Constituye Limitación Acorde Con Constitución Política/Sometimiento de Imputado O Acusado A
Constituye Limitación Acorde Con Constitución Política/Sometimiento de Imputado O Acusado A
Constituye Limitación Acorde Con Constitución Política/Sometimiento de Imputado O Acusado A
POLITICA CRIMINAL-Concepto
La Corte ha referido que los fines del proceso penal dentro del Estado social
de derecho están dados por la realización del ius puniendi en condiciones de
justicia, en la pretensión principal de establecer, más allá de toda duda
razonable, si una persona es o no responsable de la comisión de un delito. Es
el proceso penal “un instrumento racional encaminado a determinar la
posible responsabilidad penal de un individuo, cuya conducta habría
injustamente vulnerado uno o varios derechos fundamentales (integridad
personal, libertad individual, etc.) o bienes jurídicos constitucionalmente
relevantes (salubridad pública, orden económico y social, etc.).
PRINCIPIO DE OPORTUNIDAD-Concepto
PRINCIPIO DE OPORTUNIDAD-Características
MORALIDAD PUBLICA-Naturaleza
10
ADICTO-Concepto
SALUD-Constitucionalmente es integral
Magistrado Ponente:
JORGE IVÁN PALACIO PALACIO
SENTENCIA
I. ANTECEDENTES
EL CONGRESO DE COLOMBIA
DECRETA:
En la segunda parte, que identifican como “el derecho penal como regla
exclusión social”, encuentran que “someter a una persona a tratamientos
médicos con el fin de que abandone el uso de sustancias alcohólicas o
psicoactivas, es vulnerar su dignidad humana, en cuanto se pretende tratar al
sujeto como aberración social por el simple hecho de consumir alguna de
estas sustancias. Por otro lado, al obligarlo a tomar dichos tratamientos
puede repercutir dentro de la esfera emocional de quien se somete, pues es
expuesto a los miles de tratamientos y experimentos que quieran realizar sus
médicos. Caso contrario sería en donde el mismo sujeto opte por este tipo de
tratamiento sin condicionamiento alguno, más que el de su propia voluntad.
[…] Nos acercamos […] al positivismo correccionalista, […] convirtiendo al
ser humano en lo que el criminólogo y filósofo M. Foucault llamaría cuerpos
dóciles.”
2 Bajo lo que denominan “la orientación filosófica del ser y el querer ser como principio de autonomía
individual”, citan a Soren Kierkegaard (existencialismo) quien pregonó la libertad que posee todo ser humano
mediante el cúmulo de elecciones que finalmente el sujeto cognoscente debe elegir. También mencionan a
Jean Paul Sartre que buscó desenmascarar todo tipo de régimen que negara la libertad individual, además de
referir que el individuo en el mundo es un ser para sí (propia elección) y un ser para otro (respeto por los
demás).
Aluden a la escuela de la defensa social en sus dos vertientes: i) la liberal clásica, que observa al individuo
como un sujeto normal que no hizo buen uso de su libre albedrío y actuó de manera incorrecta por lo que la
pena debe consolidarse como necesaria para beneficio de la sociedad; y ii) el positivismo, que toma al
individuo en sus aspectos causalistas y antropológicos, para considerarlo como un ser desviado producto de
circunstancias endógenas, necesario de corregir introduciendo en su vida valores sociales como la
experimentación biológica y anatómica.
15
IV. INTERVENCIONES
Reseña que en el derecho penal existen diversas escuelas que buscan defender
el orden social frente a la delincuencia. Anota que “una persona que en forma
voluntaria consuma sustancias psicoactivas o alcohol, así estas le causen
daños, esta en su derecho, pues cada cual elige lo que quiere, y es opcional
que esa persona por su propia voluntad elija seguir en el vicio o someterse a
un tratamiento médico o terapéutico. Pero si como consecuencia del consumo
de las sustancias, causa problemas a los demás miembros de una familia,
comunidad o sociedad en general, y estos piden la intervención del Estado,
entonces el funcionario mirará si se ha infringido la ley penal, cuáles fueron
las causas y, en consecuencia, ordenará un dictamen médico legal en el cual
se determinará si esta persona debe ser intervenida.”
Destaca que no se impide auto determinarse, toda vez que si la persona decide
no someterse a las condiciones previstas en la norma demandada, puede
hacerlo no permitiendo que se fije el periodo de prueba sobre el cual podría
suspenderse la acción penal. No se está configurando un derecho penal de
autor, por cuanto no se está respondiendo con una pena a alguien por ser quien
es, sino que para llegar a aplicar el principio de oportunidad tiene que estar
inmerso en el acaecimiento de un hecho delictivo, que por dicho actuar se le
sancionará a partir del juicio de reproche como presunto responsable.
Expone que aunque pudiera sostenerse que los derechos de las víctimas no
constituyen razones válidas porque en la etapa que se solicita la suspensión del
procedimiento aún no hay un condenado, siendo una hipótesis parcialmente
cierta puede descartarse en virtud del artículo 16 superior (libre desarrollo de
la personalidad), por cuanto la suspensión del procedimiento a prueba es una
“prerrogativa” para el imputado o acusado de “solicitar” al fiscal la suspensión
de la actuación y, en este sentido, es requisito ineludible la “voluntad”, no
pudiendo decirse que sea una imposición unilateral o no querida. Si el
imputado o acusado no está de acuerdo con someterse a estos tratamientos,
tiene la posibilidad de decidir libremente que no le solicitará al fiscal la
suspensión del procedimiento a prueba. No obstante, señala que el fiscal es
quien finalmente fija las condiciones, aún en contra de la voluntad del
imputado o acusado, escenario en el cual “no está obligado a participar en
tales tratamientos y se puede considerar, por lo tanto, que ha incumplido con
las condiciones fijadas por el fiscal y que indirectamente ha renunciado a la
solicitud que inicialmente presentó, así como al principio de oportunidad, con
lo cual el proceso continuaría su curso normal.”
6 Salvo que se cuente con una prescripción médica, de acuerdo con el artículo 49 de la Constitución.
7 Esta jefatura en el concepto 5302 del 13 de febrero de 2012 relativo al expediente D-8842 advirtió que: “el
porte y el consumo de drogas no son conductas que se puedan separar del mercado de las drogas, pues para
que se pueda portarlas y consumirlas es menester producirlas, transportarlas, distribuirlas y adquirirlas” y “ni
el porte ni el consumo de drogas son asuntos propios de la vida íntima de las personas. Basta considerar que
las drogas son cultivadas, procesadas, transportadas, distribuidas y vendidas por otros, para advertir que no se
trata de un asunto que corresponde de manera exclusiva a quien la porta y a quien la consume.”
8 Código Penal, artículos 43.8 (penas privativas de otros derechos), 110.6 (circunstancias de agravación
punitiva para el homicidio culposo cuando se conduce vehículo automotor, modificado Ley1696 de 2013) y
375 a 385 (delitos relacionados con el tráfico de estupefacientes).
21
1. Competencia
2. Problema jurídico
9 Puede verse a Juan Cianciardo. El conflictivismo en los derechos fundametnales. Navarra. Pamplona, 2000.
22
10En un sentido amplio ha sido definida como “el conjunto de respuestas (jurídicas, sociales, económicas,
culturales, administrativas, tecnológicas, etc.) que un Estado estima necesario adoptar para hacerle frente a
conductas consideradas reprochables o causantes de perjuicio social con el fin de garantizar la protección de
los intereses esenciales del Estado y de los derechos de los residentes en el territorio bajo su jurisdicción.”
