Ronalin
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Desde finales del siglo XVIII y durante todo el XIX, la descolonización se produjo en América,
empezando por la llamada Revolución estadounidense contra el Imperio Británico, que dio lugar
a los actuales Estados Unidos de América, la Guerra de Independencia Hispanoamericana y la
constitución del Imperio de Brasil al dividirse el Portugués.
Rada manifestó que se pretende aprobar una tesis política internacional y también una nacional.
Acotó que se analizará las políticas de ajuste para salir de la crisis del capitalismo, que se
aplican en esos países y los recortes de los derechos de los trabajadores.
“Ellos están justamente resistiendo esas políticas antiobreras, que se están viviendo en Europa”,
acotó.
Entretanto, los representantes latinoamericanos también expondrán los avances que tienen en
sus países, en lo referido a los derechos laborales y sindicales.
También evaluarán los adelantos políticos de países como Ecuador, Nicaragua, El Salvador,
Uruguay y Bolivia.
BOLIVIA En la tesis política de Bolivia, sostuvo Rada, se considerará los aspectos del
denominado proceso de cambio, los temas que deben profundizarse y las medidas que tendrían
que tomarse para que se logren transformaciones en distintos sectores.
Para el Viceministro, el encuentro va teniendo más alcance del que inicialmente consideraba.
“La COB ha decidido apoyar el proceso de cambio y al presidente Evo Morales (...) hacia la
construcción del socialismo, que es su planteamiento histórico, programático e ideológico”,
sostuvo.
De allí que en Venezuela se esté aplicando cabalmente la llamada guerra de cuarta generación
desarrollada por el Pentágono en los últimos años. Ella incluye una feroz campaña
antivenezolana del conglomerado imperial mediático -sin precedente por su intensidad- una
guerra económica sin tregua y el uso de tácticas de terrorismo urbano a través de las llamadas
guarimbas cada vez que las condiciones lo permiten.
La capacidad de contragolpe del chavismo, unida a la enérgica acción del gobierno y sus
instituciones en la aplicación de la ley, así como el patriotismo, disciplina y lealtad a la
Constitución de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana derrotaron la intentona golpista, cuyos
activistas se reducían a una parte exigua de la población y de los estudiantes en menos de una
decena de municipios.
En contraste, la imagen que ofrecían los medios imperialistas era el de una guerra civil en la
totalidad del país. Por otra parte, pese al desabastecimiento y la inflación es muy remota la
posibilidad de una victoria contrarrevolucionaria en elecciones presidenciales dado el
desprestigio de la oposición y sus interminables guerras internas, aunque ello dependerá
también del éxito del chavismo en la derrota de la guerra económica.
Pero es tanta la importancia política del bastión revolucionario bolivariano para la unidad, la
integración y la trasformación social latino-caribeña, así como la codicia del imperialismo yanqui
sobre sus gigantescas reservas de petróleo, que por ello no cejará –junto a la contrarrevolución-
en su intento de derrocarlo por la fuerza. Insisto, eso es lo que hace tan importante una
sistemática solidaridad con Venezuela.
En los últimos 15 años las fuerzas populares integradas en el Foro de Sao Paulo no han podido
ser desalojadas del poder por vía electoral en ningún país de América Latina. Solo en Honduras
y Paraguay pudieron lograrlo acudiendo al golpe de Estado.
En octubre habrá elecciones presidenciales en Bolivia, Uruguay y Brasil. Sin embargo, mientras
la clara y contundente victoria de Evo Morales en el primer país está fuera de duda, no ocurre lo
mismo en Uruguay, donde las encuestas no permiten augurar una victoria segura del Frente
Amplio en segunda vuelta.
Pero mucho más preocupante es el escenario creado con la inesperada candidatura de Marina
da Silva en Brasil, pues según los sondeos si las elecciones se celebraran hoy impediría que
Dilma Rousseff se impusiera en primera vuelta y en la segunda le ganaría a la actual presidenta
por entre 10 y 15 puntos. No obstante, en mi opinión la candidatura de da Silva muy
probablemente se hunda bajo el peso de su escandalosa demagogia y oportunismo, así como de
la acción concertada del dúo Dilma-Lula, considerando la enorme autoridad política de este y su
condición de político más popular de Brasil.
El hecho de que la vigésima reunión del Foro de Sao Paulo se haya celebrado en Bolivia, cuyos
avances sociales y la fortaleza de su movimiento popular son tan relevantes contribuyó
seguramente a la calidad de sus debates y a los vigorosos pronunciamientos de su Declaración
Final. En ella se condena en términos muy enérgicos el bloqueo a Cuba, se confirma el derecho
de Argentina a recuperar las Malvinas y a actuar como lo viene haciendo ante los fondos buitres,
se apoya el derecho de Puerto Rico a la independencia de Estados Unidos y se condena la
reciente agresión de Israel contra el pueblo palestino, entre otros temas de gran importancia.