S2 Lectura Lengua

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Semana 2

El lenguaje: lengua/ habla, sistema/norma, signo lingüístico, niveles de uso lingüístico

1. ¿Qué es la lengua?

En el lenguaje se pueden distinguir dos lados, un lado individual y un lado social, y no se puede concebir uno sin
el otro. A su vez, el lenguaje implica un sistema establecido y una evolució n; cada momento es una institució n
actual y un producto del pasado. Se pueden distinguir dos factores, que, interrelacionados entre sí, dan origen al
lenguaje. Sin embargo, “la lengua parece ser lo ú nico susceptible de definició n autó noma y es la que da un punto
de apoyo para el espíritu”. Entonces, la lengua es una parte determinada del lenguaje y un conjunto de
convenciones necesarias, adoptadas por el organismo social, para permitir el ejercicio de esa facultad en los
individuos. Cabe señ alar que esta facultad es la comunicació n a través del lenguaje. En conclusió n, segú n la
definició n entregada por el Curso de lingü ística general- Ferdinand de Saussure, el hombre tiene la capacidad
de construir la lengua, es decir, un sistema de signos. En este sentido, la lengua es como un instrumento que
ayuda la creació n del lenguaje y junto con él a la articulació n de palabras. “No es quimérico decir que es la
lengua la que hace la unidad del lenguaje”. Si decimos que la lengua es el conjunto de signos o sistema de signos.
Así nos dirigimos a un segundo factor dentro del lenguaje: “El Habla”
2. ¿Que es el habla?

La explicació n dada en el Curso de lingü ística general- Ferdinand de Saussure, es la siguiente: “El habla es, por
el contrario, un acto individual de voluntad y de inteligencia en el cual conviene distinguir: 1º Las
combinaciones por las que el sujeto hablante utiliza el có digo de la lengua con intenciones de expresar algo, 2º
El mecanismo psicofísico que le permita exteriorizar esas combinaciones.” En conclusió n, la dicotomía lengua-
habla consiste en la distinció n entre el sistema de símbolos convencionales alojados en la mente de los
individuos (lengua) y la realizació n de ésta, por parte del individuo, en un contexto espacio-temporal.
3. La norma lingüística.

La lengua escrita del lenguaje goza de un prestigio mayor que la oral y suele tener una complejidad gramatical y
un léxico má s preciso. Así pues, la norma escrita, que se suele denominar literaria, suele influir en el habla de la
població n escolarizada. En ciertas situaciones, esos hablantes intentará n imitar la norma escrita e, incluso, por
razones de cultura, evitará n el empleo de sus usos orales, que relegan para las situaciones menos relevantes. En
los países á rabes, por ejemplo, las personas cultas emplean la norma del á rabe clá sico tanto en el habla como en
la lengua escrita, mientras que las personas menos instruidas só lo emplean el á rabe coloquial. El uso de dos
variedades de la misma lengua y por un ú nico hablante en situaciones distintas se denomina diglosia. Son
digló sicos los hablantes que emplean la norma literaria como lengua oral si está n en pú blico, y su norma nativa
regional cuando está n entre amigos (como ocurre con los suizos germano-hablantes). La norma en una lengua
es aquella variedad que se ha convertido en dominante; esta situació n puede darse por razones políticas y es la
legislació n o las costumbres las que la consagran. La norma lingü ística es la que rige la escritura, esto es, es la
variedad literaria de la comunidad de hablantes o, al menos, la que posee una norma ortográ fica o un conjunto
de materiales escritos en ella. Cuando se enseñ a una lengua, se enseñ a la norma lingü ística y quienes la
aprenden no pueden incorporar sus propios há bitos personales.
4. Sistema. Es un conjunto de signos que funciona con oposiciones.

Actividades
¿Explica la relació n entre lengua y habla?
¿Por qué la lengua es un sistema?
¿Por qué el sistema funciona a través de oposiciones?

