Masa PDF

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 65

A | apropiado, acogido, aprehendido, aprendido, agarrado, acoplado, ac

B | bienvenido, bienav
C | compartido, complacido, conectado, correspondido, conseguido, comprometido,
D | deseado, demarcado, delimitado, dominado, diferenciado, domesticado, diligenciado, direccion
E | emancipado, efímero, elegido, encontrado, especificado, ent
F | fortificado, formalizado, frontal, fronterizo,
G | ganado, grabado, gozado, grapa
H | humanizado, humedecido, ho
I | imaginado, iluminado, integrado, incomodado, incluido, int
J | joro
K
L | lamido, laminado
M |manoseado, mentido, mirado, manipulado, metalizado, muer
N | negado, nublado, nutrido, negociado, notado
Ñ
O | obstruido, obstaculizado, ordenado, olfateado,
P | partido, penetrado, polarizado, permeado, prohibid
Q | querido,
R | repartido, rasurado, repetido, rozado, roto, ralentizado, rumea
S | suavizado, soltado, sensualizado, secreto, secretado, simula
T | tocado, tronchado, tachado, tumbado, tapado, tomado
U | un
V | volado, vendado, vertido, vulc
W
X
Y
Z
comodado, apretado, amasado, ablandado, amalgamado, alimentado |
venturado, bendecido |
, concupiscente, curado, cocinado, corregido, comido, cocido, colectivizado, curado |
nado, diseccionado, derretido, digitalizado, demográfico, destinado, dolido, disputado, desbordado |
tonado, encartonado, engrasado, erizado, estrujado, escondido |
feminizado, formado, fantaseado, finalizado |
ado, generalizado, gritado, gestado |
orneado, horrorizado, hojaldrado |
tervenido, ilusionado, ilustrado, internado, imantado, imitado |
obado |
||
o, limitado, lubricado |
rto, masticado, mimetizado, molestado, menstruado, motorizado |
o, necesitado, normalizado, narrado, numerado |
||
, ojeado, ornamentado, ovalado, onírico, ocultado |
do, pulverizado, pertinente, pulido, peludo, pluralizado |
, quemado |
ado, rasgado, reiniciado, reinstalado, repercutido, relleno, rizado |
ado, seducido, salido, soñado, suturado, soldado, solucionado |
o, templado, traducido, transportado, triturado, trabajado |
ntado |
canizado, visto, volteado, visitado |
||
||
||
||
Primera edición:
14 de Julio de 2016
5 ejemplares

Edison Daniel Jiménez Aranda

[email protected]
celular: 314 4370555
Bogotá D.C.

Diseño
Erney Morales
[email protected]

Todos los derechos reservados

Impreso y hecho en Colombia


Familia agradecimientos
Astrid Aranda
Marco Jiménez
Esteban Jiménez
Juan David Jiménez
Cristina Rincón
Calixto Rincón
Mariela Pérez
María Cristina Rincón

Video
Nelson Vásquez
Andrés Isaza
Julián Alvarez
Ana María Correa
Andrés Ardila
Laura Juliana González

Diseño
Erney Morales

Montaje
María Angélica Granada
Pablo Baresch
Santiago Lemus
Laura Juliana González

Tutoría
Martha Mortales

Agradecimiento especial a Alirio Cruz y familia.


En la noches encuentro formas de no hacer mucho ruido.
Pasos ligeros.
Medias de lana.
Respiración retenida.
Visión agudizada.
doméstico | desbordado

No quise contenerlo
quise controlarlo

Cada vez que intenté buscarlo me choqué con algo nuevo. No era una
especie de distracción, por el contrario era una pieza más que com-
pletaba el mapa de todo eso que me importa, que me preocupa, que
me concierne o que simplemente me inquieta.

Recuerdo haber sentido algo la primera vez que me incomodé con mis
propias imágenes. Esa sensación de estar haciendo algo realmente
sensible, que transmitiera algún mensaje, que se manifestara en el
cuerpo del otro de alguna manera. En este caso el asco. No era por
menos una mezcla entre satisfacción y culpa. Había encontrado un
camino para la creación que me gustaba y la reacción más obvia era
seguir explorándolo.

Pensé desde el principio que no me iba a costar demasiado trabajo


resolverlo, pero no fue así. Descubrí entonces la importancia de tener
un vocabulario propio, de ahondar en algo y de acoger bajo mi techo
esas preocupaciones que no me dejaban dormir, claro, cada una con
un nombre. Me forjé un sistema de palabras que sentía cerca.

