultades o cualidades ocul
Pero lo mejor es acostumbrarse a tas escolásticas, en las que no hay
proceder metódicamente y a atener0 ni sentido ni razón,
se a un plan de pensamiento cuyo § 48. FIL.-Yo también creo que
nexo le constituye la razón y no el . la voluntad es determinada de una
/..
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L __._____ ·--- - - ________J
164 LEIBNIZ
cr eo· que el haber h echo - a los horn- . TEo.-;:-'Como se trata de dos con
bres tan sensibles a Jo que tan poco siderac1o_nes heterogéneas (o que no
afecta a los sentidos es una b ella se.. podrian comparar), a saber, la
invención de la naturaleza cr eado- de , la . magnitud _de .la consecuencia0
ra, y si no_ pudiesen hacerse ambi- Y de la magµitud del C01'Secu ente,
ciosos o av�ros, sería difícil, en el ·los moralistas, a l querer compararla,
estado·pr esente de l a ' na turaleza hu- se han embrollado basta nte, como,
mana, que pudiesen llegar a ser vir- al parecer, l os que han tratado d e
tuosos-y razonables para trabajar en la probabHidad. La verdad es qu e
su perfección, a pesar de · los place- aquí, _como . en otra s estimac iones
res pr esentes que nos . distraen de más o menos ·heterogéneas y dis
este trabajo. ,: . pare s, y por decirlo así, de m ás de
§ 66. FIL.-Por lo que se refiere
a las c,osas, · buenas o malas , en sus .. · o La magnitud el -m ayor
de la.. consecuencia,
o menor número qe
es decir,
consecuenc ias y por la aptitud que probabilidades de que el bien o el mál
tienen par a proporcionamos el bien previsto llegue;. la magnitud del con·
y el mal, juzgamos que no son ca secriente; · es decir, la m·ayor o meno_r
paces de hacemos r ealmente tanto cantidad de bien o de mal que el he-
mal comó el qu e nos hacen efe ctiva- cho puede traer. ·
�UEVO. TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 167
1
L__,· --
7
168 LEIBNIZ
loco para resolverse (si pierisa bien) siendo la libertad más que una de _
a exponerse a un peligro posible, el sus especies, si bien de las más con
de ser infinitamente desgraciado, de siderables. Para tener ideas más dis
suerte que no le espere más que una tintas de la potencia, no estará fue
pura nada, en lugar de ponerse en ra de lugar ni será inútil adquirir
l a situación de un hombre de bien, un más exacto conocimiento de lo
que no tiene que temer más que la que se llama acción. Ya he dicho
nada y que puede esperar una feli al comiedzo de nuestro discurso so
cidad eterna? He rehuido hablar de bre la potencia que no hay más que
la certidumbre o de la probabilidad dos clases de acción de que poda
del estado por venir p"orque no ten mos tener alguna idea; a saber: el
go otro propósito aquí, que mostrar . movimiento y el pensamiento.
el falso juicio de que cada uno se TEo.-Yo creo que nos podríamos
debe reconocer culpable segú_n sus servir de una palabra más general
propios principios. qu� la de pensamiento; es decir: la
de percepción, no atribuyendo el
. �Eo.-Los malos están muy prD' pensamiento más que a los espíritus
p1c1os a creer que la ótra vida es
imposible. Pero no tienen otro ar mientras que la percepción pertene
gumento que el de que nos tenemos ce a todas las entelequias.10 Pero
que limitar a lo que se sabe por no quiero, sin embargo, negar a na
los sentidos, y que no conocen a die la libertad de, tomar el término
nadie que haya vuelto del otro mun "pensamiento" en la misma genera
do. Hubo un tiempo en que por lidad. Y yo mismo lo habré hecho,
esta misma razón se rechazaba la alguna vez; sin reparar en ello.
existencia de los antípodas, cuando FIL ..:..._Aunque demos a ·esas dos
no se. quería adaptar· 1as matemáti cosas el nombre de acción, veremos,
cas a las nociones populares, que s�n embargo, que no siempre les con
es lo que sucede hoy cuando se nie viene exactamente y que hay casos
ga la otra vida porque no se quiere en que les conviene mejor el de
unir la verdadera métafísicá a las pasiones. Pues en estos casos la· sus
nociones - de la imaginación. Pues hay tancia en que se encuentra el movi
tres grados de ·nociones o ideas; a miento o el pensamiento recibe pu
saber: nociones populares, matemá ramente de fuera la impresión por
tipas y metafísicas• .Las primeras no la cual la acción le es comunicada,
bastan para hacer creer en los antí v no· obra más que por la mera
podas;. las primeras y las segundas cr.pacidad que tiene de recibir esta
no -bastan tampoco para hacer creer impresión, lo cual no es más que
en otro mundo. _ Es verdad que su una potencia pasiva. Algunas veces
ministran ya conjeturas favorables; la sustancia o el agente se pone en
pero si las segundas. estableciesen acción por su- propio poder, y ahí
ciertamente los antípodas antes de hay propiamente · una potencia ac-
la experiencia que ahora tenemos tiva. _
(no hablo de los habitantes, sino TEo.-Ya he dicho que en rigor
del sitio, por lo menos, que el cono-' metafísico, si tomamos la ac\:ión por
cimiento de la redondez de la tie lo que le sucede a la sustancia es
rra les asignaba entre los geóg,afos pontáneamente y de su propio fon
y los· astrónomos), fas últimas no do, todo lo . que realmente es una
dan menos certidumbre sobre otra sustancia no hace sinq obrar, pues
vida desde el presente y antes de no es posible que una sustancia crea-
poder ha�rlo visto. 10 Las entelequias para Leibniz son
§ 72. FIL.::....Volvamcis ahora a la las sustancias activas o mónadas; no les
potencia, que es propiamente el da el sentido que les da Arist6teles.
asunto general de este . capítulo, no P. J.
170 LEIBNIZ
da tenga influjo· sobre otra.· -Pero to tracción de las· reflexiones y de los
mando la acción por un _ ejercicio cambios .internos. que. acompañan
de la perfección, y la pasión por lo siempre a la imagen reci!Jida, · pues
contrario, no habrá acción en . las la expresión que hay en el alma es
verdaderas sustancias sino cuando su como la de un espejo vivo; pero el
percepción (pues yo la concedo a pode_r que tenemos de recordar ideas
todas) :se desarrolla y se hace más ausentes a nuestro capricho y de
confusa; de suerte que en las- sus comparar las que creemos oportuno,
tancias capaces de placer o de do es verdaderamente un poder ac-
lor, toda acción es un encaminarse tivo.
al placer y toda pasión un encami TEo.-Esto· está de ·acuerdo con
narse al dolor. En cuanto· al movi las nociones que yo acabo de dar,
miento, no es más que un fenómeno pues hay en esto _un paso a un es
real, porque la materia y la masa tado más perfecto. _Sin embargo, yo
. a la cual perténece el movimiento creería que hay también acción en
no es propiamente una sustancia. Sin las sensaciones en cuanto éstas nos
embargo, en el movimiento hay una. proporcionan .percepciones más dis
imagen de acción, como hay una ima tintas,· y la ocasión; por consiguien
gen de_ la sustancia en la masa; y en te, de hacer observaciones y, por
e ste respecto sé puede decir que el decirlo así, de desarrollarn,os.
cuerpo obra cuando hay espontanei § 73. FIL-Entonces creo que las
dad en· su cambio y que· sufre cuan ideas primitivas· y. originales se . po
do es impulsado o · detenido pcir drán reducir a -este pequeño núme
otro; como en la verdadera acción ro: la extensión, la solidez y la mo
o pasión d� una verdadera sustan vilidad (es· decir, potencia pasiva, o
cia se puede tomar por su acción, . bien capacidad de ser, movido), que -
y atribuírsele a ella misma, el cam nos llegan por los sentidos; y lue
bio ·por el que tiende a su perfec go, la . perceptividad y la motividad
ción. Y del mismo modo se puede (potencia activa o facultad de mo
tomar pór pasión, y atribuirlo a una· ver) que llegan al espíritu por la
causa extraña, el cambio por el cual vía de la reflexión, y, en fin, la exis
le sucede lo contrario, aunque esta tencia, la duración y el número, que
causa no sea inmediata; porque, en nos llegan por las dos vías de sen-.
el primer caso, la sustancia misma, . sación y reflexión; pues con· estas
y en "el segundo las· cosas extrañas, ideas podríamos explicar, si no me
sirven para explicar este cambio de engaño, · la • naturaleza de los colo
una manera inteligible. Yo rio doy res, de los sonidos, de los gustos
ál_ cuerpo más que una imagen de y de todas las demás - ideas qüe te
l_a sustancia y de la acción, porque nemos, si nuestras facultades fuesen
lo qtie está compuesto de partes no bastante sutiles, para percibir los di
podría pasar, µablando exactamente, ferentes . movimientos de los peque
por una sustancia no más que un: ños cuerpos que producen esas sen°
rebaño; _sin embargo, se puede decir saciones..
que hay algo de sustancial, cuya TEo.-A decir verdad, . creo que
unidad, que lo constituye como un esas ideas que aquí llamamos origi
ser 'viene del pensamiento. nales y primitivas no lo son entera
F1L.-Yo había creído que la po mente la mayor parte de ellas,· sien4o
tencia _de r�cibir idea� o pensamien susceptibles, a mi juicio, de una re
tos por la operación de alguna sus solución ulterior; sjn embargo, no
t1,1ncia extraña se llamaba potencia os censuro · que os hayáis limitado
de pensar, . aunque. en · el forido no a ellas y no haber llevado el aná
sea más que una potencia pasiva o lisis más lejos. Por lo demás, creo
una simple capacidad, haciendo abs- que si ·es. verdad que. su número po�
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 171
dría ser- reducido por este medio, que se' las distingue de las ideas
podría también ser aumentado aña-· complejas de . las sustancias. .
diendo otras ideas más ,originales o TEo.-Para entender bien esto es
tl\llto. Por lo que se refiere a su or preciso recordar vuestras divisiones
den ación, creería, según el orden del anteriores. Para vos, las ideas son
análisis, la existencia anterior a las �imples o com_plejas;, Las comple
otras, el número a la-: extensión,• la .1as son sustancias, modos .o relacio
duración a la motilidad o movili nes. Los modos son o simples (com
dad; aunque este orden analítico no puestos de ideas simples de la misma
sea ordinariamente el de las ocasio especie) o mixtos. Así, según vos,
nes que nos hacen pensar en ellas'. hay ideas simples, ideas de modos,
Los sentidos nos suministran la ma tanto simples como mixtos, ideas de
teria de las reflexiones, y no pensa sustancias e ideas de relaciones. Qui
ríamos tampoco en los pénsamientos zá pudiéramos dividir los términos
si no pensásemos en. otra cosa;. es O, los objetos de las ideas en .abs
decir,· en las particularidades que tractos· y concretos;_ los abstractos, en
los sentidos nos suministran. Y .estoy absolutos y en_ los que expresan re�
convencido ·..de que . las almas y los Iaciones; los. absolutos, en atr:ibutos
espíritus creados no. están· ntll)ca. sin y. en modificaciones; los unos y los
órganos .ni· sensaciones, como de que otros, en simples y compuestos;. los
no. podrían razonar· sin caracteres. concretos, en s1,1stancias y en cosas
Los .que· han querido mantener una sustanciales, compuestas o resultan
entera séparación y maneras . de pen-. tes I de, las sustancias verdaderas y
sar · en.. el alma separada,· inexplica rdmples. . ·. . .
bles para todo lo que conocemos, y § 2. FIL ..:....El espíritu es pu�a�
alejadas no · solamente de nuestras mente. pasivo respecto . de sus ideas
experiencias presentes, sino lo · qu� simples, las .cuales recibe según'. la
es más, del .orden general de las co- sensación y la reflexión se las pre
sas, -.han dado . demasiado. prenda a sentan. Pero con frecuencia obra
los pretendidos espíritus fuertes . y por sí mismÓ respecto :de los modos
han hecho sospechosas a muchos las . mixtos, pues puede combinar las
más hermosas y más grandes verda ideas -simples formando ideas com-_
des, llegando hasta privarse por este plejas, sin consider� si. existen. así
camino de algunos medios pr9barlas reunidas en la . naturaleza. Por eso
que ese orden nos suministra. se da a esta clase de ideas el nom
bre de noción.
· TEo.-Pero la reflexión, que hace
- ' CAPÍTULO XXII pensar en las ideas simples, es tam•
bién muchas veces·voluntaria, y ade
.... • .. .
174 LEIBNIZ
si�tir por sí . mismas, nos acostum- gunta qué es una_ cosa que les es
bramas a suponer algun1;1 cosa que desconocida, responden a capricho, ·
las sostiene (substratum) en donde y · se queclan tan satisfech8s. Dicen:
ellas subsisten y de donde_ ellas re- que es una cosa; peró que emplea
sul.tan, y a lo que para est� •efecto da de tal modo, significa que no:
damos el nombre de sustancia. . • . saben lo que es. ·
TEo.-Creó que hay razón para T.llo.-Al distinguir dos cosas· en .
pensar así, y no tenemos que hacer la sustancia, los atributos o predi
más que acostumbramos a· ello o su- cados y el sujeto común de estos
ponerlo, porque al principio conce- predica,µos, no es maravilla que nó
bimos · muchos predicados de un · se pueda concebir nada de particu- ·
mismo sujeto, y esas palabras meta- lar en este sujeto.. Y así tiene ·qué.
fórié:as dé sostén o_ substratum_ no ser,. p�esto que se han i¡eparado to- ·
significan más que eso; de suerte dos los atribµtos en los que se po
que no veo por qué se suscitan difi- dría concebir algún detalle. Así, pe
cultades. Por el contrario, n�ás b�e!1 dir alguna cosa más en ese puro . -
�
es. �l concretum,. como sabio, cali- sujeto en general de. lo que hace :
do, luminoso, }o_que acude a !1ues- falta para pensar que es la misma
1
tro . espíritu; y ..no las abstracciones cosa (por �jemplo, ;quien :.entjende
o · cualidades (pues ellos son el ob- y quiere, quien imagina y razona),
jeto sustancial y no las _ideas), como . es pedir lo imposible e ir contra el
saber, calor, luz, ·etc., que son mu� · propjo supuesto que ·hemos hecho.
ch o más difíciles de comprender_. · al abstraer y al concebir separada
Hasta se puede dudar si est9s acci- . mente--el sujeto y sus �ualidades o
dentes so_n seres verdaderos, como . · accidentes. La misma supuesta difh
en efecto no lo son, sino relaciones . culta� podríamos aplicarla a 1a no-.
frecuentemente; Se sabe también que · ción. del ser y a todo lo que hay más
las abstracciones son las. que crean claro y más primitivo, pues. se po
más dificultades cuando �e las quie- dría pregunt_ar a los filósofos qué
re concretar, como saben aquellos es lo que entienden: por 'el puro ser
que conocen las sutilezas de los es- en general, pues _al excluir todo. de
colásticos, en las cuales . aquello que talle por �ste procedimiento ·ten
hay más espinoso cáe de golpe si se · drían tan poco que· . decir · como
quiere desterrar a los seres abstrae- cuando se les pregunta qué es · la
tos; y nos resolvemos a no hablar pura. sustancia en general. Así, yo
ordinariamente más que-por concre:. creo que· los fil6-sofos no merecen
tos y ·a no admitir otros términos eri ser ridiculizados, como se hace con .
las demostraciones de las ciencias · este mqthro, comparándolos
l
a un ·
que, aquellos que representan suje- filósofo. indió, a que le preguntaban .
tos sustanciales. Así, pues, tomar las qué era lo que sostenía .a la tierra,
cuálidades . u otros términos abstrae- a lo que · él respondía que un gran ·
tos pOr lo más fácil y los concretos . elefante; y luege>, cuando se le pre
por alguna cosa más difícil, es no- guntab? · quién sostenía al .elefante,
dum quarere in scirpo, si se me per- respondía que· una gran tortuga, y,
mite hablar· así, y tomar el rábano en fin, cuando se le apremiaba a
- por las hojas. · ·· · que dijese en dónde se apoyaba la
§ 2. FIL.-'-Generalmente,. de la pu- tortuga, s_e veía. en la necesidad de
ra sustancia no se tiene otra noción contestar que en una cósa que no
que la de yo no sé qué sujeto que sabía lo que era. Sin embargo, está
nos es completamente· desconocido,
l consideración de · la sustancia, por
y que suponemos ser e · sostén de insignifican'te que parezca; no es tan
las cualidades. Habllllllos · como ni- vacía- y estéril como se piensa. De
ños a quiene_s no bien . se les. pre- ella nacen muchas consecuencias de
NUEVO TRATADO SOBRE EL EN'fENDIMIEN'fO HUMANO 175
176 - LEIBNIZ
han tenido razón para atribuir cuer separación se efectuaría sin movi
pos a los ángeles. miento. Pero yo creo que piensa y
§ 51. FIL.-:Las ideas de pensar siente siempre, que va •s�pre uni
y de mover los cuerpos que encon da a algún cuerpo y aun que no
ti;amos ·en la edad del espíritu pue abandona nunca 'ni enteramente el 1
l
den ser concebidas tan clara y dis cuerpo al que está unida. ,
tintamente como las de la extensión, § · 21. FIL....:.y si alguno dijere
la solidez y la movilidad que en que los espíritus no están in.., loco
contramos en la materia. sed in aliquo ubi, no creo que hoy
TEo.-Por lo que t,e refiere a la tenga gran _ imporfancia esta manera
idea del pensamiento, estoy confor de hablar. Pero si alguien cree que
me; pero no respecto de la idea del puede recibir un sentido razonable,
movimiento de los cuerpos, pues, le rogaría que se 'expresase en ·un
según · .- nii sistema de la ar�onía lenguaje inteligible y que sacase de
preestablecida, los cuerpos están he él, luego, una razón - que mostrase
chos de manera _que una vez en mo- que los espíritus no son capaces de
-· vimiento continúan- por 'SÍ mismos, movimiento.
según lo exigen los. actos del espí- TEO.-Las .escuelas reconocen tres
- rit_u. Esta hipótesis es inteligible; la clases de ubiedad o de maneras de
otra, no. - · , existir en alguna parte.· La primera
FIL.�ada acto de sensación nos se llama. circunscriptiva, y se atri
hace igualmente considerar las cosas buye a los cuerpos que están en el
corporales y espirituales, pues en ·el espacio, los cuales están allí puncta
tiempo en que fa vista y el oído me tim, de suerte que. son medidos se
hacen conocer que hay algún ser gún se pueden asignár puntos en
corporal fuera de mí, sé de una ma Ia cosa situada, correspondientes a
ne.ta aún más cierta que hay dentro los puntos· del espacio. La segunda
de mí algún ser espiritual que ve es la definitiva, en la que. se puede
y oye., · ·__ definir, es decir, determinar que la
TEo.-Eso está · muy bien dicho, cosa· situada está · en tal o cual es
y es mucha verdad que la existenciá pacio, sin poder asignar puntos pre
del esp_íritu . es_ más cierta que la de cisos o lugares propios· exclusiva
lós objetos sensibles. mente a lo que allí está; así es como
§ 19. _FIL.-Los espíritus, como se ha juzgado que el alma · está en
los cuerpos;· no podrían obrar. más el cuerpo; no creyendo que sea po
que allí .donde están en diversos sible asignar un punto preciso en
tiempos y lugares; así, pues, no ten donde esté el alma o algo del alma,
go más remedio que atribuir el cam sin estar en otro punto. Todavía
bio de lugar a todos los espíritus hay muchas personas de saber que
finitos. - . _ · juzgan de este modo. Es verdad que
TEo.-Y creo que con razón, pues Descartes ha querido asignar lími
el lugar no es más que un orden de tes más estrechos al alma, aloján
coexistencias. dola precisamente en la glándula
FIL.-Basta con reflexionar sÓbre pineal.1 Sin embargo, no se atrevió
la separación del alma y el cuerpo a· decir que esté particularmente en
por la muerte para estar convencido cierto punto de esta g\ándula, con
del movimiento del alma. lo cilal no· salimos- ganando nada,
TEo.-El alma podría dejar de pues es lo mismo que cuando se le
operar en .este cuerpo visible; y si asignaba todo el cuerpo por prisión
pudiese dejar de pensar completa o lugar. Yo creo que lo que se dice
mente, como el autor sostiene, po
dría ser separada de un cuerpo para l Traité des passions, primera parte,
- unirse a otro, y de este modo su § 31.
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO' 177
-- , '
/
178 LEIBNIZ
nas, aplicadas las unas a las otras, de los accidentes sin sujeto, de los
. no basta para explicar el funda escolásticos, que· sin embargo tienen
mento de la cohesión, pues se supo cuidado de no atribtiir•sino · a la
ne tácitamente que estas tablas,· apli acción milagrosa · de la omnipoten
cadas las una,s a las otras, poseen cia divina, mientras que - aquí ese
ya la cohesión. · paso sería ordinario. · Ya he dicho
§ 27. FIL.-Yo · creía que la ex más arriba· (cap. XXI, § 4) algo so�
iensión del cuerpo no era otra cosa· bre esto, y allí hice también notar
que la cohesión de las partes SÓ· que no es verdad que el cuerpo
lidas. pierda tanto movimiento como co
f
TEO.-Eso ·nci me parece convenir munica a otro; esto se piensa como
con vuestras ·· explicaciones anterio si el movimiento fuera algo sustan
res. Creo que un cuerpo en el cual cial y pareciese sal disuelta en el '·
hay movimientos internos, o cuyas agua, comparación.13 Añadiré aquí
partes están en disposición de sepa que este no es el caso más frecueri
rarse las unas de las otras (como te, pues -he demostrado en otra par-•
creo que se hace siempre) , no deja te que la misma cantidad de movi
de ser extenso. Así, la noción de la miento se conserva solamente cuan
extensión me parece completamente do los doii cuerpos que chocan van
distinta de la de la cohesión. en la misma dirección antes y des
§ 28: F1L.-Otra · idea· que tenC-: pués del choque. Es cierto que las
mos del cuerpo_ es el poder comu verdaderas leyes del movimiento pro
nicar el movimiento . por impulsión; vienen de una · causa superior a la .
materia. En cuanto ·a _la potencia de
-
y otra, que tenemos 'del alma, es
el poder dé producir movimiento producir un -movimiento por el pen
por el· pensamiento. La experiencia ·samiento, no creo que tengamos nin
nos suministra todos los días estas guna idea de ella; como tampoco te
·dos ideas de· una manera evidente; nemos ninguna experiencia. Los mis
pero si queremos "investigar más · a mos cartesianos confiesan que_ las
fondo cómo sucede esto, nos encon almas no podrían dar una fuerza
tramos igualmente en· las tinieblas, nueva a la materia; pero pretenden
pues respecto· de · la comunicación que le dan una nueva determina
del movimiento por el ·cual un cuer ción o dirección de · la fuerza que
po pierde tanto movimiento · como ya tenía. Por mi parte, yo sostengo
recibe otro, que es el caso ordina que las almas no cambian nada. en
rio, no concebimos ·en ello otra. cosa la fuerza inconcebible como lo otro,
que un movimiento que pasa de un v que hay que servirs_e de la armo
cuerpo a.otro cuerpo; lo que es, creo, ·nía preestablecida para explicar la
tan oscuro e inconcebible como la unión del alma y el cuerpo.
forma en que nuestro espíritu pone F1L.-¿No es cosa indigna de nues
en movimiento o detiene nuestro tra investigación ver si _la potencia
cuerpo con el _ pensamiento. Aún es activa es el atributo propio de los
más difícil explicar el aumento de espíritus y la potencia pasiva la de
un movimiento por vía de impul los cuerpos? De donde se pQdría
sión, que se observa o que se . cree conjeturar que siendo los espíritus \..,..
ocurre en ciertas ocasiones. éreados activos y pasivos, no están
TEo ...:....No me extraña que· surjan totalmente separados _de la materia,
dificultades insuperables allí donde
parece suponer.se una- cosa tan in a Rohaut (1620-1675), célebre físico
de la escuela de Descartes. Su Traité
concebible como el paso de un ac de Phsique contiene una exposición po
cidente de un sujeto a otro; pero pular de la física · cartesiana, que con'.
no veo nada que nos obligue a una tribuyó más- que ninguna otra a su di-
suposición· no menos extraña que· la vulgación. ·
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 179-
pues siendo el espíritu _puro, es _ de adquirir conciencia . de ellas, .y que
cir. Dios, solaniente activo, y la pu la del infinito no se forma por -una
ra materia simplemente pasiva, se extensión de las ideas finitas.
puede creer que. esos otros seres § 57; FIL.-La mayor parte de.
que son activos y pasivos a la vez las ideas · simples que componen
participen de lo uno. y de lo otro. nuestras. ideas complejas de las sus
TEo.-Estos pensamientos con tancias no. son, bien mirado, más
cuerdan perfectamente con los míos que potencias, por inclinados que ·
y expresan mi opinión, siempre que estemos a tomarlas por cualidades
se emplee la palabra espíritu en un positivas. • · . .
sentido tan general qúe comprenda TI!o:-Yo creo . que las potencias
todas las almas, o mejor (para ha que. ·no son esenciales a las sustan-.
blar aún más generahpente) todas . cias, y que implican no sólo una
las entelequias o unidades sustan aptitucl; · sino cierta . tendencia, son
ciales que tienen analogía . con los justamente lo que. se entiencle o. se
espíritus. . · · · d"be entencler por cualida�es reales.
§ 31. F1L.-Yo desearía que se
me indicase,· en la noción que tene
mos del espíritu, · alguna cosa más.. CAPfTuí.o XXIV
complicada o qué se acercase más
a la contradicción qué lo que con . De las ideas colectivas de· las ·
tiene la noción misma del cuerpo; . sustancias
me refiero a la divisibilidad · hasta·
el infinito. § 1. FIL.�Después d� las sus
TEo.-Lo que aquí para hacer ver tancias simples, pasemos a los . agre
que nosotros entendemos la natura gados; . ¿No es verdad .que la idea
leza del espíritu tanto o· mejor que del conjunto- <Je hombres que come.
la del cuerpo, es muy verdadero, y ponen un·. ejército . es una soJa i�ea
Frofuondas,4 que ha escrito un libro co�oJa de un hombre? .... ··
expresamente de· 'compositione con , TEo,�Hay razón para. decir que
tinui, · tuyo razón para· titularle La� este agregado (ens per aggregatio-,
\,. 1 byrinthus. Pero esto ·procede de una ·. nem, ·para hablar como Ja escuela) .
falta de idea qué sé suele tener de forma una sola idea,. aunque, pro..
la naturaleza. corporal, tanto como píamente hablando, . ese coniunto de
del espacio. · · ' ·· sustancias no forma verdaderamente: .
§ 33. La idea misma de Dios· una sustancia; Es un -. resultado .. al
nace en nósótros como las· demás, que . el alma,- por su percepción y
porque la idea compleja que tene pensamiento, da su última mano de,
mos de DiQs esgi. compuesta de las unidad. Sin embargo, en cierto mO:.-
ideas simples que recibimos de la do ·se puede decir que es algo sus-
reflexión y que entendemos por la . tancial: es decir ,- algo que.comprende.,
que·tenemos del· infinito. sustancias.
TEo.-Sobre este punto me refie
ro a lo que ya he dicho en muchos
pasajes para hacer ver que todas es CAPÍTULO XXV
tas ideas, y particularmente la de
Dios. están en nosotros originaria De la r�lación
mente, y que no hacemos más que
4 Te61ogo de Lieja . (1587-1653). El li
§ l. F1t.�uedan por enumerar
bro se tituI,.Labyrinthus sive de com las idea:s de las relaciones que son·. /
positione cont?nui, Amberes (1631). las menores en .realidad. Cuando el
Publicó también un Tratad.o de Anima, espíritu considera una cosa· después.:
en tres libros. (N. del T.) de otra, se trata de una: !elaqión_ o,
¡___,e_______ -· -- - -
,-,
180 LEIBNIZ
I
nes tienen algo del ente de razón, otras ideas que las que · se supone
aunque encuentren su fundamento existir realmente a la cosa a la cual
en las· cosas, pues puede decirse que el térniino o la palabra es aplica
su realidad, como las de las verda ble, son relativos y los otros . son
des eternas y de las posibilidades, absolutos.
viene de la suprema razón. TEo.-Está bien añadido ese "ne
§ ·S. FIL.-Sin embargo, puede cesariamente", y se podría agregar ·
haber un cambio de relación sin "expresamente" o "desde luego",
que . se opere ningún cambio en el pues se puede pensar en el negro,
sujeto. Ticio, a quien yo considero - por ejemplo, sin pensar en su cau
hoy como padre, deja de serlo ma sa; pero es penilaneciendo en los
ñana, sin que se opere ningún cam límites· de un conocimiento que se
bio en él, y por sólo el hecho de presenta a primera vista y que es
· morir su hijo. confuso o bien distinto, pero . in
TEo.-Eso se puede decir muy completo; el uno, cuando no- hay
bien respecto de las cosas que per resolución de la idea, y el otro,
cibimos, aunque en rigor metafísico cuando se la limita. En otras pala
sea verdad que no hay denomina bras, no hay término _ tan absoluto
ción completamente exterior (deno v tan independiente que no impli
minatio pure extrinseca), a causa que relaciones, y cuyo análisis no
de la conexión real de todas las conduzca a otras cosas y aun a to
-cosas. das; de modo que se puede decir
§ 6. · F1L.-Sin embargo, hay ejem que los términos relativos marcan
plos de una relación entre ,varias · expresamente la relación que con
cosas á la vez, como la del orden tienen. Yo opongo aquí lo absoluto
o la · de un árbol genealógico, que a lo relativo, •Y en otro sentido lo
expresan el rango y la conexión de he opuesto antes a lo limitado.
todos los ·términos o miembros; y
_ una figura, como la de un polígo
no, implica la relación de todos sus CAPÍTULO XXVI
1ados.
§ 8. FIL.-También es bueno con De la causa y el e/ecto y de algrinás
siderar que las ideas de relaciones otras relaciones
son muchas veces más claras que
1as de las cosas que son sujeto de
1a relación. Así, la relación del pa § I, 2. FIL.-Causa. es lo que pro
dre es más clara que la de hombre. duce alguna idea simple o comple
TEo.-Pero es porque tal relación ja; y efecto es lo producido.
es tan general que puede convenir TEo.-Veo, señor, que entendéis
también a otras sustancias. Por lo frecuentemente por idea la realidad
demás, como un sujeto puede tener objetiva de la idea o la cualidad que
representa. No definís más que la
1 La palabra sujet se empleaba en cau$a eficiente, como ya indiqué más
tonces en la significación qué hoy arriba. Es preciso confesar que al
damos a objet. (N. del T.) decir que causa eficiente es lo que
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 181
produce y efecto, lo que es produ
cido, n� nos servimos más ·que , de CAPÍTULO XXVII
sinónimos. Es verdad que os he 01do
decir, un poco más distintamente, Qué es identidad y diversidad
que causa es lo que hace que una
cosa comience a existir, aunque es § · 1. FIL.--:-Una idea relativa de
ta palabra "hace'.' deja intacta la las más importantes es la de iden
principal dificultad. Pero esto lo ex tidad o diversidad. No encontramos
plicaremos m�jor en otra pa�te. jamás, ni podemos concebir que sea
F1L.-Refiriéndonos también a posible que dos cosas de la misma
otras relaciones, haré notar que hay especie existan en un mismo tiempo
j
ténninos. que se emplean para de y lugar. Por esto, cuando :pregun
signar el tiempo y a los que se con tamos si una cosa es la misma o
sidera ·de ordinario como si no sig no, nos referimos siempre a una
nificaran más que ideas positivas, cosa que en un cierto tiempo exis
que sin embargo son relativas, como te en un determinado lugar; de don
1 - · amarillo, viejo, etc., pues implican
1 de -se sigue que una cosa no puede
1 una relación a la duración ordina tener dos comienzos de existencia,
ria de la sustancia a la cual se les ni dos cosas un solo comienzo con
atribuye. Así, un hol!lbre es llamado rela�ión al tiempo y al lugar.
joven a la edad de veinte , años, y . T1m.-Hace falta siempre que,
muy joven, a la de siete. Sin em además de la diferencia de tiempo
bargo, llamamos viejo a· un caballo y de lugar, haya un principio in-
de veinte años y a un perro de terno de distinción, y aunque haya
siete. Pero no decimos que el sol muchas cosas de la misma· especie,
y , las estrellas. un rubí o un dia es; sin embargo, ·cierto que. no las.
mante sean viejos o jóvenes, porque hay nunca . perfectamente iguales;
no conocemos · los períoaos ordina
rios de su duración (§ 5). Respecto así, aunque el tiempo Y. el lugar (�s
del lugar o de la extensión, es lo decir1 la relación exterior) nos sir
mismo, como cuando se dice que ven para distingu ir las cosa� que
una cosa es alta o baja, grande o no distinguimos bien en sí rmsmas,
pequeña: Así, un caballo que sea las cosas no dejan de ser discuti
grande .para un gato, pueqe parecer bles en sí. Por lo tanto, el tiempo
pequeño a un flamenco: cada uno y el lugar no �onstituyen 1!1 ese!lcia
piensa en los ·caballos que se crían propiamente �1cha de la identi�ad
en su país. y de la diversidad, aunque sea cier
TEo.-Esas observaciones so� muy to que la diversidad de las cosas
va acompañada de_ la del tiempo "! ....
buenas. Es verdad que algunas ve
ces nos alejamos un poco de este del lugar, porque estos traen consi
sentido, como cuando ·decimos que go impresiones diferentes sobre la
una cosa es vieja al compararla, no cosa; por no decir que son más
con otra de su especie, sino con bien las cosas las que nos hacen
otras de especie diferente. Por ejem distinguir un lugar y un tiempo de
plo, decimos que elmundo o el sol otros, pues en sí mismos son perfec
son muy viejos. Alguien preguntó tamente idénticos, y ni siquiera son
a Galileo si creía que el sol era sustancias o realidades completas.
eterno, y respondió: Eterno, no; ma La manera de distinguir que aquí
- ben antico. parecéis proponerme, como. única
---- ----�
182 LEIBNIZ
hace ver que no es pertinente cuan creyó que sería fácil encontrarlas:
do se trata .de. distinción. Vemos, pero, por ·mucho .que buscó, se con
por ejemplq, dos sombras o dos venció por sus propios dfos de que
rayos de luz . que se penetran, y siempre se encontraban diferencias.
podemos formarnos un mundo ima Por estas consideraciones, descuida.,
ginado en que los cuerpos obrasen das hasta aquí, se ve cuánt. o se ha
de este modo. Sin embargo, no por alejado la filosofía de las nociones,
esto dejamos de · distinguir un· rayo más naturales y cuánto se . ha ale
del otro por el distinto· modo co.mo. jado de los grandes principios de-
se entrecruzan. · · la metafísica, · · .
f
.
FIL,-Lo que se llallla . principio § 4. FlL,.;,_Lo ·que -constituye- la
dé "individualización en las escuelas, unidad . (identidad) de una misma.
en las · que se preocupan tanto por planta es tener una organización de, !
saber lo q11e es este principio, con partes en un · solo _ ·cuerpo, que · par
siste en la existeñcia misma; que ticipa de. una vida común; lo que
vincula _ cada ser a un tiempo par dura mientras : la planta subsisté,. ·
ticular y a un lugar . incomunicable aunque cambie de partes. · · ··
a dos seres de la misma__especie. TEo.-La · organización o · transfi�
r��
TEo.-El principio de individua gúración sin · un - principio .de · vida.
ción se reduce en los- individuos al subsistente, que yo - llamo mónada;:
principio de distinción de que acabo no bastaría hace� s�b�istir idem:
de hablar. Si dos individuos fuesen numero o e m1slllo mdrvxduo, pues;
perfectamente · semejantes - e iguales, la éonfiguraéión- puede .subsistir es-·
y en una .palabra, indistinguibles pecíficamente !lin . subsistir indivi- .
en sí mismos; no habría principio - dualmente. Cuando· una herradura
de individuación, o diferentes_ .indi se ·cambia ·en cobre en uri agua mi-
viduos, en. tal condición. Por esto, neral de Hungría, subsiste la •mi_sma,.
la noción de los átomos es quimé figura. en especie, pero no en indi
rica y no procede más. que • de las vidµo, pues el hierro se · disuelve; · y
concepciones imperfectas del hom el cobre. de que el. agua está .ün
bre. Pues si hubiese átomos, es de- · pregnada se percipita y se coloca in
cir,- cuerpos perfectamente duros .y sensiblemente · en su lµgar; _· Ahora.
perfectamente . inalterables, o inca bien; la . figurl! · es un accidente que
paces de cambio. interno, y que no no pasa ·de _un sujeto a otro (de·
pudieran diferir entre sí· más que sitbjecto - in subjectum). Así, és. pi:e
por el tamaño y la figura, es "claro ciso "decir · que los · cuerpos organi
que siendo posible que tuvieran la zados, así como los restantes; no,
misma ·figura y el mismo tamaño, subsisten :kis'_ mismos inás que en,
los habría - indistinguibles en sí, y - apariencia, y no en el rigor . de· llÍ
no podrían· ser distinguidos sino por palabra. Es lo mismo casi que un.·
denominaciones exteriores sin fun río que cambia sieínpre'·de agua, a:.
damento interno, lo que iría contra . como · el navío de Teseo, que los
los más grandes principios de la ra atenienses reparaban constantemen
zón. Pero la verdad es .que todo te,· Perci en · cuanto a las sustancias,
cuerpo es alterable,. y aun que siem · que poseen _ en sí mismas una . uni
pre se está alterando, ,de suerte que dad sustal).cial real y verdadera, a
düiere en .sí de todos los demás .. las que pµeden pertenecer las ac
Recuerdo que una gran princesa, de ciones vitales o propiamente dichas.
espíritu sublline, dijo un día, pa y en cuanto a los seres sustanciales,
seando por- su jardín, que_ no creía quae uno spiritu continentur, como
que. hubiese dos hojas perfectamente dice un antiguo jurisconsulto, es
iguale�; Un gentilhombre de inge decir, a quienes anima cierto espí
nio, que particip_aba en - el paseo, ritu indivisible, hay razón para de-
¡
es más que aparente; pero si · la el cuerpo está en un flujo continuo
tienen, la · identidad individual es y el ahna, no habita en ciertos áta
-en ellos cierta, en rigor; aunque sus mos afectos a ella; ni en un huese
-cuerpos organizados no la tengan. cillo · irreductible, tal como · el luz de
§ 6. FIL.-Esto demuestra tam los rabinos. Sin embargo; no h ay
bién en qué consiste la identidad · transmigr?ción por la cuál el alma
-de un mismo hombre; a saber: en deje entérámente su cuerpo y pase
qué disfruta de la misma vida con a otro. Conserva siempre, aun en
tinuada por partículas de materia la muerte, un cuerpo organizado,
,que están en .un flújo perpetuo� pero· · parte del· anterior, aunque el que
que· en esta sucesión van vitalmente ella conserva esté siempre sujeto a
·upidas · al mismo c�erpo organi- disiparse insensible1J]ente y a repa
zado. - - -- rarse, y aun· a· sufrir en cierto tiem- ·
po · un gran cambio. Así, · en lugar
- TEo.-Eso se puede comprender de una transmigración· del alma hay
-en mi sentido. En efecto, el cuerpo ·
,organizado no es el mismo, pasado transformación, involución y evolu
un moIIiento; . nó es más que equi ción� y por fin, fluxión del clierpó
valente. Y si: no nos . referimos al de· esta alma. Van Helmout, hijo, · -
alma; no habrá la·_- misma· vida, ni creía que las almas pasaban de cuer
tampoc_o uni6n: yital. Así, dicha iden po en- .cuerpo, pero: siempre dentro
tidad no será más que. aparente. de su especie; de suerte que habría
• F1L.-El que refiera la identidad siempre el mismo número de ·almas
del hombre a alguna otra cosa que de una misma especie, y por consi
a un cuerpo bien· organizado en un guiente el t_nishio número de hom
cierto instante, y que luego conti bres y de_ lobos, y que los lobos, si
núa en esta organización vital por. bien han sido disminuidos :y hasta
una sucesión de · diversas partículas extirpados en Inglaterra, debían au
. de materia que Ie están unidas, en mentar en la misma medida en otra
contrará difícil que un embrión y parte. Si la transmigración no es
un _ hombre adulto, un loco y un toniada en todo su rigor, - es decir,
sabio sean el mismo. hombre sin si alguno creyese que las almas, per
que se siga de esta suposidón' que maneciendo en el mismo ·cuerpo su-·
sea posible que Seth, Ismael, Sócra til, cambian solamente de cuerpo
tes, _ Pilato y San Agustín sean, un grosero, ésta sería posible, aun con
solo y. mismo hombre ... , lo que · se sistiendo erí · el paso de la. misma
arp10mzaría peor aún con las riocia alma a · un cúetpo de diferente es
nes de esos filósofos, que reconocían pecie, como creen los brahmanes y
1,a qapsmigración y creían que - las creían los pi¡agóricos. Pero todo - lo
almas de los hombres pueden .ser. que es posible no por ·eso está con
enviadas, .en castigo de sus desórde forme al orden de las cosas. Sin
nes, a la. querpos de las bestias; embargo,· la cuestión de si .en caso
pues no creo que una pers.ona . que de que tal transmigrasión 'fuese ver
estuviese segura de que el alma de dadera, ·Caín, Cam e Ismael, supo,
Heliogábalo existía en un puerco niendo que tuviesen la misma . alma,
<-....L.--------�--
184 .LEIBNIZ
según los rabinos, mereciesen ser si le cogiésemos de pequeño en el
llamados el mismo hombre, no es bosque; y algún sacerdote de, la
más que de palabras; y yo he visto . Iglesia Romana diría· g'lftizá cond_i
que el célebre autor cuyas opiniones cionalmente: "Si tú eres un hombre,
defendéis lo reconoce y lo . explica yo te bautizo; pues nunca se sabría
. muy de sustancia se daría allí, pero si pertenecía a la raza humana y ba
en el caso de que no hubiese co bi.taba en él un alma . racional, y
nexión de recuerdos entre las mis quizás pudiera . ser un orangután,
mas personas que el alma hiciera no mono muy semejante al exterior del
habría bastante identidad moral pa hombre, tal como le describe Tul
ra decir que se trataba de .una mis pius,1 por haberle visto, y conforme ·:,
ma persona; y si Dios quisiese que a aquel cuya anatomía ha publicado
el alma humana se trasladase a .u n un sabio médico. Es cierto, y yo lo
cuerpo de cerdo, olvidando al hom- confieso, que el hombre 'puede lle
. bre y no ejerciendo actós razona gar a ser tan estúpido como . un
bles, no constituiría un hombre. Pero orangután; pero el interior del al- •
si el cuerpo de la bestia tuviese los ma racional subsistirá en él siem
pensamientos de un hombre, y pre pre, a pesar de estar suspenso el
cisamente del hombre que ella ani ejercicio 4e la razón, como. ya lo
maba antes del cambio, como el he explicado más arriba; es este,
asno de oro de Apuleyo, puede ser pues, un punto en el que no se
que alguno no tuviese dificultad en podría juzgar por las apariencias.
decir que el mismo Lucio, llegado En cuanto al segundo caso, nada
a Tesalia para ver · a sus amigos, impide que haya an4tlales raciona
permaneci!S bajo la piel de un asno les de una especie diferente · a la
en donde Fotis le había puesto a nuestra, como esos habitantes del
su pesar, y se paseó de. un dueño a reino poético de los pájaros en el
otro, hasta que las rosas que comió sol, en que un loro venido de aquel
le devolvieron su forma. natural. mundo, después de su muerte salvó
§ 9. FIL.-Creo poder adelantar la vida al viajero que le había he
atrevidamente .que -quien quiera de cho bien aquí abajo. Sin embargo, ,.,J
nosotros que viese una criatura he si sucediese, como sucede en el país ·
cha y formada coino 'él mismo, aun de las hadas o de la Madre Oca,
que nunca hubiera demostrado más que un loro fuese una hija de rey
razón que un gato o un lo1'9, no transformada, y se hiciese conocer
dejaría de llamarle hombre, · o que como tal al hablar, sin duda el .Pa
si. oyese a un loro discurrir razo- · dre y la madre le acariciarían como
nablemente y como filósofo, no le a su hija, a la cual creerían tener,
llamaría ni le creería más que loro, aunque disfrazada bajo esta forma
y diría del primero de estos ani extraña. Por tanto, yo ·me opondría
males que era un hombre grosero,· a aquel que dijese que en el asno
torpe y destituido de razón, y del de oro ha subsistido tanto el yo
último, que era un loro lleno de. in o el individuo, a causa del mismo
genio y de buen sentido. espíritu inmaterial, como Lucio o la
persona, a causa de la apercepción
TEo.-Yo sería de la misma opi de este yo; pero que no es ya un .
nión más sobre el segundo punto hombre, como} en efecto, parece que
que sobre el primero, aunque algo es preciso añadir algo de la figura
se pueda decir todavía sobre esta y constitución · del cuerpo a la defi
cuestión. Pocos teólogos serían bas nición del hombre, cuando se dice
tante atrevidos para convenir desde
luego. y absolutamente en el bau 1 Médico de Amsterdem (1583-1674).
tismo de un animal de figura hu Publicó unas Observationes medicae, en
mana,. pero sin apariencia de razón, cuatro libros. ·
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 185
que es un animal racional; de lo como tal, y de donde nace la iden
contrario, los genios serían también tidad de_ la misma persona, capaz,
hombres. .
I!ºr cons1gu1ente, de sentir los cas
§ 9. FIL.-La palabra persona im tigos y las, _recompens8:s. Parece que
plica un ser pensante e inteligente, vos sostene1s que esta identidad apa
capaz de razón y de reflexión, que rente se podría conservar aun cuan- ·
se puede considerar a sí mismo co do en ella nci hubiera nada de real
mo idéntico, como una misma· cosa Yo �e inclino a creer que ésto está
que piensa en diferentes tiempos y ef �ct1vamente en la omnipotencia de
lugares; y esto, por el sentimiento D10s; • pero según el orden natural
que tiene de sus propios actos. Y es de las cosas, la identidad aparente
te conocimiento acompaña siempre a de la persona que se siente la Inis
nuestras se_nsaciones y a nuestras ma, supone la identidad real a cada
percepciones presentes, cuando son pasaje próximo, acompañado de re
suficientemente distinguidas, como flexión o del sentimiento del yo
he dicho más de una vez anterior porque una percepción íntima e in�
mente, y por esto cada uno de noso mediata no µos puede engañar. Si
tros es para él lo que el llama él el hombre pudiesé no ser más que
mismo. No se considera en esta oca una.máquina y tener al Inismo tiem
sión si el Inismo yo está continuado po conciosidad, habría que ser de
en la Inisma sustancia o en diver vuestra opinión, señor; pero yo creo
sas sustancias, pues el conocimiento que eso no es posible, al menos na
(co'nsciousness o consciosité) acom tura,l!mente. No quisiera yo decir·
paña siempre al pensamiento, y esto tampoco que la identidad person·al
es lo que hace que cada uno sea lo y aun el yo no están en nosotros, y
que él llama "él Inismo", y por
lo que se distingue_ de cualquieN. que la
yo no sea aquel yo que fui en
cuna, bajo pretexto de que yo
otra cosa pensante; y en esto tam
bién �s en lo _que consiste la iden_. no me acuerdo de lo que hice en
tidad personal, · o· lo que hace que tonces. Para encontrar la identidad
. un ser racional sea siempre el mis · moral por sí misino, basta que haya ·
mo; y tan lejos como pueda exten una · relación media de consciosidad
derse esta . conciencia sobre las ac de un estado a otro. Así, si una
ciones o sobre los pensamientos ya enfermedad hub_iera producido una
pasados, se extiende la identidad de interrupción en la continuidad de la
esta persona, y el yo es. actualmente' ·relación de consciosidad de suerte
el mismo qµe era antes. que yo no supiese cómo habría lle
TEo.-También soy yo de esta gado al estado presente, aunque me
opinión de que . la consiciosidad acordase de las cosas más • lejanas,
(consciosité)- 2 o el sentimiento del el testimonio de los demás podría
yo prueba mía identidad moral o llenar el vacío de mi reminiscencia.
personal. Y en esto es en lo que Hasta se me podría castigar sobre
· para l!].Í__se distingue la incesabili este testimonio si yo llegase a ha
dad del alma de tina bestia de la cer algún mal deliberadamente en
inmortalidad del alma del hombre: un intervalo que hubiese olvidado,
una y otra mantienen identidad lí poco después, por esta enfermedad.·
sica y real; pero, en cuanto al hom Y si llegase a olvidar todas· las cosas
bre, es conforme a las leyes de la pasadas y me viese obligado a apren
divina providencia que el alma con der de nuevo hasta mi nombre, y
serve también la identidad moral, hasta leer y escribir, podría siem
que a _nosc,tras mismos nos aparece pre saber por los demás mi 'vida
pasada en mi estado anterior, como
2 Lo que los alemanes llaman ac he conservado mis· derechos, sin que
tualmente Bewustheit. (N. del T.) fuese · necesario dividirme en dos
1�6 : LE{BNIZ
-- - ------'
-
188 LEIBNIZ
·de la sustancia, de las cuales n:o po pers�nas _-o la misma, puesto que la
demos. cerciorarnos,· sino solamente conciencia y las apariencias inter
por la identidad de la conciencia. nas y externas de los hombres de
TEo.-Confieso que . si todas las esos globos no podrían proporcio
apariencias fueran cambiadas y trans nar distinción alguna? Es · verdad
feridas de un espíritu a otro, o si que : Dios y · los espíritus capaces
Dios ,hiciese un cambio entre dos de · c�>nsiderar los intervalos y las
. espíritus, dándo el cuerpo visible y relaciones externas de los tiempos y
las apariencias y conciencias. del uno de los lugares, y aun las. constitu
al otro, la identidad personal, en ciQnes internas, insensible a los hom
lugar de estar ligada a la de la sus bre de los dos globos, podríán dis
tancia, seguiría las apariencias cons- . cer!ill'los; pero, según vuestras hipó
tantes que la moral humana debe tesis, puesto que la conciencia dis
tener presentes; pero estas aparien cierne por sí sola las personas, sin
cias no consistirán únicamente en que haya necesidad de ocuparse de
las conciencias, y será preciso que la identidad o diversidad real de la
Dios haga el cambio no sólo de las sustancia, _ni siquiera de lo que pa
apercepciones o conciencias de los rece a los demás, ¿cómo podríamos
individuos en cuestión, sino tam impedir que se dijese que estas dos
bién de las apariencias que se ofre- peronas que están al mismo tiempo
. cen a los demás respecto de estas en _esos dos globos · semejantes, perQ
personas; de lo contrario, habría · aleJados uno de otro por una dis
contradicción entre las conciencias ta!lcia incalculable, ·son una sola y
y el orden de las cosas morales. Sin misma persona, lo . cual sería, sin
embargo, es preciso que me confe embargo, un _absurdo manifiesto?
séis también que el divorcio entre Por lo demás, hablando solamente
el mundo insensible y el sensible, de lo naturalmente posible, los dos
es decir, entre las percepciones in �undos semejantes y las dos almas
sensibles, que -conservarán las mis semejantes de los dos mundos no lo
mas· sustancias,. y las apercepciones serían más que por cierto tiempo.
cambiadas,. sería un milagro, como Pues habiendo una diversidad indi
cuando se supone que Dios hace el vidual es · preciso que esta diferen
vacío, porque ya he dicho -antes por cia consista por lo menos en las
qué esto_ no está confonne con el constituciones insensibles,
.
que se de
orden natural. He aquí otra hipó ben des·arrollar en la serie de los
tesis más verosímil. Puede suceder tiempos. · ·
_que en otro lugar del universo o § 2·6. FIL.-Supongamos un hom
en otro tiempo haya un globo · que bre castigado actualmente por lo que
no difiera sensiblemente de este en hizo en otra vida y de lo que no
que habitamos, y que cada uno de se le pueda comprobar conciencia
los hombres que le habiten · no di alguna; ¿qué diferencia . habrá entre ·
fiera sensiblemente de cada uno de · semejante tratamiento y. el que sé
nosotros. De este modo· habría cien le aplicaría_ creyéndole miserable?
millones de pares_ de personas se . TEO.-'-Los platónicos, los orige
0
11
- rificar la - justicia divina. Sin embar
go, es más verosímil que los que ella; y que, sin embargo, rio contra
sufren sabrán por qué, por_ lo me dicen nunca la identidad física y no
nos en general. entran nunca en activo divorcio con
§ FIL.-Quizá, en fin de cuentas, ella: que siempre hay espíritus crea
podréis poneros de acuerdo con mi dos que_conocen o pueden conocer
_ autor, que concluye su capítulo de· lo que hay en es.to, pero que cabe
la identidad diciendo que la cues pensar q1,1e lo que hay de indiferen
tión de si el mismo hombre subsis te respecto de· las personas mismas
te, es una cuestión de palabras, no puede serlo más que por cierto
según se.entiende por hombre, o sólo tiempo.
el espíritu racional, o sólo el cuer
po de esta forma que se llama hu
CAPÍTULO XXVIII
r
mana, o, en fin, el espíritu unido a
un determinado cuerpo. En el pri
mer c�so, el espíritu separado (por De algunas· otras relaciones, y sobre
lo menos del cuerpo grosero) sería todo de las morales
todavía el hombre; en el segundo,
un orangután, perfectamente seme § 1. FIL.-Además de las rela
jante a nosotros, excepto la razón, ciones fundadas en el tiempo, el
sería un hombre; y si el hombre es lugar y la__ causalidad, hay otras mu
tuviese privado de su alina racional chas de las cuales quiero estudiar
y recibiese un. alma de bestia, se algunas. Toda idea simple, capaz de
guiría siendo el mismo hombre. En partes y de grados, suministra tina
el tercer caso es preciso que uno y ocasión de comparar los objetos en
otro siguiesen con la misma unión, que se encuentra, por ejemplo, Ja
el mismo espíritu y el cuerpo tam idéa de más (o menos o igualmente)
bién aun en ·parte, o por lo menos blanco. Esta relación puede ser lla
el equivalente, en cuanto a la forma m�da proporcional.
corporal sensible. Así podría 'sub TEo.-Hay sin embargo un exceso
sistir el mismo ser física o moral� sin proporción; y me refiero a la -\
mente, es decir, la misma sustancia de una dimensión que yo llamo im-
y la misma persona, sin permanecer perfecta, como cuando se dice que
hombre, en caso en que se conside el ángulo que el radio forma con el
rase esta figura· como esencial al arco de su círculo es menor que un
hombre en este último sentido. ángulo recto, pues no es posible que
TEo�-Confieso que en esto hay exista una proporción entre estos dos
una cuestión de palabras; y en el ángulos. Tendré uno de ellos y su
¡/ e
hay nombre para aquellos que tie- verdad que, según esta noción, una
nen relación con el canciller. misma acción sería moralmente ma
TEo.-Hay a veces relaciones na- la y moralmente bue!IB al mismo
turales que los hombres han conver- tiempo bajo diferentes legisladores,
r
. tido y enriquecido con algunas rela- así como nuestro hábil autor toma
ciones · morales, como por ejemplo, · ba la virtud, más arriba, por lo que
·10s hijos tienen derecho a pretender es alabado;. y, por consiguiente, una
la porción· legítima de la sucesión misma acción sería virtuosa o no,
1
! de ·sus padres; los jóvenes tienen según las opiniones de los hombres.
ciertos deberes, y los viejos; ciertas Ahora bien; no siendo éste el sen
exenciones. Sin embargo, sucede tido ordinario que se. da a las ac
también que se toma por relacio- ciones moralmente buenas o virtuo
nes naturales las que no lo son, co-- sas yo preferiría tomar por medida
mo cuando las leyes dicen que el · del bien moral y de la virtud la
padre. es el que ha celebrado bodas regla invariable · de la razón, que
con la madre• en él tiempo que hace Dios se encarga de mantener. Así
que un hijo. pueda serle .atribuido; poden;ios estar seguros de que por
y esta sustitución de lo instituido, en su medio, todo bien moral se con
vez de lo natural, no es a veces más vierte en físico, o, como decían los
que uña presunción; .es· decir, un antiguos, toda honradez es útil;
juicio que hace pasar por. verdadero · mientras que para expresar la no
lo que puede no serlo, mientras no · ción del autor sería preciso decir
se pruebe su · falsedad . Y la máxi- que el bien o el mal moral es un
ma: Pater est quem nuptiae de- bien o uri mal de �posición o iós
monstrant es tomada en este sentido titutivo que el que tiene el poder
en el derecho romano y en los pue- en su mano trata de hacer seguir
· blos por los que ha sido aceptada. o evitar por medio de penas o re
Pero me han dicho que en Ingla- compensas. Lo bueno es que lo que
terra no sirve de nada probar su hay en la institución general de Dios
alibi, siempre que se haya estado está en forma con la naturaleza. y
en uno de los tres reinos; de suer- · con la razón.
te que la pr�s'-!llción se convierte . · § 7. FIL.-Hay tres clases de le
entonces en ficción o en lo que �1- yes: la ley divina, la ley civil y la
gunos. d�ctores ll_aman praesumptw0 ley de ppinión o de reputación. La
nem ¡uris et de ¡ure. •primera es la regla de los pecados
§ 4. · F1L;-Relación moral es la o de los deberes; la segunda, la de
conveniencia o disconveniencia . que las acciones criminales o inocentes;
existe entre las acciones voluntarias la tercera, la de las virtudes o de
de los hombres y una regla qúe ha- los vicios.
ce que se juzgue si son mo�almente TEo.-Según el ·sentido ordinario
buenas o malas, § 5; y el.bien o el de los términos, las virtudes y los
mal .�oral es la. conformidad o _ la vicios no difieren de los deberes y
oposición qu� existe en�e las acc10- de los pecados sino como los hábi
nes .voluntanas y. una cierta ley, l? tos difieren de las acciones, y no. se
que nos reputa bienes o males (f1- toma la virtud ni el vicio por algo
s1c�s) . por la voluntad Y poder del · que dependa de la opinión. Un gran
legislador (o de aquel que hace guar- pecado es llamado crimen, y no se
dar la ley) , y es _lo que llamamos opone el inocente al criminal, sino
recompensa Y castigo. . el culpable. La ley divina es de dos
TEo.-Es lícito, señor,• a autores clases: .natural y positiva. La ley
tan- doctos como los que represen- civil es positiva. La ley de repu
táis emplear los términos como juz- tación no .merece el nombre de ley
guen a propósito, Pero también es más que impropiamente, o es com-
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 195
¡.
196 LEIBNIZ
1,
---•·� -
•1:..
NUEVO TRATADO SOBRE EL l!NTENDIMIENTO HUMANO 197
curiosidad de los niños sobre este ra de - un color, en cuyo caso no
punto), el niño replicó que por qué !amaré éste por otros, y si tengo una
no le volvían a echar al pozo, ya 1d �a clara de una planta la distin
que chillaba tanto e incomodaba a guiré e!1tre otras semejantes; sin es
su madre. Y es porque esta razón to, la idea es oscura. Yo creo que
no le daba a conocer la razón del nosotros no tenemos siempre ideas
amor que la madre .demostraba por perfectamente claras sobre las cosas
el niño. Puede decirse, pues, que sensibles. Hay colores que se pare
aquellos que ignoran el fundamento cen de tal manera, que no podría
de las relaciones no tienen de ellas mos discernirlos por la memoria, y
· más que lo que yo llamo pensa sin_ embargo los discerniríamos algu
mientos sordos en parte e insuficien na vez poniéndolos uno al lado de
tes, aunque estos pensamientos pue otro. Y cuando creemos haber des
dan bastar bajo ciertos aspectos y crito una planta perfectamente, po
· ·en determinadas ocasiones. dremos traer de las Indias una que
reúna todo lo que se incluye en nues
tra descripción, y que no dejará de
CAPÍTULO XXIX distinguirse como .especie diferente;
así, no podremos nunca determinar
De las ideas claras y oscuras, las species infimas o últimas.
