Manual para La Escuela de Reclutas 2022
Manual para La Escuela de Reclutas 2022
Manual para La Escuela de Reclutas 2022
ESCUELA DE
RECLUTAS
COMANDANCIA DE LA XXI ZONA PUEBLA P.D.M.U.
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 1
INDICE
Introducción………………………………………………………………………………………..2 2
ÁREA MILITAR
Bibliografía……………………………………………………………………………………….. 77
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 2
INTRODUCCIÓN
El presente programa pretende dar la base ideológica, filosófica, moral e intelectual a los nuevos
integrantes de nuestra institución que pretendan formar parte del activo de la Institución. El
Pentathlón Deportivo Militarizado Universitario, como escuela de carácter y formación ciudadana
tiene la obligación de brindar las bases necesarias para que los miembros de la escuela de Reclutas
puedan cumplir con la finalidad suprema de la institución; “La grandeza de la Patria”.
Nuestra Institución se alimenta con el entusiasmo que tienen sus componentes y las acciones para
el mejoramiento de esta. Nuestras actividades están encaminadas a la transformación de la juventud
para bien de la sociedad mexicana. En este primer encuentro con el Pentathlón a los reclutas se les
ofrecerá la instrucción suficiente para saber quiénes somos y hacia donde dirigimos nuestros
pensamientos y nuestros actos como institución juvenil.
Las prácticas y disciplinas militares del Pentathlón son un medio para procurar un mejor desarrollo
integral; nunca han sido consideradas como un fin en sí mismas, menos aún se ha pretendido
organizar un grupo oponente a nuestro ejército. Muchas de sus normas formativas, han servido de
ejemplo y estímulo para la amistad con personalidades cultas del Ejército, nos enteraron de la
existencia de grandes valores positivos, que trabajan sin ostentación, sin codicia, con limpieza de
propósito y con austeridad frecuentemente heroica.
Dos de las actividades que con mayor frecuencia tendrá que realizar el recluta durante el tiempo que
permanezca en la Escuela de Reclutas, sin duda son las de aprender a obedecer y a futuro mandar,
se considera que esto se puede lograr con base en la frecuente ejercitación de dar y recibir órdenes.
Es así como la instrucción del orden cerrado constituye un magnífico ejercicio en el que a través de
órdenes sencillas tales como los cambios de dirección, desplazamientos, etc. El recluta aprende la
importancia de saber mandar y obedecer de manera precisa y oportuna.
Por otra parte, la instrucción de orden cerrado constituye la preparación para que un comandante
desarrolle el Don de Mando, y a su vez la tropa bajo sus órdenes se acostumbre a obedecerlo. Este
tipo de instrucción sirve también para que la tropa aprenda a organizarse y desplazarse con prontitud
y de manera ordenada al lugar indicado por su comandante. Así mismo brindará al recluta los
conocimientos, habilidades y aptitudes necesarias para participar activamente y con marcialidad en
una ceremonia, desfile, u cualquier otro evento militar o de características similares. Para lograr un
alto grado de precisión que se prescribe la instrucción militar de orden cerrado, es necesaria la
práctica frecuente de estos. Es por eso que a lo largo de esta materia se explicaran y ejecutaran
repetidamente hasta alcanzar su mecanización, los principales movimientos que contempla la
escuela individual del soldado sin armas, y la escuela del pelotón de tal forma que el recluta aprenda
a evolucionar con marcialidad actuando solo, o bien encuadrado en un pelotón.
En lo que respecta a las conocimientos mínimos que el recluta debe tener en cuanto a los conceptos
de disciplina, deberes y ceremonial militares; se muestra en el presente manual las principales
muestras de respeto que debe adoptar la tropa entre sí y con los grados superiores, siendo éstos
aspectos fundamentales en la formación de los individuos, tanto en el PDMU como en su vida
cotidiana, lo que ofrece la oportunidad de ejercitar la obediencia, el mando; el honor, el sacrificio y
de íntima convicción adoptar el cumplimiento del deber.
OBJETIVO:
De la misma forma este manual pretende respaldar los conocimientos del instructor para una mejor
preparación de los elementos de la XXI Zona Puebla. La presente actualización de la Escuela de
Clases fue elaborada en el año 2022 con la finalidad de integrar las nuevas metodologías de
instrucción encaminadas a la actualización de los planes de trabajo de la XXI Zona Puebla del PDMU.
Para la aplicación de este programa se requiere como mínimo un periodo de cuatro meses y como
máximo un periodo de 5 meses a elección de cada unidad de la XXI Zona Puebla. Los elementos
que integren la Escuela de Reclutas deberán ser constantes en las actividades, al concluir el
programa la comandancia de la XXI Zona aplicara un examen de valoración para poder jurar
bandera.
El programa comprende los tres aspectos primordiales de nuestra institución, el Área Ideológica, el
Área Deportiva y el Área Militar, los instructores que capaciten a los nuevos elementos podrán
impartir este curso tomando en cuenta el avance progresivo de los Jóvenes y señoritas integrantes
del curso. Se recomienda a los Instructores para el aspecto Ideológico y militar la enseñanza
progresiva de acuerdo al temario del programa.
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ÁREA MILITAR:
TEMA: ACADEMIA:
Teoría Básica Definiciones de Deber y Disciplina.
Militar Correctivos disciplinarios
Honores Militares
(Aula) Escuela del pelotón.
Toques militares.
Muestras de respeto.
Reconocimiento de grados.
Instrucción de Posiciones fundamentales:
orden cerrado: Descanso y descanso a discreción
Saludo.
Escuela Giros a pie firme:
Individual Flancos derecho e izquierdo.
Medios flancos derecho e izquierdo
(Práctico) Media vuelta.
Marchas:
Pasos de costado a la derecha e izquierda
Pasos al frente y atrás
Paso redoblado, acelerado, veloz, alargado y marcar el paso.
Alto.
Giros para salir a la marcha desde pie firme:
Por flanco derecho e izquierdo
Por media vuelta
Giros sobre la marcha:
Flancos derecho e izquierdo
Media vuelta
Giros para hacer alto:
Alto por flancos derecho e izquierdo
Alto por media vuelta
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ÁREA DEPORTIVA:
Deportes Rapel
Individuales Esgrima
Lucha Olímpica
Natación
Tiro Deportivo
Tae Kwan Do
Atletismo (Carrera 100 Metros Planos, Salto de Longitud, Relevos
4x100)
Deportes en Fut Bol
Conjunto Básquet Bol
Voleibol
Actividades Acondicionamiento físico
Extras Juegos en Conjunto
Defensa Personal
Campismo
Gimnasia Básica – Tombling
Rodada al frente con sus diversos modos.
Rodada atrás.
Parada de manos con caída en sus diferentes modalidades.
Salto de tigres desde una al número de bases que los elementos
puedan dominar.
Resorte en base de dos y cuatro puntos.
Salto de estaca.
Resorte sobre el suelo.
Salto de Tigre con altura. (Pirámides y bases en dos puntos)
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ÁREA IDEOLÓGICA.
¿Qué es la Ideología? Se dice que es la disciplina filosófica que estudia las ideas, sus Leyes y en
especial su origen. Es un conjunto de ideas que caracterizan a una Escuela, persona, colectividad,
autor, movimiento cultural, religioso, político, Institución, etc.
Se denomina Pentathlón (Penta - cinco) (Athlos – combates, o disciplinas) porque el número cinco
los lleva ligados a sus simbolismos, son cinco estrellas las que aparecen en su escudo oficial, son
cinco preceptos los que sintetizan la Ideología a través del Pentálogo, al igual que son cinco las
pruebas que comprenden las competencias Deportiva, Militar el Ideológica en las que participan los
elementos de la Institución.
El Pentathlón es Deportivo porque somos una Institución promotora del deporte, pugnamos por una
ciudadanía sana y vigorosa y comprendemos que el medio propicio es el deporte, el cual es nuestra
herramienta para mantener una mente sana enmarcada en un cuerpo sano y resistente.
Derivado de aquella descripción el Pentathlón respeta las convicciones políticas y religiosas de sus
agremiados siempre y cuando se abstengan de realizar proselitismo o implementar desacatos o falta
de respeto y veneración a nuestro Himno Nacional o a la Bandera Nacional, por lo cual somos
apolíticos y no religiosos.
En resumen el Pentathlón es una escuela del carácter y formación ciudadana, somos escuela
porque existen niveles y especialidades del conocimiento y las responsabilidades, albergamos a los
líderes que conducen a los subalternos, delineamos el carácter firme, decidido y enérgico para
templar las voluntades, nuestras acciones se enfocan hacia el surgimiento del ciudadano amante de
su Patria, celoso de su deber, conocedor de su obligación y correspondencia para con México,
puntual, honesto, cordial, esforzado, trabajador y competitivo así es como ésta Institución entrega
generaciones de hombres valiosos para la Patria, los que entienden que para engrandecer a México,
antes deben ser grandes ellos mismos.
Realizar un Cuadro sinóptico con los principales temas tratados en esta academia destacando los
significados del nombre del Pentathlón.
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 7
En junio 20 de 1938, un grupo de jóvenes de la facultad de medicina de la U.N.A.M., ideo crear una
Institución con características diferentes a las ya existentes.
El 9 de julio de 1938, siendo las 6.00 horas, se reunieron en las inmediaciones del antiguo estadio
nacional (hoy Multifamiliar Benito Juárez), doce jóvenes estudiantes de la Facultad de medicina de
la Universidad Nacional Autónoma de México, con el deseo de superación en todos los aspectos y
realizar un esfuerzo en bien de la comunidad que en aquella época atravesaba por una crisis de
valores.
El primer Instructor que los asesoraba, fue el Teniente Gonzalo Hidalgo al que se le reconoce
también como fundador, esté tuvo que ingresar a la Escuela Medico Militar, por lo que el General
Juan Felipe Rico, Director de esa Escuela, les proporciono como Instructor al Capitán Primero Jesús
Sánchez Hernández, a quien le apodaban el “negro”
En este año, tuvieron su primer uniforme diseñado por ellos mismos, el 21 de julio al año con 12 días
de haberse fundado la Institución, por gestión de Braulio Peralta Rodríguez, el entonces C. Secretario
de la Defensa Nacional, General de División Jesús Agustín Castro con la representación del Sr.
Presidente de la República Gral. Lázaro Cárdenas del Río, hizo entrega de la Bandera de Guerra de
la Institución al jefe del Pentathlón Jorge Jiménez Cantú, este evento se verifico en el Parque San
Martín (Parque México) en la Ciudad de México. Se decidió depositar la Bandera Nacional,
temporalmente en la rectoría de la U.N.A.M., porque la Institución no contaba aun con un local fijo,
siendo entonces rector de esa magna casa de estudios el Dr. Gustavo Baz Prada.
El 16 de septiembre de 1939, se desfilo por primera vez en la brigada de escuelas Militares, para
ya entonces se habían fundado las Zonas de Jalisco, Puebla, Querétaro y San Luis Potosí.
En 1944 Se funda el cuerpo de Ingenieros siendo el primer director el Ingeniero Rafael Morales
En 1954 Se llevan a cabo las primeras competencias de la prueba Pentathlón, inauguradas por el
Dr., Jorge Jiménez Cantú, esta competencia comprendía las disciplinas de carrera a campo traviesa,
box, lucha, natación y salto de longitud.
En 1956 del 5 al 9 de diciembre se llevó a cabo la primera Convención Nacional de Jefes del
Pentathlón.
En 1963 El 8 de julio siendo Presidente de la República el C. Lic. Adolfo López Mateos hace
reposición de nuestra enseña nacional.
En 1983 El 9 de julio siendo presidente de la república el C. Lic. Miguel de la Madrid Hurtado hace
la segunda reposición de nuestra enseña nacional.
En 1985 A raíz de los sismos de 1985 se funda el Servicio de Transmisiones en el Cuartel General
del Pentathlón.
En 1995, el C. Jefe Nacional del Pentathlón, Comandante General Roberto Hernández Jones recibe
de manos del C. Presidente de la República Lic. Ernesto Zedillo Ponce de León el Premio Nacional
de Deportes 1995.
En 1998 El Pentathlón cumple 60 años de existencia activa. Para conmemorar esta celebración se
edita un billete de lotería conmemorativo y se realizan los Juegos Nacionales en la Ciudad de
México en agosto de ese año.
En 2008 se celebra el 70 aniversario del P.D.M.U. Con la implementación del Operativo Diamante,
también se emitió un billete de lotería conmemorativo.
Realizar una Línea del tiempo indicando la fundación de los grupos y cuerpos de la institución, las
reposiciones de Bandera y los aniversarios especiales.
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ACADEMIA 3: El Pentálogo
Esta una de las aportaciones más tangibles en la cual se refleja nuestro decidido impulso al valor
cívico de éste pueblo, se trata de cinco normas morales a las cuales el Pentathleta liga directamente
su actuación cotidiana en la búsqueda de un México amante de su Patria, advirtiendo el equilibrio
necesario para que la limpieza de miras se manifieste sin tapujos ni especulaciones.
El Amor es un sentimiento noble y limpio, aunque las posturas sensualistas lo aterricen enfocado a
los sentidos y su disfrute, ese Amor más que decirlo lo percibimos o hacemos que se perciba entre
aquellos que conviven con nosotros, de acuerdo al principio de contradicción es o no es, en el seno
familiar, nuevamente se manifiesta sin formulismos ni oropeles, ahí aprendemos a amar y ser
amados si tenemos la dicha de ser integrantes de una célula social armónica, por esto, el Pentathlón
nos establece como premisa para con la Patria, nuestra razón de ser como Institución la
demostración cotidiana de tenerle ese magno sentimiento pero de una forma acrisolada, es decir, en
los procesos químicos existe un implemento denominado crisol, el cual trabaja a temperaturas muy
elevadas procesando los metales, su función principal es la de purificar, es decir, nuestro Amor a la
Patria es una manifestación libre de impurezas, se traduce en respeto y generación de acciones que
propicien grandeza, la cual se va a lograr por medio de todos los actos de nuestra vida, sin dobleces,
sin especulaciones o simulaciones, a nadie le va a interesar que seamos farsantes en las muestras
de Amor a la Patria, sin embargo será muy triste el papel del que se engañe a sí mismo gritando
Patria te Amo y a la vuelta de la esquina asestarle puñaladas traicioneras.
Anteriormente hablamos de la respetabilidad que se deriva del Honor, en ésta ocasión el Pentálogo
nos habla de una obligación ligada a aquel tema, es necesario saber honrar al Pentathlón, acorde
con la personalidad que se fomenta en sus filas, la ejemplificación es difícil de practicar ya que
representa sacrificio, esfuerzo adicional para no actuar por inercia, para no actuar como los demás.
Para dejar de pertenecer a la masa y erigirse como líderes inspiradores del modelo de buen
comportamiento, no se requieren de grandes discursos, se necesita atraer la atención con el actuar,
pero evitar que esa buena impresión se volátil, antes bien, se deberá convertir en una etiqueta
permanente, ya que atinadamente lo establece éste documento, la constancia es sabia, la
permanencia es un vivo reflejo de la imagen que dibuja al Pentathleta en su justa medida y la actitud
del militante de nuestras filas debe ser determinante y firme, fuera de la tibieza de la indefinición o el
titubeo, no podemos ser ejemplo para alguno y para otros ser nefastos, la verticalidad es compañera
de los que son observados y escuchados por sus aportaciones, esto es parte de lo que frece el
Pentathlón a la ciudadanía, generando una sensación de honorabilidad y respeto la semilla seguirá
dando frutos de Ideales traducidos en acciones que favorezcan la Grandeza Patria, tan anhelada y
urgente para México, el suelo que nos vio nacer y nos tiene presentes durante nuestra existencia.
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 10
La Fidelidad es uno de los valores más preciados, ya que significa honestidad, adherencia, unidad,
solidaridad, entrega incondicional, correspondencia, no merece menos nuestra Enseña Patria,
simbolizando nuestro propio ser, nuestra personalidad e identidad como pueblo. Exige que nos
despojemos de los interese mezquinos que rondan las conciencias para que nos convirtamos cada
militante del Pentathlón en auténticos baluartes, si, en aquellas fortificaciones pentagonales que
vigilaron por siglos los puestos y las instalaciones de valor estratégico.
En el Pentathlón nos enorgullece la Bandera Nacional, nos emociona verla ondear en las
monumentales astas, en los edificios y nos motiva su regia presencia en los nichos y Salas de
Banderas donde se exhibe, porque somos multiplicadores de su significado, tanto que la novena
academia Ideológica está dedicada a ese tema, por lo pronto, debemos ser capaces de manifestar
de manera permanente la fidelidad debida a ése lienzo tricolor, salvaguardando su imagen de
respeto y veneración, nos oponemos rotundamente a que se menosprecie a tan significado símbolo,
así se genere dentro o fuera de nuestras fronteras tal actitud, así se protagonice la acción por parte
de mexicanos o por parte de extranjeros.
Nuestro compromiso es ilimitado, ya que colocamos nuestra propia vida como garantía del
cumplimiento de esa obligación auto impuesta, se requiere valor y seriedad para establecer éste
pacto, sin embargo, la voluntad del Pentathleta debe ser palpable y decidida.
La murmuración es un recurso ruin y traicionero, provoca dudas, divide a los integrantes del grupo,
debilita los programas y aleja de las finalidades verticales a los involucrados, por lo que el Pentathleta
opta por eliminar de su vocabulario ese despreciable término, lo elimina en cuanto al ejercicio del
mismo, sin embargo, no cierra los ojos para cuando los enemigos lo practican e intentan dañar la
esencia Institucional, de manera que detecta la traición oportunamente, además de que practica el
Reglamento general de Deberes Militares, en el sentido de entender de que aquel que escucha la
murmuración y no la denuncia a sus superiores, se convierte en cómplice de los enemigos de la
Institución.
5. Haré que mi valer como hombre que trabaja, que ama y que piensa, sea una
contribución a la Grandeza de mi Pueblo.
