Monografia Comunicación
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N° 64567
Literatura Peruana
Algunos Ejemplos:
Dedicatoria:
Mi trabajo realizado en está monografía está dedicado a mi madre que me apoyo
en el trabajo y a mí profesora que también está presente para poder guiarme y ser
Biografía:
Mario Vargas Llosa nació en una familia de clase media en la ciudad de Arequipa,
en el sur del Perú en 1936. Fue el único hijo de Ernesto Vargas Maldonado (Lima,
1905-1979) y de su esposa Dora Llosa Ureta (Arequipa, 1914-1995), quienes se
separaron meses antes de su nacimiento4 para divorciarse tras el mismo, de
mutuo acuerdo. Poco después de que Mario naciera, su padre reveló que tenía
una relación con una mujer alemana y como resultado de dicha unión, nacieron
dos medios hermanos menores del escritor: Enrique y Ernesto Vargas (el primero
falleció de leucemia a los once años de edad; el segundo es abogado y
ciudadano estadounidense). Su padre era el único hijo de Marcelino Vargas y de
su primera mujer Zenobia Maldonado, fallecida en 1925. Su abuelo paterno se
casó por segunda vez con Constanza Serpa y tuvieron ocho hijos e hijas (Manuel
Vargas Serpa, Ana Vargas Serpa, Rosa Vargas Serpa, Yolanda Vargas Serpa,
Humberto Vargas Serpa, Ortencia Vargas Serpa, María de Lourdes Vargas Serpa
y Orlando Vargas Serpa). Por línea materna, desciende del maestre de
campo vizcaíno Juan de la Llosa y Llaguno quien se asentó en Arequipa en 1702.
Mario vivió con su familia materna en Arequipa hasta un año después del divorcio
de sus padres, en 1937, momento en que su abuelo Pedro J. Llosa Bustamante se
trasladó con toda su familia a Bolivia, donde había conseguido un contrato para
administrar una hacienda algodonera cercana a Cochabamba. En dicha ciudad
pasó los siguientes nueve años de su niñez, donde aprendió a leer y a escribir.
Junto con su madre y la familia materna, y cursó hasta el cuarto grado en el
Colegio La Salle. Hasta los diez años, se le hizo creer que su padre había
fallecido, ya que su madre y su familia no querían explicarle que se habían
separado.
Al iniciarse el gobierno del presidente José Luis Bustamante y Rivero en 1945, su
abuelo, que era primo hermano del mandatario, obtuvo el cargo
de prefecto del departamento de Piura, por lo que la familia entera regresó al Perú.
Los tíos de Mario se establecieron en Lima, mientras que Mario y su madre
siguieron al abuelo a la ciudad de Piura. Allí Mario continuó sus estudios de
primaria en el Colegio Salesiano Don Bosco, cursando el quinto grado. Fue ahí
donde hizo amistad con uno de sus compañeros, Javier Silva Ruete, quien tiempo
después sería ministro de economía.
A fines de 1946 o principios de 1947, y cuando tenía diez años de edad, Mario se
encontró con su padre por primera vez en Piura. Sus padres restablecieron su
relación y se trasladaron a Lima, instalándose en el distrito de clase
media Magdalena del Mar. Luego se trasladaron a La Perla, en el Callao, donde
vivieron en una pequeña casa aislada. Los fines de semana Mario solía visitar a
sus tíos y primos, que vivían en el barrio de Diego Ferré, en el distrito de
Miraflores, donde hizo muchos amigos y donde tuvo sus primeros
enamoramientos. Mario ha plasmado estos lugares en muchos de sus libros como
un grato recuerdo.
En Lima estudió en el Colegio La Salle, de la congregación Hermanos de las
Escuelas Cristianas, cursando el sexto grado de primaria en 1947, y los dos
primeros años de secundaria de 1948 a 1949. La relación con su padre, siempre
tortuosa, marcaría el resto de su vida. Por años, guardó hacia él sentimientos
entremezclados, como el temor y el resentimiento, debido a que durante su niñez
debió soportar violentos arrebatos de parte de su padre, además de un
resentimiento hacia la familia Llosa y grandes celos para con su madre, pero,
sobre todo, a causa de la repulsión de su padre por su vocación literaria, que
nunca llegó a comprender.
A los 14 años, su padre lo envió al Colegio Militar Leoncio Prado, en el Callao, un
internado donde cursó el 3º y el 4º año de educación secundaria, entre 1950 y
1951. Allí soportó una férrea disciplina militar y, según su testimonio, fue la época
en la que leyó y escribió «como no lo había hecho nunca antes», consolidando así
su precoz vocación de escritor. En su libro La ciudad y los perros Vargas Llosa
retrata la experiencia vívida, la disciplina a la que fue sometido en el colegio
militar. Sus lecturas predilectas fueron las novelas de los escritores
franceses Alejandro Dumas y Victor Hugo. Entre sus profesores figuró el poeta
surrealista César Moro, quien por un tiempo le dio clases de francés.
Durante las vacaciones veraniegas de 1952, Vargas Llosa empezó a trabajar
como periodista en el diario limeño La Crónica donde se le encomendaron
reportajes, notas y entrevistas locales. Ese mismo año se retiró del colegio militar
y se trasladó a Piura, donde vivió con su tío Luis Llosa (el “tío Lucho”) y cursó el
último año de educación secundaria en el colegio San Miguel de Piura.
Simultáneamente trabajó para el diario local, La Industria, y presenció la
representación teatral de su primera obra dramatúrgica, La huida del Inca, en el
teatro «Variedades».
En 1953, durante el gobierno de Manuel A. Odría, Vargas Llosa ingresó en
la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde
estudió Derecho y Literatura. Participó en la política universitaria a través
de Cahuide, nombre con el que se mantenía vivo el Partido Comunista Peruano,
entonces perseguido por el gobierno de Odría, contra el que Vargas Llosa se
opuso a través de los órganos universitarios y en fugaces protestas en plazas.
Poco tiempo después se distanció del grupo y se inscribió en el Partido Demócrata
Cristiano de Héctor Cornejo Chávez, esperanzado en que esa agrupación lanzaría
la candidatura de José Luis Bustamante y Rivero, quien, por aquel entonces,
regresaba del exilio. Dicha expectativa no se cumplió. Durante este tiempo, trabajó
como asistente del renombrado historiador sanmarquino Raúl Porras
Barrenechea en una obra que nunca llegó a concretarse: varios tomos de una
monumental historia de la conquista del Perú.
En mayo de 1955, a la edad de 19 años, contrajo matrimonio con Julia Urquidi,
hermana de su tía política por parte materna, quien era 10 años mayor y ya
divorciada. Debido al rechazo que este matrimonio causó en su familia, la pareja
se vio forzada a separarse durante un tiempo pese a que estaban recién casados.
Para lograr mantener una vida en común el joven Mario, ayudado por Porras
Barrenechea, cumplió con hasta siete trabajos simultáneamente: como asistente
de bibliotecario del Club Nacional, escribiendo para varios medios periodísticos e
incluso catalogando nombres de las lápidas del Cementerio Presbítero Matías
Maestro de Lima; finalmente ingresó a trabajar como periodista en Radio
Panamericana, aumentando sustantivamente sus ingresos.
Por entonces, Vargas Llosa empezó con seriedad su carrera literaria con la
publicación de sus primeros relatos: El abuelo (en el diario El Comercio, 9 de
diciembre de 1956) y Los jefes (en la revista Mercurio Peruano, febrero de 1957).
A fines de 1957 se presentó a un concurso de cuentos organizado por La Revue
Française, una importante publicación francesa dedicada al arte. Su relato
titulado El desafío obtuvo el primer premio, que consistía en quince días de visita
en París, hacia donde partió en enero de 1958. Su estadía en la capital de Francia
se prolongó durante un mes, antes de retornar a Lima. Ese mismo año se graduó
de bachiller en Humanidades en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, a
mérito de su tesis sobre las Bases para una interpretación de Rubén Darío. Fue,
además, considerado como el alumno de Literatura sanmarquino más distinguido,
por lo que recibió la beca Javier Prado para seguir cursos de posgrado en
la Universidad Complutense de Madrid, en España. Antes de partir hacia Europa,
hizo un corto viaje por la Amazonía peruana, experiencia que después le serviría
para ambientar tres de sus novelas —La casa verde, Pantaleón y las
visitadoras y El hablador— en dicho espacio geográfico.
En 1960, luego de terminarse la beca en Madrid, Vargas Llosa se mudó a Francia
creyendo que iba a obtener una beca para estudiar ahí; sin embargo, llegado a
París se enteró de que su solicitud había sido denegada. A pesar del inesperado
mal estado financiero de Mario y Julia, la pareja decidió quedarse en París donde
Vargas Llosa comenzó a escribir de forma prolífica. Su matrimonio duró algunos
años más, pero terminó en divorcio en 1964. Un año después, Vargas Llosa se
casó con su prima hermana y sobrina materna de su primera mujer, Patricia Llosa
Urquidi, hija de su tío materno Luis Llosa Ureta y de su esposa Olga Urquidi
Illanes, hija de Carlos Urquidi y de su esposa María del Carmen Illanes, con quien
tuvo tres hijos: Álvaro Vargas Llosa (1966), escritor y editor, Gonzalo (1967),
empresario y representante en el Reino Unido del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR); y Morgana (1974), fotógrafa.
En la capital francesa, terminó de escribir su primera novela, La ciudad y los
perros, y allí, a través del hispanista Claude Couffon, entró en contacto con Carlos
Barral, director de la editorial española Seix Barral. La novela consiguió en 1962
el Premio Biblioteca Breve y se publicó al año siguiente en la editorial barcelonesa.
En 1966, durante la lectura que ella hizo de La casa verde, la entonces
responsable de derechos de la editorial, Carmen Balcells, decidió proponerse al
escritor para convertirse en su agente literario. Lo animó a centrarse
exclusivamente en la literatura y le consiguió sustento económico durante el
tiempo que durase la redacción de Conversación en La Catedral, a condición de
que el contrato con la editorial lo hiciese ella. A partir de ese momento, Balcells se
convirtió en su agente y llegó a conseguirle contratos extraordinarios.
En 1971, bajo la dirección del profesor Alonso Zamora Vicente, obtiene un
Doctorado en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense de Madrid con la
calificación de sobresaliente cum laude por su tesis García Márquez: lengua y
estructura de su obra narrativa, publicada luego bajo el título de García Márquez:
historia de un deicidio. Fue jurado del Festival de Cannes de 1976.
Aficionado al fútbol, Vargas Llosa es un experto en estadísticas de este deporte y
durante el Mundial España 1982 ejerció como periodista deportivo.
En 1983 su exesposa Julia Urquidi publicó sus propias memorias tituladas Lo que
Varguitas no dijo en respuesta a la novela La tía Julia y el escribidor, basada en
parte en la relación entre ambos, que fueron reeditadas en 2010.
En 1994 es nombrado miembro de la Real Academia Española y ese mismo año
gana el Premio Miguel de Cervantes; posteriormente es reconocido doctor honoris
causa en numerosas universidades. Su obra ha sido traducida a más de 30
idiomas
En junio de 2015, después de que la revista ¡Hola! Publicara unas fotos en las que
Vargas Llosa aparece con Isabel Preysler, el escritor reconoció estar separado de
su segunda esposa, y pidió respeto por su vida privada. Vargas Llosa se divorció
de Patricia Llosa en 2016.
En enero de 2019 anunció que abandonaba el PEN Club Internacional por su
apoyo al independentismo catalán.
Características
Mario Vargas Llosa ha sido definido como uno de los más completos narradores
de su generación y una figura destacada de la literatura hispanoamericana.
Representante ideal del espíritu del Boom latinoamericano, pues nació
literariamente con él y ayudó a definirlo y a identificarlo con una nueva generación
de escritores, su obra narrativa se caracteriza por la importancia de la
experimentación técnica, aspecto por el que es valorado como un maestro de la
composición novelística y en el que se ha desempeñado como un notable
innovador de posibilidades narrativas y estilísticas.
Desde el punto de vista temático, sus novelas tratan de la antinomia entre lo
histórico y lo estructural, como así lo expresa el título de varias de sus novelas (La
ciudad y los perros, La casa verde, Conversación en La Catedral), en las que la
presencia de estructuras demuestra el interés casi obsesivo que el autor tiene por
estas. Asimismo, en cuanto a los tonos, su obra presenta las características más
variadas, desde el humor, el amor y la comicidad hasta la caída trágica.
Por otra parte, el hecho de que el grueso de su producción literaria la haya
realizado desde el extranjero, explica el sesgo retrospectivo que domina buena
parte de la misma, así como la reconstrucción constante que hace de vivencias
íntimas o colectivas del Perú como base de su ficción, salvo algunas excepciones
como La guerra del fin del mundo y algunas de sus últimas novelas.
En cuanto a sus modelos literarios, o “precursores” (a los que ha dedicado en
varios casos estudios críticos), hay que citar, por un lado, a la novela de
caballerías Tirant lo Blanc, de Joanot Martorell, y a Cien años de soledad,
de García Márquez, ambas como ideales del concepto de novela total (la que
funde lo real con lo irracional y el mito); por otro, son imprescindibles para Vargas
Llosa dos escritores en especial: Flaubert, como modelo de la literatura como
vocación, de la utilización de la realidad como pozo sin fondo para encontrar
contenidos y temas (la mediocridad del ser humano, la violencia y el sexo), como
modelo, también, de la importancia de una estructura narrativa rigurosa y de un
narrador impasible ante los hechos narrados, etc.; y Faulkner, tanto en lo que
respecta a temas y ambientes, como a rasgos formales, especialmente, el
multiperspectivismo, los saltos en el tiempo, el uso de varios narradores en vez del
omnisciente, la retención de información, el uso de historias paralelas, etc.
Novelas:
La ciudad y los perros (Seix Barral, 1963), Premio Biblioteca Breve 1962
y Premio de la Crítica de Narrativa Castellana 1964
La casa verde (Seix Barral, 1966), Premio Internacional de Novela Rómulo
Gallegos 1967, Premio de la Crítica de Narrativa Castellana 1967 y Premio
Nacional de Cultura (Perú) 1967
Conversación en La Catedral (Seix Barral, 1969)
Pantaleón y las visitadoras (Seix Barral, 1973)
La tía Julia y el escribidor (Seix Barral, 1977)
La guerra del fin del mundo (Seix Barral, 1981)
Historia de Mayta (Seix Barral, 1984)
¿Quién mató a Palomino Molero? (Seix Barral, 1986)
El hablador (Seix Barral, 1987)Elogio de la madrastra (Tusquets, 1988)
Lituma en los Andes (Planeta, 1993), Premio Planeta 1993
Los cuadernos de don Rigoberto (Alfaguara, 1997)La fiesta del
Chivo (Alfaguara, 2000)
El Paraíso en la otra esquina (Alfaguara, 2003)
Travesuras de la niña mala (Alfaguara, 2006)
El sueño del celta (Alfaguara, 2010)
El héroe discreto (Alfaguara, 2013)
Cinco esquinas (Alfaguara, 2016)
Tiempos recios (Alfaguara, 2019)
Cuentos:
Cuentos Infantiles:
Fonchito y la luna (2010)
El barco de los niños (2014)
Ensayos:
Resumen:
Está dividido en veinte capítulos en los cuales el escritor intercala su narración con
temas sobre su vida temprana y los eventos relacionados con su actividad política
en el Perú. A lo largo de estos recuerdos, Vargas Llosa habla de muchas
experiencias importantes para él, como el hecho de conocer a su padre, a quien
creía muerto, su primer trabajo en el periódico La Crónica y otros.
