Diseno Cartografico UD 4
Diseno Cartografico UD 4
Diseno Cartografico UD 4
Unidad Didáctica 4
Cartografiado de datos
DISEÑO CARTOGRÁFICO UNIDAD DIDACTICA 4
B) Clases de Datos.
B) Curvas de Nivel.
C) Sombreados.
Los dos aspectos, la escala de medición (nominal, de intervalo y de índice) y los tipos
de datos (puntual, lineal, zonal y de volumen) son de prioridad importante para el cartógrafo en
tanto este considera la simbolización. La generalización a través de la simbolización es una
determinación de cómo estos dos aspectos de un conjunto dado de datos será representará en
un mapa. La generalización cartográfica mediante la simbolización se establece en dos niveles:
Escala de Medición: Todas las series de datos se miden sobre una de las escalas de
medición. Para fines cartográficos es importante conocer la escala de medición de un conjunto
de datos dados ya que los procesos de simplificación y de clasificación dependen de ella, y tal
elección proporciona el inicio del proceso de simbolización.
B) Clases de Datos.
Existen diversas clases de datos, los hay puntuales, lineales, zonales o de volumen.
Sobre un mapa bidimensional las tres dimensiones de un volumen no pueden representarse
excepto mediante la generalización por simbolización. Los datos puntuales pueden mostrarse
mediante símbolos de punto, los datos lineales mediante símbolos de línea o de punto, los
datos de área mediante punto, línea o área, y los datos de volumen pueden también
representarse mediante símbolos de punto, de línea o de área.
Los datos puntuales, lineales y zonales son bastante sencillos. Los datos de volumen
son más complejos en cuanto a que los volúmenes pueden producirse en puntos (euros en un
banco), a lo largo de líneas (barriles de petróleo importados de Venezuela), o sobre áreas
(precipitaciones). Cuando se representa un volumen sobre un área, se produce una superficie
estadística
La superficie estadística es uno de los conceptos más importantes en cartografía. Definida de una
manera simple, una superficie estadística considera la existencia de cualquier distribución concebida
como matemáticamente continua sobre un área y medida mediante una escala de medición ordinal, de
intervalo o de índice. Es posible considerar una superficie estadística a partir de datos de volumen
registrados en posiciones o para zonas y el representar tal superficie mediante símbolos lineales o zonales.
Los elementos gráficos más importantes en cuanto a tamaño, valor, espaciado, tono,
orientación y forma varían tremendamente en su uso para los cartógrafos. El elemento de
posición no será considerado aquí, ya que el cartógrafo no puede variar la ordenación
geográfica de las series de datos.
Tamaño: Uno de los elementos gráficos más útiles para la simbolización. Significa
cantidades, y puede utilizarse para la representación de series de datos en las escalas
de medición ordinal, de intervalo o de índices. Es útil para conjuntos de datos
puntuales, lineales o de volumen. Únicamente las series de datos zonales y escalados
nominalmente no pueden simbolizarse mediante una variación en su tamaño.
Los elementos gráficos de tamaño y valor “ordenan” los datos, de alguna manera. Los
restantes cuatro elementos gráficos principales, se utilizan para diferenciar
características. Estas variables “diferenciales” no ordenan, meramente connotan una
diferencia.
Espaciado: Se refiere al espacio existente entre una serie de puntos o de líneas que
son las señales componentes de un símbolo. Cuando el espaciado se hace muy junto,
no puede distinguirse del valor. El espaciado, por lo tanto, transmite un aspecto
nominal de una serie de datos. Se utiliza para los aspectos puntuales, lineales o
zonales de los datos, pero no para los datos de volumen. Casi exactamente lo opuesto
al valor en cuanto a la representación.
Tono: El tono explica una escala nominal de medición, y se utiliza para datos
puntuales, lineales o zonales.
Muchos de los fenómenos que los cartógrafos representamos en los mapas están
localizados en el mundo real en un punto o lugar. Los ejemplos son abundantes: puntos de
control geodésicos, postes de teléfonos, y otros caracteres de importancia para quienes
elaboran mapas a gran escala; y poblaciones, centros de áreas de tipo regional, o distritos
electorales, son de importancia para quienes elaboran mapas a pequeña escala.