23
150 superiores), para determinar las conductas que constituyen delitos, las
sanciones que deben imponerse y el procedimiento a cumplirse. Le asiste en
materia penal una competencia amplia que encuentra respaldo constitucional
en los principios democrático y de soberanía popular (arts. 1º y 3º superior). 11
Bien puede el legislador penal crear, modificar y suprimir figuras delictivas;
introducir clasificaciones entre las mismas; establecer modalidades punitivas;
graduar las penas que resulten aplicables; y fijar la clase y magnitud de éstas
con arreglo a criterios de atenuación o agravación; todo ello de acuerdo con la
apreciación, análisis y ponderación que efectúe sobre los fenómenos de la vida
social y del mayor o menor daño que ciertos comportamientos ocasionen al
conglomerado social.12
ético-social en torno a los bienes jurídicos que ameritan protección penal, las
conductas que merecen reproche penal y las penas.23
La Corte ha referido que los fines del proceso penal dentro del Estado social
de derecho están dados por la realización del ius puniendi en condiciones de
justicia, en la pretensión principal de establecer, más allá de toda duda
razonable, si una persona es o no responsable de la comisión de un delito. Es
el proceso penal “un instrumento racional encaminado a determinar la posible
responsabilidad penal de un individuo, cuya conducta habría injustamente
vulnerado uno o varios derechos fundamentales (integridad personal, libertad
4.2. El Acto Legislativo 03 de 2002, que modificó los artículos 116, 250 y
251 de la Constitución, reformó la estructura básica del proceso penal en
Colombia, al pasar de un modelo mixto de preferencia inquisitiva que había
sido adoptado por el Constituyente de 1991, a un sistema de tendencia
acusatoria. De esta manera, se diseño un esquema propio para responder a la
realidad del país, sin trasladar de manera automática e integral sistemas
existentes en otros países también de filosofía acusatoria. El artículo 250
superior instituyó, entre otros aspectos, lo siguiente:
28Ibídem.
28
4.4. Entre las finalidades del nuevo modelo procesal penal pueden
reseñarse: “(i) fortalecer la función investigativa y de acusación de la Fiscalía
General de la Nación, en el sentido de concentrar los esfuerzos de ésta en el
recaudo de la prueba, despojándola en sentido estricto de funciones
jurisdiccionales; (ii) la configuración de un juicio público, oral, contradictorio
y concentrado en cabeza del juez de conocimiento; (iii) instituir una clara
distinción entre los funcionarios encargados de investigar, acusar y juzgar; (iv)
descongestionar los despachos judiciales mediante la supresión de un sistema
procesal basado en la escritura para pasar a la oralidad, buscando garantizar el
derecho a ser juzgado sin dilaciones injustificadas; (v) modificar el principio
de permanencia de la prueba por aquel de la producción de la misma durante
la etapa del juicio oral; (vi) introducir el principio de oportunidad en cabeza
del ente investigador; y (vii) crear la figura del juez de control de garantías, a
quien se le asigna la función de ejercer un control previo y posterior de
legalidad sobre las actividades y diligencias llevadas a cabo por la Fiscalía
General en el ejercicio de su actividad investigativa.”30
Las principales características del sistema penal acusatorio están dadas por:
ii) El rol del juez en el sistema penal acusatorio está centrado en el control
de los actos en los que se requiera ejercicio de la potestad jurisdiccional o
que impliquen restricción de derechos o calificación jurídica de los hechos.
Así, el control judicial no sólo debe concretarse en el cumplimiento formal
de los requisitos sino en la efectividad de los derechos sustanciales en
juego.
31 Ibídem.
30
4.5. El modelo de proceso penal instaurado está conformado por tres etapas
principales, indagación,32 investigación,33 y juicio,34 y dos intermedias o de
transición, audiencia de formulación de acusación 35 y audiencia preparatoria,36
representado por la realización de un juicio oral, público, con inmediación de
las pruebas, contradictorio, concentrado y con todas las garantías procesales
de la persona, en el que la restricción de los derechos fundamentales es de
reserva judicial porque debe ser autorizada de manera previa por el fiscal -en
casos excepcionales- o el juez, mediante orden escrita motivada.37 En
consecuencia, a diferencia del sistema de tendencia inquisitiva en que la
fiscalía cumplía simultáneamente las funciones acusatoria y jurisdiccional, en
el nuevo esquema procesal penal su labor se desarrolla con especial énfasis en
la función acusatoria, en la búsqueda de evidencias destinadas a desvirtuar la
presunción de inocencia del investigado. El Estado, por intermedio de la
fiscalía, está obligado a ejercer la acción penal y a realizar la investigación de
los hechos que tengan las características de un delito, siempre que existan
motivos y circunstancias fácticas suficientes que indiquen la posible comisión
de la ley penal. No podrá, por ende, suspender, interrumpir, ni renunciar a la
persecución penal, como regla general.
5. El principio de oportunidad
5.2. Del debate congresual que precedió a la expedición del acto legislativo
se desprende que la finalidad esencial para la consagración del principio de
oportunidad consisten principalmente en racionalizar la actividad investigativa
del Estado en la labor de la persecución de los delitos, dada la imposibilidad
fáctica de la justicia penal para satisfacer exigencias de aplicación irrestricta
del principio de legalidad.42 Propósito general que podría ser alcanzado
43 En la doctrina jurídico penal este concepto alude a aquellas situaciones en que el legislador opta por
excluir la pena “por falta de necesidad preventiva de punición”.
44 Sentencia C-936 de 2010.
45Sentencia C-979 de 2005. Exposición de motivos al proyecto que devino en el Acto Legislativo 03 de
2002. Gaceta del Congreso número 134 de abril 26 de 2002, paginas 12,13 y 14.
46 Teresa Armenta Deu, Lecciones de derecho procesal penal, Madrid, 2004; Faustino Cordón Moreno, Las
garantías constitucionales del proceso penal, Navarra, 2002; Julio Maier, Derecho Procesal Penal, Buenos
Aires, 2003.
47 Sentencias C-591 de 2005, C-673 de 2005, C-979 de 2005, C-095 de 2007 y C-936 de 2010.
33
48Suspensión del proceso penal a prueba. Gustavo L. Vitale. 2ª edición actualizada. 2004. Págs. 5-6, 16-17 y
27-28.
49 Examinó la constitucionalidad del numeral 17 (inexequible) y el parágrafo 3 (exequible en el entendido
de que también comprende las graves violaciones a los derechos humanos) del artículo 2º de la Ley 1312
de 2009.
50 Gaceta del Congreso número 378 de junio 18 de 2008. Ponencia para primer debate. Así mismo, Gaceta
del Congreso número 217 de abril 17 de 2009, ponencia para segundo debate.
51 Artículo modificado por el artículo 2º de la Ley 1312 de 2009. El nuevo texto es el siguiente: El principio
de oportunidad se aplicará en los siguientes casos: 1. Cuando se tratare de delitos sancionados con pena
privativa de la libertad cuyo máximo señalado en la Ley no exceda de seis (6) años o con pena principal de
multa, siempre que se haya reparado integralmente a la víctima conocida o individualizada; si esto último no
sucediere, el funcionario competente fijará la caución pertinente a título de garantía de la reparación, una vez
oído el concepto del Ministerio Público. Esta causal es aplicable, igualmente, en los eventos de concurso de
conductas punibles siempre y cuando, de forma individual, se cumpla con los límites y las calidades señaladas
en el inciso anterior. 2. Cuando a causa de la misma conducta punible la persona fuere entregada en
extradición a otra potencia. 3. Cuando la persona fuere entregada en extradición a causa de otra conducta
punible y la sanción imponible en Colombia carezca de importancia comparada con la impuesta en el
extranjero, con efectos de cosa juzgada. 4. Cuando el imputado o acusado, hasta antes de iniciarse la
34
60El artículo 328 de la Ley 906 de 2004 señala: “La participación de las víctimas. En la aplicación del
principio de oportunidad el fiscal deberá tener en cuenta los intereses de las víctimas. Para estos efectos
deberá oír a las que se hay hecho presentes en la actuación.”
61Ibídem.
