Antesala Del Infierno

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Antesala del Infierno

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Carlos Alberto Hernández Carreón

Antesala del
infierno

Carlos Alberto Hernández Carreón

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Antesala del Infierno

Copyright © 2023 Carlos Alberto Hernández Carreón.

Todos los derechos reservados.

ISBN: 9798392697212

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Antesala del Infierno

DEDICATORIA

Dedicado primeramente a Dios padre, a ti que lees estas


líneas y a toda la gente que apoya la lectura y el arte.
Cultivemos mentes, ideas, eliminemos fronteras ampliando
los horizontes.

Con todo mi amor para mis amigos: Tania, Lupita, Irving,


Osiel.
Antesala del Infierno

CONTENIDO

Agradecimientos
1 La Muerte vii
2 Remembranza N. º pág.7

3 El Favor N. º pág.13

4 Vuelve a la Vida N. º pág.24

5 Perdóname N. º pág.26

6 Día 23 N. º pág.38

7 Antesala del Infierno N. º pág.44


8 Borrón y cuenta nueva N. º pág.57
9
Treinta y tres años después N. º pág.64
Antesala del Infierno
Antesala del Infierno

AGRADECIMIENTOS

Gracias a mis grandes amigos que estuvieron en el momento


tan difícil que pase mientras que a la par escribía este libro.
Las pláticas tontas y absurdas que solemos tener cultivan mi
creatividad, aunque no lo parezca Osiel, Irving gracias por
estos más de 18 años.

Señora Margarita, 3 años, pero una gran amistad, mil gracias a


usted, Faby y Nancy. A veces no tenía ni para comer, ustedes
extendieron una mano con el corazón en la otra. Eternamente
agradecido con las tres.

Tania, amiga mía, bendito tu tatuaje de marcianito. Me


encantan esas mínimas y cortas charlas que llegamos a tener.
Te quiero demasiado con solo 2 años de conocernos. Gracias
por también preocuparte.
Carlos Alberto Hernández Carreón

1 LA MUERTE

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Antesala del Infierno

No recuerdo nada luego de saltar del puente, los médicos


comentan que presentó un alto grado de esquizofrenia y que
ese infierno que juro haber visto solo fue producto de la
actividad eléctrica de mi cerebro al estar al borde de la muerte,
va, supongo tienen razón, digo, hace falta estar loco para saltar
de un puente, ¿no creen? aunque la verdad, más que estar loco
me encontraba perdido, ¿qué hacer cuando pierdes todo en tu
vida?: tus seres queridos, tu trabajo, el amor. Dicen que todos
tenemos una misión en la vida y que se vive para servir, pues
yo no veo a esos religiosos sirviendo, más bien los veo
blasfemando con sus actos inmorales e hipócritas esa vocación
de servir al prójimo, pero va, veme aquí molesto por esas cosas,
aun viviendo y robándome el oxígeno que otro más se merece
respirar, yo, una basura patética tumbado en la cama de un
hospital sin saber cómo mierdas pagare mi estancia. Si tan solo
ella estuviera aquí, tomándome la mano, viéndonos el uno al
otro con complicidad y picardía, ver sus preciosos ojos me
harían renacer como la primera vez que los vi. Pero Ivy ya no
está aquí [suspira] todo acabo y acabo mal.

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Carlos Alberto Hernández Carreón

Ya han pasado 2 días desde que desperté, pareciera que mi


mente se aferra más y más a la idea de que vi el infierno ante
mis ojos, no sé si es producto de esa esquizofrenia que dicen
tengo, pero vienen a mí los flashbacks y creo empiezo a
recordar lo que paso una vez saltando el puente, aunque si lo
contara nadie dudaría de mi locura.

[Al tercer día en el hospital]

-Buen día Sr. Sánchez ¿cómo se encuentra el día de hoy? Es


una bonita tarde, hay sol, es primavera y se escuchan los pájaros
alegres cantando, ¿qué tal su almuerzo? (Exclamo el Doctor).

-Buen día Doc., mucho mejor, ya listo para irme a casa,


aunque no tengo idea de cómo pagare, jaja [ríe con
preocupación].

Doctor -No se preocupe más por eso, nos fue difícil, pero
logramos comunicarnos con alguien y ya la persona realizo el
pago debido, incluso se encuentra recogiendo sus cosas ya que
se encuentra dado de alta, pero si es importante que tome las
pastillas que le recete mientras seguimos con los estudios para
ver si realmente presenta alguna enfermedad mental o quizá
fue por el golpe en su cabeza.

-Wao, me sorprende que alguien viniera, muchas gracias


doctor.

Doctor -Bueno, me retiro. Pase señorita, lo dejo en buenas


manos Sr. Sánchez.

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Antesala del Infierno

No podía creer lo que veía, ¿quizá dios me habría escuchado?,


el tiempo se detuvo mientras veía a mi flaca (Ivy) entrar por
esa puerta, su cabello deslumbrante y largo, sus ojos grandes y
hermosos, su olor; ese perfume suave y dulce, con notas de
lirio, iris y vainilla tan elegante y sexy. Una sonrisa se dibujó en
mi rostro. Recordé como se siente ser feliz.

Ivy -Hola Silverio, vamos a tu casa para que puedas


descansar allá y yo me regrese a mis labores, ¡y por dios, no eres
un adolescente; deja de hacer estupideces por favor que yo no
volveré a perder mi tiempo viniendo; y no creas que me
chantajearas con esto que hiciste! ¡Vámonos! (Exclamo con
molestia).

También volví a recordar lo mierda que era cuando se


molestaba. Todo fue silencio e incomodidad rumbo a mi casa.
No pude decirle que la extraño, que espero y sea feliz.

Luego de tener los flashbacks en el hospital, me cuesta creer


que todo lo que volvía a mi memoria no era real. Visiones de
demonios, gritos y susurros incomprensibles que vienen a mi
cabeza repetida y constantemente. Si hubiera intentado
explicarles a los médicos que lo que había visto era real, que
había estado en el infierno y que había escapado de demonios,
seguro me elegirían el comediante del año. Pero bueno, mírame
aquí sentado en un sillón viejo, solo, quizá y deba buscar como
vivir para servir o quizá ya se le paso lo molesta a Ivy; si le
llamo quizá y platicamos y le digo que aún la amo y de paso le
platico lo que creo haber vivido, digo, me conoce, no creerá
que esté loco. No, mejor dejo pasar más días a que se
tranquilice y para que mi mente se despeje de esas ideas tontas
que creo haber vivido.

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Antesala del Infierno

Ya han pasado dos días aquí en casa, completamente solo,


comienzo a dudar de mi propia cordura. ¿Realmente había
visto todas esas cosas? Por más que tomo los medicamentos
para tratar mi “esquizofrenia” no puedo sacudir la sensación
de que algo no estaba bien. Quizá todo es una lucha contra mis
propios demonios internos, y necesito ayuda para superarlos.
¡Vamos! tengo una segunda oportunidad de vida para hacer las
cosas bien, para ser feliz, aunque no sea con Ivy. Aunque
siendo honesto, no duermo lo suficiente, mis pensamientos
inquietantes en creer recordar todo me aterran, no puedo
quedarme a oscuras porque siento presencias y se intensifica el
miedo.

[De repente se escucha una voz de mujer mayor al fondo


del pasillo oscuro].

- ¿Hasta cuando vas a ignorarme humano? ¿Acaso no me


tienes respeto?

- ¿Quién anda allí? ¡Me encuentro armado!, ¿cómo entraste


a mi casa?, ¡te exijo te retires inmediatamente! [Grita con voz
temerosa y cortante, fingiendo traer un arma tomando el
control de la tv mientras se levanta bruscamente del sillón].

[Mientras se acerca a Silverio y a la luz le responde].

¡Jajaja!, ¿no te acuerdas de los amigos? ¿O quizá mi


apariencia distinta ante los ojos de los que aun tendrán muchos
suspiros en su vida te confunda? Gracias a mi te encuentras
hoy aquí desperdiciando tu vida en preguntas y dime, ¿qué me
arias si tuvieras un arma? ¿matarme?

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Antesala del Infierno

Silverio – ¡Dios mío! ¿Qué eres?! ¡Aléjate por favor!


[Temblando, casi enmudecido logro ver a quien le hablaba,
un ser similar a una mujer, pero extremadamente delgada, casi
en los huesos, piernas demasiado largas, brazos un poco más
cortos de lo normal, un rostro hermoso de mujer de entre 40-
50 años, cabellera larga platinada, una voz dulce, y un olor a
jazmines la rodeaban].

-Soy Azrael, la muerte, ¿no recuerdas que te di una


oportunidad a cambio de un favor? No me puedo presentar
ante ti con mi aspecto real, esta es la apariencia que ustedes,
vivos, han creado para mí, puesto que no tengo un cuerpo
físico, soy energía y en este plano los seres incorpóreos
pasamos desapercibidos ante sus ojos.

