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Ambiental

La Geología se divide tradicionalmente en dos áreas: la Geología física, que estudia los materiales y procesos de la Tierra, y la Geología histórica, que busca comprender el origen y evolución de la Tierra a lo largo del tiempo ordenando cronológicamente los cambios geológicos pasados.
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Ambiental

La Geología se divide tradicionalmente en dos áreas: la Geología física, que estudia los materiales y procesos de la Tierra, y la Geología histórica, que busca comprender el origen y evolución de la Tierra a lo largo del tiempo ordenando cronológicamente los cambios geológicos pasados.
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1. La Geología se divide tradicionalmente en dos amplias áreas.

Nombre y
describa esas dos subdivisiones.
La ciencia de la Geología se ha dividido tradicionalmente en dos amplias áreas: la física
y la histórica. La Geología física, estudia los materiales que componen la tierra y busca
comprender los diferentes procesos que actúan debajo y encima de la superficie
terrestre. El objetivo de la Geología histórica es comprender el origen de la Tierra y su
evolución a lo largo del tiempo. Por tanto, procurar ordenar cronológicamente los
múltiples cambios físicos y biológicos que han ocurrido en el pasado geológico. El
estudio de la Geología física precede lógicamente al estudio de la historia de la Tierra,
porque, antes de intentar revelar su pasado, debemos comprender primero cómo
funciona la Tierra.
2. Describa brevemente la influencia de Aristóteles en las ciencias geológicas.
Las explicaciones de Aristóteles sobre la naturaleza del mundo no se basaron en
observaciones y experimentos sagaces. Antes bien, fueron opiniones arbitrarias.
Aristóteles creía que las rocas habían sido creadas bajo la «influencia» de las estrellas y
que los terremotos se producían cuando el aire entraba con fuerza en la tierra, se
calentaba por los fuegos centrales y escapaba de manera explosiva. Cuando se
enfrentaba a un pez fósil, explicaba que «muchos peces viven en la tierra inmóviles y se
encuentran cuando se excava». Aunque las explicaciones de Aristóteles pudieran ser
adecuadas para su época, por desgracia se las siguió aceptando durante muchos siglos,
impidiendo así la elaboración de explicaciones más racionales.
3. ¿Cómo percibían la edad de la Tierra quienes proponían el catastrofismo?
Los catastrofistas creían que los paisajes de la Tierra habían sido formados inicialmente
por grandes catástrofes. Por ejemplo, las montañas o los cañones, cuya formación hoy
sabemos que requiere mucho tiempo, se explicaban como si fueran el resultado de
desastres súbitos y a menudo a escala planetaria, producidos por causas desconocidas
que ya no actúan. Esta filosofía era un intento por encajar la velocidad de los procesos
terrestres con las ideas entonces reinantes sobre la antigüedad de la Tierra.
La relación entre el catastrofismo y la edad de la Tierra se puede resumir como sigue:
que la Tierra había sufrido grandes y extraordinarios cambios durante su oscuro pasado
era claramente evidente para cualquier ojo inquisitivo; pero concentrar esos cambios en
unos pocos y breves milenios precisaba una filosofía hecha a medida, una filosofía cuya
base era el cambio súbito y violento.
4. Describa la doctrina del uniformismo. ¿Cómo consideraban los defensores
de esta idea la edad de la Tierra?
El uniformismo establece simplemente que las leyes físicas, químicas y biológicas que
actúan hoy, lo han hecho también en el pasado geológico. Esto significa que las fuerzas
y los procesos que en la actualidad observamos que dan forma a nuestro planeta
actuaron también en el pasado. Por tanto, para comprender las rocas antiguas, debemos
entender primero los procesos petrogenéticos y sus resultados en la actualidad.
Hutton sostuvo con persuasión que fuerzas que parecen pequeñas producen, a lo largo
de lapsos prolongados de tiempo, efectos exactamente igual de grandes que los
derivados de acontecimientos catastróficos súbitos.