62 Artículo 250 de la Constitución: “[…] En ejercicio de sus funciones la Fiscalía General de la Nación,
deberá: 1. Solicitar al juez que ejerza las funciones de control de garantías las medidas necesarias que
aseguren la comparecencia de los imputados al proceso penal, la conservación de la prueba y la protección
de la comunidad, en especial de las víctimas. […] 6. Solicitar ante el juez de conocimiento las medidas
judiciales necesarias para la asistencia a las víctimas, lo mismo que disponer el restablecimiento del derecho
y la reparación integral a los afectados con el delito. 7. Velar por la protección de las víctimas, los jurados,
los testigos y demás intervinientes en el proceso penal, la ley fijará los términos en que podrán intervenir las
víctimas en el proceso penal y los mecanismos de justicia restaurativa. […]. Parágrafo 2. Adicionado por el
Acto Legislativo 06 de 2011, artículo 2. Atendiendo la naturaleza del bien jurídico y la menor lesividad de la
conducta punible, el legislador podrá asignarle el ejercicio de la acción penal a la víctima o a otras
autoridades distintas a la Fiscalía General de la Nación. En todo caso, la Fiscalía General de la Nación
podrá actuar en forma preferente.”
63 En otros ámbitos pueden consultarse las sentencias C-180 de 2014, C-579 de 2013, C-438 de 2013, C-280
de 2013, C-099 de 2013, C-052 de 2012, C-771 de 2011, C-871 de 2003, entre otras.
64La sentencia C-210 de 2007 sostuvo: “El derecho constitucional a la reparación integral de las víctimas
no sólo tiene fundamento expreso en los artículos 1º, 2º y 250 de la Constitución, sino también en varias
normas del derecho internacional que hacen parte del bloque de constitucionalidad. Dijo la Corte que la
petición de reparación del daño causado surge: i) del concepto mismo de dignidad humana que busca
restablecer a las víctimas las condiciones anteriores al hecho ilícito (artículo 1º superior), ii) del deber de las
autoridades públicas de proteger la vida, honra y bienes de los residentes y de garantizar la plena efectividad
de sus derechos (artículo 2º de la Carta), iii) del principio de participación e intervención en las decisiones
que los afectan (artículo 2º de la Constitución), iv) de la consagración expresa del deber estatal de
protección, asistencia, reparación integral y restablecimiento de los derechos de las víctimas (artículo 250,
numerales 6º y 7º, idem) y, v) del derecho de acceso a los tribunales para hacer valer los derechos, mediante
los recursos ágiles y efectivos (artículos 229 de la Constitución, 18 de la Declaración Americana de
Derechos del Hombre, 8 de la Declaración Universal de Derechos Humanos y 8 de la Convención Americana
de Derechos Humanos.”
38
protección de los derechos de las víctimas de los delitos, los cuales tienen que
ser ponderados con los intereses estatales de racionalización de la persecución
penal, que subyacen bajo la consagración constitucional del principio de
oportunidad penal. La Corte ha establecido una doctrina que abandona una
concepción reductora de los derechos de las víctimas fundada en el
resarcimiento económico, para destacar que las víctimas con el delito tienen
un derecho efectivo al proceso y a participar en él para reivindicar también, de
manera prevalente, sus derechos a la verdad y a la justicia. El alcance de los
derechos de las víctimas, ha sido sistematizado por la jurisprudencia
constitucional (C-936/10).65
66 El artículo 327 de la Ley 906 de 2004 expresa: “Control judicial en la aplicación del principio de
oportunidad. El juez de control de garantías deberá efectuar el control de legalidad de las solicitudes
individuales o colectivas respectivas dentro de los cinco (5) días siguientes a la determinación de la fiscalía
de dar aplicación al principio de oportunidad. Dicho control será obligatorio y automático y se realizará en
audiencia especial en la que la víctima y el Ministerio Público podrán controvertir la prueba aducida por la
Fiscalía General de la Nación para sustentar la decisión. El juez resolverá de plano. La aplicación del
principio de oportunidad y los preacuerdos de los posibles imputados o acusados y la fiscalía, no podrá
comprometer la presunción de inocencia y solo procederán si hay un mínimo de prueba que permita inferir la
autoría o participación en la conducta y su tipicidad.”
67Sentencia C-095 de 2007.
68“El juez de control de garantías deberá efectuar el control de legalidad respectivo, dentro de los cinco (5)
días siguientes a la determinación de la Fiscalía de dar aplicación al principio de oportunidad, siempre que
con esta se extinga la acción penal”.
69Dijo la Corte: “Tal expresión, en cuanto reduce el principio de oportunidad a uno solo (la renuncia), de
los tres supuestos procesales (renuncia, interrupción y suspensión) a través de los cuales actúa, desconoce las
40
reglas jurisprudenciales trazadas por esta Corte en el sentido que la oportunidad reglada opera a través de
la renuncia, la suspensión y la interrupción de la acción penal. Adicionalmente, las consecuencias que se
derivan de la expresión demandada, en cuanto restringen el ámbito del control judicial sobre el principio de
oportunidad, son extrañas a los antecedentes legislativos de la reforma constitucional que demarcan una
clara preocupación del constituyente secundario de rodear la aplicación del principio de oportunidad de
controles judiciales que lo preservaran de eventuales desequilibrios en que se pudiera incurrir en su
aplicación. Finalmente, despojar de control jurisdiccional las decisiones de la Fiscalía, que como la
suspensión del procedimiento a prueba, comporta afectación de derechos fundamentales, vulnera la primacía
y garantía de protección que a estos valores confiere el orden constitucional (arts. 2° y 5°), así como el
derecho a acceder a la administración de justicia en condiciones de igualdad (arts. 13 y 228), por que se
crearía la posibilidad que unas decisiones que afectan derechos fundamentales estuviesen amparadas por el
control judicial, en tanto que otras que involucran la misma situación estuviesen sustraídas de tal control.”
70 Sentencia C-979 de 2005.
71El artículo 329 de la Ley 906 de 2004 señala: “Efectos de la aplicación del principio de oportunidad. La
decisión que prescinda de la persecución extinguirá la acción penal respecto del autor o participe en cuyo
favor se decida, salvo que la causal que la fundamente se base en la falta de interés del Estado en la
persecución del hecho, evento en el cual las consecuencias de la aplicación del principio se extenderán a los
demás autores o participes en la conducta punible, a menos que la ley exija la reparación integral a las
víctimas.”
72Se limitó el pronunciamiento a los cargos examinados.
73Expuso el Tribunal Constitucional: “los deberes de reglamentación, general e interna, que las normas
acusadas imponen al Fiscal General de la Nación en materia de aplicación del principio de oportunidad y
funcionamiento de la justicia restaurativa, encuentran pleno respaldo en la Carta como medios de promover
valores en ella establecidos como el principio de competencia preferente, el principio de unidad de gestión y
jerarquía (Art. 251.3 CP), el principio de igualdad en su expresión de igualdad de trato ante la ley (Art.13
CP), y el deber de promoción y protección de los derechos de las víctimas que el orden jurídico radica en el
Fiscal y sus agentes. Los poderes de reglamentación que se asignan al Fiscal General de la Nación, se
insertan en la autonomía administrativa y presupuestal que la Carta (art.249 C.P.) reconoce a la Fiscalía. Sin
embargo tal autonomía no es absoluta, en tanto que encuentra límites claros en la Constitución y la ley. En
ejercicio de esa facultad el Fiscal General no puede nunca desconocer el ámbito que le demarcan la
Constitución y la ley, ni puede invadir la cláusula general de reserva legal. De tal manera que los poderes de
reglamentación de este funcionario deben tener siempre un referente normativo en le ley y estar sometidos a
los controles judiciales propios de los actos administrativos.”
41
Suspensión del proceso penal a prueba. Gustavo L. Vitale. 2ª edición actualizada. 2004. Págs. 17-18, 25-26.
74Alberto Bovino (revista Pena y Estado No. 2 Ministerio Público, Buenos Aires, 1997), en su texto “La
persecución penal pública en el derecho anglosajón”, cita a Esteban Marino en su obra “suspensión del
procedimiento a prueba en AA.VV.”, el nuevo código procesal penal de la Nación, análisis crítico pág. 36,
Buenos Aires, 1993.
75Principio de oportunidad. Alejandro Garzón Marín y César Augusto Londoño Ayala. Ediciones Nueva
Jurídica. Colección Estudios No. 8. 2006. Bogotá. Págs. 263-264.
