1.02 Análisis de La Obra

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1.

- Relación del título con el contenido de la obra

El título Historia de una escalera tiene una doble lectura:


 Una lectura denotativa. Una serie de acontecimientos que transcurre en
una modesta casa de vecindad.
 Una lectura simbólica. La escalera es un espacio social cerrado del que los
personajes no pueden salir debido a sus circunstancias sociales o
personales. Representa el inmovilismo social.

2.- El argumento.
Estructura externa, la obra se divide en tres actos:
 ACTO I con el PLANTEAMIENTO, presentación de los personajes y situación económica de los vecinos, así como los
intereses y conflictos que se generan entre ellos.
 ACTO II con el NUDO, desarrollo de la trama.
 ACTO III con el DESENLACE, en este caso, abierto.
Pese a que los actos no se dividen en escenas, es posible señalarlas a partir de las entradas y salidas de los personajes.
Piso QUINTO ACTO I ACTO II ACTO III
Hacia 1919 Hacia 1929 Hacia 1949

PUERTA I  Generosa, 55 años.  Generosa, 65 años.  Un joven bien vestido.


 Gregorio, su marido. Conductor  Gregorio, su marido, acaba de
de tranvía jubilado. No parece fallecer.
nunca en escena.
 Hijos del matrimonio:  Hija del matrimonio:
 Pepe, más de 20 años.  Carmina, entre 25 y 30 años.
 Carmina, entre 15 y 20 años.
PUERTA II  Don Manuel. Viudo. Dueño de  Elvira. Entre 25 y 30 años.  Elvira. Entre 45 y 50 años.
una agencia (una gestoría).
 Fernando. Entre 25 y 30 años.  Fernando. Entre 45 y 50 años.
 Elvira. Su hija, entre 15 y 20 años.  Fernando hijo, un bebé de un año.  Fernando hijo, 21 años.
 Manolín, de 12 años.
PUERTA III  Paca, 50 años.  Paca, unos 60 años.  Paca, unos 80 años.
 El señor Juan, su marido, que no  El señor Juan, su marido,  Urbano, entre 45 y 50 años.
parece en escena hasta el Acto II. aproximadamente de su misma
 Carmina, entre 45 y 50 años.
 Hijos del matrimonio: edad.
 Hijos del matrimonio:  Rosa, unos 55 años.
 Urbano, obrero entre 15 y 20 años.
 Rosa, es ya “mayor de edad” (21  Urbano, obrero entre 25 y 30 años.  Trini, entre 45 y 50 años.
años o más)  Trini, entre 25 y 30 años  Carmina hija, de unos 18 años.
 Trini, entre 15 y 20 años
PUERTA IV  Doña Asunción. Viuda  Rosa. Hija de Paca y del señor  Un señor bien vestido.
 Fernando. Su hijo, entre 15 y 20 Juan. 31 años o más.

 años.  Pepe. Hijo de Generosa y Gregorio.


Más de 30 años.

1
ACTO I

 Escena del cobrador de la luz. El cobrador sube fatigosamente la escalera y va llamando a las cuatro puertas. De las
diferentes viviendas van saliendo los vecinos y, por la reacción ante la cantidad de dinero que tienen que abonar, se
conoce su situación económica. Dos posiciones opuestas: Doña Asunción no puede pagar, Don Manuel no tiene
problemas económicos. A instancias de Elvira, don Manuel paga el recibo de Doña Asunción. Interés de Elvira por
captar el interés de Fernando valiéndose de su posición económica.
 Encuentro entre Urbano y Fernando. Se encuentran en el “casinillo” y conversan sobre su situación laboral: Urbano es
un obrero sindicalista que cree en el progreso social: alude a las huelgas recientes y a la importancia de los sindicatos;
Fernando es un dependiente que está harto de su trabajo, es individualista, piensa ascender socialmente gracias a su
esfuerzo personal. Ambos aspiran a salir de la situación de pobreza en la que viven. Durante la conversación, Pepe
aparece en la escalera y Urbano se enfrenta a él porque no aprueba la relación que mantiene con su hermana Rosa.
Fernando se mantiene al margen.
 Conversación entre Fernando y Carmina. En el “casinillo”, recuerdan la relación entre
ambos cuando eran niños y constatan que a pesar del paso del tiempo sus
sentimientos no han cambiado. Carmina le reprocha su relación con Elvira y Fernando
confiesa no sentir ningún interés por ella, tampoco Carmina quiere a Urbano. Ambos
hacen planes de futuro. Fernando está dispuesto a luchar para ascender socialmente
lejos de la pobreza que les rodea y de los vecinos murmuradores. De pronto, se
derrama una lechera.
ACTO II

