Fe y Crisis de Fe
Fe y Crisis de Fe
Fe y Crisis de Fe
Tema: El encuentro con Jesús provoca una crisis de fe que nos lleva al reconocimiento
de nuestro pecado y nos compromete con la proclamación del Reino de Dios.
Área: Evangelización
Diseño: Expositivo
Lógica: Deductivo
Introducción
Los seres humanos vivimos entre la fe y la crisis de fe. Si bien en algunos momentos
sentimos una fe plena en Dios, en otros momentos dudamos hasta de su existencia.
Sin embargo, esta realidad no debe alarmarnos. No se puede tener fe verdadera sin
pasar por la crisis de fe.
Puntos a desarrollar
a. En la historia que hoy nos ocupa, vemos como Jesús pasa casi inadvertido para
Pedro y sus compañeros de trabajo. Jesús acostumbra llegar a nuestras vidas así, sin
que nos demos cuenta.
b. Jesús le pide a Pedro que le preste una barca para predicar desde ella. Pedro no
esperaba dicha petición. Jesús acostumbra confrontarnos así, invadiendo nuestro
terreno y cuestionando nuestros valores.
c. Después de predicar desde la barca, Jesús confronta a Pedro una vez más y le
ordena que vuelva a pescar. Pedro, quien había estado pescando toda la noche, sabía
que no se acostumbraba pescar durante el día. Jesús acostumbra desafiarnos así,
poniendo un gran signo de interrogación sobre nuestra vida y haciéndonos dudar de
nuestra situación existencial. Jesús plantea la posibilidad de una nueva realidad.
c. Es esa confrontación con la voluntad de Dios lo que nos convence de nuestro propio
pecado. Somos personas pecadoras porque sobreestimamos nuestras propias
habilidades, posibilidades y talentos.
a. Reconocer nuestro pecado es difícil, pues nos llena de temor. Notemos el temor de
Pedro cuando ve la pesca milagrosa. Pedro, sintiendo plenamente su pecado, le pide al
milagroso Jesús que se aparte de él.
c. Dios desea que acatemos su voluntad, aunque tengamos que dejar atrás aquellas
cosas que, aunque amadas, pueden apartarnos de la fe.
Conclusión
Dios nos invita, pues, a aceptar el mensaje salvífico del evangelio de Jesucristo. Jesús
nos invita a aceptar el mensaje del Evangelio y a convertirnos en pescadores ya no de
peces, sino de personas que necesiten conocer a Dios.