Sin embargo, también entendemos que esta doctrina no debería tomarse demasiado al
pie de la letra. Cuando se dice que en el pasado los procesos geológicos fueron los
mismos que los que operan en la actualidad no se pretende sugerir que tuvieran siempre
la misma importancia relativa o que actuaran precisamente a la misma velocidad.
Además, algunos procesos geológicos importantes no pueden observarse en la
actualidad, pero hay pruebas fehacientes de que suceden. Por ejemplo, sabemos que la
Tierra ha sufrido impactos de grandes meteoritos, aunque no haya testigos humanos.
Acontecimientos como estos alteraron la corteza de la Tierra, modificaron su clima e
influyeron enormemente en la vida sobre el planeta. La aceptación del uniformismo
significó la aceptación de una historia muy larga para la Tierra. Aunque la intensidad de
los procesos terrestres varía, estos siguen tardando mucho en crear y destruir los
principales accidentes geográficos del paisaje.
5. ¿Cuál es la edad aproximada de la Tierra?
Aunque Hutton y otros reconocieron que el tiempo geológico es extremadamente largo,
no tuvieron métodos para determinar con precisión la edad de la Tierra. Sin embargo, en
1896 se descubrió la radiactividad. La utilización de la radiactividad para datación se
intentó por primera vez en 1905 y se ha perfeccionado desde entonces. Los geólogos
pueden ahora asignar fechas bastante exactas a acontecimientos de la historia de la
Tierra*. Por ejemplo, sabemos que los dinosaurios se extinguieron hace alrededor de 65
millones de años. En la actualidad se sitúa la edad de la Tierra en unos 4.500 millones
de años.
6. La escala de tiempo geológico se estableció sin la ayuda de la datación
radiométrica. ¿Qué principios se utilizaron para desarrollar esta escala
temporal?
Durante el siglo XIX, mucho antes de la aparición de la datación radiométrica, se
desarrolló una escala de tiempo geológico utilizando los principios de la datación
relativa. Datación relativa significa que los acontecimientos se colocan en su secuencia
u orden apropiados sin conocer su edad en años. Esto se hace aplicando principios
como la ley de superposición, que establece que en las capas de rocas sedimentarias o
de coladas de lava, la capa más joven se encuentra en la parte superior y la más antigua,
en la inferior (en el supuesto de que nada haya volcado las capas, lo cual a veces
sucede). Así, la ley de superposición establece el orden de las capas de roca (pero no,
por supuesto, sus edades numéricas.
Los fósiles, restos o impresiones de vida prehistórica, fueron también esenciales para el
desarrollo de la escala de tiempo geológico. Los fósiles son la base del principio de
sucesión biótica, que establece que los organismos fósiles se sucedieron unos a otros en
un orden definido y determinable, y, por tanto, cualquier período geológico puede
reconocerse por su contenido en fósiles.
7. ¿En qué se diferencia una hipótesis científica de una teoría científica?
Una vez recogidos los datos y formulados los principios que describen un fenómeno
natural, los investigadores intentan explicar cómo o por qué las cosas suceden de la
manera observada. Lo hacen elaborando una explicación provisional (o no probada),
que denominamos una hipótesis científica. Antes de que una hipótesis sea aceptada
como parte del conocimiento científico, debe someterse a pruebas y análisis objetivos.
(Si una hipótesis no puede probarse, no es científicamente útil, por muy interesante que
pueda parecer.) El proceso de verificación requiere que las predicciones se hagan según
el modelo que se esté considerando y que las predicciones se prueben comparándolas
con observaciones objetivas de la naturaleza. En otras palabras, las hipótesis deben
poder aplicarse a observaciones distintas de las utilizadas para formularlas en primer
lugar. A la larga, las hipótesis que suspenden esta prueba se descartan.
Cuando ha sobrevivido a una comprobación intensiva y cuando se han eliminado los
modelos competidores, una hipótesis puede ser elevada al estatus de teoría científica.
Pero una teoría científica es una visión bien comprobada y ampliamente aceptada que,
en opinión de la comunidad científica, es la que mejor explica ciertos hechos
observables. Las teorías de gran alcance tienen un estatus especial se denominan
paradigmas, porque explican una gran cantidad de aspectos interrelacionados del mundo
natural.
