Descansos Del Viaje Sobre Los Eclipses
Descansos Del Viaje Sobre Los Eclipses
Descansos Del Viaje Sobre Los Eclipses
Casa primera
La primera casa, llamada Ángulo del Oriente, Horóscopo
ascendente, y Casa de la vida; en ella estuvo aquella parte del cielo que en el
punto de la Natividad asciende, y que hizo la primera impresión. Es
significación del cuerpo y su forma, de la salud, vida, ingenio, complexión y
costumbres, de la propia industria; y es de donde se toman los principios de
las cosas. En ella tiene gozo Mercurio, por significador de los espíritus
animales. Joviano Pontano(6) lo excluye de esta dignidad por versátil. Julio
Firmico(7) dice que Saturno, fortunado en esta casa, y no leso de Marte, ni
combusto del Sol, y con rayos felices de Júpiter y Venus, indica vida larga y
buena salud. Es casa feliz, femenina, su color blanco, su cualidad fría,
húmeda, flemática, y es con ella consignificador Saturno, por el primero y
supremo de los planetas.
Casa segunda
La segunda casa, sucede a la primera debajo de tierra. Significa la
hacienda, las ganancias, riquezas movibles, los censos y los bienes, que con
industria y trabajo se adquieren; los ministros fautores, personas, facultades, y
medios necesarios para la adquisición, y el tiempo de su duración y de
decaecimiento hasta el fin de la vida. Es casa en quien ningún planeta tiene
gaudio; es consignificador Júpiter, porque naturalmente significa sustancia de
bienes; y hallándose en ella por cuerpo o buen aspecto, no impedido, da
grandes riquezas, siendo señor de ella, las promete por oficios, y dignidades
eclesiásticas, por mercedes, dones de buenas personas. Si el significador fuere
Marte, bien afectado por la milicia; si Venus por mujeres y favores de amigos.
Si Saturno, por labranza y cultura de la tierra; y si Mercurio, por ciencias y
mercaderías. Grande impedimento es, cuando en esta casa se hallan
corporalmente, o el Sol, o Saturno, o Marte: el Sol, porque destruye los
planetas que con él se juntan, y les quita la lumbre; Saturno, porque es la
misma vanidad, pobreza y necesidad; y Marte, porque significa impedimento,
trabajo, y defecto de sustancia; fuera de esto, es casa feliz, femenina; su color
verde, su complexión fría, y húmeda flemática.
Casa tercera
La tercera casa se llama la de los hermanos y parientes, aunque
Ptolomeo no hace mención de ellos en sus Apotelesmas. Joviano Pontano(8) dice
que el hombre es animal sociable naturalmente, ninguno tanto; y que esta
comunicación es primero con sus hermanos y allegados; y que la tercera casa
es la primera, que se junta por aspecto sutil amigable con el ascendiente; por
lo cual tiene con propiedad el significado de los hermanos; y parientas de la
hospitalidad, la Fe, Religión, Piedad la correspondencia y amar de los
hermanos; las controversias y pleitos en juicio, los viajes breves y legaciones:
de aquí se toma la denominación de los buenos y felices acontecimientos.
Tiene gaudio en esta casa la Luna: el color es azafranado, su naturaleza
femenina, su vigor mediano, su complexión fría, y húmeda flemática, y es
Marte su consignificador.
Casa cuarta
La cuarta casa significa a los padres, el patrimonio, heredades y
bienes raíces, los campos, cultura de la tierra, labores, minas y fundiciones de
metales, cimientos, edificios, tesoros, y cosas escondidas, las presas, despojos,
y el fin de las cosas; y tómanse también las herencias, cuando el señor de la
cuarta se halla en segunda o primer casa, o el señor de la primera o segunda en
la cuarta, y la fama y opinión después de la vida. Ningún planeta tiene gaudio
esta casa; antes de opinión de Hermes, es sepultura de los planetas: es
medianamente feliz, y masculina: su color rubio, su complexión fría y seca,
melancólica, su consignificador el Sol. Dice Hermes(9) Res paterna transit in
filium, dum Saturnus fuerit fortunatus, et ex dilectione aspexerit Dominum
ascendentis, magis, ac amplius, se fuerit Dominus quarti loci.
