Ensayo Sobre La Crisis en El Perú
Ensayo Sobre La Crisis en El Perú
Ensayo Sobre La Crisis en El Perú
De tal modo, cada uno puede tener una versión más o menos parecida sobre el
diagnóstico de nuestra nación, encontrando mayores similitudes entre los miembros de
los mismos grupos sociales. Sin embargo, la mayor divergencia se haya en las
soluciones que propone cada uno de los extremos. Lo cierto es que no todos los
peruanos queremos lo mismo, pero somos todos parte del mismo grupo, por lo que la
encomiable tarea de generar unificación entre estos distintos sectores no debe ser
ignorada por mucho tiempo más, ya que ningún otro esfuerzo hará realmente un cambio
si sólo ha sido pensado, escuchado y promovido desde una parte de la sociedad sin
parlamentar con las demás.
2. Desarrollo.
En ese sentido, siendo que el objetivo del presente trabajo consiste en identificar salidas
viables a esta crisis, es oportuno en primer lugar identificar qué factores internos e
internos coligen en la ecuación, para efectos de determinar qué políticas o medidas
internas y externas se pueden aplicar para solventar un desarrollo sostenible y mejorar el
estado de bienestar en el que toda sociedad desea colocar a sus ciudadanos.
De este modo, utilizaremos como primer ejemplo una de las situaciones que más puso
en jaque al Perú, afectando desde un plano pragmático en la ejecución de obras
estatales, así como en un plano ideológico, mellando gravemente la imagen de las
entidades públicas y mermando la poca confianza en la clase política que existía a duras
penas en el Perú. Definitivamente estamos hablando del caso Odebrecht, uno de los
escándalos de corrupción más grandes del siglo en Latinoamérica y uno de los grandes
hitos que marcaron un antes y un después en la realidad nacional.
Este es de forma ineludible el caso más sonado sobre corrupción en la política, que gira
alrededor de la compañía brasileña, la cual reconoció que entre 2005 y 2014, sobornó a
funcionarios y políticos peruanos para facilitar sus negocios en el país con veinte y
nueve millones de soles. Es por ello que los políticos acusados abarcan los Congresista,
Ministros de Estado y ex Presidentes de la República. Lo mencionado hace que las
obras públicas que se están ejecutando guarden una relación con el dinero aportado a
estos políticos, generando que la construcción de dichas obras este paralizada al tener
estas observaciones.
Bernel Fabrizio López Farfán
[email protected]
A tenor de ello, nadie puede poner en tela de juicio la posición de la corrupción como
uno de los clavos que retienen al Perú en el subdesarrollo y el caos constante, en otras
palabras, en crisis. Sin embargo, como podemos apreciar, en estos casos de corrupción
confluyen factores internos y además factores externos, de cierto modo podría afirmarse
que ambos extremos son simbióticos, es decir, uno no funcionaría sin el otro. El
funcionario requiere de la intervención de un extraneus que compre su favor de forma
directa o indirecta, como mejor quieran disimular la coima, para que este se interese
indebidamente en un asunto como lo sería una contratación con el Estado y en perjuicio
de toda una nación, consienta, facilite o genere un actuar beligerante y negligente a la
hora de hacer obras públicas o gestionar cualquier proyecto gubernamental.
Sin embargo, nuestra labor sería analizar las circunstancias y averiguar si es posible
afirmar cuál de los factores fue más determinante, si es que reside en la ambición y la
pobre cultura ética y de valores de nuestros funcionarios públicos o, por otro lado, en
los grandes intereses empresariales que no dudan en invertir ridículas cantidades de
dinero en comprar favores políticos, en vez de invertir en sus productos o servicios para
elevar la calidad de los mismos y realmente ganarse un lugar en el mercado a base de
esfuerzo y dedicación.
En ese sentido, nos atrevemos a afirmar que, en virtud de cualquier búsqueda para una
solución o salida a la actual crisis en el Perú, se deben identificar los factores externos
Bernel Fabrizio López Farfán
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que la determinan o agravan, sin embargo, con mayor énfasis y rigurosidad debemos
fijarnos en los factores internos que contribuyen con esta situación. Todo ello por una
simple razón, es más fácil controlar aquello que depende de nosotros a pretender influir
de la noche a la mañana en las relaciones internacionales, tanto políticas como
empresariales. Si es que ha de haber alguna suerte de limpieza o reorganización se tiene
que hacer desde adentro hacia afuera, partiendo por lo que nos compete a nosotros como
peruanos.
