Analisis Salud Bucal

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Politica pública de salud bucal en Chile En la Estrategia Nacional de Salud para los

Objetivos Sanitarios 2011-2020, la salud bucal se enmarca en el segundo objetivo


estratégico que es “Prevenir y reducir la morbilidad, la discapacidad y mortalidad
prematura por afecciones crónicas no transmisibles, trastornos mentales, violencia y
traumatismos”. El objetivo propuesto para salud bucal es “Prevenir y reducir la morbilidad
bucal de mayor prevalencia en los menores de 20 años, con énfasis en los más
vulnerables”, teniendo como principales metas el aumento de la prevalencia de los niños
de seis años libre de caries y la disminución del daño por caries de los niños de 12 años,
dado que ambas edades son vigiladas a nivel mundial (Minsal, 2010b). Podríamos
suponer, aunque no hay evidencia que lo demuestre, que las mejoras en la calidad de vida
relacionada con salud bucal que se ha evidenciado en las últimas décadas, son el resultado
de las políticas y programas que se han desprendido de los objetivos sanitarios de los
últimos veinte años. Estos, por medio de diversas estrategias que involucran diferentes
sectores, tales como salud y educación, se han orientado a la promoción de la salud,
prevención de enfermedades bucales y al tratamiento odontológico (Minsal, 2018h). En el
documento Plan Nacional de Salud Bucal 2018- 2030, el Ministerio de Salud de Chile
(Minsal) declara los planes, estrategias, programas e iniciativas que se han desarrollado en
respuesta a las necesidades relacionadas con la salud bucal de la población, los que se
organizan en cuatro ejes de acción (Minsal, 2018f).

Conclusiones
Las enfermedades bucodentales presentan una alta prevalencia en Chile, al igual que en el
resto del mundo. Las consecuencias de estas afectan en la persona no solo la función
masticatoria, sino que también impacta en su autopercepción, cómo se relacionan con los
otros y en el ingreso familiar. Debemos valorar los esfuerzos pasados y actuales que
llevaron a la concreción de una política pública amplia en salud bucal, entendida desde el
fomento de factores protectores y control de factores de riesgo, además de un enfoque
desde la mirada de los determinantes sociales. Es importante que las medidas declaradas
se lleven a cabo, dado que existe la intención desde los diferentes actores (Minsal,
sociedad y comunidades) y, aunque ha habido avances, aún existen desafíos pendientes
en esta área. Se requiere mayor trabajo al fomentar las mesas intersectoriales, la
implementación de un sistema efectivo de vigilancia y posterior análisis con la perspectiva
de los determinantes sociales y enfoque de género y, en cuanto a la formación de los
odontólogos, la declaración de un perfil de egreso e implementación de un examen
odontológico nacional obligatorio.
Dado lo anterior, Chile tiene una oportunidad de crecer y mejorar en cuanto a las medidas
que se adopten para favorecer la salud bucodental de la población, en especial en lo
referente al acceso. Pese a la existencia de medidas que promuevan la salud, si las
personas no tienen acceso y están dañadas, no podrán ser efectivas. Finalmente, no
osbtante existen sugerencias de mejoras, pensamos que la política nacional de salud bucal
esta bien encaminada, debido a que está en la línea de salud en todas las políticas, con la
mirada de integración de los diferentes sectores: salud, educación, vivienda, trabajo,
deporte, entre otros, implementando medidas concretas de prevención de enfermedades
de caries en los menores de siete años.

Propuestas mejoras

Mejorar el acceso a la atención odontológica: dada la gran prevalencia y daño asociado de las enfermeda-
des bucodentales, creemos que es necesario mejorar el acceso de toda la población y no solo de los grupos
vul- nerables, apuntando a un acceso universal a la atención odontológica, al menos con relación al paquete
básico de cuidados bucodentales. También es necesario aumentar las coberturas de tratamiento rehabilitador
para las per- sonas con edentulismo parcial o total, en especial aque- llas en edad laboral activa, para que se
puedan integrar a la fuerza laboral con mayor facilidad. Por otro lado, es necesario abordar las barreras de
aceptación y de uso de los servicios de atención odontológica, para lo que se requiere fomentar la
investigación en esta área.