76 Suspensión del proceso penal a prueba. Gustavo L. Vitale. Pág. 29.
77Suspensión a prueba del pronunciamiento de una condena o de la fijación de pena en la sentencia
declarativa de culpabilidad.
42
78Ibídem. Algunas diferencias de nuestra suspensión del proceso penal a prueba con otros sistemas afines.
Págs. 41 a 48.
79Ibídem.
80Ibídem.
81Ibídem. A nivel de las legislaciones en que la suspensión del proceso está relacionada con la suspensión de
la ejecución de la condena o se aplica respecto de delitos de menor gravedad en el ámbito latinoamericano,
puede consultarse el texto “Aproximación al estudio del principio de oportunidad”, de Juan Carlos Forero
Ramírez. Segunda Edición. Págs. 22 a 225.
43
82 Modificado por el artículo 3º de la Ley 1312 de 2009. Esta disposición señala que el imputado o acusado,
hasta antes de la audiencia de juzgamiento, podrá solicitar la suspensión del procedimiento a prueba, de la
misma forma en que lo que pueden hacer las personas simplemente imputadas, mediante solicitud oral en la
que manifiesten i) un plan de reparación del daño y ii) las condiciones que estaría dispuesto a cumplir. El plan
podrá consistir i) en la mediación con las víctimas, en los casos en que esta sea procedente, ii) la reparación
integral de los daños causados a las víctimas o iii) la reparación simbólica, en forma inmediata o a plazos, en
el marco de la justicia restaurativa. Presentada la solicitud, individual o colectiva, el fiscal consultará a la
víctima y resolverá de inmediato mediante decisión que fijará las condiciones bajo las cuales se suspende el
procedimiento, y aprobará o modificará el plan de reparación propuesto por el imputado, conforme a los
principios de justicia restaurativa establecida en el Código de Procedimiento Penal. Si el procedimiento se
reanuda con posterioridad, la admisión de los hechos por parte del imputado no se podrá utilizar como prueba
de culpabilidad. El fiscal podrá suspender el procedimiento a prueba cuando para el cumplimiento de la
finalidad del principio de oportunidad estime conveniente hacerlo antes de decidir sobre la eventual renuncia
al ejercicio de la acción penal.
83Modificado por el artículo 4º de la Ley 1312 de 2009. Esta disposición señala que las condiciones a
cumplir durante el periodo de prueba. El fiscal fijará el periodo de prueba que no podrá ser superior a tres (3)
años y determinará una o varias de las condiciones que deberán cumplir el imputado o acusado hasta antes de
la audiencia de juzgamiento, entre las siguientes: a) Residir en un lugar determinado e informar al fiscal del
conocimiento cualquier cambio del mismo. b) Participar en programas especiales de tratamiento con el fin de
superar problemas de dependencia a drogas o bebidas alcohólicas. c) Prestar servicios a favor de instituciones
que se dediquen al trabajo social a favor de la comunidad. d) Someterse a un tratamiento médico o
psicológico. e) No poseer o portar armas de fuego. f) No conducir vehículos automotores, naves o aeronaves.
g) La reparación integral a las víctimas, de conformidad con los mecanismos establecidos en la ley. h) La
realización de actividades a favor de la recuperación de las víctimas. i) La colaboración activa y efectiva en el
tratamiento psicológico para la recuperación de las víctimas, siempre y cuando medie su consentimiento. j) La
manifestación pública de arrepentimiento por el hecho que se le imputa. k) La obligación de observar buena
conducta individual, familiar y social. 1) La dejación efectiva de las armas y la manifestación expresa de no
participar en actos delictuales. m) La cooperación activa y efectiva para evitar la continuidad en la ejecución
del delito, la comisión de otros delitos y la desarticulación de bandas criminales, redes de narcotráfico, grupos
al margen de la ley, o, aquellas organizaciones vinculadas con los delitos a los que hace referencia el
parágrafo 2o del artículo 324. Durante el periodo de prueba el imputado o acusado hasta antes de la audiencia
deberá someterse a la vigilancia que el fiscal determine sin menoscabo de su dignidad. Vencido el periodo de
prueba y verificado el cumplimiento de las condiciones, el fiscal solicitará el archivo definitivo de la
actuación.
84 Sentencia C-979 de 2005.
44
6.4. Los artículos 518 a 521 de la Ley 906 de 2004 contienen las
disposiciones generales sobre justicia restaurativa. Por programa de justicia
restaurativa entiende todo proceso en el que la víctima y el imputado, acusado
o sentenciado participan conjuntamente de forma activa en la resolución de
cuestiones derivadas del delito en busca de un resultado restaurativo, con o sin
la participación de un facilitador. Entiende por resultado restaurativo el
acuerdo encaminado a atender las necesidades y responsabilidades
individuales y colectivas de las partes y a lograr la reintegración de la víctima
y del infractor en la comunidad en busca de la reparación, la restitución y el
servicio a la comunidad (art. 518).
Los procesos de justicia restaurativa se rigen por los principios generales del
Código de Procedimiento Penal y particularmente por las siguientes reglas
(art. 519):
Este modelo de justicia propicia que el ofensor se enfrente con sus propios
actos y sus consecuencias, adquiera conciencia sobre el daño generado,
reconozca y asuma sus responsabilidades y repare el agravio, lo cual es un
enfoque apoyado en las necesidades emocionales, relacionales y reparatorias
de los involucrados en el conflicto. Demanda el mayor grado de subsanación
posible del daño, bajo un enfoque cooperativo que pretende generar un
espacio para que los implicados se reúnan, compartan sus sentimientos y
elaboren un plan de reparación que satisfaga intereses y necesidades
recíprocas. Todo lo cual encuentra fundamento en el Acto Legislativo 03 de
2002, al expresar en el numeral 7 que la ley fijará los mecanismos de justicia
restaurativa.113
110Declaró la exequibilidad, por los cargos analizados, de los artículos 330 y 527 de la Ley 906 de 2004,
que señalan: Artículo 330. Reglamentación. El Fiscal General de la Nación deberá expedir un reglamento, en
el que se determine de manera general el procedimiento interno de la entidad para asegurar que la aplicación
del principio de oportunidad cumpla con sus finalidades y se ajuste a la Constitución y la ley. El reglamento
expedido por la Fiscalía General de la Nación deberá desarrollar el plan de política criminal del Estado.
Artículo 527. Directrices. El Fiscal General de la Nación elaborará un manual que fije las directrices del
funcionamiento de la mediación, particularmente en la capacitación y evaluación de los mediadores y las
reglas de conducta que regirán el funcionamiento de la mediación y, en general, los programas de justicia
restaurativa.
