Guía Conceptual # 1 Biología 7º

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Centro Laura Vicuña

Institución Educativa Laura Vicuña


Hermanas Salesianas
GUÍA ORIENTADORA Nº 1
AREA/ASIGNATURA CIENCIAS NATURALES-BIOLOGÍA GRADO: 7º
TEMA: TRANSPORTE DE NUTRIENTES EN LOS SERES VIVOS: Circulación en unicelulares, hongos y plantas.
DBA Comprende que en las cadenas y redes tróficas existen flujos de materia y energía, y los relaciona con procesos de
nutrición, fotosíntesis y respiración celular.

GENERALIDADES

LA CIRCULACIÓN.

Los seres vivos obtienen de su medio ambiente, las sustancias y los gases necesarios para realizar todos sus
procesos internos, y eliminan las sustancias de desecho, pues su acumulación puede producir la muerte. La
circulación es el medio de transporte de estas sustancias entre las diferentes células del cuerpo.

Circulación y Transporte.

Dentro de los seres vivos es posible encontrar tres tipos de sistemas de transporte: el transporte celular, el
sistema vascular y el sistema circulatorio.
• El transporte celular es utilizado por los organismos unicelulares como las bacterias y la mayoría de
los protistas, para intercambiar sustancias con su medio ambiente. Los nutrientes y los desechos
entran y salen a través de toda su superficie corporal, es decir, la membrana celular, gracias a procesos
como la difusión, el transporte activo y la ósmosis.
El transporte celular, especialmente la difusión, también es esencial para los organismos multicelulares
en los que hay órganos especializados para el intercambio de sustancias, como los pulmones o las
hojas. Las sustancias entran o salen del cuerpo a través de estos órganos por procesos de transporte
celular, y son transportadas entre las diferentes células del cuerpo por el sistema vascular o el sistema
circulatorio.
• El sistema vascular es característico de las plantas vasculares como los helechos, las gimnospermas
y las angiospermas. Está compuesto por un conjunto de vasos conductores, el xilema y el floema, a
través de los cuales fluyen el agua y los minerales absorbidos por las raíces, y la glucosa sintetizada
por las hojas durante la fotosíntesis.
• El sistema circulatorio es característico de los animales. Generalmente está compuesto por uno o
más corazones que se encargan de impulsar la sangre a través de conductos conocidos como vasos
sanguíneos hacia todas las células del cuerpo. En la sangre se transportan los nutrientes, los
desechos y otras sustancias de importancia biológica como las hormonas.

Circulación en organismos unicelulares.

En los organismos unicelulares, los nutrientes y las sustancias de desecho se transportan dentro del cuerpo
gracias a corrientes citoplasmáticas y al movimiento de organelos.

• Las corrientes citoplasmáticas se producen cuando entran y salen sustancias de las células, como
agua, que hacen que el citoplasma, que es líquido, se mueva llevando las sustancias hacia los
organelos. Así, el oxígeno y la glucosa, se dirigen hacia las mitocondrias donde son utilizados para
obtener energía durante la respiración celular; algunos lípidos y proteínas, llegan al aparato de Golgi
donde son utilizados para obtener energía durante la respiración celular; algunos lípidos y proteínas,
llegan al aparato de Golgi donde son utilizados para la síntesis de membranas; y los nucleótidos, van
hacia el núcleo donde se usan para sintetizar ácidos nucleicos como el ADN (fig. 1).
• El movimiento de organelos, especialmente el de las vacuolas, también es de gran importancia. En
las vacuolas alimenticias, por ejemplo, se transportan y digieren moléculas grandes que entran al
citoplasma por endocitosis. Los nutrientes pasan al citoplasma por difusión, y los desechos siguen en
las vacuolas que se dirigen hacia la membrana, se fusionan con ella y liberan su contenido al exterior
celular. Las corrientes citoplasmáticas y el movimiento de organelos también se presentan en las
células de los organismos multicelulares (fig. 2).

Fig.1: Flujo de las corrientes citoplasmáticas para el transporte de sustancias al exterior


de la célula (exocitosis).