. distintas Y. confusas § 4. F1L.-Así como una idea cla
ra es ·,quella de la cual tiene el
§ 2. F1L.-Pasemos ahora a con espíritu yna clara y - evidente per
siderar algunas diferencias entre las cepción, tal cual ella es, cuando la
ideas. Nuestras ideas simples son recibe de uh objeto exterior que
claras cuando son tales como los opera debidamente sobre un ·órgano
objetos mismos de donde se las to-. bien dispuesto, una idea distinta es
ma, o que la�. representan o pueden aquella en que el espíritu percibe
representarlas con todas las éircuns una diferencia· que la distingue de
tancias requeridas para uná sensa toda otra idea, _y una idea confusa
ción o percepción bien · ordenada. es -aquella que no podemos distin
Cuando la memoria las conserva de guir suficientemente de otra de la
esta manera,- son ideas ·claras, y en cual debe diferenciarse.
cuanto· les fálta . esta exactitud ori TEo.-Según esta definición: que
ginal, o han perdido,· por decirlo habéis dado de la idea distinta, no
asf, su primera frescura, y están veo el medio de distinguirla de la
· como marchitadas por el tiempo, son idea clara. Por eso tengo la costum
oscuras. Las ideas.- complejas son cla bre de seguir en esto el lenguaje
ras· cuando las simples que las com de Descartes, según el cual una idea
ponen son claras y el número y or podrá ser clara y confusa al mismo
den de estas ideas es fijo. tiempo, y tales son las ideas de las
TEo.-En un breve•discurso sobre cualidades sensibles, dependientes
las. ideas, verdaderas o falsas, cla · de los órganos, como la de un color
ras u oscuras, distintas o confusas, a la del calor. Son claras, pues !ie
inserto en las actas de Leipzig del las reconoce y se las discierne fácil
año 1684, he expuesto una defini mente las unas de las otras: .pero
ción . de las ideas claras, común a no son distintas, porque no se dis
las simples y a las compuestai¡, y tingue lo que contienen. Así, no po.,
que explica lo que aquí estoy di drfamos dar su definición. No las
ciendo. YrJ- digo que una idea es podemos conocer más que por ejem
clara cuando basta para reconocer plos; y por lo demás hay que decir
la cosa y para distinguirla; como que es un no sé .qué, hasta descifrar
cuando yo tengo una idea bien cla-· su contextura. Así,. aunque, según
---· -----
198 LEIBNIZ
nosotros, las ideas' distintas nos sir- nido idea suficiente para reconocerla
.. ven para diferenciar un objeto de y le hubiera hecho falt¡¡. un Daniel
otro, sin embargo, como las ideas como Nabucodonosor para. interpre
claras, pero confusas en sí mismas, tar su sueño, es evidente que su idea
·sirven para esto mismo, llamamos hubiera sido oscura e imperfecta
distintas no . a todas aquellas que . (pues yo preferiría denominarla así
distinguen los objetos, sino a las a llamarla confusa), no por falta
que son bien distinguipas; es decir, de · aplicación justa a · algún nom-
que son di!!tintas en sí mismas y dis . bre, pues no lo tenía, sino por la
tinguen en los objetos las notas que falta de aplicación a la cosa;· es de
sirven para conocerlos, lo que cons cir, a -la planta que debía curar. En
tituye •SU análisis o definiciqn; en ese casó, Alejandro se habría acor
otro caso, las llamamos confusas. dado de ciertas circunstancias, pero
· Y en este sentido, la confusión qúe habría dudado respecto de otras;· y
reina en las ideas podrá estar exen sirviendo un nombre para designar
ta de censura, por ser uria imper una cosa, cuando se incurre en de
fección de nuestra naturaleza; pues fecto en la. aplicaciói;i de los mim
no podrianfos discernir las· causas, bres, se incurre en defecto respecto
por ejemplo, ·de los olores o sabo,. de la cosa que se designa · con el
res, ni lo que encierran estas • cua- nombre.- ·
- lidades. Esta confusión, sin embar § 7. FIL.--Como las ideas com
go, podría �er censurable cuando puestas son las más sujetas a esta
importa y está en mi poder tener imperfección, ésta puede proceder
ideas distintas, como por ejemplo, de que la idea compuesta lo está
si yo tomase oro falsificado por oro de · un · corto número de ideas sim
.verdadero, a causa · de no haber he ples, como por ejeniplo la· idea de
cho las .pruebas necesarias que con una ·bestia que tiene la piel pintada,
tienen· los caracteres del oro legí que es demasiado general y que no
timo. basta para distiµguir al · lince del
· § 5. F1L.-Pero ;e dirá que no leopardo o de,la pástora, a los que
hay idea confusa (o más bien os- sin embargo se . distingue con nom
. · cura, según vuestra teoría), pues no bres particulares.
puede ser sino t�l como es percibida TEo.-Si estuviéramos en el esta
por el espíritu,· y éste la distingue do · en que estuvo Adán antes de
suficientemente· de todas las demás, haber dado nombres a los· animales,
§ 6. Y para orillar esta dificultad es este defecto no dejaría de produ-·
precíso saber que el defecto · de las cirse. Pues suponiendo · que se su
ideas se refiere a los nombres, y piese que entre las bestias de piel
que lo que la hace ficticia es que con m·anchas hay una que no se ·su
_puede ser designada por otro nom piese si es un tigre o un lince u otra
bre que .aquel con que se la de" especie, es una imperfección no po
signa. derla distinguir. Así, no se trata tan- .
TEo.-Yo creo que esto no debe to del nombre como de lo que pue
hacerse depender de los nombres. de dar ocasión a éste, y que hace
Alejandro Magno había visto, dicen, al animal digno de · una denomina
en sueños una planta que servía pa ción particular. Parece también, se
ra curar a Lisímaco, y que fue lue gÚn esto, que la idea de una bestia
go llamada Lisimaquia, porque curó de piel con manchas· es buena en
efectivamente a este amigo del rey. sí misma, y sin confusión ni oscu
Cuando Alejandro niandó traer gran ridad, cuanqo no ha de servir qiás
cantidad de plantas; entre las c_uales que de género; pero cuando, unida
reconoció la que había visto en sue a algur,.a otra · idea de la cual no
ños, si por desgracia no hubiera te- nos acordamos suficientemente, de-
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 199
be designar la especie, la idea que figura de mil lados, no tendremos de
así se éompone es oscura e 1mper- ella más que una idea confusa has
fecta. ta que sepamos el número de lados,
§ 8. FIL.-Hay un defecto opues- . que es el cubo. de· diez. No se trata,
to cuando -las ideas simples que for- pues, de nombres, sino de propie
man la idea compuesta existen en dades distintas, que se deben encon
número suficiente, pero están dema- trar en la idea cuando se aclare su
siado confundidas y embrolladas, confusic;5n. Es diffcil algunas veces
como hay cuadros que parecen tan .encontrar la clave o la manera de
confusos como si no debiesen ser mirar el objeto, que haga conocer
más que la representación del cielo propiedades inteligibles de él, como
cubierto de nubes, en el cual caso por ejemplo, las hacen conocer esos
no se dirá que hay confusión, no cuadros cuyo artificio enseña el P.
más que si hubiera otro cuadro he- Niceron, y que es preciso mirar des
cho para imitar a éste; pero cuando de cierto punto, o por la intromi
se dice que_ este cuadro quiere ser sión de un espejo o vidrio, para ver
· un retrato, habrá razón para decir el fin de quien hizo la cosa.1
que es confuso,· porque .no se podría § 9. F1L.-No se puede negar, sin
saber si es el retrato de un hombre embargo, que haya un tercer defec
o de un mono o de un pez; sin em- to en las. ideas, que depende verda
bargo, es posible que mirándole en deramente del mal uso de los nom
un espejo cilíndrico la confusión . bres. Este defecto existe cuando
desa'.párezca· y se vea que· es Julio nuestras -ideas son inciertas o inde
César, Así, ninguna de las pinturas terminadas. Así, todos· los días po
mentales (si puedo expresarme así) · demos ver personas que, no tenien
puede ser llamada confusa, cualquie- do inconveniente en usar de las. pa- ·
ra que sea la manera en que sus labras de su lengua nativa, antes-de
partes estén unidas, pues cualesquie- conocer su significación precisa, ai
ra que sean . éstas imágenes pueden teran la idea que quieren expresar
ser distinguidas evidentemente de con la palabra, casi tantas veces co
cualquier otra hasta que �stén colo- mo emplean ésta en su discurso, § 10.
cadas bajo algún nombre ordinario, De este modo se ve cuánto contri
al cual no se sabría· apreciar· qúe huyen los nombres a esta denomina
pertenecen mejor que a cualquier ción de ideas distintas y confusas,
otro nombre. de significación
· dife- y que sin la consideración de los .
rente.. nombres distintos, tomados por sig-
TEo.-Este cuadro, cuyas partes nos de cosas distintas, sería muy
se ven distintamente, sin conocer su aventurado decir qué es una idea
resultado, sino mirándolas de una confusa.
manera determinada, se parece a 1a TEo.-Sin embargo, acabo de_ ex-
idea de un montón de piedras, que ·plicarlo sin considerar los nombres, -
es verdaderamente confuso 1;10 sola- ya en el caso en que la confusión
· mente én vuestro sentido, sino tam- es tomada, como vos la tomáis, por
bién en el mío, hasta que se cono- lo que yo llamo oscuridad, ya en
cen precisamente su· número y de·- el caso en que es tomada en mi sen
más propiedades. Si hubiera treinta tido, sea por la falta de análisis de
y seis (por ejemplo) , no se sabría, la noción de que se trata. Y he d�
al verlos amontonados y sin orde, mostrado también que toda idea os
nar, que pueden formar un triángulo cura es, en efecto, indeterminada e
· o un cualirado, porque 36 es un - incierta, como en , el ejemplo de la
maria, en efecto, porque. 36 es un
número cuadrado y también triangu- 1_ J. F. N1cERON: La perspectiva cu-
lar. Así es como, considerando una riense, 1638, libr. 2-4.
200 LEIBNIZ·
bestia de piel manchada, que _se ha quieren resolver muchas veces por
visto, y en el que se sabe que es medio de distinciones, 12.ero que a
preciso añadir aún alguna cosa a menudo no sirven más qt'le para au
esta noción general, sin acordarse mentar la confusión, sustituyendo
concretamente de lo que es· ese algo; un término vago y oscuro por otros ·
de modo que el primero y el tercer más vagos aún, como lo son· aque
defecto que vos habéis especificado llos que los. filósofos emplean en sus .
son una misma e.osa. Sin embargo, distinciones sin haber hecho antes
es muy cierto que el abuso de las · buenas definiciones.
palabras es una gran fuente de J;:rro § 12. FIL,-Si hay alguna otra
res, pues da origen a cierta clase de confusión · e·n las ideas además de
errores de cálculo, como si al calcu aquella que . mantiene · una secreta
lar no se marcase bien el lugar del relación con 'los nombres; ésta por
tanto, o si se escribiesen tan mal lo. menos siembra. más que otra al
las notas numéricas que no púdié guna el desorden en los pensamien
semos discernir un 2 de un 7, o si tos y en los discursos de los ·hom ·
se lo omi_tiese o cambiase por equi · bres. .
vocación. Este abuso de las palabras TEo.-Estoy de acuerdo; pero al
consiste, en no hacerlas. correspon-_ gunas veces se añade. también algu
der con "ideas, o de atribuirles una na noción de la cosa y del fin que
idea imperfecta en parte vacía y, por. perseguimos al servimos del hom
decirlo así, en blanco; en estos dos bre, , como por ejemplo cuando se
casos hay algo de vacío y sordo en habla de la Iglesia muchos piensan
el pensamiento que no es cubierto en un gobierno, mientras · que otros
. por el nombre; o, por último, el piensan en la verdad de una doc
defecto consiste en atribuir a la pa trina.
labra ideas diferentes, ya porque es FIL.-El medio de prevenir esta
temos inseguros de · cuál debemos confusión· es aplicar constantemente
escoger, lo que hace la idea oscura, el mismo nombre a un conjunto_ de
tanto como en el caso en que una ideas simples, unidas ·en número fi
parte. es sorda; ya sea que las esco jo en un orden· determinado. Pero
jamos sucesivamente y que nos sir como esto no se acomoda a la pe
.vamos, unas veces de una y otras reza ni a la vanidad _de los hombres,
de otra,,· por el sentido de una mis ;_
y no puede servir más que a la de
ma palabra en un mismo razona fensa y al descubrimiento de la ver
miento, de manera capaz de causar dad, que no es siempre el fin que
el error, sin considerar que tales . persiguen, tal exactitud es una de
ideas no concuerdan. Así, el pensa esas cosas que más bien se debe de
miento incierto es o vacío, o sin sear que esperar. La aplicación va- ,,
idea,. o fluctuante entre varias ideas; ga de. los nombres a ideas indeter
lo. cual constituye un perjuicio, tan minadas, variables y que son casi
to cuando. se quiera designar alguna puras _naderías (en los pensamien
cosa determinada, como cuando se tos sordos) sirve, de un lado, para
quiera dar a la palabra cierto sen cubrir nuestra ignorancia, y de otro
tido que responda o a aquel de que para confundir y embarazar a los
nosotros nos hemos ya servido, o demás, lo que pasa por verdadero
a aquel de que se sirven los demás, saber -y por señal de superioridad
sobre todo en el lenguaje ordina en los hechos de conocimiento.
rio, común a todos o común a las TEo.-También ha contribuido
personas . del oficio. Y de aquí na mucho a esa confusión del lengua
cen una . infinidad de disputas va je la afectación · de elegancia y de
gas y vanas en _la conversación, en buen estilo, pues para· expresar los
los auditorios y en los -libros, que se pensamientos . de una manera bella
,-
.,,
,,.
tes sean componibles, es decir que cia efectiva, como hacen los que
puedan estar juntos. sueñan con la piedra filosofal, o co
§ 5. FIL.-Pero las ideas com mo harían los que creyeeen que hay
¡�- puestas de las sustancias, estando una nación de centauros. De lo con
como están todas ellas formadas con trario, no rigiéndonos más que por
relación a · las cosas que están fuera la existencia, nos apartaríamos sin
de nosotros, y para representar las necesidad del lenguaje corriente, que
sustancias tal como existen real no permite que se diga que el que
mente, no son reales sino• en cuanto habla en invierno de rosas o de cla
son combinaciones de ideas simples veles habla de una. quimera, a me
realmente, unida!! y coexistentes. en nos que no .crea poder hal�arlos en
las .cosas que coexisten fuera·. de su· jardín, como se contaba de .t\J
nosotros. Por el contrario, son qui berto Magno o de algú,1 otro su
méricas las que están compuestas ·puesto mago.
de tales colecciones de ídeas sim
ples que no· han estado nunca real
mente unidas y gue · jamas se halla CAPÍTULO XXXI
" ron juntas en 'ninguna sustancia,
como son las que forman un · cen De las ideffs completas e incompletas
tauro, un cuerpo que se parece al
oso, excepto .el peso, y más ligero § 1. FIL.-Las ideas reales son
que. el agua; un cuerpo similar con completas cuando representan per
relación a los sentidos, pero dotado fectamente los originales de donde
de percepción y movilidad volun supone el espíritu • qu_e · proceden, y
taria, etc. a los cuales se refierc:n. Las ideas
TBo.-De esta . manera, tomando incompletas, por el contrario, repre
el término de real y de quimérico sentan sólo una parte de estos ori
en otro sentido con relación a las ginales. § 2. Nuestras ideas simples
ideas de los modos que con relación son todas completas. Lás ideas de
. a las que forman un.a cosa sustan blanco o de · dulce que se refieren
cial, no ven qué noción común a al azúcar son completas, pues basta
ambos casos dáis 'a las ideas reales que correspondan exactamente a las
o quiméricas, pues los modos os · potencias que Dios ha puesto en este
parecen reales cuando son posibles, cuerpo para provocar estas sensa
y las . cosas sustanciales no os pare ciones.
ce que tienen ideas reales más que TEo.�mo veo, vos llamáis ideas
cuando existen. Pero si . queremos completas o incompletas a _aquellas
referimos a la existencia, no podría ideas que vuestro autor favorito lla
mos apenas determinar si unf:!. idea ma adecuadas o inadecuadas; se las
es quimérica o no, porque lo que es podría lla�ar acabadas o no aca
posible, aurique no. se encuentre en badas. Anteriormente definí yo la
el tiempo o en el lugar en que esta idea acabada (ideam adequatam),
mos, puede haber existido en otro aquella que es tan clara que todas
tiempo, o existirá quizá un día, _o sus partes constitutivas se distinguen
podrá existir actualmente en otro claramente, como podemos decir
mundo o aun en el nuestro, sin que más concretamente de la idea de
· sepamos, como la idea que Demó número. Por el contrario, una idea,
crito -tenía de . la vía láctea y que aun cuando sea clara· y encierre en
los telescopios han comprobado; de sí la definición, o sea los caracteres
suerte que parece lo mejor decir necesarios y suficientes del objeto,
que - las ideas · posibles son quimé puede ser inadecuada o inacabada
ricas sólo cuando se les atribuye sin si aquellas notas o partes constitu
fundamento la idea de la existen- tivas no todas son conocidas de una
los cuentos que han oído. § 11. No nas instruidas y de muy· buen sen
pensamos el) · un hombre a quien tido, y que están muy por encima
odiamos sin pensar en el mal que de las supersticiones, no podrían re
nos ha hecho o que puede hacer- solverse a hacer el número trece en
. nos. § 12. Evitemos la alcoba en la mesa sin desconcertarse· en · ex
que hemos visto morir a un amigo. tremo por háber sido herida ant.año
§ 13. Una madre que ha perdido su imaginación por 1a idea de que
a un hijo querido pierde algunas uno ha de morir dentro del año.
veces con él toda su alegría, hasta Hubo un gentilhombre que habien
que el · tiempo borra la impresión de do recibido en su infancia un pin
esta idea, lo que algunas veces no· chazo de un alfiler mal prendido,
se consigue. § 14. Un hombre cu no podía jamás ver un alfiler nial
rado radicalmente de la rabia por prendido sin estar a punto de des
una operación extremadamente do mayarse. Un primer ministro que
lorosa se reconoció obligado duran ostentaba en 1a· Corte de su señor
te toda su vida al que le hizo esta el nombre de Presidente, se sintió
operación, pero no podía · soportar ofendido por el título del libro de
su presencia. § 15. Algunos odian · Oc�avio Pi�3!1i, llamado · "Licurgo'?
los libros toda su vida a causa de e hizo escnbrr contra este libro, por
los malos tratos que recibieron en que el ·autor, al hablar de los fun
las escuelas. El que ha alcanzado cionarios judiciales, que creía super
en alguna ocasión cierto ascendiente fluos, había enumerado también a
· sobre otro le conserva· siempre, § 16. los presidentes, y aunque este voca
Hubo un hombre que aprendió a blo, en la persona de este ministro,
bailar perfectamente, pero· que no significaba otra cosa, se había iden- ·
podía hacerlo cuando no había en tificado de tal modo coñ la palabra
la habitación un cofre semej�nte al que se sentía vejado. Y uno de los
· que veía en la que aprendió a hal casos más ordinarios de las asocia
lar. § 17. Esta misma relación no ciones no naturales, capaces de en
natural la encontramos en los hábi-. gañar, es el de las palabras de las
_ tos intelectuales: Relacionamos la cosas, aun cuando hay. equívoco. Pa
materia con el 15er, como si en ello ra comprender mejor la fuente 'de
no hubiera nada inmaterial. § 18: la relación no natural de las ideas,
Nuestras opiniones están condicio es preciso considerar lo que ya he
nadas con el partido o secta a que observado anterioimenté (cap. XI,
pertenecemos en la filosofía, en la § 1) al hablar de los razonamientos
religión y en la política. de· las bestias: que el hombre, tanto
como la bestia, está sujeto· a unir
TEo.-Esta observación es impor por su memoria y por su imagina.:
tante y de mi conformidad, y la po ción lo que ha impresionado a un
dríamos corroborar· por una infini mismo tienipo sus · percepciones y
dad de ejemplos. Descartes tuvo en sus experiencias. En esto consiste .
su juventud un amigo . muy querido
todo el razonamiento de 'las bestias,
que era bizco, y durante toda su vi si así podemos llamarle, y algunas
da no pudo corregirse de cierta in veces los de los hombres, en cuanto
clinación por aquellos que tenían son razonamientos empíricos y no
este defecto. Hobbes, otro gran fi. se rigen más que por los sentidos
lósofo, no podía, según cuentan, per y por fos ejemplos, sin examinar si ·
manecer en un lugar oscuro flin sen se da la misma razón. Y como fre
tir atormentado su espíritu por la cuentemente las razones nos son des-
imagen di. los espectros, aunque no
creía en ellos, conservando esta im
• l PIZANI
presión de los cuentos que le habían ·liana,
(Octavio), jurisconsulto ita,
autor del Lycurgus seu Leges
contado en su niñez.· Muchas perso- promptam justitiam p_roin_oventes.
208 LEIBNIZ
'1
1
LIBRO TERCERO
1'
DE LAS PALABRAS
1
CAPÍTULO I
,,,
NUEVO TRATADO SOJIRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 213
'---L------�------- --
214 LEIBNIZ
y que pasaron el Danubio y el Vís el árabe son los que más se le aproxi
tula, una de cuyas ramas pasaría a man, deben estar. sin embargo muy
Grecia y la otra ocuparía la Ger alterados, y parece que-el teutón es
mania y las Galias; lo que es con el que conserva más del natural y
.sec:,uencia de fa hipótesis que hace (para emplear el lenguaje de Jacabo
proceder de Asia a los europeos. Boehm) del andámico,6 pues si co
El sármata (suponiendo que éste nociéramos la lengua primitiva en
sea el esclavón:) procede por lo me toda su pureza, o bastante bien con
nos en su mitad, de un origen ger servada · para ser cognoscible, vería
mánico o común con el germánico. mos en ella las. conexiones ya físi- ·
Algo semejante aparece en el len ces o arbitrarias, sabias y dignas de
guaje finés, que es el de· los más su primer autor.- Pero suponiendo
antiguos escandinavos, antes que los que nuestras lenguas sean derivadas,
'"'· pueblos germánicos, es decir,Ios da . en cuanto al fondo, tienen. sin em
neses, suecos y noruegos, ocupasen bargo ·alguna cosa de primitivo en
lá parte mejor y más próxima al sí mismas que les ha . sobrevenido
mar, y el lenguaje de los fineses o por ,la relación a · ciertas radicales
del nordeste de nuestro éontinente, nuevas, formadas luego por -ª,Zar,
que es aún el de los ·¡apones, se pero resppndiendo a razones físicas.
extiende desde el _océaqo germánico; . Aquellas que significan los sonidos
o noruego más bien, hasta el mar de los animales o de ellos provie
Caspio (aunque interrumpido por· nen, nos suministran ejemplós. Tal
los pueblos esclavones, que se han por ejemplo el latín . coaxare; atri�
metido entre ellos),· y tiene relación buido a las ranas, que se relaciona
con el húngaro, originario de los con el couaquen o quaken alemán.
países que aún están en parte bajo Ahora bien; parece ser que el ruido
los moscovitas. Pero el lenguaje tár de estos animales es la raíz primor
taro, que ha invadido el nordeste de dial de otras palabras de la -lengua
_¡·
Asia, con sus ··variaciones, parece · germánica. Pues como estos anima
haber sido el de los hunos y éuma les hacen mucho ruido, se compara
nos, como lo es de Ios usbecos o a éste los discursos vacíos de los
turcos, de los calmucos y de los mu charlatanes, a los que se denomina
�ales. Ahora bien; todas estas len quakeler en diminutivo;- pero al pa
guas de la Escitia tienen · muchas recer esta-misma palabra quake,i _ era
raíces comunes entre sí y · con las tomada antiguamente en serio, y sig
- nuestras, y aun el árabe (bajo el nificaba toda clase de sonidos he
cual deben ·ser comprendidos el he chos con la boca con inclusión de
breo, el antiguo púnico, el caldeo, la palabra misma:·y como estos so
el siríaco y el etiópico de los abisi nidos o ruidos de los animales . son
nios) tiene· un número tan grande un testimonio de la vida, y por ellos
de ellas y de una similitud tan ma se conoce · de antemano que hay al
nifiesta con_ las nuestras, que no los go vivo, d_e. aquí que quek en el an
nodríamos atribuir al mero azar, ni tiguo alemán significase vivo o vi-
siquiera al comercio, sino más bieri
a las migraciones de los pueblos. De su tiempo. m fue también el que par -
suerte que, nada encontr�mos en i;s- tiendo de este punto de vista fomentó
to que este contra el ongen comun _ la filología. comparada (Sch.).
de todas las naciones y de una len- li Sobre la ·1engua adámica véase la
gua radical y primitiva; antes bien, "Característica universal", dé Leibniz,
parece favorecerlo.4 Si el hebreo o y además el fragmento: Leibnitins de
conexione. inter et seu potius de lin
guarum origine. (Opuscules et frag-
4 En estas conjeturas, Leibniz, como · mentes inédits de Leibniz, ed. Louis
en otras muchas cosas, se adelantó a Couturat. París, 1903, p. 151.)
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 215
1,. bace un vestido que arrastra)• reck- también yo leo, y por último, entre
ken (extender con violencia), de los griegos, yo hablo, laub (hoja,
donde · viene que reichen es alean- · cosa fácil de mover, al cual se re- ·
zar; que der rick significa un palo fieren también lap, lid, lenken), luo,
largo o pértiga que sirve para su� Mw (salvo), leien (en bajo sajón,
pender alguna cosa; en esa especie · disolverse, fundirse como la nieve),
de plat-düisch o bajo sajón que es- de donde -Leine, río de Hannover,
. tá cerca de Brunswick; que rige; que · bajando de las comarcas iµon-
reihe, regula, regere se refieren 8 tañosas, crece notablemente por la
una longitud o carrera en dirección fusión de las nieves. Sin hablar de
· recta, y q� reck ha significado una otra infinidad de nombres que prue
cosa o persona muy extensa Y· lar- han que hay algo natural en él ori
gen de las palabras, que denota Qna
e Mercurio. relación entre las cosas y los soni-
216 LEIBNIZ
dos . y movimientos de los órganos servan algo del anti guo teutonismo
de la voz; y por esto es por lo que escandinavo,· han disminuido la as
la letra L, unida a otros nombres, piración, diciendo aa;. o�ós que di
forma el diminutivo entre_ los lati cen aken (entendiendo Aix, Aquas
nos, los semilatinos y los alto-alema grani) 1a han- aumentado, como ha
nes. Sin embargo, no vayamos a pre cían también los latinos .en su aqua,
tender encontrar esta razón en todos y los alemanes en ciertos sitios, que
-los casos, pues el león, el lince, el dicen ach • en las composiciones pa
lobo no tienen nada de dulces. Pero ra significar el agua, como cuando
esto puede obedecer a un accidente, schwartzach significa agua negra, Bi
que es la velocidad (lauf), que les berach el agua de los castores. Y en
hace temibles y que obliga a correr lugar de Wiser o Weser se decía
como si el que viese . a alguno de Wiseraha en los antiguos títulos,
estos animales gritase a los demás y Wisurach entre los antiguos ha
• lauf (¡huid!), además· de que, en bitantes, de donde los latinos hicie
virtud de muchos accidentes y cam-, ron Visurgis, como de Iler, Ilerach .,,
bios, la mayor parte de Ias palabras hicieron Ilargus. De aqua, aigues,
están extraordinariamente alteradas · auue, los franceses. hicieron eau, que
y distantes de. su pronunciación · y pronuncian oo, y no queda. ya nada
de su significación originaria. del origen. .Auwe. Auge entre los
FIL...:.._Un ejemplo nos . lo hará germanos es hoy un lugar que el
; comprender mejor .. agua inunda frecuentemente, propio
TEo.-Ved aquí uno bastante cla para pastos, locus irriguus, pascuus;
ro y que encierra en . sí otros mu pero más particularmente significa·
chos. La palabra oéil (ojo) y sus una isla, como en el nombre del
afines nos puede servir; Para hacer monasterio de Reichenau (Augia di
lo ver comenzaré desde más lejos. ves) y otros muchos. Y esto debió
A (primera letra) , seguida de una suceder en varios pueblos teutónicos
pequeña aspiración, hace ah, y co y célticos, pues de aquí procede que .
mo esto es una emisión de aire que todo lo que está aislado en una es
hace un ruido bastante claro en su pecie de planicie haya sido denomi
comienzo y luego se desvanece, este nado auge o ooge, oculus. Así es co
ruido significa, naturalmente, un pe mo se llama a las manchas de acei
queño soplo, spiritum lenem, cuan te sobre el agua eritre lÓs alemanes,
do A y H no son muy fuertes. De y entre los españoles ojo es un agu
aquí traen su origen lí.w, aura, haugh jero. Pero Auge, ooge, oculus, oc.
halare, hdbito, lí.-.µo�, athem, odem chio, etc.., ha sido aplicado. más. par
(alemán) . Pero como el agua es un ticularmente al ojo por antonoma
fluido también y hace ruido, ha su sia, que constituye ese agujero ais
cedido (a lo que parece) que ah, lado y llamativo en el rostro, y sin
hecho más fuerte por la duplica duda el francés oeil · viene de ahí,
ción, es decir ahq o ahha, ha· sido aunque el . origen no sea todo lo
tomado por el agua. Los teutones claro que se desearía, a meno� que
y otros celtas, para denotar mejor se siga el encadenamiento que aca
el movimiento, han antepuesto su bo de hacer; y parece ser que el
W a la una y a la otra palabra; por liµµa, y el chjii� de los griegos viene
esto, wehen, wind, viento, denotan de la misma fuente. Oe o Oeland
el movimiento del aire, y waten, es una isla de los . septentrionales,
vadum, water, el movimiento del y de. esta palabra hay alguna huella
, agua o en el agua. Mas para volver en el hebreo. Bochart 7 creyó que
a aha, parece ser (como ya se ha 7 Ílochart, célebre erudito protestan•
dicho) una especie de raíz que sig te, nacido en Rennés en 1579 y muerto
nifi_ca agua. Los irlandeses, que con- en Caen en 1666. P. J.
/
L______.........:,_
218 LEIBNIZ
nen con ciertas ideas abstractas, a _ distinguir mejor la esencia y la de- '
las cuales hemos dado un determi- finición, es prec;iso considerar que
nado nombre, la esencia de cada no hay más que una esencia de la
género o esp·ecie viene, de este mo- cosa, P,ero. que hay muchas defini
do, a nó ser otra cosa que la idea ciones que expresan una misma esen
abstracta significada por el _nombre cia, como una misma estructura o
general o específico; y veremos que una misma ciudad puede ser_ repre
en esto consiste _ la palabra esencia, sentada por diferentes escenografías,
según el uso más ordinario que de según los diférentes puntos de vista -
ella hacemos. No estaría mal, en mi desde los cuales se 1a mire.
opinión; designar estas dos clases de § 18. FIL.-Me concederéis, creo, -
esencias por dos nombres diferen- que lo real y lo nominal es siem
tes, y llamar a 1a primera esencia pre lo mismo en las ideas simples
real y a la otra esencia nominal. y en las ideas de los modos; pero
· TEo.-Me parece que vuestro len- en las ideas de · las sustancias son
guaje innova extremadamente en las siempre completamente distintos.
maneras de · expresarse. Es verdad Una figura que termina un espacio -
que se ha hablado hasta aquí de por tres líneas es la esencia del
definiciones nominales y causales o triángulo, tanto real como nominal,
reales; pero no; que yo sepa, de pues no es solamente la idea abs-_
otras esencias que las reales, a me- tracta - a la cual el nombre general
nos que por esencias nominales se es referido, sino la esencia o el ser
haya entendido esencias falsas e im-. propio de la cosa,- y al ·cual son
posibles, que parecen ser esencias, referidas. Pero respecto_ al oro, es
pero que no lo son; como s'ería, muy distinta. La constitución· real
por ejemplo, la de un decaedro re- de sus partes, de la cual dependen
guiar, es decir, la de un cuerpo _ el color, 1a pesantez, la fusibilidad,
· regular comprendido bajo diez pla- fa _fijeza, etc.; nos es desconocida,
nos o hedros. • La. esencia, .en su fon- y no teniendo idea de ella no tene-
do, no es otra cosa que la posibi- mos un nombre que _sea su signo.
lidad de lo que se propone. Lo que Sin embargo, estas cualidades son
se supone posible se expresa por la las que hacen que esta materia sea
definición; pero esta .definición no llamada oro, y son su· esencia no-
es más que nominal, cuando no ex- minal; es decir, las que l_e dan dere-
presa al misrp.o · tiempo la posibili- _ cho al nombre. _
dad, pues entonces se puede dudar TEo.-Yo preferiría decir, siguien
si esta definición expresa �guna co- ·do el uso corriente, que la. esencia
sa real, ·es decir,_ posible, hasta que del oro es fo que le constituye y le
la experiencia viene en ·nuestra ayu- da esas cualidades sensibles que nos
da para hacemos con_ocer esta rea- le hacen reconocer y_ que forman
Iidad .a posteriori, cuando la cosa su definición nominal, mientras que
se encuentra efectivamente en el tendríamos su definición real y cau- -
mundo;--lo que basta en defecto de sal si pudiésemos explicar esta con
la razón que nos haría conocer la t�xtura- o constitución interior. Sin
realidad a priori, expopiendo su cau- embargo, la definición nominal es
sa o la generación posible de la aquí -también fa real, no por sí mis
cosa definida. No depende, pues, de roa (pues no nos hace conocer a
. nosotros unir las ideas a capricho, priori la posibilidad o generación
a. menos que esta combinación no del cuerpo), sino por _la experien
esté justifi¡¡ada o por la razón, que cia, porqué nosotros experimenta
la muestra posible, o por la expe, mos que hay un cuerpo en que estas
riencia, que la muestra actual, y por cualidades se encuentran reunidas;
consiguiente posible también. Para sin lo cual _se podría dudar si tanta .
224 LEIBNIZ
I!-
dada, siempre que se - tenga cuidado 2 Esto es lo- que se llama las asín-
de· que la punta del lápiz, que des- totas·. . , :.
·,
'.
que no nos dice · gran cosa, Diá que nos servimos en aritmética y en
fano es para él un medio al través geometría.
ª
del ·cual se· puede ver, y la luz es, § 16. FIL.�Las ideas simples tie
según él, lo que consiste en el -tra nen también la particularidad de
yecto actual. Sea en buena· hora. que presentan poca subordinación
§ 11. FIL,--:-Convenimos, pues, en en lo. que los '1ógicos llaman la línea
que nuestras · ideas· simples no po predicamental, desde Ia última es
drían tener definiciones nominales, · pecie hasta el género supremo. Y es
como tampoco podríamos· conocer que, no siendo la última especie más
el ,gusto del ·ananás por la relación que una sola ·idea simple, · no se
de los viajeros, a menos de poder puede quitar nada de ella; por ejem
gustar las . cosas por los oídos, como plo: no se puede quitar . nada de
Sancho Panza, que tenía la facultad · las ideas de blanco y rojo para que
de ver a Dulcinea de oídas, o como damos con una . apariencia común
aquel ciego que habiendo oído ha en la cual convienen; por esto se
blar del brillo de la escar-lata creía ies comprende con el amarillo y
que había de parecerse al sonido de otros bajo el género. o el nombre
la trompeta. -de color. Y cuando se quiere for�
TEo.-Tenéis razón, y todos los mar un ·término aún más general,
viajeros del mundo no nos podrían que comprerlda también los sonidos,
dar por sus relaciones lo que debe los sabores y las cualidades táctiles,
mos a un gentilhombre de este país nos servimos del término general de
que cultiva con éxito los ananás a cualidad, en el sentido que se le
tres leguas de Hannover, casi sobre da ordinariamente para distinguir
el borde del Weser, -y ha encontra estas cualidades y . del dolor, que
do el medio de multiplicarlos, de obran sobre el -espíritu e introducen
suerte que los podremos tener un en él sus ideas .por más de un sen
día, de nuestra cosecha, tan abun tido.
dantes como fas naranjas de Portu TEo.-:-Tengo todavía algo que de
-- gal, · aunque por las trazas no ten-· cir sobre. este punto. Espero que
gan el mismo gusto que los ame aquí, tanto como en otras ocasio
ricanos. nes, ine haréis fa justicia de creer
§ .12, 13. F1L.-No sucede lo mis-. que yo no discuto por espíritu de
mo . con las ideas complejas. Un cie contradicción y que la materia pa
go puede saber lo que es una esta rece pedirlo. ·Pues no es una ven
tua, y un hombre que no hubiera taja que las ideas de las cualidades
visto jamás el arco iris podría com sensibles tengan tan poca subordi
prender lo que es, siempre que hu nación y sean susceptibles de tan po
biese visto los colores que lo com cas subdivisiones, pues esto procede
ponen. § 15. Sin embargó, aunque de que las conocemos escasamente.
las ideas simples sean inexplicables, Sin embargo, el hecho mismo de que
no de_jan de ser las menos dudosas. todos los colores tengan de común
Pues la experiencia vale más que la el ser vistos por los ojos, · de pasar
definición. todos a través de Ios cuerpos por
TEo.-Hay, sin embargo, alguna donde pasa la apariencia de algu•
dificultad respecto de las ideas que nos de ellos, y de ser reflejados· por
no son simples más que para noso las superficies· pulimentadas de los
tros. Por ejemplo, sería difícil mar cuerpos que no les dejan pasar, nos
car con :precisión Jos límites del da a entender que podemos separar
azul y del verde,. y en general lo algo de las ideas que de ellos tene
es distinguir los colores muy próxi mos. Se puede, incluso, dividir los
mos, mientras que podemos tener colores, con mucha más razón, en
nociones precisas de los términos de extremos (de los. cuales el uno es
-·:�. {./
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 227
positivo, el blanco; y el oti:o priva color puede ser engendrado por la
tivo, el negro) y en medios, que se sola reflexión sin refracción, y que
les llama colores, en un sentido par :los colores que hemos notado hasta
ticular, y que nacen de la luz por aquí en 1�. concayida_d del ángulo
la refracción; y se pueden también de refracc1on ordmana se encuen
subdividir en los que pertenecen al t�an en la convexidad de una espe- ·
lado convexo y los que pertenecen c1e de refracción desconocida hasta
al lado cóncavo del rayo quebrado. aquí y viceversa. Así, la idea simple
Y estas divisiones y subdivisiones del azul estaría despojada del géne
no son de escasa consecuencia. ro que le hemos asignado por nues
FIL.-Pero, ¿cómo podemos en _tras experiencias. Pero bueno es- que
contrar géneros- en esas ideas sim nos detengamos en el azul; que co
ples? nocemos, y en las circunstancias que
TEo.-Como no son simples más · le acompañan. Y ya es algo que nos
que en apariencia, van acompaña suministren de· qué hacer géneros y
das de circunstancias que tienen re especies.
lación con ellas, aunque esta rela § 17. FIL.-Pero, ¿qué decir de
ción no sea comprendida por noso la observación que se ha hecho de
tros y estas circunstancias suminis que, como las · ideas simples están
tren algo de ex;plicable y de sus tomadas de la existencia de las ~co
ceptible de análisis, que da también sas, no son en modo alguno arbi
alguna esperanza de poder . encon trarias, mientras que las de los mo
trar un día las razones de estos dos mixtos lo son completamente y
fenómenos. Así sucede que hay una las de sustancias en cierto modo?
especie de pleonasmo en las percep TEo.-Creo que la · arbitrariedad
ciones que tenemos de las cualida se encuentra únicamente en las pa
des sensibles tanto como de las ma labras y de ,ningún modo- en las
sas sensibles; y este pleonasmo es ideas. Pues no expresan más que ,po
que t�nemos más de una noción del sibilidades; así, aun cuando no hu
mismo sujeto. El oro puede ser de biera habido nunca parricidio, y
finido nominalmente de varias mane cuando todos los legisladores se hu
ras; se puede decir que es el más . biesen olvidado de hablar de él co
maleabl�, que es un Ct]erpo fusible, mo Solón, el · parricidio sería un cri
que resiste a fa copela y al agua men posible, y su idea sería reat
fuerte. Cada una. de estas notas es Pues las ideas están en Dios por
. buena y basta para reconocer el oro, la eternidad, y aun están en noso
por lo menos provisionalmente, y tros antes· de que pensemos en ellas
en el estado actual de fos cuerpos, actualmente, como ya demostré en
hasta que se encuentre un cuerpo nuestras . primeras •conversaciones.
más pesado, como algunos químicos Si alguien los quiere tomar por pen
lo pretenden de su piedra filosofal, samientos actuales . de los hombres,
o hasta que se descubra esa luna puede hacerlo; pero se opondrá sin
fija, que es un metal · del que se razón al lenguaje corriente.
dice que tiene el color de la plata
y casi todas fas demás cualidades
del oro, y que el caballero Boyle CAPÍTULO V
asegura haber hecho. Así puede de
cirse que en las materias . que no De los nombres de los modos mixtos
conoc¡emos más que empíricamente, · y de las relaciones
todas nuestras definiciones son me
ramente prffvisionales, como ya creo · §§ 2, 3 y sig. F1L.-Pero, el espí
haber adve.r,tido. Es cierto que no ritu, ¿no forma fas ideas mixtas
sabemos ·ctemostrativamente si un reuniendo las ideas simples· como le
_.____...e__ -
-::-
228 LEIBNIZ
parece, sin necesidad de modelo real, modos .mixtos, lo que hace que en
mientras qtie -las ideas simples le algunas lenguas se encuentren pala �..
i llegan sin elección por la existencia bras que no tienen tllltuivalente en
real de las cosás? ¿No ve con fre otras. No hay palabras en otras
cuencia la idea. mixta antes de que lenguas que corresponda·n a la voz
la cosa exista? · versura, usada entre -los romanos,
. TEo.-Si tomáis las ideas por pen ni a la de corban, de los judíos.
samientos actuales, tenéis razón, Pe Se traducen atrevidamente las pala
ro yo no veo que haya necesidad bras latinas ·hora, pies y libra, por
hora, pie y libra; pero las ideas de
1
de aplicar vuestra distinción a lo
que se refiere a la forma misma o los romanos eran muy distintas de
a la posibilidad de esos pensamien las nuestras.
tos; y de esto es, sin embargo; de lo TEo.-Veo que muchas cosas que
que se trata en el mundo ideal que hemos discutido cuando se trataba
distinguimos del mundo existente. de las ideas mismas y de sus · espe
La existencia de los seres, que no cies, vuelven ahora en favor de los
son necesarios es un punto de he nombres de estas ideas. La observa
cho o histórico; pero el conocimien ción es buena en cuanto a los nom
bres y :las costumbres de _ los hom
·,
to de las posibilidades y de las ne
cesidades (pues necésario es aquello bres; pero. no altera en nada las
cuyo contrario es imposible) consti ciencias ni la naturaleza de las co
tuye las ciencias demostrativas. sas; es verdad que el que escribiese
FIL.-Pero, ¿hay más relación en una gramática universal haría bien
tre las ideas de niatar y de hombre en pasar de la esen�ia de la� lenguas
que entre las ideas de matar y de a su existencia y en comparar las
oveja? El parricidio, ¿está compues gramáticas de varias lenguas; del
to de nociones más estrechamente mismo modo que un autor que qui
ligadas que el infanticidio? Y 1o· que .siera escribir una jurisprudencia uni
los ingleses llaman sttabing, es de versal· sacada de la razón haría bien
cir, un homicidio por estocada o hun en ilustrarla con un paralelo de las
diendo la punta de la espada, que leyes y costumbres de los pueblos,
es más delictivo entre ellos que lo que serviría, no sólo para la prác
cuando se mata hiriendo con el fi. tica, sino también para la contem
Jo, ¿es más natural por haber mere• plación, y daría ocasión al autor
cido un nombre y una idea que no mismo para hacer muchas - conside
se ha concedido por ejemplo al acto raciones que de otro modo se le ha
de matar una oveja o de matar a brían- escapado. Sin embargo, en la
1, un hombre con el filo?
TEo.-Si no se trata más que de
ciencia misma, · separada de su his
toria o existencia, no importa el que
posibilidades, todas esas ideas son los pueblos se hayan conformado o
igualmente naturales. Los que han no a lo que la razón ordena.
visto matar ovejas han tenido Úna § 9. F1L:--La dudosa significa
idea de este acto en su pensamien ción de la palabr.a especie hace que
to, aunque no le hayan dado nom ciertas personas se extrañen de oír
bre y no se hayan dignado honrarle decir que las especies de las pala
con su atención. ¿Por. qué, pues, lis bras mixtas - están formadas por el
;¡ 1 mitarsé a los nombres cuando se entendimiento. Pero yo dejo a otro
trata de las ideas mismas, y por que decida quién es el que fija los
qué referirse a la dignidad de las límites de cada clase o especie, pues
ideas de los modos mixtos cuando estas .dos palabras son para mí sinó
se trata de estas ideas en general? nimas.
§ .9; FIL.-Los hombres forman TEo.-La naturaleza de fas cosas
arbitrariamente diversas especies de es quien fija ordinariamente estos
'�
. ;itJIIL.
NUEVO TRATADO SOBRE :EL ENTENDIMIENTO HUMANO 229
límites de las especies; por ejemplo, triunfo no tendríamos idea de lo que
del hombre y de la bestia, de herir pasaba entre los romanos en · esa
con la punta o con el filo. Confieso, ocasión.
sin embargo, que hay nociones ver TEo.-Concedo que el nombre sir
daderamente arbitrarias; por ejem ve para atraer lá atención sobre las
plo, cuando se ttata de determinar cosas y para conservar su memoria
un pie, pues siendo la línea recta y su conocimiento actual¡ pero esto
uniforme e indefinida, la naturaleza no afecta al punto de que se trata,
no marca límites en este punto. Hay ni hace a las esencias nominales; y
también esencias vagas e imperfec- no comprendo por qué razón esos
. tas en que entra la opinión, como señores quieren a todo trance que
cuando se pregunta cuántos pelos las esencias mismas dependan de 1a
necesita tener un ,hombre para no elección de los nombres. Habrá si- ·
ser calvo; éste era uno de los .sofü,. do de desear que vuestro célebre
, mas de los antiguos: autor, en lugar de insistir sobre este
Dum cadat . elusus ratione Punto, hubiera. juzgado mejor entrar
ruentis acervi. en un más detallado estudio de las
ideas y de los modos, ordenando y
Pero la verdadera respuesta es que desarrollando ·sus variedades. Yo Je
la naturaleza no ha determinado es habría seguido por este camino con
ta noción y que la opinión tiene gusto y provecho. Pues sin duda nos
aquí su· parte; que hay personas de habría . esclarecido muchas cuestio
las cuales se puede dudar si son o nes.
no son calvos, y que hay quien pa - § 12. FIL.-Cuando hablamos ·de
sará por calvo ante algunos y por un rcaballo o del hierro, los consi
no calvo ante otros, · como ya he deramos como cosas que nos sumi
mos visto que un caballo que en nistran · los patrones originales de
Holanda pasará por pequeño, en el nuestras ideas; pero cuando habla
país de Gales pasará por grande. mos de los modos mixtos, o por lo
Algo de esto sucede en las ideas menos de los más considerables de
simples, pues acabo de hacer notar estos modos, que s_on los seres mo
que los límites últimos de fos colo rales, como la justicia y la gratitud,
res son dudosos; hay t-ambién esen consideramos los modelos originales
cias verdaderamente nominales a como existentes en el espíritu. Por
medias, en las que el nombre entra esto hablamos de la noción de J·us
en la definición de la cosa; por ticia, de templanza; pero no se ice
ejemplo, el grado o la cualidad del la noción de · un caballo o de una
doctor, de caballe_ro, de. embajador, piedra.
de rey, se conoce cuando una per TEo.-Los patrones 'de las ideas de
sona ha adquirido el derecho reco Ios unos son tan· reales comó · los
nocido de usar tales nombres. Y un de las ideas de los otros. Las cuali
ministro extranjero, por mucho poder dades del espíritu no son menos rea
y pompa.. de que goce, no pasará por les que las del cuerpo. Es verdad
embajador si sus credenciales no le que no se ve la justicia como se ve ·
acreditan de tal. Pero estas esencias un caballo; pero no por eso la CO·
e ideas son vagas, dudosas, arbitra nocemos menos sino más bien me
rias, nominales en un sentido un jor; no está menos en las acciones
poco diferente del qué que vos decís. que en la rectitud o la oblicuidad·
§ 10. FIL.-Pero,. a lo que pare en los· movimientos, ya se la consi
ce, el nom\lre conserva muchas ve dere o no. Y para haceros ver que
ces las esencias de los modos mix los hombres son de mi opinión, aun
tos, que vos creéis que· no son arbi los más capaces ·y expertos en los
trarias; por ejemplo, sin el- nombre negocios humanos, no tengo más
230 LE_IBNIZ.
1,¡
tan amplio como el de idea; el uso FIL.-Me expres o de una manera
del latín n o se opone a ello, y yo apropiada para no renovar nuestras
no sé st el de los ingleses y fran- discusiones. Ahora añado que la
ceses · le . es contrario. esencia no· se refiere más que a las
§ 15. F1L.-Hay que advertir tam clases. y : que nada es esencial en
l bién que los hombres aprenden los
nombres antes que las ideas de los
los individuos. Un accidente o una.
enfei:medad puede cambiar mi" sem
1
1-1
1
modo s mixtos; el nombre hace co blante o mi talla; una fiebre o una
nocer que tal idea_ merece ser con caída :me pueden arrebatar la razón
siderada.. o la memo ria; una apopfojía me
TEo.-Esa observación · es justa, puede reducir a un estado sin sensa
aunque sea verdad que hoy los ni ciones, ni entendimiento, ni vida. Si
i1 ños, con ayuda de fos nomencla
l
se me pregunta si es esencial en mí
tors, .. aprenden ordinariamente los tener razón, responderé que no.
nombres no sólo de los mod os, sino TEo,-Yo creo que hay algo de·
' de las sustancias, antes que las . co esencial a l o s individuo s y más de
sas·; aun mejor, ,]o s nombres de fas Jo que se piensa. Es esencial en las
sustancias que los de los modos; sustancias, obrar; en las sustancias
� pues un defecto de estos mismos nos creadas, sufrir en los espíritus, pen
inenclators es que en ellos se con sar; en los· cuerpos, tener extensión
signan únicamente los nombres y no y mo vimiento. Es decir, que hay
los verbos; sin pensar que lo s ver clases y especies a las cuales un indi
bo s, aunque signifiquen modos, son viduo no podrá (naturalmente p or
más necesarios en la conversación lo-menos) dejar de pertenecer, una
que la mayor parte de los nombres vez ha ,pertenecido, p or muchas r�
que denotan sustancias particulares. . volucíones que puedan acontecer en
la naturaleza. Pero hay clases o es
pecies, accidentales (lo confieso) a
CAPÍTULO .VI los individuos que a ellas pertene-
·cen, y que pueden dejar de ser de
De los nombres de sustancias esta clase. Así se puede dejar de ser
sacio, bello, sabio, y hasta de ser
§ 1 .. FIL.-Los géneros y las es visible y palpable; pero no se dej a
pecies de las sustancias, como de de tener vida y · órganos y percep
los demás seres, no son más que ción. Ya ·he dich o bastante más arri
clases. Por ejemplo, los soles son ba por qué les parece a lo� hombres .
una clase de estrellas, es decir, son que la .vida y el pensamiento cesan
estrellas fijas, pues no sin razón se algunas veces, aunque no dejan de
cree. que cada estrella fija se haría durar y de producir efectos.
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 231
1
L ........__
, .
232 LEIBNIZ
los hombres hacen por sus denomi más apropiado hasta aquí para con
nacion�s y por los derechos atri feccionar un sistema • tolerable y có
buidos a los nombres, siempre que modo para la enseñana, sino tam
su regulación sea seguida o conti- bién según los otros . fundamentos
. nua e inteligible, será fundada en de las otras partes y circunstancills
realidad y no podrán figurarse es de las plantas; 3 cada fundamento
pecies que la naturaleza, que com de comparación merece tablas apar
prende hasta las posibilidades, no te,_ sin lo cual dejaríamos escapar
haya he.cho o. distinguido antes que muchos géneros subalternos, y mu
ellos. En cuanto al interior, aunque _chas comparaciones, dis_tinc_iones y
no hay apariencia externa que no observaciones útiles.· Pero cuanto
esté fundada en la co'nstitución in más profundizamos en la generación
terna, lo cierto es que . una misma de las espedes y más séguimos, en
apariencia podría resultar algunas las clasificaciones, las condiciones
veces de dos diferentes constitucio que allí se requieren, más nos acer
nes; sin embargo, habrá alguna cosa camos al orden natural. Por eso, si
de común, y eso es lo que nuestros las conjeturas de algunas personas
filósofos llaman la causa. próxima peritas fuesen verdaderas y que nos
formal. Pero cuando esto no suce dicen qu� en la planta, además del
cµera, como si, según Mariotte, el grano y la. simiente· conocida que
azul del. arco iris tuviese un origen corresponde al · huevo del animal,
distinto del �I de una turquesa, 1:iay otra simiente que merecería el
sin que hubiese una causa formal co nombre de masculina, es decir, un
mún (en lo que no estoy conforme), polvo (polen) visible mucha!! veces,
v aun cuando se concediese que cier aunque quizá invisible otras · (como
tas naturalezas · aparentes, que nos lo es el grano mismo en ciertas plan
hacen darles nombres, no tienen tas),' que el viento u otros acciden
nada interior común, nuestras defi tes ordinarios esparcen para unirle
niciones no dejarían de estar funda al grano, que proviene algunas· ve
das en las especies reales, pues los ces de una misma planta y otras,
fenómenos mismos son realidades. como en el cáñamo, de otra vecina
Podemos, pues, decir que todo lo de la misma especie, planta que,
.Que distinguimos o comparamos con por consiguiente, tendrá analogía
verdad, la naturaleza lo distingue o con el macho, aunque quizá la hem
lo ·hace convenir también, aunque bra no está siempre desprovista en
haya distinciones· y comparaciones teramente de • ese mismo polen; si
que no conocemos y que pueden ser esto, digo, fuese verdad, y si la far- .
me.iores que las nuestras. También ma de la generación de ·las plantas
será necesaria mucha ·· experiencia fuese más conocida, yo no dudo que
y mucho cuidado para designar los
las variedades que se observasen nos
géneros ·y las especies de una ma oroporcionarían un fundamento pa
nera que convenga a la naturaleza. ra divisiones muy naturales. Y si
Los botánicos modémos creen que . tuviésemos .Ja penetración de algu
las distinciones tomadas· de las for nos genios superiores y conociése
mas de las flores son · las que más mos bastante· las cosas, quizá encon
· se aproximan al orden natural; pe traríamos atributos fijos· para cada
especie, comunes pár¡i todos sus in
ro encuentran, sin embargo, ·muchas dividuos y_ siempre subsistentes 'en
dificultades en · ese punto, y seria
oportuno hacer comparaciones y or a Este es el principio de la subordi
denamientos, no sólo siguiendo un nación de los caracteres, aplicado por
mismo fundamento, como sería el primera vez por Jússieu, y que ha lle
que acabo de indicar, .tornado de. j:lado a ser el fundamento de las clasi•
las flores, y que qu�á ha sido el ficaciones naturales.
lf
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO -HUMANO 235
.
el mismo ser orgánico viviente, cua viene también (como el nacimiento
lesquiera que fuesef f las alteracio hace presumir) a esos individuos,
nes y transformaciones que pudiera o falta Una parte de las notas exte
sufrir; como en la más conocida de riores que se encuentran ordinaria
las especies físicas, que es la huma mente en esa especie. Pero nuestra
na,• la razón es uno de estos atri incertidumbre no afecta en nada a
butos fijos, que_ conviene a cada uno la ·naturaleza de las cosas, y si hay
de los individuos, y siempre inadmi tal naturaleza interior común, se en
siblemente, aunque no siempre le contrará o . no se encontrará en él
podamos adver,tir. Pero, a falta de mi:mstruo, sepámoslo o no lo. sepa
estos conocimientos, nos servimos mos. Y si la naturaleza interior de
de los atributos que nos · parecen ninguna especie se encuentra allí,
más cómodos para distinguir y com el monstruo podrá ser de su pro
oarar las cosas, y, en una pálabra, pia especie. Pero si no hubiese tal
para reconocer las especies o clases, naturaleza interior en las especies
v estos atributos tienen siempre sus de que se trata:, y si no nos atuvié_
fundamentos reales. seinos al nacimiento, entonces sólo
§ 14.' FIL.-Para distinguir los se las notas · exteriores deierminaríari
res. sustanciales, según la. hipótesis la especie, ·y los monstruos . no per
ordinaria, que quiere que haya cier tenecerían a la · especie de• que se
tas esencias o formas precisas de apartan, a menos de tomarla de una
las cosas, por las cuales s� distin manera un poco vaga y con cierta
guen naturalmente en. especies todos latitud;· y en este caso, también,
los individuos que existen, d�bería nuestro trabajo por querer adivi
mos aseguramos primeramente (§ 5) nar la especie sería vano. Esto es
de que la naturaleza se propone qúizá lo que queríais decir con vues
siempre en la producción de las co tras objeciones tomadas a las esen
sas hacerlas· participar:. de ciertas cias reales internas. Por consiguien
esencias regladas y establecidas, co te, deberíais probar que no hay
mo modelos, y en segundo lugar interior específico común, cuando el
(§ 16), que la naturaleza consigue exterior no lo es. Pero en la especie
siempre este propósito. · Pero los humana sucede· lo contrarió, pues
monstruos nos dan motivo para· du algunos niños que tienen algo de
dar de Jo uno y de lo otro (§ 17) . monstruosos llegan. a .. una. edad en
Habría que . determinar, en tercer la que dan muestras de razón. ¿Por
lugar, si estos monstruos no· son reiµ qué no podría haber algo parecidó
mei:lte una especie distinta y· nueva, en otras especies? Es verdad que,
pues vemos que · algunos de esos no conociéndolas, ·no nos podremos
monstruos tienen pocas o ninguna servir de· ellas para definirlas; pero
de las cualidades que. se supone re el ·exterior basta, aunque reconozca
sultantes ·de la esencia de esta: espe mos· que no es suficiente para · una
cie; de donde traen su origen, y a definición exacta, y que las mismas
la cual parece que pertenecen en definiciones nominales, en estas oca
virtud de su nacimiento. siones no son más que conjeturales;
TEo.,-Cuando se , trata de deter y ya he dicho antes que algunas ve
minar si los monstruos son de una · ces no son más que provisionales.
cierta especie, nos vemos reducidos Por ejemplo; se podría encontrar el
frecuentemente a conjeturas� Lo cual medio de falsificar el oro, de suerte
hace ver que no nos limitamos al que respondiese a todas las pruebas
exterior, l"les querríamos saber si la que se han hecho basta aquí; pei:o
naturaleza interior (como por ejem también se podría descubrir eD:to.n
plo la razón en el hombre), común ces una nueva manera de ensayar
a los individuos de tal especie, con- que diese el medio de distinguir el
236 LEIBNIZ
oro natural de ese otro or<;> hecho ta manera no podremos jamás cono.
artificialmente. Antiguos documentos cer precisamente el número de pro
atribuyen tanto lo uno como lo otro piedades que dependen arle la esen
a Augusto, elector de Sajonia; pero cía real del oro, a menos de cono
yo no puedo garantizar este hecho. cer la esencia misma del oro. § 21.