Ahora era personal.


¿qué es desbordar?

Desbordar es una palabra que acontece, que sucede, es un acto continuo c


político. Implica un enfrentamiento claro de fuerzas, una que se mantiene y

Desbordar, para un cuerpo significa algo más.


on un movimiento y una velocidad propia. Desbordar implica un contra. Desbordar es un acto
otra que cede. Desbordar es un acto binario. Es un encuentro.
cosas que se desbordan

La ira
Las palabras
La lluvia empozada
El agua de la alberca
La leche cuando se hierve
El huevo cuando se bate muy rápido
El chocolate cuando se le echa mucho queso
La cosas del estómago cuando el tío está borracho

formas de desbordar la casa

Tumbando las sillas


Empujando la puerta
Colándose por la reja
Saliéndose de la olleta
Quebrando las ventanas
Asomándose por las tejas
Chocando contra los muros
Hundiéndose en las cañerías
Metiéndose debajo de las telas
Consumiendo otras cosas o masas
Durante el día es el mejor momento para estar en la casa. En mi casa.
A las 11 de la mañana no recuerdo haber tenido perturbaciones, es una
hora suave, llena de cambios de luz, de calor por la ventana y de pro-
gramas de televisión entretenidos. Me gusta mucho estar en mi casa.
Me gusta mucho el color que tiene todo a esta hora. Es ante todo un
tiempo para estar.

También me gustar desordenar la casa. Me gusta encontrar cosas per-


didas y me gusta esculcar los rincones y las cosas que están escondidas
y han alejado de mi alcance. Me gusta ver y leer lo que encuentro. Me
gustan los superhéroes, me gusta jugar a que soy uno pero no cerca de
las escaleras de piedra porque me da miedo caerme y pegarme duro.

A las 12:00 ya suenan los vapores.

Me gusta cuando las ventanas de empañan y me gusta cuando la co-


cina se llena del estruendo que hace la comida. La olla a presión quiere
abrirse, lo está pidiendo. Me gusta estar cerca cuando se sirve la comida,
me gusta regular cantidades y organizar la comida en el plato.

El almuerzo siempre me gusta.


Celso Román inventó la historia de una casa salvaje, una casa llena
de animales que no podían ser vistos por todos pero que yo aprendí
a distinguir después de leer su cuento Los animales domésticos y
electrodomésticos. No recuerdo cuantos años tenía cuando recibí este
libro, pero sé que fue el primero que recibí por parte de mi abuela
Cristina; no pasó mucho tiempo para que yo lograra leerlo todo y
empezara a maravillarme con las cosas que decía.

Para mí había dejado de ser absurdo pensar que los electrodomésticos


se comunican con nosotros y que nunca, a pesar de habitar la casa,
dejaban de ser animales salvajes; el reloj-cangrejo, la nevera-oso, la
radio-loro y otros eran parte de nuestro cotidiano.

Desde entonces lo vi.


Eso que no había visto. Eso que no puede ser visto.
La casa es una jungla para Celso. Para mí, solo un lugar hostil.
el cuerpo

Trabajar en torno al cuerpo siempre ha sido seductor para mí. Imprime


en mi forma de trabajo una responsabilidad particular: pensarme
como objeto. Es una acción en dos tiempos simultáneos y, al mismo
tiempo, contrarios, implica distancia para la objetivación de mi propio
cuerpo, la ubicación y la relación que tengo con el mundo, la red, el
cardumen; así como también un acercamiento minucioso, una mirada
clínica que persiga los pliegues de la piel, que resalte las texturas de mi
cuerpo como si fueran patrones o muestrarios de alfombras; es nece-
sario llegar a los poros, a la grasa, a los vellos. Descomponer el cuerpo
también es una forma de objetivarlo.

El cuerpo es un pensamiento constante en mi cabeza, ha logrado ser


el eje de mi vida año tras año porque a pesar de todo no es fácil, para
un niño obeso zafarse de esa idea durante su adolescencia y posterior-
mente en su adultez; el cuerpo fragmentado y objetivado efectivamente
corresponde a mi visión crítica sobre mi propia imagen y me interpela
desde la relación con el otro, con la familia, que a final de cuentas es
parte fundamental en la crianza, en la alimentación y en la autoestima.
Imaginé mi cuerpo entonces como una masa de pan formada, horneada
y consumida por la mano de todos y por el cuerpo de todos.

