RECICLA Y CREA

El principal problema son las transformaciones negativas al medio ambiente como lo son la
contaminación, emisión de gases; el proceso de producción textil genera la descarga de
grandes cantidades de aguas residuales que son altamente toxicas para el medio ambiente.
Lo que buscamos principalmente es reducir el impacto negativo del fast fashion; por eso
buscamos alternativas más sostenibles. Nuestro proyecto se basa en crear prendas a partir
de otras, ya que al hacer esto reducimos el impacto ambiental que la industria textil deja en
nuestro ecosistema. Según Naciones unidas la industria textil es responsable del 1012% de
las emisiones globales y de la producción del 20% de las aguas residuales globales. Es una
de las industrias más contaminantes y el reciclaje sigue sin ser una alternativa. Anualmente,
la industria textil consume aproximadamente 93 mil millones de litros de agua.

Objetivo general: Es hacer conciencia a todas las personas.

Objetivo específico: Es hacer que se reduzca más la contaminación, hacer saber a las
personas sobre que otro uso le puedes dar a las prendas también hacer que ya no se gaste
más el agua y que no aparezcan mas aguas residuales.

Objetivo Agenda 2030: Hacer que haya fin de la pobreza, agua limpia y saneamiento,
producción y consumos responsables, vida submarina y vida de ecosistemas terrestres.

Hipótesis. Es dar a conocer y mostrar las cosas que se pueden hacer con cualquier tipo de
tela, también que hagamos conciencia sobre el daño que le estamos haciendo al medio
ambiente, por otra parte intentamos demostrarles a las personas que podemos venderlas
porque hay personas que les gusta ese tipo de cosas y así poder emprender. También el
hacer que las personas entre en razón de que si seguimos comprando ropa de marca
dañamos más el ambiente, porque son las empresas más grandes y gastan mucha agua y
energía aunque no lo quieran entender; y darles a conocer que al momento de comprar ropa
de segundo uso o haciendo tú la misma ropa no te hace más pobre o más rico, ya que
algunas se basan en lo que les va a decir la sociedad y no saben el gran daño que le
hacemos al medio ambiente.

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MARCO TEORICO

De acuerdo con arqueólogos y antropólogos, la ropa se origina por la necesidad de cubrir y

proteger el cuerpo de elementos de la naturaleza como los climas helados que enfrentaron
los primeros homínidos en eras glaciares. Es realmente difícil precisar en qué momento
exacto de la historia el humano empieza a usar ropa, puesto que las primeras prendas de
vestir se elaboraban a partir de materiales de muy rápida descomposición nota como lo son
los tejidos de origen animal y el follaje nota por estos motivos no existe una evidencia 100 %
verídica que indique en qué momento exacto de la historia se crea la ropa. Por tanto las
estimaciones históricas acerca del origen de la ropa se hace por suposiciones lógico-
científicas basadas en otras investigaciones y descubrimientos arqueológicos: Las primeras
agujas ya existían hace 40 mil años, y ya eran usadas para la elaboración de ropa con un
alto grado de complejidad, por tanto se saca la conclusión de que ya mucho antes se usaba
ropa de elaboración más sencilla. La fecha aproximada del origen de la ropa es de hace 170
mil años. Esta suposición se basa en estudios realizados a los piojos del humano, los cuáles
evolucionaron y se adaptaron para poder vivir en la ropa. El estudio de la cadena genética
del piojo indicó que hace unos 70 mil años el piojo pasó de vivir en la piel para vivir en la
ropa. Estas opiniones e investigaciones son muy debatidas y ninguna es mundialmente
aceptada.
En lugar de preocuparnos por el color, el talle o el material de las prendas que usamos
deberíamos preguntarnos: ¿de dónde viene nuestra ropa? 
A la hora de buscar a los responsables de la contaminación, es habitual apuntar a las
grandes petroleras, pero nuestros armarios le pisan los talones: según la Organización de las
Naciones Unidas, la industria textil es la segunda más contaminante del planeta.
La industria textil es una de las actividades económicas más importantes en el mundo entero.
Por eso, brinda trabajo a enormes sectores de la población en cada país, ya que
sus productos suelen comercializarse a un ritmo constante y masivo. Al mismo tiempo, es
fuente de enormes controversias, dado que su empleo de maquinaria liviana permite una
constante deslocalización geográfica, lo cual a veces se traduce en condiciones laborales y
salariales indignas.

