Medidas Culturales
Medidas Culturales
Medidas Culturales
Coordinación:
Cesar Iglesias Vázquez
Edita:
Xunta de Galicia
Consellería de Política Agroalimentaria
e Desenvolcemento Rural
2ª Edición corregida y aumentada
Coordinación:
Cesar Iglesias Vázquez
Dibujos:
Carmen Salinero Corral
Mónica Sabarís Roma
Fotografía:
Carmen Salinero Corral
Pedro Mansilla Vázquez
Impresión:
Gráficas Anduriña (Poio)
PO-220/2003
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Introducción 13
Problemas en la fase de propagación de las plantas 15
Podredumbres de los árboles 22
Principales hongos de pudrición de la madera 24
Relación de patógenos que penetran a través de heridas 32
Sin embargo, nuestra experiencia dentro de la protección de los cultivos nos dice que la
realidad es otra, dado que muchas de las alteraciones fitopatológicas que aparecen tienen su origen
en el propio proceso de propagación o más tarde en las primeras prácticas de cultivo, de modo que
cuando el agricultor percibe el mal sobre la planta, las medidas que debe aplicar tendrán que ser
severas, con costes generalmente elevados y con resultados, en muchos casos dudosos, o incluso
sin posibilidad de solución.
Este libro pretende de forma sencilla y gráfica constituir un manual de buenas maneras
para enseñar al agricultor a poner en práctica esa profilaxis como primera medida en la Sanidad
Vegetal. Centrándose en medidas culturales preventivas en técnicas como pueden ser la poda o el
injerto, con su lectura se pretende inculcar esa necesidad de prevención como principio básico de la
Producción Integrada de los cultivos.
Los autores
,QWURGXFFLyQ
,QWURGXFFLyQ
Desde siempre, la política general seguida en todos los países para controlar los agentes
nocivos que asolan los distintos cultivos en nuestro planeta fue la de aplicar medidas que intentasen
evitar o por lo menos paliar los daños que estos agentes producen año tras año.
Estos posibles medios quedaban reducidos, en la mayoría de los casos, al uso de productos
fitosanitarios que, utilizados adecuadamente y en patógenos sensibles a sus efectos, tienen por lo
general un control eficaz y más o menos rápido. Sin embargo, la Sa nida d Vegeta l bien entendida
comienza por la profilaxis desde el momento de la propagación hasta que el producto se expone al
consumo.
En este libro se va a tratar de exponer algunos de los aspectos profilácticos a tener en cuenta
dentro de la actividad productiva de algunos de los cultivos arbustivos o arbóreos más comunes en
Galicia.
pérdidas más o menos importantes en los semilleros y las
camas de propagación vegetativa.
La mayor parte de estos hongos viven como
saprófitos en el suelo o en los restos vegetales. Poseen formas
de conservación (esclerocios, clamidosporas) que les
permiten resistir durante largos períodos en condiciones
extremas, persistiendo en el suelo y asegurando, de esta
manera, nuevas infecciones.
Los principales factores ambientales que favorecen
el desarrollo de estas enfermedades son el pH del suelo, la Botrytis en pino en vivero
humedad y la temperatura. Así, las podredumbres de las
estaquillas aparecen en el suelo a valores de pH muy variables: por ejemplo, un pH de 6-7 tiende a
favorecer algunos patógenos como Pythium, pero inhibe frecuentemente a aquellos que tienen
comportamiento preferentemente saprófito como Trichoderma v iride.
Los suelos frescos y húmedos ralentizan la germinación de las semillas y el crecimiento de
las plantitas, por lo que aumenta el tiempo de exposición a los patógenos. Una excesiva humedad
del suelo favorece las infecciones; en efecto, el agua, que es indispensable para la germinación de
las semillas, constituye el lugar donde fácilmente germinan las esporas y se desarrollan la mayoría
de los hongos.
La textura del suelo y el tipo de abonados puede influir en el desarrollo de la enfermedad.
Un suelo arcilloso retiene más el agua y constituye un medio favorable al desarrollo de los hongos
del suelo.
Por su parte los abonados químicos pueden aumentar la susceptibilidad de la planta a varios
patógenos.
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multiplicación mal desinfectado. Las condiciones para su
desarrollo son: valores de pH inferiores a 6, temperaturas
entre 15 - 35 ºC y contenido bajo en humedad (30-50%).
Pythium sp.: provoca marchitez sobre plantas recién
emergidas y podredumbre de estaquillas. Ataca a coníferas y
frondosas. La conservación, en el suelo, se efectúa en forma
de clamidosporas en los restos vegetales, aunque también lo
puede hacer en el agua de los estanques. Las condiciones
para su desarrollo son pH superior a 5.8, temperatura entre
10 y 28 ºC y un contenido de humedad en el suelo, alto (el
agua es indispensable).
Otros hongos que pueden provocar la podredumbre de Phytophthora en vivero (nogal)
las estaquillas son Phoma, Cylindrocarpon y Phytophthora .
Cualquiera de ellos puede provocar la muerte de la planta,
pero en muchos casos la planta no muere y al ser trasportada
al lugar definitivo de asiento lleva con ella el problema, que
posteriormente podrá potenciarse y será causa de
tratamientos obligados.
Si nos referimos al caso concreto de las enfermedades
específicas de las plantitas de semilla, los síntomas de
marchitez afectan a éstas durante el período que va de la
germinación a la emergencia. Así, tenemos que la marchitez
puede ser: a) de pre-emergencia; b) de post-emergencia.
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ideales para el desarrollo de estos patógenos. Normalmente, estos organismos patógenos pueden
instalarse sobre los ramillos jóvenes, tallos, raíces y hojas o acículas, observándose diferentes tipos
de síntomas:
- ramillos secos y necrosis descendente por el tallo,
- hojas o acículas inferiores de color marrón, observándose posteriormente cómo la parte
terminal de la estaquilla se seca,
- aparición de pequeños esclerocios en los tallos, que terminan rodeándolos y provocando la
muerte de los órganos situados por encima de ellos.
Estos hongos responsables del marchitamiento de las semillas y de las podredumbres de las
estaquillas no pueden ser determinados en base a los síntomas, por lo que deben ser
identificados en laboratorios fitopatológicos para dar un diagnóstico correcto del patógeno y,
así, poder tomar las medidas oportunas para su control.
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ESTRATEGIAS DE LUCHA
Las medidas de tipo profilá ctico pueden evitar o al menos
reducir, si son aplicadas rigurosamente, la aparición de estas
enfermedades:
.- Utilización de semillas certificadas
.- Elección de plantas madre sanas.
.- Desinfección de los estanques de riego y limpieza de las
tuberías de riego (ver anexo).
.- Utilización de sustratos desinfectados.
.- Elección de un sustrato adecuado que sea permeable y Evitar las plantas madres con
síntomas de virosis, bacteriosis, etc.
tenga buen drenaje.
.- Desinfección del terreno.
.- Eliminación de restos vegetales y plantas enfermas.
.- Rotación de semilleros.
.- Evitar hacer semilleros muy densos.
.- Desinfección de recipientes.
.- En propagación vegetativa realizar cortes limpios y
aplicar un fungicida (ver anexo).
Medidas de tipo cultura l encaminadas a bajar el pH en los
sustratos demasiados alcalinos, a mejorar el drenaje en los suelos
Oidio en Prunus laurocerasus de vivero
asfixiantes y un control del riego, pueden prevenir la presencia y el
ataque de patógenos.
Los tratamientos preventivos encaminados a realizar desinfecciones del suelo, antes de
llevar a cabo la propagación de las plantas, aunque posibles, entrañan el problema de la destrucción
de organismos beneficiosos, como las micorrizas, hongos antagónicos, por lo que se desaconseja su
utilización.
El control químico puede realizarse con una serie de materias activas que controlan estos
patógenos (ver anexo). No obstante, se debe tener un conocimiento del patógeno, para determinar
el momento más idóneo para su control. Siempre que sea posible se tratará de realizar un control
integrado del patógeno.
Podredumbre blanca
La alteración afecta a todos los componentes de la pared
celular, aunque destruye más lignina que celulosa por lo que se
presenta la alteración de color blanco. La celulosa es utilizada
con diferente intensidad según el agente fúngico. Las partes
más atacadas son las de albura, más ricas en sustancias
nutritivas, y el leño primaveral, más fácilmente degradable.
Como consecuencia de este tipo de pudrición la madera pierde
resistencia.
Los hongos causantes de las pudriciones no atraviesan directamente la corteza, por lo que
es necesario, para penetrar en la planta, la presencia de una herida. Se difunden en el leño no
conductor, demoliendo la lignina y la celulosa que constituye la pared celular y originando pérdidas
graves en la consistencia del tejido. La alteración se traduce en reducciones de elasticidad,
resistencia, peso, volumen, calidad de la pulpa o del valor calórico con el aumento de la
permeabilidad del tejido. El patógeno puede permanecer en el interior de la madera durante largo
tiempo sin que aparezcan síntomas externos evidentes sobre la copa. Debido a que afecta a tejidos
no conductores, la mayor peligrosidad de estos organismos está en la ya citada capacidad de reducir
el porte de ramas y troncos, que pueden fácilmente romperse y caer.
Cuando la pudrición está presente durante varios años, en los tejidos alterados se pueden
encontrar otros organismos como bacterias, insectos o nematodos, que contribuyen a acelerar el
proceso de degradación de la madera. En esta fase aparecen también los cuerpos de fructificación
del hongo agente de la enfermedad, que son muy vistosos y fácilmente reconocibles. Su presencia
es siempre indicio de una pudrición interna, siendo importante su eliminación, pues emiten
basidiosporas que son transportadas por el viento y que al caer en las heridas pueden originar
nuevas pudriciones.
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oscuro y con la superficie superior tomentosa. Común sobre viejos pies de Pinus pinea, P.
halepensis, P. sylv estris. Cuando envejece se agrieta.
Phellinus igniarius
Provoca pudrición parda del interior del leño en las frondosas. Presenta un cuerpo de
fructificación perenne, en consola, de 10-25 cm de diámetro, con forma de pezuña de caballo de
color marrón negruzco con el margen leonado. La superficie inferior es horizontal con poros finos.
Las esporas son hialinas, blanco cremosas.
Inonotus
Es un género de Poliporaceae con cuerpo de fructificación anual de consistencia esponjosa,
forma de consola, de 20 a 30 cm de diámetro y color marrón, caracterizado por exudar gotas de
agua. Frecuente en frondosas, especialmente sobre Platanus, Inonotus hispidus penetra a través de
heridas de poda y provoca pudriciones blancas esponjosas del leño; después invade la albura y la
corteza. Los cuerpos de fructificación se encuentran a una altura de 2-10 m en el tronco o sobre
ramas gruesas en la copa del árbol.
Fomes officinalis
Causa pudrición parda o cúbica en Cedrus y Larix. El cuerpo de fructificación es perenne,
de consistencia leñosa y forma ungulada que puede alcanzar notables dimensiones.
La superficie del hongo es de color blanco-grisáceo. La parte interna es de consistencia
carnosa y de sabor amargo.
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Phellinus punctatus
Provoca pudriciones en frondosas, siendo muy
común sobre Platanus sp. Penetra a través de heridas,
difundiéndose en la albura y el duramen. Posteriormente
se extiende a la corteza, en la que provoca una necrosis
progresiva. El cuerpo fructífero es una costra de
consistencia coriácea de color rojo oscuro.
Fistulina hepatica
Fistulina hepatica
Agente de la pudrición parda interna en troncos de frondosas (Castanea, Quercus). La
fructificación tiene consistencia carnosa, forma de lengua y color crema que se vuelve rojo sangre a
la madurez. Los tubos himenóforos son muy finos; las esporas son marrones. Tiene un diámetro de
10-30 cm y un grosor de 3-6 cm.
Fomes fomentarius
Provoca pudriciones blancas en frondosas. Penetra
a través de tocones aéreos, ramas rotas o muertas,
invadiendo la albura y extendiéndose hacia el exterior
(llegando a causar la muerte del cambium y de la corteza)
y hacia el interior del duramen, provocando el rápido
decaimiento del árbol. Sobre la corteza se desarrollan
cuerpos de fructificación perennes de color gris,
consistencia leñosa y forma de casco de caballo de 30-40
cm. El estrato fértil está dispuesto horizontalmente y tiene altura de 2-10 mm, estando constituido
por poros finísimos.
Fomitopsis pinicola
Agente de pudrición parda sobre el leño de coníferas. Cuerpo de fructificación perenne en
forma de consola y consistencia coriácea que se desarrolla más en longitud (hasta 40 cm) que en
altura (20 cm). La superficie superior es costrosa, al principio rojo anaranjado con margen
amarillento y más tarde de color negruzco con el margen negro oscuro.
Stereum purpureum
Agente de pudrición blanca, degrada rápidamente
el leño de coníferas y frondosas. Presenta cuerpos de
fructificación anuales en forma de pequeñas costras
agrupadas en densas agregaciones a lo largo del tronco. La
porción superior del carpóforo puede sobresalir en forma
de consola, de color blancuzco y tomentoso; la superficie
fértil es de color púrpura, lisa.
Stereum purpureum
Stereum hirsutum
Agente de pudrición blanca. Los cuerpos de fructificación son similares a los de Stereum
purpureum , diferenciándose por el color amarillento de la superficie fértil.
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Schizophyllum commune
Agente de pudrición blanca de coníferas y frondosas sobre pies abatidos o en pie. El cuerpo
de fructificación, en forma de consola casi circular o elíptica de 1-3 cm de diámetro con borde
entallado en la parte superior, está cubierto de una densa tomentosidad de color gris claro. La parte
inferior presenta lamelas rosadas dispuestas en abanico.
Coriolus v ersicolor
Agente de pudrición blanca, ataca especialmente al leño de frondosas. Los cuerpos de
fructificación son producidos en abundancia y en formación agregada, presentando forma de
consola (2 - 4 mm). La superficie superior presenta zonas concéntricas de varios colores (marrón,
verde, gris, rojizo) mientras que la inferior es de color blanco cremoso con poros muy pequeños.
Daedalea quercina
Agente de la pudrición parda en troncos de frondosas. El cuerpo de fructificación es en
forma de consola, denso, imbricado. La superficie superior es grisácea con zonas más o menos
concéntricas; la inferior se caracteriza por la separación milimétrica de sus tubos, que se rompen
dando lugar a un modelo laberíntico de laminillas. Las esporas son blancas.
Ganoderma applanatum
Provoca pudriciones blancas sobre frondosas. Los cuerpos de fructificación se suelen
ubicar en la parte baja de los árboles viejos, son semicirculares y algo aplanados, presentando
normalmente un diámetro entre 10 y 50 cm. La superficie superior
de la consola tiene aspecto terroso con zonas concéntricas y está
cubierto por una costra dura gris-marrón. La superficie inferior
está formada por finos poros.
MEDIDAS DE CONTROL
En los capítulos de poda se darán las pautas para evitar al
máximo las enfermedades ocasionadas por malos hábitos en las
técnicas culturales (atados, podas, etc); de cualquier manera,
existen una serie de medidas básicas que se deben tener presentes
en todo momento para evitar la aparición de pudriciones: Nunca se debe realizar la plantación
en el interior de un tocón con o sin
.- No dejar superar a las plantas la edad de madurez presencia de hongos de pudrición.
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.- Las heridas serán tratadas inmediatamente, para su protección, con alguno de los
productos citados en el anexo.
.- Eliminar los restos de cultivos anteriores que pueden ser fuente de infecciones (tocones,
raíces, etc.).
Eliminar los árboles que presentan de Eliminar todos los restos de plantaciones
manera precoz fenómenos de anteriores
pudrición.
RELACIÓN DE PATÓGENOS QUE PENETRAN A TRAV ÉS DE HERIDAS
CULTIVO PATÓGENO
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0RUIRORJtDGHOiUERO
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Parte de los problemas a los que se enfrenta un árbol tienen su origen en el mal
conocimiento de sus necesidades fisiológicas (mala exposición, exceso o falta de riego, mal
sustrato, etc.) y en otras ocasiones son consecuencia de que las operaciones a las que se le somete
(podas, trasplantes, etc.) no se realizan en el momento o del modo, más adecuado. Conociendo la
morfología del árbol podremos realizar adecuadamente, y de una manera menos estresante, las
operaciones de cultivo en el momento más apropiado, para que la planta esté lo menos expuesta a la
entrada de patógenos.