Es una forma de llegar al mito, al reemplazarme por el objeto de


agresión o de recepción de la fuerza busco estipular la tensión entre ser
sujeto y ser individuo. Ser parte del contacto. Ser parte de la familia.
Mi cuerpo lleno de piedras estrujadas
Acariciadas, soñadas
Ablandadas
Entre tus dedos me vuelvo carne
Yo soy en tus ojos el reflejo de una casa
La casa que tanto espero, caliente y con pan en la mesa.

poema 14/01/2015
la masa

La masa, que es la idea, intenta desbordarse.


La masa, que es mi cuerpo, intenta a toda costa mantenerse.

Y en este juego de tensiones entre lo que se contiene y lo que se des-


borda lo importante es la fuerza o ese estado intermedio de no saber
qué es lo que predomina.

Comienzo a preguntarme nuevamente por la familia desde mi cuerpo,


y digo nuevamente porque es una pregunta que se ha repetido desde
la infancia y que a través del tiempo ha tomado impulso y se ha hecho
de su propio idioma.
Quisiera hundir las manos en la masa que es mi cuerpo y poder
modificar lo que es ahora. La masa convoca la acción
intromisoria de la mano, de la fuerza del cuerpo.

La poética entre lo duro y lo blando es la que más disfruto


porque puedo sentirla completamente, puedo desde cualquier
ángulo reconocer los choques y el contacto entre uno y otro.

- La masa
- La masa
- La masa
- La masa
- La masa
- La masa
- La masa
- La masa
- La masa
- La masa
- La masa
- La masa
- La masa
- La masa
- La masa
- La masa
- La masa
- La masa
- La masa
- La masa
- La masa
dentro del estomago
que se escurre
que huele feo
fermentada
manoseada
con costras
de arepas
cocinada
amasada
pegajosa
de gente
corporal
inquieta
delgada
muerta
de pan
quieta
gorda
cruda
suave
dura
Dialogo de telenovela modificado
sobre el peso de
la masa

Quisiera ser distinto


Que no me importara nada
Conformarme, pero no puedo
Es como si no hubiera en el mundo otra cosa
Más que mi cuerpo.
Lo quiero a él
Quiero dominarlo
Hacerlo mío
Aunque luego me aburra y me estorbe
Y llegue a odiarlo
Si, a odiarlo
Porque me conozco
Y todas estas humillaciones que me hace sufrir ahora
Me las va a pagar
Y muy caro si llego a apoderarme de él
Enfrentarse a la masa para mí siempre ha sido un proceso angustiante.
Poner mis manos sobre la masa tibia lista para tener cualquier forma.
Me genera vértigo.
Emoción.
Se convierte necesaria la acción de intervenirla.
Tal vez sea una propiedad de lo blando.
Así vi mi cuerpo.
Así asumí mi propia forma.
Blanda y manipulable.

Terminó siendo después de todo un enfrentamiento conmigo mismo.


Uno contra otro. En esa situación del contra se asume la posición
de un agredido y un agresor y se configuran fuerzas latentes entre
ambos cuerpos (tensión, presión, fricción) que se potencian por la
presencia de la mesa.
- Mesa
- Mesa
- Mesa
- Mesa
- Mesa
- Mesa
- Mesa
- Meson
- Mesa
- Mesa
- Mesa
- Mesa
- Mesa
- Mesa
- Mesa

- Mantel
- Mantel
- Mantel
- Mantel
- Mantel
- Mantel
- Mantel
- Mantel
- Mantel
- Mantel
- Mantel
- Mantel
- Mantel
- Mantel
- Mantel
con estructura de metal
para comer
de madera
cuadrada
de rincón
redonda
coja

individual
manchada
sin mantel
con mantel
para hablar
con cajones
para cocinar

viejo
blanco
delicado
de frutas
de papel
de encaje
quemado
de cuadros
de plástico
de navidad
deshilachado
de cumpleaños
sucio de gaseosa
sucio de chocolate
con moronas de pan
movimientos en
la mesa

- El tío tose
- La mujer pasa la mano para agarrar la ensalada
- El niño no quiere
- El salero cambia de lugar todo el tiempo
- La bebida se riega
- La bebida se reparte
- El plato caliente llega
- La tía pasa los platos calientes
- La madre reparte los cubiertos
- El hombre se saborea
- El primo pide más
- El padre deja los huesos afuera
- El hijo cucharea
- La mujer ríe
- La bebida se acaba
- Las bocas suenan
- El tío eructa.
- La reja para encerrar
- La reja para adornar
- La reja para separar
- La reja para ver
- La reja para chocar
- La reja para cerrar
- La reja para abrir
- La reja para contener
- La reja para excluir