Casa quinta
La quinta casa se llama de los hijos, que como a la tercera se le dio el
significado de los hermanos, por el sextil que tiene con el ascendiente; a la
quinta por el trino, se le da el de los hijos, su estado, número y otros
ascendientes, las donaciones, y aquello que es del gesto, amor, deleites,
convites, músicas, conversaciones familiares, nuncios y dones. Tiene Venus
gaudio en esta Casa: su color es melancólico, mediana su felicidad, es
masculina, de cualidad fría y seca, melancólica, su consignificador Venus.
Casa sexta
La sexta casa significa las enfermedades: es lugar desierto, y como
fuera de la frecuencia de los hombres, y frecuentado de animales venenosos y
hierbas nocivas; y regularmente cuantos planetas se hallan en esta casa, tantos
géneros de enfermedades predicen, especialmente en la vejez. Y los planetas
que se hallan en la duodécima, mayormente estando infortunados, indican
enfermedades en la puericia, significa también esta casa los criados, siervos,
esclavos, los animales domésticos, y el ganado menor, y toda cosa doméstica
y de servicio, el sustento y protección que el señor debe al criado, y la
obediencia que el criado al señor. Tiene Marte gaudio en esta casa, y la
consignificación Mercurio: su color es negro, su naturaleza infeliz; es
masculina, aunque débil, de cualidad fría y seca, melancólica. Planeta si non
fuerit in locorum aliquo suae potestatis, et ipse fuerit in sexta, vel duodecima domo,
tunc fortunabitur. Ibi:Abent. y Ptolomeo(10), dice: Exercet saepevires stellae, quo in
loco nullas habet vires lucrum inexpectatum afferens.
Casa séptima
La séptima casa se llama de las bodas y casamiento; significa la
inclinación a la continencia o al matrimonio, y al número de las mujeres y la
cualidad; significa también las ventas y compras, los enemigos declarados y
sus operaciones, los ladrones desterrados, fugitivos y las contiendas: ningún
planeta tiene gaudio en esta casa, consignificadora la Luna, su color blanco,
feliz, femenina, de complexión cálida y seca, colérica.
Casa octava
La casa octava llaman los astrólogos lugar interficiente y casa de la
muerte natural o violenta, por cualquiera causa externa o interna: es lugar
flaco y ocioso, que no tiene vista con el ascendiente y es nocivo: significa las
herencias de los muertos, los tesoros escondidos, la tristeza y los venenos
letales. Dice Ptolomeo, que se mire el estado del grado interficiente, cuál de
los planetas se halla en él, o tiene con el aspecto, y según su naturaleza,
insinúa la muerte. Si fuere Saturno, la muerte será por largas enfermedades,
flemas, reumas y defectos de la naturaleza. Si Júpiter, por apostemas en el
tragadero y pulmón; si Marte, por fiebres continuas agudas; si Venus, por
mala afección del estómago, del corazón y del hígado, por flujo de sangre,
apostema derramada por el cuerpo y fístulas; si Mercurio, por morbo caduco,
gota coral, falta de juicio y pérdida de sentido. En esta casa no tiene gaudio
planeta alguno, si bien la llaman templo de la Luna; y según Fírmico(11), y
Pontano(12): La Luna en nacimientos nocturnos en esta casa bien colocada,
aumentada en luz, y con felices rayos de fortuna, libre de infortunio, promete
gran felicidad: es consignificador Saturno: su color negro, su naturaleza infeliz
y mala, femenina; y su complexión caliente y seca, colérica. En esta casa se
fragua el eclipse del 22 de Mayo.