Sin embargo, si fuera verdad, po• Sin embargo, si nos limitamos pre
dríamos obtener una definición más cisamente a ciertas propiedades, esto
perfecta del oro de la que tenemos nos bastará para tener definiciones
al presente; y si el oro artificial ·se nominales exactas que nos sirvan
pudiese producir en grandes canti- actualmente, salvo que queramos
dades, como pretenden los alquimis- cambiar la significación de los nom
tas, esta nueva prueba sería de im- bres, si se descubriese alguna nueva
portantes consecuencias; pues por su distinción útil. Pero es preciso, por
. medio se conservaría al género hu- lo menos, que esta definición res
mano la ventaja que el oro natural penda al uso· del nombre y pueda
nos proporciona el comercio, por su sustituirle. Y esto sirve para refutar.
rareza, suministrándonos una mate- a los que pretenden que la exteli
ria duradera y uniforme, fácil de sión constituye la esencia de los
dividir y reconocer y preciosa en cuerpos, pues cuando se dice. que qn
su pequeño volumen. cuerpo inipu\sa a otro sería un ab
. Qúiero aprovechar esta ocasión SQrdo manifiesto entender que una
para disipar una dificultad (V. § 50 extensión pone en movimiento a otra
del cap. de los nombres de las sus- extensión mediante el impulso, pues
tancias en el autor del Ensayo sobre falta. la_ solidez. D_e �gual modo no
el entendimiento). Se pone el si- se dtra que la razon, o lo que hace
guiente reparo: que al decir, todo al- ho1!1bre razonable, entabla co�
oro es fijo si se entiende por la idea versac1ón, pu�s la razón no consti
del oro el . conjunto de ciertas cua- tuye la es�nc1a entei:a del hombre;
lidades, entre las cuales está com- son los animales rac10nales los que
prendida la fijeza, se formula una hablan unos con otros.
proposición idéntica y vana, como · TEO.�reo que tenéis razón, pues
si se dijese: lo fijo es lo fijo; pero • los objetos de las ideas abstractas e
si se entiende decir un ser sustan- incompletas no bastan para dar ra
cial, dotado de cierta esencia ínter- zón de todas las acciones de las
na, de la cual la fijeza es una con- · cosas. Sin embargo, yo creo que la
secuencia, no se hablará de un modo conversación conviene a todos los
inteligible, pues esa esencia real es espíritus� que pueden comunicar en
completamente desconocida. A esto tre sí sus pensamientos .. Los esco
respondo que el. cuerpo dotado de lásticos se preocupan mucho de có
esta constitución interna es designa- mo lo pueden hacer los ángeles;
do por otras notas exteriores, entre pero si les concediesen cuerpos suti
las cuales no está comprendida la les, como yo lo hago siguiendo a
fijeza, como si alguno dijese: el más los antiguos, no habría dificultad
pesado de todos los cuerpos es a la en este punto.
· vez uno de los más fijos. Pero todo § 22. F1L.-Hay criaturas que
esto no es más que provisional, pues tienen una forma semejante a . la
se podría en1,:óntrar algún día un nuestra, pero que están cubiertas de
cuerpo volátil, como por ejemplo pelo y no disfrutan del uso de la
un mercurio nuevo, que fuese. más palabra ni de la razón. Entre noso
pésado que el oro, y en el cual el tros hay imbéciles que tienen exac
oro sobrenadase como el plomo so- tamente l!i misma forma que noso- ·
brenada en nuestro mercurio. tras, pero que están privados de la
§ 19. FIL.-Es verdad que de es- razón, y algunos de ellos ni siquie-
\
\
\
de las cosas nos exime de esta per- provisional) , y ya he dicho que con
. plejidad; sin embargo, estas extra mucha frecuencia nuest.Ps caracte
.ñas ficciones tienen su uso en la es res no son más que conjeturales. La
peculación para conocer bien la na raza es desmentida muchas veces
turaleza de nuestras ideas. por la figura cuando el niño,es dese
§ 23. Fri..-No solamente en las mejante al padre y a la• madre, y la
cuestiones teológicas, sino también mezcla de las figuras no es siempre
en o�as ocasiones, algunos quisie una señal de la mezcla de ]as ra
ran quizá regirse por la raza y de zas, pues puede suceder que una
cir que en los animales la propa hembra eche al · mundo animal que
gación por el ayuntamiento del ma parezca pertenecer a otra especie, y
cho y la hembra, y en las plantas que la sola imaginación de Ia ma
por medio de simientes, conserva dre haya causado esta perturbación;
las especies supuestamente reales, y no digamos nada de lo ·que se
distintas y en su totalidad. Pero es llama mola. 0 Pero así como se juz
to no serviría más que para fijar las ga, sin embargo, provisionalmente,
especies de los animales y de los de 1�,especie por la ritta, se juzga
vegetales. ¿Qué hacer de _lo demás? tambien de la raza por la . especie.
Y aún esto no basta aun respecto Pues cuando a Juan .Casimiro, rey
de aquéllos, pues si hemos de creer de Polonia, te presentaron un niño
la historia, ha habido mujeres pre salvaje, cogido de entre los osos, y
ñadas por monos. Y aquí surge un que tenía mucho parecido con· éstos,
nuevo problema. ¿De qué especie pero que se dio a conocer como ani
deben ser tales productos? Con fre mal racional, nadie tuvo dificultad
cuencia vemos mulas y onotauros en creerle de la raza de Adán y bau
(véase el Dictionnaire etymologique tizarle con el nombré de José, aun
de Ménage) ,5 las primeras engen que quizá bajo la_ condición si bap
dradas por un asno y una yegua, _tizatus non es, según el uso de la
y. los últimos, por . un toro y una Iglesia. romana,. porque podía haber·
burra. Yo he visto un animal en sido · cogido por un oso después del
gendrado por un gato y una rata bautismo. No tenemos aún bastan
· que tenía los caracteres visibles de tes conocimientos .sobre los efectos
estas dos bestias. Quien a esto aña de las mezclas de los animales, y
da _ las producciones monstruosas, con frecuencia destruimos los mons
verá que es muy difícil determinar truos, en lugar de criarlos, aparte
la especie por la generación; y si de que no son de larga vida. Se
no pudiéramos hacerlo más que por cree que los' híbridos no se repro
este medio, ¿tendríamos que ir a la ducen; sin embargo, Estrabon atri
India para conocer al padre y a la buye la propagación a las mulas de
madre de un tigre, y la simie_nte de Capadocia, y me escriben de la. Chi-·
' 1 la planta del té, sin tener otro me na que en la Tartana vecina hay
dio para juzgar si los individuos que mulas de raza; así vemos que las
de allí proceden son de estas espe plantas mezcladas son capaces de
cies? conservar la nueva especie. Nunca
TEo.-La generación o raza pro se sabe con exactitud en los ani
porciona por lo menos una fuerte males si quien determina preferente
presunción· (es decir, una prueba mente la especie es el macho o la
hembra, o ambos, o ninguno de ellos.
5 Menage, 1613-1692, nacido en An · La doctrina de los huevos de las
gers ·y muerto· en París. Entre sus nu mujeres, · que el düunto Kerkring 7
merosas obras, la única- que interesa
a la filosofía es su erudita edición de · o Masa informe en el útero.
Diógenes Laercio (Londres, 1660, in 7 Kerkring (Teodoro), 1640.1693; ;;::,
fol., y Amsterdnni, 1692, in-1�). anatómico célebre nacido en Amster- ·
NUEVO TRATADO\ SOBRE EL ENTENDIMlENTO HUMANO 239
hizo famosa, parecía reducir · a los uno del mismo modo que . vemos
machos a la condición del aire llu que el _gusano de seda es una espe
vioso para las plantas, que hace que cie de animal doble y encierra un
las semillas crezcan, según los ver insecto volador bajo la forma de
sos de_ Virgilio, ·que los priscilianis oruga; tan a oscuras estamos aún
tas ·repetían: sobre punto tan importante.
Cwn pater omnipotens faecundis . La analogía de las plantas nos
imbribus aether. dará luz algún día, pero al presen
Conjugis in laetae gremium te no estamos apenas , informados
descendit et omnes. sobre la generación misma de los
Magnus alit magno commissus vegetales; la sospecha del polvo que
corpore foetus. se deja notar, como respondiendo
a la semilla masculina, no es punto
En una palabra, según esta hipó aún bien esclarecido. Por lo demás,
tesis, el macho no haría más que lo una brizna de la planta es muchas
que hace la lluvia. Pero Leewen veces capaz de . dar una planta nue:.
hoeck 8 ha rehabilitado el género va y completa, de lo que no se des
m1tsculino, y el otro sexo ha sido cubre aún analogía entre los anima
degradado a su vez, como si su fun les; así no puede decirse que el pie
ción no fuese más que la de la tie de un animal sea un animal, como
rra respecto de las simientes, sumi parece que cada rama del árbol es
nistrándole el lugar y la nutrición; una planta .capaz de fructificar apar
lo que podría su�eder lo mismo te. Aun las mezclas de las especies,
conservando los huevos. Pero esto . y aun los cambios · en una misma
no impide que la imaginación de la especie se logran con frecuencia y
mujer ejerza un gran poder sobre la tienen mucho éxito en las plantas.
forma del feto, aun cuando se su Quizá en algún tiempo o en algún
piese que el animal ha sido ya pro lugar del universo, las especies de
duci�o por el macho. Pues el feto los animales, sean o hayan sido o
es · un estado destinado a un gran estén más sujetas a cambiar de lo
cambio ordinario y tanto más sus que lo están al presente entre noso
ceptible de cambios extraordinarios. tros y muchos 11nimales que tienen
Se asegura que la iµiaginación de algo del gato, como el león, el tigre
una dama muy , princip¡il, afectada y el lince, podían haber sido de
por el espectáculo de un hombre una misma raza y ahora podrían
mutilado, seccionó la mano del feto ser como subdivisiones nuevas de la
. muy próximo a su terminación, y antigua especie del gato. Por esto J
que la inane se encontró después repito lo · que ya he dicho más de ,•
en las secundinas; pero esto nece una vez: que nuestras determina
sita confirmación. Quizá alguien ciones de las especies físicas son
pretenda, attnque el alma no pueda provisionales y están en relación con
proceder más que de un sexo, qu� nuestros conocimientos.
ambos .sexos producen algo . orgam § 24. F1L.-Por lo menos los hom
za�o, y que de dos cuerpos se hace bres, al hacer sus divisiones de las
especies, no pensaron jamás en las
dam, condiscípulo de Spinoz� c?n formas sustanciales, a no ser aque
. Francis Van Ende, su maestro comun. llos que, en este único lugar del
{Opera omnia anatomica, La Haya, · mundo en que nos encontramos,
1717.) aprendieron el lenguaje de nuestras
8 Naturalista nacido en Delft en
1638, ml19t'to en 1723. Sus memorias
escuelas.
han sido publicadas en latín con el tí ·TEo.-Parece ser que desde hace
tulo: Arcana naturae detecta, 1705� poco tiempo . el nombre de formas_
1709, Delft, sustanciales ha llegado a perder su
--'---·- -- - �
240 LEIBNIZ
crédito entre 'ciertas gentes, y que pos de los unos y de los otros, es
se avergüenzan de pronunciarle. Sin decir, los cuerpos animados tanto
embargo, esto obedece más bien a como las contexturas sinaridá, serán
la moda que a la razón. Los esco específicos por la estructura inte
hísticos . empleaban inoportunamente rior, porque en aquellos mismos que
una noción general, cuando trata son animados, el alma y la máqui
ban de explicar fenómenos particu na, cada una tomada aparte, bastan
lares; pero este abuso no destruye para la determinación; pues se con
la cosa. El alma del hombre des ciertan perfectamente, y aunque no
concierta un poco la cónfianzl de tengan influencia inmediata_ la una
algunos de nuestros modernos. Los sobre la otra, se expresan mutua
' hay que confiesan que es la fonna mente, concentrando ,una de ellas,
del hombre; pero también quieren en una perfecta u nidad, todo lo que
que sea la única forma sustancial la · otra ha dispersado en la multi
de la naturaleza, conocida. Descar tud. Así, cuando S'e trata de la cla
tes se expresaba así, y corrigió a sificación de las especies,· es inútil
Regius,0 que negaba esta cualidad disputar de las formas sustanciales,
de forma sustancial al alma y ne aunque por otras razones sea con
gaba que el hombre fuese imum per veniente c9nocer si las hay y. cómo;
se, es decir, un ser dotado de ver• pues sin estQ seríamos extranjeros
dadera unidad. Algunos creen que en el mundo intelectual. Por· lo de
este excelente hombre fo hizo . por más, los griegos y los árabes,. han
razones políticas. Yo lo dudo, por. hablado de estas . formas tanto co
que creo que tenía razón en este mo los· europeos, y s� el vulgo no
punto. Pero no la hay para otorgar habla de ellas, tampoco habla de
este privilegio al ho�bre únicamen álgebra ni de inconmensurables.
te, como si la naturaleza estuviese §25. FIL.-Las lenguas han sido
hecha a intervalos. Es de creer que formadas antes que )as ciencias, y
hay una infinidad de almas, o, para el pueblo ignorante y sin letras ha
hablar con mayor generalidad, entt' reducido las cosas a ·ciertas especies.
lequias primeras, que tienen algo TEO.-Es verdad, pero las perso
de analógico con '1a . percepción y nas que estudian las materias recti
el apetito, y que son todas y per fican las nociones populares. Los
manecen siempre formas sustancia ensayistas han encontrado medios
"Ies de los cuerpos. Es verdad que exactos para discernir y separar los
hay aparentemente especies- que no metales; los botánicos han enrique
son verdaderamente unum per se (es cido maravillosamente la doctrina·
decir, cuerpos dotados de una ver de las plantas, y las experiencias que ·
dadera unidad, o de mi ser indivM se han hecho sobre los insectos nos
ble que constituya el principio total han proporcionado nuevos avances
activo), no más que podrían serlo en el conocimiento del mundo ani
un molino o un reloj. Las sales, los mal. Sin embargo, estamos aún muy
minerales y los metales podrían ser lejos de la mitad de nuestro' ca-
de esta naturaleza, es decir, sim mino.
ples contexturas o masas en las que § 26. FIL.-Si las especies fueran
hay cierta regularidad. Pero los cuer- obra de la naturaleza • no podrían
ser concebidas tan diferentemente
o Nombre. latino de Leroy, un dis en diferentes personas: el hombre
cípulo de Descartes que rompió con él parece al uno un bípedo sin plu
por sostener que el hombre es un ser mas, con uñas largas; y otro, des
por accidente; es decir, que el cuerpo pués de . un profundo examen, le
y el alma no forman una unidad sus añade la razón. Sin embargo, mu
tancial. chos determinan las especies de los
�
/¡
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 2.41
animales por su forma exterior, más boca más hendida rio habrían podi
bien que por el nacimiento, porque do coexistir, así como el resto de
se ha puesto en tela de juicio más la figura · irregular, con un alma y
de una vez, si ciertos fetos huma con cualidades que la hicieran ca
nos deben ser admitidos al bautis paz, a pesar de su deformidqd de
mo o no, por .la sola razón de que desempeñar un cargo en la Iglesia.
su configuración exterior difería de TEo.-Hasta hoy no se ha en�on-
la forma ordinaria de los niños, sin . trado un animal racional de unú
que se supiera si eran tan capaces figura exterior muy distinta de la 1
de razón como niños lanzados en nuestra; por. esto, cuando se trata
otro molde, · entre los cuales se en° de· bautizar a un niño,. la raza y
cuentran algunos que, aunque de una la figura no han sido nunca con
forma aprobada, no son nunca capá sideradas más que como indicios ,
ces de mostrar durante toda su vida para juzgar si era un animal ra- ·
. tanta razón como la que aparece en cional o no. Así los teólogos y los
un mono o un elefante, y no dan , jurisconsultos no han · tenido nece
nunca prueba alguna de ser · guia sidad de renunciar por esto a su
dos por un alma racional; · por lo definición consagrada.
que parece evidente que la forma ex § 27. FIL.-Pero si ese monstruo
terior, y no la facultad de razonar, de que habla Licetus 10· (l. I, capí
de la cual nadie puede saber si fal tulo III) , que tenía cabeza de hom
.1
tará a su debido tiempo, es lo qu·e bre y cuerpo de cerdo, u otros mons
ha sido señalado como esencial a la truos que, con cuerpo de hombre,
especie humana. Menage (Menagia tenían cabeza de perros o de caba
na, t. I, p. 278 de la edición de llos, hubiesen conservadó la vida, y
Holl, 1649) · nos suministraba el hubiesen podido hablar, la dificul
ejemplo de cierto abate de Saint tad hubiera sido mayor.
Martín qUe merece ser referido: TEO.-Lo confieso, y- si· esto su
Cuando este abate de Saint Martin, cediese y - alguno estuviese confor
dice, vino al mundo, tenía una fi mado como uil cierto escritor, mon
gura tan poco . humana que parecía je antiguo llamado Hans Kalb (Juan
un monstruo. Se dudó bastante tiem el Ternero), que. se pintó con una
po si . baut.izarle. Sin. embargo, fue cabeza de ternero, con la pluma en
bautizado, . y se le declaró hombre la mano, en un libro que escribió,
provisionalmente, es decir, hasta que . lo que hizo creer ridículamente a
el tiempo hiciera conocer lo que era; algunos que este escritor había te-·
Tenía tan poco que agradecer a la nido efectivamente cabeza de terne
naturaleza que se llamó toda su vi-· ro, si esto sucediera, digo, habría
da Malotru.. Era· de Caen. He aquí que tener más cuidado en punto a
. un niño que estuvo a punto d� ser los monstruos, Pues es de creer que
excluido de la especie humana, sim la razón sería. preferida por los teó
plemente por su foi'm�. Escapó por logos y jurisconsultos a la figura,
milagro, y es lo cierto que una fi que v que, a pesar de las diferencias
gura un poco más contrahecha : le a losla médicos,
anatomía pudiera suministrar
y no se opondrían
habría hecho parecer como un ser más a la cualidad de hombre que_
que no debía pasar por hombre. Sin
embargo, no podríamos dar razón aquel desorden visceral de cierto in-
/
alguna de por qué un alma racio 10 M édico italiano del siglo XVI, qÚe
nal no habría podido residir en él,
si los rasa.is de su fisonomía hubie escribió un libro sobre la Nobleza de
las partes principales · del cuerpo hu
sen estado un poco más alterados; mano; es decir, de los 6rganos de la
por qué un rostro un poco más lar generaci6n, publicado en Bolonia en
go o una nariz más chata, o un!l 1599.
\
242 LEIBNIZ.
r
binación posible no se engaña en · dará nunca un mentís a aquellas
ello, ni aun dándole un nombre; que tenemos, que son buenas y na
perci se engaña cuando cree qtie lo �ales, aunque no sean quizá las
que él concibe es todo lo que afros mejores y más naturales;
más exp!ftos conciben bajo el mis § 32. F1L.-Nuestras ideas gené
mo nombre, o en el mismo cuerpo. ricas de sustancias, como la de me
ibe quizá un género demasiado tal; por ejemplo, no siguen exacta• .
un en lugar de otro más espe- mente los modelos que les son pro-
' . ·-- -
244 LEIBNIZ
diferentes clases de perros, hablando tituye una nueva especie; de· lo con
de las apariencias, se pueden dis trario, habría demasiadas especies.
tinguir las especies, y hablando de Hay relojes de cuatro ru�as, y otros
la esencia interior se puede dudar; de cinco; algunos tienen -cuerdas y
pero comparando el perro y el ele poleas; y otros no; algunos tienen
fante, no hay motivo para atribui el escape libre, y otros movido por
les exteriormente esos caracteres co un resorte de espiral, y otros por
munes que les haría creer de una cerdas de puerco; ¿es alguna de es
misma especie. Así no hay ningún tas cosas bastante para constituir una
motivo para dudar de la presunción. diferencia específica? Yo afirmo que
-En el hombre se podría también dis no, en cuanto estos relojes convie-
tinguir las especies, lógicamente ha nen en. el nombre.
blando, y si nos detuviéramos en TEo.-Y río afirmo que sí, pues
lo exterior, encontraríamos, también sin detenerme en . los . nombres, me
hablando físicamente� diferencias complazco en considerar las dife
que podrían pasar por ·específicas. rencias de estructura; pues desde
Así, hubo un viajero que creyó que que se aplica una péndola que go
los negros, los chinos y por último oierna las vibraciones del reloj por
-los americanos no tenían ningún pa las suyas, 'Y las hace, por consiguien-.
rentesco de raza, ni entre sí, ni con te, más igua1es, los relojes de · bol
los pueblos que se parecen a noso sillo han cambiado . de aspecto y se
tros: Pero, como conocemos el inte- · han hecho incomparablemente más
rior esencial del hombre, es decir, justos. Yo mismo he puesto de ma
la razón, que subsiste en el mismo nifiesto .en o,tra ocasión otro-. prin
hombre y se encuentra · también en cipio de igualdad que se podría apli-
todos los demás hombres, y no se car a los relojes.
nota nada fijo y de interno en noso F1L.-Si algwio quisiera hacer di
tros que forme una subdivisión, no visiones fundadas en las diferencias
tenemos base para creer que entre que conoce en -la configuración in
los hombres, haya, en lo que res terior, puede hacerlo; sin embargo,
pecta a la verdad de lo interior, una no serían especies distintas para per
diferencia específica esencial, como sonas que ignoran esta construcción..
la que encontramos entre el hombre TEo.-Yo no sé por qué· queréis:
y la bestia, suponiendo que las bes siempre hacer depender de nuestra
tias · no sean sino empíricas, según opinión o conocimiento las virtudes,
lo que ya expliqué más arriba, co las .verdades y las especies. Todas
mo, en efecto, la experiencia no p.os ellas existen en la naturaleza, ya
da lugar a juzgar de otro modo. sea que las conozcamos y , aprobe
§ 39. FIL.-Pongamos, por ejem mos, o no. Hablar de otro ·modo
plo, una cosa artificial cuya estruc es cambiar los nombres de las co
tura nos sea conocida. Un reloj que sas, y el lenguaje usado; sin razón
no hace más que marcar· las horas algwia. Los hombres, hasta · aquí,
y un reloj que da campanadas, son habrán creído que hay muchas espe
de una misma especie respecto de cies de relojes de pared .o de bol
aquellos que no disponen más que sillo, sin enterarse de en qué consis
de un solo nombre para designar ten, o cómo los podríamos deno
los; pero respecto de aquellos que minar.
llaman al primero montre 12 y al FIL.--Sin embargo, habéis· reco
segundo horloge, son dos especies nocido no ha mucho que cuando se·
diferentes. Es, pues, el nombre, y no quiere distinguir las especies físicas
la disposición interior, lo que cons-- por las apariencias, nos limitamos
·de una manera arbitraria, según lo
i2 Los franceses. encontramos oportuno; es decir, se-
�-------·
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 247
!
L __._______,___
248 LEIBNIZ
250 LEJ.BNIZ
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NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 251
los franceses, al reformarlo, han pri�la düere�ci� que hay entre ellas, y
. vado a su lengua de ' una expresión por cons1gu1ente dos de estas ideas
ventajosa. no pueden nunca ser afirmadas la
§ 6. FIL.-Mi propósito no ha una de. la otra. Cada uno de noso
sido sino tocar esta materia ligera tros advierte al punto la . falsedad
mente. Añadiré que muchas. veces de estas proposiciones: "la humani
las partículas encierran, o constantedad es la animalidad o racionali
mente o en una cierta construcción, dad"; esto es de tan grande eviden
el sentido de una proposición en cia como cualquiera de las máximas
tera. más generalmente admitidas.
TEo.-Pero cuando éste es un sen TEo....:....Debemos, sin embargo, de
tido completo, creo que se logra por cir una cosa. Se conviene en que la
una especie de elipsis; por lo de justicia es una virtud, un hábito (ha
más, sólo las interjecciones, a mi bitus), una cualidad, un accidente,
juicio, pueden subsistir por sí mis etcétera. Así, dos términos abstrac
mas, y dicen todo en una· palabra, tos pueden ser enunciados el uno del
como ¡ay! ¡oh! Pues cuando se dice otro. Yo tengo también costumbre
mais, sin añadir otra cosa, se em de distinguir dos clases de abstrac
plea una elipse, como para decir: tos. Hay términos abstractos lógi
pero esperemos y no nos engañe cos, y hay términos abstractos rea
mos con falsas esperanzas. Algo se les. Los abstractos reales, o conce
mejante encontramos en el nisi la bidos por lo menos como reales, son,
tino, si nisi non esset, si lio hubiese
o esencias, o partes de la esencia, o
pero. Por lo demás no me disgusta accidentes; es decir, seres añadidos
ría, · señor, que hubieseis penetrado a la sustancia. Los términos abstrac
un poco más en el detalle de los tos lógicos son las predicaciones re
giros del espíritu que se revelan a ducidas a términos; como si yo di-•
maravilla en el · uso de las partícu jese: ser hombre, ser animal; y en
las. Mas como· tenemos motivos para este sentido se les puede enunciar
no perder tiempo, y acabando esta el uno del afro diciendo: ser. hom
investigación sobre las palabras vol bre es ser animal. Pero en las ·rea
ver· a las · cosas, no quiero detene lidades no sucede esto, pues no se
ros más, aunque creo .verdaderamen- puede decir que la humanidad o la
. te que · las lenguas son el mejor es� homoidad (si queréis), que es la
pejo del espíritu humano, y que un esencia del hombre entero, sea la
análisis exacto de la significaci�n deanimalidad, que no es más que una
las palabras sería mejor medio que parte de esta esencia; sin embargo,
otro alguno para conocer las op� estos seres abstractos e incompletos,
raciones del entendimiento. significados por términos abstractos
reales, tienen también sus géneros
y especies, que a la vez son expre
CAPÍTULO VIII sados por términos abstractos rea
les; así hay pre;:dicación entre ellos,
De los términos abstractos y - como ya lo he demostrado con el
concretos. ejemplo de la justicia, de la virtud.
§ 22. F1u-Podemos decir ·siem
§ 1. FIL.-Hay también que ad pre que las sustancias tienen pocos
vertir que los términos son abstrac nombres abstractos; apenas se ha
tos o concretos; Cada idea abstracta hablado en las escuelas de huma
es distint¡¡. de-suerte que de dos de· nidad, animalidad, corporalidad. Pe
ellas la una no puede ser nunca la ro esto no ha adquirido autoridad
otra'. El espíritu debe percibir, por en el mundo.
medio del conocimiento intuitivo, TEo.-Es que no ha habido nece-
252 LEIBNIZ
sidad sino de muy pocos de estos tiene lugar tanto cuando se trata
nombres para servir de ejemplos y de aplicar los preceptos generales
para . esclarecer su noción general, al uso de la vida o a lostio.dividuos,
que era conveniente no descuidar como cuando se trata de encontrar
P.Or completo. Si los antiguos ni se o verificar estos preceptos; el pri
servían de la palabra humanidad en mer uso de los signos es civil; y el
el sentido de las escuelas, decían segundo, filosófico.
la naturaleza humana, lo que es lo § 5. FIL.-Ahora · bien; es difícil,
mismo. Es seguro también que de .sobre todo en los casos siguientes,
cían divinidad, o bien naturaleza aprender y retener la idea que ca
divina; y habiendo tenido los teó da palabra significa: primero, cuan
logos necesidad de hablar de estas do estas ideas son muy complejas;
dos naturalezas y dP. los accidentes segundo, cuando est.as ideas, que a
reales, se aferraron a estas entidades su vez componen una nueva, no
abstractas en. las escuelas filosóficas · tienen relación natural con ellas, de
y teológicas, quizá más de fo que ·suerte que no hay en la naturaleza
convenía. ninguna · medida fija ni modelo al
guno para rectificadas y para regu0
!arlas; tercero, cuando el modelo no
CAPÍTULO IX es fácil de conocer; ctiarto, .cuando
la signüicación de la palábra y la
De la imperfección de las palabras esencia real no son exactamente las
mismas. Las denominaciones de los
§ l. FIL.-Ya hemos hablado del modos están más sujetas a la . duda
doble uso de las palabras. Uno de y a la imperfección por las dos
éstos es registrar nuestros propios primeras ·razones, y las de las suso
pensamientos para ayudar a nuestra tancias, por las dos segundas. § 6.
memoria, que nos hace posible el Cuando la idea de los modos' es muy
lenguaje; el otro es comunicar nues compleja, como la de la mayor par
tro§ pensamientos a los demás, por te de los términos de la moral, rara
medio de las palabras. Estos dos vez tienen la misma significación
usos nos hacen conocer la perfec precisa en los cerebros de dos per
ción o la imperfección · de las pala- sonas distintas. § 7. También la fal
- bras. § 2. Cu'ando no hablamos más ta de modelo hace a estas palabras
que con nosotros mismos, es indi equívocas. El que inventó la pala
ferente las palabras que se emplean, bra brusquer 1 entendió por ella lo
siempre que nos acordemos de su que le pareció más a propósito, sin
sentido y no lo cambiemos. § 3. Pe que los que luego se sirvieron de
ro la comunicación con los demás ella se informasen de lo que él que
puede ser de dos clases, civil y filo ría . decir. precisamente,. y sin que
sófica. El civil consiste en la con él les señalase un modelo constante.
versación · y en el uso de la vida § 8. El uso común regula bastante
civil. El uso filosófico es el que se bien el sentido de las palabras pa- ·
debe hacer de las palabras para for ra la conversación ordinaria; pero
mar nociones precisas y para formar no hay nada de preciso, y todos
verdades ciertas en proposiciones ge los días hay discusiones respecto de
nerales. la significación más conforme a la
TEo.-Muy bien; las palabras son propiedad dél lenguaje. Muchos ha
marcas (notae) para nosotros (co blan de la gloria, y pocos la entien
mo podrían serlo los caracteres de den igual. § 9. No son más que
los números o del álgebra) y · sig
nos para los demás; y el uso de 1 Sobre la noción de término equí•
las palabras, como al de los signos, vaco, Aristóteles, Categorías�
NUEVO TRATADO SOBRE EL· ENTENDIMIENTO HUMANO 253
L
254 LEIBNIZ
blar · con menosprecio del zabinis- · poral. Este defecto hace también
mo, y, en general, de la filosofía. que no sepamos si es lícito combi
, Así se ve también que los críticos
,encontrarán aún durante largo tiem-
nar las cualidades sensiWes que la
naturaleza no ha combinado, por
po materia para ejercitarse con fru- que no se les comprende a fondo.
to, .Y que harán bien · en no dete- Ahora. bien; si la significación de las
. nerse en minucias, puesto que tienen palabras que sirven para los modos
tantos objetos interesantes que tra- compuestos es dudosa, por falta de
tar;. aunque yo sé que también las modelos que hagan ver. la misma
minucias · son necesarias muchas ve- composición, la de los nombres de·
-ces en la. crítica para descubrir co- los seres ·sustanciales lo es· por una
nocimientos más importantes. Y co- razón completamente opuesta, por
mo la crítica gira en gran parte que deben significar lo que es su
:Sobre la signüicación de las pala- puesto conforme a la realidad de
bras y sobre la interpretación de las cosas, y se refiere a modelos for-
los autores, antiguos sobre todo, es- mados por la naturaleza.
ta discusión de las palabras, unida TEo.-Ya he hecho notar más de
.a la mención que- habéis hecho de una vez eti el curso de nuestras. con
los antiguos, me ha hecho tocar es- versaciones que esto no es esencial
te punto, que es de importancia. a las idea s de las sustancias; pero
Pero volviendo a los cuatro defec- confieso que 1as ideas formadas se
tos de la denominación, os diré que gún la naturaleza son las más ·segu
.se. puede poner temedio a todos ras y las más útiles.
,ellos, sobre todo i:lesde que se in• § 12. FIL.-Pues cuando se si
ventó la escritura, y que no sub- guen los modelos formados según la
:sisten más · que por nuestra negli- naturaleza, sin que la imaginación
gencia. Pues de nosotros depende tenga necesidad más que de retener
fijar la significación, por lo menos las representaciones, los nombres de
en ciertas lenguas sabias, y conve- los seres sustanciales tienen en el
nir en ella para destruir• esta torre uso ordinarió una doble relación,
de Babel. Pero hay dos defectos que como ya he demostrado. En primer
son más difíciles de remediar, y que término significan la constitución in
-consisten, el uno en Ja duda en que terna y real de las cosas; pero este
se está de si las ideas son compati- modelo no podría ser conocido, ni
bles cuando la experiencia no nos servir por consiguiente para .regular
las presente combinadas en un solo las significaciones. · ·
sujeto; la otra, en la necesidad que TEo.-No se trata de esto aquí
hay de hacer· definiciones provisio- porque nosotros hablamos de la;
nales de las cosas sensibles, cuando ideas de las cuales tenemos modelos;
- no se tiene bastante experiencia pa- la esencia interior está en la cosa;
ra hacerlas más completas; pero ya - pero hay que convenir en que no
-· he hablado más de una vez de cada
uno de estos dos defectos.
podría . servir de patrón.
FIL.-La segunda relación es la
FIL.-Y yo voy a deciros cosas que los nombres de los seres sus
que servirán para esclarecer aún más tanciales tienen inmediatamente con
en cierto mpdo los defectos que aca- las ideas simples que existen a la
báis de señalar, y el tercero de ellos, vez en la sustancia. Pero como el
ya indicado por mí, hace, • a lo que número de estas ideas unidas en un
parece, que estas definiciones sean mismo objeto es grande, los hom
provisionales; esto sucede cuando bres, al hablar de este ,mismo oh
nosotros no conocemos bastante los jeto se forman de 'él ideas muy
modelos sensibles; es decir, los se- diferentes, tanto por la diferente
res sustanciales de naturaleza cor- combinación de las ideas simples
-'
que ellos hacen, como porque la se notará más bien en el uso de los
mayor parte· de las cualidades .de los términos más generales. .
cuerpos son las virtudes que tienen § 18. Los nombres de las ideas
de producir cambios en los otros sim_ples están menos sujetos a equí
cuerpos y en sufrirlos de ellos: prue vocos, y rara vez nos equivocamos
ba de ello, lós cambios que uno de ' sobre los nombres de blanco,· amar-
·
los más bajos metales es capaz de go, etcétera.
sufrir por la operación del fuego, TEo.-Sin embargo, es lo cierto
y aún recibe otros muchos_ entre las que estos términos no están com
manos de un químico por· aplica pletamente exentos de incertidum
ción de otros cuerpos. Por lo de bre, y ya he hecho notar el ejemplo
más, uno se contenta con el peso ,d e los colores limítrofes que están
y el color para conocer el oro, mien en los confines de ,dos géneros, y
tras que otro hace entrar también cuyo género es dudoso.
la ductllidad, la fijeza: y un tercero § 19. FIL.-Después de los nom
quiere tomar en consideración el bres de las ideas simples, los de los
que sea soluble en el agua regia. modos simples son los menos dudo
§ 14. Como también las cosas pre sos, como · por ejemplo los de las
sentan con frecuencia sem�janzas figuras y los de los números. § 20.
entre .sí, es difícil a veces designar Pero los modos compuestos y las
las _diferenciás precisas. sustancias causan toda la complica
TEo.-En efecto,· como los cuer ción. § 21.· Se dirá que en lugar de
pos están sujetos a ser . alterados, · imputar estas imperfecciones a los -
falsificados y contrahechos, es un nombres es preciso atribuirlas - a
nuestro entendimiento: pero
gran problema poderlos distinguir y pondería que las palabras se interyo res
reconocer.. El oro está oculto en la ponen
solución, pero se le puede separar, espíritu de tal modo entre_ nuestro
y la verdad de las cosas,
ya sea precipi�ándolo, ya destilando que las palabras pueden ser com
el agúa; y el oro falsificado es re paradas con el medio a travé¡¡ del
conocido o purificado. por el arte cual pasan los rayos de los óbjetos
de los ensayadores; y como tal ar visibles, que esparce muchas veces
te no es conocido por. todo el mun . nubes ante nuestros ojos, y estoy
do, no. es extraño que no, todos los tentado de creer que si examináse
hombres tengan la misma idea del . mos más a .fondo las imperfecciones
oro. De ordinario, sólo· 1os expertos · del lenguaje, la mavor parte de las
tienen ideas bastante justas sobre disputas terminarían por sí mismas
estas materias. y el camino del conocimiento y. qui
§ 15. FIL.-'-Esta variedad no cau ·zá de la paz estaría más franco a
. sa, sin embargo, tanto desorden en los hombres.
el comercio- civil como· en las inves- · TEo.--Creo que ese fin se podría
tigaciones filosóficas. conseguir desde ahora discutiendo
TEo.-=-Sería más soportable si no por escrito, si los. hombres quisie
ejerciese · influencia en la práctic1:1; ran convenir en ciertas reglas y ob- ·
donde muchas veces importa no ser servadas puntualmente. Pero para·
víctima de un equívoco, y por con proceder exactamente de viva voz:
·siguiente conocer las marcas de las y en el momento, sería preciso in
cosas o tener a mano personas que troducir cambios en el lenguaje. En
las_ conozcan. Y esto es más impor otra parte he estudiado esta cues�
tante por.a . que se refiere a las tión.
drogas y materiales de precio, y de § 22. FIL-Mientras llega la re
que se puede necesitar en ocasiones forma, que aún se hará esperar un
importantes. El desorden filosófico póco, esta incertidumbre de las pa- .
1
!___._______ .....__ -
256 LEIBNIZ
•, I; !
.NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 257
esta clase de discursos rara vez les significaciones de una misma pala
acontece tener razón, rara vez tam bra tienen cierta afinidad; esto hace
bién se convencen de que ·se equivo que se usen unas por otras, y no
can; y querer sacarlos del error es nos tomemos el tiempo necesario
• querer despojar a un vagabundo. para considerar lo que decimos con
TEo.-En efecto, rara vez nos to• toda la exactitud que fuera de
mamos el trabajo que sería preciso desear. Estamos demasiado acostuni•
para entender los términos o pala brados a h1s figuras y a ·10s tropos,
bras, tanto que yo más de una vez y cierta elegancia o un falso brillo
me he asombrado de que los · niños nos imponen fácilmente. Pues la ma
puedan aprender tan pronto los idio yor parte de "las veces se busca el
mas y de que los hombres hablen a placer, la diversión o las aparien
veces tan apropiadamente, ya que cias más que la verdad; a más de
vemos que tan poco nos ocupamos que la vanidad interviene en ello.
de instruir a los niños en su lengua _ § 6. FIL-El tercer abuso es una
materna y que los adultos se preocu oscuridad afectada, ya por dar a los
pan ta�_poco en adquirir definicio términos corrientes significaciones
nes claras, porque las que se apren inusitadas, ya por introducir térmi
den en las escuelas no se refieren nos nuevps sin explicarlos. Los an
ordinariamente a las palabras de tiguos sofistas, a quienes Luciano
uso corriente. Por lo demás, yo con pone tan justamente en ridículo, pre
fieso que se ve a los hombres equi tendían habiar de todo y encubrían
vocarse, aun cuando disputan seria su ignorancia bajo el velo de la os
mente, y hablan según sus enten curidad de las palabras. Entre las
dederas; sin embargo, he notado, sectas de los filósofos, los peripaté- .
bastante frecuentemente, que en sus ticos se hicieron notar por • este de
disputas de especulación sobre ma fecto; pero las otras sectas, aun en
terias que son de la competencia de tre las modernas, no están totalmen
sus facultades, todos tienen razón te exentas. Hay, por ejemplo, per
por su parte, excepto en las oposi sonas que abusan del término "e�
ciones que se hacen los unos a los tensión", que creen necesario con
otros, en las cuales interpretan mal fundir con el de cuerpo. § 4. La
el sentir del contrario,. lo que pro lógica o arte de disputar, q.ue tanto
cede del ma l uso de los. términos se ha estimado, ha servido para
y algunas veces también de cierto mantener ,la oscuridad .. § 8. Los
espíritu de . contradicción y de un que se han entregado a ella han
prurito de superioridad. sido inútiles para la república, o
§ 5. FIL.-En �gundo lugar, el más bien perjudiciales. § 9. Mien
uso de las palabras es algunas veces tras que los hombres mecánicos, tan
inconstante; y esto sucede con harta despreciados por los doctos, han si
frecuencia entre los sabios. Sin em do útiles a la vida humana. Sin em
bargo, es un engaño manifiesto; y bargo, estos .doctores oscuros han
si es voluntario, constituye locura sido admirados de los ignorantes, y
o malicia. Si. alguno hiciera eso en se les ha creído invencibles porque
sus cuentas (por ejemplo tomar una · estaban provistos de abrojos y de
X por una V), ¿quién querría tra- espinas, en donde no daba. gusto
tar con- él? meterse, porque sólo la oscuridad_
TEo.-Siendo este abuso tan co podía servir de defensa a! absurdo.
mún, no solamente entre los sabios, § 12. El mal· está en que ese arte
sino tambiéa en el resto de las per de oscurecer las palabras ha embro
sonas, creo que se debe más a mala llado las dos grandes reglas de las
costumbre e inadvertencia que a ma acciones de los hombres, la religión
licia. Ordinariamente las diversas y la justicia.
11
258 LEIBNIZ , · ·
1
L ....-'-----�'---
260 LEIBNIZ
censurar este uso común, porque es . minal y esencia real) · es lo mismo.
verdad que en la idea compleja del Pero no sucede así con los nombres
oro está comprendido que es una de las sustancias, pues.si se pone
cosa que tiene una esencia real cuya en la idea de oro lo que otro omite
.constitución no nos es conocida al en ella, por ejemplo la fijeza y la
detalle más que en que de ella de- capacidad de ser disuelto en el agua
penden cualidades tales como la ma- regia, los hombres no creen por es
leabilidad. Pero para enunciar la to :haber cambiado la 'especie, sino
.maleabilidad sin identidad y sin el solamente que uno de ellos tiene una
defecto· de coccysmo o de repetición idea más perfecta que. el otro de lo
(v. cap. VII, § 18), se debe recono- que constituye la esencia real ocul
cer esta cosa por otras cualidades, ta, a la cual refieren el nombre de
como si se dijese que ciertó cuerpo oro, aunque-esta secreta relación sea
fusible, amarillo y muy pesado, que inútil y no sirva más que para con
se llama oro, tiene una naturaleza fundimos.
'!ue le proporciona también la. c:ia - _ TEo.-Ya creo haberlo dicho; pe
ltdad de ser muy blan�o al �ar!illo ro voy a mostraros más claramente
r-
y de poder ser reducido a lammas aquí que Jo que acabáis de decir
mur !i!las. Por lo que se refiere ª 1� se encuentra en lÓs modos, como en
defimc1ón del hombre que se . atn- los seres sustanciales, y que no hay
huye a Pla!ón, Y que este_ no par�ce
h!'�er fabncado ";lás que por �J�r- motivo para censurar ·esa referen
cia a la esencia interna. He aquí
c1c1?, Y que vos mismo �o quernais, un ejemplo. Se puede definir una
segun creo comparar seriamente con parábola, en el sentido de los geó
la que todo el mundo acepta, es �la- metras, diciendo que es una figura
r� que es !-1!1 poco . exte1!1a Y dema- en la cual · todos los radios paralé
s!ado prov1S1onal, PUl:5 5! �se casua- los a una determinada recta están
r10, de que hablábai� ult1ID�mente reunidos por' reflexión en cierto pun
C:ap. VI, § 34)1 hubiese tem�o las to o foco. Pero lo que expresa esta
unas lar �as, sena. un homb�e, pues idea o definición es . más· bien lo
no hubiera ' habido ne_cesidad de exterior. o el efecto, y no la esencia
arrancarle las plumas como a aquel interna de esta figura o lo que nos
gal_lo que Diógenes, según se die�, pueda hacer conocer desde luego su
q�uso que fuese el hombre plato- origen. Hasta se puede dudar, al
meo. principio, si tal figura, que se desea
§ · 19. FIL.-En los modos com- y que debe producir este efecto, es
puestos, desde el momento que una una cosa posible; y esto es lo que
idea que en ellos entra e� cambiada , en mi doctrina nos da a conocer
se reconoce al punto que es otra si una definición es puramente no
cosa, como aparece evidentemel!te minal y contiene· estas propiedades,
· en estas· palabras: murther, que sig- o si es también real. Sm embargo,
nifica en inglé�, como mord en ale- el que habla de fa parábola, y no
mán, homicidio premeditado; mans- la conoce más que por la definición
laughter, palabra que responde en que acabo de dar, no deja, cuando
l
su origen a la de homicidio, y que habla de ella, de concebir· una fi.
significa un homicidio voluntario, gura que tiene una cierta _construc
pero no premeditado; chancemedly, ción o constitución que ignora, pero
pelea ocasionada por azar, según la que trata de conocer para poderla
fuerza de la palabra, homicidio ca- trazar. Otro que tuviere de ella una
metido sin propósito; pues aquello idea más completa añadiría alguna
que se expresa por los nombres,. y otra propiedad, y descubriría, por
lo que yo creo que está en la cosa ejemplo, que en la figura de que
(lo que yo llamé antes esencia no- se trata, la porción del eje intercep-
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 261
, __ _.____
1
"' -
· 262 LEIBNIZ
les pregunta lo que• entienden por nombres distintos; esto es culpa mu
la palabra vida, no lo tomen por una . chas veces de las lenguas mismas
afre�ta. Sin embargo, la vaga idea que carecen de palabras,-, otras ve
que puedan tener no basta cuando ces también del hombre, que no las
se trata de saber si una .planta que conoce; entonces son necesarias
está ya formada en la simiente tie- grandes perífrasis. § 24. Pero cuan
ne vida, o si el pollo que está en do las ideas significadas por las
el huevo, y no ha ·sido aún incu- palabras no están de acuerdo con
hado, o bien un hombre desmayado, la realidad, se falta al tercer punto.
sin sentido ni movimi�nto,. tienen' § 26. l 9 El que. no tiene más que -
vida. Y aunque los hombres no quie- los términos sin ideas es coino el .
.ran parecer tan poco inteligentes ni que no tuviera más que un catálogo
• tan importunos· que tengan necesi- de libros. § 27. 29 El que tuviere
dad de pedir la explicación de_ los ideas muy complejas sería como un
términos de que se sirven, ni crí- hombre que tuviese una gran can
ticos tan molestos que reprendan sin tidad de libros en hojas sueltas, sin
cesar a los demás por el uso que títulos, y no pudiera dar el libro
hacen de las palabras, sin embargo, sino dando las hojas · unas después
cuando .se trata de una.investigación de otras, § 28. 39 El que no fuese
exacta, es preciso llegar a una ex•. constante en el uso de· los signos se
plicación. C{)n frecuencia, los sabios ría como un mercader que vendiese
de los diferentes partidos, en los di,ferentes cosas bajo un mismo nom
razonamientos que dirigen los unos bre. § 29. 411 El que refiriese ideas
contra los otros, no hacen más 9ue particulares a las palabras de uso
hablar diferentes lenguajes, y p1�n- corriente no podría explicar a los ·
san una misma cosa, . aunque qwzá demás los conocimientos que posee.
· sus intereses sean diferentes. § 30. �9 El que tuviere en su cabeza
,TEo.--Creo . haberme explicado ideas de sustancias que no han exis
bastante sobre la noción de la vida, tido jamás, no podría avanzar en los
que debe ir siempre acompañada de conocimientos reales. § 33. El pri
percepción en el alma; de otro mo- · mero hablará vanamente · de la ta
do, no seda más que una aparien- rántula o de la caridad. El segundo
cia, como la vida que los salvajes ,.. verá animales nuevos sin poder ha
de América atribuyen a los relojes cérselos conocer a los demás. El ter
de bolsillo y a los de pared, o que cero tomará el cuerpo unas veces
atribuían a las marionetas aquellos por el sólido, y otras únicamente
magistrados que las creían animadas por lo que es extenso; y por fruga
\ oor demonios cuando quisieron cas- lidad designará, unas veces la- vir
tigar como brujo a aquel que por tud, otras el vicio inmediato. El cyar
orimera vez dio este espectáculo en to llamará caballo a una mula, y
su ciudad. aquel · a quien todo el mundo con-
§ 23. FIL,-Para concluir, las. pa- sidera como pró�igo, será i;ara él
labras sirven: primero, para dar a· ¡;(enero.so; y. el qumto .buscara en la
entender nuestros pensamientos; se- Tartana, baJo, la autondad de Hero
gundo, para hacerlo fácilmente, y doto, una nac!ón compuesta de ho�
tercero, para hacernos llegar al co- bres que no tienen más qt;ie un OJO,
nacimiento de las cosas. Se falta Observo que los cuatro pnmeros de-
. contra el primer fin cuando no se fectos son comunes a los nombres
,
tiene la idea determinada y cons- de sustanc1as y a los de modos, pero
tante de las palabras, ni rec�bida o que el _último es propio de las sus
entendida por los demás. § 23. Se tancias.
falta a la · facilidad cuando se tie- TEo.-Vuestras observaciones son
nen ideas muy complejas sin tener muy instructivas. Solamente añadiré
\
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 263
que me parece que hay mucho de señor, que combatís la elocuencia
fantástico en las ideas que solemos con sus propias armas, y hasta qué
tener de los accidentes o maneras . tenéis una �e otra especie, superiot
de :ser, y de este modo el quinto á esta e!}ganadora, como había una
defecto es común también a las sus Venus urarua, madre del divino
tancias y a los accidentes. Le Ber amor, ante la cual la otra Venus
ger extravagant 1 no le era solamen bastarda, madre de un-amor ciego,
te porque creyese que había ninfas no se atrevía a comparecer con su
escondidas en los árboles, sino por hijo, el de los ojos vendados. Pero .
que estaba esperando siempre aven esto prueba que vuestra tesis tiene
turas romancescas. necesidad de alguna moderación, y
§ 34. F1L.-Había 'pensado con que ciertos ornamentos de . la elo
cluir; pero me acuerdo del séptimo. cuencia son como los vasos egip
y último abuso, que es el de los tér cios, con los que se podía servir al
minos figurados o de las alusiones. culto · del verdadero Dios. Sucede
Sin embargo, costará trabajo consi como 'con Ja pintura y la mus1ca,
derarle como un abuso, porque lo de que se abusa, y de las cuales
que se llama ingenio o imaginación la una representa muchas veces iina
es mejor recibido que la verdad des ginaciones grotescas y hasta noci
nuda. Eso está bien en los discur vas, y la otra ablanda el corazón, y
sos en los que no se trata más que · ambas divierten vanamente; pero.ser
de agradar; pero en el fondo, excep empleadas con utilidad: la una, pa•.
to el orden y la claridad; todo el ra hacer· clara la verdad; la otra,
arte de la retórica, todas -esas apli para hacerla conmovedora; y éste
caciones artificiales y figuradas de. último efecto debe ser también .el
las palabras, no sirven más que pa de· la poesía, que participa de. la re
ra insinuar ideas falsas, para exci tórica y de la música.
tar las pasiones y para extraviar el
juicio; de suerte que JJO son más
que puras supercherías. Sin embar CAPÍTULO XI
go, a ese . arte falaz es al que se
concede el primer rango y las re De (os remedios. que se pueden apli
compensas. Y es qua los hombres car a las . imperfecciones y a los
no se curan mucho de' la verdad abusos de que acabamos de hacer
y les gusta engañarse .. y ser enga mención
ñados. Esto es tan verdad, que no
dudo de que lo que acabo de decir § l. FIL.-No es este el lugar de
contra este arte, será considerado engolfarse en la discusión del uso
como extraordinaria audacia. Pues .de una verdadera elocuencia, y aún
la elocuencia, semejante al bello menos de responder a nuestro ama
sexo, tiene encantos demasiado po ble cumplimiento, porque hemos de
derosos para que se admita que se pensar · en poner fin a esta materia
le rechace. de las palabras, buscando los reme
TEo.-LeJos , de censurar vuestro dios a las imperfecciones que hemos
celo por la verdad,. le encuentro notado. § 2. Ridículo sería intentar
justo.· Y sería deseable que llegase la reforma de las lenguas y querer
a impresionar:. Yo no desespero en• obligar a los hombres a no hablar
teramente de ello, porque parece, hasta que van adquiriendo conoci
miento. §. Pero no es mucho pre
1 "El pif!tor .extravagante": protago tender que los filósofos hablen exac
nista de una obra burlesca, en 5 actos, tamente cuando · se trata de una se
original de Tomás Comeille, compues ria investigación de la verdad: sin
., ta, con ese título, en 1653. (N. · del T.) esto, todo estaría plagaµo de erro-
L _.___
266 LEIBNIZ
conoce y otra persona puede cono do, ropaje, capa, que no nos"·lo ha
cer, es decir, un cuerpo dotado de cen conocer. Por· lo demás no me
una constitución interna de la cual detendré sobre el sépti� remedio
· se derivan el color y la pesantez y de los abusos de las palabras, que
n·acen también otras propiedades que es emplear constantemente el mismo
él confiesa que conocen mejor los térmfuo en el mismo sentido, o ad
expertos. vertir cuando se le cambia. Pues· ya
§ 25. FIL.--Sería ahora de desear hemos hablado bastante de esto.
que aquellos que se han ejercitado TEo.-El R. P. Grimaldi, presi
en las investigaciones físicas quisie dente del Tribunal de matemáticas
sen proponer las ideas simples en de Pekín, .me ha dicho que los chi
las cuales observan que los indivi nos tienen · diccionarios acompaña
duos de cada especie convienen dos de figuras. Hay un pequeño no
constantemente. Pero para componer menclator, impreso en Nuremberg,
un diccionario de esta especie, que donde hay figuras para cada pala
contuviese, por decirlo así, la his bra, que son bastante buenas, Un
toria natural, serían necesarias mu dicciona_rio universal ilustrado, de
chas personas, mucho tiempo y esta clase, sería de.desear y no muy
mucho trabajo y sagacidad, por lo difícil de hacer. En cuanto a .la des
cual es düícil esperar que se logre cripción de las especies, esto es lo
una obra ele este género. Bueno se que precisamente constituye la his
ría, sin embargo, acompañar las pa toria natural; y en ella se trabaja
labras de pequ�ños. grabados para poco· a poco. Sin las guerras (que
las cosas que conocemos por su fi. han perturbado Europa desde las
gura exterior. Tal diccionario seda primeras fundaciones de las socie
muy útil a la posteridad y ahorraría dades o academias reales)', se habría
: mucho trabajo a los críticos futuros. ido muy lejos y estaríamos en estado
Pequeñas figuras como la del · apio de aprovechar nuestros trabajos; pe
(apium), de un ibex (especie de ro los grandes, en su mayoría, no
cabra salvaje), valdrían .más que to conocen su. importancia, ni de qué
das },as descripciones de esta plan bienes se privan descuidando el pro
ta y de este animal. Y para conocer greso de los conocimientos sólidos;
lo que los latinos llamaban strigiles además de que están ordinariamen
y sistrum, tunica y .palium, valdría te asaz ocupados en los placeres de
incomparablemente más poner figu la paz o en los cuidados de la gue
ras al margen qué los pretendidos rra para meditar sobre cosas que no
sinónimos, almohaza, címbalo, vestí- les preocupan�
'
-
LIBRO CUARTO
DEL CONOCIMIENTO
CAPÍTULO I
267
L -'---'--_........;_____-'-----
268 LEIBNIZ
-·---
\ .
1
L
270 LEIBNIZ
ginar que aquí se trata más bien de tal manera ·que no da un paso inú-·
creer a nuestra memoria que de co tilmente. Siempre puede revisar y
nocer realmente la verdad en cues corregir las últimas .falta?, sin - que
tión, y otras veces me ha parecido influyan sobre las primeras: de es
que se trata de un medio entre la ta manera, la r�visión que quiera
opinión y el conocimiento, y que es hacer otro, tampoco cuesta trabajo,
una seguridad que sobrepasa la sim porque puede examinar las mismas
ple creencia fundada sobre él testi huellas a simple vista; • además de
monio. ajeno. Sin embargo, después los medios de verificar también· las
de haber reflexionado mucho, en cuentas de cada artículo, por una
cuentro que este conocimiento encie-· clase de prueba muy cómoda, sin
rra una perfecta certidumbre. Me que estas observaciones aumenten
acuerdo, es decir, conozco (porque considerablemente el trabajo d!'= la
-- el recuerdo no es más que· la reno contabilidad. Y todo esto hace com
vación de una cosa pasada) que he prender que los · hombres podemos
estado seguro de la verdad de esta tener demostraciones rigurosas · so
proposición: que los tres ángulos bre el papel, . y sin · duda tenemos
de , un triángulo son iguales a dos una infinidad de ellas. , Pero sin re
_¡ectos. Ahora bien; la irunutabili cordar que se ha usado de un per,
dad de las mismas relaciones entre fecto rigor nd se puede tener esta
las mismas co·sas inmutables es ac certidumbre · en la mente. Y este ri
tualmente .Ja idea mediata que me gor consiste . en una reglamentación
hace .ver, que si una vez han sido por la cual la observación sobre ca
iguales, lo serán siempre. Este ·fun da parte sea una seguridad respecto
damento es el que hace posible que del todo; en el examen de la cadena
en matemáticas las demostraciones por eslabones, inspeccionando cada
particulares · suministren conocimien uno para ver si está cerrado, y to
tos generales; de otro modo, eil mando medidas con la mano, para
conocimiento· de un geómetra no se no saltar ninguno, se está seguro de
extendería más allá de la figura par la bondad de la cadena. Y, por ese
.ticular que él ha trazado para hacer medio, se tiene toda la certidumbre
la demostración. de qué son capace·s las cosas huma
TEo.-La idea mediata de que ha nas. · Pero no estoy de acuerdo en
bláis; supone la fidelidad de nues que, en matemáticas, las demostra
tro recuerdo; pero sucede muchas ciones particulares sobre las figuras
veces que éste nos engaña y que no que se hacen nos proporcionen esa
_hemos . hecho todas las diligencias certidumbre general que pretendéis.
necesarias, aunque así lo creamos. Porque hace falta saber que no son
Esto se ve claramente en la revisión las figuras las que dan la prueba
de cuentas. A veces; como sucede a los geómetras, .aunque· el estilo
en nuestras minas del Harz, y para estético lo haga creer. ,La fuerza de
- que los receptores de minas estén la demostración es independiente de
más atentos, se han impuesto mul la figura trazada, . que no se traza
tas para cada error de cálculo, y más que para facilitar la inteligen
a •pesar de ello se cometen errores. cia de lo que se quiere decir,_ y fi
Sin embargo, cuanto más cuidado jar la atención; las proposiciones
se pone, más nos podemos fiar en universales, es decir, las definicio
los razonamientos pasados. Yo he nes, los axiomas y los teoremas ya
proyectado una manera de escribir demostrados, son los que constitu
las cuentas, de suerte que el que yen el razonamiento y le sostienen
reúne las sumas · de las columnas cuando la figura haya desaparecido.
deja sobre el papel las huellas del . Por eso un sabio geómetra, Scheu
progreso de sus razonamientos, de belius,. ha dado las figuras de Eucli-
\·
\
NUEVO TRATADO SOBRE. EL
\
\ ENTENDIMIENTO HUMANO
des sin sus letras que las puedan rectángulo equilátero; y . con dismi
ligar con la demostración que pone nución. El rectángulo equilátero es
adjunta; y otro, Herlinus, ha redu- · un rectángulo. El animal racional es
'cido estas mismas demostraciones a siempre un anil)lal. Y en las hipoté
silogismos y prosilogismos. ticas: si la figura regular· de cuatro
lados es un rectángulo equilátero,
esta figura es un rectángulo. Las co
CAPÍTULO 11 pi.Ilativas, las disyuntivas y otras pro
posiciones son también susceptibles
De los grados de nuestro de este identicismo, y yo considero
conocimiento también como afirmativas: no-A es
no-A. Y esta hipotética: si A es
§ 1. F1i.-El conocimiento es, no-B, de aquí se sigue que A es no-B.
pues, intuitivo cuando el espíritu Itera, si no-A es BC, se sigue que
percibe la conveniencia o disconve- no-A. es B. Si uria figura que no
niencia de dos ideas inmediatamente tiene ángulo obtuso puede ser un
por sí mismas, sin Ía intervención triángulo regular, una figura que no
de ninguna otra. En este caso, el tiene ángulo obtuso puede ser· regu
espíritu no se toma ningún trabajo lar. Vamos ahora a los idénticos ne
para probar o examinar J.a verdad. gativos que son, o del principio · de - /
Es como el ojo que ve la· luz; el contradicción, o de los contrarios.
espíritu ve que lo blanco no es lo El principio de contradicción es en
negro, que un círculo no es un trián- general: una_ proposición es, o ver-
gulo, que tres son dos y uno. Este dadera, o falsa; lo que encierra dos
conocimiento es el más claro y evi� enunciaciones; la una, que lo verda-
dente que puede poseer la débil na- · dero y lo falso no son compatibles
tural.eza -humana; obra .de una ma- en una ·misma proposición, o que ..
nera irresistible, sin permitir · a ,la una proposición no podría ser ver-
mente dudar. Es conocer que l_a idea dadera y falsa a la vez; la otra, que
está en la mente tal éomo la mente lo contrario, o sea la negación de lo.