111 Artículos 189.11, 249, 250 y 251 de la Constitución.
112 Cfr. sentencia C-979 de 2005.
113 Ibídem.
48
114Pueden resaltarse, entre otros aspectos, los siguientes: “I. Definiciones. 1. Por “programa de justicia
restaurativa” se entiende todo programa que utilice procesos restaurativos e intente lograr resultados
restaurativos. 2. Por “proceso restaurativo” se entiende todo proceso en que la víctima, el delincuente y,
cuando proceda, cualesquiera otras personas o miembros de la comunidad afectados por un delito,
participen conjuntamente de forma activa en la resolución de cuestiones derivadas del delito, por lo
general con la ayuda de un facilitador. Entre los procesos restaurativos se puede incluir la mediación, la
conciliación, la celebración de conversaciones y las reuniones para decidir sentencias. 3. Por
“resultado restaurativo” se entiende un acuerdo alcanzado como consecuencia de un proceso
restaurativo. Entre los resultados restaurativos se pueden incluir respuestas y programas como la
reparación, la restitución y el servicio a la comunidad, encaminados a atender a las necesidades y
responsabilidades individuales y colectivas de las partes y a lograr la reintegración de la víctima y del
delincuente. 4. Por “partes” se entiende la víctima, el delincuente y cualesquiera otras personas o
miembros de la comunidad afectados por un delito que participen en un proceso restaurativo. 5. Por
“facilitador” se entiende una persona cuya función es facilitar, de manera justa e imparcial, la
participación de las partes en un proceso restaurativo. II. Utilización de programas de justicia
restaurativa. 6. Los programas de justicia restaurativa se pueden utilizar en cualquier etapa del sistema
de justicia penal, a reserva de lo dispuesto en la legislación nacional. 7. Los procesos restaurativos
deben utilizarse únicamente cuando hay pruebas suficientes para inculpar al delincuente, y con el
consentimiento libre y voluntario de la víctima y el delincuente. La víctima y el delincuente podrán
retirar ese consentimiento en cualquier momento del proceso. Los acuerdos se alcanzarán en forma
voluntaria y sólo contendrán obligaciones razonables y proporcionadas. 8. La víctima y el delincuente
normalmente deben estar de acuerdo sobre los hechos fundamentales de un asunto como base para su
participación en un proceso restaurativo. La participación del delincuente no se utilizará como prueba
de admisión de culpabilidad en procedimientos jurídicos ulteriores. 9. Las diferencias conducentes a
una desigualdad de posiciones, así como las diferencias culturales entre las partes, se deben tener en
cuenta al someter un caso a un proceso restaurativo y al llevar a cabo ese proceso. 10. La seguridad de
las partes debe ser tenida en cuenta al someter un caso a un proceso restaurativo y al llevar a cabo ese
proceso. 11. Cuando los procesos restaurativos no sean un recurso apropiado o posible, el caso deberá
remitirse a la justicia penal y se deberá adoptar sin demora una decisión sobre la manera de proceder.
En esos casos, los funcionarios de justicia penal se esforzarán por alentar al delincuente a que asuma su
responsabilidad para con la víctima y las comunidades afectadas, y apoyarán la reintegración de la
víctima y del delincuente en la comunidad.”. Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
E/CN.15/2002/5/Add.1. Informe del Grupo de Expertos sobre Justicia Restaurativa a la Comisión de
Prevención del Delito y Justicia Penal.
115 Este texto contiene un resumen del Informe de la reunión del grupo de experto sobre justicia restaurativa
a la Comisión de prevención del delito en su 11° período de sesiones, Viena 16 al 25 de abril de 2002. Cfr.
E/CN.15/2002/5/Add.1
49
tiene un ámbito que se extiende a todos aquellos conflictos susceptibles, en principio, de ser negociados, o en
relación con personas cuya capacidad de transacción no se encuentre limitada por el ordenamiento jurídico;
(viii) es el resultado de una actuación que se encuentra reglada por el legislador en varios aspectos, tales
como: las autoridades o sujetos competentes para intervenir en la actividad de conciliación y las facultades
de las cuales disponen; las clases o tipos de conciliación admisibles y los asuntos susceptibles de ser
conciliados; las condiciones bajo las cuales se pueden presentar peticiones de conciliación; los trámites que
deben sufrir dichas peticiones; la renuencia a intentarla y las consecuencias que se derivan de ello; la
audiencia de conciliación, la formalización del acuerdo total o parcial entre las partes o la ausencia de éste y
la documentación de lo actuado; (ix) no debe ser interpretada solamente como una manera de
descongestionar el aparato de justicia sino también, y principalmente, como una forma de participación de la
sociedad civil en los asuntos que los afectan; (x) se trata de un mecanismo de estirpe democrática, en la
medida en que generan espacios de intervención de la comunidad en el desarrollo de la función
jurisdiccional evitando la conflictivización de la sociedad y logrando, por ende, el fortalecimiento de la
legitimidad del aparato de justicia estatal en la medida en que éste puede dedicarse a resolver aquellos
asuntos que son de verdadera trascendencia social; (xi) se enmarca dentro del movimiento de reformas para
garantizar el acceso a la justicia; (xii) puede ser judicial o extrajudicial; y ( xiii ) el legislador ha optado por
regular en norma especial la conciliación en materia penal, dada la naturaleza de la acción penal, el tipo de
conflictos que dan lugar a la investigación penal, las consecuencias frente al derecho a la libertad personal
que conlleva este tipo de responsabilidad y el interés público en ella involucrado, entre otros factores.” Cfr.
sentencias C-1257 de 2001, C-591 de 2005 y C-979 de 2005.
119Modificado por el artículo 86 de la Ley 1395 de 2010. El nuevo texto es el siguiente: “En firme la
sentencia condenatoria y, previa solicitud expresa de la víctima, o del fiscal o del Ministerio Público a
instancia de ella, el juez fallador convocará dentro de los ocho (8) días siguientes a la audiencia pública con
la que dará inicio al incidente de reparación integral de los daño s causados con la conducta criminal y
ordenará las citaciones previstas en los artículos 107 y 108 de este Código, de ser solicitadas por el
incidentante.” Declarado exequible, por los cargos estudiados, en la sentencia C-250 de 2011.
51
120“Mediación es un mecanismo por medio del cual un tercero neutral, particular o servidor público
designado por el Fiscal General de la Nación o su delegado, conforme con el manual que se expida para la
materia, trata de permitir el intercambio de opiniones entre víctima y el imputado o acusado para que
confronten sus puntos de vista y, con su ayuda, logren solucionar el conflicto que les enfrenta. La mediación
podrá referirse a la reparación, restitución o resarcimiento de los perjuicios causados; realización o
abstención de determinada conducta; prestación de servicios a la comunidad; o pedimento de disculpas o
perdón.”
121“La mediación procede desde la formulación de la imputación y hasta antes del inicio del juicio oral
para los delitos perseguibles de oficio cuyo mínimo de pena no exceda de cinco (5) años de prisión, siempre y
cuando el bien jurídico protegido no sobrepase la órbita personal del perjudicado, y víctima, imputado o
acusado acepten expresa y voluntariamente someter su caso a una solución de justicia restaurativa. En los
delitos con pena superior a cinco (5) años la mediación será considerada para otorgar algunos beneficios
durante el trámite de la actuación, o relacionados con la dosificación de la pena, o el purgamiento de la
sanción.”
122“La mediación podrá solicitarse por la víctima o por el imputado o acusado ante el fiscal, juez de
control de garantías o juez de conocimiento, según el caso, para que el Fiscal General de la Nación, o su
delegado para esos efectos, proceda a designar el mediador. En los casos de menores, inimputables y
víctimas incapaces, sus representantes legales deberán participar en la mediación.”
123“La decisión de víctima y victimario de acudir a la mediación tiene efectos vinculantes, en
consecuencia, excluye el ejercicio de la acción civil derivada del delito y el incidente de reparación integral.
El mediador expedirá un informe de sus resultados y lo remitirá al fiscal o al juez, según el caso, para que lo
valore y determine sus efectos en la actuación. Los resultados de la mediación serán valorados para el
ejercicio de la acción penal; la selección de la coerción personal, y la individualización de la pena al
momento de dictarse sentencia.”
124“El Fiscal General de la Nación elaborará un manual que fije las directrices del funcionamiento de la
mediación, particularmente en la capacitación y evaluación de los mediadores y las reglas de conducta que
regirán el funcionamiento de la mediación y, en general, los programas de justicia restaurativa.” Declarado
exequible en la sentencia C-979 de 2005, por los cargos analizados.
125“La restitución se realiza a través de acciones orientadas a devolver, en la medida de lo posible, a la
víctima a la situación que se encontraba antes de ser afectada por el ilícito, tiene un alcance que trasciende
lo meramente pecuniario en cuanto atañe al restablecimiento de todos sus derechos que le permitan
continuar con una vida normal en su entorno social, familiar, de ciudadanía, laboral y económico. La
indemnización se identifica con las medidas orientadas a lograr el resarcimiento de los daños generados por
el ilícito y que sean cuantificables económicamente (daños físico y mental; la pérdida de oportunidades de
desarrollo; los daños materiales y la pérdida de ingresos incluido el lucro cesante; el daño a la reputación o
a la dignidad, las disminuciones patrimoniales). La rehabilitación corresponde al conjunto de acciones que
se orientan a proporcionar a la víctima la atención y asistencia que requiera desde el punto de vista médico,
psicológico, social y jurídico. La satisfacción y las garantías de no repetición atañen a aquellas acciones
dirigidas, de una parte a deshacer el agravio inferido a la víctima, y de otra, a impedir que vuelvan a
realizarse conductas con las cuales se afectaron sus derechos, las cuales deben ser adecuadas a la
naturaleza y magnitud de la ofensa.”