Silverio -Pero ¿qué dices?

Muerte - Si, en el infierno fue que nos encontramos, huías


de algunos demonios, pero en parte fue tu culpa por
impacientarte en el limbo y adentrarte a lo profundo del
infierno. Y bien, ¿porque la dejaste ir cuando fue por ti al
hospital? No pienso recordarte el favor, no puedes dejar que
se me escape [sonríe].

¿Esto es real? ¿en qué me metí? ¿Dejar ir? Se refiere a Ivy,


pero ¿en que la metí? ¿Acaso quiere que la mate? No sé si sea
esa cara bonita, pero siento en parte tranquilidad, como si todo
fuera a estar bien, además, huele demasiado rico que si no
pensara en lo que me acaba de decir me sumergiría en una paz
imperdurable.

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Carlos Alberto Hernández Carreón

Muerte -Tranquilo Silverio, quizá fue demasiado el shock


por lo que viviste en el infierno y no lo recuerdas con claridad
todo, por eso suelo borrar esas memorias, pero en ti no lo
considere porque era vital que recordaras el favor que te pedí,
pero, si quieres pongo mi mano en tu frente para que
recuerdes absolutamente todo.

Silverio –¿En verdad puedes hacer eso?

Muerte –En verdad, permíteme.

[Silverio lleva su frente ante la mano de la Muerte,


permitiéndole le haga recordar].

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Antesala del Infierno

2 REMEMBRANZA

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Carlos Alberto Hernández Carreón

Ivy –¡Es que siempre es lo mismo, trabajas y trabajas, haces


horas extras y no estás aquí conmigo!, tal vez ni siquiera te la
pasas en el trabajo y te vas con otra.

Silverio - ¿Pero qué cosas dices? Trabajo para que estemos


juntos los dos, dejémonos de inseguridades, yo me mato
trabajando, llego cansado y la verdad lo que menos quiero es
llegar y que se amargue el día, yo hago todo porque esto
funcione.

Ivy –¡Yo, yo, yo! ¡No solo eres tú el que lucha! ¿De qué me
sirve vivir juntos si no te veo? y no son inseguridades, ni
siquiera salimos juntos ya. Mi amigo Carlos me invito a una
fiesta por la firma con la discográfica, tenía pensado que
fuéramos, pero mejor invito a una amiga, beberemos algo
tranquilo y me regreso, así tanto tu como yo nos quitamos el
estrés.

Silverio –Pero que conveniente, solo déjame decirte, si te


vas sola con ese idiota se termina todo.

Ivy –¿En verdad eso es lo que quieres? ¡Adiós! Y de mí no


volverás a saber nada, ya estoy harta, cansada de ti.

Silverio –Ya tiene 4 horas que se largó a esa fiesta y no


regresa aún, le marco al celular y lo tiene apagado, seguro ha de
estar muy entretenida haciendo cosas con ese imbécil de
mierda.

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[Suena teléfono]

Silverio - ¿Ivy?

-No, soy Carlos, ella me pidió que te marcara para decirte


que eres un grandísimo imbécil y que te pudras en mierda
porque eso es lo que eres. Ya no la vuelvas a molestar más,
mañana mismo pasan trabajadores míos por sus cosas, ella ya
no volverá campeón.

Silverio - ¡Bastardo! No por que ahorita tengas tu contrato


millonario [le cortan la llamada a Silverio] ¡no cuelgues mierda!

Lo sabía, sabía que era una maldita perra que solo busca
dinero y quien la follen duro, tantos años tirados al carajo, todo
por ese maldito empleo de mierda, ¡ah! ¡mierda, mierda,
mierda! [golpea la pared mientras se rompe en llanto].

Yo la amaba, ¿uno siempre lo da todo y que recibe?

[15:30hrs. del día siguiente].

[suena teléfono constantemente, dormitando en el suelo


luego de una noche de llanto y de maldecir a Ivy
incansablemente, Silverio logra despertarse somnoliento y
contesta la llamada].

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Carlos Alberto Hernández Carreón

Silverio -Si, ¿bueno?

-Sr. Sánchez, buen día, hablamos del trabajo, no se presentó


el día de hoy y no nos llamó para justificar su falta, le
recordamos que su puesto no puede ser cubierto por nadie más
ya que su compañero se encuentra de vacaciones, por favor
mañana mismo cuando finalice su jornada pase a recursos
humanos.

Silverio -Por mí se pueden ir al carajo con su trabajo, no


hacen más que explotar a la gente [cuelga enérgicamente].

¿Para qué quiero un trabajo si me voy a matar día con día


sin vivir? Hace un mes murió mi madre y los bastardos solo
me dieron 3 días libres para el luto, ¿en verdad creen que perder
a un ser querido se soluciona en 3 días? Además, Ivy ya no está
conmigo, para que querer un trabajo si no tengo a nadie.
Estaría bien ir a beber con mis amigos, pero ellos ya tienen sus
vidas y en estos momentos se encuentran ocupados, unos
siendo padres, otros matándose de igual modo trabajando para
vivir, la vida cada vez es más dura y difícil.

Caminar un poco creo despejara mi mente y ayudara con mi


salud, cruzar unas dos veces el puente sería muy buen ejercicio.

[Luego de cambiarse e ir a caminar al puente, ya de regreso


a mitad del puente Silverio se cuestiona].

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¿Cuántos metros medirá de alto esto? Más de 50metros,


fácil. Es tan relajante ver el rio, aunque da vértigo luego de
mirar por mucho rato. Seguro si salto, el impacto por la
distancia me dejaría inconsciente y me ahogaría, sería una
buena muerte, aunque mi cuerpo al pasar los días se hincharía
si nadie da con él y seria comida de fauna acuática. ¿Sera verdad
que si muero de esa forma mi alma penara y no podría llegar al
cielo? ¿existirá el cielo? Pero que tonterías pienso.

[Ya en casa].

Silverio -Hola amor, voy llegando de caminar, me alegra


verte por fin en casa.

Ivy – No te confundas, si estoy aquí es por que vine por mis


cosas, ya los trabajadores de Carlos las están subiendo al carro.

Silverio –Es en verdad entonces, ¿me cambias por esa


basura solo porque ahora tiene dinero? Mucho dinero, sí, pero
dime, ¿no te importo?

Ivy –¿A ti te importé las veces que tuve que ir al doctor a


análisis y consultas por que me sentía mal? ¿Dónde estabas?
trabajando, ¿no? Y no, el solo es mi amigo, un buen amigo y
mejor persona que tú, así que, si él es una basura, tu dime ¿que
eres tú entonces? Ya solo faltan unas cajas y me voy.

Silverio –Entiendo, entiendo todo.

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[Silverio observa como Ivy se dirige al carro de Carlos


mientras este sale del vehículo, ella recarga su cuerpo con el de
él y este la abraza].

[Entre lágrimas] Maldita zorra, tenía que venir y exhibirme


que ese imbécil ahora la tiene en sus brazos, a un amigo nadie
se lanza así a los brazos.

¡Por favor deja ya de escupirme Dios! ¿Te divierte hacer mi


vida una mierda? ¿eh? Pues no pienso ya más seguir
soportando todo esto, las personas son malas, todos somos
egoístas, ¿para qué vivir fingiendo que uno es feliz? Te daré lo
que tanto quieres que haga, cielo, infierno, lo mismo me da.
Uno muere y se acaba todo.

[Exaltado sale de casa rumbo al puente mientras continúa


maldiciendo a Dios en el camino].

Después de esto tu ya no serás mi Dios, todo acabara aquí y


ahora, solo debo esperar a que esos lancheros se aparten un
poco más hasta perderlos de vista y lanzarme, menos mal que
la vez pasada me vieron caminando, así no sospecharan mis
intenciones verdaderas.

[Sin dudarlo, Silverio se arroja al rio desde lo alto del


puente].

- ¡Ah!...

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3 EL FAVOR

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Carlos Alberto Hernández Carreón

Silverio - ¿Dónde estoy?, ¿qué es este lugar? ¿un bosque? ¿Por


qué el cielo luce diferente, rojizo?

- ¡Oh, vaya! Uno más, tendré compañía con quien platicar


por la eternidad.

Silverio - ¡Que! ¿un árbol que habla?, ¡maldición! Yo juraría


que salte al rio y que no había ningún bosque cerca y para el
colmo me encuentro alucinando.

- ¿Alucinando?, entiendo, muchos que llegan no son muy


perspicaces, así que ¡bienvenido al limbo, el lugar más divertido
que pueda existir! Aquí nos encontramos suicidas, no
bautizados, almas que no hicieron ni bien ni mal en su vida y
ángeles que no quisieron optar por algún bando; ni por dios ni
por el diablo. Y bueno, la lista de actividades que puedes
realizar aquí es extensa y divertida, te mencionare las 30
mejores. Número 1: nada, numero 2: nada, numero3...

