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POR
MARIA ALEJANDRA MOLINA GOMEZ
PREVIO A CONFERÍRSELE
CONTENIDO PÁGINA
Introducción …………………………………………………………………………..…………1
CAPÍTULO I
PROCESOS DE EJECUCIÓN
1.1. Definición …………………………………….…………………………………………..4
1.2. Clases de procesos ejecutivos …………………..…………………………………….5
1.2.1. Procesos de Ejecución Singular ……………………….……………………………...5
1.2.2 Ejecuciones Especiales ……………………………………….………………………18
1.2.3. Ejecución de sentencias …………………………………………….………………..21
1.2.4. Procesos de Ejecución Colectiva ………………………………………….………...22
CAPÍTULO II
JUICIO ORDINARIO POSTERIOR
CAPÍTULO III
CAPÍTULO IV
ANÁLISIS DE EJECUCIÓN DE SENTENCIAS EJECUTIVAS.
Conclusiones ……………………………………………………………………….………….67
Recomendaciones …………………………………………………………………….………68
Referencias ……………………………………………………………………………………69
Anexos ………………………………………………………………………………………....72
INTRODUCCIÓN
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- Establecer el criterio preponderante en cuanto a la interpretación que se le da al artículo
294 del Código Procesal Civil y Mercantil, en lo que se refiere a sentencia pasada en
autoridad de cosa juzgada.
- Determinar el criterio preponderante en cuanto a la interpretación que se le da al
artículo 340 del Código Procesal Civil y Mercantil, el cual establece que para la
ejecución de sentencias nacionales son aplicables las normas establecidas para la vía
de apremio.
Por lo que con el análisis que se llevó a cabo se determinó qué sentencias pasan en
autoridad de cosa juzgada y cuál norma se aplica al caso concreto y así garantizar un
mecanismo eficaz que permita a los sujetos restablecer una situación jurídica vulnerada.
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Los documentos que se analizaron dentro del desarrollo del trabajo de investigación son
sentencias dictadas por Juzgados de Primera Instancia del Ramo Civil y Juzgados de
Paz del Ramo Civil del departamento de Guatemala y su posterior ejecución los cuales
se identifican con el Código Único de Identificación.
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CAPITULO 1
PROCESOS DE EJECUCIÓN
Los procesos de ejecución tienen por objeto el cumplimiento de una obligación, la que
está fundamentada en un título ejecutivo que lleva aparejada la fuerza ejecutoria y así
poder dar reconocimiento a la sentencia dictada. El juez ordena dar, hacer, o no hacer
determinada cosa.
1.1 Definición
La Ejecución Manuel Ossorio la define como «la última parte del procedimiento judicial,
que tiene como finalidad dar cumplimiento a la sentencia definitiva del juez o tribunal
competente. Exigencia de determinada deuda mediante el procedimiento ejecutivo, de
tramitación más rápida que el juicio ordinario.» 1
Cipriano Gómez Lara asevera que la ejecución es «la materialización de lo ordenado por
el tribunal a efecto de que tenga cumplimiento en la realidad, en lo fáctico, lo establecido
en la sentencia.» 2
Lino Enrique Palacio, manifiesta que el proceso de ejecución es «el que tiene por objeto
hacer efectiva la sanción impuesta por una sentencia de anterior condena, que como tal
impone al vencido la realización u omisión de un acto, cuando éste no es voluntariamente
4
realizado u omitido por aquél.»
1
Ossorio, Manuel. Diccionario de Ciencias Jurídicas Políticas y Sociales. Guatemala. Datasca. 1ra edición
electrónica.
2
Gómez Lara, Cipriano. Derecho Procesal Civil. México: Oxford, 2003. 6ta. edición. Pág. 238
3
Cabanellas, Guillermo. Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual” Tomo II. Editorial Heliasta S.R.L.
Argentina, 1979. Pág.99.
4
Palacio, Lino Enrique. Manual de Derecho Procesal Civil. Tomo I. Editorial Abeledo-Perrot.. Argentina.
Pág. 86.
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1.2 Clases de Procesos de Ejecución
a) Procesos de ejecución de dación: Procesos que consisten en dar una cosa o cierta
cantidad de dinero.
b) Procesos de ejecución de transformación: Procesos que buscan como fin un hacer
o un deshacer forzoso, cuyo incumplimiento conlleva consecuencias jurídicas.
En estos procesos se ejecuta una parte del patrimonio integrado por un bien o por varios
bienes del demandado o deudor, entre los que podemos encontrar:
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a) Vía de Apremio
José Ovalle Favela, define el proceso de ejecución de Vía de Apremio como «el
procedimiento para llevar a cabo la ejecución procesal o ejecución forzada. La vía de
apremio constituye el procedimiento para el desarrollo de la etapa final del proceso, la
etapa ejecutiva.» 5
Cipriano Gómez Lara, determina que el proceso de ejecución de Vía de Apremio es «la
afección de bienes para someterlos a un procedimiento de venta, a fin de que con el
producto de esa venta se haga pago al acreedor de su crédito.» 6
De conformidad con el artículo 297 del Código Procesal Civil y Mercantil, el juez valora el
título ejecutivo y dicta el mandato de ejecución, que conlleva:
5
Favela, José Ovalle. Derecho Procesal Civil. México: Harper & Row Latinoamericana. 1985. 2da edición.
Pág. 251.
6
Gómez Lara, Cipriano. Derecho Procesal Civil. México: Oxford, 2005. 7ma edición. Pág. 232.
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1. Requerimiento al deudor;
El acreedor tiene derecho a designar los bienes en que haya de practicarse el embargo,
pero el ejecutor no embarga sino aquellos que, a su juicio, sean suficientes para cubrir la
suma por la que se decretó el embargo más un 10% para liquidación de costas.
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impedir que se perjudique el crédito embargado, siempre que haya omisión o negligencia
de parte del deudor. Si el crédito embargado está garantizado con prenda, se intima a
quien detenta la cosa dada en prenda para que no lleve a cabo la devolución de la cosa
sin orden de juez. Si el crédito embargado está garantizado con hipoteca, el acto de
embargo debe anotarse en el Registro de la Propiedad.
De conformidad con el artículo 336 del Código Procesal Civil y Mercantil, no pueden ser
objeto de embargo los siguientes bienes:
1. Los ejidos de los pueblos y las parcelas concedidas por la administración pública a
los particulares, si la concesión lo prohíbe.
2. Las sumas debidas a los contratistas de obras públicas, con excepción de las
reclamaciones de los trabajadores de la obra o de los que hayan suministrado
materiales para ella. Sí puede embargarse la suma que deba pagarse al contratista
después de concluida la obra.
5. Los muebles y los vestidos del deudor y de su familia, si no fueren superfluos u objetos
de lujo, a juicio del juez, ni las provisiones para la subsistencia durante un mes.
7. Los derechos cuyo ejercicio es meramente personal, como los de uso, habitación y
usufructo, pero no los frutos de éste.
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8. Las pensiones, montepíos o jubilaciones menores de Q.100.00 quetzales al mes que
el Estado acuerde y las pensiones o indemnizaciones en favor de inválidos.
9. Los derechos que se originen de los seguros de vida o de daños y accidentes en las
personas.