- la percibe. El que pida . una certeza verdadero y de lo falso no son com-
mayor, no sabe lo que pide. patibles, o que no hay término me-
TEo,-Las :verdade_s p�itivas que dio entre lo verdadero y lo falso,
se saben por intuición, son de dos o bien que no pµede ser que . una
clases, -como las derivadas. Forman · proposición no sea ni verdadera,.ni
parte del ·número de las verdades falsa. Ahora bien; todo esto es ver-.
de tazón o del de las verdades de dad en todas las proposiciones ima
hecho. Las verdades de .razón son ginables, en particular, como: lo que
necesarias, y las de hecho,. contin7 es A no podría ser no-A. Item, AB
gentes. Las verdades primitivas de no puede ser .no-A. Un rectángulo
razón son las que yo llamo con un regular no podría ser no-rectángulo. -
nombre___ general idéntic¡:¡s, porque Item, es verdad que todo hombre es
· me parece que no hacen más que un animal; luego es falso que haya
repetir la misma cosa, _sin enseñar- algún hombre que no lo sea. Se pue
nos nada. Son afirmativas o negati- den · variar · estas enunciaciones de
vas; las afirmativas son como las · muchas maneras, y aplicarlas a las
siguientes: lo que es, es;. cada cosa hipotéticas, copulativas, disyuntivas,
es lo que es. Y en tantos ejemplos etcétera. En cuanto a las dispares,
como se quiera A , es A, B - es B. son . proposicione que dicen que el
Yo seré lt, que seré. Yo he escrito objeto de una idea no es el objeto
lo que he. e�crito. Y nada, en verso de_ otra idea, como que el calor .no
como en· prosa, es ser nada o poca es la misma cosa que el color; ítem
_cosa. El rectángulo equilátero es un que el. hombre y el animal no son
1
¡_ ........______ .__ _
'
272 LEIBNIZ
f'
·- el rectángulo cuadrilátero y el rec-
tángulo no son lo mismo, nos equi-
conclusión y de la verdad de una de
· las premisas del antecedente. He
1,: vacaríamos también; pues vemos que aquí este nuevo ar.gumento:
' la figura de cuatro lados es la úni
ca que puede tener todos los ángu Algún A no es C
. los rectos. Sin embargo, siempre se
puede· decir, en abstracto, que .}a Lo cual es opuesto a la conclusión
triangularidad no- es la trilaterali- precedente," que suponíamos falsa,
· dad, o que .las razones formales del
triángulo y del trilátero no son las Todo A es B
mismas, como dicen los filósofos.
Son diferentes . relaciones de una Esta es la premisa considerada
misma cosa. verdadera.
· Algunos, después de haber escu Luego algún B no ·es C.
chado con paciencia lo que acaba Esta es la conclusión presente ver
mos de decir aquí, la perderá, y dirá dadera, opuesta a la premisa prece-
que nos divertimos en hacer enun dente· falsa.
ciaciones frívolas, , y que _todas las · Este argumento está en el modo
verdades idénticas no �irven para Disamis de la tercera figura, que se
nada. Pero este razonamiento sólo demuestra también evidentemente y
le podrá hacer el que no haya me de una ojeada del modo Bárbara de
ditado suficientemente . sobre estas la primera figura, sin emplear- más
' materias. Las consecuencias de la
lógica (por ejemplo) se demuestran
que el principio de contradicción.
Y en mi juventud, cuando yo estu
' por los principios idénticos, · y los diaba esas cosas, noté que todos los
geómetras tienen necesidad del prin modos de la segunda y de la ter
cipio de contradicción en sus de cera figura se pueden sacar de la
mostraciones que reducen a -lo -im- primera por_ este mismo método, su
. posible. Contentémonos aquí con ha poniendo que el modo de la primera
cer ver el uso de los idénticos en las es bueno, y por consiguiente que
demostraciones de las consecuencias siendo la conclusión falsa, o siendo
del razonamiento. Digo, pues, que su contradictoria tomada por verda
el principio de contradicción, por dera, y una de las premisas por ver
sí solo, basta para demostrar la se dadera también, es preciso que la
gunda y la tercera figura de los si contradictoria de. la otra premisa sea
logismos por la primera. Por ejem
plo, se puede concluir en la prime
verdadera. Es verdad que en las eS-: I
cuelas lógicas se prefiere servirse de
ra figura, en Bárbara: las conversiones para sacar las figu-
\
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTllNDIMIENTO HUMANO 273
\
ras menos principales de la prime• el hysteron proteron o la inversión,
ra, que es la principal, porque esto porque las conversiones merecían
parece más cómodo para los esco más bien ser demostradas por esas
lares, Pero para los que buscan las figuras que estas figuras por las
razones demostrativas, donde hay convérsiones .. Pero como esta de
que emplear el menor número de mostración de las conversiones hace
suposiciones que se pueda; no se aún ver el uso de las ·idénticas afir
demostrará por la suposición de la mativas -que muchos toman por com
conversión lo que se puede demos pletamente frívolas, será tanto más , .
trar con el -solo principio primitivo, oportuno ponerla aquí. No quiero
que es el de la contradicción y que · hablar más que de las conversio
no supone nada. Yo mismo he hecho nes sin contraposición, que me bas
esta observación, que parece nota tan aquí, y que son denominadas
ble, y es que las solas figuras me simples o por accidente. Las conver
nos principales, a las que se llama siones simples son de dos clases: la
directas� a , sab�; la segunda y la de la universal negativa, como nin
tercera, se pueden demostrar sim . gún cuadrado es obtusángulo ; por
plemente por el principio de con-. consiguiente, ningún obtusángulo es
tradicción; pero la figura menos cuadrado; y la de la particular afir
principal indirecta, que es la cuarta, mativa, como: algún triángulo es
cuya invención atribuyen los árabes obtusángulo, luego algún obtusán•
a Galeno i aunque no hayamos en gulo es un triángulo. Pero la con
contrado nada en fas obras que nos versión por accidente, como se la
restan de él, ni en los autores grie llama, se refiere a la universal afir
gos; la cuarta, digo, tiene la des mativa, como: todo cuadrado es rec
ventaja de que no puede ser sacada tángulo, luego algún rectángulo es
de la primera o principal por este cuadrado. Se entiende siempre auí
solo_ método, y que es preciso tam
bién· emplear· otra· suposición, a sa por rectángulo una figura cuyos án
ber, las conversiones; de modo que gulos todos son rectos, y por el cua
está pn grado más alejada que la drado, un cuadrilátero regular. Aho
segunda y la tercera, que están a ra se trata de demostrar estas tres
un mismo nivel, ·e igualmente ale clases de conversiones, que son:
jadas de la primera ; mientras que , 19) Ningún A - es B; luego nin
la cuarta tiene· necesidad -· también gún B es A.
de la segunda y de la tercera para 2t>) Algún A es B; luego algún
ser demostrada. Pues parece muy B es A.
oportuno que las conversiones mis J9 Todo A es B; luego algún B
mas de que tiene necesidad se de es A.
muestren por la figura segunda y Demostración de la primera con
· tercera, demostrables independiente- versión en Cesare, que es de la se
mente de las conversiones, como gunda figura:
ab1bo de hacerlo ver. Pierre de la
Ramée fue quien hizo ya esta ob Ningún A es B.
servación de la conversión por es Todo Bes B.
tas figuras, y (si no me engaño)
reprochó a los lógicos el círculo que Luego ningún B es A.
cometían sirviéndose de la conver Demostración de la segunda con- .
sión para demostrar estas figuras, versión en Datisi, que es de la ter
aunque 1• que debió reprocharles cera figura:
no era tanto el círculo . (pues no se
servían de estas figuras a su vez pa Todo A es A.
ra justificar las conversiones), -sino Todo A es B.
1
¡__,______ -- - - -----'
274 LEIBNIZ
/
,
,.
276 LEIBNIZ
-cer todas las combinaciones nece vos. Y si se hubiera espetado a ello,
sarias, aunque muchas veces nos po quizá no tendríamos aúl)..geometría. ¡
damos ayudar por el métodó de las Pero de esto ya hemos •ñablado . en
exclusiones, que separa una buena nuestras primeras conversaciones, y
, -parte de las combinaciones inútiles, aún tendremos ocasión de volver a
y muchas veces la naturaleza no ad hablar.
mite. otro método. Pero no siempre § 9. FIL.-Ya volveremos pron-.
disponemos de los medios de seguir to sobre esto; ahora diré también
este método; El análisis, pues, es el que ya he notado ser común opi
que nos ha de dar un hilo en este nión que sólo las ciencias matemá
laberinto cuando se puede, hay ca ticas son capaces de una certidum
sos en que la naturaleza misma de bre demostrativa; pero como la con
la cuestión exige que se deba tan veniencia o disconveniencia que se
tear por todas partes, por no ser puede conocer intuitivamente no · es
-posible siempre los métodos abre un privilegio concedido únicamente
viados. a los números y las figuras, quizá
§ 8. FIL.-Ahora bien, como al provenga de f�lta de aplicación por
demostrar, se dan siempre por su nuestra parte el que lcis matemáticos
puestos 1ps conocimientos intuiti sean los únicos que han llegado a
vos, esto, creo yo, ha dado ocasión esta clase de• demostraciones. § 10.
al siguiente axioma: "que todo ra Varias razones han concurrido. Las
'.¡
'
�-------·--
NUEVO TRATA':)O SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 277
librio. Además, se puede decir que yan -decaído tanto: Pues es extraño
los jurisconsultos poseen muchas ex que no se vea sombra de demostra
celentes demostraciones, sobre todo ción en Platón y en Aristóteles (ex
los antiguos jurisconsultos romanos, cepto sus primeros analíticos) y en
cuyos fragmentos nos han sido con todos los otros filósofos antiguos.
servados en las Pandectas. Proclo era un buen geómetra; pero
Estoy completamente de . acuerdo parece otro · hombre cuando habla
con la opinión de Lorenzo Valla, de filosofía. Lo que ha hecho ·que
que nunca cree haber alabado bas haya sido más fácil razonar demos-
tante a estos autorés, entre otras trativamente en matemáticas ha sido
cosas porque hablan todos de una en mucha parte que la experiencia
manera tan justa y precisa, que ra puede en ellas garantir el· razona-
zonan, en efecto, de un modo que
se . aproxima bastante a la demostra•
· tiva, y muchas veces lo e� completa-.
:�:J� q e
:a°mb�;� !� ía1!1r:��!�·d::�·
silogismos, Pero, en la metafísica y
- .. ,, .
mente. Tampoco sé de ninguna cien- en la moral, no encontramos este
- cia, fuera de la del derecho y de la paralelismo de las razones y de las
de las armas, en la que los roma experiencias; y en la física, las ex
nos hayan añadido alguna cosa de periencias exigen -trabajo y dispen-
consideración a lo que habían reci dios. Ahora bien; los hombres· ·han
bido de los · griegos. relajado desde luego su atención, y
se han extraviado, por consiguiente,
Tu regere imperio populos cuando se han visto desamparados .
Romane memento: de este guía fiel· de ,la experiencia
Hae tibi erunt artes pacique que les ayudaba y sostenía en su ·
imponere morem, camino, como esa pequeña máquina
. parcere subjectis, et debellare
superbos. con ruedas que impide que los niños
se caigan al a.ndar. Había algún
Esta manera· precisa de. explicarse succedaneum, pero de esto no· se
ha hecho· que todos esos juriscon habían percatado, ni nos hemos per
sultos de las Pandectas, aunque bas c�tado bastante. Y ya hablaré de
tante distantes a veces, en el tiem ello a su debido tiempo. Por lo de
po, Jos. unos de los otros, parezcan más, el azul y el rojo no son capa-
ser todos un · mismo autor, y costa ces de suministrar materia a estas
ría trabajo distinguirlos, si los nom demostraciones por las ideas que de
bres de -los• escri-tores no estuvieran ellos ten�mos, porque estas ideas
a la cabeza de los extractos, como son confusas. Y estos colores no su
· costaría trabajo distinguir a Eucli ministran materia al razonamiento -
des, Arquímedes y Apolonio leyen sino en tanto que en la experiencia 1
do sus demostraciones sobre mate van acompañados de ciertas ideas
rias que tan bien han trazado los distintas; pero en las que la conexión_
· unos como los otros, Es. preciso con con sus propias ideas no aparece;
fesar que los griegos han 1 razonado § 14. FIL.-Aparte · de la intui
con toda la justeza posible en las ción y la demostración, que son los
matemáticas, y que han dejado al dos grados de nuestro conocimiento,
género humanó los modelos del ar- todo lo demás es fe y opinión, y no
._Je de demostrar, pues si los babilo conocimiento, por lo menos respecto
nios y los egipcios han teriido una de todas las verdades generales. Pe
geometría un poco más gue empíri ro el espíritu tiene aún otra percep
.ca, por lo menos · no queda nada de ción, que se refiere a la existencia
ella; pero•es asombroso que los particular de los seres finitos fuera
griegos mismos, tan pronto como se de nosotros, y es el conocimiento
alejaron de los números y de las fi- sensitivo.
' guras para Uegar a la filosofía, ha- ·TEo.-También · acaso merece el
278 LEIBNIZ
------· ·.:.;a, 1
NUEVO TRATADO' SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 279
importa mucho que levante esta du es preciso guardarse de los prejui
da, porque si toí:lo no es más que cios y aportar una gran exactitud;
sueño, los razonamientos son inúti _pero, además de que no siempre
les, no siendo nada absolutamente practicaba lo que él mismo aconse
la verdad y el conocimiento. En se jaba, lo cual era de excusar, me pa
gundo lugar, reconocerá, a mi jui rece que no se preocupaba de si
cio, la diferencia que hay entre so otro lo hacía, creyendo sin duda que
ñar que se está en un fuego y estarlo nadie lo haría nunca. Ahora bien;
realmente. Y si persiste en parecer yo le hice ver que la verdad de fas
escéptico, le diré que basta que en cosas sensibles no consiste más que
contramos ciertamente que el placer en el nexo de los fenómenos, que
o el dolor siguen � la aplicación debe tener su razón, y que es lo que
de ciertos objetos sobre nosotros, les distingue de los sueños; pero que
verdaderos o soñados, y que esta cer la verdad de nuestra existencia y de
tidumbre es tan grande como nuestra la causa de los fenómenos es de
felicidad o núestra desgracia; dos · otra naturaléza, porque estaJ?lece
cosas, más allá de las cuales no te sustancias; y que Ios escépticos es
nemos ningún interés. Así, pues, tropean, lo que dicen de bueno, lle
creo que podemos enumerar tres cla vándolo demasiado lejos, y aun que
ses de conocimientos: el intu_itivo, riendo extender sus dudas a las ex
el demostrativo y el sensitivo. · periencias inmediatas, y hasta a las
TEo.-Creo · que tenéis razón, se verdades geométricas (lo que Fou
ñor, y hasta pienso que a esas espe cher, sin embargo, no hacíá) y a las
cies de certidumbre, o al conoci demás verdades de razón, lo que ha
miento cierto, podríais añJldir el cía con un poco de exceso. Mas
conocimiento de lo verosímil; así para volver a lo que vos decíais,
habría dos clases de conocimiento, señor, tenéis razón en decir que hay•
como hay dos clases de pruebas: diferencia de ordinario entre los sen
unas . que producen certidumbre, y timientos y las imaginaciones; pero
otras que se . detienen en la proba los escépticos . dirán que el más o
bilidad. Pero pasemos a esa disputa 'el menos no varían la especie. Por
de los escépticos con los dogmáti lo demás, aunque los sentimientos
cos sobre- la existencia de las cosas sean de ordinario más vivos que las
fuera de nosotros. Ya la, hemos ro imaginaciones, se sabe, sin embar
zado; pero es preciso volver �obre gQ, que hay casos en que personas
ella. En otra ocasión disputé mu imaginativas se sienten impresiona
cho sobre esto· de viva voz y por das por. sus imaginaciones tanto . o
escrito con el difunto abate Fou más quizá que otros por la verdad
cher, canónigo de Dijon, hombre de las cosas; de suerte que yo .creo
sabio y sutil, pero un poco aferrado que el verdadero criterwn en ma
a sus académicos, cuya secta hubie teria de objetos de los. sentidos es
ra querido resucitar, _como Gassendi el nexo. de los fenómenos, es decir,
había :resucitado la . de Epicuro. Su la conexión de· lo que pasa en dife
. Critique de la rei:herche de la vé rentes tiempos o lugares,· y en la
rité y los otros · opúsculos que hizo experiencia de diferentes hombres,
imprimir despu�s le han dado a co que elfos mismos son los unos para
nocer ventajosamente. En el Journal los - otros fenómenos muy importan
des Savants ha expuesto también oh- tes sobre este punto. Y la relación
jeciones contra mi sistema de la. ar de los fenómenos que garantiza las
monía preestablecida, cuando yo la verdades -de hecho - respecto de las _
di al pú91.ico, después de haberla cosas sensibles fuera de nosotros, se
incubado durante varios años. Pero verifica por medio - de las verdades
la muerte le impidió replicar . a mi de razón; como las experiencias de
-respuesta. Proclamaba siempre que óptica se esclarecen por la geome-
.--
,_ �
280 LEIBNIZ
.
tría. Sin embargo, es preciso con
fesar que no toda certidumbre es CAPÍTULO III
de un grado supremp, como vos mis ,
mo lo habéis reconocido perfecta De la extensión del conocimiento
mente. Pues no es imposible, meta humano
físicamente hablando, _ que haya un
sueño tan seguido y duradero como § 1. FIL.-Nuestro conocimiento
la vida de un hombre; pero esto es no va más allá de nuestras ideas,
tan contra.río. !1 la razón �orno podría § 2, ni más allá de la percepción -
serlo la _f1cc1on de un hbro que se de su conveniencia o disconvenien
formara arrojando al azar los carac- cía. § 3. Nuestro conocimiento no
teres de imp�enta. Po� lo demás, es puede ser siempre intuitivo, porque
verdad también q�e siempre _que los no siempre podemos comparar las
fenómenos_estén bgad�s. no importa _ cosas inmediatamente; por ejemplo,
que se les -1.lam� sueno o no, por- las dimensiones de dos triángulos
que la experiencrn demuestr� que no sobre uriii misma base, iguales, pero
nos enganamos en las iped1das que - muy diferentes. § 4. Nuestro conocí
tomamos sobre los �enomeno cuan- miento tampoco podrá ser demostra
do· son to?1adas segun las verdades tivo siempre, pues no siempre pode-
de la razon. mos encontrar las ideas medias. § 5.
§ 15. F1L - . Por lo demás, el co- Por último, nuestro conocimiento
nacimiento no es siempre cla_ro, aun- sensitivo no se refiere más que - a
que las ideas lo sean. Un hombre la existencia de las cosas que hie-
-- que tuviera ideas tan claras de los ren actualmente nuestros sentidos.
ángulos · de un triángulo y de su § 6. Así, no solamenté nuestras ideas
igualdad -a dos rectos, como el me- son muy limitadas, sin,o que nuestro
jor matemático del mundo, podría, conocimiento es más limitado quy
sin embargo, tener una percepción nuestras - ideas. Yo no dudo, sin em
bastante oscura de su conveniencia. bargo, que el éonocimiento humano
TEo.-Ordinariainente, cuando las pueda ser llevado mucho más lejos;
ideas son entendidas a fondo, - sil si los hombres quisieran atenerse
conveniencia o disconveniencia apa- sinceramente a -'encontrar los medios
.,- rece. Sin embargo, confieso que las de perfecctonar la verdad con una
¡ hay a veces tan complejas, que es entera lil?értad de espíritu y con to
precjso mucho esmero pára desen- da l_a aplicación y toda la industria
trañar lo que hay oculto en ellas; que emplean en colorear y sostener
bajo este respecto, ciertas convenien- - la falsedad, en defender un siste?la
cías o disconveniencias pueden que- · por el cual se han declarado, o bien
dar oscurecidas. En cuanto a vues- cierto partido y ciertos intereses en
tro ejemplo, convengo en que tener los cuales se encuentran envueltos.
en la imaginación los ángulos de un Pero con todo, nuestro conocimien
triángulo no basta para formar ideas to no podrá abrazar_ nunca todo fo
claras sobre el mismo. La imagina- que deseamos conocer respecto de
ción no nos puede suministrar. una las ideas que tenemos. Por ejemplo,
imagen común a los triángulos acu- nunca quizá seremos capaces de en
\· tángulos y obtusángulos, y sin em- contrar un círculo igual a un cua
bargo, ,la idea de triángulo les es drado, ni de saber. ciertamente si tal
- común; esta idea, pues, n� consiste círculo existe .
en las im�genes, y no es · tan fácil TEo.-Hay ideas confusas respec
como pudiera pensarse, c_onocer a to de las cuales no podemos nunca
fondo los ángulos de un triángulo. prometemos un entero conocimien-
J to, como son- las de las cualidades
sensibles. Pero cuando son distintas,
hay que esperarlq todo. Por lo que
/
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 281
se refiere al cuadrado igual al círcu a ese trabajo. Pero excluir todas las
lo, Arquúnedes demostró ya .que' expresiones finitas no es posible,
existe. Pues aquel ,cuyo lado es la pues yo lo sé por experiencia; y de
media proporcional entre el semi terminar precisamente la mejor, es
diámetro y la semicircunferencia. demasiada empresa. Y todo esto nos
Y hasta determinó una recta igual hace ver que el espíritu humano se
a la circunferencia del · círculo por propone cuestiones tan extrañas, so
medio de una recta tangente de la bre todo cuando el infinito entra en
espiral, como otros. por la iangente cuenta, que no nos debemos asom
de fa cuadratriz, especie de cuadra brar de que cueste trabajo resol
tura de que Clavius se mostraba verlas; tanto más cuanto que todo
contento; sin hablar de un hilo apli depende muchas veces de una abre
cado a la circunferencia, y luego ex viación en estas materias geométri
tendido, o de la circunferencia que cas, que no siempre· nos podeinos
rueda para describir Ia cicloide, y prometer, como no siempre pode
se cambia· en recta. Algunos piden mos reducir '1as fracciones a términos
que la construcción se haga sin em menores, o encontrar los divisores
plear más que la regla y el compás; de un número. Es verdad que siem
pero fa mayor parte de los proble pre se pueden tener esos divisores,
mas de geometría no pueden ser porque su enumeración es finita; pe
resueltos por este medio. Por_ lo tan ro cuando lo que se debe examinar
to, de lo que se trata más bien es de es variable al infinito y sube de
encontr�r la proporción · entre el cua grado en grado, no está en nuestro
drado y el círculo. Pero no pudiendo poder siempre que queremos, y es
ser expresada esta ·proporción en demasiado penoso hacer todo lo que
números racionales finitos, ha sido hay que hacer para intentar met6di
preciso, para no emplear- más que camente llegar a la abreviación o a
números racionales, expresar esta la regla de progresión, que nos dis
misma proporción por una serie ·in pense de la necesidad de ir más
finita de estos números, que yo he allá; y como la utilidad no responde
designado ·de una manera bastante siempre al trabajo, se deja el pro
sencilla: Ahora se querría saber si blema a la posteridad, que podrá
hay alguna cantida� finita, · aunque disfrutar del resultado cuando seme
fuera sorda, o más que sorda, que jante prolijidad se I
vea disminuida
pueda expresar esta serie infinita; es por preparaciones y ·salidas nuevas -
decir, si · se puede encontrar justa que el tiempo pmtda suministrar.
mente una abreviación para todo No es esto decir que si las personas
esto. Pero las expresiones finitas, can que- de cuando en cuando se dedi
a estos estudios quisieran hac_er
irracionales sobre · todo, si van más justamente
. allá que las sordas, pueden variar avanzar, nolo que es necesario para-
se pudiese adelantar mu
de hartas maneras para que poda cho; y no debemos imaginamos que
mos hacer una enumeración de ellas todo está hecho, porque aun en la
y determinar fácilmente todo lo que geometría ordinaria no hay todavía
se puede. Habría quizá un medio de método para determinar las m�jores
hacerlo, si esta sordera ha de ser ex construcciones, cuando los problemas
plicable por una ecuación ordinaria, son un poco complejos. Cierta pro
v aun extraordinaria, que haga en gresión de ,síntesis debería it mezcla
trar lo irracional y hasta lo desco da con nuestro análisis para el mejor
nocido en el exponente, aunque se éxito. Y yo me acuerdo de haber oído
ría preciso para darlo por termi decir que el pensionistá de Witt 4
nado, un gt!n cálculo al cual no nos había meditado sobre este asunto.
resolveríamos fácilmente, a no ser
que encontremos·· algún día un pro 4 De Witt (Juan); nació en Dord
cedimiento abreviado para dar cima recht en 1625 y murió en 1672. Más
• l
282 LEIBNIZ
FIL.�Otra dificultad ·es saber si cuestiones. Sucede lo mismo, como
- un ser puramente_ material piensa o ya dije antes, que cuando una per
no; y quizá no· seamos nunca capa sona no · tiene más ide• de los án
ces de saberlo, aunque tengamos las gulos de un triángulo que 1a habida
ideas de la materia y del pensamien generalmente: · jamás se le ocurrirá
to, porque nos es imposible descu pensar que son siempre iguales a dos
brir por la contemplación de nues rectos. Hay que reflexionar que la
tras propias ideas, sin la revelación, materia, tomada como un ser com- :'
si Dios no - ha dado a algunos con pleto (es decir; la materia segunda,
juntos de materia, dispuestos como opuesta a la primera, qu� es algo
lo ha. juzgado conveniente, el poder puramente pasivo, y por consiguien
de percibir y - de pensar, o ·si ha te incompleto), no es más que· un
unido a la materia · así dispuesta, conjunto, o - lo que de éste resulta,
. una sustancia inmaterial que pien f que todo conjunto real supone sus
sa. · Pues coñ relación a nuestras no tancias simples o· unidades reales; y
ciones, no nos es más difícil ,con cuando se considera también lo que
cebir que Dios puede, si le place, constituye la esencia de . estas unida
añadir a nuestra idea de la materia des reales, es decir, la percepción y
la facultad de pensar, que compren sus efectos, nos sentimos transpor
der que una a ella otra sustancia tados, por d�cirlo así, a otro mundo,
con la facultad de pensar, porque o sea, al mundo inteligible de las sus-:
ignoramos en qué consiste el pensa tancias, mientras que antes no salía-
miento y a qué especie de sustan mos de los fenómenos de los sen
cia ese ser omnipotente k ha pare tidos. Y este conocimiento del inte-
cido oportuno conceder esta poten rior de la materia nos hace ·ver de '
cia, que -no podría subsistir en nin lo que ella es capaz naturalmente,
.gún ser creado sino en virtud de la y que siempre que Dios le dé órga-
voluntad y de la Qondad del Creador. nos propios para expresar el razo
TEO.-Esta -cuestión es, sin duda, namiento, la sustancia inmaterial que
incomparablemente más importante razona no dejará de serle dada tam
• que la ant�rior; pero me atreveré a bién, en virtud de esta armonía, que
deciros, señor, que yo desearía· que es una consecuencia natural de las
fuese tan fácil tocar las almas para sustancias. La materia no podría
inclinarlas a su bien, y curar los cuer subsistir sin sustancias inmateriales,
'- pos de sus enfermedades, como creo es decir, •sin las unidades; después
que · está en nuestro poder resolver de lo cual no se debe ya preguntar
la. Yo espero que me concederéis• si Dios es libre o no de dárselas.
que yo puedo adelantar esta conclu Y si estas sustancias no tuviesen en
sión sin pecar de inmodestia y sin sí la correspondencia o fa armonía
echármelas de maestro en defecto d,e de que ·acabo de hablar, Dios no
buenas razones; pues, además de pbraría según el orden natural. Cuan-
que no hablo sino conforme a los do se habla simplemente de dar o
sentimientos de todo el mundo, me de conceder potencias, volvemos · a
precio de haber dedicado a este las meras facultades de las escuelas
asunto:.una atención nada común. y a imaginarnos pequeños seres sub
Primeramente sólo os confieso, se sistentes que pueden entrar, y salir
ñor, que cuando tenemos ideas con como las palomas en un palomar.
fusas del pensamiento y de la mate- Esto es hacer sustancias sin dárse
- ria, como sucede de ordinario, . no cuenta de ello. Las potencias primi
hay que extrañarse de que. no se tivas constituyen las sustancias mis
vea claro el medio de resolver estas mas, y las potencias derivativas, o
si queréis las facultades, no son más
célebre cqmo hombre de Estado que que ·maneras de ser que hay que
como geómetra. derivar -de las sustancias, y no· se
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 283
Dios mismo no podía dar la vida y razón tendr(�mos, pues, para cona
la. percepción a una sustancia sólida cluir que no suceda· 10 mismo con
�in po�er en. ella alguna sustancia la percepción en la mati.ia? Ya veo,
u_:ima!enal,. �1entras que yo veo que poco más o menos, lo que se podría
st. Dios hiciese esto, . sería por un contestar, y aunque vos hayáis di
·�llagro, y que. ,esta mcomprensibi- cho algo ya más de una vez, os
hdad de la umon _del alma con el entiendo nfejor ahora, señor, que
cue_rpo o de la ah�za de la sen- antes. Sin embargo, mucho me agra
sac1on con la �!!.ten.a, parece cesar. dará escuchar lo que vos responde
por vuestra h1potesis del acuerdo ríais en tan importante ocasión.
preestablecido enwe sustancias di- TEo.-Pensáis bien, señor. 1 al creer
ferentes. ·
que yo d'1re, que 1· a materia no. po-
. �
. _TEO:----;-En efecto, no hay �ada �e dría producir placer, dolor o senti
mmtehgib_le en esta nueva hipótesis, miento en nosotros. Es el alma la
porque no atribuye �1. al�a ni los que se los produce ella misma, con
,
cuerpos mas q�e modificaciones que arreglo a lo que pasa en la materia .
!""...
sotros exper1m enta!°°?s en noso- y algunos modernos ingeniosos co�
��
!º
s Y en ellos, Y umco que ha<;e .
mienzan a declarar que ellos no en
es establecerlas mas reglada� Y mas tienden las causas ocasionales sino
conexaJ de lo. 9-ue se ha cre1do has- como yo' las· entiendo· .. Ahora bien·
ta aqm. La dificultad que queda no · · · '
se refiere .más que a aquellos que estf. sentado/ no h�y nada d e mmc
tehg1ble,,_!_..1no ser �mo que nosotros
quieren imaginar lo que no es más no podr1amos deslmdar to.do lo que
que inteligible, como si quisieran
entra en nuestras pe!cepc10f!�S. c?n
ver los sonidos O escuchar los co-
fusas, y que �lega hasta 1'! mfimto, ,,
lores; y éstos son· los que niegan
la existencia a todo lo que no es Y que constituye expresiones de
extenso, lo que les obligaría' a ne- detalle de lo que sucede en. el cuer7 .
gársela al m ismo Dios, es decir, a po ; y en cuanto al. capricho, del
renunciar a las causas y a las razo- Creador, hay_ que _ decir que esta re
nes de los cambios y de tales cam- glado sobre la naturaleza de las co�
bios, porque estas razones no pue- sas, de mo�o que no produce m
den venir de la extensión y de las c?nserva mas que lo que _les con
naturalezas puramente pasivas, y viene, y que se puede explicar por
tampoco enteramente de las natura- • su naturaleza, por lo menos en ge
lezas activas y particulares e infe- · neral; -pues. el detalle lo ignoramos
riores sin el acto puro y univ.ersal con frecuencia, tanto como el cui
de la suprema sustancia. dado y el poder de ordenar los gra-
F1L.-Me queda una objeción res- nos de una monta�a de arena segun
� ecto de las cosas de que la mate- .el orden d� las figuras, ª.!1nq1;1�- en
ria es susceptible naturalmente El esta operación no haya mas d1ficul
cuerpo, en cuanto nosotros le p�de- tad que la multitud. De lo centra
mos concebir, no es capaz más que rio, si este conocimiento . se nos pa
rle impresionar y afectar a otro cuer- sara, y si no pudiésemos ni conce
po, y el movimiento no puede pro- bir la razón <;le las relaciones del
<lucir otra cosa que movimiento; de alma y el cuerpo en· general, y, por
suerte que cuando convenimos . en último, si Dios diese a las cosas po
que el cuerpo produce placer o do- tencias accidentales separadas de su
Ior, o ·bien 1a idea de un color o de naturaleza, y por consiguiente aleja
un sonido, parece que nos vemos das de la razón en general, sería
obligados á abandonar nuestra ra- una puerta · secreta para introducir
zón' y a ir más allá de nuestras pro- de nuevo las cualidades demasiado
'· · pias ide_as, atribuyendo esta opera- ocultas, que ninguna inteligencia
ción al capricho del Creador. ¿Qué puede comprender, y esos pequeños
.,:
P'
cesario . cuando hacen falta largas sido, hasta aquí, casi los mismos
deducciones. Y si en la aritmética que los del territorio de las. matemá
no se designase las diferentes ·posi ticas. Espero, si Dios me da tiempo
ciones por signos cuyo sentido pre- para ello, publicar algún ensayo un.
-- ciso es ya conocido, y que nunca día, poniendo estos medios en prác
se pierden de vista, sena casi impo tica efectivamente, sin limitarme a
sible hacer grandes cálculos (§ 20) . los preceptos.
Las definiciones nos proporcionan F1L.-Si realizáis ese propósito,
algún remedio, siempre que se las señor, y lo realizáis como es debido.
emplee constantemente en la moral. nos obligaréis infinitamente a los
Y, por lo demás, no es fácil prever Filaletes como yo, es decir, a los que
qué métodos pueden ser sugeridos desean sinceramente conocer la ver- . ·
por el álgebra o por cualquier otro dad. Y ésta es agradable natural
medio de esta naturaleza, para sal mente a los espíritus, y no hay na
var las otras dificultades. da tan c!.eforme ni tan incompatible
TEo.-El difunto Erhard Weigel, con el entendimiento como la men
matemático de Jena, en Turingia, tira. Sin embargo, no hay que espe
inventó ingeniosamente figuras que rar que las gentes se· apliquen con
representaban cosas morales, Y cuans ardor a estos descubrimientos, mien
do el difunto Samuel de Puffen tras el deseo y la estimación de las
dorf, que era diséípulo suyo, publi riquezas o del poder lleve a los hom
có sus Eleme_ntos de la juri�pruden bres a aceptar las opiniones autori
cia universal, bastante conformes a zadas por la moda y a buscar lue
los . pensamientos de Weigelius, se go argumentos, o para hacerlas pa
añadió en la edición de Jena la-Es sar por buenas, o para aliñarlas y
/era moral, de este matemáticq( Pero cubrir su deformidad. Y mientras
estas figuras son una especie de ale que l9s diferentes partidos hacen
goría casi como las tablas de Cebes,6 compartir sus opiniones a. todos
aunque menos popular, y que sirve aquellos que pueden tener en su
más bien a la ·memoria para retener poder, sin examinar si son falsas o
y ordenar las ideas, que al juicio verdaderas, ¿qtié nueva luz pueden
para adquirir conocimientos demo_s esperar en las ciencias que pertene
.trativos. No dejan de tener su uso cen a la moral? Esta parte del gé
para despertar el espícitu. Las figu nero humano, que está bajo el yugo,
ras geométricas parecen más senci 'debería esperar, en vez de esto, en
llas que las cosas morales; pero no ta· mayor parte de los lugares del
lo son, porque el continuo encierra · mundo, tinieblas tan espesas como
el infinito, en el que hay que ele las del Egipto, si la luz del �eñor
gir. Por ejemplo, cortar un triángulo no se encontrase presente en el espí
en .cuatro partes iguales por dos rec ritu de los hombres, luz sagrada que
tas perpendiculares entre sí es una todo el poder humano no podrá ex
cuestión que parece sencilla y que tinguir totalmente. \
es bastante difícil. No sucede lo TEo.-Yo no desespero de que en
mismo . en las cuestiones de moral, un tiempo o en un país más tranl
cuando-son determinables por la so quilos, los hombres se ajusten a la
la razón. Por lo demás, no es este razón más de lo .que hoy lo hacen.
el lugar de hablar de progerendis Pues, en efecto, no hay que deses
. .
scientiae demostrandi pomoeriis, y perar de nada; y yo creo que al gé- '
de proponer· los verdaderos medios nero humano le están reservados 11.lll'
de extender el arte de demostrar más chos acontecimientos en bien o en
allá de sus antiguos límites, que han mal, pero más en bien que en mal.
Supongamos que un día vemos un
5 Cebes, discípulo de Sócrates. Véase gran príncipe qui;:, como los anti
el Fed6n de Platón.· guos reyes de .A.siria o de Egipto,
----- ------------'
-,
w 288 LEIBNIZ
¡
o. como otro Salomón, reina fargo § 21. FIL.-Por lo que s.e refiere
tiempo en una paz profunda, y que al conocimiento de la existencia i:eal
este príncipe, amante de la virtud y (que es la cuarta clasea_le los cono
de la verdad, y dotado de un espí- cimientos), hay que decu- que tene
ritu amplio y sólido, se propone ha- mos un conocimiento intuitivo de
· -cer a los hombres más felices y más nuestra existencia, una demostra
,1 .arm6nicos entre sí y más dueños de ción de la de Dios y un conocimien-
1a naturaleza; ¿qué maravillas no se to sensible de las del!lás cosa_s. Y de
verían en pocos años? Pues segura- ello hablar�mos mas ampliamente
mente en este caso se háría más en después.
diez años que en ciento o quizá que TEo.-No podría decirse nada más
en mil, siguiendo las cosas su mar- justo.
cha ordinaria. Pero sin esto, si el FIL.'-Ahora, habiendo hablado
camino fuese abierto de una vez, del conocimiento, parece oportuno
muchos como los geómetras entra- que, para descubrir mejor el estado
rían por él, aunque no .fuera más presente de nuestro espíritu, consi
que por gusto y por adquirir gloria. · deremos un tapto el lado oscuro de
El público bien educado se daría al, la cuestión y lleguemos al conoci
fin, más que hasta aquí, al estudio miento de nuestra ignorancia; pues
'I de la. medicina; se· harían, para to- ésta es 'infinitamente más· grande
dos los países historias naturales co- que nuestro' conocimiento. He aquí
mo hoy se hacen almanaques o mer- las causas· de esta ignorancia: La
curios galantes; 11 no se dejaría sin primera es que carecemos de ideas;
registrar ninguna buena observación; la segunda, que no podríamos des
se ayudaría a los que se dedicaran cubrir la conexión ·entre las ideas
.a _esta ciencia; se perfeccionaría el que tenemos; la tercera, que descui
arte de. hacer estas observaciones y damos seguirlas y examinarlas exac
el de emplearlas para establecer afo- tamente. § 23. En cuanto a la falta
rismos. Habría un tiempo, en que, de ideas no tenemos más ideas sim
ha�iendo llegado a ser .!11:Ucho más ples qu� l as que pr�ceden de lo s,
numerosos .Jos buenos medicas, y ha- sentidos externos e mternos. Asi,
biendci disminuido en proporción el respecto de una infinidad de criatu
número de gentes de ciertas profe- ra,s del universo y de sus cualidades,
siones, el público estaría en estado-sómos como los ciegos con relación
\ .
de fomentar la investigación de la a los colores, que no tienen ni si
naturaleza, y, soJ:>r� todo, el ade- quiera las facultades necesarias pa
lanto de la med1cma; y entonces ra conocerlos; y, -según todas las
esta ciencia importante• · avanzaría apariencias el hombre ocupa el ran
mucho más allá de . su presente es- go inferior' entre todos los seres in
tado y crecería a ojos vistas. C�e<?, telectuales.
�n e��cto, que_ esta parte _de la c1vi-
bz:1c10� deberia. ser el obJeto de los 'l'Eo.-Yo no sé 5¡ los hay por
mas asiduo� cUidados p�r parte ?e encima de nosotros. ¿Por qué ha
los que gobiernan, despues de la vir- bríamos de degradarnos sin nece
tud, y que uno de los may?res frl!tos sidad? Quizá ocupemos un rango
honorable entre los animales ra-
. de la bue�a moral o poht_ica sera_ t:l cionales;
de conducirnos a una me1or. med1ci- pues pudiera haber genios
¡ na, c�ando _los hombres comiencen a superiores que tuvieran cuerpos de
ser mas sabios de fo que son, Y _cuan- otra forma, de suerte que pudie
do los gran?es hayan_ aprendido ª rá no convenirles el nombre de
animal. No podríamos decir si nues
emplear me1or sus . rigue_z�s Y su fro sol, entre los demás innumera
poder para su propia ·felicidad.
bles, tendrá otros por encima o por
debajo de él, y nosotros estamos bien
o Diario fundado por Visé en 1672. colocados en su sistema; pues la
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO .289
Tierra ocupa él · centro de los pla ficientes, de modo que no falte más
netas y· su distancia parece bien ele que el arte de empleados; y no
gida para el animal contemplativo desespero de que se . impulsen sus.
que la debía habitar. Por lo demás, comienzos, cuando el análisis infi
tenemos incomparablemente más mo nitesimal nos haya proporcionado el
tivos para alegrarnos que para que medio de aliar la geometría a la
jarnos de nuestra suerte, debiendo física, y la dinámica nos haya reve
ser imputados la mayor parte de lado las leyes generales de la natu
nuestros males a nuestra culpa. Y, raleza.
sobre todo, haríamos muy mal en . § 27. · Los espíritus están todavía
quejarnos de los defectos de nues más alejados de nuestro conocimien
tro conocimiento, porque nos servi to; no podríamos formarnos_idea al
mos muy poco de los que la carita guna de sus diferentes órdenes; y,
tiva naturaleza nos ofrece. sin embargo, el mundo intelectual es
§ 24. FIL.-Es verdad, sin em ciertamente más grande y más bello
bargo, que la extraordinaria/disi;n� que el material.
cia de casi todas las partes del mun TEo.-Esos mundos son siempre
do que se ofrecen a nuestra vista perfectamente · paralelos en cuanto
las oculta a nuestro conocimiento, a las causas eficientes, pero no ·e n
y aparentemente el mundo visible cuanto a las finales.. Pues a medi
no es más que una parte de este da que los espíritus dominan en la
inmenso universo. Estamos encerra materia, producen ordenamientos
dos en un pequeño rincón del es marávillosos. Esto · se desprende de -
pacio, es decir, en el · sistemll de los cambios que los hombres han in- _
nuestro Sol, y no sabemos lo que traducido para embellecer la super
pasa en los otros planetas que gi ficie de la tierra, como pequeños
ran · en torno a él lo mismo que dioses que imitan al gran Arquitecto
nuestra esfera. § 25. Estos conoci� . del universo, aunque no sea más
mientes nos escapan a causa de las que por el empleo de_ los cuerpos
dimensiones y de la distancia, pero y de sus leyes. ¿Que no se puede
otros cuerpos se nos ocultan a cau conjeturar de esa inmensa multitud '
sa de su pequeñez, y estos son los de espíritus que n:os sobrepasan? Y
qu� más nos import_aría conocer; como los espíritus forman todos jun�
pues de su contextura pocfríamos in tos una espeéie de Estado bajo Dios,
. ferir los usos y . operaciones de los_ cuyo gobierno es perfecto, estamos
que nos son_ visibles, ·y saber por muy lejos de comprender· el sistema
qué el ruibarbo purga, la cicuta de este mundo inteligible y de con
mata y el opio hace dormir. Así, cebir las penas y recompensas -que
§ 26, por lejos que la filosofía ex esperan a los que las merecen, se
perimental pueda conducfr a la _in gún la más exacta razón, y de figu
dustria humana en el terreno de la rarnos lo que ningunos ojos han
física, estoy tentado a creer que no · visto, ni ningún oído ha escuchado,
podrem�s nunca -Ileg·ar; sobre estas· ·ni ha entrado jamás en el corazón
materias, a un conocimiento cien del hombre. Sin embargó, todo esto
tífico. hace conocer. que tenemos todas las
TEo.-Creo también que nunca ideas distintas que hac_en falta· pa
llegaremos tan lejos como quisiéra ra conocer a los espíritus, pero, no
mos; sin embargo, me parece que el detalle suficiente de hechos, ni
se · harán algunos progresos consi sentidos bastante · penetrantes para
derables con el tiempo,· en la expli · desembrollar las ideas confusas, o � L
L
l. 290 LEIBNIZ
en las ideas que tenemos, iba a de- · nidos, han evitado de este modo
ciros que las afecciones mecánicas una gran parte de las dificultades.
de los cuerpos no tienen ninguna Si los hombres hubiese�procedido
relación con las ideas de los colo- · en sus descubrimientos del mundo
res, de· lcis sonidos, de los olores y material como lo han hecho respec
de los sabores, de placer y de dolor, to -a los del mundo intelectual, y si:
y que sil conexión no depende más · hubiesen confundido todo en un caos
que de la buena voluntad y del ca- . de términos de significación incierta,
pricho de Dios. Pero recuerdo que _-habrían disputado sin fin respecto
vos pensáis que hay una perfecta de las zonas, de las mareas,. de la
correspondencia, aunque no sea siem- construcción· de las embarcacionei¡
pre un!\ semejanza completa. Sin v de las- rutas; jamás hubiéramos
embargo, reconocéis que el gran nú- podido pasar más aUá de la línea,
mero de detalles de cosas pequeñas V los antípodas nos serían aún tan
que aquí entran nos impide desen- desconocidos como lo eran cuando
trañar lo que está oculto, aunque. se pensaba· que el sostener su exis
esperéis que nos aproximemos mu- tencia era U!}a herejía.
cho; y q!)e, por consiguiente, no TEo.-Esta ·tercera causa de nues
auerréis que se diga con nuestro tra ignora.p.cia és la única censura
ilm,tre autor, § 29, que es trabajo ble. Y como .veis, 1Señor, la desespe
vano engolfarse en esta investiga- ración de ir más lejos ya va aquí
ción, por miedo de que nuestra .comprendida. Este desaliento perju•
creencia no perjudique el progreso dica mucho; y · personas hábiles y
de la ciencia. Os habría hablado principales han estorbado el progre
también de la -dificultad que ha so ae la medicina por la falsa per•
habido hasta aquí · para explicar la suasión de que es trabajo perdido
conexión ·que hay entre el alma y el trabajar en ello. Cuando vemos a
cuerpo; porque :no se podría conce- los filósofos aristotélicos del tiempo
bir qu� ·· un pensamiento produzca pasado hablar de los meteoros, co
un movimiento en el cuerpo,-ni que mo el arco iris, por; ejemplo, obser•
un movimiento produzca un pénsa- varéis que opinaban que no sólo se
miento en el espíritu. Pero, desde debía explicar distintamente este fe
·que conozco vuestra hipótesis de la nómeno; y las empresas de Maµro-
- armonía preestablecida, esta dificul- lycus y después de Marco Antonio
tad que parecía insuperable ·me pa- de Dominis, les .parecían como un
rece orillada como por encanto. vuelo de !caro. Sin embargo, el.
§ 30. Resta, pues, la tercera causa tiempo ha desengañado· al mundo.
de nuestra ignorimcia, y es que no Es verdad que el mal uso de los
seguimos las ideas · que tenemos o términos ha causado una gran parte
que podemos tener, y no nos apli- de_l desorden. que reina en nuestros
camos a encontrar las ideas medias; conocimientos, no sólo en la moral
así es como se ignoran las verdades y en la metafísica, o en lo que vos
matemáticas, aunque no baya nin- llamáis el mundo intelectual, sino -,
guna imperfección en nuestras facul- también. en la medicina, en donde
tades, ni ninguna incertidumbre en este abuso de los términos aumenta
las ·cosas mismas·. El mal uso de las'----cada vez más.· No podemos siempre
palabras es lo que más ha contri- ayudarnos- por las figuras como en
buido a impedirnos encontrar la c;on- la geometría; pero . el· álgebra hace
venienéia o disconveniencia de las ver que se pueden hacer grandes
ideas; y los matemáticos, que for- descubrimientos sin recurrir siem
man su pensamiento independiente- pre a las ideas mismas de las cosas.
mente de los nombres y se acostum-. Respecto de la preteñdida herejía de
bran a representarse en su espíritu los antípodas, diré de pasada que es
las ideas mismas en lugar de los tiO· verdad que Bonifacio, arzobispo de
�UEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 291
1
L __.____
l
292 LEIBNIZ
11 . simples de que se componen. El co respecto de las sustancias existentes,
nocimiento de las verdades matemá que no nos limitemos a los nombres
ticas es real, aunque no gire más o a las especies que sufJOnemos es
que ,.;obre nuestras ideas ni se en tablecidas por los nombres. Esto me
cuentren en ninguna parte círculos hace recordar nuestras frecuentes
exactos. Sin embargo, estamos se discusiones sobre la definición del
guros de que las cooas existentes · hombre. Pues hablando de un ino
vendrán con nuestros -arquetipos, a cente que ha vivido cuarenta áños
· medida que lo que · se suponga en sin dar el menor signo de raz_ón, .
ellos se encuentre en la existencia. ¿no podría decirse •que es_ 1,m tér
§ 7. Lo que sirve también para jus mino .medio entre el hombre y la .
tificar la realidad de las causas mo bestia? Esto quizá pasara por una
rales. § 8. Y los officis de Cicerón paradoja muy atrevida, o bien por
1 no son menos conformes a la verdad una falsedad de muy peligrosas con
porque no haya nadie en el mundo . secuencias. Sin embargo, en otro
que rija ..iu vida exactamente sobre tiempo me parecía, y le sigue pare
el modeló de un hombre c;le bien, ciendo -a algunos -amigos míos, a: '
tal como Cicerón nos lo describe. quienes no podría aún desengañar,
§ 9; Pero, se dirá, si las ideas mo que es t.U?- prejuicio fundado sobre
rales son de nuestra invención, ¿qué esta . falsa S\lpOsición . el pretender.
extraña noción tenemos de la justi que estos dos nombres, hombre y
cia y de la templanza? § 10. Yo res bestia, significan dos especies dis
pondo que la incertidumbre no_ exis tintas, tan bien marcadas por esen
tirá más que en el lenguaje, porque cias reales en la naturaleza,. q4e nin
·n o siempre se entiende lo que se guna otra especie puede mediar en
dice, ni se entiende siempre del mis tre ella:s; como si todas las cosas I·
_"1111
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 293
'
ordinaria o de tinta de imprenta,
§ 1. F1L.-Hace muchos siglos si hay que distinguir fas verdades
que se pregunta lo que es la ver� por los signos. Vale más, por consi
dad. § 2. Nuestros amigos creen que guiente, colocar las verdades . en la
es la conjunción o la separación de relación entre los objetos de las
los signos, según que las cosas mis• ideas, relación que hace que la una
) mas convienen o disconvienen entre esté comprendida o no compren�
. sí. Por la con_junción o la separa . dida · en la otra. Esto no depende
ción de los signos hay que enten de las lenguas, y nos es común con
der lo que se súele llamar una pro Dios y con los ángeles; y cuando
posiéión. Dios nos manifiesta una verdad, ad
TEo.-Pero un epíteto no consti quirimos la que está· en su entendi
tuye una proposición; por ejemplo, miento, pues aunque haya una dife
el hombre sabio. 'Y sin embargo, rencia infinita entre sus ideas y las
hay urla conjunción de dos térmi nuestras, en cuanto a su perfección
nos. También negación es otra cosa y extensión, es siempre verdadero
que separación, pues decir hombre, . que se conviene en la misma rela•
y después de un intervalo pronun ción. En esta relación es, pués, don
ciar sabio, no es riegar. Tampoco de se debe colocar la verdad, y po
la conveniencia o la disconvenien demos distinguir entre las verdades
cia ·es propiamente lo que se expresa que son independientes· de nuestro
por la proposición. Dos huevos con ar&itrio y ·entre· las expresiones que·
vienen entre sí, y dos enemigos dis• · inventamos según nos parece.
convienen; Se trata aquí de una ma- § 3. Fxi.'.'-Harta verdad es que
_:.,__._._ -
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 295
1
L
1
296 LEIBNIZ
ventud, para no verse privado de · sería necesario que conociésemos la
la comodidad de este carácter figu esencia de cada especie, lo que no
. rado que hablaría visiblemente a los es difícil respecto de 11111 ideas sim
ojos, y que sería muy del agrado ples y de los modos. Pero en las sus
.del pueblo, como, en efecto, los cam- tancias, en las que una esencia real,
- pesinos tienen ya ciertos almanaques distinta de la nominal, se supone
que les dicen sin palabras una bue que determina las i::species, la_ exten
na parte de lo que quieren saber. sión del término general es muy in
Y me acuerdo de haber visto impre cierta, porque· nosotros no conoce
sos satíricos en talla dulce, que te mos esa esencia real, y por consi
nían un poco de enigmáticos, en los guiente, en · este sentido,· no podría
que había figuras con ·significación mos estár segu·ros de ninguna pro
propia, mezcladas con palabras, posición general hecha sobre · estas
mientras que nuestras letras y los · sustancias. Mas cuando se supone
caracteres chinos no son significa que las especies de fas sustancias no
tivos sino por el arbitrio del hom son otra cosa que la reducción de
bre (ex instituto). · . . . los individuos. sustanciales a ciertas
§ t F1L.-Creo que vuestro pen- clases colocadas bajo diyersos nom
- samiento se realizará algún día, tan bres generalei¡, según que convienen
agradable y natural encuentro esta · a las difereqtes ideas · abstractas que
escritura;. y parece que no será de designamos con estos nombres; no
poca consecuencia para aumentar la se podría dudar si una proposición
perfección · de nuestro espíritu y pa bien conocida es verdadera o no.
ra . hacer nuestras concepciones más TEo.-Yo no sé por qué volvéis.
reales. Pero para volver a los cqno sobre un punto suficientemente de- ·
cimientos generales y a su certidum batido entre nosotros, y que yo creo .
bre, será oportuno _no hacer notar agotado. Pero, en-· fin, me . alegro,
que hay también certidumbre de co- porque me dais ocasión muy opor
, nacimiento. Cuando las palabras· van tuna, según .creo, p¡tra desengañaros
unidas de tal manera en proposi de nuevo. Os diré, pues, que no
ciones que· expresan la conveniencia podemos estar seguros, por ejemplo, ·
o· la disconveniencia, tal cual es de mil verdades que se refieren al
realmente, tenemos una certjdumbre. oro, o sea a ese cuerpo que se da
de verdad; y Ia- certidumbre ·ae co a conocer por la más grande pesan
nocimiento consiste en percibir, la tez conocida aquí en la Tierra, o
conveniencia o la disconveniencia por su mayor ductilidad, o por otros
de las ideas, en tanto que es expre caracteres. Pues nosotros podemos
sada en proposiciones. Esto .es lo que decir que el cµerpo conocid� por
llamamos ordinariamente estar ciers lá más grande ductilidad es tam-
to de una proposición. · - bién el más pesado de los cuerpos
TEo.-En efecto, esta última cla conocidos. Es · verdad qu_e no sería
se de certidumbre bastará aun sin imposible que lo que · se ha notado
el .uso de las palabras, y no es otra hasta aquí en el. oro se encuentre un
cosa que un perfecto conocimiento día en otros cuerpos caracterizados
de la verdad; mientras que la pri por .otras nuevas cualidades, y que
mera especie de certidumbre no pa entonces ya no fuese la más ínfi
rece ser otra cosa que la verdad ma especie, como le consideramos
misma. ahora provisionalmente. Podría ·taro-·
§ 4. FIL.-Ahora bien; como no bién suceder que siendo rara una
sotros no podríamos estar seguros de especie y siendo común la otra, se
L
la verdad de ninguna proposición creyese oportuno reservar el nom·
general, a menos de conocer los Ií- bre de verdadero oro a la especie
, mites precisos de la significación de rara, para conservarla en uso· como
témúnos · de que " compone, moneda · por medio de nuevos ensa-
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO. 297
yos que le fueran propios. Después intrínseca y uri medio constante\ de
de lo cual ya no se dudaría -tarri- discernir nuestra raza de las demás.
poco que la esencia interna de estas . Todas éstas no son más que ficcio
dos especies era diferente; y, aun . nes, pues no tenemos necesidad de
cuando la definición de una sustan- recurrir a tales distinciones, siendo r
1 -, '
)-¡
________" -- --
__,_
¡ 300 LEIBNIZ
\
1 lo hemos experimentado cien mil ve
ces, se trata de una certidumbre
otro cuerpo, perderá al punto su co
lor amarillo y su pesantez, y quizá
1:.
1
experi_mental y de hecho, aunque no
conocemos l¡¡. relación de la fijeza
también se haga friable t' pierda su_
maleabilidad. Sabido es cómo los
con las demás cualidades de este animales y los vegetales dependen
cuerpo. Por lo demás, no hay que de la tierra, del aire y del sol; ¿quién
contraponer dos ·cosas que están de sabe si Jas estrellas fijas muy leja
acuerdo y que vienen a ·ser lo mis nas no ejercen todavía alg4na in
mo. Cuando yo pienso en . un cuerpo fluencia sobre nosotros?
que es. al mismo tiempo amarillo, TEo.-Esa observación es muy
fusible y resistente a la copela, ,pien buena, y . cuando la contextura de
so en un . cuerpo cuya esencia espe ciertos cuerpos nos fuera conocida,
cífica, aunque desconocida en su in no podríamos juzgar suficientemen
terior, hace emanar estas cualida te de sus efectos sin conocer el in
des de su fondo y se da a conocer, terior de los que. les tocan y les
confusamente al menos, por ellas. atraviesan.
