1 SAMUEL 17 David y Goliat

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LIBRADOS DE NUESTROS ENEMIGOS

Intro: buenas noches como vimos esos dos videos uno no tenia
brazos y la otra no tenía piernas e igual superaron sus
limitaciones porque la mayor limitación o discapacidad está en la
mente y en el espíritu!!! No en nuestro cuerpo, o en las
circunstancias!! Sino en tu mente o en tu espíritu!

hoy vamos a ver lo que sig, el vv de Lc. 1. 73-75

77Del juramento que hizo a Abraham nuestro padre,

Que nos había de conceder

74Que, librados de nuestros enemigos,

Sin temor le serviríamos

75En santidad y en justicia delante de él, todos nuestros


días.

Cuáles son tus enemigos, tus obstáculos cuáles son tus gigantes
que te atemorizan?

Vuelvo a recordarte la mayor discapacidad está en tu mente y


espíritu!! Leamos…

1 SAMUEL 17

David mata a Goliat

1Los filisteos volvieron a reunir sus tropas en Soco, un pueblo


de Judá, y acamparon en Efesdamín, entre Soco y Azeca.
2También Saúl reunió a los israelitas y acamparon en el valle de
Elá, y se prepararon para presentar combate.
3Un valle separaba a los dos ejércitos. Los filisteos estaban de
un lado del monte, y los israelitas estaban del otro lado.
4De las filas del ejército filisteo salió un guerrero llamado
Goliat, que era de Gat, el cual medía unos tres metros de altura.
5Llevaba puesto un casco de bronce, y una cota de malla, también
de bronce, que pesaba cincuenta y cinco kilos.
6Unas placas de bronce le protegían las piernas, y llevaba al
hombro una jabalina del mismo metal.
7El asta de su lanza era gruesa como un rodillo de telar, y la
punta era de hierro y pesaba unos seis kilos. Su escudero iba
delante de él.
8Con fuertes gritos, el filisteo les dijo a los soldados israelitas:
«¿Para qué se forman en orden de batalla? Yo soy un guerrero
filisteo, y ustedes están al servicio de Saúl. Escojan a uno de sus
guerreros, para que venga y luche contra mí.
9Si en la pelea él me vence, nosotros nos pondremos a su
servicio; pero si yo lo venzo, entonces ustedes serán nuestros
esclavos.»
10Todavía añadió el filisteo:
«En este día, yo desafío al ejército israelita. Que venga uno de
sus guerreros y pelee contra mí.»
11Cuando Saúl y el ejército de Israel oyeron el reto del
filisteo, se quedaron atónitos y se llenaron de miedo.
12David era hijo del efrateo Isaí, el de Belén de Judá. Tenía
ocho hijos, y cuando Saúl era rey, él ya era de los más ancianos
del pueblo.
13Sus tres hijos mayores eran parte del ejército de Saúl y
habían salido a luchar contra los filisteos. Se llamaban Eliab, el
primogénito, Abinadab y Samá,
14y siguieron a Saúl, pero como David era el menor,
15iba y volvía del campamento de Saúl a Belén, porque tenía que
cuidar las ovejas de su padre.
16Durante cuarenta días seguidos, y a mañana y tarde, el
filisteo Goliat estuvo desafiando a los israelitas.
17Uno de esos días, Isai le dijo a David, su hijo:
«Ve al campamento y llévales a tus hermanos veinte litros de
trigo tostado y estos diez panes.
18Lleva también diez quesos de leche, y entrégaselos al
comandante del batallón; pero asegúrate de que ellos estén bien,
y tráeme algo que pruebe que están bien.»
19Mientras tanto, Saúl y su ejército luchaban contra los
filisteos en el valle de Elá.
20Y David se levantó muy temprano, dejó las ovejas al cuidado de
otro, y fue a cumplir con el encargo de su padre Isaí. Llegó al
campamento cuando el ejército salía en orden de batalla,
lanzando gritos de combate,
21y pudo ver cómo ambos ejércitos se formaban, uno frente al
otro, para entrar en batalla.
22Entonces David dejó el encargo en manos del que cuidaba las
provisiones, y corrió a donde estaba el ejército para saber si sus
hermanos estaban bien.
23Pero mientras hablaba con ellos, oyó que Goliat, el guerrero
filisteo, se puso en medio de los dos campamentos y lanzó el
mismo desafío de los días anteriores.
24También vio cómo, al ver al guerrero filisteo, los soldados
israelitas se echaban a correr llenos de miedo,
25mientras unos a otros se decían:
«¿Ya vieron a ese soldado? Siempre viene y nos desafía a
pelear contra él. A quien lo venza, el rey Saúl lo colmará de
riquezas y, además, le dará a su hija en matrimonio, y su familia
quedará libre de pagar impuestos.»
26Entonces David les preguntó a los que estaban allí cerca:
«¿Qué recompensa se le dará a quien venza a este filisteo y
libre a Israel de semejante afrenta? ¿Quién es este filisteo
incircunciso, para provocar al ejército del Dios vivo?»
27Los del ejército le dijeron lo mismo que ya le habían dicho,
en cuanto a quien venciera al filisteo.
28Pero cuando Eliab, su hermano mayor, lo oyó hablar con los
soldados, se llenó de ira contra David y le dijo:
