El Entorno Físico y Las Condiciones Materiales: Temática

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El Entorno físico y las condiciones materiales

 Abundancia de piedra (caliza, granito, alabastro, basaltos, etc.).


 Ausencia de madera, pero abundancia de especies vegetales relacionadas con el
Nilo (papiro y loto) o con los oasis del desierto Arábigo y Líbico (palmeras). Por
ello en sus edificios abundan las columnas, recuerdo de los bosquecillos que
crecían en las orillas del Nilo.
 Egipto es un país horizontal; así es también su arquitectura, tan llana como las
terrazas acantiladas que encuadran el Nilo.
 El aislamiento geográfico confiere al arte egipcio un continuismo en los
elementos artísticos fundamentales, frente a la gran diversidad que presentan
otras civilizaciones próximas (Mesopotamia).
Principales características de la plástica egipcia
Las representaciones escultóricas y pictóricas son de carácter religioso, funerario
o de uso cotidiano. No existe el concepto de "el arte por el arte".
El artista es considerado un artesano al servicio del poder (faraón), y será ese
poder quien determine las normas de representación que se mantendrán
homogéneas, exceptuando el período de "libertad" artística que se implantó durante
el reinado de Amenofis IV en Tell-el Amarna.
Las representaciones están sometidas a un arquetipo idealizado: lo temporal y
anecdótico que pueden indicar transitoriedad se desechan y se reservan a las clases
humildes. De ahí que la imagen del faraón responda a un ideal de belleza y los
demás pueden presentar rasgos más naturales. El realismo se destina a los hombres
ordinarios.
Hieratismo: la rigidez en el gesto indica eternidad.
Simetría.
Las representaciones deben garantizar la inmortalidad del difunto y la posibilidad de
que la vida de ultratumba se desarrolle sin contratiempos. De ahí surgen una serie de
convencionalismos:
La estatua-cubo: adaptación al bloque, sin salientes para evitar las roturas. Las
imágenes se someten fácilmente a la Ley de la frontalidad.
Reproducción objetiva de las imágenes: se trata de representar el máximo de
elementos definidos de la imagen, por ello el resultado es un agrupamiento de las
características más importantes, apareciendo yuxtapuestas de frente o de lado. (Ley
de la Claridad).
La perspectiva: en general, escultura y pintura se representan en dos dimensiones,
pero cuando se quiere lograr la tercera dimensión utilizan la multiplicación de
perfiles, disposición en bandas o pisos, teniendo en cuenta que la mayor altura
indica lejanía.
Jerarquización de las figuras: el faraón aparece generalmente representado en un
tamaño superior.
El color: los relieves y la pintura utilizan la policromía, cuya simbología está
determinada de antemano:
- Hombres: color terroso
- Mujeres: color amarillo claro.

Temática
Otras circunstancias que favorecen el desarrollo de la plástica en general es la necesidad
de satisfacer las necesidades del alma en su peregrinar por la vida del Más Allá. Por ese
motivo, los sepulcros se hallan repletos de representaciones de servidores que facilitarán
la vida del difunto.

La pintura
Las primeras manifestaciones son anteriores al 3000 a.C. Utilizan todo tipo de soportes:
leño, madera, papiro, roca, pared, etc. La técnica predominante es el temple que se
aplicaba sobre un soporte preparado con leche y cal, y como aglutinante utilizan huevo,
leche de higuera, goma arábiga,...
El dibujo suele estar muy marcado y los colores se aplican de forma plana (alveolados).
No existen el volumen ni las sombras. La pintura es bidimensional.

La inmensa mayoría de los ejemplos que han llegado hasta la actualidad están asociados
a los enterramientos: murales que decoraban los interiores de las mastabas de Sakkara, o
de los hipogeos del Valle de los Reyes, etc.; rollos de papiros con el Libro de los
Muertos,...
La temática de los murales es muy variada: escenas de la vida cotidiana (banquetes,
escenas campesinas, etc.) o escenas religiosas. En ambos casos con una clara finalidad:
favorecer la vida en el Más Allá del difunto.

El artista dibuja los objetos de frente, pero no todos. Si observamos los retratos vemos
que el cuerpo se divide representando cada una de las partes de la forma que parece más
expresiva; el ojo y los hombros de frente, la cara, piernas pies, ombligo y senos de perfil
y el busto de frente, aunque con el tiempo se colocará en 3/4. Lo que se persigue no es
la diferenciación, sino el concepto.
Además de estos principios que debía seguir el artista al realizar su obra, existían otros
impuestos dependiendo de significado o destino de la obra. Cuando se realizaba una
imagen de un difunto para la tumba se le representaba reconocible, pero idealizado. En
el arte funerario, además debían representarse ciertos animales, considerados peligrosos
para el difunto, con cuchillos sobre la espalda o sin los componentes que lo hacen
peligroso, por ejemplo, los escorpiones o las serpientes que podían complicarle la
existencia al difunto en el Más Allá.
Observamos también que existen escenas en las que los hombres aparecen de diferente
tamaño aun a pesar de estar en el mismo plano. El tamaño de las personas representadas
dependía de su nivel jerárquico en la sociedad. Además no existen movimientos
bruscos, ni siquiera en las escenas de lucha. Los ideales de belleza dominan las caras y
el físico. No existen rasgos especiales y por supuesto no hay movimiento, toda la
imagen es estática.

