Medidas Culturales

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MEDIDAS CULTURALES PREVENTIVAS PARA EL CONTROL

SANITARIO EN ÁRBOLES Y ARBUSTOS: PODA, CIRUGÍA


ARBÓREA E INJERTO.
MEDIDAS CULTURALES PREVENTIVAS PARA EL CONTROL
SANITARIO EN ÁRBOLES Y ARBUSTOS: PODA, CIRUGÍA
ARBÓREA E INJERTO.

Pedro Mansilla Vázquez


Carmen Salinero Cor ral
Mónica Sabarís Roma
Rosa Pérez Otero
José Rodríguez Iglesias

Coordinación:
Cesar Iglesias Vázquez
Edita:
Xunta de Galicia
Consellería de Política Agroalimentaria
e Desenvolcemento Rural
2ª Edición corregida y aumentada

Coordinación:
Cesar Iglesias Vázquez

Dibujos:
Carmen Salinero Corral
Mónica Sabarís Roma

Fotografía:
Carmen Salinero Corral
Pedro Mansilla Vázquez
Impresión:
Gráficas Anduriña (Poio)
PO-220/2003
ÌQGLFH
Introducción 13
Problemas en la fase de propagación de las plantas 15
Podredumbres de los árboles 22
Principales hongos de pudrición de la madera 24
Relación de patógenos que penetran a través de heridas 32

Morfología del á rbol 33


Estructura y morfología externa del árbol 36
Sistema radicular 36
Parte aérea 41
Identificación de las formaciones fructíferas de las especies frutales 50
Anatomía interna del árbol 54
Tronco y ramas 54
Raíz 55
Hojas 56

Acciones cultura les que inciden sobre la sa nida d del v egeta l 57


Poda: generalidades 59
Tipos de poda 61
Época 64
Operaciones de poda 66
Forma de hacer los cortes 66
Protección y sellado de heridas de poda 70
Forma de hacer cortes o despuntes en ramas delgadas 72
Despunte o recorte y aclareo de ramas 73
Curvatura o arqueado de ramas 74
Enderezado de ramas 75
Incisiones y anillados 75
Defoliación 79
Aclareo de frutos 80
Formaciones no deseables y defectos 81
Heridas: acciones directas e indirectas 87
En tronco 88
Anclajes 91
Barras 92
Herramientas de poda 95
Herramientas de mano 95
Motosierra 98
Útiles hidráulicos o neumáticos 99
Trituradora de residuos de poda 100
Modelos de poda en frutales de pepita: manzano y peral 101
Poda de formación 101
Palmeta 101
Piramidal 104
Poda de fructificación 109
Hábitos de fructificación 109
Poda trigema 110
Modelos de poda en algunas drupáceas: cerezo, ciruelo y melocotonero 114
Poda de cerezo 114
Palmeta 114
Vaso 115
Eje central 117
ÌQGLFH

Poda de ciruelo 118


Vaso 119
Palmeta 120
Huso 121
Poda de fructificación 123
Poda de melocotonero 123
Poda de fructificación 124
Poda de las prolongaciones de las ramas del esqueleto 125
Poda de las ramas fructíferas 126
Algunos modelos de poda en kiwi 128
Poda de formación 131
Poda de fructificación 134
Poda del castaño 136
Poda de renovación 136
Poda de formación 138
Poda de cítricos 140
Poda de formación 140
Poda de fructificación y mantenimiento 141
Poda de regeneración 141
Poda de la vid 142
Poda de formación 142
Poda de fructificación 147

Métodos de propa ga ción: primera medida a tener en cuenta 149


Introducción 151
Condiciones de la planta madre 154
Medidas sanitarias durante la propagación 155
Multiplicación vegetativa 156
Esquejes o estaquillas 156
Acodo 165
Acodo arqueado 166
Aporcado o de corte y recalce 168
Aéreo 169
Trinchera 170
Otros métodos de propagación 171
División de mata 171
Cultivo “in vitro” 174
Injerto 180
Injerto de yema 184
Injerto de aproximación 189
Injerto de púa 191
Otros tipos de injerto 202
Bibliogra fía 211
Anexo 215
3URORJR
El concepto actual de la Sanidad, cualquiera que sea la rama (vegetal, animal, humana) de
la misma, no se entiende si no se parte de la concienciación en la necesidad de una buena profilaxis,
concepto éste, por otro lado, que siempre ha estado en el sentir popular y para ello valga como
muestra el dicho “Más vale prevenir que curar”.

Sin embargo, nuestra experiencia dentro de la protección de los cultivos nos dice que la
realidad es otra, dado que muchas de las alteraciones fitopatológicas que aparecen tienen su origen
en el propio proceso de propagación o más tarde en las primeras prácticas de cultivo, de modo que
cuando el agricultor percibe el mal sobre la planta, las medidas que debe aplicar tendrán que ser
severas, con costes generalmente elevados y con resultados, en muchos casos dudosos, o incluso
sin posibilidad de solución.

Este libro pretende de forma sencilla y gráfica constituir un manual de buenas maneras
para enseñar al agricultor a poner en práctica esa profilaxis como primera medida en la Sanidad
Vegetal. Centrándose en medidas culturales preventivas en técnicas como pueden ser la poda o el
injerto, con su lectura se pretende inculcar esa necesidad de prevención como principio básico de la
Producción Integrada de los cultivos.

Los autores
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Desde siempre, la política general seguida en todos los países para controlar los agentes
nocivos que asolan los distintos cultivos en nuestro planeta fue la de aplicar medidas que intentasen
evitar o por lo menos paliar los daños que estos agentes producen año tras año.
Estos posibles medios quedaban reducidos, en la mayoría de los casos, al uso de productos
fitosanitarios que, utilizados adecuadamente y en patógenos sensibles a sus efectos, tienen por lo
general un control eficaz y más o menos rápido. Sin embargo, la Sa nida d Vegeta l bien entendida
comienza por la profilaxis desde el momento de la propagación hasta que el producto se expone al
consumo.
En este libro se va a tratar de exponer algunos de los aspectos profilácticos a tener en cuenta
dentro de la actividad productiva de algunos de los cultivos arbustivos o arbóreos más comunes en
Galicia.

PROBLEMAS EN LA FASE DE PROPAGACIÓN DE PLANTAS


Comenzaremos haciendo un repaso de las posibles alteraciones que afectan a las plantas en
la fase de vivero, es decir, antes de su entrada en la vida productiva, alteraciones que en muchos
casos, de no causar la muerte en esta primera fase de vida, acompañan a las plantas a su lugar de
asiento definitivo, siendo causa de debilitamientos y posteriores alteraciones.
Son generalmente enfermedades producidas por diversos hongos polífagos del suelo bien
conocidas por los viveristas y multiplicadores.
Afectan a la mayoría de las especies, tanto frondosas y coníferas como frutales y
ornamentales, presentes en los viveros. Estas enfermedades atacan por focos o rodales, provocando


pérdidas más o menos importantes en los semilleros y las
camas de propagación vegetativa.
La mayor parte de estos hongos viven como
saprófitos en el suelo o en los restos vegetales. Poseen formas
de conservación (esclerocios, clamidosporas) que les
permiten resistir durante largos períodos en condiciones
extremas, persistiendo en el suelo y asegurando, de esta
manera, nuevas infecciones.
Los principales factores ambientales que favorecen
el desarrollo de estas enfermedades son el pH del suelo, la Botrytis en pino en vivero
humedad y la temperatura. Así, las podredumbres de las
estaquillas aparecen en el suelo a valores de pH muy variables: por ejemplo, un pH de 6-7 tiende a
favorecer algunos patógenos como Pythium, pero inhibe frecuentemente a aquellos que tienen
comportamiento preferentemente saprófito como Trichoderma v iride.
Los suelos frescos y húmedos ralentizan la germinación de las semillas y el crecimiento de
las plantitas, por lo que aumenta el tiempo de exposición a los patógenos. Una excesiva humedad
del suelo favorece las infecciones; en efecto, el agua, que es indispensable para la germinación de
las semillas, constituye el lugar donde fácilmente germinan las esporas y se desarrollan la mayoría
de los hongos.
La textura del suelo y el tipo de abonados puede influir en el desarrollo de la enfermedad.
Un suelo arcilloso retiene más el agua y constituye un medio favorable al desarrollo de los hongos
del suelo.
Por su parte los abonados químicos pueden aumentar la susceptibilidad de la planta a varios
patógenos.


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Los patógenos más frecuentes, responsables de la


marchitez de las semillas y de la podredumbre de las estaquillas,
son los que enumeramos a continuación, comentando
brevemente alguna de sus características.
Botrytis cinerea: provoca sobre todo podredumbre de las
estaquillas. La mayor parte de las plantas de vivero son
sensibles a su ataque, sobre todo Eucalyptus. Se conserva en
el suelo en forma de esclerocios sobre los restos vegetales.
Las condiciones favorables para su desarrollo son una alta
densidad de plantación, unas temperaturas moderadas y la
presencia de agua.
Fusarium spp.: este patógeno puede provocar marchitez en Pestalotia en vivero (nogal)

las plántulas de 1 a 3 meses o bien podredumbre sobre


plantas de uno a dos años. Las coníferas Pinus y Pseudotsuga
son las más sensibles. La conservación, en el suelo, se
realiza en forma de clamidosporas en los restos del cultivo.
Un pH mayor de 5.8 es favorable para el desarrollo de esta
enfermedad. Requiere, además, temperaturas entre 20 y 25
ºC y bajos contenidos en humedad, especialmente en suelos
pesados.
Rhizoctonia sp.: este hongo provoca el marchitamiento de
las semillas. Ataca a un gran número de frondosas y
coníferas. Se conserva en forma de esclerocios sobre los
restos orgánicos del suelo o sobre los bordes del material de Phytophthora en Pseudotsuga de vivero


multiplicación mal desinfectado. Las condiciones para su
desarrollo son: valores de pH inferiores a 6, temperaturas
entre 15 - 35 ºC y contenido bajo en humedad (30-50%).
Pythium sp.: provoca marchitez sobre plantas recién
emergidas y podredumbre de estaquillas. Ataca a coníferas y
frondosas. La conservación, en el suelo, se efectúa en forma
de clamidosporas en los restos vegetales, aunque también lo
puede hacer en el agua de los estanques. Las condiciones
para su desarrollo son pH superior a 5.8, temperatura entre
10 y 28 ºC y un contenido de humedad en el suelo, alto (el
agua es indispensable).
Otros hongos que pueden provocar la podredumbre de Phytophthora en vivero (nogal)
las estaquillas son Phoma, Cylindrocarpon y Phytophthora .
Cualquiera de ellos puede provocar la muerte de la planta,
pero en muchos casos la planta no muere y al ser trasportada
al lugar definitivo de asiento lleva con ella el problema, que
posteriormente podrá potenciarse y será causa de
tratamientos obligados.
Si nos referimos al caso concreto de las enfermedades
específicas de las plantitas de semilla, los síntomas de
marchitez afectan a éstas durante el período que va de la
germinación a la emergencia. Así, tenemos que la marchitez
puede ser: a) de pre-emergencia; b) de post-emergencia.

Phytophthora en vivero (evonimo)


,QWURGXFFLyQ

La marchitez de pre-emergencia tiene lugar cuando la


semilla es infectada antes de que el hipocótilo llegue a la
superficie, por lo que la plántula muere y no saldrá de la tierra.
Las pérdidas son difíciles de valorar; sin embargo, la ausencia
de plántulas en áreas dispersas del semillero son un buen
indicativo de la presencia de estos patógenos.
La marchitez post-emergencia se produce poco tiempo
después de la emergencia de la plántula, cuando los tejidos son
aún suculentos. Los síntomas sobre plántulas de frondosas
deben buscarse a nivel de la superficie del suelo pero justo
debajo en donde aparecen zonas necrosadas. Las plántulas
afectadas se marchitan y mueren, pero quedan verticales. Por el Fusariumen planta de vivero
contrario, sobre plántulas de coníferas el síntoma es igual que
para frondosas, pero las necrosis que aparecen son de aspecto húmedo y la plántula cae
rápidamente.
En el sistema de propagación asexual, por
estaquillas, los problemas ocasionados por
organismos fitopatógenos pueden entrañar
graves problemas. La penetración de estos
organismos es fácil por las heridas ocasionadas
por los cortes realizados en la preparación de las
estaquillas.
Al mismo tiempo, las condiciones
climáticas durante el enraizamiento son las Botrytis en semilleros


ideales para el desarrollo de estos patógenos. Normalmente, estos organismos patógenos pueden
instalarse sobre los ramillos jóvenes, tallos, raíces y hojas o acículas, observándose diferentes tipos
de síntomas:
- ramillos secos y necrosis descendente por el tallo,
- hojas o acículas inferiores de color marrón, observándose posteriormente cómo la parte
terminal de la estaquilla se seca,
- aparición de pequeños esclerocios en los tallos, que terminan rodeándolos y provocando la
muerte de los órganos situados por encima de ellos.

Estos hongos responsables del marchitamiento de las semillas y de las podredumbres de las
estaquillas no pueden ser determinados en base a los síntomas, por lo que deben ser
identificados en laboratorios fitopatológicos para dar un diagnóstico correcto del patógeno y,
así, poder tomar las medidas oportunas para su control.

Pestalotia en vivero (camelia) Botrytis en plantita se semillero


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ESTRATEGIAS DE LUCHA
Las medidas de tipo profilá ctico pueden evitar o al menos
reducir, si son aplicadas rigurosamente, la aparición de estas
enfermedades:
.- Utilización de semillas certificadas
.- Elección de plantas madre sanas.
.- Desinfección de los estanques de riego y limpieza de las
tuberías de riego (ver anexo).
.- Utilización de sustratos desinfectados.
.- Elección de un sustrato adecuado que sea permeable y Evitar las plantas madres con
síntomas de virosis, bacteriosis, etc.
tenga buen drenaje.
.- Desinfección del terreno.
.- Eliminación de restos vegetales y plantas enfermas.
.- Rotación de semilleros.
.- Evitar hacer semilleros muy densos.
.- Desinfección de recipientes.
.- En propagación vegetativa realizar cortes limpios y
aplicar un fungicida (ver anexo).
Medidas de tipo cultura l encaminadas a bajar el pH en los
sustratos demasiados alcalinos, a mejorar el drenaje en los suelos
Oidio en Prunus laurocerasus de vivero
asfixiantes y un control del riego, pueden prevenir la presencia y el
ataque de patógenos.


Los tratamientos preventivos encaminados a realizar desinfecciones del suelo, antes de
llevar a cabo la propagación de las plantas, aunque posibles, entrañan el problema de la destrucción
de organismos beneficiosos, como las micorrizas, hongos antagónicos, por lo que se desaconseja su
utilización.
El control químico puede realizarse con una serie de materias activas que controlan estos
patógenos (ver anexo). No obstante, se debe tener un conocimiento del patógeno, para determinar
el momento más idóneo para su control. Siempre que sea posible se tratará de realizar un control
integrado del patógeno.

PODREDUMBRES DE LOS ÁRBOLES


Comenzaremos haciendo un repaso a las posibles alteraciones producidas por agentes
patógenos, alteraciones que pueden ser provocadas o potenciadas por acciones incorrectas llevadas
a cabo durante el periodo productivo.
La madera de los árboles, sobre todo de aquellos más viejos, está sujeta a degradaciones por
parte de bacterias, hongos e insectos. Son sobre todo los hongos los causantes más activos de estas
pudriciones, al estar dotados de una compleja producción enzimática que les aporta la capacidad de
utilizar las sustancias que entran en la constitución de la pared celular, particularmente de la
celulosa, hemicelulosa y lignina.
Los hongos responsables de estas pudriciones pertenecen sobre todo a los basidiomicetos,
cuya presencia se evidencia por la aparición de sus cuerpos de fructificación, en forma de consola,
sobre troncos y ramas de árboles viejos, sobre todo en otoño.
Se reconocen principalmente dos tipos de podredumbres de la madera: pudrición blanca y
pudrición parda, que se reconocen por el aspecto y consistencia de la madera alterada y por el
componente químico de la pared celular dañada.

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Podredumbre blanca
La alteración afecta a todos los componentes de la pared
celular, aunque destruye más lignina que celulosa por lo que se
presenta la alteración de color blanco. La celulosa es utilizada
con diferente intensidad según el agente fúngico. Las partes
más atacadas son las de albura, más ricas en sustancias
nutritivas, y el leño primaveral, más fácilmente degradable.
Como consecuencia de este tipo de pudrición la madera pierde
resistencia.

Podredumbre parda o cúbica


Podredumbre interior
Es provocada por aquellos hongos que se alimentan
preferentemente de celulosa y otros componentes de la pared celular pero que dejan intacta la
lignina. La coloración de la parte alterada es marrón muy desmenuzable. Como consecuencia, la
madera pierde la consistencia.
La madera atacada es ligera y tiende a romperse en planos perpendiculares (podredumbre
cúbica). En la superficie de fractura se puede observar micelio blanco.
Las pudriciones de la madera pueden afectar a la planta en pie o abatida, e incluso a la
madera ya en obra, provocando daños económicos importantes. Sobre la planta en pie se
manifiestan por la aparición de cavidades que se han iniciado a partir de una herida, casi siempre de
poda. Por su parte, la presencia en el interior del tronco de áreas de pudrición no necesariamente da
origen a una sintomatología sobre la copa.


Los hongos causantes de las pudriciones no atraviesan directamente la corteza, por lo que
es necesario, para penetrar en la planta, la presencia de una herida. Se difunden en el leño no
conductor, demoliendo la lignina y la celulosa que constituye la pared celular y originando pérdidas
graves en la consistencia del tejido. La alteración se traduce en reducciones de elasticidad,
resistencia, peso, volumen, calidad de la pulpa o del valor calórico con el aumento de la
permeabilidad del tejido. El patógeno puede permanecer en el interior de la madera durante largo
tiempo sin que aparezcan síntomas externos evidentes sobre la copa. Debido a que afecta a tejidos
no conductores, la mayor peligrosidad de estos organismos está en la ya citada capacidad de reducir
el porte de ramas y troncos, que pueden fácilmente romperse y caer.
Cuando la pudrición está presente durante varios años, en los tejidos alterados se pueden
encontrar otros organismos como bacterias, insectos o nematodos, que contribuyen a acelerar el
proceso de degradación de la madera. En esta fase aparecen también los cuerpos de fructificación
del hongo agente de la enfermedad, que son muy vistosos y fácilmente reconocibles. Su presencia
es siempre indicio de una pudrición interna, siendo importante su eliminación, pues emiten
basidiosporas que son transportadas por el viento y que al caer en las heridas pueden originar
nuevas pudriciones.

PRINCIPALES HONGOS DE PUDRICIÓN DE LA MADERA


Phellinus (Fomes) pini
Este Poliporáceo provoca pudrición blanca del duramen en muchas coníferas. Tiene cuerpo
de fructificación perenne que se desarrolla en la zona de formación de tocones de ramas muertas.
Con forma de consola no muy prominente al exterior y 5-12 cm de diámetro, son de color marrón


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oscuro y con la superficie superior tomentosa. Común sobre viejos pies de Pinus pinea, P.
halepensis, P. sylv estris. Cuando envejece se agrieta.

Phellinus igniarius
Provoca pudrición parda del interior del leño en las frondosas. Presenta un cuerpo de
fructificación perenne, en consola, de 10-25 cm de diámetro, con forma de pezuña de caballo de
color marrón negruzco con el margen leonado. La superficie inferior es horizontal con poros finos.
Las esporas son hialinas, blanco cremosas.

Cuerpos de fructificación de hongos de pudrición.


Inonotus
Es un género de Poliporaceae con cuerpo de fructificación anual de consistencia esponjosa,
forma de consola, de 20 a 30 cm de diámetro y color marrón, caracterizado por exudar gotas de
agua. Frecuente en frondosas, especialmente sobre Platanus, Inonotus hispidus penetra a través de
heridas de poda y provoca pudriciones blancas esponjosas del leño; después invade la albura y la
corteza. Los cuerpos de fructificación se encuentran a una altura de 2-10 m en el tronco o sobre
ramas gruesas en la copa del árbol.

Laetiporus (Polyporus) sulphureus


Es agente de la pudrición parda del duramen,
tanto en coníferas como en frondosas. El cuerpo de
fructificación es de color amarillo-naranja en su parte
superior y amarillo en la inferior, es anual y está
constituido por consolas semicirculares de 5-10 cm
reunidas en formación agregada en sentido
longitudinal.
Laetiporus sp.

Fomes officinalis
Causa pudrición parda o cúbica en Cedrus y Larix. El cuerpo de fructificación es perenne,
de consistencia leñosa y forma ungulada que puede alcanzar notables dimensiones.
La superficie del hongo es de color blanco-grisáceo. La parte interna es de consistencia
carnosa y de sabor amargo.


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Phellinus punctatus
Provoca pudriciones en frondosas, siendo muy
común sobre Platanus sp. Penetra a través de heridas,
difundiéndose en la albura y el duramen. Posteriormente
se extiende a la corteza, en la que provoca una necrosis
progresiva. El cuerpo fructífero es una costra de
consistencia coriácea de color rojo oscuro.

Fistulina hepatica
Fistulina hepatica
Agente de la pudrición parda interna en troncos de frondosas (Castanea, Quercus). La
fructificación tiene consistencia carnosa, forma de lengua y color crema que se vuelve rojo sangre a
la madurez. Los tubos himenóforos son muy finos; las esporas son marrones. Tiene un diámetro de
10-30 cm y un grosor de 3-6 cm.

Fomes fomentarius
Provoca pudriciones blancas en frondosas. Penetra
a través de tocones aéreos, ramas rotas o muertas,
invadiendo la albura y extendiéndose hacia el exterior
(llegando a causar la muerte del cambium y de la corteza)
y hacia el interior del duramen, provocando el rápido
decaimiento del árbol. Sobre la corteza se desarrollan
cuerpos de fructificación perennes de color gris,
consistencia leñosa y forma de casco de caballo de 30-40


cm. El estrato fértil está dispuesto horizontalmente y tiene altura de 2-10 mm, estando constituido
por poros finísimos.

Fomitopsis pinicola
Agente de pudrición parda sobre el leño de coníferas. Cuerpo de fructificación perenne en
forma de consola y consistencia coriácea que se desarrolla más en longitud (hasta 40 cm) que en
altura (20 cm). La superficie superior es costrosa, al principio rojo anaranjado con margen
amarillento y más tarde de color negruzco con el margen negro oscuro.

Stereum purpureum
Agente de pudrición blanca, degrada rápidamente
el leño de coníferas y frondosas. Presenta cuerpos de
fructificación anuales en forma de pequeñas costras
agrupadas en densas agregaciones a lo largo del tronco. La
porción superior del carpóforo puede sobresalir en forma
de consola, de color blancuzco y tomentoso; la superficie
fértil es de color púrpura, lisa.

Stereum purpureum
Stereum hirsutum
Agente de pudrición blanca. Los cuerpos de fructificación son similares a los de Stereum
purpureum , diferenciándose por el color amarillento de la superficie fértil.


,QWURGXFFLyQ

Schizophyllum commune
Agente de pudrición blanca de coníferas y frondosas sobre pies abatidos o en pie. El cuerpo
de fructificación, en forma de consola casi circular o elíptica de 1-3 cm de diámetro con borde
entallado en la parte superior, está cubierto de una densa tomentosidad de color gris claro. La parte
inferior presenta lamelas rosadas dispuestas en abanico.

Coriolus v ersicolor
Agente de pudrición blanca, ataca especialmente al leño de frondosas. Los cuerpos de
fructificación son producidos en abundancia y en formación agregada, presentando forma de
consola (2 - 4 mm). La superficie superior presenta zonas concéntricas de varios colores (marrón,
verde, gris, rojizo) mientras que la inferior es de color blanco cremoso con poros muy pequeños.

Daedalea quercina
Agente de la pudrición parda en troncos de frondosas. El cuerpo de fructificación es en
forma de consola, denso, imbricado. La superficie superior es grisácea con zonas más o menos
concéntricas; la inferior se caracteriza por la separación milimétrica de sus tubos, que se rompen
dando lugar a un modelo laberíntico de laminillas. Las esporas son blancas.

Ganoderma applanatum
Provoca pudriciones blancas sobre frondosas. Los cuerpos de fructificación se suelen
ubicar en la parte baja de los árboles viejos, son semicirculares y algo aplanados, presentando


normalmente un diámetro entre 10 y 50 cm. La superficie superior
de la consola tiene aspecto terroso con zonas concéntricas y está
cubierto por una costra dura gris-marrón. La superficie inferior
está formada por finos poros.

MEDIDAS DE CONTROL
En los capítulos de poda se darán las pautas para evitar al
máximo las enfermedades ocasionadas por malos hábitos en las
técnicas culturales (atados, podas, etc); de cualquier manera,
existen una serie de medidas básicas que se deben tener presentes
en todo momento para evitar la aparición de pudriciones: Nunca se debe realizar la plantación
en el interior de un tocón con o sin
.- No dejar superar a las plantas la edad de madurez presencia de hongos de pudrición.

fisiológica, variable según las especies.


.- Eliminar aquellos árboles que presentan de manera
precoz fenómenos de pudrición a causa de su menor
vitalidad.
.- Evitar las heridas en tronco y ramas. Actuar rápidamente
en casos de desgarros por temporales o accidentes.
.- Evitar las podas de ramas de gran tamaño.
.- Evitar la reducción drástica de raíces.

Evitar la poda de ramas gruesas


,QWURGXFFLyQ

.- Las heridas serán tratadas inmediatamente, para su protección, con alguno de los
productos citados en el anexo.
.- Eliminar los restos de cultivos anteriores que pueden ser fuente de infecciones (tocones,
raíces, etc.).

Eliminar los árboles que presentan de Eliminar todos los restos de plantaciones
manera precoz fenómenos de anteriores
pudrición.


RELACIÓN DE PATÓGENOS QUE PENETRAN A TRAV ÉS DE HERIDAS

CULTIVO  PATÓGENO
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3ODWDQXV &KDQFURFRORUDGRGHOSOiWDQR &HUDWRF\VWLVILPEULDWD(OO +DOVW


0RUIRORJtDGHOiUERO

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Parte de los problemas a los que se enfrenta un árbol tienen su origen en el mal
conocimiento de sus necesidades fisiológicas (mala exposición, exceso o falta de riego, mal
sustrato, etc.) y en otras ocasiones son consecuencia de que las operaciones a las que se le somete
(podas, trasplantes, etc.) no se realizan en el momento o del modo, más adecuado. Conociendo la
morfología del árbol podremos realizar adecuadamente, y de una manera menos estresante, las
operaciones de cultivo en el momento más apropiado, para que la planta esté lo menos expuesta a la
entrada de patógenos.

El Diccionario de la Real Academia Española define el término árbol como:


“Planta perenne de tronco leñoso y elevado que se ramifica a mayor o menor altura del
suelo“.
En cuanto al arbusto, queda definido en el mismo texto como:
“Planta perenne, de tallos leñosos y ramificada desde la base”.
Si consultamos otros diccionarios y compendios de botánica, vemos que la diferencia entre
ambos radica principalmente en la altura alcanzada en edad adulta y en la presencia/ausencia de
ramas desde su base.
Desde el punto de vista botánico, los árboles son vegetales superiores que forman raíces,
tallos, vainas , etc., encontrándose los órganos sexuales reunidos en conjuntos denominados flores,
los cuales dan lugar a frutos que a su vez contienen las semillas.


1.-ESTRUCTURA Y MORFOLOGÍA EX TERNA DEL ÁRBOL
El árbol es una formidable fábrica de producción de materia viva compuesta por distintos
elementos cada uno de los cuales está especializado en determinadas funciones. Estos elementos
que componen su estructura se pueden clasificar en :
- sistema radicular.
- parte aérea :
.Esqueleto: tronco y ramas
.copa: ramas, brotes, hojas, yemas, flores y frutos

PAR TES DE LA R AÍZ

raíz gruesa
cuello

raíz media
raíz fina
cofia y pelos radiculares

1. a .-SISTEMA RADICULAR
La parte subterránea está formada por una serie de raíces que abarcan aproximadamente el
25% de la totalidad de la masa arbórea.


