T.P N°1-Toledo, Carolina Andrea

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TRABAJO PRACTICO N°1

La iluminación en el puesto de trabajo

La luz permite que las personas recibamos gran parte de la información que nos
relaciona con el entorno exterior a través de la vista, por lo que el proceso de ver se convierte
en fundamental para la actividad humana y queda unido a la necesidad de disponer de una
buena iluminación. Por extensión, en el ámbito laboral es indispensable la existencia de una
iluminación correcta que permita ver sin dificultades las tareas que se realizan en el propio
puesto de trabajo o en otros lugares de la empresa (almacén, garaje, laboratorio, despachos,
etcétera), así como transitar sin peligro por las zonas de paso, las vías de circulación, las
escaleras o los pasillos.

Es evidente que una iluminación deficiente puede aumentar la posibilidad de que las
personas cometan errores trabajando y de que se produzcan accidentes. Del mismo modo, una
mala iluminación puede provocar la aparición de fatiga visual, con los pertinentes perjuicios
que esto representa para la salud de las personas: problemas en los ojos (sequedad, picor o
escozor) dolor de cabeza, cansancio, irritabilidad, mal humor, etc. En consecuencia, un análisis
ergonómico y de seguridad de un lugar de trabajo siempre debe tener en cuenta que el nivel
de iluminación sea el idóneo, la iluminación correcta es la que permite distinguir las formas,
los colores, los objetos en movimientos y apreciar los relieves, y que todo ello, además, se
haga fácilmente y sin fatiga, es decir, que asegure el confort visual permanentemente.

CASO PRÁCTICO

María es una joven enamorada de las Artes Gráficas. Por razones familiares, ha vivido
esta profesión muy de cerca y ha crecido entendiendo la importancia del color y el valor del
papel impreso. Por ello, no dudó en encaminar su futuro hacia esa dirección y cursó
brillantemente el Grado Superior de Producción en industrias de Artes Gráficas. La chica
trabaja desde hace unos meses en una pequeña empresa dedicada a la elaboración de
material impreso, que está situada en el semisótano de un edificio antiguo de la ciudad.
Cuando María vio por primera vez el taller, se llevó una gran decepción puesto que no era, ni
de lejos, lo que ella había imaginado: el local era de reducidas dimensiones y disponía de una
sola ventana que daba al exterior; el techo y las paredes conservaban un color oscuro propio
de tiempos pasados y, en general, el ambiente respondía a una iluminación pobre y mortecina.
La visión del escenario del que iba a ser su primer empleo provocó en la joven una extraña
sensación (como de tristeza); sin embargo, rápidamente, aceptó la realidad y se dispuso a
aprender cuanto pudiera.

Desde el comienzo de su contrato, María trabaja como ayudante de Jesús, un hombre


de 48 años de carácter afable y parlanchín, que es el responsable de la máquina de color.

María está contenta con el puesto asignado porque Jesús sabe explicar muy bien cómo debe
hacerse el trabajo, aunque, al mismo tiempo, también es muy exigente en la calidad: no le
gustan nada las chapuzas.

En estos momentos, María está observando como Jesús retira una muestra de papel
impresa de los rodillos de la máquina offset y, con ella entre las manos, se dirige hacia una
mesa cercana que está colocada, de frente, bajo la ventana y arrimada a la pared. Se detiene al
borde de la mesa, junto a un flexo (lámpara con el brazo flexible que permite concentrar la luz
en un espacio determinado) instalado en su parte izquierda. Sin embargo, Jesús pone la hoja
de papel bajo la luz que entra por la ventana y después la mira detenidamente. Al cabo de
unos segundos, hace una mueca rara con la cara y deja el papel sobre la mesa. Mascullando
unas palabras que María no entiende, Jesús se refriega varias veces los párpados con los
dedos; después, saca un pañuelo del bolsillo y lo pasa sobre sus ojos con el fin de secar las
lágrimas que ha derramado. Tras todas estas operaciones, Jesús se coloca las gafas que lleva
colgadas del cuello, mira de nuevo la muestra impresa y, tras un gesto de aprobación, regresa
hacia la máquina. De camino percibe la cara de curiosidad de María y le explica lo siguiente:

 Jesús: Hace más de un año que tengo problemas con la vista. Con frecuencia, durante el
trabajo, me arden los ojos y lagrimeo sin querer. Además, el asunto de la vista cansada se
me ha disparado y ya no puedo pasar sin esta porquería de gafas; encima, raro es el día
que no salgo del trabajo con dolor de cabeza.
 María: ¿Esto no tendrá que ver con la luz tan empobrecida que hay en el taller?
 Jesús: Lo más seguro, pero como siempre ha estado así, y el trabajo funciona, no hay
manera de que le den importancia. Lo que sí está claro es que la faena se me complica
cada día más por culpa de la vista y no está bien tanta despreocupación. Sin ir más lejos, el
flexo de luz de la mesa lleva más de un mes estropeado y para comprobar las muestras de
impresión por la tarde, cuando ya no hay luz natural, tengo que ir hasta el fondo del taller
en busca de los dos fluorescentes que están cerca de la guillotina porque los que hay sobre
la máquina no me sirven para nada. ¿Tú crees que esto está bien?
 María: Mmmm… ¡Pues no!