Aglutinando estas tres capacidades de que está dotado el ser humano, el Pentathlón estructura un
imponente mosaico en el cual es posible medir, sentir y crear el rendimiento, la entrega al Ideal y el
raciocinio, respectivamente, para ofrecerlo como un esquema definido a la Patria como una especia
de ofrenda a la veneración que expresamos en la Finalidad Suprema.
Trabajamos no sólo por recibir una remuneración, no sólo por obtener un ascenso, lo hacemos
inspirados por nuestro acontecer nacional, nos motiva la mirada espiritual colocada en el objetivo
que nos afana, nos emociona e impacienta transformar la quimera en realidad, en traducir en
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 11
realidades el contenido de nuestro Ideal, sabedores de que nadie vendrá a solucionar la problemática
nacional, nadir ejecutará nuestras tareas.
El conocimiento de éste Pentálogo será prioritario, por lo que se recomienda colocar en un lugar
visible de las oficinas donde se despachen los asuntos institucionales, en todas y cada una de las
Ceremonias que realice el Pentathlón se deberá designar a un elemento distinguido para que pase
al frente del personal y le dé lectura de manera protocolaria, mencionado la palabra: PENTALOGO.
De inmediato lee el primer punto dejando una pausa para permitir que todo el personal lo repita, el
procedimiento se repite para cada uno de los puntos hasta concluirlos, cuando esto sucede, gritará
la palabra PENTATHLON para que todos los presentes respondan el lema de la Institución: PATRIA,
HONOR Y FUERZA, éste ejercicio ya se mencionó en la Academia anterior.
El referido Pentálogo deberá aparecer en las invitaciones que se elaboran con motivo de la
realización de Ceremonias o eventos Especiales, con lo que destaca la relevancia del compromiso
del Pentathleta y se hace partícipe a la sociedad de nuestras convicciones
1. Divida al personal en equipos equitativos para que expongan su punto de vista del
Pentálogo, cada equipo expondrá un punto y lo desarrollará de forma oral frente a sus
compañeros.
2. Realice un glosario con los términos que sean confusos o que no estén claros para poder
entender los términos adecuadamente.
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PATRIA. Dada la relevancia que encierra el primero de los términos, ameritó el desarrollo competo
de una academia impartida con anterioridad, sin embargo, establezcamos que en el Pentathlón
Deportivo Militarizado Universitario, somos una Institución Patriota, ya que manifestamos un gran
amor por la Patria y procuramos su bien, enfocamos el mosaico que presenta nuestro Pueblo
fomentando los valores, eliminando los vicios de comportamiento, calentando los tibios ánimos de
los pusilánimes, orientando al desorientando, inspirando al desmoralizado, para fin de que se
establezca un clima de dinamismo y esforzado trabajo constante hasta liberar de la carbónica
cáscara al elemento hasta obtener felizmente el diamante que cada mexicano lleva dentro con su
dureza y belleza digna de ser considerada como una joya de gran valor.
Para nosotros la Patria es la unidad histórica, real y espiritual que señala nuestro destino para México
y el valor más alto que posee nuestro pueblo: un principio absoluto y existente que cubre nuestras
raíces, es tradición y raza, un cimiento de libertad y soberanía como condición de su grandeza.
En el sentido del Lema Pentathlónico, el segundo baluarte lo constituye el HONOR. Antes que nada
definamos éste término: Es la cualidad que impulsa al hombre a comportarse de modo que merezca
la consideración y el respeto de la gente, de igual forma representa Honestidad, de igual forma
significa las demostraciones que se hacen a una persona por cortesía como reconocimiento a su
importancia.
Hagamos pues realidad uno de los Compromisos del Cadete donde se establece: “Me comprometo
a Hacer de Honor un culto, de la disciplina un hábito, del valor una costumbre”.
En lo que respecta a la FUERZA, es una manifestación que ha acompañado a todo cuanto existe y
en particular: al hombre. Desde el principio de los tiempos, se manifiesta a través de los fenómenos
naturales. Por FUERZA ponemos el poderío espiritual puesto en cumplimiento de nuestros ideales
y códigos sin importar sacrificios y considerando como fruto de la disciplina y la enseñanza
Pentathlónica: el espíritu combativo, fortaleza en el triunfo o en el infortunio
Este nuestro Lema, por disposición aparece al final de todos los documentos oficiales,
inmediatamente después del Atentamente y antes del cargo, grado y nombre del suscrito, los que
circulan hacia el interior de las filas y los que circulan hacia el exterior de la Institución, por otro lado,
al finalizar una ceremonia oficial de la Institución se pronuncia la palabra Pentathlón ó Pentathlón
Deportivo Militarizado Universitario y todo el personal contesta PATRIA, HONOR Y FUERZA.
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El Himno del Pentathlón Deportivo Militarizado Universitario fue compuesto por el Primer
Comandante José Sierra Flores, fue estrenado en el Palacio de Bellas Artes en el marco del 50
Aniversario del Pentathlón. Este canto es el representativo de la institución y se debe entonar en
cada ceremonia y acto oficial de la institución.
1. Buscar en redes sociales el himno del Pentathlón y realizar un repaso con la letra en mano
y posteriormente sin respaldo para memorizarlo e interpretarlo.
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 14
EN DEPORTE Y DISCIPLINA
TAMBIÉN PODREMOS DECIR
QUE SIEMPRE CON LOS MEJORES
HABREMOS DE COMPETIR
QUE LA MANO DEL DESTINO GUÍE SIEMPRE NUESTRO CAMINO
PARA G LORIA Y EL H ONOR DE ESTE PENTATHLÓN
La zona puebla cuenta con este himno que se compuso por los elementos de la Tercer Zona Puebla
en el año 1958 en el edificio Carolino, el autor principal de estos versos es FRANCISCO ROLDAN
en conjunto con otros integrantes de la institución.
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 15
ADELANTE PENTATHLÓN
LA PATRIA TE LLAMA YA ,
DEFENDIENDO NUESTRO SUELO
QUE TU EJEMPLO SALVARÁ.
EN GUARDIA PENTATHLÓN
PROTEGE CON TU VALOR
ESTE SUELO QUE CON TU ALMA
ES UN SÍMBOLO DE AMOR ,
Y EMBARGADOS DE EMOCIÓN
CON LA MANO AL CORAZÓN
A LA PATRIA JURAREMOS
DAR LA VIDA POR SU HONOR
MUY DE MAÑANA
Y CON LA LUZ PRIMERA ,
YA NUESTRA MARCHA
EN EL BOSQUE RESONÓ ,
BAJO LA FRONDA
SE PIERDE LA COLUMNA
Y EN LO ALTO UN LUCERO
SE OCULTÓ.
¡PENTATHLÓN ...!
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 16
Como integrantes de ésta Institución militarizada, la más antigua y de mayor tradición en México,
contamos con un distintivo que a manera de estandarte encabeza la columna de nuestra marcha
inmediatamente atrás de la Bandera Nacional, se trata de la Bandera Guión o simplemente Guión
del Pentathlón.
I. En Campo Azul Orlado en Gris Perla, Águila bicéfala de Oro sobre cinco estrellas de cinco
picos, en el pecho escusón dividido en tres partes diagonales de Verde, Blanco y Rojo.
II. El Orlado Gris Perla, significa pureza de intención enmarcando los actos humanos, el Ideal
como finalidad suprema en la conquista de los bienes del espíritu representadas por la
verdad y la belleza, por la fraternidad universal y la justicia, la ciencia, el arte y la abundancia
de bienes de la naturaleza que aprovechados y transformados por el hombre, mediante la
organización, deben distribuirse con equidad eficaz.
III. El campo azul significa lealtad a éstos propósitos, libertad en la acción y en el pensamiento,
penetración de la mente en los arcanos del tiempo y del espacio. Simboliza así mismo, la
grandeza de alma y de aspiraciones.
IV. En éste campo se destaca el Águila de Oro, simboliza el Honor como blindaje de la más alta
Calidad Moral de la actividad juvenil.
V. El Águila es Bicéfala que en un sentido simboliza el águila Nacional unida en un solo cuerpo
con el Águila Universitaria y en otro designa la Razón y la Fe; la Emoción y el Intelecto;
potencia cognoscitiva y potencia emotiva, Las dos alas desplegadas y firmes indican vuelo
ascendente y vertical, Energía y Disciplina; orden y trayectoria definida. El escusón porta los
colores de nuestra Bandera Nacional, Amor Patrio que nutre y purifica. Comprende nuestra
tradición y nuestra Geografía; nuestros próceres y nuestro Pueblo Heroico.
La Patria de ayer, de hoy, de mañana. Las garras simbolizan Fuerza y Capacidad
combativas; capacidad creadora; fortaleza en el triunfo o en el infortunio. Debajo de las
garras brillan Cinco Estrellas de cinco picos que ascienden inseparables y armónicas con el
vuelo del Águila. Simbolizan los cinco Puntos del Pentálogo; normas genéricas de la juventud
del Pentathlón.
Porta nuestro escudo un escusón al centro de la figura, el cual contiene los colores
nacionales, pues si al centro de nuestra caja torácica se localiza el corazón, en nuestro
propio corazón se ubica la trascendencia de nuestra Bandera con el significado de la Patria
ya dibujado con palabras en la Segunda Academia de éste programa.
La presente academia y la siguiente se dedican a describir el nutriente más rico que podamos
encontrar en la magnitud, dirección y sentido, cual vectores del pensamiento de la Institución este
elemento se realiza una fundamental contribución para que el joven regule sus impulsos, disipe las
dudas, incertidumbres y confusiones, encuentre la razón de ser como mexicano y descubra los
quehaceres que el pueblo requiere y el papel que al ciudadano en general le corresponde
desempeñar.
Son repetitivos los casos de Pentathletas que refieren que en sus momentos de desesperación y
desánimo, basta leer el Ideario Pentathlónico para recibir tranquilidad e inspiración,
independientemente de la verdad o falsedad de tal afirmación, lo que es una realidad es que este
documento eleva nuestra autoestima pero no se manifiesta como nube de humo o de momentánea
euforia, sino que transmite formalidad y compromiso, no es un canto de sirenas que trate de atraer
a los modernos Ulises, sino por el contrario, son enunciados valederos que reflejan que el Pentathlón
no tiene límites en el tiempo, ya que su pensamiento en el momento presente es fresco y vigente
como lo fue en el antepenúltimo año de la tercera década del pasado Siglo, esa es una gran virtud
del ideario Pentathlónico.
2. No pretendas ser el menos malo de los peores, esfuérzate por ser el mejor de los buenos.
6. Admite que hay nobleza en ti cuando los triunfos legítimos de tu prójimo te causen alegría.
7. Actúa como si todo de ti dependiera; pelea como si sólo tuvieras que vence; trabaja como si
fueras el único responsable; piensa y rinde como si fueras el mejor. Y todo esto no lo tomes
como un exceso heroico, sino como elemental deber.
8. No son las bellas frases las que logran salvar a la Patria; son los grandes Ideales y las
Grandes y Permanentes Obras que construyen. Prefiere ser un buen obrero a elegante
versificador.
9. Si has logrado algo bueno, alégrate, pero no olvides que hay quien lo puede hacer mejor.
10. No esperes que nadie ejecute el trabajo que te corresponde; esto es propio para los inválidos
del cuerpo y de la mente ó del ruin especulador.
11. Si has adquirido rango por lo que hiciste, para conservarlo con honor, piensa que nada has
hecho aún.
13. Si no puedes resolver una situación con dignidad y eficacia, pide ayuda a los que saben y
pueden más que tú, pero no la compliques con tu orgullo e ineptitud.
15. Que tus manos sean fuertes y duras por el trabajo, más no por los aplausos que tributes a
los poderosos.
16. Prefiere la compañía de los cerdos y el aire de las alcantarillas que la compañía de los
déspotas explotadores y su atmósfera de perfumes.
18. Si tu obligación como animal es vegetar; como hombre es pensar, trabajar, amar... Que no
sea sólo tu corpulencia la que te satisfaga, pues hay muchas bestias superiores a ti.
19. Si deseas hacer ostentación de algo, que sea de tu limpieza y buen humor.
20. Respeta las sinceras opiniones, aunque difieran de las tuyas, pero tu propia convicción no
la desprecies ni la escondas.
21. Evita que tus buenas obras repugnen, hazlas sin jactancia.
22. Aún cuando nadie te vea, pórtate como Hombre, no esperando recibir el reconocimiento de
ninguno para conducirte con dignidad.
23. Mejora tus conocimientos con el entusiasta esfuerzo perseverante y aplícalos en beneficio
de quienes los han menester.
24. Trata de ser fuerte en lo favorable o en lo adverso, más tu fuerza oriéntala a favor de la
Justicia.
25. No sólo te afanes en encontrar a los que necesitas, procura descubrir a los que de ti puedan
ser favorecidos.
26. Considérate muy lejos del Ideal que se persigue si la miseria o el hambre de tu prójimo no
te hieren.
27. Si te entusiasma morir como héroe, considera que la Patria más que muertes, necesita vidas
victoriosas.
28. Lucha siempre por la igualdad; pero no por aquella sumergida en el cieno y con afrentas,
sino a la altura de las mejores expresiones humanas. La Justicia, el Honor, el Trabajo, la
Cultura y las formas de superación Moral y Estética.
30. El estímulo de tus obras no lo busques en las recompensas de oropel, sino en la adquisición
íntima de un mejor rango moral ó intelectivo.
31. Nunca te avergüence haber creído en la dignidad de alguien desprovisto de ella, pues el
perverso y el irredento absoluto sólo existen en patología.
32. Que tu vida no pase como la hierba parásita, que nunca da frutos y vive de los demás.
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 19
34. Reunir por afinidades negativas a los descontentadizos, a los murmuradores, a los canallas,
a los cobardes, es fácil y no envanezcas con poder lograrlo, ya que cualquiera lo puede;
Empero que te colme la satisfacción de conservar la unión, la armonía y la paz por afinidades
positivas, aún de aquellos que tienen características muy diferentes. Esto es singular y tiene
mérito.
35. Sé alegre sin bajeza, cortés sin amaneramiento ni servilismo; culto sin pedantería; valiente
sin temeridad; sencillo sin estulticia y fuerte sin fanfarronería.
36. Ten fe en tus propósitos y persevera en ellos con la confianza de hacerlos realidad, cualquier
buen éxito súmalo al estímulo de tus esfuerzos, cualquier fracaso, anótalo en el catálogo de
tus experiencias; mas nunca abandones tu tarea ni la empobrezcas con tu desaliento.
37. Si tus ancestros te legaron tradición de gloria y honra, deber tuyo es corresponder en
demasía a que ninguna ni otra se acabe ni se manche; empero si te legaron miseria y ruina,
deber tuyo es realizar lo que ellos no pudieron más la parte que a ti te corresponde.
38. Trata de ajustar tus buenas intenciones a la realidad de tu vida; sigue el ejemplo de los que
actúan bien, antes que deleitarte con las arengas de los teorizantes.
39. Prodígate con generosidad hacia las cosas dignas que motiven saludable alegría, pero sé
avaro y cofre cerrado a las murmuraciones y los prejuicios.
40. Nada de lo que existe es despreciable; el macrocosmos tiene como principio las infinitas
partículas de energía. En todo hay coordinación, poder y belleza. La bacteria más pequeña
resume abismos de misterio que dejan suspenso el pensamiento vinculado con la técnica y
desencadenando la fantasía. Para admirar el manto celeste es impropio hundirse en las
profundidades de un pozo y mejor se procuran las alturas, así para descubrir el valer de un
semejante no sólo has de calificarle por lo que de penumbras tiene, pues él es más que la
bacteria y también lo alumbra el sol y la tierra lo alimenta.
41. Vislumbra la finalidad de tu existencia, de la misma manera que el artista trata de plasmar
las sinfonías que surgen de los bosques o las que del desierto se levantan o emergen de las
gargantas abismales batidas por los torrentes; las voces de la tempestad; el allegro de la
brisa; el contrapunto de los oleajes; las arias de las aguas serenas; los himnos petrificados
de los peñascales que se lanzan hacia el cielo, y cuando como él, esto logres percibir
comprenderás que tu vida no carece de sentido.
42. Trata de que tus pensamientos sean como el aire de las montañas, amplios, puros y
benévolos para todos.
2- Vivirás intensamente al Pentathlón con gran alegría y alto grado de conciencia, con el amor y el
respeto que merece tu Institución, con lealtad y perseverancia; que les darán recompensa mutua.
3- Que el escudo que representa el Pentathlón, signifique para ti la presencia de un grupo que se
funda en nobles ideales y en un gran amor patriótico y formación ciudadana.
4- Que tu caminar dentro de sus filas sea relevante tanto en lo individual como en la imagen del
cuerpo al que perteneces; que tu deseo de superación dentro del Pentathlón sea palpable y obtengas
frutos propios y colectivos.
5- Todas las actividades que realices dentro de Pentathlón deberán contener siempre el ímpetu y la
fortaleza que te caractericen para dejar testimonio de grandeza a las futuras generaciones, y
esperando que estas día a día sean superadas.
6- Serás como esos artesanos que poco a poco le dan forma a su trabajo al fomentar en la mujer
mexicana el amor a la Patria, con la disciplina que formará hábitos, como el cumplimiento de
obligaciones que establece la base de tu vida futura.
7- Tú como mujer mexicana, sé razonable, establece tus metas en la vida y el camino para llegar a
ellas.
10- Motivar infundir serenidad y tranquilidad a tu espíritu en momentos aciagos, te dará claridad en
el pensamiento y te permitirá encontrar las mejores soluciones a los problemas que enfrentes.
11- Cuida tu persona, tu arreglo y cultívate, se honesta contigo misma y reconoce cuando no seas
capaz de desempeñar algún cargo o empleo correctamente. Tu honradez para reconocer y aceptar
tus fallas, te dará resistencia y fortaleza para corregirlas y superarlas.