0RUIRORJtDGHOiUERO

Las raíces son ramificaciones subterráneas, imprescindibles para un buen anclaje; sin ellas
el árbol no podría absorber, conducir y almacenar las sustancias nutritivas necesarias para su vida.
Desde el cuello ( zona de unión entre las raíces y el tronco) salen unas raíces de gran tamaño
denominadas ra íces prima ria s, que se dividen en ra íces secunda ria s y así sucesivamente, hasta
producir los filamentos o pelos radicales que forman una densa cabellera denominada zona
pilífera . Esta cabellera constituye la parte activa de las raíces, por donde se absorbe el agua y los
elementos minerales, siendo más intensa en la superficie, ya que es donde se descomponen los
restos vegetales y animales , donde hay más cantidad de agua y el suelo está más aireado y mullido.
Por esta razón, debemos tomar una serie de precauciones cuando trabajemos cerca del árbol
realizando desmontes, trabajos con maquinaria pesada, etc., pues podríamos eliminar parte del
sistema radicular y provocar un decaimiento en el árbol que obligaría a efectuar una poda severa con
el fin de equilibrar sus necesidades nutricionales con la capacidad de absorción de las raíces.

TIPOS DE R AÍCES

pivotante acorazonada superficial


Por su morfología , el sistema radicular puede ser:
-Pivotante: cuando el tronco se prolonga subterráneamente como raíz hacia el interior, de
modo que discurre perpendicularmente a la superficie del suelo. Se presenta principalmente
en coníferas (pino, abeto)y en su juventud, en olmo y roble.
-Acorazonado: con muchas raíces principales verticales, formando un sistema radicular
compacto en forma de corazón, propio de la
mayoría de las frondosas en su estado adulto, DISTR IBUCIÓN DE LAS R AÍCES
como nogal , castaño, aliso, haya y roble. EN PR OFUNDIDAD
- Superficial: con raíces horizontales y raíces
secundarias verticales, como en el kiwi.
Estas diferencias se van a traducir en la
facilidad o imposibilidad de trasplante de
plantas adultas: siempre será más fácil y
exitoso trasplantar una especie de sistema
radicular superficial. Por el contrario, resulta
casi imposible el trasplante de especies, como
las coníferas, de sistema radicular pivotante;
cuando este trasplante se realiza, la herida es
importante y pasa a ser una zona susceptible a
ataques de hongos, además de que el árbol
queda mal anclado y se moverá fácilmente por
el viento.


0RUIRORJtDGHOiUERO

El sistema radicular cumple una serie de funciones:


- función mecánica de anclaje y sujeción del árbol al suelo.
-funciones fisiológicas de absorción de agua y nutrientes,
acumulación y almacenamiento de sustancias de reserva en
sus tejidos.
- funciones biológicas de respiración y crecimiento tanto en
longitud como en grosor y ramificación.
Cuando, como consecuencia de alguna labor cultural,
reducimos drásticamente el sistema radicular será necesario
realizar una serie de tratamientos como riegos y poda de la parte
aérea (para reducir la traspiración), sujeción o colocación de Sujeción de arboles recién plantados
tutores, etc. Todo ello para impedir el estrés fisiológico y el
movimiento del árbol por el viento, de manera que la planta tenga tiempo de consolidarse y
cicatrizar las heridas realizadas en el sistema radicular; en caso contrario se producirá un
debilitamiento y comenzará a verse afectado por una serie de patógenos aéreos y de suelo.
En cuanto a su crecimiento, el sistema radicular sigue una evolución, con un máximo en
primavera (antes de la aparición de las hojas) y otro en verano-otoño (después de la caída de éstas),
y un mínimo que se produce en el momento del máximo desarrollo de los brotes y de los frutos. Este
crecimiento está en función de la talla del árbol, de la especie que se trate, de la temperatura (se
ralentiza fuertemente cuando es menor de +10ºC o superior a +30ºC) y de las condiciones del
suelo tales como:
- Aireación y contenido en oxígeno.
- Temperatura del suelo y sus variaciones.


- Humedad y sus variaciones. DISTR IBUCIÓN CIR CULAR DEL SISTEMA R ADICULAR
- Contenido en nutrientes.
proyección copa
- Estructura y textura.
Otro factor importante que
influye en el crecimiento del sistema
radicular es la relación con la parte aérea,
ya que necesita los hidratos de carbono
elaborados en las hojas a través de la
fotosíntesis. Por esta razón, es muy
importante mantener el equilibrio entre
ambas partes, pues si realizamos una
poda severa puede producirse la muerte
de una parte del sistema radicular y, de la
misma forma, el deterioro del sistema
radicular puede ocasionar el
debilitamiento de la copa.
Si consideramos un árbol suficientemente aislado en las condiciones ambientales medias
de su hábitat ecológico normal, podemos afirmar que su sistema radicular, en su distribución,
cumple las siguientes normas:
1º. Su distribución en superficie ocupa un área sensiblemente superior a la proyección de la
copa. La relación de la superficie proyectada por el sistema radicular y la parte aérea tiene
valores entre 2 y 50.
2º. Normalmente, la distribución del sistema radicular es aproximadamente circular, con un


0RUIRORJtDGHOiUERO

radio medio de 1.5 a 7 veces superior al radio medio de la superficie de proyección de la copa.
3º. El 85% del sistema radicular activo se distribuye entre los 10 y 90 primeros cm de
profundidad. Las potentes raíces pivotantes, cuya función principalmente es el anclaje del
árbol, rara vez sobrepasan los 3m de profundidad, aunque pueden llegar a los 10 m.

1.b. -PARTE AÉREA

*Esqueleto:
El tronco que caracteriza a los árboles se forma por la lucha competitiva por el espacio y la
luz en el medio forestal, constituyendo el armazón o estructura del árbol, que permite sostener y
desarrollar la copa. Éste se bifurca en diversas ramas como son:
- ramas primarias : insertadas directamente en el tronco.
- ramas secundarias TIPOS DE R AMAS
- ramas terciarias: importantes para
la fructificación.
- ramas cuaternarias
AL

Las funciones principales del


CIP

esqueleto, es decir, tanto del tronco como de rama


fuerte
IN

rama gruesa
PR

las ramas, son las siguientes:


MA

- mecá nica s: soporte de cosecha y rama fina


RA

ramilla
TRONCO

resistencia a factores climáticos.


-biológica s: respiración y crecimiento.


- fisiológica s: circulación y acumulación de reservas.
La expansión del tronco y de la copa va a permitir al árbol elevarse y aumentar la superficie
de asimilación. El modo de desarrollo de las ramas y su orientación le darán al árbol su figura y un
porte específico. La fisionomía del sistema aéreo varía según las especies, pudiendo tener un porte
piramidal ( ej. chopo o ciprés), cónico (pino, abeto), esférico (plátano) o llorón (sauce).
Es esencial aprovechar el volumen y forma natural de un árbol adulto a la hora de elegir
variedades para espacios urbanos, pues a menudo se recurre a una poda exagerada para mantener
un volumen y un porte artificial de los árboles, cuando es posible encontrar especies o variedades
que se adapten, naturalmente, al objetivo buscado. El porte de un árbol puede variar según las
condiciones donde esté situado:
- aislado: tendrá tendencia a aplanarse y desarrollará numerosas ramas bajas.
- en macizo: se elevará al máximo en busca de la luz; las ramas bajas se secarán rápidamente por
la falta de luz.

TIPOS DE POR TES

piramidal esférico En ojiva aplanado cónico llorón


0RUIRORJtDGHOiUERO

La c o p a es el conjunto de TIPO DE COPA SEGÚN LA


elementos activos de la parte aérea tales CANTIDAD DE HOJ AS
como yemas, hojas, flores, frutos, brotes y
1-5 % 50-100%
ramas. Las copas de ejemplares solitarios 25-50 % 50-100%

suelen ser cuerpos simétricos (bola, cono,


0%
elipsoide) mientras que en agrupaciones, sin hojas
10-25 %
las copas se modifican y deforman
10-25 % 10-25 %
considerablemente. Además, durante la
vida del árbol ocurre un cambio paulatino
de la copa de una forma cónica a una forma
copa de sombra copa de luz
esférica.
El reparto de las zonas asimilativas
(hojas) del árbol es esencial para aprovechar al máximo la luz vital; así, las copas podemos decir que
son:
- De sombra: si la masa está concentrada en las zonas externas (manto de corona). Por ejemplo:
haya, plátano, tilo, magnolia, tejo.
- De luz: si la masa foliar está en todo el espacio de la copa; en estos casos el follaje tiene aspecto
traslúcido, como en chopos, alisos, abedules.

Además de estos términos relacionados con la fisiología del vegetal existen una serie de
términos relativos a su morfología que deben conocerse como son:
. Altura del á rbol: se mide desde el nivel del suelo hasta la cima del árbol.


. Diá metro de la copa o a ncho de la copa : corresponde al ancho de su proyección
vertical.
. Diá metro del tronco: se mide a la altura del pecho (1.3m)

MEDIDAS DEL ÁR BOL

Manto
de copa

Volumen
Altura de copa
de copa
Altura
de arbol

Base
de copa

Proyección, anchura, diámetro de copa

*Yemas y ramificaciones
Las yemas son formaciones que pueden dar origen a órganos vegetativos (brotes y ramas)
cuando se trata de yemas de madera, reproductivos (flores) cuando son yemas de flor; en el caso de
que puedan originar en un momento dado tanto brotes como flores, se denominan yemas mixtas,
siendo estos dos últimos tipos de yemas las que darán lugar a los frutos.


0RUIRORJtDGHOiUERO

Normalmente, las yemas se pueden MOR FOLOGÍA DE UNA R AMITA


clasificar según diferentes factores como su yema
principal
naturaleza, posición sobre las ramas o época de ápice

apertura de las mismas. Según la época de apertura hojas

se distinguen yemas durmientes o invernantes, si se


desarrollan al año siguiente de su formación,
pasando ese período en estado de reposo, y yemas nudo
prontas o anticipadas, que se desarrollan en el entrenudo
mismo año. En función de la posición en la que se
encuentran, se diferencian:
- yemas apicales o terminales: situadas en la yema
extremidad del ramo, son las responsables del axilar

crecimiento en longitud. Están constituidas por yema


adventicia
hojas jóvenes que envuelven la punta del tallo o
ápice, sede de una división celular intensa cicatriz
arruga de la rama
(meristemo) durante el período de vegetación. Este
meristemo apical permite el crecimiento en rama
longitud del tallo al liberarse las hojas más externas, lateral

mientras que las nuevas se forman en el centro y


están destinadas al crecimiento. Las yemas apicales
emiten una hormona que limita el crecimiento de las yemas y ramitas situadas debajo de ellas,
denominando a este fenómeno dominancia apical.
- yemas axilares o laterales: situadas en la axila de las hojas. De ellas nacerá una ramita
(yema de madera) o flores( yema de fruto).


- yemas estipulares: situadas a los lados de las yemas, sirven de sustitución de éstas en caso
de accidente o desaparición.
- yemas adventicias: son yemas que se forman espontáneamente en la madera vieja por
causas diversas a partir de meristemos secundarios.
Cada rama o ramita se forma como consecuencia de la ramificación permanente de la yema
principal, pudiéndose ramificar de manera monopodial, simpodial o pseudodicotómicamente.

TIPOS DE R AMIFICACIÓN

MONOPODIAL SIMPODIAL PSEUDODICOTÓMICO


0RUIRORJtDGHOiUERO

*Hojas
A lo largo y en la extremidad de las ramitas se encuentran las hojas, que representan el
aparato asimilativo del árbol. Son los captadores solares que absorben la energía de la luz y la
transforman en energía química por el proceso de fotosíntesis. Esta energía permite asegurar la
fabricación de los productos elaborados necesarios para la vida y el crecimiento del árbol. Pero
además de la fotosíntesis realizan también los procesos de respiración y transpiración (intercambio
de gases y agua).
El mantenimiento y desarrollo de la superficie foliar y de una iluminación suficiente que
incida sobre ella son necesarios para el buen crecimiento y la sanidad del árbol. Cuando la
superficie foliar no es suficiente ( por ejemplo durante el invierno) el árbol vive de sus reservas,
pero esta situación sólo puede ser provisional.
En cuanto a su morfología externa, la hoja está
DISPOSICIÓN DE LAS YEMAS
compuesta por el foliolo o limbo y el pedúnculo o peciolo. El
limbo está cubierto de nerviaciones que constituyen el armazón
de las hojas, además de asegurar la conducción de los elementos
nutritivos y el agua.
La forma de las hojas (limbo plano, aguja, escama, etc.),
su composición (simples o compuestas), la disposición de las
nerviaciones (paralelas, palmeadas, pinnadas, etc.) y su color
varían con la especie e incluso con la variedad. Además, en
cuanto a la duración, las hojas son caducas si nacen y caen todos
los años, y perennes si quedan más de un año en el árbol (las
acículas de los pinos viven unos 3 años).
Opuestas Alternas


*Flores
Según la teoría esporofítica, las flores son brotes transformados con función reproductiva.
Las plantas con flores, que se conocen como angiospermas, son actualmente el grupo dominante
de los vegetales en el mundo.
Pueden ser solitarias o agrupadas en inflorescencias de diferentes tipos, como por ejemplo:
a mentos (avellano), corimbos (manzano o peral), ra cimos (vid) o pa nículos (níspero de Japón)
y en general están compuestas por:
- sépa los: el conjunto de ellos forma el cáliz.
- péta los: constituyen la corola y su función es la de reclamo para los insectos polinizadores.
- esta mbres: compuestos por un filamento en cuyo extremo se encuentra la antera (portadora
del polen). El conjunto de estos forma el
androceo.
PAR TES DE LA FLOR
- gineceo: compuesto por uno o varios ESTIGMA

pistilos, cada uno de estos, compuesto a su ANTERA

vez por un ovario y por uno o más estilos FILAMENTO


terminados en el estigma.
En relación al tipo de flores que
presentan las distintas especies, se habla de
plantas dioica s, que son aquellas que tienen
flores unisexuales, es decir flores macho y flores ESTILO
PÉTALO
hembra, en distintas plantas, como es el caso de (Corola) SÉPALOS
OVARIO
(Óvulo)
Actinidia ; cuando éstas se encuentran en la
misma planta, se denominan plantas


0RUIRORJtDGHOiUERO

monoica s, como por ejemplo el castaño, avellano o nogal, y en otros casos las flores son
herma frodita s, donde una misma flor desarrolla los órganos sexuales masculinos y femeninos.
La época de flora ción, es decir, el período en el que aparecen y se desarrollan las flores,
está en función de numerosos factores tales como propiedades del árbol( vigor, edad del árbol, etc.),
ambientales ( temperatura, insolación, etc.) y culturales ( época de poda, sistema de explotación del
suelo, etc.).

*Fruto
En general, los frutos proceden del crecimiento del ovario y en su interior contienen una o
varias semillas. Estos pueden ser simples, cuando son únicos, o compuestos cuando se agrupan
un cierto número de ellos.
En cuanto a su morfología, las partes básicas del fruto son: epica rpio, mesoca rpio y
endoca rpio; según las diferentes especies se desarrollan de distinta forma.
Existen diferentes tipos de frutos como son ba y a s(grosella), drupa (cereza, almendra,
melocotón), pomo, sicono ( higo), etc.


2.- IDENTIFICACIÓN DE LAS FORMACIONES FRUCTÍFERAS DE LAS
ESPECIES FRUTALES
En los frutales, las yemas vegetativas, de flor y mixtas, pero particularmente estas dos
últimas, se distribuyen en diferentes tipos de ramos o formaciones que varían según la familia o
especie arbórea de que se trate. A su vez, cada especie fructifica preferiblemente sobre uno de los
tipos de ramo que puede presentar. El carácter fructífero de las yemas de flor y mixtas que portan
obliga a que estas formaciones se encuentren a su vez sobre ramas portadoras de yemas
exclusivamente vegetativas, puesto que de lo contrario no se podría registrar el crecimiento
después de la fructificación.
Las formaciones fructíferas o ramos que caracterizan las especies frutales son las
siguientes:
- Ra mo mixto , presente en casi todas las especies fructíferas, es una estructura variable en
longitud y diámetro según su vigor que presenta yemas de flor y de madera agrupadas, motivo por el
que se mantiene un equilibrio follaje-floración que permitirá el mantenimiento de frutos de
calidad. Su productividad es mayor cuando son
formaciones de un año. R amo mixt o

- Brindilla s, presentes en pomáceas y


drupáceas, son estructuras cortas (máximo 15-
30 cm) y delgadas que, en los frutales de pepita
portan una yema de flor terminal (brindilla
coronada), mientras que en las drupáceas se
caracterizan por tener una yema apical de
madera y únicamente yemas florales en el resto
del ramo.


0RUIRORJtDGHOiUERO

-Ra millete de ma y o, característico de las drupáceas, es una formación corta (3-6 cm) y
engrosada que presenta una yema de madera en su extremo apical y una corona de numerosas
yemas de flor por debajo. Desde el momento de su formación hasta el inicio de la producción deben
transcurrir dos o tres años, pero desde ese momento su capacidad productiva puede alargarse hasta
40 años.
- La mburda s, ramos de flor típicos de las Pomáceas, son formaciones cortas y gruesas que,
en sus primeros dos años son ramos de madera o dardos, pero en las cuales se forma una yema mixta
en su ápice que produce fruto durante cerca de una decena de años.

Evolución de una lamburda


Primavera-verano invierno primavera- verano invierno

- Bolsa , ramo característico únicamente de las Pomáceas (donde siempre está presente), se
caracteriza por el engrosamiento que presenta en la inserción de las yemas de flor. Son formaciones
cortas, de elevada vitalidad, y con yemas mixtas, con lo que se pueden transformar en dardos (y éstos
a su vez en lamburdas) o en brindillas.
- Da rdos, formaciones cortas de 1 a 5 cm, puntiagudas, con la corteza lisa si son jóvenes y
rugosa cuando envejecen. En su evolución, si el dardo recibe mucha savia elaborada da lugar a una


lamburda; si recibe una cantidad moderada de savia bruta
Dardo
origina un ramo de madera y si prácticamente no recibe
savia, muere al cabo de unos años. Se considera por tanto
una estructura de transición.
- Ch i fo n a , elemento de escaso vigor y
generalmente escasa longitud (10-20 cm de longitud) que
posee yemas florales (generalmente aisladas y sólo
raramente agrupadas) en toda su superficie, siendo verano invierno
vegetativa únicamente la yema terminal. Por ello, puede
producir gran cantidad de frutos y un reducido número de
hojas, por lo que generalmente los frutos no serán de
calidad. Es una formación característica de especies de hueso.
Además de las formaciones fructíferas, existen ramos portadores únicamente de yemas de

5DPDVIUXFWtIHUDVGH.LZL 5DPDIUXFWtIHUDGHFHUH]R


0RUIRORJtDGHOiUERO

madera: son los ramos de madera, estructuras de entre 50 y 60 cm de longitud que constituyen el
crecimiento anual del árbol, y los chupones, ramos robustos y rectos de entre 1 y 3 m de longitud
que, aún siendo el reflejo de un buen vigor del árbol, no contribuyen a la producción y por lo tanto
deben ser eliminados, salvo en los casos en que se desee regenerar totalmente la planta, en que se
mantendrán con el fin de iniciar la renovación a partir de alguno/s de estos ramos.

RAMOS PRODUCTIVOS EN LAS ESPECIES ARBÓREAS MÁS F RECUENTES


Especie Tipos de ramos en orden a su productividad 
0DQ]DQR ODPEXUGDEULQGLOODUDPRPL[WRGHDxR 
3HUDO ODPEXUGDEULQGLOODUDPRPL[WRGHDxR 
0HORFRWRQHUR UDPRPL[WREULQGLOODUDPLOOHWHGHPD\R
&LUXHOR UDPLOOHWHGHPD\RUDPRPL[WR
&HUH]RGXOFH UDPLOOHWHGHPD\RUDPRPL[WR
&tWULFRV UDPRPL[WRGHDxRGDUGREULQGLOOD
&DVWDxR UDPRGHODxR
.LZL UDPRGHODxR



3.-ANATOMÍA INTERNA DEL ÁRBOL
3.a .-TRONCO Y RAMAS
El examen del corte transversal de un árbol a nivel del tronco, pone en evidencia diversas
capas concéntricas de tejidos. Del centro al exterior distinguimos:
- xilema : presenta anillos más o menos regulares y toma muchas veces una coloración más
oscura hacia el corazón del árbol denominada
(madera del corazón o d u r a m e n ,
SECCIÓN LONGITUDINAL DEL ÁR BOL
correspondiendo a la a lbura la parte más
clara). Por el xilema discurren las sales
disueltas procedentes de la raíz,
conformando la sa v ia bruta o a scendente.
yema
-cambium: capa muy fina de células en terminal
división.
-liber o floema : permite el transporte de
los productos elaborados procedentes de las
hojas y se denomina sa v ia ela bora da . corteza
liber
-corteza : situada en el exterior del árbol. cámbium
madera
La función mecánica se da por el tejido duramen
dominante lignificado (madera, xilema).El
cilindro de madera está envuelto de cambium raíz
vivo y divisible. Cada año se producen las células
vegetativas del cambium en forma de los


0RUIRORJtDGHOiUERO

llamados anillos anuales, la madera hacia dentro (centrípeta) y la corteza hacia fuera (centrífuga) .
Esta operación se exterioriza con el crecimiento en espesor.
Junto a las funciones mecánicas, el tronco toma como órgano central fisiológico ambos
conductos de savia. Los vasos leñosos (tráqueas o traqueidas) de la albura joven forman la
denominada madera activa y traen longitudinalmente el agua con sales minerales disueltas desde
las raíces hasta la copa. A este proceso se le llama de savia ascendente o savia bruta.
Las células vivas de la corteza
denominada liber (floema), transportan los SECCIÓN DE UNA R AMA
asimilados (savia elaborada) desde la copa, por el
tronco, hasta las raíces. Esta corriente se llama
Corteza
descendente. En el interior de la corteza hay
entre otros el cambium de corcho (felógeno),
que es responsable de la formación de la corteza Cambium
que protege al tronco. La corteza está
compuesta de células muertas, hinchadas, con Albura
paredes impregnadas y también se encuentran leño jovén

las lenticelas, que mantienen el intercambio Xilema


leño viejo
gaseoso entre los tejidos vivos del tronco y la
atmósfera. Médula

3. b.-RAÍZ
La estructura de la raíz es en general similar a la del tronco y ramas, pero le falta la poderosa
capa de corteza. La capa externa forma la rizodermis. Además, en la madera hay más parénquima,


las células son mayores y sus paredes menos lignificadas que en la madera del tronco. Esto hace que
la madera de las raíces sea más ligera que la de las ramas.

3.c.- HOJAS
La sección transversal de una hoja está constituida por una epidermis recubierta de una
espesa cutícula -mesófilo- formado por un tejido en empalizada y uno lagunar, en el que se abren
las cámaras estomáticas.
Las hojas tienen una importancia fundamental en la actividad vegetativa y en la reproductiva
de las plantas debido a los numerosos procesos fisiológicos (transpiración, fotosíntesis,
elaboración de fitorreguladores , respiración, etc.) que en ellas tienen lugar. Además son capaces
de absorber elementos nutritivos, fitorreguladores, etc.


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1.-PODA : GENERALIDADES
Las plantas tienen una época de renovación que normalmente es lenta, por lo que es muy
frecuente el uso de la poda para acelerar el proceso. Esta técnica se basa en la eliminación de partes
de la planta con el objetivo de favorecer el crecimiento, la floración y la fructificación del árbol.

Es muy importante tener en cuenta una


PAR TES DEL ÁR BOL
serie de conocimientos básicos para realizar una
poda adecuada, y evitar al máximo los riesgos brotes terminales eje central
derivados de la realización obligada de heridas:
- Al cortar la yema terminal se anula el
efecto de la dominancia apical y se produce un
cortes de
rápido crecimiento de las yemas o brotes aclareo
laterales. Este proceso de eliminación de la yema rama primaria
rama péndula
apical se denomina “pinza miento” y tiene una
chupones
repercusión sobre la forma posterior del árbol.
ángulo
de inserción
- Si se corta por encima de una yema que estrecho
ángulo de
está creciendo hacia fuera, el brote que crezca inserción
sierpes amplio
estará orientado en la misma dirección y la yema
de este brote asegurará su propio crecimiento,
controlando el crecimiento lateral por debajo de
ella.
- Todos los cortes o heridas mayores de 1 o
1.5 cm de diámetro deberán tratarse con pasta de
injerto para evitar una posible infección.


Cualquiera que sea la especie de árbol por formar y cualquiera que sea la forma que se
pretenda dar al mismo, resulta de vital interés partir de un individuo que reúna ciertas
características respecto a su estado fitosanitario, identificación varietal y tamaño. En general, no
se debe aceptar para su plantación definitiva ningún árbol de hoja caduca que no cumpla los
requisitos mínimos de medir un metro de longitud y de presentar un aspecto fitosanitario sano (no
tener heridas, golpes, desgarraduras, etc.). Los árboles de menor tamaño deben permanecer en un
vivero, donde recibirán los cuidados adecuados hasta el momento de su plantación definitiva.
Los árboles de hoja perenne generalmente no se trasplantan a raíz desnuda sino con
cepellón o en bolsa de polietileno ya que se encuentran siempre en vegetación, y además no puede
seguirse el mismo criterio de longitud mínima de 1 metro para su plantación, puesto que no suelen
ser despuntados después del trasplante, tendiendo a formar una copa sin intervención de poda. Sin
embargo, no deben ser de reducido tamaño (necesitaría cuidados más delicados) ni de gran altura,
pues ello implicaría un desequilibro entre la parte aérea y la raíz, que por otra parte seguramente
estaría enrollada en la bolsa y constituiría un serio problema para el posterior crecimiento del árbol.
Para su plantación, los árboles de pepita deben estar constituidos por un sólo tronco sin
ramificar, que represente un ramo vigoroso, erecto y con yemas vegetativas bien marcadas. Por su
parte, en los árboles de hueso de un año de injerto, que generalmente ya están ramificados y
presentan ramos anticipados, estas ramas no suelen utilizarse para la formación del árbol.
Cualquiera que sea la forma escogida para dar al árbol, la poda de formación no termina
nunca, sino que continúa a lo largo de los años, pues no basta con lograr la forma deseada, sino que
hay que conservarla. Lo importante es que se ocupe todo el espacio disponible con un número de
ramas reducido, buscando árboles de estructura sencilla desde el punto de vista de su
funcionamiento y respetando las categorías de las ramas, de tal forma que las subordinadas sean
siempre más delgadas y de menor importancia que las de valor inmediato superior.


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2. -TIPOS DE PODA:
Poda de forma ción tempra na
Suele ser beneficiosa para la mayoría de los árboles y arbustos, aunque dependiendo de la
especie necesitarán una poda más o menos severa. Hay plantas que sólo necesitan eliminar algunos
brotes sobrantes y mal situados para estar bien formadas; otras, por el contrario, necesitan un
control mucho más firme, especialmente si se cultivan con fines ornamentales o adosadas a un
muro o valla. Es muy importante asegurarse de que la poda de formación que se aplique sea
oportuna y correcta, aun cuando sólo incluya la supresión de uno o dos brotes débiles, ya que es la
estructura que va a soportar el peso del ramaje cuando el árbol sea adulto y además va a reducir el
riesgo de daños por tormentas o vientos fuertes en los años siguientes.
Con la poda de formación se persiguen diversas finalidades. En primer lugar, con ella se
pretende la obtención de una estructura o esqueleto que tenga gran resistencia mecánica, de modo
que el árbol pueda resistir su propio peso (ramas, hojas y frutos), además de resistir el embate de
los vientos, peso de nieve, etc. La segunda finalidad de la poda de formación es lograr que el árbol
tenga suficiente luminosidad y aireación en todas sus partes, pues la deficiente aireación en el
interior del árbol puede ocasionar la proliferación de hongos causantes de enfermedades que
conducen a un inadecuado estado fitosanitario del árbol. La tercera finalidad afecta a los árboles
frutícolas y se basa en el hecho de que los frutos deben producirse en lugares de fácil acceso, de
modo que puedan ser cosechados con poco esfuerzo.
Cuando se poda un árbol, todos los sistemas empleados deben tender a lograr una gran
simplicidad: los árboles deben ser sencillos, simples y con pocas ramas gruesas que deben ser
aprovechadas al máximo, es decir, deben estar totalmente cubiertas con ramas de producción. Es
importante llenar al máximo el espacio posible con el mínimo de ramas.