Pero tampoco existe movimiento en las caras con el paso del tiempo. Se representan
jóvenes y casi siempre idealizados. Los hombres se representan en color oscuro, debido
a su trabajo al sol, y las mujeres en uno claro, por que pasan más tiempo en casa.
El empleo de los materiales también dependía del sentido a dar a la escena. Cuando se
quería vincular directamente al rey con los cultos solares se empleaba la piedra roja.
Esto fue muy frecuente en el reinado de Amenhotep III y por supuesto de Amenhotep
IV (Akenatón). Los colores estaban sujetos a una estricta normativa. El rojo se asociaba
al desierto y al dios Seth, el amarillo al sol, el azul al Nilo, el negro al limo y por tanto a
la fertilidad, y el verde a la fecundidad. El cuerpo de Osiris, asociado con el Más Allá,
pero también con la vegetación, se representa precisamente de color verde.
Escultura
Los egipcios utilizaron diversos tipos de escultura: escultura exenta y relieve. En
esculturas exentas de un mismo faraón proliferan con frecuencia debido a las atenciones
funerarias que recibían los faraones y cada una de sus partes. Junto a él aparecen con
frecuencia representaciones de funcionarios (escribas, sacerdotes, contables, alcaldes,
etc.) cuyos rasgos transcriben cierto realismo.

El relieve, por su parte, alcanzó en Egipto un gran desarrollo, representando escenas de


la vida cotidiana del difunto, grandes hazañas bélicas de los faraones, ceremonias
religiosas o funerarias, etc. Con frecuencia se acompañan estos relieves con
inscripciones jeroglíficas.

Las esculturas fueron talladas en los más diversos materiales, desde la caliza y la
madera (materiales blandos) a las piedras más duras y lujosas como el granito, basalto,
obsidiana, pórfido, etc. La policromía completaba, a veces, la plástica, sobre todo si se
trataba de materiales pobres (caliza o madera) o existía la necesidad de acentuar el
realismo.
El tamaño de las imágenes va desde las esculturas de pequeño tamaño a las colosales.

La arquitectura
Características generales
 Empleo de la piedra labrada en sillares, perfectamente aparejados, unidos sin
argamasa.
 Muros extraordinariamente gruesos y en talud.
 Muros con pilastras adosadas como elemento decorativo ya que ofrecen
contrastes de luces y sombras.
 Arquitectura arquitrabada en la que se establece una perfecta articulación entre
los soportes verticales y las cubiertas planas adinteladas.
 Predominio de los volúmenes geométricos.
 Colosalismo: edificios de gran tamaño, generalmente desproporcionados con su
función.
 Columna: además de ser elemento sustentante juega un importante papel
decorativo. Inspirada en la vegetación de la región, se distinguen por la forma de
su capitel.

Construcciones más representativas


- Tumbas: Estas construcciones aparecen unidas a un conjunto de creencias religiosas
referidas a la vida de ultratumba y a la necesidad de garantizar la conservación del
cuerpo del difunto y de una imagen suya o "doble" (ka).

Las mastabas (tumba-casa).


Las mastabas son construcciones de planta rectangular y en forma de tronco de pirámide
(muros en talud). Originalmente era un pozo donde reposaba el difunto cubierto con
pequeños túmulos de adobe y junco. Posteriormente empezaron a añadir provisiones,
ajuares, y otras ofrendas familiares, lo que obligó a aumentar el número de cámaras. En
la parte superior se reproducía la vivienda del señor, por lo que las fachadas se pintan de
colores alegres, imitando las esteras que la adornaban cuando aquel se hallaba en el
mundo. Generalmente había una mastaba para el cabeza de familia y alrededor otra serie
de enterramientos pequeños para familiares y sirvientes.

Mastaba (Saqqara)

La Pirámide
Es una construcción funeraria concebida para que en ella repose eternamente el faraón y
los objetos que permitían la vida de ultratumba. La pirámide puede considerarse una
prolongación de la mastaba, puesto que conserva la misma distribución interna.
Pirámide escalonada de La Pirámide Romboidal Pirámide de Keops
Zoser

El Hipogeo
Son construcciones funerarias excavadas en la roca con una compleja disposición
laberíntica para preservar los tesoros. Los mayores conjuntos funerarios de estas
características son el Valle de los Reyes y el Valle de las Reinas.

Templo-Sepulcro de Deir-El-Bahari

- Templos: Son construcciones religiosas inicialmente asociadas a los conjuntos


funerarios, pero que a mediados del Imperio Medio empiezan a adquirir una identidad
propia como lugar de culto y reunión. Generalmente no eran obra de un solo faraón,
sino de varios.
Sus características fundamentales serían: simetría, regularidad y repetición de elementos
(columnas).
Generalmente estaban protegidos por una muralla y los fieles sólo tenían acceso a las
estancias previas (hasta el patio porticado). El resto era de uso reservado a los
sacerdotes, cuyas estancias se ordenaban alrededor de la "naos" o cámara del dios. No
existían imágenes divinas, sólo algún símbolo (Barca de Osiris) y el nombre de la
divinidad grabado en el muro.
Los soportes, habitualmente columnas de tamaños colosales están inspiradas en la
vegetación del Valle.

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