Texto Argumentativo
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Manuela Madrid Monsalve, Angie Pérez Duarte, Miguel Ángel Almario Lesmes
7 mayo de 2023
El docente investigador
El docente investigador se caracteriza por propiciar espacios de enseñanza y aprendizaje, asignando el rol de protagonista al estudiante mientras observa
El docente investigador está evaluando constantemente su práctica pedagógica con el fin de transformar las realidades de sus estudiantes, en tanto que estos
últimos tengan la oportunidad de acceder al conocimiento de la mano de un profesional que contextualice los ejes temáticos acorde con los lineamientos curriculares de
Colombia, que privilegian la formación de ciudadanos competentes (que sepan saber-hacer en contexto); el docente sabe que para lograrlo, necesita descubrir las necesidades de
investigativas están materializadas en zonas urbanas que poseen un sinfín de estudios académicos; estos, de alguna manera, sirven como punto de partida pero si el maestro no
hace un trabajo de transposición didáctica (adaptación de saberes y contenidos), el impacto que tendrá una propuesta carente de las particularidades que caracterizan una
A continuación, se esboza en unas pocas líneas la razón de ser de un docente investigador capaz de generar transformaciones educativas en sus comunidades de
aprendizaje.
El maestro investigador tiene la misión del autorreflexión sobre su que hacer y a partir de su fruto debe planificar con una orientación que los conduzca a develar,
conocer, analizar y, en la medida de lo posible, transformar la realidad educativa. Motivar al estudiante a descubrir, a reflexionar, a actuar, a crear e innovar. El docente está en la
obligación de generar aprendizaje significativo en los estudiantes a través de la investigación en el aula, donde el estudiante sea el protagonista (no el docente) de los procesos de
aprendizaje. Analizarse continuamente su práctica pedagógica y profesional teniendo en cuenta siempre sus limitaciones, fortalezas, carencias, miedos, ideales, incertidumbres y
Lucha contra la rutina pone la chispa al aprendizaje teniendo una actitud inquisitiva y creadora que se fundamente en aquello que le genere interés al estudiante,
especialmente orientado desde su contexto. Él docente que tiene como fin propiciar espacios de aprendizaje significativo, está en constante interacción con su contexto,
observando e indagando su realidad cercana, aquella que le permita fortalecer los procesos de transformación social y educativa (Campos, 2003). Por ejemplo, si un docente
tiene su práctica pedagógica en un contexto rural, lo ideal es que sus procesos de enseñanza estén orientados a las necesidades de sus estudiantes, a solucionar problemas
concernientes a los retos de las comunidades rurales; de ninguna manera un proceso de enseñanza sería exitoso si a un niño que su cotidianidad es salir de su casa las 4 am,
caminar unos kilómetros por la selva, cruzar quebradas o hasta ríos para llegar a su Escuela, quizás con hambre para recibir una clase de un docente que planeó su práctica con
problemas propios del sector citadino. No obstante, ellos estarían más dispuestos a la clase del profesor si este les planteara problemas con soluciones a su alcance y prácticas.
Kemmis (1993), plantea que las élites de poder centralizan el conocimiento y las prácticas, con lo cual ahogan los procesos y valores culturales, las construcciones
autóctonas de las comunidades y los pueblos. Entonces, el docente investigador debe ser un garante de que la educación sea descentralizada, valorando los procesos pertinentes e
idóneos para las realidades presentes en dichas comunidades que a día de hoy están marcados por problemáticas sociales tales como: equidad de género, diversidad cultural y
Transformar los procesos educativos es una necesidad urgente en Colombia. Haber logrado un alto porcentaje de cobertura en el territorio nacional ha sido un éxi-
to. Sin embargo, el reto actual es mejorar la calidad educativa y la ruta a seguir sin duda, son los procesos de investigación en el aula y las comunidades educativas; en ese senti-
do, plantear preguntas de fondo que impliquen adentrarse en los contextos particulares, propiciar el pensamiento crítico en los estudiantes, brindarles herramientas para que ob-
serven e interpreten sus necesidades y de esta manera, lograr convertir al estudiante en un ente activo y partícipe de los procesos de aprendizaje. Entender que el estudiante debe
tener este rol, es entender que la educación debe transformarse. Por lo tanto, si se quiere cambiar los procesos de la educación colombiana, quien debe cambiar la dinámica es en
Campos, N. (2003). EL DOCENTE INVESTIGADOR: SU GÉNESIS TEÓRICA Y SUS RASGOS. Revista Educación, 27(2), 39-43.