La Vida Es Sueño

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LA VIDA ES SUEÑO

La codicia por el poder se impuso por encima del amor, cuando el rey de Polonia,
Basilio, privó de libertad a su bebé en un lugar oscuro del palacio, haciéndolo
crecer bajo una terrible soledad. De eso consiste la reconocida obra “La vida es
sueño”, del español Pedro Calderón de la Barca.

En este sentido, la historia comienza por una profecía, la cual advertía que el
príncipe Segismundo, hijo de Basilio, lo mataría al ser adulto para ocupar el trono.

El miedo impulsó al monarca a no tener compasión con su sangre, encerrándolo y


llevándolo a un abismo, el cual, por fortuna, logró superar el príncipe. Por eso, hoy
compartiremos contigo la siguiente adaptación corta, compuesta de cuatro actos,
donde presentaremos la pieza teatral en base a sus personajes principales.

Título de la obra: La vida es sueño

Autor: Pedro Calderón de la Barca

 Obra de 6 personajes

 La vida es sueño

 Personajes:

 Narrador
 Segismundo: príncipe de Polonia
 Basilio: rey de Polonia, padre de Segismundo
 Rosaura: exnovia del duque de Moscovia. Luego amor de Segismundo
 Astolfo: duque de Moscovia, sobrino del rey, hijo de la hermana menor del
monarca.
 Clotaldo: servidor del rey Basilio
 Estrella: sobrina del rey, hija de la hermana mayor de Basilio

 ACTO 1
Narrador: desde una torre del palacio de Polonia, se encuentra Segismundo
lamentándose de su desgracia, en una celda fría, con poca iluminación y
encadenado.

–Segismundo: (desesperado) ¡que infeliz soy! ¿qué pecado cometí al nacer?,


porque estoy convencido que nacer es el mayor delito del hombre.

–Rosaura: escucharte me causa compasión, pues no soy la única que anda como
alma en pena.

–Segismundo: ¿Quién anda ahí, eres tú Clotaldo?

–Rosaura: no, soy una mujer, me llamo Rosaura, llegué hasta aquí para
vengarme del duque de Moscovia, Astolfo, quien ha jugado con mis sentimientos.

Narrador: Rosaura cubría su cabello con un trapo, pues la joven ingresó a


escondidas al palacio para dar con el paradero del duque Astolfo, el cual partió de
Moscovia hacia Polonia sin previa notificación, ya que él había prometido casarse
con ella.

Una vez en el lugar, se enteró que Astolfo planeaba contraer nupcias con Estrella,
una prima y sobrina del rey Basilio. La unión marital sería por conveniencia para
heredar el trono.

Así fue como Rosaura llegó por casualidad hasta la prisión de Segismundo,
tratando de evadir a los soldados del castillo de Polonia.

–Segismundo: ¡mis ojos se iluminan al ver tan hermosa mujer!, pero, aun así, no
me agrada que hayas escuchado mis penas. Vivo como miserable, soy un
esqueleto andante y esta torre es como mi sepulcro, he pasado a ser una bestia.

–Rosaura: no sé qué decirte, pero te ofrezco mi amistad, sobre todo si mis penas
pueden aliviar las tuyas. Por lo visto ambos necesitamos ser sanados.

Narrador: Clotaldo, el servidor del rey, entró a la prisión, encontró a Rosaura y le


preguntó ¿quién era? Y ella tenía una espada, respondió que venía a cumplir una
venganza, luego intercambiaron algunas palabras y él ordenó a los soldados que
la desalojaran de allí.

 ACTO 2

Narrador: Después de lo ocurrido con Rosaura, el rey Basilio, pidió a Clotaldo


sacar a Segismundo de la celda para evaluar su comportamiento, con el fin de
determinar si era un “tirano”, como señalaba la profecía del oráculo.

Clotaldo cumplió la orden de su señor, le dio una bebida al príncipe, cuyo efecto
hizo que se durmiera y, de esta manera, pudo sacarlo del espantoso lugar.

–Clotaldo: alteza, mi gran señor, pido su mano para besar y demostrar mi lealtad.

–Segismundo: (mirada de desconfianza) ¿qué te sucede? si desde que era un


niño, he recibido maltratos de ti, ¿por qué ahora te muestras amable?

–Clotaldo: solamente he cumplido los mandatos del rey Basilio, quien es su


padre, siendo usted el príncipe heredero de Polonia. Él lo mantuvo escondido para
evitar una profecía, no obstante, quiere darle una oportunidad y vendrá a visitarlo.

–Segismundo: (enojado) ¿cómo a la patria le has hecho semejante traición,


negando mi derecho a gobernar? ¿A caso debes comentarme algo más? Para
empezar a demostrar mi soberbia y poder, asesinándote.

