Los Desafios Batthyany PDF

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KARINA

BATTHYÁNY
Los desafíos de las ciencias sociales
en la coyuntura latinoamericana

Karina Batthyány
Consejo Latinoamericano
de Ciencias Sociales
Conselho Latino-americano
de Ciências Sociais

CLACSO Secretaría Ejecutiva


Karina Batthyány - Directora Ejecutiva
María Fernanda Pampín - Directora de Publicaciones

Equipo Editorial
Lucas Sablich - Coordinador Editorial
Solange Victory y Marcela Alemandi - Producción Editorial

Pablo Amadeo - Arte de tapa


María Clara Diez - Diagramación

Batthyány, Karina
Los desafíos de las ciencias sociales en la coyuntura latinoamericana / Karina
Batthyány; prólogo de Gloria Beatriz Chicote. 1a ed. - Ciudad Autónoma de
Buenos Aires: CLACSO, 2023.
Libro digital, PDF - (Masa crítica)

ISBN 978-987-813-426-0
1. Ciencias Sociales. 2. Ciencias Sociales y Humanidades. I. Chicote, Gloria Beatriz,
prolog. II. Título.
CDD 300.98

© Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales


Queda hecho el depósito que establece la Ley 11723.

No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su almacenamiento en un


sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio electró-
nico, mecánico, fotocopia u otros métodos, sin el permiso previo del editor.
La responsabilidad por las opiniones expresadas en los libros, artículos, estudios y otras
colaboraciones incumbe exclusivamente a los autores firmantes, y su publicación no ne-
cesariamente refleja los puntos de vista de la Secretaría Ejecutiva de CLACSO.
CLACSO
Estados Unidos 1168 | C1023AAB CABA | Argentina
Tel [54 11] 4304 9145 | Fax [54 11] 4305 0875
[email protected] | www.clacso.org
Este libro se realizó con el apoyo de Transnational Institute
NOTA EDITORIAL

Un mundo que atraviesa un tiempo de intensas trans-


formaciones requiere ser pensado en sus asuntos más
acuciantes: las múltiples formas en que se ejerce la vio-
lencia, el incesante aumento de la desigualdad, los daños
al ambiente y a los seres que habitan la Tierra, la viola-
ción de los derechos humanos, la militarización de los
territorios o el impacto de una pandemia sobre el tejido
social, especialmente en sus sectores más vulnerables.
Lejos de documentar el pesimismo, aspiramos a cons-
truir herramientas teóricas para transformar las situa-
ciones de injusticia en un ejercicio incesante que liga la
teoría con la práctica.
El Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, con el
apoyo del Transnational Institute, pone a disposición de las
y los lectores una nueva colección de textos breves con los
cuales esperamos contribuir a entablar diálogos tanto en
torno a nuevos y viejos interrogantes, como a la búsqueda
de respuestas originales a los problemas de nuestro tiempo.
La biblioteca masa crítica reúne a intelectuales que,
desde una diversidad de perspectivas y tradiciones teó-
ricas, han contribuido a la forja del pensamiento crítico
enlazando reflexiones sobre tópicos y dilemas de nuestro
presente histórico.
índice

Prólogo
por Gloria Chicote 11

América Latina y el Caribe: un


escenario de contradicciones y
ambivalencia 19

Algunos nudos críticos 31

El aporte de las ciencias sociales


para nuevas alternativas políticas 43

Nuevos desafíos en la producción y


evaluación del conocimiento 55

Alternativas desde América Latina y


el Caribe 65
PRÓLOGO

GLORIA CHICOTE*

* Es licenciada y doctora en Letras por la Universidad de Bue-


nos Aires. Se desempeña como directora del Instituto de In-
vestigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (IdIHCS,
UNLP-Conicet) y a partir de 2020 dirige el Conicet La Plata. Su
último libro es Transiciones inciertas: archivos, conocimientos y
transformación digital en América Latina, (2017, junto con Bar-
bara Göbel). Actualmente es investigadora principal del Cen-
tro internacional de investigaciones María Sybilla Merian de-
dicado al estudio de la convivialidad en sociedades desiguales.
La lectura de este libro constituye un desafío en
varios sentidos, ya que representa una mirada
reflexiva sobre la actual situación política, eco-
nómica y social de América Latina y el Caribe,
así como también un llamado urgente desde las
ciencias sociales y las humanidades a los Esta-
dos y a las instituciones para posicionarse ante
una realidad devastadora.
A lo largo de estas páginas se propone ase-
diar la compleja situación que atraviesan las so-
ciedades latinoamericanas a partir de sus espe-
cificidades históricas constitutivas, las reitera-
das crisis políticas, económicas y ambientales,
y la gravitación de la crisis sanitaria visibilizada
por la pandemia y la post-pandemia.
No cabe duda de que nuestro universo la-
tinoamericano se caracteriza por la existencia
de estructuras de desigualdad profunda en la
que emergen grupos, individuos e instituciones
en tensión que cohabitan en la irremediable in-
mersión en un mundo global. A la vez, la inno-
vación creativa aportada por el universo de las
mediaciones y representaciones culturales nos
introduce en un entramado de desigualdades
sociales, objeto de renegociaciones y articula-
ciones en las interacciones cotidianas que se

13 | PRÓLOGO
complejizan desde la política, la historia y las
medialidades.
Nos atraviesan necesidades urgentes en te-
mas nodales que requieren atención desde los Es-
tados, las instituciones y la reflexión intelectual:
el mundo del trabajo, el movimiento feminista, la
problemática de género y los cuidados, el medio-
ambiente, la redefinición de centro y periferia en
el proceso de construcción de un conocimiento
complejo, constituyen el desafío de estos diálo-
gos que aspiran a hacer oír voces diferentes que
visibilicen los conflictos existentes.
Ante la pregunta sobre si hay lugar para la
intervención de las ciencias sociales y humanas
en este debate candente, la respuesta es positi-
va. Se impone una reformulación del paradigma
científico en su conjunto que trabaje transver-
salmente con todo el espectro disciplinario, una
epistemología mixta que incluya reflexiones
provenientes de la ciencia occidental en con-
tacto con el conocimiento ancestral indígena y
las creaciones artísticas. Este libro nos demues-
tra cómo las ciencias sociales y humanas han
tenido en los últimos años un rol central en la
construcción de este modelo epistemológico en
el que coparticipan no solo diferentes actores

