KORNBLIT SUSTAS La Sexualidad Va Capitulo 8
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son exclusivamente didácticos. Prohibida su reproducción parcial o total sin permiso escrito de la editorial correspondiente.
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CAPÍTULO 8
Situaciones de abuso y coerción sexual:
las experiencias de los jóvenes
Este material es para uso de los estudiantes de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines
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ANA LÍA KORNBLIT, SEBASTIÁN EZEQUIEL SUSTAS SITUACIONES DE ABUSO Y COERCIÓN SEXUAL
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Conocimiento de alguien que sufrió abuso sexual según sexo y estrato social de victimización relacionado con la situación de abuso sexual. En todos ellos
(en %)
aparece la obligación de mantener el secreto (Redondo Figueroa y Ortiz
Edad Sexo Estrato Otero, 2005). Sin embargo, frente a la pregunta acerca de si el encuestado
Total sabe si la víctima ha podido hablar de esta situación, más allá de que, sí
13 a 16 17 y más Masc. Fem. Bajo Medio sabe que sucedió, es probable que la víctima se lo haya relatado, el 61%
responde afirmativamente.
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Sexo del perpetrador. Casi dos tercios de la muestra afirma que el sexo del
perpetrador era el masculino. No obstante, hay que señalar que cerca de
Posibilidad de contar la situación de abuso sexual infantil. Especialistas en un cuarto de la muestra señala que se trató de una mujer, situación esta
el tema han observado pautas más o menos similares en cuanto ni proceso última que en general permanece invisibilizada en mayor medida que el
acto cometido por un varón.
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nas con algún grado de experiencia previa, como sostienen los autores de la
teoría de los scripts o guiones sexuales (Simon y Gagnon, 1984, 1987). Esta
teoría investiga el uso de guiones o esquemas sexuales en tanto ellos guían
Medio
14
74
11
1
2.026
las interacciones que se producen en una pareja, los cuales reproducen en
Estrato
mayor o menor grado las normas sexuales que existen en el grupo social
del que ella forma parte.
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16
72
11
1
1.400
Bajo
Asimismo, el porcentaje bastante más alto de las mujeres que afirman
que se iniciaron con personas más grandes (67% mujeres, 41% varones)
muestra la vigencia entre los jóvenes del rol masculino en cuanto a tener
Fem.
82
1
1.860
que llevar la delantera en el plano de la experiencia sexual.
Sexo
Entre los que contestaron haberse iniciado con personas mucho mayores,
Masc.
22
63
14
1
1.726
iniciaron con trabajadoras sexuales y, para mujeres (4,6%), los casos en
que la iniciación se dio por coerción sexual. Específicamente, en relación con
13 a 16 17 y más
15
74
10
1
1.971
sonas mucho más grandes que ellos afirman que se trató de una situación
de coerción: “Yo no estaba muy seguro, pero me terminaron convenciendo
Edad
con alguna presión (abandonarme, contárselo a otras personas, burlarse,
etc.”) y “Yo no quería, fue por la fuerza y/o bajo amenaza”.
15
72
12
1
1.406
Hay que señalar en apoyo de esta hipótesis que un tercio de los jóvenes
que se iniciaron con personas mucho mayores que ellos contestan que se
trataba de alguien a quien no conocían en absoluto.
15
73
11
1
Total
3.586
Asimismo, encontramos una cierta relación entre la edad de inicio sexual
y la edad de la pareja con quien se inician. Cuanto más precoz es el inicio
sexual, mayor es la edad de la pareja; a medida que aumenta la edad de
NS/NC
Carácter de la primera relación sexual. La motivación para el inicio sexual
muestra también diferencias entre los sexos: el 71% de los varones contestan
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que tuvieron esa primera relación “porque tenían ganas”, mientras que esta
respuesta es dada por el 49% de las mujeres. En este aspecto existe también
una diferencia entre los estratos: los jóvenes del estrato medio contestan de
Medio
62
34
1
2.026
este modo en un porcentaje más alto que los jóvenes de los estratos bajos.
Estrato
Existe un tercio de los encuestados que responde de modos que pueden
categorizarse como experiencias de coerción sexual, en diferentes grados:
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57
38
1
1.400
Bajo
“no estaba muy seguro pero finalmente me decidí a tenerla” (35%); “yo no
estaba muy seguro/a, pero me terminaron convenciendo con alguna pre-
sión (abandonarme, contárselo a otras personas, burlarse, etc.)” (3%); “yo
Fem.
