El pasado 14 de abril realizamos una salida de campo con la asignatura de Ecología de la

Restauración, durante la cual visitamos la Charca Suárez y el humedal de Padul. En el

presente informe analizaremos las problemáticas existentes en el humedal de Padul y las
posibles actuaciones que proponemos para restaurar el ecosistema. La Reserva Natural
Concertada “Charca de Suárez” puede servirnos como ejemplo de ecosistema restaurado.

HUMEDAL DE PADUL
El humedal y turberas de Padul es un espacio natural de más de trescientas hectáreas
ubicado en el Parque Natural de Sierra Nevada. Es reconocido internacionalmente como
un humedal de importancia y está protegido por varias figuras legales, como el Convenio
RAMSAR, el Inventario de Humedales de Andalucía y la Zona de Especial Protección
para las Aves (ZEPA). Actúa como una depuradora natural y es una reserva vital de
biodiversidad, especialmente para las aves migratorias. Además, los humedales como este
generan un microclima que ayuda a suavizar las temperaturas, lo que los convierte en
áreas esenciales para combatir el cambio climático. El humedal y turberas de Padul se
encuentra en una cuenca endorreica, formada por procesos geológicos durante el
Terciario, lo que le permite almacenar agua y lo convierte en uno de los pocos humedales
asociados a una fosa tectónica en España.

En el pasado, abarcaba más de quinientas hectáreas, pero fue desecado en los siglos XVIII
y XIX para convertirlo en tierras de cultivo. Actualmente, solo hay alrededor de ochenta
hectáreas cubiertas de agua, principalmente en la laguna del Aguadero. Además, se han
creado canales llamados "madres", que ahora forman un sistema acuático importante. El
humedal de Padul se divide en dos áreas: el carrizo y el sistema acuático. El carrizo
cumple funciones ecológicas esenciales, ya que proporciona hábitat para anidar,
descansar y alimentarse a diversas especies de aves y otros animales. También actúa como
una depuradora natural. En cuanto al sistema acuático, consta de dos lagunas principales:
la Laguna del Aguadero al norte (la más grande) y El Agia al sur (un conjunto de tres
lagunas que varían su régimen hídrico según las precipitaciones). En años lluviosos, la
superficie acuática del humedal puede aumentar significativamente. Finalmente, destaca
la turbera, la cual es la más grande del sur de Europa y se desarrolla sobre el carrizo.
El humedal es notable por su biodiversidad, tanto en términos de fauna como de
vegetación. Numerosas especies de aves anidan en él, mientras que otras lo utilizan como
lugar de descanso y alimentación durante las migraciones, así como para invernar o
dormir. Se estima que hay alrededor de 173 especies de aves en el humedal, incluyendo
31 que son sedentarias. El estudio y seguimiento de estas especies a través del
anillamiento científico ha proporcionado información valiosa sobre su fenología, rutas
migratorias, comportamiento, abundancia y diversidad. Algunas de las especies más
destacadas por su facilidad de observación o importancia incluyen la garza real, el
aguilucho lagunero, el cernícalo vulgar, el ánade real, la gallineta común, la focha común
y la agachadiza común, así como una variedad de pájaros cantores como el pinzón vulgar,
el carricero común y el ruiseñor bastardo, entre otros. A pesar de que está documentado
la cantidad de biodiversidad que hay, en nuestro caso, apenas vimos aves.

Sin embargo, el humedal alberga una amplia gama de animales (no tan sólo aves) con
funciones ecológicas importantes, y los insectos son especialmente relevantes. Además
de desempeñar servicios como la polinización y el control de plagas, los insectos también
contribuyen a la descomposición de la materia orgánica, lo que ayuda a fertilizar el suelo.
Son la base de la cadena trófica y constituyen una fuente de alimento para muchas aves y
otros animales. Algunos grupos de insectos destacados en el humedal incluyen los
odonatos (libélulas y caballitos del diablo), los lepidópteros (mariposas y polillas) y los
coleópteros (escarabajos). Además de los insectos, el humedal alberga otros grupos de
animales interesantes como anfibios, reptiles y mamíferos, como la rana común, el
gallipato, el galápago leproso y la rata de agua. En el pasado, también se encontraba la
nutria, aunque actualmente ha desaparecido de la zona de reproducción. Además, hay
especies interesantes de peces y otros invertebrados presentes en el humedal. La
vegetación desempeña un papel vital en el humedal, y además del carrizo, los bosques de
ribera actúan como corredores biológicos que conectan hábitats y ecosistemas, facilitando
el movimiento de la fauna y manteniendo la diversidad genética de las diferentes
poblaciones.