Las series de datos puntuales que un cartógrafo puede desear representar en un mapa
poseen normalmente muchas facetas. Es decir, los datos poseen más de un atributo o
característica.
Símbolos pictóricos.
Fig. 4.3 Símbolos puntuales pictóricos Fig. 4.4 Símbolos puntuales pictóricos nominales,
nominales y estilizados relacionados con que representan cultivos.
medios de transporte.
Símbolos asociativos.
La figura 4.6 ilustra algunos símbolos asociativos para datos de lugar nominales. Los
símbolos situados en esta clase utilizan una combinación de características geométricas y de
imagen para producir símbolos que puedan identificarse fácilmente. Al igual que ocurre con los
símbolos pictóricos las variables principales son la forma y el tono. Se recomienda muchísimo
la inclusión de una leyenda en un mapa con símbolos asociativos, ya que pueden ser bastante
diagramáticos en comparación con los símbolos pictóricos. De nuevo, para los símbolos
asociativos representados nominalmente como para los símbolos pictóricos, los elementos
gráficos de forma y tono son de gran utilidad.
Símbolos geométricos.
Los símbolos geométricos utilizados con mayor frecuencia para presentar datos de
lugar nominales son círculos, triángulos, cuadrados, rombos y estrellas; el elemento gráfico de
forma es obviamente, el factor más importante. El tono se utiliza como elemento secundario
para diferenciar los datos, especialmente cuando alguna de las clases de datos están
relacionadas. Se requiere leyenda en un mapa que utilice símbolos geométricos. Los
problemas más importantes a superar en la utilización de símbolos geométricos son el
asegurar que cada símbolo sea lo suficientemente distintivo y el asegurarse de que los
símbolos no connotan información superior que la expresada nominalmente.
Por lo tanto, utilizando los elementos gráficos de la forma, tono, orientación y espaciado
para series de datos nominales puntuales, los cartógrafos pueden en teoría mostrar hasta un
máximo de cuatro atributos nominales de una distribución dada. Pero no lo recomiendo. Un
ejemplo de la representación de dos atributos nominales para un conjunto de datos puntuales
se proporciona en la figura 4.7.
La figura 4.8 utiliza el valor como elemento gráfico para representar un conjunto de
datos ordinales. El símbolo del cuadrado es geométrico y se sitúa por lo tanto en el extremo
arbitrario del continuo mimético-arbitrario. Los dos elementos gráficos en combinación pueden
también utilizarse para reforzar la información codificada en el mapa. Figura 4.9 es un ejemplo
de esto, cuando es factible, es una herramienta útil para la persona que elabora el mapa.
El cartógrafo que trabaja con el color utiliza también la intensidad o cromatismo del
color para representar una serie de datos puntuales sobre una escala de medición ordinal. La
utilización del color opera casi de la misma forma que la utilización del valor en la figura 4.8, o
se utiliza conjuntamente con la variable gráfica del tamaño como representa la figura 4.9. La
utilización de la intensidad de color supone una diferenciación muy sutil y probablemente
resulta peligrosa cuando se utiliza sola si existe alguna duda en el cuanto al nivel de
conocimiento de los usuarios potenciales. Por otro lado, la utilización de esta sutil propiedad del
color es un modo excelente de reforzar la información que se representa. Por lo tanto, a pesar
de que quizá no resulte prudente el confiar en una combinación de valor o de tamaño con la
intensidad del color para representar dos atributos diferentes colocados ordinalmente de un
conjunto de datos puntuales, sería bastante aceptable el utilizar la intensidad de color
conjuntamente con tamaño o valor, para reforzar la representación de un solo atributo de un
conjunto de datos de lugar escalados ordinalmente.
Los símbolos graduados (es decir, símbolos cuyo tamaño es distinto) son muy
utilizados; el más común es el círculo graduado. La variación en el tamaño se utiliza para
simbolizar cantidades en localizaciones específicas o totales que se refieren a unidades de
enumeración. Así, son útiles cuando:
1.- Existen datos puntuales muy próximos pero son importantes en cuanto a
número agregado, por ejemplo la población de una ciudad.