En el momento de iniciar la poda es importante seguir el hábito de vegetación normal de la
especie, puesto que sería muy difícil y costoso luchar contra él. Ello determina que los árboles cuyas
ramas tienden al crecimiento muy vertical no puedan formarse en copas abiertas y viceversa, es
decir, las especies de hábito abierto y tendencia horizontal difícilmente formarán copas estrechas y
verticales. Contra esta característica de la especie se puede luchar con la elección previa de un
portainjerto que pueda transmitir a la parte aérea más o menos vigor.

Poda de crecimiento y v igor


El objetivo principal de este tipo de poda es la de mantener la estructura ideal del árbol,
permitiendo que los nuevos brotes se desarrollen vigorosamente. Para ello se deben eliminar todos
los brotes entrecruzados, delgados o débiles que suelen desarrollarse en la zona central del árbol,
además de eliminar aquellos que estén enfermos.
Es muy importante abonar adecuadamente después de una poda anual intensa, ya que de
poco sirve cortar gran parte de la vegetación de un árbol si éste no dispone de alimento y agua en
cantidad suficiente para originar nuevos brotes. La alimentación y el riego son, por tanto,
fundamentales para la poda.

Poda de ma ntenimiento
Se limita a la eliminación de partes muertas, dañadas o enfermas del árbol, y
ocasionalmente de algunos brotes vigorosos que están mal situados y que pueden romper la
simetría de aquel.


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Poda s de rejuv enecimiento y a rreglo


Después de cierto número de años los árboles tienden a avejentarse: poco a poco el
crecimiento vegetativo va siendo menor y llega un momento en que el árbol no tiene suficiente
superficie foliar, provocándose un desequilibrio cada vez mayor que origina una intensa floración.
Al mismo tiempo, algunas ramas van secando, determinando que los árboles tiendan a agotarse y
terminen por morir.
Antes de que esto llegue a ocurrir es posible intervenir con la llamada poda de
rejuvenecimiento, logrando que el árbol pueda ponerse nuevamente a funcionar con un nuevo
aspecto más juvenil. Esta poda consiste en la eliminación de gran cantidad de follaje y de madera, lo
que estimulará la brotación y el desarrollo de yemas latentes que existen en ramas gruesas,
principales y secundarias que darán lugar a brotes con grandes hojas y crecimiento vegetativo
vigoroso.
En general, no solamente hay que rejuvenecer los árboles avejentados, sino que hay
necesidad de arreglarlos eliminando ramas interiores que sombrean, ramas gruesas mal colocadas,
etc.; de esta forma se procede a la poda de arreglo de árboles descuidados. Lo más común es hacer
una combinación del rejuvenecimiento con la reconstrucción, de modo que se logre que el árbol
tenga de nuevo una buena estructura, con ramas bien colocadas, a las que llegue luz y que presenten
un mayor y más vigoroso crecimiento vegetativo.
Para realizar la poda de rejuvenecimiento y arreglo se comienza siempre por la eliminación
de las ramas muy gruesas, ramas que claramente estorban en el árbol y que tienen una colocación
indebida. Estos cortes de ramas gruesas deben hacerse siempre sobre la rama anterior, no dejando
tocones. En estos momentos el árbol adquiere un aspecto bastante claro y despejado; a partir de
este momento se comienza a realizar el aclareo y acortamiento de ramas más delgadas, de modo que
queda reducido el número de las mismas. A partir de sus yemas, habrán de formarse las nuevas
ramas vigorosas.


Cuando la poda de rejuvenecimiento se realiza en frutales de pepita, durante los dos o tres
años posteriores la cosecha es nula o muy reducida. Cuando se realiza en frutales de hueso, no se
pierden tantos años de cosecha: normalmente sólo se pierde el año en que se hizo la cosecha.

3.- ÉPOCA
Debe considerarse que existen dos tipos fundamentales de árboles con hábitos muy
diferentes, por lo que es necesario hablar de poda de árboles de hoja caduca y de poda de árboles de
hoja perenne.
Los primeros, es decir, los caducifolios, se suelen podar en invierno, cuando están en
periodo de letargo o reposo, pudiendo utilizar toda la estación pero preferiblemente al final de la
misma , poco antes de la brotación. Para los árboles de hoja perenne no hay una época determinada,
pero los cultivados en lugares con inviernos bien definidos se recomienda podarlos antes de la
primavera.
Al eliminar parte de la copa se produce una pérdida de reservas que causa el debilitamiento
del árbol, siendo esta pérdida menos acentuada al realizar la poda en inv ierno, ya que únicamente
se eliminan las reservas contenidas en la madera cortada. Por el contrario, si lo hacemos en verano,
no sólo eliminamos las reservas, sino que además reducimos la superficie foliar y con ello la
capacidad fotosintética de la planta.
Otro factor a tener en cuenta a la hora de elegir la época en la que se va a efectuar la poda es la
cica triza ción, en la que influyen, además de la propia fisiología del árbol, condiciones ambientales
tales como temperatura, aireación, iluminación, humedad, etc. En general, las heridas producidas
por la poda cicatrizan mucho más rápido al final del invierno que en la poda verde (verano), por la
influencia del frío. Las especies muy sensibles a “sangrar”, como es el caso de muchas coníferas y


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frutales de hueso, emiten resinas, “gomas”, lloros, etc. por las heridas de poda, recubriendo a veces
la herida y dificultando la cicatrización por falta de oxígeno, lo que ocasiona el aumento de la
necrosis. En estas especies es preferible podar en períodos secos y de menor actividad, como finales
de verano o principios de otoño, ya que el sangrado es mayor en épocas de gran actividad vegetativa o
cuando el árbol dispone de más agua en el suelo ( épocas lluviosas).

Recomendaciones generales en cuanto a momentos idóneos de poda según el clima o el tipo


de especie de que se trate, son:
- En zonas frías donde las temperaturas sean inferiores a -5ºC , no debería podarse en pleno
invierno.
- Para especies delicadas y sensibles al frío se recomienda podar a finales de invierno, pero
antes de la brotación.
- Para especies de cicatrización difícil se recomienda la poda a finales de verano o principios
de otoño.
- En especies rústicas, de madera más compacta y más resistentes al frío, se recomiendan
podas tempranas de invierno.
- Se recomienda podar en primavera sólo aquellos árboles que sean vigorosos y si queremos
reducir el desarrollo excesivo de la planta.


4.- OPERACIONES DE PODA
Siempre que se realicen cortes de poda se producirá una
herida que constituirá una posible entrada y origen de problemas
sanitarios; por ello, se procurará favorecer una cicatrización rápida
para evitar la pudrición interna de los tejidos del árbol. Para que esto
ocurra, el cambium que rodea a la herida del corte debe encontrarse
en perfecto estado, con el fin de que pueda generar el anillo de
cicatrización, lo que es más fácil cuanto menor es la dimensión del
corte.
Se considera que un corte es grueso cuando se efectúa
sobre ramas que tienen más de un año de edad, sin importar Pudricción originada a partir
demasiado el diámetro de las mismas. Cuando se actúe sobre estas de la poda de una rama

ramas debe tenerse en cuenta el propósito de no dejar tocones de


ninguna naturaleza, por lo que no se podará nunca en despunte o
acortamiento. Si se desea acortar la longitud de una rama principal,
ese acortamiento puede realizarse mediante el corte sobre otra
rama, de modo que siempre exista un prolongamiento o tirasavias.
De este modo puede efectuarse con facilidad la reducción en
longitud de la copa y de las ramas principales, así como también el
aclareo de las mismas con cortes totales en la proximidad de las
ramas anteriores o con la eliminación completa hasta su inserción.
FORMA DE HACER LOS CORTES
El corte idea l de una rama o ramilla debe ser realizado en el
plano que une el exterior de la arruga de la rama, sin ser tocada, con Cicatriz de una rama bien podada


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Forma de hacer el cort e de una rama Forma de realizar la reducción


arruga de en longit ud de una rama
la corteza

corte correcto
cuello de la rama

límite entre los tejidos


de la rama y del tronco

el extremo superior del cuello de la rama; de este modo se favorece la formación de un anillo de
cicatrización homogéneo que recubre todo el corte por igual. De no procederse de esta manera se
corre el riesgo de que queden zonas sin cubrir por el callo de cicatrización, zonas que serán vías
fáciles de penetra ción de pa tógenos. Si, de manera errónea, el corte se realiza a ras del tronco, el
callo sólo se formará en una parte; por el contrario, si se realiza muy lejos del tronco, quedará un
tocón de madera muerta.
Cuando la rama a eliminar forma horquilla con otra, el corte se hará en el plano formado
por el ángulo simétrico que se forma entre el plano de la arruga y el plano continuación de la rama.
Debemos procurar que los bordes del corte estén bien regados por la savia, para que se forme
rápidamente el callo que cierre la herida y evite el establecimiento de agentes causantes de
enfermedades.


Si se desea reducir la longitud de una ra ma se deberá primero elegir en ella una ramilla
que actuará de tirasavia para evitar el corte del flujo de savia y que pueda realizarse la cicatrización.
Una vez elegido el tirasavia, se suprimirá la rama mediante un corte paralelo a la arruga formada
entre la rama y el tirasavia.

Horquilla

corte
incorrecto
corte correcto
arruga de circuito de
corte la corteza la savia
correcto

Elimina ción de ra ma s de gra n ta ma ño: Cuando se desea eliminar una rama de gran
diámetro y longitud, para evitar desgarros y posibles daños en el árbol se debe cortar por partes,
siguiendo varios pasos:
En primer lugar se realiza un corte en la parte inferior de la rama a cierta distancia del
tronco, corte que no debe ser muy profundo para evitar que la rama tienda a cerrarse y aprisione la
espada de la sierra. Después, se efectúa otro corte por la parte superior de la rama, paralelo al


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Forma de cort ar una rama gruesa (fases)


2º corte

er
1 corte

er
3 corte

Forma de realizar el cort e correct ament e


callo de
cicat rización

arruga de
la cort eza

Realizado en la proximidad de un tirasavia, en el exterior de la Cicatrización perfecta como


arruga de la corteza y en un plano paralelo a ella , sin dañarla consecuencia de un corte bien realizado


anterior pero un poco hacia el exterior (separado unos 2-5 cm), de
modo que se provoca la quiebra de la rama. Cuando la rama es muy
larga y la poda resulta complicada, esta operación se puede efectuar
varias veces, reduciendo en cada una la longitud de la rama, hasta
que quede un tocón de pequeñas dimensiones que se eliminará
según el corte ideal antes descrito.
Desca beza do: normalmente este tipo de corte solamente
se efectúa cuando se desea abatir el árbol o cuando se le quiere
remodelar completamente. En el caso de tener que realizarlo, se
hará en la proximidad a un tirasavia y cortando paralelamente a la
arruga formada por el tirasavia y el tronco, de modo que el flujo de
savia cierre la herida. Este tipo de corte, tan drástico, es una de las Corte y sellado de una rama fina

principales causas de pudriciones internas de la madera.

4.b.-PROTECCIÓN Y SELLADO DE HERIDAS DE PODA


Los cortes efectuados en las podas son una de las
principales vías de penetración de organismos patógenos, sobre
todo de esporas de hongos de pudrición y de numerosas bacterias
que solo son capaces de entrar en el vegetal aprovechando las
heridas naturales o artificiales (podas) realizadas en el mismo. Por
ello, cuando se han efectuado cortes en ramas gruesas es
imprescindible proceder a su desinfección y sellado para evitar que
la lenta cicatrización permita que por la herida, abierta durante
mucho tiempo, pueda producirse alguna infección causada por


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parásitos de diversos tipos. Antes de proceder al sellado es


conveniente desinfectar los cortes con la aplicación de algún
fungicida, buscando, con estas operaciones, evitar la llegada de
microorganismos a las heridas mediante la colocación de una
barrera entre los tejidos frescos y los posibles patógenos.
El sellado es necesario sobre todo en regiones de clima
húmedo, donde proliferan todo tipo de organismos que pueden
atacar rápidamente los tejidos expuestos, causando
posteriormente grandes daños que exigirán el uso de técnicas de
cirugía drásticas.
Hay distintos tipos de selladores en el mercado. Algunos de
ellos se aplican como vienen preparados y otros deben calentarse para que adquieran la
consistencia pastosa, debiendo respetarse siempre las instrucciones de utilización que aparecen
en la etiqueta del producto. Por otra parte, algunos de ellos llevan incorporado el fungicida, por lo
que no es necesaria la desinfección previa a la aplicación del sellador.
Con la poda se crean muchos cortes delgados y su desinfección y sellado individualizado
representa un coste alto, sobre todo de mano de obra. Como solución alternativa, se puede aplicar
con máquina nebulizadora un tratamiento fungicida, que además cubrirá los daños ocasionados
por agentes naturales (viento, granizo, etc.).
No debemos olvidar que las herramientas de poda también son vehículos para facilitar la
trasmisión y contagio de enfermedades, lo que hace imprescindible su desinfección con alcohol de
quemar, lejía o productos ya preparados para tal fin; esta desinfección será tanto más obligatoria
cuanto más se sospeche de la posible enfermedad del árbol que se está podando y antes de iniciar
la poda del siguiente.


4.c.- FORMA DE HACER CORTES O DESPUNTES EN RAMAS DELGADAS
En la poda de despunte que se practica sobre ramas delgadas o jóvenes, es necesario
siempre cortar correctamente en referencia a la yema que se desea dejar como terminal y que dará
lugar al futuro brote, así como procurar que el corte se realice de forma correcta de acuerdo a la
inclinación, cercanía y posición de la yema respecto al plano de corte.
El corte debe ser inclinado u oblicuo, realizado en el lado opuesto a la yema, comenzando en
la parte superior un poco por encima de la yema y terminando a la mitad de ella aproximadamente
en la parte inferior. Estos cortes nunca deben ser perpendiculares a la rama y no deben ser hechos
demasiado cercanos a la yema (pues podría secarse), ni muy alejados de ella, lo que representaría la
formación de un pequeño tocón que se secaría y daría origen a pudriciones.
Cuando el corte se hace inclinado y en la debida posición, la cicatrización de la herida es
rápida, desapareciendo la marca con facilidad al crecer el nuevo brote a partir de la yema que se dejó
como terminal. También debe tenerse en cuenta que en cortes inclinados realizados en ramas
verticales, tiende a acumularse el agua lo que facilita la entrada e inicio de pudriciones.

R ealización de cort es en ramas finas en relación


a la yema que se deja como t erminal

INCORRECTOS CORRECTO


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4.d.- DESPUNTE O RECORTE Y ACLAREO DE RAMAS


El efecto o resultado de la poda de despunte es la obtención de un mayor número de brotes,
en el conjunto del árbol, de los que había antes. Con ella se consigue la existencia de cada vez mayor
número de ramas jóvenes. Por medio de la poda de aclareo, por el contrario, se logra disminuir o
reducir el número de ramas de diversa índole que existen en el árbol, consiguiéndose una mayor
simplicidad, pero promoviendo también un mayor vigor de las ramas que quedan. La combinación
correcta de ambos tipos de poda en cada individuo de acuerdo con la especie, variedad, patrón,
edad, etc., determinará el resultado obtenido con la poda.
Al efectuar un despunte podemos eliminar una mínima parte de la rama (siempre por
encima de una yema) para provocar en la planta una respuesta vegetativa débil. Otra posibilidad es
eliminar aproximadamente el 50% de la rama, permitiendo así un mayor desarrollo, en particular
de la yema que se encuentra por debajo del corte. Por último, se puede realizar una poda severa,
dejando un trozo pequeño de la rama con el objetivo de obtener ramas vigorosas y de dimensiones
notables.

Despunt e de ramas


El aclareo de ramas más o menos gruesas se realiza en
invierno, eliminando principalmente ramas internas o mal
posicionadas y sólo en plantas muy vigorosas. La reducción del
número de ramas aporta una mejor disponibilidad para la
fructificación; por eso es ideal para plantas jóvenes vigorosas, siendo
un modo de adelantar la fructificación

4.e.- CURV ATURA O ARQUEADO DE RAMAS


El objetivo que se persigue al realizar la curvatura de algunas
ramas es favorecer la formación del árbol (ya que se obtienen ramas
robustas) y aumentar la inducción a la floración de las yemas. Esta
operación se debe efectuar cuando la planta esté en plena actividad, es Despunte de una rama

decir, cuando en la rama circule abundante savia, normalmente en


primavera.

Forma de efectuar el arqueado Resultado del arqueado de ramas


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Con el arqueado de una rama se pretende disminuir el crecimiento vegetativo de la misma,


propiciando una más rápida y abundante fructificación. Aplicando esta técnica, una rama vigorosa
se debilita, se favorece el desarrollo de los brotes en el punto máximo de curvatura y se ralentiza el
crecimiento de los que se encuentran situados en la parte ascendente y descendente de la rama. El
arqueado de la rama se consigue mediante el amarre de la extremidad de la misma, cuando todavía
es flexible. Es importantísimo retirar el amarre una vez logrado el efecto y no dejar que llegue a
dañar o a introducirse en la corteza: en caso contrario tendríamos una vez más una vía segura de
penetración de agentes patógenos. Además, el estrangulamiento producido facilita la ruptura por
vientos y temporales.

4.f.- ENDEREZADO DE RAMAS

Esta operación, contraria a la anterior, consiste en forzar la rama


para que adquiera una posición más vertical. Se realiza para obtener
resultados opuestos al arqueado, es decir, mayor vigor en las ramas
débiles y consecuentemente mayor crecimiento vegetativo; de este modo
puede lograrse que ramas débiles puedan ser utilizadas para la
formación de la estructura del árbol en un lugar donde su presencia se
estima necesaria.

4.g.- INCISIONES Y ANILLADOS


Una interrupción del movimiento descendente de savia
mediante un corte a nivel del cambium, se traduce en el aumento de
contenido de dicha sustancia en las partes más altas del lugar de


Es importante retirar las ataduras antes
de que produzcan heridas en el árbol

interrupción. Así, estas partes que se encuentran por encima del lugar de corte aumentan su
diferenciación, tendiendo a un menor crecimiento vegetativo y estimulándose la floración. Por el
contrario, las partes que se encuentran por debajo del lugar de interrupción tienden a adquirir un
mayor crecimiento vegetativo y a disminuir su diferenciación.
Estas técnicas pueden usarse indistintamente para finalidades totalmente diferentes,
pudiéndose además graduar el efecto, tanto en intensidad como en el tiempo. Si realizamos un
ligero corte por presión de la navaja sin eliminar tejido, la interrupción es temporal y breve, por lo
que las respuestas serán débiles; por el contrario, si el corte se hace por eliminación de un anillo
incompleto o completo de corteza, tardará más en curar la herida y la respuesta será tanto mayor
cuanto mayor sea la herida. Al igual que en otras operaciones de poda las heridas causadas en la
realización de incisiones, anillados o entalladuras deben ser desinfectadas y selladas con el objeto
de impedir la penetración de parásitos (fundamentalmente hongos).


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* Descortezamiento anular:
Al realizar esta operación hay que tener mucho cuidado, ya
que debilita seriamente la rama en la que se efectúa, pudiendo
dañar seriamente la planta si no se realiza adecuadamente.
Consiste en la eliminación de la corteza y de los vasos cribosos de $QWHV
una rama en forma de anillo, impidiendo que se pueda realizar el
transporte de la savia descendente, de modo que la parte que
queda por encima del anillado se sobrealimenta, favoreciendo así
el desarrollo de esta zona de la rama. Cuando los anillados se
realizan en ramas gruesas es más conveniente realizarlos en dos
partes separadas, una más arriba de la otra y cada una de un lado,
evitándose rodear la rama completamente y realizando dos 'HVSXHV
heridas de menor tamaño.
La operación se debe realizar cuando la planta esté con
vegetación y la actividad radicular sea intensa, normalmente en
primavera. Tratándose de una intervención definitiva, puede
eliminarse la rama que ha sufrido el anillamiento, en el verano, después de la fructificación.
* Incisiones:
Las incisiones suelen practicarse más que los anillados, ya que se evitan las heridas de
consideración. Cuando las incisiones se realizan debajo de un brote se provoca su debilitamiento y
consecuentemente su abundante floración. Este tipo de labor se puede realizar en el tronco o ramas
principales de árboles de gran desarrollo vegetativo y de escasa floración y fructificación, pero debe
efectuarse con cuidado, desinfectando las heridas para evitar que sean el origen de problemas
posteriores.


La realización de muescas o incisiones sobre una
yema produce su brotación

Cuando las incisiones se realizan por encima de una yema se provoca su brotación.
Básicamente se trata de realizar una incisión en forma de V, durante el periodo de actividad de la
planta, por encima de una yema de madera o un brote débil; consecuentemente se hace desarrollar
un brote nuevo en el punto señalado, en el primer caso,
o se fortalece el brote existente en el segundo. La
profundidad de la incisión está limitada por la anchura
de la madera y con el tiempo la herida acaba
cicatrizando. El efecto será más duradero si se
efectúan dos cortes paralelos, siempre en V.
* Entalladuras:
En la fase de inclinación de una rama es
necesario evitar romperla; por ello, en el caso de ramas
gruesas, se practica la entalladura o corte, es decir, una


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serie de cortes realizados con una sierra, a una distancia de


3-5 cm del extremo inferior de la rama y en el lado inferior
de la misma (el opuesto al punto de inclinación).
La profundidad del corte varía según el grosor de la
rama que se quiere curvar. En el caso de ramas vigorosas y
robustas se puede llegar a cortar la madera hasta casi la
mitad de su diámetro.

4.h.- DEFOLIACIÓN
El momento más oportuno para realizar la
eliminación de hojas es una vez ha terminado la fase de
engrosamiento del fruto. Se realiza, lógicamente, en fase vegetativa, desde que el fruto inicia su
engrosamiento hasta poco antes de la cosecha, dependiendo el momento de la especie y de los
objetivos. Consiste en retirar las hojas próximas al fruto con la finalidad de conseguir una mejor
insolación de aquél, mejorando su color y sus propiedades organolépticas.
En algunos frutales se elimina toda la rama de crecimiento dos o tres yemas por encima del
último fruto. Es una práctica aconsejable únicamente en las zonas en que la intensidad luminosa y
el calor solar son reducidos o en frutales de gran crecimiento (kiwi). Es aconsejable la aplicación
posterior de algún producto para sellar los cortes y evitar la penetración de patógenos,
especialmente bacterias y hongos.
En algunos casos se practica la eliminación total de hojas para forzar la entrada en parada
vegetativa de la planta (se realiza en frutales); en estos casos el producto utilizado suele actuar de
cicatrizante y sellador de las heridas.


4.i.- ACLAREO DEL FRUTO
Es una práctica que fomenta la calidad de los frutos que permanecen en el árbol. Si bien
tiene un costo elevado, su uso suele ser obligatorio en muchos cultivos para obtener frutos de
calibre comercial alto. Con esta operación se eliminan también los frutos mal formados o mal
posicionados, procurando que la fructificación se desarrolle de forma uniforme y racionalizada.


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5.- FORMACIONES NO DESEABLES Y DEFECTOS


En los árboles pueden encontrarse con frecuencia malas
formaciones y defectos, materializados en la existencia de ramas
en posiciones no convenientes, mal agrupadas, etc., todo ello con
consecuencias inciertas pero con la casi seguridad de conducir a
rupturas y heridas que serán puerta fácil de entrada para
enfermedades que conducirán inexorablemente hacia
pudriciones y muerte del árbol. Ello puede ser consecuencia en
algunos casos del hábito de vegetación del árbol y en otros de la
aplicación incorrecta de alguna técnica de poda. De hecho, una
mala poda puede ocasionar la presencia de una serie de
formaciones que se consideran no apropiadas y que incluso
resultan perjudiciales, haciendo obligatoria la intervención
posterior con una poda correcta de saneamiento que corrija los
posibles errores anteriores.
Entre los posibles defectos y formaciones
indeseables figuran las horquillas, los ángulos
cerrados, patas de gallo, escobas de bruja, etc. que
pasamos a describir.
Los á ngulos de inserción de las ramas,
cualquiera que sea la forma que se dé al árbol, conviene
que sean bastante abiertos, cercanos a los 90º. Cuando
el ángulo de inserción de dos ramas es muy cerrado, se
Colocación de un alambre para abrir el ángulo
forma entre las dos partes del mismo una capa de de inserción de una rama en cerezo


corcho o suber que provoca un fácil desgarramiento. Si el ángulo es abierto no se forma dicha capa
de corcho entre ambas ramas sino que la unión es totalmente de madera y tiene una mayor
resistencia a la ruptura.
Precisamente por la existencia de malos ángulos de inserción (cerrados) hay necesidad de
recurrir al uso de soportes, amarres de árboles y colocación de apoyos desde el suelo. En otras
ocasiones se usan cinchas o flejes de material plástico resistente que mantienen las ramas próximas
impidiendo la ruptura. También se ha recurrido al uso de barras de hierro colocadas entre ambas
ramas y sujetas mediante tuercas.

Ángulos de inserción de ramas

Ángulo inadecuado
(cerrado)
Ángulos de inserción cerrados (< 90º)
facilidad de ruptura

Ángulo
aceptable

Ángulo adecuado
(abierto) Ángulos de inserción abiertos (> 90º)
gran resistencia mecánica


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Los ángulos de inserción pueden ser modificados cuando las ramas todavía están tiernas;
así, cuando las ramas que se escogen por su posición y su dirección sobre el tronco para formar la
estructura tienen un crecimiento muy vertical, puede influirse sobre sus ángulos, haciendo que
éstos se abran colocando un pedazo de
rama cortada entre el tronco y la pequeña Tipos de horquillas
ramita. También son muy útiles trozos de
alambre que pueden ser clavados en la
parte interna de ambas partes forzando su
separación.

* Horquillas
Se forman horquillas cuando dos
ramas de vigor semejante brotan en la
extremidad de otras en ángulo cerrado.
Estas formaciones son poco resistentes y Pat as de gallo y escobas de bruja
tienen tendencia al desgarre, provocando
las consecuentes heridas de difícil
solución.
Las horquillas se hacen
desaparecer fácilmente mediante la
eliminación completa de una de las ramas,
o a través de la poda de despunte fuerte en
una rama y ligera en la otra.


* Patas de gallo y escobas de bruja
Las primeras son formaciones donde coinciden
dos o tres ramas jóvenes y delgadas brotando muy
próximas en la extremidad de otra, también joven. Las
escobas de bruja son formaciones semejantes pero con
mayor número de ramas jóvenes implicadas y por ello
son más indeseables.
Su permanencia y evolución pueden ser muy
peligrosas para la buena estructura del árbol, ya que
Las formaciones en escoba facilitan la ruptura por
determina la existencia de un punto de gran debilidad y vientos y la formación de heridas.
fácil desgarramiento.
Se pueden hacer desaparecer mediante poda de aclareo y despunte, aunque suele ser
preferible proceder a la total eliminación del defecto podando más abajo de él.

* Tocones aéreos
Se llama tocón aéreo a todo resto de rama que ha sido podada y de la cual se ha dejado un
pedazo sin eliminar en la base, por descuido, al no hacerse el corte ideal. Es importantísimo que los
cortes de poda, ya se trate de ramas delgadas o gruesas, se hagan sin dejar ningún tipo de tocón, ya
que estos restos, al no tener yemas o elementos de prolongación y vegetación, tienden a secarse y
posteriormente a sufrir pudriciones debido al ataque de diversos patógenos, continuándose este
secamiento hacia abajo e implicando daños en partes útiles, pudiendo, en casos graves, determinar
que ramas enteras, troncos o todo el árbol, muera. La forma de realizar correctamente el corte de
ramas es fácil, pero la tendencia general es a realizarlo incorrectamente, siendo éste el principal
defecto que se encuentra en la mayoría de los jardines y plantaciones, causando grandes trastornos
en los árboles.


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Los tocones suelen ser dejados en muchos casos por ignorancia total, en otros por falta de
un completo conocimiento de los perjuicios que puede ocasionar, y la mayoría de las veces por
descuido o tolerancia en la realización de una poda rápida y descuidada.

* Chupones
Se consideran chupones todas aquellas ramas jóvenes, de crecimiento muy vertical y por lo
tanto de gran vigor y fuerza, capaces de crecer más de un metro en un ciclo vegetativo, no
importando el lugar donde hayan brotado. Los chupones no son deseables debido a que por su gran
vigor suelen no poseer yemas florales. Además, compiten muy fuertemente con el resto del árbol
llegando a debilitarlo y a desequilibrarlo.