El acreedor puede pedir ampliación del embargo, cuando los bienes embargados fueran
insuficientes para cubrir el crédito reclamado y prestaciones accesorias o cuando sobre
dichos bienes se deduzca tercería. La ampliación se decreta a juicio del juez sin audiencia
del deudor.
Cuando el valor de los bienes embargados fuere superior al importe de los créditos y de
las costas, a instancia del deudor o de oficio, el juez, oyendo a las partes por 2 días,
puede disponer la reducción del embargo, sin que ésto obstaculice el curso de la
ejecución.
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elección del actor, el monto de la deuda o el valor fijado en la matrícula fiscal para el pago
del Impuesto Único Sobre Inmuebles.
Sólo se admiten las excepciones que destruyan la eficacia del título y se fundamenten en
prueba documental, siempre que se interpongan dentro del tercer día de requerido o
notificado el deudor. Las excepciones se resuelven por el procedimiento de los
incidentes.
Hecha la tasación o fijada la base para el remate, se ordena la venta de los bienes
embargados, anunciándose 3 veces, por lo menos, en el Diario Oficial y en otro de los de
más circulación. Asimismo, se anuncia la venta por edictos fijados en los estrados del
Tribunal y, si fuere el caso, en el Juzgado Menor en la población a que corresponda el
bien que se subasta, durante un plazo no menor de 15 días. El plazo para el remate es
de 15 días, por lo menos, y no mayor de 30 días.
El día y hora señalados, el pregonero del Juzgado anuncia el remate y las posturas que
se vayan haciendo, de las cuales el Secretario toma nota. Cuando ya no hubiere más
posturas, el Juez las examina y cierra el remate, declarándolo fincado en el mejor postor
y lo hace saber por el pregonero. De todo ésto se levanta un acta que firman el Juez, el
Secretario, rematario y los interesados que estén presentes y sus abogados. Sólo se
admiten postores que en el acto de la subasta depositen el diez por ciento del valor de
sus ofertas, salvo que el ejecutante lo releve de esta obligación. Si fueren varios los
bienes que se rematan, son admisibles las posturas que por cada uno de ellos se hagan,
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separadamente. Fincado el remate en el mejor postor, se devuelve a los demás los
depósitos que hubieren hecho.
1. Los comuneros.
2. Los acreedores hipotecarios.
3. El ejecutante.
Si el día señalado para el remate no hubiere postores por el sesenta por ciento, se señala
nueva audiencia para la subasta, por la base del sesenta por ciento, y así continua,
bajando cada vez un diez por ciento. Si llegare el caso de que ni por el diez por ciento
haya habido comprador, se hace un último señalamiento y es admisible entonces la mejor
postura que se haga, cualquiera que sea. En cualquier caso, el ejecutante tiene derecho
de pedir que se le adjudiquen en pago los bienes objeto del remate, por la base fijada
para éste, debiendo abonar la diferencia si la hubiere.
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de ordenar el lanzamiento o el secuestro, en su caso, a su costa. Sólo puede deducirse
apelación contra el auto que no admita la vía de apremio y contra el que apruebe la
liquidación.
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PROCEDIMIENTO EJECUCION VIA DE APREMIO
TASACIÓN
ACTITUD DEL DEMANDADO
Posteriormente al embargo, se procede a la tasación,
salvo que las partes se pongan de acuerdo en el En esta clase de juicio la oposición del ejecutado únicamente
precio. Cuando fueren bienes inmuebles, puede servir puede fundamentarse en excepciones que destruyan la
de base para el remate, el monto de la deuda o el valor eficacia del título, se fundamenten en prueba documental y
de la matrícula fiscal, a elección del acreedor, 312 se interpongan dentro de tercero día de ser requerido o
CPCYM. notificado. Las excepciones se tramitan por la vía de los
incidentes. 296 CPCYM, 135-140 LOJ.
ORDEN DE REMATE
REMATE
Hecha la tasación o fijada la base del remate, se
ordena la venta en pública subasta, anunciándose 3 El día y hora señalados para el remate, se declara fincado en
veces, por lo menos, en el Diario Oficial y en otro de el mejor postor o al ejecutante a falta de postores. El término
mayor circulación. Los postores depositarán el 10%, para el remate será no menor de 15 días ni mayor de 30 días.
para participar en la subasta. 313 CPCYM 313 CPCYM.
ESCRITURACIÓN LIQUIDACIÓN
Llenados los requisitos, el juez señala 3 días al ejecutado Practicado el remate, se hace liquidación de la deuda con
para que otorgue la escritura traslativa de dominio y en intereses y costas librando orden a cargo del subastador.
caso de rebeldía el juez la otorga de oficio. Previo a la 319 CPCYM.
escrituración, el deudor o dueño aún puede rescatar los
bienes de la venta. En la escritura se transcriben el acta
de remate y el auto que apruebe la liquidación. 324
CPCYM.
RECURSOS
ENTREGA DE BIENES
Solamente podrá deducirse apelación
Otorgada la escritura, el juez procede a dar posesión de
contra el auto que no admita la vía de
los bienes al adjudicatario, fijando un plazo no mayor de
apremio y contra el que apruebe la
10 días, bajo apercibimiento de decretar el lanzamiento
liquidación. 325 CPCYM
o el secuestro, a su costa. 325 CPCYM
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b) Juicio Ejecutivo
Lino Enrique Palacio lo define como «el proceso tendiente a hacer efectivo el
cumplimiento de una obligación documentada en alguno de los títulos
extrajudiciales legalmente dotados de fehaciencia o autenticidad.» 7
7
Palacio, Lino Enrique. Manual de Derecho Procesal Civil. Tomo I. Editorial Abeledo-Perrot..
Argentina. Pág. 205.
8
Orellana Donis, Eddy Giovanni. Derecho Procesal Civil II. Guatemala: Orellana, Alonso y
Asociados, 2004, 2da edición. Pág. 204.
9
Castellanos R, Carlos. Segundo Curso de Procedimientos Civiles. Guatemala, 1937. Pág. 247
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7. Pólizas de seguros de ahorro y fianza;
8. Los títulos de capitalización que sean expendidos por entidades legalmente
autorizadas para poder operar en el país;
9. Toda clase de documentos que por disposiciones especiales tengan fuerza
ejecutiva.
El juez oye por dos días al ejecutante y con su contestación o sin ella, manda a
recibir las pruebas, por el plazo de diez días comunes a ambas partes, si lo pidiere
alguna de ellas o el juez lo estimare necesario. En ningún caso se otorga plazo
extraordinario de prueba.
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DEMANDA CALIFICACIÓN DEL TÍTULO Y MANDAMIENTO.