Silverio -Espera, ya entendí, sí que eres sarcástico. En verdad


dentro de mi sabía que me encontraba muerto. Pero dime, ¿qué
te ah pasado, porque eres un árbol?

- La verdad mi amigo es que soy Pinocho, jajaja. Bueno,


hablando en serio, creo que somos colegas, comentabas que
saltaste a un rio, los suicidas nos convertimos en vegetación,
arboles, plantas, tú me entiendes, creen que nuestro acto fue
por rechazar el ser humanos, el tener cuerpo y vaya castigo

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divino, estos otros arboles eran tipos con los que conversaba,
así como contigo y al final acabare yo como ellos y tu como yo.
Me encuentro a mitad del proceso, los ángeles que aquí moran
mencionan que a pesar de ya no poder comunicarse ni ver, son
conscientes de lo que pasa en este entorno, todos los que nos
encontramos aquí emos perdido esperanza alguna de morir, al
principio es frustrante, pero después solo empeora, solo
quedan tus pensamientos y tú.

Silverio -sarcástico y bromista, seguro fuiste un tipo muy


agradable en vida, ¿Cuál es tu nombre mi amigo?

-No lo recuerdo, ¿tú sabes cuál es tu nombre?

Silverio –Me llamo Silverio, sí que llevas algo de tiempo aquí.

-El tiempo es algo creado por los vivos Silverio. Aún recuerdas,
así que todavía no viene ella ante ti, es tan hermosa, aunque los
vivos le temen.

Silverio - ¿De quién me hablas? ¿qué mujer vendrá? ¿me


borrara acaso la memoria?

-No hablo más que de Azrael, y no, no es una mujer mi amigo,


es un arcángel, el arcángel de la muerte. Me refiero a “ella”
porque ustedes le conocen como “la muerte” además que los
ángeles y arcángeles son seres andróginos. Ella se te presenta,
pone su mano en tu frente y ¡pum! Todos los recuerdos que
atesoras de tu vida, quien fuiste y a quienes amaste

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Carlos Alberto Hernández Carreón

desaparecen, solo quedan recuerdos que no te atan a los vivos.


Lo he visto un sinfín de veces. Mejor que una fuerte dosis de
alcohol o de drogas para olvidar.

Silverio - ¡Ja! no paras de bromear en verdad. Pero no, no


puedo dejar que me haga olvidar a mi Ivy pese a que se fue con
otro.

- ¿Ivy? ¿Era acaso tu esposa? Si en verdad te importa no


olvidarla significa que la amas, pero, entonces, dime ¿por qué
lo hiciste?

Silverio -Era como mi esposa y no entenderías el por qué,


puesto que no recuerdas lo que es tener seres amados y las
locuras y tonterías que uno suele hacer, pero bueno, no puedo
permitirme perder más tiempo, debo huir de aquí antes que
llegue la muerte, un gusto conocerte árbol. [Se retira corriendo
con alta prisa].

- ¡adiós, mi amigo! ¡Suerte!, aunque nadie escapa de Azrael.

[Silverio siguió corriendo por todo el extenso bosque hasta


llegar a una parte con poca vegetación].

Silverio – Vaya, no siento cansancio alguno, ni sed ni hambre


luego de correr como loco por todo este lugar. ¿Pero qué es
eso a lo lejos? ¿Un desierto? Seguro allá no me encontrara la
muerte.

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[Adentrándose al desierto se hacen notorios los gritos y


lamentos de las almas en pena].

Por fin conozco un desierto, ¿Quién pensaría que tendría que


morir para ello? Vaya, hay mucho aire que hasta parece se
lamentara, la arena me empaniza.

Alma en pena - ¡ayúdame, ayúdame!

[Silverio no podía creer lo que veía, una persona con múltiples


heridas lacerantes similares a rasguños profundos
retorciéndose en dolor sin parar de sangrar mientras la arena
de ese desierto cubría ese cuerpo lastimado]

Alma en pena - ¡por favor, no tardan en volver para atacarme


y usarme para su placer!

Demonio1- ¡Alto ahí humano!

Demonio2- ¡Llevémoslo con Minos, atrápenlo!

Silverio - ¿Qué? ¿Gárgolas parlantes? ¿Pero qué diablos?, que


olor tan fétido. Pero que seres tan horribles, tendré que volver
a correr, aunque esta gran ventisca no me lo permita.

Demonio1-Somos demonios y venimos por ti humano, estas


en nuestro dominio, acaso no escuchas la dulce melodía del
sufrimiento y ese delicioso aroma a depravación, que excitante
es la lujuria de los vivos.

-Pronto, atrápenlo antes que pase otro simún y nos haga


perderlo de vista.

[Silverio logra ser atrapado por un demonio de aspecto

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pequeño].

Silverio -Suéltame maldito enano asqueroso, ¿que eres? ¿Un


duende maldito? ¡ja!

Demonio pequeño - ¿Cómo te atreves a insultarme? [le encaja


las garras de la mano con la que sostiene el brazo de Silverio]
te llevare a ser castigado junto con los malefactores carnales.

Silverio - ¡Maldito pedazo de mierda! ¡me quemas el brazo!

[De la nada se escucha una voz hablar con firmeza y seguridad].

- ¡Detente ser inmundo y miserable! Haré que Minos triplique


tus castigos por tu arrogancia, el aún es mío.

Demonio pequeño -Se-se-señor Azrael [con voz titubeante,


suelta a Silverio].

Demonio2 - ¡Maldito Azrael!, el día está cada vez más cerca y


tu Dios será el que perezca, los planes de mi amo van a la
perfección. ¡El infierno llegara a los vivos!

Muerte/Azrael -Pero que seres tan patéticos. Tú, humano.


Venid conmigo, toma mi mano, regresemos al limbo para
charlar en un lugar menos asqueroso, aquí apesta a lujuria y a
demonios.

Silverio -Así que en verdad no logre escapar de ti, está bien,


toma mi mano.

[Luego de sujetar la mano de la muerte llegan al instante al


mismo sitio del limbo donde llego al morir Silverio].

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Antesala del Infierno

Silverio - ¿Qué, teletransportación? Eres sorprendente.


¡Amigo árbol, volví! ¿árbol? juro que se encontraba aquí
mismo.

Muerte – No te equivocas, es ese que está a tu costado.


Aceleraron su proceso gracias a ti, por eso luce como un árbol
más.

Silverio - ¿Por mí? ¿Quién lo hizo?

Muerte -No estoy aquí para contestar tus preguntas. Mi deber


es desprenderte de lo que te ata a los vivos, luego de eso llevarte
con Caronte para que te cruce al otro lado del rio Aqueronte
para ser juzgado.

Silverio -Es que quizá no lo entiendas, pero, aun no, no quiero


morir.

Muerte –¿Crees que eres capaz de poder elegir? Es más, ya


tuviste la arrogancia de elegir y por eso estamos aquí. Esto no
es un juego donde si te aburres te matas y cuando de nuevo te
hartes volver a la vida. Un ser que menosprecio su cuerpo físico
y que termino con su propósito sintiéndose con el derecho de
pedir un favor, ¡ja-ja-ja! Así no son las cosas. Mas bien, acepto
que nos interesa alguien en común, se perfectamente el por qué
lo hiciste y la causa de tu arrepentimiento para querer volver.
En realidad, sabes, siempre contemplo sus últimos suspiros,
sus últimos días como coloquialmente dirían los vivos. A veces
no suele ser una sola persona la que partirá, a veces son
familias, amigos, parejas. En esos últimos días puede cambiar
el destino de las personas y se me puede requerir pausar mi
labor hasta nuevo aviso, ustedes le podrían llamar milagro,
suerte, aunque en su mayoría jamás imaginan cuando llegare.
Por más dinero, por más religioso, por más buenas o malas
acciones, simplemente sin importar tu edad, aspecto o religión
tarde o temprano nos conocemos.

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Carlos Alberto Hernández Carreón

Silverio -Vaya sermón, pero entiendo el gran peso que tienes,


eso lo entendía muy claro desde que vivía pues todos los vivos
te tenemos respeto o más bien miedo, no nos enseñan a aceptar
la muerte.

Muerte -Ese día en el estacionamiento, ¿Por qué llamarle zorra


a quien dices amar?

Silverio -Oh, ya empezó mi juicio. Así que desde ese momento


te encontrabas a mi lado presente observándome.