5. El signo lingüístico. Segú n Saussure lo que el signo lingü ístico une no es una cosa y un nombre, sino un
concepto y una imagen acú stica. La imagen acú stica no es el sonido (fenó meno físico) sino su huella síquica, la
representació n que de él nos da el testimonio de nuestros sentidos. El signo lingü ístico es pues una entidad
síquica de doble cara basada en el fenó meno puramente síquico de la “asociació n” que vincula los hechos de
conciencia que conocemos con el nombre de conceptos, con las llamadas imágenes acústicas que le sirven de
expresió n; ambos elementos está n íntimamente unidos y se reclaman recíprocamente. En esta relació n
Saussure plantea una cuestió n de terminología: emplea la palabra signo para designar la combinació n del
concepto y de la imagen acústica; al concepto llama significado y a la imagen acú stica da el nombre de
significante.
Lenguaje y comunicación M.Sc. Carlos Alberto Flores Cruz

Estructura del signo

significado + significante
signo  concepto imagen acú stica

Estos conceptos se relacionan y corresponden como las dos caras de una moneda: el conjunto indisoluble de
cara y sello forman la moneda, como el conjunto indisoluble de significado y significante forma el signo.
6. Características del signo lingüístico:
a. La arbitrariedad. - la unió n entre significante y significado es arbitraria, aceptada
convencionalmente por los hablantes. Así, la idea “mesa” no está ligada por una relació n de necesidad con la
secuencia fó nica s – u – r que le sirva de significante. Podría estar representada perfectamente por
cualquier otra secuencia.
b. Linealidad. - Por ser naturaleza auditiva y desenvolverse en el tiempo el significante representa en
una extensió n y esa extensió n es mensurable en una dimensió n, en una línea. El cará cter lineal de la lengua
excluye la posibilidad de pronunciar dos o má s elementos a la vez; estos se alinean unos de tras de otros en
la llamada cadena hablada.
c. Inmutabilidad. - El signo lingü ístico es inmutable. Ningú n individuo ni comunidad pueden cambiar
libremente un signo lingü ístico. Una vez establecida la relación significante-significado, ella se impone a la
comunidad como inmutable, de la misma manera como las reglas de juego, una vez establecidas, se imponen para
todos los jugadores quedando ya fuera del alcance de la voluntad de ellos.
d. La mutabilidad. - de un modo aparentemente contradictorio el signo lingü ístico es mutable,
cambia con el tiempo. Este rasgo importante del signo lingü ístico se basa en la arbitrariedad. Debido al
cará cter arbitrario del signo pueden operarse cambios y alteraciones en el significante que conduce a un
desplazamiento de las relaciones significado y significante.
7. Clases de signos
a. El signo verbal. Propio de la lengua: morfemas, palabras, frases, enunciados.
b. El icono. Es el signo que reproduce las cualidades de los objetos y seres que designa:
afiches, fotografías, maquetas, estatuas, retratos, etc. Se basan en la analogía e imitació n de los objetos.
c. El índice. También se llama indicador y guarda una cierta relació n causal con el objeto o
fenó meno representado: veleta (viento), columna de humo (fuego). En el diagnó stico médico estos signos
corresponden a los síntomas, estudiados por la semiología médica.
d. Señal. Es el signo cuyo propó sito es evocar, cambiar o hacer que se desista de una
acció n. Se caracteriza por: su significado arbitrario, establecido convencionalmente entre un grupo
determinado de personas; propó sito de originar, modificar o detener una acció n; y aparició n ocasional, en
relació n con la acció n prevista. Ejemplo: las luces, semá foro y flechas de trá nsito.
e. Símbolo. - es el signo que, a diferencia de los anteriores, materializa nociones o
entidades abstractas. Puede ser de dos clases:
f. Formalizado. - propio de la matemá tica i de la ló gica. 3 x 6 = 18 3r = ?
g. Antropológico. - Implica una conducta ética, una mística. “Es un fenó meno o objeto
externo, o una gran personalidad carismá tica e histó rica que concreta convencionalmente un sentido
antropoló gico de una gran amplitud social”. Por Ej. La cruz es el símbolo del cristianismo; la svá stica, del
nazismo; la hoz y el martillo, de la agricultura y el trabajo (en el comunismo). También son símbolos los
grandes má rtires, santos y luchadores sociales (Tú pac Amaru, Bolognesi, Che Guevara).