8. Enumere y describa brevemente las cuatro «esferas» que constituyen
nuestro medio ambiente.
Hidrosfera: La hidrosfera es una masa de agua dinámica que está en movimiento
continuo, evaporándose de los océanos a la atmósfera, precipitándose sobre la Tierra y
volviendo de nuevo al océano por medio de los ríos. El océano global es, por supuesto,
el rasgo más destacado de la hidrosfera: cubre casi el 71 por ciento de la superficie
terrestre hasta una profundidad media de unos 3.800 metros y representa alrededor del
97 por ciento del agua de la Tierra. Sin embargo, la hidrosfera incluye también el agua
dulce que se encuentra en los torrentes, lagos y glaciares.
Atmósfera: La Tierra está rodeada de una capa gaseosa denominada atmósfera. En
comparación con la Tierra sólida, la atmósfera es delgada y tenue. La mitad se encuentra
por debajo de una altitud de 5,6 kilómetros y el 90 por ciento ocupa una franja de tan
sólo 16 kilómetros desde la superficie de la tierra. A pesar de sus modestas dimensiones,
este delgado manto de aire es una parte integral del planeta. No sólo proporciona el aire
que respiramos, sino que también nos protege del intenso calor solar y de las peligrosas
radiaciones ultravioletas. Los intercambios de energía que se producen de manera
continua entre la atmósfera y la superficie de la Tierra y entre la atmósfera y el espacio,
producen los efectos que denominamos tiempo y clima.
Biosfera: La biosfera incluye toda la vida en la Tierra. Está concentrada cerca de la
superficie en una zona que se extiende desde el suelo oceánico hasta varios kilómetros
de la atmósfera. Las plantas y los animales dependen del medio ambiente físico para los
procesos básicos de la vida. Sin la vida, la constitución y la naturaleza de la Tierra
sólida, la hidrosfera y la atmósfera serían muy diferentes.
Tierra sólida: Debajo de la atmósfera y los océanos se encuentra la Tierra sólida. Gran
parte de nuestro estudio de la Tierra sólida se concentra en los accidentes geográficos
superficiales más accesibles. Por fortuna, muchos de estos accidentes representan las
expresiones externas del comportamiento dinámico de los materiales que se encuentran
debajo de la superficie.
9. ¿En qué se diferencia un sistema abierto de un sistema cerrado?
Los sistemas como el de enfriamiento de un coche son autónomos con respecto a la
materia y se denominan sistemas cerrados. Aunque la energía se desplaza libremente
dentro y fuera de un sistema cerrado, no entra ni sale materia (líquido en el caso de
nuestro sistema de enfriamiento de un coche) del sistema. (En el supuesto de que no
haya una fuga en el radiador.) Por el contrario, la mayoría de los sistemas naturales son
sistemas abiertos y son mucho más complicados que el ejemplo anterior. En un sistema
abierto, tanto la energía como la materia fluyen hacia dentro y hacia fuera del sistema.
En un sistema meteorológico como un huracán, factores como la cantidad de vapor de
agua disponible para la formación de nubes, la cantidad de calor liberado por el vapor
de agua que se condensa y la corriente de aire que entra y sale de la tormenta pueden
fluctuar mucho. En ocasiones la tormenta puede fortalecerse; en otras ocasiones puede
permanecer estable o debilitarse.
10. Compare los mecanismos de realimentación positiva y los mecanismos de
realimentación negativa.
La mayoría de los sistemas naturales tiene mecanismos que tienden a intensificar el
cambio, así como otros mecanismos que tienden a resistirlo y, de este modo, estabilizar
el sistema. Por ejemplo, cuando tenemos demasiado calor, transpiramos para enfriarnos.
Este fenómeno de enfriamiento sirve para estabilizar nuestra temperatura corporal y se
denomina mecanismo de realimentación negativa. Los mecanismos de realimentación
negativa sirven para mantener el sistema tal como es o, en otras palabras, para mantener
el status quo. Por el contrario, los mecanismos que intensifican o impulsan el cambio se
denominan mecanismos de realimentación positiva.