Resumen:
Los libros mienten (nos muestran una visión falaz de la vida), pero mintiendo nos
muestran una curiosa verdad que solo puede expresarse encubierta: los hombres
no están contentos con la vida que les tocó. La ficción nació para generar la vida
que el hombre desearía tener y a la cual no se resigna.
“LA CIUDAD Y LOS PERROS”
Resumen:
A continuación, vamos a resumir muy brevemente (si quieres leerlo es mejor que
dejes la lectura de este artículo aquí), algunas de las partes que lo forman.
Resumen:
La novela recrea los últimos días del dictador dominicano Rafael Leonidas Trujillo,
que tuvo el poder absoluto de su país entre 1930 y 1961. La construcción del texto
está sustentada en tres planos narrativos simultáneos.
Blanca Varela
Biografía:
Vivió en Puerto Supe. Se inició en poesía en la Universidad Nacional Mayor de
San Marcos en la capital peruana, donde ingresó en 1943, para estudiar Letras y
Educación. En esta universidad conoció a Sebastián Salazar Bondy, Javier
Sologuren, Jorge Eduardo Eielson, y al pintor Fernando de Szyszlo.
A partir de 1947, empezó a colaborar en la revista Las Moradas que dirigía Emilio
Adolfo Westphalen. En 1949, tras su matrimonio con Szyszlo, llegó a París, donde
entró en contacto con la vida artística y literaria del momento, guiada por Octavio
Paz, quien la vinculó con el círculo de intelectuales latinoamericanos y españoles
radicados en Francia.
De esta etapa data su amistad con Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Henri
Michaux, Alberto Giacometti, Léger, Tamayo y Carlos Martínez Rivas, entre otros.
Después de su larga temporada en París, Varela vivió en Florencia y luego
en Washington, ciudades donde se dedicó a hacer traducciones y eventuales
trabajos periodísticos.
En 1962, regresó a Lima para establecerse definitivamente y cuando viajaba solía
hacerlo principalmente a los Estados Unidos, España y Francia.
El hecho que algunas de sus obras hayan sido traducidas al alemán, francés,
inglés, italiano, portugués y ruso implica un reconocimiento a su obra fuera de las
fronteras de su país natal. A diferencia de otros escritores, Blanca Varela no
acostumbraba a dar entrevistas y sus apariciones en público fueron más bien
escasas y discretas.
En 1996 Lorenzo de Szyszlo, su hijo, fallece en el accidente aéreo del Vuelo 251
de Faucett Perú ocurrido cerca de Arequipa, hecho que marcó a Varela y su
poesía.
Ha sido condecorada con la Medalla de Honor por el Instituto Nacional de
Cultura del Perú.
Murió el 12 de marzo de 2009 en Lima, a la edad de 82 años. Su cuerpo fue
incinerado y sus cenizas esparcidas en la bahía de Paracas.
Obras:
Ese puerto existe. Prólogo de Octavio Paz. Xalapa, Veracruz (México),
Universidad Veracruzana, 1959.
Luz de día en Lima, Ediciones de La Rama Florida, 1963.
Casa de cuervos.
Valses y otras falsas confesiones. Lima. Instituto Nacional de Cultura, 1972.
Canto villano. Lima, Ediciones Arybalo, 1978.
Canto villano (Poesía reunida, 1949-1983). Prólogo de Roberto Paoli. México,
Fondo de Cultura Económica, 1986.
Camino a Babel (Antología). Prólogo de Javier Sologuren. Lima, Municipalidad
de Lima Metropolitana, 1986.
Ejercicios materiales. Lima, Jaime Campodónico editor, 1993.
El libro de barro. Madrid, Ediciones del Tapìr, 1993.
Poesía escogida 1949-1991. Prólogo de Jonio González. Barcelona, Icaria
Editorial, 1993.
Canto villano (Poesía reunida, 1949-1994). Prólogos de Octavio Paz, Roberto
Paoli y Adolfo Castañón. Nueva edición, aumentada. México, Fondo de Cultura
Económica, 1996.
Como Dios en la nada (Antología 1949-1998). Selección y prólogo de José
Méndez. Madrid, Visor Libros, 1999..
Concierto animal. Valencia-Lima, Pre-Textos/PEISA, 1999.
Donde todo termina abre las alas (Poesía reunida, 1949-2000). 2 Prólogo de
Adolfo Castañón y Epílogo de Antonio Gamoneda. Barcelona, Galaxia
Gutemberrg /Círculo de Lectores, 2001. Nota: incluye su último poemario, El
falso teclado (2000), que no se publicaría como libro independiente hasta 2016.
Poesía reunida, 1949-2000. Epílogos de Ana María Gazzolo y Giovanna
Pollarolo. Lima, Casa de cuervos y Sur librería anticuaria, 2016.
Premios y reconocimientos:
Obtuvo el Premio Octavio Paz de Poesía y Ensayo en el año 2001.
En octubre de 2006 se convirtió en la primera mujer que gana el Premio
Internacional de Poesía Federico García Lorca, dotado entonces con 50.000 €.
Durante la ceremonia de entrega del premio antes dicho, el 10 de mayo de 2007,
en el palacete del Ayuntamiento de Granada, se anunció que Blanca Varela
ganaba la XVI edición del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, dotado
con 42.100 €, convocado conjuntamente por el Patrimonio Nacional de España y
la Universidad de Salamanca.
En 2022 recibió un reconocimiento póstumo por parte del Ministerio de la Mujer y
Poblaciones Vulnerables (MIMP) del Estado Peruano, el cual, mediante un decreto
en ocasión del 8 de marzo, otorgó la condecoración “Orden al Mérito de la Mujer”
a Blanca Varela y otras 24 mujeres peruanas, siendo destacadas por su tarea en
la defensa de los derechos y por promover la igualdad de género. En particular,
Varela fue reconocida por “su aporte al desarrollo de la literatura y la eliminación
de barreras para la igualdad de género”
Obras más conocidas:
“POESÍA REUNIDA”
Resumen:
En este libro está la evidencia de la obra poética cincuentenaria de la poeta
peruana Blanca Varela (Lima, 1926-2009) que, desde su primera aparición en
2001, fue reeditado en 2017. Hay otras ediciones con la poesía reunida
considerando el mismo período de tiempo (1949-2000), en: Donde todo termina
abre las alas (España, Galaxia Gutenberg, 2001) y El suplicio comienza con la
luz (México, UNAM, 2012)
“LA VOZ DE BLANCA VARELA”
Resumen:
Blanca Varela comenta las circunstancias que, desde su primer libro Este puerto
existe han acompañado en cada momento su trabajo, a la vez que describe un
preciso recorrido por toda su personal obra poética.
Ricardo Palma
Biografía:
Nació el 7 de febrero de 1833 en Lima (aunque existe una teoría de
monseñor Salvador Herrera Pinto que pone su cuna ocho años antes en el pueblo
de Talavera de la Reyna en Apurímac), en el seno de una familia humilde; fue
inscrito en la partida de bautismo como hijo natural de Pedro Ramón Palma
Castañeda y de Guillerma Carrillo y Pardos, a quien muchos consideran la abuela
materna y que su madre fue en realidad Dominga Soriano y Carrillo, la hija de 16
años de esta, con quien Pedro se casaría cuatro años más tarde, el 6 de abril de
1837. Pedro, comerciante mestizo con aspiraciones, doblaba en edad a Dominga,
quien era cuarterona (ascendencia subsahariana). El matrimonio Palma-Soriano
“fracasó prontamente –según el historiador Oswaldo Holguín Callo– por las
diferencias raciales, generacionales y culturales”, y el pequeño Ricardo, que tenía
9 años, permaneció naturalmente en la casa paterna.
Asistió a la escuela para párvulos de Pascual Guerrero, a la de Antonio Arengo y a
la de Clemente Noel. Terminada la secundaria, siguió leyes en el Convictorio de
San Carlos (aunque algunos cuestionan este dato como una superchería del autor
y otros dicen que probablemente fuera alumno externo).
A los 15 años comenzó su carrera literaria, primero escribiendo poesía y dramas.
Fue a esa edad que empezó a usar, junto con el primer nombre, su segundo,
Ricardo, que después ya utilizaría solo, sin el primero original de Manuel. También
desde joven se mezcló en política, y en 1857 secundó la sublevación del
general Manuel Ignacio de Vivanco contra el presidente Ramón Castilla, por lo que
fue separado del ejercicio de su cargo en el Cuerpo Político de la Armada del
Perú.
Realizó sus estudios universitarios en el Convictorio de San Carlos, el que hacía
las veces de Facultad de Derecho de la Universidad de San Marcos.
Se inició como masón a los 22 años en la logia chalaca del Callao Concordia
Universal, el 4 de julio de 1855, siendo venerable maestro Damián Alzamora,
orador Antonio Álvarez del Villar y secretario José Antonio Barboza.
En la Armada, a la que ingresó como oficial tercero en 1853, sirvió en la
goleta Libertad, el bergantín Almirante Guisse, el transporte Rímac —donde el
primero de marzo de 1855 estuvo a punto de morir a consecuencia del naufragio
de la nave— y el vapor Loa. Tomó parte en el desembarco de Guayaquil en 1859,
durante la guerra con Ecuador.
En noviembre de 1860 participó en el fallido asalto a la casa presidencial que
acometió un grupo de civiles y militares de tendendica liberal, liderados por José
Gálvez. El fracaso del golpe contra Castilla lo obligó a abandonar el Perú y el 20
de diciembre se embarcó con destino a Chile.
En Valparaíso, adonde arribó a fines de mes, frecuentó los salones literarios, fue
miembro de la Sociedad de Amigos de la Ilustración y colaboró en la Revista del
Pacífico y en la Revista de Sud-América. Los casi tres años que pasó en esa
ciudad —durante los cuales realizó frecuentes viajes a Santiago— fueron
literariamente «intensos y fructíferos». Allí conoció a José Victorino
Lastarria, Guillermo Blest Gana y otros escritores, y en las revistas mencionadas
publicó textos importantes: poesías, siete tradiciones y lo que después derivaría
en los Anales de la Inquisición de Lima que aparecerían en la capital peruana a su
regreso y con el que puede decirse que «comienza la plenitud literaria de Palma».
Regresó al Perú en agosto de 1863, después de ser amnistiado, y en julio del año
siguiente fue nombrado cónsul en el Pará, Brasil, cargo que aparentemente no
llegó a ejercer: obtuvo una licencia y viajó a Europa: El Havre, París, Londres. En
1865 retornó vía Estados Unidos —se quedó un tiempo en Nueva York—, cuando
Perú está ya en pleno conflicto con España. Con el puerto del Callao bloqueado,
Palma desembarca probablemente en Paita y es nombrado asistente de Gálvez,
ministro de Guerra y Marina. Ambos participan, desde la torre La Merced del
Callao, en el combate contra la escuadra española el dos de mayo de 1866, en el
que Galvéz murió cuando una bomba, disparada desde la fragata
española Almansa o desde la Blanca, cayó en unos depósitos de pólvora. Palma
se salva milagrosamente: había abandonado la torre minutos antes de la
Explosión.
Tomó parte en la sublevación del coronel José Balta al año siguiente, y estuvo en
prisión y desterrado brevemente en Guayaquil. Balta lo nombró su secretario
particular después de ser elegido presidente en 1868. Al poco tiempo fue elegido
también senador por Loreto, cargo que ejerció hasta 1872.8910 El asesinato de
Balta, ocurrido el 26 de julio de 1872, marca el fin de la vida política de Palma, que
pasa a dedicarse exclusivamente a la literatura. Tres años más tarde se retira
a Miraflores y en 1878, se muda con su familia al balneario de Chorrillos.
Durante la guerra con Chile participó en la defensa de Lima. Cuando las tropas
de ocupación incendiaron en enero de 1881 su casa, ubicada en el balneario de
Miraflores, Palma perdió su biblioteca y algunos manuscritos, como el de la
novela Los Marañones y sus memorias del gobierno de Balta. Perdida su casa, se
traslada a Lima donde alquila una en la calle Veracruz.
Dos años más tarde, el dueño del diario La Prensa de Buenos Aires le ofreció el
cargo de redactor literario del periódico, pero el presidente Miguel Iglesias logró
convencerlo que aceptara la dirección de la Biblioteca Nacional, que se
encontraba destruida como consecuencia de la guerra y que durante la ocupación
había sido expoliada por los chilenos. Al ocurrir esos hechos en marzo de 1881,
Palma, que era a la sazón subdirector de la Biblioteca, había redactado una carta
de protesta, firmada por él y el director, Manuel de Odriozola.11 Esto motivó que el
entonces contralmirante Patricio Lynch y comandante en jefe del ejército de
ocupación, dictara prisión contra el escritor, que cumplió primero en el segundo
piso de la misma Biblioteca ocupada y después en un buque en el Callao, donde
pasó 12 días hasta que recuperó la libertad gracias a gestiones de diplomáticos
franceses y brasileños. Odriozola, contra el que también había orden de arresto,
«logró asilarse en la legación norteamericana».
Su labor al frente de esta institución constituyó uno de sus grandes logros de su
vida. Fue en aquella época que se ganó el apelativo de “el bibliotecario mendigo”,
porque, ante el magro presupuesto con el que contaba, decidió utilizar su prestigio
y sus contactos para pedir a personalidades de diversos países que donaran
libros. Gracias a su amistad con el presidente de Chile Domingo Santa
María (1881-1886), consiguió recuperar más de 14 000 volúmenes de manos
chilenas. El 28 de julio de 1884 inaugura la biblioteca, que dirige hasta febrero de
1912, cuando renuncia por discrepancias con el gobierno de Augusto Leguía, que,
en reemplazo, nombra a su enemigo, Manuel González Prada. Verdad es que el
escritor tendrá su desagravio: el nuevo gobierno del coronel Óscar R. Benavides lo
nombrará director honorario de la Biblioteca en 1914, González Prada será
destituido y su puesto lo ocupará el candidato de Palma, Luis Ulloa. Esto, sin
embargo, no durará mucho: en febrero de 1916 González Prada recupera el cargo
y el famoso escritor renuncia a su nombramiento honorario.
Ricaldo Palma, El Bibliotecario Mendigo, ya convertido en el patriarca de las letras
peruanas, se había retirado en marzo de 1912 a Miraflores, donde viviría los
últimos años de su vida.
Fue miembro correspondiente de la Real Academia Española (1878) y de
la Peruana de la Lengua —que presidió desde su fundación en 1887 hasta su
renuncia en 1918, cuando pasa a ser director honorario—, y de otras prestigiosas
instituciones, como la Gran Logia del Perú.
Vida personal:
En 1872, tuvo un hijo natural con la ecuatoriana Clemencia (o Clementina)
Ramírez: Clemente Palma, quien se convertiría en un destacado escritor. Casado
desde 1876 con Cristina Román y Olivier, tuvieron 7 hijos (alguno fallecido
prematuramente): Félix Vital, Angélica, también escritora y una de las fundadoras
del movimiento feminista peruano, Ricardo, Peregrina Augusta, Cristina, Cristián y
Renée Cristina.
