Historia Del Perú
Historia Del Perú
Historia Del Perú
HISTORIA DEL PERÚ
Cronología
Época Prehispánica
(11.000 a.C.-1532)
Lítico (11.000-8000 a.C.)
Conquista
(1532-1572)
Virreinato
(1542-1824)
Independencia
(1780-1824)
República
(1821-actualidad)
Inicio de la República (1821-1836)
Confederación Perú-Boliviana (1836-1839)
Reconstrucción Nacional (1884-1895)
República Aristocrática (1895-1919)
Oncenio de Leguía (1919-1930)
La historia del Perú es la historia del territorio del actual Perú, que abarca
desde los restos más antiguos de ocupación de los humanos hasta nuestros
días. Los primeros grupos humanos llegaron hacia fines de la glaciación
wisconsiense (XI milenio a. C.) como cazadores-recolectores (periodo lítico).
Sus descendientes empezaron a desarrollar la horticultura hacia el VIII milenio
a. C. (periodo arcaico), época en la que también se domesticaron los camélidos
sudamericanos y empezaron a aparecer las primeras aldeas.
El nacimiento de la civilización en el Perú corresponde a la llamada civilización
Caral, cuyo centro más conocido en la actualidad fue la ciudad de Caral, en el
valle de Supe, en la costa central peruana. Esta cultura se desarrolló entre
3200 y 1800 a. C. Es el núcleo civilizatorio más antiguo de las Américas y
contemporáneo de otros grandes centros de irradiación cultural del mundo,
como Sumeria, Egipto, China e India. Es la época en que surgen las primeras
sociedades con arquitectura monumental que tejieron una extensa red
de comercio vinculando productos de la Amazonía y las costas ecuatorianas. A
partir de entonces se dio inicio un escalamiento en la complejidad social y
cultural de los pueblos de la región, que dio nacimiento a las civilizaciones
andinas.
Debilitado el centro de poder de la civilización Caral hacia el 1800 a. C., esta
dio paso a nuevos centros culturales en la costa, al norte y al sur. Surgió
la cultura Cupisnique y posteriormente, hacia el 1200 a. C., la Chavín, un
importante centro que articuló las sociedades agrícolas de su época hasta
el 200 a. C. El templo de Chavín de Huántar fue probablemente un importante
centro ceremonial del Antiguo Perú con una influencia extensa. Tal debió ser la
importancia de chavín, de carácter religioso y cultural, además de política o
militar.
Chavín fue sucedida por los primeros Estados militarizados de Moche al norte
y Nazca al sur, surgidos en paralelo al ascenso de Tiahuanaco en el Altiplano.
Hacia el año 600, surgió en la zona de Ayacucho la cultura Wari, cimentada en
desarrollo de la andenería para el cultivo del maíz, la cual mostró un desarrollo
urbanístico y una notable influencia Nazca y Tiahuanaco. El Imperio Wari se
expandió progresivamente por los Andes hasta Cajamarca, al norte. Se trata
del primer imperio panandino del que se tiene certeza de su existencia, cuyo
centro estuvo en la ciudad de Huari.
Hacia el año 1000, el poder político de los wari se fraccionó, dando origen
varios estados centralistas como Lambayeque y Chimú en el norte,
y Chincha en el sur.
En 1438, el Imperio incaico inició su expansión hasta dominar, a comienzos del
siglo XVI, a más de 200 naciones andinas, abarcando el territorio más extenso
en el hemisferio occidental. La civilización incaica fue la síntesis de todas
las culturas preincaicas. Los incas adoptaron y desarrollaron todas las
manifestaciones culturales de los pueblos que dominaron. Su mérito principal
fue crear un Estado imperial cuyo fin era la unificación del mundo andino, pero
cuya consolidación definitiva se vio truncada por la invasión española.
En 1532, empezó la conquista del Tahuantinsuyo, por obra de
los conquistadores españoles conducidos por Francisco Pizarro, que contaron
con el apoyo valioso de muchas naciones sometidas por los incas, como
los huancas, los chachapoyas y los cañaris. Esta guerra de conquista finalizó
en 1572, con la captura y ejecución del último de los Incas de
Vilcabamba, Túpac Amaru I.