Muerte -No, no te equivoques. Yo no soy quien juzga,


realmente por más almas que recojo y por más que veo sus
últimos días no logro comprender ese amor que dicen sentir
por sus seres queridos, por que suelen llorar por alguien
cuando se va si en vida no actuaron del todo bien con esa
persona, el apego y la hipocresía debería considerarse pecados,
¡ja!, pero nadie los respetaría. Contigo tuve una visita exprés
justo cuando observaste a los lancheros fue que esperé a que
pasara ese acto indigno y aun en ese momento todo podía
cambiar, pudiste esperar y pensar las cosas, pero no, fue tu
decisión final.

[Silverio, luego de escuchar las palabras de la muerte le observa


confundido]

Muerte -No te preocupes, te aclarare esa duda que aun tienes,


creo es justo responder esa pregunta pendiente.

[La muerte se acerca a Silverio y le susurra la respuesta a esa


duda que lo carcomía por dentro, quedando este en shock].

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Antesala del Infierno

Muerte -Pero bueno, tienes suerte, te regresare, pero a


cambio nos tendrás que hacer un favor, Dios es
misericordioso.

Silverio -Gracias [con voz quebrada, entre lágrimas].

Muerte -Necesito que te ocupes de esa chica que dices amar,


al principio serán 7 días, pero si todo va conforme a los
tiempos de Dios y sus planes será un mes más. Ayúdame a
entender ese amor que suelen tener los vivos.

[Silverio aun con llanto asiente].

Muerte -Hasta pronto Silverio, tu alma regresara en breve.

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4 VUELVE A LA VIDA

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Antesala del Infierno

Mujer - ¡Se acaba de arrojar un hombre, que alguien lo ayude


por favor!

[Tras el grito desesperado de una mujer que se encontraba


a orillas del rio, un grupo de lancheros se ponen en marcha
para ir a la zona donde cayó el cuerpo de Silverio luego de
arrojarse del puente].

Lancheros - ¡Lo encontramos, lo encontramos! Vamos para


la orilla, ¡que alguien llame una ambulancia, aún tiene pulso, ya
le dimos compresiones abdominales, ¡acuéstenlo para darle
rescate respiratorio de inmediato!

Lanchero -Listo, ya respira, pero aún sigue inconsciente, ya


tardo demasiado la ambulancia, chequen su cartera, alguna
identificación para brindarle a emergencias.

[Llega ambulancia por Silverio].

Lanchero -Tenga paramédico, la cartera del joven, su


identificación dice Silverio Sánchez.

Paramédico -Muchas gracias, lo trasladaremos de inmediato


al hospital.

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5 PERDÓNAME

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Silverio - ¡Ahora lo recuerdo todo! ¿Por qué hasta hoy te me


presentas Azrael?

Muerte -Te estuve susurrando: Ve con ella, se te acaba el


tiempo. Pero parece no comprendías mis palabras, a decir
verdad, solo me presente por que la dejaste ir. Ya son 5 días
Silverio.

Silverio -Maldición ¿y ahora como la encuentro?

Muerte – Recuerda que soy como su guardaespaldas campeón,


es sencillo, vuelve al lugar donde te encontró.

Silverio – Pero si quien me encontró me dijeron las enfermeras


que fueron unos lancheros y hasta me auxiliaron.

Muerte -Si, que fortuna, lancheros que saben primeros auxilios


y están en el momento justo. Todo un milagro tu caso. Pero
no me refería a ese lugar si no a donde la viste antes de llegar a
casa.

Silverio - ¿El hospital?

Muerte -En efecto. Bueno me ocupare en asuntos de mayor


relevancia al igual que tú.

Silverio -Muchas gracias, ¡voy de prisa al hospital!

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Carlos Alberto Hernández Carreón

[Llegando al hospital].

Ivy -Muchas gracias señorita, con permiso.

Recepcionista -Con mucho cuidado señorita, ¡vienen por usted


esta vez!, me alegro mucho.

Silverio - ¡Ivy! Mi amor, ¿qué haces?

Ivy -Hola Silverio, ¿si sabes qué día es hoy?

Silverio -La verdad, desde que me dieron de alta no tengo


noción del tiempo, pero dime ¿Qué haces aquí?

Ivy -Hoy es 6 de enero, día de reyes, día de las enfermeras aquí


en México, como te atendieron muy bien quise traerles una
rosca de reyes y unos cafés a las enfermeras. Recuerda que
viven para servir y ellas junto a los doctores logran salvar vidas,
así como a ti.

Silverio [Murmurando]-así que el 7 de febrero.

Ivy - ¿Perdón? No te entendí, no hables entre dientes.

Silverio -Nada importante, sabes te vez demasiado hermosa,


cuando desperté aquí solo le pedía a dios que llegaras y ver esos
ojos, sentir tu esencia, oler ese perfume que me encanta.

Ivy [en tono bromista] -Dios a veces otorga favores, seguro le


pediste uno a él o a la muerte y por eso estas aquí, ¿o pactaste
con el otro? Ay, que miedo. No te enojes, sabes, me

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Antesala del Infierno

platicaron sobre lo que dices haber visto, discúlpame por ser


dura contigo solo que también tengo mis problemas.

Silverio -No bromeemos con eso, no me enojo, pero hay que


tener respeto. Y, por cierto, [hablando sarcásticamente] cuanta
ética profesional tiene el personal.

Ivy -El señor que se la pasa maldiciendo hasta al mismo Dios


hablando de respeto, me alegra que cambiaras y te tomes en
serio todo este asunto del más allá.

Silverio -Comprendí que uno es efímero, pero bueno, dime,


¿aceptaría tener una cena romántica en la terraza de su
restaurante preferido con su vino y su platillo favorito
“madeimoselle”?

Ivy - ¿Cena? ¿Cómo que ya hace hambre, ¿no?

Silverio -Bueno, la verdad es que tengo poco efectivo por


ahora, pensaba ir al banco del centro a cambiar mi cheque del
finiquito que apareció mágicamente en la mesa de mi casa.

Ivy - ¡Wow! cosas paranormales suceden a tu alrededor, jajaja,


yo lo deje allí, cuando paso aquello fui a notificar a tu trabajo y
me lleve la sorpresa que ya te tenían tu finiquito por que el
señor renuncio. Yo solo podía pensar ¿Pero qué cosa?
Te vas a enojar, pero actualmente soy la asistente de Carlos,
bueno, no suelo hacer mucho, o casi nada, el buen hombre me
dio el trabajo por ser su amiga y me pagan justo cada día 7 del
mes con cheque y al igual que tu mañana tendré que ir al banco
del centro a cambiarlo, que te parece si te invito la comida,
vemos alguna película por la noche mientras me abrazas y

29
Carlos Alberto Hernández Carreón

comemos frituras y dulces para engordar juntos y ya mañana


vamos a cambiar nuestros cheques.

Silverio - ¿Qué, Carlos? [En tono sarcástico] Él es mi íntimo,


íntimo amigo, jajaja, eres mala. Y sobre tu plan, me parece
perfecto.

[En casa de Silverio].

Silverio - ¡Al fin! En casa sanos y salvos (se agacha, simulando


besar el suelo) deberías salir en “Rápidos y Furiosos”

Ivy -Jajaja, ¡Grosero! Es que ya era tarde, no hay que perder


nada de tiempo ya, hay que cocinar, pero dime... [empieza a
cantar] ¿Quieres que te guise un chicharrón?, ¿un pedazo de
jamón? ¿O prefieres pollo frito, mi amorcito?

Silverio -Jajaja, que cantante tan sexy. Pero tu dime que se te


antoja amor, aún hay despensa.

Ivy -Ten, hice unos sándwiches.

[Terminando de comer y de ver la película].

Ivy -El protagonista me recuerda a ti, quejándote a la defensiva


amor, jajaja.

Silverio -Si, Gaspar Noe viajo al futuro, me conoció y plasmo


mi personalidad en el carnicero, jajaja.

30
Antesala del Infierno

[Al día siguiente, saliendo del banco].

Silverio -Wow, ganas como tres veces más que mi finiquito.

Ivy -Jajaja, soy una mujer que factura, no creas que por eso
invitare la cena eh.

Silverio -Claro que no, esté caballero correrá con los gastos.
Por cierto, que raro que no hubiera tanta gente en el banco, ha
de ser por el día.

Ivy -No, de echo suelo venir entre 9:40 y 10:00. Descubrí que
en ese lapso no hay tanta gente.

Silverio - ¿Acaso planeas robar el banco o porque tienes tanta


información señorita?

Ivy -Jajaja, ya tienes el tip para cuando te toque cobrar mi


herencia no tengas que hacer fila.

Silverio - ¡Ja! Yo me iré antes amor. Tan solo míranos, yo tengo


33 y tú 26 años, soy más viejo que tú.

Ivy -Pero cuanta seguridad, ¿acaso te volviste vidente? Creo


que aun sabiendo cuando morirás las cosas podrían cambiar,
sabes.

Silverio -Ven mi amor [la abraza fuertemente].

Ivy -A todos nos gustan los abrazos, me haces feliz. Disculpa


por hacerte manejar de regreso, sé que no te gusta.