Obras:
El hijo del sol, 1849
La he biográficos, 1855
El santo de Panchita, 1869
Anales de la Inquisición de Lima, ensayo histórico, Lima, 1863
Congreso constituyente, sátira publicada bajo el seudónimo de Un Campanero,
1867
Armonías. Libro de un desterrado, poesía, París, 1895
Lira americana. Colección de poesías de los mejores poetas del Perú, Chile y
Bolivia, París, 1895
Pasionarias, poesía, con prólogo de Luis Benjamín Cisneros; Havre, 1870
Tradiciones, primera serie de su obra magna, Imprenta del Estado, Lima, 1872
Don Juan del Valle Caviedes, el poeta de la Ribera, ensayo, 1873
Tradiciones. Segunda serie, Imprenta Liberal de El Correo del Perú, Lima,
1874
Tradiciones. Tercera serie, Benito Gil Editor, Lima, 1875
Tradiciones. Cuarta serie, Benito Gil Editor, Lima, 1877
Monteagudo y Sánchez Carrión. Páginas de la historia de la independencia,
ensayo, Lima, 1877
Tradiciones. Quinta serie, edición de Carlos Prince, Lima, 1883 (Prince,
además, publica asimismo las cuatro anteriores)
Tradiciones. Sexta serie, edición de Carlos Prince, Lima, 1883
El demonio de los Andes, tradiciones sobre el conquistador Francisco de
Carvajal, Imprenta de Las Novedades (periódico en el que Palma colaboraba),
Nueva York, 1883 (2.ª edición: Casa Maucci, Barcelona / Buenos Aires, 1911)
Enrique Heine. Traducciones, realizadas sobre la versión francesa de Gérard
de Nerval, 1886
Refutación a un compendio de historia del Perú, contra el libro del jesuita
Ricardo Cappa, Lima, 1886
Poesías, antología que recoge la mayoría de su lírica; lo acompañó, como
prólogo, del estudio La bohemia limeña de 1848 a 1860. Confidencias
literarias; 1887
Ropa vieja, sétima serie de Tradiciones; Imprenta del Universo, de Carlos
Prince, Lima 1889.
Cristián, librito de homenaje publicado en edición privada por los Palma al hijo
del escritor fallecido a los diez meses; Lima, 1889
Tradiciones peruanas, primera edición extranjera de esta obra; Buenos Aires,
1890
A San Martín, poema, Lima, 1890
Ropa apolillada, octava y última serie de Tradiciones; Imprenta del Universo,
de Carlos Prince; Lima, 1891
Filigranas. Aguinaldo a mis amigos, su último poemario, Lima, 1892
Tradiciones peruanas, 4 volúmenes, Montaner y Simón, Barcelona, 1893-96
Neologismos y americanismos, Lima, 1896
Recuerdos de España, sobre su viaje de 1892; Buenos Aires, 1897 (reeditadas
con el título Recuerdos de España, precedidos de La bohemia de mi tiempo,
Lima, 1899)
Tradiciones y artículos históricos, Lima 1899
Cachivaches, artículos literarios y bibliográficos; Lima, 1900
Dos mil setecientas voces que hacen falta en el Diccionario. Papeletas
lexicográficas, Lima, 1903
Mis últimas tradiciones peruanas y cachivachería, Casa Maucci, Barcelona
Buenos Aires, 1906
Apéndice a mis últimas tradiciones peruanas, Casa Maucci, Barcelona /
Buenos Aires, 1910
Poesías completas, Barcelona, 1911
Tradiciones selectas del Perú, A. J. Sagrestán y Cía., Callao, 1911
Las mejores tradiciones peruanas, seleccionadas y prologadas por Ventura
García Calderón y acompañadas de una breve autobiografía; Casa Maucci,
Barcelona, 1917
El Palma de la juventud, Lima, 1921* Epistolario, 1862-1918, edición de
Augusta y Renée Palma con prólogo de Raúl Porras Barrenechea, dos tomos;
Editorial Cultura Antártica, Lima, 1949
Tradiciones peruanas, edición auspiciada por el gobierno peruano y
supervisada por sus hijas; 6 volúmenes, Espasa-Calpe, Madrid, 1923-25
Tradiciones peruanas, la primera edición peruana completa de las tradiciones
de Palma; 6 volúmenes, Editorial Cultura Antártica, Lima, 1951
Tradiciones peruanas completas, a cargo de Edith Palma, nieta del escritor e
hija de Clemente Palma; Aguilar, Madrid, 1952 (varias reediciones; incluye
también los Anales de la Inquisición de Lima, La bohemia de mi
tiempo y Recuerdo de España, artículos, los “prólogos” humorísticos que
acompañaban algunas series, y numerosos apéndices)
Resumen:
Se trata de relatos cortos de ficción histórica que narran, de forma entretenida y
con el lenguaje propio de la época, sucesos basados en hechos históricos de
mayor o menor importancia, propios de la vida de las diferentes etapas que pasó
la historia del Perú, sea como leyenda o explicando costumbres existentes.
José María Arguedas
Biografía:
José María Arguedas Altamirano nació en Andahuaylas, en la sierra sur del Perú
el 18 de enero de 1911. Proveniente de una familia criolla y aristócrata por parte
materna, quedó huérfano de madre a los tres años de edad. Por la poca presencia
de su padre ―abogado litigante y viajero, y su mala relación con su madrastra y
su hermanastro, se refugió en el cariño de los sirvientes andinos, lo que hizo que
se adentrara en la lengua y costumbres quechuas que modelaron su personalidad.
Sus estudios de primaria los realizó en San Juan de Lucanas, Puquio, Ayacucho y
los de secundaria en Huancayo y Lima.
Ingresó a la Facultad de Letras de la Universidad de San Marcos, en 1931; allí se
licenció en Literatura, y posteriormente cursó Etnología; se recibió de bachiller en
1957 y de doctor en 1963. De 1937 a 1938 sufrió prisión en razón de una protesta
contra un enviado del dictador italiano Benito Mussolini, y se afilió al partido
comunista. Paralelamente a su formación profesional, en 1941 empezó a
desempeñar el profesorado, primero en Sicuani, Cuzco, y luego en Lima, en los
colegios nacionales Alfonso Ugarte, Guadalupe y Mariano Melgar, hasta 1949.
Ejerció también como funcionario en el Ministerio de Educación, poniendo en
evidencia su interés por preservar y promover la cultura peruana, en especial la
música y la danza andina. Fue Director de la Casa de la Cultura (1963-1964) y
Director del Museo Nacional de Historia (1964-1966). En el campo de la docencia
superior, fue catedrático de Etnología en la Universidad de San Marcos (1958-
1968) y en la Universidad Nacional Agraria La Molina (1962-1969). Agobiado por
conflictos emocionales, puso fin a sus días disparándose un tiro en la cabeza el 2
dertímbre de 1969, a los 58 años de edad.
Su obra narrativa refleja, descriptivamente, las experiencias de su vida recogidas
de la realidad del mundo andino, y está representada por las siguientes
obras: Agua (1935), Yawar fiesta (1941), Diamantes y pedernales (1954), Los ríos
profundos (1958), El Sexto (1961), La agonía de Rasu Ñiti (1962), Todas las
sangres (1964), El sueño del pongo (1965), El zorro de arriba y el zorro de
abajo (publicado póstumamente en 1971). Toda su producción literaria ha sido
compilada en los primeros cinco tomos de sus Obras completas (1983). Además,
realizó traducciones y antologías de poesía y cuentos quechuas, cómo sus
trabajos de antropología y etnología y su producción no literaria en general se
encuentran compilados en la segunda parte de sus Obras completas (2012).
Vida Universitaria:
En 1931, ya con 20 años de edad, se estableció permanentemente en Lima e
ingresó a la Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Allí, contra lo que esperaba, fue recibido con cordialidad y respeto por sus
condiscípulos, entre los que se contaban los futuros filósofos Luis Felipe
Alarco y Carlos Cueto Fernandini, y los poetas Emilio Adolfo Westphalen y Luis
Fabio Xammar. A raíz del fallecimiento de su padre, ocurrido el año siguiente, se
vio forzado a ganarse la vida entrando a trabajar como auxiliar en la
Administración de Correos. Era apenas un puesto de portapliegos, pero los
180 soles mensuales de sueldo aliviaron sus necesidades económicas a lo largo
de cinco años.
En 1933 publicó su primer cuento, «Warma kuyay», publicado en la revista Signo.
En 1935 publicó Agua, su primer libro de cuentos, que obtuvo el segundo premio
de la Revista Americana de Buenos Aires y que inauguró una nueva época en la
historia del indigenismo literario. En 1936 fundó con Augusto Tamayo
Vargas, Alberto Tauro del Pino y otros, la revista Palabra, en cuyas páginas se ve
reflejada la ideología propugnada por José Carlos Mariátegui.
En 1937 fue apresado por participar en las protestas estudiantiles contra la visita
del general italiano Camarotta, jefe de una misión policial de la Italia fascista. Eran
los días de la dictadura de Óscar R. Benavides. Fue trasladado al penal «El
Sexto» de Lima, donde permaneció 8 meses en prisión, episodio que tiempo
después evocó en la novela del mismo nombre. Pero a pesar de simpatizar con el
ideario comunista, nunca participó activamente en la política militante. Estando en
prisión, se dio tiempo para traducir muchas canciones quechuas que aparecieron
en su segundo libro publicado: Canto kechwa.
Novelas:
Cuentos:
1935: Agua. Colección de cuentos integrada por: Agua, Los escoleros y Warma
kuyay. Segundo premio en el concurso internacional promovido por la Revista
Americana de Buenos Aires. Traducida al ruso, alemán, francés e inglés por La
Literatura Internacional, de Moscú.
1955: La muerte de los Arango. Cuento. Primer premio del Concurso
Latinoamericano de Cuento en México.
1962: La agonía de Rasu Ñiti. Cuento.
1965: El sueño del pongo. Cuento, en edición bilingüe (castellano-quechua).
1967: Amor mundo. Colección de cuatro cuentos de tema erótico: «El horno
viejo», «La huerta», «El ayla» y «Don Antonio».
1972: El forastero y otros cuentos (Montevideo: Sandino). Contiene «El
barranco», «Orovilca», «Hijo solo» y «El forastero».
1972: Páginas escogidas (Lima: Universo). Selección de la obra de Arguedas,
editada por Emilio Adolfo Westphalen.
1973: Cuentos olvidados (Lima: Imágenes y Letras). Compilación de cuentos
perdidos en periódicos y revistas de los años 1934 y 1935, edición y notas de
José Luis Rouillon.
1974: Relatos completos (Buenos Aires: Losada). Contiene los siguientes
importantes relatos: «Agua», «Los escoleros», «Warma kuyay», «El
barranco», Diamantes y pedernales, «Orovilca», «La muerte de los Arango»,
«Hijo solo», La agonía de Rasu Ñiti, El sueño del pongo, «El horno viejo», «La
huerta», «El ayla» y «Don Antonio».
Reconocimientos:
Obras:
AGUA
Resumen:
Es una historia en la que se relata la forma del reparto del agua de una laguna
entre la comunidad de San Juan y el caserío de Ventanilla, tras la orden del
principal y dueño del pueblo Braulio Félix, y con el apoyo del alcalde de la
localidad
LA MUERTE DE LOS ARANGO
Resumen:
Esto se evidencia a través del relato “La muerte de los Arango” de José María
Arguedas. Tal análisis, tiene como objetivo evidenciar la naturaleza bicultural de
ciertas creencias, simbologías, costumbres y rituales desarrollados en torno a la
dicotomía vida-muerte.
LOS RÍOS PROFUNDOS
Resumen:
Ernesto, un adolescente sensible y escindido entre su afecto por los indios, que le
han criado, y su pertenencia a la clase hacendada, descubrirá en sus viajes por
Perú con su padre, y en su estancia en un internado religioso
Julio Ramon Ribeyro
Biografía:
Julio Ramón Ribeyro nació a las 19 horas el 31 de agosto de 1929, en Santa
Beatriz (Cercado de Lima). Hijo de Julio Ramón Ribeyro Bonello (trabajó en la
Casa Ferreyros) y Mercedes Zúñiga Rabines (secretaria bilingüe en el Banco Perú
y Londres), fue el primero de cuatro hermanos (Juan Antonio, Mercedes y Josefina
“Chamina”). Su familia era de clase media, pero en generaciones anteriores había
pertenecido a la clase alta, pues entre sus ancestros se contaban personajes
ilustres de la cultura y la política peruana, de tendencia conservadora y civilista. En
su niñez vivió en Santa Beatriz un barrio de clase media limeño y luego se mudó
a Miraflores, residiendo en el barrio de Santa Cruz, aledaño a la huaca Pucllana.
Su educación escolar la recibió en el Colegio Champagnat de Miraflores. La
muerte de su padre (fallecido de tuberculosis) lo afectó mucho y complicó la
situación económica de su familia.
Posteriormente, estudió Letras y Derecho en la Pontificia Universidad Católica del
Perú, entre los años 1946 y 1952, donde coincidió con Pablo Macera, Alberto
Escobar y Luis Felipe Angell “Sofocleto”, entre otros jóvenes con intereses
intelectuales y artísticos. Inició su carrera como escritor con el cuento La vida
gris que publicó en la revista Correo Bolivariano, en 1949. En 1953 ganó una beca
de periodismo otorgado por el Instituto de Cultura Hispánica, que le permitió viajar
a España.
Primer viaje a Europa (1953–1958)
Viajó en barco a Barcelona el 20 de octubre, en el Américo Vespucci, llegando a
Barcelona el 14 de noviembre, y de ahí pasó a Madrid, donde permaneció un año
e hizo estudios en la Universidad Complutense de dicha ciudad. También escribió
algunos cuentos y artículos.
Al culminarse su beca en 1953, viajó a París, residiendo en el Barrio Latino, para
preparar una tesis sobre literatura francesa en la Universidad La Sorbona. Por
entonces escribió su primer libro Los gallinazos sin plumas, una colección de
cuentos de temática urbana, considerado como uno de sus más logrados escritos
narrativos. Pero abandonó los estudios y permaneció en Europa realizando
trabajos eventuales, alternando su estancia en Francia con breves temporadas
en Alemania y Bélgica. Fue así que entre 1955 y 1956 estuvo en Múnich, con una
beca por un año, donde escribió su primera novela, Crónica de San Gabriel.
Regresó a París (1956) y luego viajó a Amberes en 1957, donde trabajó en una
fábrica de productos fotográficos. En 1958, regresó a Alemania y permaneció un
tiempo en Berlín, Hamburgo y Fráncfort del Meno. Durante su estadía europea
tuvo que realizar muchos oficios para sobrevivir, como reciclador de periódicos,
conserje, cargador de bultos en el metro, vendedor de productos de imprenta, etc.
Regresó a Lima en 1958. Trabajó como profesor en la Universidad Nacional de
San Cristóbal de Huamanga, en Ayacucho, a cuya solicitud se dedicó a la creación
de un Instituto de Cultura Popular, en 1959. En 1960 publicó su novela Crónica de
San Gabriel, que le hizo merecedor del Premio Nacional de Novela de ese año.
Segundo viaje a Europa (1961)
En 1961, volvió a París, donde trabajó como periodista durante diez años, en
la Agencia France Press.
En 1972, durante el gobierno de Juan Velasco Alvarado, fue nombrado como
agregado cultural en la embajada peruana en París. Luego fue ministro consejero
y delegado adjunto ante la UNESCO.
Se casó con Alida Cordero y tuvieron un único hijo. En 1973, se operó por primera
vez de un cáncer pulmonar, provocado por su tabaquismo, y a raíz de lo cual
recibió un largo tratamiento. Inspirado en esta experiencia, escribió un libro
titulado Solo para fumadores.
En 1983, recibió el Premio Nacional de Literatura, y diez años después, el
Nacional de Cultura.