- La reja de mi casa.
la familia

Escenificar la familia. Trabajar con y sobre la familia constituye un pro-


ceso de autoconocimiento constante, es una revisión de los elementos
constitutivos, un listado de costumbres y técnicas del cuerpo. La masa,
expuesta a todo, es el receptáculo de las experiencias, es el testigo táctil
de un recorrido que se realiza por primera vez. Desde el absurdo y lo
grotesco podría ser un bebé que camina torpemente con el cuerpo de
un obeso mórbido. Podría ser una búsqueda ingenua de un cuerpo que
se distiende en el espacio a causa de su exposición a las fuerzas de la
familia. Fuerzas Domésticas.

Es un problema difícil.
El trabajo con la familia constituye un ejercicio de reemplazamiento
entre el amasador y la masa.

Comencé a realizar ejercicios y acciones con mi familia como una


forma de generar tensiones alrededor de la masa de pan, que toma el
lugar de (mi) cuerpo para manifestar mediante la fuerza física todas
las sensaciones, huellas y detalles del desarrollo de mi vida en familia
dentro de la casa materna.

La casa siempre ha sido el lugar de mis incomodidades, he de suponer


que ese es el impulso más concreto para la formulación de este proyecto.
hacer
deshacer
relacionar
Tareas del arte y del artista. Formas de actuar y configurar la forma
de una idea, pero también acciones básicas, fundacionales. Hay que
remitirse al origen (la creación, el caos, la nomenclatura), estás
acciones son necesarias en muchos sentidos pero solo me interesa
uno en particular: la vida doméstica.
¿Qué cosas se hacen, se deshacen y se relacionan en la vida doméstica?

Podría pensar que al ser acciones fundamentales y constitutivas deben


corresponder de igual manera a prácticas del hogar de gran importancia.

Partí de la observación de mi propia familia para afirmar que las ac-


ciones que sostienen la continuidad de la vida doméstica son varias,
entre ellas: cocinar, limpiar, dormir, hablar y codificar. Todas dan cuenta
de la relación entre el cuerpo y el espacio, es decir entre la casa y sus
habitantes.

Sin embargo para el desarrollo de este trabajo solo me haré cargo de


tres: Cocinar, Limpiar, Hablar; las cuales muestran de manera más directa
el trabajo del cuerpo, las negociaciones de territorios dentro del hogar.
cocinar

Cocinar es una forma de hacer. Hacer alimentos es una acción que


exige a la mano un propósito creativo y nutritivo. Cocinar es transfor-
mar. Cocinar es en esencia la transformación por el fuego. La energía
viva de la fuerza del hogar.

Los espacios para cocinar son aquellos que resisten el calor, son los
núcleos de poder de la casa. Las cocinas son productoras de calor
por excelencia, reúne motores y mecanismos continuos de producción
calórica y alimenticia. Las cocinas proporcionan el combustible de los
cuerpos.

No solo por el fuego es la cocina un lugar cálido. El constante movi-


miento y la formación de comunidad hacen del acto de cocinar y de
comer un espacio doméstico acogedor. Todo se mueve. Las manos, la
boca, las piernas, los cuchillos, las cucharas, la licuadora, el fuego, el
agua que hierve.
¿Quién cocina?
La abuela. Las mujeres. Yo.
El preparador de alimentos como generador de energía, obrero,
entrenador de gimnasio.

¿Qué cocinan los hombres?

¿Qué cocinan las mujeres?


Realmente no conozco la diferencia, o no creo que haya algún tipo de
preferencia por algunos alimentos según el sexo del cocinero, sin
embargo es importante saber que es diferente la manipulación de las
herramientas o al menos lo es en mi familia. La tradición/traducción
de la mujer que cocina ha llevado al desarrollo de muchas estrategias
para la manipulación de las herramientas que realmente me han
sorprendido; la mujer de casa conoce las múltiples funciones de objetos
que incluso no son propios de la cocina.
Agujas, Tijeras, Piedras, Frascos, Lápices.

Son propios de ellas: la sazón, el dominio de los objetos, el inventario.


Disposición del cuerpo en la cocina: La presencia de la mesa en la
cocina ejerce en el cuerpo una tendencia a la reunión. Fuerza centrípeta.
Pero eso pertenece más al acto de comer y no al de cocinar. El cocinar
modifica la distribución de la fuerza. La mano actúa, coordina y ejecuta
los procesos.

