Análisis Del LCR: Tema
Análisis Del LCR: Tema
1. Presión. Es el primer dato que salta a la vista del médico que realiza la punción, antes
casi que reparar en el aspecto del líquido. Oscila entre 50-200 mm H2O, aunque algunos
consideran que el límite superior es de 180 mm H2O.
Patológicamente, puede haber:
a) Hipertensión (> 200 mm 11,0). Meningitis agudas y meningismos, hemorragia
subaracnoidea y cerebral, infarto cerebral por trombosis o embolia (en un 20 % de casos),
encefalitis, traumatismos craneales (18,5 %), bloqueo del conducto raquídeo (si se
punciona por arriba), etc.
b) Hipotensión (< 50 mm H2O). En el shock y deshidrataciones manifiestas, por debajo
de un bloqueo del conducto raquídeo, en las pérdidas de líquido fuera de las meninges
(traumatismos craneales abiertos o cerrados), en las fístulas nasales de líquido
cefalorraquídeo, en algunas infecciones degenerativas crónicas del sistema nervioso
central, etc.
2. Aspecto. Normalmente es limpio, cristalino, transparente como «agua de roca». Muchas
veces, no basta el simple aspecto del líquido en el tubo, sino que precisa compararlo con otro
tubo igual lleno de agua destilada, ya que las pequeñas turbideces pasan inadvertidas. La
turbiedad depende del número de partículas o de micelas que contenga el líquido,
pudiéndose afirmar que un líquido turbio es siempre patológico, mientras que no se puede
decir que sea normal un líquido perfectamente claro y transparente. La turbidez suele ir
acompañada de aumento de células, de albúmina o de ambas cosas a la vez.
3. Pigmentos. No existen normalmente. A la luz blanca, el líquido obtenido parece agua.
Existen dos pigmentos fáciles de detectar en el líquido amarillento (xantocrómico).
La oxihemoglobina y la bilirrubina, mientras un tercero, la metahemoglobina, se revela sólo
mediante análisis químico.
La oxihemoglobina es roja, pero se torna rosada o anaranjada al ser diluida. Se libera en la
lisis de los eritrocitos y suele aparecer en el sobrenadante 4 h después de que penetre la
sangre en el espacio subaracnoideo. Alcanza su máximo, aproximadamente, a las 36 h de un
episodio hemorrágico, y desaparece en forma paulatina en el curso de 7 a 10 días.
La bilirrubina, de color amarillo, es el producto (libre de hierro) del metabolismo de la
hemoglobina por parte de las células tecales. Aparece en el LCR, aproximadamente, 10 h
después de la hemorragia subaracnoidea y alcanza su máximo a las 48 h. A veces, persiste
durante 2 o 3 semanas. La severidad de los signos meníngeos asociados a hemorragia
subaracnoidea se correlaciona más o menos con el nivel de bilirrubina en el líquido
cefalorraquídeo. Esta cantidad suele alcanzar su máximo a las 48-72 h de haberse presentado
una hemorragia única.
Cuando el líquido contiene muchas proteínas (más de 200 mg/ml) puede haber coloración
amarillenta debida a la albúmina sérica, la cual absorbe bilirrubina sérica. No obstante, una
xantocromía acentuada, o líquido de color de paja, y un aumento de proteínas entre ligero y
moderado (50-150 mg) significan que hubo una hemorragia previa dentro del líquido
cefalorraquídeo o en sus inmediaciones. El color de paja indica también que la hemoglobina
de los eritrocitos que sufrieron lisis ha sido convertida en bilirrubina por las células
leptomeníngeas.
La metahemoglobina, que se manifiesta en el líquido, generalmente indica que una
hemorragia intracerebral antigua se ha enquistado en sus cercanías.
En el llamado «síndrome de Froin», coinciden la xantocromía del líquido con su coagulación
espontánea y disociación albuminocitológica. Se considera patognomónico de bloqueo
espinal.
Hay día con la utilización de los micrométodos la cantidad de LCR que se requiere es mínima.
INDICACIONES DE LA PUNCIÓN LUMBAR
Se indica en casos de meningoencefalitis, accidentes vasculares encefálicos, paraplejías y para
realizar otras pruebas (neumoencefalograma).
CONTRAINDICACIONES DE LA PUNCIÓN LUMBAR
En la hipertensión endocraneana. En estos casos solo se podrá realizar en coordinación y bajo la
supervisión del neurocirujano, en un centro preparado para intervenciones neuroquirúrgicas
(peligro de enclavamiento del tallo cerebral en la tienda del cerebelo o del cerebelo y el bulbo en
el foramen magnum).
INFORMACIÓN QUE PUEDE APORTAR
1. En el caso de que exista un bloqueo a la circulación del LCR en la parte baja de la columna
(tumores medulares), además de ser positiva la prueba de QueckenstedtStoockey, el líquido es
xantocrómico (xanto: amarillo) y presenta marcado aumento de las proteínas, por lo cual puede
coagularse.
2. En el síndrome de Guillain-Barré es típica la disociación albúmino-citológica: células
normales y aumento marcado de las proteínas.
3. Descenso marcado de la glucosa en la meningoencefalitis bacteriana purulenta.
4. Reacción de Wasserman y curva de oro coloidal positiva en los casos de sífilis del sistema
nervioso central.
5. Líquido de color rojo en los tres tubos en la hemorra gia subaracnoidea pura y en la
hemorragia subaracnoidea secundaria a una hemorragia cerebral. Si se deja sedimentar, el
sobrenadante es xantocrómico. Pasados unos días del sangramiento, el LCR es xantocrómico
con albúminas elevadas.
6. Meningoencefalitis. En la bacteriana es fundamental el estudio del LCR. El aspecto
macroscópico (turbio o francamente purulento) permite tomar decisiones precoces sobre el
tratamiento, sin necesidad de esperar por los estudios bacteriológicos; el conteo celular explica
el aspecto: 400 o más células blancas, con más de 70 % de polimorfonucleares. Una coloración
de Gram puede ser útil para orientar sobre el germen causante, pero el verdadero diagnóstico de
este solo puede hacerse con el cultivo.
En las meningoencefalitis virales el LCR es claro (a menos que la cantidad de células sea muy
elevada en cuyo caso puede ser algo turbio) y el conteo celular es alto y con predominio de
linfocitos. En la meningoencefalitis tuberculosa el líquido tiene el aspecto clásico de agua de
arroz con algunas mallas de fibrina. El conteo celular es de 50-200 células, con predominio de
linfocitos. La glucosa y los cloruros están bajos, dato que cuando se encuentra tiene valor
diagnóstico, pero solo el aislamiento del bacilo de Koch mediante cultivo o inoculación al curiel
permite asegurarlo.
BIBLIOGRAFÍA: