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Neuromito

El documento discute el mito de que el cerebro puede realizar múltiples tareas que requieren atención selectiva y sostenida al mismo tiempo. Explica que aunque el cerebro puede automatizar tareas y realizar algunas funciones simultáneamente, no puede prestar atención selectiva a más de una tarea a la vez. También advierte que intentar hacer múltiples tareas distrae la atención y hace que el aprendizaje sea menos efectivo.
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Neuromito

El documento discute el mito de que el cerebro puede realizar múltiples tareas que requieren atención selectiva y sostenida al mismo tiempo. Explica que aunque el cerebro puede automatizar tareas y realizar algunas funciones simultáneamente, no puede prestar atención selectiva a más de una tarea a la vez. También advierte que intentar hacer múltiples tareas distrae la atención y hace que el aprendizaje sea menos efectivo.
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Neuromito #4: El cerebro es multitarea (“multitasking”) en el

momento de prestar atención en el aula

Nuestro cerebro tiene la capacidad de realizar más de una tarea a la vez. Sin
embargo, para que el resultado no sea mediocre estas labores deben ser automáticas.
Cuando el objetivo implica prestar atención selectiva y sostenida, debemos
concentrarnos solamente en una actividad durante un determinado lapso de tiempo.

AUTOR
PROF. ALEJANDRA DEL FABRO
Directora del Instituto Idio+delfabro. Miembro de Cambridge Neuroscience, donde
publica trabajos compartiendo experiencias a pie de aula aplicando las neurociencias.
Miembro de ASCD, Asociación para el Desarrollo de la Currícula.

Artículo de uso libre, sólo se pide citar autor y fuente (Asociación Educar para el
Desarrollo Humano).

Primera parte; segunda parte; tercera parte.

Conforme pasa el tiempo, surgen nuevos conocimientos y se puede observar que


cada vez son más las instituciones que resaltan la importancia de la
neuroeducación, haciendo especial hincapié en manejar información certera a la
hora de aplicaciones áulicas.

De esta manera, llegamos al neuromito que hoy abordaremos: ¿es real que el
cerebro es multitarea? Casi el 100% de la población considera que nuestro cerebro
es capaz de realizar varias tareas a la vez, un concepto que también es conocido
por el vocablo en inglés “multitasking”.

Por un lado, se podría decir que el cerebro es multitarea puesto que es el órgano
que regula todas nuestras funciones vitales -el ritmo cardíaco y la homeostasis, por
ejemplo- sin que sea necesario atender a estas cuestiones en particular porque
ocurren fuera del nivel de nuestra consciencia. Tampoco requiere que tengamos
que atender a cada paso para realizar aquellas tareas que han sido aprendidas y
se han vuelto “automáticas”, como, por ejemplo, lavarnos los dientes. Nuestro
cerebro es capaz de realizar ciertas acciones al mismo tiempo, usando diferentes
estructuras simultáneamente.

Por otro lado, y para considerar atentamente, ocurre lo contrario con aquello que
casi todas las personas creen: el cerebro no es multitarea a la hora de prestar
atención selectiva y sostenida. Es decir, no puede llevar a cabo
simultáneamente tareas que involucran las áreas cerebrales más evolucionadas
(implicadas, por ejemplo, en contestar mensajes de texto conjuntamente con
atender a una exposición oral). Cuando nos referimos a que para el cerebro no es
posible prestar atención selectiva y sostenida, señalamos aquellas funciones que
nos dan la capacidad de controlar los sucesos cognitivos e involucran resistencia a
la distracción, inhibición de respuestas a los estímulos a favor de otros más
relevantes. Como docentes, concentrarnos en que nuestros estudiantes
puedan mantener la atención selectiva y sostenida es un desafío. Más aún,
estas funciones se entrenan y desde la institución educativa deberíamos generar
espacios enriquecidos para que los estudiantes aprendan a concentrarse.

Les presentamos ciertos ítems para que los docentes puedan tomarlos con el
objetivo de enriquecer sus prácticas pedagógicas y, a su vez, los invitamos a
compartir esta información con estudiantes de nivel medio: les será información
valiosa no solo en esta instancia de su formación sino también en estudios
superiores.