No veo nada en esto de censura · § 13. FIL.-Sin embargo, nuestro
ble, ni que merezca volver tanto a juicio puede ir más lejos que nues
la carga para refutarlo., tro conocimiento. Pues las personas
§ 10. FIL.-Basta para mí, aho aplicadas ,a la observación pueden
ra, que este conocimiento de la fi. penetrar más · adentro, y por medio
jeza del más pesadci de todos los de algunas probabilidades de una
cuerpos no nos sea conocida por la observación exacta, y · de . algunas
conveniencia o disconveniencia de apariencias reunidas oportunamente,
las ideas. Y creo q1,te entre las se hacer a veces justas conjeturas -sobre
gundás cualidades de los cuerpos y lo que la experiencia no les ha re
las potencias que a ellas se refieren velado todavía; pero esto no es más
no .. se podrán citar dos de las que que conjeturar.
pueda ser conocida ciertamente la TEO,-'-Pero si la experiencia jus
coexistencia necesaria o la incompa: tifica estas consecuencias de una
tibilidad, fuera de las cualidades manera const·ante, ¿no. creéis que
que pertenecen al mismo sentido y se puedan adquirir proposiciones
se .excluyen necesariamente una a ciertas por· este medio? Ciertas, di
otra, como criando se puede decir go; por lo menos . en cuanto que
que lo que es blanco n9 es negro. aseguran, por ejemplo, que el más
TEo.-Creo, sin embargo, que se · pesado de nuestros cuerpos es fi
encontrarían quizá; l'ºr ejemplo, to jo, y· que el que le sigue después
do cuerpo palpable (o que se p1,_1ede como más pesado �s volátil; pues
sentir. por el tacto) es visible. Todo me parece que la certidumbre (mo
cuerpo duro hace ruido cuando se ral se entiende, o física), pero no
le golpea en el aire. Los tonos de la· necesidad (o certidumbre meta
las cuerdas o de los hilos están en: física) de estas proposiciones, que
razón subdoble de los pesos que cau hemos adquirido simplemente por
san su tensión. Es verdad que lo l_a experiencia y no· por el análisis
que · vos pedís no se puede obtener y el nexo de las ideas, está estable
sino en tanto que se conciben ideas cidá entre nosotros, y .con razón.
distintas, unidas a ideas sensitivas
confusas. CAPÍTULO VII
§ 11. FIL.-No siempre hay que
imaginarse que los cuerpos tienen I)e las proposiciones denominadas
sus cualidades_ por sí mismos, inde máximas o axiomas
pendientemente de otra cosa. Una
pieza de oro, separada -de la impre § 1. .. FIL.-Hay una especie · de
sión y de la influencia de c�alquier proposiciones que, bajo el nombre
'
'.NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMJÉNTO HUMANO 301
304 LEIBNIZ
tencia real, que yo había enumera señor, que os represente aún lo que
do como -la c;uarta especie de con yo tenía en mientes sobre este pun
veniencia que se puede observar en to, pues· vuestros escla�imientos
las ideas, no nos puede suministrar podrán servir también para que
ningún axioma, pues no tenemos· si otros salgan de su error. § 8. Es una
quiera un conocimiento demostrati regla célebre en tas• escuelas, que
vo de fos ¡¡eres fuera de nosotros, todo razonamiento viene de cosas
excepto · de Dios. ya conocidas y. concedidas, ex prae
TEo.-Siempre se podrá decir que cognitis et praeconcessis. Esta regla
·esta proposición: yo existo, es de la parece hacer considerar esas máxi
última evidencia, por ser una propo mas como veidades conocidas por
sición que no podrla. ser probada el espíritu antes que fas otras, y las
por ninguna otra, o bien una ver demás partes de nuestro conocimien
dad inmediata. Y decir: yo pienso, to como verdades dependientes de
_ luego soy, no es .probar propiamen los axiomas. · § 9.. Creía haber de
te la existencia por el pensamiento, mostrado (lib. I, cap. 1) que estos
· porque pensar y ser pensante es una · axiomas no son las primeras verda
misma cosa; y decir yo ·soy pensan des conocidas, porque el niño cono
te es decir yo soy. Sin embargo, ce que la vara. que yo 1� muestro.
, .podéis excluir esta proposición del no es el azúcar que le gusta, mucho
número de los axiomas con alguna antes que cualquier axioma· sea el
razón, pues es una proposición de que vos queráis. Pero vos habéis
hecho fundada sobre una experien distinguido entre los conocimientos
cia inmediata, y no es una propo singulares o experiencias de hechos
sicióri" necesaria, cuya necesidad se y fos principios de un conocimiento ·
desprenda de la conveniencia inme universal y necesario (y en los cua
diata de .Jas ideas. Por el contrario, les yo reconozco que hay que- recu
sólo Dios ve cómo estos dos térmi rrir a los ·axiomas), como · también
nos, yo y la existencia, están liga entre el orden accidental y el na-
dos; es decir, por qué· yo existo. tural. . . .
Pero si el axioma se toma. más ge TEo.-También he añadido que
neralmente por una verdad inme en el orden natural es anterior de
diata o no susceptible de prueba, se cir que una cosa es lo que es, que
· puede decir que esta proposición: yo decir que no es otra cosa, pues .no
soy, es uti axioma, y en todo caso se trata aquí -de fa historia de nues
se puede asegurar_ que es una ver- · tros descubdmientos, que es diferen
dad primitiva o bien unum ex pri te en los diferentes hombres, sino
mis cognitis inter terminas com de la relación y del orden natural
plexos, es decir, que es una de las de las verdades, que es siempre el
enunciaciones. primeramente conoci mismo. Pero vu·estra observación de
das, lo que se entiende en el orden que lo que el niño ve no es más
natural · de los conocimientos, pues que un hecho, merece aún más re
puede. suceder que un hombre no flexión, pues Ias experiencias de los .
· haya pensado jamás en formular ex sentidos no dan nunca verdades ab
. presamente esta proposición, que sin ·solutamente ciertas (conio vos mis
embargo le es innata. mo habéis observado, no ha mucho),
- § 8. FIL.-Siempre había creído ni que estén .exentas de todo peli
que los axiomas tienen poca in gz-o de ilusión, Pues si es lícito ha-.
fluencia sobre fas demás partes de cer ficciones . metafísicamente posi .,'
nuestro conocimiento. Pero · me ha bles, el azúcar se podría trocar en
béis desengañado de ello, puesto que vara de una manei,a imperceptible
vos mismo habéis · demostrado un ,para castigar al niño que ha sido
uso importante de las proposiciones malo, como el agua ·se trueca en vino
idénticas. Perdonad, sih embargo, entre nosotros la víspera de Navi-
NUEVO TRATADO SOBRE E'L ENTENDIMIENTO HUMANO 305
do con vos que los principios inde • ·No podrírunos pasamos ,sin los axio
mostrables son los -axiomas idénti• mas idénticos en geometría, como
cos·. Llegan a ser innumerables tam por ejemplo del principio de con
bién por la ejemplificación; pero en tradicción o de las demostraciones
el fondo A es A y B es B, se pueden por reducción a lo imposible. Y en
considerar como un· mismo princi• cuanto a los otros axiomas que son
pio con difetente vestidura. .. demostrables, . nos podríamos pasar
TEo.-Además, esta diferencia de sin ellos, absolutamente hablando, y
grados que hay en la evidencia. hace sacar las conclusiones inmediatamen
que yo no conceda a vuestro célebre te de los idénticos y de las defini
autor que todas esas verdades a que ciones; pero la prolijidad de las de
se llama principios y qµe pasan por mostraciones y las repeticiones in
evidentes por sí mismas, porque es . finitas en que caeríamos en tal ca
tán tan próximas a los primeros so, ocasionaría una confusión horri
axiomas indemostrables, son entera ble, si siempre . fuese preciso reco
mente independientes e incapaces de menzar ab ovo; mientras que; su
recibir las unas de las otras nin- · poniendo las proposiciones medias
guna foz o prueba. Pues se· les pue ya demostradas, se va fácilmente
de reducir, o a los ·axiomas _mismos, más lejos. Y esta suposición de las
o a- otras verdades más próximas a verdades ya_ conocidas es útil, sobre
Jos axiomas, como la verdad ·de que todo por lo que toca a los axiomas.
dos y dos son cuatro os lo ha hecho pues se presentan tan constantemen
ver. Y ya acabo de referiros cómo te que los geómetras se ven obli
Roberval disminuía el . número de gados a· servirse· de ellos en todo
los axiomas de Euclides; reduciendo momento sin citarlos; de suerte que
algunos a otros. nos engañaríamos si creyésemo� que
- ---- - - -
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 307
-no están allí, porque no los vemos verdad- particular, no es inventor
quizá siempre citados ál margen. más que a medias. Si Pitágoras se
F1L.-Pero él objeta el ejemplo hubiese contentado con observa;r que
de la teología. De la- revelación es, el triángulo, cuyos fados son 3, 4
dice nuestro autor, de donde nos y 5; tiene la propiedad de fa igual
llega el conocimiento de esta santa dad del cuadrado de la hipotenusa,
religión, y, sin esta ayuda, las máxi con los de los lados (es decir que·
mas no hubieran sido nunca capa 9 + 16. hacen 25), ¿habría sido por
ces de hacérnosla conocer. La luz esto el . inventor de e_sa gran verdad
nos viene, pues, de las_ cosas mis que comprende todos los triángulos
mas, o inmediatamente de la infali rectángulos y que :ha pasado a _la
ble veracidad de Dios.. categoría de máxima entre los geó
TEo.-Es como si yo dijese: la metras? Es verdad que muchas ve-·
medicina está fundada sobre ia ex ces un ejemplo, encontrado por azar,
periencia, luego la razón no nos sir sirve de ocasión a un hombre inge
ve en este punto ·para nada. La teo� nioso para tratar de alcanzar fa ver-
logía cristiana, que es la verdadera . dad general, pero muchas veces es
medicina de las almas, está funda todavía un problema· el encontrarla;
da sobre la revelación, que responde además de que esta vía de · inven
a la experiencia; pero, para com ción no es la ·mejor ni ta· m�s ' em
pletarla, hace falta la . teología na pleada entre aquellos que proceden
tural, que está sacada de los axiomas por orden y por- método, y .no se:
de la Razón eterna. Este principio sirven de •ella más que en las oca
mismo de que la veracidad es un siones en que otros métodos mejo
atributo de Dios, por el cual reco res -faltan. Así es como algunos ·creen
nocéis que la certidumbre de la re que Arquímedes encontró la cuadra
velación está fundada, ¿no es una tura de la parábola, pesando un pe
máxima tomada . de la teología na- . dazo de madeta tallada parabólica- ·
tural? meµte, y como esfa experiencia par- ·
FÍL,:_Nuestro autor quiere que se ticular le hizo': dar con la verdad
distinga entre el medio_ de adquirir general; pero los que conocen la
el conocimiento y el de enseñarlo, penetración de aquel hombre, saben
o bien entre enseñar y comunicar. perfectamente que no tenía necesi-·
Desde que se- erigieron fas escuelas dad de tal recurso. Sin embargo, aull!
y se establecieron profesores para cuando . esta vía empírica de las ver
. enseñar las ciencias que otros • ha dades particulares hubiera sido la
bían inventado, estos profesores se ocasión de todos los descubrimien
han servido de estas máximas para tos, no hubiera sido suficiente para
imprimir las ciencias en el espíritu alcanzados; y lps mismos .invento
deo sus escolares y para convencer- . res han sentido gran contento al en
-l s, por. medio de los · axiomas, de contrar las máximas y verdades ge
algunas verdades parti<;ulares; mien nerales cuando han podido hallar
tras que __ las verdades · particulares las; de lo contrario, sus invenciones:
sirvieron a los primeros inventores . hubieran sido muy imperfectas. To
· para encontrar la verdad sin las do lo que se puede atribuir a las
máximas generales. escuelas y a los profesores, es haber
· TEo.-Yo quisiera que se nos hu recogido y ordenado las máximas y
biera justüicado este supuesto pro las demás verdades generales; y plu
cedimiento con ejemplos de )lgu giese a Dios que lo hubiesen hechó·
nas verdades particulares. Pero con . con más cuidado y juicio, y enton-
siderando 1'ien- las cosas, no le en ces las ciencias no se encontrarían
contraremos practicado en el esta tan disgregadas y tan embrollada5.
blecimiento de las ciencias. Y si el Por lo demás, · confieso que muchas
inventor no encuentra más que una vec!'ls hay diférencia entre el m:éto-
,·
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NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 309
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NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 311-
ayudas importantes para avaDZf!r en ocupan demasiado en ejercitarse, -Y
el conocimiento de las_ ciencias. demasiado poco en sacar los frutos
TEo.-Vuestro hábil autor preten- de este ejercicio, que son los cono
de que sólo las escuelas son las que cimientos, se resisten un poco a pres
fabrican máximas; y sin embargo, cindir de sus hábitos en el mundo.
es éste . un instinto generál y muy Y una de sus artimañas es no que
racional del género humano. Podéis rer rendirse a la verdad. sino cuando ·
juzgar de · ello por los proverbios,' · ésta se les ha hecho palpable, aun-
. que están en Üso . en todas las na- que la sinceridad y aun .la cortesía
ciones, y que no son ordinariamente les obligase a no llegar a ciertas ex
sino máximas de que el público es- treniosidades que les hacen molestos
tá convencido. •-sin embargo, ·cuan- .· Y dan mala idea de ellos. Hay que
do personas. de juicio• dicen algo confesar que es este · un vicio de
que nos parece contrario · a la ver- que las gentes de letras suelen estar
dad, es preciso hacerles la justicia atacados. �in embargo, el mal no es
de suponer que se equivocan más querer reducir las verdades a las
en _la expresión de su pensamiento máximas, sino querer· hacerlo !l des- r
que en sus ·sentimientos; y esto lo tiempo y sin necesidad; pues el es-
vemos confirmado en. el caso de píritu humano tiene suficiente capa
nuestro . autor, respecto del cual ya. ciclad ,para ver muchas cosas de un
comienzo a ver el motivo que · le solo_ golpe, y es molestarle quererle
anima contra las máximas; y es que; obligar_ a. detenerse a cada paso que
efectivamente, en los discursos ordi- da y a· expresar todo lo que piensa.
narios, en los que no se trata de . Es lo mismo que si- al ajustar las
ejercitarse cómo en las escuelas, es · cuentas con un . comerciante o con
broma pensar _en que queremos que. un hostelero se · le quisiese obligar
nos persuadan para rendimos; por a contar por los dedos para estar
otra parte, las ·más veces se supri� más seguro. Y para pedir esto, se
men . las mayores, que se sobr� ría preciso ser estúpido o capricho
entienden, y nos · coritentanios con so. En efecto, algunas veces vemos ......_
entimemas, y aun, sin formar premi- que Petronio tuvo razón para decir
.sas, basta muchas v eces sentar el adolescentes in scholis stultissimos
medius terminus, o id�a media, pa- fieri; 7 es decir, que los jóvenes se
ra · que el espíritu comprenda sufi- vuelven estúpidos y 'aun estropean
dentemente la relación, sin que ha- su cerebro a veces . en los lugares
ya necesidad · de expresarla. Y esto mism.os que deberían ser las escue-
me parece bien cuando esta rela- las de la sabiduría; corruptio optimi -
•ción es incontestabl�; pero confesa- pe1'sjma. Pero .con preferencia se ha
réis también, señor, que mil.chas ve- cen vanos, confusos y desvergonza
-�es la suponemos preciipitadamente, dos, caprichosos, molestos, y esto ·
lo que da lugar a paralogismos, de · depende muchas veces del carácter
-suerte que en la mayoría de los ca- de sus maestros. Por fo _demás, creo
·sos valdría más buscar la seguridad, que hay altas mucho más grandes
,expresándola, que la brevedad y la en la conversación que la de pedir
elegancia, suprimiéndola. Sin em- un poco · de claridad. Pues ordina
bargo� la prevención de vuestro au- - riamente se cae en el vicio opuesto,
tor contra las máximas le ha hecho· Y no se da o no se pide lo sufi
rech azar completamente su · utilidad ciente. Si lo uno es incómodo, lo
-para el establecimiento de la ver- otro es perjudicial y peligroso.
dad, y llega -hasta hacerlas cómpli- § 12. FIL,-El uso de las máxi-· ·
, ces de los-t!esórdenes de la conver- mas lo es también algunas veces
·sación. ,Es verdad que los j óvenes, .cuando se las refiere a nociones fal
•que estan acostumbrados a· los ejer- .
,cicios académicos, eri los cuales se 1 Satiricón, cap. l.
_._______ - 1 ,.:,__ •
,I
312 LEIBNIZ
sas, vagas e inciertas; pues entonces decir, que hay en ella una super
las máximas sirven para confirmar� fluidad; como, en efecto, tomando
nos en nuestros errores, y hasta para la extensión· por algo su!tancial, to
probar contradicciones. Por,ejemplo, da ext�nsjón ha de ser sólida, o bien
1.:l que con Descartes se forma una toda extensión· será corporal. Por
idea: de lo que él llama cuerpo, co lo que se refiere al vacío, un carte
mo de una cosa que no es más que siano tendrá derecho a concluir de
extensa; puede de111ostt:ar fácilmente, su idea o apariencia de idea que
por esta máxima, "lo que es, e�", no lo hay, suponiendo que su idea
que no hay vacío; es decir, espacio sea buena; pero otro no te!).drá ra
sin cuerpo. Pues conoce su propia zón para concluir desde ·1uego de
idea, conoce que ella es lo _ que es la suya que lo puede haber; como,
y no otra idea; por lo que siendo eri efecto, aunque yo no soy de la
para él extensión, cuerpo y espacio opinión de Descartes, creo, sin em
tres pillabras que significan una mis bargo, que no hay-vacío, y creo que
ma cosa, deci¡:- el ·espacio es cue_rpo, en éste caso se hace peor uso de
es como decir que el cuerpo es cm:r las ideas que de las máximas.
po. § 13. Pero otro para quien . § 15.· FIL.-Por fo menos, parece
cuerpo significa una extensión sóli que, cualquiera que sea el uso que
da, dirá, con el mismo derecho, que se quiera hacer de las· máximas en
decir que el espacio no es. cuerpo, las proposiciones verbales, no nos
es tan seguro como cualquier otra podrían dar el menor conocimiento
proposición que se .pueda pr9bar por sobre las sustancias que existen fue-
esta máxima: es imposible que una ra de nosotros. _ ·
cosa sea y no sea al mismo tie1llpo. TÉ:o.-Soy completamente de otro
TEÓ.-El mal uso de las máximas parecer. Por ejemplo, esta máxima,
no debe ser causa de censura de su que la naturaleza obra por la - vía
uso en general;. todas las verdades más corta, o por fo menos por la
está� sujetas al inconveniente de· más determinada, basta por sí sola
que uniéndolas a falsedades se pue para dar razón de casi toda la óp
de concluir falsamente o hasta con tica, catóptrica y dióptrica, es _ de
tradictoriamente. Y en este ejemplo cir, de lo que sucede fuera de noso 0
derecho. Hablo de las buenas y de uno· casu, leen sane non uno, y de
ciertos brocards,8 introducidos por un. ca�o se pueden hacer muchos
los doctores, que son: vagos y oscu algunas veces. Entre los eiédicos, el
ros, aunque estas reglas. también- po difunto· Bamer, que nos había hecho
drían a veces ser buenas y útiles si esperar.. un nuevo· Sennertus, o nue,
las reformaran, mientras que· con sus vo sistema de. medicina, acomodado
distinciones infinitas (cum suis fal a los nuevos descubrimientos u opi
lentiis) no sirven más que para em niones, al darnos su Prodromus dice
brollar. Ahora bien; las buenas re que la manera que los médicos ob
glas son aforismos o máximas, . y servan ordinariamente en sus siste
bajo las máximas comprendo tanto mas de práctica es explicar el arte
los axiomas como los teoremas, .cuan de curar, tratando de una enferme
do éstos son aforismos que se for dad · después de otra, según el orden
man- por inducción. y observación y de -las partés del cuerpo humano u
nó por razonamiento a priori, y que otro, sin haber dado preceptos de
las personas entendidas han fabri práctica universal, comunes a mu
cado después de una revisión del chas enfermedades y síntomas, y que
derecho establecido, este texto del - esto les lleva a una porción de .re.
jurisconsulto (Paulo) en el título de peticiones; de suerte que se podría
los Digestos, que habla de · las re prescindir,' según él, de·las tres cuar
glas del derecho, en el 1ugar: non tas .partes del Sennertus · y abreviar
ex regula ;us sumi, sed ex ;ure quod la. ciencia infinitamente por medio
est regulam fieri; es. decir, · que se de proposiciones generales, y sobre ·
saca de las reglas de un derecho todo por aquellas que convienen al
ya conocido, para .acordarse mejor, x�86,-.ou 1tpw,:0v de Aristótelés; es
pero que no · se establece el_ dere decir, que son recíprocas o que se
cho sobre estas reglas. · Pero hay aproximan a ello. Yo- creo que hay
máximas fundament8!les que consti razones para aconsejar este método,
tuyen el derecho mismo y forman sobre .todo respecto de los precep
las acciones, excepciones, réplicas, tos, en los que la medicina es razo
etcétera, y que cuando son enseña- nante. Pero ·en cuanto es empíric;a, .
. - das por la pura razón y no proce no es tan fácil . ni tan seguro for
den del poder arbitrario del Estado, mar proposiciones universales. Y.
constituyen el Derecho natural; y tal además, hay oi,dinariamente com
es la regla que acabo de citar y que plicaciones en las _enfermedades par
prohíbe el provecho en perjuicio. de ticulares que farman como una imi
otro. Hay también reglas cuyas �x tación de -las sustancias; de modo
cepciones son ·raras, y por consi-. que tina _enfermedad es como una
guiente que pasan por universales. planta o como un animal, que exi
Tal es la regla de las Instituciones gen una historia aparte; es decir,
del emperador Justiniano en el § 2 son modos o maneras de ser a los
del título de las acciones, que dice que . conviene lo que hemos dicho
que cuando se trata de cosas corpo de los cuerpos o cosas sustanciales,
rales, el actor no posee, e]!:cepto en siendo uri.a fiebre cuartana tan di
un solo caso, que el emperador dice fícil de analizar como el oro o el
que está consignado en los Digestos. mercurio .. Así, será bueno, a pesar
Pero · todavía se está buscando. Es de los preceptos universales, ,buscar,
verdad que algunos, en lugar de sane en las especie� de enfermedades, mé
todos para curar y remedios que sa
s El término brocardica designa sen• t_isfagan muchas indicaciones y _con
tencias jurídicas· (aforismos). Parece cursos de causas juntamente, y sobre
"ser que proviene del nombre del obis todo recoger los que la experiencia
po Burkard (Brocard) de Worms (ha ha autorizado; lo que Seímertus no
cia 1000 d. C;); hizo suficientemente, pues muchas
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 315
ligro. Una buena parte de las verda como lados; así -tendría un lado más:
des morales y de las más bellas sen si no le supusiéramos cerrado.
tencias de los autores son de esta· § 5: FIL.-Parece que las propo
naturaleza; No enseñan nada mu siciones generales que se forman
chas veces, pero hacen pensar en la sobre las sustancias son, en su ma
utilidad que se puede sacar de lo yor parte, frívolas, si son ciertas.
que se sabe. Este yambo de fa tra Y el que sabe la signific$ción· de
gedia latina: las palabras sustancia, hombre, ani
_mal, forma, alma, vegetativa, sensiti•
Cuivis potest accidere, quod va, racional, formará con ellas mu•-
cuiquam potest chas proposiciones indubitables, pe
.ro inútiles, particularmente sobre_ el
(que se podría traducir asi, aunque alma, de la que se habla mucho sin
con menos belleza: lo que le pue saber fo que es realmente. _Cada
de suceder a uno le puede suceder cual puede ver una infinidad de pro
a cualquiera) , no hace_ más que re ppsiciones, de razonamientos y de
cordarnos la condición humana: conclusiones de esta naturaleza .en
Quod nihil humani a nobis alienum · los libros de metafísica, de teología_
pútare debemus. Esa regla de los escolástica y de cierta especie de
jurisconsultos: qui jure suo utitur, física, cuya· lectura no le enseñará
nemini facit injuriam (el que usa nada nuevo de Dios, de los espí
de su ·derecho no hace daño a na ritus y de los cuer:p95 que lo que ya
die) parece frívola. Sin embargo, sabía antes de recrorrer estos libros. ·
. tiene una buena aplicación en cier TEo.-Es verdad que los compen
tas ocasiones y hace pensar justa dios - de metafísica y algunos otros
mente en lo que es debido. Como si libros de esa naturaleza, que vemos
alguno elevara ,su casa en !a medida comúnmente, ·no enseñan más que
que lo permiten los estatutos y usos, palabras. Decir, por ejemplo, que
y de este modo .quitase la vista a su la metafísica es la ciencia del ser
vecino, se le contentaría con esta en general, y que explica los prin
regla de derecho si se quejara. Por cipios y las afecciones que de él
lo demás, las · proposiciones de he emanan; que los principios del ser
cho, o las experiencias, como la que son la esencia y la existencia; que
dice que el · opio es uñ r¡._arc6tico, · las -afecciones ,son o primitivas, · a
nos llevan más lejos que las· verda saber: lo uno, lo verdadero, lo bue- ··
des de la pura razón, que no nos no; o derivativas, a saber: lo mis
pueden nunca conducir más allá de mo y lo diverso, lo simple y lo com,
lo que está ya comprendido en nues puesto, etc.; y al hablar de cada
tras ideas claras ·y- distintas. Por lo uno de estos términos, no dar más
que se refiere a esta proposición, que nociones vagas y distinciones
que todo . hombre tiene una noción verbales, es abusar del nombre de
de Dios, es de la razón, cuando no ciencia. Sin embargo, preciso es ren
ción significa idea. Pues la idea de dir justicia a los escolásticos más
Dios, a mi juicio, es innata e� to- . profundos _ (como por ejemplo Suá
·dos los hombres; pero si esta no rez, de que tanto caso hacía Gro
ción significa una idea en la cual cio)·, reconociendo que presentan al
se piensa actualmente, es una pro gunas· veces discusiones de impor-
posición de hecho, que depende de . tancia, como sobre el continuurn,
la historia del género humano. § 7. sobre el infinito, sobre la contingen- ·
- Por último, dedr. que un triángulo cia, •sobre la realidad de los abs
tiene tres litios no es tan idéntico tractos, sobre el principio de indi
como parece, pues es preciso un po vidüaci6n, sobre el origen de las
co de atención para ver que un formas, sobre el alma y sus facul
polígono debe tener tantos ángulos tades, sobre er concurso de Dios _ a
· 1'
.,
318 LEIBNIZ.
las criaturas, etc.; y también en mo nacimiento de los espírirt:us, y parti
ral, sobre la naturaleza de la volun cularmente de Dios y del alma, que
tad y sobre fos principios de la jus da . una justa extensión • la justicia
ticia; en una palabra, es preciso y a la virtud; pues como yo he ob
.confesar que hay algunas veces oro servado en otra parte, si no hubiese
entre tantas escorias, pero sólo las providencia ni vida futura el sabio
personas ilustradas pueden aprove estada más limitado- en la pr4cHca
char estas enseñanzas; y cargar· a la de la virtud, pues lo · referiría todo
juventud de . un montón de inutili a su contento presente, y aun este
dades, porque, haya algo de bueno contento de que se habla ya en Só
•aquí y allá, sería administrar mal crates, en el emperador Marco· Au
la más preciada de todas fas cosas, relio, en Epicteto y en otros anti
.que es el tiempo. Por lo demás, no guos, no �staría tan bien fundado
estamos totalmente desprovistos de siempre sin esos bellos y grandes
·proposiciones generales sobre las horizontes que el orden y la armo
sustancias, que son ciertas y que nía del universo nos abren como
merecen ser sabidas. Hay grandes porvenir sm límites; de lo contra
y bellas verdades sobre Dios y el rio, ,la tranquilidad . del alma no
alma, que nuestro hábil. autor ha sería niás que lo · que . se tlama pa
enseñado, o de su cosecha, o en ciencia por fuerza; de modó que se
·uarte de otros. Nosotros hemos aña- puede decir ·que la teología natural,
dido quizá alguna cosa. Y. en cuan al comprender dos ·partes, la teórica
to a ·,]os conocimientos generales re y la práctica, ·contiene, ·a _la vez, la
ferentes a los cuerpos, se han aña- metafísica real y la moral/ más
. dido muchos, asaz considerables, a fecta. · per- •
:
los qtie Aristóteles nos legó, y de ·· § 12. FIL.-He ahí conocimientos,
bemos decir. que la física, aun la sin duda, que están muy fojas de
general, se ha hecho más real de ser frívolos q puramente verbales.
lo que era antes. Y en cuanto a la • Pero parece que estos últimos son
metafísica real, estamos casi comen aquellos en que dos abstractos son
zando a establecerla, y encontramos . afirmados el uno del otro; por ejem
·verdades importantes. fundadas por plo, que el ahorro es frugalidad, que
la razón y confirmadas por .Ja ex la gratitud es justicia; y por espe
l)eriencia pertenecientes a ,las sus ciosas que estas proposiciones y
tancias en general. Espero también otras parezcan algunas veces, a la
haber avanzado un poco en el co primera ojeada, sin embargo, si las
nocimiento general del alma y de exprimimos veremos que no contie
los espíritus. Tal metafísica es la que. nen otra cosa que . la significación
Aristóteles pedía, es la ciencia que de los términos.
• él llama Z1¡'t'ouµÉ\Í T] , la deseada o TEo.-Pero la significación de los
que él buscaba, que debe ser, res términos, es decir; las definiciones
pecto · de ,l,as otras ciencias teoréti unidas a los axiomas idénticos, ex
cas, lo que la ciencia de la felicidad presan fos principios de · tódas las
es a las artes que ésta necesita y . demostraciones; y como esas defini
1o que el arquitect<;> es a los obreros. ciones pueden hacer conocer 'al mis-
Por eso Aristóteles decía que las mo tiempo las. ideas y su posibilidad,
otras ciencias dependen de la meta es evidente que lo que de ellas de
física como la más general, . y de pende no es puramente- verbal. · Por-.
ella debían tomar sus principios de lo que se refiere al ejemplo que la - �
mostrados. También hay que saber gratitud es justicia, o más bien una
que· la verdadera morail es a la meta- parte de. la justicia, no es de desde
, física lo que ,la práctica es a la ñar, pues es preciso conocer que lo
teoría, porque de la doctrina de las que se llama actio. ingrati o queja
sustanci-as en común depende el ·éo- contra fa ingratitud, debía estar me-
NUEVO TRATADO SOBRE 'EL ENTENDIMIENTO HUMANO 319
na que gobierne todo este vasto uni- . nal juzgar qué hay una y que el
verso. De lo que acabo de decir universo -está gÓbernado con sabi
se sigue claramente que -nosotros duría. Pero cuándo se cree que la
tenemos un conocimiento más cierto materia es sus¿eptible de sentimien
de Dios que de cualquier otra cosa to, se puede estar dispuesto a 'creer.
- que esté fuera de nosotros. · que puede producirlo. Por lo menos,
· TEo.-Os . aseguró, señor, con per será difícil apol'tar una prueba que
fecta sinceridad, que me causa mu no haga ver al mismo tiempo que
cho disgusto · tener qué decir · algo es incapaz de ello; y suponiendo
contra esta demostración; pero_ fo que nuestro pensamiento proceda de
hago solamente para daros ocasión un ser pensante, ¿se puede dar por
de llenar· tin vacío. Se trata pre concedido, sin perjuicio de la de
cisamente del punto en que decís mostración, que ese ser deba ser
( § 3) que ha existido• algo de toda Dios? . . . .
eternidad. Yo encuentro en esto cier § 7. Yo no dudo que el hombre
ta ambigüedad. Si queréis decir que · superior de quien he· tomado esta
no ha habido nu11ca un tiempo • en demostración no sea capaz. de per�
que no existió nada, estoy de acuer- · feccionarla; y yo trataré de que lo
do;· y ello se sigue ·verdaderamente haga, porque no podría prestar· ma
de las anteriores proposiciones, por · yor servicio al público. Vos mismo
una consecuencia completamente ma- lo desearéis. Esto ·me hace creer que
temática. Pues · si alguna· vez no hu no creéis que para cerrar . la boca
biera habido nada, nunca hubiera a los ateos se debe hacer girar todo
habido · nada, porque la nada no sobre la existencia de la idea de
puede producir el ser; luego nosotros. Dios en nosotros, como hacen algu
mismos no existiríamos, lo que va nos, . que se aferran firmemente a
contra lia primera verdad de expe-· este descubrimiento favorito, hasta
riencia. Pero · la consecuencia nos rechazar todas las demás demostra
hace ver, desde luego, que si deci- : ciones de 1a existencia de Óiós, o ·
mos que alguna cosa ha existido de por lo menos a tratar • de debilitar
roda eternidad, queremos hablar 'de las y prohibir emplearlas, · como si
una cosa eterna. Sin embargo, de fueran débiles o falsas; aunque en
lo que habéis dicho hasta aquí no el fondo sean pruebas que nos hagan
se sigue que _si siempre ha habido ver tan • claramente y -de una ma
alguna · cosa, siempre haya habido nera tan convincente la existencia
una cosa determinada; es decir, un de ese_ soberano ser por la conside- -
ser eterno. ·Pues ciertos adversarios ración de nuestra propia existencia
dirán que yo he sido producido por y de las partes sensibles del uni- .
otras cosas, y estas otras cosas por verso, que, yo no creo que un hombre
otras. Además, si algunos admiten prudente pueda resistir.
seres eternos (como los epicúreos sus "TEo.-Aunque yo estoy por. las
átomos) , no por· esto se creerán obli ideas innatas, y particularmente por
gados a • admitir un ser eterno que la de Dios, no creo que las demos
fuese él ·solo la fuente de todos los traciones de los cartesianos, sacadas
demás. Pues aun cuando reconocie de la idea' de Dios, sean perfectas.
ran que lo que da la existencia da Yo he demostrado ampliamente en
también las demás cualidades y po otra parté (en las Actas de Leipzig
tencias de las cosas, negarán - que y en las Memorias de Trévoux) que
una sola cosa dé la existencia a las la de Descartes, tomada de Ansel
demás;. y hasta dirán que para cada mo, arzobispo de Cantorbery, es
cosa debell.concurrir otras muchas. muy bella y muy ingeniosa en la
De este moao, no Ilegaremos nunca verdad, pero que tiene un vacío que
. a una sola fuente de todas las po llenar. Este célebre arzobispo, uno
tencias. Sin embargo, es muy racio- de los hombres más capaces de su
11
322 LEIBNIZ
__,__ ·- -------
�"" JI 1
NUEVO TRATADO SOBRE -EL ·ENTENDIMIENTO HUMANO 32 3
·- ·- - -------'
:1 324 .LEIBNIZ
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bre de -decir) por una verdadera ría posible, diciendo que la de Dios
mónada o unidad, puesto que cons no le parecía demasiado grande para
tituye un· conjunto de un número tales efectos, y reconociendo por lo
infinito • de setes. Sólo falta aquí · menos que no se habf! dado bas
que nuestro autor dé un paso para tante relieve a las débiles concep
llegar a mi sistema. Pues, en efecto, ciones que podemos tener de la per
· concedo percepción a todos estos fección· divina.
seres infinitos; ·cada uno de los cua § 12. F1L.-jCu¡into me regoi,ija'
les es como un animal dotado . de esa ·conformidad de vuestras ideas
alma (o dé algún · principio activo con las de mi autor! Espero que no
analógico que constituye su · verda os enojará, señor, que os exponga
·dera unidad); con lo que le es pre también el resto de su razonamiento
ciso para ser pasivo; y dotado dé sobre este tema. En primer lugar, él
un cuerpo orgánico.. · Ahora bien; examina si el ser pensante del cual
· estos seres · han recibido su natura• dependen todos los demás seres in
Ieza, tanto activa como pasiva (es teligentes (y.con inayor razón todos
decir, lo que · tienen ,de· inmaterial los demás seres), es material o no.
y de material) , de una causa gene § 13. 1:.1 se responde que un ser pen
ral y suprema, porque de . lo con- sante podría ser material. Pero pien
. trario, como el autor hace notar muy sa tambi�n que; aun cuando así·
bien, siendo independientes los unos fuera, basta, que sea un ser eterno;
de los otros, no podrían nunca pro que tenga una ciencia y un ser infi
ducir ese orden, esa armonía; esa nitos. Además. si el pensamiento y
belleza que notamos en • el mundo. la materia pueden ser separados, la
Pero este argumento, que no parece existencia eterna -de . la materia no
tener más que una certidumbre mo• será una consecuencia de la existen
ral,. es llevado a una necesidad com cia eterna de un ·ser pensante·.
pletamenté metafísica por la nueva § 14. Se ptegunt�rá también· a
especie de ar-mgriía que yo he intro los que creen en un ,Dios material
ducido, que es la armonía preesta si creen que cada parte de la ma
blecida. Pues expresando cada una teria piensa. Eh este caso se segui�
de .estas almas a ·su manera lo que ría que habría tantos dióses como · .(
1 . . '
L___ --�..J
NUEVO .�TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 325
. en reposo o en movimiento. Si está en la creación de· toda otra sustancia'
reposó, no será más que una masa excepto el Cr:eadór mismo.
sin accióri, que no tendrá ningún TEo.-Me habéi� porcionado
privilegio sofüe un· átomo;· si está un pla�er, · señor, al prorelatarme ese
eñ movimien to, este movimiento, pensamiento profundo de vuestro
que le distingue de las otras partes, autor, que_ su prudencia, dema siado
debe producir el pensamiento, por escrupulo�a. ha impedido .reproducir
lo .que todos estos pe s
� anii entos ·
entero. Seda una lástima que le
serán accidentales- y ·limitados, por• suprimiese y_ nos dejase con Ia miel
que cada parte carece de pensamien- en le>s Iafüos. Os aseguro que hay
to y no tiene nada que regule sus algo importante y bello oculto bajo
movimientos. Así no habrá ni Ji. esta especie de enigma. La SUSTAN·
bertad, ni elección, ni sabi9uría, cu, con mayúsculas, podría hacer
como en la simple materia· bruta. sospechar que concibe la producción
§ 18. Algunos creen que la materia de la materia como la de los acci
es por lo menos coetema cori Dios. dentes,· los cuales no se tiene difi
Pero no dicen por qué la ·produc- . cultad en sacarlos de la nada;. y
ción dé un ser pensante, que ellos · distinguiendo su pensamiento singu
admiten; es mucho inás difícil que lar· "de la filosofía, que está preci
la de la materia, que es menos per- samente fundada en el mundo, o
fecta. Y quizá (dice el autor) si qui- en. este lugar de la tierra", yo no
siéramos alejarnos un -poco de las. sé si ha tenido en la mente á los
ideas comunes, dar vuelo a nuestro platónicos, que tomaban la materia
espíritu e -internamos en el examen por- algo huidizo y pasajero, a la
más profundo que pudiéramos hacer manera de .los accidentes, y tenían
· de la naturaleza de fas cosas, "po- otra idea ·de los espíritus y de las
dríamos llegar hasta concebir, auri- almas.
que de una manera imperfecta, cómo § 19. FIL,.;_Por últinio, si algu
la materia·puede haber-sido hecha al nos niegan •la éreación, por la cual
principio, y éóino ha podido comen� las cosas· sé hán hecho de la nada,
zar a existir por el poder de este porque no saben concebida, nuestro
primer ser eterno". Pero veríamos· autor, al escribir, -antes de conocer
al· mismo tiempo que dar sér a un vuestro descubriIIJ.iento sobre la ra
espíritu es un efecto de este poder zón de la unión· del alma con el
eterno· e infinito, lo que· es mucho cúerpo, les .objeta qtie no compren
más -difícil de comprender. Y como den cómo los inóvimientos volurita
estq me separarla quizá mucho (aña- · ríos son produci�os en · el éuerpo
de) '"de 1-as nociones. sobre las cuales por la voluntad del alma, y no dejan'
la filosofía está al presenté fundadá de creerlo convencidos por la· expe
en el mundo", nó se me-podría per� riencía;· .y replica, con razón, a los
donar que me alejase tanto) o ,in• que resporideri que el alma no po
vestigase, en cuanto la gramática lo' dría· producir un nueyó movimiento,
pérmite, si en el fondo la opiiltón · y ·tos espíritus animales sólo tina
comúnmente admitida es contraria a nueva determinación, que lo uno es·
este sentimiento particular; haría tan inconcebible· como lo otro. Y
mal, digo·, en internarme en esta dis- nada mejor dicho· que lo que él
cusión, sobre todo eti este lugar de añade en esta . ocasión, que querer
la tierra; en· que la · doctrina admi- limitar lo que Dios puede hacer, a
tida es bastante buena para:. mi de- lo· que nosotros podemos comj>ren
signio, puesto que sienta como indu- der, es dar una extensión infinita
dable que¡, una ·vez admitida la a .nuestra COI?�rensión, ·º hacer a
creación o el comienzo de alguna Dios mismo fllllt0.
sustancia sacada de la nada; se pue- TEO.'-Aunque ahora esté orillada
de suponer . . con la misma faéilidad la dificJ!ltJUL. de 1li unión · del alma
tJQTD,;a . .
BIB. . . GO BER!U<."'
PBRO: DAVID ARAN
_c2?J1TNAR10 MAJQ� ___...:_____�
326 LEIBNIZ
• .• t ..
.�. ·., '
,_,_
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 327
f.
nete, no vea yo a ningún hombre. Ardenas podría· dudar de ello justa
J § 10. Así, también sería locura es- mente, por falta de información;
perar una demostración sobre cada pero un hombre de letras y de mun
cosa y no obrar según las verdades do no lo podría hacer, a no ser que
claras y evidentes cuando no . son su espíritu estuviera grandemente
demostrables. Y un ·hombre que ne- perturbado. · .
cesitase de ellas, no podría esperar § 11.. FIL.-Estamos seguros ver
más que perecer en un corto plazo. daderamente, . por nuestra memoria,
TEo.-Ya he señalado, en nuestras de muchas . cosas que han pasado;
_.conferencias anteriores, que la ver · pero ·no podemos juzgar si subsisten
dad de las cosas sensibles se justi- aún. Ayer vi yo agua y cierto nú
. fica por su reláción, que· depende de mero de burbujas de bellos colores
las verdades intelectuales, fundadas que se formaron sobre tal agua. Hoy
en la razón, y de las observaciones estoy cierto de que esas burl:!ujas
constantes en las/cosas sensibles . han existido; pero ya no sé la exis�
mismas, aún cuando los razonainien tencia presente del agua más cierta
tos no aparezcan. Y como estas ra mente que la de las burbujas aun
zones y observaciones ·nos propo_r que la primera . sea infinitamente
cionan el medio de juzgar del por- más probable, porque se ha obser
. venir por lo que respecta a nuestro vado que el agua es duradera y las
interés y el éxito responde a nuestro burbujas desaparecen. § 12. En fin;
juicio razonable, no podemos pedir fuera de Dios y de nosotros, no co
ni obtener una mayor cenidumbre nocemos otros espíritus sino por la
sobre_ estos objetos. Así podemos revelación, y no., tenemos de ellos
darnos cuenta .de los sueños mismos · más certidumbre que 1a de. la fe.
y de su falta . de relación con otros TEo.-Se ha observado ya que
fenómenos. Sin embargo, creo que nuestra memoria nos ·engaña algu
se podría extender la apelación del • nas veces. Y le prestamos fe o no, ,
· conocimiento.·· y···de la .. c�rtidumbre según es más o menos viva y está
más allá de nuestras sensaciones ac más o menos lig�da · a las cosas que
tuales, porque la claridad y la evi sabemos. Y aun cuando estemos se
dencia van más allá, y y� lás consi guros de lo principal, podemos mu
dero como un.a especie de certidum chas veces dudar de las circunstan
bre; y sería, sin duda, locura dudar cias. Yo me acuerdo de haber cono
seriamente si hay hombres en el cido a cierto individuo, pues siento
mundo cuando no los vemos. Dudar que su imagen, como su voz, no es
seriamente es dudar con relación a nueva para mí; y este doble indicio
la práctica, y se podría tómar la cer . es para mí mayor garantía que urio
tidumbre por un conocimiento de la solo; pero no-podría acordanne de
verdad con la cual no se puede dudar dónde lé he visto. Sin embargo, su�
con relación a la práctica sin deli- . cede, aunque rara vez, que vemos_ a
rio; · y algunos la toman aún más una persona en sueños antes de
generalmente y la aplican a los casos verla en carne y hueso. Y me han
. en que no s� podría dudar sin me-· asegura(Jo q_úe tina señorita de cierta
recer gran censura. Pero la eviden corte conocida vio en sueños, y des
cia sería uaa certidumbre luminosa, cribió a sus amigas, al que había de·
es decir; en la cual no se duda, a ser su esposo, así como la sala en
causa de la relación que se ve entre donde se habían de celebrar · las bo
las ideas. Según esta definición de das; lo que hizo antes· de ver y co-
328 LEIBNIZ
n!Jcer ni al hombre 'ni el lugar. Esto las observaciones, y otras son pro
se atribuyó a rio sé .qué presenti posiciones necesarias; -tales son una
miento secreto; pero él áza,r pué�e gran cantidad de propo!iciones geo
producir este efecto, porque es· bas gráficas y astronómicas sobre el
tante raro que esto suéeda; áaémás globo terráqueo; y sobre ·el curso de
oe que las imágenes de lós sueñ,os, los astros,. que nacen por 11¡ combi
j,or ser un poco oscurais, pueclen ser mición dé las observaciones' de los
relacionadas. con más libertad.. ·viajeros y d� los astrónomos con los
§· 13. FIL.-Co�cluirémos que hay teoremas dé geometría y de aritmé
qós clases de proposiciones: fas unas, tica. J>ero corno, según el uso de los
particulares y sobre la existenci!l, lógicos,, {a'- 'c'cinclusión sigue a la
como que un elefante existe; las más ,debd .de. fas premisas, y no
otras, generales sobre la . dependen podría. teJ?.er '.más certidumbre que
cia de las ideás, como por 'ejemplo ellas, estas p,toposiciones mixtas no
que los hombres deben obedec·er a · tienen' más · c;ertidumbre y generaH
Dios. § 14. La mayor parte de éstas d:a� que ·1a que · corresppnde a las
proposiciones geñer14e,s y ciertas lle� observaciones. Por lo que se refiere
ván él nombre de verdades eternas,· a. las verdades eternas, es preciso
y, en efecto, lo 110n Jodas:: No por observar que, en· el fondo, son todas
qu� •sean proposiciones · formadas condiciones' y 'dicen en' efeéto: SU·
actualmente en alguna parte.' dé toda puesta tal cosa, sucede tal otra. Por
una eternidad, ni que ,estén grab¡:¡ ejemplo,' si de.cimos: toda figura que
t;las en el espíritu, según cierto J1lO• tiene tres lados tendrá también. tres
delo que existió .siempre, sino poi: ángulos, no diremos c;,tr{l cosa sino
qÚe estamos seguros· que· cu�do una que, suponiendo que· _'haya una fi,
criatura, 'provista suficientemente de gura ,d e tres 1¡idos,. esta. misma figu
facultades y medios para. ello; apli ra tendrá tres ángulos. Digo esto
que sus pensamientos · a, la conside� mismo, .y' en esto es en -�o· que las
racióri de estas ideas, vérá la verdad propcisicióIJes categóricas; que pu�
de estas proposiciones. den ser enunciadas sin condición,
TEo,..:_Vuestra división parece re aunque sean . condicionales en '. el '
d,1,1cirse a la mía de proposiciones. de fondo; difieren de las. que se fü1man
hecho y proposiciones de· razón; Las hipotétic,as, cómo sería esta propo�i
prop·osiciones de hecho 'J)Ue'deri tam- ción: si 'tina figu_ra tiene tres lados,
' en cierta stis árigl,llos sérán iguales á' dos rec-_
. bién llegar a· sér gerienilés.
manera,' pero ·es por la inducción ·u tos, don'cle se _ve que la proposición
· observación. De moé,lo _ que no es · ánfecedenté · (a saber, la figJ,!ra de
m_ás que una multitqd .de hechos tres lados) y [a consiguiente (a
s�mejantes, como cuando se observ.a saber, Jos ángulos de la· figura de
que todo mercurio .. 'se evapora por tres lados son iguales a dos rectos)
la. acción dél fuego, y esto no es no tienen el ·mismo sujeto,' como 1()
una generalización ·perfecta, pOrque tenían .en el caso anteri,or, en que el
no conocemcis su necesidad. Las pro antéceden�e era: esta figu,rá es de .
posici,;mes. generales de razón son tres lados,· y el consiguiente: dicha
necesarias, aunque la ra,zón las su� figura tiene tres áp.gulos; aunque
ministre también que no ·son absolu también fa hipotética muchas veces
tamente generales, y no. son más que pueda· ser transformada en categó-
verosímiles, como cuando presumí: . rica, pero cambiando un poco fos
mos que una idea es posible hasta términos, como · si en lugar de la
que se _descubre fo córitrario poi: hipotética anterior yo dijese: los án
una investiga9ión más exacta. Hay, gulos dé toda figura de tres fados
por. último, proposiciones mixtas� sa� ·son iguales a dos rectos. Los esco
cadas de premisas, .. algunas de las lásticos · discutían mucho · de constan-.
cuales proceden de . los ·hechos· y de tia' �ubjecti, cómo ellos decían;_ es
. ::,· ! .. '
1
/
I
- ¡
3.30 LEIBNIZ
escribió una · carta a su amigo, ocu darse. Y si alguno creyese que esta
pado en reimprimir en Helmstaedt imaginación. da · la relación de dos
el libro de Viottus; filósofo peripaté ideas distintas, no está bastante ins
tico estimado, que- trata· de explicar _ truido sobre ia fuente de las · verda
la demostración y los analíticos pos-· des; y muchas proposiciones, de-,
teriores de Aristóteles. · Esta carta mostrables por otras anteriores, _ pa
fue unida al libro; y Conring cen sarán a sus ojos por inmediatas. Esto
suraba en ella a Cappus, cuanqo es · lo que no han considerado bas
dice: el análisis se propone encon tante muchos de Jos que han criti
trar lo desconocido, en cuanto lo cado a Euclides. Estas imágenes no
presupone; y de aquí, por consecuen• sori más- que ideas confusas, y el
cía, llega a verdades conocidas; lo que no conoce la línea· recta más
que va en contra de lógica (decía que por este medio, no sérá- capaz
él), qu·e enseña que,- de falsedades, de demostrar nada. Por· eso Eucli-.
. nada verdadero se puede deducir. des, a falta de una idea distinta
Pero y� •le hice saber después_ que mente expresada, ·es decir, de una
· en el análisis se sirven definiciones definición de la línea - recta (pues
y· otras proposiciones recíprocas, qtie . la que él da provisionalmente es os
dan - ocasiqn para dar la . vuelta y cura y no le sirve en las demostra
encontrar demostraciones sintéticas. ciones) , ha tenido que recurrir a dos
Y aun cuando. esta vuelta no es de axiomas que le han servido de defi
mostrativa, como. en la física, ·no nición y qqe emplea en sus demos
deja muchas veces de tener una gran · traciones: el uno es que dos rectas
verosimilitud, cuando · la hipótesis_ no tienen parte común, el otro que
explica fácilmente muchos fenóme no J:ie.rran un espacio. Arquímedes
nos, di(íciles sin esto, y muy inde ha dado una- especie de definición- ·
pendientes los- unos de los otros. , ·de la recta, diciendo que es -la línea
Tengo por verdad, que el principio más corta entre dos puntos. Pero· su
·de lo� principios es, en cierto modo, pone. tácitamenté,- empleando en sus
eJ buen uso de las · ideas y de las definiciones elementos tales como
experiencias; pero, · profundizando, . los de Euclides, fundados sobre los
encontraremos que respecto de las . dos axiomas de que -acabo de. hacer
ideas no se trata más que de ligar mención, q4e I11s afecciones, de que
las de_mostraciones por ,medio de . hablan ésos axiomas, convienen a la
- axiomas_ idénticos. Sin· embargo, no línea que él · define. Así, si creéis,
siempre es una cosa fácil· llegar a con vuestros amig�s, bajo pretexto
este último análisis, y por mucho de la conveniencia o disconvenien
deseo que los geómetras, por los éia de las ideas, que era 1ícito, y lo
menos los antiguos; hayan mostrado es aún; aceptar en geometría lo que
de llegar a este fin; todavía no han las imágenes: nos dicen, sin procu
podido conseguirlo. El célebre autor. rar por las definiciones y los axio-
del ensayo concerniente al · entendi mas ese rigor de demostración -que
miento humano . les_ haría un gran los antiguos han exigido en esta ·
favor · si acabase esta investigación, ciencia (que como yo creo, muchas
un poco niás difíéil de .lo que se personas juzgarán falta de informa
cree. Euclides, por eje�plo, incluye ción), os confesaré, señ,or, que esto
entre los axiomas aquel que dice: basta para los que no sé preocu
dos líneas rectas no ·se pueden paban más que de tal o cual geo
encontrar más que una sola vez. La · metría práctica, pero no para los ·
imaginación, tomada de la experien que quieren poseer 1a ciencia que
cia de los.ientidos, no nos permite sirve también para perfeccionar - la
figurarnos más de un encuentro de . práctica. Y si los antiguos hubieran
dos • rectas; pero no . es sobre esto sido de · esta opinión y se hubiesen
sobre lo que la ciencia ha de fun- abandonado en este ¡:iunfo, creo que
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332 LEIBNIZ
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334 LEIBNIZ
favorecer la pereza de algunos quie rar por la sola razón y nurica por
tistas holgazanes. Y,. como ya dije, las eJperiencias, por mlljhas que se
no ha mucho tiempo, una mejor po hagan..
licía sería capaz de proporcionamos § 14. FIL.-Después de "haber. es
Hn día una medicina mucho mejor' tablecido ideas claras y distintas con
que la presente. Jamás recomenda nombre� fi_jos, el gran medio de ex
ríamos demasiado esto, después del tender nuestros conocimientos· es ·el .
cuidado de la virtud. arte de encontrar ideas medias que
§ 13. FIL;-Aunque yo recomien puedan hacemos ver la conexión ·O
do la experiencia, no desdeño las lá incompatibilidad de las ideas··ex
hipótesis probables. Ellas pueden tremas. Por 1· o menos, las máximas
conducirnos a, nuevos descubrimien no sirven pata encontrarlas. Supon
tos y 'son; por lo menos, de ·gran gamos que un hombre no tenga idea
ayuda para la memoria. Pero nues exacta de un ángulo recto: en vano.
tro espíritu es muy inclinado a ir se atormentará por demostrar algu
demasiado' aprisa· y a fiarse · de al na propiedad del triángulo rectán- ·
gunas apariencias ligeras, por no to gulo; y · por muchas máximas que
marse el trabajo y el tiempo que son emplee, le será difícil · llegar con su
_precisos para aplicarlos a una gran concurso a probar que los cuadra
can,tidad de fenómenos. dos de los lados que comprenden
TEo.-El arte de descubrir las el ángulo recto son iguales al cua
,. . causas de Icis fenómenos, o las hi drado de la hipotenusa. Un hombre
pótesis verdaderas, es como el arte podrá rumiar ,largo tiempo estos
de descifrar, en el que a menudo .axiomas, sin .ver · nu11ca qon. 'clari
una conjetura ingeniosa abrevia mu dad en las verdades ·matemáticas.
cho camino. Lord Bacon comenzó a TEo.-No sirve de nada rumiar
desarrollar, en preceptos, el arte .de los axiomas sin tener _dónde apli
experimentar, Y. el caballero Boyle carlos. Los axiomas sirven muchas
demostró gran talento para pract_i veces para relacionar las ideas,
carlo. Pero si no se une a esto el como ·por ejemplo esa máxima de
/ arte de emplear las experiencias y que las extensiones semejantes de
de -sacar las consecúencias, no llega la segunda y de la tercera dimen
remos, sino por medio de dispendios sión están en razón doble o triple
reales, a lo que · un hombre de gran de · las extensiones correspondientes
penetración podría . descubrir desde de la diinertsión primera, · es de un
luego. De�cartes, que lo era segura grandísimo uso; y la cuadratura, por
mente, ha hecho una observación ejemplo, de· la lúnula de Hipócra
semejante en una de sus cartas con tes, n·ace de ahí desde luego, . en el
ocasión del método del canciller dé caso de los círculos, uniendo la apli
Inglaterra; y Spinoza (que no tengo cación dé estas dos figuras la una
·\ inconveniente en citarle cuando dice a · la otra, cuando su posición dada
buenas cosas), en una de sus cartás nos proporciona esta comodidad,
. al difunto Oldenbourg, secretario como su comparación conocida nos
de la Sociedad. Real de Inglaterra; promete claridades.
impresas . entre las obras póstumas
de este judío sutil, hace una obser
vación .. aproximada· sobre una obra CAPÍTULO XIII
de Boyle, que se detiene demasiado,
a decir vérdad, en no sacar de una Otras consideraciones sobre nuestro
infinidad de bellas experiencias otra conocimiento
conclusión• que la que podía tomar
por principio, · a saber: que todo se § l. FIL.-No deja de ser opor
hace mecánicamente en la natura tuno añadir que nuestro conocimien
leza; principio que se puede aseve� to tiene mucha relación con la vista,·
',,__ ·,
NUEVO TRATADO !,OBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 335
en esto como con otras muchas · como no debiendo ser tan incierto--:
cosas, en que no es ni i;nteraniente Pero no quiero enjuiciar a nadie_
necesario, ni enteramente volunta sobre el uso de. las ,palabras, y po
rio. Nó podemos menos de ver cuan . déis tomar el juicio por un senti
do tenemos abiertos los ojos a la miento probable. En cuanto a la pre-
luz; pero se la puede dirigir hacia sunción, que es un término de los
ciertos objetos (§ 2) y considerar jurisconsultos, su buen uso, entre
los con más . o menos atención. Así, ellos, la distingue de 'la conjetura ..
una vez aplicada la facultad, ya no Es algo más y que debe pasar por
depende de la voluntad determinar verdad provisionalmente, hasta que
el conocimiento; lo mismo que un haya. una prueba en contrario, mien
hombre ,no puede dejar de ver lo tras que un indicio o una conjetura
que ve. Pero · hay que emplear las debe ser pesada muchas veces con
facultades corno es debido para ins tr_a · otra conjetura. ksí es como el
truirse. que confiesa. haber tomado dinero
TEo.-Ya hemos hablado en. otra prestado de otro, se presume que
cuestión de ese asunto, y hemos con: debe pagarlo, a menos que no haga ·
venido en que no depende del hom · ver que lo ha hecho ya, o que la
bre · tener tal o cual sentimiento en deuda ha cesado por alguna otra
el estado. actual, pero que ,depende causa. Presumir no es, pues, en este
de él prepararse para tenerlo y para sentido, tomar arites de · 1a prueba,
no tenerlo en lo futuro, y que así lo que rio es Jícito, sino tomar por
las Qpiniones sólo son voluntarias adelantado, pero con fundamento, en
de una ·manera indirec.ta. espera de una prueba en contrario.