11. ¿Cuáles son las dos fuentes de energía del sistema Tierra?
El sistema Tierra es impulsado por la energía procedente de dos fuentes. El Sol impulsa
los procesos externos que tienen lugar en la atmósfera, la hidrosfera y la superficie de la
tierra. El tiempo y el clima, la circulación oceánica y los procesos erosivos son
accionados por la energía del Sol. El interior de la Tierra es la segunda fuente de
energía. El calor que queda de cuando se formó nuestro planeta y el calor que está
siendo continuamente generado por la desintegración radiactiva impulsan los procesos
internos que producen los volcanes, los terremotos y las montañas. Las partes del
sistema Tierra están relacionadas, de manera que un cambio en una de ellas puede
producir cambios en otra o en todas las demás. Por ejemplo, cuando un volcán hace
erupción, la lava del interior de nuestro planeta puede fluir en la superficie y bloquear
un valle próximo. Esta nueva obstrucción influye en el sistema de drenaje de la región
creando un lago o haciendo que las corrientes de agua cambien su curso. Las grandes
cantidades de cenizas y gases volcánicos que pueden emitirse durante una erupción
pueden ascender a las capas altas de la atmósfera e influir en la cantidad de energía solar
que llega a la superficie. El resultado sería una disminución de las temperaturas del aire
en todo el hemisferio.

12. Enumere y describa brevemente los acontecimientos que llevaron a la


formación del Sistema Solar.
-El Big Bang, es una explosión incomprensiblemente grande que lanzó hacia el exterior
toda la materia del universo a velocidades increíbles. En ese momento, los restos de la
explosión, que consistían casi por completo en hidrógeno y helio, empezaron a enfriarse
y condensarse en las primeras estrellas y galaxias.
-La hipótesis de la nebulosa primitiva sugiere que los cuerpos de nuestro Sistema Solar
se formaron a partir de una enorme nube en rotación denominada nebulosa solar.
Además de los átomos de hidrógeno y helio, granos de polvo microscópicos y la materia
expulsada de estrellas muertas desde hacía tiempo formaban la nebulosa solar.
-Esta inmensa nube de gases y granos diminutos de elementos más pesados empezó a
contraerse por lo que esta nube que giraba lentamente en espiral rotaba cada vez más. Al
final, la atracción gravitacional se equilibró con la fuerza centrífuga causada por el
movimiento rotacional de la nube. Pero esta vez, la nube, antes extensa, había adoptado
la forma de un disco plano con una gran concentración de material en el centro
denominada protosol (Sol en formación).
-Durante el colapso, la energía gravitacional se convirtió en energía térmica (calor),
lo cual hizo que la temperatura del interior de la nebulosa aumentara espectacularmente.
A estas temperaturas elevadas, los granos de polvo se descompusieron en moléculas y
partículas atómicas. Sin embargo, a distancias posteriores a la órbita de Marte, las
temperaturas probablemente se mantuvieron bastante bajas. A 200 ºC, es posible que las
pequeñas partículas de la parte exterior de la nebulosa estuvieran cubiertas por una capa
gruesa de hielo constituido por agua, dióxido de carbono, amoníaco y metano
congelados.
- La formación del Sol marcó el fin del período de contracción y, por tanto, el fin del
calentamiento gravitacional. Las temperaturas de la región en la que ahora se
encuentran los planetas interiores empezaron a disminuir. Esta disminución de la
temperatura hizo que las sustancias con puntos de fusión elevados se condensaran en
pequeñas partículas que empezaron a unirse. Materiales como el hierro y el níquel y los
elementos que componen los minerales que forman las rocas (silicio, calcio, sodio, etc.)
formaron masas metálicas y rocosas que orbitaban alrededor del Sol. Colisiones
repetidas provocaron la unión de estas masas en cuerpos más grandes, denominadas
protoplanetas, que en unas pocas decenas de millones de años crecieron hasta
convertirse en los cuatro planetas interiores que llamamos Mercurio, Venus, Tierra y
Marte.