Últimos años
Generoso con sus amigos y con escritores jóvenes, Ribeyro nunca tuvo enemigos
y fue siempre muy valorado por sus contemporáneos.
En diciembre de 1985 se anunció su nombramiento como Embajador – Delegado
Permanente del Perú ante la UNESCO, designado por el presidente Alan García y
ratificado por el Senado de la República. Asumió el cargo en 1986 y se mantuvo
hasta 1990.
Tuvo un intercambio verbal muy áspero con su compatriota y amigo Mario Vargas
Llosa, a raíz de la discusión desatada en el Perú en torno a la proyectada
estatización de la banca del primer gobierno de Alan García, que dividió a la
opinión pública del país. Ribeyro criticó a Mario que apoyara a los sectores
conservadores de su país, oponiéndose así, según él, a la irrupción de las clases
populares. Vargas Llosa no dejó pasar la oportunidad de responderle en
sus memorias El pez en el agua (1993), señalándole su falta de coherencia, que lo
llevaba a mostrarse servil con cada gobierno de turno solo con el fin de mantener
su cargo diplomático en la Unesco. Sin embargo, al margen de este episodio,
Vargas Llosa ha alabado incesantemente la obra literaria de Ribeyro, a quien
considera como uno de los grandes narradores de habla hispana. La relación
entre ambos autores, que compartieron piso en París, fue por lo demás compleja y
llena de misterios.
Sus últimos años los pasó viajando entre Europa y el Perú 5. En el último año de su
vida había decidido radicar definitivamente en su patria. Ribeyro falleció el 4 de
diciembre de 1994, en el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas
(Surquillo) días después de obtener el Premio de Literatura Juan Rulfo. Fue
enterrado en el Cementerio Jardines de la Paz (La Molina) y en su epitafio se
puede leer: «La única manera de continuar en vida es manteniendo templada la
cuerda de nuestro espíritu, tenso el arco, apuntando hacia el futuro».
Balance de su obra
Tras su fallecimiento, se hicieron más ediciones de La palabra del mudo. La última
es la de la Editorial Seix-Barral, en dos volúmenes para el Perú (2009) y uno para
España (2010), que abarca la totalidad de los cuentos publicados por el autor bajo
el formato de libro, a lo que los editores sumaron los 6 cuentos olvidados («La vida
gris», «La huella», «El cuarto sin numerar», «La careta», «La encrucijada» y «El
caudillo»), 3 desconocidos («Los Huaqueros», «El Abominable» y «Juegos en la
infancia») y un inédito («Surf»).
Otro de sus cuentos más representativos es «Alienación», en el que se narra la
vida de Roberto, un muchacho Afroperuano, cuyo único objetivo es convertirse en
un blanco americano de los Estados Unidos y conquistar a la hermosa Queca.
Este cuento fue traducido al inglés con el título de «Alienation», en la
antología BEINGS: Contemporary Peruvian Short Stories, Berforts Press, Londres,
2014.
La crítica lo integra en el trío más importante de los cuentistas hispanoamericanos,
junto a Julio Cortázar y Jorge Luis Borges.
Novelas:
Obras:
La palabra del mudo
Resumen:
Se encarga de dar voz a aquellos personajes que en la vida cotidiana están
privados de ella: los marginados, los olvidados, los condenados a una existencia
soterrada.
La tentación del fracaso
Resumen:
“Los diarios, rtístic en Espana, de un autor de culto del boom iberoamericano. En
estas paginas se rtís encontrar a Ribeyro al desnudo, expuesto a los avatares de
la cotidianidad, aunque con una asombrosa conciencia rtística de su oficio literario.
Ciro Alegría
Biografía:
Ciro Alegría Bazán (Sartimbamba, La Libertad, 4 de
noviembre de 1909- Chaclacayo, Lima, 17 de febrero de 1967) fue un escritor,
político y periodista peruano. Es uno de los máximos representantes de la
narrativa indigenista, marcada por la creciente conciencia sobre el problema de la
opresión de los indígenas y por el afán de dar a conocer esta situación, cuyas
obras representativas son las llamadas “novelas de la tierra”. En ese sentido es
autor de las siguientes: La serpiente de oro (1935), Los perros hambrientos (1939)
y El mundo es ancho y ajeno (1941), su obra cumbre y una de las novelas más
notables de la literatura hispanoamericana, con numerosas ediciones y traducida a
muchos idiomas.
Al margen de sus méritos literarios, se recuerda a Alegría por su calidad humana y
su bonhomía, salpicada de un humor muy peculiar. Hijo de hacendados, desde
pequeño interactuó con el personal a cargo de las actividades agrícolas. De
recuerdos de su infancia y de los relatos que oyó nacieron sus grandes novelas
indigenistas. De sus padres recibió una educación liberal, que contrastaba con
aquel ambiente en que creció. Ciro Alegría es uno de los representantes más
destacados del Grupo Norte que surgiera en la primera mitad del siglo XX en la
ciudad de Trujillo.
Biografía ampliada:
Nacimiento e infancia
Ciro Alegría nació en el caserío de Quilca, uno de los 7 “pungos” (casas de
administración y gestión), en que se dividía Marcabal Grande, la extensísima
hacienda de su familia (más de 75.000 hectáreas), en la sierra del departamento
de La Libertad, cerca de la ciudad de Huamachuco.
Su padre, José Eliseo Alegría Lynch, natural de Huamachuco, fue un joven
intelectual de raíces peruanas e irlandesas, lector del conocido político
peruano Manuel González Prada, quien desafió la autoridad de don Teodoro
Alegría, padre de José Eliseo y abuelo del novelista, casándose con la hija del
capataz de la hacienda, doña María Herminia Bazán Lynch, quien era su prima.
José Eliseo intentó una pequeña reforma agraria favoreciendo a los campesinos
de Marcabal Grande pero don Teodoro, que había dejado a José Eliseo al frente
de la hacienda y vivía en Lima como diputado, regresó a sus tierras y deportó a su
hijo a Quilca, un modesto caserío parte de la hacienda ubicado en las
estribaciones orientales de la Cordillera de los Andes. Ahí nació y vivió su primera
infancia Ciro Alegría, rodeado de nativos hispanohablantes hasta la edad de cinco
años, cuando se trasladó con sus padres a Marcabal Grande.
Algún tiempo después, el abuelo recordó que su nieto tenía que escolarizarse y lo
separó de sus padres para enviarlo a Trujillo (capital del departamento de La
Libertad, en la costa), donde fue matriculado en el primer año de primaria del
afamado Colegio San Juan, siendo temporalmente su maestro el muy reconocido
poeta peruano César Vallejo Durante esos años escolares vivió en casa de su
abuela paterna Elena Lynch Calderón de la Barca de Alegría.
En 1920 Alegría enfermó de malaria y volvió a los Andes, prosiguiendo su
educación primaria en el Instituto Moderno de Cajabamba. Vivió entonces en casa
de su tío Gerardo Falcón. En 1923, a los quince años, vivió en la hacienda
Marcabal Grande, donde fue encargado de supervisar el cumplimiento de las
tareas agrícolas de los peones. Aprendió entonces mucho de las costumbres y
maneras de vivir de los nativos.
Adolescencia
En 1924 su padre lo envió de nuevo a Trujillo, para cursar la secundaria en el
Colegio San Juan. Por entonces definió su vocación y escribió, alentado por su
familia, sus primeros relatos y poemas. En especial su madre fue la que tuvo
influencia en su vocación literaria, pues a ella solía leerle Alegría sus primeros
escritos, tomando muy en cuenta sus cariñosos y atinados comentarios.
Las vacaciones de 1925 Alegría las pasó en la hacienda Galindo, en las cercanías
de Trujillo, en casa de su tío Constante Bazán Lynch. Tuvo entonces la
oportunidad de ver como era la vida en una hacienda de caña de azúcar.
En 1926, cuando Alegría tenía 18 años, falleció su madre. A mediados de ese año
el futuro novelista se escapó a Lima con un compañero de colegio apellidado
Rojas, quien había inventado un acumulador de electricidad y planeaba
aprovecharlo comercialmente. El amigo no logró su propósito y volvió a Trujillo
pero Ciro decidió permanecer en Lima, intentando publicar un artículo y varios
cuentos. Pero fracasó, igual que su amigo; sin dinero, tuvo que dormir a la
intemperie, en las bancas del zoológico. Un tío suyo lo encontró por azar y lo
convenció de retornar a Trujillo. Ciro volvió entonces y reingresó al colegio para
continuar cursando el tercer año de secundaria, logrando aprobar los exámenes
finales, pese al tiempo perdido.
En 1927, cursando el cuarto año de secundaria, fue nombrado director de un
pequeño periódico del Colegio, llamado Tribuna Sanjuanista. La publicación llamó
la atención de Antenor Orrego, entonces director del diario El Norte de Trujillo,
quien convocó a Ciro para que trabajara con él como periodista. Durante el
período vacacional escolar de enero a marzo de 1928, Ciro trabajó como reportero
policial, anotándose algunos éxitos y publicando por primera vez algunos poemas
de tendencia vanguardista.
En 1928 siguió sus estudios del último año de secundaria, aunque después de
clases continuó trabajando en El Norte, en tareas especiales que no le
demandaban demasiado tiempo.
Estudiante universitario
En 1929 estuvo trabajando en una compañía de construcción, que hizo una
carretera y un puente sobre el río Virú. Luego volvió a la redacción de El Norte y
ese mismo año enfermó nuevamente de malaria.
En 1930, tras discutir con Orrego, abandonó El Norte e ingresó a la redacción
de La Industria, importante diario trujillano. También ese mismo año ingresó a la
Facultad de Letras de la Universidad Nacional de Trujillo. A fines del año participó,
junto con otros estudiantes, en un intento de reforma universitaria, movimiento que
fracasó. Junto con otros dirigentes Ciro fue expulsado de la Universidad.
Militante aprista
A comienzos de 1931 Alegría se afilió al Partido Aprista, formando parte del
Comité Ejecutivo del Primer Sector del Norte, con sede en Trujillo. Durante todo
ese año estuvo dedicado a labores de propaganda política que luego pasaron a
ser de oposición al naciente gobierno militar del golpista Luis Sánchez Cerro.
En diciembre de 1931 fue apresado y retenido en la cárcel de Trujillo hasta el 7 de
julio de 1932, fecha en que participantes en la llamada revolución lo liberaron,
junto con todos los demás presos de esa cárcel. Alegría inmediatamente tomó
parte en la revuelta, bárbaramente reprimida por las fuerzas del orden. Huyó hacia
la Sierra con ánimo de seguir rumbo al norte pero, tras varios meses de
escapatoria, fue capturado en la provincia de Celendín.
Alegría fue trasladado a Trujillo, donde el tribunal encargado de juzgar a los
rebeldes ya lo había sentenciado a diez años de prisión, en ausencia. Fue
torturado y luego enviado a Lima donde fue recluido en la Penitenciaría. Allí recibió
la visita de la joven Rosalía Amézquita Alegría, un año menor que Ciro aunque su
tía en segundo grado. Entre ellos se inició un romance que perduró durante toda la
carcelería del futuro novelista y continuó fuera de la cárcel cuando el
general Óscar R. Benavides asumió el gobierno luego del asesinato de Luis
Sánchez Cerro por un partidario aprista. Benavides dio una ley de amnistía para
los presos sin proceso y los que todavía seguían enjuiciados. Como ya había sido
sentenciado, aparentemente no le beneficiaba la amnistía, pero un jurista
descubrió un decreto que consideraba ilegales las condenas en ausencia. En tal
caso Ciro quedaba como enjuiciado y le correspondía entonces la amnistía. Salió
en libertad en octubre de 1933.
Ingresó entonces a la redacción del diario aprista La Tribuna de Lima, donde hizo
varias crónicas, reportajes y ocasionalmente la sección “Barricada”. Tras intervenir
en el llamado “complot de El Agustino” (intentona revolucionaria aprista en Lima),
en diciembre de 1934 fue desterrado a Chile.
Destierro en Chile y sus primeras novelas
Alegría arribó a Santiago el 13 de diciembre de 1934, día en el que era asesinado
su compatriota, el poeta José Santos Chocano. Su novia Rosalía lo siguió a
Santiago después de un matrimonio religioso en Lima realizado por poderes que
Ciro remitió desde Chile.
Rosalía viajó a Chile, donde la pareja vivió hasta 1941. Su primer trabajo exitoso
fue transformar su cuento “El Marañón” en la que sería su primera novela, La
serpiente de oro, con la cual ganó en Chile el concurso literario convocado por la
Editorial Nascimento. Al año siguiente fue elegido miembro del directorio de la
Sociedad de Escritores de Chile y comenzó a trabajar en la Editorial Ercilla, como
corrector de originales. Asimismo, con la colaboración de su esposa Rosalía,
tradujo del francés obras de Stefan Zweig e Ilya Ehrenburg, por encargo de la
Editorial Zig-Zag.
A fines de 1936, Alegría enfermó de tuberculosis pulmonar. Se internó en el
sanatorio de San José de Maipo donde estuvo dos años, acompañado por su
esposa. Poco antes de darle de alta le aplicaron un neumotórax y una burbuja de
aire le produjo una embolia cerebral, lo que le causó una parálisis temporal,
anulándole la capacidad de escribir. Durante su recuperación y a manera de
terapia, compuso su novela Los perros hambrientos, tarea que le demandó un
mes de labor. Presentó la obra al concurso convocado por la Editorial Zig-Zag. De
las 62 obras presentadas, la suya obtuvo el segundo puesto, siendo el fallo del
jurado muy discutido. La novela se publicó en agosto de 1939. En septiembre de
1938 había nacido Ciro Guillermo, su primer hijo.
El mundo es ancho y ajeno, su gran novela
Con el apoyo económico de un grupo anónimo de intelectuales chilenos, Ciro pudo
dedicarse a componer su novela más extensa, El mundo es ancho y ajeno,
terminada en octubre de 1940, año en el que había nacido Alonso, su segundo
hijo. Con esta novela ganó en 1941 el Concurso Latinoamericano de Novela
convocado desde Estados Unidos por la prestigiosa Editorial Farrar & Rinehart y
auspiciado por la Unión Panamericana de Washington. Fue invitado a Nueva
York adonde viajó para recibir el premio, quedando en Lima Rosalía Amézquita y
los dos pequeños hijos de ambos. El premio le fue entregado en un banquete
ofrecido en el Hotel Waldorf Astoria en el Día de las Américas, 14 de abril de 1941.
Esta novela es un clásico de la literatura peruana e hispanoamericana.
El 19 de abril de 1941, en compañía del ensayista venezolano Mariano Picón
Salas, Alegría viajó a Puerto Rico y participó en la Conferencia Interamericana de
Escritores. Concurrió posteriormente al Congreso de Escritores Americanos de
Washington, donde conoció al escritor norteamericano Waldo Frank, con quien
mantuvo desde entonces una gran amistad. En octubre de 1941 apareció la
traducción al inglés de El mundo es ancho y ajeno (Broad and Allien is the World)
y su libro fue ubicado por la prensa en el cuarto lugar de ventas.
Estancia en los Estados Unidos y Puerto Rico
Después del ataque a Pearl Harbor y al no poder volver a Chile por motivo de la
guerra, ni al Perú por ser exiliado político, trabajó unos meses en la
revista Selecciones del Reader’s Digest (1942). Ocupó también un puesto en la
sección de prensa de la oficina encargada de la propaganda de guerra de los
Estados Unidos en América Latina, con sede en Washington. En 1943 fue
trasladado a la sede de la oficina en Nueva York, trabajando en la sección de radio
y, eventualmente, en la de prensa.