Efect o de las podredumbres en t ocones


por podas mal realizadas


Por ello, es preferible eliminarlos tan pronto como se manifiesten, antes de que causen
daños y que realicen un inútil consumo de nutrientes. La eliminación, consecuentemente, se
realiza durante la época de vegetación. En algunas ocasiones no se hace la eliminación total de los
chupones, sino que sólo se despuntan o acortan sobre unas pocas yemas (2 o 3), con lo que pierden
vigor y se provoca su ramificación. Los chupones que nacen alrededor de la base del tronco, cuello o
ramas principales se deben eliminar totalmente tan pronto como se vean.

Los tocones deben ser eliminados y perfilados adecuadamente para evitar las podredumbres y
que sean origen de enfermedades fúngicas o bacterianas posteriores


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6.- HERIDAS: ACCIONES DIRECTAS E INDIRECTAS.


Las heridas realizadas por la poda, u otra técnica cultural
directa sobre el vegetal, de ninguna manera cicatrizan mas
rápidamente en invierno, como pudiera pensarse. La razón es
que en invierno, al estar el árbol en periodo de reposo, no tiene
multiplicación celular y por lo tanto, la zona del cambium no
forma nuevas células, dejando la herida expuesta al aire mucho
tiempo sin cicatrizar. Contrariamente, en verano, durante el
crecimiento vegetativo, la cicatrización es mucho más rápida y
se forma fácilmente el callo de cicatrización. A pesar de lo
expuesto, se prefiere podar en invierno (cicatrización lenta) por
una serie de ventajas (observación fácil del conjunto total del
árbol, diferenciación completa de todos los tipos de estructuras
como lamburdas, brindillas, ramos, etc.); sin embargo, es
preferible que sea al final del invierno, es decir poco antes de la
brotación para asegurar la próxima formación del callo de
cicatrización.
En general, se deben tratar las heridas para facilitar un
mejor desarrollo del callo cicatricial. Para ello es necesario
eliminar las fibras que sobresalen de la herida de corte para que
ésta quede limpia e igualada y se produzca un labio de
cicatrización perfecto. Estas fibras serán eliminadas con ayuda
de una navaja o gubia bien afilada.


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6.a .-En tronco


En caso de que la herida haya perdido parte de la corteza
será necesario perfilarla. Para ello es necesario retocar los
bordes de la herida, de modo que la forma que tome sea lo más
redondeada posible, pues de este modo se forma un labio
cicatricial homogéneo. Es importante sacar toda la madera
enferma de la totalidad de la herida y recortar los bordes
limpiamente en ángulo recto a nivel del cambium.

6.a .1.- TRATAMIENTO DE OQUEDADES


Pequeña s ca v ida des: En este caso, la práctica
recomendada tradicionalmente era ampliar un poco la cavidad y
darle la pendiente adecuada para que no se retenga el agua,
tratando los bordes de la herida con cicatrizantes a los que se
habrán incorporado fungicidas(ver anexo) y cauterizando la
parte interior . Sin embargo, en la actualidad parece más
aconsejable no actuar sobre la zona afectada con el fin de no
romper la “barrera 4” de cicatrización natural, y únicamente
actuar según lo recomendado anteriormente si no se observa
una evolución favorable.
Grandes cav idades: En estos casos es necesario
delimitar la zona de podredumbre, es decir la zona alterada.
Esto, evidentemente, es complejo, debiendo ser realizado por


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personal experto con ayuda de diferentes tipos de herramientas (barrena de Pressler, martillo de
impulsos eléctricos, Shigómetro, penetrómetro etc.) que permiten determinar la extensión de la
podredumbre.
a.- Dimensiones limitadas
Una vez delimitada la zona alterada, se procede a su ampliación y a la eliminación de la madera
afectada hasta llegar a una zona con
madera sana. Posteriormente, se Limpieza de podredumbres
procede a realizar un drenaje en la parte
más baja de la cavidad con el fin de que no
quede agua retenida, colocando para ello
un tubo de drenaje de metal galvanizado
y 2-3 cm de diámetro que se introducirá
hacia el interior del árbol
(perpendicularmente al fuste), debiendo
sobresalir del tronco unos 5 cm. Por
supuesto, los bordes de la herida serán
tratados con un cicatrizante más un
fungicida (ver anexo) y las partes
interiores se cauterizarán.
b.- Dimensiones extensas
Cuando no se han tratado
adecuadamente pequeños focos, éstos
continúan avanzando en años sucesivos
hasta que llega un momento en que parte Antes de la limpieza Después de la limpieza


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de la zona interior del tronco se ve afectada, pudiendo


alcanzar esta zona una extensión de 3 -4 m. e incluso más,
afectando desde la parte basal a la copa del árbol. En estos
casos se hace necesario actuar, siempre que así se decida,
por razones estéticas, sanitarias o de seguridad.
En esta situación lo primero que se debe determinar es la
zona afectada, utilizando para ello algunos de los
instrumentos anteriormente mencionados, siempre
combinados con la experiencia del personal que realiza las
operaciones. Una vez delimitada la zona de trabajo, se
procederá a realizar las aperturas necesarias para comenzar
los trabajos internos, teniendo en cuenta que muchas veces
es mejor realizar pequeñas aperturas sobrepuestas, pues
con ello se obtiene una ventaja estática y fisiológica para el
árbol.
En estas zonas se procederá de igual forma que para una
cavidad de dimensiones limitadas, tratando de que, en el
punto superior e inferior de la cavidad, se forme una
corriente de ventilación.
En cavidades que se extiendan por debajo del nivel del
suelo, es necesario posibilitar un desagüe. Para ello, lo más
indicado es perforar directamente en el interior del tronco-
tocón que se encuentra en el suelo y rellenarlo con grava.
Como siempre, las heridas que porten savia y puedan
cicatrizar se protegerán con un cicatrizante más fungicida
(ver anexo)y las interiores se cauterizarán.


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En caso de necesidad, se recomienda tras el tratamiento de los focos de podredumbre,


tomar medidas de seguridad estática dirigidas bien hacia una reducción de la copa o hacia la
colocación de barras roscadas de acero y anclajes de la copa, según las pautas que se indican a
continuación:

Algunas Normas Prácticas Respecto a Medidas de Barras y Anclajes


Diámetro tronco/rama Diámetro varilla de acero roscada Diámetro cable

Más de 20-30 cm 16 mm 8 mm

Más de 30-50 cm 18 mm 10 mm

Más de 50-90 cm 20 mm 12 mm

6.b.- Ancla jes


Para el anclaje de copa se hace necesario en un principio un
aclareo y un terciado de copa para, de esta forma, aminorar la
resistencia del viento y su peso, procediendo posteriormente
a la colocación del anclaje . Estos anclajes se colocarán a dos
tercios de la altura total sobre el punto de peligro, es decir, la
bifurcación de ramas. Los cables deben quedar tensados si la
operación se realiza en vegetación (con hojas) y ligeramente
holgados en invierno.
Para la colocación de los anclajes es necesario utilizar varillas
roscadas de acero, arandelas, cáncamos, estrobos,
gargantillas y cable de acero cincado.


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ANCLAJES

Varilla cable
roscada de acero
la
o
cá la

bo
am

til
de

tro

an
an

nc

es

rg
ar

ga

6.c.- Ba rra s
En el caso de cavidades que hayan perdido más de un tercio del diámetro del tronco o de la
rama, se hace necesario asegurar estáticamente esa zona mediante el empleo de barras
roscadas de acero.
La varilla debe colocarse lo más hacia el exterior posible de la cavidad, para que de esta forma
el efecto sea mayor. Como regla general, la distancia de colocación, desde el borde de la
herida, debería ser cinco veces el diámetro de la varilla.


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Colocación de una barra de sujeción (cort e t rasversal y


longit udinal del árbol)

Hay que tener en cuenta que la varilla roscada debe pasar justo por el agujero taladrado,
dejando únicamente una pequeña holgura de 1 mm. La arandela, por su parte, debe
colocarse por debajo del cambium, esto es, en ángulos planos y tangenciales. Tratar las
heridas con cicatrizantes (ver anexo).
Para realizar esta operación es necesario utilizar varillas roscadas de acero, tuercas y
arandelas.


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PRECAUCIONES A LA HORA DE LA PODA PARA EV ITAR


PROBLEMAS FITOSANITARIOS
Las podas mal realizadas son focos de penetración de organismos patógenos
que derivan en pudriciones de la madera de difícil solución. Por este motivo, es
imprescindible tomar una serie de medidas al realizar la poda.
- Evitar realizar heridas de grandes dimensiones. Cuanto más pequeña sea la
herida, más rápida será la cicatrización de la misma y consecuentemente menos riesgos
de problemas fitosanitarios.
- Evitar dañar el cambium de los tejidos que rodean a la herida de corte. Un
cambium dañado provoca una mala cicatrización.
- El corte de la rama debe efectuarse, como dice A. Shigo, en el plano que une el
exterior inmediato de la arruga de la corteza de la rama y la extremidad superior del
cuello de la rama. Esto se realiza de esta manera para favorecer la formación de un callo
circular en todo el perímetro de la herida y para limitar pudriciones internas.
- Proteger las heridas con mastic cicatrizantes a los que se les añade un fungicida
(ver anexo).
- Desinfectar las herramientas de poda (ver anexo). Esta operación debe
realizarse sobre todo al pasar de una planta enferma a una sana, aunque aquéllas deben
ser podadas al final .


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7.- HERRAMIENTAS DE PODA


La calidad del trabajo efectuado, su eficacia y seguridad dependen estrechamente de la
elección cuidadosa de las herramientas, del conocimiento y dominio de su empleo y de su afilado
regular.

Podemos clasificar las herramientas utilizadas en todos los trabajos de poda de la siguiente manera:
- Herramientas de mano.
- Motosierra o sierra de cadena.
- Útiles hidráulicos o neumáticos.
- Trituradoras de residuos de poda.

7.a .-Herra mienta s de ma no


- Tijera s: sólo deben utilizarse para cortar ramillas y recortar setos.
- Tijera s de poda : se utilizan para cortar ramas de pequeño diámetro (no superiores a 2
cm.) a las que se puede acceder desde el suelo o con escaleras. Pueden ser de manejo
con una mano o con dos ma nos (permiten cortes mayores, 2-4 cm), donde la fuerza
impulsora del corte procede del propio podador, o también neumá tica s o
hidrá ulica s, para cuyo uso es necesario una fuente de energía o un compresor que
realiza la fuerza impulsora del corte.
Las tijeras también se usan en todas aquellas podas que reclaman cuidado y
precisión, como son las podas de formación de árboles jóvenes, las de
mantenimiento, etc.


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- Tijera telescópica : herramienta comparable a la tijera. Se monta sobre un mando


telescópico que puede alcanzar los 3 m. o más y
permite el corte de ramas situadas a alturas
inaccesibles al podador. Su hoja fija en forma de
gancho atrapa las ramas que se van a cortar, y su
hoja móvil se acciona desde el suelo por una
cuerda o cable. Se usa para el mismo tipo de
poda que las tijeras.
Algunas tijeras vienen con un sistema de
desinfección de corte incorporado.
- Fa lsón o na v a ja curv a da : navaja de hoja curva muy
utilizada en arboricultura para reparar heridas
en cuyo corte presenten muescas o cuyo borde
esté deshilachado.
- Ma chete o poda dera : herramienta provista de una sola hoja, pesada y con un mango. Su
manejo exige una excelente destreza, porque la rama debe cortarse por el sitio
adecuado y de un solo golpe, sin hacerla reventar y sin dañar el tronco. Si se maneja
bien, se recomienda para realizar cortes inferiores a 3-4 m. de diámetro en podas de
aclareo, reducción de copa, podas de formación, etc.
- Media luna : especie de hoz de acero robusto, prolongada por un mango de 2-4 m. No es
una herramienta de mucha precisión y no se adapta a trabajos delicados. Se utiliza
para mantenimiento de formas arquitectónicas (cortina, marquesina...), donde se
permite la poda anual o bianual.


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HER R AMIENTAS DE PODA

A, B Y C: Distintos tipos de tijeras


C

A D: Sierra curva y recta para poda

E
E: Navajas de injerto

F: Podadera larga

G: Cizalla


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- Ha cha : no es una herramienta de poda, sino de corte del tronco y su empleo está
desplazado por la motosierra.
- La s sierra s de grandes dimensiones, que se utilizaban para cortar ramas de gran
diámetro, han sido sustituidas por la motosierra. Sin embargo, aún se utilizan
sierras, más ligeras, cuyo uso está adaptado a diferentes tipos de poda:
*.- Serrucho de fruticultura: sierra de hoja estrecha, a menudo curva, que permite el
corte fácil y cuidadoso de ramas de poco diámetro. Se utiliza en la poda de
formación y aclareo.
*.- Serrucho ordinario: más ancho que el anterior, consta de una hoja rígida y una
empuñadura. Permite el corte de ramas de diámetro medio.
*.- Sierra en arco: una de las sierras más utilizadas, su hoja es intercambiable, lo que
reduce las operaciones de mantenimiento. Su uso es el mismo que el de los
serruchos ordinarios para corte de ramas de 2 a 5 cm.
Todo este equipo necesita un mantenimiento regular para obtener los mejores resultados;
por lo tanto, será necesario mantenerlo exento de óxido y engrasarlo y afilarlo periódicamente.

7.b.- Motosierra
Su utilización en los trabajos de poda ha sido relativamente reciente y por su eficacia ha
sustituido a otras herramientas tradicionales. Sin embargo, en ocasiones, su uso incorrecto ha
llevado a la degradación actual de numerosas plantaciones. Si se utiliza bien, ofrece incomparables
posibilidades dada su rapidez y precisión.
Existen actualmente modelos adaptados en peso, potencia y equilibro, a los trabajos de
poda. Así, su peso no debe superar los 3 ó 5 kg. puesto que se emplea frecuentemente con el brazo


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extendido. Además debe tener una buena estabilidad a nivel de la empuñadura trasera, pues la
delantera es poco utilizada ya que con la otra mano el operario se apoya en el árbol.
Otros requisitos indispensables son que tenga un arranque fácil y rápido, que la cadena se
lubrifique correctamente y automáticamente y que las piezas de uso sean fáciles de cambiar.
Su mantenimiento es esencial para prolongar su vida útil, por lo debe engrasarse, afilarse,
tensarse la cadena, limpiar los filtros, bujías, etc.

7.c.- Útiles hidra úlicos o neumá ticos


Con la presencia de tomas hidráulicas en cestas elevadoras y en tractores y con la mayor
utilización de comprensores de aire, se ha desarrollado toda una gama de herramientas que
funcionan con esta fuente de energía.
La energía hidroneumática presenta la ventaja de permitir una cierta mecanización de las
acciones y la utilización de herramientas relativamente potentes. Por el contrario, el mayor
inconveniente de este tipo de materiales, además de la inversión importante que constituye el
compresor y la maquinaria hidráulica, es la necesaria presencia de un "cordón umbilical" y una
tubería doble que ligue el aparato con su fuente de energía.
Hay numerosas herramientas adaptadas a este sistema; entre las más útiles citamos:
- Tijeras montadas sobre pértigas
- Sierra circular sobre pértigas
- Sierra de cadena, montada sobre alargadera
- Diversas barrenas o punzones.


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7.d.- Tritura dora de residuos de poda


Los trituradores de residuos de poda han aparecido recientemente para hacer frente a los
problemas de volúmenes de madera de cierta importancia que se generan en algunas de estas
operaciones, sobre todo en lugares donde es imposible su depósito o eliminación por fuego, y
generalmente en las ciudades. Estos trituradores tienen la ventaja de disminuir el volumen de
ramas eliminadas de los árboles podados, permitiendo reducir, en consecuencia, el transporte de
restos y ganando con ello tiempo y dinero, pudiendo incluso utilizar estos residuos en explotaciones
para acolchado, compost e incluso calefacción.

Además de realizar una poda adecuada, es muy importante para evitar futuros
accidentes cumplir las normas de seguridad recomendadas para estos casos. A
continuación se citan algunas de ellas:
- Los operarios deben de tener puesta la vacuna antitetánica.
- Evitar ropas vaporosas cuando se estén realizando estos trabajos.
- Utilizar guantes, calzado de piel reforzado y casco.
- Señalizar bien las zonas de trabajo para evitar posibles accidentes.
- No efectuar trabajos de poda a menos de 15 m. de una línea de alta tensión o a
menos de 9 m. de una línea de tensión media sin advertir a los servicios
especializados de la compañía eléctrica.
- Tener presente la velocidad y dirección del viento, antes de iniciar el
tratamiento.


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8.- MODELOS DE PODA EN FRUTALES DE PEPITA: MANZANO Y PERAL


8.a .- Poda de forma ción.-
Esta poda depende del sistema de conducción que se elija. Las formas más utilizadas
normalmente en Galicia son la palmeta y la pirámide, aunque existen otras formas como el vaso,
muy extendida hace años pero que hoy en día se usa casi exclusivamente en plantaciones de
manzana de sidra.

Plantación muy antigua de manzano Plantación de manzana de sidra dirigida


en vaso en la zona de Lerida en vaso en Zubieta (Guipuzcoa)

8.a .1.- PALMETA


Existen dos variantes dentro de este tipo de formación:
- Pa lmeta regula r:
Su estructura se basa en un eje central con 3 o 4 pisos distánciados entre si 0.5-1 m,
dependiendo de la variedad que se vaya a emplear. En cada uno de los pisos se van a encontrar dos


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ramas orientadas en sentidos opuestos, formando un ángulos de 45-50º con el eje central.
Como estructuras auxiliares se van a necesitar postes, que son los que van a aguantar toda la
estructura; alambres, que van a sujetar las ramas que van a formar los pisos y cañas, para sujetar el
árbol en los primeros años.
Los pasos a seguir para obtener esta estructura son los siguientes:
A.- Una vez plantado se debe cortar el árbol a unos 50-70 cm del suelo y rebajar a 1 cm los
brotes laterales por encima de la primera yema bien formada.
B.- Hacia finales de junio del primer año, elegir los 3 brotes más vigorosos, con los que se va
er
a constituir el eje central y las 2 ramas laterales del 1 piso. El resto de los brotes se curvarán con el

Formación en palmet a regular


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fin de frenar su crecimiento y favorecer la fructificación.


C.- En el trascurso de la vegetación atar las ramas laterales que van a formar el primer piso.
D.- Durante el invierno inclinar las dos ramas laterales del primer piso (sin despuntarlas) y
cortar la rama central a la altura del 2º alambre.

Formación en palmet a regular

PASO A PASO B PASO D

FOR MACIÓN DEL 2º PISO


En los años sucesivos, la formación de
los restantes pisos se realizará del mismo modo
que el descrito anteriormente.


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- Pa lmeta irregula r:
Esta formación se recomienda principalmente para el cultivo del peral y la única diferencia
con la palmeta regular es que los pisos se disponen sin ningún tipo de simetría.
A.- Cortar el árbol a 50-60 cm del suelo.
B.- Eliminar las ramas por debajo de los 20-25 cm del suelo y cortar las restantes por encima
de la primera yema bien formada.
C.- Dejar crecer libremente los brotes, y curvar los más altos para dejar que se desarrollen
er
los inferiores (verano 1 año).
er
D.- Elegir el brote más alto para que ejerza de eje central (invierno 1 año).
En años sucesivos, se irán formando los demás pisos procediendo del mismo modo,
debiendo evitar que las ramas más altas se vigoricen excesivamente en detrimento de las más bajas.

8.a .2.- PIRAMIDAL


Este tipo de formación se emplea tanto en el cultivo de peral como en el del manzano y en
general se recomienda para variedades injertadas sobre patrones poco vigorosos. El objetivo
principal es conseguir un árbol de aproximadamente 2 metros que esté compuesto por una guía
central sobre la que se distribuyen tres o cuatro pisos constituidos por ramas uniformemente
repartidas en espiral e inclinadas 45º con relación a aquella guía, de manera que el diámetro de los
pies va disminuyendo desde el inferior, sucesivamente.
Los pasos para conseguir esta estructura son los siguientes:
A.- Entre mediados de otoño y finales de invierno, cortar el árbol a aproximadamente 50 cm


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del suelo dejando, por debajo de la zona de corte, 6 yemas, y suprimiendo las inferiores. Entre
primavera y verano, debe practicarse una muesca por encima de cada una de las 3 yemas inferiores
con el fin de estimular su desarrollo, pues generalmente éste será más débil debido a su posición.
A lo largo de la estación, deben practicarse pinzamientos o inclinaciones hacia la horizontal
en los brotes laterales más desarrollados y realizarse muescas o inclinaciones hacia la vertical en los
menos vigorosos, todo ello con el fin de equilibrar las ramas y conseguir una estructura piramidal
bien distribuida.
Por su parte, el brote de la yema más alta, destinado a formar el eje principal, debe ligarse al
trozo de tronco que permanece, adquiriendo así la posición vertical.

Formación piramidal

PASO A PASO B


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B.- Entre el otoño y el final del invierno siguientes, recortar la guía central dejando
aproximadamente 20 cm de crecimiento, teniendo en cuenta que el corte se debe realizar en la
dirección opuesta al corte anterior. También se deben recortar las ramas laterales, procurando
dejar las ramas superiores y vigorosas más cortas que las inferiores y practicando el corte por
encima de una yema dispuesta al exterior de la rama .
C.- Durante el verano del 2º año, recortar las ramas laterales que no son necesarias para la
estructura a una distancia de 7-10 cm (o dejando 3 hojas) y las sublaterales dejando 1 hoja por
encima del grupo basal, tratando con ello de equilibrar las ramas del piso.
D.- En los años sucesivos se realizará de igual manera, es decir, se repetirán los pasos B y C.

EJ E CENTR AL
8.a .3.- EJE CENTRAL
El sistema de eje central es una modificación de la
piramide que se caracteriza por tener como esqueleto del árbol
un tronco único, del que salen directamente las ramas
fructíferas. Se utiliza principalmente en manzano.
En general los pasos que se deben seguir para obtener
dicha estructura son los siguientes:
A.- En la primavera del primer año, elegir la guía central
que va a formar la estructura del árbol y pinzar todos aquellos
brotes que compitan con la guía, así como aquellos que salgan
cerca del suelo.


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Formación en eje cent ral
B.- En el invierno, eliminar las ramas que
compitan con la guía y las situadas en el tercio
superior del eje.
C.- En años sucesivos se repetirán los
pasos explicados anteriormente, debiendo
eliminar además todos los brotes que se
encuentren por debajo de los 40-50 cm del suelo.

PASO B
PASO A

Formación en eje central

PASO C


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8.b.-Poda de fructificación
8.b.1.-HÁBITOS DE FRUCTIFICACIÓN
Se incluyen en el mismo apartado el manzano y el peral debido a que ambas especies fructifican
generalmente sobre los mismos tipos de estructuras fructíferas, independientemente de la forma (eje
central, palmeta, etc.) que se haya dado al árbol.
En estos casos, la fructificación se registra sobre madera de 3, 4 y más años, aunque
excepcionalmente pueden fructificar estas especies sobre madera de dos años.
La cantidad de savia puesta a disposición de los órganos conservados es la que asegura su
transformación. La teoría de la dosis de savia puede esquematizarse de la siguiente manera:
.- toda corriente de savia demasiado abundante provoca el desarrollo de brotes vigorosos pero poco
dispuestos a la puesta a fruto;
.- una corriente de savia bien dosificada es susceptible de provocar la evolución de yemas de madera a
dardos y después a yemas de flor;
.- una insuficiente corriente de savia deja los órganos en su estado primitivo: la yema de madera queda
latente y el dardo se convierte en dardo rugoso.

El fin buscado con la poda de fructificación es acelerar la transformación de la yema de madera en


dardo, y este último en yema de flor. Se pretende que, finalmente, se puedan tener unas 15 ramas fructíferas
por metro lineal de rama, lo que se considera una disposición ideal en manzano y peral.


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8.b.2.- PODA TRIGEMA


Se denomina igualmente “poda Courtois” ( del nombre de su promotor) o incluso “poda en seco”,
debido a que esta intervención se hace sobre árboles desprovistos de hojas y en la época del año en que no
hay circulación de savia, es decir, entre noviembre y marzo, pero guardando la precaución de no efectuarla
en periodos de heladas.
Los efectos de esta poda deberán completarse con otras intervenciones practicadas sobre los
órganos en fase de desarrollo, es decir, entre marzo y octubre, incluyendo éstas eliminación de brotes,
pinzamientos y menos veces, la poda en verde.
La poda trigema, como su nombre indica, es una poda que se realiza por encima de tres
formaciones, que pueden ser yemas bien visibles o dardos. El éxito de esta intervención reposa sobre la
dosis de savia que se proporciona a los órganos conservados sobre el ramo así transformado en rama
fructífera: la savia se reparte, de este modo, obligatoriamente sobre las tres formaciones conservadas, en el
caso de la poda trigema clásica. Al estar estas formaciones colocadas a diferentes niveles sobre la rama
fructífera, resultarán evoluciones distintas:
.- después de la primera poda, la yema terminal, siempre la mejor alimentada, habrá evolucionado a
ramo;
.- la yema intermedia habrá producido con bastante certeza un dardo o una brindilla;
.- la yema basal pudo quedar latente o desarrollarse en dardo.
De esta forma, la fructificación se encontrará en la base, donde se mantiene una yema bien formada
para absorber el exceso de savia que pOdría conducir a una evolución a madera del área de fructificación
(dada su condición de elemento transitorio).
Después de la segunda poda por encima de tres formaciones, es decir, al tercer año, la yema terminal
habrá evolucionado otra vez a ramo(al recibir un exceso de savia bruta); el dardo o brindilla centrales se


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er er
1 año 2º año 3 año 4º r año
Poda t rigema

habrá trasformado en yema de flor o en brindilla coronada y el dardo de la base, menos alimentado, se habrá
transformado en lamburda, siendo estos dos últimos órganos los que darán frutos. Ademas, brindilla
coronada y lamburda no evolucionarán a madera, por lo que una vez fijada la floración, se puede eliminar el
ramo.
A partir de este momento, en que se ha obtenido una yema de flor sobre ramas fructíferas, se tendrá
una zona de fructificación cercana a la rama principal que, por sus condiciones de iluminación, aireación y
nutrición asegurará la cosecha. Esta zona de fructificación será renovada posteriormente por otros
elementos fértiles.


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Una vez hubieran trascurrido varios años de evolución de la rama fructífera, se pueden plantear
varios casos de poda según la evolución de las tres yemas conservadas sobre el ramo. Entre estos casos,
algunos ejemplos son los siguientes:
Un dardo y dos ramos: la poda anterior no tuvo en cuenta el vigor de este ramo; para asegurarse de la
evolución del dardo en yema de flor, se podará el ramo intermedio a algunos milímetros de su punto de
nacimiento, y el ramo del extremo por encima de la segunda yema.
Á Un dardo, una brindilla, un ramo: dardo y brindilla son producciones de vigor reducido, pudiendo
evolucionar casi naturalmente a yema de flor, aunque podrían evolucionar a brote si existe un exceso de
savia; para regularizar la corriente de savia, se poda el ramo del extremo por encima de la primera yema
bien constituida.
 Dos dardos y un ramo: buena disposición para pasar a yema de flor, que es preciso encaminar por una
poda por encima de la primera yema bien formada llevada por el ramo; se renueva así el equilibrio
anteriormente adquirido.


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à Un dardo, una brindilla coronada y un ramo: al llevar la brindilla, en su extremo, una yema de flor, está
asegurada la fructificación, por lo que se puede podar por encima de la brindilla y suprimir la parte de
rama fructífera que lleva el ramo.
Todos los casos mencionados suponen la existencia de un dardo en la base de la rama fructífera.
Existen muchos más, algunos de los cuales suponen la presencia de otras formaciones (lamburdas,
brindillas..) en la base, pero citar la totalidad de casos escapa de las pretensiones de este manual.

PINZAMIENTOS
Complemento indispensable de la poda trigema, esta intervención permite concretar los resultados
buscados con la poda de invierno, permitiendo hacer retroceder la savia sobre los órganos de la base de la
rama fructífera (yemas o dardos) que se desea evolucionen hacia la fructificación.
Los pinzamientos se ejecutan sobre:
.- los ramos que se desarrollan como consecuencia de la poda trigema;
.- los ramos que se originan bajo el efecto del primer pinzamiento, denominados “anticipados”, ya


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9.- MODELOS DE PODA EN ALGUNAS DRUPACEAS: CEREZO, CIRUELO


Y MELOCOTONERO.