12- Recuerda que el tiempo no perdona, y en su transcurrir, la belleza, física se acaba, pero para
cuando esto suceda, procura haber adquirido belleza en tu espíritu y haber ganado el aprecio por tu
experiencia y buen juicio al poner en práctica tus conocimientos.
13- Tú que posees atributos físicos, valóralos, y se consiente de que no son lo más importante por
ser perecederos; lo permanente será el cultivo de tus virtudes.
14- Busca que tu belleza sea siempre acompañada por la gracia, más no por la arrogancia ni la
frivolidad.
15- Trabajaras por la juventud femenina demostrando siempre eficiencia y realización personal,
juntamente con el logro de una gran fraternidad, para el engrandecimiento de tu patria.
16- Conducir el Pentathlón Femenino hacia esos logros no en una meta fácilmente alcanzable,
requiere de una identificación completa con su ideología y un conocimiento de proceso del desarrollo
de la mujer.
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 21
18- Como mujer pentathleta, deberás ser consciente del relevante papel que juegas en nuestra
comunidad, por la veneración, respeto, autoridad e influencia que ancestralmente ha tenido la mujer.
19- Se respetuosa y crítica, juzgar a tus padres por el solo hecho de hacerlo, es trivial, buscar corregir
en tu vida las fallas que ellos hubieran podido tener, pugnando siempre por la armonía en la familia.
20- Como amiga, afánate por orientar positivamente tus cualidades, que son muchas sobre todo en
el terreno social, fomenta el avance y el análisis, emite juicios y no desperdicies el tiempo que es
muy valioso.
21- Como esposa, busca la comunicación, enriquécete para enriquecer a tu familia; compartan
inquietudes, éxitos, fracasos, aliéntense mutuamente.
22- Redefine tu misión como mujer, tu ánimo de participación en todos los aspectos y niveles de la
actividad humana será un reto, y no te amedrentes ni te menosprecies. Muestra tu seguridad
capacitándote, y el triunfo estará a tu alcance.
23- Como madre se enérgica, más no déspota, pues tendrás en tus manos la responsabilidad de la
orientación de tus hijos y deberás ser capaz de equilibrar tu parte con quién compartas ésta
responsabilidad, definiendo posiciones, fomenta respeto al mismo tiempo que añade amor a tus
actos.
24- Fomenta desde el hogar el amor a la Patria, inculca el respeto que se merece y se siempre
guardián severo para evitar las asechanzas que debiliten nuestra identidad nacional.
25- Recuerda siempre que en el seno familiar, sin sentirlo te constituirás en el eje en torno al cual se
establecen las ilusiones, las aspiraciones, el aliento, el cariño, la unidad, la orientación, para lo cual
no se obtiene el nivel óptimo automáticamente, capacítate para ser un eje eficiente y dinámico que
produzca el acercamiento y el complemento de la célula de nuestra sociedad.
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 22
Partiendo de la base de que el Código es una recopilación de leyes dispuestas de acuerdo a un plan
riguroso y sistemático, en el Pentathlón Deportivo Militarizado Universitario existe un documento
denominado Código Fundamental en el cual se describen las Finalidades que inspiran el trabajo
conjunto a la vez que se detalla la estructura del activo de la Institución con sus respectivos derechos
y obligaciones, en ésta Academia nos dedicaremos a exponer lo relativo a las Finalidades
mencionadas, aspecto que aparece dentro del Capítulo Primero del referido texto.
La meta que persigue el P.D.M.U. es la Patria como un fin, la Bandera como un símbolo
y el Pentathlón como un medio.
Su lema es: “PATRIA, HONOR Y FUERZA”. Con Patria significamos la unidad histórica,
real y espiritual que señala un destino. México , y el valor más alto que posee nuestro
pueblo. Por Honor señalamos la dignidad y empeño con que defendemos lo que es nuestra
esencia, y la calidad de nuestra Institución manifestando con ello nuestra categoría
humana. Por Fuerza ponemos el poderío espiritual y material en cumplimiento de nuestros,
ideales y códigos sin importar sacrificios, considerando como fruto de la disciplina y la
enseñanza Pentathlónica.
En el Pentathlón, se cubren cuatro aspectos que tratan de realizar todos sus miembros
siendo estos: Espiritual, Intelectual, Corporal y Material.
En el aspecto Intelectual:
I).- Mejoramiento y Ampliación.
J).- Espíritu Investigador.
En el aspecto Corporal:
K).- Salud.
L).- Resistencia.
M).- Fuerza.
N).- Agilidad.
Ñ).- Campaña sistemática contra el vicio.
En el aspecto Material:
O).- Trabajo constante constructivo y creciente.
P).- Coordinación de esfuerzos para la obtención de mejores resultados.
Q).- Cooperación y auxilio reciproco.
La estructura del P.D.M.U., está basada en un orden estricto de carácter militar, las do s
partes que forman su estructura son:
Un Jefe Nacional
Un Subjefe que a la vez es el Jefe del Estado Mayor General.
El Estado Mayor General.
El Tribunal de Honor.
Coordinaciones Regionales
Zonas en la República:
A).- Instructores.
B).- Cuerpo de Profesionistas
C).- Oficiales.
D).- Clases.
E).- Cadetes.
F).- Reclutas.
G).- Pentathlón Menor.
H).- Pentathlón Femenino.
El Jefe del P.D.M.U. debe ser de gran antigüedad dentro del Pentathlón, tener en su haber
valiosos antecedentes de trabajo, lealtad y cumplimi ento de sus deberes, tener capacidad
de Jefe y gozar de simpatías en la corporación.
La voz suprema que rige a nuestra Institución es la del Jefe Nacional del PDMU y el
Estado Mayor General.
El Estado Mayor General estará Consti tuido por el Jefe del E.M.G., y las Secciones:
Técnica, Militar, Deportiva, de Organización y Propaganda, de Investigación y Estadística,
de Detall o Archivo General, de Hacienda, de representación de coordinaciones regionales
y las coordinaciones regionales que tenga a bien nombr ar el Jefe Nacional del Pentathlón.
Las funciones de la Sección Militar son las de crear una profunda consciencia de
disciplina, se encarga directamente que se imparta la cul tura militar y organizara el activo
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 24
en forma militar, da a conocer las leyes y reglamentos militares vigentes en nuestro Ejército
Nacional y pugna por el amor, respeto y acercamiento hacia las Instituciones Militares.
Las funciones de la Sección de Detall o Archivo General son: Inscribir a todos los
miembros del Pentathlón en el registro nacional de membrecía conservando una
clasificación escrita de todos los miembros del Pentathlón así como de todos sus asuntos.
LOS RECLUTAS
Será Recluta todo aquél que sea admitido al Grupo, previa solicitud de admisión y cumpliendo los
requisitos que fije el Reglamento.
Permanecerá en la Escuela de Reclutas todo el tiempo que sea menester para su instrucción
elemental y la preparación de su Espíritu hacia las Finalidades del Grupo.
LOS CADETES
Serán Cadetes todos los miembros del Pentathlón que hayan pasado previamente por la Escuela de
Reclutas, habiendo sido aprobados en el examen respectivo y que hayan protestado juramento a la
Bandera Nacional y al Pentálogo.
Todo Cadete tendrá derecho a que se le ascienda y se le otorguen distinciones por méritos
especiales, así como a ser jefe del Pentathlón en calidad de su capacidad y antecedentes.
El Personal del Pentathlón Deportivo Militarizado Universitario usará únicamente los siguientes
uniformes:
1. De Campaña tipo A, B y C.
2. De servicio tipo A Y B
3. De Administrativo tipo A y B
4. De Verano Tipo A, B y C
5. De Academias tipo A y B
6. De Madia Gala tipo A, B, C y D
7. De Gala tipo A, B y C
8. De Gran Gala tipo A, B y C
9. De Deportes
10. De reclutamiento
Los Miembros del Pentathlón Deportivo Militarizado Universitario, que porten uniforme, se
presentaran con la forma correcta y pulcritud que requiere su presencia y no usaran prendas ajenas
al uniforme. Se prohíbe el uso sobre el uniforme de manera visible de: dijes, cadenas, pulseras, y en
general toda clase de objetos que lo hagan poco serio o den mal aspecto.
El personal de la institución que porte uniforme se presentará, sin adornos, sin gel, ni
desproporciones que lo hagan parecer poco serio o de mal aspecto y/o harán de la siguiente manera:
FEMENIL: Para todos los uniformes deberá de tener el cabello recogido en peinado tipo cebolla,
sujetado por una dona negra o azul marino lisa sin flecos ni adornos de ninguna índole. Se podrá
usar gel para fijar completamente el peinado.
Queda prohibida la combinación de prendas civiles con cualquier prenda del uniforme.
a) Gorra de Cuartel
b) Gorra de Guarnición
c) Gorra de Campo
d) Casco
e) Camisola
f) Pantalón Pie a Tierra
g) Pantalón de montar
h) Medias Botas
i) Botas de Montar tipo Federicas
j) Calcetines negros o azul marino
k) Playera Blanca
l) Herrajes
m) Sobre hombreras
n) Guantes
o) Pañuelo
p) Fajilla
q) Cinturón
r) sector
El Uniforme No. 2 de Servicio tipo A se usará en ceremonias relevantes, desfiles, en el interior del
cuartel y cuando se ordene o disponga el mando. Será de uso del personal Femenino. (Falda)
El Uniforme No. 2 de Servicio tipo B se usará para trabajo administrativo, en oficinas y cuando lo
disponga el mando. Será de uso del personal Femenino. (Pantalón)
El Uniforme número 2 de servicio tipo A y B se usarán por Comandantes, Oficiales y tropa del arma
de Infantería e infantería de marina, estará compuesto de lo siguiente:
a) Gorra de Cuartel
b) Tocado de Diario
c) Gazné
d) Medias
e) Calcetas
f) Sobre Hombreras
g) Camisola
h) Falda
i) Pantalón Pie a Tierra
j) Fajilla
k) Zapato femenino
l) Guantes
m) Pañuelo
n) Playera Blanca sin estampado
o) Sector
p) Herrajes
q) Listón
r) Dona
s) Malla
1. Presentar a los elementos imágenes o los uniformes físicos con la finalidad de mostrar las
diferentes prendas y accesorios que integran el Reglamento de Vestuario, Equipo y divisas.
2. El elemento elaborará una reflexión por escrito sobre la importancia de portar adecuadamente
el uniforme de la institución.
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 27
La Patria es:
En cuanto al territorio físico, nos localizamos en el hemisferio occidental del planeta, al Sur de los
Estados Unidos de Norte América, representada por el Río Bravo. Hacia el Sur, enseguida del Río
Suchiate, localizamos a Guatemala, al Oriente tenemos al Golfo de México, mientras que al Poniente
se ubica el Océano Pacífico, la división política la integran 31 Entidades Federativas, nuestro
continente particular se estima en dos millones de kilómetros cuadrados y sus habitantes al año
2002, se estiman en 100 millones de habitantes.
En el aspecto hidrográfico, el país dispone de una gran cantidad de ríos, lagos y lagunas, en el
aspecto orográfico disponemos de dos grandes cadenas montañosas, la sierra Madre Oriental y la
Occidental, así como una serie de volcanes en actividad tal es el caso del de Colima, el Popocatépetl,
el Ciltlaltépetl.
La nación Mexicana
La Nación está integrada por diferentes grupos sociales, unidos por leyes, costumbres, historia de
idioma. En la época prehispánica el territorio mexicano estuvo habitado por diferentes grupos étnicos,
como los mexicas, mayas, totonacas, mixtecos, zapotecos, purépechas, chichimecas.
En la actualidad, apoyados por la Constitución Política de 1917 que establece las garantías
individuales y sociales, construimos un México mejor.
Los símbolos patrios representan lazos de unión entre los mexicanos, así como el pasado, presente
y el futuro de la nación, la ley sobre el escudo, la bandera y el himno nacional y el acuerdo por el
que se fortalece el culto a estos símbolos, fueron expedidos en el año de 1983.
Los elementos básicos de la nación, estado y Constitución tienen el propósito de lograr el desarrollo
social, la paz, la justicia, la independencia y la libertad. Los valores nacionales son establecer una
sociedad justa, independiente y libre. El artículo 3° de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos fomenta los valores nacionales. El amor a la patria se cultiva desde la niñez.
La Bandera Nacional
A través de la historia de nuestra Enseña nacional se han registrado diversos cambios: Durante el
Grito de Independencia en 1810, Miguel Hidalgo y Costilla, enarboló un pabellón de la imagen de la
Virgen de Guadalupe, considerado como la primera bandera propia de México.
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 28
La Bandera Nacional fue creada en 1821. La adoptó el Ejército trigarante, una vez proclamado el
Plan de Iguala, que prometió establecer tres garantías: la religión, la independencia y la unión. Los
tres colores, que entonces se adoptaron, y que han venido a formar la Bandera mexicana,
significaron, en aquel entonces: el verde, la Independencia; el blanco, la pureza de la religión, y el
rojo, unión. La realización de esa Bandera fue encomendada por Vicente Guerrero y Agustín de
Iturbide.
Durante el efímero Primer Imperio Mexicano, se decretó que las franjas del Lábaro Patrio debían
cambiar de posición. En la franja blanca se colocó el Águila solitaria, con las alas abiertas y de frente;
en tanto que la cabeza se plasmó de perfil, luciendo una corona imperial.
El Escudo Nacional fue colocado inicialmente durante el Imperio de Maximiliano, cuando se adoptó
una bandera que tenía el águila colocada bajo la corona del imperio francés. Luego, Porfirio Díaz
ordenó que el águila se colocara de frente y con las alas extendidas.
Posteriormente, el escudo fue nuevamente transformado por Venustiano Carranza, quién dispuso
que el Águila se colocara de perfil izquierdo y conservara las características con las que los mexicas
habían concebido cuando fundaron la Gran Tenochtitlán. Adicionalmente se incluyó un lazo tricolor
que significa la Unidad patriótica y ata las ramas de encino y laurel.
Para los antiguos mexicanos, el Águila era el símbolo con el que se representaba la fuerza cósmica
del Sol, mientras que las fuerzas potenciales de la Tierra estaban fundidas en la imagen de la
Serpiente. De esta forma, el Águila devorando a la Serpiente significa la comunión de esas fuerzas
vitales. Asimismo, el Nopal, aparte de representar un alimento prehispánico por excelencia es una
planta propia del paisaje mexicano y que nos ubica simbólicamente en el lugar rodeado por
cactáceas.
Al consumarse la conquista, los pobladores de la nueva ciudad solicitaron a la Corona Española les
permitiese conservar el mismo escudo, pero enmarcado con pencas del nopal que simbolizaban a
los tlatoanis vencidos en el transcurso de la conquista. Durante el Virreinato se utilizó ese escudo y
era ampliamente conocido su origen prehispánico.
Durante el gobierno del primer Presidente de México, Guadalupe Victoria, se acuñó moneda con el
Escudo Nacional en la forma ya descrita, y no sería sino hasta la época del Presidente Porfirio Díaz,
cuando en la Bandera Nacional apareció el Águila de frente con las alas extendidas. A partir de la
presidencia de Venustiano Carranza, por medio del decreto del 10 de septiembre de 1916 se
determinó retornar a las raíces indígenas, adoptando el emblema que actualmente está montado en
nuestro Lábaro Patrio.
Algunos Himnos nacionales han aflorado al calor de la unidad nacional o en el fragor del combate;
otros han sido compuestos para estimular el amor y la lealtad a la Patria. Durante el Siglo XIX
transcurrieron más de treinta años de convocatorias, pruebas y rectificaciones para acceder al
Himno Nacional Mexicano.
Fue en el año de 1821 cuando se estrenó la primera composición de Himno Nacional suscrita por
José Torrescano, cuya obra nunca alcanzó el grado de institucionalidad ni de aceptación en el ámbito
de la sociedad civil mexicana.
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 30
No fue sino hasta el año de 1853, por conducto de Miguel Lerdo de Tejada, que Antonio López de
Santa Anna, convocó a un concurso Literario-Musical, "Para que haya un canto verdaderamente
patriótico que, adoptado por el Supremo Gobierno, sea constantemente el Himno Nacional", como
decía la convocatoria publicada el 12 de noviembre de 1853.
El autor de la Letra premiada resultó ser el poeta originario de San Luis Potosí, el Maestro Francisco
González Bocanegra. Por otra parte, la música ganadora que fue compuesta por Juan Bottesini no
fue aceptada por un pueblo cada vez más exigente en términos estéticos, por lo cual se lanzó otra
convocatoria pública para presentar composiciones musicales para la Letra de Francisco González
Bocanegra.
Se escribieron y recibieron quince composiciones musicales. Entre ellas, se falló a favor de la que
ostentaba el epígrafe “Dios y Libertad”. Se procedió a buscar el sobre cerrado que debía contener el
nombre del autor; dentro de él se encontró el epígrafe de referencia, así como las iniciales J.N. De
inmediato se publicó un aviso solicitando al autor se identificase debidamente. El 12 de agosto de
1854, el Ministerio de Fomento, Colonización, Industria y Comercio, informó que el autor de la
hermosa cortina musical era Don Jaime Nunó, músico catalán Director de bandas militares quien
tras de residir en La Habana, Cuba, había llegado a México.
Tras los arreglos y ensayos de rigor, la composición adoptada como Himno Nacional, fue interpretada
por vez primera la noche del 15 de Septiembre de 1854, en el teatro Santa Anna, que poco después
cambio su nombre por el del Teatro Nacional. Esta primera interpretación estuvo a cargo de una
compañía de ópera italiana que se encontraba en México, dirigida por el maestro Juan Bottesini. La
obra conjunta fue interpretada por el Tenor Lorenzo Salvi y la Magnífica Soprano Claudia Florenti.
