Historía, Origen Y Desarrollo de La Macroeconomía: Los Griegos

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HISTORÍA, ORIGEN Y DESARROLLO DE LA MACROECONOMÍA

LOS GRIEGOS
Desde la antigüedad los principales pensadores estuvieron preocupados por temas vinculados a los que analiza
la economía. En la antigua Grecia Jenofonte (445-352 A.C.) escribió “Economía” y sostuvo que la agricultura es
la principal fuente de la riqueza, disertó sabiamente sobre la división del trabajo, el valor, el precio. Platón
(429-347 A.C.) en sus libros “La República” y “Las Leyes” afirmó que la división del trabajo es la base del progreso
económico y que el comercio debe ser libre y también proponía medidas para limitar la población. Aristóteles
(384-322 A.C.) en sus conocidas obras “Ética” y “Política” discutió sobre problemas del valor, el dinero, el interés
con cierto detalle. Señalo que el dinero no era riqueza la única riqueza sino solo una mercancía intermediaria
que servía para facilitar el cambio. Sin embargo, en aquellas épocas la economía no estaba genuinamente
desarrollada como ciencia.

LA EDAD MEDIA
En la Edad Media Santo Tomás de Aquino (1226-1274) retomó las ideas de Aristóteles sobre la moneda (que
era básicamente un medio de cambio, analizo también el problema del interés y la usura. En las primeras
décadas del siglo XVI se desata en España y Portugal una fuerte y larga inflación que luego se diseminó por el
resto de Europa afectando inclusive a lejano oriente.

El sabio polaco Nicolás Copérnico (1473-1543), genio universal, En 1522 explicó ante la asamblea prusiana los
principios en que debe basarse una moneda firme. Sostuvo que el dinero se deprecia normalmente cuando se
hace demasiado abundante. En la Universidad de Salamanca fundada en 1218, una de las más antiguas del
mundo, se desarrolló, alrededor de 1536, la llamada “Escuela de Salamanca” destacando los trabajos pioneros
del Padre Vitoria, Domingo de Soto y Navarro quien señaló que “El dinero vale más cuando es escaso que
cuando es abundante...; se hace caro cuando existe una fuerte demanda y pobre oferta del mismo. Cuando el
dinero es escaso, las mercancías y los servicios productivos tendrán bajos precios; cuando es abundante, como
en España después del descubrimiento de las Indias, los precios son altos.” Afirmaron que el alza de los precios
y del tipo de cambio estaban vinculados a la mayor cantidad de oro proveniente de las colonias de América.
Por esto se considera a la escuela de Salamanca como una de las predecesoras de la Teoría Cuantitativa.

Los pensadores de Salamanca también reflexionaron sobre el problema de la propiedad de los medios de
producción, la doctrina del precio justo, el interés y la usura. La inflación de Europa en el siglo XVI generó un
famoso debate entre Mallestroit (1566) y Jean Bodin (1958). El primero afirmaba que los precios subían debido
a la reducción del contenido de oro en las monedas. Bodin (1530-1596) señalaba que la principal causa era la
mayor afluencia de metales preciosos del Nuevo Mundo lo que planteaba la conclusión de que el valor del
dinero dependía de la oferta del mismo y no de su contenido y denominación. Bernardo Davanzati (1588)
planteó por primera vez la teoría cuantitativa, aunque de manera incorrecta. Bodin defendía la tesis del
metalismo según el cual el valor del dinero será siempre el valor del bien que lo materializa. Según el Cartalismo
el valor del dinero estaba ligado inversamente a la cantidad de dinero.

EL MERCANTILISMO Y LOS FISIÓCRATAS


En los siglos XVI y XVII se comenzó a desarrollar una corriente de pensamiento que afirmaba que la base de la
prosperidad de una nación era la acumulación de metales preciosos, oro principalmente. Por ello planteaban
que se debería promover las exportaciones y obstaculizar las importaciones pues el superávit comercial
permitía acumular oro ya que las monedas aceptadas internacionalmente eran de oro y plata. Esta corriente se
conoció como el “Mercantilismo”. También enfatizaban en ciertos objetivos fiscales que proveyeran ingresos
al tesoro nacional (cameras). De allí que en Alemania al Mercantilismo se le conociera como Cameralismo
quienes fueron los precursores de las finanzas públicas modernas. Jean Baptiste Colbert, (1619-1683) Famoso
ministro de Hacienda de Francia puso en práctica las recetas mercantilistas. Sir William Petty (1623-1687) es
uno de los predecesores del desarrollo del análisis económico. En su libro Political Arithmetick (1665) propone
estudiar sólo los fenómenos sistemáticos o regulares, y no los fenómenos transitorios, para entender el
comportamiento del sistema económico en su conjunto. En su libro Political Anatomy of Ireland (1671) abordó
el problema de la medición de la riqueza total de Irlanda, aunque no logra imaginar un sistema de contabilidad
que le permitiera analizar y medir los flujos de ingreso entre los distintos sectores de la economía. Estableció
el concepto del excedente nacional que se convirtió en una de las características del pensamiento Clásico.
Además, Petty destacó la importancia económica de la división del trabajo. Anticipó ideas de los clásicos tales
como la división del trabajo, así como medir el valor sobre la base del trabajo. También contribuyó a sentar las
bases de la velocidad de circulación del dinero.