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Carlos Alberto Hernández Carreón

Silverio -No te preocupes amor, por fin estamos en casa, pero


dime ¿dormiste bien? Luses cansada.

[Ivy se acerca a Silverio y se desploma en sus brazos].

Silverio - ¡Amor, amor!

[La lleva cargando hasta el carro para dirigirse al hospital].

Silverio - ¡Señorita, por favor ayúdenme!

Recepcionista -Es la señorita Ivy, llámenle por favor a su


doctor asignado.

[Silverio luce confundido mientras observa cómo le brindan


atención con cierta familiaridad a Ivy].

Recepcionista -Disculpe señor, como en el sistema tenemos


registrado al señor Carlos Martínez en caso de presentarse una
emergencia con la señorita le tuvimos que llamar, en cuanto el
pase a firmar unos documentos pertinentes se les dará más
información sobre la paciente.

Silverio - [Aun confundido] Gracias señorita.

[Entra Carlos directo a hablar con la recepcionista, quien lo


pasa a una oficina para firmar ciertos papeles, luego de un rato
sale Carlos y se dirige con Silverio]

32
Antesala del Infierno

Carlos -Hola Silve ¿Podemos tener una charla mientras


esperamos?

Silverio -Claro, dime. Aunque primero quisiera disculparme


por las veces que mis celos me han hecho portarme mal
contigo.

Carlos -Ja, ja. ¿Que? en verdad te comportabas así por celos y


no por otra cosa, ¡wow! yo creyendo que eras un desquiciado
homofóbico.

Silverio - ¿qué dices? ¿eres gay?

Carlos -Si, el día de la fiesta de la firma aproveche para


formalizar con mi pareja, él es un amor. Nos casaremos el
próximo año en alguna playa afrodisiaca de México y de allí un
crucero para vivir la vida porque esa solo tenemos una.

Silverio -Si que soy un tonto. Tienes razón, vida solo hay una.

Carlos -Bueno, enfocándome en lo que quería platicarte Silve.


Creo que Ivy no ha sido franca del todo contigo, el día que te
trajeron no cargabas más que una identificación,
milagrosamente por decirlo de algún modo, ella se encontraba
en este hospital cuando vio que te ingresaron no dudo en
querer ver si eras tú, no se lo permitieron, pero pregunto por
tu nombre y confirmo que eras tú, fue así como nos enteramos
lo que había pasado. En fin, ¿el por qué se encontraba ella aquí?
quizá te preguntes, la verdad es que como bien sabes había
estado viniendo a análisis y consultas, las ultimas veces me

33
Carlos Alberto Hernández Carreón

pidió la acompañara ya que era requisito venir con


acompañante, ella es una mujer fuerte, tras los análisis finales
se le detecto cáncer de riñón, ayer mismo venimos para prueba
de compatibilidad, fue un éxito Silve, el 23 de enero nos
realizan la cirugía.

Silverio -No puedo creer que no me lo dijera.

Carlos -Comprende que ella no quería lastimarte, además de


que ella sentía que no era el mejor momento de su relación.
Traeré unos cafés amigo.

[Regresa Carlos a la sala de espera, se acerca a Silverio y lo


abraza mientras este último lo ve extrañado, pero en calma].

Carlos -[Susurrando]Cuando ella se dirigió al carro de Carlos


tuve que entrar en su cuerpo por segunda vez, ya que sabía que
se desmayaría, por tal motivo la sostuve y me nació abrazarla,
pocas veces se nos permite hacer esto y de ser sincero es una
sensación hermosa abrazar, se logra sentir la calidez del otro
junto con un sentimiento de protección que como ser
inmaterial no logramos sentir. Al poseer un cuerpo nos vemos
afectados y nos volvemos igual que ustedes, no es excusa a mis
actos usando este cuerpo, pero creo necesario comentártelo y
por cierto disculpa por las cosas que te tuve que decir campeón,
ni Carlos ni yo las sentimos, solo era para que abrieras los ojos
ante lo que acontecía, pero ni así te diste cuenta, soy la muerte,
pero de ser sincero desde la primera alma que recogí hasta el
día de hoy me sigue doliendo causar llanto y tristeza en los
vivos.

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Antesala del Infierno

Silverio - [entre lágrimas] Recuerdo que en el limbo me


carcomía cierta duda de por qué sabias lo del estacionamiento
y me susurraste la respuesta, aunque no me especificaste que
estabas en el cuerpo de Carlos en ese momento.

Carlos (Muerte) -Te susurre: Lo sé por qué es por ella por


la que aguardo su deceso. La verdad no era momento de decirte
lo demás.

Silverio - ¿Fuiste tú, desde la llamada cierto?

Carlos (Muerte) -Fui yo. Fui su guardaespaldas desde la


primera consulta a la que fue luego de orinar sangre, no era
infección como ella te comento, ¿hasta hoy la notaste cansada?,
para ella tu falta de interés fue la depresión, aun mas que estar
enferma.

Silverio -Pero dime, hoy son los 7 días, ¿hoy me iré contigo?
Por favor permíteme estar hasta el día de la cirugía y ver que
todo salga bien.

Carlos (Muerte) -Pero que distraído eres, ¿siempre sueles


confundirte así? Hoy son los 7 días, correcto. hoy te encuentras
aquí con ella, ella saldrá bien de la cirugía, te lo puedo prometer.

Silverio - [entre lágrimas y risa] Permíteme darte todos los


abrazos que quieras amigo.

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Carlos Alberto Hernández Carreón

Carlos (Muerte) -No, deja ya de confundirte por favor, yo no


suelo tener amigos, mi naturaleza es la soledad, causar miedo,
tristeza, ira de las personas hacia mí, enojo, descontento. Solo
la tendrás un mes, no se te olvide eso y no me culpes de...

Silverio -Lo entiendo y créeme que en ese mes la amare en


verdad, dibujare sonrisas en su rostro, solo permíteme seguir
viviendo todo ese mes, ya lo veras.

Carlos (Muerte) - eres un tonto sin remedio.

Silverio - ¿Estas llorando?

Carlos (Muerte) - es un reflejo, ya llevo mucho tiempo en este


cuerpo, me debo de ir. Carlos solo recordara que fue por los
cafés, aunque no los traje conmigo, solo dile que se desvaneció
y se le cayeron. Perdóname por favor. Debo partir.

Silverio -No te preocupes y no te disculpes, entiendo que tienes


tus asuntos.

Carlos (Muerte) - ¡Tonto!

Silverio - [sonriendo de felicidad] Yo también te quiero mi


amigo Azrael.

Carlos -Rayos, ¿pero que me paso? solo recuerdo que recogí


los cafés y sentir un inmenso escalofrío por todo mi cuerpo.

Silverio - ¿No lo recuerdas? Te desvaneciste, los cafés


cayeron al piso. ¿Cómo te encuentras?

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Antesala del Infierno

Carlos -Raro, siento una gran tristeza en mí, pero salvo eso me
siento muy bien, gracias Silve. La verdad es que van varias
veces que me pasa, pero el doctor dice que me encuentro en
perfecta salud.

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Carlos Alberto Hernández Carreón

6 DIA 23

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Antesala del Infierno

Recepcionista - ¡Señor Martínez!

Carlos -Dígame.

Recepcionista -Pueden ingresar con la señorita Bailey.

Carlos -Muchas gracias.


Silverio, ya podemos ingresar con Ivy.

Silverio -Es gracioso cuando la nombran por su apellido, nunca


le ha gustado su apellido inglés, recuerdo que cuando estudiaba
le decían Ivy Irish Cream.

Carlos -Jajaja, entonces no le digamos.

Ivy - ¿Decirme que? Chicos.

Silverio -Que somos amantes, jajaja. Nada amor, ¿cómo te


encuentras? Esta algo frío el cuarto.

Ivy -Si, lo sospechaba. Ya me encuentro mejor, de echo


quiero hablar contigo en privado si nos disculpa Carlos.

Carlos -No se preocupen, iré por unos cafés y espero no


volverlos a tirar, jaja.

Ivy - ¿Eh?

Silverio -No te apures, algo que paso hace un instante.


Imaginó sobre qué quieres charlar, Carlos me conto un poco
ya. Perdóname.

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Carlos Alberto Hernández Carreón

[Ivy se sinceró con Silverio sobre su enfermedad, le conto


como trato de sobrellevar todas las emociones y los actos
durante sus peleas, así como el gran apoyo que recibió de
Carlos].

[Al tercer día en el hospital]

Silverio -Hola dormilona, ya vine por ti. En casa te tengo


una sorpresa.

Ivy -Hola amor, wow, ¿qué sorpresa podría ser? ¿Acaso es


mi cena pendiente? Tienes suerte, pero no te salvaras.

