Técnicas de Memorización Verbal

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Técnicas de memorización verbal 

Si no estás seguro de si prefieres las técnicas de memorización verbal o visual,


pregúntate lo siguiente: ¿Prefiero leer instrucciones en vez de que alguien me muestre
cómo se hace algo? ¿Tengo el don de recordar las letras de las canciones o tengo
fluidez con las palabras? Si tus respuestas son afirmativas, es muy probable que
puedas aprovechar mejor las siguientes técnicas para memorización verbal.

1. Fragmentación  
La fragmentación se refiere a una técnica de memoria que consiste en agrupar
elementos para que sea más fácil recordarlos. A pesar de que los teléfonos nos
ayudan muchísimo a recordar cosas (seamos honestos, ¿quién recuerda el número de
teléfono de su pareja hoy en día?), acordarnos de cosas como el número de
Seguro Social o una lista de cosas para comprar puede ser muy útil para la
cotidianeidad.
Si gestionas varios proyectos o equipos que se encuentran en diferentes lugares, la
fragmentación puede resultar una técnica magnífica para memorizarlos a todos y
puede ahorrarte el trabajo de tener que buscar la misma información todo el tiempo.
Separa los lugares por zona, departamento, tamaño del equipo o por la inicial (como
en Miami, Minneapolis, Memphis). No debe haber más de 7 elementos para recordar
(es el número mágico) por sección. Intenta memorizar cuántos elementos hay en cada
categoría y notarás que será mucho más fácil si almacenas la información aplicando la
fragmentación. 

2. Deletreo mnemónico o aliteración


Similar a lo que sucede con la fragmentación, el deletreo mnemónico también es una
herramienta perfecta para recordar listas o grupos. Simplemente hay que usar la
primera letra de cada palabra para crear un acrónimo que sea más sencillo de
recordar que todas las partes enteras. ¿Has oído hablar de los objetivos SMART? Este
acrónimo en inglés facilita muchísimo que uno recuerde cuáles son los pasos: [Specific
(específicos), Measurable (medibles), Attainable (alcanzables), Relevant (relevantes) y
Time-based (de duración limitada)], ¿no? Si trabajas en RR. HH., Logística o
Contabilidad, probablemente ya estés acostumbrado a usar acrónimos; si recuerdas lo
que representan, tu vida será mucho más sencilla.
Si no puedes recordar un acrónimo, intenta con un acróstico. La idea es bastante
similar, pero en vez de usar la primera letra de cada palabra, creas un pequeño verso
como el siguiente:
 A tu lado siempre.
 Sirve para pequeñas y grandes iniciativas.
 Automatiza tu rutina de trabajo.
 No es solo una lista de tareas pendientes.
 Ayuda perfecta para cualquier flujo de trabajo. 
También puedes crear aliteraciones para retener información. En particular, son útiles
cuando quieres recordar nombres y no te es fácil. Si un colega nuevo se presenta con
el nombre de Andrés, es más probable que lo recuerdes la próxima vez que te lo
encuentres en la cafetería si usas una aliteración como “Andrés analítico” o
“Andrés asombroso” después de haberlo conocido, la primera vez. ¡Haz la prueba!
3. Cántalo
Imagínate esto: estás conduciendo, sales del trabajo, te diriges a tu casa y en la radio
escuchas una canción que no has oído en años. Subes el volumen y te pones a
cantar. Recuerdas cada palabra exactamente. Si de vez en cuando te sucede esto es
porque tu memoria almacena la música muy bien.
Puedes aprovechar ese poder que tienes con las letras y las melodías para memorizar
otra información. Inventa un “jingle” o canción en tu cabeza y transforma algo aburrido
y complicado en melodías agradables.
Puede ser muy útil para recordar los números sobre el crecimiento de la empresa con
la idea de presentarlos en una reunión. Nada más trata de no ponerte a cantar en el
medio de una conferencia importante.

4. Rima
La rima puede ser una de las técnicas de memorización más sencillas. Piensa en las
rimas de las canciones de cuna, por ejemplo. Son tan fáciles, incluso los niños muy
pequeños las recuerdan. Puedes usar la rima para recordar el nombre de una persona
en un evento profesional (Romana de Asana) o para asociar el nombre de un producto
con la línea de ese producto. Definitivamente, te servirá para retener mejor la
información.
Tal vez no siempre surja la oportunidad de crear una rima, pero cuando sí se da, será
muy útil y sencillo recordar algo.

5. Técnica de edificación
Tal como lo sugiere el término, con esta técnica puedes edificar en función de los
hechos que ya conoces. Usa asociaciones y conexiones para ampliar los
conocimientos y la especialización sobre algún tema específico. La clave para esta
técnica es no memorizar solamente hechos, sino aprenderlos y conectarlos con
tu red lógica.
Digamos que eres un gerente que selecciona personal y que parte de tu trabajo
consiste en recordar y repetir información sobre la empresa. Por supuesto que puedes
escribir en una hoja los datos y las fechas importantes para poder consultarlos durante
las entrevistas, pero si ya has memorizado esos hechos y puedes recordarlos con
libertad, la situación resultará mucho más natural para ambos, para la persona que
busca trabajo y también para ti. 