El escocés John Law, (1671-1729) aunque recordado por las famosas sus quiebras bancarias, desarrolló, en
1705, la famosa “doctrina de los saldos reales del dinero” según la cual el dinero es básicamente crédito el que
a su vez es determinado por las necesidades del comercio. Por lo tanto, la cantidad de dinero no era
determinada por las importaciones de oro o la balanza comercial, como afirmaban los mercantilistas, sino por
la oferta de crédito de la economía. La oferta monetaria seria endógenamente determinado por el comercio a
diferencia de lo planteado por la Teoría Cuantitativa. Richard Cantillon (1680-1734) En su obra Ensayo sobre la
Naturaleza del Comercio en General (1755) afirmó que el producto social es igual a la suma de los ingresos, y
que esta igualdad se mantiene si cada producto particular se valora en términos de costos de sus factores
productivos. Además, fue el primero en hablar de la famosa “Vitesse de la Circulation” Velocidad de Circulación
del Dinero (1757).

A mediados del siglo XVIII apareció en Francia una escuela de pensamiento que se llamaban a sí mismos “les
economistes” actualmente se les recuerda como los “Fisiócratas”. Esta escuela sostenía que la única fuente de
riqueza era el trabajo en la agricultura y la tierra. Abogaban por la libertad de mercado por lo que se oponían
al mercantilismo. Uno de los más destacados fisiócratas fue el médico Francois Quesnay (1694-1774) quien
fue el primero en analizar comprensivamente el proceso económico. Quesnay inventó la famosa “Tableau
Economique” (1755) que muestra el flujo circular del ingreso, dinero y del gasto construido con el propósito de
evaluar los efectos de las políticas gubernamentales sobre la economía francesa. Hicks afirma que fueron los
Fisiócratas los que desarrollaron el concepto del multiplicador al ver como el incremento de las exportaciones
conducía a aumentos del ingreso.

El francés Vicent de Guornay (1712-1759) sintetizó las ideas liberales de los fisiócratas lanzando la famosa frase
de “Laissez faire, Laissez passer; le monde va de lui me-me” (dejar hacer, dejar pasar, el mundo camina solo)
Jacques Turgot (1727-1781) Ministro de Hacienda de Luis XVI puso en práctica los postulados de los fisiócratas.
El escocés David Hume (1711-1776) estableció el análisis de los aspectos monetarios del comercio
internacional, demostró que las propuestas de los mercantilistas sobre la conveniencia de las políticas
proteccionistas para acumular oro eran equivocadas a largo plazo y consolidó la teoría que relacionaba el
aumento de precios con el incremento en la cantidad de oro en circulación. En su obra “On Money” (1752)
afirmó que la relación entre los precios y el flujo de dinero-mercancía (metales preciosos) resultante del
comercio, actúa como mecanismo de ajuste de la balanza de pagos.