Fig.2: Mecanismo de endocitosis por el cual entran sustancias al interior de la célula.


Implica el movimiento de organelos como los Lisosomas y las Vacuolas.

Circulación en Hongos.

Los hongos unicelulares como las levaduras adquieren sus nutrientes por procesos como la difusión, la
fagocitosis y la pinocitosis. Estos circulan internamente gracias a corrientes citoplasmáticas.
Los hongos multicelulares, como los champiñones, no tienen sistemas circulatorios o vasculares para
transportar los nutrientes que son absorbidos por difusión a través de la superficie de sus hifas. Las hifas se
encuentran constantemente creciendo en busca de nuevos recursos alimenticios, de tal manera, que ninguna
de las células de su cuerpo se encuentran muy lejos de las superficies de absorción. Igualmente, las hifas de
los hongos están compuestas de células separadas por tabiques con poros a través de los cuales pueden fluir
sustancias de gran tamaño que, además de los nutrientes y los desechos celulares, incluyen organelos como
las mitocondrias e inclusive el núcleo. En algunos hongos las hifas no están divididas por tabiques, lo que
facilita la circulación de sustancias.
Una vez los nutrientes entran al cuerpo de los hongos, la mayoría son enviados por corrientes citoplasmáticas
hacia las puntas de las hifas que se encuentran en crecimiento (fig.3).

Fig. 3: Aparentemente pequeños, muchos hongos tienen


bajo tierra, un sistema de hifas que pueden alcanzar
longitudes de kilómetros. Los nutrientes entran a estas por
difusión, y se transportan fácilmente a través de sus células.

Circulación en plantas.

Las plantas necesitan obtener dióxido de carbono, oxígeno, agua y minerales, e igualmente deben eliminar los
desechos que producen como resultado de su metabolismo celular.
Las plantas no vasculares, como los musgos, adquieren sus nutrientes por difusión a través de toda su
superficie corporal. Luego, gracias a su pequeño tamaño, las sustancias pueden llegar a cada una de sus
células por difusión, ósmosis y transporte activo.
Por el contrario, las plantas vasculares tienen órganos especializados para la absorción de nutrientes, y
sistemas especializados para transportarlos a través de su cuerpo. El transporte de nutrientes en las plantas
ocurre a tres niveles.
▪ La toma y pérdida de agua y solutos por las células: el agua y los minerales son absorbidos por los
pelos de las raíces.
▪ El transporte de sustancias a corta distancia, de una célula a otra, como ocurre cuando una molécula
de azúcar producida en la fotosíntesis, es enviada desde las células fotosintéticas hacia las células del
floema.
▪ El transporte a largas distancias a través del xilema y floema, como ocurre con el agua y los productos
de la fotosíntesis, que son distribuidos hacia toda la planta (fig.4).

Fig.4: Así ocurre el transporte de sustancias en las plantas


Absorción de agua y minerales por las raíces.

El agua y los minerales que se encuentran en el suelo entran a las plantas a través de las raíces, atraviesan la
corteza y llegan a los vasos del xilema en los que son transportados al resto del cuerpo (fig.5).
La mayor parte de la absorción del agua y los minerales ocurre cerca de la punta de las raíces, a través de la
epidermis de los pelos radicales. Las partículas del suelo están rodeadas por una solución de agua con
minerales disueltos, que se adhiere y entra a los pelos por procesos de difusión, ósmosis y transporte activo.
Luego, viaja a través de las células de la corteza y llega hasta el xilema que se encuentra en el cilindro vascular.
Parte de la solución entra a las raíces a través de las paredes celulares de las células de las raíces, y por los
espacios que se encuentran entre ellas, y viaja a través de ellos hasta chocar con una capa impermeable
conocida como banda de Caspari. En este momento la solución es dirigida hacia el citoplasma de las células,
desde donde pasa a los vasos del xilema.

Fig.5: Absorción de agua y minerales a través de las raíces.

¿Cómo llega el agua a las hojas?