1.-ESTRUCTURA Y MORFOLOGÍA EX TERNA DEL ÁRBOL
El árbol es una formidable fábrica de producción de materia viva compuesta por distintos
elementos cada uno de los cuales está especializado en determinadas funciones. Estos elementos
que componen su estructura se pueden clasificar en :
- sistema radicular.
- parte aérea :
.Esqueleto: tronco y ramas
.copa: ramas, brotes, hojas, yemas, flores y frutos
raíz gruesa
cuello
raíz media
raíz fina
cofia y pelos radiculares
1. a .-SISTEMA RADICULAR
La parte subterránea está formada por una serie de raíces que abarcan aproximadamente el
25% de la totalidad de la masa arbórea.
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Las raíces son ramificaciones subterráneas, imprescindibles para un buen anclaje; sin ellas
el árbol no podría absorber, conducir y almacenar las sustancias nutritivas necesarias para su vida.
Desde el cuello ( zona de unión entre las raíces y el tronco) salen unas raíces de gran tamaño
denominadas ra íces prima ria s, que se dividen en ra íces secunda ria s y así sucesivamente, hasta
producir los filamentos o pelos radicales que forman una densa cabellera denominada zona
pilífera . Esta cabellera constituye la parte activa de las raíces, por donde se absorbe el agua y los
elementos minerales, siendo más intensa en la superficie, ya que es donde se descomponen los
restos vegetales y animales , donde hay más cantidad de agua y el suelo está más aireado y mullido.
Por esta razón, debemos tomar una serie de precauciones cuando trabajemos cerca del árbol
realizando desmontes, trabajos con maquinaria pesada, etc., pues podríamos eliminar parte del
sistema radicular y provocar un decaimiento en el árbol que obligaría a efectuar una poda severa con
el fin de equilibrar sus necesidades nutricionales con la capacidad de absorción de las raíces.
TIPOS DE R AÍCES
Por su morfología , el sistema radicular puede ser:
-Pivotante: cuando el tronco se prolonga subterráneamente como raíz hacia el interior, de
modo que discurre perpendicularmente a la superficie del suelo. Se presenta principalmente
en coníferas (pino, abeto)y en su juventud, en olmo y roble.
-Acorazonado: con muchas raíces principales verticales, formando un sistema radicular
compacto en forma de corazón, propio de la
mayoría de las frondosas en su estado adulto, DISTR IBUCIÓN DE LAS R AÍCES
como nogal , castaño, aliso, haya y roble. EN PR OFUNDIDAD
- Superficial: con raíces horizontales y raíces
secundarias verticales, como en el kiwi.
Estas diferencias se van a traducir en la
facilidad o imposibilidad de trasplante de
plantas adultas: siempre será más fácil y
exitoso trasplantar una especie de sistema
radicular superficial. Por el contrario, resulta
casi imposible el trasplante de especies, como
las coníferas, de sistema radicular pivotante;
cuando este trasplante se realiza, la herida es
importante y pasa a ser una zona susceptible a
ataques de hongos, además de que el árbol
queda mal anclado y se moverá fácilmente por
el viento.
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- Humedad y sus variaciones. DISTR IBUCIÓN CIR CULAR DEL SISTEMA R ADICULAR
- Contenido en nutrientes.
proyección copa
- Estructura y textura.
Otro factor importante que
influye en el crecimiento del sistema
radicular es la relación con la parte aérea,
ya que necesita los hidratos de carbono
elaborados en las hojas a través de la
fotosíntesis. Por esta razón, es muy
importante mantener el equilibrio entre
ambas partes, pues si realizamos una
poda severa puede producirse la muerte
de una parte del sistema radicular y, de la
misma forma, el deterioro del sistema
radicular puede ocasionar el
debilitamiento de la copa.
Si consideramos un árbol suficientemente aislado en las condiciones ambientales medias
de su hábitat ecológico normal, podemos afirmar que su sistema radicular, en su distribución,
cumple las siguientes normas:
1º. Su distribución en superficie ocupa un área sensiblemente superior a la proyección de la
copa. La relación de la superficie proyectada por el sistema radicular y la parte aérea tiene
valores entre 2 y 50.
2º. Normalmente, la distribución del sistema radicular es aproximadamente circular, con un
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radio medio de 1.5 a 7 veces superior al radio medio de la superficie de proyección de la copa.
3º. El 85% del sistema radicular activo se distribuye entre los 10 y 90 primeros cm de
profundidad. Las potentes raíces pivotantes, cuya función principalmente es el anclaje del
árbol, rara vez sobrepasan los 3m de profundidad, aunque pueden llegar a los 10 m.
*Esqueleto:
El tronco que caracteriza a los árboles se forma por la lucha competitiva por el espacio y la
luz en el medio forestal, constituyendo el armazón o estructura del árbol, que permite sostener y
desarrollar la copa. Éste se bifurca en diversas ramas como son:
- ramas primarias : insertadas directamente en el tronco.
- ramas secundarias TIPOS DE R AMAS
- ramas terciarias: importantes para
la fructificación.
- ramas cuaternarias
AL
rama gruesa
PR
ramilla
TRONCO
- fisiológica s: circulación y acumulación de reservas.
La expansión del tronco y de la copa va a permitir al árbol elevarse y aumentar la superficie
de asimilación. El modo de desarrollo de las ramas y su orientación le darán al árbol su figura y un
porte específico. La fisionomía del sistema aéreo varía según las especies, pudiendo tener un porte
piramidal ( ej. chopo o ciprés), cónico (pino, abeto), esférico (plátano) o llorón (sauce).
Es esencial aprovechar el volumen y forma natural de un árbol adulto a la hora de elegir
variedades para espacios urbanos, pues a menudo se recurre a una poda exagerada para mantener
un volumen y un porte artificial de los árboles, cuando es posible encontrar especies o variedades
que se adapten, naturalmente, al objetivo buscado. El porte de un árbol puede variar según las
condiciones donde esté situado:
- aislado: tendrá tendencia a aplanarse y desarrollará numerosas ramas bajas.
- en macizo: se elevará al máximo en busca de la luz; las ramas bajas se secarán rápidamente por
la falta de luz.
0RUIRORJtDGHOiUERO
Además de estos términos relacionados con la fisiología del vegetal existen una serie de
términos relativos a su morfología que deben conocerse como son:
. Altura del á rbol: se mide desde el nivel del suelo hasta la cima del árbol.
. Diá metro de la copa o a ncho de la copa : corresponde al ancho de su proyección
vertical.
. Diá metro del tronco: se mide a la altura del pecho (1.3m)
Manto
de copa
Volumen
Altura de copa
de copa
Altura
de arbol
Base
de copa
*Yemas y ramificaciones
Las yemas son formaciones que pueden dar origen a órganos vegetativos (brotes y ramas)
cuando se trata de yemas de madera, reproductivos (flores) cuando son yemas de flor; en el caso de
que puedan originar en un momento dado tanto brotes como flores, se denominan yemas mixtas,
siendo estos dos últimos tipos de yemas las que darán lugar a los frutos.
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- yemas estipulares: situadas a los lados de las yemas, sirven de sustitución de éstas en caso
de accidente o desaparición.
- yemas adventicias: son yemas que se forman espontáneamente en la madera vieja por
causas diversas a partir de meristemos secundarios.
Cada rama o ramita se forma como consecuencia de la ramificación permanente de la yema
principal, pudiéndose ramificar de manera monopodial, simpodial o pseudodicotómicamente.
TIPOS DE R AMIFICACIÓN
0RUIRORJtDGHOiUERO
*Hojas
A lo largo y en la extremidad de las ramitas se encuentran las hojas, que representan el
aparato asimilativo del árbol. Son los captadores solares que absorben la energía de la luz y la
transforman en energía química por el proceso de fotosíntesis. Esta energía permite asegurar la
fabricación de los productos elaborados necesarios para la vida y el crecimiento del árbol. Pero
además de la fotosíntesis realizan también los procesos de respiración y transpiración (intercambio
de gases y agua).
El mantenimiento y desarrollo de la superficie foliar y de una iluminación suficiente que
incida sobre ella son necesarios para el buen crecimiento y la sanidad del árbol. Cuando la
superficie foliar no es suficiente ( por ejemplo durante el invierno) el árbol vive de sus reservas,
pero esta situación sólo puede ser provisional.
En cuanto a su morfología externa, la hoja está
DISPOSICIÓN DE LAS YEMAS
compuesta por el foliolo o limbo y el pedúnculo o peciolo. El
limbo está cubierto de nerviaciones que constituyen el armazón
de las hojas, además de asegurar la conducción de los elementos
nutritivos y el agua.
La forma de las hojas (limbo plano, aguja, escama, etc.),
su composición (simples o compuestas), la disposición de las
nerviaciones (paralelas, palmeadas, pinnadas, etc.) y su color
varían con la especie e incluso con la variedad. Además, en
cuanto a la duración, las hojas son caducas si nacen y caen todos
los años, y perennes si quedan más de un año en el árbol (las
acículas de los pinos viven unos 3 años).
Opuestas Alternas
*Flores
Según la teoría esporofítica, las flores son brotes transformados con función reproductiva.
Las plantas con flores, que se conocen como angiospermas, son actualmente el grupo dominante
de los vegetales en el mundo.
Pueden ser solitarias o agrupadas en inflorescencias de diferentes tipos, como por ejemplo:
a mentos (avellano), corimbos (manzano o peral), ra cimos (vid) o pa nículos (níspero de Japón)
y en general están compuestas por:
- sépa los: el conjunto de ellos forma el cáliz.
- péta los: constituyen la corola y su función es la de reclamo para los insectos polinizadores.
- esta mbres: compuestos por un filamento en cuyo extremo se encuentra la antera (portadora
del polen). El conjunto de estos forma el
androceo.
PAR TES DE LA FLOR
- gineceo: compuesto por uno o varios ESTIGMA
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monoica s, como por ejemplo el castaño, avellano o nogal, y en otros casos las flores son
herma frodita s, donde una misma flor desarrolla los órganos sexuales masculinos y femeninos.
La época de flora ción, es decir, el período en el que aparecen y se desarrollan las flores,
está en función de numerosos factores tales como propiedades del árbol( vigor, edad del árbol, etc.),
ambientales ( temperatura, insolación, etc.) y culturales ( época de poda, sistema de explotación del
suelo, etc.).
*Fruto
En general, los frutos proceden del crecimiento del ovario y en su interior contienen una o
varias semillas. Estos pueden ser simples, cuando son únicos, o compuestos cuando se agrupan
un cierto número de ellos.
En cuanto a su morfología, las partes básicas del fruto son: epica rpio, mesoca rpio y
endoca rpio; según las diferentes especies se desarrollan de distinta forma.
Existen diferentes tipos de frutos como son ba y a s(grosella), drupa (cereza, almendra,
melocotón), pomo, sicono ( higo), etc.
2.- IDENTIFICACIÓN DE LAS FORMACIONES FRUCTÍFERAS DE LAS
ESPECIES FRUTALES
En los frutales, las yemas vegetativas, de flor y mixtas, pero particularmente estas dos
últimas, se distribuyen en diferentes tipos de ramos o formaciones que varían según la familia o
especie arbórea de que se trate. A su vez, cada especie fructifica preferiblemente sobre uno de los
tipos de ramo que puede presentar. El carácter fructífero de las yemas de flor y mixtas que portan
obliga a que estas formaciones se encuentren a su vez sobre ramas portadoras de yemas
exclusivamente vegetativas, puesto que de lo contrario no se podría registrar el crecimiento
después de la fructificación.
Las formaciones fructíferas o ramos que caracterizan las especies frutales son las
siguientes:
- Ra mo mixto , presente en casi todas las especies fructíferas, es una estructura variable en
longitud y diámetro según su vigor que presenta yemas de flor y de madera agrupadas, motivo por el
que se mantiene un equilibrio follaje-floración que permitirá el mantenimiento de frutos de
calidad. Su productividad es mayor cuando son
formaciones de un año. R amo mixt o
0RUIRORJtDGHOiUERO
-Ra millete de ma y o, característico de las drupáceas, es una formación corta (3-6 cm) y
engrosada que presenta una yema de madera en su extremo apical y una corona de numerosas
yemas de flor por debajo. Desde el momento de su formación hasta el inicio de la producción deben
transcurrir dos o tres años, pero desde ese momento su capacidad productiva puede alargarse hasta
40 años.
- La mburda s, ramos de flor típicos de las Pomáceas, son formaciones cortas y gruesas que,
en sus primeros dos años son ramos de madera o dardos, pero en las cuales se forma una yema mixta
en su ápice que produce fruto durante cerca de una decena de años.
- Bolsa , ramo característico únicamente de las Pomáceas (donde siempre está presente), se
caracteriza por el engrosamiento que presenta en la inserción de las yemas de flor. Son formaciones
cortas, de elevada vitalidad, y con yemas mixtas, con lo que se pueden transformar en dardos (y éstos
a su vez en lamburdas) o en brindillas.
- Da rdos, formaciones cortas de 1 a 5 cm, puntiagudas, con la corteza lisa si son jóvenes y
rugosa cuando envejecen. En su evolución, si el dardo recibe mucha savia elaborada da lugar a una
lamburda; si recibe una cantidad moderada de savia bruta
Dardo
origina un ramo de madera y si prácticamente no recibe
savia, muere al cabo de unos años. Se considera por tanto
una estructura de transición.
- Ch i fo n a , elemento de escaso vigor y
generalmente escasa longitud (10-20 cm de longitud) que
posee yemas florales (generalmente aisladas y sólo
raramente agrupadas) en toda su superficie, siendo verano invierno
vegetativa únicamente la yema terminal. Por ello, puede
producir gran cantidad de frutos y un reducido número de
hojas, por lo que generalmente los frutos no serán de
calidad. Es una formación característica de especies de hueso.
Además de las formaciones fructíferas, existen ramos portadores únicamente de yemas de
5DPDVIUXFWtIHUDVGH.LZL 5DPDIUXFWtIHUDGHFHUH]R
0RUIRORJtDGHOiUERO
madera: son los ramos de madera, estructuras de entre 50 y 60 cm de longitud que constituyen el
crecimiento anual del árbol, y los chupones, ramos robustos y rectos de entre 1 y 3 m de longitud
que, aún siendo el reflejo de un buen vigor del árbol, no contribuyen a la producción y por lo tanto
deben ser eliminados, salvo en los casos en que se desee regenerar totalmente la planta, en que se
mantendrán con el fin de iniciar la renovación a partir de alguno/s de estos ramos.
3.-ANATOMÍA INTERNA DEL ÁRBOL
3.a .-TRONCO Y RAMAS
El examen del corte transversal de un árbol a nivel del tronco, pone en evidencia diversas
capas concéntricas de tejidos. Del centro al exterior distinguimos:
- xilema : presenta anillos más o menos regulares y toma muchas veces una coloración más
oscura hacia el corazón del árbol denominada
(madera del corazón o d u r a m e n ,
SECCIÓN LONGITUDINAL DEL ÁR BOL
correspondiendo a la a lbura la parte más
clara). Por el xilema discurren las sales
disueltas procedentes de la raíz,
conformando la sa v ia bruta o a scendente.
yema
-cambium: capa muy fina de células en terminal
división.
-liber o floema : permite el transporte de
los productos elaborados procedentes de las
hojas y se denomina sa v ia ela bora da . corteza
liber
-corteza : situada en el exterior del árbol. cámbium
madera
La función mecánica se da por el tejido duramen
dominante lignificado (madera, xilema).El
cilindro de madera está envuelto de cambium raíz
vivo y divisible. Cada año se producen las células
vegetativas del cambium en forma de los
0RUIRORJtDGHOiUERO
llamados anillos anuales, la madera hacia dentro (centrípeta) y la corteza hacia fuera (centrífuga) .
Esta operación se exterioriza con el crecimiento en espesor.
Junto a las funciones mecánicas, el tronco toma como órgano central fisiológico ambos
conductos de savia. Los vasos leñosos (tráqueas o traqueidas) de la albura joven forman la
denominada madera activa y traen longitudinalmente el agua con sales minerales disueltas desde
las raíces hasta la copa. A este proceso se le llama de savia ascendente o savia bruta.
Las células vivas de la corteza
denominada liber (floema), transportan los SECCIÓN DE UNA R AMA
asimilados (savia elaborada) desde la copa, por el
tronco, hasta las raíces. Esta corriente se llama
Corteza
descendente. En el interior de la corteza hay
entre otros el cambium de corcho (felógeno),
que es responsable de la formación de la corteza Cambium
que protege al tronco. La corteza está
compuesta de células muertas, hinchadas, con Albura
paredes impregnadas y también se encuentran leño jovén
3. b.-RAÍZ
La estructura de la raíz es en general similar a la del tronco y ramas, pero le falta la poderosa
capa de corteza. La capa externa forma la rizodermis. Además, en la madera hay más parénquima,
las células son mayores y sus paredes menos lignificadas que en la madera del tronco. Esto hace que
la madera de las raíces sea más ligera que la de las ramas.