Durante 1945 se dedicó a trabajar como traductor en la compañía
cinematográfica Metro-Goldwyn-Mayer. Ese año se divorció por mutuo acuerdo de
Rosalía Amézquita, quien había permanecido con sus hijos en el Perú. Asimismo
fue llamado por don Federico de Onís para dictar un curso sobre la novela
hispanoamericana en la Universidad de Columbia. Su amiga Gabriela Mistral lo
invitó desde San Francisco (1946) y esta visita dio motivo a su libro
póstumo Gabriela Mistral íntima. Pertenece a esta época su breve matrimonio con
la puertorriqueña Ligia Marchand.
En 1948 le recrudeció una vieja dolencia contraída en la Penitenciaría de Lima.
Fue operado con éxito de la vesícula. Ese mismo año se separó pública e
irrevocablemente del partido aprista, explicando su actitud en declaraciones y
artículos publicados en El Diario de Nueva York. Aparte de este diario, colaboró
también en La Prensa de la misma ciudad y en revistas en inglés como Red
Book, Encore, Free World, The Nation y otras.
En 1949 fue contratado por la universidad de Puerto Rico, donde dictó durante
cuatro años cursos de literatura hispanoamericana y técnica de la novela en el
Departamento de Estudios Hispánicos. En esos años colaboró también en el
diario El Mundo de San Juan de Puerto Rico y la revista Asonante.
En 1950 presentó al Congreso de Literatura Ibero-americana celebrado
en Albuquerque, Nuevo México, un trabajo titulado “El Personaje de la Novela
Hispanoamericana”, que apareció en las Memorias de dicho Congreso.
Estancia en Cuba
En 1953 fue invitado al Congreso de Escritores Martianos en La Habana, al que
asistió más de un centenar de escritores de Europa y América. Fue nombrado
vicepresidente de la Comisión II de dicho Congreso, comisión dedicada a
examinar temas literarios y artísticos. Alegría renunció a su cátedra en la
Universidad de Puerto Rico y se estableció en Cuba, dedicándose intensamente a
su trabajo como escritor y periodista. Trabajaba entonces en cuatro proyectos de
novela y colaboró con la revista Letras Peruanas.
En 1956 fue invitado por la Universidad de Oriente (Santiago de Cuba) a dictar un
curso sobre la novela y su técnica. Además, aceptó escribir la historia de la Casa
Bacardi, productores del ron del mismo nombre. La tituló Cien años de vida
productiva.
También en 1956 conoció a la poetisa cubana Dora Varona, con quien contrajo
matrimonio en 1957.
Retorno al Perú e incursión en la política[editar]
Con el Perú nuevamente en democracia, el año 1957 fue invitado al Festival del
Libro Peruano, organizado por los editores Juan Mejía Baca, P. L. Villanueva
y Manuel Scorza. Tras una larga ausencia de 23 años arribó al Perú el 4 de
diciembre de 1957, día en que conoció a sus dos hijos, a quienes había dejado en
Lima en 1941. Este retorno se había truncado en múltiples ocasiones a causa de
la concatenación de dictaduras y gobiernos políticamente enemigos que le
impidieron volver a su patria. Fue objeto de un recibimiento multitudinario y su
obra alcanzó gran difusión con el Festival del Libro Peruano, al que asistieron
escritores amigos como el ecuatoriano Jorge Icaza y el peruano Enrique López
Albújar.
Alegría viajó por el Perú dando conferencias en universidades y centros culturales.
Fue nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Trujillo. Volvió a Cuba
con la idea de regresar pronto al Perú. Desde febrero de 1958 colaboró
asiduamente en el diario El Comercio de Lima. En diciembre de 1958 nació su hija
Cecilia Alegría Varona y Alegría decidió retornar al Perú con su familia.
El 12 de enero de 1960 arribó una vez más a Lima. En abril de ese año enfermó
gravemente de una úlcera duodenal y al mes siguiente fue operado, aprovechando
su convalecencia para escribir varios cuentos y leyendas.
El 23 de abril de 1960 la Academia Peruana de la Lengua —dirigida por Víctor
Andrés Belaunde— lo eligió por unanimidad como miembro de número. En
octubre asistió al Tercer Festival del Libro de América, en Buenos Aires. Viajó
a Montevideo y colaboró con el afamado diario argentino La Nación. En 1961 dejó
de colaborar enEl Comercio y empezó a escribir para el diario Expreso, y para la
revista Caretas de Lima.
Se afilió al partido Acción Popular, a instancias de su líder, el arquitecto Fernando
Belaúnde Terry. Después de fracasar en las elecciones de 1962 como candidato a
una senaduría por La Libertad, en las elecciones convocadas por una Junta Militar
de Gobierno en 1963 ganó una diputación por Lima. En septiembre del mismo año
la editorial Populibros publicó su libro de relatos Duelo de caballeros, obra que
tuvo gran acogida.
Fue invitado al Segundo Encuentro Internacional de Escritores, celebrado
en Berlín en 1964 al que asistieron –entre otros– Jorge Luis Borges y Julio Ramón
Ribeyro. Por invitación del Parlamento francés, viajó a Francia y luego a Italia.
Estando allí recibió una invitación especial de la Universidad de Yale, donde dictó
charlas y conferencias.
Ya de vuelta en el Perú se mudó a Chaclacayo, en busca de mejor clima, y asistió
al Primer Encuentro de Narradores Peruanos, convocado por la Casa de la Cultura
de Arequipa que dirigía el crítico Antonio Cornejo Polar. El 28 de mayo de 1966
fue elegido presidente de la Asociación Nacional de Escritores y Artistas (ANEA),
venciendo a Luis Alberto Sánchez, connotado líder aprista por entonces rector de
la Universidad de San Marcos.
Fumador empedernido, Alegría —quien se consideraba miembro de la “generación
del 30”— frecuentó a artistas de diversas generaciones. Fue asiduo concurrente a
las tertulias que organizaba el librero Juan Mejía Baca, alternando con Martín
Adán, Arturo Hernández y Francisco Izquierdo Ríos.
Fallecimiento:
Ciro Alegría falleció el 17 de febrero de 1967, a la 1:30 a.m., a causa de un infarto
cardíaco, tras una agonía dolorosa. Su muerte fue sorpresiva, recién cumplidos los
58 años y cuando gozaba de buena salud. El presidente Belaunde decretó que le
fueran tributados honores de Ministro de Estado. Fue también condecorado
póstumamente con las Palmas Magisteriales en el más alto grado de Amauta.
Actualmente llevan su nombre diversas entidades culturales y educativas
peruanas, una calle en Miraflores (Lima) y un pueblo del norte de la Amazonía
peruana.
Obras:
Resumen:
El mundo es ancho y ajeno es una novela del escritor peruano Ciro Alegría,
publicada en 1941, considerada como una de las obras representativas de la
literatura indigenista o regionalista, y la obra maestra de su autor.
La serpiente de oro
Resumen:
La novela es un relato sobre la vida cotidiana de los cholos balseros del caserío de
Calemar, a orillas del río Marañón, en la ceja de selva del norte del Perú.
La ofrenda de piedra
Resumen:
Supone la comprensión de un motivo positivo de civilización en la cruz del cerro
(pero va del viejo indio hacia el niño blanco, no al revés), en que una costumbre
ancestral se ha incluido en el cristianismo configurando esa síntesis que es el
Perú.
Abraham Valdelomar
Biografía:
Fue el sexto hijo de Anfiloquio Valdelomar Fajardo y de María Carolina de la
Asunción Pinto Bardales. Hasta los cuatro años de edad vivió en una pequeña
casa en la Calle Arequipa # 286 de su ciudad natal, Ica. Hasta el año 2007 podía
apreciarse una placa recordatoria en dicha casa señalando el hecho;
lamentablemente, el terremoto de aquel año provocó el derrumbe completo de
esta primera casa de Valdelomar.
En 1892 se trasladó con su familia al puerto de Pisco, donde su padre encontró
trabajo como empleado de la aduana. Allí empezó sus estudios primarios. Las
experiencias de su infancia, vinculada al mar y al campo, influyeron decisivamente
en su obra. En 1899 se trasladó a Chincha donde concluyó su educación primaria.
En 1900 viajó a Lima donde estudió la secundaria en el Colegio Guadalupe; allí
fundó y dirigió un periódico escolar: La Idea Guadalupana (1903).
En 1904 concluyó sus estudios secundarios y durante unos meses desempeñó el
puesto de archivero en la Inspección Municipal de Educación de Chincha.
En 1905 ingresó a la Facultad de Letras de la Universidad de San Marcos. Sin
embargo, dejó las clases al año siguiente para trabajar como dibujante de revistas
como Aplausos y silbidos, Monos y Monadas, Fray
Kbzón, Actualidades, Cinema y Gil Blas. Luego desplegó su talento literario que
fue acogido por diarios y revistas. Sus primeros versos, de estilo modernista, los
publicó la revista Contemporáneos (1909); sus primeros cuentos aparecieron
en 1910 en Variedades y Balnearios.
En 1910 reanudó sus estudios en la Facultad de Letras de la Universidad Mayor
de San Marcos; ese mismo año se incorporó al ejército cuando hubo el peligro de
una conflagración con el Ecuador. A raíz de ello empezó a escribir crónicas
para El Diario de Lima, que envió desde la Escuela Militar de Chorrillos bajo el
título de Con la argelina al viento.
En septiembre de 1910 viajó a Arequipa, Cuzco y Puno. Su fama literaria se
consolidó al año siguiente con dos novelas cortas que salieron a la luz: La ciudad
muerta (1911) y La ciudad de los tísicos (1911), publicadas por entregas
en Ilustración Peruana y en Variedades, respectivamente.
Esta obra temprana (poemas, crónicas periodísticas y cuentos) está marcada por
la influencia del modernismo y de don Manuel González Prada; en sus novelas
cortas es más patente su devoción por Gabriele D’Annunzio.
En 1912 participó fervorosamente en la campaña presidencial de Guillermo
Billinghurst. Tras la victoria electoral de este, los estudiantes billinghuristas
lanzaron la candidatura de Valdelomar a la presidencia del Centro Universitario
de San Marcos. Pero la elección la ganó otro estudiante, adversario de
Billinghurst. En respuesta, Valdelomar fundó el Centro Universitario Billinghurista.
El gobierno de Billinghurst le otorgó la dirección del diario oficial El Peruano (que
ejerció del 1º de octubre de 1912 al 30 de mayo de 1913), y por R.S. N.º 484
del 12 de mayo de 1913, un puesto diplomático, como Secretario de Segunda
Clase de la Legación peruana en Italia. Antes de partir hacia Europa, Valdelomar
se batió a duelo de espada con Alberto Ulloa Sotomayor, representante de los
estudiantes limeños que se oponían a la politización de la Universidad y que había
publicado un artículo de protesta en La Prensa, que Valdelomar consideró
difamatorio. El duelo finalizó sin mayores consecuencias y sin que ambos rivales
lograran reconciliarse (tiempo después Ulloa se amistó con Valdelomar y prologó
su libro de cuentos El caballero Carmelo).
Valdelomar se embarcó el 1º de julio de 1913 en el vapor Ucayali, con destino
a Roma. Una vez más debió truncar sus estudios universitarios pero viajó con la
intención de retomarlos en Italia (lo que no se concretaría). Desde Roma escribió
para el diario La Nación de Lima sus Crónicas de Roma. Allí también escribe su
obra más importante, El caballero Carmelo, cuento con el que ganó un concurso
literario convocado por el diario La Nación (27 de diciembre de 1913).
En 1914, tras el derrocamiento de Billinghurst por el coronel Oscar R. Benavides,
renunció a su empleo diplomático y retornó al Perú. De nuevo en la capital
peruana, sufrió una fugaz detención acusado de conspirar contra el nuevo
gobierno (junio de 1914).
Trabajó luego como secretario personal del polígrafo peruano José de la Riva-
Agüero y Osma, bajo cuya influencia escribió La mariscala, biografía novelada
de Francisca Zubiaga y Bernales (1803-1835), esposa del presidente Agustín
Gamarra y figura destacada de la política del Perú de inicios de la República. De
dicha obra hizo luego una versión teatral, con el mismo nombre, y en colaboración
con José Carlos Mariátegui (1916).
Planeó también editar un libro de Cuentos criollos bajo el título de La aldea
encantada, pero no llegó a concretarlo. Dos de dichos cuentos criollos aparecieron
publicados en La Opinión Nacional: El vuelo de los cóndores y Los ojos de
Judas (en julio y octubre de 1914, respectivamente).
En 1915 empezó a trabajar como secretario del Presidente del Consejo de
Ministros del gobierno de José Pardo y Barreda. Se dedicó de lleno
al periodismo y la literatura. Se erigió como un influyente líder de opinión y un
portavoz de la modernidad intelectual.
Colaboró sobre todo con el diario La Prensa, donde tuvo a cargo la
sección Palabras, dedicada a la política, desde julio de 1915 hasta su alejamiento
del diario en 1918. Se hizo popular por sus burlas hacia los políticos (entre
parlamentarios y ministros) de entonces. También publicó en La
Prensa sus Crónicas frágiles, donde hizo conocido su seudónimo de “El Conde de
Lemos”; y los Diálogos máximos, que transmitía conversaciones líricas entre él y
su amigo José Carlos Mariátegui representados bajo los nombres de Manlio y
Aristipo. También publicó en el mismo diario sus crónicas tituladas Impresiones; la
columna Fuegos fatuos, donde desplegó todo su humorismo e ironía; y finalmente
sus comentarios sobre la guerra mundial, aparecidos en 1917 bajo el rótulo de Al
margen del cable. Compuso también sus Cuentos chinos una suerte de crítica
hacia la dictadura de Óscar R. Benavides en forma de apólogos ambientados
en China, que fueron publicados igualmente en La Prensa (1915).
Ya por entonces llamaba la atención de la gente con su atildada indumentaria, sus
públicas improvisaciones poéticas y sus galanterías en confiterías y salones de té,
como en el famoso Palais Concert, situado en el jirón de la Unión, cerca a Palacio
de Gobierno, lugar que cobijó a la juventud intelectual de la época. Por lo general
formaba dúo con su gran amigo José Carlos Mariátegui, seis años menor que él.
Algunos le negaron originalidad y lo acusaron de ser imitador del británico Oscar
Wilde y del italiano D’annunzio, pero lo que nadie podía hacer era ignorarlo.
Pese a esas poses petulantes y escandalosas, Valdelomar seguía siendo en el
fondo un hombre humilde, que miraba al mundo con dulzura y gran capacidad de
emoción, tal como se denota en varias de sus creaciones literarias. La razón de su
actitud arrogante y provocadora, según el mismo lo explicaba, era para que todos,
en especial la encopetada alta sociedad limeña, prestaran atención a un escritor
provinciano como él, en una época en que hasta entonces los escritores (y menos
aún los provincianos) no habían tenido espacio propio ni un lugar de respeto en la
sociedad.
En 1916 fundó la efímera pero influyente Revista Literaria Colónida y encabezó el
movimiento intelectual del mismo nombre, Movimiento Colónida, que cohesionó a
una generación de artistas y escritores en torno a la ruptura con el academicismo
hispano y la libre renovación de temas y estilos, convocando a las juventudes
provincianas a compartir su empeño y atisbando con simpatía las nuevas
tendencias literarias italianas y francesas. Ese mismo año se publicó Las voces
múltiples, libro que reunió poemas suyos y de otros autores del movimiento: Pablo
Abril de Vivero, Federico More, Alfredo González Prada, Alberto Ulloa
Sotomayor, Félix del Valle, Antonio Garland y Hernán Bellido. En él aparecieron
los poemas más conocidos de Valdelomar: “Tristitia” y “El hermano ausente en la
cena pascual”.
