Mitosis
Mitosis
La mitosis es un tipo de división celular en el cual una célula (la madre) se divide para producir dos
nuevas células (las hijas) que son genéticamente idénticas entre sí. En el contexto del ciclo celular,
la mitosis es la parte donde el ADN del núcleo de la célula se divide en dos grupos iguales de
cromosomas.
La gran mayoría de las divisiones celulares que suceden en tu cuerpo implica mitosis. Durante el
desarrollo y el crecimiento, la mitosis llena el cuerpo de un organismo con células, y durante la
vida de un organismo, sustituye células viejas y gastadas con células nuevas. Para los organismos
eucariontes de una sola célula, como la levadura, las divisiones mitóticas en realidad son una
forma de reproducción que agrega nuevos individuos a la población.
En todos estos casos, la “meta” de la mitosis es asegurarse de que cada célula hija obtenga un
juego completo y perfecto de cromosomas. Las células con demasiados cromosomas o
cromosomas insuficientes generalmente no funcionan bien: tal vez sean incapaces de sobrevivir o
incluso causen cáncer. Así, cuando las células experimentan mitosis, no dividen su ADN al azar y lo
echan en montones para las dos células hijas. Al contrario, reparten sus cromosomas duplicados
en una serie de pasos cuidadosamente organizada.
Fases de la mitosis
La mitosis consiste en cuatro fases básicas: profase, metafase, anafase y telofase. Algunos libros
de textos mencionan cinco porque separan la profase en una fase temprana (llamada profase) y
una fase tardía (llamada prometafase). Estas fases ocurren en orden estrictamente secuencial y la
citocinesis —el proceso de dividir el contenido de la célula para hacer dos nuevas células—
comienza en la anafase o telofase.
Anatomía del huso mitótico. Diagrama que indica los microtúbulos del cinetocoro (unidos a los
cinetocoros) y el áster. El áster es una formación de microtúbulos que irradia desde el centrosoma
hacia el borde de la célula. El diagrama también indica la región centromérica de un cromosoma,
la “cintura” estrecha donde las dos cromátidas hermanas están conectadas con más fuerza y el
cinetocoro, una sección de proteínas localizada en el centrómero.
Los microtúbulos puede unirse a los cromosomas en el cinetocoro, una sección de proteína en el
centrómero de cada cromátida hermana. (Los centrómeros son las regiones de ADN donde las
cromátidas hermanas están conectadas más fuertemente).
Los microtúbulos que unen a un cromosoma se llaman microtúbulos del cinetocoro. Los
microtúbulos que no se unen a cinetocoros pueden agarrarse de los microtúbulos del polo
opuesto, lo que estabiliza el huso. Microtúbulos adiconales irradian de cada centrosoma hacia el
borde de la célula, formando una estructura llamada áster.
Metafase. Los cromosomas se alinean en la placa metafásica, bajo tensión del huso mitótico. Las
dos cromátidas hermanas de cada cromosoma son capturadas por los microtúbulos de polos
opuestos del huso.
En la metafase, el huso ha capturado todos los cromosomas y los ha alineado en el centro de la
célula, listos para dividirse.
Todos los cromosomas se alinean en la placa metafásica (no una estructura física, solo un
término para el plano donde se alinean los cromosomas).
En esta etapa, los dos cinetocoros de cada cromosoma deben unirse a los microtúbulos de
los polos opuestos del huso.
Antes de proceder a la anafase, la célula comprobará que todos los cromosomas estén en la placa
metafásica con sus cinetocoros unidos correctamente a los microtúbulos. Esto se llama punto de
control del huso y ayuda a asegurar que las cromátidas hermanas se dividan uniformemente entre
las dos células hijas cuando se separan en el paso siguiente. Si un cromosoma no está
correctamente alineado o unido, la célula detendrá la división hasta que se resuelva el problema.
Anafase. Las cromátidas hermanas se separan una de la otra y son jaladas hacia los polos opuestos
de la célula. Los microtúbulos que no están unidos a los cromosomas empujan los polos del huso
en direcciones contrarias, mientras que los microtúbulos del cinetocoro jalan a los cromosomas
hacia los polos.
En la anafase, las cromátidas hermanas se separan una de la otra y son jaladas hacia los polos
opuestos de la célula.
El “pegamento” proteico que mantiene juntas a las cromátidas hermanas se degrada, lo
que permite que se separen. Cada una ahora es su propio cromosoma. Los cromosomas
de cada par son jalados hacia extremos opuestos de la célula.
Los microtúbulos no unidos a los cromosomas se elongan y empujan para separar los
polos y hacer más larga a la célula.
