Sanidad Del Alma 2
Sanidad Del Alma 2
Sanidad Del Alma 2
Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas; 13 y haced sendas
derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado. 14 Seguid
la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. 15 Mirad bien, no sea que alguno deje
de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos
sean contaminados;
La Biblia no define la enfermedad como lo haría un libro científico, puesto que
es un libro espiritual, pero sí deja ver en este texto un concepto que vale la
pena profundizar. Dice: “…para que lo cojo no se salga del camino, sino que
sea sanado.” (v.13)
Una enfermedad del alma viene a ser semejante a una cojera espiritual. Pero
¿Qué es lo cojo? ¿En qué cojeamos? ¿Hay cojera en nuestros corazones?
Veamos, el cojo es una persona a la que le falta una extremidad y por tanto
camina con dificultad.
. A veces alguien cojea porque tiene una herida en un pie, o porque usa un
calzado inadecuado.
. El cojo, por su caminar dificultoso, suele salirse del camino o ruta trazada.
Espiritualmente hablando un cojo es:
a) Un cristiano que no se desenvuelve con naturalidad en el Reino de Dios.
b) Un hermano que tiene un problema de sanidad interior que le impide
desarrollarse como cristiano.
c) Un discípulo que no crece y provoca molestias al Cuerpo de Cristo.
d) Una persona que se desvía del Camino de Cristo, debido a su problema.
SOLUCIÓN O TRATAMIENTO
¿Cómo podremos levantar a un cojo espiritual o enfermo del alma? El
tratamiento que el Espíritu Santo propone, se compone de tres pasos:
a. “levantad las manos caídas” (v.12a)
b. activad “las rodillas paralizadas” (v.12b)
c. “haced sendas derechas para vuestros pies” (v.13a)
Manos, rodillas y pies espirituales tendrán que ser activados.
A. LAS MANOS SON LOS ÓRGANOS QUE HACEN. Es típico del cristiano
enfermo del alma, la inacción frente a su problema. Sólo se lamenta y culpa a
otros de su problema, no asumiendo la responsabilidad que tiene de su vida.
Necesitamos movilizar a la acción a esa persona y si es nuestro caso,
comenzar a hacer algo para superar nuestro problema. “Levantad las manos
caídas” implica fe en Aquel que puede levantarnos y darnos victoria (Salmo
77:10)
B. LAS RODILLAS SON LAS BISAGRAS DEL CUERPO, las coyunturas que dan
movimiento a los huesos. Particularmente los cristianos utilizamos nuestras
rodillas para orar. Es imposible sanarse si no hacemos una profunda oración y
entrega de nuestros problemas al Señor. La oración de sanidad es poderosa
herramienta del Espíritu Santo. Por otro lado las coyunturas son las uniones
que dan movimiento al cuerpo, asimismo los tutores son los que unen un
miembro con otro en el Cuerpo de Cristo. El discipulado y la sujeción al tutor
es clave para la sanidad de los miembros del Cuerpo. La activación de “las
rodillas paralizadas” se puede realizar sólo por el amor de Dios a través del
Espíritu Santo que vive en la Iglesia (San Mateo 10:1)
LA PREVENCIÓN DE LA ENFERMEDAD
¿Cómo podremos prevenir el mal? Para que una comunidad cristiana y sus
discípulos se conserven sanos, sin heridas ni amargura, es preciso desarrollar
disciplinas y un clima que propicie la buena salud espiritual, así como el
cuerpo requiere de alimento, ejercicio y buen aire. Estas medidas son las
siguientes:
4. Que esa persona finalmente contamine y contagie con su mal al resto de los
hermanos “y por ella muchos sean contaminados” (v.15d)
Nuestro Dios es un Médico que tiene un curioso método para sanar al Hombre.