Narrador: Segismundo sesgado por la rabia, trató de golpear a Clotaldo, pero un


criado se interpuso para evitarlo y el príncipe lo arrojó por la ventana. Una hora
después, llegó el rey Basilio a la habitación donde estaba su hijo.

–Rey Basilio: apenas es el primer día que sales de la celda ¿y actúas de esa
manera?

–Segismundo: Clotaldo debía morir por ocultarme la verdad, pero el criado salió
en su defensa.
–Rey Basilio: con entusiasmo venía a saludarte, pues confiaba que otro camino
tenías. Sin embargo, ya veo que manchaste tus manos de sangre, al quitarle la
vida a ese pobre criado. Por eso, te aparto de mis brazos.

–Segismundo: ¡no me hacen falta tus abrazos! He pasado parte de mi vida solo,
sin amor, como una fiera y, ahora, me tratas como un monstruo. Solo sé, que debo
heredar por ley el trono que con esfuerzo construiste.

–Rey Basilio: ¡que atrevido y soberbio! Solo te digo que seas humilde porque
puede que estés soñando despierto…

 ACTO 3

Narrador: el rey Basilio, sorprendido por la conducta de Segismundo, decidió que


volviera a la prisión. Clotaldo se encargó de hacerlo y le dio la bebida, que
funciona como especie de tranquilizante para que cayera en un sueño profundo.

Segismundo despertó en la celda y comenzó a reflexionar sobre lo que para él fue


un “sueño”, después de haber estado en realidad cerca de su padre.

–Segismundo: (se ríe) vivir es solo soñar. ¡Ay que iluso soy, imaginado que me
convertiría en rey, a través de un engañoso mandato, donde ya estaba
disponiendo y gobernando!

Sin duda, que desdicha siento, intentando ser la autoridad y despertando en “el
sueño de la muerte” dentro de esta horrible cueva.

–Clotaldo: si soñaste no olvides de quien estuvo a tu lado, porque se trata de


“hacer el bien” aun en sueños.

–Segismundo: no quisiera darte la razón, pero es verdad, me ha tocado difícil, sin


embargo, no puedo seguir con esta furia y ambición que me destruye.

Al final la vida es un frenesí, una ilusión o una ficción, por eso, el mayor bien
siempre será el más pequeño, ya sabes, que la vida es sueño y como siempre, los
sueños, sueños son.
 ACTO 4

Narrador: Clotaldo se reunió con el rey Basilio y le contó sobre la reflexión que
hizo Segismundo al despertar en la prisión. No obstante, su majestad desconfió
que haya cambiado.

El monarca estuvo nervioso durante meses, porque no consiguió herederos para


el trono, pues sus sobrinos, Estrella y el duque Astolfo, no dieron la talla, pero
tampoco dudaron en manifestarle su odio al rey.

–Duque Astolfo: ¡con que así pagas tantos años de lealtad! ¡La ruina y el rechazo
del pueblo es lo único que conseguirás!

–Estrella: ¡maldigo el primer día que me abrazaste y juraste complacer a los de tu


sangre! ¡Ojalá que esa profecía a la que tanto le temes, se cumpla!

–Rey Basilio: si ha de cumplirse, será por alguna astuta jugada del destino, pero
en mi caso, siempre trazo mi propio camino.

Narrador: después de aquel acontecimiento, también hubo un extranjero que


amenazó con invadir el reino. Ante la situación, un trabajador de la corte, decidió
contarle al pueblo sobre la existencia del príncipe Segismundo, pues las personas
no querían ser gobernadas por alguien que no fuera de su país.

Luego de conocer aquella inesperada noticia, los habitantes de Polonia se alzaron


contra el monarca, tras ocultarles la verdad, y liberaron a Segismundo.

–Segismundo: pensé que todo era un sueño, porque de repente estuve afuera y
cuando abrí los ojos había vuelto a la realidad: la prisión.

Agradezco al pueblo de Polonia por haberme liberado, además de darme la


oportunidad para hacer de la nación una tierra productiva.

Aunque sé que el rey Basilio, no fue el mejor padre, lo perdono después de


condenarme durante años de soledad. La paz es el primer paso alcanzar la
felicidad.
De igual manera, debo ofrecer disculpas al rey por mi comportamiento, la primera
vez que nos conocimos (se postra a los pies de su progenitor).

–Rey Basilio: (emocionado) te perdono hijo mío e igualmente gracias tú también


por hacerlo. Estoy muy feliz, de que la profecía no se haya cumplido.

Guardaba la esperanza de que todo podía ser diferente, y ahora que así lo veo, te
nombro el nuevo rey de Polonia para que gobiernes con sabiduría.

Narrador: Segismundo decidió obrar bien hacia una causa justa, dejando atrás los
sentimientos de odio que en algún momento invadieron su corazón, dando así
paso a una nueva vida.

Fin.

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