-A medida que los protoplanetas atraían cada vez más material, el impacto de gran
velocidad de los restos de la nebulosa provocó el aumento de temperatura de estos
cuerpos. A causa de sus temperaturas relativamente elevadas y sus campos
gravitacionales débiles, los planetas interiores no podían acumular muchos de los
componentes más ligeros de la nebulosa. Los más ligeros de estos componentes, el
hidrógeno y el helio, fueron finalmente barridos de la parte interna del Sistema Solar
por los vientos solares. Al mismo tiempo que se formaban los planetas interiores
también se estaban desarrollando los planetas exteriores (Júpiter, Saturno, Urano y
Neptuno), más grandes, junto con sus extensos sistemas de satélites.
13. Enumere y describa brevemente las capas composicionales en las que se
divide la Tierra.
Capas definidas por su composición química:
Corteza, capa rocosa externa, comparativamente fina de la Tierra, se divide
generalmente en corteza oceánica y corteza continental. La corteza oceánica tiene
alrededor de 7 kilómetros de grosor y está compuesta por rocas ígneas oscuras
denominadas basaltos. Por el contrario, la corteza continental tiene un grosor medio de
entre 35 y 40 kilómetros, pero puede superar los 70 kilómetros en algunas regiones
montañosas. A diferencia de la corteza oceánica, que tiene una composición química
relativamente homogénea, la corteza continental consta de muchos tipos de rocas.
Manto: Más del 82 por ciento del volumen de la Tierra está contenido en el manto, una
envoltura rocosa sólida que se extiende hasta una profundidad de 2.900 kilómetros. El
límite entre la corteza y el manto representa un cambio de composición química. El tipo
de roca dominante en la parte superior del manto es la peridotita.
Núcleo: Se cree que la composición del núcleo es una aleación de hierro y níquel con
cantidades menores de oxígeno, silicio y azufre, elementos que forman fácilmente
compuestos con el hierro. A la presión extrema del núcleo, este material rico en hierro
tiene una densidad media de cerca de 11 g/cm3 y se aproxima a 14 veces la densidad del
agua en el centro de la Tierra.
Capas definidas por sus propiedades físicas:
Litosfera y astenosfera: Según sus propiedades físicas, la capa externa de la Tierra
comprende la corteza y el manto superior y forma un nivel relativamente rígido y frío.
Aunque este nivel consta de materiales cuyas composiciones químicas son notablemente
diferentes, tiende a actuar como una unidad que muestra un comportamiento rígido. Esta
capa, denominada litosfera («esfera de roca»), tiene un grosor medio de unos 100
kilómetros, pero puede alcanzar 250 kilómetros de grosor debajo de las porciones más
antiguas de los continentes. Dentro de las cuencas oceánicas, la litosfera tiene un grosor
de tan sólo unos pocos kilómetros debajo de las dorsales oceánicas, pero aumenta hasta
quizá 100 kilómetros en regiones donde hay corteza más antigua y fría.
Debajo de la litosfera, en el manto superior (a una profundidad de unos 660 kilómetros),
se encuentra una capa blanda, comparativamente plástica, que se conoce como
astenosfera («esfera débil»). La porción superior de la astenosfera tiene unas
condiciones de temperatura y presión que permiten la existencia de una pequeña porción
de roca fundida. Dentro de esta zona muy dúctil, la litosfera está mecánicamente
separada de la capa inferior. La consecuencia es que la litosfera es capaz de moverse
con independencia de la astenosfera. Es importante destacar que la resistencia a la
deformación de los diversos materiales de la Tierra es función, a la vez, de su
composición y de la temperatura y la presión a que estén sometidos. No debería sacarse
la idea de que toda la litosfera se comporta como un sólido quebradizo similar a las
rocas encontradas en la superficie. Antes bien, las rocas de la litosfera se vuelven
progresivamente más calientes y dúctiles conforme aumenta la profundidad. A la
profundidad de la astenosfera superior, las rocas están lo suficientemente cerca de sus
temperaturas de fusión (de hecho, puede producirse algo de fusión) que son fáciles de
deformar. Por tanto, la astenosfera superior es blanda porque se aproxima a su punto de
fusión.
