Dia-5 Construye Tu Autoestima PDF
Dia-5 Construye Tu Autoestima PDF
Dia-5 Construye Tu Autoestima PDF
DÍA 5
Construye tu autoestima
Hoy vas a seguir aprendiendo a amarte
a través del respeto, de la gratitud y de reconocer
y apreciar el milagro que supone tener un cuerpo,
una mente y un alma.
¿Cómo te has sentido esta mañana cuando te has despertado? ¿Has sonreído cuando te has mirado
al espejo y has dicho: Te amo cariño, te amo de todo corazón? ¿Te lo estás empezando a creer? Al
cabo de tan sólo unos pocos días de estar haciendo el trabajo del espejo, puede que observes que
tu vida está empezando a cambiar. Puede que hoy sonrías un poco más. Puede que te sientas
mucho mejor cuando te mires al espejo y veas tu bello rostro. Puede que te sientas mejor contigo
mismo. ¿Estás empezando a amarte y a aceptar a la persona que ves en el espejo?
El amor es la cura milagrosa. Amarnos a nosotros mismos obra milagros en nuestra vida. Por
experiencia sé que sea cual sea el problema, la mejor forma de resolverlo es empezar por amarte a
ti mismo.
Amarte a ti mismo conlleva un gran respeto respecto a todo lo que a ti te concierne, interna y
externamente. Es sentir una profunda gratitud por el milagro de tu cuerpo, de tu mente y de tu alma.
Amarte a ti mismo es sentir un aprecio de tal magnitud que llene tu corazón hasta sentir como si te
fuera a explotar, es estar radiante por la dicha de ser TÚ.
Es imposible que llegues a amarte realmente si no te apruebas y te aceptas. ¿Te regañas y te criticas
sin parar? ¿Crees que no eres una persona adorable? ¿Eres caótico y desordenado? ¿Atraes a
amantes o a personas que te menosprecian? ¿Maltratas tu cuerpo con comidas poco saludables y
con pensamientos estresantes?
Si de alguna manera te niegas las cosas buenas, eso es un acto que demuestra que no te amas.
Recuerdo una mujer con la que trabajé que llevaba lentillas. Cuando hizo su trabajo del espejo,
empezó a liberarse de un antiguo temor de su infancia. En cuestión de días, empezó a quejarse de
que le molestaban las lentillas, hasta el extremo de que no podía seguir llevándolas. Cuando se las
quitó, miró a su alrededor y se dio cuenta de que veía casi perfectamente. Aun así, se pasó todo el
día diciendo: “No me lo puedo creer. No me lo puedo creer”. Esa fue su afirmación. Al día siguiente,
2
volvía a llevar lentillas. No se permitía creer que su visión era normal y su creencia se confirmó. El
universo le concedió lo que pidió. Ésa es la fuerza de nuestro pensamiento.
¡Piensa en lo perfecto que eras cuando eras un bebé! Los bebés no tienen que hacer nada para ser
perfectos; ya lo son y actúan como si lo supieran. Saben que son el centro del Universo. No tienen
miedo de pedir lo que quieren. Expresan libremente sus emociones. Cuando un bebé está enfadado,
lo sabes; de hecho, se entera todo el vecindario. También sabes cuándo es feliz porque su sonrisa
ilumina la habitación. Están llenos de amor.
Los bebés se morirían si no recibieran amor. Cuando nos hacemos mayores, aprendemos a vivir sin
amor —o al menos lo intentamos—, pero los bebés no pueden soportarlo. Los bebés adoran todas
las partes de su cuerpo.
Hubo un tiempo en que fuiste así. Todos hemos sido así. Hasta que un día empezamos a escuchar
a los adultos que teníamos a nuestro alrededor, que ya habían aprendido a tener miedo y a negar
su propia grandeza.
Hoy deja de lado todas las críticas y los monólogos negativos. Deshazte de tu antigua actitud mental,
esa que te regaña y que se resiste al cambio.
Libérate de las opiniones que tienen otras personas sobre ti. Afirma: Soy lo bastante bueno. Me
merezco que me amen.
Éste es un ejercicio que he recomendado a centenares de personas durante muchos años. Cuando
son constantes, los resultados son fantásticos. Recuerda: el trabajo del espejo no funciona en la
teoría, sólo en la práctica. Si lo practicas, notarás el cambio.
Si te asaltan pensamientos negativos como «¿Cómo voy a aprobarme si estoy gordo?», «Es absurdo
pensar que puedo pensar de este modo» o «No soy bueno», no te resistas a ellos, no luches, no los
juzgues. Déjalos que se queden donde están. Concéntrate en lo que realmente quieres
3