Casa nona
La casa nona es semejante y más eficaz que la tercera, así por estar
en la parte superior del círculo, como por el aspecto trino con el ascendente
que es de perfecta amistad: significa la Religión, y cosas tocantes al culto
divino, las dignidades eclesiásticas, la Piedad, la Fe, las Facultades, las Artes,
la Filosofía, la Ciencia, la aptitud y la inclinación a la Religión, las buenas
costumbres y recta institución: tiene también la significación de las sectas y es
casa de los viajes largos y los juicios de legaciones, y los piadosos, los sueños
y las adivinaciones: tiene el Sol gaudio en esta casa, y es consignificador
Júpiter; su color es melado; su naturaleza mediana y femenina, su cualidad
caliente y seca, colérica.
Casa décima
La casa décima se llama medio cielo, el culmen, o lo sumo del ciclo,
corazón del cielo, casa regia, Cuspis Real, y de los honores: significa los
imperios, dignidades, oficios, magisterios y honores; es término y primacía de
los bienes civiles que aspiran los hombres; y también significa el género de
vida, las eminencias y superioridades es las Artes, y el favor, y mercedes de
los príncipes y magnates, y las privanzas; tiene significación de la madre, su
estado y condición después de nacido el infante. En esta casa no tiene gaudio
planeta alguno; es consignificador Marte; el color es melado; su naturaleza
feliz, masculina, su cualidad es caliente y húmeda, sanguínea.
Casa undécima
La undécima casa es de fortuna, de las esperanzas, de los favores,
benignidades, buenos sucesos, felices, de los amigos fieles y falsos, con quien
se tratan familiarmente: significa los consejeros y ministros del rey y de los
príncipes. Tiene en esta casa gaudio Júpiter, el cual, hallándose en ella bien
afecto con dignidad y libre de infortunio, es felicísimo, y da favor en todas las
cosas; y así como la décima es casa del rey, la undécima es de los que hacen
su causa, y los auxilios de la hacienda real, y de las esperanzas; y
consiguientemente la primera casa del pueblo, y la segunda de su hacienda y
sustancia: e impedida cualquiera de ellas, impide todo lo tocante a su
participación: es consignificador el sol; su color azafranado, su naturaleza
mediana, masculina, su complexión cálida y húmeda, sanguínea.
Casa duodécima
La duodécima casa significa los enemigos ocultos, las cárceles,
tristeza, adversidades, insidias, y turbaciones, trabajos, envidias y dificultad;
significa también los animales mayores, y el daño que de ellos puede resultar;
la fidelidad de los criados y su hacienda, algunas enfermedades,
especialmente, en la puericia.
Conjetúranse de aquí los sucesos que las mujeres tienen en los
partos, los susurros y malas sospechas; y da aptitud para penetrar la distinción
de las cosas. Tiene en esta casa gaudio Saturno; su consignificador es Venus;
un color verde, su naturaleza infanta y maligna, masculina; su complexión
caliente y húmeda, sanguínea. Si el señor del ascendiente se hallare en esta
casa, insinúa muchos enemigos, con distinción, que si estuviere fuerte y
fortunado, los supeditará; y si estuviera débil, será supeditado de ellos.
Para los eclipses, sólo harán vuestras mercedes juicio del general
influjo, porque los demás sólo sirven para los juicios gentilíacos de los
nacimientos. Ya que vuestras mercedes pueden ir juntando circunstancias del
signo, de la casa del planeta, y de la disposición anterior del aire, vamos
sabiendo en uno y otro luminar las observaciones particulares que tienen
hechas los astrólogos en cada mansión del cielo, así de los eclipses del Sol
como de la
Predicciones de los eclipses de sol y luna
En sus Apotelesmas(13), dice el príncipe de los astrólogos, Ptolomeo,
que de los eclipses de los luminares, nunca se puede pronosticar nada bueno; y
que si sucede en el ascendente, pronostica muertos, graves enfermedades y
peligrosas pestes. El tiempo en que sucederán los eclipses, es desde el
ascendente a la casa décima, y desde la décima a la séptima, contando por
quince grados de equinoccial una hora, y por cada hora un mes; de suerte, que
si el eclipse sucede desde el ascendente a la décima, a treinta grados de
equinoccial, serán dos horas, y por las dos horas se entiende que comenzarán
los efectos de los eclipses, desde el principio del mismo eclipse en dos meses;
y así contando hasta la décima casa, que hay noventa grados, los seis meses.
Si sucediere desde la décima a la séptima, que hay noventa grados, se han de
ir contando hasta seis horas, desde el fin del eclipse, seis meses; dando
siempre a quince grados de equinoccial una hora, y a cada hora un mes. Los
eclipses del Sol tendrán tantos años de duración cuantas horas tuviera el
eclipse, y los de la Luna, durarán sus efectos tantos meses cuantas horas
durare el eclipse. Los eclipses de los luminares en las anuas revoluciones, son
sumamente nocivos, si suceden en la distancia desde el grado ascendente al
lugar del tal eclipse; y todos los accidentes de los eclipses del Sol no pueden
tener más duración que doce años, y los de la Luna doce meses.
»Se deben considerar los planetas dominantes y el signo; porque los
efectos no son del eclipse, sino de los significadores. Los eclipses del Sol son
poderosos; y si se fraguan cuando florecen los frutos y mieses, es destruición
suya, y significa esterilidad.
»Los eclipses de la Luna pronostican lluvias, y algunos sequedad,
terremotos, esterilidad e incendios. Los eclipses de uno y otro luminar hacen
más su impresión en lo general de ciudades y reinos, que en lo particular de
las personas. Un eclipse no puede de todo punto pronosticar en toda la tierra
penurias, carestías y pestilenciasi ni la peste puede durar más de cuatro años.
Si el eclipse sucediere en signo humano, sus efectos e influjos serán en cosas
humanas, como este eclipse que sucedió en Géminis, signo humano.
»En Aries, el eclipse daña los frutos. Los eclipses de libra corrompen
y pudren las hierbas y mueven rencores y cismas entre los eclesiásticos. En
Capricornio influye copia de langostas y gusanos, amenaza perdición de
naves, sumersiones en la mar, y mudanza de costumbres y leyes en las
regiones de su dominio. En Géminis y Sagitario denota muerte de las aves, y
con especial las que sirven para el sustento del hombre. En Virgo y Piscis
destruye todo lo vegetable, animales acuáticos, y corrompe el agua de las
fuentes. En Tauro, Leo, Escorpio y Acuario influye ruina de edificios,
simulaciones y traiciones. Si el eclipse se fragua la undécima o duodécima
casa, amenaza ruina de edificios y muerte de gente joven y adolescentes. Si en
la décima o nona, amenaza a los reyes, príncipes y eclesiásticos con muerte o
grave enfermedad. Si en la casa octava o séptima, indica mudanza de leyes,
institutos y sectas, y con muerte o casos notables a los viejos.
»Saturno, si fuere señor o dispositor del eclipse, es causa de fríos
grandes, heladas, nieves y granizos, y en especial en los signos ácueos y
aéreos, tempestades, vientos recios, inundaciones de ríos, peligrosas
embarcaciones, terremotos, penurias en los frutos por corrupción y por
gusanos, oruga y langosta. Mueve las enfermedades crónicas, fiebres,
cuartanas pestilentes, epidemias, causa destierros, muertes, cárceles y llantos.
»Júpiter, señor del eclipse, da buena disposición a las cosas, salud,
paz, acrecentamientos, ganancias, trato con los poseedores; favores a los
reyes, copia de animales necesarios al hombre y destruye lo que le es
contrario; copia de trigo, templadas lluvias; templa el aire y lo limpia, da
fortuna en los viajes de Indias y toda navegación, y finalmente, es planeta
autor de bienes y felicidades.
»Marte, especialmente en signo ígneo, influye sequedad en las
fuentes, corrompe las aguas, mueve vientos cálidos, tempestades, truenos,
rayos, centellas, repentinos naufragios, pérdida de naves, destruye los
animales que sirven al hombre, arruina las mieses y las plantas y árboles por
langostas, gusanos, moscas, orugas y todos los animalejos que se engendran
del putre de la tierra, y en las mismas trojes podrece las semillas. En signos
humanos comúnmente engendra tabardillos, morbos estuosos, corrompe la
sangre, arruina edificios, causa incendios, hurtos, crueles estragos, muertes
violentas, guerras, tumultos en las plebes por iras y violencias de príncipes;
causa destierros y prisiones; causa desestimación en los virtuosos y estimación
en los crueles y facinerosos, y mueve el apetito a cosas ilícitas.