 Se inicia con el entierro de don Gregorio. Generosa y Carmina lo despiden apesadumbradas.Ambas se quedan solas y
con pocos recursos económicos. Pepe no asiste al entierro de su padre. Urbano aprovecha la ocasión para prestar
ayuda a Carmina y le propone casarse con él, ello les proporcionaría estabilidad económica a ella y a su madre.
Carmina acepta resignada.
 Trini y el señor Juan hablan sobre Rosa y la difícil situación que está viviendo con Pepe. El señor Juan le entrega el
dinero que tiene ahorrado a Trini para que se lo dé a Rosa. Rosa, emocionada, acepta la ayuda de su padre.
 Elvira y Fernando se han casado y tienen un hijo. Su matrimonio ha resultado un fracaso. Como siempre, discuten
entre ellos y no se ponen de acuerdo para ir a dar el présame a la familia del difunto. Elvira siente celos de Carmina.
 En el rellano de la escalera se produce el encuentro entre las dos parejas: el tema de conversación es el bebé,
Fernando hijo, y los posibles parecidos. Elvira y Urbano se mantiene a la defensiva intentando demostrar que ambas
parejas tienen motivos para ser felices. Ambos se sienten recelosos pues sospechan – sobre todo Elvira- que Fernando
y Carmina sienten nostalgia por lo que hubiese podido haber sido.

ACTO III

 Es el cumpleaños de Manolín. Manolín exige pasteles a sus padres y estos no pueden comprarlos. Manolín se
encuentra con Trini y Rosa y le pide a Trini una cajetilla de tabaco y casarse con ella. Manolín espía a su hermano y
decide contar a sus padres que Fernando hijo, a pesar de las prohibiciones, está viendo a Carmina. Los padres de
Fernando hijo le reprimen por su comportamiento.
 Se produce el encuentro entre Urbano y Fernando. Ambos insisten en que sus hijos no deben verse y se reprochan no
haber cumplido sus expectativas. La discusión acalorada llama la atención de los vecinos que van sumándose en la
escalera: Elvira considera ordinarios a sus vecinos al mismo tiempo que expresa abiertamente la decepción que se ha
llevado con Fernando. Urbano reprocha a Carmina que nunca ha llegado a quererle. En este violento enfrentamiento
participan también Rosa y Trini. Salen a la luz todos los reproches que a lo largo de treinta años han permanecido
ocultos. En definitiva, todos los personajes de la segunda generación “han venido a fracasar de igual manera”.
 Finaliza el acto con una escena que parece congelada en el tiempo: Fernando hijo y Carmina hija se declaran su amor y
repiten la misma escena que sus padres protagonizaron treinta años antes. Ellos, Fernando y Carmina contemplan
atónitos la escena. En esta ocasión, no se derrama ninguna lechera.

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Estos tres actos reproducen breves instantes de un día cualquiera en la vida de unos personajes que se
encuentran al subir y bajar la escalera. En el escenario no sucede nada relevante: se representa la vida
cotidiana. Sin embargo, la acción que transcurre ante el espectador es consecuencia de hechos y decisiones
adoptadas entre acto y acto, de forma que la mayor parte de acontecimientos que afectan a la vida de los
personajes acaecen fuera de la escena:

ACTO I y ACTO II ACTO II y ACTO III


 Mueren Doña Asunción y Don Manuel.  Mueren Generosa y el señor Juan.
 El Acto II se inicia con la muerte de don Gregorio.  Se casan Carmina y Urbano. Nace Carmina.
 Se casan Elvira y Fernando. Nace Fernandito.  Elvira y Fernando tienen un segundo hijo, Manolín.
 Rosa y Pepe viven juntos.  Pepe y Rosa rompen su relación. Rosa vuelve a la casa
familiar.

Estructura interna. Características:

Estructura circular. La acción de Historia de una escalera está estructurada en torno a un juego de
espejos entre el Acto I y el Acto III. En el Acto III, Fernando hijo y Carmina hija repiten las mismas palabras de sus padres: la
declaración amorosa y las promesas de un futuro mejor, - alejados de la sordidez y el rencor que les rodea-, por medio del
esfuerzo personal. Las dos situaciones transcurren en el mismo espacio, el “casinillo”. Treinta años antes, al fin del Acto I, los
padres eran los protagonistas de esta misma escena, con una diferencia simbólica: la lechera derramada. En el Acto III los
padres asisten como espectadores atónitos a una situación casi idéntica protagonizada ahora por sus respectivos hijos. En
este sentido, el transcurso del tiempo es circular, no lineal: el público contempla, en escena, el presente –los hijos- y el
pasado, revivido con melancolía por los padres.
Por otra parte, se produce la metateatralidad: el teatro dentro del teatro . Fernando y Carmina son personajes-
espectadores de la escena que es el punto y final de la obra: “Los padres se miran y vuelves a observarlos. Se miran de
nuevo, largamente. Sus miradas, cargadas de una infinita melancolía, se cruzan sobre el hueco de la escalera sin rozar el
grupo ilusionado de los hijos”
Final abierto. Fernando hijo y Carmina hija se prometen amor eterno en el casinillo de la escalera. Sus padres,
Fernando y Carmina, contemplan atónitos la escena. No se derrama ninguna lechera, con lo cual cabe la posibilidad de que el
futuro, para los hijos, sea más esperanzador y, por fin, puedan cumplir sus sueños.