Debe cumplir con los requisitos El juez califica el título y si lo considerase suficiente,
despachará el mandamiento de ejecución, ordenando el
establecidos en los artículos 61,
106, 107 CPCYM requerimiento y embargo en su caso, DARÁ AUDIENCIA
POR 5 DÍAS AL EJECUTADO. 329 CPCYM
Llenados los requisitos, el juez señala tres días al Otorgada la escritura, el juez procede a dar posesión de
ejecutado, para que otorgue la escritura traslativa de los bienes al adjudicatario, fijando un plazo no mayor de
dominio y en caso de rebeldía, el juez la otorgará de oficio. 10 días, bajo apercibimiento de decretar lanzamiento o el
Previo a la escrituración el deudor o dueño aún puede secuestro. 326 CPCYM
rescatar los bienes de la venta. 324 CPCYM
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1.2.2. Ejecuciones Especiales
Guasp, citado por Mauro Chacón Corado, indica que «cuando el proceso de
ejecución tiene por objeto una pretensión dirigida a obtener del órgano jurisdiccional
una entrega, pero no de dinero, sino de cosa distinta, se habla de ejecución
satisfactiva. La ejecución satisfactiva es, pues aquel proceso de ejecución en que
se persigue una dación, pero no una dación de dinero, sino de cosa diferente,
especialmente de una cosa específica que directamente reclama el titular de la
pretensión. Se trata, por lo tanto de un verdadero proceso, ya que en él interviene
el juez, en cuanto tal, por las mismas razones que era proceso el de ejecución
expropietaria o de ejecución ordinaria. Se trata, asimismo, de un proceso de dación,
ya que lo que persigue el ejecutante es que el órgano jurisdiccional realice como
operación física una entrega, esto es, un dar, por lo cual el proceso de ejecución
recibe el nombre mencionado.» 10
10
Chacón Corado, Mauro. Procesos de Ejecución. Guatemala: Magna Terra Editores. 2011. 2da
edición. Pág. 223
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decir la transferencia de la posesión de una cosa determinada que el deudor no ha
11
efectuado voluntariamente.
11
Ibíd. Pág. 224.
12
Ibíd. Pág. 226.
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c) Ejecución de la obligación de escriturar
De acuerdo con el artículo 338 del Código Procesal Civil y Mercantil, si la obligación
consiste en el otorgamiento de escritura pública, al dictar sentencia haciendo lugar
a la ejecución, el juez fijará al demandado el término de tres días para que la
otorgue. En caso de rebeldía, el juez otorgará de oficio la escritura, nombrando para
el efecto al notario que el interesado designe, a costa de este último.
13
Ibíd. Pág. 232
14
Ibíd. Pág. 233
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1.2.3. Ejecución de sentencias
Manuel Ossorio distingue que «La sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada
tiene carácter de título ejecutivo; por ello, quien en virtud de aquélla resulta deudor
y no cumple la prestación debida, estará sujeto a la ejecución forzosa, que dará
cumplimiento a lo ordenado en el fallo.»15
La ejecución de sentencias es el acto por medio del cual se hace cumplir el fallo
dispuesto por un juez o tribunal competente, en el cual se resuelve una cuestión o
litigio.
Cabe mencionar que solamente las sentencias condenatorias son las que van a
generar títulos ejecutorios, y de acuerdo a la naturaleza de la prestación se
procederá a las distintas vías de ejecución.
15
Ossorio, Manuel. Diccionario de Ciencias Jurídicas Políticas y Sociales. Guatemala. Datasca. 1ra
edición electrónica.
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1.2.4. Procesos de Ejecución Colectiva:
Se encuentran reguladas dentro de los artículos del 347 al 400 del Código Procesal
Civil y Mercantil. Entre los procesos de ejecución colectiva tenemos los siguientes:
Manuel Ossorio lo define como «Juicio universal promovido por el propio deudor,
cuando se acredita que su activo es insuficiente para cancelar su pasivo.» 16 Las
personas que hayan suspendido o estén próximas a suspender el pago corriente de
sus obligaciones, pueden proponer a sus acreedores la celebración de un convenio
regulado en el artículo 347 del Código Procesal Civil y Mercantil, el cual señala “que
las personas que hayan suspendido o estén próximas a suspender el pago corriente
de sus obligaciones, podrán proponer a sus acreedores la celebración de un
convenio”. El convenio puede versar:
2. Sobre administración total o parcial del activo por los acreedores, o por el
deudor, bajo la intervención nombrada por ellos.
16
Ossorio, Manuel. Diccionario de Ciencias Jurídicas Políticas y Sociales. Guatemala. Datasca. 1ra
edición electrónica.
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b) Concurso necesario de acreedores
Manuel Ossorio señala que es un «juicio universal que se tramita contra un deudor
no comerciante, cuando se acredita que su activo es insuficiente para cancelar su
pasivo, y es promovido a requerimiento de sus acreedoras legítimos y
quirografarios.»17
Regulado en el artículo 371 del Código Procesal Civil y Mercantil, el cual señala que
procede el concurso necesario de acreedores del deudor que ha suspendido el pago
corriente de sus obligaciones, en los casos siguientes:
c) Declaratoria de quiebra
Definida por Manuel Ossorio como «el pronunciamiento judicial, con carácter de
sentencia, que pone de manifiesto la concurrencia de los tres elementos: calidad de
comerciante del deudor, cesación de pagos y obligación incumplida, que convierten
al deudor insolvente en fallido.»
17
Ossorio, Manuel. Diccionario de Ciencias Jurídicas Políticas y Sociales. Guatemala. Datasca. 1ra
edición electrónica.
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pasivo. Puede ser declarada, a solicitud de uno o varios acreedores en los casos de
procedencia del concurso necesario de acreedores.
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CAPÍTULO 2
Carnelutti advierte que dentro del juicio ordinario posterior «es procedente cuando
se verifica la embargabilidad o inembargabilidad de los bienes, el juez declara, en
modo positivo o negativo. Continúa manifestando que en los casos en los que la
declaración sea negativa, puede ésta tener carácter constitutivo, ocurriría así en el
caso de que el juez le niegue al acreedor el derecho a la ejecución en virtud de un
hecho extintivo o impeditivo de la obligación ocurrido con posterioridad a la
formación del título ejecutivo, es decir, debido a que el negocio jurídico que da
origen al título es independiente del mismo, y de resultar este ineficaz, se estaría
constituyendo entonces el derecho en el juicio ordinario posterior.»18
2.1 Definición
18
Carnelutti, Francesco. Instituciones del proceso civil. Argentina. Europa América. Pág.144
19
Couture, Eduardo J. Fundamentos de Derecho Procesal Civil. Buenos Aires: Depalma, 1977.
3ra edicion. Pág. 472
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El artículo 335 del Código Procesal Civil y Mercantil, ordena que la sentencia dictada
en juicio ejecutivo no pasa en autoridad de cosa juzgada, y lo decidido puede
modificarse en juicio ordinario posterior. Este juicio sólo puede promoverse cuando
se haya cumplido la sentencia dictada en el juicio ejecutivo. Para conocer en el juicio
ordinario posterior, cualquiera sea la naturaleza de la demanda que se interponga,
es competente el mismo Tribunal que conoció en la Primera Instancia del juicio
ejecutivo. El derecho a obtener la revisión de lo resuelto en juicio ejecutivo, caduca
a los tres meses de ejecutoriada la sentencia dictada en éste, o de concluidos los
procedimientos de ejecución en su caso.