Cuando se utilizó por primera vez el círculo graduado para la simbolización de datos
medidos en una escala de índice o intervalo, las variaciones en las áreas reales de los
símbolos se hicieron uniformemente proporcionales a los números que representan. Ello se
conoce como el método de la raíz cuadrada de escalado de símbolo. Otro método de escalado
de símbolo es graduado según rango.
Los cartógrafos han tratado de utilizar partes de círculos tales como cuñas u otros
símbolos cuando se desean localizaciones precisas pero se producirían grandes cantidades de
solapamiento si se utilizara cualquier símbolo completo. Tales símbolos puntuales pueden
tener graduación según el rango o pueden estar escalados en base a su índice. Con este tipo
de símbolos pueden a menudo presentarse simultáneamente diversas categorías de datos,
incluyendo datos escalados nominalmente, mediante la utilización de diversos símbolos en una
sola ubicación y diferenciándolos por tono o con una trama (Fig. 4.12).
Cualquier cantidad real o conceptual que puede considerarse como existente en las
cantidades variables de un lugar a otro puede simbolizarse mediante la asignación de un valor
de unidad a algunos símbolos puntuales y colocando tras ello el número adecuado de tales
símbolos de igual tamaño en los lugares adecuados en el mapa. Esta técnica produce lo que
se denomina generalmente como un mapa de puntos, ya que sencillos puntos redondos son
los símbolos utilizados con mayor frecuencia; sin embargo, cualquier símbolo de punto puede
utilizarse.
El método de mapa de puntos utilizado durante muchos años por los cartógrafos, se
basa en una serie de símbolos puntuales uniformes para representar una cantidad de datos
mediante la repetición de un símbolo puntual. Cada símbolo de punto es igual a todos los de su
distribución y su ubicación significa un intento de mostrar la ubicación de la distribución.
Conceptualmente el mapa de puntos es más complejo que el mapa de símbolos puntuales más
simplificados.
El mapa de puntos muestra los detalles del carácter locacional de una distribución con
mayor claridad que cualquier otro tipo de mapa. El mapa de puntos proporciona una impresión
visual de fácil comprensión, de densidad relativa, aceptada por el usuario e interpretada
fácilmente en una escala ordinal, pero no proporciona cifras absolutas.
Otra ventaja de los mapas de puntos es la facilidad relativa con que pueden elaborarse
manualmente. No se necesita realizar cálculo alguno más allá de la determinación del número
de puntos necesarios mediante la división de los totales de cada unidad de enumeración por el
número seleccionado como valor de unidad de cada punto.
Los datos necesarios para un mapa de puntos convencional son el recuento del
número de elementos a cartografiar en áreas de unidad, normalmente divisiones civiles
utilizadas como unidades estadísticas de censos. Es a menudo necesario el asignar un número
de fenómenos a cada punto. Eso se denomina valor de unidad del punto. El número de puntos
se obtiene mediante la división del número total de elementos de cada división estadística por
el valor de unidad elegido. Por ejemplo, si una provincia poseyera un total de 6.000 Hectáreas
de maíz, y se ha elegido un valor de unidad de 25 Hectáreas por punto, entonces se situarán
24 puntos en la provincia para simbolizar el área dedicada a la producción de maíz.
Los ejemplos de los símbolos lineales usados para representar atributos nominales de
conjuntos de datos lineales son fáciles de encontrar (por ejemplo líneas de costa, reticulados y
corrientes). En la figura 4.13 mostramos ejemplos de símbolos lineales que pueden usarse
para representar tales datos de hechos nominales. La utilización de símbolos lineales para
mostrar datos ordinales. La figura 4.14 muestra la representación de datos de flujos en
gradación de rango, y la figura 4.15 ilustra los mismos datos de la figura 4.14 y en gradación de
índice. Las figuras 4.14 y 4.15 ilustran la generalización mediante el uso de simbolización,
siendo la figura 4.14 más generalizada que la figura 4.15.