El agua con sustancias o savia fluye a través del xilema desde las raíces hasta llegar a las venas de las hojas.
Las hojas, los tallos, las flores y los frutos, dependen de este sistema de transporte para suplir sus necesidades
de agua y nutrientes.
Para llegar hasta ellos, la savia del xilema debe subir, en contra de la fuerza de la gravedad, alturas superiores
a los 100 metros en los árboles más altos del mundo. Entonces, ¿qué crees que mueve a la savia hacia arriba?

El mecanismo de transpiración-cohesión-tensión y el transporte de savia a través del xilema.

En la mayoría de las plantas, la presión que ejerce el agua al entrar a las raíces no es suficiente para empujar
la savia hasta las hojas. La savia del xilema sube principalmente porque es “halada” hacia arriba desde las
hojas. Las plantas consiguen hacer esto gracias a tres procesos: la transpiración, la cohesión y la tensión
(fig. 6).
▪ La transpiración.
El aire que está afuera de las plantas generalmente tiene menos agua que el que se encuentra en las
hojas, por lo que esta se evapora y se difunde hacia la atmósfera en forma de vapor de agua. Durante
este proceso, conocido como transpiración, las plantas pueden, a través de poros conocidos como
estomas, eliminar hasta el 90% del agua que entra por las raíces.
▪ La cohesión.
El agua es una molécula sencilla compuesta por dos átomos de hidrógeno, con carga positiva, y uno
de oxígeno, que tiene carga negativa. Debido a que las cargas de signos opuestos se atraen, el
hidrógeno de una molécula de agua se une con el oxígeno de otra mediante puentes de hidrógeno.
Este fenómeno, conocido como cohesión, hace que las moléculas de agua que se encuentran en el
xilema formen una “cadena de agua”, con una resistencia igual a la de un cable de acero.
▪ La tensión.
A medida que la planta transpira, las células de las hojas pierden agua hacia la atmósfera. Para evitar
que estas células se deshidraten, reciben agua de sus células vecinas. Estas, a su vez, reciben agua
de células más internas, y así sucesivamente hasta llegar a las moléculas de agua que se encuentran
en el xilema. Así la transpiración genera la fuerza o tensión necesaria para “halar la cadena” de agua
desde las raíces hasta las hojas. Además, a medida que la savia asciende, las moléculas de agua se
adhieren a las paredes del xilema lo que ayuda a evitar que esta se devuelva por la fuerza de la
gravedad.

Fig. 6: Ascenso de la savia a través del xilema. Los puentes de hidrógeno permiten la cohesión
de moléculas de agua. La fuerza que hace ascender esta cadena es generada por la
transpiración.

El transporte de savia en el floema.

En las hojas se produce glucosa durante la fotosíntesis, utilizada para obtener energía durante la respiración
celular, o almacenada en forma de compuestos como el almidón. La glucosa es transportada a través del
floema, desde las hojas hasta las células de los frutos, las semillas, las flores, los tallos y las raíces.
El floema está compuesto por tubos cribosos, formados por células alargadas y sin núcleo que se unen por
los extremos para formar largos vasos conductores; y por células acompañantes, que tienen núcleo, y se
encargan de regular el funcionamiento de los tubos cribosos. Esta estructura, y la cercanía con los vasos del
xilema, hacen posible que la savia viaje a través del floema gracias a un mecanismo conocido como flujo por
presión.
La glucosa que se produce en las hojas entra por transporte activo a las células acompañantes, y de allí sigue
por difusión hacia los tubos cribosos. En los tubos aumenta la concentración de glucosa, lo que hace que parte
del agua que viaja por el xilema entre en ellos por ósmosis. La entrada de agua genera una presión que empuja
y hace fluir la savia a través del floema. Cuando la savia llega a su destino, por ejemplo un fruto, entra a este
por difusión. De esta manera, dentro del floema se disminuye la concentración de azúcar y aumenta la de agua.
Entonces el agua sale del floema por ósmosis, y se dirige nuevamente hacia el xilema donde es reenviada
hacia diferentes partes de la planta.

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