9.a .- Poda de cerezo


Para este cultivo las formaciones más utilizadas son la formación en palmeta, vaso y eje
central.

9.a .1.-PALMETA
A. El año de la plantación, se cortará la estaquilla a 60-70 cm.
B. En la primavera, se seleccionarán tres ramas destinadas, respectivamente, a formar la
prolongación o rama principal y las ramas laterales del primer piso. Los demás brotes serán
eliminados.
C. En invierno, cortar la flecha o rama principal a unos 50 cm.
D. En primavera, recortar las ramas secundarias que surjan de la flecha e inclinarlas hacia la
horizontal, proporcionándoles un ángulo que estará en función de su vigor.
E. Durante el invierno siguiente, se procederá a formar el segundo piso: para ello, se cortará
la flecha unos centímetros por encima del punto donde se han de formar las nuevas ramas.
F. En primavera, se destacarán las ramas del segundo piso, eliminando aquellas brotaciones
que se hayan desarrollado muy próximas.
Los mismos criterios serán adoptados hasta conseguir, tras sucesivas intervenciones, una
formación con 5 o 6 pisos, que progresivamente deben estar situados más próximos entre sí.


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Formación en palmet a

Futuras ramas

Futuras
ramas Desyemados

Curvado (abril)

Desyemados

9.a .2.-VASO
Para obtener una formación de este tipo, se procederá como se indica a continuación:
- Despuntar la estaquilla a 90 cm el año de la plantación.
- En primavera, destacar los tres brotes que vayan a formar las ramas principales (que deben
estar orientados entre sí aproximadamente 120º) eliminando los restantes.
- En invierno, se tendrá una estructura formada por las tres ramas principales en las que se
habrán desarrollado brotes. Algunos de ellos se destinarán a formar las ramas principales inferiores


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Poda de formación en vaso

45º

45º

45º
45º

120º
30º
30º

30º

120º


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y deben ser dirigidos en este momento hacia la


horizontal; otros, constituirán la prolongación de la
rama principal y deben despuntarse unos 50-70 cm por
encima de la horcadura anterior, siempre sobre una
yema exterior. Los demás brotes deben ser eliminados.
- Durante los siguientes años se procederá
según idéntico criterio, pero orientando las sucesivas
brotaciones en direcciones opuestas a la precedente y
procediendo a realizar, cuando se estime necesario,
podas de aclarado que eviten una espesura excesiva.
Eje cent ral

9.a .3.- EJE CENTRAL

A.- Plantar el esqueje y eliminar las ramas precoces que


puedan surgir realizando el corte por encima de la 2ª yema bien
formada.
B.- Cortar los brotes, cuando tienen 5-6 hojas, dejando 1 ó 2
yemas de madera. Este paso se debe repetir al cabo de un mes en las
ramas precoces que pudieran aparecer ( primavera 1er año ).
C.- Cada año se debe repetir lo explicado anteriormente.
En muchos casos se realiza una poda de la guía central para
evitar una excesiva altura del árbol y de ese modo facilitar su cultivo.
PASO B


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.* Poda de fructifica ción:


El fruto del cerezo aparece en ramos de 2-3 años
desarrollándose en espolones. La formación de estos espolones
se puede fomentar realizando una poda adecuada. Para ello se
debe eliminar, a partir del cuarto año, todos los brotes
entrecruzados y se deben pinzar los sublaterales a 15 cm o
procurando dejar entre 4-6 hojas para formar el sistema de
espolones que fructificarán en años posteriores. Se aconseja
realizar esta poda entre finales de primavera y mediados de
verano.

9.b.- Poda de ciruelo


El ciruelo es un árbol que normalmente tiene una gran Plantación en eje central

envergadura, por lo que es aconsejable realizar una poda controlada para facilitar su manejo. Es
muy importante, además, tener en cuenta el patrón que se va a utilizar, que irá en función de los
objetivos que se persigan y las condiciones que se tengan.

.* Poda de forma ción:


Este tipo de poda, como se ha visto en los cultivos anteriores, depende de la formación por la
que se opte. Normalmente en el ciruelo las más utilizadas hoy en día son la forma de mata y la forma
piramidal.


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Dentro de los sistemas de formación del ciruelo destacan dos


formas en volumen (vaso y huso) y una forma plana, la palmeta,
con diferentes variantes.

* Va so
A. Después de la plantación, rebajar los árboles a 60-80
cm del suelo. Además, se cortarán a dos yemas los brotes
anticipados que existan sobre el tronco y se eliminarán los
situados en los primeros 30-40 cm desde el suelo.
B. En el verano del primer año, se eligen los tres brotes
que formarán los brazos principales, brotes que deben estar
situados a diferentes alturas y separados entre sí 10-20 cm. Por
encima de ellos, se dejará un tirasavia para forzar la apertura de
los ángulos de inserción, eliminando los demás brotes a 4 o 5
hojas.
C. Durante el primer invierno, además de confirmar la
elección de las ramas principales (eliminando las restantes), se
elegirán las secundarias de primer orden: en cada brazo se
escogerá un brote anticipado de 1.5-2 cm de diámetro que forme
un ángulo de 45º con el brazo, eliminando los restantes excepto
alguno de los situados en el extremo del brazo y que tenga una
longitud de 10-15 cm.
Formación del vaso
D. En el verano siguiente, se procede al pinzamiento de
los brotes que se encuentran hacia el interior del brazo y a la eliminación de chupones.


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E. En invierno, en cada uno de los brazos


principales se elige cuál va a ser la prolongación,
suprimiendo en ella los brotes de los extremos. Además,
se eliminan todos los brotes que se hayan desarrollado en
el interior del vaso. Por otra parte, se eligen
(alternativamente a ambos lados de las ramas principales)
las ramas secundarias de segundo orden que van a formar
el segundo piso y que deben estar situadas a 70-80 cm de
las de primer orden; en estas ramas secundarias, a su vez,
se conservarán únicamente brotes relativamente
horizontales situados alternativamente a una distancia de 15-20 cm entre sí.
F. Durante el tercer verano es conveniente la eliminación de los frutos para favorecer el
desarrollo vegetativo.
G. En el tercer invierno, se eligen las terceras ramas secundarias, procediendo de igual
manera que lo referido en el año anterior para, ya en el invierno siguiente, cortar sobre los brotes
anticipados las prolongaciones de los tres vasos formados.

9.b.2.- PALMETA
Para conseguir esta estructura se deben seguir los siguientes criterios:
- Una vez plantados los árboles, cortarlos a 50 cm del suelo, rebajando los brotes laterales
por encima de la primera yema bien formada.


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- En el verano del primer año, elegir los tres brotes más vigorosos para formar el eje principal
y las ramas laterales del primer piso, que deben ser equilibradas entre sí mediante inclinación de la
más vigorosa para estimular el desarrollo de la más débil.
- En invierno, si la rama central ha alcanzado los 80-100 cm, se corta a esa altura para así
formar el segundo piso.
- En el verano siguiente, se arquean los brotes sobrantes crecidos en el eje central y aquellos
excesivamente vigorosos de las ramas laterales.
- Al llegar el invierno del segundo año, se corta la rama principal a la altura necesaria para
formar el tercer piso, siguiendo los mismos criterios del invierno anterior.
- Al año siguiente, se forma el cuarto piso en invierno, mientras en vegetación se arquean los
brotes que han crecido, tanto en las ramas laterales como en la central, para favorecer la formación
de yemas de fruto.

9.b.3.- HUSO
Se trata de un sistema de formación aconsejable en variedades de poco desarrollo y
plantaciones de alta densidad, donde se pretende facilitar la recolección del fruto. Consta de un eje
central donde las ramas laterales se dejan desarrollar libremente, conduciéndolas en sentido radial
mediante arqueos, inclinaciones, aclareos... Desde el cuarto año se rebajan las ramas principales
dejando al árbol una estructura piramidal.


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Formación en huso

Futura
prolongación

Poda

Pinzamiento

Suprimir
tocón
Poda
10 cm

Desyemado

Desyemados Desyemados
30 cm

Desyemado
30 cm

1ª poda Primer periodo vegetativo 2ª poda


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* Poda de fructifica ción en ciruelo:


En ciruelo, la poda de fructificación es una operación de suma importancia de cara a
favorecer la producción, si bien la forma de realizarla y su intensidad son función de la variedad, del
vigor de la planta y de su edad.
En los cultivares europeos, que fructifican principalmente sobre dardos, la poda de
producción consistirá básicamente en un aclareo de ramos fructíferos, siendo ésta también la
operación a realizar sobre plantas jóvenes y sobre aquellas dotadas de gran capacidad de renovación
de sus órganos vegetativos. Por su parte, en aquellos cultivares que fructifiquen principalmente en
órganos mixtos (caso de las variedades chino-japonesas) y en aquellos con escasa capacidad de
renovación de sus órganos vegetativos, la poda de fructificación se realizará mediante rebaje de
órganos fructíferos y eliminación de algunos de ellos.
En todos los casos, la poda de invierno consistirá en rebajar y arquear (o inclinar) las ramas,
buscando un equilibrio adecuado en el árbol, y/o en eliminar algunas de ellas con el fin de favorecer
la iluminación y la aireación de la copa.
Además de las operaciones mencionadas, resulta de gran interés realizar un aclareo de
frutos una vez ha finalizado la caída de frutos no fecundados, pues de este modo se consigue el
mantenimiento de una cosecha abundante y de calidad. La intensidad del aclareo variará en función
del cultivar de que se trate, dejando en el árbol desde un fruto para cada cuatro hojas (caso de alguna
variedad europea) hasta frutos separados en el ramo de 15 a 22 cm (en cultivares chino-japoneses).

9.c.- Poda de melocotonero


El melocotonero es, en general, un árbol muy resistente, aunque puede verse afectado
seriamente por las heladas primaverales, debido a su floración temprana.


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Este árbol se puede cultivar con diferentes formas, como pueden ser las formaciones en
vaso o en palmeta, siendo esta última la más utilizada hoy en día. Esta estructura también es muy
utilizada en el cerezo, por lo que todo lo explicado anteriormente con respecto a esta formación y la
poda que se debe realizar, se puede aplicar a este cultivo.

* Poda de fructifica ción


En melocotonero, la poda de fructificación es fundamental, pues de no realizarla se
produciría una disminución de la calidad y la cantidad de la cosecha con el paso de los años. En este
sentido, se debe asegurar una buena alimentación de los distintos elementos que lleva el árbol, para
favorecer el desarrollo de formaciones vigorosas portadoras de yemas de flor y de yemas de madera
bien situadas que asegurarán el reemplazo y la posterior fructificación.
En esta especie, la evolución de yema de madera a yema de flor no se produce en años, sino
que esta diferenciación se produce en el mes anterior al momento en que tiene lugar la parada
vegetativa de verano. De esta forma de fructificar es importante destacar que todo ramo que haya
llevado flores, y por tanto frutos, no llevará una nueva fructificación; sólo las formaciones fructíferas
que se hayan podido desarrollar al mismo tiempo que los frutos podrán asegurar la futura
fructificación. De estas cuestiones se deduce el interés del ramo mixto, la formación sobre la que
con mayor frecuencia fructifica el melocotonero, pues es una estructura que lleva flores que
normalmente darán lugar a frutos y que además asegura el reemplazo de la parte que fructifica por
el desarrollo de nuevos ramos a partir de las yemas de madera que lleva en su base (y que permitirán
reconstruir y mantener la formación fructífera).
La poda de fructificación, que debe asegurar la producción de frutos del año en curso y
preparar el remplazo para el siguiente, se realizará por lo tanto sobre las ramas fructíferas y sobre la
prolongación de las ramas de la estructura o del esqueleto del árbol. Ambas operaciones deben


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iniciarse después del segundo año de la plantación, al final del reposo vegetativo, momento en que
la vegetación permite diferenciar la yema de madera alargada, puntiaguda y verde, de la yema de flor
globosa y rosada.

* Poda de la s prolonga ciones de la s ra ma s del esqueleto.


Con la poda se puede regular el alargamiento de la forma frutal, lo que tiene una gran
importancia en el caso particular del melocotonero al evitar que queden desnudas las ramas
situadas en la parte baja del árbol.
a) Interv enciones inv ernales.- La longitud de la prolongación es proporcional al vigor del árbol,
aunque en general suele ser de 30-40 centímetros.
Cuando la forma ha alcanzado su desarrollo óptimo, no es preciso continuar con el
alargamiento del esqueleto; por el contrario, se debe volver sobre las formaciones inferiores
para reducir el tamaño del árbol a las dimensiones deseadas. Se practica entonces una poda
llamada de “retroceso” que, manteniendo el equilibrio general de la forma, utiliza brotes bien
situados en el árbol para establecer nuevas ramas en el esqueleto.
b) Interv enciones estiv ales.- Sobre los 30-40 centímetros de la prolongación, las yemas de
madera van a dar lugar a brotes. De ellos, se conservan los tres o cinco mejor situados para
establecer las futuras ramas fructíferas; los restantes se eliminan, cortándolos por su punto de
inserción (además, el brote del extremo, futura prolongación, se deja intacto y será objeto de
sujección).
Los tres o cinco brotes conservados se despuntan por encima de la tercera o quinta hoja. La
nueva prolongación surgida de la yema terminal no se despunta nunca, pero si lleva brotes
anticipados, éstos se despuntan por encima de la primera hoja.


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*Poda de la s ra ma s fructífera s
a) Interv enciones inv ernales.- Se realizarán, como ya ha sido indicado, cuando las yemas de flor
se distingan claramente de las yemas de madera, a finales de febrero-principios de marzo. Desde
la primera intervención (después del segundo año de plantación) y hasta la edad adulta, se
eliminarán ramos mixtos con una intensidad creciente desde un aclareo ligero al principio hasta
el 50 a 70% de los ramos mixtos presentes en el árbol en la etapa adulta. Deberán ser eliminados
preferiblemente los ramos mixtos más débiles, los demasiado vigorosos y los mal situados,
debiendo dejar aquéllos que se encuentren lo más cerca posible del esqueleto del árbol y que
posean una longitud comprendida entre 40 y 70 cm. Por su parte, los ramos que ya han
fructificado se eliminarán totalmente o se despuntarán.
Además de la eliminación, gradual con los años, de los ramos mixtos con el fin de regular su
cantidad en la planta, pueden ser necesarias otras operaciones invernales sobre los demás ramos
fructíferos. Algunos ejemplos prácticos se exponen a continuación:
* Ramo de madera: podar por encima de las dos primeras yemas de madera. Si es muy vigoroso,
se dejan dos yemas por cada 20 cm de longitud.
* Rama fructífera formada por un ramo de madera superior y un ramo mixto inferior: podar por
encima del ramo mixto.
* Rama fructífera formada por dos ramos de madera: podar por encima del que esté más cerca
de la rama principal.
* Ramillete de mayo: después de haber fructificado, esta formación se deseca, pero se puede
intentar conservarla eliminando todas las yemas de flor para fortalecer la yema de madera
terminal.


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b) Interv enciones estiv ales


Aclareo de brotes.- Consistente en suprimir todos los brotes inútiles, conservando aquellos que
tengan una función importante en el mantenimiento del árbol y de las producciones: el brote
terminal, que es el tirasavias general de la rama; cada brote que acompaña a un fruto, que son los
tirasavias individuales, y el/los brotes situados en la base de la rama, puesto que de su vegetación
depende la producción de la rama del año siguiente.
Pinzamientos.- Tienen por objeto limitar el alargamiento de los ramos, reforzando por ello la
parte inferior de estos mismos ramos o de otras formaciones situadas en la rama fructífera.
Poda en v erde.- Es muy útil en melocotonero, resultando particularmente interesante en los
casos siguientes:
.- ramo mixto podado demasiado largo: el ramo lleva demasiados frutos y se puede limitar su
número podando por encima del segundo o tercero..
.- ramo fructífero que ha perdido sus frutos prematuramente: en este caso es inútil conservar
las formaciones que no se van a utilizar en lo sucesivo. Es conveniente, entonces, podar
inmediatamente por encima de los dos brotes de la base, que son los que interesan para la
fructificación futura.
Aclareo de frutos.- Operación importante como complemento a la poda, con el fin de conseguir
una producción de calidad. La mejor época para realizarlo es después de la caída de los
pequeños frutos no fecundados y antes del endurecimiento del hueso, que sucede
aproximadamente 30 días después de la plena floración. Se aconseja dejar un fruto cada 15-20
cm de ramo, eliminando los mal situados, de reducido tamaño, deformes, etc.


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10.- ALGUNOS MODELOS DE PODA EN K IW I

El kiwi es una planta


sarmentosa, con un desarrollo
vegetativo muy complejo y que
produce una gran cantidad de Chupón
m a d e r a . Po r l o t a n t o , e s Spur (ciego)
Brazo o rama
imprescindible la práctica de la poda principal
si se quiere obtener una calidad de Rama fructífera de
crecimiento indeterminado
fruto y una rentabilidad de la planta
Rama fructífera de
aceptables, y además es necesaria crecimiento determinado
TRONCO
para obtener un esqueleto que
facilite el cuidado del cultivo.
Ramas laterales
Antes de realizar la poda hay fructíferas
que tener claro qué forma de cultivo y
qué estructura de soporte se va a PARTES DE LA PLANTA DE
emplear, ya que en función de ello, se ACTINIDIA DELICIOSA (KIWI)
podará de una forma u otra. Los
principales sistemas de formación empleados en este cultivo son:

-Cordón horizonta l sobre un a la mbre: Las plantas se dirigen entre dos postes por medio de un
alambre al que se sujetan las ramas fructíferas. Es un método poco recomendable por las rupturas
que se provocan a nivel de la inserción de las ramas fructíferas y las ramas principales. Sólo es


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COR DÓN HOR IZONTAL SOBR E UN ALAMBR E

necesaria una estructura formada por dos postes( bien


robustos ) de unos 250-300 cm de longitud y un alambre que
ha de ser también robusto, entre ellos y normalmente se
colocará a 180-200 cm del suelo. El marco de plantación debe
ser de 4-5 m entre filas y de 4-5.5 m entre plantas dentro de la
fila.
- Empa rra do en T (T-ba r)
Es una modificación del anterior, solo que se añaden
dos alambres a ambos lados del alambre principal, siendo la
función de aquellos la de sostener las ramas fructíferas
laterales. Estos alambres se pueden colocar al mismo nivel o
algo más bajos que el principal. La distancia media entre filas Plantación de kiwi dirigida en T-bar
es de 4-4.5 m entre filas y 4-5.5 m entre plantas o incluso menos (2’5 a 3 m) en alta densidad.


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EMPAR R ADO EN T

- Pa rra l:
Es poco aconsejable porque requiere un mayor
gasto, en mano de obra y sobre todo la poda se complica
respecto al método anterior. Sin embargo , es un
método seguido en algunas de nuestras plantaciones, al
facilitar el movimiento debajo de las plantas, aunque, al
cabo de los años, se observa una disminución del
tamaño de los frutos.
Existen otras formas de dirigir la Actinidia que
son poco utilizadas y comentaremos brevemente: Plantación dirigida en parral

- Cordón horizonta l sobre dos a la mbres: Se conoce también como contraespaldera. Consta de
una estructura formada por postes de 250-300 cm y con dos alambres paralelos, colocado el
primero a 120 cm y el segundo a 180 cm del suelo. Se aconsejan distancias medias de plantación de
4-4.5 m entre filas y 4-5.5 entre plantas.


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- Cordón horizonta l sobre tres a la mbres: Similar al anterior, sólo que se formarán dos “T”
superpuestas: una en el piso superior y otra en 2 alambres paralelos en el inferior.
- Empa rra do con 2 cordones horizonta les: Las plantas están sostenidas por 2 alambres
principales colocados a 90 y 180 cm del suelo. Las ramas fructíferas del alambre más alto se fijan
sobre dos alambres colocados a uno y otro lado del alambre principal, mientras que las ramas
fructíferas del alambre más bajo se fijan sobre un alambre distante del suelo 40-50 cm.
El sistema de conducción más utilizado en Ga licia es la cruceta con 3 alambres, es decir, el
empa rra do en T-ba r con brazos de 1.5 a 2 m y altura de alambres de 1.6 a 1.8 m desde el suelo, con
el alambre central elevado 20 cm respecto a los 2 laterales.
En este cultivo se realizan distintas podas en función de la época y de los objetivos que se
busquen al realizar esta técnica.

Poda de forma ción


Tiene como objetivo conseguir una estructura completa
(que conste de 1 tronco y 1 o 2 brazos laterales) y adecuada en
función del sistema de cultivo que se vaya a elegir, que en este
caso, como se ha dicho anteriormente será preferiblemente el
emparrado en T-bar.
Los pasos a seguir para conseguir dicha formación son
los siguientes:
A.- En la primavera del primer año, se debe elegir el
brote más vigoroso, eliminando el resto. El brote elegido debe


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entutorarse, utilizando una cuerda (o un tutor) que vaya desde el pie de la planta al alambre central.
Si el primer verano el brote sobrepasa con vigor el alambre, se poda a su altura, brotando las yemas
que darán lugar a los dos brazos principales.
B.- Si el brote no hubiera alcanzado vigorosamente el alambre, en invierno del 2º año se
cortará el tronco, 20 cm por debajo del alambre, eliminando los brotes débiles.
C.- En la primavera del 2º año se seleccionarán dos brotes (eliminando el resto) que se
inclinarán y atarán al alambre central.
er
D.- En el invierno del 3 año se despuntarán las ramas principales, dándoles a su vez una
vuelta sobre el alambre central (invierno ).
E.- En la primavera del 3er año se eliminarán los brotes que por su posición privilegiada se
puedan convertir en chupones, como son aquellos que nacen en la curvatura de las ramas

PASO A Ent ut orado Formación de los dos brazos


principales


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principales y por debajo de la inserción de éstas con el tronco.


F.- Invierno 4 º año y siguientes: las ramas principales se volverán a despuntar, dándole una
nueva vuelta sobre el alambre.
G.- Eliminar los chupones si existen (primavera 4º año y sucesivos).

PASO D
PASO C

PASO F


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DESPUNTE DE BR OTES
Poda de fructifica ción VIGOR OSOS
El objetivo principal de este tipo de poda es
asegurar una buena producción y una alta calidad del
fruto. Es aconsejable realizarla en el período que
trascurre desde la caída de la hoja y la mitad de enero,
para evitar pérdidas de savia y posibles enfermedades
producidas principalmente por hongos .
s
La formación de fruto se inicia en las primeras
brotaciones del año, nacidas a su vez de un ramo del
año anterior; por lo tanto, a medida que pasan los años
la cantidad de madera que se acumula será muy
abundante, por lo que es necesario una poda que
produzca una renovación y evite ramificaciones en
exceso que dificulten la penetración del aire y la luz.
Podemos destacar dos tipos de poda de
fructificación dependiendo de la época en la se realice:
Poda en v erde: se realiza, como su nombre
indica, cuando la planta tiene hojas, es decir, durante
la primavera o el verano efectuándose, básicamente,
las siguientes operaciones:
- Despuntar los brotes vigorosos por encima
de la 3ª yema, a partir del último fruto.


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- En abril-mayo, se eliminarán los Despunt e de brot es con zona


brotes nacidos en las curvas de las ramas t erminal enroscada
principales y los que por su posición
perpendicular se convertirán en
auténticos chupones.
- Las ramas del año anterior que no
presenten fructificación serán eliminadas
o cortadas sobre un brote de renovación.
. Poda posterior a una hela da : Eliminación de chupones
cuando los brotes fructíferos son afectados
por una helada primaveral, es preciso
eliminarlo, de lo contrario la planta
reiniciará la brotación, siendo los brotes
vegetativos y por lo tanto sin yemas de flor.
. Poda de inv ierno: el objetivo
principal es la renovación continuada de
los ramos fructíferos. Para ello se
realizarán una serie de trabajos, como son:
- suprimir las ramas que ya han
producido, sustituyéndolas por
ramos que ya han sido seleccionados en la poda de verano.
- también es importante mantener una longitud de las ramas adecuada para que no afecte a
la calidad del fruto. Normalmente se dejan de 15 a 20 yemas, dependiendo del número de
ramas por metro lineal.


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11.- PODA DEL CASTAÑO

11.a .- Poda de renov a ción


Con la renovación de la copa se produce una
mejora en la producción, que se incrementa
considerablemente, aumentando también la calidad
del fruto, aunque estos efectos sólo se verán a partir
del quinto año después de realizarla . Además, esta
técnica facilita los trabajos de mantenimiento de los
árboles, ya que las ramas estarán más accesibles para
la recogida.
Uno de los inconvenientes que conlleva esta técnica es la parada de producción que, tras
realizarla, se registra durante un tiempo y además hay un mayor riesgo de que el árbol se vea
afectado por el chancro, de ahí que se aconseje que se realice la poda en invierno, cuando las
condiciones no sean propicias para el desarrollo de la enfermedad.
La única operación a realizar en la poda de renovación es la eliminación total de la copa pero
teniendo la precaución de dejar un tirasavia en el caso de árboles viejos con el fin de favorecer una
circulación ascendente de la savia.
En general, la altura a la que se debe dejar el árbol está en función de la abertura de la copa,
de si existen zonas afectadas por el chancro y de la altura a la que aparecen las primeras ramas
nuevas. En este sentido, es aconsejable realizar el corte de ramas nuevas a aproximadamente 10 cm
del tronco, ya que así se garantiza una buena producción de brotes (una vez realizado el corte, se
debe aplicar una pintura contra hongos que después se recubrirá con una pasta para injertos).


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Primer año después de la poda

2º año 3er año Forma del árbol tras 6 o 7


años después de la poda


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La elección de las ramas tiene mucha importancia para FOR MACIÓN EN VASO
la formación de la estructura del árbol. El objetivo que se
persigue es que a los 5-6 años, el árbol pueda tener una
estructura definida.

11.b.- Poda de forma ción


Las formas más habituales en Galicia son la formación
en vaso y en eje central; en función de la que se elija, la poda de
formación será más o menos severa.

11.b.1.- FORMACIÓN EN VASO: Los pasos a seguir para


conseguir esta estructura son:
ACLAR ADOS
-El año de plantación reducir la altura a 70-90 cm del suelo
para provocar la brotación de un ramo de continuación fuerte.


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Eliminar todas las ramas laterales. La operación debe ser repetida el segundo año hasta lograr un
tronco de al menos 2 metros de altura.
-Al final del tercer año escoger las tres ramas mejor situadas próximas entre sí y dejarlas
crecer libremente.
- Al final del cuarto año se deben realizar aclareos de ramas, si son necesarios, para que pueda
entrar la luz. Estas operaciones se repetirán al año siguiente.
En plantas adultas, más que realizar una poda se debe intervenir periódicamente para reducir
el exceso de brotes y ramas para facilitar que pueda penetrar bien la luz aumentando
consecuentemente la producción. También se debe
reducir la longitud de las ramas para mejorar la FOR MACIÓN EN EJ E CENTR AL
resistencia mecánica y evitar las rupturas por viento o
nieve que originarían vías fáciles de penetración de
patógenos como el chancro.

11.a .1.- FORMACIÓN EN EJE CENTRAL


- Elegir un brote, en principio el más vigoroso,
que se convertirá en el eje central de la estructura.
- Podar las 2 o 3 ramas laterales más próximas al
eje para que no compitan con la rama central.
- En algunos casos se pueden atar las primeras
ramas, situándolas en horizontal, para favorecer la
producción de fruto.


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12.- PODA DE CÍTRICOS


Las técnicas de poda que se van a explicar a continuación son válidas, en general, para
cualquiera de las especies que se incluyen dentro de este grupo.

12.a .- Poda de forma ción


er
Normalmente, la poda de formación se recomienda que se realice a partir del 3 año después
de la plantación, cortando únicamente aquellos brotes que nazcan entre el cuello de la planta y las
primeras ramas gruesas.
En esta poda influye el tipo de estructura que se le quiera dar al árbol, siendo la más utilizada
la forma de cúpula rebajada o de bola. Se opta por esta estructura por una serie de ventajas que
ofrece con respecto a las demás:
- al ser una formación baja produce más rápido, ya que no hay un tronco cuyas dimensiones
limiten la savia para la copa.
- los tratamientos fitosanitarios, la recolección y las operaciones de poda son mucho más fáciles.
Los pasos a seguir para obtener dicha estructura son:
a.- Elegir las 3 ramas que van a formar la estructura del árbol, teniendo en cuenta que deben
ser vigorosas y estar bien orientadas.
b.- Eliminar aquellas ramas que compitan con las que se han elegido.
c.- Pinzamientos regulares de las ramas secundarias durante el periodo de vegetación,
cuando su longitud alcance los 20 cm.
d.- Eliminar los primeros frutos para evitar frenar el desarrollo de las ramas principales.


