Paso 3

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Paso 3 Mercado de derivados - forwards-futuros-swaps

Andrea Guzman Suarez

Tutor: Luis Humberto Suarez Quevedo

Grupo: 101067145-18

Universidad Nacional Abierta y a Distancia – UNAD


Escuela de Ciencias Administrativas, Contables, Económicas y de Negocios ECACEN
Programa de Administración de Empresas

Cali, 2023
Introducción

el siguiente trabajo explica sobre los instrumentos de cobertura del riesgo de tipo de cambio
en especial forwards y swaps evidenciando los derivados financieros del tipo de cambio y
tasa de interés en las operaciones a plazo o futuras.
INSTRUMENTOS DE COBERTURA DEL RIESGO DE TIPO DE CAMBIO

Los instrumentos de cobertura del riesgo de tipo de cambio son herramientas financieras
que se utilizan para proteger a las empresas de las fluctuaciones en los tipos de cambio.
Estos instrumentos ayudan a las empresas a mitigar el riesgo de pérdidas financieras debido
a los cambios en los tipos de cambio.

Hay varios instrumentos de cobertura del riesgo de tipo de cambio que las empresas pueden
utilizar. Uno de los más comunes es el contrato de cambio a plazo. Este instrumento
permite a las empresas fijar el tipo de cambio en una fecha futura. De esta manera, las
empresas pueden protegerse contra las fluctuaciones en los tipos de cambio durante el
periodo de tiempo que se haya fijado.

Otro instrumento común es el contrato de opciones de cambio. Este instrumento otorga a


las empresas el derecho, pero no la obligación, de comprar o vender divisas a un tipo de
cambio predeterminado en una fecha determinada. Si las empresas deciden no ejercer la
opción, no tendrán que comprar o vender la divisa en cuestión.

Las empresas también pueden utilizar los contratos de futuros de divisas para cubrir su
riesgo de tipo de cambio. Estos contratos permiten a las empresas comprar o vender una
divisa a un precio fijo en una fecha futura determinada. Los contratos de futuros son
similares a los contratos a plazo, pero se negocian en mercados organizados y
estandarizados.

Finalmente, las empresas pueden utilizar las opciones financieras para protegerse contra el
riesgo de tipo de cambio. Las opciones financieras son contratos que otorgan a las empresas
el derecho, pero no la obligación, de comprar o vender un activo a un precio determinado
en una fecha futura. Estos contratos pueden ser personalizados para satisfacer las
necesidades específicas de cada empresa.

Entre estos instrumentos, se destacan los contratos a plazo forwards y los contratos swaps.

Los contratos a plazo forwards son contratos en los que dos partes acuerdan comprar o
vender una divisa a un precio fijo en una fecha futura determinada. Este instrumento
permite a las empresas fijar el tipo de cambio en una fecha futura, lo que les permite
protegerse contra las fluctuaciones en los tipos de cambio durante el periodo de tiempo que
se haya fijado.

Por su parte, los contratos swaps son acuerdos en los que dos partes acuerdan intercambiar
flujos de efectivo en diferentes divisas. Este instrumento permite a las empresas protegerse
contra el riesgo de tipo de cambio mediante el intercambio de flujos de efectivo en
diferentes divisas. En este tipo de contrato, las partes acuerdan intercambiar los flujos de
efectivo en una fecha futura determinada.

Ambos instrumentos son útiles para proteger a las empresas de las fluctuaciones en los
tipos de cambio, pero tienen algunas diferencias. Los contratos a plazo forwards son
contratos personalizados y se negocian en el mercado OTC (over the counter), mientras que
los contratos swaps se negocian en mercados organizados y estandarizados.

Además, los contratos a plazo forwards son más sencillos y se utilizan más comúnmente en
operaciones de corto plazo, mientras que los contratos swaps son más complejos y se
utilizan más a menudo en operaciones de largo plazo.

Los contratos a plazo, también conocidos como forwards, son un instrumento financiero
que permite a las partes acordar el precio de un activo en una fecha futura determinada.
Este contrato establece la obligación de ambas partes de comprar o vender el activo en
cuestión en la fecha acordada, a un precio fijado previamente.

Entre las ventajas de los contratos a plazo, destaca la posibilidad de fijar el precio de
compra o venta del activo con antelación, lo que permite a las empresas planificar sus
operaciones con mayor certidumbre y reducir el riesgo de fluctuaciones en los precios.
Además, los contratos a plazo son un instrumento financiero muy flexible, ya que se
pueden adaptar a las necesidades específicas de cada empresa.