Él no da a beber o ingerir algún medicamento; Él no nos receta cierta dieta
especial; tampoco nos interviene quirúrgicamente, aún cuando alguien pudiera
decir que nos ha dado a beber de Su Espíritu Santo, nos ha recetado la oración
y la lectura de Su Palabra y que ha intervenido en nuestro interior con Su
poder. Sin embargo la absoluta sanidad se da a través de un acto de Él que
sucedió fuera de nosotros. ¡Extraordinario! Por su herida fue sanada nuestra
herida. La herida de Cristo en la cruz sanó la herida del pecado en el Hombre.
Las heridas de Jesús en Su alma bendita sanaron nuestras heridas humanas
del alma. La sanidad operada por Él es completa, es una sanidad de espíritu,
mente y cuerpo.
Hace casi dos mil años, el apóstol Pablo vivió situaciones aterradoras que
atentaron contra su integridad física. Él lo llama “tribulación”. La experiencia
fue tan impresionante, desgarradora, invalidante, que le abrumó. Estaba más
allá de sus fuerzas, al punto de perder toda esperanza de sobrevivir. Aunque no
se sabe con certeza qué le ocurrió en tal ocasión, de seguro fue algo
traumático.
“Para vergüenza mía lo digo, para eso fuimos demasiado débiles. Pero en lo
que otro tenga osadía (hablo con locura), también yo tengo osadía. / ¿Son
hebreos? Yo también. ¿Son israelitas? Yo también. ¿Son descendientes de
Abraham? También yo. / ¿Son ministros de Cristo? (Como si estuviera loco
hablo.) Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles
más; en peligros de muerte muchas veces. / De los judíos cinco veces he
recibido cuarenta azotes menos uno. / Tres veces he sido azotado con varas;
una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he
estado como náufrago en alta mar; / en caminos muchas veces; en peligros de
ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles,
peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre
falsos hermanos; / en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed,
en muchos ayunos, en frío y en desnudez; /y además de otras cosas, lo que
sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por todas las iglesias. / ¿Quién
enferma, y yo no enfermo? ¿A quién se le hace tropezar, y yo no me indigno?”
(2 Corintios 11:21-29).
CONSECUENCIAS DE UN TRAUMA
“fuimos abrumados sobremanera más allá de nuestras fuerzas, de tal modo que
aun perdimos la esperanza de conservar la vida.” (2 Corintios 1:8)
2. Incremento activación
- Dificultades conciliar el sueño / Hipervigilancia
- Problemas de concentración
- Irritabilidad / impulsividad / agresividad
No cualquier cosa puede causar un SPT; deben ser situaciones que provoquen
un dolor que perturbe la vida normal y que persista, a pesar de ya haber
sucedido. No hay que sobre-diagnosticar porque no cualquier impacto
emocional es un trauma. No todas las personas son susceptibles a ser
traumatizadas.
Hoy cada vez se acepta más que problemas cotidianos se transformen en
profundas heridas, porque actualmente se da una fobia al dolor. Nuestra
sociedad rechaza el dolor como aprendizaje. Si uno cree que va a vivir siempre
feliz está menos preparado para enfrentar el dolor. “Crisis” en chino se asocia
a peligro y oportunidad, porque uno sale fortalecido de ellas, en contraste con
el “trauma” que es pérdida. Debiéramos intentar convertir en crisis los
problemas en vez de traumatizar todo.
1. CONFÍE EN DIOS
“Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no
confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos” (2
Corintios 1:9)
No se sabe con certeza qué le ocurrió a San Pablo en tal ocasión en Asia, mas
de seguro fue algo traumático ¿Cómo lo sobrellevó? Primero, poniendo toda su
confianza en el Dios Todopoderoso, en Aquél que es poderoso para sacar del
sepulcro aún al muerto. No hay hecho más poderoso que ese y en ello
necesitamos confiar. Elohim, uno de los nombres de Dios habla de la fortaleza
y el poder de Dios y designa a Dios Elohim como el Fuerte y Poderoso, el que
tiene Plenitud de Poder. La Biblia dice: “En el principio creó Dios (Elohim) los
cielos y la tierra. (Génesis 1:1) y ; “Los cielos cuentan la gloria de Dios
(Elohim), Y el firmamento anuncia la obra de sus manos” (Salmos 19:1)
También es conveniente considerar que toda nuestra vida está bajo la voluntad
y control Divinos, que Dios es YAHWE-JIREH - Jehová Proveerá. "Entonces alzó
Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un
zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en
holocausto en lugar de su hijo. / Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar,
Jehová proveerá. Por tanto se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto."