En el país con superávit comercial aumentaría la cantidad de dinero en circulación dando lugar a un aumento
de precios. Lo contrario ocurría en un país deficitario: la salida de metales preciosos reducía la masa monetaria
provocando una caída en el nivel de sus precios. La consecuente pérdida de competitividad en el país
superavitario originada por la inflación doméstica y la ganancia de competitividad en el país deficitario originada
por la deflación doméstica, conduciría, a largo plazo, al restablecimiento del equilibrio en la balanza de pagos.
Este es el famoso “price-specie-flow mechanism” (Mecanismo de ajuste precio-flujo de metales). Hume es
considerado como uno de los fundadores de la Teoría Cuantitativa, aunque las primeras bases se comenzaron
a sentar desde la época de los mercantilistas, y propulsor del libre comercio. dinero estaba ligado inversamente
a la cantidad de dinero.
LOS CLÁSICOS
A fines del siglo XVIII se observaba un mayor desarrollo industrial en Europa. En ese entorno se desarrolla una
nueva escuela conocida como la Economía Clásica la cual tuvo su núcleo ideológico en los trabajos de A. Smith
las cuales fueron formalizadas y desarrolladas por D. Ricardo. Este inicio de la formalización del análisis
económico es lo que llevo a considerar a dichos autores como los padres de la economía moderna. El escocés
Adam Smith (1723-1790) publicó en 1776 su famosa “Investigación sobre la naturaleza y causa de la riqueza de
las naciones” en la cual consideraba que la principal fuente de riqueza es el trabajo y que la condición básica
para el crecimiento de la riqueza real de un país era el mejoramiento de la productividad del trabajo la cual
depende del grado de división del trabajo y este, a su vez, del tamaño del mercado. Este gran pensador es
considerado como el padre del Liberalismo moderno. Smith sostuvo el famoso “Teorema de la mano invisible”
(competencia). Según dicho teorema el afán egoísta de los empresarios de obtener beneficios los impulsaba a
ofrecer, bienes y servicios, a los consumidores; pero el hecho de tener que competir, los obliga a ofrecer bienes
y servicios a menor precio y de mejor calidad, actuando, como si, estuvieran guiados por una mano invisible,
preocupados por el bienestar de los consumidores cuando en realidad solo buscan obtener los mayores
beneficios. Para Smith el Estado no debía intervenir sustancialmente en los asuntos económicos pues estos
son derrochadores, fáciles de corromper, ineficaces e inclinados a otorgar privilegios en perjuicio de la
sociedad. Para promover el bienestar lo mejor sería el estímulo del propio interés, el desarrollo de la
competencia y la libertad del mercado. El mercado es un mecanismo que se autorregula y el sistema de precios
libres organiza el comportamiento de los agentes económicos en forma automática llevando a la economía al
pleno empleo. Según Smith los capitalistas jugaban un papel trascendental en el proceso de acumulación y
crecimiento económico pues eran los principales agentes a través de los cuales la renta se convertía en
acumulación. La cantidad de beneficios eran los determinantes básicos del ritmo de la acumulación y a su vez
de la tasa de crecimiento. Los beneficios acumulados se reinvertían en maquinarias permitiendo una mayor
división del trabajo lo que a su vez elevaba la productividad del trabajo y, por tanto, una mayor riqueza. Smith
distinguió entre valor y precio. El precio podría cambiar y estaba influenciado por la cantidad de dinero, pero
el valor estaba determinado por la cantidad de trabajo necesario para producirlo. El inglés David Ricardo (1772-
1823) es el economista clásico más destacado después de Smith. Fue quien inició el análisis abstracto de los
modelos económicos. Hizo contribuciones notables. Formalizo el concepto de la Renta Económica. Analizo el
problema de la distribución de la renta nacional, desarrollo el concepto de renta diferencial y estableció que la
renta total estaba limitada por los rendimientos.

LA TEORÍA MARXISTA
Carlos Marx (1818-1883) Sostuvo que las causas últimas de los grandes cambios sociales y políticos son los
cambios en los métodos de producción y de intercambio trato de descubrir las leyes de movimiento de la
sociedad capitalista. Afirmó que la fuerza básica de la historia es la estructura económica de la sociedad, que
los tipos de sociedades se suceden unas tras otras inevitablemente mediante revoluciones, siendo cada una
superación de la anterior. Marx indicó que después de la sociedad capitalista inevitablemente vendría la
sociedad socialista y las primeras en transformarse serían los países capitalistas más avanzados. Es considerado
como el padre del socialismo científico. Debe recordarse que Marx vivió la primera gran crisis del capitalismo
de década de 1830 y la crisis política de 1948. Marx señaló que el valor de los bienes se deriva íntegramente
de la cantidad de trabajo socialmente necesario para producirlos. Afirmo que en la sociedad capitalista los
empresarios solo pagan a los trabajadores una parte del valor producido por ellos siendo la diferencia la famosa
plusvalía. La mecanización de la producción crea un “ejercito de reserva” de personas sin trabajo que tendía a
empobrecer a los trabajadores. El desarrollo tecnológico y productivo más rápido que el mercado, por el
limitado crecimiento del poder adquisitivo de los trabajadores, conduciría inevitablemente a las recurrentes
crisis de sobreproducción, de insuficiencia de demanda. Marx criticó la Ley de Say.
LOS NEOCLASICOS
La Escuela Clásica, dio énfasis a los temas del crecimiento económico y la distribución del excedente. Se
concentraron en el lado de la oferta, sin considerar el lado de la demanda. Las críticas de Stuart Mill a la teoría
del beneficio de Ricardo y las críticas sociopolíticas de Marx, dieron lugar al nacimiento, en el último tercio del
siglo XIX, de una nueva visión de la economía: la llamada Escuela Neoclásica.