3.c.- HOJAS
La sección transversal de una hoja está constituida por una epidermis recubierta de una
espesa cutícula -mesófilo- formado por un tejido en empalizada y uno lagunar, en el que se abren
las cámaras estomáticas.
Las hojas tienen una importancia fundamental en la actividad vegetativa y en la reproductiva
de las plantas debido a los numerosos procesos fisiológicos (transpiración, fotosíntesis,
elaboración de fitorreguladores , respiración, etc.) que en ellas tienen lugar. Además son capaces
de absorber elementos nutritivos, fitorreguladores, etc.
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VREUHODVDQLGDGGHOYHJHWDO
$FFLRQHVFXOWXUDOHVTXHLQFLGHQVREUHODVDQLGDGYHJHWDO
1.-PODA : GENERALIDADES
Las plantas tienen una época de renovación que normalmente es lenta, por lo que es muy
frecuente el uso de la poda para acelerar el proceso. Esta técnica se basa en la eliminación de partes
de la planta con el objetivo de favorecer el crecimiento, la floración y la fructificación del árbol.
Cualquiera que sea la especie de árbol por formar y cualquiera que sea la forma que se
pretenda dar al mismo, resulta de vital interés partir de un individuo que reúna ciertas
características respecto a su estado fitosanitario, identificación varietal y tamaño. En general, no
se debe aceptar para su plantación definitiva ningún árbol de hoja caduca que no cumpla los
requisitos mínimos de medir un metro de longitud y de presentar un aspecto fitosanitario sano (no
tener heridas, golpes, desgarraduras, etc.). Los árboles de menor tamaño deben permanecer en un
vivero, donde recibirán los cuidados adecuados hasta el momento de su plantación definitiva.
Los árboles de hoja perenne generalmente no se trasplantan a raíz desnuda sino con
cepellón o en bolsa de polietileno ya que se encuentran siempre en vegetación, y además no puede
seguirse el mismo criterio de longitud mínima de 1 metro para su plantación, puesto que no suelen
ser despuntados después del trasplante, tendiendo a formar una copa sin intervención de poda. Sin
embargo, no deben ser de reducido tamaño (necesitaría cuidados más delicados) ni de gran altura,
pues ello implicaría un desequilibro entre la parte aérea y la raíz, que por otra parte seguramente
estaría enrollada en la bolsa y constituiría un serio problema para el posterior crecimiento del árbol.
Para su plantación, los árboles de pepita deben estar constituidos por un sólo tronco sin
ramificar, que represente un ramo vigoroso, erecto y con yemas vegetativas bien marcadas. Por su
parte, en los árboles de hueso de un año de injerto, que generalmente ya están ramificados y
presentan ramos anticipados, estas ramas no suelen utilizarse para la formación del árbol.
Cualquiera que sea la forma escogida para dar al árbol, la poda de formación no termina
nunca, sino que continúa a lo largo de los años, pues no basta con lograr la forma deseada, sino que
hay que conservarla. Lo importante es que se ocupe todo el espacio disponible con un número de
ramas reducido, buscando árboles de estructura sencilla desde el punto de vista de su
funcionamiento y respetando las categorías de las ramas, de tal forma que las subordinadas sean
siempre más delgadas y de menor importancia que las de valor inmediato superior.
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2. -TIPOS DE PODA:
Poda de forma ción tempra na
Suele ser beneficiosa para la mayoría de los árboles y arbustos, aunque dependiendo de la
especie necesitarán una poda más o menos severa. Hay plantas que sólo necesitan eliminar algunos
brotes sobrantes y mal situados para estar bien formadas; otras, por el contrario, necesitan un
control mucho más firme, especialmente si se cultivan con fines ornamentales o adosadas a un
muro o valla. Es muy importante asegurarse de que la poda de formación que se aplique sea
oportuna y correcta, aun cuando sólo incluya la supresión de uno o dos brotes débiles, ya que es la
estructura que va a soportar el peso del ramaje cuando el árbol sea adulto y además va a reducir el
riesgo de daños por tormentas o vientos fuertes en los años siguientes.
Con la poda de formación se persiguen diversas finalidades. En primer lugar, con ella se
pretende la obtención de una estructura o esqueleto que tenga gran resistencia mecánica, de modo
que el árbol pueda resistir su propio peso (ramas, hojas y frutos), además de resistir el embate de
los vientos, peso de nieve, etc. La segunda finalidad de la poda de formación es lograr que el árbol
tenga suficiente luminosidad y aireación en todas sus partes, pues la deficiente aireación en el
interior del árbol puede ocasionar la proliferación de hongos causantes de enfermedades que
conducen a un inadecuado estado fitosanitario del árbol. La tercera finalidad afecta a los árboles
frutícolas y se basa en el hecho de que los frutos deben producirse en lugares de fácil acceso, de
modo que puedan ser cosechados con poco esfuerzo.
Cuando se poda un árbol, todos los sistemas empleados deben tender a lograr una gran
simplicidad: los árboles deben ser sencillos, simples y con pocas ramas gruesas que deben ser
aprovechadas al máximo, es decir, deben estar totalmente cubiertas con ramas de producción. Es
importante llenar al máximo el espacio posible con el mínimo de ramas.
En el momento de iniciar la poda es importante seguir el hábito de vegetación normal de la
especie, puesto que sería muy difícil y costoso luchar contra él. Ello determina que los árboles cuyas
ramas tienden al crecimiento muy vertical no puedan formarse en copas abiertas y viceversa, es
decir, las especies de hábito abierto y tendencia horizontal difícilmente formarán copas estrechas y
verticales. Contra esta característica de la especie se puede luchar con la elección previa de un
portainjerto que pueda transmitir a la parte aérea más o menos vigor.
Poda de ma ntenimiento
Se limita a la eliminación de partes muertas, dañadas o enfermas del árbol, y
ocasionalmente de algunos brotes vigorosos que están mal situados y que pueden romper la
simetría de aquel.
$FFLRQHVFXOWXUDOHVTXHLQFLGHQVREUHODVDQLGDGYHJHWDO
Cuando la poda de rejuvenecimiento se realiza en frutales de pepita, durante los dos o tres
años posteriores la cosecha es nula o muy reducida. Cuando se realiza en frutales de hueso, no se
pierden tantos años de cosecha: normalmente sólo se pierde el año en que se hizo la cosecha.
3.- ÉPOCA
Debe considerarse que existen dos tipos fundamentales de árboles con hábitos muy
diferentes, por lo que es necesario hablar de poda de árboles de hoja caduca y de poda de árboles de
hoja perenne.
Los primeros, es decir, los caducifolios, se suelen podar en invierno, cuando están en
periodo de letargo o reposo, pudiendo utilizar toda la estación pero preferiblemente al final de la
misma , poco antes de la brotación. Para los árboles de hoja perenne no hay una época determinada,
pero los cultivados en lugares con inviernos bien definidos se recomienda podarlos antes de la
primavera.
Al eliminar parte de la copa se produce una pérdida de reservas que causa el debilitamiento
del árbol, siendo esta pérdida menos acentuada al realizar la poda en inv ierno, ya que únicamente
se eliminan las reservas contenidas en la madera cortada. Por el contrario, si lo hacemos en verano,
no sólo eliminamos las reservas, sino que además reducimos la superficie foliar y con ello la
capacidad fotosintética de la planta.
Otro factor a tener en cuenta a la hora de elegir la época en la que se va a efectuar la poda es la
cica triza ción, en la que influyen, además de la propia fisiología del árbol, condiciones ambientales
tales como temperatura, aireación, iluminación, humedad, etc. En general, las heridas producidas
por la poda cicatrizan mucho más rápido al final del invierno que en la poda verde (verano), por la
influencia del frío. Las especies muy sensibles a “sangrar”, como es el caso de muchas coníferas y
$FFLRQHVFXOWXUDOHVTXHLQFLGHQVREUHODVDQLGDGYHJHWDO
frutales de hueso, emiten resinas, “gomas”, lloros, etc. por las heridas de poda, recubriendo a veces
la herida y dificultando la cicatrización por falta de oxígeno, lo que ocasiona el aumento de la
necrosis. En estas especies es preferible podar en períodos secos y de menor actividad, como finales
de verano o principios de otoño, ya que el sangrado es mayor en épocas de gran actividad vegetativa o
cuando el árbol dispone de más agua en el suelo ( épocas lluviosas).
4.- OPERACIONES DE PODA
Siempre que se realicen cortes de poda se producirá una
herida que constituirá una posible entrada y origen de problemas
sanitarios; por ello, se procurará favorecer una cicatrización rápida
para evitar la pudrición interna de los tejidos del árbol. Para que esto
ocurra, el cambium que rodea a la herida del corte debe encontrarse
en perfecto estado, con el fin de que pueda generar el anillo de
cicatrización, lo que es más fácil cuanto menor es la dimensión del
corte.
Se considera que un corte es grueso cuando se efectúa
sobre ramas que tienen más de un año de edad, sin importar Pudricción originada a partir
demasiado el diámetro de las mismas. Cuando se actúe sobre estas de la poda de una rama
$FFLRQHVFXOWXUDOHVTXHLQFLGHQVREUHODVDQLGDGYHJHWDO
corte correcto
cuello de la rama
el extremo superior del cuello de la rama; de este modo se favorece la formación de un anillo de
cicatrización homogéneo que recubre todo el corte por igual. De no procederse de esta manera se
corre el riesgo de que queden zonas sin cubrir por el callo de cicatrización, zonas que serán vías
fáciles de penetra ción de pa tógenos. Si, de manera errónea, el corte se realiza a ras del tronco, el
callo sólo se formará en una parte; por el contrario, si se realiza muy lejos del tronco, quedará un
tocón de madera muerta.
Cuando la rama a eliminar forma horquilla con otra, el corte se hará en el plano formado
por el ángulo simétrico que se forma entre el plano de la arruga y el plano continuación de la rama.
Debemos procurar que los bordes del corte estén bien regados por la savia, para que se forme
rápidamente el callo que cierre la herida y evite el establecimiento de agentes causantes de
enfermedades.
Si se desea reducir la longitud de una ra ma se deberá primero elegir en ella una ramilla
que actuará de tirasavia para evitar el corte del flujo de savia y que pueda realizarse la cicatrización.
Una vez elegido el tirasavia, se suprimirá la rama mediante un corte paralelo a la arruga formada
entre la rama y el tirasavia.
Horquilla
corte
incorrecto
corte correcto
arruga de circuito de
corte la corteza la savia
correcto
Elimina ción de ra ma s de gra n ta ma ño: Cuando se desea eliminar una rama de gran
diámetro y longitud, para evitar desgarros y posibles daños en el árbol se debe cortar por partes,
siguiendo varios pasos:
En primer lugar se realiza un corte en la parte inferior de la rama a cierta distancia del
tronco, corte que no debe ser muy profundo para evitar que la rama tienda a cerrarse y aprisione la
espada de la sierra. Después, se efectúa otro corte por la parte superior de la rama, paralelo al
$FFLRQHVFXOWXUDOHVTXHLQFLGHQVREUHODVDQLGDGYHJHWDO
er
1 corte
er
3 corte
arruga de
la cort eza
anterior pero un poco hacia el exterior (separado unos 2-5 cm), de
modo que se provoca la quiebra de la rama. Cuando la rama es muy
larga y la poda resulta complicada, esta operación se puede efectuar
varias veces, reduciendo en cada una la longitud de la rama, hasta
que quede un tocón de pequeñas dimensiones que se eliminará
según el corte ideal antes descrito.
Desca beza do: normalmente este tipo de corte solamente
se efectúa cuando se desea abatir el árbol o cuando se le quiere
remodelar completamente. En el caso de tener que realizarlo, se
hará en la proximidad a un tirasavia y cortando paralelamente a la
arruga formada por el tirasavia y el tronco, de modo que el flujo de
savia cierre la herida. Este tipo de corte, tan drástico, es una de las Corte y sellado de una rama fina
$FFLRQHVFXOWXUDOHVTXHLQFLGHQVREUHODVDQLGDGYHJHWDO
4.c.- FORMA DE HACER CORTES O DESPUNTES EN RAMAS DELGADAS
En la poda de despunte que se practica sobre ramas delgadas o jóvenes, es necesario
siempre cortar correctamente en referencia a la yema que se desea dejar como terminal y que dará
lugar al futuro brote, así como procurar que el corte se realice de forma correcta de acuerdo a la
inclinación, cercanía y posición de la yema respecto al plano de corte.
El corte debe ser inclinado u oblicuo, realizado en el lado opuesto a la yema, comenzando en
la parte superior un poco por encima de la yema y terminando a la mitad de ella aproximadamente
en la parte inferior. Estos cortes nunca deben ser perpendiculares a la rama y no deben ser hechos
demasiado cercanos a la yema (pues podría secarse), ni muy alejados de ella, lo que representaría la
formación de un pequeño tocón que se secaría y daría origen a pudriciones.
Cuando el corte se hace inclinado y en la debida posición, la cicatrización de la herida es
rápida, desapareciendo la marca con facilidad al crecer el nuevo brote a partir de la yema que se dejó
como terminal. También debe tenerse en cuenta que en cortes inclinados realizados en ramas
verticales, tiende a acumularse el agua lo que facilita la entrada e inicio de pudriciones.
INCORRECTOS CORRECTO
$FFLRQHVFXOWXUDOHVTXHLQFLGHQVREUHODVDQLGDGYHJHWDO
Despunt e de ramas
El aclareo de ramas más o menos gruesas se realiza en
invierno, eliminando principalmente ramas internas o mal
posicionadas y sólo en plantas muy vigorosas. La reducción del
número de ramas aporta una mejor disponibilidad para la
fructificación; por eso es ideal para plantas jóvenes vigorosas, siendo
un modo de adelantar la fructificación
$FFLRQHVFXOWXUDOHVTXHLQFLGHQVREUHODVDQLGDGYHJHWDO
Es importante retirar las ataduras antes
de que produzcan heridas en el árbol
interrupción. Así, estas partes que se encuentran por encima del lugar de corte aumentan su
diferenciación, tendiendo a un menor crecimiento vegetativo y estimulándose la floración. Por el
contrario, las partes que se encuentran por debajo del lugar de interrupción tienden a adquirir un
mayor crecimiento vegetativo y a disminuir su diferenciación.
Estas técnicas pueden usarse indistintamente para finalidades totalmente diferentes,
pudiéndose además graduar el efecto, tanto en intensidad como en el tiempo. Si realizamos un
ligero corte por presión de la navaja sin eliminar tejido, la interrupción es temporal y breve, por lo
que las respuestas serán débiles; por el contrario, si el corte se hace por eliminación de un anillo
incompleto o completo de corteza, tardará más en curar la herida y la respuesta será tanto mayor
cuanto mayor sea la herida. Al igual que en otras operaciones de poda las heridas causadas en la
realización de incisiones, anillados o entalladuras deben ser desinfectadas y selladas con el objeto
de impedir la penetración de parásitos (fundamentalmente hongos).
$FFLRQHVFXOWXUDOHVTXHLQFLGHQVREUHODVDQLGDGYHJHWDO
* Descortezamiento anular:
Al realizar esta operación hay que tener mucho cuidado, ya
que debilita seriamente la rama en la que se efectúa, pudiendo
dañar seriamente la planta si no se realiza adecuadamente.
Consiste en la eliminación de la corteza y de los vasos cribosos de $QWHV
una rama en forma de anillo, impidiendo que se pueda realizar el
transporte de la savia descendente, de modo que la parte que
queda por encima del anillado se sobrealimenta, favoreciendo así
el desarrollo de esta zona de la rama. Cuando los anillados se
realizan en ramas gruesas es más conveniente realizarlos en dos
partes separadas, una más arriba de la otra y cada una de un lado,
evitándose rodear la rama completamente y realizando dos 'HVSXHV
heridas de menor tamaño.
La operación se debe realizar cuando la planta esté con
vegetación y la actividad radicular sea intensa, normalmente en
primavera. Tratándose de una intervención definitiva, puede
eliminarse la rama que ha sufrido el anillamiento, en el verano, después de la fructificación.