Una primera hipótesis es la que limita a configurar el juicio ordinario posterior, como
un mero proceso de anulación de lo actuado en el juicio ejecutivo. Supóngase, por
ejemplo, que un demandado ha sido objeto de condena en un juicio ejecutivo, por
haberse considerado que sus excepciones fueron opuestas fuera de tiempo, cuando
20
Ibíd. Pág. 474-477
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en realidad la citación de excepciones adolecía de la nulidad consagrada en el
artículo 111 del Código Procesal Civil y Mercantil, por vicio en el emplazamiento. El
juicio ordinario posterior limitará sus efectos a la simple anulación de un proceso,
en razón del vicio procesal que invalida todo lo actuado. Para que este juicio
posterior sea resuelto favorablemente a las pretensiones del actor, será necesario
que se den todos los presupuestos de la anulación; que el vicio traiga aparejado
perjuicio; que la nulidad haya sido consagrada por la ley expresa; que haya sido
oportunamente impugnada; que no haya sido motivo de convalidación; entre otros.
Es obvio que estos presupuestos de una acción de anulación por vicio de
procedimiento, no rigen para los otros posibles contenidos del juicio ordinario
posterior que se pasan a mencionar.
En el supuesto que el juicio ejecutivo se haya realizado con todas las formalidades
legales, pero la brevedad del término de prueba no permitió al ejecutado, aportar al
juicio el documento de pago que se hallaba en el extranjero. No hay aquí ninguna
nulidad que reparar. El juicio ordinario será, tan sólo, una acción apoyada en la
pretensión legítima de repetición de pago de lo indebido. La sentencia condenará al
presunto acreedor ejecutante, a reintegrar al ejecutado lo que indebidamente obtuvo
por obra de la sentencia. Varían aquí los plazos de prescripción, la carga de la
prueba, el contenido mismo del fallo en que culmina el juicio ordinario posterior. En
la hipótesis anterior nos hallaríamos frente a una sentencia declarativa; aquí frente
a una condena.
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d) Juicio Posterior como Reparación de Daños
Cipriano Gómez Lara, asevera que la cosa juzgada es «el atributo, la calidad o
autoridad de definitividad que adquieren las sentencias.» 21
La cosa juzgada Manuel Ossorio la define como «autoridad y eficacia que adquiere
la sentencia judicial que pone fin a un litigio y que no es susceptible de impugnación,
por no darse contra ella ningún recurso o por no haber sido impugnada a tiempo, lo
que la convierte en firme.» 22
Hernando Devis, manifiesta que es «la calidad de inmutable y definitiva que la ley
le otorga a la sentencia, en cuanto declara la voluntad del Estado, contenida en la
norma legal que aplica en el caso concreto.» 23
21
Gómez Lara, Cipriano. Derecho Procesal Civil. México: Oxford, 2005. 7ma. edición. Pág. 188.
22
Ossorio, Manuel. Diccionario de Ciencias Jurídicas Políticas y Sociales. Guatemala. Datasca. 1ra
edición electrónica.
23
Echandia, Hernando Devis. Nociones Generales de Derecho Procesal Civil. Aguilar. Pág. 567.
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Liebman, citado por Lino Enrique Palacio manifiesta que la cosa juzgada significa
«la irrevocabilidad que adquieren los efectos de la sentencia cuando contra ella no
procede ningún recurso que permita modificarla. No constituye, pues, un efecto de
la sentencia, sino una cualidad que se agrega a ella para aumentar su estabilidad y
que igualmente vale para todos los posibles efectos que produzca.»24
2.2.2. Clases
De Piña indica que la cosa juzgada en sentido formal significa «la imposibilidad de
impugnación de la sentencia recaída en un proceso, bien porque no exista recurso
contra ella, bien porque se haya dejado transcurrir el termino señalado para
interponerlo; en ese sentido se considera como una simple preclusión que no afecta
más que al proceso en que se produce; pero hay que tener en cuenta que no
conviene confundir la preclusión con la cosa juzgada, porque la preclusión es una
24
Palacio, Lino Enrique. Manual de Derecho Procesal Civil. Tomo I. Editorial Abeledo-Perrot..
Argentina. Pág. 534.
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institución general del proceso, que tiene aplicación en muchos casos distintos de
la cosa juzgada. »25
Por lo que hay cosa juzgada formal cuando la sentencia tiene fuerza y autoridad en
el juicio en que se dictó, pero no es otro, es decir, no puede ser revisada o revocada
en el mismo juicio, pero puede serlo en otro.
Chiovenda citado por Rafael de Piña indica que la cosa juzgada en sentido
sustancial, consiste en «la induscutibilidad de la esencia de la voluntad concreta de
la ley afirmada en la sentencia. La eficacia de la cosa juzgada en sentido material
se extiende a los procesos futuros; en consecuencia, lo que se establece en la
sentencia basada en autoridad de cosa juzgada no puede ser objeto de nuevo
juicio.»26
25
De Piña, Rafael. Lagarra, José Castillo. Instituciones de Derecho Procesal Civil. Mexico: Porrua,
2007. 29 edicion. Pág. 330.
26
De Piña, Rafael. Lagarra, José Castillo. Instituciones de Derecho Procesal Civil. Mexico: Porrua,
2007. 29 edicion. Pág. 330.
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siempre y cuando se den los supuestos que establece el artículo 153 de la Ley del
Organismo Judicial, es decir:
Las demás que se declaren irrevocables por mandato de ley y las que no admiten
más recurso que el de responsabilidad,
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Surge cuando se pretende revivir o revisar un asunto que ya ha sido decidido
definitivamente y se presume que el fallo se basa en situaciones verdaderas, no
controvertibles; en caso contrario, la justicia carecería de eficacia; y exige la
concurrencia de los tres elementos que la ley indica para que pueda destinarse:
Guasp critica la tesis de las tres identidades, a la cual califica de errónea, por
incompleta. Dice: «No solo los sujetos, el objeto y la causa individualizan el
verdadero contenido de un litigio y el fallo correspondiente; hay otras varias
circunstancias que en uno y otro proceso se tienen en cuenta y que son dejadas
arbitrariamente a un lado por la doctrina dominante. En consecuencia, no cabe decir
que sólo hay tres límites de la cosa juzgada, ya que en función de aquellas
circunstancias surgen nuevos elementos delimitadores de la característica
inmutabilidad de una sentencia.» Y consecuente con esta posición analiza el
problema tomando en cuenta los tres elementos fundamentales siguientes: los
sujetos, el objeto y la actividad.
Guasp, citado por Mario Aguirre Godoy, identifica los siguientes presupuestos de la
cosa juzgada material:
En primer lugar debe pensarse que los procesos susceptibles de terminar con
sentencia que produzca cosa juzgada material, son aquellos que no estén excluidos
legalmente de esos efectos, como acontece con los juicios sumarios.
En segundo lugar, se requiere que haya un conocimiento sobre el fondo del asunto
discutido, ya que si el Tribunal solamente hubiera establecido la falta de
presupuestos procesales, sin resolver la cuestión discutida, no puede hablarse de
cosa juzgada material. Dice Guasp a este respecto: La imposibilidad ulterior de
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controvertir la resolución que juzgue acerca de tal requisito se explica por la fuerza
de la preclusión y no por la de cosa juzgada.
En tercer lugar, se necesita que la decisión sea inimpugnable, ya sea por su
naturaleza, por no haber sido éstos desestimados.
De Piña señala que los limites objetivos de la cosa juzgada se señalan cuando se
reconoce que su existencia constituye un obstáculo al planteamiento de procesos
futuros, excluyendo la posibilidad de un nuevo juicio sobre el tema de la relación
jurídica declarada en la resolución pasada en autoridad de cosa juzgada. Para que
este efecto se produzca, se requiere, que el objeto de la acción que se pretende
ejercitar coincida por completo con el de la sentencia anteriormente pronunciada,
de la que dimanen los efectos de cosa juzgada.