Mesosfera o manto inferior: Por debajo de la zona dúctil de la parte superior de la
astenosfera, el aumento de la presión contrarresta los efectos de la temperatura más
elevada, y la resistencia de las rocas crece de manera gradual con la profundidad. Entre
las profundidades de 660 kilómetros y 2.900 kilómetros se encuentra una capa más
rígida denominada mesosfera («esfera media») o manto inferior. A pesar de su
resistencia, las rocas de la mesosfera están todavía muy calientes y son capaces de fluir
de una manera muy gradual.
Núcleos interno y externo: El núcleo, compuesto principalmente por una aleación de
hierro y níquel, se divide en dos regiones que muestran resistencias mecánicas muy
distintas. El núcleo externo es una capa líquida de 2.270 kilómetros de grosor. Las
corrientes convectivas del hierro metálico en esta zona son las que generan el campo
magnético de la Tierra. El núcleo interno es una esfera con un radio de 1.216
kilómetros. A pesar de su temperatura más elevada, el material del núcleo interno es más
resistente que el del núcleo externo (debido a la enorme presión) y se comporta como un
sólido.
14. Compare la astenosfera y la litosfera.
astenosfera litosfera
Capa blanda, comparativamente plástica La litosfera se comporta como un sólido
quebradizo similar a las rocas
encontradas en la superficie.
A la profundidad de la astenosfera Las rocas de la litosfera se vuelven
superior, las rocas están lo progresivamente más calientes y dúctiles
suficientemente cerca de sus temperaturas conforme aumenta la profundidad
de fusión (de hecho, puede producirse
algo de fusión)
Se encuentra a una profundidad de unos Tiene un grosor medio de unos 100
660 kilómetros. kilómetros, pero puede alcanzar 250
kilómetros.

Esta mecánicamente separada de la La litosfera es capaz de moverse con


litosfera. independencia de la astenosfera.
15. Describa la distribución general de las montañas más jóvenes de la Tierra.
Aunque la distribución de las montañas parece ser aleatoria, no es así. Al considerar las
montañas más jóvenes (de menos de 100 millones de años), encontramos que están
situadas principalmente en dos zonas. El cinturón del Pacífico (la región que rodea el
océano Pacífico) incluye las montañas del oeste del continente americano y continúa en
el Pacífico occidental en forma de arcos de islas volcánicas. Los arcos insulares son
regiones montañosas activas compuestas en gran parte de rocas volcánicas y rocas
sedimentarias deformadas. Las islas Aleutianas, Japón, Filipinas y Nueva Guinea son
ejemplos de arcos insulares. El otro cinturón montañoso importante se extiende hacia el
este desde los Alpes a través de Irán y el Himalaya y luego baja al sur y entra en
Indonesia
16. Distinga entre escudos y plataformas estables.
Los escudos son regiones extensas y llanas compuestas por rocas cristalinas
deformadas. La datación radiométrica de varios escudos ha revelado que se trata de
regiones verdaderamente antiguas. Todas ellas contienen rocas del Precámbrico con una
edad superior a los 1.000 millones de años y algunas muestras se aproximan a los 4.000
millones de años. Incluso estas rocas, las más antiguas que se conocen, exhiben
muestras de las fuerzas enormes que las han plegado, fallado y metamorfizado. Así,
concluimos que estas rocas una vez formaron parte de un sistema montañoso antiguo
que desde entonces se ha erosionado hasta producir estas regiones extensas y llanas.
Existen otras zonas cratónicas en las que rocas muy deformadas, como las que se
encuentran en los escudos, están cubiertas por una capa relativamente fina de rocas
sedimentarias. Estas áreas se denominan plataformas estables.