* Incisiones:
Las incisiones suelen practicarse más que los anillados, ya que se evitan las heridas de
consideración. Cuando las incisiones se realizan debajo de un brote se provoca su debilitamiento y
consecuentemente su abundante floración. Este tipo de labor se puede realizar en el tronco o ramas
principales de árboles de gran desarrollo vegetativo y de escasa floración y fructificación, pero debe
efectuarse con cuidado, desinfectando las heridas para evitar que sean el origen de problemas
posteriores.
La realización de muescas o incisiones sobre una
yema produce su brotación
Cuando las incisiones se realizan por encima de una yema se provoca su brotación.
Básicamente se trata de realizar una incisión en forma de V, durante el periodo de actividad de la
planta, por encima de una yema de madera o un brote débil; consecuentemente se hace desarrollar
un brote nuevo en el punto señalado, en el primer caso,
o se fortalece el brote existente en el segundo. La
profundidad de la incisión está limitada por la anchura
de la madera y con el tiempo la herida acaba
cicatrizando. El efecto será más duradero si se
efectúan dos cortes paralelos, siempre en V.
* Entalladuras:
En la fase de inclinación de una rama es
necesario evitar romperla; por ello, en el caso de ramas
gruesas, se practica la entalladura o corte, es decir, una
$FFLRQHVFXOWXUDOHVTXHLQFLGHQVREUHODVDQLGDGYHJHWDO
4.h.- DEFOLIACIÓN
El momento más oportuno para realizar la
eliminación de hojas es una vez ha terminado la fase de
engrosamiento del fruto. Se realiza, lógicamente, en fase vegetativa, desde que el fruto inicia su
engrosamiento hasta poco antes de la cosecha, dependiendo el momento de la especie y de los
objetivos. Consiste en retirar las hojas próximas al fruto con la finalidad de conseguir una mejor
insolación de aquél, mejorando su color y sus propiedades organolépticas.
En algunos frutales se elimina toda la rama de crecimiento dos o tres yemas por encima del
último fruto. Es una práctica aconsejable únicamente en las zonas en que la intensidad luminosa y
el calor solar son reducidos o en frutales de gran crecimiento (kiwi). Es aconsejable la aplicación
posterior de algún producto para sellar los cortes y evitar la penetración de patógenos,
especialmente bacterias y hongos.
En algunos casos se practica la eliminación total de hojas para forzar la entrada en parada
vegetativa de la planta (se realiza en frutales); en estos casos el producto utilizado suele actuar de
cicatrizante y sellador de las heridas.
4.i.- ACLAREO DEL FRUTO
Es una práctica que fomenta la calidad de los frutos que permanecen en el árbol. Si bien
tiene un costo elevado, su uso suele ser obligatorio en muchos cultivos para obtener frutos de
calibre comercial alto. Con esta operación se eliminan también los frutos mal formados o mal
posicionados, procurando que la fructificación se desarrolle de forma uniforme y racionalizada.
$FFLRQHVFXOWXUDOHVTXHLQFLGHQVREUHODVDQLGDGYHJHWDO
corcho o suber que provoca un fácil desgarramiento. Si el ángulo es abierto no se forma dicha capa
de corcho entre ambas ramas sino que la unión es totalmente de madera y tiene una mayor
resistencia a la ruptura.
Precisamente por la existencia de malos ángulos de inserción (cerrados) hay necesidad de
recurrir al uso de soportes, amarres de árboles y colocación de apoyos desde el suelo. En otras
ocasiones se usan cinchas o flejes de material plástico resistente que mantienen las ramas próximas
impidiendo la ruptura. También se ha recurrido al uso de barras de hierro colocadas entre ambas
ramas y sujetas mediante tuercas.
Ángulo inadecuado
(cerrado)
Ángulos de inserción cerrados (< 90º)
facilidad de ruptura
Ángulo
aceptable
Ángulo adecuado
(abierto) Ángulos de inserción abiertos (> 90º)
gran resistencia mecánica
$FFLRQHVFXOWXUDOHVTXHLQFLGHQVREUHODVDQLGDGYHJHWDO
Los ángulos de inserción pueden ser modificados cuando las ramas todavía están tiernas;
así, cuando las ramas que se escogen por su posición y su dirección sobre el tronco para formar la
estructura tienen un crecimiento muy vertical, puede influirse sobre sus ángulos, haciendo que
éstos se abran colocando un pedazo de
rama cortada entre el tronco y la pequeña Tipos de horquillas
ramita. También son muy útiles trozos de
alambre que pueden ser clavados en la
parte interna de ambas partes forzando su
separación.
* Horquillas
Se forman horquillas cuando dos
ramas de vigor semejante brotan en la
extremidad de otras en ángulo cerrado.
Estas formaciones son poco resistentes y Pat as de gallo y escobas de bruja
tienen tendencia al desgarre, provocando
las consecuentes heridas de difícil
solución.
Las horquillas se hacen
desaparecer fácilmente mediante la
eliminación completa de una de las ramas,
o a través de la poda de despunte fuerte en
una rama y ligera en la otra.
* Patas de gallo y escobas de bruja
Las primeras son formaciones donde coinciden
dos o tres ramas jóvenes y delgadas brotando muy
próximas en la extremidad de otra, también joven. Las
escobas de bruja son formaciones semejantes pero con
mayor número de ramas jóvenes implicadas y por ello
son más indeseables.
Su permanencia y evolución pueden ser muy
peligrosas para la buena estructura del árbol, ya que
Las formaciones en escoba facilitan la ruptura por
determina la existencia de un punto de gran debilidad y vientos y la formación de heridas.
fácil desgarramiento.
Se pueden hacer desaparecer mediante poda de aclareo y despunte, aunque suele ser
preferible proceder a la total eliminación del defecto podando más abajo de él.
* Tocones aéreos
Se llama tocón aéreo a todo resto de rama que ha sido podada y de la cual se ha dejado un
pedazo sin eliminar en la base, por descuido, al no hacerse el corte ideal. Es importantísimo que los
cortes de poda, ya se trate de ramas delgadas o gruesas, se hagan sin dejar ningún tipo de tocón, ya
que estos restos, al no tener yemas o elementos de prolongación y vegetación, tienden a secarse y
posteriormente a sufrir pudriciones debido al ataque de diversos patógenos, continuándose este
secamiento hacia abajo e implicando daños en partes útiles, pudiendo, en casos graves, determinar
que ramas enteras, troncos o todo el árbol, muera. La forma de realizar correctamente el corte de
ramas es fácil, pero la tendencia general es a realizarlo incorrectamente, siendo éste el principal
defecto que se encuentra en la mayoría de los jardines y plantaciones, causando grandes trastornos
en los árboles.
$FFLRQHVFXOWXUDOHVTXHLQFLGHQVREUHODVDQLGDGYHJHWDO
Los tocones suelen ser dejados en muchos casos por ignorancia total, en otros por falta de
un completo conocimiento de los perjuicios que puede ocasionar, y la mayoría de las veces por
descuido o tolerancia en la realización de una poda rápida y descuidada.
* Chupones
Se consideran chupones todas aquellas ramas jóvenes, de crecimiento muy vertical y por lo
tanto de gran vigor y fuerza, capaces de crecer más de un metro en un ciclo vegetativo, no
importando el lugar donde hayan brotado. Los chupones no son deseables debido a que por su gran
vigor suelen no poseer yemas florales. Además, compiten muy fuertemente con el resto del árbol
llegando a debilitarlo y a desequilibrarlo.
Por ello, es preferible eliminarlos tan pronto como se manifiesten, antes de que causen
daños y que realicen un inútil consumo de nutrientes. La eliminación, consecuentemente, se
realiza durante la época de vegetación. En algunas ocasiones no se hace la eliminación total de los
chupones, sino que sólo se despuntan o acortan sobre unas pocas yemas (2 o 3), con lo que pierden
vigor y se provoca su ramificación. Los chupones que nacen alrededor de la base del tronco, cuello o
ramas principales se deben eliminar totalmente tan pronto como se vean.
Los tocones deben ser eliminados y perfilados adecuadamente para evitar las podredumbres y
que sean origen de enfermedades fúngicas o bacterianas posteriores
$FFLRQHVFXOWXUDOHVTXHLQFLGHQVREUHODVDQLGDGYHJHWDO
$FFLRQHVFXOWXUDOHVTXHLQFLGHQVREUHODVDQLGDGYHJHWDO
$FFLRQHVFXOWXUDOHVTXHLQFLGHQVREUHODVDQLGDGYHJHWDO
personal experto con ayuda de diferentes tipos de herramientas (barrena de Pressler, martillo de
impulsos eléctricos, Shigómetro, penetrómetro etc.) que permiten determinar la extensión de la
podredumbre.
a.- Dimensiones limitadas
Una vez delimitada la zona alterada, se procede a su ampliación y a la eliminación de la madera
afectada hasta llegar a una zona con
madera sana. Posteriormente, se Limpieza de podredumbres
procede a realizar un drenaje en la parte
más baja de la cavidad con el fin de que no
quede agua retenida, colocando para ello
un tubo de drenaje de metal galvanizado
y 2-3 cm de diámetro que se introducirá
hacia el interior del árbol
(perpendicularmente al fuste), debiendo
sobresalir del tronco unos 5 cm. Por
supuesto, los bordes de la herida serán
tratados con un cicatrizante más un
fungicida (ver anexo) y las partes
interiores se cauterizarán.
b.- Dimensiones extensas
Cuando no se han tratado
adecuadamente pequeños focos, éstos
continúan avanzando en años sucesivos
hasta que llega un momento en que parte Antes de la limpieza Después de la limpieza
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$FFLRQHVFXOWXUDOHVTXHLQFLGHQVREUHODVDQLGDGYHJHWDO
Más de 20-30 cm 16 mm 8 mm
Más de 30-50 cm 18 mm 10 mm
Más de 50-90 cm 20 mm 12 mm
$FFLRQHVFXOWXUDOHVTXHLQFLGHQVREUHODVDQLGDGYHJHWDO
ANCLAJES
Varilla cable
roscada de acero
la
o
cá la
bo
am
til
de
tro
an
an
nc
es
rg
ar
ga
6.c.- Ba rra s
En el caso de cavidades que hayan perdido más de un tercio del diámetro del tronco o de la
rama, se hace necesario asegurar estáticamente esa zona mediante el empleo de barras
roscadas de acero.
La varilla debe colocarse lo más hacia el exterior posible de la cavidad, para que de esta forma
el efecto sea mayor. Como regla general, la distancia de colocación, desde el borde de la
herida, debería ser cinco veces el diámetro de la varilla.
$FFLRQHVFXOWXUDOHVTXHLQFLGHQVREUHODVDQLGDGYHJHWDO
Hay que tener en cuenta que la varilla roscada debe pasar justo por el agujero taladrado,
dejando únicamente una pequeña holgura de 1 mm. La arandela, por su parte, debe
colocarse por debajo del cambium, esto es, en ángulos planos y tangenciales. Tratar las
heridas con cicatrizantes (ver anexo).
Para realizar esta operación es necesario utilizar varillas roscadas de acero, tuercas y
arandelas.
$FFLRQHVFXOWXUDOHVTXHLQFLGHQVREUHODVDQLGDGYHJHWDO
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Podemos clasificar las herramientas utilizadas en todos los trabajos de poda de la siguiente manera:
- Herramientas de mano.
- Motosierra o sierra de cadena.
- Útiles hidráulicos o neumáticos.
- Trituradoras de residuos de poda.
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E
E: Navajas de injerto
F: Podadera larga
G: Cizalla
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- Ha cha : no es una herramienta de poda, sino de corte del tronco y su empleo está
desplazado por la motosierra.
- La s sierra s de grandes dimensiones, que se utilizaban para cortar ramas de gran
diámetro, han sido sustituidas por la motosierra. Sin embargo, aún se utilizan
sierras, más ligeras, cuyo uso está adaptado a diferentes tipos de poda:
*.- Serrucho de fruticultura: sierra de hoja estrecha, a menudo curva, que permite el
corte fácil y cuidadoso de ramas de poco diámetro. Se utiliza en la poda de
formación y aclareo.
*.- Serrucho ordinario: más ancho que el anterior, consta de una hoja rígida y una
empuñadura. Permite el corte de ramas de diámetro medio.
*.- Sierra en arco: una de las sierras más utilizadas, su hoja es intercambiable, lo que
reduce las operaciones de mantenimiento. Su uso es el mismo que el de los
serruchos ordinarios para corte de ramas de 2 a 5 cm.
Todo este equipo necesita un mantenimiento regular para obtener los mejores resultados;
por lo tanto, será necesario mantenerlo exento de óxido y engrasarlo y afilarlo periódicamente.
7.b.- Motosierra
Su utilización en los trabajos de poda ha sido relativamente reciente y por su eficacia ha
sustituido a otras herramientas tradicionales. Sin embargo, en ocasiones, su uso incorrecto ha
llevado a la degradación actual de numerosas plantaciones. Si se utiliza bien, ofrece incomparables
posibilidades dada su rapidez y precisión.
Existen actualmente modelos adaptados en peso, potencia y equilibro, a los trabajos de
poda. Así, su peso no debe superar los 3 ó 5 kg. puesto que se emplea frecuentemente con el brazo
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extendido. Además debe tener una buena estabilidad a nivel de la empuñadura trasera, pues la
delantera es poco utilizada ya que con la otra mano el operario se apoya en el árbol.
Otros requisitos indispensables son que tenga un arranque fácil y rápido, que la cadena se
lubrifique correctamente y automáticamente y que las piezas de uso sean fáciles de cambiar.
Su mantenimiento es esencial para prolongar su vida útil, por lo debe engrasarse, afilarse,
tensarse la cadena, limpiar los filtros, bujías, etc.
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Además de realizar una poda adecuada, es muy importante para evitar futuros
accidentes cumplir las normas de seguridad recomendadas para estos casos. A
continuación se citan algunas de ellas:
- Los operarios deben de tener puesta la vacuna antitetánica.
- Evitar ropas vaporosas cuando se estén realizando estos trabajos.
- Utilizar guantes, calzado de piel reforzado y casco.
- Señalizar bien las zonas de trabajo para evitar posibles accidentes.
- No efectuar trabajos de poda a menos de 15 m. de una línea de alta tensión o a
menos de 9 m. de una línea de tensión media sin advertir a los servicios
especializados de la compañía eléctrica.
- Tener presente la velocidad y dirección del viento, antes de iniciar el
tratamiento.
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ramas orientadas en sentidos opuestos, formando un ángulos de 45-50º con el eje central.
Como estructuras auxiliares se van a necesitar postes, que son los que van a aguantar toda la
estructura; alambres, que van a sujetar las ramas que van a formar los pisos y cañas, para sujetar el
árbol en los primeros años.
Los pasos a seguir para obtener esta estructura son los siguientes:
A.- Una vez plantado se debe cortar el árbol a unos 50-70 cm del suelo y rebajar a 1 cm los
brotes laterales por encima de la primera yema bien formada.
B.- Hacia finales de junio del primer año, elegir los 3 brotes más vigorosos, con los que se va
er
a constituir el eje central y las 2 ramas laterales del 1 piso. El resto de los brotes se curvarán con el
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- Pa lmeta irregula r:
Esta formación se recomienda principalmente para el cultivo del peral y la única diferencia
con la palmeta regular es que los pisos se disponen sin ningún tipo de simetría.
A.- Cortar el árbol a 50-60 cm del suelo.
B.- Eliminar las ramas por debajo de los 20-25 cm del suelo y cortar las restantes por encima
de la primera yema bien formada.
C.- Dejar crecer libremente los brotes, y curvar los más altos para dejar que se desarrollen
er
los inferiores (verano 1 año).
er
D.- Elegir el brote más alto para que ejerza de eje central (invierno 1 año).
En años sucesivos, se irán formando los demás pisos procediendo del mismo modo,
debiendo evitar que las ramas más altas se vigoricen excesivamente en detrimento de las más bajas.
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del suelo dejando, por debajo de la zona de corte, 6 yemas, y suprimiendo las inferiores. Entre
primavera y verano, debe practicarse una muesca por encima de cada una de las 3 yemas inferiores
con el fin de estimular su desarrollo, pues generalmente éste será más débil debido a su posición.
A lo largo de la estación, deben practicarse pinzamientos o inclinaciones hacia la horizontal
en los brotes laterales más desarrollados y realizarse muescas o inclinaciones hacia la vertical en los
menos vigorosos, todo ello con el fin de equilibrar las ramas y conseguir una estructura piramidal
bien distribuida.
Por su parte, el brote de la yema más alta, destinado a formar el eje principal, debe ligarse al
trozo de tronco que permanece, adquiriendo así la posición vertical.