Silverio - ¿Cómo le haces? Se supone sería una sorpresa,


aunque no será tu platillo ni el vino, será algo mas acuerdo a la
dieta que te dejo el doctor, pero la finalidad es que estemos
juntos amor mío.

Ivy -Sabes, respecto a nuestra cena, el estar juntos y, en fin,


el amor que nos tenemos. Quisiera embarazarme, ser madre,
tener una linda niña ¿o un niño?

Silverio -Yo también lo deseo amor, pero, que pasaría si un


día falto, no quisiera dejarles solas.

Ivy -Lo mejor será esperar un mes más para ver como
marchan los tiempos.

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Antesala del Infierno

[enero 23, día de la cirugía 17:30hrs]

-Hola, ¿Silverio? Mucho gusto, soy Richard, la pareja de


Carlos.

Silverio -Hola, me alegra conocerte, la cirugía por fin


termino, en verdad que me encontraba con miedo. Pero
acompáñame al cuarto, ya se encuentran despiertos.

Richard -Me alegra que fuera un éxito, saben solo así fue
como este hombre dejo el tabaco, que yo estaba seguro de que
en un futuro lo mataría.

Ivy -Y así sería por eso le robe un riñón, para evitarlo.

Doctor -Hola, vengo a comentarles que de momento no se


presenta ningún síntoma de rechazo del riñón, donante en 4
días si no hay alguna complicación se le da alta, señorita a usted
posiblemente también salga ese mismo día dependiendo su
evolución. [Viendo directo a Silverio] Estoy muerto, fueron 4
horas de estrés, lo bueno que me puse en manos de Dios, el a
pesar de todo nunca nos abandona campeón. Bueno, pero yo
sí, me retiro.

Silverio -Que agradable doctor, hasta me recuerda a alguien.

Ivy - ¿A quién?

Silverio -Un amigo que hice hace poco pero quizás ya se

41
Carlos Alberto Hernández Carreón

olvidó de mí y la verdad, creo así está bien, aunque quizá en


febrero lo vea.

Ivy -Así que lo vere en febrero.

Silverio -No, no digas eso. La verdad no es muy sociable, pero


estoy seguro de que cuando muera el estará allí.

Ivy -Entiendo, pero sin sus datos no le podremos indicar


donde será el velorio.

Silverio -Tienes razón.

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Antesala del Infierno

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Carlos Alberto Hernández Carreón

7 ANTESALA DEL INFIERNO

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Antesala del Infierno

[Tras ser dada de alta y regresar a casa, Ivy y Silverio pasan


días felices].

Silverio -Buen día flaquita, como ¿amaneciste?

Ivy -Apenada, me llego un mensaje de Carlos, qué no se me


olvidara pasar por el cheque, estos 6 meses que me faltan de
recuperación total me los pagaran, mañana mismo voy por el
cheque y le comento al personal que ya me encuentro en
perfecto estado para al menos trabajar desde casa, debo
desquitar de alguna forma el sueldo.

Silverio -En verdad que es un buen amigo, pero ¿te


encuentras segura que ya puedes andar en la calle? El día de
mañana lo quiero pasar a tu lado, por favor, amor.

Ivy -Tengo que cumplir con un pendiente el día de mañana,


se me olvidaba que será 07 de febrero. Quisiera pasar toda la
eternidad a tu lado, pero no me es posible.

Silverio -No te preocupes, en cuanto llegues de cobrar tu


cheque te secuestro y te torturare con apapachos.

Ivy -Jajaja, vale.

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Antesala del Infierno

Ivy -Buen día amor, me voy a la oficina y de allí a vaciar el


banco

Silverio -Si amor, vere un rato la tele y más tarde preparo el


desayuno

[Tv: ¡yo seré el rey de los piratas!]

Hoy será mi último día, fueron muy bonitos días,


anteriormente no me sentía tan conectado a ella. Me voy
tranquilo porque se tiene amigos como Carlos que la apoyaran
luego de que todo pase.

[Tv: ¡Mugiwara eres un grandísimo idiota! Nadie se mete con


Kaidou]

Gracias Dios, gracias por esta oportunidad de vivir unos días


más, espero haberles cumplido ese favor, aunque, Azrael no se
volvió a presentar, así que, supongo todo marcho como debía.
Como estaba en tus planes perfectos Dios.

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Antesala del Infierno

[Tv: Interrumpimos la programación habitual para…]

Quizá deba de dejar despedirme, quizá es simplemente solo


irme feliz, soltar, ¡ja! Mejor me pongo hacer el desayuno,
ya son cerca de las 10:00.

[TV: Luego de intentar proteger a una menor que


acompañaba a su madre dentro del banco la joven de 26
años fue brutalmente acribillada por los asaltantes].

[Suena celular de Silverio].

Silverio-Bueno, hola, Carlos ¿cómo te encuentras?, ¿Qué?


¿Las noticias?

[Tv: fue identificada como Ivy Baileys originaria de…].

Silverio - ¡Son unos malditos mentirosos! [tumba la tele con


una ira descontrolable].

Carlos - [¿Silverio?, amigo, contrólate, sé que es muy duro,


pero ella…].

Silverio -Disculpa Charly, tengo que colgarte, necesito


asimilar todo.

¿En verdad Dios puede ser tan malo como para reírse tanto
de mí, de mi vida?, me dio esperanza al regresarme aquí con
ella,

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Carlos Alberto Hernández Carreón

¿no se supone que sería yo? ¡Estúpido Dios!


¿Misericordioso? ¡Ja! Si eso fuera no existiría el hambre, la
pobreza, no nacerían personas con problemas físicos o
mentales, ¿a quién tratan de engañar pintándolo de bueno?
¿Y la muerte? Azrael es aún mucho peor que Dios. Como no
lo va a odiar la gente, solo se lleva a quienes amamos. Ojalá
aparecieras en este mismo momento desgraciado para
darte una lección que seguro nadie te ha dado, ¿para qué
regresarme a la vida?, ¿para qué?, no lo entiendo, seguro
estaban aburridos y me vieron como su patiño para
entretenerlos.

[9 de febrero, Sepelio 18:00hrs]

Silverio [Entre llanto] -Gracias Charly por acompañarme y


disculpa que no quise viniera alguien más, pero tu fuiste un
verdadero amigo, sin hipocresías, yo tenía un amigo, pero
resultó ser un maldito hipócrita.

Carlos -Sabes bien que puedes contar conmigo, lograste


hacerla feliz estos últimos días, quien pensaría que sería de
esta forma. Por favor, no se te ocurra sacar lo que guardas
en esa mochila, sé que traes alcohol. Esa no es la solución
mi amigo.

Silverio -Gracias por preocuparte, pero, necesito estar a


solas con ella, quisiera platicar con ella, solo brindare a su
memoria mi amigo.

Carlos -Me voy, por favor, piensa bien las cosas.

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Antesala del Infierno

Ivy -Gracias por cumplirme el favor que te pedí, ahora si puedo


irme feliz, en paz.

Muerte -Estaba en deuda contigo niña desde hace años, yo


no olvido los favores.

Ivy -Me voy feliz porque confió en tus palabras de la vez


pasada, ¿seguro que él se encontrará bien? Míralo, destrozado.

Muerte -Niña, el solo me odiara hasta volvernos a


encontrar, pero yo ya me disculpé por eso, ese tonto estará
bien, pasaran años para que asimile tu partida, solo así el
tiempo perfecto para que se tope con su alma gemela llegara.
Bueno, ya sabes a donde vamos, sujeta mi mano.

[Tirado sobre la tumba de Ivy, alcoholizado se encuentra


Silverio].

-Se que estas aquí pedazo de mierda, puedo sentir


escalofríos por todo mi cuerpo, maldita muerte traicionera, ¿y
Dios?, ¡en verdad que te encanta jugar con la miseria humana
desgraciado!

[Una voz grave junto a un olor putrefacto como el del


azufre surgen de la nada, así como una noche inmensa en
oscuridad].

-Y se dicen ser los buenos, ¿te interesaría realizar un pacto?

[Al voltear Silverio se percata que se encuentra un hombre


con alas gigantes similares a las de un águila, cola igual a una
serpiente, piernas y cuernos como de cabra. El ambiente se
torna aún más oscuro y un viento similar al de una tormenta se
hace presente].

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Carlos Alberto Hernández Carreón

Silverio -Pe-pe-pero ¿quién eres tú?

-Alguien que también fue traicionado por Dios, ese


bastardo me prometió regresar al cielo luego de un milenio, al
igual que tu ¡detesto esos seres que juegan con la esperanza! me
llenan de rabia. Los vivos me llaman Lucifuge Rofacal, tú me
puedes llamar Focalor.

Silverio -Ya veo, así que no soy el único con el que juegan.

Focalor -Claro que no, son miles y miles con quienes se han
entretenido esos bastardos, muchacho. Yo en cambio, a los
vivos les doy poder, riquezas, todo lo que pueden desear por
tal de ver su esperanza cumplida.