8. Niveles de uso lingüístico

Dentro de una sociedad clasista los nacidos en hogares privilegiados, en cuanto a riqueza, tradició n familiar y
educació n se convierten en hablantes de lo que reconocemos corrientemente como “buen lenguaje”, se trata del
lenguaje general que los lingü istas prefieren llamar lenguaje estándar; en cambio los menos afortunados,
econó mica, social y culturalmente, se convierten en hablantes natos de un “mal lenguaje” al que se le ha dado el
nombre de lenguaje subestándar; por ejemplo en españ ol la realizació n fonética de la palabra pescado como
/peskádo/ es está ndar y como /pehkau/ pertenece al lenguaje subestá ndar.
Por lo expuesto tendríamos el siguiente esquema diastrá tico del lenguaje:

Uso culta (forma cultivada)


Estándar
Uso coloquial (variante normalizada)
NIVELES DE USO
LINGÜÍSTICO
Uso popular
Subestándar
Uso vulgar
Lenguaje y comunicación M.Sc. Carlos Alberto Flores Cruz

8.1. Uso lingüístico estándar.

El uso está ndar del lenguaje es el uso general hablada por las personas cultas de todas partes, cultivada y
enriquecida por aquellos hombres cuya vida no está limitada al á mbito local. Las formas propias del uso
está ndar no se circunscriben a un marco lugareñ o ni tienen cará cter cerrado y exclusivo para el grupo que las
emplea, sino que se propagan entre las personas educadas y cultas de todas las regiones y países de una
comunidad lingü ística. Las formas está ndar del lenguaje gozan de prestigio y son usadas, con éxito variables,
en la enseñ anza y educació n de los niñ os, los jó venes y las masas populares; se utilizan oficialmente, en la vida
cultural pú blica, en la prensa, en la radio, en la televisió n, etc. El lenguaje está ndar está presente en la escuela,
en la iglesia, en los talleres y fá bricas, se la emplea a diario en el mercado y las transacciones comerciales; en
los actos pú blicos y en toda actividad que concierne a la comunidad.
Las variedades principales del lenguaje estándar en una comunidad lingü ística compleja sin tomar en cuenta
consideraciones topográ ficas son: el lenguaje culto y el lenguaje coloquial. La primera constituye la forma
cultivada y la segunda, la variante normalizada.
a. La lengua culta.
Es le modo de hablar de las personas cultas y educadas de una comunidad lingü ística y que ademá s se
distinguen por una buena formació n idiomá tica. Esta lengua aparece circunstancialmente en los momentos
y actos má s o menos solemnes y ceremoniosos de la vida: conferencias; reuniones sociales circunspectas y
formales; en el trato con personas distinguidas, extrañ as, nuevas o con quienes simplemente no nos unen
lazos de amistad o confianza. Es la lengua que maneja el maestro en el aula, el predicador en la iglesia, el
gerente en su empresa, el buró crata en su oficina, el actor en el teatro, los jueces y abogados en los
tribunales de justicia, los legisladores en las asambleas legislativas, los dirigentes políticos y líderes cuando
hablan para sus prosélitos y seguidores.

b. La lengua coloquial.
Llamada también lengua de uso o lengua familiar, es la modalidad má s característica del lenguaje está ndar,
utilizada por los hablantes en sus relaciones cotidianas; se la emplea en todos los menesteres diarios de la
comunicació n, en el círculo de nuestras amistades má s íntimas, con las personas en quienes depositamos
una gran confianza y ante quienes no nos sentimos tan obligados a la observació n rígida e irrestricta de las
normas de cortesía. En general la lengua coloquial es una modalidad del lenguaje está ndar apropiada para
todas las circunstancias formales, animada por la confianza y en las que prevalece el sentimiento con
descuido de la circunspecció n y de las reglas establecidas.
El léxico de la lengua coloquial está constituido por vocablos que responden fundamentalmente a
necesidades vitales y cotidianas (comer, vivir, bueno, malo, bien, pronto, cabeza, manos, etc.); sus sintaxis
por lo general, es á gil y simple. Los diminutivos cariñ osos, hipocorísticos, apodos y otros medios expresivos
de la afectividad son formas propias de la conversació n familiar y muchos términos de la lengua coloquial
no son má s que traslaciones semá nticas de las palabras de uso general. Ejemplo: ensartar (equivocarse),
salado (sin suerte), bestial (muy bueno), lechero (con éxito); como se ve es un nivel de lengua
fundamentalmente innovador y neoló gico.