Leon Walras (1834-1910) sentó las bases del análisis de equilibrio general en su “Éléments d'économie politique
pure, ou théorie de la richesse sociale” de 1874. Carl Menger (1840-1921) junto con Jevons y Walras son
considerados como los padres del análisis marginal que permitió un gran avance en el desarrollo de la Teoría
económica. Alfred Marshall (1842-1924) aportó con el desarrollo de teorías sobre el funcionamiento de los
mercados mediante el análisis del equilibrio parcial completando el análisis de oferta y demanda además de
contribuir con el desarrollo de la demanda de dinero y la llamada Teoría Cuantitativa de Cambridge. Ello
constituyó un nuevo punto de vista sobre la economía: en lugar de analizar la economía en su conjunto, se
estudian las relaciones más sencillas entre los agentes económicos más simples. Podemos afirmar que estaba
naciendo la Microeconomía. Que fue sintetizada por K. Wicksell (1851-1926) en su libro “Lectures on Political
Economy”, (1901). Wicksell contribuyó también al desarrollo de la teoría macroeconómica neoclásica
desarrollando el concepto de la tasa de interés natural la que equilibra el mercado de fondos prestables y que
a su vez es compatible con el pleno empleo.

A inicios del siglo XX, Irving Fisher y Arthur Pigou (1877-1959) partiendo del equilibrio general walrasiano, los
conceptos de demanda, utilidad y competencia perfecta de Marshall y la Ley de Say, es decir, la oferta crea su
propia demanda. Desarrollaron un modelo de equilibrio general competitivo, en el que previamente agruparon
todos los factores y bienes en cinco mercados, los de: bienes recién producidos, bienes ya producidos, dinero,
bonos y el de trabajo. A dicho modelo macroeconómico se denominó el Modelo Macroeconómico Clásico. Sus
principales características eran:

 La Ley de Say: la oferta crea su demanda.


 Competencia perfecta en todos los mercados.
 Flexibilidad de precios.
 Equilibrio en todos los mercados.
 Pleno empleo de todos los recursos.

Para los neoclásicos la flexibilidad de todos los precios y el libre funcionamiento de los mercados conduce al
pleno empleo de todos los factores productivos -incluyendo el pleno empleo del trabajo- maximizando el
bienestar económico general. Según la teoría neoclásica no es necesaria la intervención del gobierno para
estabilizar la economía y mantener el pleno empleo, ello se conseguía automáticamente en breve tiempo. El
alto desempleo y el exceso de oferta agregada no pueden ser prolongados en esta teoría. Los salarios caerían
rápidamente reduciendo los costos de producción permitiendo la caída de precios lo que permitiría un aumento
de la cantidad demandada de bienes finales. Simultáneamente caería la tasa de interés recuperándose el
consumo y la inversión restableciéndose el pleno empleo.

LA ESCUEALA AUSTRIACA
El Profesor Friedrich von Hayek planteó en su Monetary Theory and the Trade Cycle , (1929) un enfoque en el
que a diferencia del neoclásico el dinero no es neutral, no se cumple la ley de Say, donde las fluctuaciones
macroeconómicas son fenómenos reales, son endógenamente influidos por las desproporcionalidades entre
sectores, donde el equilibrio no necesariamente implica pleno empleo. El profesor Hayek ganó el Nóbel de
economía el año 1974. La escuela austriaca considera que los fenómenos empíricos son continuamente
variables, de manera que en los acontecimientos sociales no existen parámetros ni constantes, sino que todos
son “variables”, lo cual hace muy difícil, si no imposible, extraer leyes históricas o realizar predicciones. Esto se
tradujo en el rechazo al uso de las matemáticas para el análisis económico lo que de alguna forma hizo que
perdiera influencia en el mundo académico de la economía que acogió con gran entusiasmo el uso de los
modelos matemáticos.

Elaboraron una teoría dinámica del capital y el interés con una visión clara de la dimensión temporal. El interés
es la diferencia entre la valoración subjetiva presente y futura. El capital implica retrasar el consumo presente
de bienes para obtener bienes en el futuro con mayor valoración. Plantearon una teoría monetaria del ciclo
económico, de carácter endógeno. Afirmaron que la expansión crediticia artificial -ocasionada la emisión de
billetes sin respaldo y los encajes fraccionarios en la banca privada- distorsiona las informaciones de los agentes
económicos provocando euforias inversoras que conducen a posteriores quiebras. La Escuela Austriaca planteó
volver al sistema de banca libre con encajes del 100%. Plantearon una defensa radical de la libertad del
individuo frente a cualquier intromisión del Estado en la economía. El teorema austriaco de la imposibilidad
afirma que es imposible que un individuo o gobierno recolecte toda la información necesaria para una
asignación eficiente de los recursos. Esa información está dispersa en la mente de todos los agentes
económicos y está siendo reelaborada continuamente por lo que la planificación económica de los gobiernos
comunistas, así como las políticas de los bancos centrales, ministerios de economía serian ineficientes.