«¿A qué has venido? ¿Con quién dejaste nuestras pocas ovejas
en el desierto? Yo sé que te crees muy valiente, y también sé que
por malicia has venido a ver la batalla.»
29David le respondió:
«¿Y qué es lo que he hecho? ¡Tú solo hablas por hablar!»
30Y se apartó de su hermano, y fue con otros soldados para
que le confirmaran lo que había oído, y le dieron la misma
respuesta.
31Pero alguien oyó el comentario de David, y cuando Saúl lo supo,
mandó que lo llevaran a su presencia.
32Entonces David le dijo a Saúl:
«Que no se desanime nadie por causa de ese filisteo; este
siervo tuyo irá a pelear contra él.»
33Pero Saúl le dijo:
«No creo que puedas pelear contra él, pues todavía eres muy
joven y él ha sido un guerrero desde su juventud.»
34David le respondió:
«Sí, yo soy el pastor de las ovejas de mi padre, pero cuando un
león o un oso viene a llevarse algún cordero del rebaño,
35yo salgo tras el león o el oso, y lo hiero y lo libro de sus fauces.
Si el animal me ataca, con mis manos lo agarro por las quijadas, y
lo hiero hasta matarlo.
36No importa si es un león o un oso, tu siervo los mata. Y este
filisteo incircunciso es para mí como uno de esos animales, porque
ha provocado al ejército del Dios vivo.»
37Todavía añadió David:
«El Señor me ha librado de las garras de leones y de osos, y
también me librará de este filisteo.»
Y Saúl le respondió:
«Ve, pues, y que el Señor te acompañe.»
38Entonces Saúl le puso a David su propia ropa, y le puso un
casco de bronce sobre la cabeza, y lo cubrió con una coraza.
39David se colocó la espada al cinto, e hizo el intento de caminar,
pues nunca había portado un equipo así. Y como no pudo caminar,
le dijo a Saúl:
«No puedo moverme con estas cosas, porque nunca las he
usado.»
Y desechó esos arreos militares,
40y tomando su bastón de pastor escogió del arroyo cinco
piedras lisas y las puso en su morral; luego, tomó su honda y fue
al encuentro del filisteo,
41que también se encaminó hacia David, precedido de su
escudero.
42Y cuando el filisteo vio a David, lo miró con desprecio, pues
este era un jovencito rubio y bien parecido.
43Entonces el filisteo le gritó a David:
«¿Soy acaso un perro, para que vengas a darme de palos?»
Y maldijo a David en nombre de sus dioses,
44y lo amenazó:
«Ven acá, que contigo voy a alimentar a las aves de rapiña y a
los animales salvajes.»
45Pero David le respondió:
«Tú vienes contra mí armado de espada, lanza y jabalina; pero
yo vengo contra ti en el nombre del Señor de los ejércitos, el
Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado.
46Hoy mismo el Señor te entregará en mis manos. Te voy a
vencer, y te voy a cortar la cabeza, y los cadáveres de tus
compatriotas se los voy a dar a las aves de rapiña y a los animales
salvajes. Así en todos los pueblos se sabrá que hay Dios en
Israel.
47Toda esta gente va a saber que el Señor no necesita de
espadas ni de lanzas para salvarlos. La victoria es del Señor, y él
va a ponerlos a ustedes en nuestras manos.»
48Y cuando el poderoso filisteo se encaminó para encontrarse
con David, este rápidamente se colocó en línea de combate
frente al filisteo,
49metió su mano en el morral y, sacando una piedra, la colocó en
su honda y la arrojó con fuerza al filisteo. La piedra se incrustó
en la frente de Goliat, y este cayó con la cara al suelo.
50Así fue como David venció al filisteo: con una honda y una
piedra. Lo hirió de muerte sin necesidad de usar la espada.
51Luego corrió y desenvainó la espada del filisteo, y se subió
sobre él para rematarlo, y finalmente le cortó la cabeza. Y
cuando el ejército de los filisteos vio que su gran guerrero
estaba muerto, se dio a la fuga.
52Pero los del ejército israelita y los de Judá lanzaron fuertes
alaridos y se fueron por todo el valle, en persecución de los
filisteos, y los siguieron hasta las puertas de Ecrón. Por todo el
camino que va a Sagarayin, Gat y Ecrón, los filisteos quedaron
tendidos y heridos de muerte.
53Después de perseguir a los filisteos, los israelitas volvieron y
saquearon su campamento.
54Por su parte, David tomó la cabeza del filisteo y la llevó a
Jerusalén, aunque las armas del guerrero las guardó en su tienda.
55Saúl vio a David cuando salía para luchar contra el filisteo, y
le preguntó a Abner, que era el general de su ejército:
«¿Quién es el padre de ese joven?»
Y Abner respondió:
56«Su Majestad me va a perdonar, pero le juro que no lo sé.»
Entonces el rey ordenó:
«Pues averigua quién es su padre.»
57Y cuando David volvía de matar al filisteo, Abner lo tomó del
brazo y lo llevó ante Saúl, mientras David llevaba en su mano la
cabeza del filisteo.
58Y Saúl le preguntó:
«Dime, jovencito: ¿de quién eres hijo?»
Y David respondió:
«Mi padre es Isaí de Belén, siervo de Su Majestad.»

