Biografía de Lionel Andrés Messi.

Lionel Andrés Messi nació el 24 de junio, de 1987, en Rosario, Santa Fe,

Argentina.
Fue criado por una familia modesta. Es hijo de Jorge Messi, un
trabajador de fábrica, y de Celia Cucittini, una empleada doméstica. Tiene
dos hermanos, Rodrigo y Matías, y una hermana menor, Sol.
De niño jugó fútbol callejero con sus hermanos y su primo. Quería ganar
siempre. Y si no ganaba, se enojaba. Iba a hacer los mandados con la pelota,
si no, no iba. Le apodaron “pulga o piqui” por su baja estatura.
Su abuela Celia, fue quién lo llevó de las manos tantas veces a ver jugar a
sus hermanos. Fue también quien una tarde, convenció a Salvador Ricardo
Aparicio, director de las categorías más chicas de Abanderado Grandoli,
para que lo pusiera en el equipo cuando le faltaba un jugador. Ese día la
rompió, y desde entonces, con 4 años, siempre fue titular. La abuela Celia
siempre estuvo muy presente el corazón de Leo. Cuando en la celebración
de cada gol mira al cielo y señala hacia arriba con el dedo índice lo hace
recordándola.
A los 6 años su padre se lo llevó a jugar a Newell’s hasta los 13 años,
donde se desempeñó con compañeros que eran dos años mayor que él.
Leo era un chico inquieto en casa y en su entorno familiar, pero en la
escuela era más tranquilo. Era un desastre para estudiar, iba para atrás en
todas las materias; no por falta de capacidad sino por vagancia. Cuando
salía al recreo, todos los chicos iban detrás suyo porque, de alguna manera,
los contenía y los lideraba con su forma de ser. Su mejor amiga era Cintia
Arellano. Ella cuenta que Leo estaba todo el tiempo en su casa, solo salía
para jugar a la pelota. “Cuando jugaba, le pegaban, se caía y lloraba, pero
enseguida se paraba y seguía corriendo”, cuenta Cintia.
A los 11 años se le detectó un problema en la hormona de crecimiento
que retrasaba su desarrollo óseo. El tratamiento era muy caro, durante un
tiempo fue costeado mayoritariamente por la obra social y la Fundación
Acindar. Hasta que ese sostenimiento se cortó.
Como Newell’s no quería pagar por el tratamiento, Jorge lo llevó a River.
Allí le insistieron mucho para que él se encargase de los papeles del
traslado. Newell’s vio el interés de River por tener a Leo y decidió sustentar
el tratamiento.
 Lio fue descubierto por el FCB (Fútbol Club Barcelona) y dejó el
Newell’s para mudarse a España con toda su familia. El club se hizo cargo
del pago del tratamiento. Durante varios años recibió inyecciones aplicadas
por él mismo.
Debutó en el primer equipo del Barca en diciembre del 2003. Fue el
jugador más joven del Barcelona en un jugar un partido de la primera
división de la liga española (16 años).
El 2005 fue su primer año de gran impacto mundial. Ganó el mundial
Sub20, habiendo sido el mejor goleador.
Aunque por cierta falta de expresividad, por momentos, parece que lo
importa demasiado perder, la realidad es bien distinta “Soy muy calentón…
No sé perder. Cuando me toca, termino mal” confesó Leo en 2005.
Siempre fue muy fanático de la selección. Su primera experiencia con la
selección la disfrutó cuando fue convocado para los dos amistosos Sub20
con Paraguay y Uruguay. Cuando lo llamó Hugo Tocalli sintió un gran
alivio. Él siempre dijo que quería jugar para su selección, porque quería a la
Argentina y sólo sentía esos colores.
Es hombre de buen dormir, asegura que buena parte del tiempo que posee
lo usa para descansar. Uno de sus pasatiempos favoritos es jugar a la
PlayStation. Su comida favorita son las milanesas a la napolitana, pero las
que hace su mamá no las de los restaurantes. No le gusta leer el diario ni ver
partidos en TV.
Conoció a su actual esposa, Antonela Rocuzzo, a los 9 años, siendo su
amor de la infancia. Cuando Leo vuelve a Rosario, con 17 años, el
reencuentro con ella hizo revivir los sentimientos. Se casaron el 30 de junio
de 2017. Actualmente tienen tres hijos, Thiago, el mayor, Mateo y Ciro, el
menor.
Leo, a sus 22 años llevaba conquistados 14 títulos, en menos de 6 años:
12 de ellos con el Barca y 2 con la Selección Argentina. Fue dos veces
seguidas segundo en el FIFA World Player.
Cuenta con su propia fundación encargada de apoyar a los niños de
escasos recursos a cumplir sus sueños, también es embajador internacional
de la UNICEF.
Es un hombre introvertido y tranquilo. Nunca estuvo cómodo ante las
cámaras, sentía agobio. Pero no conoce el significado de la palabra presión
 ante un compromiso deportivo. Desde muy chiquito tuvo la personalidad y
las metas muy claras. Es un hombre humilde y generoso.