52
126Artículo 22. Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a
obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los
recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su
dignidad y al libre desarrollo de la personalidad. Artículo 26.2. La educación tendrá por objeto el pleno
desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las
libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y
todos los grupos étnicos o religiosos; y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas
para el mantenimiento de la paz. Artículo 29.1. Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto
que sólo en ella puede desarrollar libre y plenamente su personalidad.
127 Sentencias C-309 de 1997, C-481 de 1998 y C-373 de 2002.
128 Sentencias C-481 de 1998 y C-373 de 2002.
53
7.3. Ahora bien, siendo uno de los derechos más importantes del individuo
y, por tanto, merecedor de una protección intensa al resguardar las opciones de
vida que los individuos acogen en uso de sus facultades de juicio y
autodeterminación, no impide que pueda ser ponderado en relación con otros
bienes o derechos constitucionales133. El enunciado “sin más limitaciones que
la que imponen los derechos de los demás y el orden jurídico”, que
complementa el artículo 16 superior, permite afirmar que pueden establecerse
limitaciones al libre desarrollo de la personalidad, las cuales serán válidas
siempre que armonicen plenamente con la Constitución 134. Disposición que
Por esta razón, toda interferencia del Estado en la conducta humana que no se
oriente a proteger los derechos de los demás y el orden superior, estableciendo
límites al derecho fundamental a la libertad, resulta contraria a la Constitución
al restringir ilegítimamente su ejercicio. Los solos argumentos morales que no
incidan en los derechos ajenos, ni tengan reconocimiento jurídico, resultan
insuficientes para limitar la cláusula general de libertad, aunque para muchas
personas tales comportamientos puedan resultar moralmente reprochables.147
La autonomía personal no puede limitarse sino en la medida en que entra en
conflicto con la autonomía ajena,148 de lo contrario se terminaría
comprometiendo ámbitos individuales en los que las personas desarrollan
libremente su personalidad.149
151 Sentencia C-241 de 2012. En la sentencia C-404 de 1998 se indicó: “La moralidad pública que puede
ser fuente de restricciones a la libertad es aquella que racionalmente resulta necesario mantener para
armonizar proyectos individuales de vida que, pese a ser absolutamente contradictorios, resultan compatibles
con una democracia constitucional y que, adicionalmente, es indispensable para conjugar la libertad
individual con la responsabilidad y la solidaridad que hacen posible este modelo constitucional. En este
sentido, la moralidad pública articula en el plano secular un modo de ser y de actuar que no puede soslayar
la persona, portadora de derechos, que es, al mismo tiempo, sujeto individual y miembro de una comunidad.
El concepto de orden público en la sociedad democrática basada en los derechos, se refiere a las condiciones
y orientaciones valorativas mínimas que deben ser respetadas por sus miembros para que ésta sea una
comunidad organizada en términos de libertad y para la libertad. Se comprende, entonces, que la
relativización de la libertad obedece a una lógica social que mira a su conservación y a su florecimiento, lo
que no sería posible si los planes de vida de todos los sujetos y sus puntos de vista de orden moral, pudieran
llevarse a cabo y manifestarse socialmente sin cortapisa o armonización alguna. No obstante que la ley se
apoye en un criterio de moral pública, si éste desconoce los principios superiores sobre los que se edifica la
democracia constitucional, fundada en el respeto de los derechos fundamentales, la Corte no tiene alternativa
diferente a declarar su inexequibilidad.”
152Sentencia C-814 de 2001. La sentencia C-241 de 2012 declaró la constitucionalidad de la penalización
del incesto en virtud de la protección del bien jurídico de la familia y los valores e instituciones vinculados a
ella.
153Sentencia C-420 de 2002.
154Ibídem.
155Sentencia C-210 de 2007.
58
162Ibídem. Entrevista concedida a Guy Sorman, en "Los verdaderos pensadores de nuestro tiempo", Seix
Barral, 1992.
163 Ibídem.
61
iii. Por último, que el sometimiento a las medidas y tratamientos para los
adictos y dependientes que porten y consuman sustancias estupefacientes y
sicotrópicas, y que consientan de manera informada someterse a las
medidas y tratamientos de orden pedagógico, profiláctico o terapéutico,
deberá proveerse por parte del Estado o por los particulares o por parte
del sistema de salud de acuerdo a los principios de eficiencia,
universalidad y solidaridad.”
166La Corte se declaró inhibida para resolver sobre la demanda presentada en contra de las expresiones “El
porte y el consumo de sustancias estupefacientes o sicotrópicas está prohibido, salvo prescripción médica”,
contenido en el Acto Legislativo 02 de 2009. El cargo endilgado fue de sustitución de la Constitución por el
quebrantamiento de los principios de autonomía personal y dignidad humana. Salvo el voto el magistrado
Mauricio González Cuervo salvo el voto y aclararon voto los magistrados Gabriel Eduardo Mendoza Martelo,
Nilson Pinilla Pinilla, Humberto Antonio Sierra Porto y Jorge Iván Palacio Palacio.
167 Gaceta del Congreso No. 161 de 2009.
63
Sostuvo este Tribunal que una interpretación del inciso sexto del artículo 49
con el resto de la Constitución debe comprometer un concepto amplio de
dignidad que implique autodeterminación; el derecho a la vida y el deber del
Estado de protegerla; la prevalencia de los derechos de los niños; la protección
y la formación integral de los adolescentes; la obligación de adelantar una
política de previsión, rehabilitación e integración social de los disminuidos
físicos, sensoriales y síquicos a quienes se prestará atención especializada; el
derecho a la salud y al saneamiento ambiental; y los deberes del artículo 95
que establece que toda persona tiene la obligación de respetar los derechos
ajenos y no abusar de los propios. Una interpretación teleológica llevó a
sostener que solo se puedan establecer medidas preventivas y rehabilitadoras
de carácter pedagógico, profiláctico y terapéutico, siempre que se haya dado el
consentimiento informado del adicto.
168“La norma no iría en contra del precedente de la sentencia C-221 de 1994 y las sentencias de la Corte
Suprema sobre antijuridicidad material en la llamada ´dosis de aprovisionamiento´, ya que no se trataría
de penalizar en este caso, sino de prohibir. Por último se debe resaltar que en esta primera parte del inciso
sexto se establece como excepción de la prohibición, la prescripción médica. Como se ha advertido, si se
tiene en cuenta únicamente la interpretación del apartado demandado, se podría deducir que la prohibición
del porte y consumo de sustancias estupefacientes y sicotrópicas que se establece en la primera parte del
inciso sexto es absoluta. Sin embargo, no tienen en cuenta la segunda oración que compone el inciso sexto
que se refiere a que ´con fines preventivos y rehabilitadores la ley establecerá medidas y tratamientos
administrativos de orden pedagógico, profiláctico o terapéutico para las personas que consuman dichas
sustancias´ y la tercera oración que indica que ´el sometimiento a esas medidas y tratamientos requiere el
consentimiento informado del adicto´. Teniendo en cuenta las definiciones del Diccionario de la Real
Academia de la Lengua, por ´pedagógico´ se entiende ´aquellas medidas tendientes a educar o enseñar con
claridad´; por ´profiláctico´ se entiende desde el punto de vista médico ´aquella parte de la medicina que
tiene por objeto la conservación de la salud y la preservación de la enfermedad´, y por ´terapéutico´ se
refiere a ´tratamientos empleados en diversas enfermedades somáticas y psíquicas que tienen como finalidad
rehabilitar al paciente haciéndole realizar las acciones y movimientos de la vida diaria.´” Sentencia C-574
de 2011.