GLORIA CHICOTE | 14
sino también diferentes comunidades de cono-
cimiento y diferentes lenguajes lingüísticos, vi-
suales y audio-visuales.
El discurso articulado por Karina Batthyány
en los distintos apartados del libro constituye a
la vez una denuncia y una arenga, porque se-
ñala reiteradamente la debilidad de la institu-
cionalidad estatal y, paralelamente, advierte la
necesidad imperiosa de comprometer a quienes
trabajamos e investigamos en las ciencias so-
ciales y humanas a constituir redes que ayuden
a subsanar esas ausencias, que contribuyan a
visibilizar a millones de latinoamericanos ocul-
tos detrás de las construcciones efectuadas por
los discursos hegemónicos de “intelectuales,
técnicos y funcionarios que controlan la infor-
mación y el conocimiento para que no se hagan
públicos”.
Tal como se destaca enfáticamente, nuestro
desafío es construir un conocimiento complejo
en el que todos los paradigmas y las perspec-
tivas complementarias puedan mostrarse. Esta
clase de convivialidad no se supone que sea
única e unívoca sino que debe llevar adelante
los procesos, las tensiones y los conflictos en sí
mismos. Educación, género, medioambiente, la

15 | PRÓLOGO
fragilidad de la democracia, la paz y los dere-
chos humanos en confrontación constante con
el conservadurismo, el avance de las derechas,
las demandas del indigenismo y múltiples face-
tas del racismo y la racialización, junto con los
conflictos de la movilidad migratoria, son algu-
nos de los temas inaplazables que debemos en-
carar en aras de la fundación una sociedad más
justa y equitativa.
Las ciencias sociales y humanas poseen un
marco teórico y una metodología sumamen-
te eficientes para atravesar esta coyuntura, ya
que en los momentos de inestabilidad política
y ausencia de políticas públicas contribuyen a
la producción y difusión del conocimiento para
incidir en la realidad y transformarla. Nuestras
disciplinas saben tejer una red que acciona y
articula entre las instituciones académicas, las
asociaciones internacionales, ya sean legales,
políticas y culturales, los diferentes tipos de
asociaciones y movimientos civiles, y los múlti-
ples activismos.
Entre los múltiples interrogantes sobre cuá-
les son las posibilidades concretas que tienen
las ciencias sociales y humanas de interpelar e
incidir, una pregunta crucial es hoy cuál es el

GLORIA CHICOTE | 16
impacto de la digitalización en la sociedad la-
tinoamericana. El mundo de la comunicación
digital nos enfrenta a nuevas inequidades, ya
que promueve una nueva movilidad de saberes,
re-organiza el archivo conceptual por adentro,
establece nuevas cooperaciones institucionales,
abre espacios de interacción y construye nuevos
archipiélagos de conocimiento, pero al mismo
tiempo produce fragmentaciones, desacoples y
crea nuevas interdependencias y asimetrías.
La interacción de un universo digital de últi-
ma tecnología en convivencia con las necesida-
des básicas insatisfechas de nuestras sociedades
refuerza ese vivir en la cornisa que a los y las
latinoamericanas nos invita a reinventarnos día
a día. Las reflexiones de este libro cumplen con
creces el objetivo de ubicar a las ciencias socia-
les y las humanidades en el centro de ese desa-
fío de reinvención en el presente y en el futuro.

17 | PRÓLOGO
América Latina y el
Caribe: un escenario
de contradicciones y
ambivalencia
Si una imagen puede sintetizar el momento ac-
tual de América Latina y del mundo, es la de la
encrucijada: una encrucijada compleja, debido a
que se produce por una conjunción de fenóme-
nos económicos, ambientales, políticos, ideo-
lógicos, culturales, sociales y sanitarios. Esta
complejidad trasciende los graves problemas de
la pobreza, la falta de empleo o la concentración
de la riqueza, e involucra otras dimensiones,
como los derechos humanos, las desigualdades,
las migraciones, la corrupción, la violencia, la
inseguridad, la postergación de los derechos de
los pueblos indígenas, la ausencia de institucio-
nalidad estatal, la movilización social, la calidad
de la democracia, las derivas autoritarias de al-
gunos gobiernos, la falta de oportunidades y la
debilidad institucional del Estado.
Durante las últimas dos décadas, se produje-
ron en nuestra región muchas transformaciones,
en dimensiones diferentes y, en muchos casos,
contrapuestas: a la par de programas antielitistas
y perspectivas inclusivas, también se mantuvo o
incluso se profundizó, por ejemplo, la dependen-
cia económica de la explotación de los recursos
naturales. Asimismo, el Estado comenzó a ganar
nuevamente sustancia institucional y poder de

21 | América Latina y el Caribe...


regulación, pero el sistema impositivo casi no se
modificó y se sostuvieron numerosas formas de
precariedad laboral y social.
En el contexto político actual se observa, por
un lado, surgimientos y retornos de gobiernos
de derecha y ultraderecha, neoconservadores y
neoliberales, con políticas sociales regresivas,
excluyentes y retrocesos a nivel de derechos y
condiciones de vida dignas, así como vulnera-
ciones a la institucionalidad y avasallamiento
de las libertades y los derechos políticos y civi-
les. Por el otro, se ve también una permanencia
y, en algunos casos, una revitalización de go-
biernos progresistas o populares a nivel nacio-
nal y local, lo que abre una esperanza para la
transformación social en la región.
Asimismo, a pesar de la mejora relativa de
indicadores económicos y sociales en las úl-
timas décadas, las desigualdades persisten y
se agravan a pasos gigantes en este contexto.
La desigualdad es una caracte-
rística histórica y estructural de
las sociedades latinoamericanas
y caribeñas que se ha mantenido