(Génesis 22:13-14)
Si usted ha confiado en Dios, pues bien, haga concreta esa confianza, echando
sobre Él toda su carga, su dolor, su desesperanza, su sufrimiento. Dice el
salmista “Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; No dejará para
siempre caído al justo.” (Salmo 55:22) y Jesús asegura “Venid a mí todos los
que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. / Llevad mi yugo
sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y
hallaréis descanso para vuestras almas; / porque mi yugo es fácil, y ligera mi
carga.” (San Mateo 11:28-30)
3. SOLICITE AYUDA
“cooperando también vosotros a favor nuestro” (2 Corintios 1:11)
4. PERSEVERE EN ORACIÓN
“cooperando también vosotros a favor nuestro con la oración” (2 Corintios
1:11)
Es muy posible que el escritor del Salmo viviera una experiencia traumática,
pues escribió: “Si no hubiera sido porque Jehová me dio auxilio, en poco
tiempo mi alma habría residido en el silencio. Cuando dije: ‘Mi pie ciertamente
se moverá con inseguridad’, tu propia bondad amorosa, oh Jehová, siguió
sustentándome. Cuando mis pensamientos inquietantes llegaron a ser muchos
dentro de mí, tus propias consolaciones empezaron a acariciar mi alma”
(Salmo 94:17-19).
Por otro lado, tenga en cuenta que un día todas las enfermedades del alma
desaparecerán. El fin del trastorno de estrés postraumático ya está cerca
(Apocalipsis 21:3,4)
La palabra “complejo” utilizada por la Psicología, ciencia que data del siglo
XVII, siempre va unida al nombre de un personaje histórico, mitológico,
literario o bíblico. En esta oportunidad, sólo vamos a referirnos a cuatro
“complejos”, cuyas características las podemos hallar en las Sagradas
Escrituras.
f) El triste epílogo.
(Génesis 25:9; Génesis 25:17). Ismael creció mucho y se fortaleció en el
desierto de Parán, al sur de Canaán. Se casó con una egipcia, fue padre de 12
príncipes y tuvo además una hija, que vino a ser esposa de Esaú, hijo de Isaac.
Ismael e Isaac sepultaron juntos a su padre Abraham. Ismael murió a la edad
de 137 años. Sus descendientes, los ismaelitas, se establecieron entre la
frontera de Egipto y el golfo Pérsico. El profeta Mahoma colocó a Ismael a la
cabeza de su genealogía. Según el Islam, Ismael colaboró en la construcción
de La Meca. Ismael es tradicionalmente considerado el padre de todos los
árabes.
La pregunta que a nosotros nos toca hacernos es: ¿Tengo el complejo de Agar
y Sara, en el sentido de ver a las mujeres divididas entre mujeres buenas,
castas y puras, y mujeres malas, sólo útiles para el sexo y los caprichos del
hombre? Otra pregunta podría ser ¿Soy una Sara con el hombre o soy su Agar?
La respuesta nos dará la pauta para quitar de nosotros estos prejuicios, evitar
dañar a nuestros hijos con estos prejuicios, y evitar establecer relaciones
inadecuadas como parejas.
