Preguntas Examen Magistral (Autoguardado)
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EL NACIONALISMO VASCO
El nacionalismo vasco nace un tiempo después. Este es un nacionalismo
recio, más racista. Al contrario del catalán, este es más potente en el campo
y le cuesta llegar a la ciudad.
*La España de 1900 es de subordinados
Primo de Rivera, con el beneplácito del rey, dio un golpe de estado que triunfó y en
consecuencia suprimió las Cortes y acumuló todo el poder por medio de un directorio
militar que gobernaría el país. Además, prohibió los partidos políticos y censuró la
prensa.
La población reaccionó con relativa indiferencia pues estaba, en cierto modo, cansada
de la constante inestabilidad. El dictador para ganarse la confianza de los partidos de la
oposición, llega a acuerdos con el Partido Socialista y con los nacionalistas catalanes a
los que promete respetar la autonomía de su territorio. Pero pronto, por la presión del
ejército, retira la confianza al nacionalismo catalán e inicia una dura represión que
prohibió las instituciones catalanas, el uso del catalán e incluso la sardana, el baile
regional de Cataluña.
Una vez recuperado el orden, la dictadura obtuvo éxitos en algunos aspectos de la vida
nacional. De esta manera, se logró en 1927 la total pacificación del protectorado español
en Marruecos. También se aprovechó la etapa de prosperidad económica mundial
posterior a la Primera Guerra Mundial y se realizaron importantes obras públicas:
carreteras, ferrocarriles, puertos y obras hidráulicas. También se crearon grandes
monopolios públicos como la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE) y la
Compañía Arrendataria de Monopolio de Petróleo (CAMPSA).
Pero el régimen era fuertemente impopular, especialmente para los intelectuales, así
como para los partidos políticos de izquierda, nacionalistas y los sindicatos. La crisis
mundial de 1929 alcanzó también a España y contribuyó en la caída de la dictadura.
Primo de Rivera dimitió el 28 de enero de 1930, asfixiado por todos: partidos contrarios
-al frente republicanos de izquierda-, el descontento social provocado por el paro que
trajo la crisis de 1929 y la presión internacional de las democracias europeas. La
monarquía también retiró su apoyo al dictador, pero no sobrevivió mucho más tiempo.
En 1930 el general Berenguer sustituyó a Primo de Rivera con el compromiso de
realizar las reformas necesarias para establecer un cambio de sistema. Pero las reformas
avanzaban con enorme lentitud, lo que pronto motivó la desconfianza generalizada en el
proceso. En 1931 el general Berenguer dimitió, siendo sustituido por el almirante
Aznar, para que agilizara las reformas.
Por fin se convocaron elecciones municipales el 12 de abril de 1931, en las que podían
participar de nuevo todos los partidos políticos prohibidos durante la dictadura. Las
elecciones terminaron siendo una catástrofe para la monarquía. Aunque en los pueblos y
pequeñas ciudades ganaron los partidos monárquicos (donde el caciquismo era mucho
más influyente), en todas las grandes ciudades triunfaron los partidos republicanos. De
modo que, en un ambiente de euforia, apenas dos días después, el 14 de abril de 1931,
fue declarada la Segunda República Española, y un gobierno provisional presidido por
Niceto Alcalá Zamora se hizo cargo del país. Ese mismo día el rey abandonó España
camino del exilio. A estas alturas, ya se podía decir que la etapa de la Restauración
había finalizado.
13. LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA, ¿UN ENSAYO FASCISTA?
La justificación de la Dictadura de Primo de Rivera provenía de su voluntad de acabar
con lo viejo. El problema surgió en el momento de construir un nuevo régimen, un
nuevo sistema basado, según la teoría, en el acceso directo del pueblo (del pueblo
verdadero, de los honestos, de los sectores sanos) a la dirección de los negocios
públicos.
El carácter más o menos fascista de la Dictadura fue ya planteado por algunos de sus
protagonistas, aunque ha sido discutido muy rotundamente por buena parte de la
historiografía actual. Algunos elementos <<fascistas>> parecen arrancar de los primeros
tiempos y se encuentran quizás en las explicaciones y comentarios sobre el viaje de
Primo y el rey a Italia. En aquella ocasión la grandilocuencia discursiva del dictador le
hizo presentar el Somatén como un <<fascio>> español (discurso de 21 de noviembre
de 1923). Ahora bien ni los somatenistas fueron ninguna milicia armada para la toma
del poder (como los fascios italianos habían conseguido en el caso de Mussolini) ni el
espíritu conservador y maduro del Somatén puede compararse con la subcultura de la
violencia joven de las escuadras de acción mussolinianas. El Somatén se entreveía como
un reaseguro a posteriori de un régimen cimentado previamente sobre el aparato
burocrático de las Fuerzas Armadas y tenía muy poco que ver con las camisas negras.