»Venus bien afecta, y señora del eclipse, influye generalmente lo que
Júpiter; pero más alegría, porque causa fiestas, música, holguras, el cielo
apacible, buenos frutos y opulentas cosechas.
»Mercurio (éste fue dispositor de este eclipse, cuya influencia vienen
vuestras mercedes a averiguar) es impetuosísimo, veloz: es planeta
indiferente, pero en todo camina sin reflexión; y así causa vientos turbulentos,
rayos, truenos; pero poco estable en todo: hace dificultosas las navegaciones
con derrotamientos, naufragios, invasión de piratas; es autor de hurtos y
rapiñas, mueve borrascas y huracanes, inclina a mentiras, y es usurpador de
las cosas ajenas; mueve pleitos, inclina a mudar religión, costumbres y leyes;
causa repentinas enfermedades, toses, corrupciones, vómitos, fiebres agudas;
en todo es pronto, veloz e instable este planeta; pero dice Ptolomeo, en sus
Apotelesmas(14) que bien afecto de otros planetas, indica lo contrario. Con que
de lo dicho se infiere, que si Júpiter o Venus, bien afectos y con amigables
aspectos, son denominadores, no pronostican mal de los eclipses; porque la
significación es del signo en que sucede y de los planetas que dominan en el
eclipse, en que el Sol y la Luna, como causas universales, concurren con los
influjos de las estrellas fijas y erráticas para que consigan sus efectos.
Generalmente el eclipse en Tauro, Virgo y Capricornio significa penuria de
frutos, mayormente en las semillas; en Géminis, Libra y Acuario, hambre,
peste y enfermedades; en Cáncer, Escorpio y Piscis, muertes repentinas,
sediciones, guerras y perdición de naves.
»Ahora trataremos de los influjos del eclipse de Sol, por los decanos
de los signos.
»Cada signo tiene treinta grados, y cada signo tiene tres decanos,
contados de diez en diez los grados. Pues si el eclipse de Sol sucediere en el
primer decano de Aries, significa grandes movimientos de armas, ejércitos,
controversias, sediciones; el segundo decano, opresión y muerte de reyes,
corrupción de frutos; en el tercero, tristezas, llantos y abortos en las preñadas.
Si el eclipse de Sol sucediera en el primer decano de Tauro, destruye los
negociantes y comerciantes, y daña a las mieses; en el segundo ofende a las
mujeres en los partos y a los caminantes; y en el tercero predice hambre y
peste. En el primer decano de Géminis, mueve entre los eclesiásticos
pendencias y lides, odios, desprecio de las leyes, e irrita los ánimos,
olvidándolos de toda piedad. En este primer decano se fraguó el eclipse del 22
de Mayo de 1724. Algunas disensiones hemos visto en estos días entre
personas eclesiásticas (quiera Dios que cesen). En el segundo causa robos en
la mar y muertes; en el último indica muerte de rey, detrimento en el estado
político, e irrita los negocios civiles. En Cáncer, en su primer decano, perturba
el aire con notable variedad; en el segundo, deseca fuentes y ríos; en el último,
pronostica en Armania y África, y en todas las regiones sujetas a este signo,
enfermedades, pestes y pleitos. En los primeros grados de Leo, pronostica
muerte de príncipe; en el segundo causa ansias, agonías y enfermedades
ocultas; en el último, pronostica cautelas, atrevimiento y profanación de cosas
sagradas. En el primer decano de Virgo, predice desastrado fin de algún rey;
en el segundo, hambre y peste; en el tercero, amenaza con infortunios a las
personas de ingenio, poetas, pintores, matemáticos, y los conduce a cárceles y
a destierros. En el primer decano de Libra, corrompe el aire y mueve la peste,
truenos y tormentas; en el segundo, muerte de rey, y odios entre soberanos; en
el tercero, pérdida de haciendas en la mar. En el primer decano de Escorpio
causa bélicos tumultos, muertes, odios, traiciones; en el segundo, cautiverios,
y daños en los príncipes, y falso ánimo de sus capitanes; en el último, amenaza
venida de príncipe tirano. En el primer decano de Sagitario, predice sediciones
en el segundo, muerte de cuadrúpedos; en el último, causa aflicción en los
ejércitos. En el primer decano de Capricornio, denota infortunios a varones
grandes, mudanzas de rey, rebelión de la plebe; en el segundo, sucesos
desastrados en los soberanos por conmoción de sus ejércitos; en el tercero,
tumultos. En el primer decano de Acuario, influye hambres y temores,
tristezas; en el segundo, robos, terremotos y hambre; en el tercero, muerte de
ganados y brutos. En el primer decano de Piscis, deseca los ríos e infortuna los
lugares marítimos; en el segundo, muerte de personas principales, y en las
regiones marítimas mortandad de peces y terremotos; y en el último,
crueldades e inhumanidad en los soldados.