49
45
1
1.860
Motivaciones de la primera relación sexual según sexo y estrato social (en %)
no quería, fue por la fuerza” (1%: 32 casos). La primera de las respuestas
mencionadas: “no estar seguro/a y decidirse luego”, si bien está más aleja-
Sexo
da de la coerción, puede decirse que depende de la situación, es decir que
Masc.
71
25
1
1.726
existieron ciertas circunstancias que apresuraron la decisión.
En todos los casos el porcentaje de mujeres que responden haber sufrido
algún grado de coerción es considerablemente mayor que el de los varones.
17 y más
63
33
1
1.971
En la situación más extrema: “fue por la fuerza”, responden de este modo
12 varones y 20 mujeres.
Edad
Estos resultados coinciden con los encontrados en estudios anteriores
realizados por nuestro equipo de trabajo (Mendes Diz, Kornblit y Adazsko,
13 a 16
55
40
1
1.406
2008) (43 casos en una muestra de jóvenes equiparable a la de la inves-
tigación actual) y por otros equipos. En una investigación realizada por
Marta Schufer y Silvia Necchi (1996) en el AMBA se encontró que un 1,5% de
60
35
1
Total
3.586
adolescentes se había iniciado a través de una violación y que un 3% había
tenido su primera relación sexual por “insistencia” de la pareja. En cambio,
las cifras de coerción sexual encontradas en los estudios realizados por Edith
a tenerla
Geldstein, Calandra y Vázquez (2001), por su parte, señalan que la ma-
NS/NC
yoría de las jóvenes que reconocieron haber sufrido coerción en su primera
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relación sexual vivían un clima de desintegración familiar y provenía de • Casi dos tercios de la muestra afirma que el sexo del perpetrador era el
hogares con escasa contención y cuidado; incluso, en la mitad de los casos masculino. No obstante, hay que señalar que cerca de un cuarto de la
habían sufrido algún episodio de abuso sexual en su infancia. muestra señala que se trató de una mujer.
En cuanto a la fuente percibida de presión para comenzar a mantener • La violencia explícita supera con creces las tácticas de seducción como
relaciones sexuales, el 12% de la muestra afirma que se sintieron presio- estrategia para mantener la situación de abuso.
nados por sus amigos en este sentido. Este porcentaje es algo mayor entre • En relación con el inicio sexual, la persona con la que se iniciaron era en
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los más chicos, entre los varones y entre los que pertenecen al estrato so- el 61% de los casos mayor. De estos casos, el 6% afirma que era mucho
cioeconómico bajo. mayor.
En relación con la motivación que guía la primera relación sexual, las • El porcentaje de mujeres que responden haber sufrido algún grado de
respuestas mayoritarias son la “atracción sexual” (36%) y el “amor” (55%). coerción en la primera relación sexual es considerablemente mayor que
Se reitera en estas respuestas la marcada diferencia entre varones y muje- el de los varones.
res que señalamos previamente: más de la mitad de los varones contestan • Las mujeres duplican a los varones en cuanto a reconocer el “amor”
que la atracción sexual fue la principal motivación en su primera relación, como motivación para el inicio sexual, lo que puede estar en la base de
mientras que las mujeres contestan de este modo en un 18%. En cambio la mayor proporción de situaciones de coerción social que han sufrido en
el “amor” es la respuesta dada por más de los dos tercios de las mujeres, su inicio sexual. Los varones, en cambio, reconocen en mayor proporción
contra menos de un tercio de los varones que contestan de este modo. la atracción sexual como motivación para concretar la primera relación
Es importante señalar también que el 2,5% de los varones (43 casos) sexual.
el 0,7% de las mujeres (12 casos) responden que se iniciaron por algún tipo
de transacción de dinero u otro bien. En resumen, los datos confirman que las situaciones de abuso entre los
Existe otro aspecto en el que las mujeres se diferencian de los varones: niños y de abuso y coerción sexual entre los adolescentes son frecuentes, y
alrededor de un tercio de ellas afirman que la primera relación fue planeada que, en relación con ellas, la violencia ejercida hacia las mujeres es mayor
mientras que los varones responden de este modo en porcentajes menores. que la ejercida hacia los varones.
Recíprocamente, un porcentaje mayor de varones que de mujeres responde
que la relación se dio espontáneamente. Estas diferencias confirman la
mayor valoración otorgada por los varones en sus experiencias sexuales a
la impulsividad sexual como motor de sus prácticas. Como puede suponer-
se, la espontaneidad en este aspecto puede implicar que no se adopten los
cuidados requeridos por las prácticas de sexo seguro.
Conclusiones
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