2.3. Sentencias
2.3.1. Concepto
Eduardo Couture, define a la sentencia como «acto que emana de los agentes de
la jurisdicción y mediante el cual deciden la causa o punto sometidos a su
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conocimiento. Es la pieza escrita, emanada del tribunal, que contiene el texto de la
emisión emitida.» 27
Cipriano Gómez Lara, señala que la sentencia es «un acto de la inteligencia del juez
y, precisamente, un juicio lógico que reviste la forma del silogismo, cuya materia es
la declaración de la norma jurídica aplicable en el caso concreto.»28
Hernando Devis, manifiesta que es «el acto por el cual el juez cumple la obligación
jurisdiccional derivada de la acción y del derecho de contradicción, de resolver sobre
las pretensiones del demandante y las excepciones del demandado. Con ella se
satisface el objeto de la acción y se cumple el fin del proceso.» 29
Una de ellas dice que en ella radica una actividad de declaración del derecho, o sea
que el Juez no innova ni crea derecho, sino que simplemente lo aplica;
Por otra parte sostiene que la actividad del juez es eminentemente creadora, y que
en consecuencia, la sentencia constituye una nueva norma jurídica.
27
Couture, Eduardo J. Fundamentos de Derecho Procesal Civil. Buenos Aires: Depalma, 1977. 3ra
edicion. Pág. 277.
28
Gómez Lara, Cipriano. Derecho Procesal Civil. México: Oxford, 2005. 7ma edición. Pág. 184.
29
Echandia, Hernando Devis. Nociones Generales de Derecho Procesal Civil. Aguilar. Pág. 526
Página 34 de 79
2.3.3. Requisitos
2. Clase y tipo de proceso; y el objeto sobre el que versó, en relación a los hechos.
4. Las consideraciones de derecho que harán mérito del valor de las pruebas
rendidas y de cuales de los hechos sujetos a discusión se estiman probados, se
expondrán, asimismo, las doctrinas fundamentales de derecho y principios que
sean aplicables al caso y se analizarán las leyes en que se apoyen los
razonamientos en que descanse la sentencia.
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pondrán el asunto en conocimiento de la Corte Suprema de Justicia a efecto
de que, si es el caso, ejercite su Iniciativa de ley.
La sentencia sólo puede y debe referirse a las partes en el juicio, puesto que
sólo ellas tienen legitimación procesal, y excepcionalmente cuando se
incorporan terceros al proceso.
4. Separación de cuestiones: Esto en el caso que hayan sido varios los puntos
litigiosos debe hacerse la separación en el pronunciamiento correspondiente
a cada uno de ellos.
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5. Caso especial de condena al pago de frutos, intereses, daños o perjuicios;
cuando hubiere condena en cualquiera de los rubros anteriores, se
establecerán por lo menos las bases con arreglo a las cuales debe hacerse
la liquidación o se dejará la fijación de su importe a juicio de expertos.
30
Eduardo Couture, en una clasificación corriente distingue dos tipos de sentencias
a) Sentencias interlocutorias
Son aquellas que deciden los incidentes surgidos con ocasión del juicio. Son
sentencias sobre el proceso y no sobre el derecho. Dirime controversias accesorias,
que surgen con ocasión de la principal.
b) Sentencias definitivas
Son las que el juez dicta para decidir el fondo mismo del litigio que le ha sido
sometido. Se falla el conflicto que ha dado ocasión al juicio.
a) Sentencia Declarativa
30
Couture, Eduardo J. Fundamentos de Derecho Procesal Civil. Buenos Aires: Depalma, 1977. 3ra
edicion. Pág. 302.
31
Couture, Eduardo J. Fundamentos de Derecho Procesal Civil. Buenos Aires: Depalma, 1977. 3ra
edicion. Pág. 314-321.
Página 37 de 79
ya que en definitiva ella declara la inexistencia del derecho que el actor pretende
como suyo. Como por ejemplo la inexistencia de una obligación, la jactancia, la
falsedad de un documento.
Lino Enrique Palacio, define las sentencias declarativas como «aquellas que
eliminan la falta de certeza acerca de la existencia, eficacia, modalidad o
interpretación de una relación o estado jurídico. La declaración puede ser positiva
cuando afirma la existencia de determinado efecto jurídico a favor del actor o
negativa cuando afirma, ya sea a favor del actor o del demandado, la inexistencia
de un determinado efecto jurídico contra ellos pretendido por la contraparte. »32
b) Sentencia Constitutiva
32
Palacio, Lino Enrique. Manual de Derecho Procesal Civil. Buenos Aires: Abeledo-Perrot, Tomo II.
4ta edicion. Pág. 19.
33
Ibid, Pag. 20
Página 38 de 79
c) Sentencia de Condena
Lino Enrique Palacio, afirma que son sentencias de condena «aquellas que imponen
34
el cumplimiento de una prestación de dar, hacer, o no hacer.» y que además de
declarar la existencia del derecho de una prestación y el incumplimiento de ésta por
parte del obligado, las sentencias de condena aplican la sanción que la ley imputa
a ese incumplimiento, y crean, a favor del titular del derecho, la acción tendiente a
obtener su ejecución coactiva.
d) Sentencia Cautelar
El juez crea una norma individual (lex specialis) que constituye una nueva fuente
reguladora de la situación jurídica controvertida en el proceso y que debe ser
34
Ibid. Pag 21
Página 39 de 79
acatada por las partes y respetada por los terceros. Bajo esa premisa Lino Enrique
Palacio, indica que los efectos jurídicos de la sentencia son:
35
Rafael De Piña indica que los efectos de la sentencia son diversos y atienden
según su especie y materia sobre la cual recaen, y los principales son los siguientes:
35
De Piña, Rafael. Lagarra, José Castillo. Instituciones de Derecho Procesal Civil. Mexico: Porrua,
2007. 29 edicion. Pág. 277.
Página 40 de 79
La cosa juzgada
Actio judicati, o sea la facultad que corresponde la parte que ha obtenido
sentencia favorable de hacerla ejecutar judicialmente cuando el vencido no la
cumple de modo voluntario.
Las costas procesales
Página 41 de 79
CAPÍTULO 3
36
Ossorio, Manuel. Diccionario de Ciencias Jurídicas Políticas y Sociales. Guatemala. Datasca. 1ra
edición electrónica
Página 42 de 79
por el cumplimiento del plazo de la misma, aparejada en un título ejecutivo y, serán
aplicables al proceso ejecutivo los procedimientos de:
a) Trance37
Es el apremio judicial contra los bienes del deudor, para satisfacer el crédito
pendiente.
b) Tasación38
Es un avalúo, un justiprecio.