En Chile no se cuenta con un programa específico para el cáncer oral y tampoco este es parte de las garantías
explícitas en salud, lo que se traduce en dificultades en acceso al diagnóstico y tratamiento oportuno, por lo
que se deberían potenciar actividades preventivas en adul- tos, enfocadas a la identificación temprana de
tumores o lesiones potencialmente malignas, su posterior trata- miento y la rehabilitación de las secuelas. Es
necesario establecer estrategias de mantención de salud bucal a lo largo del ciclo vital individual, con énfasis
en factores de riesgo y protectores específicos para cada etapa. Es importante entonces, ahora que se discutirá
una nueva Ley del Cáncer, que se aborde mejorar el acceso a medi- das preventivas y terapéuticas,
incorporando también la recuperación de secuelas.

Nos parece importante, además, ampliar la codificación de las prestaciones odontológicas en Fonasa. De esta
manera, se favorece a usuarios del sistema público y pri- vado, ya que, al no existir codificación de las
prestacio- nes odontológicas, estas no son cubiertas por el sistema privado. Además, es necesario aumentar la
dotación de equipo odontológico (profesional y técnico) en la APS. Esto requiere de un mayor nivel de
inversión de recur- sos, dado que la implementación de un box odontológico

es costosa. Esto implica la necesidad de aumentar el pre- supuesto de salud bucodental en Chile.

También es necesario hacer un diagnóstico de las es- pecialidades más demandadas en el nivel secundario y
establecer protocolos de derivación eficiente y oportuna, con el objetivo de mejorar el flujo y disminuir el
cuello de botella que se produce entre el nivel primario y el secundario.

Fortalecer la formación profesional: mejorar la cali- dad de la atención, por medio de la creación de un
perfil de egreso de las carreras de Odontología alineado con el perfil de desempeño que el país necesita y, a
partir de esto, la implementación de un examen odontológi- co nacional obligatorio, además de la
recertificación de especialidades, como medidas que aporten a medir la competencia de los profesionales.
Incluir en el pregrado de las carreras de Odontología las herramientas de sa- lud familiar, la consejería breve
en tabaco y la consejería en lactancia materna.

Otra medida es la incorporación del odontólogo en el equipo de salud infantil, tanto en el programa Chile Cre-
ce Contigo como localmente en los Cesfam o centros de salud, así se puede coordinar un verdadero trabajo en
equipo interprofesional y entregar una mejor calidad de la atención.

Por último, es necesario establecer uniones estratégicas con los centros educacionales para educar sobre TDA
y las medidas inmediatas que es necesario implementar, previo a la derivación, con el objetivo de evitar
secuelas.

Mejorar los sistemas de información: es necesario contar con información pertinente y oportuna sobre el
estado de salud bucal de la población, a través de todo el ciclo vital. Esto permite tener un diagnóstico y,
además, evaluar la efectividad de programas ya implementados. Creemos necesaria la implementación de un
sistema de vigilancia activo a nivel nacional de cáncer y TDA y encuestas poblacionales para caries,
enfermedad perio- dontal y ADM. Para estos últimos, el desafío es definir los indicadores más adecuados para
ello. Además de la incorporación de una perspectiva desde los determinan- tes sociales, de género y de
migrantes en el análisis de los datos.

También es necesario mejorar los registros existentes, de esta manera se podrá contar con indicadores de la
salud oral y evaluación de impacto de programas y de actividades, confiables, de manera oportuna y de fácil
acceso.

Cambios estructurales del medio ambiente: por me- dio del fomento de entornos seguros en los colegios e
instalaciones recreativas. Creemos que es necesario se- guir mejorando la cobertura de la fluoración de agua
potable.

Mecanismos legislativos y regulatorios: tales como el impuesto a los alimentos azucarados y las políticas
que aumenten las zonas libres de humo de tabaco. Es necesaria, además, una mayor fiscalización de medidas
ya existentes. Tal como se describió, ya contamos con variadas estrategias destinadas a favorecer los factores
protectores y disminuir los de riesgo. Sin embargo, aún es necesario implementar una mayor fiscalización
para asegurar el cumplimiento de estas medidas (cinturón, silla, quioscos saludables). Sumado a esto, creemos
que son necesarias otras medidas, tales como el uso de sistemas de retención en el transporte escolar y la
obligatoriedad de áreas libres de tabaco en recintos de educación superior, además de fortalecer la integración
salud y educación, para aumentar las estrategias comu- nitarias de prevención y promoción y para la creación
de un currículo de salud bucal en la educación básica y media.

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