Luego de las guerras civiles entre conquistadores, se dio el definitivo
establecimiento del Virreinato del Perú, cuyo organizador fue el virrey Francisco
de Toledo. La llegada de los europeos y la era virreinal significó la introducción
de la Iglesia católica y un intenso mestizaje entre españoles, indígenas y
negros trasladados en calidad de esclavos desde África. Durante el siglo XVII, la
explotación minera dominó la economía mercantilista del virreinato,
especialmente alrededor de Potosí.
La implementación de las agresivas Reformas Borbónicas en el
siglo XVIII fomentaron sucesivas rebeliones que desembocaron en la
violenta rebelión de Túpac Amaru II (1780-1781). La invasión francesa en
España fomentó las ideas libertarias en el Perú, que declaró
su Independencia en 1821, pero se consolidó tres años después en la batalla
de Ayacucho en 1824 con la ayuda de los movimientos libertadores del sur y
del norte.
El inicio de la República del Perú está marcado por la instalación del primer
Congreso Constituyente del Perú en 1822. Las primeras décadas de la
República se caracterizaron por el predominio del militarismo en la escena
política. Entre 1836 y 1839 el Perú estuvo unido con Bolivia a través de
la Confederación Perú-Boliviana, entidad política que sucumbió ante la
reacción de peruanos nacionalistas apoyados por Chile.
Entre los años 1840 y 1860 se produjo el boom guanero, que supo capitalizar el
presidente Ramón Castilla, iniciando la modernización del Estado y las grandes
obras públicas. Luego de una victoriosa guerra con España (1865-1866),
sobrevino una severa crisis económica, que derivó en el desarme de la nación,
que fue aprovechada por Chile para desatar la guerra del Pacífico (1879-1883),
en su ambición por apoderarse de las riquezas guaneras y salitreras del sur
peruano. Esta guerra ha sido la mayor catástrofe bélica que ha sufrido el Perú
a lo largo de su historia republicana.
Finalizada la guerra con Chile, empezó la Reconstrucción Nacional,
resurgiendo el militarismo en la vida política, hasta 1895, cuando, tras el triunfo
de la revolución de Nicolás de Piérola, se inició una etapa de predominancia
civil, llamada la República Aristocrática (1895-1919). Esta etapa se caracterizó
por el predominio del capitalismo inglés y el impulso a las exportaciones
agroindustriales (azúcar, algodón) y a la extracción del caucho.
Otro caudillo civil, Augusto Leguía, inició la etapa conocida como
el Oncenio (1919-1930). El gobierno de Leguía, tachado de dictatorial y
corrupto, y de estar sometido a los intereses de los Estados Unidos, tuvo sin
embargo la virtud de emprender la modernización del país y de resolver los
litigios territoriales con Colombia y Chile. El litigio con Ecuador se solucionó tras
la guerra del 41 y la firma del Protocolo de Río de Janeiro en 1942.
Luego del Oncenio, sobrevino una etapa de crisis política, social y económica,
caracterizada por gobiernos militares y civiles que se intercalaron a lo largo de
cincuenta años. Surgieron nuevos partidos como el Apra y el Partido
Comunista Peruano, que centraron sus reclamos en el cambio de las
estructuras socioeconómicas.
El Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada de 1968 a 1980, fue un
intento de cambiar los viejos moldes de la sociedad peruana y en muchos
sentidos lo logró; no obstante, fracasó en el aspecto económico. Los gobiernos
populistas de la década de 1980 (Fernando Belaúnde Terry y Alan García) no
hicieron sino agravar la crisis económica y no supieron contener el embate
del terrorismo de extrema izquierda.
