Querella - Cochapari - PNP

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Escrito : Nº 01

Sumilla : Presenta Denuncia Penal por


Delito de Calumnia y Difamación
(QUERELLA)

SEÑOR JUEZ ESPECIALIZADO EN LO PENAL DE LIMA.

FRANCISCO FELIX ALVAREZ COCHAPARI, identificado con DNI N° 04417083,


con domicilio real en la Av. Central 617 Ate Vitarte y señalando como domicilio procesal en
el Jr. Lampa Nº 1115 Oficina 902 del Cercado de Lima – Edificio Madison-, a Ud. con el
debido respeto digo:

l. PETITORIO:

De conformidad con lo dispuesto por los artículos 131º y 132º del Código Penal,
concordante con los artículos 2º, 302º y 314º del Código de Procedimientos Penales; y al
amparo de lo establecido por el Inciso 7º del artículo 2º de la Constitución Política del
Estado; el artículo 12º de la Declaración Universal de Derechos Humanos; el artículo 17º del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; el artículo V de la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; y, el artículo 11º de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos; que consagran el Derecho Humano al Honor; en vía
de proceso penal especial de sumaria investigación – QUERELLA -, formulo denuncia penal
por los delitos de CALUMNIA y DIFAMACIÓN contra ADELA LOYOLA RAMIREZ
RONDÓN, por haber lesionado mi honor, al haberme ofendido interponiendo una falsa
denuncia por el supuesto delito de violación al domicilio y daños materiales (romper
un ropero). La denuncia penal deberá ser notificada a la querellada en su domicilio real
ubicado en la Av. Central Nº 511 – Ate Vitarte.

II. FUNDAMENTOS DE HECHO:

II.1 Es el caso que el día 10 de Junio del 2009, la querellada interpuso una denuncia
policial en mi contra por ante la Comisaría PNP de Ate Vitarte, refiriendo hechos
inexistentes y falsos; señalando entre otras cosas que “a las 13:00 horas aprox. el
querellante llegó a su domicilio en forma inesperada lanzándole improperios,
a lo que ella me habría recriminado mi actitud, instantes en que salio su hijo
Richard Meléndez a lo que ambos nos habríamos enfrentado, circunstancias
en que según la querellada, el recurrente intentó sacar su arma de fuego, por
lo que él me golpeo en la cara, y, afirma que yo rompí un ropero que se
encontraba reparando su hijo; .

II.2 Sin embrago los hechos suscitados fueron provocados por Richard Meléndez
Ramírez, conforme lo señalado en mi manifestación policial que obra a fs.
08/reverso del Atestado Nº 579-09-VII-DIRTEPOL-LDIVTER –E2-CV-SEINCRI,
formulado por la Comisaría de Vitarte; mismos hechos que fueron corroborados por
la persona de Felicita Núñez Gallardo, quien con su manifestación policial que
obra a fs 10, a confirmado que en ningún momento el querellante a ingresado
al domicilio de la querellada ADELA LOYOLA RAMIREZ RONDÓN .

II.3 Que, muy por el contrario, el querellante fue golpeado en el rostro con un martillo
por Richard Meléndez Ramírez, ocasionándome una lesión descrita en el
Certificado Médico Legal Nº 014054-L de fs. 11, el cual señala “HERIDA
CONTUSA SUTURADA OBLICUA DE 2.0 CM EN TERCIO EXTERNO DERECHO
DE REGIÓN SUPERCILIAR”, ocasionado por agente contundente, cuyo resultado
me da dos días de atención facultativa por ocho días de incapacidad legal; es
por ello que la Tercera Fiscalía Provincial Penal de Santa Anita, a dispuesto la
investigación correspondiente para la prosecución de la acción penal contra
Richard Meléndez Ramírez.

II.4 Que, la versión calumniosa de la querellada ADELA LOYOLA RAMIREZ RONDÓN,


quien me imputa de haberle “roto un ropero que se encontraba reparando su
hijo Richard Meléndez en el interior de su domicilio”, a quedado desacreditado
por la 3ra. Fiscalía Provincial Penal de Santa Anita, en todo sus extremos,
desestimando además las conclusiones del referido Atestado Policial; en
consecuencia, las afirmaciones hechas contra mi persona son evidentemente
calumniosas.

II.5 Que, es muy grave el daño ocasionado a mi honor, porque afirmaciones como esas,
no obstante ser infundadas, vulneran el honor de las personas, sobre todo cuando
provocan la desconfianza de mis colegas, de mi familia y la sociedad, en mi calidad
de SOT1. PNP de la Policía Nacional del Perú.