Formación piramidal
PASO A PASO B
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B.- Entre el otoño y el final del invierno siguientes, recortar la guía central dejando
aproximadamente 20 cm de crecimiento, teniendo en cuenta que el corte se debe realizar en la
dirección opuesta al corte anterior. También se deben recortar las ramas laterales, procurando
dejar las ramas superiores y vigorosas más cortas que las inferiores y practicando el corte por
encima de una yema dispuesta al exterior de la rama .
C.- Durante el verano del 2º año, recortar las ramas laterales que no son necesarias para la
estructura a una distancia de 7-10 cm (o dejando 3 hojas) y las sublaterales dejando 1 hoja por
encima del grupo basal, tratando con ello de equilibrar las ramas del piso.
D.- En los años sucesivos se realizará de igual manera, es decir, se repetirán los pasos B y C.
EJ E CENTR AL
8.a .3.- EJE CENTRAL
El sistema de eje central es una modificación de la
piramide que se caracteriza por tener como esqueleto del árbol
un tronco único, del que salen directamente las ramas
fructíferas. Se utiliza principalmente en manzano.
En general los pasos que se deben seguir para obtener
dicha estructura son los siguientes:
A.- En la primavera del primer año, elegir la guía central
que va a formar la estructura del árbol y pinzar todos aquellos
brotes que compitan con la guía, así como aquellos que salgan
cerca del suelo.
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Formación en eje cent ral
B.- En el invierno, eliminar las ramas que
compitan con la guía y las situadas en el tercio
superior del eje.
C.- En años sucesivos se repetirán los
pasos explicados anteriormente, debiendo
eliminar además todos los brotes que se
encuentren por debajo de los 40-50 cm del suelo.
PASO B
PASO A
PASO C
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8.b.-Poda de fructificación
8.b.1.-HÁBITOS DE FRUCTIFICACIÓN
Se incluyen en el mismo apartado el manzano y el peral debido a que ambas especies fructifican
generalmente sobre los mismos tipos de estructuras fructíferas, independientemente de la forma (eje
central, palmeta, etc.) que se haya dado al árbol.
En estos casos, la fructificación se registra sobre madera de 3, 4 y más años, aunque
excepcionalmente pueden fructificar estas especies sobre madera de dos años.
La cantidad de savia puesta a disposición de los órganos conservados es la que asegura su
transformación. La teoría de la dosis de savia puede esquematizarse de la siguiente manera:
.- toda corriente de savia demasiado abundante provoca el desarrollo de brotes vigorosos pero poco
dispuestos a la puesta a fruto;
.- una corriente de savia bien dosificada es susceptible de provocar la evolución de yemas de madera a
dardos y después a yemas de flor;
.- una insuficiente corriente de savia deja los órganos en su estado primitivo: la yema de madera queda
latente y el dardo se convierte en dardo rugoso.
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er er
1 año 2º año 3 año 4º r año
Poda t rigema
habrá trasformado en yema de flor o en brindilla coronada y el dardo de la base, menos alimentado, se habrá
transformado en lamburda, siendo estos dos últimos órganos los que darán frutos. Ademas, brindilla
coronada y lamburda no evolucionarán a madera, por lo que una vez fijada la floración, se puede eliminar el
ramo.
A partir de este momento, en que se ha obtenido una yema de flor sobre ramas fructíferas, se tendrá
una zona de fructificación cercana a la rama principal que, por sus condiciones de iluminación, aireación y
nutrición asegurará la cosecha. Esta zona de fructificación será renovada posteriormente por otros
elementos fértiles.
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Una vez hubieran trascurrido varios años de evolución de la rama fructífera, se pueden plantear
varios casos de poda según la evolución de las tres yemas conservadas sobre el ramo. Entre estos casos,
algunos ejemplos son los siguientes:
Un dardo y dos ramos: la poda anterior no tuvo en cuenta el vigor de este ramo; para asegurarse de la
evolución del dardo en yema de flor, se podará el ramo intermedio a algunos milímetros de su punto de
nacimiento, y el ramo del extremo por encima de la segunda yema.
Á Un dardo, una brindilla, un ramo: dardo y brindilla son producciones de vigor reducido, pudiendo
evolucionar casi naturalmente a yema de flor, aunque podrían evolucionar a brote si existe un exceso de
savia; para regularizar la corriente de savia, se poda el ramo del extremo por encima de la primera yema
bien constituida.
 Dos dardos y un ramo: buena disposición para pasar a yema de flor, que es preciso encaminar por una
poda por encima de la primera yema bien formada llevada por el ramo; se renueva así el equilibrio
anteriormente adquirido.
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à Un dardo, una brindilla coronada y un ramo: al llevar la brindilla, en su extremo, una yema de flor, está
asegurada la fructificación, por lo que se puede podar por encima de la brindilla y suprimir la parte de
rama fructífera que lleva el ramo.
Todos los casos mencionados suponen la existencia de un dardo en la base de la rama fructífera.
Existen muchos más, algunos de los cuales suponen la presencia de otras formaciones (lamburdas,
brindillas..) en la base, pero citar la totalidad de casos escapa de las pretensiones de este manual.
PINZAMIENTOS
Complemento indispensable de la poda trigema, esta intervención permite concretar los resultados
buscados con la poda de invierno, permitiendo hacer retroceder la savia sobre los órganos de la base de la
rama fructífera (yemas o dardos) que se desea evolucionen hacia la fructificación.
Los pinzamientos se ejecutan sobre:
.- los ramos que se desarrollan como consecuencia de la poda trigema;
.- los ramos que se originan bajo el efecto del primer pinzamiento, denominados “anticipados”, ya
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9.a .1.-PALMETA
A. El año de la plantación, se cortará la estaquilla a 60-70 cm.
B. En la primavera, se seleccionarán tres ramas destinadas, respectivamente, a formar la
prolongación o rama principal y las ramas laterales del primer piso. Los demás brotes serán
eliminados.
C. En invierno, cortar la flecha o rama principal a unos 50 cm.
D. En primavera, recortar las ramas secundarias que surjan de la flecha e inclinarlas hacia la
horizontal, proporcionándoles un ángulo que estará en función de su vigor.
E. Durante el invierno siguiente, se procederá a formar el segundo piso: para ello, se cortará
la flecha unos centímetros por encima del punto donde se han de formar las nuevas ramas.
F. En primavera, se destacarán las ramas del segundo piso, eliminando aquellas brotaciones
que se hayan desarrollado muy próximas.
Los mismos criterios serán adoptados hasta conseguir, tras sucesivas intervenciones, una
formación con 5 o 6 pisos, que progresivamente deben estar situados más próximos entre sí.
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Formación en palmet a
Futuras ramas
Futuras
ramas Desyemados
Curvado (abril)
Desyemados
9.a .2.-VASO
Para obtener una formación de este tipo, se procederá como se indica a continuación:
- Despuntar la estaquilla a 90 cm el año de la plantación.
- En primavera, destacar los tres brotes que vayan a formar las ramas principales (que deben
estar orientados entre sí aproximadamente 120º) eliminando los restantes.
- En invierno, se tendrá una estructura formada por las tres ramas principales en las que se
habrán desarrollado brotes. Algunos de ellos se destinarán a formar las ramas principales inferiores
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45º
45º
45º
45º
120º
30º
30º
30º
120º
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envergadura, por lo que es aconsejable realizar una poda controlada para facilitar su manejo. Es
muy importante, además, tener en cuenta el patrón que se va a utilizar, que irá en función de los
objetivos que se persigan y las condiciones que se tengan.
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* Va so
A. Después de la plantación, rebajar los árboles a 60-80
cm del suelo. Además, se cortarán a dos yemas los brotes
anticipados que existan sobre el tronco y se eliminarán los
situados en los primeros 30-40 cm desde el suelo.
B. En el verano del primer año, se eligen los tres brotes
que formarán los brazos principales, brotes que deben estar
situados a diferentes alturas y separados entre sí 10-20 cm. Por
encima de ellos, se dejará un tirasavia para forzar la apertura de
los ángulos de inserción, eliminando los demás brotes a 4 o 5
hojas.
C. Durante el primer invierno, además de confirmar la
elección de las ramas principales (eliminando las restantes), se
elegirán las secundarias de primer orden: en cada brazo se
escogerá un brote anticipado de 1.5-2 cm de diámetro que forme
un ángulo de 45º con el brazo, eliminando los restantes excepto
alguno de los situados en el extremo del brazo y que tenga una
longitud de 10-15 cm.
Formación del vaso
D. En el verano siguiente, se procede al pinzamiento de
los brotes que se encuentran hacia el interior del brazo y a la eliminación de chupones.
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9.b.2.- PALMETA
Para conseguir esta estructura se deben seguir los siguientes criterios:
- Una vez plantados los árboles, cortarlos a 50 cm del suelo, rebajando los brotes laterales
por encima de la primera yema bien formada.
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- En el verano del primer año, elegir los tres brotes más vigorosos para formar el eje principal
y las ramas laterales del primer piso, que deben ser equilibradas entre sí mediante inclinación de la
más vigorosa para estimular el desarrollo de la más débil.
- En invierno, si la rama central ha alcanzado los 80-100 cm, se corta a esa altura para así
formar el segundo piso.
- En el verano siguiente, se arquean los brotes sobrantes crecidos en el eje central y aquellos
excesivamente vigorosos de las ramas laterales.
- Al llegar el invierno del segundo año, se corta la rama principal a la altura necesaria para
formar el tercer piso, siguiendo los mismos criterios del invierno anterior.
- Al año siguiente, se forma el cuarto piso en invierno, mientras en vegetación se arquean los
brotes que han crecido, tanto en las ramas laterales como en la central, para favorecer la formación
de yemas de fruto.
9.b.3.- HUSO
Se trata de un sistema de formación aconsejable en variedades de poco desarrollo y
plantaciones de alta densidad, donde se pretende facilitar la recolección del fruto. Consta de un eje
central donde las ramas laterales se dejan desarrollar libremente, conduciéndolas en sentido radial
mediante arqueos, inclinaciones, aclareos... Desde el cuarto año se rebajan las ramas principales
dejando al árbol una estructura piramidal.
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Formación en huso
Futura
prolongación
Poda
Pinzamiento
Suprimir
tocón
Poda
10 cm
Desyemado
Desyemados Desyemados
30 cm
Desyemado
30 cm
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Este árbol se puede cultivar con diferentes formas, como pueden ser las formaciones en
vaso o en palmeta, siendo esta última la más utilizada hoy en día. Esta estructura también es muy
utilizada en el cerezo, por lo que todo lo explicado anteriormente con respecto a esta formación y la
poda que se debe realizar, se puede aplicar a este cultivo.
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iniciarse después del segundo año de la plantación, al final del reposo vegetativo, momento en que
la vegetación permite diferenciar la yema de madera alargada, puntiaguda y verde, de la yema de flor
globosa y rosada.
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*Poda de la s ra ma s fructífera s
a) Interv enciones inv ernales.- Se realizarán, como ya ha sido indicado, cuando las yemas de flor
se distingan claramente de las yemas de madera, a finales de febrero-principios de marzo. Desde
la primera intervención (después del segundo año de plantación) y hasta la edad adulta, se
eliminarán ramos mixtos con una intensidad creciente desde un aclareo ligero al principio hasta
el 50 a 70% de los ramos mixtos presentes en el árbol en la etapa adulta. Deberán ser eliminados
preferiblemente los ramos mixtos más débiles, los demasiado vigorosos y los mal situados,
debiendo dejar aquéllos que se encuentren lo más cerca posible del esqueleto del árbol y que
posean una longitud comprendida entre 40 y 70 cm. Por su parte, los ramos que ya han
fructificado se eliminarán totalmente o se despuntarán.
Además de la eliminación, gradual con los años, de los ramos mixtos con el fin de regular su
cantidad en la planta, pueden ser necesarias otras operaciones invernales sobre los demás ramos
fructíferos. Algunos ejemplos prácticos se exponen a continuación:
* Ramo de madera: podar por encima de las dos primeras yemas de madera. Si es muy vigoroso,
se dejan dos yemas por cada 20 cm de longitud.
* Rama fructífera formada por un ramo de madera superior y un ramo mixto inferior: podar por
encima del ramo mixto.
* Rama fructífera formada por dos ramos de madera: podar por encima del que esté más cerca
de la rama principal.
* Ramillete de mayo: después de haber fructificado, esta formación se deseca, pero se puede
intentar conservarla eliminando todas las yemas de flor para fortalecer la yema de madera
terminal.
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-Cordón horizonta l sobre un a la mbre: Las plantas se dirigen entre dos postes por medio de un
alambre al que se sujetan las ramas fructíferas. Es un método poco recomendable por las rupturas
que se provocan a nivel de la inserción de las ramas fructíferas y las ramas principales. Sólo es
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EMPAR R ADO EN T
- Pa rra l:
Es poco aconsejable porque requiere un mayor
gasto, en mano de obra y sobre todo la poda se complica
respecto al método anterior. Sin embargo , es un
método seguido en algunas de nuestras plantaciones, al
facilitar el movimiento debajo de las plantas, aunque, al
cabo de los años, se observa una disminución del
tamaño de los frutos.
Existen otras formas de dirigir la Actinidia que
son poco utilizadas y comentaremos brevemente: Plantación dirigida en parral
- Cordón horizonta l sobre dos a la mbres: Se conoce también como contraespaldera. Consta de
una estructura formada por postes de 250-300 cm y con dos alambres paralelos, colocado el
primero a 120 cm y el segundo a 180 cm del suelo. Se aconsejan distancias medias de plantación de
4-4.5 m entre filas y 4-5.5 entre plantas.
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- Cordón horizonta l sobre tres a la mbres: Similar al anterior, sólo que se formarán dos “T”
superpuestas: una en el piso superior y otra en 2 alambres paralelos en el inferior.
- Empa rra do con 2 cordones horizonta les: Las plantas están sostenidas por 2 alambres
principales colocados a 90 y 180 cm del suelo. Las ramas fructíferas del alambre más alto se fijan
sobre dos alambres colocados a uno y otro lado del alambre principal, mientras que las ramas
fructíferas del alambre más bajo se fijan sobre un alambre distante del suelo 40-50 cm.
El sistema de conducción más utilizado en Ga licia es la cruceta con 3 alambres, es decir, el
empa rra do en T-ba r con brazos de 1.5 a 2 m y altura de alambres de 1.6 a 1.8 m desde el suelo, con
el alambre central elevado 20 cm respecto a los 2 laterales.
En este cultivo se realizan distintas podas en función de la época y de los objetivos que se
busquen al realizar esta técnica.
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entutorarse, utilizando una cuerda (o un tutor) que vaya desde el pie de la planta al alambre central.
Si el primer verano el brote sobrepasa con vigor el alambre, se poda a su altura, brotando las yemas
que darán lugar a los dos brazos principales.
B.- Si el brote no hubiera alcanzado vigorosamente el alambre, en invierno del 2º año se
cortará el tronco, 20 cm por debajo del alambre, eliminando los brotes débiles.
C.- En la primavera del 2º año se seleccionarán dos brotes (eliminando el resto) que se
inclinarán y atarán al alambre central.
er
D.- En el invierno del 3 año se despuntarán las ramas principales, dándoles a su vez una
vuelta sobre el alambre central (invierno ).
E.- En la primavera del 3er año se eliminarán los brotes que por su posición privilegiada se
puedan convertir en chupones, como son aquellos que nacen en la curvatura de las ramas
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PASO D
PASO C
PASO F
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DESPUNTE DE BR OTES
Poda de fructifica ción VIGOR OSOS
El objetivo principal de este tipo de poda es
asegurar una buena producción y una alta calidad del
fruto. Es aconsejable realizarla en el período que
trascurre desde la caída de la hoja y la mitad de enero,
para evitar pérdidas de savia y posibles enfermedades
producidas principalmente por hongos .
s
La formación de fruto se inicia en las primeras
brotaciones del año, nacidas a su vez de un ramo del
año anterior; por lo tanto, a medida que pasan los años
la cantidad de madera que se acumula será muy
abundante, por lo que es necesario una poda que
produzca una renovación y evite ramificaciones en
exceso que dificulten la penetración del aire y la luz.
Podemos destacar dos tipos de poda de
fructificación dependiendo de la época en la se realice:
Poda en v erde: se realiza, como su nombre
indica, cuando la planta tiene hojas, es decir, durante
la primavera o el verano efectuándose, básicamente,
las siguientes operaciones:
- Despuntar los brotes vigorosos por encima
de la 3ª yema, a partir del último fruto.
