Todos Los Cristianos Son Pecadores

¿TODOS LOS CRISTIANOS SON PECADORES?
Jesús Martínez
Al escuchar las oraciones de muchos hermanos en Cristo, y al oír sus comentarios en lo

concerniente al pecado me hace preguntarme ¿Qué diferencia hay entre un cristiano y una
persona del mundo? La respuesta dada a esta interrogativa normalmente es “el cristiano es un
pecador arrepentido.” ¿En serio? Si en verdad analizamos esta repuesta debemos considerar
seriamente la palabra arrepentimiento. “Arrepentimiento” del Griego ‘metaneo’ significa
cambiar de opinión o el propósito,… un cambio a mejori. Si notamos, la misma palabra
“arrepentimiento” nos indica un cambio, por lo tanto, al decir que somos “pecadores
arrepentidos,” esto básicamente indica que ya hemos CAMBIADO de mente, dirección y acción.
Esto es exactamente lo que Pablo dijo a los romanos: “¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos
en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al
pecado, ¿cómo viviremos aún en él?” (Romanos 6:1-2 énfasis propio). Es triste el oír a
hermanos decir a Dios: “Perdona nuestros MUCHOS pecados”, “perdónanos porque pecamos a
cada momento…” estoy más que seguro que estas no pasan de ser sólo frases y no hábitos.
Porque si esto es verdad, entonces estos hábitos serian ya una práctica y sabemos lo que las
Escrituras dicen en cuanto a los que practican el pecado (1 Juan 3:8).
La pregunta en mano es ¿todos los cristianos son pecadores? Dejemos entonces que las
Escrituras nos digan la respuesta. La Biblia es clara en cuanto a la condición del hombre antes de
venir a Cristo (Romanos 5:12; 3:9-10; Isaías 59:1-2; Efesios 2:11-12; Colosenses 2:13). El
hombre se encontraba en pecado, alejado de Cristo y sin Dios; una persona sin Dios, es
considerada muerta. Alguien que está sin Cristo, es una persona que vive en pecado (Juan 8:34;
Romanos 6:16; 20; 2 Pedro 2:19). Pero como mencionamos ya en Romanos 6:1-2 estos ya no
son los cristianos.
Ahora, cuando el hombre tiene contacto con la Palabra de Dios y se muestra obediente a ella,
pasa de un estado a otro delante de Dios. Pablo hablándole a los corintios les dice: “…Y esto
eráis algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido
justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.” (1 Corintios 6:9-
11). Entonces notemos claramente que el que ha obedecido el evangelio (Marcos 16:15-16;
Romanos 1:16; Efesios 1:13; Hechos 2:38; Efesios 2:13) ha recibido el perdón de pecados (ha
sido santificado), ha sido lavado con la sangre de Cristo (Apocalipsis 1:5) ha sido ya justificado
(Romanos 5:8-9) y todo esto en Cristo. Existen muchos más pasajes para probar lo que el
hombre pasa a ser en Cristo, una vez que obedece el evangelio predicado.
Las Escrituras hacen una gran diferencia entre el cristiano y el pecador. Juan 9:31 nos dice que
“…Dios no oye a los pecadores…” Después leemos en 1 Pedro 3:12 que los oídos de Dios están
atentos a las oraciones de los justos pero que su rostro está en contra de los impíos. ¿Hace aquí
Pedro una diferencia entre el pecador y el cristiano? Sí, Pedro nos dice que Dios oye la oración
del cristiano, pero no oye la del pecador. Luego más adelante el mismo apóstol Pedro nos dice:
“Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por
entremeterse en lo ajeno; pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino
glorifique a Dios por ello” (1 Pedro 4:15-16). Pregunta: ¿hace Pedro aquí una diferencia entre el
pecado y el cristiano? La respuesta vuelve a ser un rotundo ¡sí! De modo que el cristiano no es
un pecador, porque él ya ha muerto al pecado (Romanos 6:1-2). Cuando leemos 1 Juan 1:7-2:2
el apóstol nos deja algo muy en claro; que cuando el cristiano anda en la luz, vive como
cristiano la sangre de Cristo le limpia de todo pecado. El apóstol también nos dice que podemos
pecar (el cristiano) pero que al hacerlo debemos pedir perdón a Dios y Él nos perdona. Por esto
también dice que el propósito de decirles estas cosas es para que no pequen, pero si han pecado
abogado tienen para con Dios, a Cristo. La Biblia describe a un pecador como alguien que vive
según la carne, cosa que el cristiano ya no hace. Pablo escribiendo a los romanos les dice:
“Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado” (Romanos 4:8). Notemos
este mismo texto en otra versión, “Bienaventurado el hombre cuyo pecado el Señor no tomara
en cuenta” (BLA énfasis propio). Una más, “Dichoso el hombre a quien el Señor no toma en
cuenta su pecado” (BDHH énfasis propio). El autor a los hebreos al mencionar el nuevo pacto
en Cristo menciona esta rica bendición para el cristiano, Dios no se acordaría más de su pecado
(Hebreos 8:12). Si Dios no toma ya en cuenta el pecado del cristiano, ¿Cómo pues, esté viene a
ser un pecador?
La idea de que “todos somos pecadores” es una idea errónea, pues las Escrituras nos muestran
claramente que hay una diferencia entre el cristiano y el pecador. Uno vive para Cristo, mientras
que el otro vive para la carne. El cristiano está expuesto a pecar, y en su vida cometerá el pecado,
pero esto no lo hace un “pecador” (alguien que vive, practica el pecado). Esto debe estar muy
claro en las mentes de aquellos que ha sido ya lavados, santificado y justificados delante de Dios
por la sangre de Cristo (1 Corintios 6:11), que los limpia continuamente de todo pecado (1 Juan
1:7).
i
Diccionario Expositivo Vines NT en Español
Clem Thurman, “Questions And Answers,” Gospel Minutes vol. 59, No. 47 Nov. 19, 2010
Biblia Las Americas
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