Existe además otra profunda diferencia respecto de Italia: mientras Primo de Rivera y su
régimen fueron incapaces de romper el monarquismo, el fascismo italiano impuso la
soberanía y totalización del Estado.
En conjunto actualmente se tiende a destacar la correspondencia del intento de Primo de
Rivera con los regímenes de dictaduras militares y autoritarias de entreguerras en
Europa. Deberíamos añadir la importancia e impacto, en el caso español, de un substrato
de catolicismo político social y maurista que el discurso primorriverista iba a hacer
suyo. También, la incidencia en la articulación de una conciencia e ideología
nacionalista y españolista. En cualquier caso, el advenimiento de la Dictadura de Primo
no sorprendió. Era una más.
El Somatén aupó y aplaudió de inmediato el golpe de Primo y el propio manifiesto del
13 de septiembre de 1923 recogió la idea de la extensión del Somatén a toda España. El
17 de septiembre de 1923 instituyó en todas las provincias españolas el Somatén
Nacional.
Pronto fue la escasa potencialidad como fuerza de choque del Somatén y, cuando se
produjo la oficialización de la nueva Unión Patriótica, éste fue visto por Primo como un
simple auxiliar del Ejército en temas de orden público. La fe somatenista de Primo de
Rivera se mantuvo en parte en los meses de deslumbramiento fascista, cuando se quiso
identificar el Somatén con la Milizia Fascista de Mussolini y desde La Traza de
Barcelona se pensó en crear un movimiento <<cívico-somatenista>> diferenciado del
Ejército. En la primera mitad de 1924 los sueños de hegemonía de La Traza se vinieron
abajo. Primo había optado por hacer un Somatén Nacional bajo la dependencia del
Ejército y no un grupo político.
Desde la situación catalana al lado del trazismo se ofrecía también una segunda opción
de apoyo político a Primo de Rivera, la salsita; Alfonso Sala defendía la creación de un
vasto movimiento españolista que pudiese afirmarse al margen de los militares en la
perspectiva de un retorno a la política profesional. Al final, Primo de Rivera optó por la
oficialización del movimiento de Unión Patriótica (abril de 1924). Ideología y propuesta
de construcción de un nuevo Estado que no tenían ni los tracistas ni los salistas, menos
aún el somatenismo puro.
En cualquier caso, es claro que no puede hablarse de la construcción de ningún
movimiento fascista, en la medida que no se trataba de una movilización de masas
populares y en todo momento las más diversas opciones pretendieron una movilización
desde arriba. El fascismo, o las tentaciones fascistas, deben buscarse al margen de
algunos símbolos y espectáculos de los trazistas, en otros ámbitos: en algunas
coyunturas del sindicalismo libre, en algún núcleo del vanguardismo intelectual, y en
algunas vacilaciones y sectores de los grupos de izquierda radical.
La Unión Patriótica fue el partido oficial de Primo y de la Dictadura. No fue en ningún
caso un partido fascista que, <<revolucionariamente>>, llevase al poder a Primo; al
revés, fue un partido creado desde el poder, que se convirtió en un instrumento del
dictador como correa de transmisión propagandística del régimen y como instrumento
de acceso a la política y la administración pública de sectores y grupos.
Los miembros de la UP cada vez más eran clientes y cargos administrativos del
régimen. A pesar de su carácter oficial, la UP fue el primer movimiento de derechas
españolas que salió a la calle para manifestaciones y concentraciones masivas. Se
necesitaba la UP para manifestar diariamente el apoyo a la Dictadura; la obra de la UP
consistía en neutralizar los aspectos negativos de la política de masas de la izquierda en
favor de una movilización que permitiese una <<acción constructiva>>. La UP no debía
ser una simple <<fachada>> del régimen, sino el instrumento que asegurase un apoyo
popular real a Primo. La UP debía movilizar la opinión pública y diseminar el mensaje
del régimen y, efectivamente, a partir de su consolidación, no había día que la
organización upetista no organizase algún mitin, congreso o acontecimiento más o
menos cultural. No dudó, por otra parte, en usar las nuevas técnicas de la propaganda de
masas, muy destacadamente la radio y el cinematógrafo. Los discursos de Primo fueron
sistemáticamente radiados y el régimen impulsó numerosas películas de propia
propaganda.