¿Por qué Goliat causaba tanto pavor entre el pueblo de Israel? ¿Quién
era Goliat?

Goliat no era un hombre común y corriente. Era famoso como guerrero y


además era enorme. ¡Goliat medía casi 3 metros! Y, como si esto fuera
poco, también llevaba una armadura de bronce impresionante. Llevaba
casco y una coraza que pesaba cincuenta y cinco kilos. Llevaba
protecciones en las piernas y una gran jabalina, más una lanza con una
punta de hierro. ¡Con solo mirarlo todos se atemorizaban!
A diario oían sus retos, pero no encontraban una solución. Saúl, rey de
Israel, ofrecía una buena recompensa para el hombre que luchara con
Goliat: ¡su hija como esposa, riquezas y exención de impuestos! Pero con
todo y eso, pasaban los días… 40 días y… no aparecía absolutamente
ningún voluntario. Hasta que llegó David...

David, un joven lleno de fe

En 1 Samuel, capítulo 16, encontramos detalles interesantes sobre David.


Él era muy joven, probablemente un adolescente. Era el menor de los
ocho hijos de Isaí y había sido ungido recientemente por el profeta Samuel
como el próximo rey de Israel. Tan pronto Samuel ungió a David, el
Espíritu del Señor descendió sobre él con poder (1 Samuel 16:13). 13Y
Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus
hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová
vino sobre David. Se levantó luego Samuel, y se volvió a Ramá.

Sin embargo, ni Saúl ni el pueblo sabía nada de esto. Para ellos David era
solo un simple pastor de ovejas, el oficio que ejercía. Sus tres hermanos
mayores estaban con el ejército de Israel en el frente de batalla. Como ya
habían pasado 40 días, Isaí (el papá) deseaba saber si sus tres hijos
estaban bien y envió a David para ir a llevar algo de comida e informarse
sobre el bienestar de sus hermanos.

David, como hijo obediente que era, hizo arreglos con otro pastor para
que cuidara su rebaño y se preparó para el viaje. Cuando llegó al
campamento escuchó los gritos y vio a los ejércitos alinearse frente a
frente, pero nada ocurrió. David fue a saludar a sus hermanos y escuchó
cómo Goliat desafiaba y se burlaba del ejército de Israel.

Peor aun, vio que «cada vez que los israelitas veían a Goliat huían
despavoridos, llenos de miedo»(1 Samuel 17:24).

El gigante del miedo era más grande que el gigante Goliat!!!

La decisión de David

David no entendía cómo era posible que nadie saliera a luchar contra
Goliat, no solo por la recompensa que ofrecía Saúl sino por los insultos
que profería Goliat contra el pueblo de Dios. ¡Así que decidió ofrecerse a
pelear! (Por la recompensa, la hija del rey, las riquezas y no pagar mas
impuestos!! Y además para quitar la afrenta del pueblo!!) Los que estaban
cerca de él corrieron a avisar a Saúl. ¡Por fin había un voluntario!

Saúl se acercó rápidamente y no podía creer lo que veía. ¡Era casi un niño!
Imposible que se enfrentara contra un guerrero tan enorme y
experimentado como Goliat. Pero David le relató experiencias que había
tenido como pastor cuidando y defendiendo a sus ovejas contra animales
feroces. Le contestó a Saúl con valentía y con total confianza que Dios le
protegería frente a Goliat de la misma forma en que lo había protegido
contra los leones y los osos salvajes.

