El Estofado Del Lobo
El Estofado Del Lobo
El Estofado Del Lobo
Un día, al lobo le dio antojo de estofado de pollo. Pasó el día en el bosque buscando un pollo apetitoso y
finalmente vio una gallina.
¡Ah! Es justo lo que necesito. El lobo acechó su presa hasta que la tuvo cerca, pero cuando ya la iba a agarrar
se le ocurrió otra idea: “Si hubiera forma de engordar esta ave un poco más, tendría más carne para comer”.
El lobo corrió a casa y se puso a cocinar. Primero hizo cien deliciosos panecillos y por la noche los dejó en la
puerta de la casa de la gallina.
Al día siguiente le llevó un apetitoso pastel, que pesaba más de cien kilos, y relamiéndose decía:
― Come bien, gallinita, ¡ponte gorda y sabrosa para mi estofado!
Por fin llegó la noche que el lobo había estado esperando. Puso una enorme olla al fuego y salió alegremente
a buscar su comida. Por el camino iba pensando: “Esa gallinita debe estar tan gorda como un balón”
Pero apenas se asomó a espiar por el ojo de la cerradura…la puerta se abrió y la gallina cacareó:
― !Ah! ¡Así que era usted, señor Lobo! ― gritó contenta la gallina―. ¡Niños, niños! Los panecillos, las
rosquillas y ese exquisito pastel no eran un regalo del Niño Dios. Los trajo el tío Lobo.
Los pollitos, agradecidos, saltaron sobre el lobo y le dieron cientos de besitos.
― ¡Gracias, gracias, tío Lobo! ¡Eres el mejor cocinero del mundo!
El tío Lobo no comió estofado esa noche, pero Mamá Gallina le preparó una deliciosa cena.
2. ¿Qué era lo que más le gustaba hacer al lobo? 7. Cuál de estos hechos ocurrió primero?