La UP fue el principal instrumento para la defensa del régimen ante las críticas y
denuncias de la oposición de estudiantes, intelectuales o sectores del propio Ejército. La
UP se convertía así, en palabras del mismo Primo en una <<organización de defensa
social>>.
José Antonio Primo de Rivera, defensor de la dictadura de su padre, consideraba que
ésta fracasó por carecer de una base ideológica. Cree encontrar en el fascismo la base
ideológica sobre la que sustentar un sistema parecido a la dictadura de su padre.
8. ¿Por qué la II República española?
Durante el último año del reinado de Alfonso XIII, la descomposición del sistema de
la Restauración era total:
─ Los efectos de la Gran Depresión del 29 se dejaron sentir sobre la economía
española y con ello el aumento de las huelgas y el deterioro de la paz social.
─ Los apoyos a la monarquía eran pocos: terratenientes y caciques, financieros,
poderosos industriales y los católicos intransigentes.
─ La oposición, sin embargo, iba creciendo:
→ Las clases medias comenzaron a pensar en la república como salida a
la crisis.
→ Los partidos políticos y sindicatos tradicionalmente republicanos
(PSOE, UGT, CNT) arreciaron sus protestas.
→ Los intelectuales se desvincularon abiertamente de la monarquía.
→ Hasta antiguos partidarios de la monarquía proponían la celebración
de un referéndum sobre la continuidad de la institución.
─ Todos estos partidos y grupos de oposición republicana firmaron, en agosto de
1930, el Pacto de San Sebastián con el fin de formar un Comité
Revolucionario que derribase el régimen.
El gobierno Berenguer, desbordado por los problemas, es sustituido por otro presidido
por el almirante Aznar. Este propone como solución la convocatoria de elecciones
municipales para el día 12 de abril de 1931.
Cuando comenzaron a conocerse los primeros resultados se vio que algo había
cambiado: las candidaturas republicanas habían vencido en las grandes ciudades (lejos
de la influencia caciquil). En 41 de las 50 capitales de provincia y en otras ciudades, los
republicanos habían obtenido la victoria.
A pesar de haber obtenido mayoría en las zonas rurales, el gobierno comprendió la falta
de apoyo popular y renunció al uso de la violencia. Aconsejado por el conde de
Ramanones, Alfonso XIII se marcha al exilio en París, tras publicar un texto en el que
justifica las razones de su marcha.
El 14de abril, los miembros del Gobierno provisional (Alcalá Zamora, Azaña, Largo
Caballero,…) proclaman el nacimiento de la II República española.
El Gobierno provisional, presidido por Alcalá Zamora y en el que participaban también
socialistas, se dedicó desde los primeros días a un intenso programa de reformas. Los
problemas agrarios, el trabajo, la educación y la reestructuración del ejército fueron los
ejes de su actuación.
Pero pronto surgieron las primeras dificultades. El cardenal primado Pedro Segura se
opuso al nuevo régimen. Además, se incendiaron numerosos conventos en Madrid,
Andalucía y Valencia, caldeando el ambiente anticlerical y dando argumentos a los
enemigos de la república.
Por otro lado, las circunstancias históricas mundiales no fueron favorables. El impactod
de la Gran Depresión del 29 repercutió en amplios sectores de la economía española.
Los desequilibrios creados por esta crisis (reducción del comercio exterior, disminución
de la producción del carbón, descenso de las exportaciones de productos agrícolas y
minerales,…) fueron factores desencadenantes de las profundas convulsiones sociales
que se produjeron durante los seis años del régimen republicano. Si a ello se le une el
gran incremento de la población, resultado de la interrupción de la emigración a
América y de la repatriación de muchos emigrantes expulsados de los países en crisis,
se comprende el enorme incremento del paro obrero. Los obreros afiliados a los dos
grandes sindicatos del 31 (CNT y UGT) exigían un proceso acelerado de reformas
económicas y sociales, que el nuevo régimen no pudo satisfacer.
El Gobierno provisional convoó elecciones para Cortes Constituyentes. En conjunto, la
mayoría de los diputados eran republicanos.
Formaron gobierno de alianza de las fuerzas políticas más votadas: socialistas,
republicanos, radicales socialistas y republicanos azañistas. El objetivo fundamental
será la elaboración de una nueva Constitución, que sustituyese a la monárquica de 1876.
Las cifras de material que recibió cada bando varían según los autores. Se puede afirmar
que la ayuda de la URSS fue menos en cantidad y calidad que la enviada por Alemania
a Franco.