64
178 Cfr. sentencias C-026 de 1995 y C-420 de 2002. En esta última decisión frente al interrogante: ¿el hecho
de que el legislador no haya penalizado la producción y comercialización de tabaco y de bebidas alcohólicas y
sí haya penalizado el tráfico de estupefacientes implica la inexequibilidad de las normas que dispusieron tal
penalización?, la Corte respondió negativamente, porque de la Constitución no pueden inferirse los distintos
mecanismos de política criminal que el Estado forzosamente ha de concebir para atender los retos en esta
materia. Que el legislador no haya penalizado la producción y comercialización de tabaco y de bebidas
alcohólicas y, en lugar de ello, haya optado por afirmar la licitud de esas actividades y ordenar campañas de
prevención contra el consumo de alcohol y del tabaco, pone de presente que no estimó necesario acudir a ese
mecanismo de política criminal en relación con tales fenómenos. Esa decisión además es compatible con el
carácter subsidiario y fragmentario que desde hace mucho se le reconoce al derecho penal, al ser imperativo
que, dados los profundos niveles de violencia institucional que convoca, sólo se acuda a él cuando es
absolutamente necesario para la defensa de bienes jurídicos fundamentales para la convivencia. De esa
particular valoración que el legislador hizo de la producción y comercialización del alcohol y del tabaco, su
decisión de mantener la licitud de esas actividades y adelantar campañas de prevención del consumo, no se
sigue que necesariamente haya debido valorar también en el mismo sentido el tráfico de estupefacientes. Del
Texto Superior no se infiere, en manera alguna, la obligación del legislador de valorar de la misma manera
fenómenos sociales diversos y, mucho menos, el deber constitucional de sujetarlos a los mismos mecanismos
de control social.
179 Circunstancias de agravación punitiva para el homicidio culposo. La pena prevista en el artículo anterior
se aumentará de una sexta parte a la mitad, en los siguientes casos: 1. Si al momento de cometer la conducta
el agente se encontraba bajo el influjo de bebida embriagante o de droga o sustancia que produzca
dependencia física o síquica y ello haya sido determinante para su ocurrencia. 2. Si el agente abandona sin
justa causa el lugar de la comisión de la conducta.
180Circunstancias de agravación punitiva por lesiones culposas. Las circunstancias de agravación previstas
en el Artículo 110, lo serán también de las lesiones culposas y las penas previstas para este delito se
aumentarán en la proporción indicada en ese artículo.
181 Sentencia C-425 de 1997 declaró la exequibilidad del numeral 7º del artículo 397 del Decreto 2700 de
1991, que hace procedente la detención preventiva, entre otros eventos, cuando el agente al incurrir en algún
delito de lesiones culposas, se encontraba en estado de “embriaguez aguda o bajo el influjo de droga o
sustancia que produzca dependencia física o síquica demostrado por dictamen técnico o por un método
paraclínico, o abandone sin justa causa el lugar de la comisión del hecho”.
68
9. El asunto en discusión
198En la sentencia C-738 de 2008 la Corte manifestó que la aplicación del principio de oportunidad no
obstaculiza la realización del derecho de reparación de las víctimas.
199 El artículo 328 de la Ley 906 de 2004 señala: “La participación de las víctimas. En la aplicación del
principio de oportunidad el fiscal deberá tener en cuenta los intereses de las víctimas. Para estos efectos
deberá oír a las que se hayan hecho presentes en la actuación.”
200Control judicial en la aplicación del principio de oportunidad. El juez de control de garantías deberá
efectuar el control de legalidad respectivo, dentro de los cinco (5) días siguientes a la determinación de la
Fiscalía de dar aplicación al principio de oportunidad, siempre que con esta se extinga la acción penal. Dicho
control será obligatorio y automático y se realizará en audiencia especial en la que la víctima y el Ministerio
Público podrán controvertir la prueba aducida por la Fiscalía General de la Nación para sustentar la decisión.
El juez resolverá de plano y contra esta determinación no procede recurso alguno. La aplicación del
principio de oportunidad y los preacuerdos de los posibles imputados y la Fiscalía, no podrán comprometer la
presunción de inocencia y solo procederán si hay un mínimo de prueba que permita inferir la autoría o
participación en la conducta y su tipicidad.
73
impugnar las decisiones fundamentales que afectan sus derechos.201 Por tanto,
impedir la impugnación de la decisión del juez de garantías en este evento
resulta incompatible con la Constitución.”
9.5. El artículo 323 de la Ley 906 de 2004202 señaló que la Fiscalía General,
en la investigación o en el juicio, hasta antes de la audiencia de juzgamiento,
podrá suspender, interrumpir o renunciar a la persecución penal, en los casos
previstos en el Código de Procedimiento Penal. Por su parte, el artículo 324
instituyó entre los casos de aplicación del principio de oportunidad los delitos
sancionados con pena privativa de la libertad cuyo máximo no exceda de seis
años o con pena principal de multa (num. 1); previendo en los casos de delitos
con pena privativa de la libertad cuyo límite máximo exceda de seis años de
prisión, la aplicación de este principio por el Fiscal General (parág. 1); y su no
aplicación en investigaciones o acusaciones por hechos constitutivos de graves
infracciones al derecho internacional humanitario, delitos de lesa humanidad,
crímenes de guerra o genocidio, ni cuando tratando de conductas dolosas la
víctima sea un menor de dieciocho años (parág. 2). Así mismo, se contempló
su aplicación cuando proceda la suspensión del procedimiento a prueba en el
marco de la justicia restaurativa y como consecuencia de este se cumpla con
las condiciones impuestas (num. 7).
9.6. El artículo 327 de la Ley 906 de 2004206 señala que la aplicación del
principio de oportunidad y los preacuerdos de los posibles imputados o
acusados y la fiscalía, no comprometen la presunción de inocencia y solo
procederá si hay un mínimo de prueba que permita inferir la autoría o
participación en la conducta y su tipicidad.207 Ello ha permitido advertir por la
Corte que la aplicación de las causales de aplicación del principio de
oportunidad “exige un principio de verdad”, ya que deben existir elementos
de juicio fácticos que conduzcan a inferencias razonables sobre la realización
de la conducta, su adecuación típica y la participación del investigado en la
misma, con el fin de que el fiscal sopese la pertinencia de aplicar el principio
de oportunidad y el juez pueda ejercer control efectivo sobre tal
determinación, lo cual será posible “a partir de una mínima acreditación de la
ocurrencia de un hecho que debe estar previamente definido en la ley.”208
resulta imposible de prever en fórmulas legales generales, impersonales y abstractas.” Sentencia C-095 de
2007.
205 En la sentencia C-979 de 2005, la Corte declaró la exequibilidad, por los cargos examinados, del
artículo 330 de la Ley 906 de 2004 que alude al reglamento que debe expedir la Fiscalía General de la Nación
que habrá de desarrollar el plan de política criminal del Estado.
206Modificado por el artículo 5º de la Ley 1312 de 2009.
207El artículo 250 de la Constitución señala: “La Fiscalía General de la Nación está obligada a adelantar
el ejercicio de la acción penal y realizar la investigación de los hechos que revistan las características de un
delito que lleguen a su conocimiento por medio de denuncia, petición especial, querella o de oficio, siempre y
cuando medien suficientes motivos y circunstancias fácticas que indiquen la posible existencia del mismo.”
208Sentencia C-979 de 2005. Cfr. sentencia C-209 de 2007.
209 Como se dijo, modificado por el artículo 5º de la Ley 1312 de 2009.
75
9.8. Siendo uno de los casos para la aplicación del principio de oportunidad
cuando proceda la “suspensión del procedimiento a prueba” en el marco de la
justicia restaurativa, los artículos 325 y 326 de la Ley 906 de 2004 212 vinieron
a establecer el trámite y condiciones a cumplir.
210 Decía: “El juez de control de garantías deberá efectuar el control de legalidad respectivo, dentro de los
cinco (5) días siguientes a la determinación de la Fiscalía de dar aplicación al principio de
oportunidad, siempre que con esta se extinga la acción penal.” Parte resaltada declarada inexequible.