Los fenómenos lineales pueden situarse en el mismo continuum desde mimético hasta
arbitrario en que se situaban los fenómenos de lugar, pero la distinción es a menudo de menor
utilidad, ya que las líneas miméticas son difíciles de distinguir de las arbitrarias, en la mayoría
de los casos. En realidad una línea pude ser simplemente el contraste entre dos zonas de
carácter distinto. No tiene características propias, y de este modo el continuum desde mimético
hasta arbitrario no existe. Unos de los símbolos lineales más miméticos es la línea
convencional con pequeños trazos cruzados. Se utiliza para simbolizar líneas de ferrocarril.
Fig. 4.14. Símbolos lineales graduados en rango. En este mapa de emigraciones de Europa en
1900, las líneas de anchura corriente se usan para representar un intervalo específico de
número de emigrantes.
Fig. 4.15 Símbolos lineales escalados por índices. En este mapa, que representa los mismos
datos que la figura 4.14, las líneas están escaladas en anchuras proporcionales respecto al
número real de emigrantes que representan.
Cartografiado con símbolos lineales.
Existen por lo tanto dos formas principales en el cartografiado con símbolos lineales:
Los elementos gráficos de forma, tamaño, tono y valor son todos ellos útiles en la
representación cartográfica de conjuntos de datos mediante símbolos lineales. Los problemas
surgen al tratar de usar la orientación o el espaciado. Las definiciones de los elementos
gráficos primordiales cuando se relacionan con símbolos lineales varían algo de cuando se
utilizan en los símbolos puntuales. Tamaño, valor y tono permanecen igual, pero la forma es
algo distinta. La figura 4.13 muestra alguna de las líneas que habitualmente utilizamos los
cartógrafos. Las líneas muy estrechas no pueden representarse utilizando el valor o la
intensidad de color para mostrar atributos, debido a que las variaciones en valor e intensidad
de color son demasiado sutiles para permitir una fácil diferenciación visual. Incluso el tono es
menos efectivo cuando el símbolo lineal se va adelgazando.
Diversos factores pueden alterar el aspecto de los símbolos lineales. Estos factores
son:
1.- Tamaño
2.- Continuidad
3.- Contraste de Brillo
4.- Cierre de Trazado
5.- Complejidad
6.- Compacidad
Fig. 4.16. Los puntos mayores o las líneas Fig. 4.17. Ejemplo de una red fluvial donde
más anchas pasan a un primer plano y los las direcciones de los flujos están indicadas
puntos menores y las líneas más estrechas mediante el aumento del grosor de las líneas.
retroceden hacia el fondo, indicándose así
una dirección mediante simbolización
cualitativa.
El contraste del brillo, afecta a la percepción de los símbolos lineales mediante el uso
del elemento gráfico del valor. Las líneas de anchura equivalente pero con contraste de brillo
pueden percibirse como si tuvieran distinta importancia. Los tonos más oscuros connotan
normalmente mayor importancia. Como ello significa una escala, si se quiere conseguir
simplemente una representación nominal, hay que evitar el contraste en brillo.
Entre grupos de señales similares se produce el cierre visual; por lo tanto una serie de
trazos o de puntos se considerará como un todo. Cuanto más cierre de trazado muestre un
símbolo, más probabilidades tiene de ser destacado visualmente, de ahí que una línea continua
sea más destacada.
Estos seis factores permiten al cartógrafo simbolizar los datos nominales mediante el
uso de líneas de diversos tipos que, o bien tienen la misma importancia visual, o bien forman
una jerarquía de importancia visual en relación con el objetivo del mapa. La práctica es el mejor
maestro en la selección de las características a variar en la simbolización lineal de escala
nominal. El cartógrafo que conozca los efectos visuales resultantes de las características de los
símbolos lineales mencionadas en este apartado, estará en disposición de utilizar las líneas de
modo adecuado a cualquier situación cartográfica.
Las líneas pueden representar curvas suaves, como en la figura 4.18, o líneas
quebradas. El movimiento puede representarse a lo largo de una ruta real o bien, como en los
mapas de origen y destino, pueden conectarse sencillamente los puntos terminales mediante
líneas rectas. A menudo, se utilizan puntas de flecha en los extremos de la líneas para indicar
las direcciones del movimiento, a pesar de que la variación de grosor y el ángulo con que
conectan las líneas tributarias frecuentemente ya expresan el flujo adecuadamente.