Por consiguiente, se puede decir que ce. Los jueces, , también, difieren
la ·semejanza de lo probable con -lo' mucho á los sentimientos y opinio
verdadero está tomada, o de· la cosa nes de los expertos en•cada pro
misma, o de alguna cosa extraña. fesión; los particulares no están me
�os retóricos hablan de dos clases nos obligados a hacerlo, a medida
de argumentos: los artificiales, que que no les conviene proceder al·
están sacados de las cosas por el propio· examen. Así, un niño u otro
razonamiento, y los inartificiales, hombre cuyo estado no vale más
que no se fundan más que en el · bajo este respecto, .· está obligado,
testimonio expreso, o del hombre, atJn cuando se encuentre en una de
o quizá también de la cosa misma. terminada situación, a seguir la . re
Pero Io_s hay también mixtos; pues ligión del país, en tanto no vea en
el testimonio puede suministrar tin ello un mal y en tanto que no esté
hecho· que sirva para formar un ara en situación de buscar si hay otra
gumento artificial. · mejor. Y un gobernador de pajes;
§ 5. F1L.-Cuando nosotros no cualquiera que sea el partido a que
creemos fácilmente lo que no se pertenezca, les. obligará a cada. uno
aproxima a lo que sabemos, es por a ir a la iglesia adonde van. los•
falta de semejanza con lo verdade de la creencia que este joven pro
·ro. Así, cuando un embajador le fese. Podemos consultar las disputas
dijo al rey de Siam que el agua se entre Nicole y otros sobre el argu
endurecía 'de tal manera en invierno mento del. gr:an· número en materia
entre nosotros, que un· elefante po de fe, en que · algunas veces los unos
día caminar por encima sin hun conceden demasiado y otros dema
dirse, el rey le dijo: "Hasta hoy siado. poco. Hay otros· prejuicios se
os había creído de buena fe; hoy ya mejantes por los éuales los hombres
sé que mentís". 1 § 6. Pero si el tes-· podrían prescindir de la discusión.
timonio de los demás puede hacer Esto. es lo que Tertuli:ano, en un
un hecho probable, la opinión de tratado expreso, llama· prescripcio
los demás no· debe pasar en sí misma nes, ,sirviéndose de un término.. que
- por un verdadero fundamento de los antiguos jurisconsultos; cuyo len-
_ probabilidad. Pues hay más error . guaje no le , e ra desconocido, apli
que conocimiento entre los hom- caban a niuchas clases de excepcio
- bres; y si el crédito de los: que nes. o alegaciones extrañas y preve
nosotros conocemos y estimamos • es nientes; ·· pero que· hoy día no se
un fundamento legítimo de asenti aplica más· que a la prescripción
miento, los hombres tendrían razón temporal; . cuando . se pret�nde recha
para ser paganos en el Japón, mah.o-' zar· la demanda de otro porque no
metanos en Turquía, papistas en Es ha sido presentada en el tiempo que
paña, calvinistas en Holanda y lute- · marcan las leyes. Así-es como se han
· ranos en · Suecia. proclamado legitimas·preiuicios tánto
TEo.-El · testimonio de los hom- de parte de la' Iglesia romana como
·. bres es, sin duda·, de más ·peso que de parte de los protestantes. Se ha·
su opinión, y sobre él -se hace más visto que había medio de oponer la
reflexión con justicia. Sin embargo, novedad; por ejemplo, tanto a los
se sabe que a veces el juez hace unos como a los otros, en ciertos
prestar juramento de credulidad, respectos, como cuando los protes�
como ·se le llama; y en los interro tantes, eri su mayoría, · dejaron la
gatorios_ se pregunta muchas veces forma de las antiguas ordenaciones
a los· testigós, no solamente 1o que eclesiásticas, y los romanos cambia
han visto, sino también lo que juz ron el · antiguo canon de los libros
gan, interrogándoles a la vez sobre de la Sagrada EscrituTa del Antiguo
las razones de sus -juicios, y se pone Testamento, como ya he demostrado
en ello la reflexión que esto mere- con bastante claridad· en una dispu-
..;
'
\
ta que tuve por escrito, y repetidas Pero de ordinario, los que menos
veces, con Mgr. el Obispo de Meaux, han eX'llminado sus opiniones son
que acabamos de perder, segun las los más aferrados a ellas. Sin em
noticias de estos últimos días; Así, bargo, la adhesión a lo que se ha
esos reproches eran recíprocos, por visto es loable; pero no siempre a
lo· que la novedad, aunque dé- lugar lo. que se ha creído, porque se puede
· a sospecha de e11r0r en estas mate haber esc-apado · alguna · considera
rias, no es una pnieba segura. ción capaz de trastornarlo todo. Y
quizá no · haya una persona en el
mundo que tenga el v-agar, la pacien
CAPÍTULO XVI cia y los medios de reunir- todas las
pruebas sobre 1as ci.iestiones en que
· De los gT'ados de asentimiento él opina, para comparar esas :prue 1
bas y para concluir, con seguridad,
§ 1. F1L.-Por lo que se -refiere que no queda más por saber merced
a los_ grados de -asentimiento, es pre a una más amplia instrÚcción. Sin
ciso tener cuidado de que los fun embargo, el cuidado de nuestra vida
damentos de probabilidad que tene y de nuestros más grandes intereses
mos no_ obren más allá del grado no podría sufrir demora, y es abso
de la apariencia que en ellos se en lutl!]llente necesario que nuestro jui
cuentra o que se ha encontrado al cio se determine sobre puntos en
examinarlos. Pues hay que confesar los cuales no somos capaces de lle
que el asentimiento no podría estar gai: a un conocimiento cierto.
siempre fundado en una visión ac TEo.-Todo lo que decís me pa
tual de las razones que han prev�- rece bueno y sólido, señor.. Sería de
lecido en el espíritu; y sería muy desear, sin embargo, que los hom
difícil, aun para aquellos que tienen bres tuviesen, en algunas ocasiones�
una memoria admirable, retener compendios por escrito (en forma de
siempre todas. ·1as pruebas que les memorias) en los cuales 'constasen
ha:n encaminado hacia cierto sen las razones que les han inclinado
timiento y qtie podrían algunas ve a ciertas opiniones que están obli 0
ces llenar un volumen sobre una gados a justificar, ante sus propios.
sola cuestión. Basta con que una ojos o ante los. ajenos. Por lo demás,
vez hayan desflorad!) la iµateria sin aunque· en materia de justicia no sea
ceramente y con. cuidado y que ha de ordinario permitido retractarse
yan, por decirlo así,· tomado un de los juicios que se ha hecho, y de
partido. § ·2. Sin esto sería preciso voiver a cosas .pas·adas (de Id con
que los hombres fuesen muy· escép trario siempre· estaríamos inquietos,
ticos o cambiasen de opinión a cada lo que sería más intolerable, que no
momento para rendirse a cualquiera se . supiera siempre guardar las no- .
que, habiendo examinado la cuestión ticias de las cosas pasadas), sin em� ·
poco tiempo· antes, les· presente · ar bargo, muchas· veces, y a consecuen-_
gumentos a los cuales no podrían cía de nuevos datos, se es admitido
contestar satisfactoriamente por el a ser oído en justicia y hasta a ob�
mqmentó, a fa lta de memoria o de tener lo que se llama restitución in ,·
tiempo'. § 3. Es preciso confesar que integrum contra lo que ha sido de
esto hace much-as veces a los hom� cretado; del mismo modo, en nues- .
bres obstinados en el error; pero la tras propios asuntos,· sobre. todo eri
· falta es, no que hayan confiado- en las.materias muy importantes, donde
· su memoria, sino que hayan juzga todavía es lícito retroceder y don
do mal an�riormente. Pues con fre- . de no hay perjuicio en · suspender la
cuenda los hombres sustituyen el ejecución y· en caminar con precau
examen con· ta reflexión de que pun ción, las decisiones de nuestro espí
ca · han pensado de otra manera. ritu fundadas en_ probabilidades, no
338 LEIBNIZ
-
si fuese infalible, · aunque no siem consis.te el mal efecto de sus dog
pre con· tanto rigor. mas, cuando son nocivos, como su
§ 4. FIL.-Puesto que los hom- cede con los que van contra la pro
. bres no podrían evitar exponerse al videncia de un Dios perfectamente
�rror al jtIZgar y tener diversas opi sabio, bueno y · justo, y contra esta '
niones, cuando no supiesen juzgar inmortalidad de las almas que las
las .· cosas por los . mismos lados, hace susce· ptibles de los efectos de
deben conservar la paz entre sí, y su justicia, .sin hablar de otras opi
los · deberes de humanidad, en esta niones peligros1.1s� contra. la moral y
diversidad de opiniones, sin preten las costumbres. Yo sé que hombres
der que los demás cambien repen muy buenos _ y muy bien intenciona
tinamente una opinión arraigada, por dos sostienen que· estas opiniones
.nuestras objeciones, sobre todo cuan teóricas tienen menos influencia en
do hay motivo _para pensar que el la práctica de lo que se cree, y_ sé
adversario obra por interés o- ambi también que h1.1y personas de un ·
ción, o por cualquier otro motivo excelente natural. a quienes fas opi
-individual. .Y .las más veces, los que niones jamás harán caer en indigni
querrían imponer a_ los demás ·la ne dad; como, por otra 'parte, que los
cesidad de rendirse a sus sentimien que han caído en esos errores por
') tos, no han examinado bien las la. especulación, es(an, por costum
cosas. Pues los que han profundi-· bre, más alej1.1dos de los vicios de
zado suficientemente en la discusión . que son susceptibles la mayor parte
para salir de· la duda, son en tan de los hombres, además de que velen
pequeño número y encuentran tan por la: dignidad de la secta de que
pocos· motivos - para condenar a los son jefes; y se puede decir_ que Epi
otros� que no se debe esperar nada curo y Spinoza, · por ejemplo, obser
violento por su parte. varon una vida completamente ejem
TEo.-Efectivamente, lo que hay plar. Pero estas razones cesan por
más motivo para censurar a los hom lo general en sus discípulos e imi
bres no son sus. opiniones, sino sus tadores, ·que, creyéndose descargados
-juicios temerarios cuando censuran del importuno temor de una provi
a los demás como si se fuera nece dencia vigilante· y de un porvenir
sariamente estúpido o malvado para amenazador, sueltan la brida a sus
juzgar diferentemente que ellos; lo pasiones brutales y dirigen su es
· que, en los ·autores de estas · pasio píritu a seducir y a corromper a
nes Y· odios que se encargan de pro los demás; y si son ambiciosos y de
pagarlos entre las gentes, es el efecto un natural un poco duro, serán ca
de tin espíritu altanero y poco justo paces,. por -su interés o su placer,
que gusta de dominar y no tolera de pegar fuego a la . tierra por los
.contradicción. 1-fo es que no h:.ya cuatro extremos; y yo he conocido
muy frecu¡mtemeñte motivo para a algunos de este temple a quienes
censurar la opinión de -los dem_ás; la muerte ha arrebatado. Llego .hasta
pero es · preciso hacerlo con espíritu creer que· algunas opiniones de este
de equidad y condescender �on la género se insinúan poco a poco en
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 339
- -- - -- ---- -------'
340 LEIBNIZ
bres, puesto que a éstos se les puede exactitud para formar un juicio rec
imp�dir que hagan daño y que dog- to y proporcionar nuest,o asenti
maticen. - miento a los grados de · probabi
§ S. FIL.-Volviendo a� funda-. lidad.
m�nto y a los grados de asentimien TEo.-Los jurisconsultos,' ·al tratar
to, bueno es hacer notar que las · de las pruebas, presunciones, conje
proposiciones son de_ dos clases: las turas e indicios, han dicho muchas
' unas son de hecho,-y, como depen cosas· buenas sobre esta materia· y
den de la observación, pueden estar han llegado ha-sta detalJes intere
fundadas sobre un testimonio hu santes. ·Comienzan por la notorie
mano; lias otras son de especula- - dad, que no riecesita pruebas. Luego
ción, y se refieren a las cosas que pasan a .las_ pruebas enteras, o que
nuestros _ sentidos no- nos permiten _ pasan por tales, sobre las cuales se
descubrir, por lo .que no son capa-. sentencia por lo m_enos en materia
ces de semejante testimonio. § 6. civil, pero que en ciertos sitios es
Cuando un hecho particular está tán sujetas a mayor reserva en ma
conforme con ·nuestras observacio teria criminal; y no se hace mal en
nes constantes y con los relatos uni pedir pruebas más. que. plenast Y;
formes de los demás,_ nos basamos sobre todo,, lo que se llama corpus
en él tan - finnemente comó si fuera delicti, según la naturaleza del he
un conocimiento cierto, y c1,1ando cho. Hay, pues, ipruebas ·más que
está conforme con el testimonio de plenas, y hay . también pruebas ple
· todos los - hombres, en todos los si- nas ordinarias. Luego, hay: presun
- glos, en _cuanto pued�- tier conocido,� ciones que pasan por: pruebas en
es el primero y más _alto grado de teras provisionalmente, es decir, en
probabilidad; por. ejemplo, que el tanto no se prueba lo córitrario. Hay
fuego ·calienta, que, el hierro cae' al pruebas más que seiniplenas (pro
fondo del agua. Nuestra creencia, piamente hablando) en las que se
_ construida sobre tales ful}damentos, permite, a aquel que en ellas se fun
se eleva hasta la seguridad. § 7. En da, el juramento para suplirlas; es
1 segundo 'lugar, todos los historiado el iuramentum suppletorium. Hay
-....... res · refieren que tal individuo ha otras menos que semiplenas, en las
preferido el interés particular al pú que, por e} contrario, se defiere el
blico; y como siempre hemo� obser� juramento al que niega el hecho
vado que tal · es la costumbre de la - para exculparse de él; este es el ju
· mayoría de los hombres, el asenti ramentum progationis. Fuera de esto,
Iniento que yo doy a estas historias hay una gran cantidad de grados,
es una confianza. § B. En tercer lu de conjeturas y de indicios. Y, par
gar; cuando la natt.traleza de las_ ticularmente en - materia criminal,
cosas no tiene nada que esté en hay indicios (ad · torturatn) para
pro o en contra, un hecho, atesti llegar a la 'cuestión (que tiene sus
guado por í el testimonio de perso grados marcados por la fórmula del
nas no i¡c spechosas, por ejemplo; decreto); hay indicios (ad terren
que· Julio César ha existido, es ob dum) suficientes para mostrar los
jeto de una firme creencia. § 9. Pero instrumentos de la tortura y prepa
cuando los testimonios . se encuen rar las cosas como si la tortura se
tran contrarioados en el curso oi,di fuese a imponer. Las hay (ad cap
nario de la naturaleza, o entre sí, turam) para_ asegurarse contra un
los grados de probabilidad pueden hombre sospechoso, y (ad inquiren
diversificarse hasta lo infinito, - de d¡¡m) para informarse por debajo
donde nacen esos grados que noso de cuerda y sin ruido. Y estas dife
tros llamamos creencia, conjetura, rencias pueden también servir en
duda, incertidumbre, desconfianza; . otras. ocasiones semejantes; y tod·a
y en esto es en lo que hace falta la forma de- los procedimientos en
NUEVO TRATADO SOBRE EL-ENTENDIMIENTO HUMANO . 341
justicia no es otra cosa, en efecto, gamos, por ejemplo, que con ' dos
que una especie de . lógica aplicada dados, el uno debe ganar si · hace
a las cuestiones de derecho. Los mé siete puntos, y- el otro si hace nueve; ·
dicos también tienen muchos grados se pregunta qué proporción 1e en
y diferencias en 1,us signos e indica contrará entre las probabilrdades de
ciones, l<?_s cuales podemos ver entre ganar. Yo digo que la probabilidad
ellos. Los matemáticos de nuestro para el último no vale más que dos
tiempo han comenzado a estimar. el terceras partes de �a del primero,·
azar en los juegos. El Cabálléro de_ pues.el primero puede hacer siete de
Meré, cuyos Agrements y demás tres maneras con dos dados; a saber:.
obras han sido impresas, hombre de 1 y 6, o 2 y 5, o .3 y 4; y el otro
un espíritu penetrante y que era ju no puede hacer nueve . más que . de
gador y filósofo, dio ocasión a .ello dos maneras, con 3 "y 6 o con 4 y 5.
proponiendo cuestiones sobre los Y tod_as esas maneras son igualmen- -¡
partidos,. para saber cuánto va.Jdría te posibles. Luego .las probabilida�
el juego si fuera interrumpido en des, que son como los números de
tal estado o en tal otro. · Por esta las posibilidades· iguales, serán como
manera indujo a Pascal a ocuparse 3 a 2 o como 1 a 2/3. Ya he dicho
un poco de estas cosas.. La cuestión más de una vez que sería necesaria
surgió y dio ocasión a . Huygens una nueva especie de lógica que .tra
para escribir · su tratado de Alea.• tal'.a de ]os grados de probabilidad,
Otros hombres doctos . terciaron: Se porque Aristóteles en · sus Tópicos
establecieron .ciertos p"rincípios, que · nó ha hecho nada de esto, y se con
utilizó el pensionario de Witt, en un ·tentó con poner en cierto orden al
pequeño discurso impreso en holan guna� reglas populares, distribuidas
dés sobre las rentas vitalicias. El fun- según los lugares comunes; que pue•
. damento sobré el cual se constru den servir en alguna ocasión en que
yó, se· reduce a la prosthaphoeresis, se trate de amplificar el discurso. y
es decir; a tomar una media arit de darle apariencia; sin tomarse el
mética entre muchas suposiciones trabajo de damos un balance nece
igualmente aceptables, y nuestros. _sario para pesar las apariencias y
campesinos se sirvieron de él du para formar sobre ellas un juicio
rante largo tiempo, según su mate sólido. Bueno sería que el que qui
mática _natural. Por ejemplo, · cuan siese tratar esta materia prosiguiese
do alguna herencia o tierra lia dé el examen de los juegos de azar, y
ser vendid-á, forman tres bandos de generalmente yo . desearía . que un
estimadores; estos bandos son lla hábil matemático quisiera hacer una
mados . Schurzen, en bajo sajón, . y amplia obra bien circunstanciada- y
cada bando .hace una estimación de bien razonada sobre toda clase de
la tierra. Supongamos. que el uño juegos, lo que sería de gran utilidad
la estima en 1.000 escudos, el otro para perfeccionar el arte de inven,
en 1.400, el tercero en 1.500; se tar, porque el espíritu humano se
su.man estas tres cifras; que hacen inclina más a los juegos que a las
un. total de 3.900, y como hay tres materias más serias.
bandos, se saca la tercera parte, § 10 .. FIL.-La ley de Inglaterra _\.
que es 1.300, que .d a el valor medio observa la regla de que la copia de
buscado; o. bien, lo que es Jo mismo, un ·acta reconocida como· auténtica
se-toma la suma de las terceras par por testigos es una buena prueba;.
tes de cada estimación. Es el axio pero la copia de una copia, aun ase-
ma aequalibus aequalia, que dice verada por testigos los más acredi
que para sw,uestos iguales hay que tados, no es nunca admitida por
hacer consider·aciones iguales. Pero prueba en juicio. Jamás he oído cen
cuando . los supuest9s son desigua surar a nadie esta sabia precaución.
les, se los compara entre sí. Supon- Por lo menos se puede hacer .:sta
342 LEIBNIZ
----- -- 1
,NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 343
príncipes. Y si nos quedase el menor No veo nada más digno de estima
escrÜpulo sobre este punto, pronto ción que las memorias que nos que
se disiparía por la excelente· historia dan de la antigüedad, y quisiera que
de mi ilustre amigo el difunto • tuviéramos un número-mayor y me- -
Seckendorf (en la cual yo no puedo nos corrompidas. Pero es lo cierto
menos de desaprobar el nombre del siempre que ninguna copia se eleva
luteranismo bajo el título, que una. por encima de la certeza ,de su pri
mala. costumbre ha autoriza.do en mer original.
Sajonia), en que la mayor parte de TEo.-Es ¡¡eguro que cuando para
las cosas están justificadas por los la garantía de un hecho. no se_ tiene
extractos de una infinidad de pi�zas más que un solo autor de la anti
de los archivos sajones, que. tenía güedad como garante de un hecho,
a su disposición, aunque De Meaux, todos los · que 1e han ·copiado no le
que ~se dedicó a ��te asunto, Y . � añaden ningún peso, o más bien de
quien yo se la env1e, nre respondto ben ser tenidos . por nada. Y esto
solamente que ese libro era de una tanto más si lo que dicen· fuera del
horrible prolijidad;" pero yo desea- número 'tWV li1tcc.l; )..e:y�µÉvwv, de las.
ria que fuera dos veces más gran�e cosas que no han sido dichas · más
en ese aspecto. Cuanto · más ampho que una sola vez, con las cuales.
fuese, más vulnerable sería, porque quería hacer un libro Me�age. Y aún
no habría sino elegir los puntos de hoy, cuando cien mil pequeños es
ataque; aparte de que hay obras his- critores repitiesen Ias maledicencias
tóricas estimadas que son mucho ma- del Bolsee ·
(por ejemplo), un hom
yores. Por lo demás, no siempre se bre de juicio· no haría más caso de
desprecia a los autores de los tiem- ellas que del ruido de los gansos.
pos posterio�s a los que describen, . Los jurisconsultos han escrito de fide
cuando lo que cuentan es verosí� historica; pero la materia exigía una
mil. Y sucede muchas veces que investigación más exacta, y algunos
conservan trozos de ios más anti• de estos señores han sido demasia .
guos. · Por ejeinplo, s·e ha dudado do indulgentes. Por lo- que se refiere
de· qué familia era Suibert, obispo a la gran antigüedad, algunos de
de Bamberg, y luego Papa con el los hechos más brillantes· son dudo
nombre de Clemente 11. Un autor sos. Personas de ingenio han duda
anónimo de la historia de Brunswick, do si Rómu1o fue el primer funda
que vivió en el siglo XIV, había cita- dor de la villa de Roma. Se discute
do a su familia, y personas erudit_as sobre la muerte de Ciro, y además,
que• en nuestra historia no habían la oposición entre Herodoto y Ctesias
querido tomarle en cpnsideración; ha despertado dudas sobre fa bis
pero yo he tenido una crónica mucho toria de los asirios, babilonios y
más· antigua, no impresa aún, en que_ persas. La de NaJ:,ucodonosor, la de
se dice lo mismo más circunstancia- ·. Judit y hasta la de Asuero de Ester
<lamente, de donde pare. ce que era 1 tropieza con ·grandes dificultades.
de la familia de los antiguos seño- Los· romanos, al .hablar del oro de
res alodiales de Homburg (no lejos Toulouse, contradicen lo que cuen
de Wolfenbtittel), cuyo país fue do- tan de la derrota de los galos · por
nadq por su últi1:110 poseedor a fa Camilo. Sobre todo, la historia pro
iglesia catedral de Halberstadt. . pia· y privada de los pueblos carece
§ 11. F1L.-:-No. quiero .tampoco de crédito cuando no está sacada de
que se crea que he pretendido dis- originales muy antigups ni conforme
minuir la autoridad del uso de la a la historia pública. Por · eso, lo
historia poi_ mi obs�r vación. De esa que ..se nos cuenta de los antiguos
fuente es efe donde. recibimos, con reyes germanos, galos, británicos, es
una evidencia convincente, una gran coceses, polacos y otros, pasa, . con
· parte de nuestras verdades útiles. razón, por fabuloso y forjado a
t
344 LEIBNIZ
IL
capricho. 'Ese Trebeta; hijo de Nino, que sostiene fos fundamentos · de la
fun.dador de ' Tréveris; e'sé'' Bruto revelación, y (dejando .a un lado las
autor de los britones · o britános. :-. genealogías y 'fos · dere�os de ·1os
son tan verdaderos como los · Ama:· príncipes y de los poderosos) en las
dís. Los· cuentos tomados de algu eilseñarizas útiles que los ejemplos
nos fabuladores, que Tritemio, Aven nos suministran. No me parece mal
tino e incluso Albino y Sifrid Petri que se. desempolve la antigüedad
se permiten la libertad de achacar· hasta eil"sus menores bagatelas, pues,
a . los antiguos príncipes francos, algunas· veces, el. conocimiento que
, boios, sajones y ,frisones; lo que los críticos sacan de ellas puede ser
Sajón el · Gramático y el Edda nos vir para asuntos · más importantes.
cuentan de las remotas antigüeda0 Estoy conforme; por ejemplo, én que
des del Septentrión, no pueden tener se escriba la historia del traje y del
más autoridad que . lo alegremente arte de la sastrería desde las vesti
' relatado por Kadlubko, primer his duras de los pontífices · hebreos o,
toriador polaco, acerca de uno de si se quiere, desde las pieles· que
sus reyes, yerno de Julio César; Pero Dios les diera a los primeros casa�
--._ cuando las historias de fos diferen dos al salir del Paraíso hasta los
tes pueblos coinciden en casos don tocados y. faralaes · de nuestro tiem
de no hay apariencia de que una po, ilustrándola p9r niedio · de las
haya copiado a 1a otra, existe un antiguas est;ulturas y pinturas he
gran indicio de· verdad. Tal es la . chas dé'sde hace siglos. Yo mismo,
concordancia de Herodoto con la si alguno lo desease; suministraría
historia del Antiguo . Testainentc, en las nieinoiias de . un hoI111bre de
muchas cosas·, por ejemplo, cuando Augsburgo d,el sigló pasado, que se
habla de la batalla de Megido entre retrató con todos los trajes que ha
- el rey de. Egipto y los sirios de Pa
bía usado desde· su infancia hasta
lestina, es decir, los. judíos, donde, la edad de sesenta y tres años. Y n,o
. según el relato de 1a historia santa sé quién . m·e dijo que el difunto
q1,1e tenemos de los hebreos, el· rey duque de Amnont,. gran conocédor
Josías fue herido mortalmente; Tam de las bellas antigüedades; tuvo una
bién la éoincidencia de los historia curiosidad de . este género. Esto po�
dores árabes, persas y turcos · con dría quizá servir para discernir los
los griegos, romanos y otros occi · monúmentos legítimos de los que
dentales, agrada a quienes · investi no Jo son, sin hablar de algunos
gan los hechos; así como los testi otros usos. Y puesto que se permite
moJ?,ios que las medallas y · las . ins a -los hombres •jugar, mucho más
cripciones conservadas de la . anti justo , será permitirles qué se divirs
güedad· aportan a fos libros que nos tieran con esta clase de· trabajos, si
han llegado de :los antiguos y que sus deberes principales no se resin�
son, en verdad, . copias · de copias. _tiesen por ello. Pero . desearía qtie ·
Hay que esperar lo que nos enseñe hubiese personas que· se· aplicasen
aún la historia de China cuando nos preferentemente a sacar· de la his
h_allemos en mejor situación para toria lo .que hay de más útil en ella,
juzgarla, y hasta donde ·lleve la, ere: como serían los ejemplos extraordi
dibilidad consigo. narios de virtud, observaciones so"
El uso de la historia corisiste prin, bre las comodidades de 1a vida y
cipalmente en el placer que propor- sóbre las estratagemas de la política
� , ciona conocer. ·los· orígenes�· en la y · de _ la guerra. Y quisiera que se
justicia que se hace a los · hombres hiciese expresamente tina especie de
que han merecido reconocimiento historia universal que no se octipasé
de los demás hombres; en el esta más que de · estas cosas y algurias
blecimiento de la críticá histórica y otras de más consecuencias, pues al
sobre todo de la historia sagrada, gµnas veces se leerá un gran libro
..
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 345
pias leyes sin ser perturbádo por el ellos lÓs llaman) , con el asentimien-·
otro y sin que deba distinguirse lo to natural que de ellos deben hacer
voluntario de lo involuntario; se y que no pueden tener mayor pro
. verá, digo, que todos esos sentimien babilidad que estos motivos, y el
tos están completamente conformes asentimiento natural, que es un efec
a 1a analogía de las cosas que ob to de la gracia divina. Se han es
servamos y que yo extiendo - sola crito - libros expresamente sobre el
mente más allá de nuestras obser análisis de la fe, que no están com
vaciones, sin limitarlas a ciertas por pletamente conformes entre sí; pero
ciones de 1a materia_ y a ciertas espe como ya hablaremos de ellos, no
cies de acciones, y que no hay más quiero aquí anticipar nada de lo que
diferencia que- de lo grande a lo hemos de decir en otra parte.
pequeño, de lo sensible a lo insen
sible.
§ 13. F1L.-Sin embargo, hay un CAPÍTULO XVII .
caso en que . nosotros cedemos me
nos a la analogía de las cosas natu De la_ razón
rales que -la ·-·experiencia nps hace
conocer, que al testimonio contra . § l. Antes de hablar especialnien:
_rio de un hecho extraño que se te de la fe, trataremos de la razón.
aleja de eHa. Pues cuando los acon �sta significa algunas veces princi
tecimientos sobrenaturales son con pios claros y verdaderos; _ otras, con
formes a los fines del que tiene clusiones deducidas - de estos princi
poder para cambiar el curso de la pios; y algun a vez la causa, y par- ·
naturaleza, no tenemos motivo para ticularmente la. causa final. Aquí las
dejar de creerlos,- siempre que estén· consideramos como una -facultad, por
bien testimoniados, y este es el caso la· cual s� supone que el hombre se
de los milagros que nó encuentran distingue de ·la bestia, y en la que.
solamente crédito por ellos mismos, es evidente que la sobrepasa en mu
sino que Jo comunican también a cho. § 2. Tenemos necesidad de ella,
otras verdades que tienen necesidad tanto para extender nuestros cono
de tal confirmación. § 14. Por últi cimientos com9 para regir nuestras
mo, hay un testimonio que domina opiniones, ,y constituye, bien consi
sobre cualquier otro asentimiento, y derada, dos facultades: son la .saga
es la revelación, es _decir,· el .testi cidad para enconfrar las ideas me
monio dé Dios que no puede engas dias, y la de sacar· conclusiones · o
ñarse ni engañamos; y este asenti de inferir. § 3. Y podemos. conside
miento se llama fe, la cual excluye rar en '1a razón estos cuatro gradós:
toda duda tan pet:fectamente como 1 9) descubrir las- pruebas; 2\1) colo
el conocimiento más cierto. Pero la carlas en orden que haga ver su
dificultad ·es cerciorarse de que 1a conexión; 3'1) notar la conexión en
revelación es divina,. y saber que cada parte de la deducción; 49) sacar
nosotros comprendemos su verdade la conclusión. Y, estos grados se pué;
ro •sentido; de lo contrario,· nos ex den_ observar en las demostraciones
ponemos al fanatismo y a errores de matemáticas.
una falsa interpretación: y cuando TEo.-La razón es ·la verdad co-·
la existencia y el· sentido de la reve nacida - cuya relación con otra me-·
lación no es más que probable, el nos conocida hace. que demos nues
asentimiento no podrá tener una pro tro asentimiento a la última. Pero, ·
babilidad mayor que la que se en particularmente y por excelencia, se
cuentra en las pruebas. Pero ya vol la llama · razón, si es la causa, no
veremos sobi-g esto más adelante. · solamente de nuestro juicio, sino
TEo.-Los teólogos distinguen en también de la verdad misma, lo que :..-
tre los motivos de credibilidad (como· se llama . también razón a priori, y
-·
·34g LEIBNIZ .
1
la causa de las cosas· responde a la ra, lo que se ha dado. Esto es lo
ra.;.ón en las verdades. Por esto la que • se llama uriá echtesis. · Después
causa misma es' llamada muchas ve de lo: cual;· pasan a fa-_preparación
ces razón, y particularmente la cau- · y trazan nuevas líneas . de las que
sa final. Por último, la facultad que tienen necesidad para el razonamien
percibe esta relación de las verdades to;. y las más veces el arte supremo
o la facultad de razonar también es consiste en encontrar esta prepara
llamada razón, y este es el sentido ción. Hecho esto, formulan el razo
que vos empleáis aquí. Ahora bien, namiento mismo, .·sacando las· con
esta facultad es solamente propia secuencias de los datos de la ecthe-
del hombre áquí bajo, y no aparece sis y de lo que se ha añadido por
. en los otros animales del planeta; la prepátación; y empleando a este
pues ya he hecho ver que la som efecto las verdades ya conocidas o
,- bra de razón que encontramos en las demostradas, llegan a la conclusión.
bestias no es más que la espera de P,ero hay casos en que se prescinde
un acontecimiento .semejante, en un de la ecthesis y de la preparación.
caso que parece semejante al pasas § 4.· FIL.....:...Generilhnente se cree
do, sin conocer si se -da la misma que el silogismo es el gran instru
razón. Los hombres mismos no obran mento de fa razón; y el mejor medio
de otra manera en los casos en que de usar de esta facultad, Yo ló dudo;
son · empíricos solamente; Pero los pues no ,sirve más que para ver la
hombres se elevan por · encima de conexión de las pruebas en un solo
las bestias en cuanto ven las rela0 ejemplo y no va más allá; pero· el
· ciones entre las . verdades; las . re espíritu la ve fácilmente y quizá
laciones, digo, que constituyen tam mejor sin el silogismo. Y lós que
bién en sí mismas verdades necesa saben servirse de las figuras y de los
rias y universales. Estas relaciones modos, ,supon.en. muchas · veces su
son necesarias aunque no produzcan O.so por una fe implícita hacia sus
· más que una opinión, cuando, des ·maestros, -sin conocer fa razón, 'Si
pués de una exacta investigación, se el silogismo · fuera necesario, nadie
demuestra el predominio de la pro habría· podido razonar antes de su
babilidad, en cuanto se puede juz invención, y habría que decir que
gar ex datis; de suerte que enton Dios, hapiendo hecho del hombre ·
ces hay demostración, no de la · una criatlil'.a de dos piernas, dejó a
verdad de la cosa, sino del partido Aristóteles al cuidado de hacer de
que la prudencia quiere que se tome. él un animal racional; quiero decir,
Si tratásemos de dividir esta facul de ese pequeño· número de hombres
tad de la razón, yo creo que haría0 que se ocupan del silogismo, en el
mos bien en reconocer dos partes, que entran más .de sesenta maneras
según el sentir general que distingue de combinar las tres proposiciones;
la invención y el juicio. En cuanto y de las cuales no hay más que unas
a vuestros cuatro grados que adver catorce seguras. Pero Dios -fue mu
tís en las ·demostraciones de los ma cho más· bondadoso con los hom0
temáticos, creo que ordinariamente bres; les dio. un espíritu capaz de
el . primero, que es descubrir las razcmar. Yo no digo esto para re0
. pruebas, no aparece aquí como seria bajar a Aristóteles, a quien consi
de desear. Son síntesis que han sido dero como uno de los más grande_s
encontradas algunas veces sin el aná de la· antigüedad a quien pocos han
lisis, y algunas veces el análisis ha igualado en extensión, en sutileza,
sido suprimido. Los geómetras, en en penetración de espíritu y en la
sus demostraciones, ponen primera- fuerza del juicio, y que en su mismo
. mente la proposición • que debe ser invento de ese pequeño sistema de
probada, y para llegar a la demos las formas de la argumentación, ha
tración, . exponen, por alguna figu- hecho un gran servicio a los sabios
I•'
�----�-- - -
NUE�O TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 349
350 ·, LEIBNIZ
I! potenusa es igual a los dos cuadra ker, que ·en su libro intitulado "La
dos de los lados, se corta el cua� policía eclesiástica" (lib. I, § 6)
drado grande en piezas y los dos cree que si se pudie90 suministrar
pequeños también, y se ve que las los verdaderos auxilios del saber y
piezas de los dos cuadrados peque del arte de razonar, que en este· si
. ñas caben todas en el grande y no glo, que pasa por esclarecido, no se
ocupan más ni menos. Esto es pro conocen mucho, y de que no se
bar la. igualdad en forma, y las igual preocupa nadie gran cosa, habría
dades de las piezas se prueban tam tanta diferencia, con relación .a · la
bién por argumentos en buena forma. solidez del juicio, entre los hombres
El análisis de los antiguos era, ,se cjue se sirvieran de él y -- lo que los
gún Pappus, tomar lo que se pide hombres son al presente, como entre
y sacar las consecuenci-as ha�ta que los hombres del presente y los im
se llega a alguna cosa · dada o cono béciles. Deseo que nuestra conferen
cida. He notado que para este efecto cia pueda dar ocasión a que algunos
es preciso qúe las proposiciones sean encuentren esos verdaderos auxilios
recíproca'&, a fin de que la demos del arte de que habla ese grande
tración sintética pueda pasar en di hombre, lque tan pe_netrante espíritu
rección contraria por las huellas del tenía. No ·serán ciertamente los imi
análisis; pero esto es siempre sacar 'tadores, (imitatorum. servum pecus)
consecuencias. Es bueno, sin em que como el rebaño siguen el terre
bargo, notar aquí que en las hipótesis no trillado. Sin embargo, yo me
astronómicas o físicas la vuelta no atrevo a decir que hay en este siglo
tiene lugar; pero tampoco el resul personas de tal fuerza de juicio, y
tado demuestra la· verdad· de la hi-. de tal amplitud de espíritu, ·que po
pótesis. :Es verdad que la hace pro drían encontrar nuevos caminos para
bable; pero como esta probabilidad el avance del conocimiento, si se
parecía pecar contra la regla lógica, tomaran -el trabajo de dirigir su pen
que enseña que lo verdadero puede samiento por este lado.
ser sacado de lo falso, se. dirá que TEo.-Habéis observado bien,· se
las reglas lógicas no surten efecto . ñor, con el difunto Hooker, que el
enteramente en las cuestiones pro mundo no se preocupa de eso; de
bables. Respondo que es posible que lo contrario, yo creo que hay y ha
lo verdadero sea concluido de lo habido personas capaces de conse-
falso; pero no es siempre probable, guir grandes -resultados en este pun
sobre todo cuando una simple hi to. Es preciso confesar, sin embargo,
pótesis da razón. de muchas verda que tenemos ahora grandes· ayudas,
des, lo que es raro y se encuentra t,anto por parte de las matemáticas
difícilmente. Se podrá decir con Car como de la filosofía, en ·la que los
dan que la lógica de los probables Ensayos concernientes al entendi
tiene otras consecuencias que la ló miento humano de vuestro excelente
gica de las verdades necesarias. Pero amigo no son la menor. Veremos si
la probabilidad misma de estas con hay medio de aprovecharlos.
secuencias debe ser demostrada por · § 8. FIL.-Tengo que deciros-aún,
las consecuencias de la lógica de los señor, que hé creído que en eso
necesarios. había un menosprecio vi_sible de las
§ 7. FIL.-Parece que hacéis · la reglas del silogismo; pero desde que
apología de la lógica vulgar; pero conferenciamos me habéis hecho du
· veo que lo que vos aportáis perte- dar. Siri embargo, os explicaré mi
. nece a una lógica más sublime, con dificultad. Se dice "que ningún razo
respecto a 1a cual la vulgar no es namiento silogístico puede ser con
sino lo que los rudimentos abece cluyente si no contiene por lo menos
darios a la erudición: lo que ·me una proposición universal". Pero me
recuerda un pasaje del juicioso Hoo- , parece que sólo las cosas particu-
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 355
dice, si hubiera que atenerse a las cima de la razón; por ejemplo, que
reglas prescritas no se podría acuñar un�· estrella fija es más o menos
sin pérdida. Debe, pues, permitirse ·grande que el Sol; itJ, que el Ve
alterar la aleación. Pero además de subio· arrojará fuego en tal o <;ual
gue lo que se debía hacer, era dis-. -año, ,que· son hechos, cuyo conoci
ininuir el peso y no la ley o el tí- miento está por encima de nuestra
tulo, para mejor evitar los fraudes, . posibilidad, no porque e9tén por en
se supone que es necesaria una prác- cil_Ila de la razón, sino porque están
tica que no lo es, pues ·no hay orden por encima de los sentidos; pues po
de} cielo ni de la Ier humana que dríamos juzgar muy bien de esto si
obligue a acuñar moneda a aquellos tuviéramos órganos más perfectos y
que· no poseen mina ni ocasión d.e mejor información de las circunstan
tener plata en barras, y hacer mo- cías,. Hay también dificultades que
neda de moneda es . un . mal princi- están por encima de nue9tra :pre
pio, que conduce naturalmente al sente facultad, pero no por encuna
menoscabo. �ero, ¿cómo ejercere- · ·de.nuestra razón;·• por ejemplo, no
mos, dicen ellos, nuestra regalía · de hay astrónomo que pueda· calcular
hacer moneda? La respuesta es. fá- el detalle de un eclipse. en lo que
cil. Contentaos con batir algún poco se tarda en rezar · un · padrenuestro ·
de plata, aun cori una pequeña pér- y sin coger ,la pluma:· sin embargo,
dida, si creéis qúe os ..conviene fi. puede haber genios para quienes
gurar en el cuño, sin que tengáis esto . no · sea más que un juego. Así,
necesidad ni derecho a inundar el pues, todas estas cosas podrían ser
mundo de moneda mala. conocid81i o practicables con el con-
§ 23. -FIL.-Después de:haber di- curso de la razón si tuviéramos más
cho. algunas palabras sobre la rela-• información de · los -hechos, órganos
ción de nuestra razón con los demás más perfectos y espíritu más cul
hombres, añadamos algo sobre su tivado.
relación con Dios, , que hace que F1L.-Esa objeción cesa, si yo apli
distingamos entre lo que- es contra- co mi definición, no sólo a mi sen
río a la razón y lo que está por en- sación o reflexión, sino también a
cima de la razón. De la primera l a de todo otro espíritu creado po-
dase es todo lo incompatible con sible. ,.
nuestras ideas· claras y distintas; de ·TEO.-Si la tomáis así,- tenéis ra-
1� segunda, todo sentimiento cuya zón. Pero siempre quedará otra di
verdad o probabilidad no veamos ficultad, y es. que, según. vuestra de
que pueda ser deducida de la ·sen- finición, nunca ·habría nada por en
sación o de la reflexión por medio cima de·la razón,.porque Dios podrá
· de la razón. Así, la existencia • de siempre dar medios de conocer por
más de. un Dios . es contraria a la la sensación· y la reflexión cualquii>
razón, y la resurrección de los muer- ra verdad, sea la que sea; como, en
tos está por encima de la razón. efecto; los más grandes misterios se
TEo.-Tengo que hacer algunas nos hacen conocidos por el testimo
observaciones sobre vuestra definí- nio de Dios, que se reconoce por
ción de lo que está por encima de la los 1I1otivos de credibilidad, sobre
razón, por lo- menos. si la referís al los cuales está fundada nuestra re
uso admitido de esa .frase, pues me ligión. Y estos motivos dependen,
parece que la forma en que ha sido sin duda, · de la sensación y de la
incubada esta definición va por un reflexión. Parece, pues, que la cues
lado demasiado lejos, y por otro se tión es, no si la existencia de un
queda demasiado corta; y si la· seguí- hecho o la verdad de una proposi
mos, todo lo que ignoramos y no ción puede ser deducida de fos prin
estamos en situación de conocer en cipios de que se sirve la razón, es
nuestro estado actual estaría por en- decir, de la. sensación y de la re-
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 361
flexión, o bien de los sentidos exter- en efecto, a menos que creer signi
nos, sino si un espíritu . creado. es fique redtar o repetir y dejar pasar.
capaz de ccinocer. el cómo de .ese sin tomarse ninguna molestia, como
hecho; o la razón a priori de· esa hacen muchas personas y como está
verdad; de modo que se puede decir en el carácter de algunas naciones ·
que lo que está por encima de la más que ·en otras. Por esto, como
razón puede muy bien ser conoci- algunos filósofos aristotélicos de los
do, pero no puede _ser comprendido siglos xv y XVI, cuyas huellas han
por las vías y las fuerzas de Ia razón subsistido largo tiempo después (co
creada, por grande y exaltada que mo podemos juzgar por las cartas
sea. A Dios solamente· está reser- del difunto Naude y los de Naudea
vado entenderlo, como ·a él solo co- na), querían sostener dos verdades
rresponde -llevarlo a efecto. opuestas, la una filosófica y la otra
FIL.-Esa consideración me pare- teológica, el último Concilio de Le
ce buena, y así es como yo quiero trán, bajo León X, tuvo razón dé
que se tome mi definición. Y esta oponerse a esta· teoría, como ya creo
misma me confirma también en la haber dicho. Una disputa de. esta
opinión de que aquellos que oponen clase surgió en Helmstadt, en . otro
Ja razón a la fe, aunque esté muy tiempo, ·entre Daniel Hoffmann, teó
autorizilda no están en lo cierto,.pues logo, · y Comeille . Martin, filósofo;
por la razón es por fo que. determi- pero con Ja diferencia de que el
namos lo que debemos creer.. La fe filósofo conciliaba la filosofía con
es un finne asentimiento, y el asen. la revelación y el teólogo proscribía
timiento reglado como es preciso, no su uso. Pero el du'¡lue Jules, funda
puede ser prestado- sino· por .-buenas dor de la Universidad, se pronun
razones. Así, el que cree sin tener ció por el .filósofo. Es verdad que
ninguna razón para creer, podrá· es- . en nuestro tiempo, una persona de
tar enamorado de sus- fantasí¡.is, pero la más -alta distinción decía que en
no es cierto que busque la verdad materia de fe era preciso saltarse
ni que rinda una obediencia legí- los ojos para -ve r claro, y Tertu
tima a su divino Maestro, que. -querría liano dice en cierto pasaje: "Esto ·
que us11se de ·tas facultades con· que es. verdad, porque es imposible; es
la ha dotado para preservarle del preciso creerlo, porque es absurdo".
error. De lo contrario, si está en el Pero si la intención de los que· se
buen camino será por azar� y si está explican de esta manera es buena, -
extraviado será por culpa suya, de , . .siempre las expresiones son exagera
la que debe. dar cuenta a Dios. . das y pueden hacer daño. San Pablo
TEo.-Me parece bien, señor, que habla más acertadamente cuando.
exi_jáis que la fe esté fundada en la , dice que la sabiduría de Dios es. .
razón; sin ello, ¿cómo preferiríamos locura ante los hombres; porque,los
la Biblia al Corán o a los antiguos hombres no juzgan de las cosas sino
libros de los brahmanes? Así lo- han según su experiencia; que es extra
reconocid9 nuestros· teólogos y otros ordinariamente limitada, y todo lo
· sabios, y a ello debemos· tan bellas que no · se ajusta a ella les parece
obras éomo se han escrito sobre -la absurdo. Pero este juicio. es muy te
verdad de la religión cristiana y tan merario, pues hay una infinidad de
buenas pruebas contra_ -los paganos -cosas naturales que pasarían por ab
y otros· incrédulos antiguos y mo- surdas si nos las contaran, como · el
demos. Así, los prudentes siempre hielo que cubría nuestros ríos y del
, h¡m tenido por sospechosos a los que se hablaba al rey de Siam. Pero
que . han p¡,:tendido que no había no siendo el orden de la natura
que tomarse trabajo alguno para · leza misma de necesidad metafísica,
buscar razones y pruebas cuando no está fundado más . que en la vo
se trata de · creer; cosa imposible, !untad. de Dios, de modo que se
1
362 LEIBNIZ
puede alejar- de él por razones su� que -la ha hecho conocer a· los hom
periores de la gracia, aunque en t;sto bres. § 3. Pero un holllire inspira
no se deba fr sino - con buenas prue- · do por Dios no puede comunicar· a
has, que no pueden proceder más los demás ninguna nueva idea sim
que del testimonio mismo de Dios, ple, porque no se sirve más que de
al cual se debe deferir absolutame:r:i p�labras o de. otros signos que des
-te cuando está debidamente acre piertan en nosotros ideas simples
ditado. que el hábito -les ha asignado,_ o de
su combinación; y de algunas ideas
n,uevas que San Pablo recibió cúan
CAPÍTULO XVIII do fue llevado al séptimo cielo, todó
lo que pudo decir fue · "que eran
De la fe y de la razón y de sus cosas que los _ojos no habfan visto,
. lím!tes respectivos que el oído no había escuch¡¡do
y que no, habían erJtrado nunca en
§ 1. F1L.-Ácomodémonos, sin el corazón de los hombres'\ Supo
embargo, al lenguaje · corriente, y niendo que. hubiese seres en el pla
toleremos, que, en cierto sentido, se neta Júpiter.· provistos de seis sen
- distinga la fe de la razón. �ei:o es tidos, y que Dios concediese. sobre
_justo que se explique bien·· clara naturalmente a uno de nosotros las
mente en este sentido y que esta ideas - de este sexto sentido, no po
blezcan los límites· que hay entre dría nunca hacerlas nacer en el es
estas dos cosas,. pues la -incertidum píritu de los demás hombi:es por
bre de estos límites ha producido medio de palabras. Es_ preciso,. pues, ·
cjertamenté en el múndo grandes distinguir entre la revelación origi-
disputas, y quizá ha causado gran . ria! y la tradicional. La primera es
des desórdenes. Por lo menos es una impresión que Dios .<:amia in
manifiesto que_ hasta que los haya mediatamente sobre el espíritu, a la
mos determinado son vanas todas cual no podemos fijar límites; la
las disputas, puesto que es preciso otra no llega más que por las vías
la razón para discutir sobre la fe. ordinarias de la comunicación, y no
§ 2- _M e parece ·que cada secta s·e nos podría dar nuevas ideas simples.
sirve con gusto de la -razón en cuan § 4. Es cierto que también las ver
to cree poder obtener de ella algún dades que se pueden descubrir por
auxilio; sin embargo; en cuanto la la razón nos pueden ser comunica
razón falta, se clama que se trata das por una revelación tradicional,
de un artículo de fe que está por como si Dios hubiese querido comu
encima d� la razón. Pero el antago nicar a los hombres teoremas · geo
nista habría podido servirse de esta métricos; pero esto no tendría la
misma falla cuando se ponía a ra misma certeza que si dispusiéramos
zonar con él, a menos que no se de la demostración sacada de la re
demuestre por qué esto no le es lación de las ideas. Así es como
permitido en un caso análogo. Yo . Noé tuvo un conocimiento más cier
supongo que la razón es aquí el des to del diluvio que el que nosotros
cubrimiento de la certidumbre o de tenemos de él por los libros de Moi
la probabilidad de las proposicio- . sés, y cómo la seguridad que tenía
nes sacadas de los-conocimientos que el que .rio a Moisés escribirlo, y los
hemos adquirido por el uso de nues milagros que justificaron su inspira
tras facultades naturales, _es decir, ción, era más grande que la nues
por sensación y por reflexión; y que tra. § S. Esto es lo que hace que la
la fe es el asentimiento que damos revelación no pueda ir ·contra una
a una proposición · fundada en la 'clara evidencia- de la razón, porque,
revelación, ·es decir, ·sobre una co aun cuando la revelación es inme
municación extraordinaria de · Dios, diata y original, es preciso saber con
/
NUEVO TRATADO SOBRE ÉL ENTENDIMIENTO HUMANO 363
\
eviden�ta que ·no nos engañamos al Espíritu Santo suple ahí inmediata
atribuírsela a Dios y que compren mente de un modo sobrenatural, y
demos su sentido; y esta evidencia eso' es lo que los· teólogos llaman
no puede nunca ser mayor que la propiamente una · fe . divina. Es ver
de nuestro conocimiento intuitivo. dad que Dios no la da siempre, sino
Y, por consiguiente, ninguna pro cuando lo que hace creer está fun
posición podría ser aceptada como dado en la razón; de lo contrario,
revelación divina cuando es opuest� destruiría los medios de conocer la
contradictóriamente a ese conoci verdad y abriría la puerta al entu
miento inmediato. De otro modo, siasmo; pero no es necesario que
no habría ninguna diferencia ·en el todos los que tienen esta fe divina
mundo entre la verdad y la false conozcan tales razones, y aún fue
dad, ninguna medida de lo creíble . nos que las tengan siempre delante
y lo increíble. No es concébible que de -los ojos. De otro .modo, los sim-
de Dios,. el. bienhechor autor de ples y los idiotas, por lo ménos hoy
nuestro ser; venga alguna cosa que, en día, no tendrían nunca verdadera· ,
aceptada por nosotros como verda fe, y los más esclarecidos no la ten- ·
dera, derribe los fundamentos de drían cuando más la necesitaran,
nuestro conocimiento y haga inútiles pues _no siempre· pueden recordar
tódas nuestras facultades. ·§ 6. Y los las razones de creer. La cuestión del
que no han recibido la revelación uso de la razón en teología ha sido
sino mediatamente y por tradición, de las más agitadas, tanto entre los
de boca en boca, o por escrito, tie socinianos y los que se puede llamar
nen también más necesidad de la católicos en un.sentido gene!al, coino
razón para cerciorarse. § 7. Sin em• entre los reformados y los evangé
bargo, . siempre es verdad que las licos, .como se llama preferentemente_
cosas que están más allá de lo que en Alemania a los que otros llaman
nuestras facultades naturales pue luteranos impropiamente. Yo recuer
den descubrir, son las materias pro do haber leído. un día una meta;
pias de la fe, como la caída de los física de un tal Stegmannus; soci
ángeles rebeldés o la resurrección niano (diferente de Josué Stegl!Jann,
de · los muertos. § 9. En esto es en que escribió contra ellos), y que no
lo que hay que escuchar únicamente ha sido aún impresa, que yo sepa;
la revelación. Y aun respecto dé las del otro lado, un tal Keslerus, teó
-proposiciones . probables, una reve logo de Sajonia, ha escrito una ló
lación evidente nos determinará con-. gica y algunas otras ciencias fi�osó- .
tra la probabilidad. ·· · ficas opuestas expresamente a los
. TEo.-Si no tomáis la fe más que socinianos. Se puede decir, en ge
como lo que está fundado en los neral, que los socinianos se precipi
motivos de credibilidad· (como se tan al rechazar todo lo que no está
· los llama), y la separáis de la gra conforme con el orden de la natu
cia interna que determina el espí raleza, aun cuando no puedan pro
ritu·· inmediatamente, todo ló que bar i;u absoluta imposibilidad. Pero
decís, señor, es incontestable. Por-. también sus adversarios van dema
que es preciso confesar que hay jui siado lejos y llevan el misterio ha�ta
cios más evidentes de los que de los bo.rdes de la contradicción, en
penden _de esos motivos. Los unos · lo cual perjudican la verdad que
son más avanzados que los otros, pretenden defender; y a ·m_í me sor
v hasta hay gran número de¡: . perso prendió ver un día en la Suma de
nas q'ue no los han conocido nunca, Teología del P.· Honoré Fabri, qué
y a� menos los han pesado, y·que, por lo demás ha sido uno de los
por corisigwente, no tienen lo que más ·hábiles de su orden, que ne
podría pasar por un motivo de. pro gaba en las cosas divinas (como
babilidad. Pero la gracia intel'.lla del hacen aún algunos otros teólogos)
364 LEIBNIZ
· aquel gran principio que dice "que es decir, aquellos cuyos opt1estos im•
las cosas que son iguales a una ter plican contradicción, deben y pue
cera son iguales entre sí". Esto es den. ser empleados segu�ente en
dar la causa ganada a los adversa- <teología;. pero había motivo para
- ríos, sin pensarlo, y quitar toda cer negar que lo que es solamente nece
tidumbre a cualquier razonamiento. sario con necesidad física (es decir,
Es preciso, más bien, -decir que ese fundada sobre· la · inducción de ,lo
principio esté mal aplicado. El mis que· sucede en la naturaleza o sobre
mo. autor rechaza en su Filoso/ía las leyes naturales, que son, por
las distinciones virtuales que los es decirlo así, de institución divina)
cotistas hacen de las cosas creadas, basta para refutar la creencia en un
porque subvertirían; dice, el princi misterio o en un milagro, · puesto ·
pio · de contradicción; y cuando se que de Dios depende el alterar el
le objeta que es preciso admitir estas curso ordinario de las cosas. Así es
distinciones en Dios, responde que como, según el orden de la natura-,
la fe lo ordena. Pero, ¿cómo puede Ieza, se puede asegurar que una mis
ordenar la fe algo que subvierta un ma persona no podría ser al mismo
principio sin el cual toda creencia,· •tiempo · madre y • virgen, o que un ·
afirmación o negación ·serían vanas? cuerpq hu�ano no .podría dejar de
Es preciso, pues, -necesariamente que caer bajo ,los 'Sentidos, aunque lo
dos proposiciones verdaderas al mis contrario de lo uno y de lo otro sea
mo tiempo, no sean contradictorias; posible para Dios. Pero se · discute
y si A y C no son una misma cosa, algunas veces sobre- ciertos princi
es preciso que B, que .es lo mismo pios si son necesarios lógicamente
que A, sea 'tomada de otro modo o si no lo son más que físicamente.
·que B, que es lo mismo que C. · Taf es la . dispúta con los socinia
Nicolaus Vedelius, profesor de Gi nos dé si la sustancia puede ser mul
nebra y después de Deventer, pu tiplicada cuando la. esencia singular·
blicó ·en otro tiempo un libro titu no lo es, y la disputa con los zwin- ·
lado Rationale Theologicum, a quien glianos de si un cuerpo no puede
Jean Musaeus, profesor de Jena (que estar :niás que en un 11.!gar. Ahora
es una universidad evangélica en : bien; es preciso confesar qU'e siempre
Turingia)·, opuso otro libro sobre el que la necesidad lógica no está de
mismo asunto; es decir, sobre el uso mostrada no. se puede presumir en
de 1� razón -en teología. Me acuer- · una. proposición más que una nece
do. de haberlos examinado hace sidad física. Pero. creo que quéda
tiempo y de 'haber notado que la · una cuestión que los auto.res de que
controversia principal estaba embro acabo . de hablar no han meditado
llada por cuestiones incidentales, bastante, y hela aquí: suponiendo
como cuando se pregunta lo -que es que de un lado tengamos el _sentido
una conclusión' teológica,· y si es pre literal de, un texto de la , Sagrada
ciso juzgar por los términos que lá Escritura, y de otro una gran apa
componen o por el medio que la riencia de ._imposibilidad lógica, o
prueba, y, por ·consiguiente, si Ock por lo menos una · imposibilidad fí
ham tuvo razón o no al decir que sica reconocida, ¿qué es más razo
la ciencia de una misma conclusión nable, renunciar ..al sentido literal o
es la misma cualquiera que sea el . al principio · filosófico? Es seguro
medio que se emplee para probarla. que hay pasajes en los que no hay
Y . se detiene en otras muchas minu dificultad en• renunciar a fa letra,
cias aún menos considerables y que como cuando la Escritura describe
sólo se refieren- a los términos. Sin a Dios con manos y -le atribuye la
embargo, Musaeus mismo convenía cólera, - la penitencia y otras afec
en que los principios de la razón ciones humanas; de lo contrario ha-·.
necesarios de una necesidad. ló�ica, bría- que ponerse de parte de . los
\
de\
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO . 365
- '•
· sántropo en ese respecto, hayan que to quizá por los discípulos de · Pa
rido resucitar la doctrina de ¡este jon) , y se concede a los niños que
Padre y quizá la hayan exagerado. reciben el bautismo, .ot'bien la fe,
Y este . espíritu puede haber tenido o bien- algunos sentimientos aproxi
mucha influencia entre varios1 doc mados a ésta, no es de extrañar que
tores demasiado animad·os, y1_Ios je se conceda todo esto también a las
suitas misioneros de la Chiná insi personas de buena voluntad, por lo
nuaron que los antiguos .chinos ha menos en el artículo de la muerte,
bían tenido la verdadera religión de ya que no han tenido la fortuna de
su tiempo y verdaderos santos, y que ser instruidos en las enseñanzas or
la doctrina de Confucio no tenía dinarias del cristianismo. Pero el
· nada de idolátrica ni de atea, por partido más prudente es no deter
lo que parece que tuvieron razón minar nada sobre estos puntos tan
. en Roma para no querer condenar poco conocidos, y contentarse con
· a una de las más grandes naciones juzgar en general que Dios no podrá
sin oírla. Afortunadamente, Dios es hacer nada que no esté conforme
inucho-más filántropo que los hom con la bondad y la justicia supre
bres. Conozco personas que querien- mas: melius. est dubitare de occultis
. do demostrar su celo por sentimien · quiam litigare de incertis (Agustín,
tos duros, se imaginan · que no se lib. VI�I,' Génes., ad li�t.).
podría. creer en el pecado original
• se sin ser de su opinión; pero en eso
·engañan. Y no se debe creer que CAPÍTULO XIX
- los que salvan a los paganos y a
otros que carecen de los recursos Del entusiasmo
ori:linarios lo atribuyan a las solas
fuerzas de la naturaleza (aunque qui- § 1. FIL,-iPluguiese· al cielo que
zá algunos Padres . hayan sido de todos los teólogos y San Agust,ín
esta opinión)_, porque se puede sos• mismo hubiesen siempre practicado
tener que Dios, al coñcederles la la máxima expresada en ese pasaje!
gracia de . excitar en ellos la con• Pero los hombres creen que el espí- ·
trición, '1es da también, explícita o ritu dogmatizante es una prueba. de
virtualmente, pero siempre sobrena• su celo por la verdad; y es todo lo
. turalmente, antes de morir, aunque contrario. No se ama la verdad real
no sea más que en_ los últimos mo mente, sino en fa proporción en que
mentos, toda la luz dii fa fe y todo - se ama examinar las pruebas . que la
el ardor de la · caridad qtie les es dan a conocer por lo que .ella es.
necesario para salvarse. Y• así es Y cuando se precipita el juicio siem
como los reformados explican en pre es por motivos poco sinceros.