Análisis de la personalidad de Lionel Andrés Messi.

 Dimensiones de la personalidad:
a) Físicas/fisiológicas: es un hombre de baja estatura, piernas musculosas
y torso largo. Sus ojos son marrones, el color de su pelo es castaño
oscuro y es lacio. Tiene barba de color pelirrojo, su nariz es grande y
gruesa, sus labios son pequeño, finos y de color rosa claro. Es delgado y
su tez es clara.
Es ágil, veloz, y de constitución atlética propicia. Tuvo una enfermedad
que retrasaba su crecimiento óseo.
b) Psicológicas:
-Dimensión dinámica o afectiva: su temperamento
esmelancólico, emotivo, de mayor resonancia e introvertido.
Su emotividad se puede ver cuando tuvo que abandonar el FC Barcelona,
sufriendo un quiebre emocional en su discurso de despedida. O cuando es
criticado y despreciado especialmente por su país “Se va realmente muy
dolido cuando hablan mal de él… Sufre mucho, después le cuesta reponerse”
cuenta su mamá Celia.
En el momento en que Leo tuvo que dar la arenga, antes de un partido por
primera vez, después de haber sido nombrado capitán del equipo, se puso muy
nervioso, se trababa para decir algo, no le salía una palabra. Se pone muy
nervioso cuando tiene que desenvolverse frente a la gente, pero nunca ante un
compromiso deportivo.
Algunos ejemplos en los que se muestra que es introvertido han sido cuando
debido a un desgarro en el bíceps femoral de la pierna derecha no pudo jugar
por 79 días al fútbol. Al terminar el partido en el cual volvió a jugar, unos
compañeros lo encontraron llorando. Leo se mantuvo callado algunos
minutos, hasta que liberó la furia que lo había quebrado: “¡Soy un desastre, así
no puedo jugar!” decía. En otra ocasión, tras ser eliminados, con el
seleccionado, por Alemania en el Mundial Leo no habló con nadie y lloró
como nunca. Otro ejemplo claro, fue cuando descendiendo del micro, ya en
Colombia, se encontraron con el aliento de algunas chicas con la camiseta de
argentina. Messi ingresó al hotel a su manera: la cabeza gacha, masticando
chicle para atenuar los primeros nervios; apuró el paso, avergonzado, cuando
alguien gritó su nombre. O cuando terminó uno de sus partidos contra
Alemania, en el que perdieron, Leo se quedó sentado en el banco de suplentes
con la cabeza gacha y cruzado de brazos, mientras que sus compañeros se
consolaban entre ellos. Y cuando fueron a agradecerle al público el aliento, él
se regresó adentro. Muchos lo criticaron por esa actitud. “Me fastidió la
impotencia que sentí por no poder ayudar al equipo. Pareciera que yo no
siento nada, que soy de piedra. No tengo permitido sufrir a mi manera. La
gente que no vivió la intimidad del vestuario desconoce cómo quedé hecho
mierda…” dijo Leo tras todas críticas por su comportamiento reservado. Una
vez un empleado deportivo, le hacía bromas para romper el hielo, pero él no
abandonaba ese gesto de timidez que lo acompañaría durante años, con el
mentón hundido y apenas una media sonrisa. Si él pudiera, se escaparía
cabizbajo de todos lados.
La afectividad que Messi tiene es muy grande. En un partido, luego de meter
un gol Leo se dirigió hacia la platea Belgrano baja, del estadio Monumental, y
al levantarse la camiseta alternativa azul pudo leerse la inscripción “TE AMO
PAPI”. Además, necesitaba sentirse querido y aceptado por sus compañeros
del seleccionado para estar más tranquilo y cómodo fuera de la cancha.
“A alguien se le pincha una goma del auto y la culpa es mía.” Una frase
devastadora que dijo Messi a Javier Zanetti cuando este, lo encontró viendo un
programa de televisión en el que lo estaban criticando por no haber podido
ganar los penales contra Uruguay en la Copa América. Él sabe muy bien que
es distinto, por eso vivió la Copa América con una responsabilidad que se
volvió culpa cuando los resultados no llegaron. Así de fanático es leo por su
selección. En este ejemplo podemos ver la resonancia de Leo, los
acontecimientos perduran por mucho tiempo en su mente y se transforman en
distintos sentimientos.
Intereses:
Leo ama las cosas sencillas. Cada tanto se da el gusto de disfrutar de comida
con acento argentino; milanesa a la napolitana, panqueques con dulce de
leche, una copa de helado con bochas de frutilla y chocolate. Raramente
cocina, solo cuando pierde una apuesta con su mujer.
Disfruta de ver dibujitos animados con sus hijos, hasta que llega la hora de
dormir y Leo intenta ponerse firme. Le gusta la cumbia, el reggae y la música
romántica. Prefiere las canciones que tratan sobre avanzar, ir para adelante,
que hablan de que no siempre todo es malo sino que hay cosas buenas
también. Le gusta tocar la guitarra porque lo relaja y lo saca un poco de todo
el lío de la fama.
También pasa tiempo con sus amigos jugando al FIFA en la PlayStation, ellos
cuentan que es tan bueno como en la vida real.