La industria textil, tradicionalmente, fue un campo de trabajo femenino que tenía lugar en los

propios hogares y cuya producción era, en el mejor de los casos, artesanal. Las telas así

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producidas eran luego derivadas a un sastre o costurero, encargado de manufacturar las
piezas de ropa a la medida del cliente adinerado, o de hacer piezas regulares destinadas al
uso del vulgo. El crecimiento de la población y de la economía durante las primeras etapas
de la Revolución Industrial condujeron a la instalación de talleres (telares) en los que podía
producirse telas de manera constante, empleando todavía labores manuales y una gran
cantidad de trabajadores textiles. Estas condiciones cambiaron radicalmente cuando en el
siglo XVIII y especialmente el XIX, surgieron los primeros ingenios tecnológicos industriales,
destinados a agilizar y masificar la producción de textiles. Estas herramientas modernizaron
la industria textil y permitieron la manufactura masiva de telas, aunque al costo de reducir la
cantidad de trabajadores. Hubo reacciones en contra de la llegada de esta tecnología, como
fueron las violentas manifestaciones luditas, pero las ventajas de la nueva industria
mecanizada eran innegables y terminaron por imponerse hasta nuestros días. De hecho, la
industria textil fue la primera de las industrias en desarrollarse, cuando en 1733 surgió la
primera lanzadera volante de John Kay. Ya en 1800 había en Gran Bretaña solamente unos
350.000 trabajadores textiles, repartidos entre hilados y tejidos. A principios del siglo XIX, el
40% de las exportaciones de esta nación consistían en tejidos.

La industria textil moderna cuenta con importantes artefactos mecánicos e incluso

automatizados, que llevan a cabo la producción de manera constante, continua y masiva.
Entre ellas destacan:

 Abridores y procesadoras. Se trata de distintas máquinas que sirven para abrir las balas
de algodón u otras materias primas naturales o sintéticas, desmenuzándolas y separando
la materia útil de las impurezas. A menudo conducen a un “ablandador”, que es una
suerte de prensa dotada de rodillos giratorios, que aplastan y ablandan las fibras,
especialmente de materiales rígidos como el cáñamo; y diversos extractores de agua
para evitar posteriores complicaciones con la fibra.
 Hiladoras. Se trata de máquinas que reciben las fibras procesadas y listas para su
empleo, y proceden a elaborar con ellas un hilo. Actualmente este proceso se da de
manera altamente automatizada, pero en sus inicios las primeras hiladoras eran aparatos
dotados de bobinas y ocho carretes de fibra, conocidos como hiladoras Jenny (e
inventadas en 1770 por James Hargreaves).

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 Telar. Versión moderna del artefacto antiguamente inventado por los artesanos textiles, el
telar es una máquina de tejer, o sea, de transformar hilos en telas. Para ello, entrelaza
dos juegos de hilos: la urdimbre y la trama, generalmente mediante un tambor que
permite el entrecruzamiento de los hilos siguiendo cierto conjunto de guías, al ritmo
del movimiento de un peine, cuyo vaivén empuja el hilo, formando la trama. El resultado
de esta operación, hoy en día llevada a cabo por máquinas automatizadas, es un retazo
de tela de grandes proporciones.

Por otro lado, se habla de sectores textiles para referirse a los distintos componentes o
estaciones de la producción textil, que directamente componen la industria. Tales como:

 Producción de fibras. La obtención por medios naturales o artificiales de la materia

prima para elaborar los productos textiles.
 Hilandería. Etapa de tratamiento de las fibras y obtención de los hilos básicos para
la manufactura de las telas.
 Tejeduría. Proceso de elaboración de las telas mediante el tejido de los hilos de fibra.
 Tintorería. Etapa en la que se tiñen las telas y se lleva a cabo el acabado final de las
mismas.
 Confección y costura. Sector en el que se diseñan, cortan y cosen las piezas de cada
prenda de vestir, a partir de telas ya finalizadas. Se divide en alta y baja costura.
 No tejidos. Sector de manejo de elementos no textiles o de elaboración de telas sin
requerir de hilos y fibras.

En el caso de México, la industria textil representa una importante porción de su PIB.

Tradicionalmente ocupado por mujeres, este sector se desarrolló de manera continua y
desregulada hasta 2009, año en que entró en crisis, y se caracterizó por bajos salarios,
mínimas reivindicaciones laborales y nula protección ambiental. Sin embargo, gracias esta
industria pujante México se encuentra entre las potencias textiles del mundo, especialmente
en el sector de las fibras sintéticas, de las cuales es el quinto proveedor a nivel mundial,
exportando 4.695 millones de dólares anuales. Así como las botellas de plástico no crecen
en los árboles, tampoco lo hacen los pantalones y las camisas. Extraer y procesar materiales
impacta en el medio ambiente. Por ejemplo, para la fabricación de un kilo de algodón se
necesitan más de 10 mil litros de agua, el equivalente a lo que bebería una persona en 10

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años. Como respuesta a este serio problema ambiental, está surgiendo un movimiento global
de diseñadores y productores que promueven la reutilización. 