No obstante, en primer lugar, haremos un repaso profundo sobre los factores externos
para identificar el contexto sobre el cual se realizará el análisis de los factores internos,
ello para poder formular salidas más propias y factibles al estar considerando ambas
dimensiones en conjunto.
En primer lugar, habría que describir la dinámica de cancillería que propone nuestro
país, sobre lo cual tenemos que el direccionamiento de la política exterior en asuntos
económicos desde finales de la crisis de los ochentas procura posicionar a Perú como un
país puente entre el Pacífico y Suramérica mediante agresivas estrategias de inserción
en el sistema económico global (Guerra-Barón A. , 2019). Esto ha sido un factor
determinante para el notorio crecimiento económico soportado en la intensificación del
proceso de apertura de mercados, aumento de los flujos de entrada de inversión
extranjera, la liberalización comercial, el desarrollo del comercio internacional y, por
consiguiente, el aumento de la posibilidad de acceder a créditos de la banca multilateral
para inversión social y desarrollo económico.
En ese sentido, hemos llegado al bicentenario con un antecedente positivo, pero con
muchas vicisitudes causadas por diversos factores como la pandemia del CoVid-19 y la
polarización política en todo el país. De este modo, al ser un país constantemente activo
en el mercado internacional, tanto en la importación como la exportación activa de
materias y productos, nos afecta cualquier sacudida estrepitosa que pueda sufrir el
mercado como lo fue también el inicio del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania al otro
lado del mundo. Situación que desencadenó una subida radical en los precios de los
combustibles a nivel nacional, atacando directamente la canasta básica de los
ciudadanos que exigieron prontas soluciones al gobierno de turno, sin encontrar mayor
alivio en tal encomienda. Por lo tanto, el contexto internacional actualmente es incierto
y perjudicial para los países de esta región.
Otro punto que reafirma esta afirmación es la inflación generalizada que han sufrido los
países latinoamericanos en comparación al dólar americano, que es la moneda
primordial a la hora de establecer el valor relativo de una divisa en el mercado
internacional. Empero, es necesario evaluar esta proposición antes de aceptarla
directamente, a pesar que se condiga con la línea argumentativa expuesta previamente.
Bernel Fabrizio López Farfán
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De este modo, al consultar la data del Banco Mundial hemos podido extraer el siguiente
cuadro:
Como podemos apreciar, es cierto que desde el año 2020 la inflación en Latinoamérica
no haya hecho más que crecer, sin embargo, lo ha hecho desde uno de los puntos más
bajos en toda la muestra. Por otro lado, sí es cierto que ha aumentado más en toda la
última década, al final puede ser cuestión de perspectiva, pero de forma general, el
actual gobierno no tiene un contexto internacional súbitamente hostil y sin precedentes,
es una crisis generalizada, pero al parecer existen mayores razones por las cuales el Perú
agiganta su propia crisis, la amplifica y la mantiene. Tal como lo afirmaba Figueroa en
su obra: “La crisis de la deuda en América Latina no ha seguido un patrón uniforme en
cada país individual. Se ha dado una diversidad de caos en lo que se refiere a las
condiciones iniciales, a la duración y a la intensidad de la crisis. En esa diversidad
Bernel Fabrizio López Farfán
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regional, el Perú es usualmente visto como el país donde la crisis ha sido una de las más
duras.” (Figueroa, 1993)
El fenómeno, por tanto, no solo se muestra sin delimitar, amorfo, sino que pierde todo
trasfondo social e histórico. Toda corrupción, de la pequeña a la grande, la de hoy y la
de ayer, sería corrupción y nada más. El problema flota en el aire como una nube gris.