Problemas:
- Contaminación de agua: por vertidos de aguas residuales (mal uso de la
depuradora) y por los pesticidas utilizados en la agricultura.
 - Especies invasoras: de las más destacadas son la carpa común, el cangrejo rojo
americano y el galápago de Florida.
o Carpa común (Cyprinus carpio): Este pez, al remover el fango de la
laguna, genera turbidez en el agua, impidiendo que la luz solar penetre en
ella
o Cangrejo rojo americano (Procambarus clarkii): ha llevado a la
desaparición del cangrejo de río autóctono (Austropotamobius pallipes)
o Galápago de Florida (Trachemys scripta) está desplazando al galápago
autóctono, el leproso (Mauremys leprosa)
- Pérdida de hábitat: debido a la agricultura, la extracción de turba y a las
construcciones ilegales.
- Cambio climático: provoca sequías más prolongadas e intensas en la región
mediterránea.
- Extracción ilegal de agua: tanto en acequias, charcas como la perforación de pozos
ilegales.

La contaminación del agua y la presencia de la carpa puede contribuir a la eutrofización

que supone un exceso de nutrientes, principalmente fósforo y nitrógeno, que promueve el
crecimiento rápido de comunidades de algas. Esto impide que la luz solar penetre en las
capas más profundas del sistema acuático, inhibiendo la fotosíntesis y generando eventos
de anoxia, lo que resulta en la muerte y descomposición de la flora y fauna acuáticas.

Posibles soluciones:
Una posible solución a los problemas de vertidos y eutrofización sería mejorar la Estación
Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) del municipio de Padul e implementar un
tratamiento terciario adicional. De esta manera, el agua libre de contaminantes llegaría a
las lagunas y "madres", reduciendo considerablemente la problemática. Esto requiere un
gran esfuerzo por parte del ayuntamiento para lograr una mayor implicación por parte de
la Junta de Andalucía en la protección de este espacio. En el caso de los vertidos agrícolas,
sería beneficioso implementar programas de educación ambiental y concienciación, así
como organizar seminarios, charlas y coloquios para fomentar una agricultura más
integrada, ecológica y sostenible.
La problemática de las especies invasoras es más compleja de resolver y requiere la
colaboración de la administración local, el Parque Natural de Sierra Nevada y la Junta de
Andalucía. Una posible solución sería reintroducir la nutria, que habitó en el pasado el
humedal, para controlar la población de ciprínidos y cangrejo rojo americano.

En el caso de los pozos y extracciones ilegales de agua, es necesario el trabajo conjunto

de todas las administraciones. Lo mismo ocurre con las construcciones ilegales, la
extracción de turba y la pérdida de hábitat debido a la agricultura. Programas de educación
ambiental y concienciación dirigidos a los actores involucrados podrían mejorar la
situación, especialmente si se proponen soluciones alternativas y más eficientes en el
consumo y ahorro de agua. En relación a los efectos del cambio climático, es importante
que nos esforcemos por ser consumidores responsables.

EL EJEMPLO DE LA “CHARCA SUÁREZ”

En el siglo XX comenzó la desecación artificial de este extenso humedal para destinarlo
a otros tipos de cultivos, la instalación de fábricas y la construcción de viviendas. La
Gracias a la determinación, coraje, cariño y esfuerzo de un grupo de personas, se logró
no solo rescatar un pequeño fragmento, sino también establecer un referente ejemplar de
reserva natural. Charca Suárez representa el último bastión de un extenso humedal que
estuvo al borde de la extinción. Este espacio se ha convertido en un hogar para una amplia
diversidad de especies, brindando una gran cantidad de servicios y beneficios, al mismo
tiempo que se presenta como una oportunidad para el turismo y una valiosa herramienta
educativa. La Charca de Suárez es un humedal costero, propiedad del Ayuntamiento de
Motril, con una extensión total de 14,65 hectáreas. Es una reserva biológica invaluable
que representa un valioso patrimonio natural.

Es uno de los pocos humedales litorales en Granada que permiten el paso y descanso de
aves antes de cruzar el Mediterráneo durante la migración post-nupcial hacia África, y
también uno de los primeros espacios que encuentran las aves durante la migración pre-
nupcial después de pasar el invierno en África. Además, es un lugar privilegiado para el
invierno, la nidificación de otras aves acuáticas y la reproducción de anfibios. Por lo tanto,
la Charca de Suárez se destaca como uno de los mejores lugares en Granada para la
observación de aves.
En sus lagunas se encuentran hasta 52 de las 92 especies catalogadas en peligro de
extinción en Andalucía, incluyendo la malvasía cabeciblanca, la cerceta pardilla, el porrón
pardo y la focha moruna. Estas aves excepcionales comparten el territorio con otras
especies más comunes, pero igualmente hermosas, como las garcetas, espátulas,
agachadizas, correlimos, chorlitejos e incluso los martines pescadores, que se reconocen
fácilmente por sus colores anaranjados y azules casi metálicos.

El humedal lo maneja el personal de la propia charca, especialmente un jardinero. Llevan

un meticuloso cuidado diario. Una de las diferencias que vemos es que la Charca está
vallada y tiene el acceso restringido (se regula dependiendo de la época del año, por
ejemplo si es época de cría, se
restringen todavía más las visitas).
La biodiversidad que alberga es
impresionante (se ha adjuntado una
imagen que lo representa).