Las líneas pueden aumentar o descender en grosor al cambiar los valores, pero en los
segmentos entre tributarios una línea debe mantener el grosor uniforme.
En algunos casos, la gama de datos es tan amplia que el valor de unidad de anchura
es capaz de permitir la diferenciación proporcional entre las líneas delgadas, hará que las
gruesas sean demasiado anchas. En consecuencia, es a menudo necesario simbolizar las
líneas menores de alguna manera, como por ejemplo mediante puntos o trazos, figura 4.19.
Los datos relacionados con unidades de áreas sobre la superficie te la Tierra vienen
dados en una de las cuatro escalas de medición. Cuando los aspectos del conjunto de datos
de interés se miden en una escala nominal, nos referimos a ellos como datos de área o de
superficie; cuando se miden en una escala de medición ordinal, de intervalo o de proporción,
los denominamos datos de volumen. Debido a que el cartógrafo puede preferir generalizar la
escala de medición, los conjuntos de datos de volumen existentes pueden representarse
cartográficamente como datos de área, pero no al contrario.
Casi todos los datos de censos se refieren a áreas, algunos datos censales se publican
en graduación, según rango, como por ejemplo los ingresos anuales pro familia, edad del
cabeza de familia, número de años de escolarización, etc. Algunas tablas de resumen de los
censos son generalizaciones debido a que la información se recoge en realidad como
conjuntos de datos de índice, pero se combinan para producir tablas estadísticas de
graduación según rango para el censo. Muchos datos se recogen como índices: número de
establecimientos industriales por comarca, cabezas de ganado por provincias y, desde luego,
número de habitantes por municipio. El número de datos del que se dispone es enorme.
Fig. 4.20 Representación de masas de aire y 4.21 Mapa que muestra una clasificación
sus regiones de origen. A pesar de que los ordinal de los condados de Wisconsin, según
datos tienen carácter cuantitativo, el objeto de el grado de urbanización.
la ilustración es representar la localización de
las masas de aire.
Fig. 4.22. Mapa que ilustra la clasificación graduada en función del rango de los condados de
Florida.
Los bosques, los prados, los territorios estatales, las regiones agrícolas, todos los
elementos que puedan diferenciar una región geográfica de otra, se representan mediante el
uso de símbolos distintivos zonales.
“menos”. Como consecuencia, únicamente el elemento gráfico primario del tono es adecuado
para la representación de datos nominales, ya que el tono no connota jerarquía. Por ejemplo, el
azul no se considera “más” que el rojo o el verde, etc.
Ciertas disciplinas han creado convenciones para las tramas de datos nominales de
áreas con fines cartográficos. La geología ha determinado el uso de tramas específicas para
ciertos tipos de rocas. El cartógrafo no puede violar tales convenciones. La figura 14.7 ilustra
algunas de las tramas utilizas por los geólogos para la diferenciación nominal de áreas.
estadística; está implicada. Esencialmente pueden emplearse dos técnicas: la sencilla técnica
coropléctica o la técnica dasimétrica, utilizando ambas símbolos zonales.
El cartógrafo tiene tres opciones: una es utilizar símbolos lineales, la técnica sioplética;
las otras dos, utilizan símbolos zonales y son: la técnica coroplética y la técnica dasimétrica. La
elección entre estos métodos depende de si el interés del cartógrafo renace en:
1.- Una distribución donde el foco de interés se centre en los valores cualitativos
específicos en lugares particulares.
Cartografiado Coroplético.
El método coroplético está formado por dos técnicas altamente conmensurables para la
representación de una superficie estadística mediante símbolos zonales. En una de ellas,
denominada cartografiado coroplético simple (del griego choros lugar, y plethos, magnitud), el
objetivo principal es simbolizar las magnitudes de las estadísticas en tanto ocurren dentro de
los límites de las áreas de unidad, como por ejemplo, regiones, estados u otros tipos de
distritos de recuento.
Aunque existen varias técnicas de representación, creo que la más sencilla y la más
didáctica es la coroplética, con ella se pueden representar infinidad de datos, y los resultados
que se obtienen son óptimos, por eso mismo nos hemos centrado en ella en este apartado del
curso.