I III
Ciña, ¡oh Patria!, tus sienes de oliva Antes, patria, que inermes tus hijos
De la paz el arcángel divino, Bajo el yugo su cuello dobleguen,
Que en el cielo tu eterno destino Tus campiñas con sangre se rieguen
Por el dedo de Dios se escribió Sobre sangre se estampe su pie.
Más si osare un extraño enemigo Y tus templos, palacios y torres
Profanar con su planta tu suelo, Se derrumben con hórrido estruendo
Piensa ¡oh Patria querida! que el cielo Y sus ruinas existan diciendo:
Un soldado en cada hijo te dio. De mil héroes la patria aquí fue.
II IV
¡Guerra, guerra sin tregua al que intente ¡Patria! ¡Patria!, Tus hijos te juran
De la patria manchar los blasones! Exhalar en tus aras su aliento,
¡Guerra, guerra! Los Patrios pendones Si el clarín con su bélico acento
En las olas de sangre empapad. Los convoca a lidiar con valor.
¡Guerra, guerra! En el monte, en el valle ¡Para ti las guirnaldas de oliva!
Los cañones horrísonos truenen, ¡Un recuerdo para ellos de gloria!
Y los ecos sonoros resuenen ¡Un laurel para ti de victoria!
Con las voces de ¡Unión! ¡Libertad! ¡Un sepulcro para ellos de honor!
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 32
ÁREA MILITAR
GENERALIDADES
El ceremonial militar tiene por objeto dar solemnidad a ciertos acontecimientos de la vida
Institucional, a los cuales se les debe dar la más alta significación, demostrando públicamente la
disciplina y la preparación militar de las tropas. Esto contribuirá en la ecuación y la armonía entre los
superiores y los subalternos, acercándolos en determinadas circunstancias, acrecentando la
confianza recíproca que constituye una de las fuerzas morales del Pentathlón.
Para conseguir los fines señalados, el presente reglamento fija las normas, procedimientos y
formalidades que deberán de observarse en ciertos actos, así como la conducta que debe seguirse
en el trato con los superiores, iguales e inferiores, con la obligación de presentarse en todas las
ocasiones, con la seriedad, pulcritud y caballerosidad que debe de distinguir a los miembros del
Pentathlón deportivo Militarizado Universitario, evitando todo acto o acción poco seria, que pueda
redundar en deshonor de la Institución.
Las normas, procedimientos y formalidades a que se refiere el artículo anterior, se clasifican como
siguen:
a) Himno Nacional.
b) Honores Militares.
c) Demostraciones de respeto.
d) Formalidades del servicio.
Honores militares son los que se hacen a la Enseña Nacional y a las personas por la jerarquía o
cargo que ejercen. Se efectúan por las tropas en las ocasiones y en la forma que previene el presente
reglamento.
a) Honores a la bandera.
b) Honores al cargo.
c) Honores a la jerarquía.
d) Honores especiales.
e) Honores fúnebres.
f) Revistas.
g) Desfiles.
a) Con tropas.
b) Con toques especiales.
c) Con salvas.
No se harán honores a persona alguna antes de hacerlos a la bandera; pero podrán realizarse
después de dicho acto.
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 33
CEREMONIAL DE LA BANDERA
Las banderas asignadas a resguardo del Pentathlón Deportivo Militarizado Universitario son el
emblema oficial de la patria, y por lo tanto, todos sus integrantes deben de tributarles las
demostraciones de respeto y los honores que se detallan en este reglamento, a cuyo efecto, deberán
conocer el ceremonial que a aquellas corresponde.
Todas las prescripciones contenidas en este reglamento, relativas a las Banderas y Abanderados,
son aplicables a los estandartes y porta estandartes.
Todo militar aislado que presencia la ceremonia de izar o arriar la Bandera de un cuartel o edificio
militar, tiene la obligación de hacer el saludo y mantenerse en firmes durante el acto.
EL HIMNO NACIONAL
Las músicas militares solo tocaran el Himno Nacional para hacer honores a la Bandera, al C.
Presidente de la Republica, en la ceremonia del grito de Independencia en la noche del 15 de
septiembre. Cuando los CC. Presidente de la Republica, Gobernadores de los estados o Presidentes
Municipales, conmemoren el aniversario de la Independencia Nacional, y en actos solemnes de
carácter oficial; En todos ellos se tocara el coro, la primera estrofa y se terminara con la repetición
del citado coro. Queda prohibido usar el Himno Nacional o parte de el en composiciones musicales.
Siempre que en un acto oficial, se toque el Himno Nacional, los elementos formados, harán el saludo
militar durante el tiempo que dure su ejecución.
Todo militar uniformado que no esté encuadrado en una tropa formada, en el momento que perciba
los acordes del Himno Nacional Mexicano, saludara militarmente. Si se encuentra dentro de un
recinto techado, continuara descubierto.
Cuando en alguna ceremonia de carácter oficial deba de tocarse el Himno Nacional Mexicano y otro
extranjero, se ejecutara el Patrio en primer lugar.
REVISTAS Y DESFILES
Las revistas y desfiles tienen por objeto hacer honores, demostrar los adelantos alcanzados por las
tropas o celebrar algún hecho glorioso para la patria.
DEMOSTRACIONES DE RESPETO
Todos los Pentathletas guardaran a sus superiores atención y respeto en asuntos del servicio y fuera
de él; Los superiores, a su vez, trataran a los subordinados con la mayor consideración.
Todo inferior, al dirigirse al superior, antepondrá el posesivo mi al título del empleo que este
represente.
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 34
Cuando un subalterno tenga que dirigir la palabra a un superior, y el cual no lo conozca, después de
saludarlo le dirá su grado y apellidos, en esta forma: 3er. Oficial de Infantería Vargas Campos, y a
continuación le expresara su asunto.
Los superiores usaran, para dirigirse a un inferior, el título del grado que este ostente en la Institución;
en caso necesario lo harán seguir del apellido correspondiente.
Todo elemento que pertenezca y sirva en nuestras Gloriosas Fuerzas Armadas, merece de todos
los Pentathletas, nuestra máxima admiración y respeto, por lo cual deberán de tener todas las
atenciones y deferencias que su grado o cargo amerite.
Cuando un superior entre a algún local donde estén inferiores, el que primero lo vea avisara al de
mayor categoría, si no lo hubiere, dará la voz de firmes, debiendo todos los demás tomar esta
posición. Esto se hará solamente una vez por la mañana y otra por la tarde, y siempre y cuando no
estuviere presente un militar de grado igual o superior al que llegue, sin perjuicio de observarse, en
tal caso, las reglas de urbanidad.
DEL SALUDO
La obligación de saludar es mutua; en todos los casos, el del inferior grado será el primero en saludar.
El superior está obligado a contestar el saludo y exigir que el inferior cumpla con este deber. El
saludo entre iguales contribuye a afirmar la buena relación que debe de existir entre todos los
Pentathletas, y constituye, además, un elemental deber de cortesía. En todo caso, el primero en
saludar es el que dará muestras de mayor educación.
El saludo militar se hará siempre volviendo la cabeza, dirigiendo la vista de manera ostensible y de
manera franca hacia la persona que se saluda.
El militar que se encuentre sentado se pondrá de pie para saludar a un superior, si este le dirige la
palabra, permanecerá en posición de firmes, mientras se halla en su presencia, y al retirarse se
volverán a saludar.
El saludo que dirige un inferior a varios superiores reunidos, deberá ser contestado por todos estos.
Una vez hecho el saludo militar, el inferior nunca dará la mano al superior, a menos de que este
último tome la iniciativa.
1. Elabore una lista con las principales muestras de respeto que todo elemento del
Pentathlón debe realizar.
2. Realizar un debato sobre la importancia del respeto a los símbolos patrios y la
obligación de todo Pentathleta a respetar las normas de saludo militar entre grados.
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 35
EJERCITO MEXICANO
GENERALES:
JEFES:
OFICIALES:
CLASES:
JEFES:
OFICIALES:
CLASES:
Observaciones:
Las clases portan los grados en las mangas por ser grados académicos.
La distinción de Cadete de Primera se lleva una cinta como la del cabo pero sólo en la manga
izquierda
Como se puede observar los grados en el ejército se llevan en distinta posición, se muestran
los que son comparativos.
PARA EL EJÉRCITO Los grados de las clases se llevan en el hombro ya que no son
académicos sino efectivos.
TAMBIÉN EN EL EJÉRCITO El color es negro y el color del vivo corresponde al arma de
procedencia, para este caso se trata de la Infantería.
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 37
Se entiende por DEBER, el conjunto de las obligaciones que a un elemento impone su situación
dentro de la Institución. La subordinación, la obediencia, el valor, la audacia, la lealtad, el desinterés,
la abnegación, etc., son diversos aspectos que se presentan de ordinario. El cumplimiento del deber
es a menudo áspero y difícil, y no pocas veces exige penosos sacrificios; Pero es el único camino
asequible para el militar que tiene conciencia de su dignidad y de la importancia de la misión que la
patria le ha conferido. Cumplirlo con tibieza, por formula, desafía el verdadero espíritu del afán que
se persigue. El militar debe de encontrar en su propio honor, el estímulo necesario para cumplirlo
con demasía.
La DISCIPLINA es la norma a que los militantes del Pentathlón deben sujetarse en su conducta;
Tienen como bases la obediencia y un alto concepto del honor, de la justicia y de la moral. El servicio
exige que el Pentathleta lleve el cumplimiento del deber hasta el sacrificio, anteponiendo al interés
personal, la soberanía de la nación, la lealtad a las instituciones y el honor del ejército. El fiel y exacto
cumplimiento de los deberes que prescriben las leyes, reglamentos y manuales militares, serán
norma característica que determine todas las actividades que se deban a realizar.
DEBERES COMUNES
El interés del servicio exige que la disciplina sea firme, pero al mismo tiempo razonada. Todo castigo
no determinado por las leyes y reglamentos que sea susceptible de producir un sentimiento contrario
al del cumplimiento del deber; Toda palabra, todo acto, todo ademán ofensivo que sobrepasen las
necesidades o conveniencias del servicio por parte del superior hacia los subalternos, están
estrictamente prohibidos y deberán de ser severamente sancionados.
El principio vital de la disciplina es el deber de la obediencia. Todo elemento del Pentathlón debe de
tener presente que tan noble es mandar como obedecer, y que mandara mejor quien mejor sabe
obedecer.
Aceptaran con gusto y dignidad las obligaciones que les imponga el servicio, prestando siempre que
le sea posible, su ayuda moral y material a los compañeros y superiores que la necesiten; Esta
solidaridad y ayuda mutua, facilitan la vida en común, fortalecen el espíritu de cuerpo, fomentando
el sentido del deber.
Todo elemento de la Institución que se exprese mal de sus superiores en cualquier forma, será
severamente amonestado; Si tuviera queja de alguno de ellos, lo comunicara a quien la pudiera
solucionar, respetando el orden jerárquico y de cargo. Por ningún motivo dará mal ejemplo con sus
murmuraciones
Usaran su vestuario en la forma que previene el Reglamento de Vestuario y Equipo, sin mezclar las
prendas de los diferentes uniformes entre si, ni con los de paisano (Civil), debiendo conservarlas
siempre limpias y sin roturas.
Su porte, aire marcial, buenas maneras y educación, distinguirán a todos los miembros del
Pentathlón; Tienen la obligación estricta de presentarse siempre aseados, tanto en su persona como
en su vestuario, usaran el cabello corto, la barba rasurada y sin patillas. Cuando transiten en la vía
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 38
publica uniformados o porten alguna prenda con el emblema de la Institución que los identifique
como miembros de la misma, mantendrán la barbilla erguida, no se desabotonaran la guerrera, no
leerán ni meterán las manos a los bolsillos, evitaran el consumo de alimentos, no fumaran ni
consumirán bebidas alcohólicas. Jamás producirán escándalo, evitando o comentando en voz alta,
para llamar la atención, las actividades propias del servicio, expresando palabras obscenas o
cometiendo actos que puedan provocar el desprecio a su persona.
Todos los elementos del Pentathlón, cualquiera que sea su cargo, grado o situación, tendrán la
obligación de estudiar y prepararse constantemente, para estar en condiciones de poder
desempeñar con mayor eficiencia, la misión que les corresponda.
En reuniones oficiales y aun en actos familiares, procuraran no cometer acción alguna que pueda
traducirse en desprestigio, deshonor o burla hacia su persona.
El elemento podrá pedir su baja de la Institución cuando no este conforme con la orientación,
entrenamiento o disciplina que se impartan, pero de ninguna manera, mientras este bajo banderas,
se le permitirá dar mal ejemplo con sus comentarios o murmuraciones.
Todos los miembros del Pentathlón tienen la obligación indiscutible de declinar todo compromiso que
implique deshonor, falta de disciplina en detrimento de la reputación de la Institución y no empeñaran
jamás su palabra de honor, cuando no tengan la seguridad absoluta de poder cumplirla. La palabra
de honor debe ser inmaculada para todo Pentathleta que sepa respetarse y respetar a la Institución.
CORRECTIVOS DICIPLINARIOS
Todo el que infrinja un precepto reglamentario, se hará acreedor a una sanción disciplinaria, de
acuerdo a su jerarquía o cargo dentro de la Institución, tomando en consideración, la magnitud de
su falta; Si esta constituye un delito, quedara sujeto a lo estipula el Código Fundamental. La
superioridad tiene, entre otras características, la facultad de sancionar, y por lo tanto el que la ejerce,
de manera jerárquica o de cargo, tendrá el derecho de aplicar de manera razonable, los correctivos
disciplinarios necesarios.
Se entiende por correctivos disciplinarios, las sanciones que se aplican a los elementos del
Pentathlón, por infracciones que no constituyen un delito.
a) Amonestación.
b) Arresto.
c) Suspensión.
d) Cambio de Cuerpo.
El arresto será determinado por quien tenga la potestad de hacerlo, indicando con claridad al infractor
como, cuando o con quien deberá de cumplirse este.
Un ciudadano ingresara al Pentathlón Deportivo Militarizado Universitario, previa solicitud por escrito
y debidamente esterado del compromiso que contrae con la Institución, así como de las obligaciones
y derechos que con esto adquiere.
Reconocerá como superiores (En cargo y Grado) a todos los Comandantes, Jefes, Oficiales,
Sargentos y Cabos del Pentathlón, a sus equivalentes y superiores de nuestras gloriosas Fuerzas
Armadas, a quienes tendrá obligación de respetar y obedecer en cuanto se refiere a la disciplina.
Cumplirá con exactitud y prestancia las órdenes relativas al servicio, principalmente de quienes
dependa directamente.
En formación, ningún elemento podrá separarse sino con permiso del superior que estuviere al
mando; Guardara profundo silencio, se mantendrá siempre firme, no hará movimientos inútiles, no
saludara a persona alguna sin orden o autorización expresa, observando la compostura y orden
debidos.
Es deber de todo recluta de nuevo ingreso, poner toda su voluntad y empeño para instruirse y
entrenarse debidamente para estar en condiciones de desempeñar cuanto antes, los servicios que
le correspondan. El que desde su ingreso a la Institución demuestre indolencia, apatía o pereza en
las actividades, sentara un mal precedente que le será adverso en todo su desarrollo Institucional.
1. Elaborar una lista de los deberes comunes a toso elemento del Pentathlón
2. Elaborar un Cuadro sinóptico de las Definiciones de Deber y Disciplina
3. Reflexionar en grupo la importancia de los Deberes Militares dentro y Fuera de la Institución
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 40
La instrucción militar tiene por objeto hacer elementos aptos, capaces de cumplir las múltiples
misiones que el servicio impone, creando en ellos, la responsabilidad y reflejos, que más tarde, en
el desarrollo de sus actividades, les permitirá ejecutar de manera consiente, todo cuanto se les haya
enseñado.
Aunado a estas cualidades morales, el Cadete necesita un cuerpo sano y un organismo endurecido
para resistir las más severas fatigas físicas.
a) Educación moral.
b) La disciplina.
c) Educación física.
d) Aspecto técnico.
Comprende los métodos que deben de seguirse para la enseñanza, ya que en la actualidad, en
cualquier actividad, se requiere de una absoluta disciplina, voluntad y coordinación, que solo se
adquiere por medio de una constante práctica.
Tiene también por objetivo principal, fomentar su espíritu de iniciativa, sin perder de vista el trabajo
en equipo, fundamental para integrarse a cualquier actividad profesional.
Los instructores tendrán un amplio margen para desarrollar su iniciativa, que los capacita para que,
de acuerdo a su criterio, pase de un ejercicio a otro cuando lo considere necesario, así mismo,
deberá de emplear un sistema que no haga la instrucción aburrida, cansada o tediosa, pero la
exigencia siempre, durante ella, de gran atención y una ejecución precisa y enérgica.
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 41
Las correcciones deberán siempre hacerse en forma decente pero con energía, evitando tocar en
lo posible físicamente al elemento, para corregir tal o cual movimiento. El ejemplo es la mejor
escuela; Tal es la razón por la que el instructor deberá de ejecutar los movimientos que trate de
enseñar.
ESCUELAS
VOCES DE MANDO
Cuando el movimiento se realice por tiempos, a la voz preventiva se antepone la de por tiempos,
efectuándose el tiempo uno a la voz ejecutiva y los de más a la de dos, tres, etcétera.
Cuando el personal comprenda y ejecute satisfactoriamente los ejercicios con órdenes a viva voz,
estos se repetirán al finalizar cada escuela, utilizando los toques de corneta previstos en el manual
de toque militares.
GENERALIDADES:
Para la instrucción militar de orden cerrado deben tomarse en cuenta las siguientes consideraciones.
a) En las evoluciones de orden cerrado con armas o sin ellas, el braceo se debe llevar a la altura
del hombro con el brazo y la mano extendidos, y dedos unidos; el braceo se suspende cuando
se realicen movimientos de tres pasos o menos, así como en el paso atrás y de costado.
b) La instrucción en cada una de las escuelas de conjunto (pelotón, sección, compañía) debe ser
impartida por los respectivos comandantes y por unidades orgánicas. Durante la instrucción los
comandantes que imparten no tendrán lugar fijo, situándose en el lugar que crean más
conveniente para vigilar mejor la ejecución de los movimientos.
c) Para el adiestramiento en cualquiera de las escuelas de conjunto, terminada cualquier evolución,
se mandara rectificar intervalos, distancias y alineamientos.