III. FUNDAMENTACIÓN JURÍDICA

El artículo 131º del Código Penal establece:


“El que atribuye falsamente a otro un delito, será reprimido con noventa a ciento veinte días
-multa”

El artículo 132º del Código Penal establece:


“El que, ante varias personas, reunidas o separadas, pero de manera que pueda
difundirse la noticia, atribuye a una persona, un hecho, una cualidad o una conducta
que pueda perjudicar su honor o reputación, será reprimido con pena privativa de la
libertad no mayor de dos años y con treinta a ciento veinte días - multa.

Si la difamación se refiere al hecho previsto en el artículo 131º (Calumnia), la pena será


privativa de libertad no menor de uno ni mayor de tres años y con noventa a ciento veinte
días - multa.

En el presente caso se verifican:

a) Los elementos de la parte objetiva del tipo penal de difamación:


- La querellada tiene la calidad de autora directa de la figura de difamación, pues a
través de la Comisaría PNP a formulado una denuncia atribuyéndome un falso
delito, consecuentemente ha ofendido y lesionando mi honor, mi prestigio y
reputación.

- La querellada al haberme atribuido un delito falso está incursa en una circunstancia


agravante por el contenido delictivo de la ofensa y por el medio empleado.

b) En cuanto a la verificación del elemento de la parte subjetiva del tipo penal de


difamación, tenemos:
El dolo, el cual se verifica al comprobar que el autor conozca que con sus expresiones
va a lesionar el honor de la persona y pese a tal conocimiento la realice, como es el
caso.
La jurisprudencia nacional ha establecido que para la configuración del delito de
difamación necesariamente debe mediar el dolo, que implica el conocimiento y voluntad
de la realización del tipo objetivo.

Es decir, la querellada quiere que se difunda un hecho, cualidad o conducta falsa que
puede denigrarme, como efectivamente ha sucedido, perjudicar mi honor y reputación.

La jurisprudencia española ha establecido:

“El delito (Contra el honor) es eminentemente subjetivo y circunstancial, y en él es preciso


atender, más que al significado literal de las palabras, al animo y la intención de quien las
pronuncia, y muy, principalmente, a las circunstancias en que fueron vertidas (lugar, tiempo y
entorno social), medio y efectos (Publicidad perjuicios ocasionados (...)

La prueba del dolo de difamación de la querellada, queda acreditada a través de la


siguiente consideración:

a) La no presentación de pruebas por la querellada sobre las conductas y delitos falsos y


agraviantes que me atribuyó.

IV. ASPECTOS DOCTRINARIOS

La Doctrina Penal es unánime en reconocer al HONOR como emanación directa de la


dignidad de la persona humana.

La dignidad de la persona constituye la esencia misma del honor y determina su contenido,


en este sentido nuestra jurisprudencia ha señalado que:

“La doctrina es unánime en afirmar que el Honor, es el bien jurídico tutelado en el ilícito penal
de difamación, el mismo que es valorado como uno de los bienes jurídicos más importantes,
por significar las relaciones de reconocimiento fundadas en los valores sociales de la dignidad
de la persona y el libre desarrollo de la personalidad9. (Exp. Nº 6129-97, Ejecutoria de la Sala
Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Lima).

Las conductas lesivas al bien jurídico honor consistirán en una serie de atentados que
afecten la autoestima de una persona o el aprecio que de ella tiene la comunidad.

El derecho al honor implica afianzar la pretensión de respeto del ser humano y el derecho
al acceso igualitario de los ciudadanos al respeto social.

Para la protección penal del bien jurídico honor, éste es considerado en su vertiente objetiva
y subjetiva.
En el sentido objetivo el honor no es otra cosa que la suma de aquellas cualidades que se
atribuyen a la persona y que son necesarias para el cumplimiento de los roles específicos
que se le encomiendan. En este sentido objetivo el concepto del honor viene dado, por
tanto, por el juicio que de una persona tienen los demás.

Nuestra jurisprudencia penal señala, sobre el bien jurídico protegido que:

“En los delitos de difamación e injuria el bien tutelado es el honor, el mismo que consiste en la
valoración que otros realizan de nuestra personalidad ética – social, estando representado por
la apreciación o estimación que hacen los semejantes de nuestras cualidades morales y de
nuestro valor social” [Exp. Nº 4732-97 del 23-01-98].
También existe un honor en sentido subjetivo: la conciencia y el sentimiento que tiene una
persona de su propia valía y prestigio, es decir, la propia estimación.

El aspecto subjetivo deriva, sin embargo, del objetivo, es decir, esta última valoración casi
siempre depende del juicio comunitario sobre el que se asienta la fama.

El honor y la dignidad se encuentran relacionados con nuestra posición en el mundo ante los
demás. Aquí se entrecruzan perspectivas sociales e individuales.