Como lo señala el artículo 312 del Código Procesal Civil y Mercantil, practicado el
embargo, se procederá la tasación de los bienes embargados. Esta diligencia se
efectuará por expertos de nombramiento del juez, quien designará uno solo, si fuere
posible, o varios si hubiere que valuar bienes de distinta clase o en diferentes
lugares.
c) Orden de Remate
De conformidad con el artículo 313 del Código Procesal Civil y Mercantil, hecha la
tasación o fijada la base para el remate, se ordenará la venta de los bienes
embargados, anunciándose tres veces, por lo menos, en el Diario Oficial y en otro
de los de más circulación. Además, se anunciará la venta por edictos fijados en los
estrados del Tribunal y, si fuere el caso, en el Juzgado Menor de la población a que
corresponda el bien que se subasta, durante un término no menor de quince días.
El término para el remate es de quince días, por lo menos, y no mayor de treinta
días.
37
Ibíd.
38
Ibíd.
Página 43 de 79
d) Remate39
Cipriano Gómez Lara, define el remate como «una venta de bienes mediante un
procedimiento de subasta pública. Al ejecutarse, entraña la culminación de un
procedimiento expropiatorio, la culminación de tal procedimiento es la adjudicación
de los bienes rematados al adquiriente mejor postor, y luego, el pago al acreedor
con el producto de la venta.»
Por lo que se entiende por remate aquel acto a través del cual se ponen en venta
los bienes embargados del deudor hasta un monto que alcancen a cubrir sus
deudas
Como lo establece el artículo 315 del Código Procesal Civil y Mercantil, el día y hora
señalados, el pregonero del Juzgado anunciará el remate y las posturas que se
vayan haciendo, de las cuales el Secretario tomará nota. Cuando ya no hubiere más
posturas, el juez las examinará y cerrará el remate declarándolo fincado en el mejor
postor y lo hará saber por el pregonero. De todo esto se levantará un Acta que
firmarán el Juez, el Secretario, el rematario y los interesados que estén presentes y
sus abogados. Sólo se admitirán postores que en el acto de la subasta depositen el
diez por ciento del valor de sus ofertas, salvo que el ejecutante los releve de esta
obligación. Si fueren varios los bienes que se rematan, serán admisibles las
posturas que por cada uno de ellos se hagan, separadamente. Fincado el remate
en el mejor postor, se devolverán a los demás los depósitos que hubieren hecho. El
postor y el ejecutante podrán convenir en el acto del remate en las condiciones
relativas a la forma de pago.
39
Gómez Lara, Cipriano. Derecho Procesal Civil. México: Oxford, 2005. 7ma edición. Pág. 251.
Página 44 de 79
e) Liquidación40
Manuel Ossorio, define la liquidación como una «operación que consiste en detallar,
ordenar y saldar cuentas una vez determinado su importe. Esta operación es
indispensable para la efectividad de múltiples actos jurídicos.»
Para lo cual el artículo 319 del Código Procesal Civil y Mercantil, establece que
practicado el remate, se hará liquidación de la deuda con sus intereses y regulación
de las costas causadas al ejecutante, y el juez librará orden a cargo del subastador,
conforme a los términos del remate. Los gastos judiciales y de depósito,
administración e intervención, y los demás que origine el procedimiento ejecutivo,
serán a cargo del deudor y se pagarán de preferencia con el precio del remate,
siempre que hayan sido necesarios o se hubieren hecho con autorización judicial.
f) Escrituración
Es el acto por el cual se hace constar en escritura pública, y con arreglo a la forma
legal, y reglamentaria, un otorgamiento o un hecho, para seguridad o afianzamiento
del acto o contrato a que se refiera.
El artículo 324 Código Procesal Civil y Mercantil fundamenta que llenados los
requisitos correspondientes, el juez señalará al ejecutado el término de tres días
para que otorgue la escritura traslativa de dominio. En caso de rebeldía, el juez la
otorgará de oficio, nombrando para el efecto al notario que el interesado designe, a
costa de éste. En la escritura se transcribirán el acta de remate y el auto que
apruebe la liquidación.
40
Ibíd.
Página 45 de 79
g) Entrega de bienes
El artículo 326 Código Procesal Civil y Mercantil indica que otorgada la escritura, el
juez mandará dar posesión de los bienes al rematante o adjudicatario. Para el
efecto, fijará al ejecutado un término que no exceda de diez días, bajo
apercibimiento de ordenar el lanzamiento o el secuestro, en su caso, a su costa.
También es importante hacer mención que el artículo 294 del mismo Código, regula
los denominados títulos ejecutorios, que dan lugar a promover la ejecución en vía
de apremio, pues se trata de títulos acerca de los cuales ya no se discute sobre su
origen, negocio o su certidumbre, pues ya ha sido discutido en un juicio de
conocimiento en el propio juicio ejecutivo, de cuya sentencias nace esta clase de
títulos por lo que de lo anterior podemos percibir la relación que tiene el juicio
ejecutivo con la vía de apremio.
El título ejecutivo que nos interesa en este trabajo de tesis es la sentencia pasada
en autoridad de cosa juzgada. Para lo cual Mauro Chacón cita a Podetti afirmando
que el vocablo título ejecutorio deriva del despacho que al declarar que había que
cumplirse la sentencia, permitía que se hiciera ejecutar en la persona o en los bienes
del deudor, cuando en contra de ella ya no cabía recurso alguno.
41
Chacón Corado, Mauro. Procesos de Ejecución. Guatemala: Magna Terra Editores. 2011. 2da
edición. Pág. 151
Página 46 de 79
la nulidad de un contrato; o bien se declare la existencia de un contrato entre las
partes. En estos casos, ahí se agota la actividad jurisdiccional.
Para que pueda ejecutarse la sentencia, el código exige que haya pasado en
autoridad de cosa juzgada, es decir, debe de estar firme o ejecutoriada y que hay
que diferenciar éstas expresiones:
Atendiendo a lo que dice el inciso 1 del artículo 294 del Código Procesal Civil y
Mercantil, en cuanto a la sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada, habría
que estarse a los términos en que la define la Ley del Organismo Judicial.
42
Ibid, Pág. 152.
Página 47 de 79
De conformidad con lo señalado en el Código Procesal Civil y Mercantil, las normas
aplicables a la ejecución de sentencias nacionales son las normas establecidas en
este Código para la vía de apremio y las especiales previstas en el título anterior,
así como lo dispuesto por la Ley del Organismo Judicial, y cuando trae aparejada
una obligación de otorgar bienes muebles e inmuebles, el juez fijará un plazo que
no debe exceder de 10 días bajo apercibimiento de lanzamiento, en caso de
inmuebles, o secuestro del bien mueble.
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CAPÍTULO 4
Es importante mencionar que la sentencia supone el fin del proceso, por lo que es
sustancial analizar la naturaleza de las mismas y el valor procesal que es otorgada
a estas para poder determinar el criterio preponderante en cuanto, a la
interpretación que se le da al artículo 340 del Código Procesal Civil y Mercantil, el
cual establece que para la ejecución de sentencias nacionales son aplicables las
normas establecidas para la vía de apremio. En ese sentido es preciso analizar las
sentencias que pretenden ejecutar una sentencia nacional como un título suficiente
dentro de la vía del apremio.
Juicio ejecutivo No. C1-2007-23101 Juzgado Séptimo de Paz del Ramo Civil.
Guatemala, 03 de febrero de 2011.
La clase de proceso que se inició, tal como se expresó con anterioridad, es del tipo
ejecutivo y el motivo del mismo es que los señores Marco Antonio Reyes Sandoval,
Sinforiano Cajti López y Héctor David Gudiel Reyes cumplan con el adeudo que
se tenían con la entidad.