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 42
MANDO Y COMANDO
Mando es la autoridad que radica en una sola persona, siendo por tal concepto indivisible, el que
manda ordena, fija misiones y obliga a cumplirlas, el mando concibe y decide, llevando sobre sus
hombros el peso de la responsabilidad de la ejecución.
Objetivo: Preparar al recluta a fin de que sea apto para recibir instrucción de conjunto. Esta escuela
comprende la práctica de los movimientos individuales sin arma para poder permitirle ser encuadrado
en una unidad.
2. SALUDAR
Voces:
Preventiva: saludar.
Ejecutiva: ya
A la voz ejecutiva.
a) Llevar con energía la mano derecha con dedos
unidos y extendidos hasta que el índice toque el borde,
gorra de cuartel o casco, arriba de la ceja del mismo lado.
b) El codo derecho queda a la altura del hombro del mismo lado.
c) El antebrazo y la mano en una misma línea con la
palma ligeramente hacia abajo.
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 43
3. EN DESCANSO
Voces:
Preventiva: en descanso.
Ejecutiva: ya.
A la voz ejecutiva.
a) Desplazar el pie izquierdo con un desplante lateral cuarenta
centímetros aproximadamente con respecto al derecho.
b) Unir las manos al frente, la izquierda tomara la derecha empuñada
por la muñeca y coloca los brazos caídos y extendidos con naturalidad.
c) Repartir el peso sobre ambas piernas.
4. DESCANSO A DISCRECIÓN
Voces:
Preventiva: descanso a discreción.
Ejecutiva: ya.
5. DE DESCANSO FIRMES
Voces:
Preventiva: firmes.
Ejecutiva: ya.
A la voz ejecutiva:
Adoptar la posición fundamental. Se une con energía el pie izquierdo al derecho y
simultáneamente los brazos pasaran a sus costados por el camino más corto. Cuando el
personal este en la posición de descanso a discreción, a la voz de atención se adoptara la
posición de en descanso.
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 44
1. FLANCO DERECHO
Voces
Preventiva: flanco derecho.
Ejecutiva: ya
A la voz ejecutiva:
a) Girar un cuarto de círculo hacia el flanco indicado sobre el talón
del pie derecho y la punta del pie izquierdo; la pierna izquierda
deberá quedar extendida.
b) Unir con fuerza el talón del pie izquierdo al derecho.
Durante el movimiento los brazos deberán permanecer unidos a los costados.
2. FLANCO IZQUIERDO
Voces:
Preventiva: flanco izquierdo.
Ejecutiva: ya
A la voz ejecutiva:
c) Girar un cuarto de círculo hacia el flanco indicado sobre el talón del pie
d) izquierdo y la punta del pie derecho; la pierna derecha deberá quedar extendida.
e) Unir con fuerza el talón del pie derecho al izquierdo.
f) Durante el movimiento los brazos deberán permanecer unidos a los costados.
5. MEDIA VUELTA
Voces:
Preventiva: media vuelta
Ejecutiva: ya
A la voz ejecutiva:
a) Efectuar un desplante con el pie izquierdo asentándolo con energía
diagonalmente a la derecha, 10 o 12 centímetros al frente.
b) Girar medio círculo a la derecha sobre el talón del pie derecho y la punta
del izquierdo, cargar el peso del cuerpo en el pie derecho.
La pierna izquierda permanecerá extendida.
c) Durante el movimiento los brazos permanecerán unidos a los costados.
MARCHAS
1. PASO REDOBLADO.
Es el paso normal de marcha, su longitud es de 70 centímetros y su cadencia es de 120
pasos por minuto.
Voces:
Preventiva: paso redoblado
Ejecutiva: ya
A la voz preventiva:
Flexionar la pierna izquierda inclinando ligeramente el cuerpo hacia delante.
A la voz ejecutiva:
a) Llevar el pie izquierdo hacia al frente con la punta ligeramente
hacia abajo y asentar la planta en el piso a 70 centímetros.
b) Al mismo tiempo levantar el talón del pie derecho cargando el peso
sobre la pierna izquierda, llevar el pie derecho hacia delante en la
misma forma que se hizo con el izquierdo y continuar con el
procedimiento a longitud y velocidad expresadas.
c) No es necesario exigir la alineación, ya que cuando se acostumbren a
dar pasos de la misma longitud, lograran el mismo alineamiento.
Voces:
Preventiva: alto
Ejecutiva: ya
La voz ejecutiva se da cuando el pie izquierdo se asienta en tierra.
a) Para detener la marcha, se dejara pasar un tiempo con el pie derecho.
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 46
3. ALARGAR EL PASO
Es la macha utilizada para disminuir el tiempo de recorrido, su longitud es de 75 centímetros
y su cadencia de 120 pasos por minuto.
Voces:
Preventiva: alargar el paso
Ejecutiva: ya
Seguir el mismo procedimiento que en el paso redoblado con la variante de que la longitud
del paso es de 75 centímetros.
4. ACORTAR EL PASO
Se utiliza para rectificar las distancias sobre la marcha, su longitud es de 35 centímetros y
su cadencia de 120 pasos por minuto.
Voces:
Preventiva: acortar el paso
Ejecutiva: ya
A la voz ejecutiva:
a) Dar un desplante con el pie izquierdo.
b) Acortar la longitud del paso a 35 centímetros levantando
alternadamente las piernas a 30 centímetros del suelo aproximadamente.
c) A la voz del comandante se continuara la marcha a cadencia de paso redoblado.
5. MARCAR EL PASO
Voces:
Preventiva: marcar el paso.
Ejecutiva: ya.
6. CAMBIAR EL PASO
Sirve para que la unidad o individuo recupere el paso que había perdido.
Voces:
Preventiva: cambiar el paso.
Ejecutiva: ya.
A la voz ejecutiva.
a) Asentar el pie izquierdo en tierra.
b) Unir el pie derecho con el izquierdo, al mismo tiempo flexionar la pierna
izquierda ligeramente e inclinar el cuerpo hacia delante y cargar el peso del mismo
sobre la pierna derecha.
c) Emprender nuevamente la marcha con el pie izquierdo.
7. PASO ACELERADO
Se emplea para acelerar la marcha con la misma longitud del paso redoblado
y una cadencia de 130 pasos por minuto.
Voces:
Preventiva: acelerar el paso
Ejecutiva: ya
A la voz ejecutiva
a) marcar con un desplante del pie izquierdo, el cambio de cadencia.
Continuar la marcha con cadencia de 130 pasos por minuto.
8. PASO VELOZ
Se emplea para desplazamientos rápidos, inicia de cualquier cadencia,
o bien de la posición fundamental. Su longitud es de 75 centímetros
y su velocidad es de 175 pasos por minuto.
Voces
Preventiva: paso velos
Ejecutiva: ya
A la voz preventiva:
A pie firme se flexionará la pierna izquierda y se preparará para iniciar la marcha; sobre la
marchase ejecutará un desplante con el pie izquierdo y se continuará con la misma
cadencia; en ambos casos, las manos empuñadas se llevarán a la altura del pecho.
A la voz ejecutiva.
a) Con un desplante iniciar la marcha hasta alcanzar gradualmente la longitud y cadencia
descritas.
b) Durante el movimiento conservara la cabeza levantada, boca cerrada, respirar por la
nariz, levantar un poco las rodillas y permitir a los brazos un movimiento natural.
c) Para cambiar a otro tipo de marcha utilizar las voces correspondientes.
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 48
Voces:
Preventiva: alto
Ejecutiva: ya
A la voz ejecutiva.
Se dará cuando el pie izquierdo se asiente en tierra:
Dar cuatro pasos para detener la marcha en el pie izquierdo con un desplante.
Unir el talón del pie derecho al izquierdo y bajar las manos a los costados
con energía (5to paso).
Voces:
Preventiva: paso atrás.
Ejecutiva: ya.
A la voz preventiva
Flexionar la pierna izquierda, preparándose para emprender la marcha.
A la voz ejecutiva.
Llevar con energía el pie izquierdo hacia atrás, asentándolo con energía.
Proceder con igual forma con el pie derecho y continuar la marcha.
Para hacer alto unir el pie derecho al izquierdo.
Voces:
Preventiva: paso de costado a la izquierda.
Ejecutiva: ya.
A la voz ejecutiva.
Llevar el pie derecho al costado de ese lado sin flexionar las piernas y asentándolo a la
longitud señalada.
Unir con fuerza el pie derecho y continuar el movimiento.
Voces:
Preventiva: por flanco derecho.
Ejecutiva: ya
A la voz preventiva.
Ejecutar el primer tiempo del flanco derecho y prepararse
para emprender la marcha.
A la voz ejecutiva.
Iniciar la marcha con un desplante del pie izquierdo a la cadencia de paso redoblado.
Voces:
Preventiva: por el flanco izquierdo.
Ejecutiva: ya
A la voz preventiva.
Ejecutar el primer tiempo del flanco izquierdo y prepararse
para emprender la marcha.
A la voz ejecutiva.
Iniciar la marcha con un desplante del pie derecho a la cadencia de paso redoblado.
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 50
Voces:
Preventiva: por media vuelta.
Ejecutiva: ya.
A la voz preventiva.
Ejecutar los primeros dos tiempos de la media vuelta y prepararse
para emprender la marcha.
A la voz ejecutiva.
Iniciar la marcha con un desplante del pie izquierdo, a la cadencia del paso redoblado.
Voces:
Preventiva: flanco derecho.
Ejecutiva: ya
A la voz ejecutiva.
Se debe realizar en el momento de asentar en tierra el pie izquierdo,
a continuación avanzar dos pasos más, asentar el mismo pie con un
desplante y el derecho con la punta en tierra.
2. FLANCO IZQUIERDO
Voces:
Preventiva: flanco izquierdo.
Ejecutiva: ya
A la voz ejecutiva.
Se debe realizar en el momento de asentar en tierra el pie derecho,
a continuación avanzar dos pasos más, asentar el mismo pie con un
desplante y el izquierdo con la punta en tierra.
Girar sobre la planta de ambos pie hacia el flanco izquierdo.
Después de realizar el giro, continuar la marcha con un desplante del pie
derecho.
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 51
3. MEDIA VUELTA
Voces:
Preventiva: media vuelta.
Ejecutiva: ya.
A la voz ejecutiva.
Se debe realizar en el momento de preciso de asentar en tierra
el pie izquierdo.
A continuación avanzar dos pasos más, asentar el mismo pie con un desplante
y el derecho con la punta en tierra.
Girar sobre la planta de ambos pies hasta dar frente a retaguardia.
Continuar la marcha con un desplante del pie izquierdo.
Voces:
Preventiva: alto por el flanco derecho.
Ejecutiva: ya
A la voz ejecutiva.
Se debe realizar en el momento de asentar en tierra el pie izquierdo,
a continuación avanzar dos pasos más, asentar el mismo pie con un
desplante y el derecho con la punta en tierra.
Girar hacia el flanco indicado sobre las puntas de los pies.
Unir con fuerza el talón del pie derecho al izquierdo.
OBJETIVO:
Enseñarle a presentase y a evolucionar en el orden cerrado y a combatir en el orden
disperso.
DEFINICIÓN:
El pelotón es una unidad de instrucción y mínima de combate. Se subdivide en dos
escuadras: la de fusileros granaderos y la de fusileros ametralladores. La primera
representa el elemento de choque y la segunda el de fuego. Las formaciones
fundamentales del pelotón son: línea en una fila y columna por uno.
ORGANIZACIÓN
Símbolos
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 53
FORMACIONES
LÍNEA EN UNA FILA
Se emplea para reunión y revistas.
Las escuadras se colocan una al lado de la otra en orden sucesivo
con intervalos normales, quedando la primera del lado derecho.
REUNIRSE
Voces
Preventiva: reunirse
Ejecutiva: ya
A la voz preventiva.
El personal del pelotón donde se encuentre adoptara la posición
fundamental y se prepara para emprender la marcha a paso veloz
en dirección a su comandante.
A la voz ejecutiva.
El pelotón a paso veloz adoptara la formación de en línea en una fila.
El pelotón deberá quedar a 5 pasos y centrado de su comandante.
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 54
ALINEARSE
Voces.
Ejecutiva: ya
A la voz ejecutiva.
En forma rápida y por el camino más corto se alinean a la derecha
o izquierda del hombre de base para lo cual empuñaran la mano
izquierda con el dorso al frente colocándola sobre la cadera y el codo
en el mismo plano del cuerpo, tocando el brazo derecho del elemento
inmediato; simultáneamente giran la cabeza al costado indicado;
cada uno de los integrantes deberá observar el pecho del segundo
hombre a excepción del hombre base que mantendrá la vista al frente;
una vez alineados se ordenara adoptar la posición de firmes.
ROMPER LA FORMACIÓN
Voces.
Preventiva: romper la formación.
Ejecutiva: Ya
A la voz preventiva. En la posición a pie firme flexionara la pierna
izquierda y se prepara para deshacer la formación, sobre la marcha,
sé continua con la cadencia y dirección.
A la voz ejecutiva. El pelotón romperá cualquier tipo de formación
con un desplante al frente y se dispersará.
CAMBIOS DE FORMACION
El pelotón en línea, en una o dos filas, pasa a la columna por uno o por dos o inversamente,
a las voces de: Flanco derecho(o izquierdo) Ya.
Para que el pelotón en columna por uno pase a la columna por dos, se mandara: Columna
por dos…. Ya.
El pelotón en columna por dos, pasa a la columna por uno a las voces de: Columna por
uno…. Ya.
El pelotón en columna por uno o por dos, forma en línea con el mismo frente, a las voces
de: Por la izquierda (o por la derecha) al frente en línea…. Ya.
A la voz preventiva, la cabeza permanecerá firme; Los demás hombres ejecutaran el primer
tiempo de un medio flanco izquierdo(o derecho).
A la ejecutiva, rompen la marcha con el frente que les resulto del medio flanco,
desencajonándose irán entrando sucesivamente a la izquierda(o a la derecha) de los ya
establecidos; Si la formación inicial era columna por dos, los hombres que pasen a constituir
la segunda fila, cubrirán a sus respectivas cabezas de hilera.
Sobre la marcha, a la voz ejecutiva, la cabeza acorta el paso, hasta que el pelotón entre en
línea, momento en que se continuar el paso redoblado.
Para que el pelotón en columna por uno o por dos forme en línea sobre la derecha o la
izquierda, se mandara: Sobre la derecha(o la Izquierda) en línea…. Ya.
Esta evolución sobre la marcha se hará de igual forma, con la diferencia de que cada
hombre o hilera tan luego hagan alto, descansara las armas.
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 56
La fuerza del uso nos ha hecho ver como correctas expresiones tales como: educar en valores, los
valores en la educación, etc., sin percatarnos de que tales expresiones son redundantes. Es decir,
cuando hablamos de educación necesariamente nos referimos a los valores, a algo valioso que
queremos que se produzca en los educandos.
De otro modo, no habría un acto educativo. Tendríamos, en todo caso, aprendizaje de algo, pero
desde luego no estaríamos ante acciones educativas.
A este respecto, en otro lugar (1994), hemos escrito: Si no es a partir de los valores no hay posibilidad
alguna de llevar a cabo un proceso educativo. No existe el hombre biológico, desnudo de cultura, de
valores desde los cuales exige ser interpretado. Acercarse al hombre, conocerlo, entenderlo significa
interpretar el mundo de significados o valores a través de los cuales todo hombre se expresa, siente
y vive..., significa contemplar al hombre en su historia, en su propio hábitat fuera del cual sería del
todo irreconocible. Por ello los valores son contenidos, explícitos o implícitos, inevitables en la
educación.
Donde las actividades pertinentes encuentren su lugar también adecuado. Sin embargo, es preciso
reconocerlo, ello no es tarea fácil. Los cambios en educación no se operan porque se prescriban
mediante leyes. Es necesario que se produzca, además y sobre todo, un cambio en las actitudes y
modos de pensar la educación en quienes las hayan de aplicar. Se trata, en definitiva, de iniciar una
nueva andadura que permita cambiar el estilo de vida de nuestras escuelas y un nuevo enfoque en
los aprendizajes.
El propio MEC (1994) reconoce la dificultad: No cabe ignorarlo: los profesores no tienen fácil la tarea
de educar en actitudes y valores... No les falta voluntad, pero sí materiales didácticos en los que
apoyarse, y a veces también echan de menos preparación específica para ello.
¿Por qué ahora esta urgencia de los valores en la escuela?, se preguntan muchos. De una parte, la
investigación pedagógica en las últimas décadas sobre los valores, y en especial sobre los valores
morales, es abundante. La necesidad de potenciar el desarrollo de todas las dimensiones de la
persona es una constante en la literatura pedagógica de hoy. Seguir pensando, todavía en el
desarrollo de las facultades superiores de la persona como finalidad prioritaria de la educación es
hoy un anacronismo y un propósito insostenible.
De otra parte, de todos es sabido que la institución escolar no es un sistema autónomo que funcione
al margen de lo que acontece en la vida real de la sociedad. Suele reflejar, con bastante fidelidad,
las contradicciones del sistema social al que pertenece, su cara visible y oculta. Representa un factor
clave en la continuidad del sistema social y, a su vez , en la transformación y cambio de la misma
sociedad.
Pensar la escuela como una institución aislada o jardín cercado, en una era como la nuestra,
caracterizada por la eclosión de los medios, recursos y técnicas de comunicación, es pretender lo
imposible y desconocer la naturaleza misma de la educación. La educación se resuelve básicamente
en un proceso de comunicación. Sin ésta desaparece toda posibilidad educativa. Pero la
comunicación se da en un contexto ya significado. Y son los significados e interpretaciones que
profesor y alumno dan a la realidad que les envuelve lo que se convierte en las claves de la
comunicación y en la base ineludible del proceso educativo. Este no se da en el vacío, sin tiempo ni
espacio.