Se trata de garantizar aquel específico espacio de libertad que se ve amenazado cuando


alguien emite un juicio de valor o imputa a otro un hecho capaz de suscitar el desprecio o
descrédito comunitarios.

Resultan sancionables penalmente las conductas de las personas que mediante


imputaciones falsas pretenden despertar el desprecio o descrédito social.

Finalmente, para una adecuada comprensión de la conducta de difamación calumniosa es


importante tener presente que conforme lo reconoce la mejor doctrina, no es necesario que
el ofensor haya descrito con minuciosidad el nomen iuris y la calificación jurídica, sino que
la misma se determina y deduce del contenido fáctico de la imputación; es decir, que no es
necesario que se den todos los detalles del hecho imputado, basta que la alusión sea clara
para las personas a las que va destinada.

V. DAÑO MORAL Y MATERIAL:

Que, los hechos calumniadores así como las cualidades morales, conducta y falso delito
que se me atribuyen y que han sido difundido por intermedio de la denuncia presentado
por ante la Comisaría de Ate Vitarte, me han causado un grave e irreparable daño a
mi honor y buena reputación de padre de mi familia, SOT1 de la Policía Nacional del
Perú, con una trayectoria intachable de conducta, tanto en el entorno social e
institucional, razón por la cual solicito que oportunamente se condene a la denunciada al
pago de una reparación civil ascendente a S/. 50,000.000 (CINCUETA MIL y 00/100
NUEVOS SOLES) o su equivalente en moneda extranjera.

VI. MEDIOS PROBATORIOS:

Acompaño como medio probatorio de los delitos denunciados y la responsabilidad de la


emplazada, lo siguiente.

VI.1 El mérito de la Copia del Ingreso Nº 573-09 del 14 de octubre del 2009, expedido
por la Tercera Fiscalía Provincial Penal de Santa Anita.

VI.2 El mérito del Atestado Nº 579-09-VII-DIRTEPOL-LDIVTER –E2-CV-SEINCRI,


formulado por la Comisaría de Vitarte, cuya copia certificada deberá ser solicitado
por su judicatura.

VI.3 El mérito de la declaración testimonial de la Sra. Felicita Núñez Gallardo, quien


desmentirá la versión de la querellada, señalando que en ningún momento el
recurrente ingresó a su domicilio.
VII. AÑEXOX:

Se adjunta al presente el numeral referido a los medios probatorios en el 6.1

POR TANTO:

Sírvase usted Señor Juez admitir la presente querella y darle el trámite que corresponda de
acuerdo a su naturaleza.

PRIMER OTROSI DIGO: Que, solicito se trabe embargo sobre los bienes de la querellada,
en cantidad suficiente que garantice el pago de la reparación civil que corresponda. Para tal
efecto, se servirá disponer se oficie a las entidades bancarias del sistema financiero y a la
Superintendencia Nacional de Registros Públicos, a fin de que se embarguen las cuentas y
los bienes muebles e inmuebles, de la señora ADELA LOYOLA RAMIREZ RONDÓN,
conforme a lo dispuesto por el artículos 94º del Código de Procedimientos Penales.

SEGUNDO OTROSI DIGO: Que, de conformidad con lo previsto por el artículo 134º incisos
1 y 4 del Código Penal, me acojo a la “Exceptio Veritatis” y exijo que la querellada
demuestre la verdad de los hechos que me atribuye, o de lo contrario sea sancionada al
máximo de la pena prevista por Ley.

TERCER OTROSI DIGO: Que, se oficie a la 3ra. FPP de Ate Vitarte, a fin de que remitan a
vuestra judicatura las copias certificadas de los medios probatorios 6.1, ofrecidos en la
presente denuncia.

CUARTO OTROSI DIGO: En ejercicio del derecho de defensa que me asiste y conforme a
lo dispuesto por el artículo 284º del TUO de la Ley Orgánica del Poder Judicial, designo
como mi abogado al profesional que suscribe el presente documento.

Si bien es inherente a su condición de patrocinador, solicito se le brinde al Abogado


designado, las más amplias facilidades para que cumpla con los deberes previstos en el
artículo 288º del TUO de la Ley Orgánica del Poder Judicial.

QUINTO OTROSÍ DIGO: Acompaño copia de mi Documento Nacional de Identidad, Recibo


de Pago de la Tasa Judicial correspondiente y las Cédulas de Notificación necesarias.

Lima, 12 de Abril del 2010

FRANCISCO FELIX ALVAREZ COCHAPARI


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PABLO S. GARAVITO CONISLLA
ABOGADO
Reg. CAL. 45932

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