KARINA BATTHYÁNY | 22
y reproducido incluso en perío-
dos de crecimiento y prosperi-
dad económica. Sus altos niveles
representan un claro obstáculo
para ejercicio de los derechos de
las personas y para la ampliación
de la ciudadanía y la democracia.
En nuestra región, la dificultad de muchas per-
sonas para acceder a oportunidades de progre-
so no solo es consecuencia de la desigualdad de
sus ingresos, también está ligada al lugar de na-
cimiento, a la identidad de género, grupo étni-
co, raza, religión, orientación sexual, y al acceso
a los sistemas de salud, educativos, a los bienes
culturales, simbólicos y recreativos, entre otros;
dimensiones en las que la desigualdad sigue
siendo muy amplia en nuestros países.
Más de la mitad de los habitantes de América
Latina aún vive en condiciones de pobreza o ex-
trema pobreza. Por su parte, la clase media que
está en riesgo de caer en la misma situación y cuya
mayoría trabaja en empleos informales sin protec-
ción social, representa el cuarenta por ciento de la

23 | América Latina y el Caribe...


población. La lucha contra esta y otras dimensio-
nes de la desigualdad no ha sido efectiva, y hoy
más que nunca continúa siendo un desafío central.
La CEPAL señala en su informe 2022 que, des-
pués de la expansión del 6,5 por ciento registrada
en 2021, para 2022 se proyecta que el PIB de Amé-
rica Latina y el Caribe aumente a una tasa del 2,7
por ciento en promedio, volviendo a la senda de
bajo crecimiento que exhibía antes del inicio de la
pandemia, lo que redundará en un aumento de la
pobreza. Antes de la pandemia, había previsto un
crecimiento del 1,3 por ciento. Ahora, en cambio,
perfila una recesión del 5,3 por ciento que será la
peor de toda su historia (CEPAL, 2022). Un dato
central proporcionado por la Organización Inter-
nacional del Trabajo (OIT) es que el 53 por ciento
del empleo en América Latina es informal (Mau-
rizio, 2021). Se trata de 130 millones de trabajado-
res que viven al día y para quienes la cuarentena
no era una opción, porque dejar de salir a trabajar
implicaba dejar de comer. La inestabilidad laboral
se tradujo en bajos ingresos y falta de mecanis-
mos de protección esenciales en una crisis como
la que enfrentamos.
Por su parte, el empleo formal tampoco tie-
ne mejores expectativas, ya que los servicios

KARINA BATTHYÁNY | 24
empresariales, sociales, comerciales y de trans-
porte, que representan un 64 por ciento de este
sector, fueron de los más afectados por las me-
didas de confinamiento durante la pandemia.
En términos generales, la CEPAL espera que la
desaceleración del crecimiento antes menciona-
da produzca una disminución del ritmo de cre-
cimiento del número de ocupados en la región,
que pasaría de un 6,7 por ciento en 2021 a un
3,2 por ciento en 2022. Por su parte, la tasa de
desocupación promedio regional se incremen-
taría levemente, pasando del 9,3 por ciento en
2021 al 9,4 por ciento en 2022. Al mismo tiempo,
se proyecta que la tasa de participación regional
sería de un 62,6 por ciento, cifra que representa
un incremento respecto del nivel registrado en
2021, pero que sigue siendo inferior a los valo-
res precrisis (CEPAL, 2022).
Mientras el discurso dominante en los últi-
mos años se ha centrado en la crisis económica
y sus efectos, las miradas deberían dirigirse a
las fisuras de un orden cultural
y político que, agravado por una
situación económica negativa,

25 | América Latina y el Caribe...


está dando claras señales de
agotamiento y exige una revi-
sión de sus postulados. Esta es
una tarea que tendría que com-
prometer de manera singular a
quienes trabajamos e investi-
gamos en el ámbito de las cien-
cias sociales y las humanidades.
Estas fisuras están afectando nuestro ámbito
de libertad y nuestra condición de ciudadanía,
vulnerando lo que creíamos conquistas irrever-
sibles en el marco de democracias en las que
comprobamos, además, cómo conviven viejas
desigualdades con nuevas exclusiones, estigma-
tizaciones y segregaciones. La pandemia no ha
hecho más que acentuar esta situación.
En ese sentido, pese a que América Latina
cuenta con los regímenes e instituciones de la
democracia representativa y con ciclos electo-
rales regulares, los análisis llaman la atención
sobre las limitaciones y déficits en la calidad de
las instituciones políticas. Entre otros, un ele-
mento que requiere particular atención es la

KARINA BATTHYÁNY | 26
concentración extrema de la riqueza, que se re-
laciona, en muchos casos, con la concentración
del poder y que deriva en sistemas democráti-
cos capturados por quienes detentan ese poder.
Como resultado, constatamos la existencia de
políticas públicas planificadas y ejecutadas por
los sectores dominantes, políticas que refuerzan
las dinámicas de producción y reproducción de
las desigualdades y degradan las condiciones de
vida de las mayorías.
Entonces, una de las dinámicas que genera
la producción y reproducción de las desigualda-
des es justamente esta captura de las políticas
públicas por parte de los grupos dominantes.
Dicha captura, es decir, el uso de dispositivos
e instituciones de lo común para mantener los
privilegios y posiciones dominantes de unos
pocos, se expresa también en los discursos so-
ciales y públicos que se legitiman y consagran
para naturalizar este tipo de políticas. Estos
discursos invisibilizan realidades (por ejemplo,
las condiciones de vida de los pueblos subal-
ternizados, la precarización de la vida de las
mayorías o la distribución de los cuidados y
los tiempos), ocluyen discusiones (como las de
la estructura fiscal, la distribución de la renta

27 | América Latina y el Caribe...


o los endeudamientos externos) y buscan res-
ponsabilizar a ciertos grupos del malestar y la
degradación de la vida de las mayorías (como se
hace en muchos países con los migrantes, con
quienes son beneficiarios de programas sociales
o con quienes exigen derechos postergados).
Estos mecanismos de captura se compleji-
zan también con los dispositivos de control del
conocimiento o “velo técnico”. Con esta deno-
minación nos referimos a los mecanismos que
buscan excluir a la mayoría de la sociedad de
las decisiones que producen las condiciones en
las cuales estas mayorías despliegan sus vidas
y que permiten que los grupos con más recur-
sos determinen las políticas públicas –como las
fiscales– y lleguen a moldearlas en función de
sus propios objetivos y en contra del interés co-
lectivo. Esto se logra muchas veces revistiendo
de carácter técnico (o tecnocrático) y objetivo
definiciones que tienen un sentido político in-
soslayable. Así, se ocultan debates, sentidos y
efectos de las políticas adoptadas y se busca
naturalizar decisiones que en realidad expresan
relaciones sociales y configuraciones cultura-
les, que son presentadas como las únicas posi-
bles, con el concurso de intelectuales, técnicos