En 1917 empezó a publicar en la revista Mundo Limeño la serie de
artículos Decoraciones de ánfora. Obtuvo el premio del concurso de Círculo de
Periodistas con su ensayo La psicología de gallinazo. En Mundo Limeño apareció
en dos entregas su novela corta o cuento largo: Yerba santa, así como el
cuento: Hebaristo, el sauce que murió de amor. Escribió también su
tragedia Verdolaga, de la que solo conservamos fragmentos.
En enero de 1918 renunció a La Prensa tras un conato de duelo con su director,
Glicerio Tassara, a raíz de una suplantación que hicieron en su columna
de Palabras. Ese mismo año salió a la luz su colección de cuentos El caballero
Carmelo (encabezada por el cuento del mismo nombre con que ganó el concurso
de 1913) y su ensayo sobre estética con meditaciones taurinas:
Luego realizó giras y dictó conferencias a lo largo y ancho del país. Viajó a las
provincias del norte del país (Trujillo, Cajamarca, Chiclayo, Piura y otras ciudades)
y se dirige luego al sur, recorriendo los departamentos
de Arequipa, Puno, Cuzco y Moquegua.
De regreso a su tierra natal fue aclamado unánimemente por la población iqueña.
Por ello, el 24 de septiembre de 1919, resultó elegido diputado por Ica ante el
Congreso Regional del Centro. En una reunión de dicho Congreso realizada en la
ciudad de Ayacucho, en los altos de una casona, cuando Abraham se disponía de
noche y a oscuras a bajar por una empinada escalera de piedra, resbaló (o perdió
el equilibrio), cayendo desde una altura de seis metros hasta dar de espalda sobre
un montículo de piedras. Como consecuencia de ello sufrió una fractura de la
espina dorsal, cerca de las vértebras lumbares, la cual, luego de dos días de
penosa agonía, le causaron la muerte el 3 de noviembre de 1919, a las dos y
media de la tarde. Apenas contaba con 31 años de edad.
Su ataúd conteniendo su cadáver fue trasladado desde Ayacucho
hasta Huancayo sobre los hombros de 16 cargadores indígenas ayacuchanos. De
Huancayo los restos del escritor fueron llevados en tren hasta Lima, donde fueron
inhumados en el Cementerio Presbítero Matías Maestro, no en un nicho, sino en la
tierra misma, tal como había sido su deseo. Ilustres personalidades, familiares,
amigos y discípulos del escritor le despidieron dedicándole discursos y
composiciones (16 de diciembre del mismo año).
Novelas:
Poseías:
Obras:
La cuidad muestra
Resumen:
El narrador, que se describe como médico, escribe la carta supuestamente a
bordo de un barco en el mar de Río de Janeiro, con fecha del 12 de febrero de
1911. Va dirigida a Francinette (“Francy”), su novia francesa, a quien había
abandonado pocos días antes de realizarse la boda, tras enterarse que ella había
sido antes novia de Henri d’Herauville, un novelista francés que había
desaparecido misteriosamente en un viaje que realizara a un país de América
(¿Perú?), hacia donde fue para conocer las ruinas de una vieja ciudad colonial (la
“Ciudad Muerta”). El narrador explica a Francy el motivo que tuvo para tomar tan
amarga decisión de abandonarla, pese a que aún la quería, y su relato constituye
el núcleo narrativo de la novela.
Mercedes Cabello de Carbonera
Biografía:
Nacida en la ciudad de Moquegua en el seno de una familia terrateniente de
antiguo raigambre colonial, fue hija del hacendado Gregorio Cabello Zapata, y de
Mercedes Llosa y Mendoza. Su padre era bisnieto de los condes de Cumbres
Altas. Su madre era hija de Mariano de la Llosa y Vizcarra, magistrado
moqueguano que fue presidente del Congreso Constituyente de 1827.
Se desconoce mucho sobre sus primeros años. tuvo una excelente foración por
parte de su padre y su tío que en los años 30 del siglo XIX habían viajado
por Francia, trayendo una respetable biblioteca. Mercedes recibió lecciones con
maestros privados que le enseñaron bien el francés, motivo por el que más tarde
siempre se podía enterar enseguida de las corrientes literarias más recientes en
Francia, con autores modelo tales como Honoré de Balzac y Émile Zola.
A los 22 años se trasladó a Lima, donde vivió en casa de un tío, que era
cosmógrafo mayor de la República. A la edad de 24 años (1866) se casó con el
médico Urbano Carbonera, quien le acercó a la ciencia y al positivismo. Pero el
matrimonio fue poco feliz y no tuvo hijos; el marido más tarde se convirtió en
jugador y tipo donjuanesco. Se separaron y él se fue a vivir a Chincha.
En Lima, Mercedes tomó parte activa en el mundo literario entonces imbuido en
el romanticismo y colaboró activamente en diarios y revistas usando el seudónimo
de Enriqueta Pradel, antes de animarse a usar su propio nombre. Aunque
comenzó haciendo versos, rápidamente pasó a escribir ensayos en favor de la
emancipación de la mujer.
Fue incorporada al Ateneo de Lima y asistió a las tertulias de la argentina Juana
Manuela Gorriti donde aprendió el arte de novelar, es decir, escribir novelas. Si
Gorriti era conocida por su romanticismo, Cabello de Carbonera abandonó esta
escuela para cultivar el naturalismo y el realismo. En su ensayo La novela
moderna abogó por el realismo porque admitía la psicología de los personajes,
tendencia que abrazó completamente en su novela El conspirador (1892), una
sátira de la actuación política del caudillo Nicolás de Piérola, que poco después
llegó a ser presidente constitucional del Perú. Su novela Blanca Sol condenó
el materialismo de aquel momento. Fue tan controversial que ofendió a su vieja
maestra Gorriti quien era mucho más sutil en sus críticas a la sociedad.
Tales críticas le afectaron sobremanera, por lo que se aisló, y por si fuera poco,
empezó a padecer las consecuencias de una sífilis que le fue contagiada por su
propio esposo. Esta enfermedad le causó una parálisis progresiva, demencia y
terribles llagas, por lo que tuvo que pasar sus últimos años en el Manicomio del
Cercado de Lima, hasta que falleció en 1909.
Obras:
Novelas:
Ensayos:
Resumen:
Trata sobre un patriota cubano que lucha por la Independencia de su país. Desde
una perspectiva romántica, Mercedes Cabello plantea el tema de los valores de
los héroes patrióticos que lucharon por la Independencia.
Blanca sol
Resumen:
Fue una obra en la que la autora se muestra abanderada del rescate moral de su
sociedad. En ella muestra los vicios y defectos de este conglomerado de personas
e intereses a fin de que la misma sociedad se dé cuenta de su situación
materialista y opresora.
El conspirador
Resumen:
Es un hombre público que penetra en las pasiones de sus protagonistas, en sus
historias familiares, tanto en Lima como en Arequipa y, en este sentido, explora las
prácticas políticas en medio del vaivén de la vida privada y doméstica de sus
protagonistas.
Clorinda Matto de Turner
Biografía:
Infancia y juventud
Nació en el Cusco el 11 de noviembre de 1852 en la casa de la familia Matto en la
hacienda Paullu Chico, distrito de Coya, provincia de Calca, en el departamento de
Cusco. Fue bautizada en la Parroquia del Sagrario de la Catedral de Cusco, el 30
de diciembre de 1854, bajo los nombres de Grimanesa Martina. Sin embargo, más
tarde ella misma usaría el nombre de «Clorinda», con el que se le conoció a lo
largo de su vida.
Fue hija de Ramón Matto Torres y Grimanesa Concepción Usandivaras Gárate.
Su abuelo paterno era Manuel T. Matto, natural del Cusco, Magistrado vocal de
la Corte Superior de Justicia del Cusco, literato y jurista; por la línea materna Juan
José Usandivaras, natural de Salta en Argentina, y Manuela Gárate, natural del
Cusco. Es de notar que su apellido Matto tenía variantes entre sus ancestros. El
nombre legal de su padre era Mato, y así aparece registrada Clorinda en su
partida de bautismo; sin embargo ella posteriormente convirtió Matto (con doble t)
en su nom de plume. Se sabe también que algunos de sus antepasados firmaban
como MATOS.
En la hacienda de sus padres tuvo oportunidad de observar la vida campestre, y
aprendió a hablar el quechua. Cursó estudios primarios en el Colegio de Nuestra
Señora de las Mercedes en la ciudad del Cusco, donde realizó sus primeras
publicaciones en el periódico escolar. Interrumpió sus estudios a raíz de la muerte
de su madre. A partir de entonces se hizo cargo de sus hermanos menores,
Ramón Segundo, Ramón Daniel y Ramón Hermenegildo Matto Usandivaras.
Quería irse a los Estados Unidos a estudiar medicina, pero su padre no se lo
permitió.
En 1871 se casó con el comerciante de productos importados y de lana, 3 médico y
hacendado británico Joseph Turner y se fue a vivir con él al pueblo andino de
Tinta, donde residieron durante diez años. Es en esta localidad donde Clorinda
Matto conoció de cerca el sistema de enganche y explotación de la población
indígena para el acopio de lana, lo cual relataría posteriormente en su primera
novela Aves sin nido. Al morir Turner diez años después, en 1881, Clorinda Matto
se vio enfrentada con serios problemas económicos, ya que abogados y
jueces corruptos le harían perder gran parte de su herencia.
Labor periodística en Cusco, Arequipa y Lima
En 1876 Clorinda Matto fundó el periódico El Recreo. Esta fue su primera
experiencia como redactora y directora de un medio periodístico. El Recreo fue el
primer semanario sobre literatura, artes y ciencias dirigido por una mujer en
Cusco. En él publicaron autores famosos de su tiempo, como Juana Manuela
Gorriti, Ricardo Palma, Rufino José Cuervo o Fernán Caballero. Así mismo, fue en
este semanario donde Clorinda Matto publicó sus primeras tradiciones y leyendas.
Matto tuvo que dejar el proyecto un año después, en 1877, por razones de salud, y
se trasladó a Arequipa.
En 1877 participó en una de las tertulias organizadas por la escritora argentina
exiliada en Perú Juana Manuela Gorriti, las famosas «veladas literarias» que Matto
retomaría entre 1887 y 1888, durante la reconstrucción posterior a la Guerra del
Pacífico.4 Entre 1884 y 1885 fue redactora jefe del diario arequipeño La Bolsa. En
1884 publicó Elementos de Literatura Según el Reglamento de Instrucción Pública
Para Uso del Bello Sexo. Ese mismo año estrenó su tragedia Hima-Sumac ó El
secreto de los Incas. Drama histórico en tres actos y en prosa en Arequipa, que
tuvo poco éxito y sólo se representó una vez más, en Lima en 1888, donde
Clorinda Matto se había establecido en el año de 1886. En la capital peruana, fue
incorporada a las instituciones culturales más importantes, como el Ateneo y el
Círculo Literario. En 1886 se publicó su estudio biográfico Doctor Lunarejo acerca
de Juan de Espinosa Medrano, quien había publicado dramas en quechua en el
siglo XVII. En 1889 inicia su labor como directora de la revista literaria y
comercial El Perú Ilustrado en Lima, casi al mismo tiempo que aparecía su primera
novela, Aves sin nido, que la haría tan famosa.
Publicación de Aves sin nido y excomulgación
Aves sin nido fue una novela controvertida debido a que el argumento narra la
historia de amor entre un hombre blanco y una bella mujer mestiza, quienes no
pudieron casarse al descubrir que eran hermanos, hijos de un mismo padre, un
sacerdote mujeriego, abordando así la inmoralidad sexual de los clérigos de esa
época. A raíz de esta publicación y la de un relato supuestamente sacrílego del
escritor brasileño Henrique Coelho Netto en El Perú Ilustrado, la Iglesia
católica inició una campaña en contra de Clorinda Matto, quien fue excomulgada.
Las masas populares, instigadas por el clero, asaltaron su casa, incendiaron su
efigie y quemaron sus libros, los cuales fueron prohibidos. Estos fueron momentos
muy difíciles en la vida de Clorinda Matto y no fueron muchos los que se
atrevieron a defenderla y apoyarla públicamente. Ella hace especial mención a
tres amigos a quienes les dedica su novela Índole (1981).
En 1891, renunció a su puesto para que se levantara la censura contra El Perú
Ilustrado y se fue al extranjero por algún tiempo, visitando la exposición mundial
de Chicago. En 1892 fundó junto con su hermano, el doctor David Matto, la
imprenta «La Equitativa» en Lima, donde trabajaban únicamente mujeres y se
editaba el periódico Los Andes, que fundó en 1893. Desde el semanario Los
Andes se defendió al gobierno de Andrés A. Cáceres, con quien Clorinda Matto
había entablado amistad durante la Guerra del Pacífico (1879-1883). En 1894
estalló la revolución cívico-demócrata encabezada por el caudillo Nicolás de
Piérola, quien se impuso en 1895 y ocupó Lima. Seguidores de Piérola
destruyeron la casa y la imprenta de los hermanos Matto, quienes salvan la vida.
Cáceres renunció a la presidencia y partió al exilio. Clorinda Matto se vio obligada
de dejar el país.
Exilio en Argentina
El 25 de abril de 1895 Clorinda salió de Lima y se fue al exilio a Buenos Aires,
pasando por Valparaíso, Santiago de Chile y Mendoza. No volvería a su patria. Se
ganó la vida impartiendo clases en la Escuela Normal de Profesoras, así como en
la Escuela Comercial de Mujeres, y trabajando como periodista. Fundó la
revista Búcaro Americano, en la que publicaban escritores como Ricardo
Palma, Amado Nervo, Rubén Darío o Leopoldo Lugones, y colaboró en otros
medios, como La Nación, El Tiempo y La Razón. Como primera mujer ingresó en
el Ateneo de Buenos Aires, en 1895. Se recuerda también que en la capital
argentina ayudó a la joven Aurora Cáceres Moreno, hija del presidente Andrés A.
Cáceres y también escritora.
Hacia el final de su vida emprendió viajes
por España, Francia, Italia, Alemania e Inglaterra, donde se encontró con
representantes de diversas organizaciones femeninas y feministas.
Fallecimiento
Murió en Buenos Aires el 25 de octubre de 1909. Sus restos mortales fueron
repatriados en 1924, a raíz de una resolución del Congreso peruano, y fueron
sepultados en el mausoleo de la familia Matto, en el Cementerio Presbítero
Maestro. En el año 2010, a raíz de una iniciativa de la Sociedad Pro Cultura
Clorinda Matto de Turner de Cusco y el parlamentario Oswaldo Luizar Obregón,
los restos de Matto de Turner fueron trasladados a la ciudad del Cusco y
enterrados en el Cementerio General de La Almudena.
Obras:
Tradiciones y leyendas (ediciones príncipe)
Aves sin nido. Lima: Imprenta del Universo de Carlos Prince, 1889.
Índole. Lima: Imprenta Bacigalupi, 1891.
Herencia. Lima: Imprenta Bacigalupi, 1893.