Antes de una gran victoria Dios nos prepara con pequeñas victorias!!

El enfrentamiento y su desenlace

Saúl intentó que David se vistiera con su uniforme de guerra pues no


quería enviarlo a pelear sin ningún tipo de protección. Le colocó su casco
de bronce, su coraza y le ciñó la espada. Pero David no podía ni moverse
llevando todo eso tan pesado sobre él.

David se quitó toda la armadura y decidió usar las mismas armas que
usaba cuando los animales atacaban a su rebaño. «Tomó su bastón, fue al
río a escoger cinco piedras lisas, y las metió en su bolsa de pastor. Luego,
honda en mano, se acercó al filisteo» (1 Samuel 17:40).

Cuando Goliat vio a David se sintió ofendido. Y lo subestimó ¿Cómo era


posible que enviaran a un jovenzuelo sin armadura a luchar contra él?
Gritó, «¿soy acaso un perro para que vengas a atacarme con palos?», y
maldijo a David.

Pero David le contestó:

Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina, (muy claro tenia David
las armas de su enemigo) pero yo vengo a ti en el nombre del Señor
Todopoderoso, el Dios de los ejércitos de Israel, a quien has desafiado.
(...) Todos los que están aquí reconocerán que el Señor salva sin
necesidad de espada ni de lanza. La batalla es del Señor, y él los
entregará a ustedes en nuestras manos.
(1 Samuel 17:45 y 47 - énfasis añadido)Sera por esto que muchos años
después Zacarias dice… en cap 4. Ver.6 Entonces respondió y me
habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice:
No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho
Jehová de los ejércitos.

David corrió rápidamente hacia la línea de batalla con su honda en mano.


Con toda la agilidad y fuerza que tenía lanzó una piedra directamente a la
frente de Goliat. Debido al sorprendente impacto justo entre ceja y ceja,
Goliat cayó al suelo. David corrió hasta donde estaba Goliat, le quitó la
espada y lo remató con ella, cortándole la cabeza.

Los filisteos salieron corriendo despavoridos y el ejército de Israel los


persiguió y saqueó su campamento.

¡Dios había liberado a su pueblo milagrosamente! Y lo hizo a través de


David, el joven pastor de ovejas que confió en Dios y su infinito poder.

¿Ya has puesto tu confianza en el Dios todopoderoso? 

5 principios para vencer a los gigantes en tu vida

La base del éxito de David

Estos principios son:

 La importancia de conocer a Dios

 Debemos conocer las armas con las que contamos

 Necesitamos conocernos a nosotros mismos

 No debemos dejarnos intimidar por lo que vemos u oímos

 Nuestro mayor deseo debe ser que Dios sea glorificado

1. David conocía a Dios:

David conocía el gran poder de Dios pues lo había experimentado en su


propia vida. Ya habia experimentado recibir P de D y ver los milagros que
suceden. Aunque era muy joven, probablemente un adolescente, él ya
sabía sin ninguna duda que Dios es fiel y que ayuda a sus hijos en todo
momento. Como pastor de ovejas David había visto animales grandes y
feroces atacar a su rebaño. Dios lo había ayudado dándole la fuerza, la
valentía y las aptitudes necesarias para vencerlos. Por eso su fe en Dios
era firme y estaba completamente seguro de que el Señor lo ayudaría en
esa ocasión a vencer a Goliat.

Para reflexionar: ¿Has experimentado el poder de Dios en tu vida? Ya


recibiste alguna P de D específica, Rhema? ¿Recuerdas situaciones
específicas en las que Dios te ayudó a superar una prueba o a resolver un
problema? ¿Se fortaleció tu fe gracias a esa experiencia? ¿Ha crecido tu
confianza y fe en Dios con el pasar de los años?

2. David conocía sus armas:

Saúl ofreció a David su ropa de batalla y sus armas, pero David no quiso
usarlos. ¡Ni siquiera podía caminar llevando todo eso encima! Prefirió usar
las armas que usaba a diario para proteger a sus ovejas: su bastón, su
bolsa de pastor, su honda y cinco piedras lisas que escogió con mucho
cuidado. Sabía cómo usarlas, para qué servían y cómo podía sacar el mejor
provecho de ellas para que fueran más efectivas.

David también conocía cuál era su arma más poderosa: ¡Su fe en el


nombre del Señor Todopoderoso! Su confianza estaba realmente puesta
en Dios, no en sus propias habilidades como pastor de ovejas. Por eso
estaba tan seguro de que conseguiría la victoria, aun cuando la lógica y la
vista mostraran lo contrario.