Vedelio el sentimiento de Zwinglio, § 2. El espíritu de dominación · no
que fue. bastante expreso sobre este es .uno de los que menos abundan,
punto de la salvación de los hom• y -otro sentimiento que hace nacer
bres virtuosos del paganismo, tanto el entusiasmo es cierta complacen
como lo pudieron ser los doctores de cia por nuestras propias imaginacio
la Iglesia romana. Así esa doctrina nes. § 3. Ese es el nombre -que se
no tiene nada de común por , ésto da al !!efecto de aquellos que se
con la doctrina particular . de los imaginan una revelación inmediata
pelagianos o de los semipelagianos cuando no está fundada en la razón.
de que Zwinglio estaba muy aleja• § 4. Y como se puede decir que fa
do, según sabemos. Y como se en razón es una revelación natural de
seña contra los pelagianos · una gra que Dios es el autor, como lo es
cia sobi:enatural en todos aquellos de la naturaleza, se puede decir tam�
que tienen fe (en lo cual convienen · bién que la revelación es una razón
las tres religiones aceptadas, excep- sobrenatural, es decir, una razón que
\-
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 367 ,
368 J.EIBNIZ
�
con dichas reglas, no correremos . el llamar luz lo que no hace ver nadar
menor riesgo al considerarlas como Yo sé que· hay personas con esa dis
inspiraciones de · Dios, aunque 1 no posición 'de espíritu, qui!' ven chis
sean quizá revelaciones inmediatas. pas y hasta algo más luminoso; pero .
. TEO.-El entusiasmo .era al. prin esa iinagen de luz corporal, excitada
cipio un buen nombre. Y como el en ellos cuando sUIS espíritus están
sofisma marca propiamente un ejet enardecidos, no da luz al espíritu.
CJCIO de la sabiduría, el entusiasmo Algunos idiotas,· que tienen la ima
significa que en nosotros hay una ginación agitada, se forman concep
divinidad. Est Deus in nobis. Y Só ciones que antes no tenían; llegan
crates .pretendía que ún dios o un hasta decir belias cosas, o· por lo
demonio le · inspiraba interiormente, menos muy animadas; admiran ellos
;-"' _I de suerte que . el. entusiasmo sería mismos · y hacen admirar a - los de
un instinto divino. Pero com.o los más esta fertilidad que pasa por
inspiración. Esta ventaja procede,
:1
hombres han consagrado sus pasio
nes y ·hecho pasar sus fantasías; sus en parte, de una gran imaginación
que la pasión· anima y de .una· me
1
¡i
mento que sus movimientos proce -"-1
dían de Dios. Ni-sus, según el mismo sin cansarse y sin que se le seque
poeta, sintiéndose impulsado por yo la boca. }iay personas que después
no sé qué f uerza a una empresa de haber practicado austeridades, o
)
peligro�a, en .}a que pereció con su después de un estado de tristeza,
amigo, se la propone en estos tér disfrutan de una paz y consolación
minos llenos de una duda razonable: anímicas que les extasía, y encuen
tran tanta dulzura, que creen· ·que
Dine huni: ardorem es un . efecto del Espíritu Santo.
mentibus addtint Mucha verdad es que el contento
Euryale, an sua cuique que se encuentra· en· la considera
Deus fit dira cupido? ción de la grañdeza y de la bondad
de Dios, en el cumplimiento de su
No dejó. de ,seguir este instinto, voluntad, en la práctica de las vir-
que no sabía si venía de Dios o de tudes, es una gracia -de Dios y de
un fatal deseo de sobresalir. Pero las más grandes; pero no es siem
si hubiera triunfado, no habría de pre una gracia que tenga necesidad
Jado de autorizarse con él en otro del auxilio 5obrenatural nuevo, como
caso y creerse impulsado por algu pretenden muchas de estas buenas
na potencia divina. Los entusiastas . gentes. No ha mucho tiempo se vio
de hoy día creen también recibir de una joven, muy sertsa.ta en todo lo
Dios los dogmas que les · iluminan. demás, que creía que hablaba con
Los tembladores están en esta per- . Jesucristo y que era su esposa de
suasión, y Barclay, .su primer. autor un modo particular. Su madre, a lo
metódico, pretende que encuentran que se refería, estaba también un
en ellos cierta luz que se hace co poco tocada de entusiasmo; pero
nocer por .sí níisma. Pero, ¿por qué la hija, que comenzó antes, fue mu-
>-
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 369
cho más lejos. Su satisfacción y su hacen falta otras marcas para jús
gozo eran indecibles; su sabiduría se tificar1e. Los labadistas, por. ejemplo.
reflejaba en su conducta y su espíri no estaban de acuerdo con la seño
tu en sus discursos. La cosa iba, rita Antoinette, y aunque William
,sin embargo, tan lejos, que recibía Pen . parece que en su viaje a Ale
cartas dirigidas a Nuestro Señor y mania, del cual se publicó una re-
la� devolvía cerradas, cómo las· ha · lación, tuvo el designio de estable
bía recibido, con la respuesta, que cer una especie de inteligencia entre
parecía muchas veces oportuna y. los que se fundan .en e�e testimonio,
siempre razonable. Pero, por fin, parece no haberlo conseguido. Sería .
dejó de recibirlas por miedo de ha de desear, en verdad, que las gen-
cer demasiado ruido. En España tes de bien estuviesen en inteligen-
habría sido otra Teresa de Jesús. cia y. obraran de acuerdo: nada más
Pero no todas las personas que tie capaz de hacer mejor y más, feliz
nen semejantes visiones observaban al género . humano; pero sería nece�
la misma conducta. Las hay que tra- sario .que fuesen realmente per�o
. tan de crear secta y han de produ nas honradas, es decir, benefacto
cir perturbaciones; e· Inglaterra ha ras, y además dóciles y razonables,
presenciado una extraña .prueba de mien�ras que con frecuencia se acusa
esto. Cuando esas personas obran. de a nuestros devotos de ser duros, im
buena fe es difícil reducirlas; algu periosos y tercos: Sus · disensiones,
nas veces, el fracaso de todos sus por lo menos, hacen ver que su tes
propósitos les . corrige, pero muchas timonio interno tiene necesidad de
_veces demasiado tarde. Hubo un vi- una verificación externa para ser
. • sionario,. muerto hace. poco, que ·se creído, y deberían hacer milagros
creía inmortal porque era muy viejo para tener derecho a pasar por pro
y se sentía muy bien, y, sin haber fetas · e inspirados. Habría, sin em- .
leído el libro de un- inglés. publi · bargo, un caso en que estas· inspira
cado recientemente (que nos quería ciones traerían· sus pruebas consigo.
hacer creer que .Jesucristo había ve Este caso sería cuando verdadera
nido de nuevo para eximir de la mente esclarecieran el espíritu por
muerte a los verdader(?S creyentes), descubrimientos importantes de al
abundaba en Jos mismos sentimien gún conocimiento extraordinario que
tos desdé hacía muchos años; pero estuviese por encima de las · fuerzas
cuando·· se sintió morir llegó hasta· de la persona y que· los hubieran
dudar de toda religión . porque no · adquirido sin ningúri• auxilio exte
se realizaban sus quimeras. Quirin rior. Si Jacobo Boehme, famoso za
Kuhlmann, silesiano, hombre de sa patero de Lusacia, cuyos escritos han
ber y de ingenio, pero que luego dio sido traducidos del alemán a otras
en dos clases de visiones igualmente lenguas bajo el nombre de filosofía
peligrosas: una la de los entusias teutónica, y tienen, en efecto, algo
tas, y la otra la de los alquimistas, de grande y bello para · una perso
y que hizo . mucho ruido en lngla- · na de•su condición., hubiese sabido
.terra, en -Holanda y· hasta en Cons hacer oro,- como creen algunos, o
tantinopla, se le ocurrió. ir a Mos como lo hizo San Juan Evangelista;
covia y mezclarse allí en ciertas in si hemos de creer lo que dice un
trigas contra .el ministerio, en el · himno hecho en su honor: ·
tiempo en que reinaba la princesa Inexhaustem fert thesaurum
Sofía, y fue condenado al fuego y . Qui de virgis fecit aurum ,•
murió renegando de sus predicacio Gemmas de lapidibus,
nes. Las disensiones de estas gentes
entre sí le�deberían también con habríamos podido dar más crédito
vencer di; que su pretendido testi a aquel zapatero extraordinario. Y si
monio interno no .es divino, y que la señorita Antoinette Bouringnon
370' LEIBNIZ
11'
hubiese suministrado a Bertrand La un tiempo parecido al nuestro. Lo
Coste, ingeniero francés de Hambi.Jr que hace ver no sólo el poco fun
go, la luz · en las creencias que él damento, sino también �l peligro
creía haber recibido de ella, coiuo de estas obcecaciones. Las historias
lo. manifiesta al dedicarle su libro están llenas del mal efecto de ·las
de la cuadratura del círculo (en ,el profecías falsas o mal entendidas,
que, haciendo alusión a Antoinette · como se puede ver- en una sabia y
y Bertrand, la llamaba Ja A en teo juiciosa disertación De . officio viri
:Iogía, como él se llamaba a sí mis boni circa futura contingentia que el
mo B en matemáticas) , no se habrfa. difunto Jacobus Thomasius, célebre
sabido qué decir.. Pero no . se ven profesor de Leipzig, dio eh· otro
ejemplos de un éxito considerable tiempo al público. Es verdad, sin
de esta naturaleza, ni predicciones embargo; que estas persuasiones ha
que hayan resultado ciertas a tales cen a veces buen efecto y . sirven
perso,:ias. Las profecías de Poniato- · para grandes empresas, pues Dios
via, de Drabitius y de otros, i:}ue el se puede servir del error para esta
'f hpnrado Commenius publicó en su blecer o mantener la verdad. Pero
Lux in tenebris, y que produ_jero11 yo no creo que nos .sea lícito a
agitaéiones en las tierras heredita nosotros servimos ·de los fraudes
rias ·del emperador, fueron falsas, piadosos aun con buen fin. ·y en
y los. -que en ellas creyeron, bien cuanto a los dogmas de la religión,
desgraciados. Ragozky, príncipe de no tenemos necesidad de nuevas re
Transilvania; fue ·lanzado por Dra velaciones; basta que nos propongan
bitius a la empresa de Polonia, -::n reglas salvadoras, para que estemos
la que perdió su ejército, y luego obligados a seguirlas, aunque el. que
sus Estados y su vida; y el pobre las proponga no haga ningún mila
Drabitius, mucho tiempo· después, a gro; y aunque Jesucristo estuviese.
.la edad de más de ochenta años, fue provisto de ellos, no deja de rehusar
decapitado, por orden del empera alguna vez de hacerlos para compla
dor. Sin erriba�go, no dudo que haya cer a esta raza perversa, que pedía
personas que hagan revivir estas pre signos cuando no predicaba más que
dicciones "inopor�namente, con oca la virtud y lo que ya había sido en
-
sión de los presentes desórdenes de señado por · la razón natural y los
Hungría, sin reflexionar que esos pre profetas.
tendidos profetas hablaban. de los
acontecimientos de su tiempo, en lo
cual hacen como aquel que, después CAPÍTULO XX
· del bombardeo de Bruselas, publicó
una hoja volandera en la que se in- · Del error
sertaba un pasaje tomado de un
libro de Mlle. Antoinette, que no § 1. FIL.-Después de haber ha
quiso ir a dicha ciudad porque (si blado bastante de todos los medios
no recuerdo mal) había pensado que· nos hacen conocer o adivinar
vella en llamas; pero dicho bom- la verdad, digamos algo de nuestros
. bardeo no se efectuó hasta después errores y falsos juicios. Al ver que
de su muerte. Conocí un hombre hay tantas disension�s entre :los hom
que fue a Francia durante la guerra bres, es preciso creer que se engañan
· que terminó por la paz de Nimega muchas ve·ces. Las causas de estos
• a importunar al señor de Montau errores se pueden ·reducir a cuatro:
sier y al señor de Pomponne sobre 1 ") la falta de pruebas; 2 9) la· poca
el fundamento de las profecías· pu habilidad para servirse de ellas;
blicadas por Commenius, y se ha� 39) la falta· de voluntad de emplear
bría creído inspirado (creo "yo) si las; 4") las falsas reglas de probabi
hubiese hecho sus proposiciones en lidad. § 2. Cuando hablo de falta .
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 371
tantes. El ejempló hace mucho.· Ge importa que su alma . esté cubierta
neralme_nte seguimos el de nuestros· de los harapos de· la pre_1ención y
igual�s, que nos vemos obligados a del error, y que la desnudéz, es de
practicar sin manifestar espíritu de cir, la ignorancia, se· deje ver al tra
co�trariedad, y esto hace que parez� vés de ellos. Sin hablar de los intere
camos fácilmente semejantes a ellos. ses que deben tener por un estado
Es muy difícil contentar al mismo futuro, no por eso_ descuidan menos
tiempo la razón y 1a costumbre. En lo que tienen interés en conqcer en
cuanto a los que carecen de capa� la vida que llevan en este mundo.
cidaq, hay quizá menos de los que Y es algo extraño que muchas veces
se piensa; y yo creo que el .buen los que consideran el · poder . y la
sentido con la aplicación · pueden · autoridad como un patrimonio de
bastar · a todo aquello para lo que su nacimiento y de su fortuna, los
no se exige prontitud. Presupongo abandonan negligentemente a -per�
el buen senµdo'_ porque yo no creo sonas de una condición inferior a
que pretendáis· que investiguen la la suya, pero que les sobrepujan en
verdad los habitantes de los mani conocimiento; pues es precilm que
comios. Positivamente se encontra los ciegos sean éoriducidos por los
rían entre estos mismos muchos que que ven o que se caigan al preci
podrían recobrar la razón fácilmente picio, y no hay peor esclavitud que
si poseyéramos fos medios para ello, la del entendimiel).to.
y cualquiera , que sea la diferencia TEo.-No hay prueba más eviden
original que hay entre nuestras al te .. de fa negligencia de los hombres
mas (c·omo yo creo que, en efecto, con relación a sus . ve!daderos. in
la hay), es siempre seguro que la · tereses que el . poco cmdado , que
una podría ir tan lejos como la citra tienen en conocer y practicar lo que
· (pero no _quizá tan de prisa) si fue conviene a la salud, que es uno de
ra conducida como es preciso. nuestros mayores bienes; y aunque
§ 6. FrL.-Hay otra clase de gens los grandes se resientén tanto o más
tes que no carecen más que de vo que los otros de los malos efectos
luntad. Un violento apego al placer, de esta negligencia, no escarmien
una constante aplicación a lo refe- tan, Por fo que se refiere a la fe,
. rente a su fortuna, una pereza . o muchos consideran el pensamiento .
negligencia general, una aversión que les podría llevar a la discusión,
particular hacia el estudio y_ la me.:· como una tentación del demonio,
<litación, les impiden · pensar ·seria que no creen poder vencer de otra
mente en la· verdad. Los hay tam manera mejor que dirigiendo el es
bién que . creen que una investiga- píritu · a cualquiera otra cosa .. Los
-· ción exenta de. toda parcialidad no hombres que sólo aman los placeres
sería favorable a las opiniones que o que • se aferran a cualquiera ocu
más se acomodan con sus prejuicios pación, tienen costumbre de des
y sus designios. Hay personas que cuidar los demás asuntos. Un juga
no quieren leer una carta que pre dor, 'un cazador, un bebedor, los
sumen que trae. malas noticias, y mismos aficionados a bagatelas, per
muchos evitan puntualizar sus cuen derían su fortuna y sus bienes por
tas o informarse del estado de sus no entablar un pleito o hablar a
bienes, por miedo de saber lo. que persónas de posición. Los hay como·
quisieran ignorar. Los hay también el emperador Honorio, que cuando
que poseen grandes rentas, y todas· le contaron la pérdida de Roma
las emplean en satisfacer el cuerpo, creyó que se referían a su gallina,
sin pensar en - los .medios de perfec que se .llamaba así, y esto le produ
cionar el entendimi•ento. Tienen gran · jo mayor tristeza que :la verdad,
empeño en aparecer· siempre equipa cuando Já supo. Sería de desear que
dos lujosa y brillan1:emente, y no· les los hombres que tienen · poder tu-
NUEVO TRATADO SOBRE EL. ENTENDIMIENTO HUMANO 373
ficación de ·tos hechos bajo el' nom tido es·una cosa extraña: yo· he visto
bre de tradición. Esta fue la opi personas que abrazaban ardiente
nión de Henry Rolden:, inglés, doctor mente uria opinión por la única ra
de la Sorbona, autor de un libro ti zón de que estaba ,aceptada en su
tulado Análisis de la fe, en donde, orden, o solamente porque era con
según los principios del Commoni traria a la de · un hombre, _ de una
torium de Vincent · de · Lerins, sos religión o de un partido que no les
tiene . que no se podrían introducir agradaba, aunque el tema no tuviera
decisiones nuevas en la ·· Iglesia, y casi conexión con la religión o con
que todo - lo que los obispos . reuni los intereses de los - pueblos. Quizá
dos en concilio pueden hacer es tes ignoraban que esta era en _realidad
timoniar el hecho de fa doctrina la fuente de su celo; pero yo nota
aceptada en su diócesis. El principio ba que a fa primera . noticia de
es especioso si permanecemos dentro que éste o aquél había escrito sobre
de las generalidades; pero cuando el asunto, revolvían las bibliotecas
se pasa a los hechos, vemos que di- y alambicaban sus espíritus anima
ferentés países h-ari acepúado -opinio- - les para encontrar .elementos con que
nes diferentes desde hace mucho refutarle. Esto es lo que se practica·
tiempo, y aun en- los mismos países también con frecuencia por los que
se ha pasado de lo blaricp a lo negro, sostienen tesis en las universidades
a pesar de los arguritentos de Amaud y tratan de señalarse contra .sus ad
contra los cambios insensibles; ade versarios. Pero, ¿qué diremos de las
más de · que, muchas veces, sin li doctrinas prescritas en los · Hbros
mitarse a atestiguar, se han metido simbólicos del partido incluso entre
a juzgar. Esta · es también, en él los protestantes, que frecuentemente
fondo, la opinión de Gretser, sabio se· ven obligados a abrazar bajo ju
jesuita de Baviera, autor de otro ramento? Que algunos no creen sig
Análisis de la ff!, aprobado por los nificar entre noostros más , que }a
teólogo� de su · orden, que dice que obligación de profesar lo qt1e estos
la Iglesia puede juzgar de las con- · libros o ronnularios contienen de
troversi-as creando nuevos artículos la Sagrada Escritura, en lo cual son
de fe, porque · le ha sido prometida contradichos_ por otros. Y en las
la asistencia del Espíritu Santo,· aun órdenes · religiosas del partido de
que se trat,a muehas veces de dis- Roma� sin contentarse con las doc
frazar este sentimiento, sobre todo trinas establecidas por 1-a Iglesia, se
en Francia, como . si la ·. Iglesia no prescriben límites más . estrechos · a
hiciese más que esclarecer las doc los que enseñaµ; 'prueba de ello son
trinas ya establecidas. Pero el escla las proposiciones que el general de ·
recimiento es una- enunciación ya los jesuitas,- Claudio Aquaviva (si
aceptada o es otra nueva que se no me engaño), prohibió que se en
cree sacar de la cloctrina ya reci señaran. en sus· escuelas. Bueno sería
bida. La práctica se opone la mayor (por decirlo de pasada) -hacer una
parte de las veces al primer sen compilación sistemátic� de las pro-
tido, y en el segundo; la nueva enun . posiciones decididas y censuradas
ciación que 5e establece, ¿qué puede por concilios, papas, obispos, supe
ser más que un artículo nuevo? Sin riores, facultades, que serviría para
embargo, yo no soy de· opinión de la historia eclesiástica. Podemos dis ¡.
que se desprecie la antigüedad. en tinguir entre enseñar y profesar una .
materia religiosa; y aun · creo que se opinión. No hay en el, mundo ni
puede decir que Dios ha preservado _juramento · ni prohibición que pueda
a· los concilias verdaderamente ecu forzar, a un hombre. a seguir en la
ménicos, hasta aquí, de todo error misma' opinión, pues las ideas son
contrario a }a doctrina saludable. involuntarias en sí mismas; pero
Por lo demás, .Ja prevención de pár- puede y debe abstenerse <Je enseñar
1.
,__L______�:________:__ ___________-'--------------"
_378, LEIBNIZ
una· doctrina que pasa por perni a entender, pues sin ningún conoci
ciosa, por lo menos cuando no se miento de causa pueden haber lle
.. cree obligado a ello en conciencia. gado a una fe implícjt¡f, sometién
Y en este caso es preciso declararse dose generalmente y a veces cíega
sinceramente y dejar el puesto, cuan- mente, péro muchas veces de buena
. do se está encargado de enseñar; su fe, al juicio de los demás, cuya auto
poniendo ·siempre que esto se pueda ridad han llegado a reconocer. Es
hacer sin exponerse a un peligro ex verclad oue. el interés que en ello
tremo, que podría obligamos a de tienen contribuye 'ª esta · sumisión;
jar. nuestro cargo silenciosamente. pero esto no impide, al fin, que la
Y casi no se ve otro medio de coor opiriión se forme. En la Iglesia ro
dinar los derechos del público y de mana se contentan con esta fe im-
los _particulares: aquél, porque se . plícita casi, no habiendo quizá ar
cree obligado a impedir lo que juz tículo, debido a la revelación, que
ga malo, y éstos, porque no pueden en ella se juzgue absolutamente 'fun
prescindir · de los deberes exigidos damental, ni que pase por necesario,
por su conciencia. necessitate medii; es decir, • ·cuya
. § 18. F1L.-Esta · oposi�ión entre creencia sea .una condición absoluta
el público y los particulares, y aun mente indispensable para la salva
entre las opiniones públicas de los ción. Y .Io son todas necessitate
diferentes partidos, es un mal inevi praecepti por la necesidad que se
table. Pero muchas veces las mismas enseñ-a de obedecer ·a · la Iglesia,
oposiciones no son más que aparen como se la llama, y de prestar toda -
tes, y no.consisten sino en las fórmu la atención debida a Jo- que es pro
las. Me veo obligado también a _de puesto, como proveniente de •oios,
cir, para hacer justicia al género hu todo . bajo pena de pecado mortal.
mano, que no hay tantas personas. Pero esta necesidad no exige más
sumidas en el error, como se supone que· una docilidad razonable, y no
ordinariamente; . no porque yo cr'ea obliga absolutamente al asentimien-
que abracen la verdad, sino porque, to, según los· más sabios doctores de
. en efecto, sobre las doctrinas, de que esta Iglesia. El cardenal Bellarmino
tanto se habla, no tienen absoluta -mismo c_reyó, sin embargo, que ño
mente opinión alguna positiva, y sin · había nada inejor que esta fe de .,
examinar ·nada y sin tener en el es- niño, que se somete a una autoridad
- píritu las más superficiales ideas so establecida, y cuenta con aproba
bre el asunto en cuestión, están re ción la ocurrencia de un moribundo
sueltos a permanecer fieles a sü par• que eludió al diablo por medio de
tido, como soldados que no exami este círculo,. que se oye repetir fre-
nan la causa que defienden; y si la _cuentemente:
vida de un hombre nos hace ver que
. no tiene respeto alguno sincero a la Yo·creo todo lo que cree la Iglesia;
· religión, le basta con tener la mano la Iglesia ·cree lo que yo creo.
y la lengua dispuestas a sostener la .
opinión común para hacerse reco
mendable a los que le pueden pro CAPÍTULO XXI
curar apoyo.
TEo.-Esta justicia que hacéis al De la división de las ciencias·
·género humano no es ciertamente
· una alabanza; y los hombres esta § 1. F1L.--=-Hemos llegado al fin
rían más disculpados al seguir sin de nuestro camino y todas las ope
ceramente . sus opiniones que al di raciones del entendimiento están es
simularlas interesadamente. Quizá, rudiadas. Nuestro propósito no es
sin embargo, haya más sinceridad i:ntrar en el detalle mismo de nues
--
en sus actos de lo qu/f parecéis dar · tros conocimientos. Sin embargo,
NUEVO TRATADO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO 379
quizá sea 'oportuno aquí, antes de de las lenguas, que es algo indefi
terminar, hacer una revisión general nido y arbitrario. Además, al expli
considerando la división de las cien- car las paliabras nos vemos obhga
' cias. Todo lo que puede entrar en dos a hacer una incursión en • las
la esfera del entendimiento humano ciencias mismas, como sucede en los.
es, o la naturaleza de las· cosas en diccionarios, y por otro lado no po
sí mismas, o, en segundo lugar, el dríamos tratar la ciencia -sin dar al
hombre en calidad de agente, ten mismo tiempo las definiciones de los
diendo a su fin particular y a su términos. Pero la principal dificul
felicidad, y, en tercer. lugar, los me tad que encontramos en esta divi
dios de adquirir y de comunicar el sión de fas ciencias es que cada
conocimiento. Y he aquí la ciencia parte parece devorar el todo; en pri-
dividida en tres· especies. § 2. La . mer lugar, la moral y la lógica cae- _
primera es la física o la filosofía rán dentro de la física, tomada en
natural, que comprende, no sola el -sentido general que acabamos de
mente el cuerpo y sus afecciones ver; pues al hablar de los espíritus,.
como número, · figura, sino también es decir, de las sustancias que tienen
los espíritus, Dios mismo · y los án entendimiento y voluntad, y al ex
geles. § 3. La segunda es la filoso plicar este entendimiento a fondo,
fía práctica o moral, que enseña el haréis eritrar ahí toda la lógica; y al ·
modo de obtener cosas buenas y úti eicplicar en fa doctrina de los espí
les, y se propone no solamente el ritus lo que pertenece a la voluntad,
conocimiento de la verdad, sino tam será preciso hablar del bien y del
bién la práctica de lo que es justo. mal, de la felicidad y de Ja· desgra
§ 4. En fin; la tercera es la lógica cia, y sólo de vos dependerá llevar
o el conocimiento de los -signos, pues . más allá esta doctrina para hacer
Myo� significa palabra. Y -nosotros entrar en ella toda-la filosofía prác
tenemos necesidad de los signos de tica. En cambio, todo podría entrar
nuestras ideas para poder comuni en la filosofía práctica, porque· todo
car nuestros pensamientos, tanto co sirve a nuestra felicidad. Sabéis que
mo par.a. registrarlos para nuestro . la teología es considerada, con ra
propio uso. Y quizá, si se considera zón, como una ciencia práctica, y
distintamente y con el mayox: cui la juri-sprudencia e igualmente la me-
dado posible, que esta última espe . dicina, que no lo .son menos; de
cie de ciencia vet1Sa sobre las ideas modo que la doctrina de la felici
y las palabras, · tendríamos una ló dad humana o de nuestro bien y
gica y una crítica diferente de la que nuestro mal absorberá todos estos
hemos visto hasta el día. Y estas conocimientos cuando se quiera ex
tres especies: la física; la moral y plicar suficientemente todos los me-.
la lógica, son como tres grandes dios que sirven al . fin que la razón
provincias en el mundo intelectual, se propone. Así es como Zwingerus
enteramente · separadas y . distintas lo comprendió todo en su Teatro
una de otra. · · metódico de la vida humana, que
TEo.-Esta división era ya céle · Beyerling desorganizó poniéndolo en
bre entre los ,antiguos, pues bajo la orden alfabético. Y tratando todas1
lógica comprendían también, como las . materias por medio de diccio-
vos hacéis, todo lo que se refiere a narios por orden alfabético, loa doc
las palabras y a la explicación de trina de las lenguas (que vos ponéis
. nuestro pensamiento, artes dicendi. en la lógica , con · los antiguos) , es
Sin embargo, hay aquí una difiéul- decir, en la discursiva, se apoderará
. - tad, pues la <!iencia de razonar, de a su vez del territorio de las demás.
_juzgar, de inventar, parece muy di He aquí, pues, vuestras tres grandes
ferente del conocimiento de las eti::. provincias de la enciclopediia, en
mologías de las palabras y del uso guerra continua, pues que una invade
380 LEIBNIZ
pertorio puede y debe indicar los cado los. títulos de cada facultad se
sitios en que se encuentJ:tan las pro gún el orden alfabético de los tér
posiciones importantes que se refie minos principales que entran en la
ren á. un mismo asunto. Y aún care inscripción de tos libros, lo que ali
�emos · de tal repertorio· en geonie viaba a estos autores, porque no te
trfa, que serra de una gran utilidad, nían necesidad de ver los libros ni
incluso pa,ra facilitar la invención y de enterarse de la materia de .que
hacer que progrese la ciencia, pues éstos trataban; pero que no es sufi
aliviaría la memopa y nos �vitaría ciente para los demás, a menos que
muchas veces el trabajo de buscar se haga referencia de los títulos a
· .de µuevo 1o· que ya está descubierto. otros de semejante significación,
y con mayor- razón los repertorios pues, sin hablar de una gran canti
servirían también en las otras cien da� de faltas cometidas poi: ellos,
cias en que el arte de razonar tiene se ve que muchas veces una misma
menos eficac¡i, y sería sobre todo cosa es designada con diferentes
de una extrema necesidad en 1a me nombres, como, por ejemplo, ob
dicina. Pero el arte de hacer tales servationes juris, · miscellanea, con
repertorios no sería de los menores. ;ectanea, electa, semestria, proba-
382 LEIBNIZ
..
ANÁLISIS
'----"-'------_.e_____ - -- - -- - ---'--------'
-·
-·I
·' i
Principia
· philosÓphiBJ
· sen theses in gratiqm principis �ugenii
conscriptBJ 1
L.:_ ,....___
1
.390 LEIBNIZ (
. cibirse de ningún cambio en las co simple, no es otra cosa que la !Jama
sas; puesto que lo que hay en lo da percepción, la cual _ilebe distin
compuesto no puede proceder • sino guirse de la apercepcióit'o conscien
de los 'ingredientes simples; y si Ias cia, como se verá más adelante. En
ni6nadas oareciesen de cualidades, esto es en lo que :los cartesianos han
serían. indistinguibles unas de otras,· fallado mucho, por no haber teqid9
ya que, en cantidad, no difieren; y en cuenta las percepciones de que
por-consiguiente, supuesto lo lleno, no .nos apercibimos. Y esto es -lo
un lugar cualquiera no recibiría que_ les ha inducido· a creer que
nunca, en el movimiento, sino lo sólo los espíritus eran mónadas, y
equivalente de lo que había tenido, que no había almas de fos animales
y un estado de las cosas -sería in ni otras· entelequias; y por eso han .
discernible de otro. confundido, como el vulgo, un largo
99 Y hasta es preciso que· cada desmayo con la muerte misma, en
mónada sea diferente de otra cual rigor, por lo cual han caído tam
quiera. Porque no hay nunca en 1a bién · en el prejuicio escolástico de
naturaleza dos seres que sean perfec las -almas enteramente separadas, y
tamente el uno como el otro y en hasta han confirmado a los ingenios
los cuales no sea posible hallar una mal dispuestos en la opinión _de que
diferencia interna, o fundada en una las almas 'mueren. · .
denominación. intrínseca.6 15. La acción del principio inter
10. Ta�bién .doy por concedido no, que verifica el cambio o trán
que todo ser creado · está -sujeto .a sito. de. una. percepción a otra, puede
cambio, y, por consiguiente, también Ilam!lrse apetición; ciertamente, el
la mónada, que asimismo es creada, apetito no puede conseguir siempre
e incluso que el tal cambio es con enteramente toda la percepción a
tinuo en cada una. que tiende; pero siempre obtiene
1 L Síguese de lo que acabamos algo de ella y consigue percepciones
de decir que los cambios continuos nuevas ....
de las mónadas, vienen de un prin- · 16. Nosotros mismos experimenta
cipio interno, pues.to que ninguna mos una muchedumbre en la sus
. causa externa puecle •influir en su in tancia simple, cuando hallamos que
terior (§ 396 y 90) .. : el menor pensamien,to, de que nos
12. Pero también es preciso . que, apercibimos, envuelve una -variedad
además del . principio del cambio, en el objeto.Así, pues, todos .los que
!Jaya -un detalle de lo que cambia, reconocen que el alma es una sus
que haga, por decirlo así, ' '1a espe tancia simpl�, deben reconocer esa
cificación y la variedad de las sus- muchedumbre en la mónada; y Bayle
tancias simples. no debiera haber hallado en esto
13. Ese detalle debe envolver una dificultad, como fo ha hecho, en su
muchedumbre ·en la unidad o en lo Diccionario, artículo. Rorarius. 0
simple. Pues en todo cambio natu
ral, ya que se verifica por grados, o Bayle. Autor del famoso Dicciona
háy algo que cambia y algo que rio histórico y r:rítico. Rorarius (Rora
permanece; y, por consiguiente, es rio), legado de los .Papas Clemente VII
preciso que en la sustancia simple v Pablo III, escribió un tratadito sobre
haya una pluralidad de . afecciones la inteligencia de los animales. Beyle,
y relaciones, aunque en ella no haya al tratar en este artículo de su Diccio
partes. · nario la cuestión de la inteligencia de
14. El estado -transitorio, que en- · los animales, habla de la unión del al
welve y representa una muchedum ma y el cuerpo, se refiere a la hipó- ·
bre en la unidad o en la sustancia tesis de la armonía preestablecida y al
sistema de Leibniz, a quien critica. Véa•
se la Monadología, párrafo 59, pág. 71,
º. Principio de los indiscernibles. de la presente edición.
r
r-
\ LA MONADOLOGÍA 391
L'----------"-'-
392 LEIBNIZ··
i
L ..... --
394
. Dios. Esta ímperfección_ original de
LEl�NIZ
. ----------�---'
f
396 LEIBNIZ
1 }._
j
distintamente el cuerpo que . parti
en el detalle de todo el universo y cularmente le es -afectado y cuya
no puede ser distinta rsino en una entelequia constituye;· y ·como este
pequeña parte de las cosas, es, decir, . cuerpo expresa el universo todo, por
en aquellas que son las más próxi la conexión de toda la materia llena. ;¡¡,
",
mas o las más grandes, con respecto el alma representa también el uni
a cada mónada; que si no, cada mó verso todo, al. representar el cuerpo
nada sería una divinidad. No en el que le pertenece de· modo ·particu
objeto, sino en fa modificación del lar (§ 400).
· conocimiento del objeto son limita• 63. Bl cuerpo perteneciente a una
das las mónadas. Todas; confusa mónada,. que es su entelequia o su
mente, van al ipfinito, al todo; pero alma, constituye con -la entelequil! lo
son limitadas y distinguidas por los que puede llamarse un viviente, y
grados de -las percepciones distintas. con el alma, lo que puede llamarse
61. Y los - compuestos, en esto, un animal. 'Ahora bien, .este cuerpo
simbolizan o se conforman con fos de un viviente- o de un animal 'es
siempre orgánico, pues siendo toda
<l
simples. Pues como todo es lleno,
lo cual hace que la materia esté tra mónada un espejo del universo, a su
bada toda; y como, ,además, en -lo manera, y hallándose el universo
. lleno todo movimiento produce un arreglado en -perfecto orden, ,preci
efecto en los· cuerpos distantes, se-· sa ·que haya también un orden en
gún la distancia, · de tal suerte que el representante, es · decir, en ]as
un cuerpo no solamente es afectado percepciones del alma, y, por con
por los cuerpos que lo tocan y no siguiente, en el cuerpo, según el
· sólo se resiente en cierto modo de cual el universo está representado
lo que a ·éstos •sucede, sino que· tam (§ 403).
bién, por medio de ellos, recibe el 64. Así en cada cuerpo orgánico
influjo de los que tocan á ilos pria de un viviente hay una suerte de
meros, por los cuales es inmediata máquina divina o. un autómata na
mente tocado, se sigue que esta co tural que sobrepuja infinitamente a
municación se transmite a cualquier todos los autómatas artificiales. ·Por
distancia. Y, por consiguiente, todo. que una máquina hecha por el arte
cuerpo resiente los. efectos de cuan humano nó es máquina en todas sus
to pasa en el universo, de tal modo, partes. Por ejemplo: el diente de -
que aquel que . todo lo ve podría · una rueda ,de metal tiene partes o
leer ert uno -lo que en ·todos· sucede fragmentos que no son ya, para
y aun lo que ha sucedido y sucede nosotros, nada artificial ni poseen
rá, advirtiendo en el presente · Jo nada que tenga carácter de máquina.
lejano, tanto en l9s tiempos como con réspecto al us� a que la rueda
en los -lug�res: ciúµmioLx Tta.v-rx,16 está destinada. Pero· las máquinas
· que decía Hipócrates. Pero un alma de la natura'.leza, o sea los cuerpos
no puede leer en sí misma sino vivos, son máquinas hast-a en stis
aquello tan sólo que en ella está mínimas partes, hasta el infinito.
representado , distintamente, y no Esta es la diferencia entre la natu
puede de un golp� desenvolver todos raleza y el arte; es decir; entre el
arte divino y el humano (§. 134,
. 10 Todo conspira. La cita griega está 146 y 194).
tal como Leibniz la escribió de su 65. Y el autor de la naturaleza ha
mano. podido hacer es'te· artificio divino e
l LA MONADOLOGÍA 397
,-
'
i
infinitamente maravilloso porque pretado mal- mi" pensamiento,· que·
cada parte de la materia no sólo cada a:lma tiene una masa o parte
es divisible al infinito, como fo· han · de materia propia, adscrita a ella
reconocido los antiguos, sino que para siempre y que posee, por· lo
está actualmente subdividida sin fin tanto; otros vivientes inferiores, des- ·
en otras· .partes, cada una de las tinados· siempre a su servicio. Pues
cuales !).ene un movimiento propio, todos los cuerpos están en perpetuo . \
que de otro · modo sería imposible flujo, como los tíos, y unas partes
que cada porción de la materia pu entran en ellos y otras salen de ellos
diera expresar el universo todo (Pre continuamente.
liminar. § 70; Theod. § 195). 72. Así el alma cambia de cuerpo
66. Por donde se ·ve que en la poco a poco y por grados, de suerte
más mínima parte de la materia . que no se ve despojada nunca de
hay un mundo de criaturas vivien un golpe de todos sus órganos; hay
tes, animales, entelequias, almas. a menudo metamorfosis en los ani
67. Cada parte de la materia pue males, pero nunca ·metempsicosis ni ·
de ser concebida como un jardín transmigración de las almas; ni tam
lleno · de plantas y como un estan poco hay almas totalmente · separa•
que lleno de peces. Pero cada rama das, ni genios ,sin cuerpo. Sólo· Dios
de la planta, cada miembro del está enteramente desprovisto de él
animal, cada gota de sus humores (§ 90 y 124) ..
es también como ese jardín o ese 73. Y esto es lo que hace que
estanque, nunca haya tampoco ni generación
68. Y aunque la tierra y el aire, entera ni perfecta muerte, en rigor,
que hay entre las 1 plant•as del jar consistente en �a separación del · ·
dín, o el agua, que hay entre los alma. Y lo que llamamos generacio
peces del estanque, no son ni planta nes son desenvolvimientos y· acre
ni pez, contienen, sin embargo, otras centamientos, y lo que· llamamos
plantas Y oti:os peces, tan sutiles, muertes son envolvimientos y dismi- ·
empero, , casi siempre, que no pode nuciones.
mos percibirlos.17 74. Los filósofos se han visto muy
69. Así, no hay nada inculto, es pez,plejos en la cuestión de lo� orí
·téril y muerto en el universo; el genes de las formas,. � nteleqmas o
caos y · la confusión son sólo apa almas; pero hoy, hab1e!1d�e adver .
rentes; como si se mira un estanque tido por exactas invest1gac1ones he
a cierta distancia; d�sde lia cual se cha; sobre las plantas, los insectos
vislumbra .tm movimiento confuso y, y dos animales, que los cuerpos or-
por decirlo así, un revoltijo de pe gánicos de la naturaleza no son nun
0
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17 Ideas sugeridas sin ducl:a por los. y_a Leibniz en el Nuevo sistema de la
cubrimientos debidos al uso del mi naturaleza. Véase pág. 30 ·de la presen
scopio. Véase más arriba, pág. 30. te traducción.
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l , __ - ---------'
398 LEIBNIZ
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l
LA MONADOLOGÍA 399
83. Entre otras diferencias que considerado como Arquitecto de la
hay entre las almas ordinarias y los máquina del universo y Dios · con
espíritus, algunas de las cuales ya siderado como Monarca de la Ciu \.
he indicado, hay ésta además: que dad Divina de los espíritus (§ 62,
las almas en general son espejos vi
vientes o imágenes del universo de · 74, 118, 248, 112, 130 y 247)'.
88. En virtud de esta armonía,
las criaturas; pero los espíritus son, las cosas conducen ,a ,la gracia por
además, imágeµes de la Divinidad las sendas mismas de la naturaleza,
misma o del · mismo Autor de la y este globo, por ejemplo, debe ser
naturaleza; son capaces de conocer destruido y reparado, por vía natu
el sistema del universo y de imitar ral, en los momentos en que lo
algo de él en ciertas muestras ar
quitectónicas, siendo cada espíritu requiera el gobierno de los espíri
como una pequeña divinidad en su tus, para castigo de unos y recom
departamento (§ 147). pensa de otros (§ 18 y ss., 110, 244,
245 y 340).
84. Y por esto son los. espíritus
capaces de entrar en una como so 89. Puede decirse también que
ciedad con Dios, el cual, con respec Dios, como Arquitecto, satisface en
. to de ellos, es no solamente lo que todo a Dios, como ilegislador; y así
un inventor con respecto a su má los pecados deben llevar consigo su
quina (que Dios fo es con respecto penitencia, por orden de naturaleza ¡¡
a sus criaturas), sino lo que un prín y en virtud de :la estructura mecá
cipe con respecto a sus súbditos o nica de las cosas; y asimismo las
hasta un padre a sus hijos. hermosas acciones conseguirán sus
85. De donde fácilmente se con recompensas por conductos _mecáni
cluye que la re@i,ón de todos los cos, con relación a los cuerpos, aun
espíritus · debe formar la Ciudad cuando esto no pueda ni deba su
de Dios; es decir, el más perfec ceder- siempre en el acto.
to Estado posible bajo el más per 90. Por último, bajo ese gobierno
fecto de los Monarcas (§ 146. Re perfecto, no habría acción buena sin
sumen). recompensa, ni . acción mala sin cas
86. Esta Ciudad de Dios, esta mo tigo; y todo debe parar en el bien
narquía verdaderamente universal, de los buenos, es decir, de los que
es urt mundo moral en el mundo en este gran Estado no se hallan
natural, y fo más elevado y sublime descontentos, de los que fían en la
· que hay · en las obras · de •· Dios, y Providencia, después de haber cum
en ello consiste verdaderamente la plido con su deber, y aman e imi
gloria de Dios,. ya que no habría tan como es debido al Autor de
tal gloria, si, su grandeza y bondad todo bien, comp:laciéndose en con
no fueran conocidas y admiradas por siderar sus perfecciones �eg(in [a
los espíritus; y.--también lá bondad naturaleza del puro amor verdade
la tiene propiamente . Dios con re• ro, que nos hace saborear .Ja felici
Iáción a esta Ciudad Divina, en tan dad de lo amado. Por · eso los que
to que su sabiduría y su potencia son sabios y virtuosos trabajan en
se muestran por doquiera. todo .Jo que parece conforme con la
87� Y así como hemos estableci voluntad divina presunta o antece
do anteriormente una armonía per dente, coformándose, sin embargo,.
fecta entre dos reinos naturales, el con fo que Dios ordena que suceda
de las causas eficientes y el de la� - efectivamente, por su voluntad se
finales, d.J,emos notar aquí también creta, consiguiente y decisiva; reco
otra armonía entre el reino físico nociendo que si pudiéramos enten
de la naturaleza y el reino . moral der bien el orden del universo, ha
de la gracia; es decir, entre Dios llaríamos que sobrepuja los más
7
400 LEIBNIZ
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1
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V
PRINCIPIOS DE LA.NATURALEZA Y DE LA
GRACIA, FUNDADOS EN RAZóN *
1714
1 I
1 nal, capaz de elevarse a las verdades · eternas por obra dP. la aper
cepción. Aquí arraiga el fundamento radical de la esencia y �xistencia
de los reinos de la naturaleza y. de la gracia y el de su constitutiva
a:rmonía. La naturaleza es el orden causal de los acontecimientos; la
gracia, el don voluntario de Dios, quien,· como autor de cuanto existe
y ocurre, establece este finB;l principio supremo del orden: "la na
turaleza conduce a la gracia y la gracia perfecciona la naturaleza".
Bien que el hombre es limitado, al , ponderar las excelencias de la
vida, termina por creer en la sabiduría y bondad infinitas, que provi
dencialmente lo impulsan al amor de. Dios, motivo permanente de
esperanza y beatitud en progreso continuo.
En esta serie de cuestiones, Leibniz. toca finalmente el tema
medular de la filosofía de la historia (bien que sin mencionar el
nombre ·de esta disciplina). Su pensamiento no se aparta de la esca
tologí� cristiana: "El Estado más perfecto, formadq y regido por el
más grande y mejor de los monarcas. . . en donde hay tanta virtud y
. felicidad como es posible que haya. . . la Ciudad. de Dios".
•
Así como, entre otras, la Monadología, el Nuevo tratado del en-
tendimiento humano y e� Discurso de metaf�sica, los Pri,:u:ipios de la
naturaleza y de la gracia fue ·una obra·postuma. Escnta en 1714,
�1·
se publica por vez primera en 1718. Ya aparece en la edición Ú765) ·'
de las obras completas de Leibniz, de R. E. Raspe. En la edición de
C. L Gerhardt figura en el vol. VI, págs. 598-606. Para la exégesis
del texto el trabajo de I. Salabert, Le Dieu de Leibniz (P.U.F., 1960)·
es muy recomendable
I
•-... -
1 t" La sustancia es un ser capaz ciones propias, que a-Iteran de con
de acción. Es simple o compuesta. tinuo sus relaciones; y cada sustan
La · sustancia simple es la que no cia simple o mónada, que es el cen
tiene partes. La .compuesta es el tro de una sustancia compuesta /
conjunto de las sustancias . simples -como, por ejemplo, de un ani
o mónadas. Monas es voz griega, que mal-, y el principio de su unicidad
significa unidad o· lo que es uno. está rodeada de una masa compues
Los compuestos o cuerpos son mu ta por una infinidad de_ otras mó
chedumbres; y las sustancias sim nadas, que constituyen el cuerpo
ples, vidas, almas, espíritus, son propio de esa mónada central, y,.
unidades. Y tiene que haber en todo según las afecciones de ese cuerpo,
sustancias simples, porque sin sim- ésta representa, como en una mane
ples_ no habría compuestas, y, por ra de centro, fas cosas que están .
consiguiente, la naturaleza entera es fuera de ella. Y el tal cuerpo es
tá llena de vida. orgánico cuando forma. una manera
20 Las · mónada-s, como que no de autómata o máquina de fa natu
tienen partes, no pueden 'ni ser. raleza, que es máquina no solamente
hechas, ni ·ser deshechas. No , pue en el todo, sino en las mínimas par
den ni empezar ni concluir natural- tes que se puedan notar. Y como
l
mente; duran, por consiguiente, tan quiera que, siendo el mundo lleno,
to como el universo, que será cam todo está en él trabado y cada cuer
biado, mas no destruido. No pueden po obra sobre otro, más o menos,
1 tener figura; que si la tuvieran, ten según la distancia, y es afectado a
drían .partes. Por consiguiente, una ·
mónada, en sí misma y en el mo su vez -por reacción, síguese que. cada
mento, no puede ser discernida de mónada es un espejo viviente o pro
otra sino sólo_ por las cualidades y visto de acción i.ntema, representa-.
acciones internas, la-s cuales no pue tivq del universo, según su ,punto
den ser otra cosa que su� percep de vista, y tan •arreglado como el
ciones -.:..es decir, _las !'epresentacio universo mismo. Y las perc_epciones,
nes de lo , compuesto o · de lo que en la mónada, nacen unas de otras
está fuera, en fo simple- y sus ape por las leyes de fos apetitos·, o de
ticiones --es decir, tendencias dt> las -causas fina-les del bien y del mal,
una · percepción a .otra-, que son que con-sisten en las percepciones
los principios del cambio. Porque notables, arregladas o desa· rregladas;
la simplicidad de �a sustancia no es como los cambios de. fos cuerpos y
obstáculo a 1la multip1icidad de las los fenómenos de fuera nacen unos
modificaciones, que deben hallarse de otros· por las 1eyes de fas causas
_juntas en la misma sustancia sim eficientes, es decir, de los movimien
ple y deben consistir en la variedad tos. Así, entre ·las percepciones de
de fas relaciones con las cosas que la mónada y los movimientos de
están fuera. . los cuerpos, hay una perfecta armo
Es como en un centro o· punto . nía preestableci\ia desde luego entre
que, •aunque simple, acoge una in . el sistema de las causas · efücientes ·
finidad de ángulos, formados por las y el de las causas finales. ·y en eso
L
líneas que e11 él concurren.· cónsiste la concordancia y unión fí
39 Todo e!í fa naturaleza es lleno. sica del alma y el cuerpo, sin que
: Hay sustancias simples separadas uno pueda alterar las leyes del otro.
amente unas de otras por ac- 40 Toda mónada con un •cuerpo
· - 4.05
,
L
.--
406 LEIBNIZ
- particular es · una sustancia ·viva. Así, pos insensibles; Por esto mismo han
pues, no sólo hay vida en todo, ad cr�ído también los, 7artesianos que ·
junta a fos miembros y los órganos, únicamente los espmtus t'sozi móna
sino que también hay, entre las mó das y que no tienen ahna los ani
nadas, infinitos grados y unas domi males ni hay otros principios de
nan más· o menos sobre las demás. vida. Y así como ·han chocado con
Pero cuando la mónada posee órga tra la opinión común de los hom
nos tan ajustados que, por medio de bres, al negar el sentimiento a los
ellos, hay relieve y distinción en las animales, . hánse sometido; por el
impresiones que éstos reciben y, por contrario, a los prejuicios del vulgo,
CO!}siguiente; en [as percepciones que al confundir un largo desvanecimien
las representan 1 --como, por ejem to con una muerte en rigor, en la
plo, cuando, mediante la figura de que cesase toda percepción; lo cual
los humores de los ojos, concéntran lia servido de confirmación a fa opi
se los rayos luminosos y ,actúan con nión mal fundada de la destrucción
más fuerza- puede eso llegar hasta d_e algunas almas y a ila mala creen•
el sentimiento; es decir, hasta una cia _de ciertos supuestos ingenios lis
percepción acompañada de memo bres que combaten la- inmortalidad
ria; esto es, una percepción de la del alma humana. ·
cual perdura cierto eco para de- .
jarse oír en ocasiones; y el viviente
59 Hayen las percepciones· de los
animales cierto en1ace · que remeda
llámase entonces animal, y su mó la razón; pero sé funda· sólo en la
n{lda, alma. Y _cuando esta ahna se memoria de los hechos, y de ningún
levanta · hasta la razón, es entonces modo· en el conocimiento de las cáu•
algo más sublime y forma entre fos sas. Así,. el· perro huye del pafo con
espíritus, como luego explicaré. · que ha sido golpeado; porque su me
· Es cierto que los animales están moria le representa el dolor que, el
a veces en el estado de •simples vi palo le causó. Y fos hombres, mien
vientes, y sus almas e n el estado de tras son empíricos, esto es, .en las
simples mónadas; y esto sucede tres· cuartas partes de sus acciones;
cuando sus percepciones no son lo proceden como· los animales; por
bastante distintas para poder ser re ejemplo, se· espera que el sol saldrá
cordadas, como ocurre en un sueño mañana porque se ·ha experimentado
profundo sin ensueños o en un des de continuo. Sólo un astrónomo lo
vanecimiento; pero las percepciones prevé por razón; y aun esta predic
que·se han tornado enteramente con ción fallará · al fin, cuando cese la
fusas deben desenvolverse de nuevo causa del día, que no es eterna. Pero
en los animales, por las razones que el verdadero .razonamiento depende
luego diré. Así, pues, conviene dis de las verdades necesarias o eternas,
tiriguir · la percepción, que es el es como son las de la lógica, los nú
tado interno de la mónada cuando meros, la geometría, que constitu
representa las cosas externas,· y la yen la conexión indubitable de las
apercepción, que es la conciencia o ideas y las consecuencias· infalibles;
conocimiento reflexivo de ese esta Los animailes, en· los cuales no se ad--
do interior; esta · concien�ia no · es vierten esas consecuencias, Uámanse
dada a todas las almas, ni tampoco bestias; perci los que conocen esas
es dada siempre a la misma alma. verdades necesarias son propiamente
Y por no. haber hecho esta �stin los · llamados animales racionales, y
ción, han fallado los cartesianos, los sus almas llevan el nombre de espí
cuales consid_eraoan nulas las per ritus. Estas almas son capaces de
cepciones de que no se apercibe uno, actos reflexivos, y pueden conside
como el puéblo ha_ce con fos cuer- rar eso que llamamos el· yo, sustan� _
. cia, mónada, alma, espíritu; en una
.1 Que representan las Ímpresiones. palabra, las cosas y las verdades in�
PRINCIPIOS DB LA NATURALEZA Y DB LA GRACIA 407
materiales. Y por eso somos suscep No hay; pues, meternpsicosis; pero
tibles de ciencia y de conocimientos hay metamorfosis; los an1ma1les cam
demostrativos. bian, toman y dejan sólo partes; lo
6° Las investigaciones de. los mo cual ocurre poco a poco y en partí
dernos nos han enseñado, y la razón cuJ.as insensibles en la nutrición, y
asiente a estas enseñanzas, que los de pronto, por modo notable, aunque
vivierites cuyos órganos conocemos, rara vez, en · 1a concepción o en la
esto es, ·fas plantas y los animales, muerte, que son adquisiciones o pér
no proceden de putrefacción o caos, didas subitáneas de todo.
como creyeron fos ántiguos, sino de 70 · Hasta aquí hemos hablado sim
simientes preformadas y, por tanto, plemente .como físicos; ahora.es pre
de · transformación de otros vivien ciso elevarse a fa metafísica, hacien
tes que preexistían. Hay animales do uso del grap. principio, poco em
pequeños en 1-a -simiente de los gran pleado generalmente, que dice que
des, y, por meoio de la concepción, nada se hace sin razón- suficiente; _
esos pequeños animales toman un es decir, que nada sucede sin que
nuevo revestimiento, que· se apro sea posible, a quien conociera bas
pian, y así cobran medio de nutrirse tante"s cosas, dar razón s�ficiente a
y engrandecerse, para hacer su en determinar por qué es asf. y no de
trada en una escena más amplia y otro modo. Asentado ese principio,
ser la propagación del animal . gr¡m la primer cuestión que fogítimamen
_de. Es cierto que las almas de .Jos te se plantea es fa siguiente: ¿Por
animales espermáticos humanos no qué existe algo en lugar de -la nada?
son razonables, y no Megan a se1fo Pues la nada es más simple y fácil
hasta . que la concepción determina que el algo.. Además, supuesto que
en esos animales la -humana natu deb,a existir algo,_ hay· que poder dar
raleza. Y así como los animales no razón de -por qué debe . existir así
nacen estrictamente en la concep y no de otro modo. _ ·
ción o generación, tampoco perecen so Ahora bien, esa razón suficien-
estrictamente en lo que Mamamos ' te de la existencia del universo no
muerte; porque es razonable que fo puede encontrarse· en Ja serie de las
que no comienza naturalmente no cosas contingentes, es decir, de los
concluya· tampoco en el orden de la cuerpos y de sus representaciones
naturaleza. Así, despojándose de su en las almas; porque, siendo la ma
máscara o de sus harapos, vuelven teria por sí misma indiferente al
tan sólo a una escena más sutil, en mqvimiento y ,a la quietud y a . este·
donde pueden, no obst�nte, ser tan o a aquel movimiento, no cabe ha
sensibles y tan bien regufados como llar en ella la razón del .movimiento,
en la on,a más amplia_. Y lo que aca- y menos aún · de tal o cual movi
. bamos de decir de los animales gran miento. Y aun cuando el movimien"
des, sucede también en ·la genera to presente; que está en .Ja materia,
ción y muerte de los. animales esper procede de otro movimiento ante
máticos más pequeños, comparados rior, y éste, a su vez, de otro ante
con los cuales aquéllos_ pueden con rior, no. se conseguirá nada por ese
siderarse como grandes, pues todo camino, por lejos que se Hegue en
en la naturaleza va al infinito. él; pues queda en pie la misma·
· Así, pues, nó sólo las almas, sino cuestión: Así, pues, precisa que la
también los animales, son inengen tazón suficiente, la que no necesita·
drables e "imperecederos; desenvuél otra razón, se halle fuera de esa
venst1, envuélvense, revístense, des- serie de las cosas contingentes y se
,núdanse, tral\sfórmanse; las almas no encuentre en una sustancia, que sea
abandonan nunca todo su cuerpo, y la causa de la serie o que sea un
n_o pasan de un cuer,po a otro en ser necesario, que Meve en sí mismo
teramente nuevo.- la razón de su existencia, pues de
I
408 LEIBNlZ
l
vino todos los posibles aspiran .a . muerte· o cualquier otro accidente.
la existencia, en proporción de sus 13. Pues todo ·en fas ·cosas está
perfecciones,. el resultado de todas dispuesto de una v«::z para siempre,
esas pretensiones ha de ser el mun con el mayor orden y la mayor po
do actual más perfecto posible. Sin sible correspondencia; que la· sabi•
esto, no sería posible dar razón de duría y la bondad sumas no pueden
por qué las cosas son así y no de actuar sino en perfecta armonía. El
. otro modo.
presente Heva al porvenir en su seno;
11. La suprema sabiduría de. Dios el futuro podría leerse en el pasado;
ha hecho aue elija sobre todó las lo remoto está expreso . en lo próxi
leyes del movimiento mejor ajusta mo. Podría conocerse fa b�lleza del
das y más convenientes a tlas razo universo en un alma cualquiera si
nes abstractas o. metafísicas. Consér nos fuera posible desenvolver sus
vase en elfos la misma cantidad de pliegues todos, que sólo en el tiempo·
la fuerza total y absoluta o acción, se desenvuelven por modo sensible.
la misma cantidad de fuerza respec Mas como cada percepción distinta
tiva o reacción, y, por último, la que el alma tiene comprende una
--------
PRINCIPIOS DE LA NATURALEZA Y DE LA GRACIA 409
infinidad de percepciones. confusas, su breve mundo, en el que fo es per
que envuelven al universo entero, mitido ejercitarse, lo que Dios hace
resulta que el alma misma no cono en el grande.
ce las cosas de que tiene percep 15. Por todo lo cual los espíritus,
ción sino cuando esta percepción es ya de. los hombres o ya de los ge
distinta y elevada, y el alma es tanto nios, entran, por virtud de la razón
más perfecta cuanto que posee más y de las verdades eternas, en una
p�rcepciones distintas. especie de sociedad con Dios y son
Cada alma conoce el infinito, ilo miembros de la Ciudad de Dios; es
conoce todo, í)ero confusamente. decir, del estado más ,perfecto, for
Como cuando, paseándome por Ia mado y regido por el más grande
orilla del mar y escuchando el ru y el mejor .de los monarcas, en .
mor grande ·qué produce el agua, donde no hay crimen sin castigo, ni
oigo �aunque. sin discernirlos- los acciones buenas sin proporcionada
ruidos . particulares que · cada ola recompensa; en ese estado hay tanta
hace, de los cuales ·se compone el virtud y felicidad como es posible
' rumor grande total, asimismo son que· 'haya, y no por un desarreglo
nuestra·s percepciones confusas el re- · de · la naturale:l'Ja, como si lo• que
su:ltado de las impresiones que el Dios prepaisa a las almas descompu
universo entero produce en nosotros. siera las leyes de los cuerpos, sino
Otro tanto octirre en cada mónada. por el órden mismo de las cosas na
Sólo Dios tiene un conocimiento turales, _en virtud de la armonía pre
distinto de todo; que Dios es fuen estalrlecida desde -siempre entre el
te y origen de todo; Hase·dicho muy reino de la naturaleza y. el reino de
biim que es como centro de todo la gracia, ·-entre Dios arquitecto y
en todas partes; pero que su circun Dios monarca; d e suerte que la na
ferencia no está en lugar -algurio, turaleza conduce a •l-a gracia y la
pues que todo fo es inmediatamente gI'acia perfecciona la naturaleza,
presente, .sin ningún alejamiento de usando de ella.
ese centro. 16. Así, aunque la razón no pueda
14. Por lo que toca al alma razo- instruimos acerca de los detalles del
_nable o espíritu, •hay en ella algo gran porvenir reseivado á la .reve
más que en las mónadas, o incluso lación, podemos estar seguros,· por
que en. las simples ·almas. El espí esa misma razón, de que las cosas
ritu no es solamente un es-pejo del . están hechas de una manera tal,- que
universo de :las criaturas, sino tam sobrepuja nuestros anhelos. Siendo
bién una imagen de la divinidad. Dios la más perfecta y la más ven·
El espíritu no tiene solamente una · turosa, y, por consiguiente, la inás
percepción de fas· obras de Dios, amable de fas sustancias, y consis
(
sino que también es capaz de pro tiendo el puro amor verdadero en
ducir algo que se parece -a ellas, un estado en el cual iJas perfeccio
1
aunque en .pequeño. Pues -sin re nes y la felicidad del objeto _amado
ferirnos a las maravillas de los sue nos producen pl_acer, ese amor debe
ños, en· Jós cuales suele acontecer proporcionarnos el máximo deleite
que inventamos, sin trabajo alguno de que somos - susceptibles cuando
y aun sin tener de ello ola voluntad, el objeto amado es Dios mismo.
cosas en las que, despiertos, necesi 17. Y es fáci:l arnarlé como es de
taríamos pensar mucho tiempo para bido, si -le conocemos en la manera.
encontrarlas- nuestra alma es -ar que -acabo de explicar. Pues si bien -
quitectónica también en las acciones Dios no es sensible a nuestros sen
voluntarias, Jí, al descubrir las cien- tidos exteriores, no deja de ser ama
cias según -las cuales . ha dispuesto bilísimo y !ie proporcionar sumo de
Dios las cosas -pondere, mensura, leite. Vemos a los hombres enamo
ro--, imita, en su recinto y en rados de los honores y distinciones,
1 •
---
· 410 LEIBNIZ
l
Los mártires y los fanáticos -aun cual produce una verctadera tran
que el afecto de estos últimos sea quilidad del espíritu; no como la
desarreglado-- demuestran cuán po de los estoicos, rsueltos · a la pa
e
deroso es el deleite del espíritu; y ciencia por fuerza, sino poi un con
tnás aún, los placeres de los senti• tento actual que es la seguridad de
dos se reducen a placeres intelec una felicidad futura. Y, además del
tuales, confusamente conocidos. presente, nada podrá semos más
Encántanos fo música, aunque su útil en lo futuro; pues el amor de
belleza sólo consiste en conveniencia Dios llena nuestras esperanzas· y nos
de números y en fa cuenta que, sin conduce por el camino de la felici
.apercibirse, lleva el alma de los la dad suprema; porque, en virtud del
tidos o vibraciones de los cuerpos orden perfecto establecido en el uni
sonoros, que se encuentran y aúnan verso, todo está hecho lo mejor po
en ciertos intervalos. De igual natu sible, no sólo para el bien generai,
raleza son los placeres que halla la sino para el mayor bien particular
V'ista en las pro·porciones, •Y los. que de aquellos· que �tán persuadidos
causan los demás sentidos se redu de esta verdad y satisfeohos. del ré
cirán• también a •algo semejan�e, aun gimen divino, lo cual ·no puede fal
que no podemos explicarlo tan dis tar a quienes saben amar la fuente
tintamente.2 de todo bien. Ciertamente, la feli- ·
18. Puede incluso- decirse que, en cidad suprema, aunque vaya acom
el presente, el amor d,e Dios nos pro pañada de beatíficas . visiones. o co
porciona un anticipado disfrute de nocimientos de Dios, no puede ser
la felicidad futura. Y, no obstante nunca plena, porque siendo Dios in
ser desinteresado, constituye por· sí finito no puede ser conocido por
mismo nuestro mayor bien. e -interés, entero.
aunque no buscásemos el tal interés Así, pues, nuestra felicidad no
y no copsiderásemos sino sólo el consistirá nunca, y no debe consis
placer que provoca, sin atender a tir, en un goce pleno, en el que
la utilidad ·que produce, pues nos nada quedara por desear y volviera
estúpido nuestro espíritu, sino en
2 Los discípulos de Leibniz · -Baug un progreso perpetuo hacia nuevos
marten, Meier- concibierc;m la Estéti · deleites y nuevas perfecciones.3
ca - como la ciencia del conocimiento
sensible, o teoría de lo que de intelec a Idea desarrollada en la famosa pa
tual h�y en la sensibilidad. rábola de Lessing.