211Así lo establece el artículo 329 de la Ley 906 de 2004, que además señala: “salvo que la causal que la
fundamente se base en la falta de interés del Estado en la persecución del hecho, evento en el cual las
consecuencias de la aplicación del principio se extenderán a los demás autores o participes en la conducta
punible, a menos que la ley exija la reparación integral a las víctimas.”
212Modificados por los artículos 3º y 4º de la Ley 1312 de 2009.
213Los artículos 518 a 521 de la Ley 906 de 2004 contienen disposiciones generales sobre justicia
restaurativa.
76
9.9. De ahí que el artículo 325 de la Ley 906 de 2004 expone que el
imputado o acusado, hasta antes de la audiencia de juzgamiento, podrá
solicitar la suspensión del procedimiento a prueba, de la misma forma en que
lo que pueden hacer las personas simplemente imputadas, mediante solicitud
oral en la que manifiesten i) un plan de reparación del daño y ii) las
condiciones que estaría dispuesto a cumplir. El plan podrá consistir i) en la
mediación con las víctimas, en los casos en que esta sea procedente, ii) la
reparación integral de los daños causados a las víctimas o iii) la reparación
simbólica, en forma inmediata o a plazos, en el marco de la justicia
restaurativa. Presentada la solicitud, individual o colectiva, el fiscal consultará
a la víctima y resolverá de inmediato mediante decisión que fijará las
condiciones bajo las cuales se suspende el procedimiento, y aprobará o
modificará el plan de reparación propuesto por el imputado, conforme a los
principios de justicia restaurativa. Si el procedimiento se reanuda con
posterioridad, la admisión de los hechos por parte del imputado no se podrá
utilizar como prueba de culpabilidad. El fiscal podrá suspender el
procedimiento a prueba cuando para el cumplimiento de la finalidad del
principio de oportunidad estime conveniente hacerlo antes de decidir sobre la
eventual renuncia al ejercicio de la acción penal.
9.10. Por su parte, el artículo 326, ejusdem, estipuló las condiciones a cumplir
durante el periodo de prueba. Estableció que el fiscal fijará el periodo de
prueba que no podrá ser superior a tres (3) años y determinará una o varias de
las condiciones que deberán cumplir el imputado o acusado hasta antes de la
audiencia de juzgamiento, entre las siguientes:
214El artículo 521 de la Ley 906 de 2004 instituye como mecanismos de justicia restaurativa la conciliación
preprocesal, la conciliación en el incidente de reparación integral y la mediación.
215 Artículo 518 de la Ley 906 de 2004.
78
216 El artículo 325 de la Ley 906 de 2004 indica que “Si el procedimiento se reanuda con posterioridad, la
admisión de los hechos por parte del imputado no se podrá utilizar como prueba de culpabilidad.” El inciso
final del artículo 327 de la Ley 906 de 2004 señala: “La aplicación del principio de oportunidad y los
preacuerdos de los posibles imputados o acusados y la fiscalía, no podrá comprometer la presunción de
inocencia […].”
217 Ej. literal a). Residir en un lugar determinado e informar al fiscal del conocimiento cualquier cambio del
mismo.
218Ej. literal f). No conducir vehículos automotores, naves o aeronaves.
219 Ej. literales b), c), d), j), k). Participar en programas especiales de tratamiento con el fin de superar
problemas de dependencia a drogas o bebidas alcohólicas. Prestar servicios a favor de instituciones que se
dediquen al trabajo social a favor de la comunidad. Someterse a un tratamiento médico o psicológico. La
manifestación pública de arrepentimiento por el hecho que se le imputa. La obligación de observar buena
conducta individual, familiar o social.
220Ej. literal m).
221“Son medidas de aseguramiento: […] B. No privativas de la libertad: 1. La obligación de someterse a
un mecanismo de vigilancia electrónica. 2. La obligación de someterse a la vigilancia de una persona o
institución determinada. 3. La obligación de presentarse periódicamente o cuando sea requerido ante el juez
o ante la autoridad que él designe. 4. La obligación de observar buena conducta individual, familiar y social,
con especificación de la misma y su relación con el hecho. 5. La prohibición de salir del país, del lugar en el
cual reside o del ámbito territorial que fije el juez. 6. La prohibición de concurrir a determinadas reuniones o
lugares. 7. La prohibición de comunicarse con determinadas personas o con las víctimas, siempre que no se
afecte el derecho a la defensa. 8. La prestación de una caución real adecuada, por el propio imputado o por
otra persona, mediante depósito de dinero, valores, constitución de prenda* o hipoteca, entrega de bienes o
la fianza de una o más personas idóneas. 9. La prohibición de salir del lugar d e habitación entre las 6:00
p.m. y las 6:00 a.m. El juez podrá imponer una o varias de estas medidas de aseguramiento, conjunta o
indistintamente, según el caso, adoptando las precauciones necesarias para asegurar su cumplimiento. Si se
tratare de una persona de notoria insolvencia, no podrá el juez imponer caución prendaria.”
79
penas privativas de otros derechos (art. 43, Ley 599 de 2000) 222 y medidas de
seguridad (art, 69, Ley 599 de 2000).223
222“Son penas privativas de otros derechos: 1. La inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones
públicas. 2. La pérdida del empleo o cargo público. 3. La inhabilitación para el ejercicio de profesión, arte,
oficio, industria o comercio. 4. La inhabilitación para el ejercicio de la patria potestad, tutela y curaduría. 5.
La privación del derecho a conducir vehículos automotores y motocicletas. 6. La privación del derecho a la
tenencia y porte de arma. 7. La privación del derecho a residir en determinados lugares o de acudir a ellos.
8. La prohibición de consumir bebidas alcohólicas o sustancias estupefacientes o psicotrópicas. 9. La
expulsión del territorio nacional para los extranjeros. 10. Numeral adicionado por el artículo 24 de la Ley
1257 de 2008. El nuevo texto es el siguiente: La prohibición de aproximarse a la víctima y/o a integrantes de
su grupo familiar. 11. Numeral adicionado por el artículo 24 de la Ley 1257 de 2008. El nuevo texto es el
siguiente: La prohibición de comunicarse con la víctima y/o con integrantes de su grupo familiar.
PARÁGRAFO. Parágrafo adicionado por el artículo 24 de la Ley 1257 de 2008. El nuevo texto es el
siguiente: Para efectos de este artículo Numerales 10 y 11 integran el grupo familiar: 1. Los cónyuges o
compañeros permanentes. 2. El padre y la madre de familia, aunque no convivan en un mismo lugar. 3. Los
ascendientes o descendientes de los anteriores y los hijos adoptivos. 4. Todas las demás personas que de
manera permanente se hallaren integradas a la unidad doméstica. Para los efectos previstos en este artículo,
la afinidad será derivada de cualquier forma de matrimonio, unión libre.”
223“Son medidas de seguridad: 1. La internación en establecimiento psiquiátrico o clínica adecuada. 2. La
internación en casa de estudio o trabajo. 3. La libertad vigilada.”
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No debe dejarse de lado que la suspensión del proceso a prueba bajo las
condiciones previstas por la ley y determinadas por el fiscal, parte de la
solicitud del imputado o acusado y, en esa medida, de la libre voluntad al
pretender hacerse merecedor del principio de oportunidad. En efecto, al
proponer cuál o cuales de dichas condiciones estaría dispuesto a cumplir,
aunque corresponda finalmente al fiscal su fijación, el imputado o acusado
busca hacerse beneficiario del principio de oportunidad, esto es, que no
obstante exista fundamento para adelantar la persecución penal, se pueda
suspender el proceso a prueba por un tiempo determinado, para que una vez
verificado el cumplimiento efectivo de las condiciones establecidas en el
marco de la justicia restaurativa, que se rige por principios y reglas como el
consentimiento libre y voluntario de las partes, se termine extinguiendo la
acción penal, sin que necesariamente hubiera tenido que acudirse a la
privación de la libertad personal.
VII. DECISIÓN
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RESUELVE
Magistrado