Definir Los Aspectos Más Relevantes Del Proceso de Sostenibilidad 3 Ensayo

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4

Definir los aspectos más relevantes del proceso de sostenibilidad, teniendo en cuenta

actividades como la economía solidaria

EVIDENCIA 3

LEYDI YURANY SANCHEZ ALVIS

INSTRUCTOR
AIRO GIRALDO VALENCIA

SERVICIO NACIONAL DE APRENDIZAJE SENA


FICHA: 2554950
27/05/2022
ECONOMIA SOLIDARIA EN LA ECONOMIA AGRARIA SOSTENIBLE
La Economía solidaria es un enfoque de la actividad económica que tiene en cuenta a las
personas, el medio ambiente y el desarrollo sostenible y sustentable, como referencia
prioritaria por encima de otros intereses. La Economía Solidaria, pretende incorporar a la
gestión de la actividad económica, los valores universales que deben regir la sociedad y las
relaciones entre toda la ciudadanía: equidad, justicia, fraternidad económica, solidaridad
social y democracia directa. Y, en tanto que una nueva forma de producir, de consumir y de
distribuir, se propone como una alternativa viable y sostenible para la satisfacción de las
necesidades individuales y globales, aspirando a consolidarse como un instrumento de
transformación social.
Esta economía presenta unos principios los cuales son: Igualdad y equidad, empleo, medio
ambiente, cooperación, sin ánimo de lucro, compromiso; cabe destacar que la economía
solidaria tiene como fin velar por la calidad de vida de las personas, para ello usa como
medios los recursos humanos. En dicha medida la economía solidaria se centra en otro
aspecto, la democracia participativa
Se evidencia gran intervención de la economía solidaria en sectores como el financiero,
agropecuario, comercio, salud, transporte, educación, servicios públicos, manufactura,
asegurador, trabajo asociado, entre otras, lideradas por entidades de economía solidaria
como cooperativas, fondos de empleados y asociaciones mutuales.
Al plantear la economía solidaria como modelo para el desarrollo sostenible, se establece la
necesidad urgida de religar a la especie humana y la naturaleza, sus recursos, costumbres y
necesidades propias, que permitan producir, consumir y ofrecer productos y servicios en
base a los recursos naturales e iniciativas empresariales. La economía solidaria se centra en
los problemas del hombre y la necesidad social, más no en la acumulación de riquezas, y
dando cumplimiento a sus principios de igualdad, empleo, medioambiente y cooperación.
La tarea que se debe emprender hoy en día, es de mucha cooperación y compromiso social
donde los diferentes actores de la sociedad, desde el Estado con sus normas y políticas, el
sector privado (intereses económicos) y la ciudadanía que sufre los impactos ocasionados;
tienen la responsabilidad de trabajar por un desarrollo económico, social y sostenible
basado en las formas organizativas solidaria dentro de un marco democrático y social de
ayuda mutua, para garantizar un mejor vivir a las generaciones futuras.
La sostenibilidad, la solidaridad o la cooperación son valores comunes de las entidades que
forman parte de la Economía Social y Solidaria, las cuales invitan a utilizar las crisis
globales como periodos de reflexión y de búsqueda de nuevas formas de organización más
sostenibles, tanto desde el punto de vista social como medioambiental. Bajo estos
parámetros, la economía deja de ser un fin en sí mismo para convertirse en un medio al
servicio de las necesidades de las personas, recuperando la dimensión humana, social y
cultural que nunca debió perder.
LA ECONOMÍA SOLIDARIA COMO FACTOR DE DESARROLLO Y
CRECIMIENTO ECONÓMICO EN COLOMBIA
En un país como el nuestro golpeado por distintos factores de violencia donde el estado
gasta su mayor parte del presupuesto en la seguridad democrática nombre dado no como
un nuevo enfoque de defensa, sino por cumplir con la constitución de Colombia en otros
términos, se hace necesario visionar nuevas fuentes económicas que ayuden a soportar las
políticas neoliberales de nuestros dirigentes quienes en campaña siempre defienden al
pueblo, pero después que están en la silla del poder, se vuelcan en contra, buscando
satisfacer a la figura del estado.
Nacen como herramientas y ayudas a los mas que quieren ser más, unidos e influenciados
por el desarrollo de su propia comunidad donde habita su familia, una nueva forma de hacer
empresa por medio de los factores sociales como ejes y motores de una economía, la
economía solidaria, nombre técnico dado y referenciado en la Ley 454 de 1998, donde lo
definen como un sistema que tiene aspectos socioeconómicos, culturales y promueven la