LA GRAN DEPRESIÓN DE LOS AÑOS TREINTA DEL SIGLO XX


En las primeras décadas del siglo XX las economías capitalistas no tuvieron un crecimiento sostenido sino
inestable. Después de la primera guerra mundial, varios países de Europa, con regímenes cambiarios flotantes
y libre movilidad de capitales, sufrieron fuertes problema inflacionarios y financieros siendo el caso más
célebre. Richard Roca: Breve Historia de la Macroeconomía la hiperinflación alemana la que en 1923 superó la
cifra de 2 millones por ciento. El retorno al patrón oro a mediados de la década de los veinte no evitó la crisis.
La segunda gran crisis del capitalismo, conocida como la Gran Depresión, estalló en 1929. Durante 10 años la
tasa media de desempleo en muchos países, entre ellos, Estados Unidos fue de casi el 20%. La caída acumulada
de la producción de 1929 a 1933 llegó a 33 % recuperándose los niveles de 1929 recién en 1939. Los precios
de los productos agropecuarios cayeron en casi 50%. La inflación negativa llegó a alrededor de 20% en varios
países. Ello estuvo acompañado del famoso crash de la bolsa de Nueva York de 1929 la que se redujo en 80%
hacia 1933 y la quiebra de muchos bancos.

LA APARICIÓN DEL TÉRMINO MACROECONOMÍA


El término de Macroeconomía fue acuñado en 1933 por el primer Premio Nóbel de Economía el noruego Ragnar
Frisch (1895-1973) quien hiciera valiosas contribuciones a la teoría económica especialmente por el desarrollo
y aplicación de modelos dinámicos en el análisis de los procesos económicos. Uno de sus trabajos más
recordados es sobre los ciclos económicos.

LA REVOLUCIÓN KEYNESIANA
Fue en medio del alto desempleo y gran recesión que dos profesores de la Universidad de Cambridge
revolucionaron la ciencia económica al cuestionar las bases del modelo clásico y plantear una nueva teoría. El
polaco Michal Kalecki (1899-1970) desde la perspectiva clásica de Ricardo y Marx por un lado, y por otro, el
británico John Maynard Keynes (1883-1946), cuyo precedente teórico estaba en Malthus, uno de los pocos
teóricos clásicos que asumían la primacía de la demanda sobre la oferta, idearon un modelo macroeconómico
cuya finalidad era sacar a la economía mundial de la depresión

Una caída de la demanda agregada llevaría a una caída prolongada del nivel de producción y del empleo. Keynes
planteó que ante estos casos el Estado intervenga de manera abierta impulsando la demanda agregada
básicamente a través de la política fiscal expansiva, aumentando sus compras al sector privado. Ello elevaría las
ventas y la producción del sector privado aumentaría el empleo y los ingresos de los trabajadores los que a su
vez aumentarían sus gastos de consumo produciéndose un efecto multiplicador. Por ello, para asegurar el pleno
empleo, Keynes propuso la participación activa del Estado mediante políticas económicas activas anticíclicas
revolucionando el pensamiento económico de su época dominada por la escuela neoclásica que afirmaba que
era innecesaria la intervención del Estado por la flexibilidad de los precios que permitirían que el desempleo
desaparezca automáticamente mediante los mecanismos de estabilización automática o la acción de la mano
invisible. Keynes reconoció que a largo plazo el prolongado desempleo desaparecería y la economía tendería al
pleno empleo, pero señaló que dicho ajuste sería tan lento y que a largo plazo todos estamos muertos por lo
que era mejor poner en acción la mano visible de la política económica para llevar a la economía al pleno
empleo de manera más rápida.

LA SÍNTESIS KEYNESIANA NEOCLÁSICA


El profesor John R. Hicks (1904-1989), premio Nóbel de economía en 1972, en su artículo “Mr. Keynes and the
´Classics´: a Suggested Interpretation”, publicado en 1937, introdujo por primera vez el modelo IS-LL, que una
década después Alvin Hansen (1987-1975) popularizaría como el modelo IS-LM, en la que se evidencia la
interacción entre los mercados de bienes y dinero y que luego se convirtió en la pieza central del keynesianismo.
Paralelamente Roy Harrod y James Meade presentaron trabajos que interpretaban matemáticamente la Teoría
General de Keynes pero la que ganó popularidad fue la de Hicks. La nueva teoría keynesiana se convirtió en
unos años en un nuevo paradigma en la ciencia económica no solo por sus planteamientos sino también por su
presentación formalizada en un sistema matemático y el desarrollo de las técnicas econométricas de aquel
entonces que permitían realizar pruebas empíricas. Otro elemento sustantivo fue la gran crisis de los años 30
que no solo puso en aprietos a la teoría neoclásica, sino que parecía confirmar la teoría y recetas de
keynesianas.