El gobierno de Alberto Fujimori (1990-2000) afrontó la crítica situación
orientando la economía del país al neoliberalismo y derrotando al terrorismo,
aunque cayendo en el autoritarismo y la corrupción. A partir de 2001 se inició
un nuevo periodo de continuidad democrática, que se caracteriza por ser
políticamente inestable.
División tradicional[editar]
Tradicionalmente, la historia del Perú ha sido dividida de la siguiente manera:
Periodo Lítico[editar]
Artículo principal: Periodo Lítico andino
Antiguo Perú[editar]
Artículo principal: Civilizaciones andinas
Arcaico o Precerámico Tardío[editar]
Artículo principal: Precerámico Tardío
Cabeza clava en su ubicación original, uno de los muros del Templo Nuevo de Chavín.
Conquista española[editar]
Artículo principal: Conquista del Imperio incaico
Primera fase: captura de Atahualpa (1532)[editar]
Artículo principal: Captura de Atahualpa
El saqueo de Coricancha (Templo del Sol del Cuzco), por parte de los conquistadores españoles.
Cuadro del pintor peruano Teófilo Castillo.
Los españoles, con ayuda de los grupos étnicos opuestos a la dominación inca
o simplemente opuestos a que Atahualpa fuera el gobernante en lugar de
Huáscar, recorrieron el imperio hacia el sur, utilizando los magníficos caminos
incaicos, siendo recibidos entusiastamente por los huancas en la ciudad
de Hatun Xauxa. Tras enfrentarse con éxito a las tropas atahualpistas,
arribaron al Cuzco el 15 de noviembre de 1533, ciudad que capturaron y a la
que sometieron al pillaje.57 Luego impusieron a Manco Inca (hijo de Huayna
Cápac y uno de los pocos sobrevivientes de la matanza perpetrada por los
atahualpistas) como nuevo gobernante de un imperio ya desmembrado.58 Esta
inicial alianza de Manco Inca y otros nobles cuzqueños con los españoles, se
entiende debido a que, probablemente, creyeron que estos eran un grupo
étnico más llegado desde tierras lejanas y que a la larga los podrían someter
cuando ya no los necesitaran. Esta élite no tenía forma de saber que a la larga
el juego de favores con estos primeros invasores se les escaparía de las
manos con la llegada de más españoles, por la desconfianza que se originaría
entre ellos y de su falta de unión frente a una fuerza extranjera.
Tercera fase: rebelión de Manco Inca (1536-1538)[editar]
Efectivamente, Manco Inca no tardó en enfrentarse a los españoles al darse
cuenta de las verdaderas intenciones de estos extranjeros, muy ávidos de
metales preciosos e inclinados a cometer villanías y a faltar la palabra
empeñada. Así, en 1536 puso sitio al Cuzco, cercando a un grupo de
españoles y sus aliados indígenas, y a la vez envió parte de su ejército, al
mando de Quizu Yupanqui, a sitiar la recientemente fundada población
española de Lima, además de enviar una expedición "de castigo" contra los
huancas por su "traición" al imperio. Tras meses de asedio, los españoles y sus
aliados rompieron el cerco del Cuzco y tras tomar la fortaleza o templo
de Saqsayhuamán recuperaron el control de la ciudad. Los ejércitos del inca
que atacaban Lima, también se desbandaron (1538).59
De todos modos, la rebelión de Manco Inca constituyó una verdadera guerra de
reconquista incaica, en la que perecieron unos dos mil españoles y muchos
miles de indígenas de uno y otro bando, lo que prueba fehacientemente que la
conquista española no había finalizado en Cajamarca en 1532. Hasta
mediados del siglo XX, era tópico común sostener que los españoles, pese a su
inferioridad numérica, habían triunfado gracias a su superioridad técnica, al uso
de las armas de hierro y de los caballos o por el auxilio divino, pero este mito
fue desmontado por el historiador peruano Juan José Vega,60 quien resaltó el
importante papel cumplido por las etnias dominadas por los incas, como los
huancas, los chachapoyas, los cañaris, quienes apoyaron en masa a los
conquistadores españoles, siendo en realidad los verdaderos artífices de la
victoria española.