Todos estos procesos son impulsados por proteínas motoras, máquinas moleculares que pueden
“caminar” a lo largo de circuitos de microtúbulos y llevar una carga. En la mitosis, las proteínas
motoras llevan cromosomas u otros microtúbulos mientras caminan.
Telofase. El huso desaparece, una membrana nuclear se vuelve a formar alrededor de cada grupo
de cromosomas y un nucléolo reaparece en cada nuevo núcleo. Los cromosomas también
comienzan a descondensarse.
En la telofase, la célula casi ha terminado de dividirse y comienza a restablecer sus estructuras
normales mientras ocurre la citocinesis (división del contenido de la célula).
El huso mitótico se descompone en sus componentes básicos.
Se forman dos nuevos núcleos, uno para cada conjunto de cromosomas. Las membranas
nucleares y los nucléolos reaparecen.
Los cromosomas comienzan a descondensarse y vuelven a su forma "fibrosa".
¿Qué es la meiosis?
Se denomina meiosis a una de las formas en que se dividen las células, caracterizada por dar
lugar a células hijas genéticamente distintas a la célula madre que las originó. Este tipo de división
celular es clave para la reproducción sexual, ya que a través de la meiosis los organismos producen
sus gametos o células sexuales. El nuevo individuo resultante de la unión de dos gametos (uno
masculino y uno femenino) tendrá un material genético distinto al de los parentales, que surge de
la combinación de estos.
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La meiosis consiste en la división de una célula diploide (2n), es decir, provista de dos juegos
de cromosomas para dar lugar a cuatro células haploides (n), provistas de un único juego de
cromosomas, es decir, la mitad de la carga genética de la célula inicial.
En los animales y el ser humano la mayor parte de las células del cuerpo son diploides y se las
llama células somáticas. Únicamente en el tejido germinal se encuentran células especiales que
dan lugar a través de la meiosis a células haploides. Estas células haploides son los gametos o
células reproductivas que intervienen en la reproducción sexual, es decir, son los espermatozoides
(gametos masculinos) y los óvulos (gametos femeninos). Cuando un espermatozoide y un óvulo se
fusionan entre sí durante la fecundación, cada uno de ellos aporta la mitad de la carga genética del
nuevo individuo que se forma como resultado de esta unión. Así, ambos juegos haploides de cada
gameto se combinan para formar un conjunto diploide completo, que es el genoma del nuevo
individuo recientemente formado.
Como vimos, la meiosis es un proceso imprescindible previo a la reproducción sexual, dado que
durante este proceso se forman los gametos. Sin embargo, la meiosis también forma parte de
ciclos de vida complejos, en algas, hongos y otros eucariontes sencillos, para lograr cierta
alternancia generacional, reproduciendo sus células de modo sexual y asexual en distintas etapas.
La meiosis fue descubierta en el siglo XIX por el biólogo alemán Oscar Hertwig (1849-1922), a
partir de sus estudios con huevos de erizo de mar. Desde entonces sucesivas investigaciones han
contribuido para entender este proceso con mayor profundidad y para comprender su vital
importancia en la evolución de las formas superiores de vida.
Ver además: Célula eucariota
Fases de la meiosis
La meiosis I resulta en células con la mitad de la carga genética.
La meiosis es un proceso complejo que involucra dos fases diferenciadas: meiosis I y meiosis II.
Cada una de ellas está compuesta por diversas etapas: profase, metafase, anafase y telofase. Ello
amerita un estudio más detallado:
Meiosis I. Primera división celular de la diploide (2n), conocida como reductiva, pues
resulta en células con la mitad de la carga genética (n).
Profase I. El primer paso consiste en la preparación del ADN para devenir dos conjuntos
distintos, por lo que el material genético se entrecruza y surge en la célula una suerte de
línea divisoria.
Metafase I. Los cromosomas se ubican en el centro de la célula (ecuador) y empiezan a
separarse. La repartición genética al azar ya se ha llevado a cabo.
Anafase I. Cada ristra de ADN tiende a un polo de la célula, formando dos polos haploides
(n).
Telofase I. La membrana plasmática se separa y se da origen a dos células haploides.
Meiosis II. Conocida como fase duplicativa, pues se asemeja a la mitosis: se forman dos
individuos enteros duplicando el ADN.
Profase II. Las células haploides creadas en la meiosis I condensan sus cromosomas y
rompen la envoltura nuclear.
Metafase II. Al igual que antes, los cromosomas tienden hacia la mitad de la célula,
preparándose para una nueva división.
Anafase II. El material genético tiende a separarse y migrar hacia los polos de la célula,
alistando el nuevo proceso de división celular.
Telofase II. Las membranas celulares se separan nuevamente y dan como resultado cuatro
células haploides (n), cada uno con una distribución distinta del código genético completo
del individuo.
Meiosis y mitosis