LOS POST-KEYNESIANOS
Como en cualquier área científica cada nuevo avance enfrenta críticas desde diferentes vertientes para
perfeccionarla o desterrarla. Una de las primeras críticas se dio desde posiciones muy cercanas vinculadas a la
universidad de Cambridge conocida como los Post-keynesianos. La profesora Joan Robinson (1903-1983),
influenciada por los trabajos de Kalecki, estableció críticas al supuesto de competencia perfecta en los
mercados de bienes, argumentando que la realidad ofrece situaciones de competencia imperfecta. El profesor
Roy Harrod (1900-1978) biógrafo de Keynes y de su obra, señaló que en el modelo keynesiano prima más el
efecto sustitución que el efecto ingreso, invalidando el modelo para explicar situaciones de largo plazo y, por
tanto, el desarrollo económico. Este enfoque fue desarrollado posteriormente por otros economistas como
Nicholas Kaldor (1908-1986), Edward J. Nell, (1935- ), Evsey Domar (1914-1997), Abba Lerner (1903-1982),
Sidney Weintraub (1914-1983), Hyman P. Minsky (1919-1996), Paul Davidson (1930- ) los que rechazan el uso
de la IS-LM e inclusive consideraron a la síntesis neoclásica keynesiana como “Keynesianismo bastardo”
asimismo rechazan el postulado de la tendencia automática, a largo plazo, al equilibrio con pleno empleo y que
el dinero sería no neutral no solo en el corto sino también en el largo plazo.

LOS NEOKEYNESIANOS
Esta corriente se conoce también como modelos de desequilibrio, o de equilibrio temporal con racionamiento
de cantidades o de equilibrio no walrasiano. Entre los economistas más destacados que contribuyeron a esta
corriente se tiene a Robert Clower, (1926-), Axel Leijonhufvud, (1933-), Don Patinkin, (1922-1995), Frank H.
Hahn, (1925-), el “joven” Robert M. Barro, (1944-), Herschel Grossman, (1939-), Jean Bennasy, (1948-), Jean
Grandmont. (1939-), y Edmond Malinvaud (1923-). Este enfoque puso de relieve la diferencia entre lo que
Keynes había escrito y los modelos que Hicks, Samuelson, Modigliani y muchos otros habían construido y se
habían divulgado como keynesianismo oficial. Afirman que en los textos de Keynes se encuentra una economía
del desequilibrio, con una preocupación especial por la persistencia del desempleo, mientras que en la “Síntesis
Keynesiana Neoclásica” se vuelve al equilibrio neoclásico con pleno empleo. Así mismo, enfatizó en la
fundamentación microeconómica de la macroeconomía.

LA CONTRARREVOLUCIÓN MONETARISTA O MONETARISMO MODERNO


Hacia mediados de la década de los cincuenta el profesor Milton Friedman (1912-) lideró una serie desarrollos
teóricos que trató de rescatar la vieja teoría cuantitativa que en palabras de Friedman en “Studies in the
Quantitative Theory” de 1956 lo más importante no es la relación proporcional entre la cantidad de dinero y el
nivel de precios sino la firme relación entre la demanda de dinero y algunas pocas variables lo que se denominó
como la estabilidad de la demanda de dinero. En la misma obra se publicó el célebre estudio del profesor Phillips
Cagan “The Monetary Dynamics of Hyperinflation” quien analizó el comportamiento de la demanda real de
dinero en contextos de inflación extrema, que el bautizó con el nombre de hiperinflación, concluyendo que la
demanda real de dinero era estable. En el mismo trabajo el profesor Cagan contribuyó con el desarrollo de la
teoría de las expectativas al introducir el mecanismo de expectativas adaptativas.