Silverio - ¡Ja!, pero ¿a qué costo les das eso? ¿todo lo que
pueden desear? Dame a ella.

Focalor - ¡Puedes tener modelos, mujeres mucho más


preciosas y jóvenes que ella, incluso vírgenes! ¿Solo haríamos
un pacto de caballeros, eso no tiene nada de malo, o sí? Ya
sabes, algo de blah, blah, blah, un poco de tu sangre para sellar
el pacto y todos felices muchacho. Igual si requieres tiempo
para pensarlo no hay problema, solo mencióname “Focalor”
siete veces en medio de la noche estando solo y allí me tendrás,
allí estará tu nuevo amigo.

Silverio -No serán ella, gracias, pero te pido te alejes de mí.

Focalor -Perfecto, pero solo recuerda ¡siete veces!, ¡siete!

Ángeles, Arcángeles, Demonios, Dios, el Diablo, todos son lo


mismo. Al menos este demonio no mintió del todo, ¿dinero?,
¿poder? ¿Quién diablos los quiere? Si tu vida ya es una mierda.

50
Antesala del Infierno

[Mientras tanto en las orillas del rio Aqueronte].

Muerte - ¡Ese maldito de Focalor, se atrevió a tentarlo!

Ivy - ¿Qué?, por favor ayúdalo, no subiré con Caronte hasta


saber que en verdad se encuentra Silverio bien.

Muerte -Tengo trabajo que hacer escribiendo y borrando


nombres, yendo y viniendo por almas, cuidando la entrada del
infierno y encima esto. No te preocupes, me are cargo.

[Justo antes de subir Ivy para dirigirse a ser juzgada se


escucha una voz].

- ¡No permitas que suba a la balsa!

Muerte - ¿Uriel? ¿Quién se supone cuida las puertas del


edén? ¿Qué haces aquí?

Uriel -Te recuerdo tu rango Azrael, no me cuestiones


puesto que tú no eres muy bienvenido en ningún reino, aunque
seas ayudante de nuestro padre Dios. Miguel se encuentra
protegiendo las puertas de momento. Tuve una premonición,
es importante que cuides de esta alma. Me retiro a mi labor
porque yo si me encargo de cumplirlas en tiempo y forma.

Muerte -Tan engreído como siempre hermano.

[Aparece una horda de demonios].

Demonios- ¡No permitiremos que escapes con esa alma


Azrael!

Ivy - ¿Que es esa deslumbrante luz?

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Carlos Alberto Hernández Carreón

[Tras aparecer la inmensa luz, los demonios se retiran entre


quejas]

Demonios -Solo puede ser ese bastardo, su luz quema sin


medida, pero ¿qué hace el aquí? No tiene permitido.

[Esa misma luz toma forma para hacerse presente].

-Azrael, es preciso me entregues esa alma, es necesario


llevarla conmigo al cielo, debido a tu atropello de revivir a ese
sujeto ahora los demonios lo quieren dominar porque una vez
ingresado al infierno un vivo y al volver a su plano este puede
entrar y salir a voluntad, si algún demonio tiene su permiso
para poseerlo podría venir al infierno y parasitar para regresar
a esparcir demonios a la tierra y eso ocasionaría caos además
de que Lucifer se aria de un mayor ejército.

Muerte - ¡Miguel!, discúlpame Ivy, no puedo negarme a las


órdenes. Debes ir con Miguel.

Ivy [Sujetando a Azrael]-No debí pedirte ese favor. Adiós.

[Miguel se retira con Ivy].

Muerte -Sabes padre, sigo sin entender por qué existo, sé


que al final seré el último en partir mientras vere como todos
se van.

[En alguna parte del cielo].

Miguel -Es preciso Raamiel que te encargues de resucitarla


si es que nuestro padre lo cree conveniente, sería la única
solución para evitar lo que podría venir, así una vez junto a el
sujeto los demonios no tendrán modo y podremos mandar a
Azrael por el antes que por la chica.

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Antesala del Infierno

Raamiel -No puedo creer la arrogancia de Azrael,


intentando usurpar mi trabajo utilizando formas alternas con
inmensas consecuencias. Ven conmigo muchacha, veremos si
está en los planes que revivas.

[Mientras tanto, en casa de Silverio].

Silverio - ¡Focalor, Focalor, Focalor, Fo...!

Muerte: ¡Detente Silverio! ¿Qué pretendes hacer?

Silverio [Yéndosele encima a Azrael - ¡Maldito traicionero!

Muerte: Por segunda ocasión te pido perdón, solo aguarda, ella


vendrá pronto.

Silverio -Sabes algo, ya estoy cansado de todo, de ti, de Dios.

[Aparece Miguel junto a Ivy].

Ivy [Tirándose a abrazar a Silverio]- ¡Amor!

[Durante ese abrazo Ivy le clava por la espalda una daga a


Silverio].

Silverio [Entre llanto] - ¿Qué haces?

Ivy -Discúlpame, debido a un favor que pedí a Azrael pasaron


cosas terribles, solo enmiendo mi error, esa daga es especial,
así no podrás regresar de la muerte nuevamente amor.

Muerte - ¿Por qué nadie me consulto? Esta no era la forma que


el merecía, ¡sabes perfectamente Miguel cual será el destino de
Silverio!

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Carlos Alberto Hernández Carreón

Miguel -Por favor concluye el trabajo Azrael.

[En el Limbo].

Silverio -Otra vez aquí, que lio.

Muerte -Acompáñame con Caronte, iras a las orillas del rio


Aqueronte. Adiós Silverio.

Caronte -Sube muchacho, es hora de ir a ser juzgado.

[Mientras Silverio se dirige a ser juzgado, algo interrumpe su


destino].

Silverio - ¿Qué sucede? Me siento algo raro, que es esta pesades


en el aire, todo el ambiente ha cambiado, el cielo, ¿qué sucede
con el?, luce demasiado nublado como si estuviéramos en
medio de una tormenta Caronte.

Caronte - ¡No puede ser, todo se está cubriendo de oscuridad!

Silverio - ¿Quién eres?

- ¡Cállate la boca imbécil!, ¿ya sabes quién soy?

Silverio -Eres él...

- ¡Exacto! El príncipe del mundo hasta el día de hoy, sé que


rechazaste a uno de mis hijos, me gusta tu soberbia, muchacho.
Pero dime, no quisieras volver a la vida, a cambio serias uno de
mis sirvientes allá en la tierra y realizarías favores a mi nombre.

Caronte - ¡No te cansas de perder siempre contra Dios!

- ¿Perder contra tu Dios? Mi intensión solamente es que los

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Antesala del Infierno

seres humanos pierdan su fe, aún más la iglesia, que sepa que
mi reino la detesta junto a los que oran de verdad, el resto de
los demás no me afectan, esos otros solo pecan y me culpan a
mí.

Caronte -Los que pactan con tus hijos o contigo, dime ¡de que
les sirve se ganen el mundo si al final no irán al cielo, dímelo
satanás!

- ¡Cállate, maldito Caronte! Veo la respuesta en tus ojos


Silverio y es de mi agrado.

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Carlos Alberto Hernández Carreón

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Antesala del Infierno

8 BORRÓN Y CUENTA NUEVA

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Carlos Alberto Hernández Carreón

[En el Hospital].

Doctor -Tuviste una recaída Silverio, ¿no estas tomando tus


medicamentos verdad? Preocupaste demasiado a mi buen
amigo el sacerdote Smith, él fue quien te trajo.

Pbr Smith -Me alegra que por fin despiertes muchacho.

[Silverio, con una mirada confusa y arrepentida voltea a ver


al sacerdote Smith].

Pbr Smith -Una vez dado de alta, yo me encargare de ti


muchacho. Tenemos muchos planes para ti. Estamos
impacientes por ayudarte.

Silverio - ¿Podría dejarme a solas con el sacerdote Smith


doctor?

Doctor -Claro, con permiso señores.

Silverio -Gracias. ¿Pero qué fue lo que paso? ¿Quién eres


realmente tu?

Pbr Smith -Tan solo soy un fiel sirviente de nuestro amo y


señor. Y ahora dime, ¿Por qué Azrael no borro tus recuerdos?
Es preciso que de inmediato salgamos de aquí, no es
conveniente estar en un lugar donde suele morir gente, él
podría hacerse presente.

Silverio -Realmente desconozco por que aun poseo todos


mis recuerdos. ¿Pero por qué huir de él?

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Antesala del Infierno

Pbr Smith -Por que es un sirviente más de ese Dios en el


que los vivos tienen fe, me llena de asco el solo pensarlo.
Además, que no podemos perderte, el favor principal por el
cual nuestro señor, el amo de este reino concedió tu deseo fue
que ayudes a liberar una de las puertas a nuestro reino, hace
milenios ese dios uso una para robarnos almas luego de vencer
a nuestro señor, pero nunca más volverá a ser derrocado.