Para reflexionar: ¿Conoces la armadura que Dios ha provisto para sus hijos?
La encontramos en Efesios 6:10-18 Permite que Dios te examine y te
muestre cómo usar las armas que él te ha dado para que puedas vencer en
los momentos de prueba, de tentación o dificultad que llegan a tu vida.

3. David se conocía a sí mismo:

David cuidaba el rebaño de su familia, sabía usar su fuerza y su astucia para


rescatar a las ovejas. Él conocía su rapidez y su agilidad. Sabía cuál era la
distancia perfecta para atacar con efectividad sin arriesgarse demasiado. Él
conocía las habilidades que Dios le había dado y las usaba con confianza.

Para reflexionar: ¿Conoces los talentos, dones y fortalezas que Dios te ha


dado? ¿Estás usando todo el potencial que Dios ha puesto en ti para su
gloria? Dios nos ha creado con un propósito y espera que aportemos lo
mejor de nosotros para bendecir y ayudar a las personas de nuestro entorno.
4. David no se dejó intimidar por lo que vio y oyó:

Hasta Saúl, que era el rey de Israel y el hombre más alto entre todos los del
pueblo (1 Samuel 9:2) se sentía intimidado por el tamaño y la armadura de
Goliat. Este por su parte se aprovechaba de ese temor y lanzaba amenazas a
gran voz. Pero David no se dejó intimidar ni por la estatura ni por los gritos.

David se concentró en algo en lo que los demás no se fijaron: la parte de


Goliat que estaba sin proteger. Ese pequeño espacio de la frente del gigante
que quedaba expuesto. Concentró su atención en acertar ahí, dar un buen
golpe justo en ese punto, ¡y así lo venció!

Para reflexionar: ¿Aprovechas las oportunidades que Dios pone en tu vida?


¿Te enfocas en las puertas que Dios abre ante ti o en lo difícil que parecen?
¿Llenas tu mente con la Palabra de Dios y vas al Padre en oración cada día
para recibir el ánimo necesario? ¿O te dejas llevar por pensamientos
negativos, de fracaso y derrotistas y la creencia de que no podrás hacer las
cosas?

5. David tenía un propósito: que Dios fuera glorificado

La gloria sería para Dios, su nombre sería ensalzado. David tenía la certeza de
que lograría vencer a Goliat en el nombre del Señor, pero no buscaba ser
reconocido o admirado por eso. Él sabía que la victoria solo vendría por
intervención divina. Dios sería glorificado y todos verían el gran poder
salvador de Dios librando a sus hijos del mal.

La forma en la que Dios batalla o las armas que usa pueden parecer ilógicas
humanamente hablando. Sin embargo, sus armas son las más efectivas
porque vienen llenas de poder, con su bendición y nos llevan a glorificar su
nombre.

Para reflexionar: ¿Haces todo para la gloria de Dios o te envaneces con tus
logros? ¿Hablas de las cosas que Dios hace en tu vida? ¿O prefieres hablar de
ti, de tu inteligencia, tu fuerza o tus destrezas? Haz un recuento de cosas
"inexplicables" que has visto en tu vida: provisión en el momento oportuno,
protección de algún mal, sanidad o mejoría de tu salud. Da la gloria a Dios.
Agradece al Padre y cuenta a otros sus maravillas.

Conclu: Para terminar… recordemos que la peor discapacidad los peores


enemigos estan dentro nuestro!!! No Afuera!!!
Recordemso la P de Lucas 1… 77Del juramento que hizo a
Abraham nuestro padre,

Que nos había de conceder

74Que, librados de nuestros enemigos,

Sin temor le serviríamos

75En santidad y en justicia delante de él, todos nuestros


días.

Los enemigos existen hasta que los enfrentemos y los venzamos


como David enfrentó y venció a Goliat

Te recuerdo que los peores enemigos no están afuera sino dentro


tuyo.

Los enemigos del hombre están en el corazón en el espíritu! Los


miedos, los enojos, las amarguras, los fracasos, la pobreza, las
enfermedades, los celos, las iras, los pleitos, la codicia, el orgullo,
el envanecerse etc.

Están dentro del corazón!! Y con la ayuda de Dios podemos


enfrentarlos y vencerlos!!!

No solo con palabras de fe sino también con acciones concretas,


David dijo palabras de fe!!... Después ti ró su honda y se apresuró
a cortarle la cabeza a Goliat,

Con palabras no basta!! Son enemigos poderosos… hay que


cortarles la cabeza!!!

Termino

74Que, librados de nuestros enemigos,

Sin temor le serviríamos

75En santidad y en justicia delante de él, todos nuestros


días.

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