-Dimensión cognoscitiva: Leo posee aptitudes psicomotrices. Se considera

que tiene Capacidad de Plasticidad del cerebro en su hemisferio izquierdo, el
cual le facilita potencialidades como la intuición, la creatividad etc. Pero esto
también lo limita en su capacidad de lenguaje verbal. Lo podemos ver en las
conferencias de prensa o cuando cuenta anécdotas, habla muy poco y muy
reducido.
En cuanto a su talento natural con la pelota, un compañero de él, Roberto
Ayala, cuenta “Yo pensaba en llevarlo hacia la pierna inhábil, para que tuviese
que resolver con dificultad con la derecha. Pero igual se las ingeniaba, porque
una de sus virtudes es que siempre mantiene el control de la pelota”. Pablo
Zabaleta cuenta, que en el primer entrenamiento de Leo con la selección, en el
momento en que la pulga tocó la pelota, todos callados se miraban diciendo
este es un crack. Oscar Ustari, un amigo de Leo, dijo en una oportunidad que
Messi “… había hecho cosas sobrehumanas con la pelota…”.

-Dimensión biográfica: algunos sucesos que lo marcaron fueron: el

haberse mudado a España a tan temprana edad, ya que él es muy
apegado a su familia y amigos. Esto le costó mucho, lloraba todo el
tiempo; se escondía de su padre para que no viera por lo que estaba
pasando. La muerte de su abuela Celia lo impactó mucho porque eran
muy cercanos. El ser rechazado por River por no querer solventar su
tratamiento fue muy feo para él. En España sufrió una mala situación
económica. El volver a Rosario y encontrarse con el amor de su infancia
fue un hecho muy importante. Sus médicos cuentan que una de sus más
grandes preocupaciones, era saber si podría seguir jugando, ya que él
sufrió muchas lesiones y desgarres.
“…Mis primeros títulos oficiales, los primeros goles en el
Sudamericano…disfruté todo intensamente. Después vino el
Mundial…había soñado con ganarlo. Pero lo más lindo fue salir campeón. Fue
un impulso para mí y uno de los momentos más felices de mi carrera.” Cuenta
Leo en una entrevista.
Un capítulo odioso en la vida de Leo fue cuando se planteó un tironeo entre la
AFA y Barcelona, que se negaba a cederlo, para que pudiera ir a Pekín como
miembro de la delegación argentina en los Juegos Olímpicos. Tanta era la
tensión que atrapaba su cuerpo, que la exteriorizó en un duro cruce con su
compañero Rafa Márquez, quien lo golpeó involuntariamente en una acción
del entrenamiento.
En un momento de su carrera en el seleccionado, luego de las eliminatorias
del Mundial de Sudáfrica, Leo estaba hundido en la angustia. Pero en
Barcelona, recuperaba su plenitud futbolística y con cada arranque erizaba la
piel de la multitud. Por esto algunos decían que no era argentino. Esto le causó
mucha bronca ya que él ha dejado muy en claro, varias veces, que por más de
que la vida lo llevó a jugar en el Barca desde chiquito, él siempre soñó en
jugar para la albiceleste.
Su madre Celia, contó en una ocasión: “Le duele mucho que duden de él. Le
duele la desconfianza, le duelen los rumores, especialmente si nacen en su
país.”
Un instante que se grabó a fuego en la memoria de Leo fue cuando a los 9min
del primer tiempo contra España, abrió el partido con un pique ante la salida
del arquero Pepe Reina.
Él cree absolutamente en sí mismo. Está convencido de quién es. Siempre
tuvo sus metas y sus deseos muy claros. Cómo tantas veces expresó que su
mayor sueño era jugar para su selección, que quería ganar la Copa América y
el Mundial; o cuando su familia tuvo que volver de España a Rosario, él
decidió quedarse por muy duro que fuera.