3.- Los personajes: construcción del personaje social e individual


Construcción del personaje social o colectivo
BUERO VALLEJO supo convertir en materia artística la difícil cotidianidad de las clases menos privilegiadas y reflejar, a
través del aquí y el ahora, los obstáculos con los que tropiezan hombre y mujeres de cualquier época, creando con ellos y
con sus problemas un protagonista colectivo, formado a su vez por individualidades perfectamente delimitables en la
complejidad de su construcción como personajes.
El protagonista de Historia de una escalera es la comunidad de vecinos: el microcosmos de la sociedad que en
esta comunidad aparece retratada. Más que un héroe, muestra una actitud, o una serie de actitudes.
La frustración de los personajes no debe atribuirse exclusivamente a la sordidez social y la penuria económica, sino,
sobre todo, al libre albedrío: a los fallos de volición, a los errores en la toma decisiones vitales. La frustración surge de la
infidelidad en el amor: se traiciona el verdadero amor por intereses espurios – ante el temor de no saber prosperar, se
acepta la salida del matrimonio por conveniencia económica – y de la infidelidad a la solidaridad, el ser egoísta. Esto le ocurre
a Fernando respecto a Carmina, a quien abandona; y luego, Carmina respecto a Urbano: se casan, pero no ama al futuro
cónyuge. Esto desencadena la tragedia: siendo culpables, puesto que el amor está al alcance de sus manos. Todo acaban
expiando su culpa.
En una sociedad clasista y conservadora, impermeable a los cambios, las clases asentadas en el poderío de la solvencia
social se aferran a su situación y no admiten arribistas o advenedizos que amenacen su cómoda situación.

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Construcción del personaje individual
En la obra aparecen un total de dieciocho personajes. Se trata de un personaje coral. No obstante, los personajes
han sido dotados de personalidades complejas y evolucionan a lo largo de la obra. Adquieren corporeidad a partir de:
 Las aportaciones del dramaturgo, a través de las acotaciones teatrales.
 Lo que los propios personajes dicen de sí mismos, lo que piensan sobre el resto de vecinos y lo que acaban
confesando en los momentos de máxima tensión.
 Las observaciones y comentarios que el resto de los personajes realizan, unos de otros, de forma coral.
Los personajes de Historia de una escalera no son meros símbolos o arquetipos, aunque representan una forma
de afrontar la vida. Se han clasificado en personajes activos y personales contemplativos.

PERSONAJES ACTIVOS PERSONAJES CONTEMPLATIVOS


Progresistas Represores
 Idealistas, abnegados y optimistas.  Sin escrúpulos.  Viven más bien angustiados, en un
 Actúan en beneficio de la  Actúan por egoísmo o por interés. mundo sin esperanza.
humanidad.  Llegan a ser agresivos –y usar la  Conscientes de sus limitaciones
 Se enfrentan a la sociedad y a los amenaza o la violencia- para sueñan imposibles.
demás con la teoría y la dialéctica. lograr sus objetivos.  No alcanzan sus ilusiones.
 Están abocados al fracaso.
Personajes principales
Fernando. Joven atractivo, simpático y conquistador – es llamado “tenorio”, de 20 años en el Acto I; soñador y
egoísta fantasea con mejorar, pero no es activo ni emprendedor ni constante en el trabajo. Falla incluso en su deseo de ser
el poeta que prometía. Aunque enamorado de Carmina, y correspondido por ella, cede ante la tentación de la placidez y el
conformismo de casarse con una mujer que lo puede mantener, Elvira, la hija de don Manuel. Fracasa en su dimensión
individual y en su dimensión social: en el amor y en su vida pública y laboral. Su pereza y su desidia –sus decisiones
equivocadas- lo arrastran al fracaso: ni siquiera sabe mantener el negocio de su suegro y, al llegar el cumpleaños de su hijo
menor, Manolín (Acto III), no tiene ni para comprarle pasteles. Vive instalado en la hipocresía y el disimulo: de joven, hace
creer que estudiará y que trabaja; de mayor (Actos II y III), se desvive para que los demás piensen que disfruta de armonía
con su mujer.
Urbano. Joven obrero, decente y abnegado operario de una fábrica, de la misma edad que su amigo Fernando,
unos 20 años (Acto I). Cree en la fuerza del colectivo trabajador, en la solidaridad y el trabajo en equipo para prosperar. A
pesar de ello, sindicalista como es, no logra ninguna mejora social. Considera que pertenece a una clase social sometida: “Ya
sé que soy un pobre obrero. No tengo cultura ni puedo aspirar a nada importante”, confiesa a Carmina (Acto III). Su
frustración se explica porque la España en la que él había puesto sus esperanzas ha fracasado: la lucha obrera los sindicatos...
Él también fracasa, y el sindicalismo obrero se desvanece por “la falta de solidaridad” El personaje de Urbano ofrece
debilidades en su carácter, lo que lo enriquece como personaje literario – se evita así el maniqueísmo-: es un ser mediocre,
irascible, con frecuentes amenazas a Pepe y Fernando entre otros, adolece de falta de confianza… Esto hace que el personaje
sea totalmente creíble. Es el polo opuesto a Fernando. Se casa por compasión, para proteger a Carmina, sabiendo que ella
nunca lo ha amado. Se siente responsable de la defensa del honor familiar, mancillado por la afrenta de Pepe y Rosa que
conviven sin estar casados. Es un personaje doblemente fracasado, como Fernando: en la dimensión individual no logra
contentar a Carmina y en la dimensión social tampoco prosperan sus ilusiones sindicales que dieron al traste definitivamente
con la Guerra Civil y la Dictadura de Franco.
Carmina. En el Acto I aparece como una chica tímida y preciosa, menor que Fernando. Vive junto a sus padres,
con bastantes privaciones económicas. Tras morir su padre, en el inicio del Acto II, accede a contraer matrimonio con
Urbano para poder salir adelante. Abandona su comportamiento comedido –dócil, afable y dulce- de los actos I y II y su
carácter se va exasperando en el Acto III, porque su corazón está agotado y gastado “de la edad… y de las desilusiones”. En
las últimas escenas de la obra se muestra rencorosa y habla con vehemencia y dureza contra Fernando y Elvira.