El calor de la cocina también hace parte de las formas de afectar el cu-


erpo. Pase lo que pase no puede caer una gota de sudor en el caldo de
la mañana
Las diferencias entre nutrir, alimentar y cocinar giran alrededor de las
prácticas culinarias de la casa. Está en la relación con el otro. Mi abuela
atraviesa los tres momentos, los tres procesos. Cocina la carne muer-
ta, alimenta a sus hijos y nutre la carne viva de ellos. Cocinar y comer.
Preparar para devorar. Limpiar para ensuciar. Hablar para callar.

Enfrentarse a la materia para someterla a procesos transformativos


como la cocción no es más que un poder en ejercicio. Un acto de poder
sobre el otro a través de la mano que no parte solo de la necesidad
sino también del deseo. Con cuanta concupiscencia se aprieta la carne
contra la plancha, se aprieta la naranja contra el exprimidor, se ralla la
zanahoria, se prende la licuadora.

Cuando la comida se sirve se encuentra la satisfacción. La nutrición


de los cuerpos se hace a través del intercambio. Pero no funciona de la
misma manera que el intercambio en la mesa que no requiere un con-
tacto directo entre cuerpos al contrario, la nutrición es tocar.
Claro.
Biológicamente el proceso comienza desde la ingesta.
Tocar el alimento con la lengua, con el estómago.
¿Te han tocado alguna vez con el estómago?
limpiar

Limpiar es una forma de deshacer. Al igual que lo crudo y lo cocido, lo


limpio y lo sucio dependen el uno del otro para caracterizarse.

Limpiar ha sido desde siempre una tarea necesaria para el hogar. El


ritual de la limpieza y el aseo de los espacios es ante todo la circulación
del agua, el agua que penetra en los rincones de la casa y los rincones
del cuerpo. Limpiar es una tarea individual, al menos la del cuerpo.
Desde que existe un baño sin espectadores, la limpieza se convirtió en
una relación íntima del hombre con su piel.
¿Quién limpia?
Todos. Cada uno limpia lo que le corresponde. Yo.
El aseador como conocedor de rincones, el explorador, el médico.

¿Lo que es visible es lo que debe mantenerse limpio?


La tarea de la limpieza exige un contacto más suave. No involucra
transformaciones radicales en la forma de las cosas, es más una tarea
de preservación, de superficies. Retirar con cuidado la piel muerta. Los
rastros del trabajo pasado.

Agua fría: para los obje tos de la casa. Los pisos, los bañ os, los dientes,
las ventanas.

Agua tibia: para los cuerpos, la piel, el cabello.

Agua caliente: para quitar la grasa, para las cañerías, para extraer la
suciedad más difícil.

Aparentemente la transición del agua fría al agua caliente está relaciona-


do con la visibilidad y la fuerza. La fuerza de la herramienta limpiadora
y al calor de su fricción es reemplazada por el impacto del agua que
hierve/hiere.
¿Qué limpian los hombres?

¿Qué limpian las mujeres?


Los hombres de mi casa se encargan de limpiar la mugre producto de
su propia acción, cómo el que surge luego de una reparación; también
se encargan de la limpieza de los vehículos o la de sus propios cuerpos.
Podría creer que se encargan de la limpieza de los objetos duros.
hablar

Hablar es relacionar, es una vinculación. La oralidad es un espacio frágil


lleno de capas. Cómo una milhoja en el horno, donde el vapor se en-
carga de separar cada capa mientras está sigue blanda. En la cocina
de mi casa, al igual que en el horno, hay un vapor constante que media
la multiplicidad de discursos y de conversaciones que se sobreponen
encima de la mesa, o del mesón, o de la estufa, o de la puerta.

Hablar, además de corresponder a un código y acuerdo común, es


también dos cosas: sonido y gesto.
“Se llevó mi polla el gavilán pollero,

Sonido: El arrullo, los cantos de la infancia.


la pollita que más quiero,
que me sirva la otra copa cantinero,
sin mi pollita yo me muero.

Se llevó mi polla el gavilán pollero,


la pollita que más quiero,
que me sirva la otra copa cantinero,
sin mi pollita yo me muero.

Gavilán, gavilán, gavilán,


te llevaste mi polla, gavilán,
si tu vuelves mi polla para acá,
yo te doy todito el gallinero.”