KARINA BATTHYÁNY | 28
y funcionarios que controlan la información y
el conocimiento para que no se hagan públicos.
Vivimos en un momento en el que, junto a las
demandas de reconocimiento de identidades
culturales, asistimos a fenómenos que ponen
en cuestión el horizonte de sociedades basa-
das en la convivencia pacífica de las diferencias.
Varios riesgos amenazan la cons-
trucción de democracias pluri-
culturales: el aumento de la into-
lerancia, las dinámicas de segre-
gación en las ciudades, la pérdi-
da de libertades democráticas en
nombre de la seguridad, la crimi-
nalización de las migraciones, el
desconocimiento de diversida-
des y autonomías o los conflic-
tos que en los últimos años se
están generando entre libertades
como la religiosa y de expresión.

29 | América Latina y el Caribe...


Algunos nudos
críticos
A la vista de la diversidad y complejidad de facto-
res que constituyen la crisis que atraviesa nuestra
región, se requieren cambios que permitan ela-
borar agendas de temas prioritarios y el abordaje
inter y multidisciplinario no solo desde la diversi-
dad de las ciencias sociales y humanas, sino tam-
bién desde la interacción con otras ciencias.

DEMOCRACIA, DERECHOS HUMANOS Y


PAZ

Fortalecer democracias fundadas en la defensa


de los derechos humanos y en la consolidación
de Estados de derecho es clave en la coyuntu-
ra que atravesamos. En pos de esta meta, las
ciencias sociales y las humanidades tienen que
articularse con las luchas de los diversos movi-
mientos sociales latinoamericanos y caribeños,
lo que permitirá sinergias entre los resultados
de la investigación académica y los saberes for-
jados en la praxis de los múltiples activismos.

33 | Algunos nudos críticos


Dentro de este punto, las medidas tendien-
tes a lograr la igualdad de género son funda-
mentales. Garantizar los derechos de mujeres y
disidencias, así como erradicar la violencia por
motivos de género, es imprescindible si desea-
mos avanzar hacia sociedades más democráti-
cas y justas. Es necesaria una mayor igualdad
en el acceso a la salud y el respeto por los de-
rechos sexuales y reproductivos de las mujeres,
así como la promoción de su autonomía econó-
mica y física.

AMBIENTE, CAMBIO CLIMÁTICO Y DESA-


RROLLO SOCIAL

América Latina alberga el cuarenta por ciento


de la biodiversidad global, sin embargo, una
parte muy importante de su actividad econó-
mica promueve la utilización de energías y sis-
temas que atentan o destruyen dicha biodiver-
sidad. Este aspecto implica pensar en modelos
de desarrollo alternativos para América Latina
y el Caribe que consideren un uso sostenible
de los recursos naturales y planes de transición
justos pero que no descuiden los derechos y la
justicia social. Para avanzar en esta dirección,

KARINA BATTHYÁNY | 34
es fundamental enfocarse en la reducción de los
gases de efecto invernadero y la contaminación
del aire, así como en desarrollar mayor resilien-
cia al cambio climático. Asimismo, es impres-
cindible revertir la cada vez más profunda pér-
dida de la biodiversidad planetaria, tarea en la
cual la recuperación de los saberes y memorias
bioculturales de los pueblos originarios será
fundamental. Las sociedades latinoamericanas
sufren de manera directa las consecuencias so-
ciales y ambientales del cambio climático global.
La devastación, las pérdidas de vidas humanas
y los cuantiosos daños materiales se presentan
como resultado de la expansión de modelos de
desarrollo extractivistas, con matrices y patro-
nes energéticos visiblemente predatorios.

MIGRACIONES Y MOVILIDAD HUMANA

La movilidad humana a través de la migración


es un fenómeno social de enorme impacto en la
realidad contemporánea. Las dinámicas migra-
torias actuales en la región son cada vez más di-
versas y complejas: las acentuadas desigualda-
des sociales, la violencia y la búsqueda de me-
jores condiciones de vida que se expanden por

35 | Algunos nudos críticos


toda la región han incrementado tales despla-
zamientos. Al mismo tiempo, la intensificación
por parte de los Estados de los mecanismos de
control territorial tiene como consecuencia un
aumento de peligrosidad en las zonas de fronte-
ra así como una vulneración cada vez mayor de
la seguridad y los derechos de quienes migran,
tanto en los trayectos como en los lugares de
llegada.

TRABAJO Y EDUCACIÓN

A todo esto se suman los complejos desafíos


de los campos del trabajo y la educación. Las
desigualdades se producen y reproducen en el
acceso a una educación igualitaria y de calidad,
acceso que no resulta equitativo para todos y
todas, lo que tiene como consecuencia la per-
petuación de dichas desigualdades de base. Los
sistemas educativos primarios, secundarios y
universitarios debieran garantizar justamente
una equidad de formación y oportunidades que
tienda a nivelar más que a profundizar estas
diferencias. Por otro lado, el acceso al trabajo
digno, de calidad, registrado y bien remunerado
resulta cada vez más un bien escaso en nuestras

KARINA BATTHYÁNY | 36
sociedades actuales. La precarización laboral es
moneda corriente y se ha profundizado en los
últimos años.