EL COMPLEJO DE CAÍN
Otro complejo del alma es el complejo de Caín. Antes de analizarlo vamos a
interpretar el pasaje bíblico que da nombre a este complejo, para
posteriormente descubrir sus relaciones con el cuadro psicológico.
j) La sangre de la reconciliación
“Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí
desde la tierra.” (Génesis 4:10)
La voz de Abel clama desde la tierra. Abel nos habla fuertemente a nuestra
conciencia de hombres y mujeres, a ser considerados con nuestros hermanos y
no dejarnos llevar más por el odio, la envidia y la soberbia. La voz de Abel es la
voz de Cristo. Cristo derramó su sangre por nosotros, como Abel derramó su
sangre por el rechazo de su hermano. La voz de Cristo clama desde la cruz:
“Miradme a mí y sed salvos, todos los confines de la tierra, porque yo soy Dios,
y no hay más.” (Isaías 45: 22) Dar a conocer al niño esta historia bíblica será
muy positivo y puede llevar al arrepentimiento a un pequeño Caín. No nos
quedemos sólo en la acusación del pecado, sino que entreguemos la solución:
Cristo es la solución, Él ha muerto por Caín como por Abel, el perdón de Dios y
la regeneración es la mejor solución.
COMPLEJO DE JOB
“Complejo de Job” es el nombre global dado a las dolencias "psicógenas" de la
piel. Se ha observado proclividad a las dermatitis psicosomáticas en personas
que se ofenden con facilidad, que se sienten agraviadas, con o sin motivo. De
acuerdo a esto, estaría viviendo el complejo de Job, quien se sintiese víctima
de Dios, la vida o el destino, sin un motivo aparente. Hay muchas personas que
van por el mundo experimentando esa sensación de ser sujetos que padecen
por culpas ajenas o por causas fortuitas.
Un hombre próspero.
“Y le nacieron siete hijos y tres hijas. / Su hacienda era siete mil ovejas, tres
mil camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas, y muchísimos
criados; y era aquel varón más grande que todos los orientales. / E iban sus
hijos y hacían banquetes en sus casas, cada uno en su día; y enviaban a llamar
a sus tres hermanas para que comiesen y bebiesen con ellos.” (Job 1:2-4)
Los hebreos del Antiguo Testamento, particularmente en el período precedente
al exilio en Babilonia, creían en la “ley de retribución”. Según ésta, “la
bendición de Dios, que hacía vivir y prosperar, estaba condicionada a la
fidelidad del pueblo; la maldición, que llevaba a la miseria, el dolor y la muerte,
era consecuencia de la infidelidad.” En ese contexto religioso vivía el
protagonista del libro de Job, pensamiento que aún hoy muchos cristianos
sostienen.
Esta filosofía fue presentada por los amigos de Job, específicamente Bildad
Suhita, quien la sintetiza aproximadamente en el año 1520 antes de Cristo.
Apelando al argumento tradicional, formula su tesis en relación a estos tres
aspectos: pobreza, enfermedad y sufrimiento; él dice, “Así como el prado no
puede crecer sin agua, secándose primero que toda la hierba, tales son los
caminos de los que se olvidan de Dios”. (Job 8:11-13) Añade Bildad, “Job, tus
hijos pecaron contra Dios, por eso Él los echó en el lugar de su pecado”. (Job
8:4). Zofar, siguiendo la misma línea de pensamiento de Bildad, corrobora con
éste: “… ¡Oh quien diera que Dios hablara, y abriera sus labios contigo…
conocería entonces que Dios te ha castigado menos de lo que iniquidad
merece!” (Job 11:5,6). Concluye Bildad su tesis: “ Si fueres limpio y recto,
ciertamente… hará próspera tu morada…” (Job 8:6). Se puede deducir
fácilmente, que la filosofía de Bildad, aplaudida por Zofar, es esta: La pobreza,
el sufrimiento y la enfermedad, son el resultado de una vida que niega, se
aparta y se olvida de Dios, por cuanto Job no era ni limpio ni recto, su morada
no podía prosperar.
Un hombre piadoso.