Se produce siempre marcado por el contexto, por la cultura como forma matriz en la interpretación
de la propia existencia, de nuestras relaciones con los demás y con las cosas. El mismo hecho
concreto del acto educativo, en cuanto plasmación de un currículo, no hace más que poner de
manifiesto la inesquivable vinculación entre éste y las instancias políticas, las ciencias y las
tecnologías. La educación, en su facticidad, está inevitablemente incrustada en una polis, y más
concretamente en una cultura, una política y una economía.
Otros acontecimientos podrían explicar el debate muy encendido sobre los valores que hoy se vive
en nuestro país. Los medios de comunicación se han hecho eco de conductas, que por estar
protagonizadas por personas públicas relevantes, han sacudido nuestra conciencia y han generado
desconfianza en las instituciones públicas, a la vez que inseguridad en la convivencia ciudadana. La
llamada a un rearme moral y una cruzada en defensa de los valores ha sido la respuesta más
inmediata.
Sin negar la gravedad de la situación actual y la función que a la institución escolar compete a este
respecto, es preciso subrayar la necesidad ineludible, por encima de los intereses del momento, de
incorporar e integrar los valores en los procesos de enseñanza como contenidos explícitos
irrenunciables en la tarea del profesor. Entendemos que los valores son realidades dinámicas,
históricas, sometidas, por tanto, a cambios en su jerarquización; que lo que ahora valoramos más,
pase después, en las siguientes generaciones, a tener un valor secundario; que los valores, siendo
los mismos, encuentran distintas manifestaciones o modos de realización según las culturas o
momentos históricos.
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 58
Los valores son, en formas diversas, encarnados y clarificados a lo largo de la historia, pero ellos
sobrevuelan el devenir temporal y hacen posible la fundación de los campos de posibilidades que
configuran la trama de la historia (López Quintás, 1989: 117). Quiere ello decir que todas las culturas
tienen algo común, básico y fundamental que las une, y que la libertad creadora del hombre abre
múltiples posibilidades para producir riqueza y variedad sin que ello elimine y afecte a lo sustantivo
y nuclear.
Los hombres, lo mismo que las culturas, al final tienen más de común que de diferente, sencillamente
porque el ser humano es ante todo humano y constituye una única especie, presentando las razas
y las culturas una variabilidad que afecta más a lo superficial y anecdótico que a lo profundo y
esencial (Eibl-Eibesfeldt, 1993: 10). Pero siempre serán los valores, los que fuere, en sus distintas
manifestaciones, referentes obligados de la acción educativa, y no preocupación de un momento o
remedio improvisado de una situación.
Queremos pensar que se asuma, y no por la presión de las circunstancias, que no hay posibilidad
alguna de llevar a cabo un proceso educativo si no es a partir de los valores.
Venimos arrastrando, ya desde los griegos, una pesada herencia que ha condicionado nuestra visión
del hombre e influido de un modo importante en la educación: que el hombre se define esencialmente
como ser pensante. Contra esta tradición filosófica, dice Ortega y Gasset (1972), urge oponerse
radicalmente y resolverse a negar que el pensamiento haya sido dado al hombre de una vez para
siempre. No vivimos, escribe el autor, para pensar, sino que pensamos para lograr subsistir o pervivir.
Véase cómo eso de atribuir al hombre el pensamiento como una cualidad ingénita es, en rigor, una
injusticia. Porque no hay tal don ni tal obsequio, sino que es una penosa fabricación y una conquista,
como toda conquista..., siempre inestable y huidiza (Ortega y Gasset, 1972: 47).
Parece que hemos llevado muy lejos eso de que el hombre es un animal racional, ser pensante, que
nos dicen los filósofos. También es un ser que sufre y goza; es afecto, emoción y no sólo inteligencia.
Contemplar, entonces, el mundo de los valores como componente esencial en la acción educativa
no significa ninguna condescendencia o moda pasajera, sino reivindicar una educación de la
totalidad de la persona.
Consideramos, por tanto, urgente que los enseñantes nos planteemos en profundidad el para qué
en nuestra tarea educativa; que nos preguntemos por el tipo de hombre y sociedad que intentamos
construir, aquí y ahora. Ello nos lleva necesariamente a optar por unos valores y hacer de ellos la
piedra angular, el referente de nuestra acción educativa.
Por ello, hablar de la libertad, tolerancia, solidaridad, etc., como propuesta educativa puede significar,
todavía hoy, un brindis al sol, una ocurrencia singular, cuando inexorablemente estamos inmersos
en una carrera cuya meta deseada, y difícil, es el ejercicio de una profesión, para la que tan sólo se
nos exige conocimientos y destrezas.
Otras competencias, llámense actitudes, valores, etc., se piensa, no forman parte, por ahora, del
equipaje necesario para incorporarse a la vida profesional, objetivo prioritario de la institución escolar.
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 59
En la práctica, sin embargo, no es fácil separar los aprendizajes instructivos de los competentes y
valorativos. En cualquier actuación profesoral estamos filtrando y proyectando una determinada
concepción de la persona, promoviendo unos determinados valores.
No es posible educar-enseñar sin proyectar la filosofía de fondo, visión del hombre y del mundo que
subyace necesariamente en toda acción educativa.
A estas alturas, ya empieza a reconocerse como normal, al menos formalmente, que la escuela se
proponga también formar buenos ciudadanos, personas solidarias, tolerantes, amantes de la paz y
preocupadas por el medio ambiente. Sin dejar de enseñar a adquirir conocimientos, parece que
hemos entendido que el hombre es algo más que pensamiento o inteligencia. También es cultura,
entendida ésta como forma de vida; por lo mismo, un ser de valores.
En otro lugar (1994) hemos definido el valor como un modelo ideal de realización personal que
intentamos, a lo largo de nuestra vida, plasmar en nuestra conducta, sin llegar a agotar nunca la
realización del valor. Concebimos el valor como una creencia básica a través de la cual interpretamos
el mundo, damos significado a los acontecimientos y a nuestra propia existencia.
Obviamente, hablamos de los valores más radicales, aquellos que están más directamente
vinculados con el hombre y contemplados en la Declaración Universal de los Derechos del Hombre.
Algún autor ha dicho que el valor es como un poliedro que presenta varias caras o lados desde los
que puede ser contemplado: ¿realidad objetiva o subjetiva, universal o relativa, permanente o
dinámica y cambiante?
A menudo vemos conductas que nos la describen y manifiestan. También es evidente que no
siempre asistimos ante las mismas manifestaciones o prácticas de la hospitalidad. Los medios de
comunicación, con su capacidad sorprendente de convertirnos en espectadores de la vida y
acontecimientos de otros lugares, ponen a nuestro alcance modos o expresiones distintas de
practicar la hospitalidad. Nuestra cultura occidental, por ejemplo, manifiesta la hospitalidad, en
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 60
formas diferentes a como la manifiesta el mundo islámico. Incluso en aquélla se ha producido una
clara evolución en sus formas de expresión de dicho valor, como no podía ser de otra manera.
El hecho de que haya cambios de perspectivas en la capacitación de valores no implica el sin sentido
de éstos. Somos nosotros los que cambiamos estimando o realizando determinados ámbitos
axiológicos con descuido y desdén de otros. Es, pues, en las condiciones del sujeto valorante donde
hay que analizar las variadas relaciones que se establecen con el mundo axiológico (Marín, 1993:
37). No estamos, por tanto, ante valores distintos, sino ante formas culturales distintas en la
manifestación y expresión del mismo valor: Ortega y Gasset (1973: 152) lo expresa así: No somos,
pues, en la última instancia, conocimiento, puesto que éste depende de un sistema de preferencias
que más profundo y anterior existe en nosotros.
Una parte de ese sistema de preferencias nos es común a todos los hombres, y gracias a ello
reconocemos la comunidad de nuestra especie y en alguna medida conseguimos entendernos; pero
sobre esa base común, cada raza y cada época y cada individuo ponen su modulación particular del
preferir, y esto es lo que nos separa, nos diferencia y nos individualiza. Visto así, el valor se define
como realidad objetiva y subjetiva a la vez, sin caer en ninguno de los extremos: objetivismo y
subjetivismo.
La objetividad de los valores es tal, y sólo es tal, para una conciencia inquisidora, para una
subjetividad que exige cuentas. Nada hay objetivo como no se dé simultáneamente, con él, una
conciencia, un apercibirse (Fullat, 1995: 185).
Tan sólo hemos insinuado la cuestión tan debatida actualmente del relativismo cultural. No
pretendemos abordarlo en toda su amplitud, pero sí adelantar un principio de interpretación que guíe
la actuación educativa. No existe una cultura perfecta mejor que todas las demás en cualquiera de
sus componentes.
Sostener esta creencia supondría suscribirse a la tesis etnocentrista (Jordán, 1992). Defendemos,
por el contrario, que cada una de las culturas desvelan sectores de valores humanos llamados a
fecundar a cualquier cultura que se muestre abierta al mutuo enriquecimiento. Pensamos que cada
cultura responde a las exigencias humanas, en el tiempo y en el espacio, en su función de adaptar
a los individuos de un determinado grupo social a los requerimientos de su ambiente singular; que
no es más que el conjunto de formas a través de las cuales cada comunidad encuentra el modo de
resolver el problema de su existencia, aquí y ahora.
Por lo que, en realidad, no estamos ante valores distintos, sino ante manifestaciones culturales
distintas en la tarea inevitable de abordar y resolver la existencia. El error de los relativismos está,
aunque parezca paradójico, en su dogmatismo... Es necesario el esfuerzo de considerar a los valores
como unos objetos ideales que presentan múltiples matices, cualidades más ricas que los objetos
físicos, y por eso la perspectiva en la que son conocidos y la estructura de la preferibilidad en que
aparecen, en un momento histórico, no son sino aproximaciones sucesivas en la capacitación del
sistema total de los valores y su jerarquía (Escames, 1995: 106).
Semejante posición no nos lleva a valorar de igual manera todas las manifestaciones culturales. Es
decir, todas las culturas no valen igual, No es lo mismo amputar una mano al ladrón que someterlo
a un proceso de reeducación, si con ellos se quiere preservar o defender el derecho de propiedad,
entendida ésta como un valor a proteger por la sociedad.
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 61
Con ellos queremos decir que un respeto incondicional hacia la peculiaridad cultural de todas y cada
una de las comunidades o pueblos, llevado hasta las últimas consecuencias, puede convertirse en
una trampa que les cierre el paso a otras formas culturales que les podrían facilitar el acceso al
desarrollo científico y tecnológico. Nos referimos, en concreto, a la defensa que legítimamente podría
hacerse de la propia lengua minoritaria y al rechazo de otras lenguas de uso generalizado que en
determinadas sociedades se está produciendo.
El código lingüístico de una tribu africana puede, sin duda, expresar mejor el mundo de sentimientos
de esa comunidad que el código lingüístico de una sociedad desarrollada, pero difícilmente aquél
será un instrumento útil que permita acceder al lenguaje en el que la ciencia y la tecnología actuales
se están expresando. No pensamos que estemos ante valores contrapuestos, sino perfectamente
armonizables.
Al hablar de los valores debemos puntualizar algunas cuestiones. En primer lugar, debemos acentuar
el carácter real del valor: Debe quedar claro que los valores son ficciones, objetos de la imaginación,
pertenecientes por tanto, al mundo de lo fantástico. Pertenecen, por el contrario, al mundo de lo real.
Son realidades enraizadas en nuestra cultura. Desde ellos pensamos y actuamos. Y son los que
deciden y dan explicación y coherencia a nuestra vida. Los valores no están fuera de nosotros; son
como el aire que respiramos; vivimos en ellos. Se encarnan en realidades concretas y se expresan
a través de ellas, pero, a la vez, desbordan el lugar de su encarnación como expresión del valor
(López Quintás, 1989).
Al menos, esta idea se ha introducido e instalado con carácter general, y opera como principio de
duda o sospecha hacia lo no observable, presentándolo como un mundo devaluado del que no
podemos tener un conocimiento seguro, científico. De él podemos fabular, suponer, conjeturar, pero
no llegar a establecer conclusión alguna. A este mundo misterioso, fantástico pertenecerían los
valores.
Cuando se aborda la educación de los valores es importante, más aún imprescindible, rescatar la
realidad del valor, sacándola del mundo de la vaguedad y de la fantasía. Sólo así podría ser
presentado como algo valioso, noble por lo que merezca la pena esforzarse. El peligro del engaño o
de la propuesta falaz acecha constantemente a los educandos si, desde el principio, no se desmonta
la falsa idea establecida sobre la realidad del valor. De aquí que el primer paso en la educación de
valores sea el descubrimiento del valor como realidad operativa en la vida de toda persona.
En segundo lugar, debemos resaltar el carácter inevitable del valor. Los valores inevitablemente se
dan en tanto que la persona es un ser de valores. Y no puede dejar de serlo. Si no es ser biológico
desnudo de representaciones, significados y símbolos, es decir, de cultura, tampoco lo es de valores.
La cultura es el hábitat de la persona; por lo mismo lo son los valores. Queremos decir que no se
puede entender la persona sin la presencia de los valores, ni la construcción de la persona sin la
apropiación de valores. Sería tanto como reducir al hombre a su caricatura y despojarlo de las claves
de su interpretación más real y profunda.
De ahí que el valor sea algo cotidiano que acontece en la vida de toda persona. Los valores no están
vinculados necesariamente a grandes proyectos o realizaciones personales. Es decir, no son
exclusivos de los grandes modelos, ni exigen grandes hazañas, ni tampoco constituyen objetivos de
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 62
difícil cumplimiento. Forman parte, por el contrario, de nuestra existencia diaria. La pedagogía de los
valores demanda con urgencia una desmitificación del valor.
2. ¿Cómo se enseñan?
Ésta es la pregunta más insistentemente formulada por el profesorado. A veces los profesores
demandan procedimientos o técnicas concretas de educación en valores; otras, por el contrario, un
marco más general de actuación. En todos se detecta la persistente necesidad de orientación en
este ámbito de la educación. No pocas veces los profesores se sienten perplejos ante uno contenidos
de enseñanza, como son los valores, que escapan de los métodos o técnicas habituales en su trabajo
profesional. Otras, pretenden aplicar al ámbito de los valores la misma metodología de enseñanza
que utilizan para la historia o geografía. Y, obviamente, constituyen ámbitos distintos, y, por lo mismo,
exigen actuaciones también distintas.
Ninguna de ellas dejará de estar interpretada por el modo de pensar y vivir (valores) de la propia
familia y del contexto social más significativo para el niño-adolescente. Esto obliga a pensar la
educación en valores de otro modo, a reafirmar su carácter necesariamente compartido. Queremos
con ellos decir que no es posible, o por lo menos claramente insuficiente, la educación en valores en
y desde la sola institución escolar.
Aquélla demanda la referencia a experiencias reales de vida donde los valores se plasmen en
conductas normales. Y la escuela, todavía, no deja de ser una experiencia bastante aislada y
reducida en la vida de los niños y adolescentes. La escuela, es preciso reconocerlo, constituye un
elemento indispensable, pero no suficiente, para la educación en valores. Estos se enseñan y
aprenden en y desde la totalidad de la experiencia de los educandos. No defendemos con ello un
modo irracional en el conocimiento y apropiación del valor.
El modo experiencial de conocer ostenta una forma eminente de racionalidad, por cuanto descubre
aspectos muy cualificados de lo real, y los expresa en formas conceptuales adecuadas (López
Quintás, 1989:89).
estructuras relacionales del aula y de la familia son impositivas o autoritarias? ¿Cómo educar en el
respeto a la naturaleza desde un medio degradado?
La experiencia cotidiana del valor se hace del todo indispensable para la apropiación del mismo. No
me puedo hacer una idea (y por tanto amarla) de la justicia, tolerancia, solidaridad, si no tengo
experiencia de ellas. Ahora bien, la experiencia del valor será siempre contradictoria, es decir, habrá
siempre experiencias de injusticia, intolerancia, etc. Por ello, la apropiación del valor representa y
exige una opción-elección en el educando.
Pero la experiencia del valor empieza por el entorno más inmediato. Y no se trata de descubrir
valores excepcionales en personas también excepcionales. Los valores se encuentran en los
compañeros, la familia, los vecinos, los conocidos. Se hace necesario aprender a ver de otra manera,
rescatar el carácter cotidiano, diríamos vulgar, del valor. Hacer del medio el marco habitual, no único,
de la educación en valores, asumiendo el riesgo de acercarse a una realidad contradictoria en la que
conviven valores y contravalores.
Pero ésta es la realidad, no otra. De este modo los modelos son siempre cercanos, de carne y hueso,
al alcance de todos. Exige, eso sí, enseñar a descubrir otra realidad frecuentemente olvidada; a leer
la realidad de otra manera y enriquecer la experiencia de los educandos con la cultura y vida en su
entorno. La pedagogía de los modelos excepcionales, en cambio, puede llevar a la frustración,
mitifica a las personas y por ser difíciles de imitar no motivan o mueven al sujeto a la realización o
apropiación del valor.
Se hace necesario, además, descubrir los valores en uno mismo, tomar conciencia de ellos y ver
hasta qué punto éstos orientan la vida propia. Mirar hacia adentro, descubrir qué hay en cada uno
que más valora y que puede ser útil para su vida y para los demás. Si no se es capaz de descubrir
lo que de positivo hay en uno mismo, difícilmente se lo podrá encontrar en los demás.
Es lo que se llama clarificación de valores, pero entendida esta técnica no sólo como constatación
de unos valores personales, sino además la importancia que el sujeto atribuye a esos valores y el
papel que ejercen en su vida personal.