Actividades

1. A partir de la lectura del Caso Práctico, elaborar un listado con al menos 4 factores de
riesgo que identifican en el Caso Práctico y que pueden favorecer los problemas de la
vista que tiene Jesús.

Los factores de riesgo que pueden favorecer los problemas de la vista para Jesús son:

 Disponer de más luminaria (lámparas) tal forma que proporcionen una buena
iluminación en el área de trabajo y aquellos puntos que lo requieran.
 Disminuir el tiempo de exposición a la radiación ultravioleta y láser.
 Utilizar gafas y/o pantallas para proteger los ojos y la cara de los trabajadores de la
radiación que emiten los equipos, maquinas, etc.
 Evitar el contacto con sustancias ácidas o productos químicos que pueden afectar la
integridad física de los trabajadores.

2. Estudiar detalladamente el Caso Práctico y plantear un listado de cambios que


implantarían en el taller, con el fin de mejorar la iluminación, teniendo en cuenta los
riesgos detectados.

Los cambios que implementarían en el taller para mejorar la iluminación son:

 Si disponen de poca iluminación natural, es necesario pintar con colores claros las
áreas de trabajo requeridas para resaltar la iluminación; y reforzar colocando la
iluminación artificial adecuada.
 Aprovechar la luz natural y reacondicionar la infraestructura del Taller colocando más
ventanas (no cubrir con cortinas o persianas) para así mejorar la iluminación.
 Colocar bien los puntos de luz en las áreas de trabajo que más se requiere para que
estén uniformemente iluminados.
 Utilizar luz neutra de acuerdo a la ubicación del puesto de trabajo dependiendo si
cuenta o no con luz natural.
 Consultar con un experto (electricista) para aumentar y mejorar la iluminación de la
infraestructura del Taller de Artes Gráficas.

3. Explicar sus experiencias personales con respecto a la iluminación: si trabajan con luz
natural o no, cómo es el color de las paredes, techo y materiales del lugar de trabajo,
qué tipo de iluminación artificial utilizan, si han sufrido algún problema de salud
relacionado con la vista, etcétera.

Las experiencias personales con respecto a la iluminación son:

LUGAR DE TRABAJO: En la Escuela de Educación Primaria (E.E.P N° 137 “Carlos Víctor Lotero”)
de la localidad de Campo Largo, Chaco donde me desempeño como Docente de Grado en
situación de Revista: Suplente.

CARACTERISTICAS DEL AULA DE CLASES:

El aula de clases dispone de mesas y sillas en filas, orientadas hacia el frente para que los
alumnos puedan observar a la docente, como así también el escritorio y la silla para la
docente.

El Pizarrón está pintado de color negro para que la docente escriba con tiza blanca u otros
colores para que todos los alumnos sin importar la distancia a la que se encuentren de la
misma puedan apreciar lo allí escrito o dibujado.

Las paredes del aula de clases están pintadas con color blanco, y disponen de carteles hechos
por los mismos alumnos e incluso por la docente. Además, en una de las paredes se disponen
de 2 ventanas con parasol; y en otra de las paredes se dispone de 1 puerta, como así también,
de 1 estante en el que se guardan libros y materiales escolares.

El techo de chapas de zinc está recubierto en la parte interior con durlock y pintado de color
beige. Además, en el techo se dispuso de 4 puntos de luz que se encuentran a una distancia
considerable que permiten una uniforme iluminación.

ILUMINACIÓN EN EL LUGAR DE TRABAJO:


La iluminación artificial en el aula de clases es apropiada, pero en caso de que se genera un
corte de energía, se dispone de poca iluminación que dificulta o impide que los alumnos se
concentren e incluso puede generar fatiga o molestias en la visión de los mismos.

TIPO DE ILUMINACIÓN: En el aula de clases se dispone de 4 puntos de iluminación artificial, y a


través de 2 ventanas que se encuentran en la misma se dispone de luz natural.

PROBLEMA DE SALUD: En mi lugar de trabajo no sufrí problemas relacionado con la vista, pero
durante el momento en que elaboro las planificaciones áulicas, cuando preparo los materiales
didácticos para el desarrollo diario de las clases o mientras resuelvo trabajos prácticos,
parciales, entre otros para el cursado de la Tecnicatura en Higiene y Seguridad; y el
Profesorado de Educación Secundaria en Derecho, como así también, en el momento que
utilizo los dispositivos digitales tales como la computadora, el celular, etc. En consecuencia,
debido a la utilización de los recursos anteriormente detallados, hace más de dos meses
empecé con problemas en la vista durante la jornada laboral o en mi hogar, ya que con
frecuencia tenia ardor en los ojos, lagrimeo, palpitación ocular, fatiga visual, dolor de cabeza, y
a raíz de dichos problemas realice una consulta al oftalmólogo, el cual me receto unas gotas y
corrector visual (anteojos) para mirar la visión.

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