Incas de Vilcabamba (1538-1572)[editar]
Artículo principal: Incas de Vilcabamba
Túpac Amaru I, el último de los Incas de Vilcabamba, ejecutado en la Plaza de Armas del Cuzco el
24 de septiembre de 1572.
Virreinato[editar]
Artículo principal: Historia del Virreinato del Perú
Máxima extensión del Virreinato del Perú a mediados del siglo XVI (verde claro) y su extensión final a
inicios del siglo XIX (verde oscuro).
Ilustración del siglo XVIII que representa la decapitación de Gonzalo Pizarro, jefe de la rebelión de los
encomenderos de 1544.
Francisco Álvarez de Toledo, Virrey del Perú, fue el gran ordenador y organizador del virreinato.
Independencia[editar]
Artículo principal: Independencia del Perú
Cortes de Cádiz (1812)[editar]
En 1808, Napoleón Bonaparte invadió la Península ibérica y tomó como rehén
al rey, Fernando VII de España. En 1810 tras la invasión y usurpación del trono
de España por parte de Napoleón, las colonias americanas establecieron juntas
de gobierno, leales a la monarquía, que a la larga no fueron sino el primer paso
a la independencia, debido al cambio político al régimen liberal en España.
Más tarde, en 1812, las Cortes de Cádiz, la asamblea legislativa nacional de
España, promulgaron la Constitución española de 1812.
Rebeliones criollas del siglo XIX[editar]
En el Perú, el virrey José Fernando de Abascal deshizo uno por uno los
intentos independentistas que iban surgiendo en el territorio de su virreinato:
Simón Bolívar, militar y político venezolano, quién dirigió la parte final de la independencia del Perú.
República (siglo XIX)[editar]
Artículo principal: Historia republicana del Perú
Oficialmente, la historia del Perú independiente empieza el 28 de julio de 1821,
día en el que el general rioplatense José de San Martín, jefe de la Expedición
Libertadora, proclamó la independencia del Perú en Lima, la capital del
entonces Virreinato del Perú. Pero para el historiador Jorge Basadre el punto
de partida del nacimiento de la República del Perú es la instalación del Primer
Congreso Constituyente del Perú, el 20 de septiembre de 1822.104
Inicio de la República y el primer militarismo (1824-1836)
[editar]
Artículo principal: Historia del Perú entre 1821 y 1842
Agustín Gamarra, presidente del Perú (1829-1833 y 1839-1841).
Retrato del mariscal Andrés Avelino Cáceres, dos veces presidente del Perú (1886-1890 y 1894-
1895).
República (siglo XX)[editar]
La República Aristocrática (1895-1919)[editar]
Artículo principal: República Aristocrática
Nicolás de Piérola, presidente constitucional del Perú de 1895 a 1899. Años atrás, durante la Guerra
de Pacífico, había sido dictador (1879-1881).
El gobierno constitucional de Piérola (1895-1899) reorganizó el Estado peruano
y saneó las finanzas públicas, impulsando el ahorro, la bancarización y la
industria, y combatiendo la corrupción. Se incrementó el empleo y una nueva
era de prosperidad empezó para el Estado. Es la llamada República
Aristocrática (más exactamente, oligárquica), donde miembros de la élite
social gobernarían desde 1899 hasta 1919 en paz y con crecimiento
económico. Las principales fuerzas políticas eran el Partido Demócrata o
pierolista y Partido Civil o civilista. Este último fue el que ejerció el predominio,
a partir de 1903. Otras fuerzas políticas importantes fueron el Partido
Constitucional o cacerista y el Partido Liberal de Augusto Durand. Los
gobiernos llegaron al poder vía elecciones democráticas, a excepción del
periodo de Óscar R. Benavides (1914-1915), que fue fruto de un golpe militar.
Después de Piérola, los presidentes que se sucedieron fueron los siguientes:
José Pardo y Barreda, del Partido Civil, fue presidente del Perú en dos ocasiones (1904-1908 y
1915-1919).