Entonces, ¿qué acciones podríamos tomar como educadores? 

Compartir información certera con estudiantes de nivel secundario y con la


comunidad educativa para alentar, desde el marco referencial de los estudios del
cerebro, la posibilidad y beneficios de seguir aprendiendo.

A continuación les ofrecemos 3 actividades áulicas para leer, informarse y


compartir en clase, comentando, reflexionando y agregando una dosis de diversión
al final.

1) Información

En la escuela, tanto educadores como estudiantes suelen decir que “el


cerebro trabaja como una computadora”.

Para diferenciarnos de las máquinas, diremos, en primer lugar, que el cerebro


nunca es el mismo y, por lo tanto, tiene historia y la reescribe todos los días. Por
otro lado, en una computadora la memoria tiene un lugar asignado en el hardware,
mientras que en el cerebro se almacenan muchos tipos de memorias, en muchos
sitios a la vez y no siempre es posible tener acceso a ellas.

Ahora bien, el hecho de que el cerebro humano pueda realizar varios procesos a la
vez no significa que los seres humanos seamos “multitarea” a la hora de prestar
atención selectiva y sostenida. La atención selectiva y sostenida es aquella función
requerida en el aula para que los estudiantes “atiendan” la tarea que se está
realizando, evitando distracciones.

“Las estructuras que conforman el cerebro del Homo sapiens sapiens


evolucionaron hace 160.000 años en la sabana africana con el fin de sobrevivir en
el mundo natural”. Estos 139 caracteres nos permiten comprender más fácilmente
porqué a tantos de nosotros se nos suele escuchar frecuentemente las frases
“tengo problemas de memoria” o “a este alumno le está costando más
concentrarse que antes”.

En la era del correo electrónico, los mensajes de texto, el WhatsApp, Instagram,


Snapchat, Facebook y Twitter, pareciera que todos estamos obligados a hacer
varias cosas a la vez. Pero esta multitarea constante le está costando al cerebro
un precio muy alto. Este costo elevado no está vinculado con inconvenientes con
la memoria sino con los problemas de atención. De hecho, sin atención es
imposible formar memorias nuevas o evocar antiguas. Es por esto que nuestro
afán por atender las demandas de la tecnología nos está volviendo menos
eficientes con nuestras habilidades cognitivas.

Nuestros cerebros están más ocupados que nunca en la historia de la humanidad.


Estamos “bombardeados” con hechos, pseudo-hechos y rumores: todos parecen
ser información verdadera. El averiguar lo que se necesita retener y lo que se
puede ignorar es agotador. Al mismo tiempo, todos estamos haciendo cada vez
más actividades. Hace treinta años, había agentes de viajes que organizaban
reservas, vendedores que nos ayudaban a encontrar lo que estábamos buscando
en las tiendas, mecanógrafos o secretarias que ponían al día la correspondencia,
etc. Hoy en día nosotros hacemos la mayoría de esas tareas. Hacemos los
trabajos de 10 personas diferentes, mientras que intentamos mantenernos al día
con nuestras vidas, nuestros hijos, padres, amigos, carreras y hobbies.

Para la mayoría de nosotros, los teléfonos inteligentes se han convertido en


herramientas tipo Victorinox que incluyen un diccionario; calculadora; navegador
web; correo electrónico; juegos; calendario; grabadora de voz; reproductor de
música; pronosticador meteorológico; GPS; bloc de notas y linterna. Además, este
dispositivo es el que nos permite ver, 24 horas al día, las actualizaciones de Twitter
y Facebook. Los usamos todo el tiempo, como parte de una obsesión del siglo XXI,
para publicar todo lo que hacemos, utilizando tiempo que –quizás– debería ser
destinado al descanso, al esparcimiento o a socializar. Enviamos un mensaje
mientras caminamos por la calle; nos ponemos al día con el correo electrónico
mientras estamos de pie en una cola y, mientras almorzamos con amigos,
comprobamos furtivamente que hacen nuestros otros amigos que se encuentran
en cualquier otro lugar.

