El Maltrato Animal Nos Afecta A Todos
El Maltrato Animal Nos Afecta A Todos
El Maltrato Animal Nos Afecta A Todos
Hablar de maltrato animal es hablar de su valor intrínseco, del vínculo con ellos y entre los
hombres, como un parámetro de riesgo social y de alteración de la salud pública.
Pese a los avances logrados en los últimos años, en términos de concientización social y
de interés por la problemática, las noticias sobre animales maltratados, y/o abandonado
circulan como pan caliente. Es sabido que el número cada vez mayor de perros sueltos sin
dueño son causa de varias problemáticas sociales vinculadas a la violencia y al deterioro
de la salud pública por la expansión de las zoonosis.
Aun así, la detección, la prevención y el tratamiento de la violencia hacia los animales es
un acto de humanidad en sí mismo. Si realmente queremos combatir la violencia y cuidar la
salud de las poblaciones, una parte de la lucha consiste también en erradicar el maltrato a
otros seres vivos. Desde hace años se estudia la relación directa la violencia hacia los
animales y la violencia humana.El maltrato animal nos afecta a todos.
Pero también, el maltrato animal va más allá de perros y gatos, tiene que ver también con
los animales silvestres, los exóticos y con las condiciones y controles referentes a la
sanidad de los animales en los sistemas productivos agro-ganaderos y con los ecosistemas
en general.
Esto implica:
Los veterinarios, como agentes de salud pública, deben estar entre los profesionales más
cualificados para valorar el vínculo y sus riesgos para los animales y el ser humano. El
papel del veterinario debe ser prioritariamente formativo, proporcionar recursos para
no recurrir al maltrato. Esta es una labor cotidiana, que debe considerarse
transversalmente al resto de las intervenciones clínicas. La educación es
una herramienta fundamental para la prevención y debe estar presente en cualquier
debate sobre la sanidad de los animales. Debe incluirse la Tenencia Responsable en
la currícula de educación, pero también, la relación entre los seres vivos en cualquier
tipo de debate que implique pensar en la salud, bienestar e integridad de todos, el
ser humano incluido.
La armonía de la convivencia con los animales depende de nuestra capacidad como seres
humanos para generar esas condiciones. No es posible pensar estas dos cuestiones por
separado porque cuidar la salud y el bienestar de los animales es cuidarnos a nosotros
mismos, a toda la comunidad, a los ecosistemas y, por ende, a la vida.
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