Pedro Infante - El Gavilan Pollero

“Guillermo Tell, a pata pela


Con gran valor, a pata pela
A los cosacos les dio la libertad. A pata pela
Y los cosacos, a pata pela
Agradecidos, a pata pela
Le regalaron un tarro de mérmela, a pata pela”
El regaño de la madre o del padre, es por otro lado, un sonido directa-
mente correctivo, fuerte.

Gesto:
De la risa y el llanto. De la casa y en el contexto de familia las conversa-
ciones más atractivas para el ojo y el oído son aquellas que involucran
llanto y/o risa, no es algo que aprendes solo a escuchar sino a también
a ver. Lento. Contemplativamente. Crecer en familia requiere desde la in-
fancia el reconocimiento de los rostros y de los códigos que se manejan
con él. El regaño no es solo un ritmo contundente, es también un gesto
duro, de piedra tensa. En la conversación el gesto se vuelve significante;
Si se da la oportunidad, es en algunos casos, un intercambio de muecas.
(Aprehendidas)
lo doméstico
puede ser

- Las pantuflas
- Un cuchillo sin filo
- Los peluches lavados
- Periódicos enrollados
- Soplar el café caliente
- Los bichos de las matas
- Un guante de loza sin dedos
- Los libros del ABC para niños
- Colecciones de cosas delicadas
- Probar la temperatura del tetero
- Las velas para cuando se va la luz
- Los tenedores de dientes torcidos
- Programas de televisión aburridos
- Programas de televisión dramáticos
- Golpear la almohada antes de dormir
lección
Encontré un libro en mi casa,

“Cómo criar a los varones. Consejos prácticos y aliento para aquellos


que están formando a la próxima generación de hombres”
del Dr. James Dobson.

Reposaba en la biblioteca de mi casa desde el año 2002 junto a libros


de química, religión y biología.

Extraje de él las siguientes listas:


los niños
son mejores que
las niñas
Elizabeth Christine Hays
- Las niñas mastican con la boca cerrada
- Las niñas tienen mejor letra
- Las niñas cantan mejor
- Las niñas tienen más talento
- Las niñas pueden arreglarse el pelo mejor
- Las niñas se tapan la boca cuando estornudan
- Las niñas no se meten el dedo en la nariz
- Las niñas van al baño con delicadeza
- Las niñas aprenden más rápido
- Las niñas son más bondadosas con los animales
- Las niñas no huelen tan mal
- Las niñas son más listas
- Las niñas consiguen más cosas que quieren
- Las niñas no se tiran tantos vientos
- Las niñas son más tranquilas
- Las niñas no se ensucian tanto
- Las niñas son más limpias
- Las niñas son más atractivas
- Las niñas no comen tanto
- Las niñas caminan con más delicadeza
- Las niñas no son tan estrictas
- Las niñas se sientan con más delicadeza
- Las niñas son más creativas
- Las niñas lucen mejor que los niños
- Las niñas se peinan mejor
- Las niñas se afeitan más
- Las niñas se ponen desodorante muchas veces más
- Las niñas no tienen tanto olor a sudor
- Las niñas no quieren tener el pelo desarreglado
- A las niñas les gusta broncearse más
- Las niñas tienen mejores modales
las niñas
son mejores que
los niños
Anónimo
- Los niños pueden ver una película de terror y no cerrar los ojos ni una vez
- Los niños no tiene que sentarse cada vez que van al baño
- Los niños no se avergüenzan fácilmente
- Los niños pueden hacer pipí en el bosque
- Los niños pueden subirse mejor a los árboles
- Los niños no se vomitan en los aparatos rápidos del parque de diversiones
- Los niños no se preocupan por la dieta
- Los niños manejan mejor los tractores que las niñas
- Los niños escriben mejor que las niñas
- Los niños pueden construir mejores fuertes que las niñas
- Los niños aguantan el dolor mejor que las niñas
- Los niños están más en la onda
- Los niños tienen menos rabietas
- Los niños no malgastan su vida yendo de compras
- Los niños no tienen miedo a los reptiles
- Los niños se afeitan más que las niñas
- Los niños no hacen todos esos movimientos de caderas cuando caminan
- Los niños no arañan
- Los niños no le trenzan el pelo a otro
- Los niños no son sabelotodo
- Los niños no lloran ni lo sienten en el alma cuando matan una mosca
- Los niños no usan tanto desodorante
- Los niños fueron creados primero
- Los niños aprenden más rápido a hacer ruidos cómicos son los sobacos
- Los niños pueden hacer mejores nudos, especialmente colas de caballo de
las niñas
- Los niños explotan más cosas
- Sin niños no habría bebés
- Los niños comen con mucho ánimo
- Los niños no llorican
- Los niños tararean mejor
- Los niños están orgullosos de su olor
- Los niños no lloran cuando se rompen una uña
- Los niños no necesitan preguntar cómo llegar a un lugar
- Los niños pueden deletrear correctamente el nombre del doctor Dobson
- Los niños no son exclusivistas
- Los niños no dejan que otras personas usen el teléfono
- Los niños no son adictos a las compras
- Los niños pueden poner la carnada en su anzuelo cuando van a pescar
- Los niños no cuelgan medias por todo el baño
- Los niños no se despiertan con el pelo desarreglado
- Los niños no son traviesos
- Los niños no tardan dos millones de años para estar listos
- A los niños no les importa Barbie para nada
- Los niños no necesitan tener 21 pares de zapatos
- Los niños no pasan tiempo poniéndose maquillaje
- A los niños no les importa si su nariz no es perfecta
- Los niños respetan a todo y a todos.
Levedad
Rapidez
Exactitud seis propuestas para la vida en casa
Visibilidad
Multiplicidad
Consistencia