Pero hay una mosca en la sopa. Aunque pensamos que estamos haciendo varias
cosas a la vez (somos multitarea) esta es una ilusión poderosa y diabólica. Earl
Miller, neurocientífico del MIT (Massachusetts Institute of Technology) y uno de los
expertos mundiales en atención dividida, dice que nuestros cerebros “no están
cableados para realizar múltiples tareas correctamente”. Cuando una persona
piensa que es multitarea, en realidad está cambiando de una tarea a otra muy
rápidamente. Y cada vez que lo hace, hay un costo cognitivo. Aunque
pensamos que estamos haciendo mucho, irónicamente, la multitarea nos hace
demostrablemente menos eficientes. El “multitasking” en realidad se
llama “asignaciones alternas” ya que lo que sucede en el cerebro es que cambia
su concentración de la primera actividad a la segunda, para luego regresar a la
primera.

Se ha descubierto que las asignaciones alternas (llamadas muchas veces


multitarea) aumentan la producción de la hormona del estrés cortisol; también de la
adrenalina, neurohormona de lucha o de huida, que puede sobreestimular el
cerebro y causar ciertas confusiones en nuestra mente. La multitarea crea un lazo
de retroalimentación con la adicción a la dopamina, premiando eficazmente al
cerebro para perder el foco y para buscar constantemente la estimulación externa.
Para empeorar las cosas, la corteza prefrontal prefiere un sesgo de novedad, lo
que significa que su atención puede ser fácilmente secuestrada por algo nuevo,
como los objetos brillantes y llamativos que utilizamos para atraer a los bebés,
cachorros y gatitos. La ironía aquí para aquellos que creen estar centrándose en
varias actividades que requieren atención es clara: es la misma la región del
cerebro en la que tenemos que confiar para permanecer en esa tarea y se distrae
fácilmente. Respondemos al teléfono, buscamos algo en Internet, revisamos
nuestro correo electrónico, enviamos un WhatsApp, y cada una de estas acciones
modifica los centros de búsqueda de novedad y recompensa del cerebro,
causando una explosión de opioides endógenos (por ese motivo se siente tan
bueno): todo en detrimento de nuestra permanencia en la actividad.

Russ Poldrack, neurocientífico en Stanford, descubrió que la información


producto de aprendizajes mientras estamos realizando tareas múltiples
forma memorias que se alojan en la parte “equivocada” del cerebro. Si los
alumnos estudian y ven televisión al mismo tiempo, por ejemplo, la información de
su tarea escolar entra en el estriado, región especializada en almacenar nuevos
procedimientos y habilidades, no hechos e ideas. Sin la distracción de la televisión,
la información entra en el hipocampo, donde se organiza y categoriza en una
variedad de formas, por lo que es más fácil de recuperar o evocar. Por otro lado,
Earl Miller agrega: "La gente no puede hacer varias tareas muy bien, y cuando
dicen que pueden, se están engañando a sí mismos". Y resulta que el cerebro es
muy bueno en este negocio engañoso.

Además de los altísimos costos metabólicos, pedirle al cerebro que desplace la


atención de una actividad a otra produce que la corteza prefrontal y el cuerpo
estriado quemen glucosa oxigenada, el mismo combustible que necesitan para
mantenerse en la tarea. A su vez, el rápido y continuo cambio que hacemos con la
multitarea provoca que el cerebro queme combustible tan rápidamente que nos
sentimos exhaustos y desorientados después de un corto tiempo. Literalmente,
hemos agotado los nutrientes en nuestro cerebro. Esto lleva a otras
consecuencias tanto en rendimiento cognitivo como físico. Entre otras, el cambio
de tareas repetidas produce ansiedad, lo que eleva los niveles de la hormona del
estrés, cortisol, en el cerebro, que a su vez puede derivar en comportamiento
agresivo e impulsivo. Por el contrario, permanecer en la tarea, atendiendo a lo que
se está haciendo y no a otro estímulo, es una función controlada por el cíngulo
anterior y el estriado, y una vez que nos implicamos con el modo ejecutivo central,
el hecho de permanecer en ese estado hace que el cerebro utilice menos energía
que cuando se encuentra saltando de una tarea a la otra y reduce la necesidad de
glucosa del cerebro.