17. Enumere las tres principales unidades topográficas del fondo oceánico.
Márgenes continentales: El margen continental es la porción de fondo oceánico
adyacente a las principales masas continentales. Puede incluir la plataforma continental,
el talud continental y el pie de talud. Aunque la tierra y el mar entran en contacto en la
línea de costa, ésta no es el límite entre los continentes y las cuencas oceánicas. Antes
bien, a lo largo de la mayoría de las costas una plataforma suavemente inclinada de
material, denominada plataforma continental, se extiende en dirección al mar desde la
costa. Dado que está sobre la corteza continental, se trata claramente de una extensión
inundada de los continentes. El límite entre los continentes y las cuencas oceánicas
profundas se encuentra a lo largo del talud continental, que es una estructura
relativamente empinada que se extiende desde la superficie exterior de la plataforma
continental hasta el fondo oceánico profundo. En regiones donde no existen fosas, el
empinado talud continental pasa a tener una inclinación más gradual, conocida como pie
de talud. El pie de talud está formado por un grueso cúmulo de sedimentos que se
movieron pendiente abajo desde la plataforma continental hacia los fondos oceánicos
profundos.
Cuencas oceánicas profundas: Entre los márgenes continentales y las dorsales
oceánicas se encuentran las cuencas oceánicas profundas. Una parte de esta región
consiste en estructuras increíblemente llanas denominadas llanuras abisales. Sin
embargo, el fondo oceánico también contiene depresiones extremadamente profundas,
que llegan en ocasiones a los 11.000 metros de profundidad. Aunque estas fosas
submarinas son relativamente estrechas y representan tan sólo una pequeña fracción del
fondo oceánico, son estructuras muy importantes. Algunas fosas se encuentran
adyacentes a montañas jóvenes que flanquean los continentes. Por ejemplo la fosa Perú-
Chile que recorre la costa occidental sudamericana es paralela a los Andes. Otras fosas
son paralelas a cadenas de islas lineales denominadas arcos de islas volcánicas. Los
suelos oceánicos están salpicados de estructuras volcánicas sumergidas llamadas montes
submarinos, que a veces forman cadenas estrechas y largas.
Dorsales oceánicas: La estructura más prominente del fondo oceánico es la dorsal
oceánica o centrooceánica, la dorsal Centroatlántica y la dorsal del Pacífico oriental son
partes de este sistema. Esta estructura ancha y larga forma un cinturón continuo que
serpentea a lo largo de más de 70.000 kilómetros alrededor del planeta de una manera
similar a la costura de una pelota de béisbol. Lejos de estar constituido por rocas muy
deformadas, como la mayoría de las montañas de los continentes, el sistema de dorsales
oceánicas consta de capas superpuestas de rocas ígneas fracturadas y elevadas.

18. Diga el nombre de cada una de las rocas que se describen a continuación:
• Roca volcánica de grano grueso. Granito
• Roca detrítica rica en partículas de tamaño limo. Lutita
• Roca negra de grano fino que compone la corteza oceánica. Basalto
• Roca no foliada cuya roca madre es la caliza. Mármol
19. Para cada una de las siguientes características, indique si está asociada con
las rocas ígneas, sedimentarias o metamórficas:
• Puede ser plutónica o volcánica. Rocas ígneas
• Litificada por compactación y cementación. Rocas Sedimentarias
• La arenisca es un ejemplo. Rocas Sedimentarias
• Algunos miembros de este grupo tienen foliación. Rocas Metamórficas
• Este grupo se divide en las categorías detrítica y química. Rocas Sedimentarias
• El gneis forma parte de este grupo. Rocas Metamórficas

20. Utilizando el ciclo de las rocas, explique la afirmación: «una roca es la


materia prima para otra».
El ciclo de las rocas es uno de los muchos ciclos o bucles del sistema Tierra en los que
la materia se recicla. El ciclo de las rocas es una manera de observar muchas de las
interrelaciones de la Geología. Ilustra el origen de los tres tipos de rocas básicos y el
papel de varios procesos geológicos en la transformación de un tipo de roca en otro. Es
decir que, las rocas están en constante formación, cambio y reformación, pasando por
varios procesos en dónde cambian de una forma a otra; de un tipo de roca a otra.

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