»Cuando los eclipses de Luna se forjan en el primer decano de Aries,
señalan fiebres, incendios de templos, sequedad en el aire; en el segundo,
pestes; en el tercero, abortos en las mujeres. En el primer decano de Tauro,
indica enfermedades y muertes, y robos en el ganado; en el segundo, muerte
de reina, en el último, muerte de animales ponzoñosos. En el primer decano de
Géminis, amenaza acometimientos de enemigos; en el segundo, con ejércitos
repentinos; en el último, señala fama por muerte de varón sapiente. En el
primer decano de Cáncer, indica guerra; en el segundo, impone pensiones y
tributos intolerables; en el último, enfermedades en las mujeres, súbitas
miserias y muertes. En el primer decano de Leo, predice acelerada enfermedad
en algún rey, en el segundo, indica viaje en el rey y mudanza en su estado; en
el último, mueve los pueblos a novedades de guerras. En el primer decano de
Virgo, incluye discordias y sediciones; en el segundo, amenaza daño a los
consejeros, letrados, hombres de negocios y comerciantes; en el último, letales
morbos. En el primer decano de Libra, mueve torbellinos y tempestades
dañosas, granizos y heladas; en el segundo, pleitos perniciosos; y en el último,
pronostica muerte de varón grande. En el primer decano de Escorpio, conduce
horrorosos truenos, terremotos y rayos; en el segundo, destrucción de lo
vegetable y enfermedades en los racionales; en el último, lo mismo. En el
primer decano de Sagitario, mueve hurtos y rapiñas; en el segundo, daña los
animales cuadrúpedos; en el último, influye pestilencia. En el primer decano
de Capricornio, causa tumores, golpes y cardenales, y muerte perniciosa de
varón insigne; en el segundo, excita fuertes acometimientos e insultos, de
soldados, cautiverios y hurtos; en el último, pleitos y muerte de rey. En el
primer decano de Acuario, indica enfermedad peligrosa de príncipe; en el
segundo, daño general en las semillas; en el último, mudanza insigne en todas,
las cosas. En el primer decano de Piscis causa tristeza en prelados
eclesiásticos y daño en sus bienes; en el segundo, amenaza muerte de varón
insigne; en el último, latrocinios por mar y tierra.
-Pues ya -dijo el viejo- no tiene vuestra merced que quebrarse la
cabeza en explicarnos, porque a mi parecer lo tenemos entendido; porque
sabiendo la naturaleza del signo, donde se fraguó, quien fue el dispositor
planeta, la casa, y hacer un prudente juicio de la templanza del aire, digo yo,
que sabremos así los influjos de éste, como de cuantos eclipses sucedan; pues
es forzoso que se fragüen en uno de los doce signos, y casa; y que uno de los
siete planetas sea el dispositor, después, averiguada su duración por nuestra
vista, a cada hora en los eclipses del Sol, hemos de dar un año de influencia, y
en los de la Luna por cada hora un mes.