“Y acontecía que habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y
los santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al
número de todos ellos. Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y
habrán blasfemado contra Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos
los días.” (Job 1:5)
A través de este versículo podemos observar que Job era un hombre piadoso.
Dice la Palabra de Dios que “la gimnasia corporal es de poco provecho; pero la
piedad es útil para todo y tiene promesas para la vida presente y para la
futura.” (1 Timoteo 4:7,8). La sana enseñanza aconseja la práctica de la piedad
o vida devocional como un modo de apurar la venida del Señor (2 Pedro
3:11,12; 1 Timoteo 6:11) Hay un misterio de la piedad, cuyo conocimiento y
práctica lo guarda la Iglesia (1 Timoteo 3:16). Hablando del Padre Nuestro,
Santo Tomás, teólogo del siglo XIII, dice: “Consiste la piedad en un afecto
cariñoso y deferente al propio padre y a cualquier hombre sumido en
desgracia. Por consiguiente, siendo Dios Padre nuestro no sólo debemos
respetarle y temerle, sino además abrigar ese devoto y cariñoso afecto para
con Él”
La palabra “estrés” deriva del término inglés "stress", que significa "fatiga", en
especial la fatiga de materiales. Es toda demanda física o psicológica fuera de
lo habitual y bajo presión que se le haga al organismo, provocándole un estado
ansioso. En la mayor parte de los casos, el estrés aparece debido a las grandes
demandas que se le imponen al organismo.
¿Fue afectada la autoestima de Job con las pruebas a que fue sometido en el
pasaje estudiado? Si aplicamos a la conducta de Job este sencillo “test” de
cuáles son las conductas que nos hablan de una autoestima positiva,
podremos aventurar una respuesta a la interrogante.
COMPLEJO DE JUDAS
Podemos llevar en el alma dolores muy grandes, aparte de la culpa por el
pecado. Hay heridas, traumas y complejos. Otro complejo del alma es el que la
Psicología llama “complejo de Judas”. ¿Por qué? Porque el que lo sufre
experimenta un ánimo de traición impulsado por cierto resentimiento. El sujeto
no soporta la superioridad, sobretodo moral, de otra persona de mayor valía, se
siente inferior y disminuido por el otro. Adopta conductas de deslealtad y con
su perfidia procura reestablecer inconscientemente su autoestima
quebrantada. ¿Cuál era el resentimiento de Judas? La evidente superioridad
moral y espiritual de su Maestro. La autoestima de Judas necesitaba poner en
un lugar de menor valor a Jesús, para sentirse bien y aprobado. Las treinta
monedas de plata no explican suficientemente la villanía del Iscariote. La
traición del “amigo” va más allá del interés material o económico.
En la lista de los apóstoles figura como el “traidor” (San Mateo 10:4; San
Marcos 3:19; San Lucas 6:16), Judas Iscariote, uno de los Doce, quien vendió a
su Maestro a los enemigos. La traición es una falta que se comete
quebrantando la fidelidad o lealtad que se debe guardar o tener a alguien o
algo; en Derecho es un delito cometido por civil o militar que atenta contra la
seguridad de la patria. Se llama alta traición a la cometida contra la soberanía
o contra el honor, la seguridad y la independencia del Estado. Matar, entregar o
actuar a traición es hacerlo alevosamente, faltando a la lealtad o confianza.
Cuenta el Evangelio que Judas Iscariote un día se contactó con los enemigos
de Jesús, que deseaban apresarlo para juzgarlo e inhabilitarlo como maestro
espiritual de Israel, y lo vendió por dinero. “Entonces uno de los doce, que se
llamaba Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes, /y les dijo: ¿Qué me
queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le asignaron treinta piezas de
plata. /Y desde entonces buscaba oportunidad para entregarle.” (San Mateo
26:14-16) ¿Cómo devino la historia de Judas Iscariote hasta ese momento? Es
el proceso de degradación que vivió este discípulo hasta llegar a cometer la
más alta traición: vender a su Maestro.