Por último, la experiencia del valor en los otros. Conscientemente la hemos situado en último lugar
en la metodología de la educación en valores que proponemos. Hemos querido seguir el mismo
proceso de descubrimiento del mundo o realidad que según Piaget se opera en el niño, pero en el
caso del descubrimiento del valor unos cuantos años más tarde.
Cuando hablamos de la experiencia del valor en los otros, nos referimos a aquellas personas con
las que no se mantienen lazos afectivos por no pertenecer a nuestro medio más próximo a nuestro
entorno significativo. Son las personas públicas o personajes conocidos a través de los medio de
comunicación. La propuesta de estos modelos, lugar común de la educación en valores, debe ser
utilizada con grandes cautelas.
No podemos olvidar que los valores exigen para su enseñanza-aprendizaje de la experiencia del
valor, pues éste no es sólo idea, concepto. La propuesta artificial, descontextualizada del valor,
frecuente en la pedagogía tradicional, difícilmente supera el ámbito de la noción o del concepto,
careciendo, por tanto, de la fuerza emotiva necesaria para mover al sujeto a la apropiación del valor.
Los valores no sólo se deben entender, sino también amar y querer, si se quiere que lleguen a
constituir una fuerza orientadora de la vida personal.
No podemos terminar este apartado de la pedagogía del valor sin recordar que la educación es y se
resuelve en la praxis. Y en la educación en valores, concretamente en la experiencia y realización
del valor. De lo contrario, se habrá hecho un bello ejercicio intelectual sin apenas incidencia en la
vida personal de los educandos.
El destino del hombre es primariamente acción. Se ve abocado a actuar. "Si no actuaran, los
hombres no podrían existir ni como seres individuales, ni tampoco sobrevivir como especie. La acción
no siempre hace la historia, pero 'hace' la sociedad... La acción es la forma fundamental de la
existencia social del hombre" (Luckmann, 1996: 12). En la educación se puede decir lo mismo: no
se da lo que llamamos educación separada de la acción, de la praxis; y este principio en la educación
en valores se hace aún más evidente. La apropiación del valor pasa necesariamente por su
descubrimiento, a través de la experiencia, en la realidad inmediata y significativa del educando.
Pero sólo cuando el valor es puesto en práctica por el propio sujeto, cuando tiene experiencia de su
realización personal puede decirse que se da una apropiación del valor. En este sentido podemos
decir que los valores se aprenden si se practican. Por ello, junto a una clarificación necesaria de los
propios valores, habría de proponerse a los educandos el compromiso con un determinado valor,
como tarea diaria, para así percibir más plásticamente la vinculación entre el valor y su praxis, y
hacer de la praxis el medio privilegiado de la educación-apropiación del valor.
Te recuerdo brevemente donde estamos. Queda claro que hay cosas que nos convienen para vivir
y otras no, pero no siempre está claro qué cosas son las que nos convienen. Aunque no podamos
elegir lo que nos pasa, podemos en cambio elegir lo que hacer frente a lo que nos pasa. Modestia
aparte, nuestro caso se parece más al de Héctor que al de las beneméritas termitas...
Cuando vamos a hacer algo, lo hacemos porque preferimos hacer eso a hacer otra cosa, o porque
preferimos hacerlo a no hacerlo. ¿Resulta entonces que hacemos siempre lo que queremos?
Hombre, no tanto. A veces las circunstancias nos imponen elegir entre dos opciones que no hemos
elegido: vamos, que hay ocasiones en que elegimos aunque preferiríamos no tener que elegir.
Uno de los primeros filósofos que se ocupó de estas cuestiones, Aristóteles, imaginó el siguiente
ejemplo. Un barco lleva una importante carga de un puerto a otro. A medio trayecto, le sorprende
una tremenda tempestad. Parece que la única forma de salvar el barco y la tripulación es arrojar por
la borda el cargamento, que además de importante es pesado. El capitán del navío se plantea el
problema siguiente:
¿Debo tirar la mercancía o arriesgarme a capear el temporal con ella en la bodega, esperando que
el tiempo mejore o que la nave resista? Desde luego, si arroja el cargamento lo hará porque prefiere
hacer eso a afrontar el riesgo, pero sería injusto decir sin más que quiere tirarlo. Lo que de veras
quiere es llegar a puerto con su barco, su tripulación y su mercancía: eso es lo que más le conviene.
Sin embargo, dadas las borrascosas circunstancias, prefiere salvar su vida y la de su tripulación a
salvar la carga, por preciosa que sea.
¡Ojalá no se hubiera levantado la maldita tormenta! Pero la tormenta no puede elegirla, es cosa que
se le impone, cosa que le pasa, quiera o no; lo que en cambio puede elegir es el comportamiento a
seguir en el peligro que le amenaza. Si tira el cargamento por la borda lo hace porque quiere... y a
la vez sin querer. Quiere vivir, salvarse y salvar a los hombres que dependen de él, salvar su barco;
pero ni siquiera quedarse sin la carga ni el provecho que representa, por lo que no se desprenderá
de ella sino muy a regañadientes.
Preferiría sin duda no verse en el trance de tener que escoger entre la pérdida de sus bienes y la
pérdida de su vida. Sin embargo, no queda más remedio y debe decidirse: eligirá lo que quiera más,
lo que crea más conveniente. Podríamos decir que es libre porque no le queda otro remedio que
serlo, libre de optar en circunstancias que él no ha elegido padecer.
Casi siempre que reflexionamos en situaciones difíciles o importantes sobre lo que vamos a hacer
nos encontramos en una situación parecida a la de ese capitán de barco del que habla Aristóteles.
Pero claro, no siempre las cosas se ponen feas. A veces las circunstancias son menos tormentosas
y si me empeño en no ponerte más que ejemplos con ciclón incorporado puedes rebelarte contra
ellos, como hizo aquel aprendiz de aviador.
Su profesor de vuelo le preguntó: "Va usted en un avión, se declara una tormenta y le inutiliza a
usted el motor ¿qué debe hacer?" Y el estudiante contesta: "Seguiré con el otro motor." "Bueno -dijo
el profesor-, pero llega otra tormenta y le deja sin ese motor. ¿Cómo se las arreglará entonces?"
"Pues seguiré con el otro motor." "También se lo destruye otra tormenta. ¿Y entonces?" "Pues
continúo con otro motor." Vamos a ver -se mosquea el profesor-, ¿se puede saber de dónde saca
usted tantos motores? Y el alumno, imperturbable: del mismo sitio del que saca usted tantas
tormentas. No, dejemos de lado el tormento de las tormentas. Veamos que ocurre cuando hace buen
tiempo.
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 66
Por lo general, uno no se pasa la vida dando vueltas a lo que nos conviene o no nos conviene hacer.
Afortunadamente no solemos estar tan achuchados por la vida como el capitán del dichoso barquito
del que hemos hablado. Si vamos a ser sinceros, tendremos que reconocer que la mayoría de
nuestros actos los hacemos casi automáticamente, sin darle demasiadas vueltas al asunto.
Recuerda conmigo, por favor, lo que has hecho esta mañana.
A una hora indecentemente temprano ha sonado el despertador y tú, en vez de estrellarlo contra la
pared como te apetecía, has apagado la alarma. Te has quedado un ratito entre las sábanas,
intentando aprovechar los últimos y preciosos minutos de comodidad horizontal. Después has
pensado que se te estaba haciendo demasiado tarde y el autobús para el cole no espera, de modo
que te has levantado con santa resignación. Ya sé que no te gusta demasiado lavarte los dientes
pero como te insisto tanto para que lo hagas has acudido entre bostezos a la cita con el cepillo y la
pasta.
Te has duchado casi sin darte cuenta de lo que hacías, porque es algo que ya pertenece a la rutina
de todas las mañanas. Luego te has bebido el café con leche y te has tomado la habitual tostada
con mantequilla. Después, a la dura calle. Mientras ibas hacia la parada del autobús repasando
mentalmente los problemas de matemáticas -¿no tenías hoy control?- has ido dando patadas
distraídas a una lata vacía de coca-cola. Más tarde el autobús, el colegio, etc.
Francamente, no creo que cada uno de estos actos los hayas realizado tras angustiosas
meditaciones: ¿Me levanto o no me levanto? ¿Me ducho o no me ducho? ¡Desayunar o no
desayunar, ésa es la cuestión! La zozobra del pobre capitán de barco a punto de zozobrar, tratando
de decidir a toda prisa si tiraba por la borda la carga o no, se parece poco a tus soñolientas decisiones
de esta mañana. Has actuado de manera casi instintiva, sin plantearte muchos problemas.
En el fondo resulta lo más cómodo y lo más eficaz, ¿no? A veces darle demasiadas vueltas a lo que
uno va a hacer nos paraliza. Es como cuando hechas a andar: si te pones a mirarte los pies y a decir
ahora, el derecho; luego, el izquierdo, etc., lo más seguro es que pegues un tropezón o que acabes
parándote. Pero yo quisiera que ahora, retrospectivamente, te preguntaras lo que no te preguntaste
esta mañana. Es decir: ¿por qué he hecho lo que hice?, ¿por qué ese gesto y no mejor el contrario
o quizá otro cualquiera?
Supongo que esta encuesta te indignará un poco. ¡Vaya! ¿Qué por qué tienes que levantarte a las
siete y media, lavarte los dientes e ir al colegio? ¿Y yo te pregunto? ¡Pues precisamente porque yo
me empeño en que lo hagas y te doy la lata de mil maneras, con amenazas y promesas, para
obligarte! ¡Si te quedases en la cama menudo jaleo te montaría! Claro que algunos de los gestos
reseñados, como ducharte o desayunar, los realizas ya sin acordarte de mí, porque son cosas que
siempre se hacen al levantarse, ¿no?, y que todo el mundo repite.
Lo mismo que ponerse pantalones en lugar de ir en calzoncillos, por mucho que apriete el calor... En
cuanto a lo de tomar el autobús, bueno, no tienes más remedio que hacerlo para llegar a tiempo,
porque el colegio está demasiado lejos como para ir andando y no soy tan espléndido para pagarte
un taxi de ida y vuelta todos los días. ¿Y lo de pagarle patadas a la lata? Pues eso lo haces porque
sí, porque te da la gana.
Vamos a detallar entonces la serie de diferentes motivos que tienes para tus comportamientos
matutinos. Ya sabes lo que es un motivo en el sentido que recibe la palabra en este contexto: es la
razón que tienes o al menos crees tener para hacer algo, la explicación más aceptable de tu conducta
cuando reflexionas un poco sobre ella. En una palabra: la mejor respuesta que se te ocurre a la
pregunta ¿por qué hago eso?. Pues bien, uno de los tipos de motivación que reconoces es el de que
yo te mando que hagas tal o cual cosa. A estos motivos les llamaremos órdenes.
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 67
En otras ocasiones el motivo es que sueles hacer siempre ese mismo gesto y ya lo repites casi sin
pensar, o también el ver que a tu alrededor todo el mundo se comporta así habitualmente:
llamaremos costumbres a este juego de motivos. En otros casos -los puntapiés a la lata, por ejemplo-
el motivo parece ser la ausencia de motivo, el que te apetece sin más, la pura gana. ¿Estás de
acuerdo en que llamemos caprichos al por qué de estos comportamientos? Dejo de lado los motivos
más crudamente funcionales es decir los que te inducen a aquellos gestos que haces como puro y
directo instrumento para conseguir algo: bajar la escalera para llegar a la calle en lugar de saltar por
la ventana, coger el autobús para ir al cole, utilizar una taza para tomar tu café con leche, etc.
Nos limitaremos a examinar los tres primeros tipos de motivos, es decir las órdenes, las costumbres
y los caprichos. Cada uno de esos motivos inclina tu conducta en una dirección u otra, explica más
o menos tu preferencia por hacer lo que haces frente a las otras muchas cosas que podrías hacer.
La primera pregunta que se me ocurre platear sobre ellos es: ¿de qué modo y con cuánta fuerza te
obliga a actuar cada uno? Porque no todos tienen el mismo peso en cada ocasión.
Levantarte para ir al colegio es más obligatorio que levarte los dientes o ducharte y creo que bastante
más que dar patadas a la lata de coca-cola; en cambio, ponerte pantalones o al menos calzoncillos
por mucho calor que haga es tan obligatorio como ir al cole, ¿no? Lo que quiero decirte es que cada
tipo de motivos tiene su propio peso y te condiciona a su modo. Las órdenes, por ejemplo, sacan
fuerza, en parte, de miedo que puedes tener a las terribles represalias que tomaré contra ti si no me
obedeces; pero también, supongo, al afecto y la confianza que me tienes y que te lleva a pensar que
lo que te mando es para protegerte y mejorarte o, como suele decirse con expresión que te hace
torcer el gesto, por tu bien.
También desde luego porque esperas algún tipo de recompensa si cumples como es debido: paga,
regalos, etc. Las costumbres, en cambio, vienen más bien de la comodidad de seguir la rutina en
ciertas ocasiones y también de tu interés de no contrariar a los otros, es decir de la presión de los
demás. También en las costumbres hay algo así como una obediencia a ciertos tipos de órdenes:
piensa, por poner otro ejemplo, en las modas. ¡La cantidad de cazadoras, zapatillas, chapas, etc.,
que tienes que ponerte porque entre tus amigos es costumbre llevarlas y tú no quieres desentonar!
Las órdenes y las costumbres tienen una cosa en común: parece que vienen de fuera, que se te
imponen sin pedirte permiso. En cambio, los caprichos te salen de dentro, brotan espontáneamente
sin que nadie te los mande ni a nadie en principio creas imitarlos. Yo supongo que si te pregunto que
cuándo te sientes más libre, al cumplir órdenes, al seguir la costumbre o al hacer tu capricho, me
dirás que eres más libre al hacer tu capricho, porque es una cosa más tuya y que no depende de
nadie más que de ti.
Claro que vete a saber: a lo mejor también el llamado capricho te apetece porque se lo imitas a
alguien o quizá brota de una orden pero al revés, por ganas de llevar la contraria, unas ganas que
no se te hubieran despertado a ti solo sin el mandato previo que desobedeces... En fin, por el
momento vamos a dejar las cosas aquí, que por hoy ya es lío suficiente.
Pero antes de acabar recordemos como despedida otra vez aquel barco griego en la tormenta al que
se refirió Aristóteles. Ya que empezamos entre olas y truenos bien podemos acabar lo mismo, para
que el capítulo resulte capicúa. El capitán del barco estaba, cuando lo dejamos, en el trance de
arrojar o no la carga por la borda para evitar el naufragio. Desde luego tiene orden de llevar las
mercancías a puerto, la costumbre no es precisamente tirarlas al mar y poco le ayudaría seguir sus
caprichos dado el berenjenal en que se encuentra.
¿Seguirá sus órdenes aun a riesgo de perder la vida y la de toda su tripulación? ¿Tendrá más miedo
a la cólera de sus patronos que al mismo mar furioso? En circunstancias normales puede bastar con
hacer lo que le mandan a uno, pero a veces lo más prudente es plantearse hasta qué punto resulta
aconsejable obedecer... Después de todo, el capitán no es como las termitas, que tiene que salir en
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 68
plan kamikaze quieran o no porque no les queda otro remedio que obedecer los impulsos de su
naturaleza.
Y si en la situación en que está las órdenes no le bastan, la costumbre todavía menos. La costumbre
sirve para lo corriente, para la rutina de todos los días. ¡Francamente, una tempestad de alta mar no
es momento para andarse con rutinas! Tú mismo te pones religiosamente pantalones y calzoncillos
todas las mañanas, pero si en caso de incendio no te diera tiempo tampoco te sentirías demasiado
culpable.
Durante el gran terremoto de México de hace pocos años un amigo mío vio derrumbarse ante sus
propios ojos un elevado edificio; acudió a prestar ayuda e intentó sacar de entre los escombros a
una de las víctimas, que se resistía inexplicablemente a salir de la trampa de cascotes hasta que
confesó: Es que no llevo nada encima... ¡Premio especial del jurado a la defensa intempestiva del
taparrabos! Tanto conformismo ante la costumbre vigente es un poco morboso ¿no? Podemos
suponer que nuestro capitán griego era un hombre práctico y que la rutina de conservar la carga no
era suficiente para determinar su comportamiento en caso de peligro.
Ni tampoco para arrojarla, claro está, por mucho que en la mayoría de los casos fuese habitual
desprenderse de ella. Cuando las cosas están de veras serias hay que inventar y no sencillamente
limitarse a seguir la moda o el hábito...
Tampoco parece que sea ocasión propicia para entregarse a los caprichos. Si te dijeron que el
capitán de ese barco tiró la carga no porque lo considerase prudente, sino por capricho (o que la
conservó en la bodega por el mismo motivo), ¿qué pensarías? Respondo por ti: que estaba un poco
loco.
Arriesgar la fortuna o la vida sin otro móvil que el capricho tiene mundo de chaladura, y si la
extravagancia compromete la fortuna o la vida del prójimo merece ser calificada aún más duramente.
¿Cómo podría haber llegado a mandar un barco semejante antojadizo irresponsable? En momentos
tempestuosos a la persona sana se le pasan casi todos los caprichitos y no le queda sino el deseo
intenso de acertar con la línea de conducta más conveniente, o sea: más racional.
¿Se trata entonces de un simple problema funcional, de encontrar el mejor medio para llegar sanos
y salvos a puerto? Vamos a suponer que el capitán llega a la conclusión de que para salvarse basta
con arrojar cierto peso al mar, sea peso en mercancías o sea peso en tripulación.
Podría entonces intentar convencer a los marineros de que tirasen por la borda a los cuatro o cinco
más inútiles de entre ellos y así de este modo tendrían una buena oportunidad de conservar las
ganancias del flete. Desde un punto de vista funcional, a lo mejor era ésta la mejor solución para
salvar el pellejo y también para asegurar las ganancias... Sin embargo, algo me resulta repugnante
en tal decisión y supongo que a ti también. ¿Será porque me han dado la orden de que tales cosas
no deben hacerse, o porque no tengo costumbre de hacerlas o simplemente porque no me apetece
-tan caprichoso soy- comportarme de esa manera?