Como si esto fuese poco, muchos de los focos de atención a los que estamos
atendiendo cuando estamos en “modo multitarea” requieren de la toma de
decisiones: ¿Respondo este mensaje o lo ignoro? ¿Cómo lo respondo? ¿Cómo
puedo archivar este correo electrónico? ¿Puedo continuar en lo que estoy
trabajando o me tomo un descanso? Resulta que la toma de decisiones también es
muy difícil para los recursos neuronales y que pequeñas decisiones parecen tomar
tanta energía como las grandes. Al perder energía y estar sobrecargados, una de
las primeras habilidades que perdemos es el control de los impulsos. Esto
rápidamente se convierte en un estado de agotamiento en el que, después de
tomar muchas decisiones insignificantes, podemos acabar tomando decisiones
realmente malas sobre algo importante.

Las personas que pueblan las aulas de nivel medio consideran Facebook la red
social de la generación anterior. Para ellos, enviar mensajes de texto, WhatsApp,
se ha convertido en el principal modo de comunicación. Ofrece la privacidad que
no se tiene con llamadas telefónicas y la inmediatez que no brinda el correo
electrónico. Pero los mensajes de texto, a diferencia de la mayoría de los correos
electrónicos, hacen que haya que enfrentarse a algunos problemas. Debido a que
es limitado en caracteres, desalienta la discusión pensativa o cualquier nivel de
detalle. Y los problemas adictivos se agravan por la hiperinmediatez de los
mensajes de texto. A diferencia de los correos electrónicos, los mensajes de
WhatsApp aparecen sin pedir permiso en la pantalla del teléfono y percibimos que
“demandan” atención inmediata. Si a esto le añadimos la expectativa social de que
un texto sin respuesta se interprete insultante para el remitente, nos encontramos
con la receta para la adicción: reciba un WhatsApp y se activarán los centros de
novedad. Respondemos y nos sentimos recompensados por haber
completado una tarea(aunque esa tarea fuese completamente desconocida para
nosotros 15 segundos antes). Cada una de las respuestas ofrece una inyección
de dopamina mientras su sistema límbico grita "¡Más! ¡Más! ¡Dame más!".

El famoso experimento de Olds y Milner reveló cuál es la región del cerebro


relacionada con el placer. Milner y Olds colocaron un pequeño electrodo en
cerebros de ratas, en una pequeña estructura del sistema límbico llamado el
núcleo accumbens. Hoy sabemos que esta estructura regula la producción de
dopamina y es la región que "se ilumina" cuando los jugadores ganan una apuesta
o los drogadictos toman cocaína (Olds y Milner lo llamaron el centro de placer).
Una palanca en la jaula hacía que se les enviase a las ratas una pequeña señal
eléctrica directamente a su núcleo accumbens. Esto les gustó tanto que no hacían
más que ir en búsqueda del estímulo eléctrico, y se olvidaron de comer y de
dormir. Mucho después, ignoraron la comida sabrosa si es que la opción era el
manjar o la oportunidad de presionar esa pequeña barra de cromo; incluso
ignoraron la oportunidad de tener sexo. Las ratas sólo presionaban la palanca una
y otra vez hasta que murieron de hambre y agotamiento.

Cada vez que enviamos un mensaje, de una manera u otra, sentimos una
sensación de logro y nuestro cerebro recibe una gran cantidad de hormonas de
recompensa diciéndonos que hemos logrado algo. Cada vez que revisamos un
feed de Twitter o una actualización de Facebook, nos encontramos con algo nuevo
y nos sentimos más conectados socialmente (en una especie de manera
cibernética extraña e impersonal) y recibimos otra cantidad de hormonas de
recompensa. Pero recordemos, es la parte muda del cerebro que conduce el
sistema límbico que induce esta sensación de placer, no la planificación, la
programación, los centros de pensamiento de nivel superior en la corteza
prefrontal. Dice el Dr. Levitin, “la comprobación del correo electrónico,
Facebook y Twitter constituye una adicción neural.”.

