Bosquejo-Dios Es Amor2
Bosquejo-Dios Es Amor2
Bosquejo-Dios Es Amor2
F.I.: El Amor de Dios es un Amor ágape, en el que el amante tiene en cuenta sólo el bien
del ser amado.
Juan dice: "Dios es amor" no dice "Amar es Dios". Nuestro mundo, con su visión
trivial y egoísta del amor, ha tergiversado esas palabras y ha contaminado nuestra
comprensión del amor. El mundo piensa que amor es lo que nos hace sentir bien, y
está dispuesto a sacrificar principios morales y los derechos de los demás a fin de
obtener dicho "amor". Pero en realidad eso no es amor, sino todo lo contrario al amor;
es egoísmo. Y Dios no es esa clase de "amor". El verdadero amor es como Dios:
santo, justo y perfecto. Si de veras conocemos a Dios, debemos amar como El ama.
Todos creen que el amor es importante, pero por lo general pensamos que solo es
un sentimiento. En realidad, el amor es una elección y una acción, como lo muestra
1Co_13:4-7. Dios es la fuente de nuestro amor: nos amó de tal manera que sacrificó
a su Hijo por nosotros. Jesucristo es nuestro ejemplo de lo que significa amar; cada
cosa que El hizo en su vida y en su muerte fue amor supremo. El Espíritu Santo nos
da el poder para amar; Él vive en nuestro corazón y nos hace más semejantes a
Cristo. El amor de Dios siempre implica una elección y una acción, y nuestro amor
debe ser como el de Él.
Este pasaje bíblico, podemos ver dos contraste, el que no conoce a DIOS y el Amor
de Dios.
(I): Jesús contó: “Iba un hombre de Jerusalén a Jericó, cayendo en manos de unos
bandidos que le robaron, dejándolo medio muerto. Pasaron por allí un sacerdote y
un levita, pero ambos tomaron el otro lado del camino.
Entonces pasó un samaritano. Se acercó, curó sus heridas con aceite y se las vendó.
Lo llevó a su hotel, alcanzándole unas monedas al encargado para que cuide de él”
(I): El N.T. en los evangelios nos trae a la historia de Cristo. Y de como sufrió y fue
nuestro sustituto en una Cruz, donde murió, pero resucito al tercer día, fue ese
cordero sin mancha el que necesitábamos para limpiarnos del pecado y traernos a
reconciliación ante el padre. Jesús El hijo Amado de Dios murió en el Calvario para
que los hombres puedan ser salvos. El gran proceso de la Salvación incluye al
Espíritu Santo que toma residencia dentro de nuestros corazones y vida.
(A): Seamos imitadores de Cristo, que nuestro amor no se desvié en las cosas del
mundo, recordemos todos los días a cada instante que hay alguien que nos ama, y
que se entristece si nos desviamos hacía en mundo. Camines con cristo y honremos
a Dios.
Conclusión:
3. No hay otro amor que pueda sustituir el Amor de Dios en nuestra vida.
Reflexión:
¿De qué forma reflejan su amor a Dios las decisiones que toma y las acciones que realiza?