Prosa biográfica, epistolaria, turística y ensayística (ediciones príncipe)
Resumen:
La trama de novela consiste en un matrimonio criollo que va a la sierra peruana, a
un pueblo ficticio Kíllac para invertir en una mina. Mientras se radican allí
descubren las formas de control contra la gente quechua como la mita y la
institución de los pongos.
Bocetos al lápiz de americanos célebres
Resumen:
Reúne una serie de biografías breves que Clorinda Matto de Turner redactó en
1890. La particularidad de estos bocetos se hace patente en cada página.
Jorge Basadre
Biografía:
Jorge Basadre Grohmann nació en Tacna, bajo administración chilena, el 12 de
febrero de 1903, siendo hijo de Carlos Basadre Forero, ingeniero tacneño, y de
Olga Eloísa Grohmann Butler, peruana de ascendencia alemana. Fue inscrito en
el Registro Civil de Chile, el 18 de abril de 1903. El historiador mencionó que su
abuelo, Carlos Basadre Izarnótegui se había casado en Tacna en 1855 con María
de la Concepción Forero y Ara, hija de Manuela Ara y Robles, quien habría sido a
su vez hija de José Toribio Ara y Cáceres, último cacique de Tacna y prócer de la
independencia
Tacna, al igual que Arica, estaba desde 1880 bajo administración chilena, a la
espera de la realización de un plebiscito que debía decir si retornaba a la
jurisdicción de Perú o permanecía en la de Chile. Parte de la población tacneña
defendía su derecho a seguir siendo peruana, ambiente que marcó profundamente
la personalidad de Basadre, según su propia confesión.
Basadre comenzó su formación en el liceo Santa Rosa, escuela peruana que
funcionaba clandestinamente en Tacna. En 1909 falleció su padre y en 1912 se
trasladó junto con el resto de su familia a Lima, donde prosiguió sus estudios
escolares en el Colegio Alemán, culminándolos en el Colegio Nacional Nuestra
Señora de Guadalupe, en 1918.
En 1919 ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde se
doctoró en Letras con su tesis «Contribución al estudio de la revolución social y
política del Perú durante la República» (1928). También se doctoró en Derecho,
con su tesis sobre «Las fuentes de la historia del Derecho peruano» (1935). Se
recibió de abogado.
Siendo estudiante, intervino en el Conversatorio Universitario de 1919, junto con
otros jóvenes estudiantes de la llamada Generación de la Reforma. Por esa época
prestó servicios en la Biblioteca Nacional del Perú, primero como auxiliar y
después como conservador (1919-1930). Además, se desempeñó como profesor
de historia en diversos colegios de Lima.
Basadre herido de una pedrada en la frente por una turba chilena contraria al
retorno de Tacna y Arica al Perú. Arica, mayo de 1926.
Entre 1925 y 1926 formó parte de la delegación peruana que fue enviada al sur
para coordinar la realización del plebiscito de Tacna y Arica. Se hallaba
cumpliendo dicha labor, cuando fue herido de una pedrada en la cabeza, arrojada
por un mazorquero. El plebiscito no llegó a realizarse por falta de garantías. Dos
años después, Tacna fue reincorporada definitivamente al Perú, mientras que
Arica permaneció en poder de Chile (1929).
En 1928 inició su carrera docente en la Universidad de San Marcos, y por ser
el catedrático más joven (26 años de edad), a invitación del rector Alejandro
Deustua leyó el discurso de apertura del año universitario, el 1 de abril de 1929.
Luego fue nombrado Director de la Biblioteca Central de la Universidad de San
Marcos, cargo que desempeñó de 1930 a 1931.
Gracias a una beca otorgada por la Fundación Carnegie, en 1931 viajó a Estados
Unidos para estudiar la organización de bibliotecas. 11 Enterado del receso de
la Universidad de San Marcos, decidió pasar a Europa.8 Siguió cursos en
la Universidad de Berlín y realizó investigaciones en archivos de España en
la Universidad de Sevilla.
Retornó al Perú en 1935 y retomó la dirección de la Biblioteca de San Marcos,
cargo que ejerció hasta 1942. También fue redactor del Boletín Bibliográfico de
dicha Biblioteca.
Tras el incendio de la Biblioteca Nacional del Perú, ocurrido en mayo de 1943, el
presidente Manuel Prado y Ugarteche le encomendó la dirección de dicho
establecimiento, con la enorme misión de reconstruirlo y reorganizarlo. Fundó
varias publicaciones, como la revista Fénix y el Anuario Bibliográfico Peruano,
creó la Escuela Nacional de Bibliotecarios en 1944 y se dedicó a la recolección de
nuevos fondos bibliográficos. Tras enfrentar largas jornadas de trabajo y vencer
grandes dificultades, en septiembre de 1948 pudo reabrir finalmente la renovada
Biblioteca Nacional.
Fue ministro de Educación Pública en dos oportunidades: de 28 de julio a 11 de
octubre de 1945 (gobierno de José Luis Bustamante y Rivero), y de 1956 a 1958
(segundo gobierno de Manuel Prado).
En 1948 dejó la dirección de la Biblioteca Nacional y pasó a ser director del
Departamento de Asuntos Culturales de la Unión Panamericana, cargo que ejerció
hasta 1950.1 A su retorno al Perú el año siguiente, se dedicó a la ampliación de su
investigación historiográfica gracias a una beca Rockefeller y se reincorporó a la
enseñanza en San Marcos -de la que retiraría definitivamente en 1956. En 1952,
se trasladó nuevamente a Estados Unidos a ocupar una cátedra en la Universidad
de Virginia, la misma a la que regresó en 1954.
En 1956, el presidente Manuel Prado lo designó ministro nuevamente en la cartera
de Educación. Basadre permaneció en el cargo hasta que motivos de salud lo
alejaron del gabinete dos años después. A partir de esta fecha, se retiró de la vida
pública consagrándose por entero a la investigación histórica. Para realizar tal
labor, contó con el apoyo financiero de diversos auspiciadores. Regresó a Estados
Unidos gracias a una beca de la OEA y al apoyo de la Biblioteca del Congreso
estadounidense en 1961 y la recibió el honor de profesor emérito de San Marcos
en 1962.
Se casó con Isabel Ayulo y tuvo un hijo llamado Jorge Basadre Ayulo.
Murió en Lima el 29 de junio de 1980, a los 77 años de edad.
Vida Académica
Con respecto al campo académico, empezó como catedrático en la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos en 1928, dictando un curso de Historia del Perú.
En 1929 asumió la cátedra titular de Historia de la República del Perú, y en 1935
la de Historia del Derecho Peruano, las cuales mantuvo hasta 1954 (aunque con
intervalos por motivo de ausencias fuera del país), cuando se apartó de la
docencia profesional para dedicarse íntegramente a la investigación
Además, fue profesor de Historia del Perú en el Colegio Guadalupe (1929-1931) y
en el Instituto Pedagógico Nacional (1930-1931); ejerció la cátedra doctoral de
Historia del Perú en la Pontificia Universidad Católica del Perú (1935); y fue
profesor de Historia crítica de Perú en la Escuela Militar de Chorrillos (1941-1945).
También fue profesor en diversos centros de enseñanza superior de Argentina,
España y Estados Unidos
Fue secretario general del XXVII Congreso Internacional de Americanistas, con
sede en Lima (1939)
Fue presidente del Instituto Histórico del Perú (actual Academia Nacional de la
Historia), de 1956 a 1962; miembro de la Academia Peruana de la Lengua (desde
1941) y miembro de la Sociedad Geográfica de Lima.
Premios y reconocimientos:
Sus publicaciones:
Resumen:
Es una obra del historiador peruano Jorge Basadre Grohmann en la que se abarca
la Historia del Perú desde 1822, después de la Declaración de Independencia,
hasta 1933, después de la caída del Oncenio.
Carlos Augusto Salaverry
Biografía:
Carlos Augusto Salaverry nació en la portentosa hacienda La Solana, situada en el
actual distrito de Lancones de la provincia de Sullana. Fue hijo natural del
entonces coronel Felipe Santiago Salaverry del Solar (quien llegó a ser presidente
del Perú entre 1835 y 1836) y de doña Vicenta Ramírez Duarte, hija de don
Francisco Ramírez y Baldés (hijo de don Manuel Ramírez de Arellano y doña
Marciana Baldés, esta hija de don Francisco Baldés y Montenegro, propietario de
la hacienda La Solana) y de su esposa, doña Narcisa Duarte y Ramírez, dueños
de haciendas entre los actuales Perú y Ecuador. nvita conoció a doña Vicenta con
ocasión de la movilización de las tropas peruanas a la frontera norte a raíz del
estallido de la guerra con la Gran Colombia, y aunque su amor fue efímero,
siempre mantuvo gran afecto por el hijo nacido de esa unión.
Su padre quiso que se educase en Lima y no en Piura; tampoco quiso que
permaneciese al lado de su versada madre. Traído pues a Lima, creció y se educó
bajo los cuidados de Juana Pérez de Infantas, la esposa legítima de su padre, y al
lado de su hermanastro, llamado Felipe Santiago, como su padre.
Su vida en un hogar extraño fue triste. Tenía solo seis años cuando su padre fue
derrotado y fusilado por Andrés de Santa Cruz, tras una sangrienta guerra. Su
padre, estando en el postrero trance de su existencia, no se olvidó de él y es así
que lo confió al amparo de su esposa doña Juana, tal como consta en el
conmovedor testamento que escribió en Arequipa, a 18 de febrero de 1836, pocas
horas antes de ser fusilado. El pequeño Carlos Salaverry siguió a sus familiares en
el destierro a Chile. Fue así como su personalidad empezó a formarse en la
soledad, la tristeza y las penurias económicas. Apenas pudo cursar estudios
elementales.
Tras la caída de Santa Cruz en 1839, pudo retornar al Perú. A los 15 años de
edad ingresó al ejército en calidad de cadete, en el batallón Yungay (1845). Sus
superiores lo trasladaron de guarnición en guarnición, acaso por temor de que
destacara y siguiera los pasos de su célebre padre, convertido ya en una leyenda.
Así fueron pasando los primeros años de su juventud, entre las alternativas del
servicio y los pronunciamientos militares. Pero la rigurosa disciplina castrense no
calzaba con su temperamento liberal. Le gustaba más la soledad y el estudio.
Parece que en aquellos años se entregó a la lectura furtiva de Víctor
Hugo y Heinrich Heine, naciendo así su decidida vocación por las letras.
A los 20 años de edad se casó con Mercedes Felices, unión apresurada, y que
como era de esperar, resultó efímera y desdichada. Luego se dejó arrastrar por
otra pasión amorosa, esta vez por Ismena Torres, cuya familia se trasladó a
Europa, para alejarla de él, y donde aquella se casó con el hombre que le
impusieron. El diario en prosa escrito por Salaverry para registrar las incidencias
de su idilio con Ismena se convirtió después, transpuesto al verso, en su mejor
obra: Cartas a un ángel.
Ascendió a teniente en 1853 y a capitán en 1855. Su vocación poética se hizo
pública de casualidad. Tenía un amigo, poeta y militar como él, Trinidad
Fernández, quien al enterarse de la afición de Salaverry, intercedió para que sus
versos aparecieran publicados en El Heraldo de Lima, en 1855. Salaverry las firmó
con las iniciales de su nombre. Tenía entonces veinticinco de edad. Por esos años
estrenó también sus primeros dramas que obtuvieron resonantes
éxitos: Arturo, Atahualpa o la conquista del Perú, Abel o el pescador
americano y El bello ideal (1857), cada uno de ellos en cuatro actos y en verso.
Tenía ya el grado de sargento mayor cuando inició su participación en la política
peruana, como secretario del entonces coronel Mariano Ignacio Prado, durante la
revolución que éste inició en Arequipa contra el gobierno de Juan Antonio Pezet, a
propósito del incidente con España (1865). Poco después, siempre a lado del
dictador Prado, actuó en el Combate del Callao contra la flota española y en las
filas que comandaba el coronel Juan Francisco Balta. Luego secundó la revolución
encabezada por el coronel José Balta contra la dictadura de Prado en 1867.
Con la ascensión al poder de Balta (1869), fue incorporado al servicio diplomático,
como secretario de legación, trabajo que le permitió recorrer Estados
Unidos, Inglaterra, Francia e Italia. Antes, ya había publicado la primera edición de
su poemario Diamantes y perlas (Lima, 1869). En Europa editó la colección de
poemas titulada Albores y destellos (El Havre, 1871), obra que incluye tres libros:
el del título propiamente dicho, Diamantes y perlas y Cartas a un ángel.
Se hallaba en París, cuando, al subir en perú el gobierno civilista de Manuel
Pardo, se enteró que su cargo había sido suprimido, sin concedérsele derecho a
pasaje ni indemnización alguna. Durante seis años sobrellevó una vida angustiosa
en Francia, llegando al extremo de pensar en el suicidio como única salida a sus
problemas conyugales y amatorios.
En 1878 regresó al Perú, envejecido y amargado. Gobernaba entonces Mariano
Ignacio Prado, por segunda vez. Pero al año siguiente estalló la guerra con Chile,
y el poeta tuvo que cumplir con la patria. Producida la ocupación de Lima, se unió
al gobierno provisional de Francisco García Calderón, acompañándolo en sus
gestiones pacifistas. Pero su carrera política acabó cuando García Calderón fue
apresado por los invasores y deportado a Chile.
Salaverry, después de publicar el poema filosófico Misterios de la tumba (Lima,
1883), emprendió nuevamente viaje a Europa, donde le aguardaba un nuevo y
postrero amor. Fue entonces que contrajo matrimonio por segunda vez, en París.
Luego viajó incesantemente por diversas ciudades de Italia, Suiza y Alemania.
Culminada esta gira feliz en 1885 sintió los primeros síntomas de la parálisis que
lo aquejó el resto de su vida. Su vida se fue apagando debido a la enfermedad,
falleciendo finalmente el 9 de abril de 1891, en París. Sus restos fueron
repatriados en 1964 a su tierra natal, reposando en el cementerio San José
de Sullana.
Obras:
Poesía
Salaverry abarcó géneros diversos, aunque lo más valioso de su producción es su
obra lírica, que destaca por su musicalidad, su sensibilidad y fuerza sentimental,
especialmente cuando expresa emociones sinceras que nacen de su espíritu
interior. En su obra se nota la influencia de la poesía de Gustavo Adolfo Bécquer,
al que imitó al prescindir de las formas gastadas del romanticismo por un estilo
más profundo y personal.
Su poesía se reúne en cuatro libros:
Resumen:
Una oda al amor pasional, a la pérdida y al orgullo del amante desdichado. Carlos
Augusto Salaverry (1830-1891) publicó en 1871 Cartas a un ángel, un poemario
inspirado en su relación con Ismena Torres en los años 50.
Inca Garcilaso de la Vega
Biografía:
Gómez Suárez de Figueroa, renombrado como Inca Garcilaso de la Vega a partir
de 1563 (Cuzco, Gobernación de Nueva Castilla, 12 de
abril de 1539 – Córdoba, España, 23 de abril de 1616), fue
un escritor e historiador mestizo de ascendencia hispano-incaica nacido en el
territorio actual del Perú.
Se lo considera como el primer mestizo cultural de América que supo asumir y
conciliar sus dos herencias culturales: la inca y la española, alcanzando al mismo
tiempo gran renombre intelectual. Luis Alberto Sánchez lo describe como el
«primer mestizo de personalidad y ascendencia universal que parió América».