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Elvira. “Linda muchacha” consentida y caprichosa. Consigue con su dinero “cazar” a Fernando. En el Acto II
muestra su infelicidad con recriminaciones a su cónyuge: “Si hubiera sabido lo que me llevaba… Si hubiera sabido que no
era más que un niño mimado…” Fernando no se controla y le espeta “(Entre dientes) Siempre has sido una niña caprichosa
y sin educación”. En efecto, Elvira manifiesta su complejo de superioridad al insultar a Urbano y Carmina -sobre todo en el
Acto III- con un fuerte prejuicio clasista, replica a su marido: “¿Por qué te avienes a discutir con semejante gentuza?” En
todo momento intenta enmascarar su infelicidad matrimonial ante sus vecinos, pero se desmorona y maldice a Fernando en
público.

Personajes secundarios

Generosa y Gregorio, padres de Carmina y Pepe, su hermano


 Generosa. Comienza la obra con unos 55 años. Madre de Carmina y Pepe. Mujer tradicional y continuista: apática y
de poco ánimo: carece de recursos para hacer frente a cualquier contratiempo cotidiano. Al morir su esposo, queda
absolutamente desamparada y solo se preocupa de su hija: “Quisiera dejar a esa hija (Carmina)… con un hombre de
bien… antes de morirme” (Acto II). Es una mujer bondadosa, símbolo de la generosidad de los pobres. Repite la
salmodia: “No sé cómo vamos a poder vivir”.
 Gregorio. Es un personaje referencial: no interviene nunca en la acción, solo se le nombra. Ha sido conductor de
tranvía toda su vida y, al retirarse, percibe una paga miserable que apenas da para vivir. El Acto II se inicia con la
celebración de su entierro. A este acto acuden todos los vecinos. Excepto su hijo Pepe.
 Pepe. Fanfarrón y sin posibles. Tiene unos 30 años al inicio de la obra. Sinvergüenza sin escrúpulos, bebedor,
juerguista y pendenciero. Es tachado de “chulo, indecente y vago”. Vive, en efecto, del favor de las mujeres. Su
situación empeora con el paso del tiempo. Abandona a Rosa, al negarse ésta a ejercer la prostitución. No acude al
velatorio y entierro de su padre al principio del Acto II. No aparece en el Acto III.

Señora Paca y Señor Juan, padres de Urbano, Rosa y Trini


 Paca. Mujer también de la primera generación, de unos 50 años al comenzar la obra, enérgica y más decidida que
Generosa. De aspecto obeso. Sostiene el funcionamiento de la familia. Supera el trauma del deshonor familiar por las
relaciones extramatrimoniales de su hija Rosa con Pepe. Es fuerte: cubre de improperios al Cobrador de la luz (Acto I) y,
en el Acto II, a pesar de su deterioro físico –tiene unos 80 años- se reíste a ser considerada un estorbo.
 Señor Juan. Marido de Paca, padre de tres hijos –Trini, Urbano y Rosa- Aunque le desagrada que su hija Rosa se
haya ido a vivir con Pepe, la ayuda sin que ella lo sepa –y por su manera de llamarla “Rosita” se deduce que no le ha
perdido el afecto de padre. El tratamiento de Señor lo convierte en un personaje de aprecio popular –“viejo, alto, de
aire quijotesco y bigote”-, pero no llega al prestigio social del Don de don Manuel.
 Trini. A pesar de su esbeltez juvenil, quedará sin casar. Así y todo, decente, ríe la broma del pequeño Manolín (12
años) que la piropea. Aunque representa el carácter opuesto al de su hermana Rosa, también comparte con ella el
deseo insatisfecho de la maternidad, tan lorquiano.
 Rosa. Chica guapa y presumida, de joven. Es la oveja negra de la familia. Después de su lamentable experiencia con
Pepe, que incluso piensa en prostituirla para vivir de ella, regresa a su casa materna como una mujer gruñona. Sobre el
tiempo circular y la fatalidad de la existencia, Rosa insiste en diálogo con su hermana: “¡… Yo quisiera haber tenido un
niño, Trini (…) Y hubiera querido que él (Pepe) no fuese como era… Y que el niño se le hubiese parecido”.

