Dairys
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generaciones.
Santiago Montenegro, presidente de Asofondos, advierte sobre los peligros del régimen de
transición, el aumento de la edad para los ancianos sin pensión que reciben un auxilio
estatal, al tiempo que insiste en que no se continúe con el régimen de prima media
El Gobierno radicó la reforma pensional y sostiene que ha sido consensuada. Sin embargo,
hay tres puntos polémicos: el número de semanas para acogerse a la transición, el
gravamen del 2 por ciento a pensiones de más de cuatro salarios mínimos y el umbral de
tres salarios mínimos para pasarse a Colpensiones. ¿Cuál le preocupa más?
Santiago Montenegro: Primero, estoy en desacuerdo con la aseveración según la cual, la
mayor parte de la reforma ha sido concertada. Asofondos no hizo parte de esos consensos.
De hecho, cuando se presentó la reforma, no nos dejaron entrar.
Nos extraña que algunos gremios y la misma ministra de Trabajo digan que esta reforma
ha sido concertada. Con quien más debió consensuar el Gobierno es con Asofondos.
Sobre los tres puntos, nuestra propuesta apunta a que el sistema, en la parte contributiva,
sea de capitalización individual, no de reparto. Que Colpensiones, o la entidad que defina
el Estado, se vuelva un fondo de pensiones operando bajo las mismas reglas de juego. Los
sistemas pensionales de prima media o de reparto no son viables.
Las pensiones deben basarse, fundamentalmente, en el ahorro. Entonces, el tema de los
umbrales es algo que nos preocupa, pues es pasarle la plata de los cotizantes al Gobierno,
y si todo ese dinero se utilizara para pagar pensiones, no sería sostenible. Es grave que
buena parte de esta plata se la van a gastar en otras cosas, como el pilar solidario, que lo
apoyamos, pero financiado con impuestos generales, al igual que se hace en todas partes.
Economía de Colombia se encamina a un "crecimiento más sostenible", según el FMI.
La economía colombiana "está experimentando una transición necesaria hacia un
crecimiento más sostenible", afirmó este jueves el Fondo Monetario Internacional (FMI),
que alabó el objetivo de reducir la dependencia del petróleo y el carbón.
El FMI prevé que el país latinoamericano crezca en 2023 un 1% tras el 7,5% registrado en
2022.
En un contexto de recuperación sólida, el nivel general de inflación se situó en un 13,3%
interanual en febrero de 2023 y el déficit en cuenta corriente creció del 5,6% del PIB en
2021 al 6,2% en 2022, informa.
Los riesgos a la baja prevalecen y son elevados, pero los fundamentos económicos, las
políticas y los marcos de las políticas de Colombia son sumamente sólidos", sostiene el
directorio ejecutivo, que coincide con la evaluación del personal técnico.
A nivel externo, el endurecimiento de las condiciones financieras mundiales "podría ser
más acentuado de lo previsto", y "no se pueden descartar riesgos internos", añade el FMI,
que recomienda gestionar las reformas "con prudencia”.
Recuerda que el acuerdo de dos años en el marco de la Línea de Crédito Flexible (LCF), con
acceso a aproximadamente 9.800 millones de dólares, que se aprobó en abril de 2022,
proporciona, a modo de precaución, reservas externas adicionales frente a escenarios de
riesgos extremos.
El Fondo felicita al gobierno "por la notable solidez de sus políticas y marcos
institucionales" que ayudan "a corregir desequilibrios macroeconómicos, al tiempo que
mejoran la equidad y la inclusión social". Pero considera "importante mantener los
esfuerzos para eliminar gradualmente los subsidios a los combustibles que generan
distorsiones". Para que la transición sea eficaz se necesita "un plan gradual", recomienda.
El sector financiero por su parte "continúa siendo resiliente", pero el directorio pone
énfasis "en la necesidad de vigilar con atención los riesgos y las vulnerabilidades
emergentes"