José Pardo y Barreda (primer gobierno, 1904-1908), hijo del
fundador del Partido Civil, Manuel Pardo, que encabezaba una
nueva generación de civilistas con anhelos renovadores. Reformó la
educación pública, fomentó la cultura e inició la legislación social. Se
preocupó también por defensa nacional, repotenciando al Ejército y
la Marina. En el aspecto internacional enfrentó conflictos limítrofes
con Colombia, Ecuador y Bolivia. Pero el problema que más
demandaba entonces la atención de la Cancillería peruana era el
enfrentado con Chile, país que retenía ilegalmente las provincias
peruanas de Tacna y Arica.
Augusto B. Leguía (primer gobierno, 1908-1912), civilista y
exministro de Hacienda, acabó por separarse del Partido Civil para
formar su propio grupo político. Enfrentó problemas limítrofes con los
cinco países vecinos, de los cuales solo logró solucionar
definitivamente aquellos que mantenía con Brasil (Tratado Velarde-
Río Branco) y Bolivia (Tratado Polo-Bustamante). Con Ecuador hubo
un conato de conflicto en 1910, con Colombia se libró el conflicto de
La Pedrera (1911) y con Chile se rompieron las relaciones
diplomáticas, ante el recrudecimiento de la brutal política de
chilenización en Tacna y Arica. En el orden interno, Leguía afrontó
también mucha perturbación. Enfrentó con valentía una intentona
golpista promovida por Carlos de Piérola, hermano de Nicolás de
Piérola, y dos de los hijos de este (29 de mayo de 1909).
Guillermo Billinghurst (1912-1912), exalcalde de Lima y expierolista,
que irrumpió arrolladoramente como candidato presidencial y fue
elegido por el Congreso de la República. Se propuso favorecer a la
clase obrera, lo que le ganó la animadversión de la oligarquía.
Mantuvo una pugna tenaz con el Congreso, dominado por los
civilistas y leguiístas, sus adversarios políticos. Planeó entonces
disolver el parlamento y convocar al pueblo para realizar reformas
constitucionales, lo que provocó un complot orquestado por la
oligarquía y los militares, que culminó con su derrocamiento el 4 de
febrero de 1914.
Óscar R. Benavides (1914-1915), coronel del ejército peruano, que
encabezó el golpe de Estado contra Billinghurst, asumiendo el poder,
primero a la cabeza de una Junta de Gobierno y luego como
presidente provisorio designado por el Congreso. Enfrentó el
problema monetario y se comprometió a restaurar el orden legal,
convocando a elecciones.
José Pardo y Barreda (segundo gobierno, 1915-1919), triunfó en las
elecciones de 1915, retornando así el Partido Civil al poder. Este
segundo gobierno se caracterizó por la violencia política y social,
síntoma del agotamiento del civilismo y de la crisis mundial.
Los movimientos sociales se organizaron notablemente en estos años. La
lucha por la jornada de las ocho horas laborales (importante conquista social
que fue aprobado por Pardo en 1919) y las poco conocidas revueltas
campesinas en la sierra sur del país (ocasionada por los abusos de las grandes
haciendas) generaron una activa vida política. Todo ello preparó el camino para
la interrupción de la democracia mediante un golpe de Estado que promovió el
expresidente Augusto B. Leguía, el principal candidato en las elecciones de
1919, bajo la excusa que el gobierno tramaba desconocer su triunfo.
El Oncenio de Leguía (1919-1930)[editar]
Artículo principal: Oncenio de Leguía
Augusto B. Leguia, presidente del Perú en dos ocasiones (1908-1912 y 1919-1930), este último se
conoce como el "Oncenio", debido que albergó once años de gobierno.