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La elección de las ramas tiene mucha importancia para FOR MACIÓN EN VASO
la formación de la estructura del árbol. El objetivo que se
persigue es que a los 5-6 años, el árbol pueda tener una
estructura definida.
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Eliminar todas las ramas laterales. La operación debe ser repetida el segundo año hasta lograr un
tronco de al menos 2 metros de altura.
-Al final del tercer año escoger las tres ramas mejor situadas próximas entre sí y dejarlas
crecer libremente.
- Al final del cuarto año se deben realizar aclareos de ramas, si son necesarios, para que pueda
entrar la luz. Estas operaciones se repetirán al año siguiente.
En plantas adultas, más que realizar una poda se debe intervenir periódicamente para reducir
el exceso de brotes y ramas para facilitar que pueda penetrar bien la luz aumentando
consecuentemente la producción. También se debe
reducir la longitud de las ramas para mejorar la FOR MACIÓN EN EJ E CENTR AL
resistencia mecánica y evitar las rupturas por viento o
nieve que originarían vías fáciles de penetración de
patógenos como el chancro.
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e.- A partir del 4º año y siguientes, las ramas FOR MACIÓN EN BOLA
principales deben sufrir sucesivos pinzamientos, con
el objetivo de formar nuevos pisos.
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13.- PODA DE LA V ID
La vid es un arbusto trepador que tiene un gran desarrollo y una longevidad elevada, lo que
implica que la poda es necesaria para mantener una estructura adecuada.
Esta planta se puede conducir de muy diversas formas, pero en todas ellas se aprecia
perfectamente que los frutos crecen sobre los laterales de ese mismo año.
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denomina “Parrón” a la formación, que es utilizada normalmente para cubrir caminos, fincas y
adosados a viviendas.
En los últimos años se ha ido dejando de utilizar este tipo de formación, el emparrado,
debido a los siguientes inconvenientes:
-Falta de aireación y luz. Una vez que empiezan a brotar los sarmientos, se cubre todo el
entramado y dificulta la maduración del fruto.
-Favorece la humedad y como consecuencia aumenta el riesgo de enfermedades en la
planta.
- Debido a la falta de luz y oxígeno, el fruto se desarrolla mucho menos.
- Más dificultad al realizar las labores culturales.
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0pWRGRGHSURSDJDFLyQSULPHUD
PHGLGDVDQLWDULDDWHQHUHQFXHQWD
0pWRGRGHSURSDJDFLyQSULPHUDPHGLGDVDQLWDULDDWHQHUHQFXHQWD
El hombre, al hacerse sedentario, empieza a propagar las plantas, o tal vez cabe decir que se
hace sedentario porque es capaz de propagar las plantas. De cualquier modo, en principio se limita
a coger las semillas de las plantas que encuentra en su entorno; después lo hace de sus propias
cosechas, en las que más tarde elige los mejores individuos como suministradores de semillas,
dando paso a la mejora vegetal, que sólo mucho después se sustentará en una base genética.
Paralelamente utilizará propágulos vegetativos -porciones de tallo, órganos subterráneos- para
obtener las nuevas plantas en los casos en que pretende mantener los caracteres de la planta
donante o si tiene dificultades de obtener semillas de la misma.
El avance en el cultivo de plantas ha ido paralelo al desarrollo de técnicas capaces de
controlar tanto las condiciones de cultivo (sustratos, abonos, plagas, etc.) como las técnicas de
reproducción de las mismas. La multiplicación, es decir, el conocimiento de las técnicas y métodos
que nos permiten obtener un cierto número de plantas a partir de un solo individuo, es básico para
todo cultivador .
Muchas plantas las reproducimos utilizando uno de los mecanismos que la naturaleza
desarrolló con el mismo fin: se trata de emplear semillas que, situadas en unas condiciones
favorables, desarrollarán nuevas plantas, siendo este el caso que conocemos como reproducción
sexua l. De este modo las nuevas plantas conservan los caracteres específicos, es decir, de una
semilla por ejemplo de camelia nacerá una camelia pero no idéntica a la planta en la que aquélla fue
recogida. De cualquier manera, puede ocurrir de manera natural gran cantidad de hibridaciones
incontroladas que hacen que al sembrar las semillas obtengamos una gran variabilidad de plantitas,
algunas de las cuales (normalmente muy pocas) pueden tener importancia y ser susceptibles de
selección y estudio. El problema es que estas plantitas deben ser cultivadas durante años para poder
comprobar sus características; si alguna muestra tener suficiente entidad, se propagará
vegetativamente y se le dará nombre.
Cuando queremos conservar además de los
caracteres específicos, los varietales, debemos recurrir
a alguno de los métodos de propa ga ción v egeta tiv a o
a gá mica , donde todas las plantas obtenidas de un solo
individuo constituyen un clon y son idénticas entre sí.
La eficacia de la multiplicación depende del método
aplicado, de las condiciones de trabajo y, sobre todo, de
la especie y variedad a propagar. Frente a la gran
variabilidad, expresada en la formación de abundantes
genotipos, a que conduce la vía sexual, la propagación
Plantas de kiwi obtenidas por semilla
asexual o vegetativa implica el mantenimiento del
genotipo de la planta donante.
Pero en cualquiera de los métodos de propagación
debemos de tener presente el saneamiento. La profilaxis en
materia de Sa nida d Vegeta l comienza por el material de
propagación a utilizar. Si partimos de una semilla, esqueje,
injerto, etc. contaminado por agentes nocivos, posiblemente ya
no habrá medidas culturales, biológicas, químicas, etc. que
puedan paliar el efecto destructivo o degenerativo que sobre el
vegetal vayan a causar a posteriori dichos agentes.
En este manual únicamente se hará referencia a los
métodos de propagación vegetativa y se profundizará más
concretamente en los métodos de injerto. Plantas de kiwi obtenidas por estaquilla
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PLANTA MADRE
SEPARACIÓN CEPA ACODO
BULBOS, CORMOS...
ESTAQUILLAS
CONDICIONES DE LA PLANTA MADRE
Las plantas-madre son necesarias sea cual sea el método de propagación que elijamos,
influyendo decisivamente en los resultados obtenidos su estado fisiológico y sanitario.
Básicamente, una planta en crecimiento activo y de aspecto saludable será más fácil de propagar
que una planta raquítica y de aspecto enfermizo. Por ello, la planta que va a ser objeto de
propagación debe estar cultivada en lugares y exposiciones adecuadas y deberá recibir un buen
abonado anual, un pinzado rápido y completo y mantenerse en estado sanitario adecuado, evitando
que sufra ataques de insectos, hongos u otros patógenos.
Si la planta madre se ve afectada por agentes patógenos, los trasmitirá a su descendencia
multiplicándose el problema y dificultando su tratamiento, e incluso en algunos casos se potenciará
el daño al tratarse de material delicado.
Por otra parte, dentro de una especie determinada existe una gran variabilidad de respuestas
a nivel del genotipo, así como en función del estado de maduración del individuo, que está
condicionado por su edad no sólo cronológica (ligada al llamado “cambio de fase”) sino también
fisiológica. Esta última depende del estado fisiológico de la planta, que está condicionado por una
serie de variables como la época del año, posición en la planta (topófisis), status hídrico de la planta,
metabolismo hormonal (especialmente auxínico), metabolismo de hidratos de carbono y de
nitrógeno, presencia de hojas y correlaciones nutricionales y de asimilados entre las distintas partes
de la planta y factores ambientales como irradiancia, temperatura y humedad.
La edad y el estado de desarrollo son decisivos e influyen en la capacidad de reproducción y
en concreto en la capacidad de rizogénesis (formación de raíces). Si la planta que queremos
propagar es vieja, es conveniente podarla, incluso varias veces, y recoger las estaquillas de los
crecimientos más jóvenes. De todos es conocido que una planta que se poda asiduamente tiene un
aspecto más juvenil y consecuentemente responderá mejor a los diferentes métodos de
propagación. De igual modo se evitará recoger el material de propagación de plantas en floración.
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soluciones desinfectantes varias veces al día, siendo especialmente cuidadoso al cambiar de
material vegetal.
En esta limpieza, además de estar incluidas todas las instalaciones y herramientas que se
utilizan, se incluye el material vegetal: todo este material se debe lavar en abundante agua y en caso
de sospechar la posibilidad de alguna plaga o enfermedad, aplicar el producto correspondiente.
Siempre es aconsejable tratar la planta madre con anterioridad a la recogida del material. Una vez
preparadas las estaquillas o los fragmentos que luego van a utilizarse en injertos, así como las
semillas, se pueden remojar durante unos minutos en un fungicida suave de los que figuran en el
anexo.
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favorables para la rizogénesis. Constituye un grupo muy numeroso, aunque con la introducción
de técnicas cada vez más avanzadas se va reduciendo el número de especies de este grupo.
La formación de raíces adventicias varía entre especies y cultivares; también con la edad y la
naturaleza del órgano, puediendo hablar de plantas que enraizan bien y de otras que enraizan mal o
que no lo hacen en absoluto. Entre las primeras, unas requieren ser dañadas para provocar su
enraizamiento, mientras que otras no lo necesitan, como sucede con algunas especies trepadoras o
que forman tallos postrados, rizomas o tubérculos. Otro grupo de plantas son las que poseen
primordios preformados cuando la planta está intacta; el desarrollo de estos primordios es lento,
pero se acelera cuando la planta se ve privada de sus raíces, lo que sucede en algunas leñosas
(incluso si la planta permanece intacta, los primordios pueden también permanecer inalterados
durante años). Otras plantas requieren para producir raíces adventicias, además, la aplicación de
reguladores de crecimiento.
Es muy frecuente la formación de un callo en la base de la estaquilla, circunstancia que se ve
favorecida por la aplicación de auxinas y que no siempre es signo de la posterior formación de las
raíces adventicias; incluso puede ser perjudicial, pues su desarrollo en exceso puede inhibir la
formación de raíces, y en todo caso puede acontecer que las raíces originadas en ellos no queden
bien conectadas vascularmente con el tallo y no sean realmente funcionales.
Se admite que los requerimientos para la iniciación de una nueva raíz están especialmente
influenciados por los estados genético y fisiológico de la planta, mientras que el alargamiento es
más sensible a los factores ambientales. Es necesario mantener un equilibrio entre los diferentes
factores que influyen en la fotosíntesis y respiración de la planta con el fin de que la estaquilla
privada de raíz se mantenga viva hasta que pueda alimentarse por el funcionamiento de sus nuevas
raíces. Por ello es básico controlar tanto el medio ambiente como el sustrato donde se van a colocar
las estacas.
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Estaquillas de raiz
La temperatura a que se encuentra la planta donante y la estaquilla influencian el
metabolismo del enraizamiento, pues influye en el transporte de sustancias que promueven y que
inhiben el proceso, en especial en el de carbohidratos. En general, las temperaturas altas favorecen
la iniciación de los primordios (al aumentar la respiración) mientras que su desarrollo se ve
favorecido posteriormente por temperaturas bajas. En condiciones medias son convenientes
temperaturas de alrededor de 20ºC, con una temperatura en el sustrato un poco más elevada que la
de la atmósfera que la rodea.
El medio debe estar húmedo, pero cuidando no pasar de un límite, ya que el exceso de
humedad del sustrato favorece la podredumbre de los tejidos, por lo que conviene ventilar
periódicamente. La humedad del aire debe ser alta, próxima al 100% para mantener los tejidos
hidratados y vivos hasta el enraizamiento completo.
El oxígeno es necesario para el crecimiento de las raíces, por lo que el sustrato debe ser
ligero y permeable. La iniciación del primordio está controlada
por la concentración de oxígeno, de ahí la importancia de que el
medio de enraizamiento facilite una adecuada difusión de aquel
elemento; sin embargo parece que los estados previos o de
desarrollo del primordio son menos sensibles a la concentración
de oxígeno que los posteriores de desarrollo de la raíz.
La nutrición de la planta donante o de la propia
estaquilla influyen en el proceso de enraizamiento. También la
inoculación del sustrato con hongos micorrizógenos puede
resultar eficaz, al favorecer la micorrización de las nuevas raíces
y, en consecuencia, su capacidad de absorción de nutrientes y
posterior crecimiento de la nueva planta.
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C.- Tratamiento en polvo.
D.- Tratamiento en pasta.
El aporte de los tratamientos auxínicos no es
siempre indispensable para lograr el enraizamiento de
los esquejes, puesto que en algunos casos el suministro
natural de AIA es suficiente; sin embargo suelen
utilizarse siempre por los efectos antes enumerados,
pues aun en el caso de las estacas que enraizan
fácilmente se logra acelerar y mejorar las raíces Estaquillas de pino
obtenidas.
La respuesta al tratamiento hormonal en un grupo de estacas de procedencia homogénea y
situadas bajo condiciones ambientales determinadas, va a ser función del tipo de hormona, de su
concentración y del método de aplicación. En cuanto a la concentración, existe un nivel mínimo por
debajo del cual no se obtiene respuesta rizogénica, un óptimo que provoca la máxima respuesta
rizogénica, y un valor tóxico por encima del cual la respuesta es indeseable. En algunos casos se
desarrolla un callo basal que es incompatible con un correcto enraizamiento.
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*Épocas de estaquillado
Es difícil generalizar sobre el momento exacto en que se deben realizar las estaquillas
debido principalmente a la diferencia en el desarrollo vegetativo en las distintas zonas geográficas y
entre las diferentes variedades; por ello debemos fijarnos en el aspecto de la madera para saber cuál
es el momento exacto para cortarla.
Normalmente, las estaquillas se preparan en dos épocas del año:
1.- Verano: durante el periodo de parada estival, utilizando madera de la brotación del año ya
agostada, cuando su color vira al castaño y comienza a tomar consistencia leñosa;
2.- Invierno: de Diciembre a Febrero, antes de la brotación y de la aparición de los capullos
de flor, cortando ramas maduras de coloración marrón.
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1.b.- ACODO
El acodo se funda en el mismo principio que el esqueje, es decir, en la facultad que
presentan todas las partes de un vegetal de emitir raíces bajo la influencia de un tratamiento
apropiado, convirtiéndose en un individuo independiente y exactamente igual a la planta madre. Es
un método que consiste en el enraizamiento de una o más ramas cuando aún están unidas a la planta
madre, de manera que una vez se produce el enraizamiento, se separa para convertirse en una nueva
planta que crece sobre sus propias raíces. El acodo sólo difiere del esqueje en que sigue recibiendo
las sustancias nutritivas de la planta madre durante el proceso de formación de las raíces. Esto tiene
una importancia fundamental, puesto que el tallo no queda reducido, bruscamente, a sus propias
fuerzas.
La rama acodada sigue recibiendo agua y nutrientes debido a que no se corta el tallo, y
además la incisión parcial que se realiza en las ramas retrasa el movimiento de la savia elaborada en
las hojas de la parte terminal de la rama, con lo que se produce una
acumulación de sustancias de reserva y hormonas en la zona
enterrada que es favorable al desarrollo de nuevas raíces. Esta es
una de las razones por lo que muchas plantas se propagan mejor
por este método que por estaquillado.
En cuanto a la elección de la rama, se puede realizar en
tallos o ramas leñosas de uno a dos años de edad. Las ramas más
viejas enraizan peor y más lentamente.
Los principales factores que favorecen el nacimiento de las
raíces son ausencia de luz y humedad del suelo, siendo elementos
secundarios las incisiones y heridas (que obligan a detener la savia)
Plantas obtenidas por acodo
y la aplicación de hormonas de enraizamento.
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.- Arqueado:
*.- simple
*.- chino o continuo
Tipos de acodo *.- compuesto o sierpe
*.- de punta
.- Aporcado o de Corte y Recalce
.- Aéreo
.- Trinchera
Debido al tiempo que tardan los acodos en producir raíces y también al número muy
limitado de acodos que se puede hacer de cada planta madre, este sistema de multiplicación sólo se
usa cuando los otros sistemas fallan. En todo caso el acodo tiene una gran ventaja: es un sistema
fácil, seguro, y el que exige menos cuidados para su éxito.
La época de acodado para árboles y arbustos al aire libre suele ser al iniciarse la vegetación,
en Marzo o Abril. El acodo en plantas de interior puede hacerse en todas las épocas del año.
*Acodo Arqueado:
Basado en el hecho de que en algunas plantas sus
ramas o brotes rastreros enraizan naturalmente,
consiste en curvar las ramas en el suelo de manera que
una vez que enraizan, se cortan.