LAS VIOLENCIAS Y DESIGUALDADES DE


GÉNERO

La situación de las mujeres se deteriora cada día


más. En la mayoría de los países de la región,
están más expuestas a violencias y desigual-
dades. En el mismo sentido, sectores políticos
conservadores y reaccionarios que proclaman
el antifeminismo persiguen lo que ellos deno-
minan “ideología de género” y criminalizan a
las diversidades que se han fortalecido en los
últimos años. La integración de las mujeres en
el mundo público a lo largo de estos últimos
cincuenta años, relacionada con la presencia
continua y ascendente en el mundo laboral,
así como con los cambios sociodemográficos
como la reducción de la fecundidad, la prolon-
gación de la esperanza de vida y las uniones de
pareja más tardías, no ha implicado cambios
significativos en la brecha de desigualdad que
afecta a la mayoría de ellas. Por ejemplo, el pro-
greso en el nivel educativo no ha significado

37 | Algunos nudos críticos


necesariamente una mejora en las carreras la-
borales de las mujeres. Las trabajadoras siguen
ganando menos que los trabajadores, tienen
mayores dificultades para la contratación, per-
manencia y ascenso en sus carreras laborales, y
enfrentan muchas veces discriminaciones aso-
ciadas a su potencial maternidad. Las opciones
de vida de las mujeres siguen siendo limitadas
por las responsabilidades de cuidados. A su vez,
persiste una fuerte sub-representación femeni-
na en la política y en los procesos de toma de
decisiones en muchos de nuestros países.

LOS PROCESOS DE INESTABILIDAD


POLÍTICA

Las crisis políticas refuerzan las situaciones an-


teriormente mencionadas, debilitan las políticas
públicas y la capacidad estatal y amenazan el
desarrollo del conocimiento en las universida-
des e instituciones de investigación ya sea por
restricciones políticas a la libertad intelectual
y el ejercicio profesional o por la reducción
presupuestaria.

KARINA BATTHYÁNY | 38
En todos los casos, estas dimensiones operan de
manera combinada, vulneran los derechos hu-
manos en la mayoría de los países de la región y
refuerzan las situaciones de violencia que viven
amplios sectores sociales, entre los cuales los
más expuestos son siempre las mujeres, los/as
niños/as, los/as jóvenes y los/as migrantes.
Frente a este panorama, se vuelve necesario
impulsar las siguientes alternativas desde Amé-
rica Latina y el Caribe:

REDISEÑAR EL MODELO ECONÓMICO,


REDUCIR LA DEUDA Y PROPULSAR UNA
RENTA BÁSICA CIUDADANA

La necesidad de estas medidas parte de la pre-


misa que dicta que el acceso a los bienes esen-
ciales es una condición para la existencia de una
ciudadanía democrática en la que se garantice
la igualdad y la dignidad de todas las personas.

FORTALECER LA CALIDAD DE NUESTRAS


DEMOCRACIAS

Para ello, es fundamental impulsar un diálogo


entre organizaciones, Estados y otros actores

39 | Algunos nudos críticos


que elaboren, en conjunto, soluciones basadas
en la democracia participativa y en la educación
cívica orientada a la solidaridad y cooperación,
no hacia el emprendedurismo y la competitivi-
dad a toda costa.

CONSOLIDAR EL ACCESO UNIVERSAL A


LA SALUD

Esto último, que siempre fue evidente, se tornó


indiscutible, e incluso urgente, a la luz de lo acon-
tecido durante la pandemia por covid-19, que
dejó al desnudo como nunca antes la necesidad
absoluta de un sistema de salud pública eficiente,
inclusivo, regulado por el Estado y de fácil acceso
para los ciudadanos y ciudadanas. Asimismo, el
rol de los Estados nacionales en las campañas de
vacunación, por ejemplo, fue otra prueba más del
papel indiscutible que lo público debe cumplir en
relación al acceso universal a la salud.

CONSTRUIR UNA NUEVA RELACIÓN CON


EL MEDIOAMBIENTE

La crisis demuestra que es hora de repensar la


relación de la humanidad con la naturaleza, de

KARINA BATTHYÁNY | 40
reemplazar las visiones antropocéntricas e ins-
trumentales de la tierra para retomar la idea de
que formamos parte de un todo. La defensa de
la vida en su conjunto es la condición para la
supervivencia de la humanidad.

REPENSAR LA MOVILIDAD HUMANA

La migración debe ser reconocida como un de-


recho humano básico y, en tanto derecho hu-
mano, debemos garantizar no solamente condi-
ciones para que las movilidades se produzcan
de forma regulada, segura y ordenada, sino
también trabajar para que los y las migrantes
cuenten con condiciones de vida y trabajo de-
centes en los países en los que se instalan.

ACORTAR LAS BRECHAS DE GÉNERO

Recuperar la dimensión política de la vida coti-


diana parece un camino a transitar a la hora de
avanzar hacia este objetivo. La crisis sanitaria
evidencia las consecuencias que tiene sobre la
vida la mercantilización de lo público y de lo
privado. En medio de la parálisis económica y
social que significó la cuarentena por covid-19,

41 | Algunos nudos críticos


lo único que no pudo frenarse ni un instante
fueron las tareas de cuidado. Esto demuestra
la prioridad de reivindicar este tipo de tareas
cotidianas tanto de cuidado como domésticas,
históricamente despreciadas en el marco del ca-
pitalismo patriarcal, que son las que permiten
el sostenimiento de la vida y su reproducción.
Es momento de ampliar la agen-
da pública y pensar en nuevas
formas de organización social en
las que el cuidado ocupe un rol
central y se transformen relacio-
nes que hoy son inequitativas.

KARINA BATTHYÁNY | 42
El aporte de las
ciencias sociales para
nuevas alternativas
políticas
¿Cómo pueden las ciencias sociales configurar
un nuevo paradigma que contribuya a escapar
del laberinto social y humano en el que están
inmersas nuestras sociedades?
Uno de los puntos centrales es entender
cuál es el objetivo de las ciencias sociales.
Una visión posible se enfoca en el rigor de su
metodología y en la comprobación de sus re-
sultados, lo que privilegia un modelo de cien-
cia “pura”. La otra visión es la que propicia el
ejercicio de un pensamiento crítico y se enfoca
en trabajar en unas ciencias que tengan capa-
cidad de incidir sobre la realidad o, dicho de
otra manera, que tengan capacidad de trans-
formación social. Este último es justamente
el vínculo entre ciencias sociales y política:
trabajar en torno a problemáticas que puedan
ser retomadas desde el campo político para
repercutir en transformaciones a nivel social.