-Empezó este eclipse (como vuestras mercedes vieron) -dije yo- a las
cinco y media y algo más; su medio fue a las seis y cuarenta minutos, y a este
tiempo vimos eclipsados nueve dígitos y cuarenta minutos del cuerpo solar; el
Sol se puso a las siete y diez y seis minutos; con que la duración de este
eclipse fue en nuestro horizonte una hora y diez y seis minutos; de que se
infiere que sus influjos durarán por más de año y medio. En Londres y en
París le observarían sus astrólogos. Para saber a qué hora se empezó a hacer
visible en toda la Europa este eclipse, es muy fácil, porque en cualquiera libro
viejo de la Facultad hallarán vuestras mercedes la longitud y latitud del lugar;
y sabiendo a qué hora se celebra el eclipse en nuestro horizonte, se sabe en
todas las demás regiones de este modo. Si el lugar para que quisieres computar
el eclipse es más occidental que tu región, has de añadir los grados de longitud
de tu región de los grados del lugar donde quieres saber, y los grados
convertidos en horas y minutos, y esta será la diferencia del meridiano; por
cada quince grados se ha de tomar una hora, y por cada quince minutos de
grados un minuto de hora; y si el lugar fuere más oriental, has de quitar los
grados de él de tu lugar, y quedará hecha la observación. En el primer decano
de Géminis, en un grado y cuarenta minutos, se vio el eclipse de la cabeza del
dragón en veintisiete grados de Tauro; en el ascendente estaba Escorpión, en
la octava casa, casa de la muerte; el Sol y la Luna en el dicho signo de
Géminis, Saturno en veintinueve grados de Sagitario retrogrado, Júpiter en
veintiséis de Capricornio, Marte en ocho de Virgo, y Venus en veinticinco de
Aries. Mercurio, Almutén y general dispositor, indica esta figura.
-No se fatigue vuestra merced -volvió a decir otro-, que ya sabemos
lo que pronostica, pues recurriendo con este particular de Géminis, signo en
Casa octava, ascendente Escorpio, Mercurio, Almutén; y conociendo nosotros
las malignas cualidades de que el fuego, sulfur y betún subterráneo, con la
doctrina general que vuestra merced nos ha dicho, pronosticaremos ya cuanto
sea posible en las conjeturas.
Yo no sé si fue la campana de los Padres basilios, que tocaba ya a la
oración, o la piedad de un amigo que pasando por la calle daba gritos a la reja;
en fin, yo ignoro a qué piedad debí el volver a ser dueño de mis potencias; y
recobrado, no me pesó del sueño, pues las memorias generales perdidas ya en
la memoria, me las sacó a plaza la fantasía, y quise copiar con la pluma lo que
en la imaginación creí dibujado. Y así, lector, si te gusta el sueño, dame las
gracias, y si no, haz lo que quisieres; que yo, en ofreciendo y sujetando cuanto
soñé y cuanto he escrito a la santa Iglesia católica romana, a ti se me da muy
poco no haberte dado todo el gusto que esperabas.
Dios sobre todo
Notas:
1. En la época del autor se denominaba de este modo lo que nosotros
llamamos bibliotecas. -N. de los E.
2. Cap. XX.
3. Cap. I.
4. Así el texto que reproducimos. -N de los E.
5. Tomás Vicente Tosca, sabio filósofo y matemático valenciano (1652-
1723). -N. De los E.
6. Lib. II, cap. 5.
7. Lib. II, cap. 22.
8. Cap. IV, libro II, Rebus coelestibus.
9. Aph. 56.
10. Aph. 78.
11. Lib. II, cap. XXII.
12. Lib. II, cap. IV.
13. Lib. I, cap. VII.
14. Cap. VIII
VIAJE FANTÁSTICO DEL GRAN PISCATOR DE SALAMANCA
Autor: Diego Torres de Villarroel
Editorial: Sin datos de imprenta. Salamanca
Año de Edición: 1724