[Una vez Fuera del Hospital].

Silverio -Que raro, desde que me encontraba solo en el


cuarto del hospital siento un olor raro, pero dime, ¿a dónde
iremos?

Pbr Smith -Seguro solo te falta un baño, pero no deberías


preocuparte por eso. Tendremos que viajar, la puerta mas
cercana se encuentra en un lugar al que los vivos llaman
Xibalbá. Por desgracia no poseo la energía para
teletransportarnos, una vez que lleguemos es preciso destruir
los 7 sellos ocultos ante los ojos de los vivos que atan la entrada
al infierno, sellos que solo tu y yo podremos ver, yo te diré las
palabras a decir para que las repitas y con el poder de tu alma
se liberen.

Silverio -A mi nadie me hablo de este favor, ¿Por qué liberaría


una entrada al infierno? Yo no gano nada con eso.

Pbr Smith -Maldito insolente, si no tuviera puesto esta túnica


te reprendería en frente de todos sin importar, pero ya
tendremos tiempo en el infierno de eso. Tu ya no eres libre de
elegir qué hacer y que no. Sigue caminando que debemos tomar
transporte al aeropuerto.

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Carlos Alberto Hernández Carreón

Silverio - ¿Sin maletas, sin dinero?

Pbr Smith -No los necesitamos, si digo que este reino es de él


¿qué te hace pensar que necesitamos esas cosas? Mira, esa
persona se ve fiel sirviente a nuestro señor, él nos llevara.

-Hola, ¿en qué puedo ayudar? Suban por favor.

Pbr Smith -Lo vez, solo una mirada para entendernos.

Silverio -No logro entender que paso ni quiero saberlo.

[ En casa de Silverio]

Miguel - ¡Miren todo lo que han ocasionado! Ya escucharon


los dos a nuestro padre, lo que paso con Caronte, Azrael de
momento te encargaras de solucionarlo todo junto conmigo.
Primeramente, es hora de que le borres la memoria a la señorita
aquí presente. Es más, yo lo realizare, si quieres que algo salga
bien, hazlo tú mismo. Ven señorita, pondré mi mano sobre tu
frente.

Muerte -Espero que cuando tengas 59 años conozcas al amor


de tu vida Ivy, Adiós.

Miguel -Cierra ya esa boca Azrael, démonos prisa por


teletransportarnos a donde se encuentren, debemos saber que
planean con él.

[De camino al aeropuerto].

Pbr Smith -Detengámonos en aquella gasolinera, estos cuerpos


deben de comer y beber algo.

Silverio -Si, yo debo enjuagarme un poco, siento que cada vez

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Antesala del Infierno

huelo peor. Debí tomar un baño antes.

Conserje -Hola, pasa muchacho. Y dime, ¿qué harán campeón?

Silverio - ¿Disculpe, lo conozco acaso?

Conserje -Soy yo Silverio, Azrael, la muerte. Nos


teletransportamos aquí, sentí tu alma, no puedo creer lo bajo
que caíste, dime, ¿cuál es el plan?

Silverio - ¿Hablas de bajezas?, por favor. Solo entre aquí para


enjuagarme un poco por que apesto, ahora, si no te molesta
permíteme hacerlo.

Conserje -Mírame, antes fue el cuerpo de Carlos, ahora el de


este conserje, tú haces lo mismo; ocupar un cuerpo. Sigues
muerto, esa daga era especial, no puedes volver a la vida ya, tan
solo mírate al espejo, tan solo los no vivos vemos como luces
realmente.

[Silverio desconcertado se dirige frente al espejo del sanitario


para observar un cuerpo en principios de descomposición que
no es el suyo].

Conserje -A si es mi amigo, ese mal olor es por ese cuerpo. Por


favor arrepiéntete de todos tus pecados, ve hacia la luz eterna.

Pbr Smith -Pero ¿qué haces tu aquí? Maldito Azrael.

Miguel -No es el único, ¡ja! ¿en serio? ¿Un demonio de tan bajo
poder? Te presentare mi espada. [Desenvaina su espada].

Pbr Smith - ¡Su luz me quema! ¡no! ¡maldito, mil veces maldito!

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Carlos Alberto Hernández Carreón

[El cuerpo del Pbr Smith cae al suelo, seguido se ve salir de el

un humo negro con olor sumamente desagradable]

Silverio -Antes que me hagan lo mismo, díganme, ¿Qué fue de


Ivy?

Miguel -No, tu no eres un demonio, la luz de mi espada no


surte efecto alguno en ti, si no ya no estuvieras aquí. Siempre
as culpado a mi padre Dios cuando el solamente te a dado el
libre albedrió para decidir, si, ya tiene planes para cada uno de
los vivos, pero al final ustedes mismos deciden las múltiples
opciones que se les presenta en su vida, si hacen bien o mal no
depende más que de ustedes y todo acto tiene una
consecuencia.

Conserje -Mi amigo Silverio, esta vez si borrare tu memoria,


espero volver a ser tu amigo en la próxima ocasión.

Silverio – Creo que he sido demasiado egoísta en la vida, mi


propio infierno lo he creado yo mismo, soy consciente de todas
mis malas acciones y me arrepiento en verdad de ellas, aunque
termine en el infierno.

Miguel -Yo tomare los honores, adiós, Silverio, borrare tus


recuerdos y sacare tu alma de este cuerpo.

Silverio -Adiós.

[El cuerpo ocupado por Silverio se derrumba, mientras su alma


sale de el con rumbo al cielo]

Miguel -Listo, ya puedes dejar el cuerpo de ese viejo conserje.


Espero que el tipo termine escribiendo buenos libros

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Antesala del Infierno

Azrael -Bueno, al menos estará casado con una enfermera, se

ahorrará los gastos médicos menores.

Miguel -Las almas gemelas siempre son destinadas a volverse a


encontrar mas nunca suelen quedar juntas hermano.

Azrael - ¿Cual camino tomaran? Espera, ¿hermano?

Miguel -No te emociones, no estoy contento de que serás el


ultimo cuando todo acabe.

Azrael -Ni yo, no es algo que decidiera, imagina todo el trabajo


que tendré cuando acabe todo.

Miguel -Y dime, ¿no tienes curiosidad por que vayamos a su


futuro?

Azrael -La verdad sí, pero primero debemos asegurarnos den


sepultura a estos cuerpos.

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Carlos Alberto Hernández Carreón

9 TREINTA Y TRES AÑOS DESPUES

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Antesala del Infierno

Doctor -Realmente tuvo suerte de salir vivo de ese accidente


automovilístico señor Gadsby.

Sr. Gadsby -Gabriel, puede decirme Gabriel doctor, no


imagina cuanto agradezco a Dios me salvaran la vida ustedes
con su gran labor.

Doctor -Muchas gracias por sus palabras, va a tomar unos días


su recuperación señor Gabriel, aquí la señorita enfermera Ivy
se hará cargo del cuidado de su salud.

Sr. Gadsby -Tendré tiempo e inspiración para escribir.

Ivy -Disculpe, ¿no nos conocíamos ya?

Doctor -El Sr. Gadsby es un joven escritor, tiene 7 libros


publicados y todos han sido un gran éxito, quizá de alguna
entrevista se le haga conocido.

Sr. Gadsby -Tu también dime Gabriel, por favor. Siento que te
conozco de toda mi vida y para serte franco me encantas, se ve
que eres una mujer dulce.

Ivy -Por favor, soy mucho mayor que usted

Gabriel -Lo vez Azrael, se volvieron a encontrar, ¿crees que se


unan hermano?

Azrael -Lo deseo tanto, quiero que mi amigo sea feliz en esta
oportunidad

Gabriel -No te encariñes.

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Carlos Alberto Hernández Carreón

Azrael -Lo sé, sé que todo esto solo fue la antesala de todo el
infierno que está por venir.

Gabriel -Entiendo que no te agrade lo que haces, pero al final


es la labor que padre te encomendó desde los principios.

Azrael - ¿Están seguros de que su hijo será el próximo…?

Gabriel -Sabes la respuesta, oye y dime ¿por qué le debías un


favor a esa chica?

Azrael -Ok. Te contare. Una vez …

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Antesala del Infierno

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Carlos Alberto Hernández Carreón

ACERCA DEL AUTOR

Carlos Alberto Hernández Carreón, originario de Cd.


Madero, Tamaulipas, México. Pasante de Psicología y
productor musical, creador de diversas melodías en su
mayoría oscuras, intenta contar en esta su opera prima
"Antesala del infierno" una historia que te adentre y te haga
cuestionarte sobre la forma de ver la vida. ¿Realmente
vivimos?

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Antesala del Infierno

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