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e.- A partir del 4º año y siguientes, las ramas FOR MACIÓN EN BOLA
principales deben sufrir sucesivos pinzamientos, con
el objetivo de formar nuevos pisos.

12.b.- Poda de fructifica ción y ma ntenimiento


La fructificación en estos árboles se desarrolla
sobre brotes pequeños del mismo año, normalmente
en primavera. Generalmente las operaciones a
realizar dentro de la poda de fructificación consisten
en la eliminación de brotes viejos y ramas mal
situadas, eliminación de chupones y aclareo de ramas
fructíferas cuando están en ramilletes compactos.

12.c.- Poda de regenera ción


Se realiza sobre árboles viejos con el objetivo
de regenerar la formación de la copa. Por lo tanto, se
debe realizar, normalmente, una poda severa.


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13.- PODA DE LA V ID
La vid es un arbusto trepador que tiene un gran desarrollo y una longevidad elevada, lo que
implica que la poda es necesaria para mantener una estructura adecuada.
Esta planta se puede conducir de muy diversas formas, pero en todas ellas se aprecia
perfectamente que los frutos crecen sobre los laterales de ese mismo año.

13.a .- Poda de forma ción


Esta poda, como se ha indicado en casos anteriores, depende de la formación que se elija.
Las formaciones más habituales son: empa rra do ga llego o sistema tradicional, sistema en T
(también llamado portugués o de doble poste) y sistema moderno, de poste único o en cordón
simple.

* Sistema tradicional o de emparrado gallego:


Normalmente se utilizan postes de piedra
granítica sobre los que se forma un entramado con
alambres y postes de madera, lo que permite la sujeción
de los sarmientos y la distribución uniforme de los
mismos en toda la superficie, buscando una buena
aireación e iluminación.
En general, el emparrado suele estar a una
altura de 1.50 m; cuando ésta supera los 2.25 m se


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denomina “Parrón” a la formación, que es utilizada normalmente para cubrir caminos, fincas y
adosados a viviendas.
En los últimos años se ha ido dejando de utilizar este tipo de formación, el emparrado,
debido a los siguientes inconvenientes:
-Falta de aireación y luz. Una vez que empiezan a brotar los sarmientos, se cubre todo el
entramado y dificulta la maduración del fruto.
-Favorece la humedad y como consecuencia aumenta el riesgo de enfermedades en la
planta.
- Debido a la falta de luz y oxígeno, el fruto se desarrolla mucho menos.
- Más dificultad al realizar las labores culturales.

SISTEMA TR ADICIONAL O DE EMPAR R ADO GALLEGO


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* . Sistema en T, portugués o de doble poste


Esta formación está constituida por postes en forma de “T” normalmente de hormigón, con
una altura de aproximadamente 2.65 m, de los que unos 50 cm se entierran. Además, se necesitan
alambres, que van a ir desde cada uno de los extremos de la “T” pasando por todos los postes.
Normalmente estos postes llevan 2 cepas adosadas, aunque en algunos casos se utiliza la
media ”T”, que sólo lleva una cepa y un solo alambre, y se utiliza en parcelas pequeñas y largas.
Esta estructura desde los últimos 6 años está cayendo en desuso, debido a que las dos líneas
de alambre están demasiado próximas y las dos parras se entrecruzan, dificultando la aireación.

*. Sistema moderno, de poste único o en cordón simple


Es el sistema más utilizado hoy en día, supone una modificación de la espaldera (sistema de
conducción con más de dos alambres paralelos) y tiene las siguientes ventajas con respecto al
emparrado:

Sist ema de conducción en espaldera


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- Instalaciones más económicas.


- Facilidad para realizar las labores.
- Menos riesgo de enfermedades.
- Mayor facilidad de maduración de la uva.
Generalmente se colocan los postes en una hilera distanciados 4 m entre sí y, en cada uno, se
planta una cepa. La distancia entre filas varía en función de la maquinaria que se vaya a utilizar.
Los pasos a seguir para obtener esta formación en cordón simple son los siguientes:
A.- En la primavera del primer año, elegir el brote más vigoroso y atarlo al poste o tutor,
despuntando el resto de los brotes.


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B.- En invierno, eliminar los brotes despuntados en la primavera y rebajar, si es necesario, el


brote central.
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C.- En el 2º año se repetirán los mismos pasos que en el 1 año, procurando que al rebajar el
brote central ( en invierno ) quede aproximadamente a 50-60 cm por debajo del alambre.
er
D.- Ya en la primavera del 3 año, despuntar de nuevo todos los brotes, excepto el más
vigoroso.
E.- En invierno, suprimir los brotes que no interesan, mientras que el brote principal se
lleva al alambre horizontal, despuntándolo hasta dejar 4 a 10 yemas a partir del alambre. Eliminar
las yemas del tronco, operación que ya puede realizarse en primavera.


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13.b.- Poda de fructifica ción


Se realiza principalmente en invierno, por lo que se denomina poda en seco, mientras que la
poda en verde (eliminación de chupones, aclareos, despuntes, supresión de racimos, etc.) se realiza
cuando la planta está en vegetación.
Para realizar una poda de fructificación adecuada y por lo tanto obtener una buena
producción, son necesarios los siguientes pasos:
1.- En verano llevar a la horizontal los dos
últimos brotes y atarlos al alambre.
2.- En invierno, podar aquellos brotes, de la
siguiente manera: el primero, a 8-10 yemas, siendo
destinado a ser la prolongación del brazo, y el segundo,
que será utilizado en caso necesario como sustituto, a
dos yemas. Además, se deben suprimir los brotes
débiles y mal situados, podando los restantes a 5 yemas.


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3.-Al año siguiente, la prolongación del brazo


sufre las mismas operaciones mencionadas en los pasos
anteriores (sujeción al alambre de los dos últimos
brotes en verano y selección y poda a 5 yemas de los
sarmientos- o a dos y 6-8 para los dos últimos brotes
respectivamente- en invierno). El resto de los brotes
que se habían dejado con 5 yemas se podan del
siguiente modo: el brote más cercano a la base se deja
con 2 yemas, el siguiente con 5 y el resto de los brotes se
elimina.
El objetivo que se persigue con esta poda es la formación de una estructura básica formada
por el pulgar o daga, con 2 yemas, y la vara o labor con 5 yemas.
La función de la vara es la de dar fruto, mientras que la del pulgar, aunque en ocasiones
pueda dar frutos, es la de reemplazo para el año siguiente. Con los años esta estructura pulgar- vara
deberá ser podada: el primer brote del pulgar se poda a 2 yemas y el otro a 5, eliminando el resto. De
esa forma siempre mantendremos la unidad pulgar-vara.


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El hombre, al hacerse sedentario, empieza a propagar las plantas, o tal vez cabe decir que se
hace sedentario porque es capaz de propagar las plantas. De cualquier modo, en principio se limita
a coger las semillas de las plantas que encuentra en su entorno; después lo hace de sus propias
cosechas, en las que más tarde elige los mejores individuos como suministradores de semillas,
dando paso a la mejora vegetal, que sólo mucho después se sustentará en una base genética.
Paralelamente utilizará propágulos vegetativos -porciones de tallo, órganos subterráneos- para
obtener las nuevas plantas en los casos en que pretende mantener los caracteres de la planta
donante o si tiene dificultades de obtener semillas de la misma.
El avance en el cultivo de plantas ha ido paralelo al desarrollo de técnicas capaces de
controlar tanto las condiciones de cultivo (sustratos, abonos, plagas, etc.) como las técnicas de
reproducción de las mismas. La multiplicación, es decir, el conocimiento de las técnicas y métodos
que nos permiten obtener un cierto número de plantas a partir de un solo individuo, es básico para
todo cultivador .
Muchas plantas las reproducimos utilizando uno de los mecanismos que la naturaleza
desarrolló con el mismo fin: se trata de emplear semillas que, situadas en unas condiciones
favorables, desarrollarán nuevas plantas, siendo este el caso que conocemos como reproducción
sexua l. De este modo las nuevas plantas conservan los caracteres específicos, es decir, de una
semilla por ejemplo de camelia nacerá una camelia pero no idéntica a la planta en la que aquélla fue
recogida. De cualquier manera, puede ocurrir de manera natural gran cantidad de hibridaciones
incontroladas que hacen que al sembrar las semillas obtengamos una gran variabilidad de plantitas,
algunas de las cuales (normalmente muy pocas) pueden tener importancia y ser susceptibles de
selección y estudio. El problema es que estas plantitas deben ser cultivadas durante años para poder
comprobar sus características; si alguna muestra tener suficiente entidad, se propagará
vegetativamente y se le dará nombre.


Cuando queremos conservar además de los
caracteres específicos, los varietales, debemos recurrir
a alguno de los métodos de propa ga ción v egeta tiv a o
a gá mica , donde todas las plantas obtenidas de un solo
individuo constituyen un clon y son idénticas entre sí.
La eficacia de la multiplicación depende del método
aplicado, de las condiciones de trabajo y, sobre todo, de
la especie y variedad a propagar. Frente a la gran
variabilidad, expresada en la formación de abundantes
genotipos, a que conduce la vía sexual, la propagación
Plantas de kiwi obtenidas por semilla
asexual o vegetativa implica el mantenimiento del
genotipo de la planta donante.
Pero en cualquiera de los métodos de propagación
debemos de tener presente el saneamiento. La profilaxis en
materia de Sa nida d Vegeta l comienza por el material de
propagación a utilizar. Si partimos de una semilla, esqueje,
injerto, etc. contaminado por agentes nocivos, posiblemente ya
no habrá medidas culturales, biológicas, químicas, etc. que
puedan paliar el efecto destructivo o degenerativo que sobre el
vegetal vayan a causar a posteriori dichos agentes.
En este manual únicamente se hará referencia a los
métodos de propagación vegetativa y se profundizará más
concretamente en los métodos de injerto. Plantas de kiwi obtenidas por estaquilla


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MÉTODOS DE PROPAGACIÓN DE PLANTAS


SEMILLAS

INJERTO “IN VITRO”

PLANTA MADRE
SEPARACIÓN CEPA ACODO

BULBOS, CORMOS...

ESTAQUILLAS


CONDICIONES DE LA PLANTA MADRE
Las plantas-madre son necesarias sea cual sea el método de propagación que elijamos,
influyendo decisivamente en los resultados obtenidos su estado fisiológico y sanitario.
Básicamente, una planta en crecimiento activo y de aspecto saludable será más fácil de propagar
que una planta raquítica y de aspecto enfermizo. Por ello, la planta que va a ser objeto de
propagación debe estar cultivada en lugares y exposiciones adecuadas y deberá recibir un buen
abonado anual, un pinzado rápido y completo y mantenerse en estado sanitario adecuado, evitando
que sufra ataques de insectos, hongos u otros patógenos.
Si la planta madre se ve afectada por agentes patógenos, los trasmitirá a su descendencia
multiplicándose el problema y dificultando su tratamiento, e incluso en algunos casos se potenciará
el daño al tratarse de material delicado.
Por otra parte, dentro de una especie determinada existe una gran variabilidad de respuestas
a nivel del genotipo, así como en función del estado de maduración del individuo, que está
condicionado por su edad no sólo cronológica (ligada al llamado “cambio de fase”) sino también
fisiológica. Esta última depende del estado fisiológico de la planta, que está condicionado por una
serie de variables como la época del año, posición en la planta (topófisis), status hídrico de la planta,
metabolismo hormonal (especialmente auxínico), metabolismo de hidratos de carbono y de
nitrógeno, presencia de hojas y correlaciones nutricionales y de asimilados entre las distintas partes
de la planta y factores ambientales como irradiancia, temperatura y humedad.
La edad y el estado de desarrollo son decisivos e influyen en la capacidad de reproducción y
en concreto en la capacidad de rizogénesis (formación de raíces). Si la planta que queremos
propagar es vieja, es conveniente podarla, incluso varias veces, y recoger las estaquillas de los
crecimientos más jóvenes. De todos es conocido que una planta que se poda asiduamente tiene un
aspecto más juvenil y consecuentemente responderá mejor a los diferentes métodos de
propagación. De igual modo se evitará recoger el material de propagación de plantas en floración.


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MÉTODOS MÁS UTILIZADOS EN PROPAGACIÓN VEGETATIVA


Esquejes o estaquillas
Acodo
Injerto
Separación de cepa, bulbos, etc.
Micropropagación “in vitro”

MEDIDAS SANITARIAS DURANTE LA PROPAGACIÓN


Todos los propagadores conocen la importancia de realizar todas las fases de la obtención de
plantas, sea cual sea el método que se siga, en condiciones sanitarias estrictas . Es mucho más fácil y
eficaz prevenir las enfermedades que tratar de detenerlas una vez que se han iniciado. Debemos
tener presente que, en las instalaciones de propagación, siempre hay un número elevado de
ejemplares muy juntos, por lo que cuando notamos un problema, éste normalmente ya está muy
avanzado y las pérdidas, una vez que comienza la plaga o enfermedad, son elevadas.
La limpieza debe incluir todas las instalaciones. En los almacenes, lugares de preparación y
almacenamiento de material, y los invernaderos debe limpiarse el suelo e incluso las paredes con
algún producto desinfectante; el más utilizado es el Hipoclorito a una concentración entre 5 y 10
gramos de cloro activo por litro (lejía comercial).También se puede utilizar formaldehído a
concentración entre 5 y 7%. En esta limpieza no deben olvidarse las camas y recipientes de
enraizamiento (sea para semillas o estaquillas). Otros productos que se utilizan para desinfectar
madera (creosota) son tóxicos para las raicillas en formación y no deben utilizarse.
Todas las macetas y recipientes empleados, sobre todo en caso de reutilizarse, deben lavarse
con alguna solución desinfectante o bien esterilizarse con vapor. Esta limpieza debe incluir todas
las herramientas utilizadas en los procesos de propagación, que deben lavarse y enjuagarse en las


soluciones desinfectantes varias veces al día, siendo especialmente cuidadoso al cambiar de
material vegetal.
En esta limpieza, además de estar incluidas todas las instalaciones y herramientas que se
utilizan, se incluye el material vegetal: todo este material se debe lavar en abundante agua y en caso
de sospechar la posibilidad de alguna plaga o enfermedad, aplicar el producto correspondiente.
Siempre es aconsejable tratar la planta madre con anterioridad a la recogida del material. Una vez
preparadas las estaquillas o los fragmentos que luego van a utilizarse en injertos, así como las
semillas, se pueden remojar durante unos minutos en un fungicida suave de los que figuran en el
anexo.

1.- MULTIPLICACIÓN V EGETATIVA


La propagación asexual, vegetativa, o clonal, que se utiliza para obtener un material vegetal
uniforme, genéticamente idéntico, es un proceso obligatorio por ser la forma de reproducir
fielmente las características del material de origen. La forma más simple de lograr esta
uniformidad sería propagar plantas por estaquillado o acodado, de tal manera que la parte aérea y la
radical serían idénticas. Sin embargo, debido a que algunos árboles no enraízan fácilmente, se debe
utilizar la técnica de injertado.
1.a .- ESQUEJES O ESTAQUILLAS
Es uno de los métodos más comunes de reproducción de plantas; no es el más rápido pero sí
es la forma más sencilla y barata de producir muchas plantas idénticas. Esencialmente consiste en
coger una parte de la planta con capacidad para regenerar raíces y brotes y situarla en un medio
favorable.


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La característica principal y decisiva para la propagación por estaquilla y acodo es la


posibilidad de que ocurra la Rizogénesis o formación de ra íces. Su formación puede ser
espontánea, es decir, ocurrir de manera natural durante el crecimiento de la planta, o puede ser
igualmente provocada, como ocurre en la multiplicación por estaquilla e incluso por acodo. Puede
darse en especies de variada ecología, no pareciendo vinculada esta capacidad rizogénica a grupos
taxonómicos determinados, si bien algunos, como las coníferas, se consideran de difícil
enraizamiento. En función de la presencia o no de primordios radicales, las plantas se pueden
reunir en tres grupos:
A) Especies que presentan raíces preformadas. Los esbozos radicales están latentes hasta
que se realizan las estaquillas con porciones de la planta. Pertenecen a este grupo los Salix,
Populus , Groselleros y algunos Prunus. Existen algunas variedades de manzano, membrillero
y cerezo que presentan las llamadas "burr-knots" o "raíces aéreas", muy evidentes al exterior
como protuberancias, especialmente en zonas
de nudos y partes de inserción de ramas.
B) Especies que no presentan esbozos
radicales preformados pero que los forman
rápidamente en determinadas condiciones que
favorecen el enraizamiento. A este grupo
pertenecen especies como la vid, que tienen
grupos de células que fácilmente readquieren la
condición meristemática.
C) Especies que no presentan esbozos
radicales preformados y no los forman ni
Raices preformadas en cerezo siquiera aunque se coloquen en condiciones


favorables para la rizogénesis. Constituye un grupo muy numeroso, aunque con la introducción
de técnicas cada vez más avanzadas se va reduciendo el número de especies de este grupo.
La formación de raíces adventicias varía entre especies y cultivares; también con la edad y la
naturaleza del órgano, puediendo hablar de plantas que enraizan bien y de otras que enraizan mal o
que no lo hacen en absoluto. Entre las primeras, unas requieren ser dañadas para provocar su
enraizamiento, mientras que otras no lo necesitan, como sucede con algunas especies trepadoras o
que forman tallos postrados, rizomas o tubérculos. Otro grupo de plantas son las que poseen
primordios preformados cuando la planta está intacta; el desarrollo de estos primordios es lento,
pero se acelera cuando la planta se ve privada de sus raíces, lo que sucede en algunas leñosas
(incluso si la planta permanece intacta, los primordios pueden también permanecer inalterados
durante años). Otras plantas requieren para producir raíces adventicias, además, la aplicación de
reguladores de crecimiento.
Es muy frecuente la formación de un callo en la base de la estaquilla, circunstancia que se ve
favorecida por la aplicación de auxinas y que no siempre es signo de la posterior formación de las
raíces adventicias; incluso puede ser perjudicial, pues su desarrollo en exceso puede inhibir la
formación de raíces, y en todo caso puede acontecer que las raíces originadas en ellos no queden
bien conectadas vascularmente con el tallo y no sean realmente funcionales.
Se admite que los requerimientos para la iniciación de una nueva raíz están especialmente
influenciados por los estados genético y fisiológico de la planta, mientras que el alargamiento es
más sensible a los factores ambientales. Es necesario mantener un equilibrio entre los diferentes
factores que influyen en la fotosíntesis y respiración de la planta con el fin de que la estaquilla
privada de raíz se mantenga viva hasta que pueda alimentarse por el funcionamiento de sus nuevas
raíces. Por ello es básico controlar tanto el medio ambiente como el sustrato donde se van a colocar
las estacas.


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DIFERENTES TIPOS DE ESTAQUILLAS

Estaquillas de tallo Estaquillas de hoja

Estaquillas de raiz


La temperatura a que se encuentra la planta donante y la estaquilla influencian el
metabolismo del enraizamiento, pues influye en el transporte de sustancias que promueven y que
inhiben el proceso, en especial en el de carbohidratos. En general, las temperaturas altas favorecen
la iniciación de los primordios (al aumentar la respiración) mientras que su desarrollo se ve
favorecido posteriormente por temperaturas bajas. En condiciones medias son convenientes
temperaturas de alrededor de 20ºC, con una temperatura en el sustrato un poco más elevada que la
de la atmósfera que la rodea.
El medio debe estar húmedo, pero cuidando no pasar de un límite, ya que el exceso de
humedad del sustrato favorece la podredumbre de los tejidos, por lo que conviene ventilar
periódicamente. La humedad del aire debe ser alta, próxima al 100% para mantener los tejidos
hidratados y vivos hasta el enraizamiento completo.
El oxígeno es necesario para el crecimiento de las raíces, por lo que el sustrato debe ser
ligero y permeable. La iniciación del primordio está controlada
por la concentración de oxígeno, de ahí la importancia de que el
medio de enraizamiento facilite una adecuada difusión de aquel
elemento; sin embargo parece que los estados previos o de
desarrollo del primordio son menos sensibles a la concentración
de oxígeno que los posteriores de desarrollo de la raíz.
La nutrición de la planta donante o de la propia
estaquilla influyen en el proceso de enraizamiento. También la
inoculación del sustrato con hongos micorrizógenos puede
resultar eficaz, al favorecer la micorrización de las nuevas raíces
y, en consecuencia, su capacidad de absorción de nutrientes y
posterior crecimiento de la nueva planta.


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La diferenciación y formación de los esbozos radicales está precedida de una importante


modificación del cuadro hormonal y nutricional de la estaca, donde el papel fundamental lo
desarrollan los fitoreguladores endógenos y en especial las auxinas, que se forman en las yemas de
la parte distal de la estaquilla y emigran hacia la base, determinando así la formación de los esbozos
radiculares siempre que éstos no estén preformados. Consecuentemente la supresión de las yemas
impide la formación de las raíces aunque ésta puede ser favorecida desde el exterior. En realidad la
historia moderna de la propagación vegetativa comienza a partir de 1934 cuando se descubrieron
los efectos de la auxina natural o AIA (Ácido indol-3-acético). Posteriormente, Zimmerman y
Wilcoxon en 1935 demostraron como dos auxinas sintéticas, el ácido indol-3-butírico (AIB) y el
ácido naftalen-acético (ANA), inducían respuestas positivas sobre el enraizamiento.

Las auxinas tienen varios efectos en el enraizamiento de


estaquillas:
a.- aumentan el porcentaje de esquejes enraizados,
b.- aceleran el enraizamiento,
c.- incrementan el número y calidad de raíces y,
d.- se obtiene un enraizamiento homogéneo.
Los métodos de aplicación que actualmente se utilizancomo
más sencillos son:
A.- Inmersión o remojo lento.
B.- Inmersión rápida.
Inicio de la formación de raices


C.- Tratamiento en polvo.
D.- Tratamiento en pasta.
El aporte de los tratamientos auxínicos no es
siempre indispensable para lograr el enraizamiento de
los esquejes, puesto que en algunos casos el suministro
natural de AIA es suficiente; sin embargo suelen
utilizarse siempre por los efectos antes enumerados,
pues aun en el caso de las estacas que enraizan
fácilmente se logra acelerar y mejorar las raíces Estaquillas de pino
obtenidas.
La respuesta al tratamiento hormonal en un grupo de estacas de procedencia homogénea y
situadas bajo condiciones ambientales determinadas, va a ser función del tipo de hormona, de su
concentración y del método de aplicación. En cuanto a la concentración, existe un nivel mínimo por
debajo del cual no se obtiene respuesta rizogénica, un óptimo que provoca la máxima respuesta
rizogénica, y un valor tóxico por encima del cual la respuesta es indeseable. En algunos casos se
desarrolla un callo basal que es incompatible con un correcto enraizamiento.

* Forma de preparar las estaquillas


Las estaquillas pueden ser de hoja, de brotes terminales, de tallo o de raíz. Las más
comúnmente utilizadas por ser las que dan mejores crecimientos posteriores son las realizadas de
brotes terminales o de tallo, que suelen tener de 10 a 15 cm. y entre 2 y 5 hojas, conservándose
únicamente las dos superiores. El extremo inferior se corta a bisel bajo una yema (realizando un


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corte limpio y amplio) para poner la mayor cantidad de cambium


en contacto con el sustrato, facilitando el enraizamiento.
Por otra parte, algunos cultivadores aconsejan cortar por
la mitad las hojas que se conservan en las estaquillas para
reducir la transpiración y ahorrar espacio, pero nuestra
experiencia nos muestra que en las estacas de este tipo
aumentan los ataques fúngicos, en especial de Pestalotia .
La madera se recoge preferentemente a primeras horas
de la mañana, seleccionando los extremos terminales del
crecimiento del año de plantas sanas y vigorosas. Si la
preparación y colocación de las estaquillas se va a demorar, la
madera debe ser conservada en un lugar húmedo sin corrientes
de aire, para evitar la desecación. Una buena práctica es cubrirla con periódicos o paños húmedos
en un local fresco y oscuro.
Sólo cuando el material es limitado se realizan las estaquillas de hoja. El procedimiento a
seguir es similar al anterior.

*Épocas de estaquillado
Es difícil generalizar sobre el momento exacto en que se deben realizar las estaquillas
debido principalmente a la diferencia en el desarrollo vegetativo en las distintas zonas geográficas y
entre las diferentes variedades; por ello debemos fijarnos en el aspecto de la madera para saber cuál
es el momento exacto para cortarla.


Normalmente, las estaquillas se preparan en dos épocas del año:
1.- Verano: durante el periodo de parada estival, utilizando madera de la brotación del año ya
agostada, cuando su color vira al castaño y comienza a tomar consistencia leñosa;
2.- Invierno: de Diciembre a Febrero, antes de la brotación y de la aparición de los capullos
de flor, cortando ramas maduras de coloración marrón.

Estaquillado de invierno (kiwi)

Estaquillado de verano (camelia)


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1.b.- ACODO
El acodo se funda en el mismo principio que el esqueje, es decir, en la facultad que
presentan todas las partes de un vegetal de emitir raíces bajo la influencia de un tratamiento
apropiado, convirtiéndose en un individuo independiente y exactamente igual a la planta madre. Es
un método que consiste en el enraizamiento de una o más ramas cuando aún están unidas a la planta
madre, de manera que una vez se produce el enraizamiento, se separa para convertirse en una nueva
planta que crece sobre sus propias raíces. El acodo sólo difiere del esqueje en que sigue recibiendo
las sustancias nutritivas de la planta madre durante el proceso de formación de las raíces. Esto tiene
una importancia fundamental, puesto que el tallo no queda reducido, bruscamente, a sus propias
fuerzas.
La rama acodada sigue recibiendo agua y nutrientes debido a que no se corta el tallo, y
además la incisión parcial que se realiza en las ramas retrasa el movimiento de la savia elaborada en
las hojas de la parte terminal de la rama, con lo que se produce una
acumulación de sustancias de reserva y hormonas en la zona
enterrada que es favorable al desarrollo de nuevas raíces. Esta es
una de las razones por lo que muchas plantas se propagan mejor
por este método que por estaquillado.
En cuanto a la elección de la rama, se puede realizar en
tallos o ramas leñosas de uno a dos años de edad. Las ramas más
viejas enraizan peor y más lentamente.
Los principales factores que favorecen el nacimiento de las
raíces son ausencia de luz y humedad del suelo, siendo elementos
secundarios las incisiones y heridas (que obligan a detener la savia)
Plantas obtenidas por acodo
y la aplicación de hormonas de enraizamento.


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.- Arqueado:
*.- simple
*.- chino o continuo
Tipos de acodo *.- compuesto o sierpe
*.- de punta
.- Aporcado o de Corte y Recalce
.- Aéreo
.- Trinchera

Debido al tiempo que tardan los acodos en producir raíces y también al número muy
limitado de acodos que se puede hacer de cada planta madre, este sistema de multiplicación sólo se
usa cuando los otros sistemas fallan. En todo caso el acodo tiene una gran ventaja: es un sistema
fácil, seguro, y el que exige menos cuidados para su éxito.
La época de acodado para árboles y arbustos al aire libre suele ser al iniciarse la vegetación,
en Marzo o Abril. El acodo en plantas de interior puede hacerse en todas las épocas del año.

*Acodo Arqueado:
Basado en el hecho de que en algunas plantas sus
ramas o brotes rastreros enraizan naturalmente,
consiste en curvar las ramas en el suelo de manera que
una vez que enraizan, se cortan.
Acodo a rquea do simple: Consiste en introducir la
rama doblada en un surco o tiesto a una profundidad
Arqueado simple


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de 10-15 cm, fijándola por medio de un tutor o gancho si es demasiado vigorosa.


Se practica generalmente en Marzo-Abril, utilizando ramas de un año. Si el acodo fue
realizado adecuadamente y tuvo éxito en la producción de raíces, la separación de la madre se
puede realizar a los 8 ó 9 meses de la plantación. Este sistema de acodo se aplica en
rododendros, lilas, viña, etc.