Acodo a rquea do simple: Consiste en introducir la
rama doblada en un surco o tiesto a una profundidad
Arqueado simple
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Plantones
Acodo a rquea do chino o continuo: Con este método la rama se extiende horizontalmente a
todo lo largo, se tapa con tierra y se sujeta con horquillas. Suele realizarse a principios de Abril y
a medida que los distintos brotes se van desarrollando se cubren con tierra arenosa. Cuando los
brotes tienen 10 cm de altura, se cubren con 3 cm de tierra espesa que se va aumentando a
medida que van creciendo; el resto del brote se entutora. Cada brote enraizado da una nueva
planta, que se separa a los 8 meses, conservando cada planta la porción de tallo provista de raíces
que proceden del brote. Se aplica en forsythia, lonicera, etc.
Acodo a rquea do compuesto, serpentina o sierpe: Las plantas de tallos largos y muy
flexibles se prestan a este tipo de acodo. Las ramas se entierran y salen del terreno varias veces
en toda su longitud, manteniéndose sujetas las partes enterradas por medio de ganchos. Las
porciones enterradas enraizan y las otras brotan. Al final del otoño, se cortan y se trasplantan.
Acodo a rquea do de punta : En este tipo de acodo, el enraizamiento tiene lugar en la punta de
las ramas de la estación en curso, las cuales se doblan hacia el suelo. La punta de la rama
empieza a crecer en el suelo hacia abajo pero se curva para producir en el tallo una vuelta
pronunciada en donde se desarrollarán las raíces. Este método natural de propagación es
característico de la zarzamora rastrera, potos, etc.
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es preferible aporcar en varias veces, por ejemplo, cuando el brote tiene alrededor de 10 a 12 cm de
longitud, después hacia mediados de Junio y, por último, en la segunda quincena de Julio.
COR TE Y R ECALCE
Plantones
Las distancias entre los pies madres deben ser grandes para poder disponer de suficiente
espacio donde aporcar la tierra necesaria alrededor de la cepa, puesto que el caballón formado
puede alcanzar a final del verano hasta los 50 cm de altura. El enraizamiento está muy influenciado
por la humedad del suelo; por eso es preciso mantener a ese nivel un estado de humedad suficiente.
Después de la recolección, los acodos son seleccionados: los que están suficientemente
provistos de raíces se clasifican en categorías según su diámetro, mientras los más pequeños, de un
diámetro inferior a 5 mm, y los que están poco o nada enraizados, son repicados.
R EALIZACIÓN DEL ACODO ALTO
Anillado
o
Herida
varios meses
*Acodo de Trinchera
El acodo en trinchera consiste en cultivar una planta en posición horizontal en la base de
una trinchera o surco, cubriendo con tierra los brotes nuevos a medida que crecen de tal manera
que ahilen sus bases, de las que se originan las raíces. Se emplea en árboles frutales.
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*División de Mata
Los brotes de cepa y de raíz, por una parte, y los estolones, tubérculos, bulbos y rizomas,
constituyen también formas de propagación vegetativa.
La capacidad de formar brotes de cepa o de raíz va ligada a la especie y sigue pautas en cierto
modo similares a la ya descrita capacidad de enraizamiento. Unos y otros se originan a partir de
yemas adventicias, formadas por diferenciación de meristemos en la zona cambial en el caso de las
cepas, o pudiendo incluir también células del cortex y del floema en el de los brotes de raíz. Ambos
van vinculados a la acción de hormonas fitorreguladoras, cuya aplicación exógena resulta inductora
de su formación en algunos casos. Los brotes formados pueden presentar caracteres juveniles, lo
que les confiere cierta aptitud para el enraizamiento al ser separados de la planta madre. Algunos
Quercus y Populus pueden propagarse de esta forma.
Bulbos, rizomas y tubérculos son estructuras especializadas que gozan de la doble
condición de ser órganos de reserva y a su vez formas de reproducción agámica. Propios, aunque no
exclusivos de plantas vivaces, suelen presentar un letargo innato en el que entran cuando las
condiciones ambientales no favorecen el crecimiento de la planta, saliendo de aquel estado una vez
superadas aquellas. Una regulación hormonal rige su formación, su mantenimiento y la salida del
mismo: las citoquininas favorecen la formación de tubérculos y el ácido abscísico su dormición;
auxinas y etileno participan en el proceso de formación de los bulbos; giberelinas y auxinas lo hacen
en la formación y desarrollo de estolones. El régimen térmico y la longitud del día, con una posible
participación del fitocromo, están implicados en las respuestas.
Estos métodos de multiplicación son próximos al acodo, del que se diferencian únicamente
porque el enraizamiento de los fragmentos vegetales se produce espontáneamente, sin haber sido
provocado.
Las plantas que se multiplican por división de matas suelen ser plantas de constitución
herbácea con raíces abundantes y en forma de cabellera. Sólo excepcionalmente son arbustivas o
arbóreas.
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*.- Las divisiones o separaciones sólo se practican durante el reposo de las plantas, es decir,
de Noviembre a Marzo, aunque a veces se hacen poco antes del comienzo de la vegetación. Nunca
deben realizarse en el momento de los fríos intensos. Para las plantas de órganos subterráneos
carnosos la mejor época es el principio de la primavera. Y lo mismo para las plantas muy sensibles,
que podrían pudrirse si se dividieran en otoño.
*.- Los retoños se pueden separar de la madre tan pronto como tienen hojas
suficientemente desarrolladas con el aspecto de una planta completa. En este caso, si el retoño que
se separa tiene sus raíces propias no ofrece ningún peligro.
*.- Las plantas cespitosas (de raíces cortas y poco profundas) que se multiplican por
división se arrancan previamente, y fuera de la tierra se cortan en pequeños trozos las partes
subterráneas, cuidando de que todos tengan sus raíces. Conviene plantarlas lo antes posible, a fin
de evitar que las raíces se sequen.
*.- Hay otro tipo de plantas que se conocen con el nombre de estoloníferas: son las que
producen estolones o tallos alargados que descansan sobre la tierra y que producen raíces y yemas
desarrolladas en sus nudos. Ejemplo: fresas.
La multiplicación de estas plantas no ofrece ninguna dificultad: basta cortar los estolones y
separar así la nueva plantita de la planta madre.
OBSERVACIÓN
Aunque la división de mata sea el sistema de multiplicación más simple y más rápido para
algunas plantas, no conviene usarlo exclusivamente en algunos casos, pues si bien hay plantas que
no degeneran, otras, si sólo se multiplican vegetativamente de esta forma, ofrecen después de cierto
tiempo signos evidentes de depauperación. Por otro lado, por este método se propagan fácilmente
los virus y enfermedades a la descendencia, fenómeno que se observa generalmente en las
variedades ornamentales y hortícolas muy modificadas por el cultivo.
0pWRGRGHSURSDJDFLyQSULPHUDPHGLGDVDQLWDULDDWHQHUHQFXHQWD
El tamaño del explanto de partida es muy pequeño por lo que la técnica de propagación "in
vitro" ha sido denominada MICROPROPAGACIÓN. Precisamente por este motivo, el número de
plantas madre necesario para iniciar la propagación es mínimo, e incluso las plantas pueden ser
muy pequeñas y ser utilizadas sin limitación, pues de los pequeños fragmentos cortados se pueden
obtener rápidamente muchas plantitas. Desde entonces no se precisarán más plantas madres: las
"microestaquillas" obtenidas producen ellas mismas nuevas estaquillas genéticamente idénticas en
un fenómeno cíclico que se reproduce, en teoría, infinitamente. El ciclo de multiplicación del
vegetal es muy corto y el número de individuos que se pueden obtener en un tiempo dado es impre-
sionante.
Comparativamente, en los métodos tradicionales las plantas madres son cada vez más viejas
y los fragmentos obtenidos a partir de éstas tienen cada vez mayor dificultad para regenerar plantas
enteras (con brotes y raíces). Sin embargo, en el curso de la propagación "in vitro" se estimula la
revigorización e incluso el rejuvenecimiento del vegetal. Este "retroceso" al estado juvenil constitu-
ye generalmente una gran ventaja al favorecer la capacidad de propagación (especialmente la
rizogénesis). Precisamente, el éxito virtual del cultivo "in vitro" como método de propagación radica
en la posibilidad de multiplicar un vegetal sobre sí mismo de forma continua, mientras que en la
multiplicación tradicional cada planta madre da un número limitado de estaquillas en cada ciclo,
siendo además los ciclos más largos, ya que debemos esperar a que la planta crezca nuevamente
para poder ser propagada de nuevo.
La técnica de la micropropagación consiste en hacer crecer en condiciones de asepsia
(material vegetal desinfectado, material estéril, siembra en cámara de flujo laminar...), embriones,
semillas, órganos, tejidos, células o protoplastos, en medios nutritivos artificiales. Mediante
modificaciones sucesivas de los nutrientes y reguladores de crecimiento en el medio de cultivo o
variaciones en las condiciones ambientales (luz, temperatura, etc.) se puede inducir la formación
ESQUEMA DE LAS FASES DE LA PROPAGACIÓN VEGETATIVA
POR CULTIVO “IN VITRO”
FASE 0 FASE I FASE II FASE III
Pla nta selecciona da , Esta blecimiento Multiplica ción de Ala rga miento de los
creciendo en condiciones del brotes; crea ción de brotes con o sin
controla da s cultiv o a séptico ba ncos de inducción rizogénica
ma teria l v egeta l
á pice
y ema a xila r
Corte, desinfección y
siembra del expla nto
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Fase de alargamiento Plantitas obtenidas por cultivo “in vitro”
fluorescentes (normalmente de luz blanca fría) y un fotoperíodo controlado (generalmente 16 h.
luz y 8 h. oscuridad). Es aconsejable instalar sistemas de alarma que permitan detectar anomalías
que podrían afectar seriamente a los cultivos.
La aplicación más interesante de este método es la posibilidad de cultivar meristemos,
obteniéndose plantas libres de virus y otros patógenos conocidos.
Actualmente, el cultivo “in vitro” también se utiliza en programas de estudios de resistencia
a patógenos y de eficacia de productos fitosanitarios.
¿Cuá ndo utiliza r el cultiv o "in v itro"? Como se deduce de todo lo expuesto, y
especialmente durante los diez últimos años, el uso del cultivo "in vitro" de plantas superiores se ha
convertido en un instrumento importante para hibridadores, mejoradores y multiplicadores, en los
siguientes supuestos:
1.- Cuando los métodos existentes de multiplicación vegetativa "in vivo" sean demasiado lentos
y/o no rentables.
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1.d.- INJERTO
Se denomina injerto a la operación de unir íntimamente o insertar una parte de una planta
en otra, de manera que queden soldadas y se desarrollen juntas. La parte de la planta a que
corresponden las raíces se llama portainjerto o patrón, y el trozo de tallo de la variedad que dará
lugar a las ramas, injerto. En castellano tenemos una terminología pobre y poco adecuada para
definir todas las partes de que consta el árbol y las operaciones de injertar, lo que, frecuentemente,
da origen a confusiones.
La formación de cualquier tipo de injerto conlleva el concurso de dos o más porciones de
órganos que se ponen en contacto a través de dos superficies que, inicialmente, son dos heridas
causadas en aquellos, de modo que en los primeros momentos ocurren una serie de sucesos
celulares, que conducen al posible éxito o fracaso de la unión, consistente en esencia en una
reacción a las heridas provocadas. Sin embargo, el injerto no puede explicarse sólo en términos de
reacción a una herida con la subsiguiente producción de callo: la existencia de sistemas de
reconocimiento celular entre ambos participantes y los procesos de diferenciación vascular y
síntesis proteica que siguen a la adhesión evidencian la existencia de procesos más complejos.
La adhesión inicial entre ambos participantes es una reacción a la herida y se da tanto en
injertos compatibles como en los incompatibles, siendo promovida por la formación de sustancias
pectínicas en las células de la proximidad a la superficie de contacto. Tras dicha adhesión se induce
en ambas partes la división celular en la vecindad a la superficie de contacto, especialmente en
torno a los haces vasculares, en el cambium, en el cortex y en la epidermis, dando lugar a la
formación de callo, también considerada una respuesta a la herida. El callo ocupará el espacio entre
púa y patrón.
0pWRGRGHSURSDJDFLyQSULPHUDPHGLGDVDQLWDULDDWHQHUHQFXHQWD
que el caso contrario, de exceso de savia en el patrón, no siempre tiene efectos negativos.
La unión duradera o vitalicia del patrón y del injerto se produce si ambos son compatibles.
En ocasiones, esto sólo es posible para la misma especie; en otras, entre especies de igual género, y
en menos casos, entre géneros de una familia.
No es posible injertar arbustos de hoja perenne sobre otros de hoja caduca, puesto que en
invierno el letargo intenso del patrón traería consigo el colapso del injerto.
La operación de injertar puede hacerse en el vivero y en el almacén o taller. Sobre el terreno,
en el vivero, se injerta en los comienzos de la primavera y a finales del verano, mientras que los
injertos de taller son hechos en el invierno.
Los injertos han de sacarse de tallos de un año cuyas características morfológicas
correspondan al resto del árbol madre. En el caso de plantas de flor, no deben elegirse chupones
demasiado vigorosos como fuente de yemas para injertar.
Para realzar el injerto se necesita una navaja de filo curvo y sumamente afilado, dotada de
una uña para poder abrir la incisión que se haga en el portainjerto.
* Métodos de injerto
Los métodos de injerto son muy numerosos; hay descritos más de 100 tipos y modalidades
de ellos. Respecto a la forma y modalidad de ejecución de los injertos se pueden agrupar en tres
categorías: injertos de aproximación, injertos de púa e injertos de yema. De todos ellos únicamente
el de aproximación se produce de manera espontánea en la naturaleza cuando dos ramas se
enzarzan, rozan y terminan por soldarse.
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* Injerto de yema
Probablemente sea uno de los métodos más utilizados,
sobre todo en viveros de producción de frutales por su facilidad,
economía y rapidez de ejecución y por el elevado porcentaje de
éxito obtenido. Permite injertar patrones jóvenes y requiere para
cada nuevo árbol muy poco material de injerto ya que se usa una
sola yema.
Se debe realizar cuando el portainjerto tiene movimiento
de savia y la corteza se separa fácilmente de la madera. La época
más apropiada depende de la especie, variedad y zona de cultivo,
pero en general comienza en primavera con el movimiento de
savia (en ese caso se denominan de "ojo v iv o o v ela ndo o en
v egeta ción") y termina en la primera quincena de Septiembre,
en cuyo caso se denomina de "ojo durmiente o la tente".
En el primer caso, apenas se fusiona el injerto, la yema
brota y vegeta todo el verano. En el segundo, el injerto se suelda
pero la yema no brota hasta la primavera siguiente.
Para realizar este tipo de injerto se debe coger la yema de
ramas aparecidas en el año en curso, en el mismo momento del
injerto.
* Escudete o "T": es el tipo de injerto de yema más comúnmente
empleado por los viveristas; se realiza durante el verano.
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Para extraer la yema se suprime la hoja en cuya axila se haya, dejando unos milímetros de
peciolo. Se practica una incisión transversal a 1'5 cm o algo menos por encima de la yema; a
continuación, y a partir de una distancia similar por debajo de ella se hace descender la hoja de la
navaja poco a poco bajo la corteza, de tal manera que el corte sea limpio, hasta alcanzar la incisión
transversal antes efectuada. Bajo la corteza habrá adherido un trozo de madera o "albura", que se
debe arrancar cuidadosamente con los dedos sin tocar la ligera protuberancia que se encuentra
bajo la yema.
Una vez obtenido el escudete, se hace inmediatamente una incisión en "T" en un entrenudo
del patrón, procurando que los cortes alcancen la corteza pero no la madera. Se levantan los bordes
laterales de la herida vertical mediante la uña de la navaja y se introduce la yema por la parte
superior. Una vez que el extremo superior del escudete se encuentra a la altura del corte horizontal
de la "T" y ambas cortezas están en contacto, se atan con plástico, dejando libre la yema. Cuando
ésta comienza a brotar, se elimina la atadura.
Preparación
de la yema
En condiciones normales, el prendimiento tiene lugar en unos 15-30 días. Una vez brotada
la yema, el tallo del patrón se corta, dejando una porción para que sirva de tutor al brote de la yema
injertada. Más tarde, se corta a ras de la rama crecida a que dió lugar el escudete.
