Presentar Perfecto en Cristo A Todo Hombre
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Hch 20:24 Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para
mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del
Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.
Algunas personas se les hace más fácil amar a los que los han ganado
para Cristo pero les cuesta amar a los que los están formando.
Por eso tú vas a completar en tu carne lo que falta de las aflicciones de
Cristo por su cuerpo que es la iglesia.
Hch 20:27-32 porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios. 28
Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha
puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su
propia sangre. 29 Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de
vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. 30 Y de vosotros mismos se
levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los
discípulos. 31 Por tanto, velad, acordándoos que por tres años, de noche y de día,
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no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno. 32 Y ahora, hermanos, os
encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para
sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados.
Vas a tener que trabajar, luchar y combatir. Trazando muy bien la
Palabra de Dios.
2Ti 3:16-17 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar,
para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre
de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
4.- Para presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre, tendremos
que ministrar el misterio de Dios y de Jesucristo.
Col 2:2-3 para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta
alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de
Dios el Padre, y de Cristo, 3 en quien están escondidos todos los tesoros de la
sabiduría y del conocimiento.
Pablo no vió a Cristo con sus ojos naturales. Lo vio en el ámbito
espiritual.
2Co 5:16 De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos
según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos
así.
Cristo se le reveló a Pablo en el camino a damasco.
Hch 9:4-5 y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por
qué me persigues? 5 Él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien
tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón.
1Co 15:8-9 y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí. 9
Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado
apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios.
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La carta que respaldaba el apostolado de Pablo es que a él le fue
revelado el misterio de Cristo.
El misterio escondido por siglos. Cristo revelado en nosotros.
Efe 1:9-10 dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su
beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, 10 de reunir todas las cosas
en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en
los cielos, como las que están en la tierra.
Jesús revela al Padre:
Juan 1:17-18 Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la
verdad vinieron por medio de Jesucristo. 18 A Dios nadie le vio jamás; el unigénito
Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.
Cuando Cristo vino a la tierra, fue la corporificación, expresión,
manifestación y representación exacta del Padre.
Juan 14:9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me
has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues,
dices tú: Muéstranos el Padre?
Cristo vino para mostrarnos al Padre.
Juan 17:21/24 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en
ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me
enviaste. 24 Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también
ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has
amado desde antes de la fundación del mundo.
Tocar a Cristo era tocar al padre. Escuchar a Cristo era escuchar al Padre.
Tener a Cristo era tener al Padre.
El misterio del Padre fue revelado en la persona del hijo. Tener a Cristo
es tener al Padre.
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Isa 9:6 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre
su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre
Eterno, Príncipe de Paz.
Isa 7:14 Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen
concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.
Mat 1:23 He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su
nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.
En Cristo el padre es revelado. El Padre deja de ser un misterio. No tengo
que subir al cielo para verlo porque Cristo vive en mí.
Rom 10:6-7 Pero la justicia que es por la fe dice así: No digas en tu corazón:
¿Quién subirá al cielo? (esto es, para traer abajo a Cristo); 7 o, ¿quién
descenderá al abismo? (esto es, para hacer subir a Cristo de entre los muertos).
Cerca de ti está Cristo. En tu boca y en tu corazón. La Palabra de Dios.
Rom 10:8-10 Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu
corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: 9 que si confesares con tu boca
que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos,
serás salvo. 10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se
confiesa para salvación.
5.- Si vas a presentar perfecto en Cristo a todo hombre, Debes ministrar
acerca de la iglesia que es el cuerpo de Cristo.
El cuerpo de Cristo lo expresa y lo manifiesta.
Lo mismo que sucede entre el padre y el hijo, sucede entre el hijo y la
iglesia.
Porque la palabra eklesia, iglesia, es el nuevo nombre que se le da al
cuerpo de Cristo.