6. Repetición  
Repetir algo una y otra vez (también llamado “aprender de memoria”) no solo es
tedioso, sino que además no es efectivo. Tienes que codificar y almacenar toda la
información en tu mente, algo que demanda mucho tiempo. Es el motivo por el cual, la
clave es: la repetición espaciada.
Pierce Howard, psicólogo y autor del libro “The Owner’s Manual for the Brain”,
aconseja que en el caso de los trabajos que demandan mucha dedicación mental
habría que “dejar algo de espacio para permitir que las conexiones neuronales
adquieran solidez”.
La próxima vez que escuches un webinar, toma notas sobre todo lo que quieras
recordar. Deja pasar algo de tiempo después del webinar y ocúpate de otras tareas
antes de volver a leer tus notas. Si repites esta rutina (estudio, trabajo, descanso) y le
dejas a tu cerebro el tiempo suficiente como para codificar y almacenar la información
entre una clase y otra, es mucho más probable que logres recordar lo que te
propongas.

Técnicas para la memorización visual


Si las técnicas de memorización verbal no son para ti, probablemente te inclines por
un aprendizaje visual: relacionas imágenes o fotos y tienes una gran imaginación. Así
que aquí te mostramos algunas técnicas para memorización con las que se utiliza la
visualización para retener información.

7. Narración de historias o asociación


Esta técnica es excelente si tienes una mente creativa y necesitas recordar una lista
larga de elementos. También se llama técnica de asociación porque asocias un
elemento con el siguiente para crear una historia que te servirá para recordar la lista
completa. ¿Qué es lo maravilloso de todo esto? Solamente tienes que recordar el
primer elemento y podrás conectarlo con todos los demás por medio de la asociación.
Recuerda que mientras más exageres con la historia, más fácil será recordarla. El
actor Barry Reitman comparte en un video un ejemplo excelente de cómo aplicar
el método de asociación o de narración de historias para recordar una lista de
acciones pendientes. 

8. Tarjetas de memoria
Escribir puede ser muy útil para visualizar mejor la información. Puedes usar colores
diferentes, títulos y subtítulos para que la información sea más fácil de recordar. Con
las tarjetas de memoria la información se divide en partes más fáciles de recordar. 
Son excelentes para combinarlas con la repetición espaciada. Lo ideal sería usarlas
con mayor frecuencia para estudiar algo difícil o nuevo, que aquello que te resulta fácil
de recordar. Si no te gusta escribir tarjetas en papel, prueba con una aplicación
como Brainscape para estudiar con tarjetas virtuales.
Las tarjetas son una herramienta excelente para preparar, por ejemplo, un discurso de
presentación o uno general. Además, las puedes doblar como si fuesen la mantita de
apego, porque son fáciles de llevar con discreción y resulta muy sencillo buscarlas
cuando te sientes perdido. 

9. Mapas mentales
Los mapas mentales son herramientas excepcionales. No solo son excelentes para
las lluvias de ideas con el equipo, sino que también pueden ser muy útiles para ver
información y recordarla más adelante. 
Puedes usar una plantilla para lluvia de ideas o crear un mapa mental físico en una
pizarra o en papel. Dado que los datos se organizan en secciones (porciones) y
puedes usar colores para agregar más estructura, la retención de estos hechos resulta
más sencilla. También puedes usar la técnica de asociación, recordar qué cosa está
conectado con otra y establecer vínculos mentales.

10. La técnica de loci


Probablemente ya hayas visto a Benedict Cumberbatch aplicar esta técnica en su
representación de Sherlock Holmes para el programa de televisión de la BBC. En el
programa, él la llama palacio mental. Por supuesto que no se ve como una técnica
accesible para cualquiera, sino que parece exclusiva del genio del detective.
Afortunadamente, la técnica de loci o palacio de la memoria es mucho menos
complicada de lo que se muestra en el programa. Se usa mucho para almacenar
información como caras, listas o números y funciona de un modo similar al de la
técnica de narración de historias, pero mediante la vinculación y la asociación.
Piensa en un lugar que conozcas por dentro y por fuera, como tu dormitorio o la
cocina. Visualiza una serie de objetos o la distribución de ese lugar. Piensa en la rutina
que llevas a cabo cuando te vas a dormir o cuando te preparas el café por la mañana.
Después, asocia cada elemento que quieras memorizar con el objeto o el lugar.
Cuando quieras recordar la información, visualiza el espacio (ve a tu palacio de la
memoria) y tráela.
Mientras más uses el método de loci, más fácil será expandir el tamaño del palacio de
la memoria. A la larga, podrás usar el hogar entero para almacenar y recuperar
información.

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