Perdona que te deje en un suspense digno de Hitchcok, pero voy a decirte para acabar qué es lo
que a la postre decidió nuestro zarandeado capitán. ¡Ojalá acertase y tuviera ya buen viento hasta
volver a casa! La verdad es que cuando pienso en él me doy cuenta de que todos vamos en el mismo
barco... Por el momento, nos quedaremos con las preguntas que hemos planteado y esperemos que
vientos favorables nos lleven hasta el próximo capítulo, donde volveremos a encontrarlas e
intentaremos empezar a responderlas.
Vete leyendo...
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 69
Tanto la virtud como el vicio están en nuestro poder. En efecto, siempre que está en nuestro poder
el hacer, lo está también el no hacer, y siempre que está en nuestro poder el no, lo está el sí, de
modo que si está en nuestro poder el obrar cuando es bello, lo estará también cuando es vergonzoso,
y si está en nuestro poder el no obrar cuando es bello, lo estará, asimismo, para no obrar cuando es
vergonzoso (Aristóteles, Ética para Nicómaco).
4) El político: hazlo porque lo requiere la prosperidad de la sociedad de la que formas parte, por
amor a la sociedad y por consideración a ti (Lichtenberg, Aforismos).
"No hemos de preocuparnos de vivir largos años, sino de vivirlos satisfactoriamente; porque vivir
largo tiempo depende del destino, vivir satisfactoriamente de tu alma. La vida es larga si es plena; y
se hace plena cuando el alma ha recuperado la posesión de su bien propio y ha transferido a sí el
dominio de sí misma" (séneca, Cartas a Lucilio).
Savater, Fernando:
Ética para Amador.
Ed. Ariel, Barcelona, 1991, pp.35-50
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 70
1. PENSAMIENTO REFLEXIVO
Para J. Lacroix (1968), lo que caracteriza esencialmente al hombre no es tanto el pensamiento como
la reflexión. En efecto, hay un pensamiento puramente pensado, un pensamiento en cierto modo
animal que se expresa enteramente por gestos y actitudes sin poder conocerse él mismo y
percatarse de sí: tal el sonámbulo cuyas ideas se ejecutan sin reflexionar y que vive su pensamiento
sin saberlo. Lo propio del hombre, en cambio, es distinguirse de este pensamiento puramente
objetivo, ser capaz de oponérselo en cierto modo para conocerlo y juzgarlo.
El signo es, por consiguiente, la señal misma de la reflexión y lo que distingue el pensamiento, se
distingue de sí mismo y, en ese retroceso, inaugura la vida reflexiva. El animal no conoce el signo,
sino tan sólo la señal, esto es, la reacción condicional ante una situación reconocida en su forma
global, pero no analizada en su pormenor. Toda domesticación tiene como objeto enseñarlo a
obedecer unas señales; pero responder a una señal es cosa bien distinta de comprender un signo.
El diálogo del acontecimiento y de la reflexión es, pues, todo el hombre, ya se trate del
acontecimiento interno o exterior, psicológico o social. La reflexión humana es segunda y supone
espontaneidad previa; pero la espontaneidad que le proporciona el ímpetu vital recibe de ella su
gobierno. La vida y la razón no son opuestas, pero el papel del filósofo consiste en cargar la
existencia de razón y cargar la razón de existencia, hacer viviente a la razón y racional a la vida,
adquirir, en suma, el juicio y convertirse en hombre de experiencia. (Ibíd: 141-142).
Actualmente la realidad socio-cultural resulta cada vez más opaca e inabarcable. En una situación
permanente de cambiante, en la que coexisten pluralidad de códigos, avances científico-tecnológicos
vertiginosos, multiplicidad de informaciones, orientaciones políticas diversas, mensajes ideológicos
simplistas y avasalladores, los individuos son incapaces de comprender su propio mundo y están
sometidos a una manipulación permanente en la que lo que predomina es la incapacidad de pensar
y de vivir libremente. No hay posibilidad de distanciarse del dato presente, someterlo a crítica y tomar
decisiones conscientes y responsables.
La reflexión filosófica parte de la necesidad que todo hombre siente de tener una visión de sí mismo,
del mundo, de la sociedad...y ofrece a los individuos una adecuada formación para que puedan, con
unas bases más sólidas y unos criterios mejor fundamentados y de carácter universal, orientar su
acción cotidiana y dar respuestas (o ampliar las preguntas) a los problemas personales y colectivos.
Desde una concepción libre y autónoma del hombre y del ciudadano frente al modelo unidimensional
propiciado por las nuevas tecnologías e ideologías, ofrece una crítica de los fundamentos del obrar
humano y de los presupuestos del conocimiento en general y, sobre todo, del conocimiento científico.
Plantea con rigor y sistematicidad los grandes problemas que, a lo largo del tiempo, el pensamiento
humano ha ido configurando como tales. Es radical en la búsqueda de fundamentos de las
soluciones aportadas por las ciencias, evitando tanto el escepticismo radical como el dogmatismo
racionalista que impide la crítica y otras alternativas razonadas. Debe contribuir al logro de un estilo
autónomo de pensamiento y a la toma de decisiones conscientes y responsables.
La reflexión filosófica y el estudio de las diversas corrientes del pensamiento ayudan a romper el
estrecho círculo de particularismo individual, social, temporal y nacional y fomentan la apertura
universalista que reclama la futura sociedad mundial, que sólo será también una sociedad libre si
cuenta con individuos capaces de pensar con autonomía y de comprender y actuar solidariamente
con los demás.
Todo vivir humano auténtico requiere una reflexión crítica sobre el sentido de lo real, sobre nuestras
interpretaciones sobre el mundo y sobre nuestro existir en él.
Manual Para la Escuela de Reclutas – XXI Zona Puebla 72
Tal vez los nuestros sean malos tiempos para esa reflexión. En una sociedad dirigida al provecho
inmediato, tan volcada a lo material, tan consumista, tan ruidosa y masificada, donde los medios de
comunicación imponen con su difusión poderosa una imagen ya elaborada de las opiniones sobre
los hechos, y donde el arte de la política tiende a ser el de la manipulación y la desinformación, la
reflexión crítica, que requiere distancia y silencio, ni tiene una práctica fácil.
La reflexión filosófica es, por sí misma, un tanto subversiva siempre, porque supone criticar lo
establecido, no conformarse con lo socialmente impuesto, dudar y advertir lo problemático de la
opinión dominante y lo vano de la retórica oficial. Incluso en estos tiempos que parecen haber
desacreditado cualquier intento revolucionario, filosofar es un riesgo. Pero un riesgo atractivo,
personal y liberador.
Como actividad intelectual todo filosofar requiere una previa información sobre los variados aspectos
del saber humano, la tradición científica y espiritual, la cultura, en suma, en sus aspectos más
generales. Porque sólo desde nuestra circunstancia y nuestra cultura podemos reflexionar y tomar
conciencia, sólo desde un nivel histórico podemos ejercer una mirada crítica responsable y lúcida.
De ahí que una iniciación al filosofar requiera unos conocimientos culturales amplios, no porque
filosofar consista en su conocimiento, sino porque sólo desde ellos se llega a una auténtica posición
que permite la reflexión crítica. Sólo desde ellos se puede uno preguntar con plena claridad y con
rigor, sobre las cuestiones que más nos inquietan.
Aunque desde muchas partes se sienta esta exigencia, no se entiende igual por todos. Si es
cometido de la educación, hoy, en el desorden existencial en que vivimos, "conseguir
individualidades capaces de controlar los condicionamientos de carácter subjetivo y objetivo que
acosan desde direcciones encontradas", no significa, sin embargo, formar personalidades
contestatarias, veleidosas, capaces sólo de análisis destructivo. (Bosello, 1993).
El clima del diálogo que así se va creando sobre la confrontación pluralista revela, además de un
valor cognitivo, otro valor típicamente ético. Se expresa, ante todo, en el respeto de la libertad de
opción, también para los alumnos. Si después, el diálogo se orienta positivamente, podrá percibirse
la búsqueda común de la verdad y la mutua ayuda en el camino del bien.
Si esto no se da, pueden obtenerse resultados negativos como el escepticismo ('nada es verdad'),
la presunción de dirigismo ('somos los más ilustrados y capacitados'), el interés utilitarista
empresarial ('queremos producir'), la resignación gregaria ('renunciamos a los riesgos de dirección y
nos contentamos con las comodidades de nuestra sociedad de consumo'). Para evitar estas
consecuencias negativas es necesaria una acción educativa dirigida a la adquisición del sentido
crítico, y una intervención activa en este sentido.
El sentido crítico consiste en la experiencia de la oferta recíproca de verdad que permite proceder
juntos a la búsqueda de equívocos, de aproximaciones, de interpretaciones erróneas de la verdad.
No es una actitud de sospecha de los demás. Por el contrario, el sentido crítico exige una
disponibilidad para con los demás y una fidelidad irrenunciable a los propios valores: disponibilidad
para revisar y reelaborar continuamente los valores de la igualdad y de la diversidad, para comprobar
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lo que se puede y debe hacer con los demás y lo que se puede hacer por separado, en vista de la
unidad dentro de la diversidad (Ibíd, 135-136).
Este proyecto pretende desarrollar la comprensión de las situaciones sociales, de los actos humanos
y de las controvertidas cuestiones sobre los valores que llevan consigo. Las premisas de la
intervención son cinco:
La preocupación de este currículo es principalmente la de educar las "actitudes" ante los valores. Es
pues, una intervención específica, que va, claro está, acompañada de otros momentos en los que el
trabajo educativo se dirige a dar consistencia de contenidos a los valores. La educación para la crítica
exige, también, una consideración de la educación moral, que no es posible dejar al margen de las
preocupaciones escolares.
Otro currículo con una presencia notable en nuestro país es el de Filosofía para niños de M. Lipman
(E. Martínez (coord.), 1992) que trata de fomentar una forma racional de pensamiento, enfoque
lógico, formas correctas de pensar y la sensibilidad moral, haciendo del aula una pequeña comunidad
de investigación.
Los materiales de que sirve el programa son una serie de novelas, acompañadas de manuales para
los profesores, que contienen planes de discusión, ejercicios y actividades para facilitar la asimilación
y la aplicación de las ideas principales a otras situaciones. Los personales de las novelas se
enfrentan a problemas, a cuestiones intelectuales, morales y filosóficas: ¿cuál es la diferencia entre
normas y criterios? ¿qué es el bien? ¿Cuál es la diferencia entre lo bueno y lo justo?
Las cuestiones que aparecen en las sugerentes novelas se discuten en clase con la ayuda de
esquemas, ejercicios y actividades que tratan de desarrollar habilidades de pensamiento como la
formulación de hipótesis, identificación de supuestos, descubrimiento de alternativas, enunciación
de explicaciones causales y generalización.
4. ITINERARIO METODOLÓGICO
Los métodos que facilitan la "reflexión crítica" se caracteriza por un tipo de intervenciones educativas
que pretenden impulsar la discusión, la crítica y la autocrítica, así como el entendimiento -que no
necesariamente significa acuerdo o consenso-, entre los alumnos, el profesor, e imaginariamente
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con todos lo implicados en el problema real considerado no presentes en el aula. Todo ello a
propósito de temas personales o sociales -micro o macroéticos- que impliquen un conflicto de
valores; es decir, que sean sentidos por alumnos y profesor como problemáticos.
Se trata, por tanto, de discutir todo aquello que preocupa o debería preocupar con ánimo de entender
críticamente las razones que tienen todos los implicados, y comprometerse asimismo en aquellos
procesos prácticos de mejora de la realidad considerada. La reflexión crítica pretende recabar
información sobre realidades concretas, entender toda la complejidad, valorarla y comprometerse en
su mejora. De este modo se pretende evitar el desconocimiento de las problemáticas concretas que
afectan a su vida personal y social. Se intenta con ello favorecer una educación moral que se arraigue
en la vida cotidiana de los educandos.
Para conseguir una mejor presentación de lo que se trata de desarrollar en los alumnos y alumnas
con la compresión crítica resumimos sus momentos o etapas más características (Puig Rovira,
1992):
1) Partir de temas controvertidos: entender que el proceso educativo supone considerar temas
relevantes para todas las personas que intervienen en él, y que además sean temas socialmente
significativos o problemáticos.
La educación moral no puede reducirse a lo que aporta la socialización, sino que debe capacitar a
los alumnos para que sean capaces de criticar las formas sociales injustas e ideas, criterios y normas
de convivencia que busquen un tratamiento justo de los conflictos de valor.
Pero se hace del todo necesario encontrar un procedimiento que respete la autonomía, la conciencia
y la responsabilidad de cada sujeto sin limitarse a este momento subjetivo e individual. Ha de ser un
procedimiento que sepa respetar simultáneamente ese momento de la conciencia personal, y el
reconocimiento de que los problemas morales, los conflictos de valor, se refiere a cuestiones que en
un momento u otro afectan a más de una persona, o incluso a una colectividad. Por tanto debemos
acercarnos a procedimientos que propicien lo intersubjetivo de toda controversia y la necesidad de
enfrentarse a los conflictos atendiendo a las opiniones de todos los implicados (aprender a pensar
juntos y resolver los problemas que nos afectan).
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En consecuencia, pensamos que el diálogo es uno de los principios procedimentales más relevantes
que debe transmitir la educación moral. Y ello, como se ha dicho, en la medida en que en el diálogo
encontramos un criterio respetuoso para con los individuos y para con la colectividad, así como un
criterio adecuado para orientar la reflexión moral en sociedades plurales de modo justo y solidario.
No se nos escapa, sin embargo, que el diálogo como principio procedimental no resuelve en modo
alguno la problemática moral en su conjunto. El diálogo no asegura la resolución acertada de los
problemas morales, ni tampoco asegura que se vaya a llegar a un consenso racional que permita la
adopción por acuerdo de soluciones. Tampoco entendemos que el consenso a que tiende el diálogo
sea siempre la situación más deseable.
1. Habilidades para percibir problemas morales. Antes de referirse directamente a las capacidades
de diálogo es preciso conocer en qué circunstancias y para resolver qué tipo de problemas se hace
imprescindible desarrollarlas. Es decir, se trata en cierto modo de afilar la sensibilidad para percibir
y reconocer aspectos de la realidad que encierran problemas morales.
2. Habilidad para el autoconocimiento. Una de las condiciones previas de cualquier relación dialógica
es conocer la propia posición con el menor grado de deformación posible. Es decir, reconocer los
propios intereses y necesidades, saber los sentimientos que en cada cual desencadena la
consideración de un determinado problema, conocer también los valores que se defienden a
propósito de una temática controvertida.
3. Habilidad para el conocimiento de los demás. La habilidad para conocer la propia opinión debe
ampliarse con la habilidad complementaria: a saber, la habilidad para conocer el punto de vista de
todos los demás implicados en la situación problemática.
5. Actitudes dialógicas
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Respeta la verdad en todas tus intervenciones. Trata de que tus intervenciones sean
verdaderas, no digas lo que no sabes, lo que es falso, o no afirmes tajantemente cosas sin
pruebas o razones convincentes. No mientas.
Aporta toda la información necesaria para que te entiendan, pero no más de la necesaria.
No te enrolles.
Expresa tus pensamientos de manera clara, metódica, ordenada y sin ambigüedad. Resalta
la idea o ideas principales de tu pensamiento. Expresa correctamente tus puntos de vista sin
embrollarte.
Para dialogar es necesario que los interlocutores se respeten mutuamente. Es decir, que
eviten la prepotencia, el autoritarismo y la coerción. Se trata, por el contrario, de que todos
contribuyan a crear una situación de igualdad en la que nadie acapare ni centralice la palabra
y se deje hablar de todo a todos. No seas agresivo ni dogmático.
Para dialogar es necesario que los interlocutores se impliquen personalmente en el
intercambio de opiniones y razones. Es decir, se comprometan constructivamente en el
discurso dialógico considerando las razones ajenas, expresando las propias y
modificándolas si cabe. Lo cual supone a su vez recomendaciones como las siguientes:
7. Habilidad para imaginar y adoptar soluciones alternativas basadas en el acuerdo, y para anticipar
y evaluar sus consecuencias.
8. Habilidad para dar sentido moral a la adopción de los anteriores criterios para la resolución de
problemas de valor. Este último aspecto trata de resaltar la capacidad de dar sentido a lo que se ha
aprendido. Se trata, en definitiva, de entender por discurso dialógico aquella forma comunicativa que
ante un problema personal y/o social que comporte un conflicto de valores consigue comprometer a
los implicados en un intercambio de razones que les acerque a soluciones justas y solidarias.
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Bibliografía:
El presente manual fue una compilación de textos surgidos dentro y fuera del Pentathlón con el
propósito de respaldar los conocimientos del instructor de la escuela de reclutas. Los reglamentos,
manuales, programas y textos empleados para este manual fueron:
“Reglamento General de Vestuario, Equipo y Divisas”. Cuartel General P.D.M.U. México D.F.2005
Bueno Cebada, Salvador. “Manual Para la Escuela de Reclutas de la XXI ZONA PUEBLA”.
Comandancia de la XXI Zona. Puebla México. 2003.
Villegas Reyes, Luis M. “Manual para la Escuela de Reclutas de la XXI Zona Puebla del PDMU”.
Comandancia de la XXI Zona Puebla. México. 2008.
“Reglamento del Ceremonial Militar”. Ediciones Ateneo, México D.F. 10 de Noviembre 1938
“Reglamento General de Deberes Militares”. Ediciones Ateo, México D.F. 26 de Marzo 1937
Complementarios:
Gil, Ramón. “Valores Humanos y Desarrollo Personal”. Ed. Escuela Española, Madrid, 1998.
G. Basurto, Carmen. “México y sus Símbolos”. Editorial AVANTE - SEDENA. México. 1993.