educación ambiental, donde el factor fuerza recae sobre la misma comunidad, y hace
cumplir lo estipulado en la carta magna de un país con participación ciudadana y un estado
social de derecho donde la parte del ser humano se hace sentir como un ser íntegro y
protegido.
Es allí donde el ser humano busca no solo el bienestar social como objetivo común y donde
la palabra lucro toma otro significado sin ánimo de lucro, allí donde los beneficios son
mayores de acuerdo a las propias responsabilidades y anhelos de hacer las cosas lo mejor
posibles, las empresas como estamos acostumbrados a verlas se tornan con otros nombres
como fundaciones y las asociaciones mutuales, cada una con la visión de obtener beneficios
colectivos o individuales.
La economía solidaria en Colombia, se reglamentó a través del congreso una Ley que sirve
de marco conceptual y establece las directrices donde están los principios, fines y
características de las organizaciones que la conforman. De la ley surgió “DANSOCIAL,
como la entidad encargada de dirigir y coordinar la política estatal para la promoción,
planeación, protección, fortalecimiento y desarrollo empresarial de las organizaciones de la
Economía Solidaria”
Con la constitución de numerosas cooperativas se dio paso a una nueva alternativa
económica, la cual con el apoyo del gobierno se ha venido fortaleciendo y modernizando,
entendiéndose a cada uno de sus socios la importancia de fomentar este tipo de actividad
comercial donde el sacrificio y voluntad se verán garantizados por el buen uso y desempeño
de los resultados tanto económicos, como social y cultural, y es allí donde se empieza a
construir un nuevo país.
Cuando se emplea y ocupa al ser, estamos fomentando paz, estamos formando seres más
humanos, donde sus pensamientos están satisfechos y no ha cabida a ideas inarmónicas, la
creación de más fuentes de empleo y la capacitación misma en las tareas de cada una de
estas actividades hacen que la economía solidaria se vea con buenos ojos y alternativa
social. El apoyo y la visión de muchas personas, con monitoreo del gobierno hace de la
economía solidaria un programa de se benefician más familias cada día y es por ello la
importancia de generar conciencia para seguir creando cooperativas, fundaciones,
asociaciones y mutualistas, diferentes entre sí pero con finalidades similares, además la Ley
precisa que son sujetos de ella “las personas jurídicas organizada para realizar actividades
sin ánimo de lucro, en las cuales sus trabajadores o los usuarios, según el caso, son
simultáneamente sus aportantes y benefactores, creadas con el objeto de producir; distribuir
y consumir conjunta y eficientemente, bienes y servicios para satisfacer las necesidades de
sus miembros y el desarrollo de obras de servicio a la comunidad en general.
De acuerdo con una información suministrada a diciembre de 1996 existían 13.189
entidades del sector cooperativo registradas por el DANCOOP, de las cuales 10.887 (el
82%) se encontraban funcionando. De las activas, estaban al día con el DANCOOP en la
presentación de sus informes y estados financieros 3.486, es decir, sólo un 32%. Algunas
deficiencias de orden administrativo debían tener las entidades que hacían parte de ese 68%
restante para no cumplir a la mencionada fecha con el deber de reportar sus informes. Y
aquí cabe afirmar, a manera de hipótesis, que existen en el sector cooperativo muchas
necesidades de educación, asesoría, asistencia técnica y financiera, cuya atención es urgente
para una consolidación de las entidades que de él hacen parte, a fin de ofrecer cada vez
mejores servicios a la comunidad asociada.
Haciendo una mención de la existencia de entidades del sector cooperativo por regiones de
Colombia, están distribuidas en los 32 departamentos y en Santa Fe de Bogotá Distrito
Capital. La mayor concentración se encuentra, precisamente, en Santa Fe de Bogotá, con un
30% del total. Le siguen Antioquia con el 12%, Santander con el 8%, Valle con el 7%,
Cundinamarca y Tolima con el 6% cada uno. Los demás departamentos cubren el restante
31%.
En el Caquetá, la mayor parte de las cooperativas creadas han sido con fines de vivienda,
aunque su nombre haya abarcado “multiactivas” la mayoría han desaparecido y no han
dejado huella, quizás por la idea errónea y falta de capacitación por parte de cada uno del
integrante de la misma, quizás no creyeron en lo que estaba contemplado en los estatutos o
porque quizás no estaban maduros para concebir su propio beneficio. Son pocas las que han
sobrevivido, pero no se tiene registro alguno.

También podría gustarte