45 | El aporte de las ciencias sociales...


Nuestras disciplinas pueden co-
laborar para contrarrestar las
desigualdades sociales a partir
de la producción de nuevos en-
foques basados en conocimien-
tos con incidencia social y, en
relación con esto último, pue-
den promover diálogos inter-
generacionales e interdiscipli-
nares entre academia, política
pública y movimientos sociales.
El desarrollo de estos dos aspectos incidirá po-
sitivamente en el potencial crítico y transfor-
mador de las ciencias sociales. El conocimien-
to útil es el que provoca un cambio en la reali-
dad y no se limita meramente a describirla: es
el conocimiento para incidir, para transformar.
Dicha incidencia y dicha transformación están
pensadas, desde ya, en un sentido determina-
do: el de propiciar realidades más justas e igua-
litarias, ya que desde una agenda de derecha

KARINA BATTHYÁNY | 46
se busca igualmente incidir y transformar la
realidad, pero en sentido contrario.
Algunas propuestas que permi-
tirían comenzar a abordar estos
desafíos se vinculan, en términos
generales, con el cambio de pers-
pectiva que ofrece en nuestros
días el movimiento feminista.
En primer lugar, en la actualidad parece clave
profundizar en el entendimiento de la igual-
dad democrática como reconocimiento de las
diferencias, reto que el feminismo ha aborda-
do consecuentemente. Si partimos de un fe-
minismo entendido no solo como movimiento
reivindicativo de la plena igualdad de derechos
de mujeres y varones, sino también en tanto
teoría política, entendemos de qué modo este
debería convertirse en el fundamento y límite
de la democracia. Su lógica, sus presupuestos
y sus propuestas de estructuras sociales, cul-
turales y políticas alternativas son la base de
la profundización democrática que nos per-
mitirá avanzar en el diálogo entre culturas.

47 | El aporte de las ciencias sociales...


La teoría feminista nos aporta
una serie de elementos teóri-
cos, políticos, éticos, jurídicos y
económicos que nos sirven para
construir armónicamente la con-
vivencia con el debido equilibrio
entre valores comunes y diversos.
En segundo lugar, urge una propuesta crí-
tica y emancipadora, o una mirada alternativa
sobre nuestro modelo de convivencia, tarea
para la cual el feminismo debe convertirse en
nuestro principal aliado, dada su capacidad de
revisión crítica además de su potencial como
movimiento a favor de la igualdad. El femi-
nismo, por una parte, ha cuestionado el orden
social, político y cultural del patriarcado y,
por otra, ha propuesto una mirada alternati-
va sobre nuestro modelo de convivencia, mi-
rada que se basa en la irrenunciable igualdad
real de mujeres y varones. De esta manera, ha
desentrañado durante más de dos siglos las
terribles paradojas de sistemas políticos que,
basados formalmente en la libertad, la justicia

KARINA BATTHYÁNY | 48
y la igualdad, han mantenido y prorrogado la
opresión y la exclusión de más de la mitad de
la población.
En tercer lugar, es importante evidenciar
la dimensión política de la vida cotidiana.
En la búsqueda permanente
de ampliación de las ciudada-
nías políticas, un aspecto cen-
tral, pero generalmente ob-
viado, es la dimensión política
de la vida cotidiana o privada.
Tal dimensión representa para las mujeres un de-
safío adicional pues es allí donde su ciudadanía
–y la democracia que la permite– comienza a ser
devaluada y no respetada hasta límites extremos,
como la violencia de género y el femicidio. El
acceso a nuevas dimensiones ciudadanas impul-
sadas por nuevos sujetos portadores de derechos
no es solo una sumatoria a los derechos existen-
tes, sino que implica la redefinición de la propia
ciudadanía, al evidenciar cómo su construcción
asimétrica ha sido cubierta bajo el manto abs-
tracto de la universalidad. Este acceso implica

49 | El aporte de las ciencias sociales...


también una redefinición de nuestras visiones
democráticas y ciudadanas con valores transcul-
turales y nos invita a desarrollar una perspectiva
interseccional que, en el caso, de las mujeres evi-
dencia la confluencia de la exclusión por motivos
de género con otros vectores de discriminación.
Toda esta intensa y compleja labor crítica con-
duce finalmente a la necesidad de configurar un
nuevo pacto social basado en una crítica de los
presupuestos metodológicos y epistemológicos
dominantes durante siglos, al tiempo que una re-
visión de nuestra manera de construirnos como
varones y como mujeres. De ahí que, en defini-
tiva, dicho renovado pacto implique una resig-
nificación de la ciudadanía, la conciliación de los
tiempos y los espacios de vida, en el nuevo marco
que impone la globalización. La revisión de esas
estructuras es una magnífica oportunidad para
avanzar en el logro de un orden social que permita
conciliar igualdad y diferencias, valores comunes
y diversidad en el marco de la igualdad.
En el campo de la política en general, la ge-
neración de nuevos conocimientos oportunos va
a incidir en la agenda: posicionando los temas,
generando otras estrategias, generando conoci-
mientos que se puedan aplicar, que interactúen

KARINA BATTHYÁNY | 50
con los movimientos y organizaciones sociales,
problematizando estos temas que mencionamos
más arriba y yendo en contra de los procesos de
naturalización de los mismos. Un ejemplo apro-
piado, aunque no el único, es el tema de los cui-
dados, noción que no existía como tal. Desde las
ciencias sociales se trabajó, se conceptualizó, se
demostró su importancia, lo que redundó luego en
la formulación de políticas concretas que hoy (tal
vez de manera escasa e insuficiente) se están im-
plementando y que permiten, por ejemplo, que las
mujeres tengan alternativas para dejar a sus hijos
cuando van a trabajar o que alguien se pregunte
qué hacemos con la población de tercera edad, si
es que van a ser también las mujeres quienes de-
ban hacerse cargo de sus cuidados. En resumen,
el tema de los cuidados es un buen ejemplo del
vínculo entre ciencias sociales y políticas públicas,
y eso responde a un enfoque teórico y epistemoló-
gico que tiene consecuencias metodológicas.
Lo otro que es importante y que por suer-
te está ocurriendo en América Latina, aunque
de manera reciente, desde el año 2000 en ade-
lante, es cómo las ciencias sociales lograron
posicionarse como un medio de conocimien-
to útil y con capacidad de reconocimiento.