La levedad del vapor,


la rapidez de la licuadora,
la exactitud del cuchillo,
la visibilidad del comedor,
la multiplicidad de conversaciones,
la consistencia de la comida.

La levedad del sol,


la rapidez de los autos,
la exactitud de los regaños,
la visibilidad de los dientes,
la lengua y los labios,
la multiplicidad de significados,
la consistencia de la cama.

La levedad de la espuma,
la rapidez del cepillo de cerdas duras,
la exactitud de la mano,
la visibilidad de la suciedad,
la multiplicidad de las cañerías,
la consistencia del agua.
bruce
Cuando supe de Bruce, no sabía que pensar.
Solo en las formas en que pudo haberlos visto él.
Cómo familia. Cómo preguntando: ¿Dónde estoy?
Diciéndole a todos las formas en que vivían en Colombia, y que los
niños jugaban otras cosas, y que todos lo trataban bien.
La mirada de Bruce desde afuera me inquietaba. ¿Cuál es la familia que
vio Bruce hace 30 años? Los amó. Los quiso y los extrañó. No lo olviden.
¿Dónde está Bruce?, acá está tu familia. You’re Welcome.

Veo a mi familia desde la frontera.


Me encuentro en otra condición.
Observar es la manera de entender.
Bruce era un observador.
Yo soy un observador de mi propia familia.
¿Dónde estoy? Me di la vuelta para ver mi propio paso por mi familia.
Ver mi reflejo en las manos de mis amasadores es como si un gemelo
quisiera ver al otro a través de la placenta.
- Casa de dos pisos
- Casa de un piso
- Casa bodega
- Casa de gatos
- Casa esquinera
- Casa con rejas
- Casa de niños
- Casa silenciosa
- Casa de familia
- Casa de chismes
- Casa de llegada
- Casa de partida
- Casa con antenas
- Casa de la abuela
- Casa para ver accidentes
- Casa de perros y canarios
- Casa con tanques de agua
- Casa con las paredes sucias
- Casa con las paredes limpias
- Casa igual a todas las de la cuadra
- Casa con muchos sonidos de televisor
- Casa dividida con muros indescifrables
- Casa para muchas personas desconocidas
- Casa que no se ha terminado de construir.
¿cómo?
¿Cómo moldeo? Teniendo la masa entre las manos es muy fácil pensar
miles de formas que podría hacer con ella, pero es necesario ponerle
nombre a la masa. La masa-roscón. La masa-pan. La masa-arepa. La
masa-hojaldre.

He pensado varios nombres para mi obra. Sobre todo desde que decidí
verla como obra y no como un proyecto, porque no es algo que con-
tinúe en planes de aprobación, este “proyecto” ya es algo, ya tiene for-
mas, tiene insinuaciones. Debo reconocerlas.

Tengo varias palabras metidas en la cabeza:


gordo, desbordante, contenido, tensión, incomodidad, familia, cuerpo,
adolescencia, amor, educación, contacto , cariño, crianza, pelea,
secretos, roles, presión, punto de ebullición
Todas son palabras que describen de alguna forma el punto específico
de mi incomodidad respecto a mi familia, y no solo a mi familia, sino
también a mi propiocepción dentro de ese grupo. Sentir que no se está
inmerso. Sentir que no se pertenece.