El Mapa Coroplético.
Esta técnica se pude usar para diversos tipos de índices y cuando las unidades
estadísticas son pequeñas, proporciona la suficiente variación sobre el mapa, para transmitir
algo de carácter visual de una distribución continua.
son naturalmente función del tamaño del área del distrito de recuento. Cuando estamos
interesados en la distribución geográfica, estamos también normalmente interesados por las
comparaciones de índices que implican superficies (densidad) o de índices independientes del
área (porcentajes o proporciones), es decir, una vez eliminado el efecto de la variación en el
tamaño de los distritos de recuento.
La cantidad cartografiada es por lo tanto casi siempre algún tipo de promedio que se
supone se refiere al total de una unidad de superficie, y las unidades de superficie están
graduadas en función del rango en la representación. Cuando los límites de clase requieren un
cambio de símbolo, esto en un mapa coroplético simple ocurre solo en los límites del área de la
unidad. Puesto que los límites son normalmente bastante independientes de las variaciones en
el fenómeno que se cartografía, esto añade más oscuridad geográfica a la que ya supone tratar
enteramente con promedios.
Después del siglo XVII, aumentó el interés por la representación de formas del relieve.
Se realizaron diversos experimentos, y de esta diversidad de métodos fueron las curvas de
nivel y el sombreado (siendo su antecesor las normales) métrico el uno, e impresionista el otro,
quienes dominaron sobre los demás, ambos objetivos son deseables para una representación
efectiva. Estrictamente, tanto las curvas de nivel como el sombreado, no satisfacen todas las
necesidades en la presentación cartográfica de la información respecto a las formas del relieve
particularmente a pequeña escala.
Bloque Diagrama.
Actualmente son muchos los tipos de delineación utilizados en perspectiva del relieve.
Muchos de ellos proceden de los intentos realizados durante el siglo XIX para representar los
conceptos que se hallaban en rápido desarrollo debido al avance de la Geología. Una de tales
delineaciones, el bloque diagrama se ha convertido, hoy en día, en una forma común de
expresión gráfica.
Para una vista regional oblicua, debe asumirse que se está observando la sección de
un globo, y normalmente se construye, o sobre una proyección ortográfica o sobre una
fotografía “oblicua”, para proporcionar la base estructural sobre la que se trazan las formas
terrestres. Tales vistas son particularmente útiles como ilustraciones panorámicas nacionales y
de conceptos estratégicos.
Los mapas esquemáticos en los que el tratamiento pictórico de las formas del relieve
se trata de modo más sistemático se denominan normalmente diagramas fisiográficos o mapas
morfográficos. El primero intenta relacionar las formas con sus orígenes. En ellas, mediante la
variación de los oscuros y texturas, se surgieren las diferencias estructurales más importantes y
las diferencias entre los tipos de rocas representados. No poseen un aspecto particularmente
real.
Los mapas morfográficos son aquellos en los que se proporciona más énfasis al
carácter de las formas del relieve, y menos atención a su origen. Este tipo de mapa, a menudo,
utiliza símbolos esquemáticos
B) Curvas de Nivel.
A pesar de que las curvas de nivel no presentan una imagen visual clara de la
superficie terrestre, la inmensa cantidad de información que puede obtenerse mediante una
cuidadosa y experimentada interpretación hace que la utilización de las curvas de nivel sea el
modo más útil, con ventaja, de representación del relieve en los mapas topográficos.
Gran parte de la eficacia de las curvas de nivel depende de su espacio vertical, y que la
elección de la equidistancia de las curvas de nivel no sea fácil. La representación de
Las curvas de nivel sobre los mapas son líneas que poseen grosor, que a su vez limita
su radio de curvatura. De este modo, todos lo mapas de curvas de nivel son generalizaciones,
es decir, simplificaciones, hasta cierto punto, independientes de su escala.
En la mayoría de las escalas parte de la información que puede incluirse deber ser
abandonada con el fin de representar el resto de modo más claro, pero en cualquier caso
deben conservarse los cambios importantes de pendientes, como son las crestas y los
escarpes.
C) Sombreados.