Doña Asunción, madre de Fernando


 Doña Asunción. Viuda, mayor y educada, procedente de una familia venida a menos. Mantiene el tratamiento
de “doña”, como don Manuel. Algo hipócrita por las circunstancias de su perezoso hijo, a quien encubre y ensalza en
demasía. Vive en la penuria económica mayor de la escalera. Alta y delgada.

5
Don Manuel, padre de Elvira
 Don Manuel. Hombre de situación económica desahogada: es dueño de una gestoría. Es un modesto pequeño
burgués que ha ascendido socialmente merced a su esfuerzo y decisión: inicialmente oficinista, hasta que, según
informa Paca, montó una agencia que es un “sacaperras”: se dedica a “sacar permisos, certificados…”, porque
aprovecha sus muy buenas relaciones y sabe muchas “triquiñuelas”. Se trata de una alusión al amiguismo durante el
franquismo. Así ha ganado mucho dinero y el tratamiento de don entre los vecinos. En alguna ocasión, para complacer
los caprichos de Elvira, paga la luz de Doña Asunción.

Los hijos, Fernando hijo, Manolín y Carmina


 Fernando hijo. Pertenece a la tercera generación. De carácter aparentemente similar a su padre, “arrogante y
pueril”, tiene unos 21 años ya en el Acto III. Enamorado de Carmina hija, es sabedor de la negativa de las dos familias a
esa relación sentimental, pero mantiene la llama del amor. En el cierre de la obra, deja la puerta abierta a la esperanza.
Son los jóvenes los que, para BUERO VALLEJO, pueden protagonizar el cambio en la sociedad.
 Manolín. Delata a Fernando hijo, pero este se mantiene firme y defiende en todo momento el amor que siente por
Carmina. Está convencido que, al contrario que sus padres, conseguirán alcanzar sus sueños si se mantienen fieles a sus
sentimientos y son capaces de luchar por ellos.
 Carmina hija. En la acotación que la presenta (Acto III), escribe el dramaturgo con cierto afecto: “atolondrada
chiquilla”. Parece que no es tan sumisa como su madre, aunque no deje de mostrar su tradicional mentalidad
patriarcal. Tiene unos dieciocho años.

Hay un detalle simbólico que pone punto y final a la obra: al declarase su amor, -al contrario que ocurrió con sus
padres treinta años antes- no se derrama ninguna lechera, con lo cual, no tiene por qué repetirse la misma historia. BUERO
VALLEJO deja abierta una puerta a la esperanza.

Personajes terciarios
Los personajes terciarios tienen apariciones esporádicas y sirven para aportar un detalle concreto, aunque no decisivo
para la trama principal:
 Cobrador de la luz. Aparece al inicio de la obra con la única función de poner en evidencia las dificultades
económicas por las que atraviesa una comunidad de vecinos, las diferencias sociales y las diferentes formas de afrontar
la adversidad.
 Joven bien vestido y el Señor bien vestido. Entablan una conversación en la que se quejan por no
poder ocupar las viviendas de sus vecinos, que pagan una renta antigua muy baja. Sienten por ellos desprecio y hacen
gala de gozar de una mejor situación económica y social. Son el símbolo de un incipiente progreso económico.

BUERO VALLEJO supo convertir en materia artística la difícil cotidianidad de las clases menos privilegiadas
y reflejar a través del aquí y ahora los obstáculos con los que tropiezan hombre y mujeres de cualquier
época, creando con ellos y con sus problemas un protagonismo colectivo, formado a su vez por
individualidades perfectamente delimitables en la complejidad de su construcción como personajes.
Los pobladores de la escalera se presentan desde diversas perspectivas y de forma paulatina ante el
receptor, a partir de la diversidad de informaciones, un punto de vista complejo-humano- sobre ellos.

Texto de Miqueas (MIQUEAS, cap.VII, ver. 6) “Porque el hijo deshonra al


padre, la hija se levanta contra
El versículo de Miqueas que antecede al texto dramático actúa la madre, la nuera contra su
como una acotación adelantando el inexorable destino de representado
suegra: y los enemigos del
en las relaciones humanas que gravita desde el inicio sobre los
hombre son los de su casa”
personajes del drama: el texto resulta profético, a modo del oráculo
clásico en la tragedia antigua.