Se lo conoce también como el «príncipe de los escritores del Nuevo Mundo», pues
su obra literaria, que se ubica en el período del Renacimiento, se destaca por un
gran dominio y manejo del idioma castellano, tal como lo han reconocido críticos
como Marcelino Menéndez Pelayo, Ricardo Rojas, Raúl Porras
Barrenechea y José de la Riva Agüero y Osma. Augusto Tamayo Vargas afirma:
«Si la historia y la prosa de ficción se ejemplarizan en Garcilaso, también el
ensayo tiene en él un alto representante».Mario Vargas Llosa le reconoce también
dotes de consumado narrador, destacando su prosa bella y elegante.
Temporalmente se lo ubica en la época de los cronistas post toledanos (es decir,
de la etapa posterior al gobierno del virrey Francisco de Toledo), a finales del siglo
XVI e inicios del siglo XVII. Desde el punto de vista estrictamente historiográfico,
su obra tuvo mucha influencia en los historiadores peruanos. Su padre fue sobrino
del célebre poeta Garcilaso de la Vega, del Siglo de Oro de España, por lo que el
Inca Garcilaso de la Vega sería sobrino-nieto por parte de la familia de su padre
del famoso poeta renacentista castellano.
En su obra cumbre, los Comentarios Reales de los Incas, publicada
en Lisboa en 1609, expuso la historia, cultura y costumbres de los incas y otros
pueblos del antiguo Perú, libro que luego del levantamiento de Túpac Amaru
II sería prohibido por la Corona española en todas sus provincias en América, al
considerarla sediciosa y peligrosa para sus intereses, pues alentaba el recuerdo
de los incas. Esta prohibición rigió desde 1781, aunque la obra se siguió
imprimiendo en España.
Otras obras importantes del Inca Garcilaso son La Florida del Inca (Lisboa, 1605),
que relata la conquista española de Florida, y la Segunda parte de los
Comentarios Reales, más conocida como Historia General del Perú (Córdoba,
1617), publicada póstumamente, en la que el autor trata sobre la conquista del
Perú y el inicio del Virreinato.
Primeros años:
Era hijo del conquistador español capitán Sebastián Garcilaso de la Vega y
Vargas, de la nobleza extremeña, y de la ñusta o princesa inca Isabel Chimpu
Ocllo, bisnieta del Inca Túpac Yupanqui y nieta del Inca Huayna Cápac,
emperador del “reino de las cuatro partes o suyos” o Tahuantinsuyo (nombre del
Imperio incaico en su lengua nativa quechua). Su nombre de bautismo fue Gómez
Suárez de Figueroa, que tiempo después, radicando en España, se lo cambiaría
por el de Inca Garcilaso de la Vega.
Gracias a la privilegiada posición de su padre, que perteneció a la facción
pizarrista, fue bautizado con los apellidos ilustres del mayor de sus tíos paternos y
de otros antepasados que pertenecieron a la Casa de Feria. Recibió en
el Cuzco una esmerada educación en primeras letras a cargo de Juan de
Alcobaza, al lado de los hijos de Francisco y Gonzalo Pizarro, mestizos e
ilegítimos como él, pero durante sus primeros años también estuvo en estrecho
contacto con su madre y con lo más selecto de la nobleza inca, entre los que se
contaban los hijos de Huayna Cápac: Paullu Inca y Alonso Tito Atauchi. Accedió
pues a la instrucción de los amautas o sabios incas versados en la mitología y
cultura inca.
Sin embargo, su padre se vio obligado a abandonar a la princesa inca a causa de
la presión de la corona para que los nobles españoles se casasen con damas
nobles españolas, y así lo hizo para matrimoniar con Luisa Martel de los Ríos; sin
embargo, no lo hizo sin conceder antes a su madre una cuantiosa dote, que le
sirvió para casarse con Juan del Pedroche, un soldado peninsular, de la que
tendría el inca dos medias hermanas, Luisa de Herrera y Ana Ruiz.
Su adolescencia estuvo ensombrecida por las cruentas guerras civiles del Perú, y
él y su padre padecieron la persecución de los rebeldes Gonzalo Pizarro
y Francisco de Carvajal. Su padre optó por enrolarse en el bando de Pizarro,
aunque forzadamente, según contaría más tarde el Inca Garcilaso, pero retornó al
bando real sumándose al ejército del pacificador Pedro de la Gasca durante
la batalla de Jaquijahuana, por lo que fue conocido despectivamente como el “leal
de tres horas”. Este episodio tendría mucha repercusión en la vida posterior del
Inca Garcilaso.
Hacia 1550, el todavía pequeño Garcilaso fue enviado a Charcas para volver
después al Cuzco, donde fue testigo de la rebelión de Francisco Hernández Girón,
ocasión en la cual ayudó a su padre, entonces alcalde ordinario de la ciudad, a
huir por los tejados de las casas (1553). Su padre lo tuvo en gran estima, como
demuestra el hecho del cariño que le demostró su hijo en sus escritos y el hecho
de que le legara en su testamento (1559) tierras en la región de Paucartambo y
cuatro mil pesos de oro y plata “ensayados” (es decir, de la más probada calidad)
para que el joven mestizo cursara estudios en España.
Obras:
La Florida del Inca
Comentarios Reales de los Incas
Primera parte de los Comentarios Reales.
Historia general del Perú.
Obras más reconocidas:
Inca Garcilaso de la Vega
Resumen:
Consiste en un doble diálogo alegórico sobre las distintas formas del amor, que
enlaza y da movimiento a todas las partes del universo en todas direcciones.
La florida del inca
Resumen:
Relata las andanzas de los aventureros españoles en la península de la Florida,
encabezados primero por el capitán Hernando de Soto, y luego, por Luis de
Moscoso, entre 1539 y 1543.
Resumen:
Los Comentarios reales de los incas o Primera parte de los comentarios reales es
un libro histórico-literario escrito por el literato peruano Inca Garcilaso de la Vega.
Fue publicado en Lisboa en 1609. Trata sobre la historia, las costumbres y las
tradiciones del Antiguo Perú, aunque centrándose en el periodo inca.
Cesar Vallejo
Resumen:
Es un poemario que entabla una continuidad con el pasado en la consciencia de
que la vida es una muerte progresiva. Trilce es un tránsito, un viaje sin ruta, la
imagen no es estática, es kinésica, se desplaza, y parece huir, entre neologismos,
disociaciones de significado y significante, y contradicciones.
Escalas
Resumen:
Es una colección de relatos y cuentos del poeta peruano César Vallejo, publicada
en 1923. Incluye algunos de los más celebrados cuentos del autor, como «Más
allá de la vida y la muerte», «Los caynas» y «Cera»
José Carlos Mariátegui
Resumen:
Amauta fue una revista cultural peruana fundada y dirigida por José Carlos
Mariátegui. Su primer número apareció en septiembre de 1926 y se erigió como la
revista de avance y renovación de la generación vanguardista. La revista provino
sobre su precedente inmediato, el proyecto nunca realizado de “Vanguardia”
La escena contemporánea
Resumen:
La escena contemporánea es el primer libro que publicó el escritor peruano José
Carlos Mariátegui. Es una recopilación de ensayos o artículos periodísticos sobre
asuntos de política mundial que el autor publicó previamente en revistas limeñas y
que los ordenó de acuerdo a su temática.
El artista y la época
Resumen:
El obrero siente explotado su trabajo. El artista siente oprimido su genio, coactada
su creación, sofocado su derecho a la gloria y «a la felicidad. La injusticia que
sufre le parece triple, cuádruple, múltiple. Su protesta es proporcionada a su
vanidad generalmente desmesurada, a su orgullo casi siempre exorbitante.
José Santos Chocano
Teatro
1. Sin nombre (1896)
2. El nuevo Hamlet (1899)
3. Vendimiario (1900)
4. Ingénito (1902)
5. El hombre sin mundo (1903)
6. Mundo rural y urbano
7. Los conquistadores (1906). Librería de Gregorio Pueyo (Madrid, Calle del
Carmen, 33). (32 págs.)
Prosa
Resumen:
Es la poesía de cóleras y odios, de imprecaciones y diatribas: Chocano la maneja
como nadie en el Perú y muy pocos en América. Un alma inquieta que hizo
versos, prosa, política y diplomacia; que concito simpatías enormes y odios
profundos por expresas siempre su verdad
Manuel Gonzales Prada
Discurso en el Politeama (1888)
Pájinas libres (París, 1894)
Nuestros indios (Lima, 1904), incorporado en la segunda edición de Horas de
lucha.
Horas de lucha (Lima, 1908)
Bajo el oprobio (póstumo, París, 1933)
Anarquía (póstumo, Santiago de Chile, 1936)
Nuevas páginas libres (póstumo, París, 1936)
Figuras y figurones (póstumo, París, 1938)
Propaganda y ataque (póstumo, Buenos Aires, 1938)
Prosa menuda (póstumo, Buenos Aires, 1941)
El tonel de Diógenes (póstumo, México, 1945)
Poesía publicada
Minúsculas (Lima, 1901)
Presbiterianas (Lima, 1909 [anónimo] y 1928)
Exóticas (Lima, 1911)
Trozos de vida (póstumo, París, 1933)
Baladas peruanas (póstumo, Santiago de Chile, 1935)
Grafitos (póstumo, París, 1937)
Libertarias (póstumo, París, 1938)
Baladas (póstumo, París, 1939)
Adoración (póstumo, Lima, 1946)
Poemas desconocidos (póstuma, Lima, 1973)
Letrillas (póstumo, Lima, 1975)
Cantos del otro siglo (póstumo, Lima, UNMSM, 1979, pp 200.)
Pajina libres
Resumen:
Pájinas libres fue editado por primera vez por la imprenta de Paul Dupont en 1894,
recogiendo una serie de conferencias, discursos y artículos del escritor y filósofo
peruano Manuel González Prada, redactados en una propuesta ortográfica
personal del autor la cual se ha respetado hasta la actualidad.
Exóticas
Resumen:
Durante un cuarto de siglo, el nombre de Don Manuel se confundía con los más
rudos embates contra lo rutinario. Enarbolaban sus purísimas manos el estandarte
de una peruanidad auténtica, entrañable, decidida a rescatar los tesoros básicos
de la Patria, por sobre los prejuicios y debilidades de una casta opresora.
Mariano Melgar
Elegías
Elegía I (¿Por qué a verte volví, Silvia querida?)
Elegía II (¡Oh dolor! ¿Cómo, cómo tan distante)
Elegía III (¿Por qué se aflige, si la noche llega...)
Elegía IV (Mustio ciprés que viste)
Elegía V (Cuando recuerdo los penosos días)
Odas:
A la libertad
A la soledad
Al sueño
Al autor del mar
Al Conde de Vista Florida
Fábulas:
"El ruiseñor y el calesero" (1811)
"El murciélago" (1813)
"Los gatos" (1815)
"El cantero y el asno" (1815)
"Las abejas" (1827)
"El asno cornudo" (1827)
"Las cotorras y el zorro" (1830)
"Las aves domésticas" (1831)
"El Sol" (1891)
"La ballena y el lobo
Epístola
"Carta a Silvia"
Sonetos:
"La mujer"
"A Silvia"(carta de amor)
Yaravíes (71)
Resumen:
El necio murciélago creía escaparse y aguardaba a unirse con el que triunfare.
Dieron un buen golpe las astutas aves. y el animalejo hubo de llegarse; pero
temeroso de que al fin quedase perdido el partido del gremio volante. Andaba aún
hablando algo favorable a los de la tierra, por ser más pujantes.
Los gatos
Resumen:
Esta fábula de Mariano Melgar cuenta la historia de una gata que parió a tres
hermosos gatitos, uno blanco, uno negro y otro manchado. Luego de la muerte de
su madre quedaron huérfanos y un malvado perro los perseguía por maldad,
entonces para protegerse, se juntaban los tres para hacer frente a aquel animal.
José Luis Bustamante y Rivero
Resumen:
José Luis Pablo Bustamante y Rivero (Arequipa, 15 de enero de 1894 – Lima, 11
de enero de 1989) fue un abogado, jurista, político, diplomático y escritor peruano
que fue presidente de la República del Perú de 1945 a 1948.
Felipe Pardo y Aliaga
"El carnaval de Lima" (1829), letrilla costumbrista, donde condena los excesos
de dicha celebración tradicional.
"La jeta del guerrero" (1835), incluido en un volumen diminuto de poesías
satíricas titulado "La Jeta", poesía satírica donde ridiculiza la figura física y
moral del caudillo Andrés de Santa Cruz. Frutos de la educación
"La nariz" (conjunto de poesías compiladas por Alberto Tauro del Pino en
1957), poesía satírica.
"Los paraísos de Sempronio"
"El ministro y el aspirante", poesía satírica.
"A mi levita", poesía satírica.
"Qué guapo chico", poesía satírica.
"Corrida de toros", letrilla costumbrista. Es una ácida crítica a la llamada fiesta
brava y los desórdenes que solía ocasionar.
"La lámpara" (1844), bello poema dedicado a su amigo, el general Manuel
Ignacio de Vivanco.
"A mi hijo en sus días" (1855), epigrama dedicado a su hijo, Manuel Pardo y
Lavalle, cuando cumplió la mayoría de edad.
"Vaya una República. Epístola satírica", más conocida como "Epístola a Delio"
(1856), poesía cívica.
"El Perú" (1856), poesía cívica. Es un extenso poema descriptivo, laudatorio y
algo didáctico.
"Constitución Política" (1859), publicada primero en "El espejo de mi tierra" y
ampliada luego en tomo con sus poesías), poesía cívica. Es un cuadro sombrío
de la realidad política y traduce el pensamiento de toda su vida, unido a la
amargura producida por sus padecimientos físicos, y sobre todo, por la
experiencia.
Teatro
Dentro del género teatral escribió tres comedias:
Resumen:
Es una sátira sobre las maneras antiguas de viajar de los limeños. El protagonista,
el “Niño Goyito”, muy bien caracterizado en fondo y forma, ha pasado a ser el
equivalente del “niño bien”, o joven engreído de Lima, un biotipo que ha
permanecido incólume a través del paso del tiempo.
Conclusión
Esta monografía nos da a conocer sobre los
autores peruanos y la perspectiva que tenemos de
ella, nos enseña las diversas trayectorias que
todos los autores tuvieron que pasar y esta
dirigido a todo el público.
Índice:
Bibliografía:
1. https://es.wikipedia.org/wiki/Mario_Vargas_Llosa
2. https://es.wikipedia.org/wiki/Blanca_Varela
3. https://es.wikipedia.org/wiki/Ricardo_Palma
4. https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Mar%C3%ADa_Arguedas
5. https://es.wikipedia.org/wiki/Julio_Ram%C3%B3n_Ribeyro
6. https://es.wikipedia.org/wiki/Ciro_Alegr%C3%ADa
7. https://es.wikipedia.org/wiki/Abraham_Valdelomar
8. https://es.wikipedia.org/wiki/Mercedes_Cabello_de_Carbonera
9. https://es.wikipedia.org/wiki/Clorinda_Matto_de_Turner
10. https://es.wikipedia.org/wiki/Jorge_Basadre
11. https://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_Augusto_Salaverry
12. https://es.wikipedia.org/wiki/Inca_Garcilaso_de_la_Vega
13. https://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%A9sar_Vallejo
14. https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Carlos_Mari%C3%A1tegui
15. https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Santos_Chocano
16. https://es.wikipedia.org/wiki/Manuel_Gonz%C3%A1lez_Prada
17. https://es.wikipedia.org/wiki/Mariano_Melgar
18. https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Luis_Bustamante_y_Rivero
19. https://es.wikipedia.org/wiki/Felipe_Pardo_y_Aliaga