Por eso, es clave elegir reciclados. “Cuando compras reciclados, estás apoyando la
infraestructura que valora la reutilización sobre la extracción y evita esa explotación
ambiental”, explica Helena Barbour, VP de Sportswear en Patagonia, una de las marcas de
indumentaria que más estimula el reciclaje y desafía el concepto de fast fashion.

Pero no todo es de color de rosas en este tipo de fábricas ya que hay explotación laboral, ya
que hay fábricas donde explotan a sus trabajadores o también los discriminan, porque todos
hemos visto alguna película sobre algunas situaciones incomodas que pasan los
trabajadores de fábricas, unos ejemplos son que por ser mujer debes de trabajar más horas y
no irte a descansar hasta que termines o también las acosan sexualmente, hasta a los
hombres los tratan mal ya que los acosan de modo verbal, de modo que dicen que los
hombres no deben de trabajar ahí porque según ese trabajo solo es para mujeres.

A veces es necesario saber lo que pasa en las industrias de textiles, porque si tú quieres
entrar algún día a trabajar ahí te será más fácil ya que sabrás de lo que se trata de igual
manera hay fábricas de textiles que hacen cosas contra la ley y te amenazan que si dices
alguna palabra te va ir mal.

Antes de la pandemia, “el censo económico 2019 contabilizaba 1 millón 948,000 personas
ocupadas en la industria de la moda”. De ellas 1 millón 18,000, es decir, el 52%, trabajaban
sin derechos laborales básicos. Este tipo de trabajos afecta más a las mujeres, señala el

estudio. Muchas marcas y grandes firmas de moda externalizan la producción de ropa en

países en desarrollo como Bangladesh, la India o Marruecos, donde los derechos de los
trabajadores son casi inexistentes y el salario mínimo es muy inferior al de los países
occidentales donde venden sus productos.

En estas fábricas, las trabajadoras (la gran mayoría son mujeres) trabajan en condiciones de
explotación laboral, realizando jornadas de hasta 12 horas diarias por un salario de 3 dólares
por turno. Los empleados no tienen derechos: no pueden coger la baja si se ponen enfermos
porque se arriesgan a ser despedidos, ni tienen vacaciones. Tampoco tienen derecho a
constituir un sindicato para defender sus derechos.
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La pandemia de covid-19 ha empeorado todavía más la situación: el confinamiento y las
restricciones obligaron a cerrar las tiendas durante varios meses, lo que provocó un descenso
de las ventas de ropa en todo el mundo. En este contexto las marcas cancelaron pedidos, se
negaron a pagar por las piezas de ropa que ya estaban en producción e incluso exigieron un
descuento en la facturación. Esto impactó directamente en las trabajadoras del sector textil, la
mayoría de las cuales viven bajo el umbral de la pobreza y tienen grandes dificultades para
subsistir y mantener a sus familias. La falta de ingresos provoca también inseguridad
alimentaria, peores condiciones de salud e incluso violencia de género, ya que los agresores
las culpan de no tener un trabajo.

Por ese mismo motivo nosotros como seres humanos debemos de crear conciencia sobre lo
que pasa en las fábricas textiles, ya que la mayoría ve su ropa y dice que ya no les queda, no
les gusta o solamente tiene un pequeño agujero dicen que la van a tirar y comprar más ropa
nueva, aunque alunas veces compran ropa que está rota y eso si les gusta ponerse, siempre
hay que ser conscientes y agradecer por lo que tenemos porque existen personas que no
tienen nada que ponerse, a la vez tú de la ropa que ya no utilices la puedes donar a
fundaciones que ayuden a personas con bajos recursos, porque si tú ya no las ocupas a ellos
les podrá servir, pero si no quieres donarla puedes hacer cosas nuevas con esa ropa, ya sea
bolsas, mochilas o cosas para el hogar.

Para culminar queremos decir que nuestro proyecto se basa en crear prendas a partir de otras
ya que así reducimos un poco el gran impacto ambiental que existe en nuestro entorno;
también en que reduciremos un poco que las fábricas textiles no usen tanta agua y así haya
menos aguas residuales.

Hay que hacer la diferencia empezando nosotros y así poder impartir a otras personas y sobre
la importancia que hay al hacer este tipo de actividad.

Hecha a volar tu imaginación y crea nuevas prendas por ti misma, y si a ti te gusta, también a
tu familia y amigos la puedes subir a redes para poder venderla y así poder emprender, tú
podrás hacerlas sin que te manden ya que serás tu propia jefa.

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BIBLIOGRAFIA

https://concepto.de/industria-textil/

https://aconcagua.lat/hacer/la-moda-que-incomoda-de-donde-viene-nuestra-ropa/

https://concepto.de/industria-textil/#ixzz7w0qnUzvR

https://www.lavanguardia.com/vida/junior-report/20220307/8100807/mujer-explotacion-
laboral-industria-moda-bangladesh.html

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