Benavides asumió así, por segunda vez, la presidencia (la primera había sido
en 1914-1915). Su primera tarea fue buscar el fin del conflicto con Colombia,
país con el que se llegó a un acuerdo de paz en mayo de 1934, previo
compromiso del Perú de respetar el Tratado Salomón-Lozano.153 En el aspecto
interno, Benavides dio la Ley de Amnistía General, que favoreció a los apristas
y a otros perseguidos políticos. Pero esta apertura duraría poco tiempo y poco
después se reinició la persecución contra los apristas. Estos respondieron con
atentados. El 15 de mayo de 1935 ocurrió el asesinato del director del diario El
Comercio, Antonio Miró Quesada de la Guerra, y el de su esposa, a manos de
un militante aprista. La represión recrudeció.154 Tanto el Partido Aprista como el
Comunista fueron proscritos por ley, por ser partidos «internacionales», de
acuerdo a una controvertida interpretación de un artículo constitucional.
Como su período debía culminar en 1936, Benavides convocó a elecciones en
las que el candidato favorito era Luis Antonio Eguiguren; pero estas elecciones
fueron anuladas por el Jurado Nacional de Elecciones, con el argumento de
que los votos de los apristas favorecían a Eguiguren, y por tanto, eran ilegales
por provenir de un partido proscrito. Consultado el Congreso, este decidió que
Benavides extendiera su mandato por tres años más, hasta 1939, y por
añadidura le cedió la facultad de legislar. Acto seguido, el Congreso se
disolvió.155
Bajo el lema de «orden, paz y progreso», Benavides gobernó apoyado por la
alta finanza y las Fuerzas Armadas. Logró superar la crisis económica, mejoró
notablemente el aspecto financiero, especialmente en lo relacionado con la
banca y la captación de impuestos, aplicándose algunos proyectos que había
dejado la misión Kemmerer en 1931. El país comenzó a entrar a un período de
prosperidad debido a las exportaciones, especialmente agrícolas y mineras. Se
realizaron grandes obras de modernización en la capital, la inauguración de las
nuevas sedes de los tres poderes del Estado (Palacio de Gobierno, Congreso y
Palacio de Justicia), así como obras de saneamiento en diversas ciudades. Se
culminaron varias obras de irrigación iniciadas por Leguía, se construyeron
barrios y comedores para los trabajadores y sus familias, se instituyó el Seguro
Social Obligatorio para Obreros, se inició la construcción del Hospital Obrero
(hoy Guillermo Almenara), entre otras obras de tipo social.156
Sin embargo, en el último tramo del gobierno de Benavides se hizo notorio el
hastío de la población. El 19 de febrero de 1939, aprovechando que Benavides
se hallaba ausente de Lima, ocurrió la intentona golpista del general Antonio
Rodríguez Ramírez, quien llegó a ocupar Palacio de Gobierno, pero finalmente
sucumbió ametrallado por la guardia de asalto.157 Viendo pues, que su
popularidad empezaba a menguar, Benavides decidió convocar a elecciones.
Pero antes convocó a un plebiscito, que se realizó el 18 de junio de 1939, y por
el cual se aprobaron importantes reformas constitucionales para robustecer el
Poder Ejecutivo en desmedro del Legislativo.158
Las elecciones generales se realizaron el 22 de octubre de 1939. El candidato
del gobierno, el banquero Manuel Prado Ugarteche (hijo del presidente Mariano
Ignacio Prado), ganó con facilidad a su contrincante, el abogado José Quesada
Larrea. Se habló de fraude electoral.159.160
La Primavera Democrática y las democracias endebles (1939-
1948)[editar]
Manuel Prado Ugarteche, presidente constitucional del Perú en dos períodos: 1939-1945 y 1956-
1962.
Juan Velasco Alvarado, dirigió y ejecutó el golpe de Estado del 3 de octubre de 1968 que derrocó
a Fernando Belaúnde y le permitió ejercer el poder absoluto hasta 1975 durante el llamado Gobierno
Revolucionario de la Fuerza Armada.
República (siglo XXI)[editar]
La república empresarial y transición a la democracia (2000-
2016)[editar]
Artículos principales: Corrupción en el Perú y Caso Odebrecht en Perú.
Alan García y Alejandro Toledo presidentes del Perú en sus respectivos periodos.