Judas es ladrón.
Como administrador de las finanzas del ministerio de Jesús, Judas sustraía
dinero. Los apóstoles no entendieron cuando el Maestro le dijo a Judas que
hiciera cuanto antes lo que tenia que hacer. Creyeron que se refería a alguna
compra para la fiesta o que fuese a ayudar a los pobres, mas Jesús se refería a
la traición de Judas (San Juan 12:3-6; San Mateo 26:21,23-24)
Judas es avaro.
Lo retrata de cuerpo entero su reacción ante la unción de Jesús: “Seis días
antes de la pascua, vino Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, el que había
estado muerto, y a quien había resucitado de los muertos. / Y le hicieron allí
una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban sentados a la
mesa con él. / Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de
mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la
casa se llenó del olor del perfume. / Y dijo uno de sus discípulos, Judas
Iscariote hijo de Simón, el que le había de entregar: / ¿Por qué no fue este
perfume vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres? / Pero dijo esto,
no porque se cuidara de los pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa,
sustraía de lo que se echaba en ella. / Entonces Jesús dijo: Déjala; para el día
de mi sepultura ha guardado esto. / Porque a los pobres siempre los tendréis
con vosotros, mas a mí no siempre me tendréis.” (San Juan 12:3-8)
Con esta crítica Judas no sólo es miserable, sino que la misma alcanza a
Jesús quien lo exhorta en público con fortaleza y serenidad. La critica Judas
muestra su gran amargura de corazón, lo cual no es un deseo de justicia y
caridad hacia los pobres, sino de la rebeldía interior ante la evidencia de que
seguir al Maestro requiere abandonar las cosas mundanas, la avaricia, las
ambiciones y el poder terrenal.
En la entrada de la Pascua vemos a Jesús siendo amado por todos los suyos,
pero en todo este ambiente amoroso se encuentra un traidor, que ya se ha
puesto de acuerdo con los enemigos del Reino de Dios para entregarle.
“Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fué á los príncipes
de los sacerdotes” (San Mateo 26:14; San Marcos 14:10)
Jesús sabía perfectamente quien era Judas, conocía sui corazón como el de
cada discípulo. Es así que en una ocasión insinúa: “Jesús les respondió: ¿No os
he escogido yo a vosotros los doce, y uno de vosotros es diablo? /Hablaba de
Judas Iscariote, hijo de Simón; porque éste era el que le iba a entregar, y era
uno de los doce.” (San Juan 6:70,71)
Por lo demás, Jesús anuncia la traición de Judas: “Habiendo dicho Jesús esto,
se conmovió en espíritu, y declaró y dijo: De cierto, de cierto os digo, que uno
de vosotros me va a entregar. /Entonces los discípulos se miraban unos a
otros, dudando de quién hablaba. / uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba,
estaba recostado al lado de Jesús. /A éste, pues, hizo señas Simón Pedro, para
que preguntase quién era aquel de quien hablaba. /El entonces, recostado
cerca del pecho de Jesús, le dijo: Señor, ¿quién es? /Respondió Jesús: A quien
yo diere el pan mojado, aquél es. Y mojando el pan, lo dio a Judas Iscariote
hijo de Simón. /Y después del bocado, Satanás entró en él. Entonces Jesús le
dijo: Lo que vas a hacer, hazlo más pronto. /Pero ninguno de los que estaban a
la mesa entendió por qué le dijo esto. /Porque algunos pensaban, puesto que
Judas tenía la bolsa, que Jesús le decía: Compra lo que necesitamos para la
fiesta; o que diese algo a los pobres. /Cuando él, pues, hubo tomado el bocado,
luego salió; y era ya de noche.” (San Juan 13:21-30) “Entonces respondiendo
Judas, que le entregaba, dijo. ¿Soy yo, Maestro? Dícele: Tú lo has dicho.” (San
Mateo 26:25)