LAS EXPECTATIVAS RACIONALES Y LA NUEVA MACROECONOMÍA CLÁSICA


El profesor norteamericano John Muth (1930-2005) en su célebre artículo “Price Movements and the Theory
of Racional Expectations” (1961) criticó las hipótesis de expectativas adaptativas señalando que bajo este
enfoque los errores de predicción cometidos son ingenuos y se desperdicia la información disponible. En su
lugar Muth propuso la hipótesis de las expectativas racionales según la cual si los agentes económicos son
racionales deben usar eficientemente la información disponible lo que implica que los errores de predicción de
los agentes no sean sesgados ni sistemáticos y a la vez sean los menores posibles. Además, se supone que los
agentes forman sus expectativas como si conocieran la teoría económica relevante. Este desarrollo permitió un
gran avance en la modelización de las expectativas de los agentes económicos, aunque también recibió fuertes
críticos. El profesor norteamericano Robert Lucas (1937-) introdujo la hipótesis de expectativas racionales a la
macroeconomía los cuales fueron publicados en sendos artículos: “Expectations and the Neutrality of Money”
(1972), “Econometric Testing of the Natural Rate Hipótesis” (1972), “Some International Evidence on Output-
Inflation Tradeoffs” (1973), obteniendo resultados que causaron revuelo en la Macroeconomía al sostener que
con flexibilidad de los precios, mercados competitivos y expectativas racionales, la economía tiende muy
rápidamente al pleno empleo de manera automática, siendo innecesario la intervención de la política
económica sistemática la cual solo agravaría los ciclos económicos. Esto motivo a que se les denominara como
la Nueva Macroeconomía Clásica, o simplemente, Nuevos Clásicos.

LA TEORÍA DE LOS CICLOS REALES


Este nuevo enfoque afirma que las fluctuaciones en el nivel de producción se deben a los cambios aleatorios
que afectan la productividad entre los cuales está básicamente los shocks aleatorios tecnológicos, aunque
también se pueden considerar a los cambios climáticos, desastres naturales, cambios en los precios de insumos
importados como el del petróleo y cambios en las preferencias. Este enfoque tiene su origen en el célebre
artículo de los profesores Finn Kydland y Edward Prescott, “Time to Build and Aggregate Fluctuations” de 1982.
Esta teoría supone que los agentes son racionales, pero además de maximizar bienestar, beneficios y tener
expectativas racionales optimizan intertemporalmente teniendo la capacidad de sustituir trabajo y descanso
de diferentes periodos dependiendo de cómo se cree que evolucionará el salario real en el tiempo. Suponen
mercados competitivos y plena flexibilidad de precios de todos los bienes y servicios. Además, incorporan el
efecto de la inversión en el cambio el stock de capital y la capacidad productiva a corto plazo. Por ejemplo, un
buen clima o una mejora tecnológica sorpresiva aumenta la productividad por lo que los agentes deciden
trabajar más tiempo para aprovechar la buena temporada sacrificando en algo el descanso. Al presentarse una
mala temporada o presentarse un retroceso tecnológico la productividad se reduce disminuyendo el salario
real lo que induciría a los trabajadores a descansar esperando que mejore el clima o las condiciones
tecnológicas.
LA NUEVA MACROECONOMÍA KEYNESIANA
En la antigua teoría Keynesiana el prolongado desempleo involuntario se explicaba por la caída de la demanda
agregada y la rigidez de salarios y precios los cuales. Dicha rigidez no estaba justificada expresamente y durante
los setenta recibió duros cuestionamientos de parte de economistas nuevos clásicos entre ellos Lucas, Sargent
y Barro quienes acusaron a la teoría keynesiana de no tener sólidos fundamentos microeconómicos. La Nueva
Macroeconomía Keynesiana se desarrolló desde fines de los setenta como respuesta a las críticas de los Nuevos
Clásicos rescatando algunos elementos característicos del enfoque keynesiano antiguo como la rigidez de
precios y salarios a corto plazo, pero a las que le dan sólidos sustentos microeconómicos, añaden los supuestos
de racionalidad de los agentes y el uso eficiente de la información aun cuando la información disponible sea
imperfecta. Este enfoque, como el enfoque keynesiano antiguo, sostiene que a corto plazo la rigidez de precios
y salarios haría que las perturbaciones de la demanda agregada se constituyan en las principales causas de las
fluctuaciones económicas y que la política económica sigue siendo muy influyente en ella por lo que tiene
capacidad para estabilizar la economía. De allí que se les denomine como la Nueva Macroeconomía Keynesiana.

Rigideces de precios y salarios Stanley Fischer (1977), Edmund Phelps y John Taylor (1977) y John Taylor (1979)
afirmaron que, aun con expectativas racionales, si los precios y/o salarios son establecidos por contratos en
diferentes fechas los ajustes de precios y salarios se darían en forma escalonada. Ante aumentos de la oferta
monetaria prevista el aumento de la demanda agregada no provocaría incrementos de precios en forma
inmediata pues los contratos escalonados haría que las empresas que les toca renegociar contratos no puedan
ajustar completamente sus precios conforme venzan pues si lo hace, mientras los otros grupos de empresas
no ajustan sus precios, las primeras perderían clientes y cuota de mercado pues sus productos se encarecerían
relativamente respecto a las demás perdiendo competitividad por lo que solo ajustarían los precios en forma
lenta. Cuando a las demás empresas les toque reajustar sus precios también lo harían lentamente por las
mismas razones. Por lo tanto, cambios anticipados de la oferta monetaria, aun con agentes y expectativas
racionales, solo provocarían ajustes de precios lentos a nivel agregado. Sería diferente si todas las empresas
pudieran modificar sus precios simultáneamente pues no habría cambios en los precios relativos.