51 | El aporte de las ciencias sociales...


Hoy en día a las ciencias so-
ciales se les piden insumos, se
dialoga con ellas desde varios
sectores de nuestra sociedad,
y quienes somos cientistas so-
ciales debemos defender nues-
tra capacidad de proveer dichos
elementos para la toma de deci-
siones más acertadas en la po-
lítica, en el sentido de que sean
decisiones que promuevan más
igualdad, más desarrollo, más
democracia.
Durante la pandemia, quedó en evidencia, en
muchos países, la existencia de un desafío muy
complejo: las ciencias naturales, la medicina en
particular, y las ciencias exactas, por su capaci-
dad de predicción, fueron consideradas esencia-
les desde un principio. Sin embargo, a medida
que la situación de pandemia se prolongaba, fue
claro que había consecuencias que iban más allá

KARINA BATTHYÁNY | 52
de lo médico y lo estadístico, es decir, que la vida
cotidiana de las personas se vio alterada en as-
pectos mucho más variados y que era necesario
buscar respuestas que pudieran, no solo explicar,
sino también paliar esas consecuencias. Dichas
respuestas debieron venir necesariamente de las
ciencias sociales, que pusieron luz en ese sentido
sobre las cuestiones que no estaban visibilizadas:
el impacto sobre el empleo, el impacto sobre las
condiciones de vida, sobre la educación, impac-
tos que no fueron los mismos sobre mujeres que
sobre varones, no solo por el tema de los cuida-
dos que se mencionó antes, sino también por
cuestiones de violencia y de desigualdades eco-
nómicas de género.
Estos cruces entre las capacidades de las
ciencias sociales y su potencial para influir en
la toma de decisiones en torno a la planificación
y ejecución de las políticas públicas se tratan,
en definitiva, de entender qué ha sucedido en
América Latina en los últimos años, hacia dónde
vamos y qué podemos hacer para fortalecer la
construcción de alternativas democráticas que
superen los modelos de exclusión que amplían
las brechas de desigualdades de toda índole.

53 | El aporte de las ciencias sociales...


Nuevos desafíos
en la producción
y evaluación del
conocimiento
Se abre ante nosotros y nosotras una oportu-
nidad única para reformular el vínculo entre
ciencias sociales y política ya que, para tomar
las mejores decisiones frente a los desafíos que
presentan las diferentes situaciones sociales, re-
sulta necesario pensar en la vinculación entre
la investigación, el conocimiento y la política.
Hay que prestar atención al discurso científi-
co unilateral que, al mismo tiempo que puede
orientar decisiones políticas acertadas, también
puede producir “ceguera epistémica” si no se
incorporan otras miradas y saberes. Emergen
hoy interpretaciones alternativas de la realidad;
la reflexión crítica y la producción de conoci-
miento de los y las cientistas sociales resulta
fundamental para la construcción del futuro
que deseamos.
Abordar una agenda de problemáticas
tan diversas, complejas y entrelazadas de-
manda reivindicar ciencias sociales compro-
metidas con su verdadero potencial crítico y

57 | Nuevos desafíos en ...


transformador. Ante desigualdades multidi-
mensionales y procesos políticos inestables y
complejos, se hacen necesarias herramientas
de análisis, interpretación y comprensión que
sean también multidimensionales, transver-
sales e interdisciplinares, lo que implica am-
pliar los horizontes de la oferta educativa, de
la investigación social, crear y consolidar es-
pacios de encuentros académicos, políticos y
sociales más allá de los tradicionales. Es decir,
elaborar abordajes que den cuenta de esa com-
plejidad, ese entramado, esa construcción in-
terseccional con dimensiones económicas, ge-
neracionales, sociales, de género, territoriales,
culturales, educativas, laborales, vinculadas a
migraciones y desplazamientos, entre otras.
Esta comprensión multidimensional, transver-
sal e interdisciplinar posibilitará, al desarrollar
los vínculos que describimos con anterioridad,
construir herramientas de política pública e
intervención social que permitan transformar
las sociedades actuales hacia sociedades más
justas, democráticas, igualitarias y que forta-
lezcan los derechos humanos.

KARINA BATTHYÁNY | 58
La producción de tal tipo de
conocimiento comprometido y
socialmente relevante supone,
asimismo, repensar las lógicas
actuales de la evaluación cien-
tífica, temática que se consti-
tuye, así, como otro nudo crí-
tico en el que nuestras ciencias
sociales deberían focalizarse
actualmente.
Discutir críticamente las políticas de evalua-
ción en las ciencias sociales y humanidades es
una prioridad que debe emprenderse buscando
trascender la mera denuncia de las prácticas
que nos afectan a todos y todas, para poder de-
sarrollar una propuesta alternativa y con inci-
dencia en los espacios políticos decisorios que
la regulan.
En este sentido, un ejemplo de la actualidad
es la agenda del FOLEC (Foro Latinoamericano
sobre Evaluación Científica), que se propone
consolidar un espacio dialógico de trabajo (en la

59 | Nuevos desafíos en ...


modalidad de foros y seminarios), donde CLAC-
SO asume la responsabilidad de articular y pro-
mover la reflexión y labor en conjunto con las
instituciones asociadas y los Organismos Na-
cionales de Ciencia y Tecnología (ONCyT) de la
región, a fin de alcanzar una propuesta común
y regional sobre evaluación (Batthyány y Sana-
huja, 2020). Se trabaja directamente con los or-
ganismos de ciencia y técnica de los diferentes
países que nos han brindado la oportunidad de
tener ese lugar de discusión y trabajo conjunto
porque son ellos quienes aplican las políticas de
evaluación científica y, por lo tanto, es necesa-
rio discutir con ellos para que las prácticas se
transformen. Es fundamental comprender que
si no se dialoga con quienes, por ejemplo, estan-
darizan el formulario con el cual se evalúa a los
científicos y científicas de América Latina, será
muy difícil cambiar algo.
Vivimos una etapa en la que se ha instalado
con fuerza una dinámica de gestión y produc-
ción de saberes asociada casi exclusivamente a
la productividad y al rendimiento, sobre cuyos
efectos adversos ya se han pronunciado di-
versas voces críticas y alternativas. Debemos
propiciar espacios de encuentro de estas voces