INDICE
DISCURSO DE METAF1SICA
Pág.
ANÁLISIS . . . . . . · ·. · . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. .. . . . . . . . . . . . . . . . . 3
1. De la perfección divina, y que Dios hace todo de la manera más con-
veniente ·.. .'...................................................... 7
2. Contra quienes sostienen que no hay bcindad en las obras de Dios; o
bien, que las reglas de la bondad y de la belleza son arbitrarias .... 7
3. Contra quienes opinan que Dios hubiera podido obrar mejor ....... 8
4. Que el amor de Dios reclama una completa satisfacción y aquiescencia
respecto de Jo que hace, sin que ello redunde en un quietis!Jlo ..... . 8
5. De lo que son las reglas de perfección de le conducta divina y de que
los medios más simples produzcan los más de los efectos ......... . 9.
6. Dios no hace nada fuera del orden. No es posible siquiera imaginar
sucesos que carezcan de regularidad .............................. 10
7. Inclusive los milagros se amoldan al orden general, aunque sean con
trarios a las reglas subalternas de lo que Dios quiere o permite por.
una voluntad general o particular ........ : ....................... .
8. Con la mira dé distinguir las acciones de Dios y de las criaturas, se
explica en qué reside la noción- de une sustancia individual .........
9. Que cada sustancia singular expresa el universo entero ·a su manera, y.
que en su noción todos los acontecimientos quedan comprendidos con
todas sus circunstanc,as y con toda la_ serie de las cosas exteriores ... 12
10. Que la noción de las formas sustanciales es un tanto sólida, pero que
las dichas formes nada <,:ambian en l9s fenómenos y que no han de
emplearse para explicar los efectos particulares .................. . 13
11. Que lás meditaciones de los teólogos y de los filósofos llamados esco-
lásticos, ilo son despreciables del todo .................... : ....... 13
12. _Qt,te las nociones basadas ·en la extensión encierran algo imaginario
y no pueden constituir la ·sustancia del cuerpo ....'. ......... , ....·. 14
13. Merced a que la noción individual de. cada persona encierra de t;ine
vez por todas cuanto le ocurrirá siempre, se ven. en ella las pruebas
a priori de la verdad de cada acontecimiento, o por. qué ha ocurrido
uno más bien_ que otro. Pero estas verdades, aunque seguras, no dejan
de ser c�ntingentes, pues se fundan en el libre albedrío . de Dios y de
las criaturas, cuya elección tiene slis razones que inclinan pero no
de modo necesario .. : .......................................... . 14
14. Dios produce diversas sustancias a tenor de las· diferentes visiones que
tiene del universo,' y, por la intervención de Dios, la naturaleza propia
de cada sustancia hace que lo ocurrido a una responda · a Jo que su
cede a todas las demás sin que actúen inmediatamente unas sobre · otras 16
15. La acciói¡.,de ·una sustancia finita sobre otra consiste en el incremento
del grado de su expresión, paralelo a la disminución del de otra, toda
vez _q ue Dios las ha hecho de modo que se adapten entre sí ........ 18
16. El concurso extraordinario de Dios está comprendido en lo que ma-
411
----------
412 LEIBNIZ
Pá11:.
nifiesta nuestra esencia, ya que esta e·xpresión se extiende a toi¡,, bien
que sobrepasando las fuerzas de nuestra naturaleza o de nuestra dis
' tintiva manifestación, que es finita y sigue ciertas máximas subalternas 18
17. Ejemplo de una máxima subalterna o ley de la naturaleza donde se
muestra que Dios conserve siempre la misma fuerza, pero no la mis
ma cantidad de movimiento contra los cartesianos y otros autores ... 19
18. La distinción entre fuerza y cantidad de movimiento es importante,
..
, entre otras coses, para mostrar que precisa recurrir a ideas metafísicas,
ajenas a la extensión, para explicar los fenómenos de los cuerpos .... 20
19. Utilidad de ias causas. finales en la física ..... ; .................. 21
20. Pasaje memorable de Sócrates en Platón, contra los filósofos dema-
siado materiales ............................... · ................. . 22
21. Si las reglas mecánicas dependiesen -sólo de la geometría sin la meta-
física, los fenómenos serían muy diferentes ..........·............ . 22
22. Conciliación de las dos vías: la de las causas finales y la de las causas
eficientes, con la mira de satisfacer, tanto a quienes explican la .natu
raleza mecánicamente como a quienes recurren a existencias incorpóreas 23
23. Volviendo a las sustancias inm_eteriales, se explica cómo obra Dios .en
el entendimiento de los espíritus, y si se tiene siempre la idea de Jo
que se piensa ......................................, .......... , . '24
24. Lo· que es un conocimiento claro u . oscuro, distinto o confuso, ade
cuado o inadecuado, intuitivo o supositivo. Definición nom_inal, real,
causal, esencial .........- .,....., ...............·.....· .............
· . 25
25." En qué caso nuestro conocimiento está unido a la contemplación de
la idee ...................................: ...................... 26
26. Que tenemos en nosotros todas las ideas, y de la reminiscencia, según
Platón ............. : ........� ..................................... 26
27. Cómo nuestra alma puede ser comparada con tablillas -vacías, y cómo
nuestras nociones vienen de los sentidos ....... : ................. . 27
28. Sólo Dios es el objeto inmeclietó de nuestras percepciones, quien exis-
te fuera de nosotros,. y sólo ti es nuestra luz ....... : , ........... . 28
29. Con todo, pensamos_ de manera inmediata . con nuestras propias ideas
y no con les de Dios ...-.......·.............._ .................... 28
30. · Cómo-Dios inclina a nuestra alma sin constreñirle; que no se tiene de
recho a quejarse; que no hay que preguntar por qué peca Judas. dado
que esta acción libre está comprendida en su noción, sino únicamente
.por qué se admite a la existencia a Judas el pecador prefiriéndolo a
algunas otras. personas posibles. De le jmperfección original antes .del
pecado y de los grados de la gracia ...._..._................. ;..... 29
31. De los motivos áe la elección, de la fe prevista, de la ciencia medie •
del decreto absoluto, y que todo se reduce a _l a razón por la que Dios
. he escogido para existir a úna tal persone posible cuya noción _encierre
une tal serie de gracias y de acciones libres; todo lo cual suprime de
un golpe les dificultades ... ......... . .. ........ .................. 30
.. 32. Utilidad de. estos principios en materia de piedad y religión ... ..... 31
33. Explicación de le unión de alma y cuerpo, que ha pesado por inexpli-
cable o por milagrosa, y del origen _de las representaciones confusas .. 32
34. De le diferencia de los espíritus. y de las otras sustancias,. almas o. for-
mas sustancial�, y de que Je inmortalidad pedida supone el recuerdo 33
35. Excelencia de los espíritus, y que Dios los considera de manera· prefe
rente respecto a les otras criaturas. Que los espíritus . expresan más bien
e Dios que al mundo, y que las otras sustancias expresan más bien el
mundo que e Dios ...· ......................-...., ................· . · 34
ÍNDICE 413
Pág.
36. Dios es el monarca de la más perfecta república, formada por todos los
espíritus. La felicid!ld .de esta ciudad de Dios es su designio supremo . 35
37. Jesucristo descubrió a los hombres el misterio y las leyes admirables
del Reino de los Cielos y la grandeza de la suprema beatitud que Dios
prepara a quienes le aman ...................................... . 36
'LIBRO PRIMERO
DE LAS IDEAS INNATAS
Capítulo l. De si hay principios innatos en el espíritu humano . .. . . .... 77
Capitulo JI. Que no. hay principios prácticos ·innatos . ..... . . ......... 90
Capítulo lll. Otras observaciones sobre los principios innatos, tanto los
que pertenecen a la teoría como los que conciernen a la práctica 99
LIBRO SEGUNDO
DE LAS IDEAS
Capítulo I. En donde se trata de las ideas en general y se examina inciden-
talmente si el alma del hombre piensa siempre ...... .. .... . . . ...... 103
Capítulo JI. De las ideas simples ................_.... . .. . ... . . ....... 110
Capítulo III. De las ideas que adquirimos por·un sentido especial . .... 110
Capítulo IV. De la solidez ............... .. . ... ..... .. . ....... . ..... 111
Capitulo V. De las ideas simples que proceden de distintos sentidos .... 115
Capítulo VI. De las ideas simples que proceden de la reflexión . . . . . ... . 115
Capítulo VII. De las ideas· que proceden de la sensación y de la reflexión 115
· Capítulo VIII. Nuevas consideraciones sobre las ideas simples ....... . . 115
Capítulo IX. De la percepción ...... : ......·.. :..................... 118
Capitulo X. lite la retentiva ...... ..... .. . ....... . . . ..... . . . ..... . ... 122
Capítulo XI. De la facultad de discernir las ideas .......'... .. . ... . . . . . 123
Capítulo XII. De las ideas complejas . . .. .... ...... .. .... ......... . .. 125
Capítulo XIII. De los modos simples y, en primer lugar, los del espacio 126
1
L.12.......,;_____ _
414 LEIBN:IZ
Pá¡,
LIBRO TERCERO
DE LAS PALABRAS
Capítulo. l. De las palabras o del lenguaje en general .... ·. .. . .......... 209
Capitulo 11. De la significación de las palabras ........ . ...... . ..... .. 212
· Capitulo 111. De los términos generales ..... . ..... . .. . ............... 219
Capitulo IV. De los nombres de las ideas simples ........ '. ..... ..... . 224
Capitulo V. De los nombres de los modos mixtos y de las relaciones .... 227
Capítulo VI. De los nombres de ·sustancias .. ............ ............ 230
Capitulo VII. De las partículas ......................... , ... : ........ 248
Capitulo VIII. De los términos abstractos y concretos .......... .. . .... 251
Capítulo IX. De la imperfección de las palabras ... ................... 252
Capítulo X. Del abuso de las palabras ..... .. ...... ......... ....... .. 256
Capítulo XI. De los remedios que se pueden aplicar a _las imperfecciones
y a los abusos de que acabamos de hacer mención ............... : . . 263
LIBRO CUARTO
DEL CONOCIMIENTO
Capítulo l. Del conocimiento en general .. .. ... .... . . . . .. .... ... .... . 267
Capítulo 11. De los grados de nuestro conocimiento ....... . . .... ... ... 271
Capítulo III. De la extensión del conocimiento humano ...- '. ........... 280
Capítulo IV. De la realidad de nuestro conocimiento ........ ; .... ..... 291
Capitulo V. De la verdad en general ...... .... .. .... ... . ............ 294
C a pitulo VI. De las proposiciones universales, de su verdad y de su certi-
dumbre ............................... ; ...... ........... ......... . -295
Capítulo VII. De las proposiciones denominadas máximas o axiomas .... · 300
Cap_ítulo VIII. De las proposiciones frívolas . ....... ...... . .... .. .. ... 315
ÍNDICE 415
P4fl.
Capítulo IX. Del conocimiento que tenemos de nuestra existencia 319
Capítulo X. Del conocimiento que tenemos de la existencia de Dios ..... 320
Capítulo XI. Del conocimiento que tenemos de la existencia de las demás-
cosas ....................... ......................•...........
· :. .. 326
Capitulo XiI. De los medios de aumentar nuestro conocimiento ... . .... 329
Capitulo XIII. Otras consideraciones sobre nuestro conocimiento ... . . ... 334
Capítulo XIV: Del juicio ........................................· ... . 335
Capítulo XV. De la probabilidad . .. . . .... . ... .. .. . . ...... . . ........ . . 335
Capitulo xvr: De los grados de asentimiento ....... . . ...... . ... . ..... 337
Capitulo XVII. De la razón .. . ... . . ....... . ...... • . . ...... . .. ...... . 347
Capitulo XVIII. De la fe y de la razón y de sus límites respectivos ...... 362
Capftulo XIX. Del entusiasmo ................... : .. . . . .. . ......... . 366
Capitulo XX. Del error . ............... . . .. .. . . .. . .. .. ..... . . . . ..... 370
Capitulo XXI. De la división de las ciencias ........ .. .... . . . . . . .... 378
LA MONADOLOGlA
ANÁLISIS ... .......................................................
,· 385
Principia philosophia, sen theses in gratiam principis Eugenii �onscripta, .. 389
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ESTE ,l..lllRO SE ACABO DE IMPRIMIR EL DIA
13 DE J\fAYO DE 1977, EN LOS TALLERES DE
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FUENTES IMPRESORES, S. A.
Centeno, 109, México 13, D. F.
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EN LA MISMA COLECCIÓN "SEPAN CUANTOS ... "•
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/A,, ARISTóFANES: Las once comedias. V1:r11ión directa del griego con· intro-
1/ -·
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visión del texto por Francisco Larroyo. )
124. ARISTOTELES: Tratados de Lógica (El Organon). Estudio introductivo,
preámbutos a los tratados' y notas al texto por Francisco Lárroyo. . --
82. ARRANGOIZ, Francisco de Paula de: México desde 1808 hasta 1867. Pró-.
·· { .
· logo de Martín Quirarte.
"i
!95. ARROY� Anita: Razón y pasión· de Sor Juana.
293. BACON, Francisco: Instauratio Magna. -Novum Organum. Nueva Atldntida.
¡
Estudio introductivo y análisis de las· obras por Francisco Larroyo.
200•. BALBUENA, Bernardo de: La gra1,1deza mexican_a· y Compendio apologético:
•,..i..r.
. _. en alabanza de la poésia. Prólogo de Luis Adollo Domínguez.
58. BALMES, Jaime L.: El Criterio. Estudio preliminar de Guillermo Dlaz-Plaja:
...;.241. BALMES, Jaime: Filosofía Elementál. Estudio preliminar de Raúl Cardiél. .
112. BALZAC, •Honorato de:' Eugenia Grandet. La Piel de Zapa. Prólogo de Car�
men Galindo. ·
814. BALZAC, Honoi;ato de: Papd Goriot. Prólogo de. Rafael Solana. Versión y
notas de F. Benach.
l7'. BECQUER, Gustavo Adolfo: Rimas, leyendas y narraciones. Prólogo de Jua-
na de Ontañón.
72. BEECHER STOWE, Harriet: La Cabaña dt:l tfo Tom. Introducción de Da
niel Moreno.
85 BERCEO, Gonzalo de: Milagros de Nuestr� Señora. · Vida . de S�nto Domingo
de Silos. Vida de San Millán de la Cogolla: Vida de Santa Oria. Martirio de
San Lorenzo. Versión antigua y moderna. Prólogo y versión moderna de
· ·
Amando 'Bolafio e Isla.
278. BOTURINI BENADUCI, Lorenzo: Idea dti una Nueva Historia General
de la América Septentrional. Estudio. preliminar por· Miguel León-Portilla.
119. BRONTE, Emily:. Cumbres Borrascc¡sas. Prólogo de Sergio Pitol.
UH. CABALLERO, Femán: La Gaviota. La Jamilia de Alvareda. ·Prólogo de Sal.!
vador Reyes Nevares.
74. CALDERóN DE LA BARCA, Madame: La vida en México. Traducción y
prólogo de Felipe Teixidor.
41. cALDERóN DE LA BARCA, Pédro: La Vida es sue,io. El alcalde de Za
'iamea. Prólogo de Guillermo Díaz.Plaja.
. -222, CALDERÓN, Fernando: A ninguna de las tres. El torneo. �nti Bolena; Her
man o la vuelta del cmtado. Prólogo de María Edmée Álvarez.
252. CAMOENS, ·Luis de: Los Lusladas. Traducción, prólogos· y notas ,de Ilde�
fonso-Manuel Gil.
279. CANTAR DE ROLDÁN, EL. Versión de Felipe Teixidor..
285. CANTAR DE LO� NIBELUNGOS, EL. Traducción al español e intrciducción
de Marianne Oeste de Bopp. . . .
307. CARLYLE, Tomás:· Los, héroes. El culto de los héroes y_· 1o heroico en la
historia. Estudio preliminar· de Raúl Cardiel. ·
.
215. CARROLL, Lewis: Alicia en el pais de las maravillas. Al ot,:o _ lado_ del es•
pejo. Ilustrado con grabados de John. Terniel. Prólogo de _Sergio Pito].
57. CASAS, Fr. Bartolomé de las: Los Indios de México .Y Nueva España. Anto
logía. Edición, prólogo, apéndices y notas de Edmundo' O'Gorm_an; con la
colaboración de Jorge Alberto Manrique. . · .
. 223, CASONA, Alejandro: Flor de leyendas. La sirena varada. La dama del alba.
La barca sin pescador. Prólogo de Antonio Magaña Esquivel.
21f9• CASONA, Alejandro: Otra vez el diablo. Nuestra Natacha. Prohibido suici-
�,-
. .
;� /
darse en primavera, Los drboles mueren de pie. Prólogo de' Antonio· Magas
. fia · Esquive}.' ·
268. CASTRO, Guillén de: Las mocedades del Cid. Prólogo• de Maria Edmée Al-
· varez. . - · . · .r
25, CERVANTES DE SALAZAR, Francisco: Mé.xico en 1551 )' Túmulo Imperial.
Edición, prólogo y notas de Edmundo O'Gorman.
6. CERVANTES SAAVEDRA, Miguel de: El ingenioso hidalgo Don Quijote de
. la Mancha. Prólogo y esquema biográfico por Américo Castro.
9, CERVANTES SAAVEDRA, Miguel de: Novelas ejemplares. Comentario de
Sergio Fernández. _ _ .
98. CERVANTES SAAVEDRA, Miguel de: Entremeses, Introducción de Arturo
Souto. _ _ .
20, asAR, Cayo Julio: Comentarios de la guerra de las Galias. Guerra civil.
Prólogo de Xavier Tavera.
230. CICERON: Los oficios' o los deberes. De la vejez. De la amistad. Prólogo de
Joaquín Antonio Peñalosa. _ _
234.. CICERON: Tra.t"ado de la Repú.�lica. Tratado de l(!S _ leyes· .. Catilinaria.
"CID: Véase Poema de M{o Cid. _ _
137, CIEN MEJORES POESlAS LlRICAS DE LA LENGUA CASTELLANA (LAS).
Selección y Advertencia Preliminar de Marcelino M.enéndez y Pelayo.
29, CLAVIJERO, Francisco Jayier: Historia antigua de México.. Edición y pró-
logo de Mariano Cuevas. ·.
143. CLAVIJERO, Francisco Javier: Historia de la Antigua o Baja California.
PALOU, Fr. Francisco: Vida de Fr._ Junlpero Serra y Misiones _de la Cali
fornia Septentrional, Estudios preliminares por Miguel León-Portilla.
60. COLOMA, P: Luis: Boy. Prólogo de Joaquín· Antonio Peñalosa,
!JI. COLOMA, P. Luis: Pequeñeces " Jeromln. Prólogo de -Joaquín Antonio
Peñalosa. . _ . _ , ,
· 167. COMENIO, Juan Amós: Diddctica Magna. Prólogo de Gabriel de la Mora,
7. COR'I1i.S, Hernán: Cartas de relación. Nota preliminar de_ Manuel Alcalá,
Ilustraciones. Vn mapa· plegado.
313. CORTINA, Martín: U.n rosillo inmortal. Un tlacuache vagabund_o. Maravi-
llas de Alti:pepan. Prólogo de Andrés Henestro.sa.
181. COULANGES, Fuste! de: La . ciudad antigu a._ (Est-1Jdio sobre el culto, el de
recho y las instituciones de Grecia_ y _Roma). Estudio preliminar de Daniel
· Moreno.
100. CRUZ, Sor Juana Inés · de la: Obras _· completas. Prólogo de Francisco. Mon• ·
terde·
256, CUYAS ARMENGOL, Arturo: Hace falta un muchacho;: Libro de orienta•
ción. en la vida, para los adolescentes. Ilustrada por Juez. - .
148, ·CHÁVEZ, ·Ezequiel A.: Sor Juana Inés de la Cruz. Ensayo -de Psicología y de
estimación del sentido de su vida para la historia de la cultura y de la far•
macíón de M�ico. · . . -
42. DARIO, Rubén: Azul. .. El Salmo de la pluma. Cantos de vida y esperanza.
Otros poemas. Edición 'de Antonio Oliver Belmás.
140. DEFOE, Daniel: Aventuras de Robinson Crusoe. · Prólogo de Salvador· Reyes
Nevares, ·
154; DELGADO, . Rafael: La Calandria, Prólogo de Salvador Cruz.
280, DEMóSTENES: Discu1,os. Estudio preliminar de Francisco Montes de Oca,
177, DESCARTES: Discurso del método, Meditaciones •metaflsicas. Reglas .para
la dirección del esplritu. Principios de la filoso/la. Estudio introductivo, aná
lisis de las obras y notas al texto por· Francisco iarroyo.
5. Ddz DEL CASTll.LO,_ Berna]: Historia verdadera de la conquista de' la
Nueva España; Introducción y notas de Joaquín I;lamírez Cabañas. Con un
mapa.
BIBLIOTEcA
1
. ¡t
84. DOSTOIEVSKI, Fedor M.: El prlncipe idiota. El sepulcro _Ae los vivos. No •
tas preliminares de Rosa María Phillips.
.
I•
' 106. DOSTOIEVSKI, Fedor M.: LÓs hermanos Karamazov. Prólogo de Rosa Ma-
ría. ·Phillips. \
li 108. DOSTOIEVSKI, Fédor M.: Crimen y Castigo.· Introducción de Rosa Maria
Phillips.
1-1�
¡'
259. -DOSTOIEVSKI, Fedor M.: Las noches blancas. El· jugador. Un ladrón hon•
( rado. Prólogo de Rosa María Phillips. ·
,l
1 78: DUMAS, Alejandro: Los tres Mosqueteros. Prólogo de Salvador Reyes Ne•
vares.
75. • DUMAS, Alejandro: Veinte años despuds.
1:1 · 809. E�A: DE QUEIROZ: El misterio de la carretera de Cintra; LA ilustre Casa de
Ramfres. Prólogo de Monserrat Alfau.
I l.• 288, EPic;t'ETO: Manual y Máximas. MARCO �URELIO: · Soliloquios. Estudio
preliminar de Francisco Montes de Oca.
99. ERCll.LA, Alonso de: La Araucana. Prólogo de· Ofelia Garza de Del ·Castillo.
283. ESPINEL, Vicente: Vida de Marcos Obregón. Prólogo de Juan Pérez ··0de
Guzmán.
202. ESPROl\lCEDA, Jos� de: Obras podticas. El Pelayo. Poes{as líricas.· El estu•
d_iante de Salam�néa. El diablo mundo. Prólogo de Juana de Ontafión.
t ll. ESQUILO: Las siete tragedias. Versión dir�ta del griego, con una introduc-
ción de Ángel María Garibay K.
24 EURIPIDES: Las diecinueve tragedias. Versión directa del griego, con una
introducción de· Ángel María Garibay K.
16. FÁBULAS: .(Pensador Mexicano. Rosas Moreno. La Fontaine. Samaniego. ·
Iriarte. Esopo. Fedro, etc.). Selección y notas de Maria de Pina.
1, FERNANDEZ DE ·UZARDI, José Joaquín: El Periquillo Samiento, Prólogo
de J. Rea Spell.
71. FERNANDEZ DE LIZARDI, J0sé Joaquín: LA Q.uijotita y su prima. Intro
ducción de María del Carmen Ruiz Castaiieda.
173, FERNANDEZ DE MORAT1N, Leandro: El si de las niñas. La comedia nue
.. va· o el cafd. La derrota de los pedantes. Lección poética_. Prólogo de Manuel
de Ezcurdia. . .
211. FERRO GAY, Federico: Breve historia de la litt:1'atura italiana.
9'l. FRIAS, Heriberto: ·Tomochic. Prólogo y notas de James W. Brown.
811. GALVÁN, Manuel ·de J.:· Enriquillo. Leyenda Histórica Dominicana (150!!-
153!!) • Con un estudio de Concha Meléndez.
505. GALLEGOS, Rómulo: Doña Bdrbara. Prólogo de Ignacio Dfaz Ruiz.
251, GARCIA LORCA, Federico: Libro de Poemas. Poema del Cante Jondo,rRo-
. mancera Gitano. Poeta en Nueva York. Odas. Llanto por Sdnchez Me¡{as.
Bodas de Sangre. Yerma. Prólogo de Salvador Novo. ·
255. GARCIA LORCA, Federico: Mariana Pineda. La zapatera prodigiosa. Ad
que pasen cinco años. Doña Rosita la soltera. La casa de Bernarda Alba.·
Primeras canciones. Canciones. Prólogo de Salvador Novo.
164, GARCfA MORENTE, Manuel: Lecciones Preliminares de Filosof{a.
22. GARIBAY K. Angel María: Panorama literario de los pueblos nahuas.
81. GARIBAY K, Ángel María: Mitologia griega. Dioses y héroes.
21. · GOETHE, J. W.: Fausto, Werther. Introducción de Francisco Montes de Oca.
182, GOGOL, Nikola� V.: Las almas muertas. LA tercera orden de San J'ladimiro
(Fragmentos de comedia inconclusa). Prólogo de Rosa María Phillips,
. �.
. � :..��!·?
__________________
� .�
:---. -- ·-·-· _: :_, _.__,
262. GONGORA: Poeslas. Romances. Letrillas. Redondillas, 'Décimas. Sonetos.
Sonetos. atribuidos. Soledades, · Polifemo 'Y Galatea, Paneglrico.. Poes{as suel
f tas. Prólogo de Anita Arroyo.
44. GONZALEZ PE�A, Carlos: · Historia de la literatura mexicana. (Desde los
f origen es hasta nuestros dlas).
_254. GORKI, Máximo: La madre. Mis confesirmes. Prólogo de Rosa María Phil,
lips.
ns. GOYTORTOA SANTOS, Jesús: Pensativa. Premio "Lanz Duret" 1944.
llU. GRIMM, CUENTOS DE. Prólogo y selección de _María Edmée Álvarez.
169• GOIRALDES, Ricardo: Don Segundo Sombra. Prólogo de María Edmée
. .Alvarez.
19. GU'IURREZ NÁJERA, Manuel: Cuentos 'Y Cuaresmas del Duque Job. Cuen�
tos frdgiles. Cuentos color de humo. Primeros cuentos. últimos cuentos. Pró
logo y Capltulos de novelas. Edición e introducción de Francisco Monterde,
187. HEGEL: Enciclopedi4 ele las ciencias filosóficas. Estu_dio introductivo y ami
lisis de la obra por Francisco Larroyo.
271. HEREDIA, José María: Poesias completas. Estudio preliminar de· Rai!llundo
Lazo. ·
'
216. HERNÁNDEZ, José: Martln Fierro. Ensayo p_reliminar por Raimundo Law.
i 176. HERODOTO: Los nueve libros de la historia, Introducción de Edmundo
1 O'Gorman.
1 ....._
206. HESlODO:· Teogon{a. Los trabajos y los d{as. El escudo de Heracles. Idílios
de Bión. Idilios de Mosco. Himnos órficos, Prólogo de José Manuel V_illalaz.
156, HOFFMANN, E. T. G.:· Cuentos. Prólogo de Rosa María Phillips.
2. HOMERO: La lliada. Traducción de Luis Segalá y Estalella. Prólogo de Al-
fonso Reyes. . . . .
4. HOMERO: La Odisea: Traducción de Luis Segalá y Estalella. .Prólogo ·· de
i.
l
Alfonso Reyés.
240. HORACIO: Odas 'Y :tpodos, Sdtiras. Eplstolas. Arte Poética. Estudio preli
. · minar de Francisco Montes de Oca.
77. HUGO, Víctor: Los Miserabl�. Nota preliminar de Javier ·Peñalosa.
294. HUGO, Víctor: Nuestra Señora de Parls. Introducción de Arturo Souto.
89. HUMBOLDT, Alejandro ·de:. Ensayo polltico sobre el reino de la Nueva &,
paña. E�tudio preliminar, cotejos, notas y anexos de Juan A. Ortega y Mediña, '
78. IBARGOENGOITIA, 'Antonio: Filósof{a Mexicana. En sus hombres y en JW
1-
textos. · ·
·sos. IBSEN, Enrique: Peer Gynt. Casa de muñecas. Espectros. Un enemigo del
pueblo. El pato silvestre. Juan Gabriel Borkman. Versión y prólogo de Ana
Victoria Mondada. · ·· . ·
l
! 47. IGLESIAS, José María: Revistas Históricas sobre la Intervención Francesa
1· en México. Introducción . e Indice de Materias de Martfn Quirarte..
63. INCLÁN, Luis G.: Astucia. El jefe de los .Hermanos de la Hoja o Los Cha,·
rros Contrabandistas de la rama. Prólogo de Salvador Novo.
207. INDIA LITERARIA (LA): Mahabarata • Bagavad ·cita - Los Vedas • Leyes
de Manú - Poesla - Teatro • C,1entos • Apólogos 'Y leyendas. Antología, pró�
logo, introducciones históricas, notas y un vocabulario de hinduismo por
• , Teresa E. Rhode. ·
270. INGENIEROS, José: El hombre mediocre. Introducción de Raúl Carrancá
LL.i ·
y Rivas.
79. IRVING, Washington: Cuentos de· 1a Alhamabra. Introducción de Ofelia
Garll!i,.de Del Castillo.
46. ISAAt:, Jorge: Maria. Introducción de Daniel Moreno.
245. JENOFONTE: La expedición de los di111, mil. Recuerdos de Sócrates. El Ban-
quete. Apologia de Sócrates. Estudio preliminar de Francisco Montes de Oca.
. .'
- .· -------------- -------------------
l
� L...:::"M
11' - -"
(.� ,: .
23¡ JOYAS DE LA AMISTAD ENGARZADAS EN• UNA ANTOLOGIA; Sclección
. .
y nota preliminai"':de Salvados:: Novo ....•':
66. JIM:l!.NEZ, Juan Ramón: Platero 'I Yo. Tresci�ntos Poe·mas (190J,195J). t
-'.(
l·í 20!1, KANT, Manuel: Cr:itica. de', lti razdn pura. -�tudio introduc•o y:análisis
,¡(
246. KANT,. Manuel:· Prolegómenos a toda Metaf{sica del Porvenir..:Obséroacio
. nes sobre el Sentimiento' ele lo Bello. y lo Sublime. Critica del Juicio•. Estudio
.. Introductivo y análisis de las obras por Francisco Larroyo.
.;.._. :;-,.,,, 30• KEMPIS, Tomás de: Imitación de . (:risto. Introducción di! Frani:isco Montes
� .. de _.()ca. ..:-.. ,· . ·.
204. KIPLING, Rudyard: EL libro de las tierras vlrgenes. Introducción _de Ar•
.turo Souto Alabarce.
1ss: .LAGERLOFF, Selma:· El. maravilloso. viaje de Nils Holgersson. Introducción
.. de. Palma -Guillén de Nicol11u.
272. . LAMARTINE; Aifonso. de: Graziellci. Rafael. Estudio preliminar de Daniel
�oreno_.. , . . . .. . . .
9!1. LARRA, Mariano José d�, "Fígaro'': Aft{°culos. · Prólogo de· . JuaJJa · de On-
· · · ·
tañóri.' '.
!14. LAZARILLO DE TORMES (EL) (Autor. desconocido). J'id�. del Buscón
· - Don Pablos, de. Francisco de Quevedo, _ Estudio . preliminar ·
de ambas obras
• ·por Guillermo Díaz-Plaja. · ·
38. LAZÓ,'--Raimimdo: ·Historia de la. littiratura hispanoamericana. · · El· periodo
·
· colonial ·(1492-1780).
65. LAZO, Raimundo: Historia de la literatura hispanoamericana; El s_iglo XI}{. ·
1f .· .
(1780�1914). . . . .
{,
179. LAZO, Raimimdo: La Novela Andina. (Pasado y futuro. Alcides Arguedas,
, César Vallejo, Ciro Alegria, Jorge Icáza, Jost! Mar{a Arguedas. Previsible mi-
sión de Vargas Llosa 'I los 'futuros tiarradores.) . �
·
;184. LAZO, 'Raimundo: El rninanticismo. (Lo romdntico en la lírica hispanoam·e•
ricanti, del sigló XVI a 1970).
').l·
l!26, LAZO,. Raimundo: Gertrudis Gómez de •Avellaneda. La mujer ,, .. ·la poetisa
lirica. :t
1.
103 ..L�CTURA EN VOZ · ALTA. La eligió Juan José Arreola.
145.· LEON, Fray Luis de: La Perfecta Casada. Cantar de los Canta,·es. Poeslas
· originales. Introducción y notas .de Joaquín Antonio· Peñalosa.
247. LE SAGE: Gil Bias de Santillana; Traduce��º y prólogo de Francisco José
de. Isla. Y un estudio de Sainte-Beuve.
, 48,. ,LIBRO DE LOS SALMOS, Versión directa del hebreo y comentarios de José
.,.. González Brown.
1
276;. LONDON, Jaclc.: El lobo de mar. El Mexicano. Introducción de Arturo SóU•
to Alabarce.
277. LONDON, Jaclc.: El llamado de la selva.. Colmiilo .blanco.
284. LOlllGO: Dafnis .Y Cloe. APULEYO: El Asno de, Oro. Estudio- preliminar
.de Francisco Montes de Oca.
12. LOPE DE VEGA Y CARPIO, Félix: Fttenteovejuna. Peribáñez 'J el Comen
da.dor de Ocaña. El mejor ,alcalde, el Rey. El Caballero de· Olmedo. Biografía
y presentación de las obras por J. M. Lope Blanch.
218; LOPEZ Y FUENTES, Grego;rio: · El indio; No:vela mexicana. Prólogo de An•
tonio Magafia Esquive!.
298. LóPE7'PORTILLO· Y· ROJAS, José: Fuertes. 'I dt!biles. Prólogo de Ramiro .
Villaseñor. :,,.;-
,�
297., :LOTI, Pierre: Las. Desencantada�. Introducción de Rafael Solana.
l'.78� :. MANZ9NI, A�ejandro: . Los novios (Historia _milanesa .del- siglo XVII). Con
un estudio de Federico Baráibar·. ·
r 152, M'.AQ.UIAVELO, Nicolás:' El principe. Preced,ido de Nicolás Máquiavelo en
l
isu quinto centenario por Antonio Gómez Robledo.
1
J92.· M�MOL, José: Arnalia. Prólogo de Juan Carlos .Ghiano.
141. MART1, José: Hombre· apostólico y escritos. . Su Mejo_res Pdginas. Estudio,
-� notas y, sel_ección de textos por Raimundo Lazo.
!
236.. MARTI, José: Ismaelillo. La eda(l de oro. Versos sencillos. Prólogo de Rái
mundo Lazo.
21,1. MART1NEZ smRRA, Gregorio: . Tú eres la paz. Canción de cuna. Prólogo
de María Edmée Álvarez.
l!r,I. MATEOS, Juan A.: _El Cerro de las campanas. (Memorias-de un· guerrillero.) ··
Prólogo de Clementina Díaz y · de Ovando. .
197. MATEOS, Juan A.: El sol de mayo. (Memorias de la Intervención.) Nota •
¡
preliminar. de Clementina Díaz y de Ovando.
136. MIL Y UNA NOCHES (LAS). Prólogo de Teresa E. Rhode.
18.. MIL· Y UN SONETOS MEXICANOS. Selección y nota preliminar de Sal
vador Novo.
194.'. MILTON, John:. El para{so perdido. Prólogo da Joaquín Antonio Pefialosá.
1 109. MIRó, Gabriel: Figt1ras de la Pasión .'del :Señor. Nuestro Padre San Daniel.
t Prólogo de Juana de Ontañón.
. 6_8. MISTRAL, Gabriela: Lecturas. para Mujeres.-Gabriela
· · Mistral
· (1922-1924)
· ·
por Palma Guillén de Nicolau.
250, MISTRAL, Gabriela: Desolación. Ternura. Tala. Lagar'. Introducción de
Palma Guillén de Nicolau.
144. MO_!,12RE: Comedias. (Tartufo. El burgués gentilhombre. - El misdntrÓpo.
El enfermo imaginario.) Prólogo de Rafael Solana.
149. MOLmRE: Comedias. (El avaro. Las preciosas ridlculas. El médico a ·la
fuerza, La éscue,la, de las mujeres. Las mujeres sabias.) Prólogo · de RaftÍ.el
Solana.
!2,· · MOLINA, Tirso de: El vergonzoso en palacio. El condenado por d�sconfiado.
El burlador de StTTlilla. La prudencia en la -mu;er. ;Edición de Juana de On-
��
208. MONTALVO, Juan: Capitulas q11e se le olvidaron a [:Jervantes. Estudio in,
t troductivo de Gonzalo Zaldumbide. ·
191. MONTESQ.umU: Del · esplrit11 · de las leyes. Estudio preliminar de Daniel
·
Moreno..
282. ; -MORO,· Tomás: Utopla.. Prólogo de .Manuel Alcalá.
i29. MOTOLINIA, Fray Toribio: Historia de los indios de la Nueva España. Es-
tudio crítico, apéndices, notas e índice de Edmundo O'Gorman; :
286, 'NATORP, Pablo: .Propedéutica· Filosófica, Kant y la Escuela de Marburgo.
Curso de Pedagogla Social. Presentación Introductiva (el autor y su obra)
y preámbulos a los capítulos por Francisco Larroyo.
171. NERvo; Amado: Plenitud. Perlas Negras. Misticas. Los Jardines Interiores.
El Estanque de los lotos. Prólogo de Ernesto Mejía Sánchez.
175... NERVO,- Amado: La. amada inmóvil. Serenidad. Elevación. La última luna.
Prólogo de Ernesto Mejía Sánchez.
, 8. OCHO SIGLOS DE POESlA EN LENGUA ESPA:ÑOLA. - · Introducción y co�-
pilación de Francisco Montes .de Oca.
. 45; . O'GORMAN, Edmundo:.. Historia de .las Divisiones Territoriales de México.
213. PALACIO VALD:tS, Armando: La Hermana San Sulpicio. Introducción dé
Joaquín .Antonio Peñalosa. ·. · · · . ·
125, PAL.A, Ricardo: Tradiciones peruanas. Estudio y· selección por .Raimundo
.Lazo;
PALOU,. Fr. Francisco: .'fléase Clavijero, Francisco xa:vier,
·266. 1 .PARDO BAZAN, Emilia: Los pa.z:os de Ulloa. Introducción de Arturo Souto
· Alabarce.
.'�.Ii1l
8, PAYNO, Manuel: Los Bandidos de Rlo Frlo. Edición y prólogo de Antonio .
Castro Leal. •
!10, · PAYNO, Manuel: El fistol del Diablo. No11t:la de costumbres mexicanas. Tex•
to establecido y Estudio Preliminar de Antonio Castro Leal.
64. PEREDA, José María de: Peñas ATTiba. Sotileta•. Introducción de Soledad
Anaya Solórzano.
165. PEREYRA, Carlos: Hemdn Cortés. Prólogo de Martín Quirarte.
188. nREZ ESCRICH, Enrique: El Mártir del Gólgota. Prólogo de Joaquín An
tonio Peñalosa.
69. · PtREZ GALDóS, Benito: Miau y Marianela; Prólogos de Teresa Silva Tena.
107. nREZ GALDóS, Benito: Doña Perfecta. Misericordia. Nota preliminar de
Teresa Silva Tena.
117. P��Z GALDOS, Benito: Episodios Nacionales: Trafalgar. La corte de Car
, los .JV. Prólogo de Teresa Silva Tena.
1!10. PtREZ GALDOS, Benito: Episodios Nacionales: el 19 de Mar.z:o y el 2 de
Mayo. Bailén. Nota preliminar de Teresa Silva Tena.
158. PtREZ GALDóS, Benito: Episodios Nacionales: . Napoleón en Chamartln;
Zaragata. Prólogo. de Teresa Silva Tena.
166. P.tREZ GALDOS, Benito: Episodios Nacionales: G_erona. Cddi.z:. Nota preli
. minar de Teresa Silva Tena.
289. P.tREZ GALDóS, Benito: Episodios Nacionales: Juan Mar.tln el Empecina•
/, do. La batalla de los Arapiles.
185. P.tREZ GALDóS, Benito: Fortunata y Jacinta. (Dos historias de casadas.)
Estudio preliminar de -Teresa Silva Tena.
-231. PtREZ LUGIN, Alejandro: La· Casa de la Troya. Estudiantina.
235. nREz LUGIN, Alejandro: CuTTito de la Cruz.
26!1. PERRAULT: Cuentos de. Griselda..Piel de asno. Los deseos ridlculos, La
bella durmiente del bosque. Caperucita roja. Barba A.z:ul. El gato con botas.
L(JS hadas. Cenicienta.· Riquete el del copete. Pulgarcito. Prólogo de Ma. Ed·
,,.,
mée Alvarez. .
!108. PESTALOZZI, Juan"Enrique: Có�o Gertrudis enseiía a sus hijos. Cartas sobre
la educai;_ión de los. ni1ios. Libros de educación elemental. Prólogos. Estudio
introductivo y preámbulos a las obras por Edmundo Escobar.
221. _ PEZA, Juan de Dios: Hogar y Patria. El Arpa del A.mor. Noticia preliminar
de Porfirio Martínez · Peñalosa.
224. PEZA, Juan de Dios: Recuerdos y esperanzas, Flores, del alma y versos fes
tivos.
248. PINDARO: OUmpicas. P{ticas._ Nemeas. ístmicas y· fragmentos de otras obras
de Plndaro. Otros llricos griegos. A.rqu{loco. Tirteo. A.lceo. Safo. Sim6nides
de Ceos. Anacreonte. Baqutlides. Estudio preliminar de Francisco Montes
de Oca.
13. PLATÓN: Didlogós, Estudio preliminar de Francisco Larroyó. Edición CO· \¡
rregida y aumentada.
189. PLATÓN: Las Leyes. Epinomis. El PoUtico. Estudio introductivo y preám•
bulos a los diálogos por Francisco Larroyo.
258, PLAUTO: Comedias: Los melliios. El militar fanfaTTÓn. La olla. El gorgo;o.
Anfitrión. Los. cauti11os. Estudio preliminar de Francisco Montes de Oca.
26. PLUTARCO: Vidas paralelas. Introducción de Francisco Montes de Oca.
210,- PÓE, Edgar Allan: NaTTaciones extraordinarias. Aventuras de Arturo Gordon �1
Pym. El cuervo. Prólogo de Elvira Bermúdez.
85. POEMA DE MIO CID: Versión antigua, cori Prólogo y versión moderna de
Amando Bolaño e Isla, Seguido del Romancero del Cid. t.
102, POESIA MEXICANA. Selección de Francisco Montes de Oca.
56. POPOL VUH: Antiguas historias de los indios quichés de -Guatemala. Ilw•
-tradas con dibujos de los códices mayas. Advertencia, versión y vocabulario
L_.____-::c........:_
1
292. SALGARJ, Emilio: El eyipitá�1 Tormenta. El León de Damasco. Nota preli•
minar de María Elvira Bermúdez.
296. SALGARI, Emilio: El hijo del León de Damasco. La galera del Bajd.
302. SALGARI, Emilio: Él Corsario Negro. La Venganza. Nota t11reliminar. de
María Elvira Bermúdez.
306. SALGARI, Emilio: La reina de los caribes. Honorata de Wan Guld..
• 812." SALGARI, Emilio:. Yolimda. Margan.
288. SALUSTIO: La. conjuración de Catilina. ·La guerra de Jugurta. Estudio pre
liminar de Francisco Montes de Oca.
59. SAN AGUSTlN: La Ciudad de. Dios. Introducción de Fr�ncisco Montes
de Oca.
142•. SAN AGU�TfN: Confesiones." Versión, · introducdón. y notas de· FranciscÓ
. Montes de Oca. . . .. . . .. • . .
40. SAN FRANCISCO .DE ASfS. Florecillas. Introducción de Francisco _Montes
de Oca.
228, SAN JUAN .DE LA CRUZ: Subida del Monte Carmelo_. Noche _oscura. Cdn•
�ico espiritual. Llama de amor viva. Poes{as. Prólogo de Gabriel_ de la Mora.
199. SAN PEDRO, Diego ·de: Cárcel de amor. Aryialte e Lucenda. Sermón. Poe
sías. Desprecio de la fortuna. Seguidas de Question
· de a,i:ior;. Introducción
·
de Arturo Souto Alabaré-e.
50. SANTA TERESA DE JESúS: Lá/" · moradas;
· I;ibro de su . Vida. Biografía de
Juana de·Ontañón.
49•. SARMIENTO, Domingo F.: Facundo; Civilización· y Barbarie. Vida de Juan
Facundo Quiroga. Ensayo preliminar e -índice cronológico por Raimundo
Lazo. ·
138. SCO'IT, Walter: lvanhoe o El Cruzado. Introduccióri de Arturo Souto.
281. SltNECA: Tratados Filosóficos. Cartas. Estudio preliminar de Francisco Mon
tes de Oca. . ifflj
I;f¡ :
86. SH:AKESPEARE: Hamlet. Penas por amor perdidas. Los dos hidalgos de Ve•
rana. Sueño de una noche de Verano. Romeo y Julieta. Con notas prelimi•
·nares y dos cronologías. .
94. SHAKESPEARE: Otelo. La fiérecilla domada. A vuestro gÚsto. El rey Lear.
Con notas preliminares y dos cronologías.
96. SHAKESPEARE: Mticbeth. El mercader de Venecia. Las alegres comadres
de Windsor. Julio César. La tempestad. Con notas preliminares ·y dos cro• 11,,
nologías.
160. smNKIEWICZ, Enrique: Qua Vadis1 Prólogó de José Manuel Villalaz.
146. SIERRA, Justo: Jud,-,:z: su, obra y su tiempo. Introducción de Agustín Yáñez.
81. SITIO DE QUEUTARO: Según protagonistas y testigos. Selección y notas
introductorias de Daniel Moreno.
14. SOFOCLES: Las siete tragedias. Versión directa del griego con una intro•
ducción de Ángel María Garibay K.
89. SOLfS Y RIVADENEIRA, Antonio de: Historia ·de la Conquista de México.
Prólogo y Apéndices de Edmundo O'Gorman. Notas de José Valero. ·
SOR JUANA IN� DE LA CRUZ: Véase Cruz, Sor Juana Inés de la.
105. STENDHAL:. La I Cartuja de Parma Introducción de_ Francisco Montes de
o� - . . . . .
UD. STEVENSON, R. L.: La isla del Tesoro .. Cuentos de los Mares del Sur. Pró
logo de Sergio Pito!.
, il96. SWIIT, Jonathan: Viajes de Gulliver. Traducción, prólogo y notas de Mon
serrat Alfau.
291., TÁCITO, Cornelio: Anales. Estudio preliminar de Francisco Montes de Oca.
!l!I .' TAGORE, Rabindranath: La luna nueva. El jardinero. El cartero del Rey.
Las piedras hambrientas y otros. cuentos. Estudio de Daniel Moreno.
..:tj
2!12, TARACENA, Alfonso: Francisco l. Madero.
/
37; TEOCONlA E' HISTORIA DE LOS MEXICANOS, Tres opúsculos ·del si•
glo xv1. Edición de Angel María Garibay K.
-
258, TERENCIO. Comedias: La andriana. El eunuco.· El atormenta'dor de si mis•
��*�
mó. Los hermanos.. La suegra. Formión. Estudio · preliminar de Francisco .
�304, TITO LIVIO: Historia Rqmana. Primera década. Estudio· preliininar _de_
Frandsco Montes. de Oca.
201. TOLSTOI, León: La Guerra y· · la Paz. De "La Guerra y - la Paz" pór Eva
Alexandra Uchmany.
.20!S, · TOLSTOI, León: Ana Karenina. Prólogo de Fedro Guillén. ·
295. · TOLSTOI, León: Cuentos escogidos. Prólogo de Fedro Guillén.
290 '. TUCIDIDES: Historia de la Guerra del Peloponeso. I�µ-oducción de Ed·
·
1; mundo O'Gorman. ·
209. TWAIN, Mark; Las aventuras de Tom 'Sawyer. Introducción de Arturo Sou-
to Alabarce.
287. USIGLI, Rodolfo: Corona de Sombra. Corona de Fuego. Corona de Luz• .
52. · VALDM, Juan de: Diálogo de la· Lengua. Prólogo de Juan M. Lope Blanch. -
56. VALERA, Juan: Pepita Jimdnez y Juanita la Larga. Prólogo de Juana de
Ontañón: ·
190. V�MIKI: El Ramayana. Prólogo de· Teresa E. Rhode.
135. VALLE-INCLAN, Ramón de; Sonata de primavera. Sonata ·de estl.o. Sonata
de otoño. Sonata de invierno. (Memorias del marqués de Bradomin.) Estudio
preliminar de Allen W. Phillips.
287. VALLE-INCLAN, Ramón del: Tirano Banderas. Introducción de Arturo
Souto Alabarce.
55, VARGAS MAR'I1NEZ, Ubaldo: Morelos. Siervo de la Nación,
95. VARONA, Enrique José: Textos escogidos. Ensayo de .interpretación, acota•
clones y selección de Raimundo Lazo.
217. VELA, Arqueles: El Modernismo. SU filosofía. Su estética. Su técnica.
243. VELA, Arqueles: Análisis de la Expresión Literaria.. ·
111, VERNE, Julio: De la Tierra a la Luna. Alrededor de la Luna. Prólogo de
María Elvira Bermúdez.
114. VERNE, Julio: Veinte mil leguas de viaje submarino. Nota de María El-
vira Bermúdez,
116. VERNE, Julio: 'Viaje al centro de la Tierra. El. doctor Ox. Maese Zacar{as.
· Un drama en los aires: Nota de María Elvira Bennúdez.
123. VERNE, Julio: La is.la misteriosa. Nota de María Elvira• Bermúdez.
168. VERNE, Julio: La vuelta al mundo en 80 dias, Las tribulaciones de un chi
no en China.'
180. VERNE, Julio: Miguel Strogotf. Con una ·biografía de Julio Vernc por Ma•
ría Elvira. Bermúdez,
188. VERNE, Julio: Cinco semanas e11 globo. Prólogo de '.María Elvira Bermúdez.
186. VERNE, Julio: Un capitán de quince años. Prólogo de María Elvira Ber-
múdez. ·
189. VERNE, Julio: Dos aiíos de vacaciones. Prólogo ·de María Elvira Bermúdez.
260. VERNE, Julio: Los hijos delcapitán Grant. Nota preliminar de María El-
vira Bermúdez.
163. VIDA., Y HECHOS DE ESTEBANILLO_GONZÁLEZ. Prólogo de Juana de
Ontañon.
227. VILLAVERDE, Cirilo: Cecilia Valdez o La loma del ángel. Estudio critico'
de. Raimundo Lazo.
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147. VIRG11,IO: Eneida·. Geórgicas. Bucólicas. Edición revisada por Francisco
261. VITORIA,. Francisco de: Relecciones. Del estado, De los indios, y Del dere-
· c� de la guerra ..Con una introducción dé Antonio Gómez Robledo. Del
Colegio Nacional.
r,. VOCES DE _ORIENTE: Antologla de textos literarios del. cercano Oriente.
Traducciones, introducciones, compilación y notas. de Angel Mai:ía Gari-
bay K. . . •
170. WALLACE,.. Lcwis: Ben-Hur. �r6logo de Joaquín ·Antonio Péftalosa.
155. wn.DE, óscar: El retrato de Dorian Gray. El prlncipe· feliz. El ruiseñor 1
la rosa. El crimen de Lord Arthur Saville. El fantasma de Canterville. Tra
ducción, prólogo y notas de Monserrat Alfau.
2511. wn.DE, Osear: La importancia de llamarse Ernesto. El abanico de Lady
Windermere. Una mujer sin importancia, Un marido ideal. Salomé. Traduc•
- ción y prólogo de Momerrat Alfau.
161. WISEMAN,. Cardenal: Fabiola o la Iglesia de las Cata.cumbas. Introducción
de Joaquín Antonio Pefialosa.
90. ZARCO, Francisco: Escritos literarios. Selección, prólogo y notas de. �ené
Avilés.
269, ZEA, Leopoldo: Conciencia y posibilidad del mexic1mo. El occidente y la
\l. concienciá de México. Dos ensayos: sobre México y lo mexicano.
:; '" \ 58. ZORRD..LA, José: Don Juan Tenorio y el Puñal del Godo. Prólogo de Sal"'
,,ador Novo.
155. ZOR.Rll.LA, J;>E SAN MARTIN, Juan: Tabard: Estudio crítico por Raimun
do Lazo.
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BIBLIOTECA DE ARTl!,
11
>ON, LAWRENCE. EL ARTE DE LA PLATERlA EN M:tXICO� -1956,
373 páginas. 125 láminas fuera de texto.
NDEZ, JUSTINO. OROZCO. Forma e idea. 1956. 221 páginas. 102 ilustra•
� en negro y color fuera de texto. 2• edición 1975.
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- "P POLíTICA DE MÉXICO_ '·
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COUN SANCHEZ, GUILLERMO.· IGNACIO ZARAGOZA. EVoCAaóN DE UN
¡-.�
.r IUROE. Hl63. 324 páginas.. _ !,<'.
CUEVAS, MARIANO. HISTORIA - DE LA NACióN', MExiCANA. 3� edición:
.. 1,990 págimu1.
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GAMIO, MANUEL. FORJANDO PATRIA. Prólogo de JusrINo FERNÁNl>EZ. 2• edi-
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,l\ GASTELUM, BERNARDO J. LA REVOLUCIÓN MEXICANA, Interpr etacióii de
un espíritu. 1966. 561 páginas.
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GASTELUM, BERNARDO J. VOCES DE M2XICO. 1974. 262 páginas .
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