Costos de Menú y Competencia Monopolística Gregory Mankiw (1985) sentó las bases del modelo de
Costos de Menú según el cual, en un contexto de competencia imperfecta, los precios no cambian mucho
debido a que el cambio de precios implica costos como el de imprimir y enviar los nuevos catálogos de precios
similar al de imprimir un nuevo “listado de menú” de los restaurantes, de allí su nombre. Los opositores a este
argumento señalan que dichos costos de hacer un nuevo listado son muy pequeños como para explicar la
rigidez de precios. Los defensores de la hipótesis de los señalan que aun cuando estos costos son pequeños
para una empresa individual pueden tener grandes efectos sobre la economía en su conjunto, pues se debe
considerar las externalidades sobre la demanda que implica el cambio de los precios. Si una empresa reduce su
precio aumenta el poder de compra de los consumidores los cuales no necesariamente van a consumir más a
la misma empresa, sino que estos pueden decidir comprar más de otros bienes de otras empresas por lo que
la una empresa no encontraría óptimo reducir los precios de sus productos generándose rigidez.

En un contexto de competencia monopolística las empresas encontrarían eficiente cambiar los precios
suavemente ante cambios de la demanda agregada pues el ingreso marginal de modificar los precios puede ser
menor al costo marginal de modificar dichos precios por lo que los cambios en los precios serian pequeños.

Contratos Laborales Uno de los rasgos característicos de la teoría keynesiana es la formulación de contratos
laborales las que fijan los salarios nominales por un plazo temporal determinado. A las empresas no les
conviene que haya alta rotación laboral pues se incrementa el costo de búsqueda, evaluación y formación de
nuevos trabajadores. A los trabajadores un contrato laboral con un determinado salario por un determinado
plazo les da mayor tranquilidad económica. Los contratos que fijan los salarios por determinado plazo hacen
que el ajuste de los mismos a nivel agregado sea lento.
Salarios de Eficiencia Otro enfoque desarrollado por los nuevos keynesianos para explicar el desempleo
persistente es la llamada Teoría de Salarios de Eficiencia según la cual el esfuerzo que los trabajadores ponen
en su trabajo depende directamente del salario real. Además, el mayor empeño reduciría los costos de
supervisión. A mayor salario que paga una empresa a sus trabajadores estos tendrían menos incentivos para
buscar otros puestos de trabajo, habría menor rotación laboral y menores costos de búsqueda y entrenamiento
de nuevo personal lo que perjudicaría a la empresa. Además, una empresa que paga más atraerá a los mejores
trabajadores del medio lo que reduce los costos de búsqueda y presiona a los trabajadores de la empresa a ser
más eficientes para no perder sus puestos de trabajo. Pagando por encima del promedio una empresa reduce
problemas de selección adversa, mejora la calidad laboral y la productividad. Ante una situación de elevado
desempleo las empresas no reducirían los salarios debido a que el esfuerzo de los trabajadores y su
productividad también se verían afectados negativamente, los primeros en irse de la empresa pueden ser los
mejores trabajadores. De esta forma no se tendería a un ajuste rápido de los salarios a la baja ante excesos de
oferta de trabajo generándose una rigidez salarial.

Fallos de Coordinación En el caso de una disminución de la oferta monetaria y la consecuente caída de la


demanda agregada si todas las empresas redujeran sus precios en forma proporcional de tal forma que no
cambie los saldos reales se evitar una recesión. Pero ante la imposibilidad de poder coordinar las disminuciones
de precios, si algunas bajan sus precios menos que otras generan una recesión.

TENDENCIAS ACTUALES
En la actualidad se están desarrollando trabajos teóricos que incorporan rigideces de precios y competencia
imperfecta a los modelos de equilibrio general intertemporal neoclásicos y los aspectos intertemporales a los
modelos keynesianos lo que ha sido catalogada de una “Nueva Síntesis Nuevo Keynesiana - Nuevo Clásica”.
Blanchard (1997) señala que los rasgos característicos de este nuevo consenso serían:

1. A corto plazo, cambios en la demanda agregada afectan al nivel de producción.

2. Las expectativas juegan un rol determinante en el comportamiento de la economía.

3. En el largo plazo el nivel de producción tiende a retornar a su nivel natural.

4. La política monetaria no es neutral en el corto y mediano plazo, pero si lo es en el largo plazo.

5. La política fiscal tiene efectos de corto y largo plazo.

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