-Dimensión socio-cultural: el ambiente en el que se crió fue familiar y

con amigos. Tuvo que pasar por la crisis de la Argentina en el 2001 y por
situaciones econó micas duras. Una de sus amistades má s significativas
fue con Sergio Agü ero, juntos se desempeñ aron muy bien en el campo y
realizaron muchos torneos de videojuegos. Roberto Ayala cuenta que
durante el mundial de Alemania se pasaba los días encerrado con Ustari
en interminables campeonatos de jueguitos.
“El enano, como yo lo llamo, subía todos los días y venía a verme. Para
charlar, para entretenerme. Se portó como un verdadero hermano y sé que se
amargó mucho por lo que me pasó. Su afecto, su respaldo, su amistad, siempre
estarán en mi corazón.” Cuenta Oscar Ustari, como Leo lo acompañó cuando
sufrió la rotura de los ligamentos, y para no desanimar al equipo se fue a otra
habitación, un piso más arriba.
Cumplía los roles de hijo y amigo. Con el paso del tiempo la presión de ser el
mejor jugador del mundo iba creciendo, ya que todos, especialmente su país,
le pusieron el peso en los hombros de sacar adelante a la Selección y
esperaban que hiciera todo solo.

 Formación del carácter:

a) Inculcación de un ideal: su ídolo de la infancia fue Pablo Aimar, un
jugador humilde y bueno. Leo hizo una excepción, porque a él no le
gusta pedir, y le pidió su camiseta. También admira mucho a su abuela
y a su padre. “Después de una eliminación, siempre vienen días de
angustia. Pero no conviene detenerse en el pasado, hay que mirar hacia
adelante. De todo se aprende… en el fútbol tuve mayoría de momentos
buenos. Y por supuesto intento sacar lo positivo de lo malo, para seguir
creciendo”. Leo siempre quiso tener una mirada positiva y objetiva de
las cosas, para que el fracaso no lo arrastrase. Lio fijaba sus metas y
hacía lo posible por cumplirlas. Carlos Morales, uno de sus
entrenadores del Newell’s decía de él: “Todo lo que imaginaba, después
lo hacía en la cancha.”
b) Perfeccionamiento de la voluntad : su voluntad es sólida y
perseverante. Nunca tiró la toalla a pesar de todas las dificultades,
críticas y problemas que se le presentaron.
Su padre, cuenta que cuando las cosas no le salen, se frustra e intenta de
nuevo. Leo siempre decía “Yo solo sé que debo seguir mejorando”, y así lo
hizo, cada vez se volvía mejor jugador. Un ejemplo de que siempre trabajó
duro y apostó por lo que quería fue cuando, venciendo su timidez, le dijo a
Grandiola que quería sumarse al plantel argentino en Shanghái. Siempre
estaba intentando mejorar, pero no por ser el mejor, sino para dar lo mejor
de sí: “Intento sacar lo positivo de lo malo, para seguir creciendo”.
c) Formación de hábitos adecuados: Leo es muy querido y admirado por
todos por la disciplina que tiene en cuanto al deporte y a su vida. Es un
hombre prudente y muy ubicado. A veces ni se lo escucha de lo bajo
que habla. Siempre fue muy agradecido con todos, por ejemplo en el
Mundial de Alemania, luego de perder y de que concluyera de la peor
manera, él no tenía más que palabras de agradecimiento para sus
compañeros y la gente que conoció. “Siempre le voy a agradecer que
me haya dado la oportunidad de debutar en un Mundial. Me dio muchos
consejos que no olvido.” Dice leo acerca de Pekerman. Ayala dijo sobre
Leo: “… jamá s se quejó . No hizo ni un desplante ni tuvo una palabra
fuera de lugar. La discreció n, también, ya era una de sus