Página 49 de 79
Dentro del presente caso, se expresa que se presentó la demanda donde expone
que promueve proceso Ejecutivo en contra de los señores Marco Antonio Reyes
Sandoval, Sinforiano Cajti López y Héctor David Gudiel Reyes.
En ese contexto, la demanda de juicio ejecutivo fue aceptada para su trámite y por
lo tanto se le notificó a los demandados; además de solicitarse el embargo del 10
por ciento de su sueldo al Ministerio de Finanzas Públicas.
Página 50 de 79
1. Se cita al artículo 327 del Código Procesal Civil y Mercantil, para establecer la
idoneidad del título, en tal sentido, se establece que la parte actora fundamenta
su pretensión en el Contrato de Mutuo con Garantía Fiduciaria contenido en el
documento privado con firma legalizada, con lo que la demanda presentada es
procedente para su trámite.
Página 51 de 79
5. El juzgador también consideró que era necesario que se condenara al pago de
costas procesales en contra de los ejecutados a favor de la parte ejecutante.
Se puede inferir entonces que el memorial al que se hizo alusión con anterioridad
resolvió rechazar la demanda, debido que, conforme al juzgador, la sentencia del
juicio ejecutivo no representa cosa juzgada y como tal no puede ser utilizada como
un título válido para la procedencia de la ejecución en vía de apremio.
Página 52 de 79
B. El segundo caso que se analiza, se identifica de la manera siguiente:
Juicio ejecutivo número 01103-2010-01710; del Juzgado Séptimo de Paz del Ramo
Civil de Guatemala, con fecha 14 de noviembre de 2011.
Los datos generales del presente caso son los siguientes: sentencia, de juicio
ejecutivo promovido por Banco Centroamericano de Integración Económica en
contra de Rubén Antonio García Polanco.
En ese sentido, la demanda fue admitida para su trámite el uno de julio de dos mil
diez y en la resolución respectiva, que le fue notificada al ejecutado, se le corrió
audiencia por el plazo de ley para que pudiera hacer valer sus derechos.
1. Cumplía con los requisitos establecidos en el artículo 327 del Código Procesal
Civil y Mercantil, respecto a la procedencia del juicio ejecutivo; en el caso
analizado, la parte actora fundamenta su pretensión mediante el Testimonio de la
Página 53 de 79
escritura pública, la cual contiene un reconocimiento de deuda; la que se
considera suficiente para iniciar el juicio ejecutivo y por ende, es procedente la
tramitación que se le dio a la demanda y correcta la vía utilizada para su
tramitación.
3. El juzgador señala los Artículos 330 y 332 del Código Procesal Civil y Mercantil,
los cuales establecen que si no comparece el demandado, corresponde al juez el
declarar con o sin lugar a la ejecución; el artículo 332, establece que el juez se
pronunciará sobre la oposición y, en su caso, sobre todas las excepciones
deducidas, con lo que al no comparecer, la única opción que tenía el juzgador del
caso era resolver el mismo.
Página 54 de 79
5. Se establece también que corresponde al demandado el cumplir con las costas
procesales que la ley regula.
El caso se resolvió conforme a la ley, ya que el juzgador actuó en cada caso como
corresponde; con lo cual la sentencia quedó firme y correspondía el cumplimiento
de la misma; sobra decir que el demandado no cumplió con la obligación del título
ejecutivo, con lo cual la entidad actora, decidió iniciar un proceso de ejecución por
vía de apremio, cuya resolución, quedó registrado en el Organismo Judicial, con los
datos siguientes: Juicio ejecutivo 01103-2010-01710. Memorial 1112. Juzgado
Séptimo de paz del Ramo Civil. Guatemala, 31 de enero de dos mil 2013.
Página 55 de 79
C.El último caso a analizar, se identifica de la manera siguiente:
Juicio ejecutivo número 01103-2008-08467 del Juzgado Séptimo de Paz del Ramo
Civil de Guatemala; con fecha 9 de mayo de 2012.
El presente caso es del tipo ejecutivo y como tal se trata de condenar a los
demandados a pagar el adeudo además de las costas procesales conducentes.
La demanda fue admitida para su trámite el ocho de mayo de dos mil ocho y en la
resolución respectiva, que le fue notificada al ejecutado, se le corrió audiencia por
el plazo de ley para que pudiera hacer valer sus derechos.
Página 56 de 79
Se les notificó oportunamente a los demandados, quienes no se opusieron a la
demanda, ni interpusieron excepciones de ningún tipo en contra del documento que
sirve como título ejecutivo, al hacerles el requerimiento por la cantidad reclamada.
Página 57 de 79
Respecto a la procedencia del juicio ejecutivo, en el artículo 327, afirma que
Procede el juicio ejecutivo cuando se promueve en virtud de los siguientes
títulos… 3º. Documentos suscritos por el obligado o por su representante y
reconocidos o que se tengan por reconocidos ante juez competente. En el caso
analizado la parte ejecutante fundamenta su pretensión en un documento privado
de reconocimiento de deuda con firmas legalizadas; con lo que se establece que
es suficiente para la procedencia de un juicio ejecutivo, por la cantidad, plazo y
demás condiciones establecidas en el título.
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c. Los ejecutados no obstante haber sido notificados y requeridos de pago
oportunamente, no comparecieron al juicio a oponerse a la demanda y
tampoco atacaron la eficacia del título ejecutivo. Actitud con la que los
ejecutados aceptan el adeudo exigido.
Se puede observar entonces que se declara con lugar la ejecución del título en el
presente caso y con ésto se puede cumplir la pretensión que se le pidió al juzgador,
al mismo tiempo se debe de determinar que era necesario ejecutar la presente a
través de vía de apremio; con lo cual, se resolvió lo siguiente:
Página 59 de 79
En tal sentido se estableció lo siguiente:
Para poder comprender las sentencias analizadas, es necesario citar los artículos
que se citan en la resolución analizada. En ese sentido se inicia por estudiar lo
regulado en el Artículo 335 del Código Procesal Civil y Mercantil de Guatemala el
cual afirma: “La sentencia dictada en juicio ejecutivo no pasa en autoridad de cosa
juzgada, y lo decidido puede modificarse en juicio ordinario posterior. Este juicio
sólo puede promoverse cuando se haya cumplido la sentencia dictada en el juicio
ejecutivo.”
Página 60 de 79
ejecución en vía de apremio y su procedencia; este artículo en el numeral primero
afirma: “Procede la ejecución en vía de apremio cuando se pida en virtud de los
siguientes títulos, siempre que traigan aparejada la obligación de pagar cantidad de
dinero, líquida y exigible: 1o. sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada.”
La idea de cosa juzgada, de este modo, alude al efecto que posee una sentencia
judicial firme, el cual hace que no sea posible iniciar un nuevo proceso referente al
mismo objeto. La cosa juzgada reconoce la eficacia de la resolución a la que se
llegó tras un proceso judicial: por eso dicha resolución no puede ser modificada.
Para que exista la cosa juzgada, tiene que haber una sentencia firme. A esta
instancia se llega cuando ya no resulta posible presentar apelaciones o
impugnaciones para establecer una modificación. Así, cuando la sentencia judicial
está firme, se considera que el objeto sometido al proceso no puede volver a
juzgarse dada la existencia de la resolución en cuestión.