6
5.- Espacio y tiempo
El espacio.
La escenografía de Historia de una escalera es
aparentemente simple: un escenario, sometido a muy pocas
modificaciones a lo lardo de la obra, muestra:
 El descansillo o rellano de la escalera de un edificio humilde y el
último tramo de la misma: el que va a dar al quinto piso.
 En la parte superior de la escena, el rellano más alto, dispuesto en
galería, da paso a las puertas de cuatro viviendas.
 Por la parte de la izquierda sube desde los pisos inferiores la escalera que lleva al rellano que coincide con el nivel bajo
de la escena. A la derecha de este descansillo se abre un ventanuco que mira, probablemente, a un patio de luces y
que alumbra algo la zona. Una solitaria bombilla, que cuelga sobre el hueco de la escalera, es la única iluminación con
la que cuenta la escalera.
Sorprende este espacio porque es un lugar de paso y, además, hay un único decorado –nada acogedor, nada atractivo
y mal iluminado- durante toda la representación. El espacio se convierte, así, en un lugar deliberadamente claustrofóbico:
una especie de ratonera de la que, como se comprobará a lo largo de la historia es prácticamente escapar.
Las acotaciones y el diálogo entre los personajes dan a entender que la casa consta de cinco pisos, en los cuatro
inferiores las viviendas son mejores, más caras y más cómodas. Sin embargo, el escenario por el que discurren los personajes
se sitúa en la zona alta del edificio, en el quinto piso: los vecinos de estas cuatro viviendas son de extracción social humilde y
están condenados a convivir, a entrecruzarse constantemente en sus subidas y bajadas, para ellos el espacio escenificado se
convierte en un microcosmos cerrado.

Historia de una escalera se subtitula “Drama en tres actos” y se “Porque el hijo deshonra al
publicó con una cita de cabecera muy significativa extraída del Libro de padre, la hija se levanta contra
Miqueas, cap. VII, vers. 6, uno de los libros proféticos del Antiguo la madre, la nuera contra su
Testamento: suegra: y los enemigos del
BUERO incide con esta cita en el aspecto más familiar de su drama: el hombre son los de su casa”
conflicto generacional, y deja en segundo plano la lectura sociopolítica de la obra
que es en realidad más importante que los conflictos familiares.

Aunque la acción no se ubica en una ciudad concreta, el propio BUERO VALLEJO confesó que se inspiró en la casa de
vecinos en la que vivió junto a su familia al instalarse en Madrid. La falta de ubicación concreta dota de un sentido más
generalizador a la obra.
La escalera se convierte en el símbolo más importante de la obra. Todos los personajes se siente ligados a ella: Paca la
considera una vieja compañera (acto III). Si se interpreta la escalera como personaje, se trataría de un personaje –
protagonista que permanece mudo e inmóvil, caracterizado por la incomunicación.

La escalera como elemento simbólico representa:


 Espacio reducido y angosto que resulta claustrofóbico: opresiva y destructora.
 El paso del tiempo: la escalera envejece como los propios personajes que la pisan y que se apoyan en su barandilla.
 Símbolo del fracaso: su omnipresencia la convierte en testigo del paso el tiempo que acaba derrotando al ser
humano:
o Encadenamiento. Como si de una prisión se tratase: algunos personajes odian la escalera, porque les recuerda la
frustración de sus sueños no realizados, hasta que llega la tercera generación –la de Fernando hijo, Carmina hija y
Manolín- cuyo futuro es desconocido.
o La inmovilidad. Los personajes pasan treinta años subiendo y bajando, sin llegar a ninguna parte:
 Inmovilidad social: estancamiento social y política que no permite evolucionar y perpetua, desde 1939,
una postración de subdesarrollo nacional.
 Inmovilidad personal: un espacio cerrado que asfixia y que ahoga las ilusiones o la ambición

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El tiempo Cada acto está encabezado por una acotación escénica y temporal que aporta información escénica y
temporal:
 En el I Acto se informa que los dos primeros actos se sitúan en el pasado:
“El espectador asiste, en este acto y el siguiente, a la galvanización de tiempos que han pasado” y añade,
caracterizando a los personajes: “Los vestidos tienen un vago aire retrospectivo”.
 La acotación que introduce el II Acto es muy escueta, pero aporta mucha información:
“Han transcurrido diez años que no se notan en nada: la escalera sigue sucia y pobre, las puertas sin timbre, los
cristales de la ventana sin lavar”.
La suciedad y pobreza no han hecho más que acentuarse lo que supone que la vida de los personajes no ha mejorado
en absoluto durante los diez años transcurridos.
 La información aportada por la tercera y última acotación de apertura del III Acto permite la relectura de los dos actos
anteriores:
 El casero ha pretendido, sin éxito, disimular la pobreza con detalles introducidos espaciosamente a lo largo del
tiempo: cristales romboidales, coloreados, y puede leerse la palabra QUINTO en una placa de metal. Se han
instalado timbres eléctricos y las paredes han sido blanqueadas.
 La frase: “Es ya nuestra época” permite recomponer la cronología de los tres actos:

ACTO I ACTO II ACTO III


Se sitúa en torno a 1919. Alrededor de 1929. 1949, han transcurrido 20 años.
Diez años después. Es contemporáneo a la época del estreno.

¿Qué significan estas fechas en la Historia de España?

1919 Año convulso en lo político y lo social. El fracaso del turnismo supuso una grave crisis institucional que empezaba a
poner en peligro la Restauración borbónica, encarnada por Alfonso XIII. Huelga general en Barcelona. Triunfo de los
sindicatos proletarios. La situación desencadenaría en la Dictadura de Primo de Rivera.
 Historia de una escalera. Diálogo entre Urbano y Fernando: Urbano se identifica con el movimiento sindical
que presentan para él, el futuro.