8.2. Uso lingüístico subestándar.

El uso subestá ndar es la usada por las capas sociales menos educadas y de bajo nivel cultural. Es la ú nica
modalidad lingü ística que conocen los sectores de la població n que permanecen al margen de influjos de la
actividad cultural. Este uso lingü ístico posee un léxico muy restringido, lo indispensable para la
intercomunicació n de los usuarios; se emplean giros populares, de voces rú sticas y de términos inciviles, así
como el uso de expresiones groseras que denotan incultura o “mala crianza”.

a. La lengua popular.
Es la modalidad que má s se acerca al lenguaje está ndar. Corresponde a los hablantes de transició n aquellos
que emplean una forma de lengua casi está ndar con só lo un manojo de formas subestándar. En otros
términos, los hablantes de la lengua popular mezclan la forma coloquial con la forma subestá ndar. Ejemplo:
chévere (bonito), chamba (trabajo), etc.

b. La lengua vulgar.
Es el nivel subestándar de los hablantes inconfundiblemente rú sticos e inciviles, casi siempre analfabetos
que no pretenden, en absoluto, emplear la forma está ndar. La lengua vulgar se diferencia de la popular
porque incluye en su léxico los términos llamados “groseros” correspondientes al denominado “tabú
lingü ístico” que existe en todas las lenguas y está formado por un grupo de palabras como pendejo,
pendejada, huevón, cojonudo, cojudo, cojudez, etc.; corresponde al nivel muy bajo, casi secreto, que rechaza
la “buena educació n” de las gentes de todos los niveles sociales a causa de un tabú lingü ístico que cada vez
se va perdiendo o se va haciendo menos rígida.
Lenguaje y comunicación M.Sc. Carlos Alberto Flores Cruz

Lengua culta Lengua coloquial Lengua popular Lengua vulgar

tengo apetito tengo hambre estoy con un filo me cago de hambre

cabello pelo cerda -

rostro cara facha -

embriagado borracho zampado -

intestino tripa mondongo -

Actividad

1. ¿Explica la relació n entre significante y significado?


2. Mencione cuatro ejemplos de arbitrariedad.
3. Mencione cuatro ejemplos de linealidad.
4. Mencione cuatro ejemplos de inmutabilidad.
5. Mencione cuatro ejemplos de mutabilidad.
6. Analiza la siguiente interacció n comunicativa

¿Cómo debo de hablar?

Lean con mucha atención el texto:

Sandro venía rápidamente a su escuela y se encuentra con María y una amena conversación surge:

SANDRO : ¡Hola causa! ¿Qué ha sido de tu vidú ?


MARÍA : Allí, bien; por el momento.
SANDRO : Te cuento la ú ltima de Federico, fíjate que la semana pasada lo encontré bien zampado, tirado en
la esquina de su hato y a plena luz del día, luego le “empezó a venir los gatos” de toda la
comilona, tú sabes que él siempre para con filo.
MARÍA : ¡Qué asco!... (Ella llevaba consigo una hamburguesa y se le quitaron las ganas de comer).
SANDRO : ¿Te vas a tu jato?
MARÍA : Sí.
SANDRO : Te haría la taba, pero está muy lagartija el camino, ademá s hace mucho calor, mejor me despido.
¡bay!

A continuació n, responde a las siguientes preguntas:


1. ¿Qué niveles de uso lingü ístico utilizan los interlocutores?
2. ¿Te parece bien el uso de los niveles lingü ísticos que en esta conversació n?
3. De acuerdo a la versió n del texto anterior, ahora escríbelo en un uso lingü ístico está ndar.

“Hablar bien, depende de la situación donde te encuentres”

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
RAMÍREZ MENDOZA, Luis H. (1993). Estructura y funcionamiento del lenguaje, Lima: Derrama Magisterial, séptima
edición, pp. 129-137
SAUSSURE, F. (1965). Curso de lingüística general. Buenos Aires: Editorial Losada, S. A. Publicado por Charles
BALLY y Albert SECHEHAYE, con la colaboración de Albert RIEDLINGER. Quinta edición.
Lenguaje y comunicación M.Sc. Carlos Alberto Flores Cruz

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