cualidades.” Este es un ejemplo de que era muy educado y sentía un
profundo respeto por todos sus compañ eros y directores. Admirado
por todos en la cancha, afuera es aú n má s respetado. Y se lo ganó
con gestos, sin poses.
d) Establecimiento de estabilidad emocional: siempre fue inestable
emocionalmente. Era poco má s que un adolescente, cohibido y
refugiado en largos períodos de silencio. Le costaba vencer su
timidez en las conferencias de prensa.
Leo, indiferente, serio, intentaba hacer equilibrio entre lo que
quería, ir a los juegos en Pekín, y un sentimiento profundo de
gratitud hacia el club que le había brindado todo desde sus 13 añ os.
Le era difícil mantener una postura. En se debut de en la mayor,
Markus Merk, un á rbitro alemá n, le sacó tarjeta roja cosa que fue en
exceso, porque interpretó que Messi le había pegado un manotazo a
uno de sus contrincantes. Leo estaba furioso consigo mismo, no se
perdonaba esa decepció n. “¡Có mo voy a debutar en la mayor de este
modo, es una vergü enza, no me van a citar má s!” repetía, por
momentos ahogado en su angustia. No soportaba la idea de haber
pasado por esa vergü enza, le costaba mucho el perder.
e) Integridad moral: Él tiene claros sus principios y los que quiere
transmitirle a su familia e hijos: la humildad es uno de los más importantes,
él decía “Me importa más ser buena persona, que el mejor jugador del
mundo”. Todos tenían un mismo pensamiento sobre cómo era él como
persona “es una persona con una humildad increíble…él siempre decía que
la figura del partido habían sido otros, incluso en aquellos en los que él
marcaba más de un gol… Una persona con una generosidad que
conmueve.” Ustari
“…siempre actuó de la misma manera, transparente, sin segundas
intenciones ni impulsado por las conveniencias…” cuenta Gabriel
Heinze. Va detrás del bien común, aunque él podría beneficiarse con
cualquier privilegio o licencia.
En varias ocaciones ha dicho que le quiere transmitir a sus hijos el valor
de la familia y el amor a su país: “¿Y si el día de mañana te tocaba
enfrentar a la Argentina? Ni lo pienso. Jamás lo habría podido llevar
adelante. Soy argentino, rosarino y leproso. Las costumbres y los
afectos no se pierden. No se cambian por nada.”
Leo quiere que sus hijos entiendan que, en la vida, para conseguir lo
realmente desean, deben trabajar duro. Les va transmitiendo estos
valores en situaciones cotidianas, como cuando para el Mundial 2022
los tres tenían el mismo álbum, y para tener las figuritas debían
ganárselas obedeciendo, sin pelear entre ellos etc.

Yo creo que Messi es un gran ejemplo a seguir porque los valores que
él tiene principales en su vida y fundamentados en Dios, son valores
realmente dignos de admirar e intentar alcanzar. Él nunca perdió su
amor por su país, a pesar de que tanto lo despreció y rechazó. Su
generosidad para con las personas de bajos recursos y niños limitados
por enfermedades, es inmensa. La humildad que él tiene es increíble,
porque siendo el mejor jugador del mundo es muy fácil dejarse llevar
por la fama. Pero sin embargo él vive como una persona más y no le
gusta que lo reconozcan como Mesías o Dios, ya que sabe
perfectamente quién es Dios: “Yo sabía y presentía que Dios tenía algo
guardado para mí…le agradezco mucho todos los días de mi vida…todo
lo que me dio siempre. No le puedo pedir nada más, porque gracias a Él
tengo todo” Lionel Messi