1929. La Dictadura de Primo de Rivera ha puesto fin a la esperanza de mejora de la clase proletaria. Se intenta mejorar la
imagen de España: se completa la Gran Vía madrileña, se celebra la Exposición Iberoamericana de Sevilla y la
Exposición Internacional de Barcelona.

Del segundo al tercer acto transcurren veinte años. En la obra no se menciona la fecha de 1939, año de la victoria de
Franco y el triunfo de la dictadura. Ese mismo año BUERO VALLEJO es detenido y encarcelado.

1949 Europa se recupera lentamente de la Segunda Guerra Mundial. La España de Franco permanece aislada de la
escena internacional. Autarquía: cartillas de racionamiento. En Madrid hay hambre, escasez de carbón, cortes de luz,
carencia de agua corriente… Se ejerce una fuerte censura.

En este contexto, el premio concedido a BUERO –que había estado en la cárcel y condenado a muerte por sus
ideas republicanas- por Historia de una escalera, su estreno en Madrid y el éxito clamoroso que mantuvo en cartel las
obras hasta comienzos del año siguiente son hechos sorprendentes, casi inverosímiles, pero totalmente ciertos.

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6.- Temas
La obra es un drama que retrata a la perfección el hundimiento progresivo de una clase trabajadora
condenada a perpetuar el fracaso y la falta de horizontes. Por primera vez, tras la guerra, se plantean en el escenario los
problemas de esta clase social, agotada por el esfuerzo e incapaz de salir de su postración. El espectador se enfrentaba a una
situación de la que era estrictamente contemporáneo. A pesar de ello, la obra se cierra con una puerta abierta a la
esperanza: los padres fracasaron, pero, aunque improbable, puede que la nueva generación logre sus propósitos.

El miedo a la verdad, que adopta diversas apariencias –hipocresía, ilusión, cobardía, ocultación…- es otro gran
motivo de enfrentamiento entre los habitantes de la escalera, y se presenta como un mal que aqueja a los personajes. Lo
diagnostica el señor Juan que le confiesa a Trini: ”Por dentro…me duelen muchas cosas”. Todos tiene miedo a la verdad y
todos se comportan cobardemente con diversas excusas: Urbano no tirará nunca a nadie por el hueco de la escalera, para
salir de pobre, Fernando renunciará a su amor por Carmina… Esa cobardía, vinculada a su condición social, a la siempre tácita
situación histórica de España y a la simbólica escalera en que suceden sus vidas sin escapatoria, es uno de los motores que
mueve paradójicamente la obra inmovilizando a sus habitantes. El otro motor es la ilusoria esperanza de escapar de allí que
aqueja a las sucesivas generaciones de Fernandos y Carminas que pueblan el vecindario, enfermedad que convierte el drama
en un círculo vicioso y la escalera en una ratonera.

El resultado es similar para todos los personajes y es Trini, un personaje discreto que se pasado la vida preocupándose
por los demás, quien lo verbaliza en el tercer acto: “Ya ves: al final hemos venido a fracasar de igual manera”.

La actualidad de la obra radica en la capacidad de BUERO VALLEJO para diagnosticar la ausencia de futuro que acosa a
estos personajes, los ahoga en un tiempo que no avanza y las recluye en una escalera que los atrapa.

La miseria económica y moral. El paso del tiempo y la falta de libertad. La frustración, soledad e
incomunicación. La capacidad del ser humano para asumir la dolorosa realidad y así tener esperanza para
superarla…

7.- Lengua y estilo


A BUERO VALLEJO le interesa que su mensaje fuese captado fácilmente por el público. Historia de una escalera
combina con maestría elementos realistas y elementos simbólicos. En su estiloso y esmerado lenguaje, destacan los
siguientes rasgos:

 Efecto de verosimilitud y decoro lingüístico . El registro utilizado por cada personaje se adecúa al carácter, la clase
social y la situación emocional. Por ello, algunas peculiaridades del habla responden a la particular forma de ser y estar
de los personajes: el lenguaje de Fernando refleja la paradójica seguridad y la fe que tiene en sí mismo –aunque esté
equivocado-, el carácter fuerte de Paca se manifiesta en sus continuas exclamaciones y frases imperativas, y en sus
exabruptos; la escasa proyección dramática de Generosa hace que sus parlamentos sean muy breves y la repetición de
sus palabras ponga de manifiesto su ignorancia, su miedo y su incultura, Pepe es rudo, tosco y parco en palabras.

 Sobriedad y sencillez de los diálogos. Los diálogos están cargados de significado simbólico: un diálogo de
intervenciones y respuestas breves. Frases cortas y escaso empleo de la subordinación:
PACA.-- Se le habrá olvidado con la bronca. Quédate en casa, yo iré en tu lugar. […] Acompáñalas, anda. […] ¿No
subís? […] Dame el capacho. (Acto II).

 Circunloquio, como método de elusión . “Desde aquello”, dice Rosa (Acto III) para referirse a su antigua relación con
Pepe.