AR QUEADO O ACODO BAJ O

Plantones

Primavera Otoño Invierno


verano

Acodo a rquea do chino o continuo: Con este método la rama se extiende horizontalmente a
todo lo largo, se tapa con tierra y se sujeta con horquillas. Suele realizarse a principios de Abril y
a medida que los distintos brotes se van desarrollando se cubren con tierra arenosa. Cuando los
brotes tienen 10 cm de altura, se cubren con 3 cm de tierra espesa que se va aumentando a


medida que van creciendo; el resto del brote se entutora. Cada brote enraizado da una nueva
planta, que se separa a los 8 meses, conservando cada planta la porción de tallo provista de raíces
que proceden del brote. Se aplica en forsythia, lonicera, etc.
Acodo a rquea do compuesto, serpentina o sierpe: Las plantas de tallos largos y muy
flexibles se prestan a este tipo de acodo. Las ramas se entierran y salen del terreno varias veces
en toda su longitud, manteniéndose sujetas las partes enterradas por medio de ganchos. Las
porciones enterradas enraizan y las otras brotan. Al final del otoño, se cortan y se trasplantan.
Acodo a rquea do de punta : En este tipo de acodo, el enraizamiento tiene lugar en la punta de
las ramas de la estación en curso, las cuales se doblan hacia el suelo. La punta de la rama
empieza a crecer en el suelo hacia abajo pero se curva para producir en el tallo una vuelta
pronunciada en donde se desarrollarán las raíces. Este método natural de propagación es
característico de la zarzamora rastrera, potos, etc.

* Acodo por aporcado, corte y recalce:


No siempre es posible acostar los tallos en el suelo, particularmente cuando son rígidos o
tienen una longitud insuficiente; en este caso, se los recubre de tierra formando un caballón.
Las plantas madre utilizadas para este procedimiento de acodado se mantienen en cepas
bajas, ramificadas cerca del suelo mediante el recepado que se realiza periódicamente en el
momento de la recolección de los acodos enraizados.
Numerosas especies frutales u ornamentales se propagan por este sistema, en particular los
portainjertos de los frutales de pepita: membrillero, manzanos francos y paradis. En los manzanos
para portainjertos, la brotación es rápida, de forma que los brotes jóvenes en vía de crecimiento,
aporcados en la segunda quincena de Julio, pueden ser separados a finales de Noviembre. A menudo


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es preferible aporcar en varias veces, por ejemplo, cuando el brote tiene alrededor de 10 a 12 cm de
longitud, después hacia mediados de Junio y, por último, en la segunda quincena de Julio.

COR TE Y R ECALCE

Plantones

Otoño-invierno Invierno Prim- verano Otoño Invierno


1er año 2º año y sig. 2º año y sig. 2º año y sig 2º año y sig.

Las distancias entre los pies madres deben ser grandes para poder disponer de suficiente
espacio donde aporcar la tierra necesaria alrededor de la cepa, puesto que el caballón formado
puede alcanzar a final del verano hasta los 50 cm de altura. El enraizamiento está muy influenciado
por la humedad del suelo; por eso es preciso mantener a ese nivel un estado de humedad suficiente.
Después de la recolección, los acodos son seleccionados: los que están suficientemente
provistos de raíces se clasifican en categorías según su diámetro, mientras los más pequeños, de un
diámetro inferior a 5 mm, y los que están poco o nada enraizados, son repicados.

* Acodo por envoltura o Acodo aéreo


Cuando no se puede acostar ni aporcar las ramas a acodar, por ser muy cortas o salir de
troncos fuertes y altos, se procede a una especie de aporcado local, a la altura que sea preciso,


R EALIZACIÓN DEL ACODO ALTO

Anillado
o
Herida
varios meses

envolviendo las ramas con mantillo y manteniendo la


envoltura con un recubrimiento plástico.
Es preciso vigilar que se conserve la humedad del
mantillo más aún que en los métodos precedentes, pues
como consecuencia de su situación los acodos aéreos
están más expuestos a la desecación.

*Acodo de Trinchera
El acodo en trinchera consiste en cultivar una planta en posición horizontal en la base de
una trinchera o surco, cubriendo con tierra los brotes nuevos a medida que crecen de tal manera
que ahilen sus bases, de las que se originan las raíces. Se emplea en árboles frutales.


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1.c.- OTROS MÉTODOS DE PROPAGACIÓN

*División de Mata
Los brotes de cepa y de raíz, por una parte, y los estolones, tubérculos, bulbos y rizomas,
constituyen también formas de propagación vegetativa.
La capacidad de formar brotes de cepa o de raíz va ligada a la especie y sigue pautas en cierto
modo similares a la ya descrita capacidad de enraizamiento. Unos y otros se originan a partir de
yemas adventicias, formadas por diferenciación de meristemos en la zona cambial en el caso de las
cepas, o pudiendo incluir también células del cortex y del floema en el de los brotes de raíz. Ambos
van vinculados a la acción de hormonas fitorreguladoras, cuya aplicación exógena resulta inductora
de su formación en algunos casos. Los brotes formados pueden presentar caracteres juveniles, lo
que les confiere cierta aptitud para el enraizamiento al ser separados de la planta madre. Algunos
Quercus y Populus pueden propagarse de esta forma.
Bulbos, rizomas y tubérculos son estructuras especializadas que gozan de la doble
condición de ser órganos de reserva y a su vez formas de reproducción agámica. Propios, aunque no
exclusivos de plantas vivaces, suelen presentar un letargo innato en el que entran cuando las
condiciones ambientales no favorecen el crecimiento de la planta, saliendo de aquel estado una vez
superadas aquellas. Una regulación hormonal rige su formación, su mantenimiento y la salida del
mismo: las citoquininas favorecen la formación de tubérculos y el ácido abscísico su dormición;
auxinas y etileno participan en el proceso de formación de los bulbos; giberelinas y auxinas lo hacen
en la formación y desarrollo de estolones. El régimen térmico y la longitud del día, con una posible
participación del fitocromo, están implicados en las respuestas.


Estos métodos de multiplicación son próximos al acodo, del que se diferencian únicamente
porque el enraizamiento de los fragmentos vegetales se produce espontáneamente, sin haber sido
provocado.
Las plantas que se multiplican por división de matas suelen ser plantas de constitución
herbácea con raíces abundantes y en forma de cabellera. Sólo excepcionalmente son arbustivas o
arbóreas.

Los casos más frecuentes de división son los siguientes:


*.- Plantas que se propagan por retoños, todos muy inmediatos a la planta madre, y forman
una mata que va engrosando. Este es el caso más frecuente de la división de matas. Ejemplo:
Grazania.
*.- Plantas vivaces cuya parte aérea desaparece en invierno. Se divide la parte subterránea
antes de entrar en vegetación y se trata como si fueran plantas distintas.
*.- Plantas que tienen las raíces formando abundante cabellera. Se divide el tallo de las
plantas en varios trozos de forma que todos conserven una parte de raíces, aunque la división
suponga la participación del tallo.
*.- Arbustos y árboles cuyas raíces retoñan muy cerca de la planta madre. Se separan los
retoños cortando la raíz y se tratan como si fueran plantas independientes. Ejemplo: Avellano.

Para un completo conocimiento de la multiplicación de las plantas por división se ha de


conocer el modo de vegetar de cada una de estas plantas. Sin embargo, se pueden dar algunas reglas
generales como orientación, más o menos aplicables a todos los casos parecidos:


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*.- Las divisiones o separaciones sólo se practican durante el reposo de las plantas, es decir,
de Noviembre a Marzo, aunque a veces se hacen poco antes del comienzo de la vegetación. Nunca
deben realizarse en el momento de los fríos intensos. Para las plantas de órganos subterráneos
carnosos la mejor época es el principio de la primavera. Y lo mismo para las plantas muy sensibles,
que podrían pudrirse si se dividieran en otoño.
*.- Los retoños se pueden separar de la madre tan pronto como tienen hojas
suficientemente desarrolladas con el aspecto de una planta completa. En este caso, si el retoño que
se separa tiene sus raíces propias no ofrece ningún peligro.
*.- Las plantas cespitosas (de raíces cortas y poco profundas) que se multiplican por
división se arrancan previamente, y fuera de la tierra se cortan en pequeños trozos las partes
subterráneas, cuidando de que todos tengan sus raíces. Conviene plantarlas lo antes posible, a fin
de evitar que las raíces se sequen.
*.- Hay otro tipo de plantas que se conocen con el nombre de estoloníferas: son las que
producen estolones o tallos alargados que descansan sobre la tierra y que producen raíces y yemas
desarrolladas en sus nudos. Ejemplo: fresas.
La multiplicación de estas plantas no ofrece ninguna dificultad: basta cortar los estolones y
separar así la nueva plantita de la planta madre.

OBSERVACIÓN
Aunque la división de mata sea el sistema de multiplicación más simple y más rápido para
algunas plantas, no conviene usarlo exclusivamente en algunos casos, pues si bien hay plantas que
no degeneran, otras, si sólo se multiplican vegetativamente de esta forma, ofrecen después de cierto
tiempo signos evidentes de depauperación. Por otro lado, por este método se propagan fácilmente


los virus y enfermedades a la descendencia, fenómeno que se observa generalmente en las
variedades ornamentales y hortícolas muy modificadas por el cultivo.

*Cultura “In Vitro”


Es el método más moderno, y también el más costoso. Ofrece las ventajas de su alta rentabi-
lidad, ya que se obtiene en pocos meses un número elevado de plantas a partir de poco material
vegetal, y de que asociándose con la quimioterapia y termoterapia nos permite la obtención de
plantas saneadas (libres de los virus o patógenos conocidos). Por el contrario, tiene la desventaja de
que para desarrollar este método se precisan unas instalaciones básicas, como una cámara de
siembra (de flujo laminar de aire), una cámara de cultivo, autoclave, balanzas, nevera y otros mate-
riales de laboratorio, por lo que no puede ser realizado por aficionados, ni a escala doméstica.
Las células, tejidos u órganos de la planta madre que servirán para establecer el cultivo
constituirán el "explanto" o “inóculo”. Cualquier parte del vegetal que se mantenga viable en las
condiciones de cultivo puede constituir un explanto: en teoría, cualquier célula vegetal aislada es
potencialmente capaz de regenerar una planta completa (morfogénesis), y a esta capacidad se le
denomina TOTIPOTENCIA.
Se debe tener en cuenta que el cultivo “in vitro” es una tecnología avanzada en la que inter-
vienen un número importante de factores: composición química del medio de cultivo, factores
dependientes de la planta, del órgano utilizado, fisiología, ambiente, etc., y que como consecuencia
del cultivo en estos medios artificiales se engendran problemas específicos. Por otra parte no todos
los factores pueden ser perfectamente controlados, y en algunas ocasiones la puesta a punto para
una especie determinada resulta lenta. A pesar de los inconvenientes, el sistema ha demostrado ser
ventajoso por la posibilidad de producir, de un sólo explanto y en un tiempo menor respecto a los
sistemas tradicionales, una gran cantidad de plantitas clonales.


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El tamaño del explanto de partida es muy pequeño por lo que la técnica de propagación "in
vitro" ha sido denominada MICROPROPAGACIÓN. Precisamente por este motivo, el número de
plantas madre necesario para iniciar la propagación es mínimo, e incluso las plantas pueden ser
muy pequeñas y ser utilizadas sin limitación, pues de los pequeños fragmentos cortados se pueden
obtener rápidamente muchas plantitas. Desde entonces no se precisarán más plantas madres: las
"microestaquillas" obtenidas producen ellas mismas nuevas estaquillas genéticamente idénticas en
un fenómeno cíclico que se reproduce, en teoría, infinitamente. El ciclo de multiplicación del
vegetal es muy corto y el número de individuos que se pueden obtener en un tiempo dado es impre-
sionante.
Comparativamente, en los métodos tradicionales las plantas madres son cada vez más viejas
y los fragmentos obtenidos a partir de éstas tienen cada vez mayor dificultad para regenerar plantas
enteras (con brotes y raíces). Sin embargo, en el curso de la propagación "in vitro" se estimula la
revigorización e incluso el rejuvenecimiento del vegetal. Este "retroceso" al estado juvenil constitu-
ye generalmente una gran ventaja al favorecer la capacidad de propagación (especialmente la
rizogénesis). Precisamente, el éxito virtual del cultivo "in vitro" como método de propagación radica
en la posibilidad de multiplicar un vegetal sobre sí mismo de forma continua, mientras que en la
multiplicación tradicional cada planta madre da un número limitado de estaquillas en cada ciclo,
siendo además los ciclos más largos, ya que debemos esperar a que la planta crezca nuevamente
para poder ser propagada de nuevo.
La técnica de la micropropagación consiste en hacer crecer en condiciones de asepsia
(material vegetal desinfectado, material estéril, siembra en cámara de flujo laminar...), embriones,
semillas, órganos, tejidos, células o protoplastos, en medios nutritivos artificiales. Mediante
modificaciones sucesivas de los nutrientes y reguladores de crecimiento en el medio de cultivo o
variaciones en las condiciones ambientales (luz, temperatura, etc.) se puede inducir la formación


ESQUEMA DE LAS FASES DE LA PROPAGACIÓN VEGETATIVA
POR CULTIVO “IN VITRO”
FASE 0 FASE I FASE II FASE III
Pla nta selecciona da , Esta blecimiento Multiplica ción de Ala rga miento de los
creciendo en condiciones del brotes; crea ción de brotes con o sin
controla da s cultiv o a séptico ba ncos de inducción rizogénica
ma teria l v egeta l

á pice

y ema a xila r

Corte, desinfección y
siembra del expla nto

Crecimiento en v iv ero Aclima ta ción, tra spla nte y crecimiento


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de brotes y raíces, creando a partir de un único explanto, miles de


plantas genéticamente iguales. A partir de la pequeña porción de
material vegetal establecida en un tubo de vidrio se desarrollan
brotes que podrán ser fragmentados nuevamente al cabo de 20 a
30 días, realizándose subcultivos sucesivos hasta constituir una
población clonal. Parte de los brotes obtenidos siguen fragmen-
tándose y manteniendo la población base y otros son transplanta-
dos a un medio para su elongación. La rizogénesis se realizará "in
vitro", efectuándo el trasplante a un medio de enraizamiento
hasta formar una planta completa.
Estas plantas, mientras crecen en los tubos, se encuen-
tran en unas condiciones ideales de cultivo en lo que respeta a Establecimiento del cultivo
temperatura, humedad o nutrición heterótrofa, motivo que obliga
a que pasen por una fase de aclimatación al medio exterior antes
de su establecimiento en vivero. En otras ocasiones el enraiza-
miento y aclimatación se realizan simultáneamente, trasplantan-
do los brotecitos a contenedores, donde deben ser mantenidos en
unas condiciones ambientales muy cuidadas hasta que constitu-
yan una planta completa.
El cultivo se realiza en una cámara aclimatada y limpia que
se mantiene a una temperatura constante (normalmente 24º C)y
que dispone de una serie de estanterías donde se sitúan los
recipientes con los cultivos (puede haber agitadores rotatorios
para cultivos en medio líquido), con iluminación por tubos Fase de multiplicación


Fase de alargamiento Plantitas obtenidas por cultivo “in vitro”
fluorescentes (normalmente de luz blanca fría) y un fotoperíodo controlado (generalmente 16 h.
luz y 8 h. oscuridad). Es aconsejable instalar sistemas de alarma que permitan detectar anomalías
que podrían afectar seriamente a los cultivos.
La aplicación más interesante de este método es la posibilidad de cultivar meristemos,
obteniéndose plantas libres de virus y otros patógenos conocidos.
Actualmente, el cultivo “in vitro” también se utiliza en programas de estudios de resistencia
a patógenos y de eficacia de productos fitosanitarios.

¿Cuá ndo utiliza r el cultiv o "in v itro"? Como se deduce de todo lo expuesto, y
especialmente durante los diez últimos años, el uso del cultivo "in vitro" de plantas superiores se ha
convertido en un instrumento importante para hibridadores, mejoradores y multiplicadores, en los
siguientes supuestos:
1.- Cuando los métodos existentes de multiplicación vegetativa "in vivo" sean demasiado lentos
y/o no rentables.


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2.- Cuando la multiplicación vegetativa "in vivo" sea casi imposible.


3.- Cuando los hibridadores vegetales necesiten, sin dilación varias plantas de un genotipo
seleccionado.
4.- Cuando necesitemos obtener plantas saneadas, libres de virus y micoplasmas.
El cultivo "in vitro" admite teóricamente como inóculo cualquier fragmento, por pequeño
que sea, de la planta madre; sin embargo, cuando se utiliza como técnica de propagación se
emplean de manera general las yemas axilares y terminales mientras que cuando se usa asociada a
la lucha sanitaria se emplean los meristemos apicales.


1.d.- INJERTO
Se denomina injerto a la operación de unir íntimamente o insertar una parte de una planta
en otra, de manera que queden soldadas y se desarrollen juntas. La parte de la planta a que
corresponden las raíces se llama portainjerto o patrón, y el trozo de tallo de la variedad que dará
lugar a las ramas, injerto. En castellano tenemos una terminología pobre y poco adecuada para
definir todas las partes de que consta el árbol y las operaciones de injertar, lo que, frecuentemente,
da origen a confusiones.
La formación de cualquier tipo de injerto conlleva el concurso de dos o más porciones de
órganos que se ponen en contacto a través de dos superficies que, inicialmente, son dos heridas
causadas en aquellos, de modo que en los primeros momentos ocurren una serie de sucesos
celulares, que conducen al posible éxito o fracaso de la unión, consistente en esencia en una
reacción a las heridas provocadas. Sin embargo, el injerto no puede explicarse sólo en términos de
reacción a una herida con la subsiguiente producción de callo: la existencia de sistemas de
reconocimiento celular entre ambos participantes y los procesos de diferenciación vascular y
síntesis proteica que siguen a la adhesión evidencian la existencia de procesos más complejos.
La adhesión inicial entre ambos participantes es una reacción a la herida y se da tanto en
injertos compatibles como en los incompatibles, siendo promovida por la formación de sustancias
pectínicas en las células de la proximidad a la superficie de contacto. Tras dicha adhesión se induce
en ambas partes la división celular en la vecindad a la superficie de contacto, especialmente en
torno a los haces vasculares, en el cambium, en el cortex y en la epidermis, dando lugar a la
formación de callo, también considerada una respuesta a la herida. El callo ocupará el espacio entre
púa y patrón.


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Los factores de incompatibilidad, al menos en


Cambium de la púa
algunos casos, se transmiten a la descendencia. En
frutales se han descrito dos tipos de incompatiblidad:
la formación de una capa de tejido indiferenciado en la
unión, que da origen a una debilidad mecánica
(aunque puede persistir el crecimiento del injerto
Corteza
varios años), y la degeneración prematura del floema.
Cambium
En algunos casos la incompatibilidad no se manifiesta
hasta transcurridos cuarenta años, lo que hace sugerir Duramen
(leño)
que se incrementa con la edad. En algunas especies
En el injerto es imprescindible que el cambium de
forestales los síntomas de incompatibilidad se ambas partes esté en contacto; por ello, suele
manifiestan por el antagonismo celular que se quedar la púa un poco desplazada hacia el interior
del corte y su corteza también se desplazada hacia el
muestra en el cambium y el floema interno, por el interior respecto a la del patrón
desarrollo de un modelo ondular para los anillos de
crecimiento (y formación de invaginaciones con masas
de células de parénquima axial en el xilema) manifestándose también la incompatibilidad por el
desarrollo de una peridermis interna.
Hay dos condiciones indispensables para injertar con éxito: que la operación se efectúe en la
época oportuna, y que los cambiums o zonas vivas del patrón y del injerto estén en íntimo contacto.
La mayoría de los casos en que el injerto falla se debe a que estas dos condiciones no han sido
cumplidas.
También puede fracasar el injerto por otras causas muy variadas, como son la acción de
insectos o enfermedades, el viento, los pájaros y otros agentes. Un motivo frecuente de fallo en los
injertos es el hecho de que la púa se encuentra más adelantada en brotación que el portainjerto, ya


que el caso contrario, de exceso de savia en el patrón, no siempre tiene efectos negativos.
La unión duradera o vitalicia del patrón y del injerto se produce si ambos son compatibles.
En ocasiones, esto sólo es posible para la misma especie; en otras, entre especies de igual género, y
en menos casos, entre géneros de una familia.
No es posible injertar arbustos de hoja perenne sobre otros de hoja caduca, puesto que en
invierno el letargo intenso del patrón traería consigo el colapso del injerto.
La operación de injertar puede hacerse en el vivero y en el almacén o taller. Sobre el terreno,
en el vivero, se injerta en los comienzos de la primavera y a finales del verano, mientras que los
injertos de taller son hechos en el invierno.
Los injertos han de sacarse de tallos de un año cuyas características morfológicas
correspondan al resto del árbol madre. En el caso de plantas de flor, no deben elegirse chupones
demasiado vigorosos como fuente de yemas para injertar.
Para realzar el injerto se necesita una navaja de filo curvo y sumamente afilado, dotada de
una uña para poder abrir la incisión que se haga en el portainjerto.

* Métodos de injerto
Los métodos de injerto son muy numerosos; hay descritos más de 100 tipos y modalidades
de ellos. Respecto a la forma y modalidad de ejecución de los injertos se pueden agrupar en tres
categorías: injertos de aproximación, injertos de púa e injertos de yema. De todos ellos únicamente
el de aproximación se produce de manera espontánea en la naturaleza cuando dos ramas se
enzarzan, rozan y terminan por soldarse.


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*.- Injerto de y ema


A) Injerto de escudete o "T"
T B) Injerto de anillo o canutillo y en flauta
I C) Injerto en parche, placa
P D) Injerto a la mallorquina o astilla
O *.- Injerto de a proxima ción
S A) Injerto de aproximación simple
B) Injerto de aproximación a la inglesa
D
C) Injerto de aproximación encajado o de costado por incrustación
E
*.- Injertos de púa
A) Injerto de cachado o hendidura
I
a) Injerto de hendidura simple
N
b) Injerto de cachado lateral o costado
J
c) Injerto de cachado inglés
E
B) Injertos de incrustación o triángulo
R
T C) Injerto de corteza o corona

O *.- Otros tipos de injertos


A) Injerto en arco
B) Injerto en puente
C) Sobreinjerto


* Injerto de yema
Probablemente sea uno de los métodos más utilizados,
sobre todo en viveros de producción de frutales por su facilidad,
economía y rapidez de ejecución y por el elevado porcentaje de
éxito obtenido. Permite injertar patrones jóvenes y requiere para
cada nuevo árbol muy poco material de injerto ya que se usa una
sola yema.
Se debe realizar cuando el portainjerto tiene movimiento
de savia y la corteza se separa fácilmente de la madera. La época
más apropiada depende de la especie, variedad y zona de cultivo,
pero en general comienza en primavera con el movimiento de
savia (en ese caso se denominan de "ojo v iv o o v ela ndo o en
v egeta ción") y termina en la primera quincena de Septiembre,
en cuyo caso se denomina de "ojo durmiente o la tente".
En el primer caso, apenas se fusiona el injerto, la yema
brota y vegeta todo el verano. En el segundo, el injerto se suelda
pero la yema no brota hasta la primavera siguiente.
Para realizar este tipo de injerto se debe coger la yema de
ramas aparecidas en el año en curso, en el mismo momento del
injerto.
* Escudete o "T": es el tipo de injerto de yema más comúnmente
empleado por los viveristas; se realiza durante el verano.


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Para extraer la yema se suprime la hoja en cuya axila se haya, dejando unos milímetros de
peciolo. Se practica una incisión transversal a 1'5 cm o algo menos por encima de la yema; a
continuación, y a partir de una distancia similar por debajo de ella se hace descender la hoja de la
navaja poco a poco bajo la corteza, de tal manera que el corte sea limpio, hasta alcanzar la incisión
transversal antes efectuada. Bajo la corteza habrá adherido un trozo de madera o "albura", que se
debe arrancar cuidadosamente con los dedos sin tocar la ligera protuberancia que se encuentra
bajo la yema.
Una vez obtenido el escudete, se hace inmediatamente una incisión en "T" en un entrenudo
del patrón, procurando que los cortes alcancen la corteza pero no la madera. Se levantan los bordes
laterales de la herida vertical mediante la uña de la navaja y se introduce la yema por la parte
superior. Una vez que el extremo superior del escudete se encuentra a la altura del corte horizontal
de la "T" y ambas cortezas están en contacto, se atan con plástico, dejando libre la yema. Cuando
ésta comienza a brotar, se elimina la atadura.

R ealización del injert o de escudet e o en “ T”

Preparación
de la yema

Preparación Colocación Atado


del patrón de la yema


En condiciones normales, el prendimiento tiene lugar en unos 15-30 días. Una vez brotada
la yema, el tallo del patrón se corta, dejando una porción para que sirva de tutor al brote de la yema
injertada. Más tarde, se corta a ras de la rama crecida a que dió lugar el escudete.

* Anillo o Canutillo y en Flauta: se practica en primavera y durante el verano. Para realizarlo, la


vareta de donde se extraerá el anillo y la zona del patrón donde se colocará deben de tener el mismo
grosor. En primer lugar, se prepara el patrón realizándose dos cortes transversales paralelos y
circulares separados aproximadamente 2 cm, eliminando totalmente un anillo de corteza. De la
planta a propagar sacaremos un anillo similar que llevará una yema, anillo que se colocará
reemplazando al realizado en el patrón.

R ealización del injert o de canut illo (yema)


Preparación Colocación del canutillo
del patrón y atado

Variedad a propagar

E liminación o s e paración de la
corteza dejando libre un fragmento de
duramen del tamaño del canutillo
Preparación preparado con la variedad a propagar
del canutillo
con la yema


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El injerto en flauta es similar, pero el anillo que se


Injert o de parche o placa
extrae del patrón no es completo sino que queda en la
parte posterior un istmo de corteza sin eliminar.

* Pa rche, Pla ca o Peda zo y en "I": recibe dicha


denominación debido a que la porción de corteza que lleva
la yema se recorta en rectángulo, en lugar de hacerlo en
forma de escudete o de anillo como en los casos
anteriores. Preparación
de la púa
Para realizarlo se extrae en el patrón un o injerto
rectángulo de corteza que es sustituido por un rectángulo
idéntico con una yema en el centro recortado de la planta Preparación Colocación y
que queremos reproducir; posteriormente, se ata para del patrón atado de la púa

que no se mueva.

En algunos casos el rectángulo del patrón no se


elimina, sino que se deja sin cortar en la arista inferior
haciendo descender la corteza y colocándola
posteriormente sobre el parche del injerto (placa), o bien
se hace un corte longitudinal central de manera que la
corteza del patrón se abre como una ventana donde se
introduce el injerto, cerrándola luego y atando el injerto,
del que sólo se ve la yema (injerto en "I").

* A la Ma llorquina , a stilla o chip: es un injerto muy


empleado para la vid, especialmente en las regiones


meridionales. Se practica en la segunda
R ealización del injert o a la mallorquina
mitad del verano o en otoño sobre los
sarmientos del año o sobre barbados,
extirpando, con un corte particular, un
pedazo de corteza con una capa de leño.
En la cavidad formada se inserta la yema,
que lleva una pequeña porción de leño del
sarmiento del que procede; luego se liga
estrechamente para asegurar una buena
adherencia. La yema brotará en la
primavera siguiente. En algunos casos
Preparación
(kiwi) el injerto se realiza en verano y la de la púa
yema brota en la misma estación.