Variedad a propagar
E liminación o s e paración de la
corteza dejando libre un fragmento de
duramen del tamaño del canutillo
Preparación preparado con la variedad a propagar
del canutillo
con la yema
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que no se mueva.
meridionales. Se practica en la segunda
R ealización del injert o a la mallorquina
mitad del verano o en otoño sobre los
sarmientos del año o sobre barbados,
extirpando, con un corte particular, un
pedazo de corteza con una capa de leño.
En la cavidad formada se inserta la yema,
que lleva una pequeña porción de leño del
sarmiento del que procede; luego se liga
estrechamente para asegurar una buena
adherencia. La yema brotará en la
primavera siguiente. En algunos casos
Preparación
(kiwi) el injerto se realiza en verano y la de la púa
yema brota en la misma estación.
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* Injerto de aproximación
Se denominan de este modo todos los injertos en que ambas partes (injerto y patrón) están
unidas a pies enraizados de manera que únicamente se separa el injerto de la planta madre cuando
se ha verificado la soldadura. Por lo general, se practica con una o las dos plantas cultivadas en
maceta. En ocasiones se emplea este método colocando plantas procedentes de semilla, cultivadas
en maceta, junto a una planta adulta que va a proporcionar la púa de la variedad que queremos
reproducir.
Se pueden distinguir, entre otros, los siguientes:
*Injerto de a proxima ción simple, también denominado injerto de costado por yuxtaposición
Se realiza aproximando y ligando entre sí dos ramos de los que se ha eliminado una sección
varios
meses
Patrón
Injerto
semejante de corteza hasta la zona del cambium que queda al aire. Se utiliza normalmente este tipo
de injerto cuando los dos ramos a soldar son de diámetros similares.
* Injerto por a proxima ción a la inglesa : es una variante del injerto por aproximación simple en
que se amplía la superficie a poner en contacto. De igual modo, se realizan los cortes separando las
secciones de corteza hasta el cambium en ambas partes, pero en cada una de ellas se practica una
muesca inclinada en la zona en que se ha separado la corteza, hacia abajo en el patrón a 1/3 del
extremo y hacia arriba en la púa a 2/3 del mismo extremo, formando en cada miembro una pequeña
lengua. Se entrelazan ambas lengüetas y se ata, siempre manteniendo en contacto las zonas del
cambium de ambas partes.
Injerto
Patrón
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* Injerto de púa
Se denominan de este modo todas aquellas asociaciones
en que el injerto está constituido por una porción de ramo
provisto de una o varias yemas.
Son injertos muy difundidos. Se pueden practicar en
primavera, cuando los patrones están finalizando el reposo o
comenzando a mover su savia, o también en otoño; si se desea
injertar en primavera es necesario preparar las púas durante el
invierno y conservarlas adecuadamente hasta el momento de
usarlas, disponiéndolas entre capas de arena, en un lugar fresco o
bien en frigorífico a 4-5ºC de temperatura. Si se injerta en otoño
se utilizan brotes maduros del año, cortados inmediatamente
antes de injertar, a los que se les quitan la hojas. Siempre es
aconsejable que el patrón se encuentre en vegetación más
avanzada que el injerto.
Los injertos con púa y, en particular los de hendidura, se
practican a menudo en la cabeza del sujeto (patrón), que se
secciona transversalmente a una altura variable del suelo. No obstante, también es posible practicar
injertos terminales, es decir, localizados en el ápice del sujeto, cuando se emplean sujeto y objeto
del mismo diámetro. En los injertos laterales el portainjerto se corta solamente en parte, a un lado
del tronco y la inserción del objeto se realiza en dicha posición.
Entre los injertos de púa se distinguen los siguientes tipos:
*Injerto de ca cha do o hendidura : incluye todos aquellos en que la púa biselada se introduce en
una hendidura practicada en el patrón de modo que afecte a corteza y leño. Los tipos más utilizados
de injerto de hendidura son:
A) Injerto de hendidura simple, en el que la púa biselada por dos caras se inserta en la
hendidura diametral practicada en el patrón descabezado.
Para realizar el injerto de hendidura común con una púa, se secciona con un corte horizontal
el portainjerto a la altura deseada, de manera que la superficie del corte resulte perfectamente lisa.
Con un cuchillo de injertar, se raja el sujeto longitudinalmente según un radio o un diámetro, en 3-4
cm. de profundidad; la raja se mantiene abierta hasta el momento de insertar la púa introduciendo
la hoja de un cuchillo o una cuña de madera.
La púa, que ha de tener un diámetro proporcionado a las dimensiones del portainjerto, se
prepara practicándole dos cortes convergentes hacia abajo y ligeramente inclinados pero
transversalmente, de modo que asuma la forma de una cuña con las paredes laterales convergentes.
Los dos cantos de la cuña, uno más grueso que el otro, estarán provistos de corteza. Una vez
preparada de este modo la púa, se inserta en la hendidura del portainjerto y, para establecer con
certeza el contacto entre los cambiums de ambas partes del injerto, se ata y se aplica mastic
cubriendo bien todo el injerto.
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Injert o de hendidura con dos púas Injert o de hendidura
a caballo
coincidir
cambium
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el extremo superior hacia abajo; la púa, que se habrá preparado cortando su extremo inferior en
cuña, se hace penetrar en la incisión, haciendo coincidir ambos cambium. Finalmente se ata,
fortaleciendo la unión. El injerto a caballo es básicamente igual al precedente, pero las partes están
invertidas: se da forma de cuña al portainjerto y se le superpone la púa, en la que se habrá practicado
una hendidura diametral hacia arriba, siempre haciendo coincidir ambos cambium.
B) injerto de cachado lateral o costado en donde el patrón no se descabeza sino que
únicamente se raja en un lateral de manera inclinada, levantando así una lengüeta que constituirá la
Patrón
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de forma que se obtenga una perfecta adhesión de las partes. Por efecto del ensamblado de ambas
lengüetas, en este tipo de injerto no es necesario utilizar ligaduras.
*Injerto de incrusta ción: el injerto por incrustación presenta la ventaja de que se evitan las
peligrosas rajas radiales o diametrales propias de los injertos de hendidura. Reúne todos los tipos
de injerto en que se suprime una porción de madera con corteza que da lugar a una cavidad en la que
se encajará una púa anteriormente
preparada. Se aplica tanto en plantas
Injert o en t riángulo
de vivero como en adultas. El método
más conocido es el injerto de
triá ngulo: se practica extirpando del
portainjerto una porción de corteza y
tronco que tenga forma de pirámide
de sección triangular; en el hueco
creado se inserta la púa que ha sido
recortada en su parte inferior con la
forma complementaria a la
Injerto
excavación producida en el patrón. Se o púa
ata y aplica mastic.
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* Injerto de corona
Incluye a todos los injertos en que la púa se encaja
entre la corteza y el leño del patrón. Se suele emplear para
reinjertar y rejuvenecer plantas adultas o en plantas
jóvenes cuando la diferencia entre el diámetro del patrón y
la púa es muy grande. Es un tipo de injerto que no se
utiliza en vivero sino en plantas ya establecidas y en
crecimiento.
Se efectúa generalmente en primavera, cuando la
planta que se va a injertar rebosa savia y la corteza resulta fácil de separar, permitiendo la colocación
(según el diámetro del patrón) de una o más púas entre el leño y la corteza del patrón separando
únicamente esta última.
* Preparación del patrón: si el portainjerto es joven (2-3 años), el punto de injerto debe ser cercano
al suelo; si por el contrario se va a reijnjertar una planta adulta, el punto de injerto dependerá de los
deseos del cultivador acerca de como reconstruir el árbol, teniendo en cuenta que su formación
será más rápida cuanto más alto injerte. En todos los casos la planta debe ser vigorosa y la corteza
estar fresca y elástica, por lo que es importante realizar un buen riego y abonado nitrogenado el año
anterior.
El punto de injerto debe hacerse según un corte horizontal y limpio; a continuación,
utilizando la navaja, se hacen unas incisiones verticales en la corteza desde el corte del patrón hacia
abajo pero sin penetrar en la madera, separando la corteza con la ayuda de una herramienta para
poder introducir la púa. En otros casos no son necesarios cortes longitudinales: agarrando el patrón
con las manos entre los dos pulgares se fuerza la separación de la corteza.
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Si el patrón tiene entre 25 y 30 mm basta con colocar una púa, pero si es de mayor diámetro se
pueden colocar hasta 4 o 5 en todo el círculo del corte a distancias regulares.
* Preparación de la púa: las púas, que deben ser leñosas, se recogen en invierno (enero-febrero) y se
conservan en nevera hasta su preparación. La púa se prepara cortándola en su parte inferior en bisel
largo y fino: la parte superior se corta ligeramente inclinada. En ocasiones el bisel inferior se
modifica y en su parte superior se hace un corte perpendicular a la púa, de manera que forme una
superficie plana que descansará en el borde del patrón sobre el duramen.
Con la ayuda de una herramienta adecuada se separa en el portainjerto la corteza de la
madera y en la apertura así formada se inserta el extremo de la púa cortada oblicuamente, con la
separación
de la corteza
con las manos
separación
de la corteza
Preparación por corte
de la púa longitudinal
(extremo inferior
en bisel) Preparación del patrón Colocación de la púa Aplicación de
(separación de la corteza) entre corteza y duramen mastic protector
sección del corte vuelta hacia el leño; después, se ata la corteza con rafia o mimbre. Si se considera
las notables secciones de corte que se pueden verificar en este tipo de injerto, se comprende que es
indispensable el empleo de mastic.
El injerto de corona mejorado es Injert o de corona con escot adura
idéntico al anterior, pero se suprime la
corteza de la púa para mejorar la unión de
ambas zonas de cambium y mejorar la
unión.
Preparación
de la púa
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Cuando existen ramas del mismo árbol situadas debajo de la herida, los rebrotes se cortan
oblicuamente en su extremo superior, se introducen debajo de la corteza del árbol en cortes
realizados en forma de “T” por encima de la herida, y se atan sólidamente.
sanas, se produce la interrupción parcial o total de la circulación de los jugos nutritivos del árbol y,
en consecuencia, muere la parte de la planta por encima del nivel de la zona enferma. Se puede
conseguir que la circulación de savia se reactive recurriendo al injerto con púas, que se dispondrán
de modo que formen un puente que, pasando por encima de la región dañada, unan entre sí las
zonas sanas. Previamente a la ejecución del injerto se limpiará y saneará la herida como se explicó
en el capítulo de poda.
Cuando existan ramas del propio árbol, de longitud y grosor adecuado, situadas por debajo
de la zona dañada, se realizará el injerto de arco. Para ello se eligen una o varias ramillas (según el
tamaño de la herida) situadas debajo de la zona herida; se cortan del tamaño necesario, se biselan
sus extremos superiores y se encajan bajo la corteza por encima de la zona dañada. Para poder
insertarlas, en cada punto de injerto se practica en el tronco una incisión en forma de "T" y en la
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hendidura creada, levantando los dos bordes de la corteza a lo largo del asta de la "T", se inserta el
extremo de la ramita. Finalmente se ata hasta la unión total de los injertos.
Cuando no existan ramas del propio árbol adecuadamente colocadas, se podrá realizar el
injerto denominado de puente. Para ello se cortan del mismo árbol, u otro de la misma especie, una
o varias ramas de grosor y longitud proporcionados a las dimensiones de la parte enferma, se
cortan en bisel sus extremos y se insertan y por debajo de la corteza en hendiduras en “T”
preparadas en el tronco por encima y debajo de la herida. A continuación se atan para fijar bien las
ramas al tronco y se espera hasta su soldadura total. Las púas deben ser obtenidas previamente, es
decir, en el mes de Febrero y conservadas en un lugar fresco hasta el momento de su utilización .
Cuando existen ramas del mismo árbol situadas debajo de la herida, los rebrotes se cortan
oblicuamente en su extremo superior, introducen debajo de la corteza del árbol en cortes
realizados en forma de “T” por encima de la herida, y se atan sólidamente.
La época más oportuna para la ejecución de estos tipos de injerto es el mes de Abril o
Mayo.
Injerto de rev igoriza ción o de a punta la miento
Cuando la herida está situada en la base del árbol, estos injertos se denominan de
vigorización y, de la misma manera pueden ser realizados de arco (cuando existen rebrotes basales
del mismo árbol) o de puente, cuando estos rebrotes no existen. En este último caso, se planta
alrededor del tronco un número adecuado, según la amplitud de la herida, de portainjertos jóvenes
que, cuando alcanzan el tamaño apropiado, se injertan de igual modo que se explicó anteriormente.
Cuando no existen brotes basales del mismo árbol, en otoño se planta cerca del
tronco 2-3 portainjertos adecuados a la especie del árbol dañado. El extremo
superior de cada portainjerto se corta en bisel y se introduce debajo de la corteza del árbol en
cortes en “T” efectuados por encima de la herida .
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El Sobreinjerto
También denominado injerto intermedio o doble injerto, es utilizado para salvar
determinadas incompatibilidades patrón-injerto. La técnica tradicional efectúa este injerto en dos
campañas sucesivas, injertando un año el intermediario sobre el patrón y, generalmente al año
siguiente, la variedad deseada sobre el intermediario. Con el objeto de acelerar esta operación se
han propuesto diferentes modelos para realizar los dos injertos en la misma campaña.
Un árbol sobreinjertado, de ordinario tiene tres partes que son diferentes en su
composición genética: el patrón, el patrón intermedio y la púa o injerto que forma la copa fructífera.
Un árbol de esta naturaleza tiene dos uniones de injerto: una entre el patrón y el patrón intermedio y
otra entre el patrón intermedio y la púa.
Es muy utilizado en fruticultura y ornamentales cuando existen incompatibilidades entre
patrón y púa y cuando existe una desigualdad en vigor y desarrollo entre patrón e injerto. Siempre
debe tener más vigor el patrón que el injerto y la porción de injerto intermedia, más vigor que la púa
de la variedad deseada.
2.- La soldadura resulta fácil si al practicar el injerto de yema o escudete se disfruta
de una temperatura mínima de 20ºC y las corrientes de savia circulan con fluidez.
3.- Los cortes en la madera o corteza deben ser realizados con instrumentos afilados,
para que las heridas, después de aplicar el injerto y una vez atado éste fuertemente al patrón,
queden perfectamente ajustadas.
4.- Cada sistema de injerto debe realizarse en la época oportuna: los de púa, corona,
inglés, y similares, a finales de invierno; los de yema o escudete, a ojo velando, entre Abril y Mayo, y a
ojo durmiente, en Agosto y Septiembre.
5.- En los injertos de púa, éste debe llevar un retraso vegetativo respecto al patrón de
unos días, ya que en caso contrario el injerto no podría recibir el alimento para su desarrollo.
6.- En todos los sistemas hay que respetar la polaridad del injerto para que pueda
soldarse de manera total.
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2.- En los injertos de yema o escudete practicados a ojo durmiente, deben cortarse las
ligaduras a los 15 días, y desmochar el patrón a finales del invierno, pocos días antes de entrar el
árbol en vegetación.
3.- Durante el desarrollo de los planteles debe eliminarse cualquier brotación
adventicia emitida por el portainjerto.
4.- En pleno desarrollo del injerto y según la especie y método de cultivo, suele
desmocharse el tallo a una altura determinada para provocar una más abundante brotación. En otros
casos, de interesar que el futuro árbol adquiera cierta altura, es preciso eliminar toda brotación
anticipada o lateral para fomentar su desarrollo.
5.- La lucha contra las invasiones parasitarias y el ataque de insectos debe ser
constante e ininterrumpida.
6.- Deben efectuarse los riegos que hagan falta y sin exceso, aplicando a partir del
mes de Junio los fertilizantes nitrogenados para activar su desarrollo.
7.- Mantener el vivero limpio de hierbas adventicias, puesto que entorpecen la
circulación del aire y fomentan las invasiones parasitarias.
%LEOLRJUDItD
%LEOLRJUDItD
Anexo
2ª edición (2003)
Anexo
3
CONTROL DE LOS PROBLEMAS DE LA PROPAGACIÓN
- Medidas de tipo preventivo:
- utilizar semillas certificadas;
- elección de plantas madres sanas;
- desinfección de estanques de riego;
- utilización de sustrato desinfectado;
- desinfección del terreno;
- eliminación de residuos vegetales y plantas enfermas;
- rotación de semilleros;
- evitar semilleros muy densos;
- elección de sustratos permeables y con buen drenaje;
- desinfección de recipientes.
3
Anexo
PRODUCTOS CICATRIZANTES
3
PRODUCTOS FÚNGICOS PROFILÁCTICOS
3
Anexo
3
DE GALICIA
EXCMA. DEPUTACION
DE PONTEVEDRA