Chrome OS Flex
Chrome OS Flex
● 4 GB de RAM
● 16 GB de espacio de almacenamiento
«Live USB»
Es un método de ejecución de software tremendamente práctico y sencillo ya que no requiere
instalación. Además, no modifica particiones, archivos, datos o configuración del sistema
operativo instalado en la máquina, por lo que es una opción ideal para pruebas de software
sean sistemas o aplicaciones, medios contra virus o discos de rescate y mantenimiento.
Ejecutar Chrome OS Flex de esta manera es trivial. Una vez realizado el cambio en BIOS
comentado, el PC arrancará desde el USB y solo resta seguir las instrucciones del instalador
para ejecutarlo desde ahí. Hay que decir que frente a otros medios de su tipo, éste utiliza
almacenamiento persistente, es decir, guarda la cuenta y las opciones que hayas configurado
para la próxima vez que inicies el mismo medio no tengas que volver a repetirlos. También
puede almacenar los archivos que vayas creando/guardando.
No todos son ventajas con este método como veremos después al comentar la experiencia de
uso y el rendimiento siempre es inferior al de una instalación estándar o al uso de máquinas
virtuales, incluso aunque para la prueba usemos puertos de conexión rápidos y un portátil de
gama alta ASUS TUF de 2021.
Instalación
Como el verdadero objetivo de la prueba era valorar la capacidad de Flex de recuperar y
mantener PCs más antiguos, lo hemos instalado en un HP ENVY de 2012 con mucha batalla de
producción a sus espaldas. Con procesador de doble núcleo y 4 Gbytes de RAM es
incompatible con Windows 11 y va justito con Windows 10 e incluso con un Linux estándar
como Ubuntu. Es un candidato tipo para probar este sistema que no deja de ser un «Linux
ligero».
La instalación es similar a instalar cualquier otro sistema. Si utilizas una unidad USB rápida, la
pantalla de configuración de Chrome OS Flex debería cargarse en pocos segundos. Cambiamos
el idioma y el teclado al español (tiene opciones para España y Latinoamérica) y opcionalmente
activamos el ChromeVox, el lector de pantalla integrado de Chrome OS.
También puedes conectar en ese momento a la red Wi-Fi si no estás usando Ethernet y
gestionar Bluetooth, opciones de accesibilidad, brillo de la pantalla o sonido. Hay que decir que
el instalador del Chrome OS Flex reconoce a la primera el hardware del equipo, y también las
teclas rápidas para brillo de pantalla y multimedia del portátil donde lo estamos probando.
La instalación se completa en apenas 5 minutos. Hay que decir que el disco duro original del
portátil fue reemplazado por una SSD y ello facilita la tarea.
Como el Chrome OS, Flex deriva del proyecto de código abierto Chromium OS con base en el
kernel Linux y el navegador web Chrome. A partir de ahí, Google añade software de todo tipo
con protagonismo para las aplicaciones nativas Google Apps, la capacidad de ejecutar
aplicaciones web progresivas, las nativas disponibles en la Chrome Web Store y los miles
disponibles de Android una vez soportado oficialmente Play Store. Hoy, potencialmente,
cualquier app Android puede ejecutarse en Chrome OS y en Flex.
Google también ha comenzado a soportar aplicaciones Linux en algunos Chromebooks y la
próxima llegada de Steam a Chrome OS promete cubrir el apartado de grandes juegos más allá
de la plataforma en nube Stadia, aunque necesitaremos equipos con mayor rendimiento que
el que hemos usado para Flex. También podemos correr aplicaciones de escritorio como el
gran editor de imágenes Gimp en la nube mediante rollApp, la suite gráfica Creative Cloud
(Project Photoshop Streaming) o incluso la suite Office tras un sonado acuerdo con Microsoft.