Preparación Colocación Atado


del patrón de la púa


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* Injerto de aproximación
Se denominan de este modo todos los injertos en que ambas partes (injerto y patrón) están
unidas a pies enraizados de manera que únicamente se separa el injerto de la planta madre cuando
se ha verificado la soldadura. Por lo general, se practica con una o las dos plantas cultivadas en
maceta. En ocasiones se emplea este método colocando plantas procedentes de semilla, cultivadas
en maceta, junto a una planta adulta que va a proporcionar la púa de la variedad que queremos
reproducir.
Se pueden distinguir, entre otros, los siguientes:
*Injerto de a proxima ción simple, también denominado injerto de costado por yuxtaposición
Se realiza aproximando y ligando entre sí dos ramos de los que se ha eliminado una sección

R EALIZACIÓN DEL INJ ER TO DE APR OXIMACIÓN

varios
meses

Patrón
Injerto

Preparación del patrón y Aproximación de ambas Separación de la planta


de la planta que vamos a partes y atado, cuidando que propagada y corte de la
propagar (injerto) coincidan ambos cambium parte alta del patrón


semejante de corteza hasta la zona del cambium que queda al aire. Se utiliza normalmente este tipo
de injerto cuando los dos ramos a soldar son de diámetros similares.
* Injerto por a proxima ción a la inglesa : es una variante del injerto por aproximación simple en
que se amplía la superficie a poner en contacto. De igual modo, se realizan los cortes separando las
secciones de corteza hasta el cambium en ambas partes, pero en cada una de ellas se practica una
muesca inclinada en la zona en que se ha separado la corteza, hacia abajo en el patrón a 1/3 del
extremo y hacia arriba en la púa a 2/3 del mismo extremo, formando en cada miembro una pequeña
lengua. Se entrelazan ambas lengüetas y se ata, siempre manteniendo en contacto las zonas del
cambium de ambas partes.

Injert o de aproximación inglés Injert o de aproximación encajado

Injerto

Patrón

Preparación de patrón Realización y atado Preparación Preparación Realización


y variedad a propagar (injerto) del injerto del injerto del patrón y atado


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*Aproxima ción enca ja do: también denominado injerto de


costado por incrustación. En la unión participan dos ramas de
diferente tamaño: la más fina se corta formando un bisel
longitudinal; en la más gruesa se practica una cavidad angular
longitudinal semejante a la anterior en la que se encajará la rama
fina, poniendo en contacto la máxima longitud de ambas.

* Injerto de púa
Se denominan de este modo todas aquellas asociaciones
en que el injerto está constituido por una porción de ramo
provisto de una o varias yemas.
Son injertos muy difundidos. Se pueden practicar en
primavera, cuando los patrones están finalizando el reposo o
comenzando a mover su savia, o también en otoño; si se desea
injertar en primavera es necesario preparar las púas durante el
invierno y conservarlas adecuadamente hasta el momento de
usarlas, disponiéndolas entre capas de arena, en un lugar fresco o
bien en frigorífico a 4-5ºC de temperatura. Si se injerta en otoño
se utilizan brotes maduros del año, cortados inmediatamente
antes de injertar, a los que se les quitan la hojas. Siempre es
aconsejable que el patrón se encuentre en vegetación más
avanzada que el injerto.
Los injertos con púa y, en particular los de hendidura, se
practican a menudo en la cabeza del sujeto (patrón), que se


secciona transversalmente a una altura variable del suelo. No obstante, también es posible practicar
injertos terminales, es decir, localizados en el ápice del sujeto, cuando se emplean sujeto y objeto
del mismo diámetro. En los injertos laterales el portainjerto se corta solamente en parte, a un lado
del tronco y la inserción del objeto se realiza en dicha posición.
Entre los injertos de púa se distinguen los siguientes tipos:
*Injerto de ca cha do o hendidura : incluye todos aquellos en que la púa biselada se introduce en
una hendidura practicada en el patrón de modo que afecte a corteza y leño. Los tipos más utilizados
de injerto de hendidura son:
A) Injerto de hendidura simple, en el que la púa biselada por dos caras se inserta en la
hendidura diametral practicada en el patrón descabezado.
Para realizar el injerto de hendidura común con una púa, se secciona con un corte horizontal
el portainjerto a la altura deseada, de manera que la superficie del corte resulte perfectamente lisa.
Con un cuchillo de injertar, se raja el sujeto longitudinalmente según un radio o un diámetro, en 3-4
cm. de profundidad; la raja se mantiene abierta hasta el momento de insertar la púa introduciendo
la hoja de un cuchillo o una cuña de madera.
La púa, que ha de tener un diámetro proporcionado a las dimensiones del portainjerto, se
prepara practicándole dos cortes convergentes hacia abajo y ligeramente inclinados pero
transversalmente, de modo que asuma la forma de una cuña con las paredes laterales convergentes.
Los dos cantos de la cuña, uno más grueso que el otro, estarán provistos de corteza. Una vez
preparada de este modo la púa, se inserta en la hendidura del portainjerto y, para establecer con
certeza el contacto entre los cambiums de ambas partes del injerto, se ata y se aplica mastic
cubriendo bien todo el injerto.


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R EALIZACIÓN DEL INJ ER TO DE HENDIDUR A

Preparación del pat rón

R ealización del cort e diamet ral en


el pat rón y colocación de la púa

Vist a front al y lat eral


de la base de la púa

At ado y aplicación de past a


Preparación de la púa o injert o de prot ección (mast ic)


Injert o de hendidura con dos púas Injert o de hendidura
a caballo

Preparación del Ejecución Injert o de hendidura


patrón y púa y atado
plena t erminal
Injert o de cachado lat eral
sin escot adura

coincidir
cambium


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Disposición de las púas en el injert o de hendidura


Coincidir los cambium Coincidir los cambium

Coincidir los cambium


Hendidura simple Hendidura Hendidura plena
(con una púa) (con dos púas) (con una púa)

Estos injertos pueden ser:


*.- con una sola púa, tal como ya se describió;
*.- con dos púas, ocupando los injertos (púas) los dos espacios diametralmente
opuestos de la hendidura. Se utiliza cuando el patrón tiene diámetro grande. En este caso ambas
púas se cortan en bisel doble, con la misma anchura del lado que se coloca hacia el interior del
patrón como del exterior.
*.- doble, en ejemplares de gran volumen. Se hacen dos hendiduras diametrales
perpendiculares y se insertan cuatro púas;
*.- de hendidura plena o terminal, cuando patrón y púa tienen la misma sección. Es
muy utilizado en viña.
Para realizar el injerto de hendidura plena, en el patrón descabezado o sin descabezar (que
tendrá el mismo diámetro que la púa), se hace una incisión diametral de 2-3 cm. de longitud desde


el extremo superior hacia abajo; la púa, que se habrá preparado cortando su extremo inferior en
cuña, se hace penetrar en la incisión, haciendo coincidir ambos cambium. Finalmente se ata,
fortaleciendo la unión. El injerto a caballo es básicamente igual al precedente, pero las partes están
invertidas: se da forma de cuña al portainjerto y se le superpone la púa, en la que se habrá practicado
una hendidura diametral hacia arriba, siempre haciendo coincidir ambos cambium.
B) injerto de cachado lateral o costado en donde el patrón no se descabeza sino que
únicamente se raja en un lateral de manera inclinada, levantando así una lengüeta que constituirá la

Injert o de púa a Injert o de púa a la inglesa


la inglesa simple
Injerto

Patrón

Preparación de Realización y atado Preparación de Realización y atado


patrón y púa del injerto patrón y púa del injerto


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hendidura donde se colocará la púa. Esta púa se


prepara haciendo en la parte inferior de un lateral un
corte en bisel muy largo y en el lado opuesto un corte
pequeño. Los cortes de la púa deben tener la misma
longitud y anchura que los practicados en el patrón de
modo que se puedan hacer coincidir los cambiums de
ambos.
C) injerto de cachado inglés: el patrón y la púa
deben ser del mismo diámetro. Para injertar por este
método se descabeza el patrón con un corte oblicuo
inclinado idéntico al que se da en la base inferior de la
púa, de manera que la longitud del corte sea una v ez y media la
del diámetro. Una vez realizados estos cortes, se superponen
las dos partes, de manera que coincidan las dos superficies de
corte. Deben atarse para favorecer la unión y para hacer que los
dos miembros del injerto se mantiengan adheridos con
ligaduras; otra alternativa, para evitar que se escurran las dos
secciones del corte, es hundir en la médula un alambre o una
astilla, de forma que se obtiene el denominado injerto de aguja
medular. Más utilizado es el injerto inglés de lengueta, en el que
cada parte se prepara de igual manera con un corte oblicuo
inclinado pero donde aproximadamente a un tercio de la parte
superior de la superficie de corte se practica una hendidura
longitudinal, ligeramente oblicua, de cerca de un centímetro de longitud, de modo que se forme
tanto en la púa como en el portainjerto una lengüeta. Se encajan ambas lengüetas, la una con la otra,


de forma que se obtenga una perfecta adhesión de las partes. Por efecto del ensamblado de ambas
lengüetas, en este tipo de injerto no es necesario utilizar ligaduras.

*Injerto de incrusta ción: el injerto por incrustación presenta la ventaja de que se evitan las
peligrosas rajas radiales o diametrales propias de los injertos de hendidura. Reúne todos los tipos
de injerto en que se suprime una porción de madera con corteza que da lugar a una cavidad en la que
se encajará una púa anteriormente
preparada. Se aplica tanto en plantas
Injert o en t riángulo
de vivero como en adultas. El método
más conocido es el injerto de
triá ngulo: se practica extirpando del
portainjerto una porción de corteza y
tronco que tenga forma de pirámide
de sección triangular; en el hueco
creado se inserta la púa que ha sido
recortada en su parte inferior con la
forma complementaria a la
Injerto
excavación producida en el patrón. Se o púa
ata y aplica mastic.

Preparación de patrón Colocación de la púa y atado


del injerto


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Fa ses de la ejecución del injerto de púa


* Injerto de corona
Incluye a todos los injertos en que la púa se encaja
entre la corteza y el leño del patrón. Se suele emplear para
reinjertar y rejuvenecer plantas adultas o en plantas
jóvenes cuando la diferencia entre el diámetro del patrón y
la púa es muy grande. Es un tipo de injerto que no se
utiliza en vivero sino en plantas ya establecidas y en
crecimiento.
Se efectúa generalmente en primavera, cuando la
planta que se va a injertar rebosa savia y la corteza resulta fácil de separar, permitiendo la colocación
(según el diámetro del patrón) de una o más púas entre el leño y la corteza del patrón separando
únicamente esta última.
* Preparación del patrón: si el portainjerto es joven (2-3 años), el punto de injerto debe ser cercano
al suelo; si por el contrario se va a reijnjertar una planta adulta, el punto de injerto dependerá de los
deseos del cultivador acerca de como reconstruir el árbol, teniendo en cuenta que su formación
será más rápida cuanto más alto injerte. En todos los casos la planta debe ser vigorosa y la corteza
estar fresca y elástica, por lo que es importante realizar un buen riego y abonado nitrogenado el año
anterior.
El punto de injerto debe hacerse según un corte horizontal y limpio; a continuación,
utilizando la navaja, se hacen unas incisiones verticales en la corteza desde el corte del patrón hacia
abajo pero sin penetrar en la madera, separando la corteza con la ayuda de una herramienta para
poder introducir la púa. En otros casos no son necesarios cortes longitudinales: agarrando el patrón
con las manos entre los dos pulgares se fuerza la separación de la corteza.


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Si el patrón tiene entre 25 y 30 mm basta con colocar una púa, pero si es de mayor diámetro se
pueden colocar hasta 4 o 5 en todo el círculo del corte a distancias regulares.
* Preparación de la púa: las púas, que deben ser leñosas, se recogen en invierno (enero-febrero) y se
conservan en nevera hasta su preparación. La púa se prepara cortándola en su parte inferior en bisel
largo y fino: la parte superior se corta ligeramente inclinada. En ocasiones el bisel inferior se
modifica y en su parte superior se hace un corte perpendicular a la púa, de manera que forme una
superficie plana que descansará en el borde del patrón sobre el duramen.
Con la ayuda de una herramienta adecuada se separa en el portainjerto la corteza de la
madera y en la apertura así formada se inserta el extremo de la púa cortada oblicuamente, con la

R ealización del injert o de corona

separación
de la corteza
con las manos

separación
de la corteza
Preparación por corte
de la púa longitudinal
(extremo inferior
en bisel) Preparación del patrón Colocación de la púa Aplicación de
(separación de la corteza) entre corteza y duramen mastic protector


sección del corte vuelta hacia el leño; después, se ata la corteza con rafia o mimbre. Si se considera
las notables secciones de corte que se pueden verificar en este tipo de injerto, se comprende que es
indispensable el empleo de mastic.
El injerto de corona mejorado es Injert o de corona con escot adura
idéntico al anterior, pero se suprime la
corteza de la púa para mejorar la unión de
ambas zonas de cambium y mejorar la
unión.

Preparación
de la púa

Colocación de la púa Atado del injerto


* Otros tipos de injertos
En este grupo se reúnen algunos injertos particulares que difieren de las características de
los descritos anteriormente en que se practican sobre árboles ya plantados y en ocasiones muy
longevos y en que se suelen realizar para remediar lesiones en la base, en el tronco, o incluso en
ramas estructurales. En ocasiones (especies frutales) también se realizan para superar
incompatibilidades patrón-injerto.


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Los dos injertos de este tipo más utilizados son:


*.- Injerto en arco.
*.- Injerto en puente.
*.- Injerto de revigorización o de apuntalamiento.

Injerto en a rco y en puente


Son injertos particulares que se emplean, sobre todo en árboles de interés relevante,
siempre que se desee reactivar la circulación de savia cuando la corteza está dañada (por mala poda,
rupturas, roedores o por hielo) en la base del árbol o a una altura determinada, y en un sector
limitado. En tales casos, a pesar de que las porciones inferior y superior a la zona afectada estén

R ESTAUR ACIÓN DE HER IDAS EN EL TR ONCO (Injert o de arco)

Cuando existen ramas del mismo árbol situadas debajo de la herida, los rebrotes se cortan
oblicuamente en su extremo superior, se introducen debajo de la corteza del árbol en cortes
realizados en forma de “T” por encima de la herida, y se atan sólidamente.


sanas, se produce la interrupción parcial o total de la circulación de los jugos nutritivos del árbol y,
en consecuencia, muere la parte de la planta por encima del nivel de la zona enferma. Se puede
conseguir que la circulación de savia se reactive recurriendo al injerto con púas, que se dispondrán
de modo que formen un puente que, pasando por encima de la región dañada, unan entre sí las
zonas sanas. Previamente a la ejecución del injerto se limpiará y saneará la herida como se explicó
en el capítulo de poda.
Cuando existan ramas del propio árbol, de longitud y grosor adecuado, situadas por debajo
de la zona dañada, se realizará el injerto de arco. Para ello se eligen una o varias ramillas (según el
tamaño de la herida) situadas debajo de la zona herida; se cortan del tamaño necesario, se biselan
sus extremos superiores y se encajan bajo la corteza por encima de la zona dañada. Para poder
insertarlas, en cada punto de injerto se practica en el tronco una incisión en forma de "T" y en la

R ESTAUR ACIÓN DE HER IDAS EN EL TR ONCO ( Injert o de puent e)

Cuando no existen ramas adecuadamente situadas para la restauración, se corta un fragmento de


chupón o de ramilla y afilando sus extremos en bisel se introduce debajo de la corteza en cortes en
forma de “T” efectuados por encima de la herida.


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hendidura creada, levantando los dos bordes de la corteza a lo largo del asta de la "T", se inserta el
extremo de la ramita. Finalmente se ata hasta la unión total de los injertos.
Cuando no existan ramas del propio árbol adecuadamente colocadas, se podrá realizar el
injerto denominado de puente. Para ello se cortan del mismo árbol, u otro de la misma especie, una
o varias ramas de grosor y longitud proporcionados a las dimensiones de la parte enferma, se
cortan en bisel sus extremos y se insertan y por debajo de la corteza en hendiduras en “T”
preparadas en el tronco por encima y debajo de la herida. A continuación se atan para fijar bien las
ramas al tronco y se espera hasta su soldadura total. Las púas deben ser obtenidas previamente, es
decir, en el mes de Febrero y conservadas en un lugar fresco hasta el momento de su utilización .

R ESTAUR ACIÓN DE HER IDAS EN LA BASE DEL ÁR BOL


Injert o en arco de vigorización o
apunt alamient o

Cuando existen ramas del mismo árbol situadas debajo de la herida, los rebrotes se cortan
oblicuamente en su extremo superior, introducen debajo de la corteza del árbol en cortes
realizados en forma de “T” por encima de la herida, y se atan sólidamente.


La época más oportuna para la ejecución de estos tipos de injerto es el mes de Abril o
Mayo.
Injerto de rev igoriza ción o de a punta la miento
Cuando la herida está situada en la base del árbol, estos injertos se denominan de
vigorización y, de la misma manera pueden ser realizados de arco (cuando existen rebrotes basales
del mismo árbol) o de puente, cuando estos rebrotes no existen. En este último caso, se planta
alrededor del tronco un número adecuado, según la amplitud de la herida, de portainjertos jóvenes
que, cuando alcanzan el tamaño apropiado, se injertan de igual modo que se explicó anteriormente.

RESTAURACIÓN DE HERIDAS EN LA BASE DEL ÁRBOL


Injert o de puent e de vigorización o
apunt alamient o

Cuando no existen brotes basales del mismo árbol, en otoño se planta cerca del
tronco 2-3 portainjertos adecuados a la especie del árbol dañado. El extremo
superior de cada portainjerto se corta en bisel y se introduce debajo de la corteza del árbol en
cortes en “T” efectuados por encima de la herida .


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El Sobreinjerto
También denominado injerto intermedio o doble injerto, es utilizado para salvar
determinadas incompatibilidades patrón-injerto. La técnica tradicional efectúa este injerto en dos
campañas sucesivas, injertando un año el intermediario sobre el patrón y, generalmente al año
siguiente, la variedad deseada sobre el intermediario. Con el objeto de acelerar esta operación se
han propuesto diferentes modelos para realizar los dos injertos en la misma campaña.
Un árbol sobreinjertado, de ordinario tiene tres partes que son diferentes en su
composición genética: el patrón, el patrón intermedio y la púa o injerto que forma la copa fructífera.
Un árbol de esta naturaleza tiene dos uniones de injerto: una entre el patrón y el patrón intermedio y
otra entre el patrón intermedio y la púa.
Es muy utilizado en fruticultura y ornamentales cuando existen incompatibilidades entre
patrón y púa y cuando existe una desigualdad en vigor y desarrollo entre patrón e injerto. Siempre
debe tener más vigor el patrón que el injerto y la porción de injerto intermedia, más vigor que la púa
de la variedad deseada.

CAUSAS QUE INFLUYEN EN EL PRENDIMIENTO DEL INJERTO


Para que la soldadura del injerto pueda lograrse de manera total, es necesario que el
intercambio de jugos que se filtran por el cambium entre patrón e injerto sea posible, y para ello
debe existir un perfecto encaje entre uno y otro.
Las condiciones necesarias para que la soldadura del injerto sea total pueden enumerarse
de esta manera:
1.- Existencia de una buena afinidad entre patrón e injerto.


2.- La soldadura resulta fácil si al practicar el injerto de yema o escudete se disfruta
de una temperatura mínima de 20ºC y las corrientes de savia circulan con fluidez.
3.- Los cortes en la madera o corteza deben ser realizados con instrumentos afilados,
para que las heridas, después de aplicar el injerto y una vez atado éste fuertemente al patrón,
queden perfectamente ajustadas.
4.- Cada sistema de injerto debe realizarse en la época oportuna: los de púa, corona,
inglés, y similares, a finales de invierno; los de yema o escudete, a ojo velando, entre Abril y Mayo, y a
ojo durmiente, en Agosto y Septiembre.
5.- En los injertos de púa, éste debe llevar un retraso vegetativo respecto al patrón de
unos días, ya que en caso contrario el injerto no podría recibir el alimento para su desarrollo.
6.- En todos los sistemas hay que respetar la polaridad del injerto para que pueda
soldarse de manera total.

CUIDADOS QUE EX IGEN LOS INJERTOS


El éxito o fracaso de un injerto no sólo está condicionado por la correcta realización del
injerto en sí sino que los cuidados posteriores que requieren son los que llevan a buen término todo
el proceso y dan origen a una planta comercial.
Además de las labores que deben darse en el vivero hay que prestar atención al cuidado de los
planteles injertados, a los que deben practicarse las operaciones siguientes:
1.- En los injertos de yema o escudete practicados a ojo velando, a los 15 días deben
cortarse las ligaduras (con el fin de evitar un posible estrangulamiento) y unos 5-8 días más tarde,
desmochar el patrón 1-2 cm. por encima de empalme del injerto.


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2.- En los injertos de yema o escudete practicados a ojo durmiente, deben cortarse las
ligaduras a los 15 días, y desmochar el patrón a finales del invierno, pocos días antes de entrar el
árbol en vegetación.
3.- Durante el desarrollo de los planteles debe eliminarse cualquier brotación
adventicia emitida por el portainjerto.
4.- En pleno desarrollo del injerto y según la especie y método de cultivo, suele
desmocharse el tallo a una altura determinada para provocar una más abundante brotación. En otros
casos, de interesar que el futuro árbol adquiera cierta altura, es preciso eliminar toda brotación
anticipada o lateral para fomentar su desarrollo.
5.- La lucha contra las invasiones parasitarias y el ataque de insectos debe ser
constante e ininterrumpida.
6.- Deben efectuarse los riegos que hagan falta y sin exceso, aplicando a partir del
mes de Junio los fertilizantes nitrogenados para activar su desarrollo.
7.- Mantener el vivero limpio de hierbas adventicias, puesto que entorpecen la
circulación del aire y fomentan las invasiones parasitarias.



%LEOLRJUDItD

.- Baldini, E. "Arboricultura generale". Ed. Clueb. 1965.


.- Bassi, R. "La coltivazione del castagno". Ed. L´informatore agrario. 1990
.- Boffelli, E; Sirtori, Guido. "Guida fotográfica alla potatura". E. de Vecchi. 1993.
.- Bretaudeau, J.; Fausé, Y. "Atlas d´arboriculture frutière". Tec & Doc. 1992.
.- Bretaudeau, J. "Poda e injerto de frutales" Ed. Mundi-Prensa. 1991.
.- Cambra, M.; Cambra, R. Diseños de plantación y formación de árboles frutales. C.S.I.C. -
Aula Dei. 1983.
.- Del Caño Abad, J. "El albariño, la uva y el vino. Xunta de Galicia, 1991.
.- Equipo de especialistas agrónomos DVE. "Gran libro ilustrado de la poda de frutales". Ed. de
Vecchi. 1989.
.- Fernández Gutierrez, J. Mª. Azcano García, L.M. "Cursillo de Poda" Caja Rural Provincial de
Asturias. 1985.
.- Fideghelli, C. "El melocotonero". Ed. Mundi-Prensa. 1987.
.- Grisvard, P. "La poda de los árboles frutales". Peral-Manzano. Ed. Mundi-Prensa. 1994.
.- Hidalgo, L. "Poda de la vid". Ediciones Mundi-Prensa. 1985.
.- Loussert, R. "Los Agrios" Ed. Mundi-Prensa. 1992.


%LEOLRJUDItD

.- Poretaudeau, J. "Creación de formas frutales" Ed. Mundi-Prensa. 1982.


.- Rafols, M. "El cultivo moderno y rentable del kiwi". Ed. de Vecchi. 1987.
.- The Royal Horticultural Society. "El cuidado de los frutales". Editorial Folio. 1991.
.- Westwood, N.M. "Fruticultura de zonas templadas" Ed. Mundi Prensa. 1982.
.- Zuccherelli, G.; Zuccherelli, G. "La actinidia" Ed. Mudi-Prensa. 1987.


Anexo
2ª edición (2003)
Anexo

PROTECCIÓN DE HERIDAS DE PODA


Medidas de tipo preventivo:
- evitar heridas de gran tamaño;
- evitar dañar el cambium en las operaciones de poda;
- realizar el corte en el plano exterior de la arruga de corteza que existe en el cuello de la
rama;
- desinfectar las herramientas de poda (lejía, alcohol de quemar, utilización de tijeras
con dispositivo desinfectante)
- podar al final las plantas que presenten cualquier tipo de daño;
- proteger las heridas con mastic cicatrizantes más fungicidas.

CONTROL DE LAS PODREDUMBRES DE LA MADERA


Medidas de tipo preventivo:
- no dejar que los árboles superen la edad de madurez fisiológica;
- eliminar los árboles con menor vitalidad que pueden presentar fenómenos de
pudrición;
- evitar heridas en tronco y ramas;
- evitar la poda de ramas de gran tamaño;
- evitar la reducción drástica de raíces.

3
CONTROL DE LOS PROBLEMAS DE LA PROPAGACIÓN
- Medidas de tipo preventivo:
- utilizar semillas certificadas;
- elección de plantas madres sanas;
- desinfección de estanques de riego;
- utilización de sustrato desinfectado;
- desinfección del terreno;
- eliminación de residuos vegetales y plantas enfermas;
- rotación de semilleros;
- evitar semilleros muy densos;
- elección de sustratos permeables y con buen drenaje;
- desinfección de recipientes.

3
Anexo

PRODUCTOS CICATRIZANTES

Materia activa Nombre comercial Categoría toxicológica Modo de aplicación Acción


Acetato de Polivinilo 45% AL Plasticover Podas - Limpiar la herida Protector de heridas
(Ovejero) previamente, luego aplicar
el producto. Aplicar con
pincel
Betún de Asfalto 60% + Podasint Hombre: A Aplicar con pincel Cicatrizante, evita las
Alquitrán de Hulla 20% (Morera) infecciones por hongos y
Mástic bacterias. Hidrófobo muy
persistente
Breas 75% + Cresoles y Podasan P Hombre: Tóxico T Limpiar previamente la Facilita la cicatrización y
Xilenoles 5% Pintura (Life) herida, luego aplicar con protege la superficie
pincel o espátula evitando el agrietamiento
de la herida
Cera Virgen Pergrefol Hombre Baja, Aplicar directamente, Favorece la cicatrización y
35%+Colofonia35% + (Morera) Irritante Xi manual o mediante protege las heridas
Aceite Vegetal 30%.SL espátula.
Quinosol 0.5% + Sellapro Hombre: Nocivo Xn. Aplicar directamente sobre Fungicida-bactericida.
Oxicloruro de (Probelte) Terrestre 0 herida, con tem peratura Desinfecta, impermeabiliza
Cobre 4% p/v. SC Acuícola 0 superior a 18ºC y favorece la cicatrización
Triadimefon 2% + Bayleton Pasta Hombre Baja. Preparar el corte antes de Previene infecciones de
Resina Sintética 81% p/v PA (Bayer) Terrestre 0 aplicar. Aplicar con brocha origen fúngico
Acuícola 0 o pincel

3
PRODUCTOS FÚNGICOS PROFILÁCTICOS

Materia activa Nombre comercial Categoría toxicológica Modo de Aplicación Acción


Carbendazima 50% WP Bavistin (Basf) Nocivo Xn Pulverizar o pincelar sobre Fungicida
Kar 50 (KenoGard) AAB la herida
Laicar (Lainc o)
Ziram 76% WG Pomarsol Z WG Nocivo Xn Por pincelado Fungicida
(Bayer) BBC
Metil-tiofanato 70% WP Gentel (KenoGard) Nocivo Xn Por pincelado Fungicida
Prental PM (Afrasa) A
Topsin 70 W
(Aventis)
Oxicloruro de cobre 35% WP Cupravit Azul (Bayer) Nocivo Xn Por pincelado o Fungicida y bactericida
ABB pulverización sobre la
herida
Sulfato cuprocalcico Cuprocal (Basf) Nocivo Xn Por pincelada Fungicida y bactericida
20% WP AAB

3
Anexo

PRODUCTOS FÚNGICOS PROFILÁCTICOS DURANTE LA PROPAGACIÓN

Materia activa Categoría toxicológica patógeno observaciones


Iprodiona Ecotoxicología: A Botrytis . 5-10 ml de formulado/10 l de agua
Fusarium . Aplicar al suelo
Rhizoctonia
Procloraz Nocivo Xn Botrytis . 5-10 g de formulado/10 l de agua
Fusarium . Aplicar al suelo, en pulverización foliar o por inmersión
A-B
de estaquillas
Propamocarb - Pythium . Aplicación al suelo: 25 ml de formulado/10 l de agua
A-A . Inmersión de estaquillas: 15 ml de formulado/10 l de
agua
Etridiazol
Nocivo Xn Phytophthora
B-A
Fosetil-Al Ecotoxicología: A Phytophthora

Captan Nocivo Xn Protección de


A-C semillas
Tiram Nocivo Xn Protección de
B-C semillas

3
DE GALICIA

Consellería de Agricultura, Gandería e Política Agroalimentaria


Dirección Xeral de Producción Agropecuaria

EXCMA. DEPUTACION
DE PONTEVEDRA

Estación Fitopatolóxica “Do Areeiro”

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