Principios Bautistas
Principios Bautistas
Principios Bautistas
PRINCIPIO CRISTOLÓGICO
El Señorío de Cristo
Ahora bien algunas de las implicaciones prácticas de este principio son las
siguientes:
El Discipulado.
El cristianismo es una experiencia personal de primera mano que consiste en
conocer a una persona: JESUS, y dejarse trasformar por él (Jn. 1:35-42)
siguiéndole, imitándole y compartiéndole con otros cotidianamente (Lc. 9:23).
La Ética Cristiana
El buen comportamiento de los creyentes cristianos bautistas no debe ser el
resultado de la aceptación de un conjunto de reglas y normas (prohibiciones y
mandatos), sino más bien el resultado del sometimiento de la voluntad a la
Soberanía del Señor. Hay una gran diferencia entre portarse bien para estar con
Jesús y portarse bien porque se está con Jesús. Hay creyentes religiosos y
legalistas que viven una ética fría y costumbrista; se enorgullece de las muchas
cosas malas que han dejado de hacer porque se han sometido a preceptos a través
de una disciplina férrea y han conseguido vidas “intachables”. Sin embargo, se
encuentran tan lejos de Cristo al Señor como cerca de los fariseos.
La Economía Cristiana
El cristiano bautista sabe que no es dueño de nada, puesto que todo lo que es,
sabe y tiene le pertenecen al Soberano Señor y debe usarlo para Él (1ª Pedro
4:10).
La Ecología Cristiana
El cristiano bautista entiende su relación con la creación en tanto que reconoce a
Jesús, su Rey, como Creador de todo cuanto existe (Salmo 24:1).
Así pues, este principio fundamental que emana de Biblia y que da identidad a
nuestra iglesia debe ser entendido, reflexionado, enseñado una y otra vez a cada
convertido y cumplir así la demanda bíblica. “Para que si me tardo, sepas cómo te
conviene conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios vivo, columna y
fundamento de la verdad” 1ª Tim. 3:15.
PRINCIPIO BÍBLICO
Reconocemos la autoridad de las escrituras que son la voz de Jesús y esto está
directamente relacionado con el principio del Señorío de Cristo. Entendemos que
Dios se reveló a los hombres en forma progresiva, es decir, se dio a conocer; dio a
conocer su carácter, su naturaleza, sus planes y propósitos a la humanidad en
forma dosificada, paulatina, culminando dicha revelación en “La Encarnación”, Se
hizo hombre para que le conociéramos; el registro de todo este proceso de Dios
revelándosenos se encuentra, para bendición de nosotros, escrito en la Biblia.
Razón por la cual entendemos que: el Nuevo Testamento se interpreta
históricamente a la luz del Antiguo Testamento, pero el Antiguo Testamento se
interpreta teológicamente a la luz del Nuevo.
La revelación contenida en El Nuevo Testamento es superior y esa es la razón
por la que nuestra fe y nuestro parámetro para vivir la vida cristiana se encuentra
fundamentado mayormente en el Nuevo Testamento. (2ª Tim. 3:16; Heb. 1:1-3,
4:12; 1ª Pedro 1:19-21).
Ahora bien, alguna de las implicaciones prácticas de este principio son las
siguientes:
La Predicación Bíblica.
Este principio nos urge a compartir la Biblia en todos los niveles. A los
predicadores este principio les demanda la predicación expositiva (una predicación
que emana de un estudio serio y profundo de la Biblia). Las predicaciones
moralistas, filosófica, psicológica y científica que rodean el extraordinario mensaje
de las escritura están fuera de las expectativas que este principio nos presenta.
Capacitación Hermenéutica Para los Laicos
Este principio demanda que la enseñanza de las herramientas para el estudio y
aplicación efectiva de la escritura sea llevada hasta los miembros generales de la
iglesia de modo que las convicciones de los creyentes no sólo sean la aceptación
sumisa de las convicciones de un líder, sino que lleguen a ser convicciones que
emanen de estudio personal.
PRINCIPIO ECLESIÁSTICO
Por lo tanto, creemos que “La Iglesia local” es la expresión concreta del plan que
Nuestro Señor Jesucristo tuvo al establecer su reino en la tierra, un reino que se
extiende a través del surgimiento de Iglesias Locales, o congregaciones que en
determinada localidad esparcen el mensaje salvador del evangelio (Hch. 2:43,
16:15).
Ahora bien, algunas de las implicaciones prácticas de este principio son las
siguientes:
También creemos que la orden de Dios es que obedezcamos y que oremos por
los gobernantes (Mt. 22:21; Tito 3:1; 1ª Pedro 2:13-17)
Ahora bien, algunas de las implicaciones prácticas de este principio son las
siguientes:
Ciudadanía Ejemplar
Como ya dijimos antes, y citamos algunos textos para ello, creemos que los
creyentes bautistas deben ser ciudadanos ejemplares, cumpliendo las disposiciones
de justicia, de trabajo, de orden y de interacción social en busca del bien de la
sociedad a la que pertenecemos.
Lealtad al Reino de Cristo
Sin embargo, la lealtad al Estado tiene un límite, y como cristianos bautistas
estamos dispuestos a mantenernos fieles a los decretos divinos expresados en su
palabra aún cuando esto signifique desobedecer a las disposiciones del Estado (Hch.
4:19; Dan. 6).
EL PRINCIPIO ESPÍRITUAL
La libertad religiosa
Todas las demandas que de Dios se nos expresan en el Nuevo Testamento son
demandas que deben ser consideradas por la voluntad del ser humano. Es decir,
son demandas que se pueden obedecer o desobedecer, respetando de esta manera
la libertad de conciencia de todo hombre o mujer. (Gál. 6:10, Ef. 4:1).
Está claro entonces que este principio bíblico fundamental que creemos los
bautistas corre a lo largo y ancho de la escritura, por lo que respetarlo es de lo más
importante.
Ahora bien, algunas de las implicaciones prácticas de este principio son las
siguientes:
Este principio, que es el último, debería ser el que en la práctica más nos
caracterizara, y puede definirse en los siguientes conceptos:
Cada cristiano bautista, un misionero.
Cada miembro de nuestra iglesia, un evangelista.
Cada iglesia bautista, una iglesia misionera, una iglesia que se reproduce en
nuevas iglesias. La obra misionera y el evangelismo que expresa La Gran
Comisión (Mt. 28:18-20) es la pasión de los bautistas. Creemos en un Dios
misionero y somos un pueblo misionero.
Ahora bien, algunas de las implicaciones prácticas de este principio son las
siguientes:
Estilo de Vida
Los bautistas creemos que el evangelismo es un estilo de vida y no solo una
estrategia específica de un tiempo determinado (Jn. 7:38). Nuestra vida es un
evangelio que se comunica a los que nos rodean.
Apoyo Denominacional
“... hasta lo último de la tierra” (Hch. 1:8) es una misión que demanda de
nosotros el unirnos en apoyo económico para responder eficientemente a este
desafío de nuestro Rey y Señor. Por lo tanto, los cristianos bautistas diezman y las
iglesias bautistas aportan a su vez de sus recursos a las entidades
denominacionales (Convenciones Regionales, Convención Nacional, Alianza
Mundial) para realizar la obra misionera en gran escala, que sería difícil realizar
como iglesias locales solitarias.