Página 61 de 79
y rechazadas en la ejecución de sentencia, pero siempre que la causa sea posterior
a la sentencia misma, porque las anteriores estarían cubiertas por el principio de
cosa juzgada».43
En anuencia con este autor, se puede inferir que el interponer el juicio ordinario
posterior ponen entredicho la definitividad de la sentencia del juicio ejecutivo, ya que
se genera una controversia entre la poca certeza jurídica que supone esta
sentencia, por lo que es preciso que se revise ésta normativa para determinar la
definitividad de esta y si puede ser cosa juzgada o no, para que se elimine el criterio
del juzgador sobre la aceptabilidad de ésta.
Con lo cual se puede afirmar que únicamente se considera cosa juzgada si proviene
de un juicio ordinario, ya que se considera que a partir de este juicio se ha terminado
43
Alsina, Hugo. Tratado teórico de derecho procesal civil y comercial. España: Ed. EIDAR, 1956.
Pág. 246.
44
Highton, Elena. Juicio hipotecario. Argentina. Editorial Hammurabi. 1996, pág. 730.
Página 62 de 79
la pretensión y por lo tanto no se podrá volver a remitir la misma causa ante el
juzgado.
Por su parte la cosa juzgada, una cualidad de los efectos de la sentencia; las
resoluciones judiciales, en particular la sentencia, puede ser tanto cognitiva como
de ejecución, con lo cual se puede considerar a la sentencia ejecutiva como tal.
En tal sentido el artículo 340 del Código Procesal Civil y Mercantil estipula que todas
las sentencias que son emitidas por los organismos jurisdiccionales, en la ejecución
de sentencias nacionales son aplicables las normas establecidas en este Código
para la vía de apremio; con lo cual se puede determinar que estas deberían de ser
suficientes para que la vía de apremio se ejecute.
Página 63 de 79
Por lo tanto, conforme a la ley de Guatemala, la sentencia proveniente de un
proceso ejecutivo, no cumple con los requisitos de cosa juzgada, que se considere
como tal, debe de ser tramitada en juicio ordinario posterior, con lo cual se le otorga
preponderancia al título y será en este caso que se establezca la ejecución por vía
de apremio.
Página 64 de 79
contradicción respecto al principio de certeza jurídica que reviste cada acción de los
organismos jurisdiccionales emitidos en el país.
Al mismo tiempo no existe una razón clara por la cual la sentencia ejecutiva no es
considerada como cosa juzgada, toda vez que cumple con los requisitos de un
proceso como tal y por ende la decisión que se tome deberá de poseer el carácter
ejecutivo que le corresponde.
El artículo 335 del Código Procesal Civil y Mercantil, establece que para conocer en
el juicio ordinario posterior, cualquiera sea la naturaleza de la demanda que se
interponga, es competente el mismo Tribunal que conoció en la Primera Instancia
del juicio ejecutivo, ésto puede considerarse como una vulneración al principio de
Imparcialidad del Proceso, ya que no es viable que el mismo Tribunal conozca el
mismo asunto, ya que al haber conocido previamente sobre el fondo del objeto de
la litis en el Juicio Ejecutivo, es claro cuál va a ser su proceder, en un segundo fallo
viciado por el conocimiento previo de los mismos hechos y las mismas partes, cuyo
criterio difícilmente variará, con lo cual se puede dilucidar que este juicio posterior
es ineficaz, conforme a todos los principios que rigen al proceso dentro de
Guatemala.
Página 65 de 79
En el mismo contexto, en el juicio ordinario previo, son los mismos sujetos
procesales y demás actos procesales interpuestos en el Juicio Ejecutivo, los cuales
ya tuvieron su etapa de análisis, calificación y resolución, por lo que volver a versar
sobre los mismos elementos con el mismo órgano jurisdiccional, puede ocacionar
una vulnerabilidad a los Principios Procesales de Economía Procesal, Celeridad,
Preclusión e Imparcialidad.
Página 66 de 79
CONCLUSIONES
2. Para que la sentencia pueda ser ejecutada en vía de apremio, debe de realizarse
un juicio ordinario posterior al juicio ejecutivo, para que la sentencia entonces
posea autoridad en cosa juzgada y se pueda ejecutar por vía de apremio.
Página 67 de 79
RECOMENDACIONES
Página 68 de 79
REFERENCIAS
1. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Chiovenda, José. Principios de Derecho Procesal Civil, tomo II. Madrid. Editorial
Reus. 1925.
Página 69 de 79
Goldschmidt, James. Derecho Procesal Civil. Traducción de Leonardo Pietro
Castro. España. Labor. 1936.
Gómez Lara, Cipriano. Derecho Procesal Civil. México: Oxford, 2005, 7ma.
Edición.
Micheli, Gian Antonio. Derecho Procesal Civil III. Argentina . Ediciones jurídicas
Europa-América.
Montero Aroca, Juan y Mauro Chacón Corado. Manual de derecho procesal civil
guatemalteco. Guatemala: Editorial Magna Terra, 2002.
Najera Farfan, Mario Efrain. Derecho Procesal Civil. Guatemala. Eros. 1970.
Ortells Ramos, Manuel. Derecho procesal civil. Editorial Aranzadi, S.A. 2000.
Página 70 de 79
Ovalle Favela, José. Derecho procesal civil. México D.F, Harlas S.A. de C.V. 1980,
1985. Segunda edición,
Palacio, Lino Enrique. Manual de Derecho Procesal Civil. Tomo II. Editorial
Abeledo-Perrot.. Argentina.
Puig Blanes, Francisco de Paula. Illa Pujals, Jaime. Prontuario Procesal Civil.
España. Ediciones Experiencia. 2012.
2. REFERENCIAS NORMATIVAS
2.1.2 Peralta Azurdia, Enrique; Decreto Ley 107; Código Procesal Civil y Mercantil;
1,963.
Página 71 de 79
ANEXOS
FICHA 1
Juzgado que dictó la resolución : Séptimo de paz del ramo civil de Guatemala
Fundamento de Ley: Artículos: 25, 26, 27, 28, 29, 30, 31, 44, 45, 47,
49, 50, 51, 61, 62, 63, 64, 66 al 79, 109, 177,
178, 186, 187, 294, 295, 297, 298, 301, 327 al
332, 335, 340 del Código Procesal Civil y
Mercantil; 141, 142, 143, 165 de la Ley del
Organismo Judicial.-
Página 72 de 79
FICHA 2
Juzgado que dictó la resolución : Séptimo de paz del ramo civil de Guatemala
Fundamento de Ley: Artículos: 25, 26, 27, 28, 29, 30, 31, 44, 45, 47,
49, 50, 51, 61, 62, 63, 64, 66 al 79, 109, 177,
178, 186, 187, 294, 295, 297, 298, 301, 327 al
332, 335, 340 del Código Procesal Civil y
Mercantil; 141, 142, 143, 165 de la Ley del
Organismo Judicial.-
Página 73 de 79
FICHA 3
Fundamento de Ley: Artículos: 25, 26, 28, 29, 31, 44, 50, 51, 62, 63,
Página 74 de 79
301, 340 del Código Procesal Civil y Mercantil;
Página 75 de 79