Sin embargo, los contratos a plazo también tienen sus limitaciones. Por un lado, los precios
fijados en los contratos a plazo pueden no ser los más competitivos en el mercado, por lo
que las empresas pueden perder la oportunidad de obtener mejores precios en el futuro. Por
otro lado, estos contratos requieren una fuerte confianza entre las partes involucradas, ya
que cualquier incumplimiento podría generar grandes pérdidas financieras.
Los contratos a plazo tienen diversas aplicaciones en diferentes sectores de la economía.
Por ejemplo, las empresas que importan o exportan productos pueden utilizar estos
contratos para fijar el precio de compra o venta de la divisa que utilizarán para realizar sus
operaciones. De esta manera, se protegen contra las fluctuaciones del tipo de cambio y
pueden planificar sus operaciones con mayor certidumbre.

Otra aplicación de los contratos a plazo es en el mercado inmobiliario, donde se pueden


utilizar para fijar el precio de compra o venta de un inmueble en el futuro. De esta manera,
las partes involucradas pueden planificar sus operaciones con antelación y reducir el riesgo
de fluctuaciones en los precios del mercado inmobiliario.

El riesgo de tipo de cambio es uno de los mayores desafíos a los que se enfrentan las
empresas que realizan importaciones y exportaciones de productos. Para protegerse contra
estas fluctuaciones, existen instrumentos financieros como los swaps y los contratos a
futuro.

Los swaps son acuerdos entre dos partes para intercambiar flujos de efectivo en diferentes
divisas durante un período de tiempo determinado. En el contexto de importaciones y
exportaciones, los swaps permiten a las empresas fijar un tipo de cambio futuro y
protegerse contra las fluctuaciones en el tipo de cambio. Por ejemplo, una empresa que
importa productos de otro país podría utilizar un swap para fijar un tipo de cambio para
pagar los productos en la moneda local del proveedor.

Por otro lado, los contratos a futuro son contratos estandarizados que obligan a las partes a
comprar o vender un activo subyacente a un precio determinado en una fecha futura
específica. En el contexto de importaciones y exportaciones, los contratos a futuro permiten
a las empresas fijar el tipo de cambio para una transacción en una fecha futura. Por
ejemplo, una empresa que exporta productos podría utilizar un contrato a futuro para fijar el
tipo de cambio en el momento en que se celebra el contrato, lo que le permite protegerse
contra las fluctuaciones en el tipo de cambio.

Tanto los swaps como los contratos a futuro tienen ventajas y limitaciones. Los swaps son
más flexibles que los contratos a futuro y pueden adaptarse a las necesidades específicas de
cada empresa. Además, los swaps se negocian en el mercado OTC (over the counter) y
pueden personalizarse según las necesidades específicas de cada empresa. Sin embargo, los
swaps tienen un mayor riesgo de contraparte, ya que implican un acuerdo entre dos partes
que se comprometen a realizar pagos futuros.

Por otro lado, los contratos a futuro son instrumentos estandarizados que se negocian en
mercados organizados. Esto hace que sean más líquidos y tengan un menor riesgo de
contraparte que los swaps. Sin embargo, los contratos a futuro son menos flexibles que los
swaps y no se pueden adaptar a las necesidades específicas de cada empresa.
Conclusión

Los contratos a plazo son un instrumento financiero muy útil para reducir el riesgo de
fluctuaciones en los precios de los activos y permitir a las empresas planificar sus
operaciones con mayor certidumbre. Aunque tienen limitaciones, los contratos a plazo
pueden adaptarse a las necesidades específicas de cada empresa y tienen diversas
aplicaciones en diferentes sectores de la economía.

Los swaps y los contratos a futuro son instrumentos financieros que permiten a las
empresas protegerse contra las fluctuaciones en el tipo de cambio en sus operaciones de
importación y exportación. Ambos instrumentos tienen ventajas y limitaciones y se utilizan
en diferentes situaciones según las necesidades específicas de cada empresa. Los
empresarios deben comprender estos instrumentos para elegir el adecuado y mitigar el
riesgo cambiario en sus operaciones comerciales.
Referencias

Rona Azekely, J. (2013). Guía práctica de los instrumentos financieros derivados. Fondo


Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

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