Ya he comentado a varias personas que me interesa bastante la


sensación de incomodidad que se genera a partir de ciertos eventos
familiares que me han sucedido y que estoy seguro se repiten en todas
las familias. Me refiero a los hechos que marcan una fuerte diferenci-
ación entre lo que se puede hacer público o no en el ambiente famil-
iar; muchas veces estos acontecimientos están ligados a las normas,
condiciones religiosas o morales bajo las que se rige el comportamiento
de los habitantes de esa casa o los miembros de esa familia.

Yo crecí con aproximadamente cuarenta personas que hacen parte de


mi familia y que particularmente viven bastante cerca entre sí. Todos
en el mismo barrio. Todos en el pardo rubio. Esto me puso en constan-
te contacto con todos, dándome diversas visiones de la vida cotidiana
de cada una de esas familias. En todas las casas se crea un ambiente
diferente que gira en torno a las divisiones y jerarquías de poder en la
casa y esto produjo en mi bastantes choques respecto a cómo debía yo
manejarme con mi propio cuerpo.
No es una pregunta fácil. Hace parte de mi vida personal y requiere de
mi constante repaso sobre la memoria de mi vida en la infancia y la
adolescencia y mis experiencias en diversas situaciones límite que me
llevaron de alguna u otra forma a sentirme incómodo y fuera de lugar.
La pulsión por el desborde.

Entre este tejido de historias mi labor como artista consiste en seleccio-


nar, recrear, propiciar y accionar imágenes que me ayuden no a ilustrar
sino a manifestar y a traducir la sensación de desborde familiar en el
espectador.

Mi cuerpo, que es el receptáculo de esta incomodidad, expresa de di-


versas formas (consientes o inconscientes) las fuerzas que se crean
dentro del hogar. Yo me dediqué a registrarlas o a recrearlas sobre mi
propio cuerpo o sobre una masa muerta de pan. Es un acto abierto a la
ocurrencia.
Los Hornos

Son monumentos pesados a la cocción. Son


piedras calientes para el deleite de los cuerpos
húmedos que dejan caer pequeñas gotas que
se evaporan al instante. Son casas. Son ruinas
de casas. Los hornos son gigantes y hambri-
entos monstruos que albergan en su interior el
dichoso pan que se crece y se cocina al calor
de las brasas. Los hornos tienen intestinos bur-
bujeantes que golpetean la puertita de metal
cada diez minutos. Los hornos de mueven aun-
que no lo parezca. Los hornos.
¿Por qué no puedo dejar de escurrirme?

Traté de huir de mi casa, al salir me choqué


contra la reja y como mi voluntad era más
fuerte seguí huyendo en pedacitos.

Cómo detener la inminente fuerza.


Estoy cayendo. Me escurro.
Antes de tocar el suelo sentí una mano cáli-
da tocar mi espalda, fue reconfortante hasta
que sus dedos de hundieron sobre mi cuerpo y
penetraron todo mi ser. Se fijaron como garras
y solo restó salir expulsado por las rendijas de
sus manos y sus dedos y sus uñas.
Estuve tranquilo, pero luego todo se repitió.
Suave masa sin incisiones

Quieta. Sin abolladuras ni moretones. Suave.


La masa me acompañaba durante mi labor diaria de artista.
Me miraba desde la mesa. Blanca. Llena de posibilidades.
La masa no pedía acciones sobre si, solo algunas miradas de cariño de
vez en cuando, como todas las masas. ¿No?
La masa no pidió nada. Fui yo.
Ahora ya no existe y la extraño.
Quedaron pequeños pedazos de aquel amigo petrificados en mi
estuche de cartón.
¿Qué pasó?
El artista la manipulo, la sedujo, la golpeó, la maltrató, la aplastó,
la mordió, la cortó, la estiró hasta que quedó solo un hilito.
Adiós masa.
- Dar leche
- Beber leche
- Regar leche
- Limpiar leche

- Comer pan
- Partir pan
- Cortar pan
- Comprar pan

- Causar heridas
- Curar heridas

- Lanzar floreros
- Llenar floreros

- Acariciar

- Nalguear

- Golpear

- Besar
actos contactos

- Empuñar tenedores
Las relaciones entre las personas de la casa se
- Usar tenedores
dan a partir del contacto constante entre unos
- Fabricar tenedores
y otros a través del propio cuerpo o de objetos
que han sido domesticados para dicho uso.
- Exprimir traperos
columna A columna B

tocar heridas

oler comida

usar familiares

curar manos

esconder casas

alimentar cuerpos

cocinar cosas

pesar acciones
Universidad Nacional de

Colombia

También podría gustarte