Esa ruta trunca el análisis y con ello se trunca todo intento de acción eficiente, pues no
se puede combatir lo que no se comprende. Esta construcción del problema es análoga a
al razonamiento detrás de preguntarnos por qué existe el fenómeno de la maldad o de la
violencia. Se trataría de comportamientos abstractos y la realidad concreta solo los
“comprobaría”. (Cavero Cornejo, 2018)
predominantes mediante los cuales determinadas redes de poder, con eje en la actividad
económica, de donde provienen los principales recursos que alimentan la corrupción,
han ido aprovechando los recursos económicos, normativos, coactivos y simbólicos del
Estado. Aunque requiere de una investigación más exhaustiva, los datos de corrupción
sugieren una morfología del poder en el que éste se presenta en la forma de redes que
atraviesan los ámbitos de lo legal y lo ilegal y cuyo estudio puede darnos información
sobre cómo funcionan las instituciones reales en el Perú. (Cavero Cornejo, 2018)
Sin embargo, como habíamos anticipado, esta es una danza de a dos y al frente ha
tenido a un parlamento que a pesar de haber tenido una valla muy baja que superar, solo
ha cumplido medianamente con las expectativas de los electores. Por lo menos ya no
existe una mayoría avasallante que actúe de forma prepotente e intimidante desde el
legislativo, pero las diversas bancadas del congreso que hoy son más que las que se
conformaron en un principio, no se han sabido poner de acuerdo en las cosas más
importantes, retrasando muchísimo cualquier proceso que busque sacarnos de la crisis.
término de su mandato que por realmente hacer algo con el cargo que ostenta y que
todos los peruanos decidimos en el bicentenario.
Hemos señalado que el Perú ha conseguido una continuidad democrática, pero sin
estabilidad o, en todo caso, una sumamente frágil. Sin negar la sorpresa en términos
comparados e históricos de una continuidad democrática sin precedentes, los factores
que desencadenaron estas crisis siguen presentes y no se han mitigado, y la salida
institucional ha sido fundamentalmente contingente. Esto hace imposible prever el
resultado de futuros episodios que desafíen la democracia. En ese sentido, destacamos
que los desafíos son estructurales y por ello muy graves.
De los que hemos podido identificar en el presente trabajo, uno de los más grandes
problemas es la cultura de aversión a las entidades gubernamentales porque la población
no se siente identificada con las mismas, la clase política solo se ha acercado a ellos en
campañas presidenciales y luego pasan a ser ignorados por el gobierno centralista. Para
ello considero que estas son dos medidas que podrían ampliamente mejorar esta
situación desde el aparato estatal.
embargo, este clamor es ignorado porque el propio legislativo no quiere alterar el status
quo que sostiene esta situación de candidatos invitados y cupos comprados.
Por otro lado, se deben fortalecer las competencias de los gobiernos locales a la par de
la transparencia y fiscalización de las mismas. Hoy en día las municipalidades tienen
muy poco sentido, hacen muy poco y lo poco que hacen lo hacen mal producto de la
corrupción enquistada y la mala administración, salvo algunas gratas excepciones. Esto
se debe a que realmente no nos tomamos en serio estos niveles de gobierno, a pesar de
que son el medio perfecto para realizar una mejor distribución de los recursos y generar
una mejor cultura cívica al vigorizar la función municipal y haciendo mucho más
relevante la elección de funcionarios en estos escaños. Desde este nivel que conoce
mucho más la realidad de su jurisdicción, se pueden entablar mejores estrategias para
resolver problemas como la inseguridad social, la educación, la alimentación, el trabajo,
entre otros.
De este modo, con estos pequeños ajustes al marco constitucional, se pueden plantear
mejores políticas de Estado que realmente nos ayuden a salir de la crisis, reunificando a
nuestra nación y generando cambios de impacto. No tiene sentido perder mucho más
tiempo en seguir polarizando al país entre derechas e izquierdas irreconciliables, que
promulgan dogmas cuasi religiosos, porque parece prohibido dudar de ellos,
sosteniendo discursos en el miedo al terrorismo de un lado y el desprecio de lo privado
por el otro.
En cambio, es necesario comprender que nuestro país es muy diverso como para poder
aplicar una sola solución a nivel nacional, con una misma bandera, pero con realidades
muy distintas, tenemos que permitir que los gobiernos regionales y locales tomen mayor
protagonismo, porque son los que mejor se pueden ajustar a las necesidades de la
localidad, en donde se apreciaran los beneficios de forma directa y menos dilatada.
Cobrando mayor sentido el principio de representatividad que existe en la democracia,
haciendo el deber cívico de elegir responsablemente una tarea más sencilla, porque se
juzgaría con mayor facilidad entre vecinos, menguando también la carga que tiene el
gobierno central que jamás se ha podido dar abasto para realizarlas correctamente.
Bibliografía
Bernel Fabrizio López Farfán
[email protected]
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Universidad Cesar Vallejo.
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