2) Disparadores para la reflexión con el grupo

a) ¿Por qué el cerebro no funciona como si fuese una computadora?


b) El cerebro humano puede realizar varias tareas a la vez, ¿Cuáles? Describir las
tareas que, cotidianamente, realizamos simultáneamente.
c) Hay ciertas funciones que el cerebro no puede realizar a la vez, ¿Cuáles?
Pensemos en las tareas que, cotidianamente, le pedimos al cerebro que realice y
que hacen que nuestra atención deba saltar de un foco de atención a otro.
¿Cuáles serían las estrategias que podríamos usar, cuestiones a tener en cuenta,
para eliminar estos distractores que nos permitan trabajar efectiva y eficazmente?
d) ¿Qué costo tiene para nuestro cerebro forzarlo a cambiar el foco de atención
permanentemente? ¿Qué consecuencias acarrea?
e) ¿Por qué es “adictiva” la respuesta permanente a mensajes de WhatsApp /
Twitter? ¿Qué hormona produce? ¿Cómo afecta esa hormona a nuestro cerebro?
f) De acuerdo a lo que se desprende de la información leída, ¿cuál sería el
inconveniente de estudiar con el televisor prendido? Si sos de los estudiantes que
necesitan “aislarse con la tele” a favor de concentrarse mejor, ¿qué otra fuente
sonora sería más positiva para que puedas estudiar más eficientemente?
g) ¿Cómo podríamos ahorrar combustible para no cansarnos de más mientras
estudiamos?

3) Conectando con aquello que nos gusta y divierte

El Dr. Levitin, neurocientífico de referencia de información de este artículo, aparece


en “El foco de la atención”, temporada 8, episodio 5 de “The Big Bang Theory”. Los
productores del programa lo invitaron a una presentación especial y se lo puede
ver en la primera escena sentado en la cafetería Caltech detrás de Sheldon.

A modo de conclusión:

Si bien tanto educadores como estudiantes están presionados a cumplir objetivos


curriculares constantemente, es importante tomar en cuenta los descubrimientos
acerca del cerebro y su capacidad de realizar múltiples actividades de manera
simultánea, es decir realizar asignaciones alternas, conocidas en inglés como
“multitasking”. El autor David Sousa expresa que el cerebro puede concentrarse
solamente en una actividad en un determinado tiempo. Es decir, la palabra
“multitasking”, en realidad, se llama “asignaciones alternas” ya que lo que sucede
en el cerebro es que este cambia su concentración de la primera actividad a la
segunda, para luego regresar a la primera. Esto tiene grandes implicaciones en el
aula, ya que el cambio atencional que realiza el cerebro cuando cambia de una
actividad a otra pasa por un proceso de gran esfuerzo, en el que se pierde
información presente en la memoria de trabajo sobre la primera actividad. Por esta
razón, una persona termina realizando dos tareas de manera mediocre y no una
que llegue a cumplir los objetivos establecidos de la mejor manera. En el aula de
clases, si bien se necesitan de varias estrategias para mantener la atención y
motivación de los estudiantes, no se debe cambiar a una segunda actividad hasta
haber terminado con la primera. 

Referencias bibliográficas:

 Brain in the News, Publicación DANA, edición impresa, 13 enero de 2015.


 Howard-Jones PA. Neuroscience and education: myths and messages. Nature
Reviews Neuroscience, 2014. 15(12): 817-824.
 Labath, L. M. (2016). "Neuromitos" o falsas creencias sobre el cerebro”, Asociación
Educar para el Desarrollo Humano, Consultado el 12 de junio de 2017
<http://asociacioneducar.com/falsas-creencias-cerebro>
 Levitin D. J. (2015). “The distracted mind”. All In The Mind - ABC Radio National
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Corporation). <http://www.abc.net.au/radionational/programs/allinthemind/the-
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 Levitin D. J. (2015). “Why the modern world is bad for your brain”. The Guardian.
<https://www.theguardian.com/science/2015/jan/18/modern-world-bad-for-brain-
daniel-j-levitin-organized-mind-information-overload>
 Miller EK, Cohen JD. An integrative theory of prefrontal cortex function. Annu Rev
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 Olds J, Milner P. Positive reinforcement produced by electrical stimulation of septal
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 Foerde K, Knowlton BJ, Poldrack RA. Modulation of competing memory systems by
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 Sousa, D. (2011). “Mind, Brain and Education: The Impact of Educational
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Autumn 2011. <http://www.learninglandscapes.ca/images/documents/ll-no9-final-lr-
2.pdf> 

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