 Anfibiología: “Hoy tiene motivo para entristecerse” (Acto II), comenta Elvira sobre Carmina –por un lado, por la muerte
de su padre, por otro, porque queda débil para ser abordada por Urbano y facilitar su matrimonio.

 La técnica del contrapunto. Con la técnica del contrapunto se unen elementos independientes y dispares entre sí para
trabar el avance de la acción dramática. Entre otros ejemplos, destacan los siguientes:

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 Emparejamientos bipolares de personajes. Activos y contemplativos; dominantes y sumisos, mayores y jóvenes….
 Compensar ambientes emocionales contrapuestos En el acto III, contrasta la violencia colectiva de la pelea con el
intimismo final de la joven pareja.

 El tratamiento de cortesía de los personajes. Usa el autor la forma de hablar de los personajes para mostrar su
posición social. Son usos sociales vigentes en la primera mitad del siglo XX, que evidencian la división social del momento.
 La pequeña burguesía permite el tuteo en familia –moda tomada de la burguesía, que lo había adoptado de la
convención anterior entre la aristocracia: Fernando y Elvira utilizan con sus padres –que a su vez reciben el
tratamiento respetuoso de don/doña de los demás vecinos- el tuteo y los vocativos “papá” y “papaíto”, en boca de
la empalagosa jovencita Elvira del acto I.
 En el mundo obrero aún no se tuteaba: se trata a los mayores en 3ª persona –“usted”-. Los hijos de Paca –Trini,
Urbano y Rosa- y de Generosa –Carmina- en el seno de las dos familias más modestas, asociadas al mundo obrero-
tratan a sus padres de “usted”, y los más distanciadores vocativos de “padre” y “madre”. Esto era lo habitual entre
las familias más o menos populares de las primeras décadas de siglo y, por supuesto, en el ámbito rural. Además
Generosa y Gregorio –este fuera de ña escena, pero sí mencionado-, reciben el tratamiento de “señor / señora”:
señor Gregorio, señora Generosa, inferior al tratamiento social de “don”.

 Lenguaje claro, llano, modesto, sencillo y espontáneo. Propios de la situación comunicativa informal y del registro
coloquial, para dotar de realismo a los personajes que presenta en su historia, personajes pertenecientes a la clase
media-baja.
URBANO.- Escucha, papanatas. (Acto I) URBANO.- ¿Ya has pindongueado bastante? (Acto I) PACA.- ¡Aire! ¡Aire!
¡A escupir a la calle! (Acto I) PACA.- ¡Qué buenos, ni qué…peinetas! ¡Me dan ganas de darle azotes como a un crío!
(Acto II).
 Domina un registro familiar y coloquial. A veces los personajes recurren a un registro popular, pero no hay
concesiones a la vulgaridad. Expresiones populares son las siguientes: “Ahorrar como una hurraca”, “Tragarse la
lengua”, “mi Juna”, “no tiene donde caerse muerto”, “te asustaste como un gallina”, “se queda con el día y la
noche”.
 No hay deformaciones fonéticas ni desviaciones vulgares y sí un seleccionado léxico y construcciones
elaboradas:

 Tono áspero y vehemente, de veladas o explícitas amenazas.


URBANO.-- Si te vuelvo a ver con mi hermana te parto la cabeza de un sartenazo”.

 Abundantes insultos, típicos del lenguaje coloquial:


“Basta de monsergas”, “tarambana”, “aviar la casa”, “que los parte un rayo”, “papanatas”, “mosquita
muerta”. Paca maldice a su hija Rosa: “condena…golfa… imbécil…basuras”.

 Y finalmente, muchas frases hechas o ideas estereotipadas sazonan las réplicas:

PEPE.- ¡Las mujeres no sabéis más que pedir dinero! (Acto II).
GENEROSA.- ¡Dios mío! ¡Cada vez más caro! No sé cómo vamos a poder vivir. (Acto I).
SEÑOR JUAN.- ¡A todos nos llegará la hora! (Acto II)

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Expresiones familiares y coloquiales que representan múltiples emociones
A. Despreciativos o Sufijos despectivos “gandulazo”, “lagartona”, “gentuza”…

o Léxico peyorativo. “mocoso”, “golfo”, “chulo”, “canalla”, “basura”…

Diminutivos irónicos. “señoritos”, “miraditas”, “escalerita”, “vasitos”…


3ª persona distanciadora al dirigirse ELVIRA (a FERNANDO).- ¡Claro, el señor contaba con el
B. Apreciativos al tú. suegro!

Superlativos. “Preciosísima”
Diminutivos afectivos Elvirita, ancianita…

C. Adulación Vocativos interesados de Doña “Clavellina”, “Princesa”, “gatita”, “pichón”…


Asunción o Pepe.

D. Burla, humor Imitación


y de voz y gestos de otros Paca se dirige a Generosa imitando a doña Asunción
desenfado personajes: metateatro-. pidiendo dinero. (Acto II).
Manolín se ríe de los jóvenes enamorados con “tono
cómico” (Acto III).

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