KARINA BATTHYÁNY | 60
críticas, promover la reflexión y el debate en tor-
no a la cuestión, y pensar conjuntamente polí-
ticas científicas alternativas rigurosas y basadas
en la responsabilidad pública, el pluralismo y la
solidaridad.
En este sentido, es necesario abordar la
evaluación científica desde una visión críti-
ca, para el diseño de procesos e instrumentos
acordes con las necesidades actuales de pro-
ducción de conocimiento. Por ello, es clave el
fortalecimiento de las ciencias sociales y las
humanidades en el análisis y desarrollo de acti-
vidades científicas, tecnológicas, de innovación
y humanísticas, con miras a comprender mejor
los procesos sociales y a mitigar los principa-
les problemas, tanto sociales como ambientales,
que aquejan a la región.
Es fundamental proponer una nueva forma
de evaluar y lograr que esta permee las políticas
nacionales e institucionales que la regulan. Para
esto, en primer lugar, es vital generar consensos
en torno al sentido de la evaluación y, en fun-
ción de eso, articular un debate regional en tor-
no a los criterios de valoración y a los indicado-
res de medición. ¿Por qué consensuar el sentido
de la evaluación? Porque no estamos hablando

61 | Nuevos desafíos en ...


de un procedimiento simplemente técnico, sino,
ante todo, político: implica decidir una orien-
tación que pondera propuestas, escenarios y
actores. En relación con esa definición del sen-
tido, y en segundo lugar, se puede consensuar
un conjunto de criterios, a modo de principios
ordenadores a la hora de evaluar:

· Solidaridad
· Indagación crítica de la realidad y pluralidad
de perspectivas
· Articulación de diferentes tipos de conoci-
mientos y saberes
· Impactos, usos y potencial transformador
de tales saberes
· Priorización de prácticas de cooperación
e integración regionales de la investiga-
ción, docencia y extensión, contrarias a
las tendencias hegemónicas actuales de
internacionalización
· Inclusión de las premisas de los movimien-
tos transformadores de nuestro tiempo,
como el movimiento de mujeres, para consi-
derar la participación de las mujeres y otros
colectivos en la universidad y la ciencia.

KARINA BATTHYÁNY | 62
Por último, hay que definir instrumentos acor-
des con el sentido y los criterios antes propues-
tos. Lo que nos lleva nuevamente a la cuestión
central ya planteada: la necesidad de politizar
la discusión sobre la evaluación. No estamos
hablando de técnicas: estamos discutiendo pro-
puestas de producción de conocimientos para
un horizonte que definimos, políticamente,
como igualitario.

63 | Nuevos desafíos en ...


Alternativas desde
América Latina y el
Caribe
La pandemia de covid-19 ha dejado a la vista
como pocas veces antes la urgencia de supe-
rar las inequidades y desigualdades, a las que
debemos enfrentar con iniciativas y propues-
tas. Estas estrategias tienen que diseñarse a
partir de una tarea colectiva. No hay forma
de aislarse. No hay forma de que cada Es-
tado pueda llevar a cabo por sí mismo esta
transformación.
Luego de esta coyuntura que atravesa-
mos, ya nada será igual. América Latina está
en condiciones de aunar esfuerzos para re-
definir la nueva ecuación sociedad-Estado
y para apelar a la riqueza de sus capacidades
humanas, científicas, culturales y sociales.
Esta es la oportunidad para
esbozar un nuevo contrato so-
cial que permita la construc-
ción de un mundo más justo,

67 | Alternativas desde América ...


alejado de la narrativa neoliberal que se im-
puso a partir de los años ochenta, para la que
los seres humanos eran lo menos importante.
Estos nuevos contratos se edificarán, ideal-
mente, con la argamasa de cuatro ideas clave:
democracia, solidaridad, interdependencia y
corresponsabilidad.
Las ciencias sociales, entonces, deberán
adquirir de manera innegable y definitiva un
papel protagónico en el diseño de las nuevas
comunidades emanadas de la pandemia. Sus
herramientas resultarán fundamentales para
orientar la toma de decisiones de los gobiernos,
para repensar políticas públicas estructurales
y para esbozar una propuesta colectiva en la
región.

KARINA BATTHYÁNY | 68
Bibliografía

• Batthyány, Karina; Sanahuja, José A. (2020) Pre-


sentación. En Dominique Babini y Laura Rovelli.
Tendencias recientes en las políticas científicas de
ciencia abierta y acceso abierto en Iberoamérica.
Buenos Aires: CLACSO/Fundación Carolina.
• CEPAL (noviembre, 2022). Estudio Económico de
América Latina y el Caribe 2022: dinámica y desafíos
de la inversión para impulsar una recuperación sos-
tenible e inclusiva. LC/PUB.2022/9-P/Rev.1
• Maurizio, Roxana (noviembre, 2021). Empleo e in-
formalidad en América Latina y el Caribe: una recu-
peración insuficiente y desigual. Organización Inter-
nacional del Trabajo. https://www.ilo.org › publica-
tion › wcms_819022

69 | Alternativas desde América ...


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cijada compleja, debido a una conjunción de fenóme-
nos económicos, ambientales, políticos, ideológicos,
culturales, sociales y sanitarios. La pandemia de
COVID-19 ha dejado a la vista como pocas veces
antes la urgencia de superar las inequidades y
desigualdades, a partir de una tarea colectiva.
Es la oportunidad para esbozar un nuevo contrato
social que permita la construcción de un mundo
más justo, alejado de la narrativa neoliberal que se
impuso a partir de los años ochenta. Las ciencias
sociales deberán adquirir un papel protagónico en
el diseño de las nuevas comunidades emanadas
de la pandemia. Sus herramientas resultarán
fundamentales para orientar la toma de decisiones
de los gobiernos, para repensar políticas públicas
estructurales y para esbozar una propuesta colectiva
en la región.

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