Ensayo Bonorum Possessio

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4

Universidad Fermín Toro

Vicerrectorado académico

Facultad de ciencias Jurídicas y políticas

Escuela de Derecho

Ensayo
Bonorum Possesiòn

Vargas Wanda

C.I: 23.852.436
Como bien se conoce, el Derecho Romano ha dado la base para las distintas
legislaciones que han ido surgiendo a lo largo del tiempo y de la historia de las distintas
culturas propias de las costumbres e idiosincrasia de cada nación. Los romanos fueron
evolucionando al ir pasando el tiempo, no sólo en su cultura, arquitectura, política, etc.
sino también en el Derecho, que era una base fundamental para su desarrollo civil y
político.

En nuestros días podemos afirmar que el testamento es una figura jurídica con
mucha importancia, y lo que es el testamento en nuestros días, lo fue también para
Roma, es decir, era una figura especial en el Derecho Romano, pues poseía funciones
particulares y a la vez un régimen completamente distinto a los actos jurídicos que se
pudieran realizar.

El testamento era en Roma una figura clave en el ámbito social y jurídico, pues
en dicho acto jurídico se proyectaba al futuro la propia personalidad del causante, que
con toda propiedad y disposición instituía herederos y atribuyendo legados. Por
muchos motivos se desprende que el Testamento fue una figura esencialísima, no sólo
del Derecho sucesorio romano, sino de todo el ordenamiento jurídico en general.

Siendo un aspecto tan importante en el Derecho Romano, que se fue


extendiendo de manera muy rápida hasta el punto de que los de clase social baja
también podían optar por hacer sus propios testamentos. El derecho a respetar la
voluntad del testador es primeramente un deber moral que luego se fue tornando en
acto jurídico. Y como toda norma originaria, también ésta fue evolucionando para
extender el margen de acción jurídica en torno a aquellos que considerándose
herederos, sin embargo, no existía el documento jurídico como tal que así los
acreditaba.

Es entonces cuando surge el BONORUM POSSESSIO, que no es otra cosa que


una herramienta legal que otorga un juez o prestor por medio de la ley, a alguno o
algunos de los familiares del difunto con la única finalidad de que éstos tengan la
potestad de tomar posesión de los bienes heredados, sin que se les considere
herederos, en el sentido jurídico de la palabra. Los interesados para que se aplique a
ellos dicho privilegio deben ser quienes previamente lo soliciten.

De esto se desprende que el Bonorum possessio viene a responder algunas


necesidades que urgían se les diera solución en materia sucesión de bienes.
Necesidades que en la mayoría de las ocasiones se tornaban en conflictos y, por tanto,
requerían solución justa, apegada al derecho.

Los que en primer lugar resultaban beneficiados por esta herramienta del
Bonorum Possessio, eran aquellos individuos que por distintos motivos habían sido
apartados de recibir una herencia. Esta herramienta no surge simplemente para cumplir
un capricho de alguno, sino para equilibrar una estricta ley civil antigua que se fue
tornando dispar e incluso injusta, pues dicha ley, no permitía el acceso a la herencia,
por ejemplo a las hijas que habían contraído matrimonio.

Esta herramienta se crea para actuar como complemento, y su función principal


consistía en custodiar el derecho de aquellos que aseguraban por distintos motivos
tener alguna posibilidad legal de gozar de los beneficios de alguna herencia. Para que
esta herramienta pudiera accionarse, en primer lugar el interesado o interesada debía
hacer la solicitud y presentarse frente a un magistrado, portando consigo algún
documento que lo probara como un legítimo heredero o, si no lo tuviese, demostrar el
vínculo de sangre que lo unía al fallecido.

Cuando la parte interesada hacía cumplía con los requisitos previos, el


magistrado procedía a otorgar una autorización al heredero que iba acompañada de lo
que se conoce con el nombre de “interdictum quorum bonorum”. Con ello se les
concedía incluso poder sobre aquellas otras personas que estaban ostentando dichos
bienes. La evolución de esta herramienta fue rápida pues de ejercer simplemente una
función auxiliar, comenzó a ejercer funciones de corrección y supletorias.

Como lo he expuesto, surgió con función auxiliar, dedicándose solamente a


custodiar el derecho de aquel que sostuviera tener derecho a una determinada
herencia, ya fuera por testamento o por demostración del vínculo de parentela. La
evolución a tener funciones supletorias y correctoras, con las que el Pretor podía
conceder posesión de bienes a personas que no eran contemplados como herederos
en un testamento por derecho civil. Este elemento, incluso en la época imperial llegó a
conceder bonum possessio, aún existiendo testamento, a personas que no aparecían
en el mismo. Corrigiendo, por así decirlo, hasta la misma voluntad del difunto.

También podría gustarte